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aL — »26 6.2) Ne a ae, Lalutopia de Dionisos asformaciones de la fiesta en a modernidad avanzada ‘coorc.), M. Vovelle, A. Melero, L. M. Lombardi, TSEC: lal ee =coxe] re oa (0) Cae H. Velasco, F. Cruces, A. Diaz NTROPOGEA ovis de Ponsamionto antropokigico YEstudtes Enograices Consejo de Direccién Arturo Avvaroe ‘Ascersi6n Boranano ‘Angel Diaz de ada ‘Masia Victoria Yepes Comité de Redaccién Francisco Cruces (Olga Dominguez Margarita Lobo Comité Cientitico José Luis Garcia Dawyad Greenwood ‘Adam Kuper ‘Antoinelfe Motni6 Floravant Fermin del Fino Teresa San Roman Honerio Velasco Comité Asosor Berta Aros Margattia Borapano slosep M. Comets “iuan Gomete. ‘Javier Garcia Castano Fernando Giobelna Nokon Morsigue ‘age! Mentes det Castile Xavier Rolge iro ANHOPOLOGA tarda Sn Eaton 5.0 cogana 3 to marzo 196 wll Editorial. Articulos La utopta de Dionivos. Sobre las ransformaciones de ka fiesta en la mo- dernidad avancadia : 5 La fiesta en el campo de la historia de as mentalidades mm at Fiesta y wsopta ene altar de Dione on 3° La Minada de la fiesta. La fiesta de la mirada. Notas sobre ef univer fisti00. 53 Lo fstivo que se tice, Io fitvw que se vive. Aspectos de lo five en la eligi carina, naz 8 Sevila en festafesta en Seila, Feta y ant-fata en le Ciudad de Wa G14 ” 1 jucgo de la train la refinconalizaci del ita campesin de sadicion ora en le madernidd tarda 21 1a disolcin fina : 138, raise cave Fics de odes, fists para todos Ww Teno vnc Feneicocnce Ange Go aa Abstracts. Notas biogrdficas Editorial S19 nomero 11 de ANTROPOLOGIA #2 ocupa monogréticamente de un tema ctisico: (a festa. Coorcinado pore! profesor Antonio Arno (Univer: «dad de Valencia), recoge una panorémica de aportociones que fue- ron olscutidas, hace chora un aro, por asthos especialstasitaonos. france: 65 7 espanol, en un Seminario patocinado por la Universidad Menénclez Pelayo, La alversidad de enfoques ¥ los ciferentes efemplos hacker lat que i ran los autores encusntian un punto de convergencia en ef problema de ka _mademidad y de fa enigmética pervivencia (incluso intensticacion) de 1a fes- ta. como hecho colectivo en una sociedad aparentemente sseculatlzad, ‘Suiendo con ta ec trazada en ndmeros anteriores. se recogen en éste ‘lversas oproximaciones y tradiciones (historiogrtica, flologica, sociolégica y ‘antropol6gica) que componen, en conjunto. una refleén comploja acerca {de fa flesto. como forma tradicional y sus miliples recoaicaciones en Jos e5- _Badlos de Jo maciemidac. Por ofa parte, queremas senalar que en este momento ANTROPOLOGIA, ‘con o) estuerzo colecive que representa, ocupa ya un lugar estabie ene kas fuentes de referencia de numerosos profesionales @ investigadieves. as! como {e inatituciones nacionaies e internacionates que han venido adhiiéncose co- _mo suscrptores.invlerios desde este Jugar a todos cuantos nos leen @ que: Conhibuyan 0 su desarrolo enviando originales o proyectos de eaicién, S610 a8 questcr pubseactn pod sequirsenco un compo abievto de cscusiin y rellevon orginal para neasta disp, La utopia de Dionisos. Sobre las transformaciones de la fiesta en la modernidad avanzada ANTONIO ARINO. UNIVERSIDAD DE VALENCIA RESUMEN Durante ia ckécada de os ochenta, desde perspectives clontiicas dversas(antro- pologla, histor, sociobgt). 58 ha producido una vercadora eciosién de estuctos occas a a ost. De su mano han aparecico también cambios en el enfoave ¥en a propia consttuccién dal abjeto. Ahora inferesa no slo estudio fo reitale ‘l6n de a festa, so las cversas ransformaciones que fe afectan en elacién con su cronologia, seméntica, shikai y soto calebrante, AL abordar estas cuestiones 22 pretends mlrockci aos ponencias det som 10 on la sco vaonicien do fa UMP an mayo de 1995. io La ulopia de Dons, coteto |. ELTIEMPO DE LA FESTA Segsin cl Gran Relate de la modernidad, la festa, al igual que fa costumbre, el Fito, la fe, estarfa cordenada a desaparecer bajo slas gelidas aguas del cileulo ‘ogoistas (Marx) 0 a cucdar petvificada en sla escarcha de la ascesis puritanax (Weber). La modernidad nacis ancifestiva y con ella las eiencias sociales, que y de la cul: ‘ura popular tradicional, porque supuestamente actuarian como obsticulos en contribuyeron a efectuar una critica acerva de las conduct La utopia de Dionisos Antonio Ariio cl engranaje de la miquina del progreso y It racionalidad. En consecuencia, el catudio de las fiestas fue reducido al estatus de folcloze © identificado como pa- sién de nos I, urba- na y, luego, mediicica, entonaban sus Funerales y proferian lamentos jeremia- igicos que, ante el avance de kt homogencizacién indus Lov atos ssena dle nuest sigosupusieron un tonne a Doni, dos ef cane