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Ampurias
Ampurias
de Ampurias
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ÍNDICE
1. Introducción
2. Ciudad de Emporiae
2. 1 Forma y estructura urbana
2.2 Edificios de uso público
2.2.1 Áreas centrales y Santuarios
2.2.2 Anfiteatro y Palestra
2.2.3 Termas de la basílica cristiana
2.3 Las casas y la residencia
2.3.1 La taberna
2.3.2 La casa de atrio
2.4 Sistema Productivo
3. Uso Actual
4. Conclusión
5. Bibliografía
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1. INTRODUCCIÓN
Las evidencias arqueológicas de Ampurias están constituidas por los restos de la ciudad
griega de Emporion (que tiene como núcleo urbano Palaiápolis y que actualmente es el pueblo de
Sant Martí d´Empuries) y de la ciudad romana de Emporiae. Aunque también forman parte del
conjunto los restos que se han encontrado más allá de los límites que establecían las murallas
como las necrópolis indígenas, medievales, tardorromanas, etc. Por lo tanto, es un conjunto
arqueológico donde no sólo se han encontrado evidencias griegas y romanas, también se han
encontrado evidencias que datan de la Antigüedad tardía y del periodo medieval.
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2. CIUDAD DE EMPORIAE
La principal reforma que van a introducir los romanos es la construcción de una nueva
ciudad, junto a la Neápolis, cuya planta es la de una dipolis dividida por un muro. Esta ciudad se
planificó ex Novo, aunque tomó como base las estructuras del praesidium adaptadas o
desmontadas ante las necesidades urbanísticas. Junto al antiguo praetorium se sistematizó un foro
monumental encuadrado dentro de una retícula urbana ortogonal y esta, a su vez, quedó limitada
por un perímetro murado que define un gran rectángulo orientado norte -sur.
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Un trazado tortuoso y caótico de calles produce una sucesión de insulae irregulares. Al tratarse
de una ciudad colonial romana, el peso de la idea de ciudad campamental habría influenciado el
proyecto produciéndose una estructura ortogonal con una relación definida entre calles, tejido
urbano e insulae, que se mantuvo prácticamente invariable a lo largo de su historia. En cierta
manera, corresponde a la transposición del modelo de ensanche del siglo XIX, explicado en
términos racionalistas al integrar en una idea de proyecto el relleno de las manzanas y el trazado
de las calles. La altura de las casas, la presencia de porticados, la anchura de las aceras, etc., son
diferentes factores que influyen en el paisaje urbano y que aparentemente se presentan
relacionados coherentemente en el proyecto. De este modo la visión que generalmente se ha
planteado de las diferencias entre ambos sectores de la ciudad como son la ciudad griega y la
ciudad romana, trascenderían hasta hacernos pensar en medios culturales diferentes. El primero
sería producto de la mentalidad griega, más libre y desordenada, y el segundo el resultado de la
obsesión romana por el orden y el control.
En los siglos II y I a. C, cuando se formaron los trazados urbanos que ahora estudiamos,
tanto la Neápolis como la ciudad republicana participaban de una misma realidad cultural. A pesar
de tratarse de ciudades independientes, con lenguas y tradiciones propias, estaban insertadas en
una idéntica realidad política y participaban de los mismos mecanismos económicos y
comerciales. Es una época en la que todo el Mediterráneo formaba parte de lo que se ha
denominado el Helenismo tardío, es decir, la herencia cultural griega impulsada por las
monarquías helenísticas y sometida a la nueva realidad política implantada por Roma.
La red viaria inicial corresponde a una retícula ortogonal, el trazado de este sistema fue
realizado por los agrimensores militares que proyectaron su implantación y que se realizó
apoyándose en algunos elementos de las estructuras militares que precedieron a la apertura de la
ciudad. Concretamente, el lateral del gran muro megalítico que delimitaba parte del praetorium
fue utilizado por los agrimensores para trazar uno de los ejes N-S.
