Está en la página 1de 13

Revista Redbioética/UNESCO, Año 5, 2 (10): 81-93, julio - diciembre 2014

ISSN 2077-9445
Pinto Bustamante, B. et al - Bioética y la brecha 10/90

Bioética y la brecha 10/90: fallos, desafíos y oportunidades


Bioethics and the 10/90 Gap: failures, challenges and opportunities

Boris Julián Pinto Bustamante*


María Cristina Mojica **
Raisa Gulfo Díaz ***
Jennyffer H. Endo Pascuas ****
Jaqueline Idárraga *****

Resumen
La investigación biomédica suscita desafíos que comprometen a compañías farmacéuticas y de biotecnología,
instancias políticas locales, organizaciones no gubernamentales, a la sociedad civil, las comunidades y organi-
zaciones internacionales multilaterales. La creciente desigualdad entre países industrializados y países en vía de
desarrollo se materializa en lo que algunos han denominado la brecha 10/90: el 90% de los esfuerzos y recursos
destinados a la investigación biomédica se destinan a problemas que afectan tan sólo el 10% de las prioridades
en salud pública a nivel global, y de igual forma, solo se destina el 10% de dichos recursos de investigación a so-
lucionar problemas de salud que afectan al 90% de la población mundial. Diversas alternativas se han propuesto
para corregir esta desigualdad: la priorización de las líneas de investigación, el acceso a medicamentos esenciales
en términos de equidad, la construcción de capacidad en investigación y la estrategia de investigación basada en
la comunidad.

Palabras clave: bioética, equidad en la asignación de recursos, investigación participativa basada en la comunidad,
producción de medicamentos sin interés comercial, creación de capacidad.

Abstract
Biomedical research in the context of globalization raises challenges involving pharmaceutical and biotechnology
companies, local political entities, non-governmental organizations, civil society organizations, communities and
multilateral organizations. The growing inequality between industrialized and developing countries, is embodied in
what some have called the gap 10/90, where 90% of the effort and resources for biomedical research, are intended
as problems that affect only 10% of the priorities in global public health, and similarly, only allocates 10% of these
research resources to solving health problems that affect 90 % of the world population. Several alternatives have
been proposed to amend this inequality, such as the prioritization of the research, access to essential medicines in
terms of equity, capacity building in research and the strategy of research based on community.

Keywords: bioethics, equity in resource allocation, community-based participatory research, orphan drug produc-
tion, capacity building.

*
Médico Cirujano, Universidad Nacional de Colombia. Especialista y Magister en Bioética de la Universidad
El Bosque. Especialista Creación Narrativa Universidad Central. Profesor Investigador de Bioética y Ética
Clínica en la U. El Bosque y Fac. de Medicina en la Universidad El Rosario y Fundación Universitaria Sáni-
tas. pintoboris@unbosque.edu.co,
**
Médica cirujana, Universidad El Bosque. Internado especial en Bioética, Departamento de Bioética Univer-
sidad El Bosque. cristimojica@hotmail.com
***
Médica cirujana, Universidad El Bosque. Internado especial en Bioética, Departamento de Bioética Univer-
sidad El Bosque. raisagulfo@gmail.com
****
Estudiante de Fisioterapia, IX semestre, Facultad de medicina, Universidad Nacional de Colombia.
jennyendo@hotmail.com
*****
Estudiante de medicina, Fundación Universitaria Sánitas. jaky.idarraga@hotmail.co

81
Resumo
A pesquisa biomédica traz desafios que comprometem as companhias farmacêuticas e de biotecnologia, instân-
cias/instituições políticas locais, ONGs, à sociedade civil, as comunidades e organizações internacionais multila-
terais. A desigualdade crescente entre países industrializados e em desenvolvimento, se evidência no que alguns
chamaram de brecha de 10/90: 90% do esforço e recursos destinados à pesquisa biomédica são girados a pro-
blemas que afetam apenas 10% das prioridades de saúde pública no mundo, e da mesma forma, apenas 10% de
esses recursos de pesquisa são destinados para resolver os problemas de saúde que afetam o 90% da população
mundial. Várias alternativas tem sido propostas para corrigir esta desigualdade: priorização de linhas de investiga-
ção, o acesso a medicamentos essenciais em termos de equidade, a construção de capacidade em pesquisa e a
estratégia de pesquisa baseada na comunidade.

Palavras-chave: bioética, equidade na alocação de recursos, pesquisa participativa baseada na comunidade, pro-
dução de droga sem interesse comercial, fortalecimento institucional.

Introducción - La brecha 10/90 Tal disparidad persiste en lo que ha sido definido


como la brecha 10/90: una estadística en la que,
Desde comienzos de los años 90, la Comisión de
mientras el 90% de los fondos de investigación
Investigación en Salud y Desarrollo (The Com-
a nivel global se dirigen a necesidades de salud
mission on Health Research and Development)
de las poblaciones en países industrializados (lo
advertía una desproporción en la asignación de
que representa aproximadamente un 10% de la
recursos para investigación que no se correlacio-
carga global de mortalidad prematura), aproxima-
naba con las prioridades en salud pública: los fon-
damente el 90% de la carga global de mortalidad
dos internacionales de investigación para enfer-
prematura puede ser atribuida a enfermedades
medades tropicales y parasitarias eran de apro-
que afectan principalmente poblaciones de los
ximadamente 20 dólares anuales per cápita, para
países en vías de desarrollo (malaria, tuberculo-
VIH era de alrededor de 600 dólares y para condi-
sis, VIH, enfermedades tropicales), que solamen-
ciones como enfermedades respiratorias agudas
te cuentan con el 10% del presupuesto global al
y tuberculosis era de unos pocos centavos anua-
año (entre 50 y 60 billones de dólares) (London,
les per cápita (Commission on Health Research
2008: 737-738).
for Development. Health Research: Essential Link
to Equity in Development, 1990). En las áreas de énfasis de la bioética contempo-
ránea existe, además, otra brecha 10/90: “la ma-
Los recursos de investigación, tanto públicos
yoría de su atención está dedicada a asuntos que
como privados, destinados para VIH en 1988,
solamente conciernen a las minorías más próspe-
eran del orden de los 2 billones de dólares, lo cual
ras del mundo” (Kottow, 2012:37), según lo cual,
se explica no solo por la realidad global de la pan-
el 90% de las publicaciones en bioética guarda
demia (particularmente en África Subsahariana),
relación con temas -importantes, mas no preva-
sino por el interés de los países industrializados
lentes- como la mejora electiva o la intervención
en resolver un problema considerado como pro-
genética, temas poco relevantes para el 90% de
pio (Commission on Health Research for Develo-
los médicos, pacientes y gestores de políticas
pment. Health Research: Essential Link to Equity
públicas del resto del mundo quienes tienen que
in Development, 1990:39). Una situación similar
enfrentar dilemas mucho más urgentes como el
se presenta en el reciente brote epidémico del vi-
acceso a los sistemas de salud, la delimitación
rus del Ébola en países de África occidental, lo
de los planes de beneficios en poblaciones con
cual explica el repentino interés en el desarrollo
problemas crecientes de inequidad, escasez de
de medicamentos y vacunas contra un virus que
recursos médicos, precariedad en la infraestruc-
reporta brotes epidémicos desde el año 1976, y
tura de los servicios de salud, además del ham-
que recién en 2014 aparece como una amenaza
bre, la exclusión y la marginalidad. Basados en
potencial para la seguridad de los países indus-
este argumento, autores como Wickler y Brock
trializados (Emanuel, 2014: 1298).
proponen redoblar los esfuerzos de investigación
sobre temas sensibles en el plano global que pro-

