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Topografía de la (orteza
visual de los primates
[A) Representación en un mapa
plano de los mapas retinotópicos
conocidos en el macaco.
realizado mediante insuflación
de la superficie cortical para
llevar las profundidades de los
surcos a la superficie y corlar a
lo largo del surco calcarino para
aplanar el mapa. Las distintas
representaciones corticales de
la fóvea están marcadas con
un asterisco (0). Las puntas de
flecha a la izquierda abajo indican cordcales-, que se muesrra en la figura 13.4A. En los casos típicos, la neocorteza
dirección: D, dorsal; A, anterior.
(B) Como en (AJ pero para seres está formada por seis capas, pero es posible observar mucha.'i más en e! área VI.
humanos. Obsérvese una alta En parte, esto se debe a que la capa cortical IV sola se caracreriza por cuarro
correspondencia entre mono y
ser humarto en las primeras áreas
capas disrinta.'i y aparece como una banda gruesa, lo que le da a la corteza vi.'iual
visuales (VI·V4) y otras áreas su apodo: corteza estriada.
anteriores a V4 en el ser humano. Aunque e! área Vl parece anarómicamente homogénea, puede mosrrarse que
(Kolster H. y cols. The retinolopic
organization 01 the human middle es heterogénea mediante su ünción con citocromo-oxidasa, una enzima funda-
temporal area MT¡Y5 and its mental para que Ia.'i célula.'i di.'ipongan de energía. us áreas rica.'i en citocromo,
cortical neighbors. J Neurosci. denominadas blobs (burbujas o gotas), están separadas por regiones con poca
2010; 30:9801-9820, Fig. 16 [A11.
actividad de citocromo (véase fig. 10.10B). Las células en las blobs toman parte
en la percepción de colores; Ia.'i regiones entre blobs tienen un pape! en la forma
y la percepción de! movimiento.
foue inesperado el descubrimiemo de que el área VI es funcionalmeme hete-
rogénea -que un área cortical dada puede tener más de una función distima-.
El área Vl también parece heterogénea cuando se dile con citocromo-oxidasa,
pero en lugar de las hlobs se ponen de manifiestO bandas (véase lig. IO.IOC). La
"banda delgada" tOma parte en la percepción de colores. us "bandas gruesas" y
las "bandas delgadas" tienen papeles en la percepción de forma y movimiemo,
respectivamente. Por lo tantO, observamos que la heterogeneidad funcional del
área VI -que represema color, forma y movimiento- se preserva en el área Vl,
aunque organiz.ada de forma diferente, como lo muestra el diagrama de la figura
13.48.
Figuro 13.4 ... Es importame la distribución de la función de color a rravés de gran parre de
la corteza occipital y má.~ allá (en las áreas VI, V2 y V4) porque dllfante todo el
Corteza visual (A) VI está
altamente laminada, como lo siglo xx se creía que la percepción de la forma o elmovimiemo era ciega para los
muestra una tinción del cuerpo colores. Pero de hecho, la visión de colores es imegral para analizar la posición,
celular (izquierda) o una Iinción
la profundidad, el movimiento y la estructura de los objetos (véase una revisión
para mielina lderecha) eF1 estos
cortes del cerebro de mono. lB) de Tanaka y cok, 1001).
El dibujo de un corte aplanado Aunque por cierto el grado relativo de procesamiento de color varía entre las
a través de la corteza visual
regione.~ occipitales, siendo la principal función del área V4 el procesamiento del
del mono muestra las b10bs o
"burbujas" en Vl y las bandas en color, el procesamientO de la información relacionado con el color hace má.~ que
V2.
Blobs
("burbujas'
o "golas")
Reconocimiento visual
Disfrutamos de la capacidad tanto de reconocer objetos como de
responder a la información visual. Por ejemplo, podemos reconocer ros-
tros específicos y discriminar e interpretar diferentes expresiones en esos
rostros. Asimismo, podemos reconocer letras o símbolos y asignarles sig-
nificado.