A la hora de hablar de las calles hemos empleado términos como cardines para las calles
norte-sur y decumani para las calles de trazado este-oeste. Esta costumbre procede de la
transposición para uso urbano de los términos que los romanos empleaban a nivel territorial en
las operaciones de centuriación. Cuando un territorio se ocupaba y se parcelaba procedía en
primer lugar a trazar dos ejes perpendiculares denominados cardo maximus y decumanus
maximus. A partir de estos, se trazaban en ejes paralelos a cada directriz que recortaban el
territorio en parcelas homogéneas que eran más tarde divididas y repartidas según la problemática
concreta de cada fundación.
La construcción del foro fue, sin duda, uno de los elementos más importantes previstos
por los habitantes de la nueva ciudad. Se reservaron para ello cuatro insulae, en el centro de la
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retícula, donde se situó un templo, un porticado en su entorno como tenemos y una plaza delantera
rodeada de locales comerciales. La ubicación de los elementos se realizó en función de un
recorrido sacro que comenzaba en la puerta de la muralla sur y a través de la calle principal que
conducía hasta el gran edificio religioso de la ciudad: el templo dedicado a Júpiter o a la Tríada
capitolina.
Es muy importante destacar esta idea de homogeneización donde las zonas se especializan
muy levemente en las actividades que realizan. En esto, el urbanismo de la ciudad romana es
consecuente con la sociedad que le soporta, una sociedad donde una ceremonia religiosa es a la
vez una actividad económica y donde la residencia del poderoso es casi una morada pública del
mismo. Donde una gran residencia puede albergar también una producción industrial e incluso
locales comerciales que son propiedad de la familia patricia que la ocupa. Este sentido de sociedad
muy jerarquizada pero también muy homogénea se transmite al tipo de paisaje urbano que se
genera. Calles estrechas, no siempre bien alineadas, frecuentemente tortuosas, en contraste con
los edificios públicos, singulares por su uso, por su tipología y por su expresión urbana.
Los edificios de uso público forman en las ciudades una categoría diferente del resto de
las construcciones. Corresponden por las características específicas de su uso colectivo a un
conjunto aparte dentro del tejido de la ciudad. Identificados por sus fachadas, por su posición en
el entramado de calles o por la escala de su tamaño se convierten en los dueños del paisaje de la
ciudad oponiéndose como idea urbana a los núcleos introvertidos de las casas romanas. Al
expresar de forma simbólica la organización, costumbres o devoción de la comunidad, los
edificios públicos asumen un papel especial en el tejido urbano. Se distinguen por su aspecto, por
su naturaleza y por su posición en el paisaje, llegando a existir una percepción pictórica de la
ciudad que se ve dominada por la ubicación de estos. La ciudad pasa a entenderse como un
continuum indiferenciado de residencia donde destaca la singularidad puntual de estos edificios.
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lógicamente, en función de esta variación de uso se producirá un abanico excepcionalmente rico
de tipos compositivos. Ampurias, por su historia concreta, aporta a la arqueología clásica un
conjunto muy interesante de ejemplos.
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Ilustración 3 - Reconstrucciones 3D Foro romano
Junto a los cultos oficiales del Estado y las corrientes iniciáticas cada ciudad mantenía
además el culto a las divinidades locales. En la Emporiae imperial es probable que la Palaiápolis
mantuviera en vigencia el viejo culto de Artemis como símbolo que entroncaría con las primitivas
raíces de la ciudad y en cuyas ofrendas se leería la historia de esta.
Ambos edificios fueron construidos ya en época imperial en el exterior del recinto urbano
junto a la muralla sur de la antigua ciudad republicana. Han sido datados en la primera mitad del
siglo I, aunque en realidad, los elementos de datación resultan bastante exiguos. Para la palestra,
se trata únicamente de algunos fragmentos de cerámica hallados en el mortero de la construcción.
Para el anfiteatro estos mismos elementos y además dos enterramientos aparecidos entre los
restos, cuya relación con el edificio, a pesar de lo publicado, no puede ser precisada.
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Ilustración 4 - Palestra y Anfiteatro instalados junto a la muralla sur de la ciudad
Los restos conservados del conjunto del anfiteatro corresponden a unos muros
construidos en el característico opus certum de primera época imperial. La obra, realizada
mediante pequeños mampuestos careados formando hiladas, puede ser definida como obra de
sillarejo. En conjunto, se ha conservado el muro de cierre de la arena, correspondiente a su podio
y los muros radiales de sustentación de las gradas. Es significativo que ambos se construyeran en
dos fases diferentes, ya que son grandes obras que no traban en su enlace presentando una
discontinuidad constructiva como solución de continuidad. La particularidad más sorprendente
que presenta este conjunto de muros son dos estrechos pasillos situados junto a los accesos
situados en los extremos del eje longitudinal. Quizás se trate del soporte para los accesos a la parte
superior de la cavea. De hecho, el deficiente estado de conservación de los restos hace difícil
interpretar la estructura funcional del conjunto.