82
Revista Redbioética/UNESCO, Año 5, 2 (10): 81-93, julio - diciembre 2014
ISSN 2077-9445
Pinto Bustamante, B. et al - Bioética y la brecha 10/90

curan responder interrogantes éticos más allá de como parece mayor el esfuerzo en el desarrollo
los dilemas promovidos desde la bioética clínica de medicamentos para enfermedades no trasmi-
tradicional (Wickler y Brock, 2006). sibles que las iniciativas dirigidas al conocimiento
y tratamiento de condiciones endémicas y para-
Siguiendo esta premisa, revisaremos algunas de
sitarias en países en vías de desarrollo (leish-
las causas de la brecha 10/90, así como algunas
maniasis, filariasis, tripanosomiasis, gusano de
de las propuestas que se han formulado desde la
Guinea, oncocercosis, esquistososmiasis (Ste-
bioética y la salud pública en países industrializa-
vens, 2004:3)), las cuáles atraen menos interés
dos y desde los países en vías de desarrollo para
de investigación por parte de compañías farma-
vincular las líneas de investigación con las nece-
céuticas (Kottow, 2012) al tratarse de condiciones
sidades prevalentes en salud pública, así como
exclusivas, o más prevalentes, en países en de-
las relaciones entre investigación, equidad y de-
sarrollo respecto a los países industrializados, por
rechos humanos. Por último, se revisarán algu-
lo que los mecanismos del mercado no generan
nas estrategias sugeridas para reducir la brecha
los incentivos económicos para el desarrollo de
10/90 en la investigación biomédica.
fármacos dirigidos a estas condiciones (enferme-
dades desatendidas y muy desatendidas - grupos
Las causas de la brecha 10/90 II y III según la Comisión de Macroeconomía y
En diversas regiones del mundo la brecha 10/90 Salud de la OMS-) (OMS, 2001).
puede explicarse por factores como la prolifera-
El grueso de la investigación biomédica es rea-
ción de la pobreza, la debilidad de las institucio-
lizada por la industria farmacéutica y obedece a
nes educativas, deficiencias en la capacidad de
intereses corporativos más que a necesidades
investigación en salud, dificultades en los siste-
sociales. Como apuntan Homedes y Ugalde, la in-
mas de comunicación, el aislamiento (Kilama,
dustria farmacéutica (BigPharma) prefiere invertir
2009:S8-S15), la gestión de proyectos de inves-
esfuerzos en nichos de mercado que garanticen
tigación desde motivaciones políticas y burocráti-
un rápido retorno de la inversión, de la cual, un
cas (White, 2002:167), dificultades en el acceso a
buen porcentaje obedece a los elevados costos
la información científica (Miranda, 2010:185-9) y
de marketing y promoción. Esta “transformación
en la construcción de un entorno académico vin-
de la industria farmacéutica” condiciona la medi-
culado a los gestores de políticas y salud pública
calización creciente de la vida cotidiana, los altos
(Miranda, 2010:185-9), diferencias en los están-
precios de muchos medicamentos, la baja inno-
dares de salud relativos a “las variaciones social-
vación (producción de medicamentos “me toos”,
mente construidas en la vida diaria de hombres
que no aportan valor agregado al arsenal tera-
y mujeres” (Doyal,2004:162) y dificultades en la
péutico para ciertas condiciones) y el abandono
manufactura y el acceso a los medicamentos. En
de enfermedades que no constituyen segmentos
general, Carlos Morel identifica tres grandes fa-
provechosos del mercado, así como de la inves-
llos: de conocimiento, en políticas públicas y en
tigación en ciencias básicas que no representa
los mecanismos del mercado (Morel, 2005: 40).
conocimiento susceptible de ser traducido en in-
El primer fallo se deduce, por un lado, de las di- novación rentable (Ugalde y Homedes, 2009).
ficultades en traducir el conocimiento en ciencias
El segundo fallo pasa por las políticas en salud
básicas a la práctica clínica y la innovación indus-
pública en países en vías de desarrollo. En el lap-
trial, y por otra, de la menor inversión comparativa
so 1996-1998, India invertía en salud el 0.6% de
en salud y en investigación que se genera en los
su Producto Interno Bruto (PIB), frente a un 2,1%
países en vías de desarrollo. El 77,2% del gasto
en gastos militares; Pakistán el 0,8% frente a un
global para investigación y desarrollo se concen-
4,2% en gastos militares. América latina invertía,
tra en países industrializados (35,8% en Estados
en promedio, un 2,5% en salud frente a un 1,25%
Unidos, 26,6% en la Unión Europea, 14,8% en
en defensa. La única excepción en Latinoamé-
Japón), y es evidente una mayor actividad en el
rica, para entonces, era Colombia, que invertía
desarrollo de agentes terapéuticos, antes que en
1,5% en salud frente a un 2,6% en defensa. No
estrategias preventivas y ciencias básicas, así