...pero aquellos de un sujeto agnósico son
Podemos reconocer diferentes alimentos, herramientas o partes del
aleatorios. cuerpo, pero no es razonable esperar que tengamos distintas regiones
visuales para cada categoría de objetos. Sin embargo, contamos por lo
~ Figura 13.6 • menos con algunas áreas especializadas en las regiones temporales para la in-
formación biológicamente importante, como los rostros y las manos, así como
Acción para la visión regiones para objetos y lugares.
(© 1973 A.R. Luria, The
Working Brain: An Introduction to
Neuropsychology. Reimpreso con
Espacio visual
autorización del Perseus Books La información visual que proviene de localizaciones específicas en el espacio
Group). nos permite dirigir nuestros movimientos hacia los objetos en ese espacio y asig-
nar significados a esos objetos. Pero la localización espacial no es unitaria. Los
objetos tienen localización tamo en relación con un individuo (espacio egocén-
trico) como en relación con otro (espacio alocéntrico).
El espacio visual egocéntrico es fundamental para controlar sus acciones hacia
los objetos. Por lo tanto, parece probable que el espacio visual esté codificado en
sistemas nerviosos relacionados con la visión para la acción. Por el contrario, las
propiedades alocéntricas de los objetos son necesarias para que usted construya
una memoria de la localización espacial. Una característica clave de la locali-
zación espacial alocéntrica es su dependencia de la identidad de características
particulares del mundo. Por lo tanto, es probable que se asocie con las regiones
de reconocimiento visual.
354 PARTE 111 FUNCIONES CORTICALES
Desde las áreas VI y V2 fluyen tres vías paralelas que transmiten diferentes
atributos de la visión. La información derivada de las áreas de blobs de VI se
dirige al área V4, considerada un área para el color. Sin embargo, las células del
área V4 no solo responden al color; algunas células responden tanto a la forma
como al color.
arra información proveniente del área VI también se dirige al área V2 y
luego al área V5 (también conocida como temporal media, o área MT), que se
especializa en detectar el movimiento. Finalmente, llna aferencia proveniente de
las áreas VI y V2 hacia el área V3 se vincula con la forma dinámica- la forma
de los objeros en movimiento-o Por lo tanto, observamos que el procesamiento
de la visión comienza en la corteza occipital primaria (VI), que tiene múltiples
funciones, y luego continúa en zonas corticales más especializadas.
No es sorprendente que lesiones selectivas altas en la jerarquía en las áreas
V3, V4 y V5 produzcan déficits específicos. Las personas que sufren daño del
área V4 pueden ver solo en sombras de grises. Curiosamente. estos pacientes
no solo no pueden percibir los colores, sino que tampoco recuerdan los colores
percibidos antes de sus lesiones, o incluso no pueden imaginar los colores. En
un sentido real. la pérdida de! área V4 conduce a la pérdida de la cognición de
colores -la capacidad para pensar acerca de los colores-o
Asimismo, Llna lesión en e! área V5 elimina la capacidad para percibir objetos en
movimiento. Los objetos en reposo se perciben, pero cuando comienzan a moverse
se de.'>Vanecen. En principio. una lesión en e! área V3 afectará la percepción de las
formas. pero como e! área V4 también procesa las formas. se requeriría una lesión
algo más grande de las áreas V3 y V4 para eliminar la percepción de las formas.
Una limitación importante sobre las funciones de las áreas V3, V4 y V5 es que
todas reciben aferencias importantes del área VI. L1.s personas que tienen lesiones
CAPITULO 13 LOS LOBULOS OCCIPITALES §13.1 351
todas reciben aferencias importantes del área VI. Las personas que tienen lesiones
en VI, como el coronel P.M. en las Semblanzas biográficas que abren este capítu-
lo, actúan como si fueran ciegas, pero las aferencias visuales aún pueden llegar a
los niveles superiores -en parte a través de pequeñas proyecciones desde el núcleo
geniculado lateral hacia el área V2 y en parte por medio de proyecciones desde e!
calículo al tálamo (el pulvinar) hacia la corteza-o Las personas con lesiones en VI
parecen no estar conscientes de las aferencias visuales y es posible demosuar que
retienen ciertos aspectos de la visión solo mediante pruebas especiales (véase caso
O.B. en la Sección 13.4). Así, cuando se les pregunta qué ven, los pacientes con
daño en VI a menudo responden que no ven nada. No obstante, pueden actuar
sobre la base de la información visual, indicando que en efecto "ven".