ii y gran sR sbi, en a xl Gin del evrpo, la dnt, la sca, a ong.Sin embargo, su eecrs de a festa no djaba de ser sega y selectivat ene sus tradicionesreencontradas tena caida el desorden camavalesco, pero no el corto dsiplinade y evren te del Corpus Chris. Tis ol wendaval ita y far del donisino conta cultura [axa sigs imponiendo a etancha stimulada por facta ver sss y adoprando miltiplesrostros, De un lado, hemos visto prolifera conme- undies, festivals, cemenaios vo case de fa los yards ingen cultural de mass. De oxy la convergenca ene ha as de la apoteosis de la razén instrumental y tuna eclosin de las politicas de la identidad (nacional, étnica, de género, de edad, etc.) ha producido un poderoso y exuberante movimiento de tevitali cidn festiva. En Espana, ademas, esta gran corriente se co-fundi y vid impulsa dla por el proceso dle democratizacién y la demanda de fiestas populares, Desde cesta Sptica, los afios ochenta y noventa pueden ser desctitos como un verdadero tiempo de fest, Y Tiempo de fiesta es precisamence el titulo de un crucial libro publicado en 1982, coordinado por Honorio Velasco, que inauguraba en Espasa para las ciemcias sociales ef empo de le feta. Porque si hasta enatonces algunos anttope logos se haban ocupado de ela, lo habian hecho axis bien ‘ome pretexte part atras que en el libeo ctado la Fiesta se convert en ‘objeto explicito y propia de la investigacién y la reflein, A partite ese mo- ahordar ottas cuestiones, ianadas ni or educclonsnesfeorsants al way Can elo testes i do fos pss do guy ven acids ala La masa de datos que se ha ido acumulando en los ikimos abs, co suleado de esta convergencia imerdisciplina, es considerable y hoy se que comenzamos a conocer bien las Fiestas de la Ancigtiedad, la festa popular ‘medieval, las Entradas Reales, ls fiestas urbanas y ss caadias 0 las celebracio ‘nes del furor revolucicnatio, al tiempo que contamos con descripciones y ansl sis de los ritmos y pulsiones festivas de culeuras muy diversas: desde el ricual ban, himba o ndembu hasta el Carnaval de Rio, la procesién del Corpus Cristi, El Palio de Siena, las Fallas de Valencia o el Dia de Accién de Gracias cn Estados Unidos. Pero no sélo se ha producido una acumulacién de datos, sino que se ha ido foperando una constante redefinicién de la nacuraleza de la fiesta y de ciertos ‘concepros clave, un desplazamiento de las unidades de aniliss, vitajes episte- mol6gicos y divensificacién de las fuentes. Hemos asistido, por ejemplo, a un replantcamienta del cancepto de ritual, un desplazamiento desde el estudio de la fiesta en los pueblos o comunidades rurales hacia la fiesta urbana; una tenta- riva de combinae el estudio en profundidad basado en trabajo de campo intr sivo con la realizacién de cneuestas extensivas y una creciente integeacién de los procesos de glabalizaciin en Ia explicaci6n de los cambios locales. Veamos con tun poco més de atencidn algunos de estas cambios. ‘Sin rechazar plesamence los enfoques clisicos de Callois, Bataille Duvignaud que adoytaron una interpretacién esencialista y normativa de la Fiesta, idemtificindola con una rememaracién efervescente de un supuesto caos primordial, hoy se la entiende, de forma mais empirica y contextual, como un Fenimeno calectivo de gran complejidad: como un momento dialéctico en rela ‘ign com la vida cotidiana y como una eransgresi6n paradéjica del orden social youe ad productiva, Mediance ella se expresay alirma una dimensién, ‘ave de li existencia somunitaria que pone en juego los mds diversos registro dle la vida social: tiempo sin tiempo, susteaido a la duracién, suspendido en el cextraordinaria a la par que celica y repettivasins- éxtasis gozoso de la pei le espantancidack Widica y autojustificanie, mas tan ‘itueidn generadoca hhowtanar de oscura sacra, En cl ambiente/tiempo de la fiesta se practica de 2 socabilidad, se foment y alimenta la vivencia de un vinculo forma intensiva sgenérico mds allé de las jrarquis y posiciones sociales, tascendiendo todo ello fen un sentido profundo de la vida y del grupo, que se expresa y rubrica dliante wna densi pro feracién simblica y titu ‘co sus sujetos celebrantes y sus objetos eelebradas, unos y otros mis « menos nitidas, mis o menos borrosos, sexi los contextos, No pertenece al dominio in Giner (véase ico metarracio de lo racional, pero tampaco se expla desde lo ieracional, Se el articulo corresponclente en estas priginas), se funda en el hal del carisma. Coma hemos sostenida en otto contexto (Arifo, 1992: 15), cconsiste en accin sirbélico- ria, que tiene, como la metifora la extraondina- fia capacidad de evacar y afiemar una realidad inaceesible a la deseripcién, mon Marzo} 96 directa: una realidad que silo puede enunciarse