83
obstante, estas cifras, en el caso colombiano, se enfermedades tropicales, enfermedades ligadas
han invertido en los últimos años: de 2008 a 2012, a imaginarios de estigmatización, enfermedades
Colombia invertía 3,3% en gastos militares, frente que se consideran patrimonio de comunidades
a 6,1% en salud y 4,5% en educación; Chile en marginadas, condiciones de salud mental, distin-
2011, invierte 3,2% en gastos militares frente a tas formas de discapacidad, así como las inter-
7,5% en salud; Brasil 1,4 en gastos militares fren- venciones en salud pública que puedan modificar
te a 8,9% en salud. Sin embargo, la gran dispari- los determinantes sociales de los procesos de sa-
dad se evidencia en la inversión pública en inves- lud y enfermedad.
tigación y desarrollo: al 2010, Colombia invierte
Insistir en tales iniciativas (por ejemplo, el desa-
0,16% en investigación y desarrollo, Brasil 1,16%,
rrollo de la biogerontología1), que solamente pue-
Alemania 2,82%, Estados Unidos alrededor de
den consumir ciertos sectores privilegiados de
2,9% (Banco Mundial, 2013).
adultos mayores en algunos países, sin prestar la
Otra razón se puede encontrar en los fallos del atención suficiente a los determinantes sociales y
mercado: el riesgo de las propuestas innovadoras ambientales que condicionan un envejecimiento
en el contexto del mercado global, el alto costo saludable, sólo contribuye a amplificar las inequi-
en el desarrollo de protocolos y estrategias de in- dades sociales en salud.
vestigación, en comparación con las dificultades
regulatorias, clínicas y culturales, generan incerti- Prioridades de investigación y
dumbre en las compañías farmacéuticas, no solo bioética
en cuanto al éxito de las propuestas de investi-
gación, sino en cuanto a la recuperación de los Los tres fallos mencionados han sido abordados
costos de investigación. desde distintas perspectivas. Grupos de investi-
gadores en bioética, desde los países industriali-
A esto hay que sumar la dificultad en la genera- zados, han propuesto iniciativas que buscan con-
ción de incentivos económicos para las empresas tribuir en la corrección de la diferencia entre es-
farmacéuticas en el desarrollo de medicamentos fuerzos de investigación y necesidades de salud
dirigidos, bien a poblaciones pobres, bien a con- pública. El Centro Conjunto de Bioética (The Joint
diciones de baja prevalencia, en las que la posi- Centre of Bioethics), de la Universidad de Toron-
bilidad de vender tales medicamentos por encima to, estableció el Programa Canadiense en Genó-
del costo marginal de producción sólo podría ha- mica y Salud Global, con el propósito de promo-
cerse en pocas cantidades. Ante la ausencia de ver la salud en los países en vías de desarrollo y
una política global que considere los medicamen- contribuir en la disminución de la discriminación
tos esenciales como bienes públicos, las razo- genómica. Este programa definió las diez biotec-
nes expuestas favorecen que la industria farma- nologías más importantes que podrán implemen-
céutica pueda fijar precios monopólicos muy por tarse para mejorar la salud en países en vías de
encima de los costos marginales de producción desarrollo (Daar, Acharya, Filate y col, 2005:37).
(Pogge, 2008:127).
Un panel internacional de expertos provenientes
Se puede citar un elemento adicional: el acervo de 44 países (de los cuales el 77% provenía de
de valores (muchos de ellos promovidos desde países en vías de desarrollo), convocados tam-
premisas de consumo) que sustenta nuestras bién por el Programa Canadiense en Genómica
sociedades contemporáneas define en buena y Salud Global, establecieron en 2006 un lista-
medida las prioridades de intervención. Así, una do de diez aplicaciones promisorias en medicina
sociedad que privilegia “un proceso sistemático regenerativa que pueden representar un progre-
de personalización”, el cual procura sustituir “aus-
teridad por la realización de los deseos” (Kottow,
1 Una rama de investigación basada en los avances en
2010:10) prioriza, a su vez, iniciativas de investi- genética, genómica, medicina personalizada y medicina
gación en tal dirección, descuidando otros esce- regenerativa, aplicados a la geriatría, que procura incre-
mentar el curso vital de los adultos mayores, disminuir la
narios que no se corresponden con el ideal de
morbilidad y retrasar los procesos de envejecimiento (Ko-
las medicinas del deseo, como pueden ser las ttow M, 2010).

84
Revista Redbioética/UNESCO, Año 5, 2 (10): 81-93, julio - diciembre 2014
ISSN 2077-9445
Pinto Bustamante, B. et al - Bioética y la brecha 10/90

so importante para la salud en países en vías en salud, patologías incluidas en programa


de desarrollo y que podrían ser implementadas AUGE2, etc).
en un plazo de 10 años, a partir de seis criterios
2. Patologías de alta prevalencia, incidencia,
cardinales: carga de la enfermedad, impacto, via-
costos y/o impacto social (salud mental,
bilidad, asequibilidad económica, aceptabilidad
patología pediátrica, del adulto mayor, pro-
(clínica, ética, social, legal), beneficios indirectos
blemas de salud con gran impacto social).
(construcción de capacidad, crecimiento econó-
mico) (Greenwood, Singer, Downey y col, 2006). 3. Patologías relacionadas con inequidades
sociales (desarrollo del niño, acceso a la
En el campo de la nanotecnología, el mismo equi- salud, problemas de salud mental, morbili-
po llevó a cabo una metodología similar enfocan- dad y mortalidad general).
do la pregunta por el desarrollo de nanotecnolo-
Una revisión sistemática sobre el establecimien-
gías en relación con su aporte al cumplimiento de
to de agendas de priorización en las líneas de
los Objetivos del Milenio. Para tal efecto, convo-
investigación en América Latina y el Caribe su-
caron a un panel internacional de 63 expertos en
giere que se han dado avances en este sentido
nanotecnología, de los cuales 38 provenían de
en la mayoría de países de la región durante la
países en desarrollo y 25 de países industrializa-
última década, aunque se plantean oportunida-
dos. Los criterios para la identificación de las 10
des de mejora en los procesos de información,
aplicaciones de nanotecnología, prioritarias para
seguimiento y especificación de prioridades,
países en desarrollo, fueron: impacto, carga de
entre otras variables (Reveiz, Elias, Terry y col,
la enfermedad, pertinencia, viabilidad, disminu-
2013:10). En este informe llama la atención el que
ción en la brecha de conocimiento y beneficios
ninguno de los documentos revisados contaba
indirectos (Salamanca-Buentello, Persad, Court y
con una estructura de principios éticos que sus-
col, 2005).
tentara el proceso de priorización de iniciativas
No obstante, es evidente que la agenda de in- de investigación, si bien “Brasil y México incluían
vestigación, promovida desde la bioética que se aspectos éticos como uno de los criterios usados
predica en los países industrializados, puede no para el establecimiento de prioridades” (Reveiz,
corresponder con las necesidades de salud para Elias, Terry y col, 2013:8).
los países en desarrollo. En primer lugar, si bien
La Organización Panamericana de la Salud es-
es importante estimular esfuerzos pertinentes de
tableció un comité de ética en el 2006 para la
investigación y desarrollo a partir de biotecnolo-
evaluación de proyectos de investigación con se-
gías y terapias innovadoras que generen impacto,
res humanos, a través del cual se evalúa, entre
es necesario, al tiempo, definir las agendas de
otras variables, la pertinencia de los proyectos
investigación a partir del diagnóstico de las ne-
en términos de sus resultados para la salud y su
cesidades específicas en cada contexto. Por otra
contribución a la equidad (OPS, 2009:1). Otro de
parte, existen dificultades para traducir los resul-
los recursos que brinda la OPS en materia de in-
tados de ensayos clínicos aleatorizados a con-
vestigación es EVIPNet (Evidence-Informed Poli-
textos diferentes en términos de generalización y
cy Network), una red multi-país de equipos mul-
asequibilidad (Miranda, 2010:185-9).
tidisciplinarios que promueve el uso sistemático
En tal sentido, es importante resaltar los esfuer- de evidencias para la formulación de estrategias
zos en la región: un proceso de priorización en y políticas en salud, principalmente en países de
Chile (Armas, 2010:403) identificó tres grandes ingresos medianos y bajos. Esta red busca la im-
líneas de investigación a promover, en el contexto
de su sistema de salud y su perfil epidemiológico: 2 Plan de Acceso Universal con Garantías Explícitas
(AUGE), iniciativa que hace parte de la reforma al sistema
1. Gestión y evaluación de programas (Pre- de salud en Chile y que entró en vigor en 2005. Este plan
garantiza el acceso oportuno a servicios de calidad para
vención primaria en salud, participación 56 condiciones de salud de alta prevalencia, impacto en
ciudadana en procesos de atención médi- términos de salud pública, calidad de vida para los pa-
cientes y para sus grupos familiares. (Becerril-Montekio
ca, gestión y financiamiento de la atención V., Reyes J.D. y Manuel A., 2011).