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La palestra queda situada enfrente del anfiteatro, al este de la puerta de la muralla. Este
edificio, construido extramuros, presenta una planta rectangular adosada directamente a la
muralla. Se trata de un ambulacro que sustentaría un porticado adosado a la muralla. La técnica
constructiva empleada en la construcción de los muros de la palestra es el Opus certun, donde los
sillarejos presentan un tamaño mucho más reducido que los empleados en la construcción del
anfiteatro. Se ha conservado una puerta de acceso al porticado, junto a su ángulo noroeste.
Se trata de uno de los primeros edificios emporitanos que fueron explorados con fondos
públicos. Una intervención en los años 1846 y 1848 a cargo de la Diputación de Gerona permitió
descubrir parte del conjunto y trasladar a Gerona piezas importantes como la mensa de un altar y
dos sarcófagos esculpidos de época paleocristiana. A partir de estos hallazgos, el edificio se
identificó como una basílica funeraria o cella memoriae. Los restos cristianos se asentaban sobre
construcciones anteriores, en concreto un muro con una serie de hornacinas, un conjunto de
pavimentos de crustae de mármol y algunas canalizaciones. Estos restos fueron interpretados
como elementos de unas antiguas termas sobre las que se asentó la basílica.
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2.3. LAS CASAS Y LA RESIDENCIA
Tras 80 años de
excavaciones en Ampurias,
uno de los mejores aspectos
que mejor conocemos de la
vida cotidiana de sus habitantes
es la forma y la organización de
sus casas. El numeroso
conjunto de casas identificadas
entre las ruinas de la ciudad,
unido a la gran variedad de
tipos conservados, permiten
hacernos una idea bastante
clara de la forma de vida de los
antiguos emporitanos. La
población de la Emporitae
Augustea se refleja en sus
casas, es decir, sus
decoraciones y equipamientos
testimonian la estricta jerarquía
de su estructura social.
El conjunto de las
casas más importantes que se
han encontrado corresponde
tanto a la Neápolis como a la
Ciudad republicana. 34 casas y
50 tabernae agrupadas
Ilustración 7 - Imágenes de la reconstrucción 3D de una
tipológicamente en cinco Domus emporitana
grupos principales en la
Neápolis. Y el segundo grupo importante de casas procede de dos insulae de la malla ortogonal
de la ciudad republicana. Una de ella fue dividida inicialmente en tres parcelas iguales ocupadas
por tres casas del mismo tamaño, mientras que la manzana vecina quedaba ocupada plenamente
por una única casa. La evolución de ambas insulae incluye la ampliación de dos de las casas.
Todas ellas son domus de atrio que se refieren a un medio cultural itálico.
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Finalmente, en la zona comercial que rodea el foro de la ciudad republicana por el sur y
por el oeste se pueden reconocer algunas construcciones identificables como formas de residencia.
Casa y Palacio constituyen dos ideas que se entremezclan en la práctica arquitectónica
mediterránea del siglo I a.C. En función de la posición social de cada familia su residencia
incorporará elementos de prestigio, como grandes salones de ceremonias, imponentes vestíbulos,
patios porticados, etc. De hecho, cada casa constituirá un reflejo de las aspiraciones sociales del
grupo que la construye ya solo desde ese punto de vista vamos a poder entender el desarrollo que
presenta la serie de casas emporitanas.
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2.3.1 La Taberna
Si establecemos una
pirámide de los tipos
residenciales emporitanos, en la
base tendríamos la taberna: una
habitación destinada en
principio a un uso
indiferenciado y que abre
directamente a la calle. Puede
ser ocupada por un pequeño
Ilustración 9 - Reconstrucción 3D Taberna Romana
local comercial o por un taller
artesanal. El propietario vive en otro lugar a veces y lo emplea como simple lugar de trabajo.
