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LETRAS JURIDICAS NÚM.

12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

EL DESARROLLO DE LA ACCIÓN PENAL PRIVADA EN LA


LEGISLACIÓN PROCESAL PENAL MEXICANA

DEVELOPMENT OF THE PRIVATE CRIMINAL ACTION IN


MEXICAN CRIMINAL PROCEDURE LAW

Arturo Villarreal Palos *

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Sumario: Introducción. 1. Acción penal pública y acción penal privada en el sistema jurídico
mexicano. 2. La acción penal privada en Latinoamérica. 3. El desarrollo de la acción penal
privada en México. 4. Conclusiones. Fecha de Recepción: 12/12/2010/Fecha de Aceptación: 21
de enero de 2011.

RESUMEN: La reforma a la Constitución federal mexicana de junio de 2008,


estatuyó, entre otras cosas, que a la par de la acción penal pública en la
persecución del delito, la ley establecería los supuestos excepcionales en que
también procedería la acción penal privada. En ese tenor, el presente trabajo
analiza los antecedentes legislativos en materia de acción penal privada en
México y las razones que llevaron al legislador a su reimplantación parcial en
nuestro sistema jurídico. A efectos, comparativos, se da cuenta de la forma en
que esta acción se regula en algunas legislaciones latinoamericanas, para
luego pasar al desarrollo que ha tenido en los códigos penales de los ocho

*Doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México. Especialista en Derecho


Penal. Profesor Investigador en el Departamento de Derecho Público del Centro Universitario
de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara. Miembro del Sistema
Nacional de Investigadores.

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Estados que han adoptado el nuevo sistema procesal penal acusatorio y oral y
en los proyectos oficiales. El autor concluye señalando que acorde al desarrollo
de la legislación procesal penal en Latinoamérica, en nuestro propio país e
incluso desde la perspectiva internacional, no parece haber duda que el campo
natural de la acción penal privada es aquel relacionado con los delitos contra el
honor y la intimidad personal, así como en los casos de los delitos contra la
propiedad intelectual (patentes y marcas, derechos de autor), a condición de
que no se trate de delincuencia organizada. Existen otros supuestos
observados (delitos patrimoniales, culposos, lesiones, de querella) en que la
frontera entre el interés general y el interés particular, ya no parece tan clara,
por lo que el autor considera necesario hacer hincapié en la procedencia de la
acción penal privada solo en casos excepcionales en que el interés afectado no
sea general, conforme fue la intención del constituyente permanente, siendo
este el único criterio configurador que debe tenerse presente al regular este
instituto.

PALABRAS CLAVE: Acción penal privada, justicia penal en México.

ABSTRACT: The reform of the Mexican federal Constitution of June 2008,


statues, among other things, that the pair of public prosecutions in criminal
trials, the law set out the exceptional circumstances in which criminal action
would come too private. Based on that, this paper examines the legislative
history regarding private prosecution in Mexico and the reasons why the
congress include private criminal action again in the Constitution. For
comparison purposes, the author discusses how this action is regulated in some
Latin American, and then analyze the development of private prosecution in the
criminal codes of the eight states that have adopted the new adversarial
system. The author concludes that according to the development of criminal
procedural law in Latin America and even from an international perspective,
there seems no doubt that the natural field of private prosecution is related to
crimes against honor and personal privacy and in cases of crimes against
intellectual property (patents and trademarks, copyright). The author notes that
there are other cases (crimes against property, negligence, damage,
persecution on request from), where the boundary between public interest and
private interest, no longer seems so clear, so the author believes that the
private prosecution should be applied only in exceptional cases where the
public interest is not affected, as was the desire of Congress, and not expand it
to other cases for reasons that appear to be only pragmatic.

KEYWORDS: Private prosecution, Justice crime in Mexico.

Introducción
La reforma Constitucional publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18
de junio de 2008, constituye, a no dudarlo, la mas importante en materia de
justicia penal desde la promulgación de la Constitución de 1917. Sin embargo,
a virtud de sus artículos transitorios segundo y quinto, que establecen plazos

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de hasta ocho y tres años, respectivamente, para su entrada en vigor 1, se trata


de una reforma todavía en desarrollo, que paulatinamente se ira asentando en
todo el territorio nacional.

Los alcances de esta reforma, que involucra 10 artículos, han sido objeto de
muchos comentarios y análisis en los dos años y medio que han corrido desde
su promulgación, por lo que aquí solo recordaremos algunos de sus rasgos
mas destacados, acudiendo para ello al dictamen de la Cámara de Senadores
2
, según el cual la reforma integral al sistema de justicia penal atiende a las
siguientes características:

1) Propone un sistema procesal penal acusatorio y oral, en el que se respetan


los derechos tanto de la víctima y ofendido, como del imputado, estableciendo
de manera explícita el principio de presunción de inocencia para éste.

2) Prevé la inclusión de jueces de control que resolverán de manera inmediata,


y por cualquier medio, las solicitudes de medidas cautelares, providencias
precautorias y técnicas de investigación de la autoridad que así lo requieran,

1 Estos artículos dicen textualmente: “SEGUNDO. El sistema procesal penal acusatorio


previsto en los artículos 16, párrafos segundo y decimotercero; 17, párrafos tercero, cuarto y
sexto; 19; 20 y 21, párrafo séptimo, de la Constitución, entrará en vigor cuando lo
establezca la legislación secundaria correspondiente, sin exceder el plazo de ocho años,
contado a partir del día siguiente de la publicación de este Decreto. En consecuencia, la
Federación, los Estados y el Distrito Federal, en el ámbito de sus respectivas competencias,
deberán expedir y poner en vigor las modificaciones u ordenamientos legales que sean
necesarios a fin de incorporar el sistema procesal penal acusatorio. La Federación, los
Estados y el Distrito Federal adoptarán el sistema penal acusatorio en la modalidad que
determinen, sea regional o por tipo de delito. En el momento en que se publiquen los
ordenamientos legales a que se refiere el párrafo anterior, los poderes u órgano legislativos
competentes deberán emitir, asimismo, una declaratoria que se publicará en los órganos de
difusión oficiales, en la que señale expresamente que el sistema procesal penal acusatorio
ha sido incorporado en dichos ordenamientos y, en consecuencia, que las garantías que
consagra esta Constitución empezarán a regular la forma y términos en que se
substanciarán los procedimientos penales. QUINTO. El nuevo sistema de reinserción
previsto en el párrafo segundo del artículo 18, así como el régimen de modificación y
duración de penas establecido en el párrafo tercero del artículo 21, entrarán en vigor cuando
lo establezca la legislación secundaria correspondiente, sin que pueda exceder el plazo de
tres años, contados a partir del día siguiente de la publicación de este Decreto”.

2 El proceso legislativo completo de la reforma constitucional de junio de 2008 puede


ser consultado en la página web de la Suprema Corte de Justicia de la Nación/Recursos
jurídicos/Legislación/ Consulta en línea de legislación federal y del D.F., disponible en:
http://www2.scjn.gob.mx/leyes/Default.htm

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respetando las garantías de las partes y que la actuación de la parte acusadora


sea apegada a derecho.