gracias al juego de los rtos y de los simbolos y la transgresién de las significaciones corrientes de nuestro len- uaje y nuestro comportamiento. ‘Si bien nadie identifica la fiesta con el rita, pocas dudarin de que en el in terior de todo programa festivo habita y opera un sito, por difuminade que éte sc halle. Pero dicho concepto ha ido experimentando una deriva constante, des cde un uso mis resttingido que incluye la trascendencia y lo sagrado hacia otra concepcién mis laxa que lo homologa con la conducta formal y rusinaria, Asi, donde Miiller, Spences, Tylor, Frzet, Otto y tantos ottos,utilizando el sustan- tivo, hablaban de vias y creencias, recientemente se ha prelerido sustantiviear cl adjetivo ritweh expresando con ello una inseguridad ance las catnctersticas intrinsecas del rito y una ampliacién o extensién de ls fenémenos que podrfan cobijarse bajo dicha ribrica. Los estudio sobre el ritual que profiferan a parc ddl andliss goffimaniano de la interaccién cotidiana y la formulacin de la teo- tia de ls religiones civilesabarean temas tan dispares como el aperitiv elrele- vo de la guard, la coronacion de un principe, las reglas de etiqueta, las perfor ‘mances, etc. Como dice C. Bell la amplia varied de actividades que han lego a sr analiza coma ppauas de comportamientosriualizdos 6 un estinonio de las tenden: cas promisuas de esta cortente: agesin y combate, cancin, juegos, depor noviazgo, conejo, drama, danza, humor, arte incluso el pen nism. Mentfican ol ecw con ls fuconis corm formes yen cto grado encuentran tual en casi todas o en la ma yt dea aetvidades (ell, 1992: 73. Paradéjicamente, Bell ha agudizado todavia mis Ia indcterminacion y va suedad, al proponer el uso sustiturorio del término ritualizavién, com lo eval se ‘vuelven casi infiitas las posibilidades de extensién del concepto. Peto, pot mis laxiud que le imprimamos, resulta difiileludie alguna idea o residuo de sac Tidad si queremos mantener todavia su onsistencia. Asi, Maisonneuve ha pro- puesto una definicién wenglobante y transversal, segéin la cual «el ritual es un sistema codificado de pricticas (..) que implica (.) una ciera relacién con lo ssigrado» (1991: 180). De modo similar procede Fy Cruces, cuando siguiendo a jffinan (respeto ¢ incondicionalidad de la persona), Leach (organizacién del tiempo social) y Tambial (multimedia performar mente elicaz, trata de apli- ial estudio de las Fiestas de Madrid un concepro amplio, procesual y perfor ative, que recnnace al menos fa man festacin de una sacralidad débil, como La utapia de Dionisos Antonia Aviso la que puede revelarse en la consteuccién def snosotrose en el contexto plural y Fragmentado de li ciudad moderna (1995: 37 y 43-44). A nuestro juicio, en d- ‘cha deriva general del concepto se manifiesta la necesidad de apresar los ‘cambios que esta esperfiea forma de accién experimenta en la modernidad: el 10 que puado ser en ovo marco histérico-culrural una compleja matriz de don- ide brotaron y se desgajaron la danza, la musica, l ceatro, ete, se concentra y ‘especialiva en condiciones de modernidad en una hierofanta fell y difusa: la constitucién y reprodiccién de identidades, la conjura del caos e institucién de n cosmos significativo, la consagracién del sentido, aunque éste ahora sea pro fanoy en suma, la creacin de confianza y seguridad ontoldgicas. Pero el estudio y reconocimienta pleno del estatus epistemoldgico de la fiesta ha supuesto tamsién un desplazamiento 0 re-construccién del objeto. Las fiestas turales de una comunidad compacta y homogénea, el pueblo, con posi- bilidad de manifestarse en la plaza pablica, 0 en la romerfa, como comunidad ‘express, cerrada sobre sf misma y autocontenidla, dejan de tener interés y rel vvancia, Las investigaciones se han ido reorientando mas bien en una doble di- reccién: el estudio de los fenémenos de revitalizacion y la festa urban. El concepto de revitalizacién no deja de see problemético, pero ha logrado cierta consagracién a partir del libro editado en 1992 por Boissevain (Revitali- zing Exvopean Riewal}, donde se recopilan diversos estudios sobre la sorpren- dente intensificacién festiva que ha experimentado el mundo industrial y espe- cialmente el drea meciterrinea en los afios achenta, Desde nuestro punto de n pucde ser itil i Jo aplicamos con un sentido et vista, el ce tlobante para designar de forma abreviada un amplio abanico de cambios ocu: rridos en los dltimos sos que implican tanto recuperacion (riproposta segin el swocabulari italiano) ce riutales hingaidecientes, como invencidn dle nuevas ce: Iebraciones, y que conlevan cambios en los siggificados, en los sujetas y en las ‘mediaciones cultural G. Bravo (198) ha formulado ks hipstesis de fa