Aunque lo más normal es que viva en el mismo local es una especie de altillo.
La simplicidad que tiene hace que se convierta en una estructura débil que no puede
subsistir de forma autónoma, por ello es poco frecuente que las tabernae aisladas aparezcan como
edificios independientes. Los edificios públicos como palestras, termas, teatros o foros generan
muros externos, normalmente límites de porticado, que aporten una referencia fundamental para
la formación de grupos de tabernae y ordenadas regularmente en hilera. La planta baja es ocupada
por las tabernae y la planta superior por la residencia.
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Otro de los tipos que podemos identificar son las hileras de tabernae dispuestas en torno
a un elemento central rodeándolo exteriormente. Consistiría en una elaboración de hileras simples
de tabernae que por extensión llegar a rodear completamente el edificio. Como es el caso de las
que rodean el área forense o las que se sitúan entre los muros del anfiteatro
La casa romana es identificada tradicionalmente con la casa de atrio, una forma compleja
que surge como producto de las diversas corrientes culturales operantes en la Italia central
protohistórica. La vivienda tiene una tendencia de organización central y la superposición de un
eje longitudinal, la primera se manifiesta en la disposición de los ambientes en torno al atrio y la
segunda en el carácter axial del conjunto. El mayor conjunto de ejemplos de casas de atrio se
concentraba en las ciudades que fueron destruidas por el Vesubio.
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finalmente, frente al acceso al tablinum se situaba la gran mesa de piedra donde se exponía la
vajilla preciosa de la familia.
Zonas de servicio: El conjunto de la casa se completaba con las zonas de servicio como
la cocina, la letrina, el baño, etc. La cocina se disponía con braseros sobre el atrio de la casa
formándose un fuego que permitía la reunión del grupo familiar. La cocina y la letrina estaban
ligadas al uso del agua y aparecen juntas, normalmente cerca de la salida de servicio. A veces
aprovechan espacios residuales. El hogar se dispone sobre un zócalo de mampostería bajo el cual
se reserva un nicho para el depósito de la leña. Los romanos desconocían la chimenea, por lo que
normalmente el fuego de la cocina no da lugar a grandes desarrollos arquitectónicos. Junto a la
cocina, podía disponerse una pequeña sala de baño caracterizada por una simple pila en los
ejemplos más antiguos y por un conjunto de piscinas y salas calientes en los ejemplos más tardíos
y lujosos.
Ya no sólo por este hecho, también la superposición estratigráfica hace que sea muy difícil
conocer la vida de la ciudad en todos los momentos de la historia que ha vivido. Otra de las
cuestiones sería la valoración de las actividades situadas fuera del recinto urbano, o bien por
abaratar costes de producción por el alto valor del suelo en la ciudad, o bien porque la actividad
podía ser perjudicial para la comunidad.
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las grandes figlinae se alejarían del recinto para asentarse en los grandes terrenos que contaban
con el apoyo de las comunicaciones fluviales y marítimas.
3. USO ACTUAL
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Ilustración 12 - Museo Arqueológico de Ampurias
El acceso al complejo no es gratuito, es decir, hay una serie de tarifas que dependiendo
de la edad y de lo que se quiere visitar tiene un precio u otro. Además, hay una variedad de
horarios de visita.
Ya no sólo cuenta con horarios de visita, en alguna época del año se realizan actividades
más dinámicas para llamar más la atención del espectador como las visitas teatralizadas, las visitas
virtuales, conciertos en la zona del foro, talleres para las familias, etc.
4. CONCLUSIÓN
No sólo destaca por la gran cantidad de restos arqueológicos que se han hallado, sino
también por la posición estratégica que tiene cerca del mar. Esto hace que también se convierta
en un gran atractivo turístico por el carácter natural que ejerce sobre el conjunto.
Es el plan idóneo si eres una persona que busca disfrutar de la naturaleza y de las playas,
a la par que buscas disfrutar del mundo de la historia. Esto ha hecho que se haya convertido en
uno de los conjuntos más visitados.
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5. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
Blog Ruines de Empúries: la antigua Grecia en la costa brava - Ampurias: ruinas griegas
y romanas junto al mar| Vacacionesporeuropa – Recuperado el 7 de enero de 2022.
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