3) Establece una nueva regulación respecto de medidas cautelares, entre ellas


la prisión preventiva, de tal forma que ésta sólo excepcionalmente podrá ser
aplicada cuando otras medidas cautelares no sean suficientes para garantizar
la comparecencia del imputado en el juicio, el desarrollo de la investigación, la
protección de la víctima, de los testigos o de la comunidad, o cuando el
imputado esté siendo procesado o haya sido sentenciado previamente por la
comisión de un delito doloso.

4) Promueve la adopción de mecanismos alternativos de solución de


controversias, que procuren asegurar la reparación del daño, sujetas a
supervisión judicial en los casos que la legislación secundaria juzgue
conveniente.

5) Prevé un sistema integral de garantías, tanto de la víctima como del


imputado, así como una serie de principios generales que deberán regir todo
proceso penal

6) Propone un régimen especial que regirá los procesos penales en tratándose


de delincuencia organizada. Esto incluye la facultad para que el Congreso de la
Unión legisle sobre esta materia.

7) Establece las bases sobre las cuales deberá construirse y operar el Sistema
Nacional de Seguridad Pública, enfatizándose que deberá privilegiarse la
coordinación del Ministerio Público y las instituciones policiales de los 3
órdenes de gobierno, a fin de lograr la integración de los esfuerzos en materia
de seguridad pública, pero siempre en el marco de respeto al federalismo.

Adicionalmente a lo referido en el dictamen de la Cámara de Senadores,


debemos destacar que la reforma:

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8) Establece un nuevo objetivo del sistema penitenciario, que será la


“reinserción social” en lugar de la “readaptación social”.

9) Trata de desarrollar un sistema de defensoría pública de calidad.

10) Incorpora la acción penal privada en los casos que determine la ley y el
principio de oportunidad en el ejercicio de la acción penal pública.

11) Incorpora la figura de la “extinción de dominio” de aquellos bienes


instrumento, producto u objeto de los delitos de delincuencia organizada,
contra la salud, secuestro, robo de vehículos y trata de personas.

Ahora bien, en este trabajo centramos nuestra atención en el segundo


párrafo reformado del artículo 21 Constitucional, el cual textualmente dice:

“El ejercicio de la acción penal ante los tribunales corresponde al Ministerio


Público. La ley determinará los casos en que los particulares podrán ejercer la acción
penal ante la autoridad judicial”.

Y partimos de aquí para fijar el propósito de la investigación, que es


conocer el derrotero que el ejercicio de la acción penal privada ha tenido en las
legislaciones procesales penales de los Estados que, total o parcialmente, han
acogido el nuevo sistema procesal penal de corte acusatorio y oral y que, en el
caso, son: Baja California, Chihuahua, Durango, Estado de México,
Guanajuato, Morelos, Oaxaca y Zacatecas 3.

Adicionalmente se incluyen en el análisis dos proyectos legislativos de


valor orientativo importante y que son los proyectos de códigos de
procedimientos penales de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de
Justicia de los Estados Unidos Mexicanos y de la Secretaría Técnica del
Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de Justicia Penal
de la Secretaría de Gobernación.

3 Esta investigación refleja el estado de cosas imperante en febrero de 2011. No se incluye


al Estado de Nuevo León, que aunque pionero en juicos orales, aún no introduce
plenamente el sistema acusatorio-oral previsto en la Constitución.

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1. Acción penal pública y acción penal privada en el sistema jurídico


mexicano.
Explica el Dr. Fernando Flores que si bien el vocablo “acción” posee varias
acepciones jurídicas, las más importante es la que se refiere a su carácter
procesal. De aquí que “dicha acción procesal puede concebirse como el poder
jurídico de provocar la actividad de juzgamiento de un órgano que decida los
litigios de intereses jurídicos” 4.

Por su parte, el Dr. Héctor Fix Zamudio define a la “acción penal” como aquella
que ejercita el Ministerio Público ante el juez competente para que se inicie el
proceso penal, se resuelva sobre la responsabilidad del inculpado y, en su
caso, se aplique la pena o medida de seguridad que corresponda 5.

En un sentido similar, Colín Sánchez indica que la acción penal es


pública y su ejercicio está encomendado al Estado por conducto del Ministerio
Público y tiene por objeto definir la pretensión punitiva estatal ya sea
absolviendo al inocente o imponiendo al culpable una pena de prisión, multa,
pérdida de los instrumentos con que se ejecutó la conducta o hecho, etc. 6.

Nótese como ambos autores hacen hincapié en la acción penal como pública y
señalan como su titular exclusivo al Ministerio Público, lo cual se explica en el
contexto del denominado “monopolio del ejercicio de la acción penal” que dicho
órgano acusador tuvo entre el periodo vivido desde la promulgación de la
Constitución de 1917 hasta la reforma Constitucional de junio de 2008.

Sin embargo, ello no fue siempre así, pues según lo recuerda Castillo
Soberanes, bajo la vigencia de la Constitución de 1857, la investigación de los
delitos correspondía exclusivamente a los jueces, quienes ejercían funciones

4 Vid. FLORES GARCÍA, Fernando. Voz: “Acción”. En: Diccionario Jurídico Mexicano. 6ta
edición, México, Coedición Porrúa-UNAM, 1993, Tomo I, pág. 31.

5 Vid. FIX ZAMUDIO, Héctor. Voz: “Acción Penal”, op. cit. supra, págs. 39 y sigs.

6 Vid. COLÍN SÁNCHEZ, Guillermo. Derecho Mexicano de Procedimientos Penales. 15ª


edición, México, Editorial Porrúa, 1995, pág. 304 y ss.

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de policía judicial, y por cuanto al Ministerio Público, este estaba impedido para
practicar investigaciones y no tenía otra función mas que la de poner en manos
del juez competente las averiguaciones que hubiese recibido 7.

El citado autor agrega que en los debates del Congreso Constituyente de 1856-
1857, no prosperó la idea de instituir la figura del Ministerio Público y de ese
modo se permitió al ofendido por el delito acudir directamente a los tribunales,
ya que se consideró que los particulares no debían ser sustituidos por ninguna
otra institución, además de que, con el Ministerio Público independizado del
órgano jurisdiccional, se retardaría la acción de la justicia, pues se tendría que
esperar a que dicho órgano ejercitará la acción penal 8.

Sin embargo, a la postre, el sistema derivado de la Constitución de 1857, hubo


de generar un sistema de inequidad, opresión y abuso, de tal modo que en los
debates del constituyente de 1917 se decidiese quitar a los jueces la facultad
de investigar los delitos y a los particulares su derecho de acusar directamente
ante los tribunales, otorgando al Ministerio Publico dichas facultades, quedando
encargados los jueces exclusivamente de la imposición de las penas 9.