relacion entre pendular fenémeno de revitaizacion en el mundo rural it clad y festa para explcar es Tiano, La pendularidadse entiende como un movimiento de vaivén o itinerancia cence distin 4 un porcentaje creciente de individuos seleccionar y disfrutar las condiciones lad y cultivar preferidas de cala una de elas (por ejemplo, wabajar en fa cin es suciales y vinculoscilidos en el mundo rural), Los sujecos pendulares de la modernidad avanzada participan de forma destacala como organizadores de Fiestas tradicionales recuperadas y encuentran en ellas orientacién y eonfianza conduci- para vivir en un univeso cambiante ¢ inseguro. En esta direecidn Ado posteriormente sus investigaciones R. Grimaldi (1987), P. Grimaldi (1993) y A. Antoni (véase su intervencién en nuestro seminario). Por otra parte, sin participar de dicho aparato heuristico, G. Centelles (1995) ha realizado re- ‘ientemente una investigacién monogeafica sobre los peregrinos de Catt He gando a conclusiones similares y mostrando la influencia que ejercen sobre La Fiesta local las miradas exceriores (turstas, televisién) o semi-exteriores (estu- ddiantes y emigrantes que retornan) Pero el centro de interés se ha desplazado de una manera aiin més rounda al tomar como unidad de anisis los yrandes centros urbanos. Ast sucede con varias resis doctorales. que bien desde tna perspectiva histérica amplia (Arina, 1992, 1993), bien desde una perspectiva ancropoldgica hasida en la observa én participante intensiva (Cruces, 1995), se centran en ciudades como Valen cia y Madd. En ellas se analiza desele una fiesta mayor como las Pallas (com st ‘apacidad no sélo para tratocar la vida urbana durante medio mes, sino para ‘configurarla durante todo el ao, expanlitse e itradiar st influencia por el en- torno circundante, atracr miles de vistantes, ge procluctivas peculiares) hasta la festa civica del Dos de Mayo en Madd (insti- Iida recientemente como fiesta autonéimica, con st conversién en santos laicos de los héroes locales, con sit formalismo y cetemonialidad y su carga politica expresa) 0 los macroconciertos de pop y rock (que completan la oferta de fet vales 6 semanas culturales). AI tomar fa ciudad como objeto de estudio, algunos supuestos consagrados se desvanccen y cobra relieve el conflicta y lt nego- iacid entre grupos de intereses confrontados, la fragmentacién y difamina cin de los sujetos, la pre-fabricacién institucional del ritual el caricter de li- turgia civil de ciertas pricticas!. En consecuencia, este desplazamiento de las unidades deans supone uns mieva construccin de la fiesta come objeto d ‘studio de las ciencias sociales y pone en primer plano la relacién entee la fiesta y li modernidad avanzada o las ansformaciones de la fiesta ante el impacto de los procesos de globaliacidn, Un rercer aspecto novedoso merece ser resefiado: la eompatacisn sistem ca de investigaciones intensivas (Garcia eal. 1991) y la realizacidn de encucstas cextensivaslevadas a eabo por equipos de investigadores que teatan de construir modo de mapas de la situacién de la festa en tin momento y un territorio da dos. En primer lugar, aparecié la Gua le Fiestas Populares de Andalucta (1982), que si bien paca see un fruto pe turo, manifestaba la existencia de una de ‘manda de informacién masiva dil para miitiples fines y mare6 el inicio de una tendencia a seguir: Posteriormente, y publicadas por la Fundacié de Serveis de Cultura Popular, aparecieron ef Calendar de estes de Cataluara, Anaorsa i la La uuapia de Dionisos Antonio Arie Franja (1989) y el Calendar de Fees de les Mes Balears i Piiises (1992). Eseas ‘obras se proponen realivat un inventario minuciosa, completo, actualizado y ri ‘sesgos, de todas las Fiestas que se celebran en un ceritorio predete _uroso, s 1 manifesta nado (por ejemplo, el Calendari de Catalunya incluye cualy ‘ign festiva de la que conste tina reiteracién de tres 0 ms aos). De esta forma ‘¢ presenta una especie de radiografla 0 corte transversal del estado de la festa ‘cn un momento histé-ico conereto, que permite cartografiar la presencia y di- fusién de deceeminadss celebraciones y festejos y eshorar tendencias de evolu: cin. Forma parte de esta misma el proyecto en curso de realizaci {do Galendari General de Fests de la Comunites Valenciana que prevende- base de datos informatica de uso pablico y actualizable, incorporando informa: cidn que la dote de profundidad histériea? En este contexto de renovacién de la investigacion y el estudio de la festa debe situarse la celebrecién en la sede de Valencia de la UIMP del seminario La Uiapia de Dianiws, digida por A. Aripo y Ph. Pialoux y cuyo propésto era reunir a especialistas Tancescs, italianos y esparioles, procedentes de