85
plementación de mecanismos que permitan opti- Aquí aparece la pregunta por la investigación y el
mizar los recursos regionales y la transferencia desarrollo de medicamentos particularmente cos-
de conocimiento a partir de redes locales. La apli- tosos que benefician a poblaciones con condicio-
cación de estas herramientas se hace a través de nes de baja prevalencia en la población general,
una serie de pasos, dentro de los que se cuentan como es el caso de las enfermedades de depósito
la priorización de problemas (dentro del plan es- lisosomal, de las cuáles, la enfermedad de Pom-
tratégico nacional de salud) y el diálogo delibera- pe es uno de los ejemplos más destacados, tanto
tivo (EVIPNET, 2010). por su baja prevalencia (alrededor de 1 caso en
40.000 habitantes) como por el excesivo costo de
Las dificultades en el cumplimiento de las estra-
la terapia de reemplazo enzimático (TRE), el cual
tegias por parte de los países hace necesario re-
puede llegar a ser mayor por distintas razones
plantear las políticas de investigación, en espe-
(como los procesos administrativos de interme-
cial, en cuanto a la promoción de una cultura in-
diación y los costos de importación) en un país
vestigativa, al fortalecimiento de las comunidades
como Colombia que en Inglaterra (Castro, 2012:
científicas, así como la eficacia de los modelos
143-155).
educativos. En materia de investigación, la OMS
plantea 5 metas principales, establecidas por la La controversia entre vidas identificables y vidas
Asamblea Mundial de la Salud en el 2010, dentro estadísticas (y el debate sobre la “Regla de Res-
de las cuales se enfatiza el fortalecimiento de los cate” como imperativo deontológico que obliga a
sistemas nacionales de investigación y de las in- salvar vidas identificables en peligro inminente
vestigaciones que responden a necesidades prio- de muerte o daño prevenible, a pesar de la eva-
ritarias de salud (OMS, 2010). luación utilitarista de costo-efectividad) (Jonsen,
1986) es evidente en la discusión sobre el reem-
La Comisión de Investigación en Salud para el
bolso de los costos de la TRE aún en países como
Desarrollo sugiere que todos los países deben
Suiza (donde la terapia de reemplazo enzimático
emprender investigación en aspectos esenciales
puede costar alrededor de 500.000 francos por
de salud a nivel nacional, lo cual implica aunar
año) (Felder, 2011: 98-99), lo que denota uno de
esfuerzos por incrementar los recursos en inves-
tantos ejemplos de fallos en el mercado global de
tigación: por lo menos una asignación del 2% de
medicamentos.
los gastos destinados a la salud pública y un 5%
de la ayuda internacional para el sector salud de-
Investigación biomédica y equidad
bería destinarse para fortalecer las capacidades
de investigación (Nuffield, 2001: 1158). La enorme discrepancia existente, no sólo en la
capacidad de generación de productos, bienes
En este esfuerzo de priorización, la epidemio- y servicios entre los países industrializados y
logía es el brazo de la salud pública que aporta los países en vía de desarrollo, sino también en
un conocimiento estructurado para la configura- cuanto a las dificultades en el acceso a medica-
ción de políticas y programas colectivos (Kottow, mentos esenciales y servicios de salud, obliga a
2012:94). De allí que su papel en la traducción de formular la pregunta por la existencia de un dere-
la información científica a las políticas de salud cho a los servicios sanitarios común a todos los
pública demande un alto contenido ético en su seres humanos y “cómo pueden tales derechos
práctica. La traducción del conocimiento epide- ser promovidos y llevados a cabo en diferentes
miológico debe ratificarse en la forma de inter- ambientes económicos y culturales” (Macklin,
venciones significativas, y la supervisión ética 2008:141).
desde los comités institucionales debe delinear
una distinción entre proyectos pertinentes y rele- En los distintos documentos normativos sobre as-
vantes e iniciativas onerosas que sólo benefician pectos éticos en investigación existe un consenso
a minorías privilegiadas y que obedecen, muchas general en cuanto a la responsabilidad que las
de ellas, a necesidades generadas desde el mer- empresas multinacionales adeudan a las comu-
cado. nidades en quienes se experimentan nuevos pro-
ductos farmacéuticos o tecnologías innovadoras,

86
Revista Redbioética/UNESCO, Año 5, 2 (10): 81-93, julio - diciembre 2014
ISSN 2077-9445
Pinto Bustamante, B. et al - Bioética y la brecha 10/90

con respecto al acceso a los beneficios genera- rimiento limitaría la capacidad autónoma de las
dos por la investigación biomédica. Sin embargo, comunidades y gobiernos locales de tomar sus
subyacen otras opiniones que demandan un com- propias decisiones con respecto a los beneficios
promiso más profundo con los países en vías de mencionados. Otros, expresan temores frente a
desarrollo que cooperan con los esfuerzos inves- la posibilidad de dejar en manos de gobiernos co-
tigativos de los países industrializados. En el ám- rruptos las decisiones sobre iniciativas de investi-
bito de la investigación a partir de especímenes gación en sus comunidades.
biológicos y el establecimiento de biobancos se
La ética de la protección implica el establecimien-
ha establecido que es necesario garantizar bene-
to de límites a las acciones protectoras (Kottow,
ficios para los países que aportan muestras bio-
2012:63), ya que al persistir dichas acciones de
lógicas para investigación, en términos de “trans-
forma ilimitada, se puede concluir en una vulne-
ferencia de tecnología, capacitación o beneficios
ración de la autonomía que termine legitimando
para la población de estudio” (Veloza, 2010:135).
el autoritarismo. La ética de la protección implica,
Diversas normas internacionales, como las pro- más allá de las condiciones materiales, la provi-
puestas por la Comisión Nacional Consultora de sión de un respaldo continuo que promueva la
Bioética (National Bioethics Advisory Commis- autonomía para el desarrollo de capacidades que
sion-NBAC), El Consejo de Bioética de Nuffield permitan perseguir los propios objetivos existen-
(The Nuffield Council of Bioethics), ONUSIDA ciales. Esta condición se puede plantear, tanto en
(para el caso de investigación de vacunas pre- el ámbito individual, como en las instancias pú-
ventivas para VIH), la Declaración de Córdoba y blicas.
la Declaración de Helsinki, establecen dentro de
En el ámbito de la salud pública la ética de la pro-
sus artículos el derecho de los participantes en
tección demanda, tanto la priorización de las ne-
estudios de investigación a compartir los bene-
cesidades y la asignación de los recursos para
ficios (profilácticos, diagnósticos o terapéuticos)
atenderlas, como el que los riesgos en investi-
identificados por tales estudios (Asociación Médi-
gación sean distribuidos de forma aleatoria y no
ca Mundial, 2013).
sean asignados a ciertas poblaciones vulnerables
Estas recomendaciones demandan un esfuerzo (Kottow, 2012:63), (lo cual desvirtúa la legitimidad
por reducir la disparidad cognitiva, social y de ca- del doble estándar ético en proyectos de investi-
pacidades a partir de una concepción de justicia gación realizados en países en vías de desarrollo)
como reciprocidad (Macklin, 2008:144), concepto (Macklin, 2004).
que, sin embargo, se queda corto al incluir en la
En el ámbito de la investigación en genética y bio-
discusión los potenciales beneficios derivados de
tecnologías esta condición es evidente: más que
los proyectos de investigación en las comunida-
insistir en promesas, muchas de ellas irrealiza-
des locales donde se desarrollan tales estudios.
bles, desde la medicina del deseo y el imperativo
Otros autores, como Solomon Benatar, prefieren
del mercado, que benefician a minorías privilegia-
apelar a un concepto amplio de justicia distribu-
das y perpetúan mecanismos de inequidad, una
tiva, según el cual, más que el acceso a los pro-
de las prioridades en salud pública es, por ejem-
ductos de investigación biomédica, el tema de
plo, la genética ambiental y la equidad en gestión
fondo consiste en la reducción estructural de la
ambiental, evitando la distribución desigual de
desigualdad social que subyace entre ambos po-
tóxicos que puedan producir deterioro genómico,
los del espectro global.
lo cual ha sido relacionado con una mayor inci-
Una de las críticas frente al requerimiento de dencia de malformaciones congénitas (defectos
garantizar acceso a los productos derivados de del tubo neural, defectos cardiovasculares, tala-
la investigación biomédica se centra en que tal semias, síndrome de Down) las cuales son más
exigencia podría reforzar la postura paternalista prevalentes en poblaciones con menor nivel so-
desde las empresas farmacéuticas y de biotecno- cioeconómico (Prieto, 2007:226-228).
logía respecto a las instancias gubernamentales
de las comunidades beneficiarias, pues tal reque-