Y sobre el particular, es especialmente revelador lo dicho por el Primer Jefe del


Ejercito Constitucionalista, Venustiano Carranza, quien en la exposición de
motivos del proyecto constitucional de 1917, señaló textualmente lo siguiente:

El artículo 21 de la Constitución de 1857 dio a la autoridad administrativa la facultad de


imponer como corrección hasta quinientos pesos de multa o hasta un mes de reclusión

7 Cfr. CASTILLO SOBERANES, Miguel Ángel. El Monopolio del Ejercicio de la Acción


Penal del Ministerio Público en México. 1era edición, México, Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM, 1992, pág. 44.

8 Ibid. supra, págs. 44 y 45.

9 Así se explica la redacción original del artículo 21 en la Constitución de 1917: “Art.


21.- La imposición de las penas es propia y exclusiva de la autoridad judicial. La persecución
de los delitos incumbe al Ministerio Público y a la policía judicial, la cual estará bajo la autoridad
y mando inmediato de aquél. Compete a la autoridad administrativa el castigo de las
infracciones de los reglamentos gubernativos y de policía; el cual únicamente consistirá en
multa o arresto hasta por treinta y seis horas; pero si el infractor no pagare la multa que se le
hubiese impuesto, se permutará ésta por el arresto correspondiente, que no excederá en
ningún caso de quince días”.

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en los casos y modo que expresamente determine la ley, reservando a la autoridad


judicial la aplicación exclusiva de las penas propiamente tales. Este precepto abrió una
anchísima puerta al abuso, pues la autoridad administrativa se consideró siempre en
posibilidad de imponer sucesivamente y a su voluntad, por cualquier falta imaginaria,
un mes de reclusión, mes que no terminaba en mucho tiempo. La reforma que sobre
este particular se propone, a la vez que confirma a los jueces la facultad exclusiva de
imponer penas, solo concede a la autoridad administrativa castigar la infracción de los
reglamentos de policía, que por regla general sólo da lugar a penas pecuniarias y no a
reclusión, la que únicamente se impone cuando el infractor no puede pagar la multa.
Pero la reforma no se detiene allí, sino que propone una innovación que de seguro
revolucionará completamente el sistema procesal que durante tiempo ha regido en el
país, no obstante todas sus imperfecciones y deficiencias. Las leyes vigentes, tanto en
el orden federal, como en el común, han adoptado la institución del Ministerio Público,
pero tal adopción ha sido nominal, porque la función asignada a los representantes de
aquel, tiene carácter meramente decorativo para la recta y pronta administración de
justicia. Los jueces mexicanos han sido, durante el periodo corrido desde la
consumación de la Independencia hasta hoy, iguales a los jueces de la época colonial:
ellos son los encargados de averiguar los delitos y buscar las pruebas, a cuyo efecto
siempre se han considerado autorizados a emprender verdaderos asaltos contra los
reos, para obligarlos a confesar, lo que sin duda alguna desnaturaliza las funciones de
la judicatura. La sociedad entera recuerda horrorizada los atentados cometidos por
jueces que, ansiosos de renombre, veían con positiva fruición que llegase a sus
manos un proceso que les permitiera desplegar un sistema completo de opresión, en
muchos casos contra personas inocentes, y en otros contra la tranquilidad y el honor
de las familias, no respetando, en sus inquisiciones, ni las barreras mismas que
terminantemente establecía la ley. La misma organización del Ministerio Público, a la
vez que evitará ese sistema procesal tan vicioso, restituyendo a los jueces toda la
dignidad y toda la respetabilidad de la magistratura, dará al Ministerio Público toda la
importancia que le corresponde, dejando exclusivamente a su cargo la persecución de
los delitos, la busca de los elementos de convicción, que ya no se hará por
procedimientos atentatorios y reprobados y la aprehensión de los delincuentes. Por
otra parte, el Ministerio Público, con la policía judicial represiva a su disposición,
quitará a los presidentes municipales y a la policía común la posibilidad que hasta hoy
han tenido de aprehender a cuantas personas juzgan sospechosas, sin más méritos
que su criterio particular. Con la institución del Ministerio Público, tal como se propone,
la libertad individual quedará asegurada, porque según el artículo 16, nadie podrá ser
detenido sino por orden de la autoridad judicial, la que no podrá expedirla sino en los
términos y con los requisitos que el mismo artículo exige 10.

Y en ese estado de cosas, no sin dificultades y reformas que en parte la


11
limitaron , transitamos por un periodo de 91 años de acusación penal pública,
hasta que, en 2008, se decide adoptar un sistema mixto de acusación,
combinando la acción penal privada con la publica, si bien con predomino de
esta ultima.

10 Vid. CÁMARA DE DIPUTADOS. Los Derechos del Pueblo Mexicano: México a través de
sus Constituciones. 2ª edición, México, Librería de Manuel Porrúa, 1978, Tomo IV, págs. 283
y 284.

11 Las reformas constitucionales de 1994 por primera vez otorgaron a los particulares el
derecho a impugnar las resoluciones de no ejercicio o desistimiento de la acción penal,
derecho que antes, por interpretación jurisprudencial, les estaba vedado.

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Pero ¿cuáles fueron las razones de ese cambio? Sobre el particular, en


el dictamen de la Cámara de Senadores a que antes aludimos, plenamente
compartido por la Cámara de Diputados, se lee:

Artículo 21

Acción penal privada

En relación con el ejercicio de la acción penal, y con el ánimo de hacer


congruentes todas las modificaciones al sistema de procuración y
administración de justicia que contempla esta reforma, se hace evidente la
necesidad de romper con el monopolio de la acción penal que actualmente
tiene el Ministerio Público. En efecto, esta reforma abre la posibilidad de ejercer
directamente la acción penal por parte de los particulares, en los casos que
expresamente prevea la ley secundaria, sin perjuicio de que el Ministerio
Público pueda intervenir en estos supuestos para salvaguardar el interés
público, lo que contribuirá en forma importante a elevar los niveles de acceso a
la justicia en materia penal.

Respecto de este ejercicio de la acción penal por parte de los particulares, se prevén
dos modalidades: la primera relativa a la posibilidad de que se adhiera a la acusación
del Ministerio Público, la cual ya fue explicada al abordar el tema de la intervención en
juicio 12, y la segunda, a través del ejercicio autónomo de esa facultad para
determinados casos previstos en la ley. El ejercicio de la acción penal en estos
supuestos será evidentemente excepcional, sólo en aquellos casos en los que el

12 Respecto de esta parte, que expresamente está referida a las reformas en materia de
derechos de la víctima u ofendido (artículo 20 constitucional, apartado C) y, de manera
particular, a la figura de la “coadyuvancia”, se indica lo siguiente: “Se establece una nueva
dimensión constitucional de la coadyuvancia para los efectos de que la víctima pueda
intervenir directamente en el juicio e interponer los recursos en los términos que establezca
la ley. Diversas entidades federativas como Baja California, Chihuahua, Morelos, Oaxaca y
Zacatecas, han incorporado en sus ordenamientos procesales el instituto del acusador
coadyuvante. Se trata de dar reconocimiento a la víctima como un auténtico sujeto procesal,
es decir, permitir que pueda adherirse a la acusación del Ministerio Público. En aquellos
ordenamientos se prevé la posibilidad de que la víctima nombre un representante legal para
que litigue directamente en el juicio oral. Esta figura se incorpora ahora como una nueva
garantía constitucional, con el objeto de que exista la posibilidad para las víctimas de
defender directamente sus intereses. Ello no significa por supuesto que el Ministerio Público
no esté obligado a dar un efectivo servicio de calidad a las víctimas y a representar sus
intereses”.