diversas reas y campos, con cl objeto de intercambiar sus resultados y rellexiones, eva Iuar el estado de la investigacidn sobre el tema, hacer posible la crstalizacin de las probleméticas emergentes y marcar mievos tertitorios ydesafios! dlenomina II. LA FIESTA EN LA MODERNIDAD AVANZADA La investigacin y andlisis recientes (las ponencias presentadas en el citado se- ‘minario pueden ser ut ejemplo de llo) no sélo vienen insistiendo sobre la vita Tia de la esta el ritual en ls socieddaes contempordncas, lo qu es eviden: {e, sino sobre ss radicales metamorfosis, dato éste que requiere una mayor pr endo un esquema aplicado en otras ocasiones {AriBio, 19954 y 1995b}, me proponzo explicitar y apunear cas; unas de las transtormaciones se refieren o afetan a la cronologia (fecha grama), otras a la sintaxis de la festa (lenguajes), algunas a la igunos de esos cambios y tenden sciantica (objeto celdbrado) y Finalmente otras a su Hogica social (sujeto cele brant, En relacidn con ta cronologia de la fiesta 0 su big afin nila canciencia de forma ereciente de Ia compleja interseeci6n entre la Festa y el tiempo. En primer lug dlialéctica can la vida cosidiana y su cardeter consticutivo del tiempo social, di ica temporal, polemos F que se ha ido cobs jnterpreténdola en st ferencianda entre fiesta celicas y flestas ocasionales, entre aguellas que compo: La utopia de Dioniss Antonio Aritio (y producen un oxen en la duracién dela vida social) y las que ‘expresan y paucan meramente la coyuntura extraordinaria (simbolizando la ierupeién de determinados poderes, mensajes y acontecimientos). La moderni- dad avanzada supone una destruccién del orden tradicional del viempo, que se ha taducido en una supresin de determinadas fiestas, en el traslado de otras y procesos de concentracdn en toxno a a fiesta mayor, desplazada alos perio dos vacacionales. Pero, sobre todo, ol Fendmeno més destacableradica en que la oxganizacin local del tiempo se halla integrada explictamente en ritmo y pa tas universes y en la organizacdn general pica de a sociedad industrial y te- ciara, No es extrabo por cllo que las fechas de elebracién osilen y luce, se adapren cada aho al calendari e incluso los constantemente expandidos pr dos de fiestas mayores por acumulacién de fiestas segeentarts, que clebran patronazgos de grupos de edad, de extados de profesioncsy estamentos, se es teucturen dosficindo intermiteatemente los festejos a lo larg de diversos fines de semana y se tornen imprecsos ls linites de cada cielo festvo en su global dad, Eo sintsis, se desartcula el sistema de fiestas y se econganiza su ubicaci en el calendario de acuerdo can la lgica de la modernidad,y al mismo tiempo se transforma la secuencia interna de la feta, st programa, h sucesién y onde nacin de los fetes, su sntais eco fiesta se cruza con tempo tambign en otros sentidos: por un lado, aginaria suspension de la duracin no pretende ser en realidad una abol fn sino una consumacién del tiempo. En ela, pasado, presente y futuro se nalgaman con tensa desizdn para produit el efecto deseads la apelacin p sistente que, incluso los gestos y acciones més ircevantes, hacen a la contin dad con el tiempo pretérto, el sometimiento al dictado impe oso de la tra ddamente sélido, absoluto, para el presence y l fuuuzo de la colectividad, 4 rar confianaa y sentido para la existenca, Pues bien, una épo te-voleada al futuro como la nuestra, modelada por el eambio tcenoldgico per- manente, que vuelve obsoletos todos los sabres y devalia sin cesar el pasado, genera inesabilidad y paradéjicamence propicia la seleccién de determinados ‘objetos y citas como patrimonio investido de intocablidad. Ci Ia instauracién de un funda- jable se vuclve la historia, més necesaria parece ‘mento simblico inamovible Por otra lilo, [a ciencia histirica nos ha ensetiado a discernir eémo se en tremezclan en cualquier fendmeno social distintas formas de temporalidad: -mpos largos de permanencias seculares, oscilaciones lemtas vineuladas a mbios en la estructura social, vaivencs ¢ innovaciones sometidas a la tirana dd la moda del momento, En la fiesta se cruzan incesantemente la pervivencia y la innovaciin, no siendo Ia tradicién nada mas que una estraregia de Funda- mentacién y legitimacién en un pasado idealizado del acto o préctica corres- pondiente, Algunas fiestas perduran durante siglos, atravesando formaciones, Sociales distintas, es posible que manteniendo algunos rasgos formales intoca- dos, pero sin duda erensformando sus significados y funciones, adapeindose a las necesidades de sus siempre renovados sujetos. Como dice Vovelle, la festa es tun invariante que no ha cesado de varia. Uno de los aspectas que requerirfan una arencién mayor de los