87
Un concepto más amplio de beneficios justos tegia de precios diferenciales para la distribución
debe incluir un acuerdo preliminar entre las par- de medicamentos en países en vías de desarrollo
tes involucradas en los ensayos de investigación puede generar incentivos para obtener la droga
y debiera contemplar “la provisión de servicios a precios inferiores con la consecuente instaura-
colaterales de salud, medidas de salud pública ción de mercados ilegales, facilitando nuevos fa-
para el país o la comunidad, colaboración en pro- llos en el mercado que legitiman la persistencia
yectos de investigación a largo plazo, reparto de de prácticas monopólicas.
beneficios financieros de los resultados de inves-
En tal dirección, Thomas Pogge sugiere una es-
tigación incluyendo derechos de propiedad inte-
trategia que considera los medicamentos esen-
lectual” (Macklin, 2008:152).
ciales como bienes públicos, constituida en tres
En este esfuerzo se pueden enumerar iniciativas niveles:
conjuntas entre el sector público y compañías
privadas (el Fondo Global para la Lucha contra 1. Los medicamentos esenciales deben ser
el SIDA, la alianza Botswana–Gates–Merck, Me- provistos como un bien público que todas
dicines for Malaria Venture, Roll Back Malaria, y las compañías farmacéuticas puedan usar
la “iniciativa 3x5” de la Organización Mundial de libremente. A través de la competencia,
la Salud), cuyo objetivo principal es contribuir en sería posible disminuir los precios de los
un mayor acceso a medicamentos esenciales por medicamentos hasta un umbral cercano
parte de países pobres, particularmente en pato- a los costos marginales de producción, lo
logías de alta prevalencia como tuberculosis, ma- cual podría contribuir en eliminar las prácti-
laria e infección por VIH. cas monopólicas como fallas del mercado.
Esta medida debe implementarse global-
El comentario general del Comité de Derechos mente para eliminar los incentivos para el
Económicos, Sociales y Culturales, identifica la mercado negro.
accesibilidad como “uno de los elementos esen-
2. Las compañías inventoras tendrían dere-
ciales requeridos para satisfacer el derecho a la
cho a tomar una patente indefinida sobre
salud” (Macklin, 2008:159), la cual debe abarcar
cualquier producto de invención, que sería
cuatro dimensiones fundamentales: no discrimi-
reembolsada (no a partir de fondos públi-
nación, acceso físico, acceso económico y ac-
cos) en proporción al impacto de su inno-
ceso a la información. Se recalca la importancia
vación en la carga global de enfermedad.
de asumir una responsabilidad compartida en lo
Este segundo componente sólo sería apli-
referente al derecho a la atención en salud, la cual
cable a medicamentos esenciales. Trata-
incluye a los gobiernos locales, organizaciones
mientos para condiciones como el acné, la
intergubernamentales, organizaciones no guber-
pérdida de cabello, la impotencia sexual,
namentales, a la sociedad civil y al sector privado.
entre otros, podrían continuar según el mo-
En este escenario se hace necesario procurar es- delo actual de innovación biomédica.
trategias, desde una concepción de justicia distri-
3. El tercer componente de esta propuesta
butiva entendida como equidad (distribución con-
implica el desarrollo de unas reglas claras
forme a las necesidades, siguiendo la regla de la
y transparentes que garanticen la distri-
oportunidad justa, propuesta por Rawls) que faci-
bución equitativa de los costos y los rédi-
liten el acceso a medicamentos esenciales para
tos en la investigación biomédica (Pogge,
las poblaciones que presentan mayor necesidad
2008:126-131).
de ellos, a través, por ejemplo, de estrategias de
precios diferenciales (Pogge, 2008:127), lo cual Construcción de capacidad e
incluye la posibilidad de que un gobierno expida investigación basada en la
licencias obligatorias que permitan la disminución
comunidad
de los precios de medicamentos esenciales en
emergencias de salud pública (como lo propone Una concepción más amplia en torno a la justi-
la Declaración de Doha). Sin embargo, la estra- cia en investigación trasnacional demanda dar