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interés afectado no sea general. Al igual que en el caso de la coadyuvancia, esta


posibilidad no debe traducirse en que el Ministerio Público desatienda los casos, en
virtud de que éste deberá tener la intervención que ya de por sí le confiere el artículo
21. Tales posibilidades permitirán hacer más transparente la procuración y la
administración de justicia, toda vez que se da pauta para la existencia de un control
ciudadano sobre las funciones de procuración de justicia.

En conclusión, la razón por la que se decidió incorporar la figura de la acción


penal privada en el proceso penal mexicano, fue para contribuir “en forma
importante a elevar los niveles de acceso a la justicia en materia penal”,
estimando que dicha intervención debería ser evidentemente excepcional y
sólo en aquellos casos en los que el interés afectado no sea general.

Esta acción penal privada, en los casos en que no pudiera ejercerse


directamente por la víctima u ofendido, debería combinarse con la figura de la
plena coadyuvancia en el proceso y la adherencia a la acusación pública
(acusador coadyuvante).

2. La acción penal privada en Latinoamérica.

Latinoamérica ha estada inmersa en un proceso de cambio en su sistema


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procesal penal, al menos desde hace aproximadamente 20 años , por lo que
resulta interesante conocer las experiencias de la región en esta materia.

Noriega Hurtado ha hecho un importante trabajo sintético sobre ese tema, por
lo que, basándonos en sus aportaciones, presentamos a continuación los
supuestos de procedencia de la acción penal privada en 9 países
latinoamericanos 14:

1. Nicaragua: calumnia e injurias graves.

13 Al respecto véase: RIEGO R., Cristián (Coordinador). Reformas Procesales Penales en


América Latina: Resultados del Proyecto de Seguimiento, IV Etapa. Chile, Centro de
Estudios de Justicia de las Américas, CEJA, 2007, págs. 11 y sigs.

14 Cfr. NORIEGA HURTADO, Eduardo. “¿Qué hacer con la acción penal privada?”. En:
Iter Criminis, Revista del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Nº 6, Cuarta época, México,
noviembre-dicembre de 2008, págs. 95 a 97.

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2. República Dominicana: violación de propiedad; difamación e injuria; violación


de la propiedad industrial; violación a la ley de cheques.

3. El Salvador: los relativos al honor y la intimidad, hurto impropio, competencia


desleal y desviación fraudulenta de clientela; y cheques sin provisión de
fondos. Además las acciones públicas podrán ser transformadas en acciones
privadas a petición de las víctimas siempre que la Fiscalía General de la
República lo autorice, porque no exista un interés público gravemente
comprometido en los casos siguientes: cuando se trate de un delito que
requiera instancia de particular. En cualquier delito contra la propiedad. Cuando
se prescinda de la acción pública en razón de la insignificancia, la mínima
contribución o la mínima culpabilidad del autor o partícipe.

4. Bolivia: el giro de cheque en descubierto, giro defectuoso de cheque, desvío


de clientela, corrupción de dependientes, apropiación indebida, abuso de
confianza, los delitos contra el honor, destrucción de cosas propias para
defraudar, defraudación de servicios o alimentos, alzamiento de bienes o
falencia civil, despojo, alteración de linderos, perturbación de posesión y daño
simple.

5. Guatemala: las acciones de ejercicio público podrán ser transformadas en


acciones privadas, únicamente ejercitadas por el agraviado conforme al
procedimiento especial previsto y siempre que no produzcan impacto social, en
los casos siguientes: 1) cuando se trate de los casos previstos para prescindir
de la persecución penal, conforme el criterio de oportunidad; 2) en cualquier
delito que requiera de denuncia o instancia particular, a pedido del legitimado a
instar, cuando el Ministerio Público lo autorice, porque no existe un interés
público gravemente comprometido y el agraviado garantiza una persecución
penal eficiente; 3) en cualquier delito contra el patrimonio, según el régimen
previsto en el inciso anterior. Si en un mismo hecho hubiere pluralidad de
agraviados, será necesario el consentimiento de todos ellos, aunque sólo uno
asuma la acción penal.

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6. Costa Rica: los delitos contra el honor, la propaganda desleal, cualquier otro
delito que la ley califique como tal. También hay conversión de la acción pública
en privada a pedido de la víctima, siempre que el Ministerio Público lo autorice
y no exista un interés público gravemente comprometido, cuando se investigue
un delito que requiera instancia privada o un delito contra la propiedad
realizado sin grave violencia sobre las personas. Si existen varios ofendidos,
será necesario el consentimiento de todos.

7. Paraguay: serán perseguibles exclusivamente por acción privada los


siguientes hechos punibles: 1) maltrato físico; 2) lesión; 3) lesión culposa; 4)
amenaza; 5) tratamiento médico sin consentimiento; 6) violación de domicilio;
7) lesión a la intimidad; 8) violación del secreto de comunicación; 9) calumnia;
10) difamación; 11) injuria; 12) denigración de la memoria de un muerto; 13)
daño; 14) uso no autorizado de vehículo automotor; y 15) violación del derecho
de autor o inventor.

8. Ecuador: a) el estupro perpetrado en una mujer mayor de dieciséis años y


menor de dieciocho; b) el rapto de una mujer mayor de dieciséis años y menor
de dieciocho, que hubiese consentido en su rapto y seguido voluntariamente al
raptor; c) la injuria calumniosa y la no calumniosa grave; d) los daños
ocasionados en propiedad privada, excepto el incendio; e) la usurpación; f) la
muerte de animales domésticos o domesticados; y, g) el atentado al pudor de
un mayor de edad. Además se puede dar la conversión. Las acciones por
delitos de acción penal pública pueden ser transformadas en acciones
privadas, a pedido del ofendido o de su representante, siempre que el Fiscal lo
autorice, cuando considere que no existe un interés público gravemente
comprometido, en los casos siguientes: a) en cualquier delito contra la
propiedad. Si hubiere pluralidad de ofendidos, es necesario el consentimiento
de todos ellos, aunque sólo uno haya presentado la acusación particular; y, b)
en los delitos de instancia particular.

9. Chile: a) La calumnia y la injuria; b) El que injuriare a otro livianamente de


obra o de palabra, no siendo por escrito y con publicidad; c) La provocación a
duelo y el denuesto o descrédito público por no haberlo aceptado, y d) El

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matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento de las personas


designadas por la ley y celebrado de acuerdo con el funcionario llamado a
autorizarlo.