estudiosos de la fiesta en la actualidad es precisamente su sintaxs, su lenguaje, st forma de articular festejos y el tipo de articulaciones que produce. Una mirada a la evolu- Cin de la festa valenciana nos permite observar la difusién y genetalizacién de certos rasgos que estén transformando y homogeneizande la fisonomia de fics: tas nominalmente muy diversas. Aunque algunos de esos rasgos no son excl vos de la modernidad, han adquirido en ella una ia y consagracion absolutamente novedosas. Por ejemplo, la exhibicién vestimentaria de grandes masts organizadas en asociaciones voluncarias y que da lugar a un esteticismo competitive. Igualmente sucede con la comensalidad piblica 0 la organizacién tde comidas masivas, en ocasiones a partir de rituales precedentes le catidad pii- blica, pero en la mayoria de los casos como pura innovacién, ‘Tritese de las Fiestas de Moros y Crstianos, de las Falla, del Carnaval o de la Semana Santa, cen sodas ellas encontramos actuanlo una dinamiea similar ‘ex, de forma menos generalizada, pero indicando una misma tendencia homogeneizante, pueden senalarse otros dos cambios relativos al lenguaje fe vy; uno de ellos consive en un proceso de dulcificacién, civiizacién podria de- cise en sentido eliasinno, de aquellss nsanifestaciones que resultan ofensivas a la sensibilidad moderna; el rr0, en jraste can cl anterior podemes denon narlo como ludismo promiseuo, Nos teferimos a la rida difusién de festejos consistentes en combstes inofensivos (ludomaquias) donde imperan el contacto corporal y la mezela vonfusa hallandose los participantes envueltos y empapa- ddos en las humedadeyolores 0 chispas del producto que se utiliza como arma (omates, agua, espuima, 0 fuego y Por otra parte, las actuales prog tuna disminucidn de lx presencia cuantitativa de a tambign por 1 rituales propiamente di hos y una expansiér de Tos festejos, competiciones, juegos ‘sce sentido, algunos auroressostienen que la presencia del rit moderna se halla difeminada, experimentanda ean desplazamiento hacia posi- ciones menos rlevanvese (Velasco, 1992), 0 por lo menos resulta insgnificante ANTROPOLOGIA mn? 11 Marzo 1 96 para el mantenimiento de fa integracion de las sociedades eapitalisas (Turner, 1991-59). En cualquier caso, lo cierto es que no polemos dejar de considerar su imbricaci6n con otras categorias de accién colectiva, come especticulos, atracciones, juegos, ceremonias o festivales. De hecho, Boissevain, al constatat Ja distinucién de fos aspectos formales y organizados del ritual religioso frente al incremento de los aspectos lidicos (dsfraces, teatro, musica, fuegos artificia- les y otras manifestaciones espontineas y desordenadas de la calle), interpreta el ritual y el juego como dimensiones polares constitutivas de toda celebracién (Boissevain, 1992: 139-140) Pero este dato puede ser interpretado también desde la perspectiva seminti- cx 0 desde el contenido de la festa (objeto celebrado) como un indicador més de la tendencia sceulatizadora que opera en ella y que supone una susticuc de la preeminencia de la transitividad por la de la rellexividad o autorreferencia, AAI hablar de secularizacién no nos referimos 2 wna erradicacién de las celebra cones religiosas, sino meramemte a su segregacién culcural, a la pluralizacién dde los mundos vitales, a una marginacién de los significados aporcados por la Instiueidn eclesistica (no necesariamente de los riuales que preside) y a ana Inevitable selecein individual del tipo y grado de participacién e implicacién en la fiesta. Por tanto, no se excluye la trascendencia en ef sentido de incon cionalidad inmanente, sino que ésta aparece auribuida ahora a la comunidad Jmaginaria del nosotros local o étnico. La fiesta, en la medida en que sigue os- rentando la condicién de tal, no pierde sacralidad, aunque st transforma su contenido y formas de celebracin, Finalmente, abordaremos los cambios tclativos al sujeo celebrante. Algunos historiadores han protestado contra la tendencia de las eorlas sociolégicas de la rmodernidad a enfstizar e canictor homo feo de las comunidades «teadiciona les © prc-industriales’, Com justicia debe reconocerse que cierto plaralismo Fragmentacién son const por la teoria sacioligi ras abstracciones i os de toda sociedad y que los dualismos acunados tipo Gemeinschafi-Gerelichafi 0 son amis que me- ripicas, acuiadas con el propésito de aprchender tenden- cas. Pero asumicndo dicha matizacién, puede sostenetse sin ttubeo jeto celebrance de la fiesta en la moderidad avanzada expe por un lado, nos enconeramos con una indivi- clualizacidn creciente de la Forma de implicase en ella y con una difuminacién radical y ambival de los sujetos colectivos: por otro, con una