Por lo tanto, el área VI parece primaria para la visión en ouo sentido: VI
debe funcionar para que el cerebro aproveche lo que están procesando las áreas
visuales más especializadas. Sin embargo, debemos señalar informes de personas
con daño importante de VI que retienen cierta conciencia de la información vi-
sual, como el movimiento. John Barbur y cols. (1993) sugieren que la integridad
del área V3 puede permitir este conocimiento conscieme, pero esta sugerencia
sigue siendo una hipótesis.
Mono
Conexiones de la corteza visual
A fines de la década de 1960, el consenso sostenía que la cor- Lóbulo
occipital
te'La visual estaba organizada jerárquicameme y la información
visual proseguía del área VI a V2 a V3. Se creía que cada una
de ellas trabajaba sobre el procesamiemo del área precedeme.
En la acrualidad, este punto de vista estrictamente jerárquico se
L6bulo-f-
considera delnasiado simple y ha sido reemplazado por la idea temporal
de un proceso jerárquico distribuido con mültiples vías paralelas ~
e interconectadas en cada nivel. en gran parre como se muestra Surco temporal
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Los lóbulos el
~ I SEMBLANZAS BIOGRÁFICAS I El campa visual de un soldado lesionado
rante la Segunda Guerra Mundial. fue eran diferentes, "casi negras aunque
,
alcanzado por una bala que atravesó nunca pudo expresar específicamente
la parte posterior de su cerebro. Mi- la diferencia fuera del tono gris.
lagrosamente. P.M. sobrevivió pero su P.M. también experimentaba un
visión quedó gravemente afectada. fenómeno presente en muchos pacien-
Perdió por completo la visión del cam- tes con defectos extensos del campo
po visual derecho. y tan solo sobrevi- visual: cuando se le solicitaba que di-
vió la parte central de su campo visual jera si se hacía brillar un punto luz en
izquierdo. P.M. comunicó que podia ver "con normalidad" su campo ciego. podía "adivinar" con un nivel superior al
en una región del mundo visual izquierdo que tuviera apro- azar. No tenía conciencia de Que la luz hubiera aparecido
ximadamente el tamaño de un puño sostenido a [a distan- y se sentía confundido por haber adivinado, a veces con
cia de un brazo directamente por delante del rostro. bastante exactitud. la presencia Oausencia de la luz.
Los síntomas de P.M. muestran un mapa topográfico del A pesar de su visión central residual. P.M. tenía dos
mundo visual en la corteza occipital (véase ilustración) y la problemas particulares. y para él agravantes: le costaba
posibilidad de ver solo através de una pequeña parte. Pero mucho leer y tenía dificultad para reconocer rostros. Sin
¿qué experimentaba P.M. en el resto del campo visual? embargo, curiosamente P.M. reconocía con mayor facili-
CAPITULO 13 LOS LÓBULOS OCCIPITALES §13.2 357
Atención visual
Posiblemente no podamos procesar roda la información visual disponible. Esta
página tiene forma, color, (eXUlra, localización, ete., pero su ünica característica
realmente importante son SlIS palabras e imágenes. Cuando llsted lee la página,
entonces selecciona aspectos específicos de las aferencias visuales y presta aten-
ción a ellos en forma selectiva.
De hecho, las neuronas en la corteza tienen distintos mecanismos de atención.
Las neuronas pueden responder selectivamente a estímulos en lugares o en mo-
mentos particulares o si, por ejemplo, se va a ejecutar un movimiento particular.