Como podemos observar, es unánime la tendencia a considerar como delitos


de acción privada aquellos que afectan el honor o la intimidad personal y, en
orden decreciente, algunos de contenido patrimonial, libramiento de cheques
sin fondos, delitos de propiedad intelectual, lesiones, nulidad matrimonial,
atentados al pudor y rapto. En cuatro países se contempla también la
posibilidad de transformar la acción pública en privada, cuando no exista un
interés público gravemente comprometido.

3. El desarrollo de la acción penal privada en México


A la fecha, ocho estados de la República han puesto en marcha, de
manera total o parcial, el nuevo sistema procesal penal acusatorio y oral, por lo
que a continuación analizaremos el desarrollo que, en cada entidad, ha tenido
la acción penal privada, concluyendo con las propuestas contenidas en el
proyecto de Código Federal de Procedimientos Penales de la Secretaría
Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de
Justicia Penal de la Secretaría de Gobernación y el Código Modelo del Proceso
Penal Acusatorio para los Estados de la Federación de la Comisión Nacional de
Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos Mexicanos.

1. Baja California.
El Código de Procedimientos Penales para el Estado de Baja California, de
fecha 19 de octubre de 2007, en vigor a partir del 11 de agosto de 2010 en el
partido judicial de Mexicali y en forma sucesiva en Ensenada, a partir del 3 de
mayo de 2012 y Tijuana, Tecate y Playas de Rosarito, a partir del día 3 de
mayo de 2013, señala, en su artículo 76, que el ejercicio de la acción penal
corresponde al Ministerio Público, sin perjuicio de que el Código otorgue en
ciertos casos dicha facultad a la víctima u ofendido.

De esa forma, esta legislación admite la figura de la acción penal privada


(artículo 394 BIS), la cual procede en los casos de los delitos de difamación y

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calumnia previstos en los artículos 185 y 191 del Código Penal para el Estado
de Baja California, y cuando el Ministerio Público haya decidido aplicar un
criterio de oportunidad con fundamento en lo dispuesto por la fracción I del
artículo 79 del Código de Procedimientos Penales (casos en que el Ministerio
Público prescinde de la persecución penal por tratarse de un hecho
socialmente insignificante o de mínima o exigua culpabilidad del imputado). En
todo caso, la víctima u ofendido en el procedimiento de acción penal privada
deberá estar representada por un Licenciado en Derecho.

Procedimentalmente, en los casos de los delitos de difamación y calumnia, la


víctima u ofendido deberá presentar una previa querella ante el Ministerio
Público, para señalar las diligencias de investigación que considere necesarias
(artículo 394 BIS 1).

Tratándose de acción penal privada en caso de criterios de oportunidad,


notificada la resolución del Ministerio Público que aplica un criterio de
oportunidad conforme lo dispuesto en el artículo 79, fracción I del Código
procesal, la víctima u ofendido podrán impugnar dicha resolución ante el Juez
de Garantía o manifestar su interés de ejercer la acción penal privada en un
plazo de tres días contados a partir de la notificación, pudiendo solicitar la
práctica de diligencias que resulten indispensables para la investigación.
(artículo 394 BIS 2).

Una vez realizadas las diligencias propuestas por la víctima u ofendido, el


Ministerio Público cerrará la investigación y entregará la carpeta de
investigación a la víctima u ofendido para que en su caso, ejercite la acción
penal privada (artículo 394 BIS 3).

La legislación procesal de Baja California, contempla también la figura del


acusador coadyuvante (artículo 120) y en tal caso la víctima u ofendido será
considerada como parte para todos los efectos legales.

De constituirse en acusador coadyuvante, la víctima u ofendido, por escrito,


podrá (artículo 301):

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LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

I. Señalar los vicios materiales y formales del escrito de acusación y requerir su


corrección;
II. Ofrecer la prueba que estime necesaria para complementar la acusación del
Ministerio Público;
III. Concretar sus pretensiones, ofrecer prueba para el juicio y cuantificar el
monto de los daños y perjuicios sufridos por el delito.

Se contempla también la existencia del actor civil, medio por el cual la victima
u ofendido podrá exigir la reparación del daño a cargo de terceros dentro del
mismo proceso penal mediante demanda civil (artículo 87 del Código de
Procedimientos Penales).

2. Chihuahua
El Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua, publicado el 9
de agosto del 2006 y vigente en la entidad desde enero de 2008, es pionero en
materia del sistema procesal acusatorio.

Su artículo 80 señala que la acción penal es pública y corresponde al Estado


ejercerla a través del Ministerio Público, sin perjuicio de la participación que el
Código concede a la víctima u ofendido.

Sin embargo, ello no implica que en el Estado de Chihuahua se


reconozca la acción penal privada, pues lo único que se contempla es la
figura del acusador coadyuvante (artículo 122), conforme a la cual se tendrá a
la víctima u ofendido como parte en el proceso para todos los efectos legales.

De constituirse en acusador coadyuvante, la víctima u ofendido, por escrito,


podrá (artículo 301):
I. Señalar los vicios materiales y formales del escrito de acusación y requerir su
corrección;
II. Ofrecer la prueba que estime necesaria para complementar la acusación del
Ministerio Público;
III. Concretar sus pretensiones, ofrecer prueba para el juicio oral y cuantificar el
monto de los daños y perjuicios; y
IV. Ejercer los demás derechos que señalen las leyes aplicables.

Se contempla también la figura del actor civil (artículo 422 y siguientes),


quien podrá ejercer la acción resarcitoria en contra de la persona que, según

15
LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

las leyes, responda por el daño que el imputado hubiera causado con el hecho
punible.

3. Durango
El Código Procesal Penal del Estado de Durango, expedido en febrero
de 2010 y vigente en la entidad, señala, en su artículo 89, que la acción penal
es pública o privada.

Conforme a ello, la acción penal privada podrá ser ejercida por la víctima u
ofendido, sin perjuicio de que también pueda ejercerla el Ministerio Público
cuando se actualicen las condiciones de procedibilidad.

Son delitos de acción privada, conforme al artículo 91, los siguientes:


I. Simulación de pruebas;
II. Delitos cometidos en el ejercicio de la profesión, responsabilidad profesional
y técnica;
III. Abandono, negación y práctica indebida del servicio médico;
IV. Negación del servicio público;
V. Discriminación; y
VI. Chantaje, extorsión e intimidación.