proliferacién asoviaiva especializa sla, En ewalidad, \mbos ass se hallan conectados y co-implicads. sociedades premodernas, en tanto qu xlas por el fagar, kx comunidad local es un sistema bien delimiado, ya La upia de Dioniss Antonio Avitio aque existe excasa movilidad y relative aislamiento. En contraste con ella, los centornos modesnos fasorecen y viven de la movilidad continua y en ellos els jeto se ve forzado a elecciones constantes y a constituir su identidad como un proyecto reflejo (Giddens, 1993 y 1995). Esto significa, para el cema que nos ‘ocupa, que la comunidad local no existe ya como sujeto circunscrito de la Festa ins que en un plano politico (en tanto que hay un poder representativo y res ponsible) ¢ imaginaris (en tanto que en las mentes participantes existe una cierta idea de comunién). En realidad, cada individuo decide su forma de inset- cidn y su grado de implicacién, pero el «piblico» de lx fiesta (que engloba a actores y espeetadores) se nutre tanto de los habitantes locales como de los pen dilares, de los visitantes in situ (con distiuos grados de forancidad) como de {quienes pucdan «sintonizare la festa gracias a las medios de comunicacién. En bh medida en que el individuo moderno se ve confrontado con la necesidad de in de formas nuevas de agregacién, que pueden osci- lar desde la congregacidn casual de espectadores, pasando por las redes mis © ‘metos informales y los estlos de vida hasta I ins especia lizadas. Todas lla, s6o pueden entenderse a partir de la clectividad/op dad constitutiva de la vida moderna, pero quisiéramos detenernos brevem centres de elas En primer lugar, mayorta de las fi iaciones especificas que aettian como instituciones para la organizacién de los actos y como centros de sociabilidad pata propiciar Ia participacién, Son, pues, el sujero primario de la festividad. Estas asociaciones, una vex constiud: legit, asistimos ala er: as modernas suelen contar con aso implantadas, ienden » organizat actividades a lo largo de todo el ciclo anual, Hegando a colonizar incluso los hitos mas significativos del calendario festivo tradicional. En una seciedad donde impera fa diferenciacidn fimeional, aerian como los agentes espesalizads de wn campo de accin -h Festa tambicn exp cializado, En segunda lugar, la centralidad de la experiencia mediada, fenémeno radi- calmente moderna, ccnstiuy bbrantes, Por ello, poems hablar de sujeros (y comunidades). mediaticos, para 10 al espectador que de modo casual e imprevisto ve ‘que desconocia, sine a an paderoso Factor de exeacién de sujetos eele- relerirnos primariamente cen su elevisor las imigenes seductoras de un ritu aquellos segmentos de la audiencia que selecci recepcidin de programs Festivos y que lo hacen para vibrar vi iamente y expe- aia con Fiestas lo adquicren sig- ficado universal o, al menos, de sepresentacidn & Finalmente, en eexcer lugar, la eclasién de las politicas de idcntidad y, por ANTROPOLOGIA nt 11 Marzo / 98 La utopia de Dionisos Antania Arita tanto, la constinucién de dererminadas formas de subjetividad acxian como un poderoso factor innovador de ritualidad. Coneretamente, mencionaremos dos pprcticas rlacion co de la iden. tidad subjetiva y colectiva: las celebraciones de eumpleatios en la infancia (sus- tituyendo a la onomstica) y las fests de jubilados y personas mayores (con sus consiguientes homenajes a centenatios y centenarias). Estos festejos se han di- fundido con celeridad, propiciados en el primer caso por los colegios y las pro- pias familia, y en el segundo por las asociaciones de personas mayores y los ayuntamientos. Jas con la imporrancia de la edad como di Ill LA FIESTA MANIPULADA, LA EXPERIENCIA SECUESTRADA ‘Tiansformada, reciclad, alterada, la experiencia festiva es posible en Ia moder: niidad avanzada. Pero la intetpretacién de en qué condiciones y cémo queda dsp tenticidads 0, reluida en el aniverso de lo privado y convertida en mero pr0- ducto de consume o especticulo banal, peevi viene meto simulacro2la revitalizacién no consistiri en una simple folcloriza- ci6n, politicamente programada?zen qué medida la gestin cultural, comercial o de pastr por ella resulta bastance discutida: zconserva todavia st «a politica y la mediatizaciin medistica (valga la reduindancia) no tergiversan sus significados y fuanciones Si las Fists Hegaran a. traducir tan al las idcologias del dinero y el poder mulknacional, si lo impero al suplanaa a lo vende Fabia propia la supliran del ot lo eps, sl he pacers inclactble, sil softened despleara bated, e tonces hae ya mis que un simulacro de festa, cow toa sept dad, no habia més que un simulacro de pueblo: un dable triste sspectbealo (Gem, 1990: 62). EI texco precedente refleja los temores y