88
Revista Redbioética/UNESCO, Año 5, 2 (10): 81-93, julio - diciembre 2014
ISSN 2077-9445
Pinto Bustamante, B. et al - Bioética y la brecha 10/90

un paso más allá del acceso a los beneficios de ción por VIH, el fomento a la investigación local
la investigación biomédica, en lo que diferentes y el establecimiento de un comité institucional de
autores han denominado “construcción de capa- ética de la investigación (Meslin, 2008).
cidad” (White, 2002:165), como el compromiso
Ejemplos similares de colaboración se pueden
multilateral e interinstitucional en generar, a partir
rastrear en países como Pakistán. A partir de con-
de la cooperación internacional, la infraestructu-
venios entre el Ministerio de Ciencia y Tecnología
ra, el entrenamiento de profesionales y científicos
e instituciones bilaterales, multilaterales y empre-
locales, así como el fortalecimiento de las condi-
sas privadas, los investigadores locales deben
ciones estructurales que permitan el fomento de
regresar, tras su formación doctoral, a su país de
la autonomía local y el desarrollo sostenible en
origen para contribuir en el desarrollo de su siste-
países no industrializados.
ma nacional de salud (Hyder, Akhter & Qayyum,
La construcción de capacidades en investigación 2004:338).
es uno de los medios más eficaces, sostenibles y
Experiencias como el trabajo pionero en vacunas
costo-efectivos en la promoción de la salud y el
basadas en péptidos sintéticos para condiciones
desarrollo (Commission on Health Research for
prevalentes en países en vías de desarrollo (ma-
Development. Health Research: Essential Link to
laria, leishmaniasis, tuberculosis), realizado des-
Equity in Development, 1990). Este modelo “se
de hace varios años por la Fundación Instituto de
refiere a los procesos de acuerdos colaborativos
Inmunología de Colombia (FIDIC), desarrollado
y de comprensión entre instituciones, comités de
de forma independiente de la gran industria far-
revisión ética e investigadores en tiempo real”
macéutica y con la colaboración de organismos y
(Meslin, 2008:166).
agencias internacionales, merecen ser destaca-
La construcción de capacidad se puede definir en das y promovidas.
dos niveles: el primero (gestión estratégica (Whi-
La noción de justicia distributiva guarda estrecha
te, 2002:165)) consiste en incrementar la capa-
relación con problemas estructurales y socio-eco-
cidad de gestión en investigación en los países
nómicos de orden global. La investigación biomé-
en vías de desarrollo, así como la infraestructura
dica trasciende fronteras, rebasa problemáticas
necesaria para conducir proyectos de investiga-
locales en el orden de la distribución equitativa de
ción. El segundo (contexto operativo) consiste en
recursos y reclama atención sobre otros proble-
la construcción de experticia local y la formación
mas cardinales: acceso justo, distribución equita-
de talento humano que pueda conducir la revisión
tiva de riesgos y beneficios, participación razona-
científica y ética de los protocolos de investiga-
ble y políticas globales que permitan e impulsen
ción.
el desarrollo, así como la reducción de la enorme
La construcción de capacidad (ground up) se di- fisura social, económica y política entre países ri-
ferencia del modelo paternalista (top-down) en cos y países periféricos. Como afirma Solomon
cuanto a la interacción, la cercanía y el diálogo Benatar, más que discutir sobre la controversia
cara a cara, en un ambiente de confianza y mutuo de la globalización, versus la antiglobalización, “el
respeto, entre los equipos de investigadores inter- debate debe centrarse en cómo la globalización
nacionales, los equipos de investigación, las auto- puede ser modificada para extender los benefi-
ridades locales de los países en vías de desarrollo cios del progreso de una forma más amplia” (Be-
y sus comunidades. La experiencia de colabora- natar, 2005:1207).
ción entre la Universidad de Indiana y la Facultad
De igual forma, el proceso de construcción de
de Ciencias de la Salud de la Universidad Moien
capacidad en investigación demanda un nuevo
Eldoret (Kenia) es un ejemplo de este modelo. La
modelo de participación de las comunidades en
naturaleza del vínculo interinstitucional incluye
tales iniciativas. Más que delimitar la discusión
rotación de estudiantes de la Universidad de In-
en torno a si los voluntarios de investigación de-
diana en Kenia, la contribución en la construcción
ben o no ser remunerados por su participación
del hospital universitario local, la implementación
en proyectos experimentales, es necesario impul-
de un programa exitoso en prevención de infec-

89
sar una mayor participación de las comunidades Conclusiones
como socios de los proyectos de investigación, en
La problemática sobre el acceso a drogas esen-
lo que pueden denominarse alianzas de investi-
ciales y la distribución de beneficios fruto de la
gación.
investigación biomédica no puede contemplarse
La investigación en salud es un concepto amplio como una iniciativa benefactora desde el mun-
que incluye “no solo investigación clínica y bio- do industrializado hacia el resto del mundo. Es
médica, sino también investigación epidemiológi- necesario reconocer el acceso a medicamentos
ca y relacionada con la comunidad, investigación esenciales como un derecho humano fundamen-
en sistemas de salud, investigación en servicios tal, por cuanto “la salud es un derecho, no es una
de salud, investigación operacional, entre otras” mercancía ni es un privilegio” (Shalev, 2005:103),
(White, 2002:165), y es, al tiempo, un sistema el cual se alimenta a su vez de tres conceptos
complejo compuesto por varias partes interesa- subsidiarios: equidad, solidaridad y debido proce-
das: médicos, pacientes, comunidades, institucio- so (entendido este último como equidad procedi-
nes académicas de salud y la industria (Aungst J, mental que requiere participación pública, trans-
Haas A, Ommaya A y col, 2003:4); de allí que el parencia y responsabilidad en la toma de decisio-
éxito de los esfuerzos de investigación no es una nes) (Shalev, 2005:106-107).
meta exclusiva para las compañías farmacéuti-
Contribuir de forma decisiva en la reducción de la
cas ni para la comunidad de investigadores o los
desigualdad socio-económica y en investigación
inversionistas de capitales de riesgo, sino mejor,
biomédica es un problema que, si bien requiere
una meta deseable para todos aquellos que par-
“imaginación moral” (Benatar, 2005) e inversión
ticipamos en uno u otro rol en tales iniciativas.
económica desde los países industrializados en
Una mayor participación autónoma de las comu-
determinantes de la salud en países en vías de
nidades en los esfuerzos de investigación puede
desarrollo (algunos proponen un 1% del PIB de
redundar en una conversión más expedita de los
los países del G7) (Sreenivasan, 2008), requie-
resultados en ciencias básicas a innovación efec-
re además del debate público, la participación
tiva en los ámbitos clínicos (Aungst J, Haas A,
deliberativa en nuestros contextos locales, una
Ommaya A y col, 2003:10).
mayor inversión en salud e investigación (Morel,
Esta propuesta demanda la construcción de vín- 2003, S37), así como de los incentivos políticos
culos de investigación fundados en la confianza. de las democracias, aunque estas sean imperfec-
Demanda, al tiempo, políticas gubernamentales tas (Sen, 2009). Es evidente que los países que
en los entornos locales que faciliten la transpa- invierten el grueso de su PIB en la guerra y el me-
rencia de las tareas de investigación, veedurías nor porcentaje en investigación tienen los peores
ciudadanas desde las asociaciones locales, así resultados en salud pública (Morel, 2003, S37).
como una mayor participación de los represen- La superación de la dicotomía Norte/Sur, países
tantes de la comunidad en instancias deliberati- benefactores/países receptores, es fundamental
vas como los comités de ética en investigación en este punto (Morel, 2003, S37).
(Aungst J, Haas A, Ommaya A y col, 2003:24).
Desde las instituciones que contribuyen en la rea-
En este punto es fundamental el concurso de las
lización efectiva de los propósitos de la bioética
asociaciones de pacientes y las coaliciones de
(como los comités de bioética en investigación,
voluntarios, como ha sido el caso de la Fundación
comités intersectoriales, nacionales e internacio-
Alpha 1 (fundación que agremia personas y fami-
nales), se requiere un compromiso intransferible
lias afectadas por el déficit de alfa 1-antitripsina)
en la evaluación de protocolos de investigación
y la Coalición Nacional de Cáncer de Seno, cu-
conforme a las necesidades prioritarias de las co-
yas representantes participaron -y no solo como
munidades locales, siguiendo el principio de pro-
sujetos de investigación- en diferentes instancias
porcionalidad entre riesgos/beneficios, el interés
del desarrollo del trastuzumab (Aungst J, Haas A,
superior de los y las participantes en los proyectos
Ommaya A y col, 2003:18-19).
de investigación, siempre sobre la base del respe-
to y la promoción de los derechos humanos. Los