Conforme al artículo 409, el procedimiento comenzará por la interposición de la


querella o denuncia, por la persona habilitada para promover la acción penal,
ante el Juez de Control competente. En la audiencia respectiva, el Juez de
Control hará un examen de la acusación privada con el objeto de determinar si
se desprenden datos que establezcan que se ha cometido un hecho tipificado
como delito y la probabilidad de que el imputado lo cometió o participó en él. En
caso de que considere que no ha lugar a proseguir la acción privada porque no
se reúnen los requisitos anteriores, la parte legitimada podrá apelar. Si el caso
llega hasta la presentación de la acusación, ello se hará ante el Tribunal de
Juicio Oral, quien fijará audiencia, a fin de que el acusado en el plazo de cinco
días, manifieste lo que considere conveniente en su defensa, ofrezca los
medios de prueba conforme a las reglas comunes previstas para la audiencia
intermedia y oponga las excepciones y recusaciones que estime adecuadas.
Como requisito indispensable el acusador privado deberá contar con la

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LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

asistencia de un licenciado en derecho o su equivalente autorizado en términos


de la ley respectiva.

Es importante destacar que en los delitos de acción privada no habrá lugar a


medidas cautelares personales (artículo 410).

Cuando no se haya logrado identificar o individualizar al acusado, así como


determinar su domicilio o cuando para describir clara, precisa y
circunstanciadamente el hecho, sea imprescindible llevar a cabo diligencias
que el acusador privado no pueda realizar por sí mismo, requerirá en la
acusación el auxilio judicial e indicará las medidas pertinentes. Lo mismo
ocurrirá, respecto a los datos o medios de prueba que requiera para acreditar el
hecho. El tribunal prestará el auxilio, si corresponde. Luego, el acusador
completará su acusación dentro de los cinco días de obtenida la información
faltante (artículo 411)

En términos similares a otras legislaciones, el Código procesal penal de


Durango, también contempla la figura del acusador coadyuvante, a quien se
tendrá como parte para todos los efectos legales (artículo 134).

Conforme a ello (artículo 323), hasta diez días antes de la fecha fijada
para la realización de la audiencia intermedia, la víctima u ofendido o su
representante legal podrá constituirse en acusador coadyuvante y en tal
carácter, por escrito, podrá:
I. Señalar los vicios materiales y formales del escrito de acusación y requerir su
corrección;
II. Ofrecer los medios de prueba que estime necesarios para complementar la
acusación del Ministerio Público; y
III. Concretar sus pretensiones, ofrecer prueba para el juicio y cuantificar el
monto de los daños y perjuicios cuando haya ejercido la acción civil
resarcitoria. El monto reclamado corresponderá a los daños y perjuicios que
fueren liquidables a esa fecha, sin perjuicio de su derecho a reclamar la parte
ilíquida con posterioridad.

Finalmente, en esta legislación también aparece regulada la figura del


actor civil, para ejercer la acción resarcitoria por daño emergente del delito, a
cargo de un tercero civilmente obligado (artículo 429 y siguientes).

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4. Estado de México
El Código de Procedimientos Penales para el Estado de México,
publicado el 9 de febrero de 2009, en vigor desde el día 1 de octubre de 2009
en los Distritos Judiciales de Toluca, Lerma, Tenancingo y Tenango del Valle;
desde el 1 de abril de 2010 en los Distritos Judiciales de Chalco, Otumba y
Texcoco; desde el 1 de octubre de 2010 en los Distritos Judiciales de
Nezahualcoyótl, El Oro, Ixtlahuaca, Sultepec y Temascaltepec; desde el 1 de
abril de 2011 en los Distritos Judiciales de Tlalnepantla, Cuautitlán y Zumpango
y desde el 1 de octubre de 2011 en los Distritos Judiciales de Ecatepec de
Morelos, Jilotepec y Valle de Bravo (artículo sexto transitorio), señala, en su
artículo 28, textualmente lo siguiente:
Artículo 28. La investigación del delito corresponde al ministerio público y a las policías
que actuarán bajo la conducción y mando de aquél.

El ejercicio de la acción penal corresponde al ministerio público. Este código


determinará los casos en que los particulares podrán ejercer esta última.

De acuerdo con ello, la acción penal privada podrá ser ejercida por la víctima
u ofendido, ante el juez de control competente (artículo 431) y procederá
tratándose de los siguientes delitos (artículo 432):

I. Injurias;
II. Difamación;
III. Calumnia;
IV. Culposos previstos en el artículo 62 del Código Penal del Estado de México
[se refiere a los delitos culposos que solamente origen daño en los bienes, cualquiera que sea
su monto y lesiones, incluso que tarden en sanar mas de quince dias, siempre y cuando el
inculpado no se hubiere encontrado en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas u otras
substancias que produzcan efectos análogos].
V. Lesiones perseguibles por querella; y
VI. Robo simple, abuso de confianza, fraude y daño en los bienes, cuando el
monto del daño patrimonial no exceda de mil días de salario mínimo del área
geográfica respectiva [equivalente a $59,920.00 en el área A y a $56,700.00 en el área C].

El procedimiento inicia con la presentación por escrito de la querella ante el


juez de control; se acompañarán copias para el imputado y el ministerio público
(artículo 433).

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LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

Recibido el escrito de querella, el juez de control constatará que se cumpla con


los requisitos señalados en el artículo anterior y que se trata de un hecho
delictuoso materia de acción privada. De no cumplir con los requisitos, el juez
prevendrá para su cumplimiento por el término de tres días. De no subsanarse
éstos, o de ser improcedente esta vía se inadmitirá a trámite (artículo 435).

Cumplidos los requisitos señalados, se admitirá a trámite y se fijará fecha para


la celebración de audiencia dentro de tres días a efecto de que el ministerio
público manifieste lo que a su representación social competa.

En la misma audiencia, el juez proveerá lo necesario para el desahogo de las


diligencias propuestas por el querellante, las que una vez practicadas, el juez,
si procediere, citará a las partes a la audiencia de formulación de la imputación
que deberá celebrarse después de diez y antes de quince días siguientes a la
citación (artículo 436).

El artículo 312 contempla la existencia del acusador coadyuvante y en tal


caso se tendrá a la víctima u ofendido como parte para todos los efectos
legales. Su gestión deberá formularla por escrito y le serán aplicables en lo que
corresponda las formalidades previstas para la acusación del ministerio público.

En ese carácter, hasta quince días antes de la fecha fijada para la realización
de la audiencia intermedia, la víctima u ofendido, podrá por escrito (artículo
311):
I. Formular acusación coadyuvante, conforme a lo dispuesto en este código;
II. Señalar, en su caso, los vicios formales del escrito de acusación y requerir
su corrección;
III. Ofrecer la prueba que estime necesaria para complementar la acusación del
ministerio público; y
IV. Solicitar el pago de la reparación del daño y, cuantificar su monto.

Este código no contempla la figura del actor civil para demandar el pago de la
reparación del daño a terceros obligados, pero, en todo caso, esta es una
facultad implícita que tiene la victima u ofendido.