precauciones ‘eon que algunos auscultan Tos avatates dela festa contemporsines. Los debates y ponencias del seminario dificilmence hubieran podide obviar esta polémnica: Javier Escalera lanzé el concepto de sramadas politica y comercialmente coma pscudo-festas populares: Ar hhablé de la ritualidad en serie © de su estandarizacién, de To festive Salvador Giner® de la des snti-fiestan para refertse alas celebracio- [desvireuaci y obliteracién) dela fiesta tradicional, dela disneylendizacién del mundo y de la ‘manufactura corporativa del carisma; Enrique Gil Calvo utilizé la expresis fiesta disuclta para refrirse ala progresiva descontextualizaci6n local y a su es- cenificacién audiovisual; Honorio Velasco establecé la inviabilidad de ola sta de todos. Tema éste inagotate, la polémica seguiti por mucha tiempo, Y desde luego tno es necesario conceder ningiin priviegio al carnaval y ala trasgresin del or- den en la definicién de la festa para intuir que sen ella se expresan cuestiones cexistenciales, la modernidad le afeeta radicalmente, Porque, como sostiene Giddens, «la seguridad oncoldgica que la modernidad ha conseguido en el pla- tno de las rutinas coticianas supone la exclusin institucional de la vida soci de problemas existenciales fundamentales que plantean a los seres humanos di lemas de méxima importanciay (Giddens, 1995: 199). Pero, este secuestio de las experiencias existerciales no tiene por qué ser un destino ineluctable. Si las lamadas «politicas de lx vida» podemos deseifiar ensayos para salir de los axolladeros en que nos hallamos, 2por qué no tendrfamos que pensar lo mismo de algunas de las actuiles experiencias festivas? Con la expresién La utopia de Dionisos precisamente queriamos evocar esa posibilidad: el retorno de la vida, de To existencial, como t nte, en un tiempo de amargos desenea tos y amenazadorasincertidumbres. NoTAS 1. eras Jusivamcine jo a ctieer peutic de re tis doctoral pero igual Ronrativon pan oct mics eto. Bor eetplonv ‘eel cto del eta en acura miners de Harbor, 1994 2 ate proyec hu emote de monn ana primers plasmacién en el Hie Ari, Al), 1995. Caldari Genel de Foes de le Committ Valenciana: sts de Ein Valencia: Generale Valencian 5) PU seminavi evo lugar del 2 al 5 de mayo de 1995 om ls sede le Valencia de a VIM HL contenido de exe nmeco monogrdlce recog lx ponencaepresnadas en mi imo, col ete. de las iterenciooet ecru en da mira redotean una de Aicads a aft oro patrimonin ula y laa dca la react ent la tay laneseato decile 4 Hemas atada de pcs lov use generals del concept de seculaiacn en nays, Gi Arto, Ave 1995, Trarsformactoney cultural dee moderna, pp. 235-259, en La weopia de Dionisos Antonio Aviio GarelaFertando, M. (coud). Pensarnuesne sociedad Fandaentas de Scola. Vi lencia Tian Io Blanch, 5 Stedman Joes afirma al espectos wl hisoriadar deers abstenerse de Hamar aici nal’ la istria que no coc (1989: 80°81). 6 Flexo de Salvador Giner que agu publicamos, limita enricamente + presenar su tcora sobre la relaciones ene au moral yearata, Dado que en Ta pone pre ‘cad eel seminaia de l IMD abr cambign signa de las cnecuencia que Ae ells ae deivan pars a tells sobre La Rt, exponen 4 comnuacin ls ideas nds impoctantes alt dsl: 1 La flea, como ots fendmenos sacs, es ambivalent, carsmatca Por af misma a. aca cn mor mara ue pc rw cn We Cm Stace en una forma de extn carsrdvica de una comunidad, que permite agree ‘Sn de incompailidas (de cle, sexu, de eltades divers © hasta opus), ‘Gea idcntidad cole y comports una sacrainacibn de lo proano. 2a iecomdoner dearer on a aor cain ms gery de Ta essen patil Aguas st sien mantenendo x auentc: Lu pro 1s see ex sds yoblcacn de ft radii, como conscewenela ‘et relaneamiema deliberado, politic y comercial del fea y su combine co ‘manipulain massmedatic. Lo nuevo et Ia manufacturs conporaivay fx absrcin tmediltica del carina. Podemor encontrar cemplos en la elcraconcs de grandes Seamer (ome ol Bacaenan dc fe ew Francs oe Fp de Scull) o en ln ceacion de parque tmdico,veaders industria del ocioy orienta das a una sockdad dal entretenimiento de donde ba desapareido la magia y Ia ‘rcepconaidad del fa (nto su crdter fclco como su imprevisbidad). Lox Parjuescemdcossuponen una disneytandiacon dl mundo y la ereacin de Fecon nate, desconectadon dela vain y i vida oxdinaris, ue produce una rl ssl a ey in lnk ss nun pc d jimo Oca in el peligro de lor ton subline a atacconer que consiten en expt [i tares de as Clencas Sociales propa incr- es abordar ls preguntas incomodas dense tice des pounersad REFERENGIAS IBLIOGRAFIGAS ANAYA, Gs ARINO, A195, sTransformaciones cultures dels modems, en Gait Ferrando, M, (caonl), Pinar avai tcodad. 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