90
Revista Redbioética/UNESCO, Año 5, 2 (10): 81-93, julio - diciembre 2014
ISSN 2077-9445
Pinto Bustamante, B. et al - Bioética y la brecha 10/90

comités de bioética, así como las instituciones re- promisorio en el corto y mediano plazo. Enfer-
gulatorias locales son instancias fundamentales medades prevalentes en nuestros países, como
en la promoción de investigación colaborativa y es el caso de la tripanosomiasis, cuya presencia
en la prevención de la investigación extractiva en en los países industrializados es mínima, ha sido
nuestros países. una entidad desatendida cuya prevención efecti-
va sigue siendo el mejoramiento sustantivo en las
Se pueden sintetizar las propuestas que desde la
condiciones de calidad de vida, así como el desa-
bioética y la salud pública se han generado para
rrollo de medicamentos más seguros y eficaces3.
corregir los fallos de conocimiento, políticas públi-
Tal como afirma el genetista Elio Prieto:
cas y del mercado en la persistencia de la brecha
10/90: priorización de las líneas y las agendas de “Cuando los niños mueren asesinados en
investigación de acuerdo a las necesidades pre- las calles como esos “Meninois das Ruas”
valentes y urgentes en salud pública; estrategias de Río o mueren de hambre, ¿es el diag-
como el modelo de construcción de capacidad nóstico prenatal de unos pocos lo que alar-
en investigación en los países en desarrollo y el ma? En países donde faltan los médicos
modelo de investigación basada en la comunidad; y las medicinas, y la desnutrición crónica
la promoción, desde el trabajo de los comités de provoca también daño genético, ¿vale la
ética en investigación, de una cultura de inves- pena discutir si las modificaciones de es-
tigación basada en la estricta observancia de permatozoides y óvulos pueden afectar el
los derechos humanos (London, 2008:65-80); la patrimonio genético de la humanidad? (...)
identificación de soluciones intermedias que ga- La preocupación por la discriminación y el
ranticen el acceso global a medicamentos, como sufrimiento que pudiera surgir en el Sur a
una política de medicamentos esenciales consi- medida que se complete el mapa del Ge-
derados como bienes públicos. Como afirma Ko- noma, debe ceder su lugar a la preocupa-
ttow, es necesario orientar los problemas bioéti- ción por la discriminación y el sufrimiento
cos relacionados con la inequidad social, desde que sufren en el polo de la pobreza y den-
la reflexión académica hasta la arena política (Ko- tro de las sociedades ricas aquellos cuyos
ttow, 2005: 111). “estigmas” no hay que buscarlos con equi-
pos costosos” (Prieto,1999:124).
Desde nuestro contexto latinoamericano, cabe
preguntar si las necesidades enunciadas desde
Entregado 10-9-2014
el avance biomédico en países industrializados
Aprobado 6-10-2014
(medicina regenerativa, nanotecnología, biotec-
nologías) son prioritarias en nuestros contextos
locales (lo cual no significa que no deban consi- Bibliografía
derarse dentro de las iniciativas en investigación).
ARMAS R., TORRES A., ARRIAGADA J. y col., 2010.
Si bien es necesario aumentar la potencia cientí- Proceso para priorizar las líneas de investigación
fica de nuestros países, es importante utilizar los esencial de interés para el Ministerio de Salud
escasos recursos existentes en abordar los te- de Chile. Rev Med Chile. Vol 138, No 403.
mas relevantes y urgentes en nuestros entornos, ASOCIACIÓN MÉDICA MUNDIAL (AMM), 2013.
en términos de derechos económicos, sociales Declaración de Helsinki. Principios éticos para
y políticos. El reconocimiento y la ratificación de las investigaciones médicas en seres humanos.

tal conjunto de derechos y libertades, así como la AUNGST J., HAAS A., OMMAYA A.y col. (Ed.),
construcción de capacidades, son la base para el 2003. Exploring Challenges, Progress, and
New Models for engaging the public in the
desarrollo (Sen, 2009:381).

En un país como Colombia, por ejemplo, la pre-


3 En este momento se encuentra en curso un ensayo clínico
valencia de la violencia como factor responsable para el desarrollo de un nuevo medicamento para la en-
de una elevada morbi-mortalidad no es precisa- fermedad de Chagas crónica asintomática: el Posacona-
zol, producido por Merck Sharp & Dohme. Disponible en:
mente un área en que la ingeniería genética y las
[http://clinicaltrials.gov/ct2/show/study/NCT01377480?ter-
biotecnologías puedan ofrecernos un horizonte m=chagas&rank=4].

91
clinical research enterprise. Clinical Research KILAMA WL., 2009. The 10/90 gap in sub-Saharan
Roundtable Workshop Summary. Based on a Africa: resolving inequities in health research.
Workshop of the Clinical Research Roundtable Acta Trop. Vol 112, Suppl 1, S8-S15.
Board on Health Sciences Policy. Washington:
Institute of Medicine, The National Academic KOTTOW M., 2005. Bioética y Biopolítica. Revista
Press. Brasileira de Bioética. Vol 1, No 2, 111.