5. Guanajuato

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La Ley del Proceso Penal para el Estado de Guanajuato, publicada el 3 de


septiembre de 2010, en vigor a partir del 1 de septiembre del año 2011 en la
Región comprendida por los municipios de: Atarjea, Comonfort, Doctor Mora,
Dolores Hidalgo Cuna de la Independencia Nacional, Guanajuato, Ocampo,
San Diego de la Unión, San Felipe, San José Iturbide, San Miguel de Allende,
San Luis de la Paz, Santa Catarina, Tierra Blanca, Victoria y Xichú; del 1 de
enero del año 2013 en la Región comprendida por los municipios de: Abasolo,
Cuerámaro, Huanímaro, Irapuato, Jaral del Progreso, Pénjamo, Pueblo Nuevo,
Romita, Salamanca, Silao y Valle de Santiago; del 1 de enero del año 2014 en
la Región comprendida por los municipios de: Acámbaro, Apaseo el Alto,
Apaseo el Grande, Celaya, Coroneo, Cortazar, Jerécuaro, Moroleón,
Salvatierra, Santa Cruz de Juventino Rosas, Santiago Maravatío, Tarandacuao,
Tarimoro, Uriangato, Villagrán y Yuriria; y del 1 de enero del año 2015 en la
Región comprendida por los municipios de: León, Manuel Doblado, Purísima
del Rincón y San Francisco del Rincón; señala, en su artículo 134, que la
acción penal será pública o particular y que corresponde el ejercicio de la
acción penal pública al Ministerio Público, de oficio o a instancia del interesado,
y, en los casos señalados en la ley, los particulares podrán ejercer la acción
penal de manera autónoma.

De ese modo (artículo 398), la acción penal particular se ejercerá ante


el Juez de Control por la víctima o el ofendido en calidad de acusador
particular, o por medio de apoderado con poder general con cláusula especial o
poder especial para tal efecto.

Conforme al artículo 399, se podrá ejercer acción penal particular en los delitos
de querella, en los siguientes supuestos:
I. Cuando el Ministerio Público determine el no ejercicio de la acción penal y no
se interponga el recurso correspondiente; y
II. Cuando la víctima u ofendido decidan acudir directamente ante el Juez de
Control.

La víctima o el ofendido podrán optar por someterse a las reglas de la acción


penal pública o por promover la acción penal particular, pero la presentación de
la querella impide el ejercicio de la acción penal particular de forma autónoma.

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LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

En cualquier caso, el ejercicio de la acción penal particular extingue la acción


penal pública.

Si directamente y en forma autónoma el acusador particular solicita vincular a


proceso a una persona con fundamento en la fracción II del artículo 399 citado,
podrá formular la imputación ante la autoridad judicial; para ello, solicitará al
Juez de Control la celebración de una audiencia, precisando el delito que se le
atribuye al inculpado y la forma en que ha intervenido, así como la expresión de
las diligencias cuya práctica se solicita con el auxilio judicial y, en su caso,
petición de prueba anticipada.

A esta audiencia, que el juez convocará en un plazo no mayor de diez días


contados a partir de que, de ser procedente, se haya recabado la información
con el auxilio judicial para que el acusador particular pueda completar su
imputación o en su caso de la negativa del auxilio, se citará al inculpado con
cinco días de anticipación a la celebración de la audiencia, sin contar en ese
plazo el día de la notificación ni el de la audiencia, indicándole que deberá
comparecer acompañado de su defensor y se le apercibirá que en caso de no
acudir, se emitirá orden de comparecencia (artículo 402).

Cuando no se haya logrado identificar al inculpado o determinar su domicilio, o


cuando para describir clara, precisa y circunstanciadamente el hecho, sea
imprescindible llevar a cabo diligencias que el acusador particular no pueda
realizar por sí mismo, en el escrito de solicitud de audiencia para formular
imputación o en el plazo de cinco días contados a partir del día siguiente a
aquel en que se recibieron los antecedentes de parte del Ministerio Público,
requerirá el auxilio judicial. Lo mismo ocurrirá, respecto a los datos o medios de
prueba que requiera para acreditar el hecho.

El acusador particular completará su imputación o acusación, según


corresponda, dentro de los cinco días siguientes al en que se obtenga la
información faltante o se le niegue el apoyo requerido por resolución firme
(artículo 403).

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LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

Esta legislación no contempla expresamente la figura del acusador


coadyuvante, pero sí la del “coadyuvante”, que en la práctica es similar a
aquella.

Así, el artículo 332 señala que hasta diez días antes de la fecha fijada para la
realización de la audiencia de preparación del juicio, la víctima u ofendido, por
escrito, podrá adherirse a la acusación del Ministerio Público, constituyéndose
en su coadyuvante y en ese carácter estará en aptitud de:
I. Señalar los vicios formales del escrito de acusación y requerir su corrección;
II. Ofrecer los medios de prueba que estime necesarios para complementar la
acusación del Ministerio Público; y
III. Formalizar sus pretensiones en relación a la reparación del daño.

Esta legislación señala que la reparación del daño que deba exigirse al
inculpado, o a quien se compruebe responsabilidad civil, se hará valer de oficio
por el Ministerio Público ante el Juez de Control (artículo 147), pero cuando la
víctima u ofendido coadyuve con el Ministerio Público o ejerza acción penal
particular, podrá promover por su cuenta la reparación del daño (artículo 149).

De esa forma, no se prevé al actor civil para exigir el pago de la


reparación del daño a terceros, facultades que se otorgan al Ministerio Público,
al coadyuvante o al acusador particular.

6. Morelos
El Código de Procedimientos Penales del Estado de Morelos, publicado el 22
de noviembre de 2007, en vigor a partir del 30 de octubre del 2008 en el Primer
Distrito Judicial, con sede en Cuernavaca y Huitzilac; a partir del 6 de julio de
2009 en el Sexto Distrito Judicial con sede en Cuautla y en el Quinto Distrito
Judicial con sede en Yautepec, Morelos y a partir del 1 de enero del 2012, en
los demás distritos judiciales, señala, en su artículo 83, que la acción penal es
pública o privada y que corresponde al Estado la acción pública a través del
Ministerio Público, mientras que la acción penal privada será ejercida por la
victima u ofendido en los casos y en los términos previstos por el Código.

Conforme al artículo 86 Bis, son delitos perseguibles por acción privada:

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I. Revelación de Secreto;
II. Difamación;
III. Adulterio, y
IV. Los casos en que el Ministerio Público haya aplicado el criterio de
oportunidad previsto en la fracción primera del artículo 88 de este Código [casos
en que se prescinde de la acción penal pública por tratarse de un hecho insignificante, de
mínima culpabilidad del autor o del partícipe o exigua contribución de éste].

Conforme al artículo 398 Bis, la acusación de la víctima u ofendido por delito de


acción privada será presentada ante el juez de control y le serán aplicables las
reglas previstas para la acusación del Ministerio Público.

Presentada la acusación el juez correrá traslado al imputado, lo citará a la


audiencia de vinculación a proceso, que deberá celebrarse dentro de los cinco
a diez días siguientes, para que manifieste lo que considere conveniente en su
defensa, ofrezca los medios de prueba conforme a las reglas comunes y
oponga las excepciones y recusaciones que estime conveniente, previniéndole
el nombramiento de defensor, apercibido que de no hacerlo le nombrará un
defensor público.