Es probable que sean necesarios mecanismos independientes de atención tanto
para guiar los movimientos (en el lóbulo parietal) como para reconocer objetos
(en el lóbulo temporal). Explicamos la atención eo el Capitulo 22.
pero se está acumulando evidencia de Cuadro 13.1 Resumen de las regiones visuales
que diferentes regiones tienen funciones más allá del lóbulo occipital
muy específicas. El cuadro 13.1 resume Región Función propuesta
las funciones probables en las corrientes Regiones de la corriente ventral
vemral y dorsal. Por ejemplo, en la corrien- LO Occipital lateral Análisis de los objetos
te ventral, varias regiones parecen estar FFA Área fusiforme del rostro Análisis de los rostros
adaptadas selectivamente para identificar ESA Área extraestriada del cuerpo Análisis del cuerpo
FBA Área fusiforme del cuerpo Análisis del cuerpo
partes del cuerpo como manos (EBA, área
STS Surco temporal superior Análisis del movimiento
corporal extraestriada, y FBA, área fusifor- biológico
me del cuerpo), rostros (FFA, área fusifor- STSp Surco temporal superior Análisis del cuerpo en
me del rostro) o cuerpos en movimiento (posterior) movimiento
(STSp). Orra región, la PPA (área del PPA Área parahipocámpica del lugar Análisis de las señales
lugar del parahipocampo), úene una fun- Regiones de la corriente dorsal
ción rotalmente distinta -es decir, anali- LlP Surco intraparietallateral Movimiento ocular voluntario
zar la información sobre el aspecto y el AIP Surco intraparietal anterior Prensión dirigida al objeto
diseño de las escenas-o VIP Surco intraparietal ventral Guía visuomotora
PRR Región parietal del alcance Alcanza guiado por [a visión
Si bien es tentador considerar cada
c1PS Surco intraparietal Acción dirigida al objeto
región de corriente ventral como un
procesador visual independiente, clara-
mente todas responden en cierto grado a todas las categorías de estímulo. Las
diferencias entre las regiones son cuestión de grado, no de la mera presencia, de
acrividad. Un esrudio de RMf realizado por Timorhy Andrews y cols. (2002) lo
ilustra. Estos investigadores mostraron a los participantes la ilusión del florero
yel romo perceprualmenre ambigua de Rubin (véase lig. 8.23A). La FFA res-
pondió más intensamente cuando los parricipantes comunicaron ver e! rostro
en lugar de! florero, aun cuando exactamente el mismo estímulo físico diera
y el roStro perCepnlalmeme arnDlgua ae KUDln ~ vease ng. lS • .l.;)J\.). La t' t'/\ res-
pondió más imensarneme cuando los panicipantes comunicaron ver el rostro
en lugar del florero, aun cuando exactamente el mismo estímulo físico diera
origen a las dos percepciones. Esws cambios no se observaron en áreas visuales
adyacentes como la PPA.
El cuadro 13.1 también identifica varias regiones de la corriente dorsal es-
pecializadas en el movimiento de los ojos (LIP) o en la prensión dirigida a los
objecos (AIP, PRR). No codas las neuronas de estas regiones comrolan en for-
ma directa los movimientos. Algunas parecen ser "completamente visuales" y se
presume que toman parte en la conversión de la información visual en las coor-
denadas necesarias para la acción.
Una conclusión que podemos hacer es que la visión no es unitaria, sino que
está compuesta por muchas formas altamente específicas de procesamiento. Estas
formas pueden ser organizadas en cinco categorías generales: visión para la acción,
acción para la visión, reconocimiento visual. espacio visual y atención visual.
corriente ventral.
La distinción entre las corrientes ventral y
dorsal puede observarse claramente en una serie
de pacientes estudiada por David Milner y MeI-
vyn Goodale (2006). Estos investigadotes descri-
bieron por primera vez a D.F., una paciente con
una lesión selectiva en el área LO de la corteza
occipital, que se muestra en la figura 13.7. D.E
estaba ciega pero, no obstante, podía dar forma a
su mano apropiadamente cuando se le pedía que