BANCO MUNDIAL, 2013. Gasto militar (% del PIB). KOTTOW M., 2010. Gerontología y geriatría. Santiago:
Recuperada el 2 de febrero de 2014. Disponible Escuela de Salud Pública, Facultad de Medicina
en: http://datos.bancomundial.org/indicador/ de la Universidad de Chile, p. 10.
MS.MIL.XPND.GD.ZS
KOTTOW M., 2012. From Justice to Protection. A
BECERRIL-MONTEKIO V., REYES J.D., MANUEL A., Proposal for Public Health Bioethics. Springer,
2011. Sistema de Salud de Chile. Salud Pública New York.
de México. Vol 53, suplemento 2, s141.
LONDON L., 2008. What is a human-rights based
BENATAR S., 2005. Moral Imagination: The Missing approach to health and does it matter? Health
Component in Global Health. PLoSMed. Vol 2, Hum Rights. Vol 10, 65–80.
No 12 e400, 1207.
LONDON AJ., 2008. Responsiveness to Host
CASTRO- JARAMILLO H., 2012. The cost- Community Health Needs. En Ezekiel J.,
effectiveness of enzyme replacement therapy Grady C., Robert A. Crouch (Eds). The Oxford
(ERT) for the infantile form of Pompe disease: Textbook of Clinical Research Ethics. Oxford
comparing a high-income country’s approach University Press, New York, pp. 737-738.
(England) to that of a middle income one
MACKLIN R., 2004. Double Standards in Medical
(Colombia). Rev. salud pública. Vol 14, No 1,
Research in Developing Countries. Cambridge
143-155.
University Press, New York.
DAAR A.S., ACHARYA T., FILATE I.,
MACKLIN R., 2008. Global Justice, Human Rights, and
THORSTEINSDOTTIR H., SINGER P., 2005.
Health. En GREEN RM, DONOVAN A, JAUSS
Beyond GM Foods: Genomics, Biotechnology
SA. Global bioethics: issues of conscience
and Global Health Equity. THIELE, F &
for the twenty-first century. Oxford University
ASHCROFT, R. E. Bioethics in a Small World.
Press, New York, pp. 141-152.
Springer-Verlag, Berlin Heidelberg, p. 37.
MESLIN EM., 2008. Achieving Global Justice in Health
DOYAL L., 2004. Gender and the 10/90 gap in
through Global Research Ethics: Supplementing
health research. Bulletin of the World Health
Macklin’s ‘‘Top–Down’’ Approach with one from
Organization. Vol 82, No 3, 162.
the ‘‘Ground Up’’. En GREEN RM., DONOVAN
EVIPNET- Evaluación de la red de políticas A., JAUSS SA., Global bioethics: issues of
informadas por evidencias, 2010. Propuesta conscience for the twenty-first century. Oxford
de estrategia para la creación de aptitudes. University Press, New York, p. 165.
Disponible en: http://www.paho.org/hq/
MIRANDA J., ZAMAN J., 2010. Exporting “failure”: why
index.php?option=com_content&view=artic
research from rich countries may not benefit the
le&id=2952%3Aevipnetproposal-for-skills-
developing world. Rev Saúde Pública. Vol 44,
building-strategy&catid=1476%3Ahss-0205
No 1, 185-9.
evipnet&Itemid=3650&lang=es
MOREL CM., 2005. A internacionalização de agendas
FELDER S., 2011. A wise and just decision. Bioethics
de pesquisa: desafios e perspectivas. Ciência e
Forum. Vol 4, No 3, 98-99.
Cultura. Vol 57, No 1, 40.
GREENWOOD H., SINGER P., DOWNEY D. y col.,
MOREL CM., 2003. Neglected diseases: under-funded
2006. Regenerative Medicine and a Developing
research and inadequate health interventions.
World. Plos Medicine. Vol 3, No 9, 1498.
Can we change this reality? European Molecular
HYDER A., AKHTER T., QAYYUM A., 2004. Capacity Biology Organization, Vol 4.
development for health research in Pakistan:
NEUFELD V., MACLEOD S., TUGWELL P. y col., 2001.
the effects of doctoral training. Health Policy
The rich–poor gap in global health research:
and Planning. Vol 18, No 3, 338.
challenges for Canada. JAMC. Vol 164, No 8,
JONSEN AR., 1986. Bentham in a Box: Technology 1158.
Assessment and Health Care Allocation. Law,
OMS - ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA
Medicine & Health Care. Vol 14, N0 3–4, 172–
SALUD, 2010. Estrategia de la OMS sobre
174.
investigaciones en pro de la salud. Disponible

92
Revista Redbioética/UNESCO, Año 5, 2 (10): 81-93, julio - diciembre 2014
ISSN 2077-9445
Pinto Bustamante, B. et al - Bioética y la brecha 10/90

en: http://www.who.int/rpc/research_strategy/ SEN A,. 2009. The idea of justice. The Belknap Press
es/ of Harvard University Press, Cambridge,
Massachusetts, p. 342.
OMS - ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD -
Commission on Macroeconomics and Health, SHALEV C., 2005. Access to Essential Drugs, Human
2001. Macroeconomics and Health: Investing Rights and Global Justice. En ASCHCROFT
in Health for Economic Development. Report R.E, THIELE F., Bioethics in Small World.
of the Commission on Macroeconomics and Springer, Berlin, p. 103.
Health. Geneva, pp. 1-200.
SREENIVASAN G. 2008. Global health and non-ideal
OPS - ORGANIZACIÓN PANAMERICANA DE LA justice. En SINGER PA. y VIENS AM., The
SALUD, Comité de Ética. 2009. Procedimientos Cambridge Textbook of Bioethics. Cambridge
normalizados de trabajo para presentar University Press, New York, p. 369.
propuestas de investigación, p. 1.
STEVENS P., 2004. Diseases of poverty and the 10/90
POGGE T., 2008. Testing Our Drugs on the Poor Gap. International Policy Network, London, p. 3.
Abroad. En Hawkins & Ezekiel J.E. Exploitation
and Developing Countries. The Ethics of Clinical THE COMMISSION ON HEALTH RESEARCH FOR
Research. Princeton University Press, New DEVELOPMENT, 1990. Health research:
Jersey, pp. 126-130. essential link to equity in development. Oxford
University Press, New York.
PRIETO E., 1999. El debate genómico: ¿Urgencia en
el sur? Cuadernos del Programa Regional de UGALDE A., HOMEDES N., 2009. Medicamentos
Bioética. Organización Panamericana de la para lucrar. La transformación de la industria
Salud. Universidad El Bosque, Bogotá, p. 124. farmacéutica. Salud Colectiva. Vol, 5, No 3,
305-322.
PRIETO E., 2007. Deterioro genético y manipulación
genética. Desequilibrio en la prioridad de las VELOZA CABRERA LA., WIESNER CEBALLOS
agendas públicas. Acta Bioethica. Vol 13, No 2, C., SERRANO LÓPEZ ML. y col., 2010.
226-228. Consideraciones éticas y legales de los
biobancos para investigación. Revista
REVEIZ L., ELIAS V., TERRY R., ALGER J., Colombiana de Bioética. Vol 5, No 1, 135.
BECERRA-POSADA F., 2013. Comparison
of national health research priority-setting WIKLER D., BROCK DW., 2002. Population-Level
methods and characteristics in Latin America Bioethics: Mapping a New Agenda. En GREEN
and the Caribbean, 2002–2012. Rev Panam RM., DONOVAN A., JAUSS SA., Global
Salud Publica. Vol 34, No 1, 10. bioethics: issues of conscience for the twenty-
first century. Oxford University Press, New York,
SALAMANCA-BUENTELLO F., PERSAD DL., COURT pp. 15-16.
EB., y col. 2005. Nanotechnology and the
Developing World. PLoS Med. Vol 2, No 5, e97. WHITE F., 2002. Capacity-building for health research
En UNESCO-Organización de las Naciones in developing countries: a manager’s approach.
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Rev Panam Salud Pública /Pan Am J Public
División de Ética de la Ciencia y la Tecnología, Health. Vol 12, No 3, 165.
Sector de Ciencias Sociales y Humanas. 2007.
Ética y política de la Nanotecnología. París, p.
16.

93

También podría gustarte