Cuando el acusador privado haya ejercido la acción para la reparación de


daños y perjuicios, el juez la adjuntará, con la acusación y en esa misma
oportunidad se hará del conocimiento del imputado y del tercero obligado a la
reparación, en su caso.

Cuando no se haya logrado individualizar al acusado o determinar su domicilio,


o cuando para describir clara, precisa y circunstanciadamente el hecho, sea
imprescindible llevar a cabo diligencias que el acusador no pueda realizar por
sí mismo, requerirá en la acusación el auxilio judicial, e indicará las medidas
pertinentes. El juez prestará el auxilio, si corresponde. Luego, el acusador
completará su acusación dentro de los cinco días de obtenida la información
faltante (artículo 398 Ter).

En términos similares a otras legislaciones, este código prevé que la víctima u


ofendido podrá constituirse como acusador coadyuvante, en cuyo caso se le
tendrá como parte para todos los efectos legales (artículo 126).

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En tal carácter (artículo 300) tendrá la facultad de:


I. Señalar los vicios materiales y formales del escrito de acusación y requerir su
corrección;
II. Ofrecer la prueba que estime necesaria para complementar la acusación del
Ministerio Público; y
III. Ofrecer prueba para acreditar la existencia y el monto de los daños y
perjuicios.
IV. Demandar la reparación del daño y perjuicios a los terceros que deban
responder conforme a la ley.

No se contempla expresamente la figura del actor civil, pero el pago de la


reparación del daño exigible a terceros esta implícito en las facultades de la
víctima u ofendido, ya sea como tal o como acusador coadyuvante.

7. Oaxaca
El Código Procesal Penal para el Estado de Oaxaca, publicado el 9 de
septiembre de 2006, en vigor a partir del 9 de septiembre de 2007 en las
regiones del Istmo y la Mixteca y a partir del 9 de mayo del 2012,
consecutivamente, cada año en los distritos de las regiones de la Costa,
Cuenca y Valles Centrales, para finalmente implementarse en las regiones de
la Cañada y la Sierra (Norte y Sur), señala, en su artículo 81, que la acción
penal es pública y corresponde al Estado ejercerla a través del Ministerio
Público, salvo las excepciones legales y sin perjuicio de la participación que el
Código concede a la víctima o a los ciudadanos.

No obstante lo anterior, en la legislación de Oaxaca no se reconoce la acción


penal privada, pero si la figura de la parte coadyuvante (artículo 128)

Si la víctima se constituye en parte coadyuvante deberá formular su acusación


por escrito y le serán aplicables, en lo conducente, las formalidades previstas
para la acusación del Ministerio Público.

En el escrito de acusación, la parte coadyuvante deberá ofrecer la prueba que


pretenda se reciba en la audiencia de debate y que estima necesaria para
complementar la acusación del Ministerio Público (artículo 296).

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Asimismo (artículo 295), como víctima tiene derecho a:


I. Señalar los vicios materiales y formales del escrito de acusación y requerir su
corrección; y
II. Concretar sus pretensiones, ofrecer prueba para el juicio y cuantificar el
monto de los daños y perjuicios cuando hubiere ejercido la acción civil
resarcitoria. El monto reclamado corresponderá a los daños y perjuicios que
fueren liquidables a esa fecha, sin perjuicio de su derecho a reclamar la parte
ilíquida con posterioridad.

Esta legislación contempla también la figura del actor civil, para ejercer
la acción resarcitoria por daño emergente del delito, a cargo de un tercero
civilmente obligado (artículo 399 y siguientes).

8. Zacatecas
El Código Procesal Penal para el Estado de Zacatecas, publicado el 15 de
septiembre de 2007, en vigor en el Distrito Judicial Primero de la Capital a partir
del día 5 de enero de 2009; a partir de 1 de junio de 2012 en los Distritos
Judiciales Segundo de Fresnillo y Séptimo de Calera, y a partir del 17 de enero
de 2013 en el resto del territorio del Estado, señala, en su artículo 80, que la
acción penal es pública y corresponde al Estado a través del Ministerio Público
ejercerla, salvo las excepciones legales y sin perjuicio de la participación que
este Código concede a la víctima o a los ciudadanos.

Sin embargo, en esta legislación no se reconoce la acción penal


privada, pero si, en cambio, el acusador coadyuvante

De conformidad con el artículo 338, la víctima podrá adherirse a la acusación


formulada por el Ministerio Público y en tal caso se le tendrá como parte para
todos los efectos legales.

Para actuar con el carácter de acusador coadyuvante, la víctima deberá


nombrar un licenciado en derecho para que la represente. Su gestión deberá
formularla por escrito y le serán aplicables en lo que corresponda las
formalidades previstas para la acusación del Ministerio Público.

De otra parte, como víctima del delito podrá (artículo 337):

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LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

I. Formular la acusación coadyuvante;


II. Señalar los vicios formales del escrito de acusación y requerir su corrección;
III. Ofrecer la prueba que estime necesaria para que el Ministerio Público pueda
complementar la acusación, y
IV. Ejercer la acción para obtener la reparación de los daños y perjuicios.
La figura del actor civil o parte civil, se prevé también para obtener la
reparación del daño de personas obligadas distintas del inculpado (artículos
153, 398 y 437).

9. Proyecto de Código Federal de Procedimientos Penales de la Secretaría


Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del Sistema de
Justicia Penal de la Secretaría de Gobernación.
El proyecto de Código Federal de Procedimientos Penales de la
Secretaría Técnica del Consejo de Coordinación para la Implementación del
Sistema de Justicia Penal de la Secretaría de Gobernación (en lo subsecuente:
Proyecto de CFPP de la SETEC), de julio de 2010, reconoce solo la acción
penal pública, al decir, en su artículo 280, lo siguiente:

Artículo 280. Titular del ejercicio de la acción penal

El ejercicio de la acción penal corresponde al ministerio público. El ejercicio de


la acción penal no podrá dejar de ejercerse, ni suspenderse, ni interrumpirse,
ni hacerse cesar, salvo en los casos que establezca la ley para aplicar el
principio de oportunidad.

Sin embargo, este proyecto contempla la figura del Acusador coadyuvante,


conforme a la cual la víctima u ofendido podrá adherirse a la acusación
formulada por el ministerio público; en tal caso, se le tendrá como parte para
todos los efectos legales. Deberá formular su gestión por escrito y le serán
aplicables, en lo conducente, las formalidades previstas para la acusación del
ministerio público y en dicho escrito ofrecerá las pruebas que pretenda se
reciba en la audiencia de juicio (artículos 139 y 396).

Expresamente no esta reconocido el actor civil, pero es derecho de la


víctima u ofendido, entre otros, todo lo conducente a obtener la reparación del
daño (artículo 136).

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LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

Respecto de este proyecto, parece oportuno comentar que el 20 de


enero de 2011 se publicaron el Diario Oficial de la Federación los “Acuerdos
aprobados en la VI Sesión Ordinaria del Consejo de Coordinación para la
Implementación del Sistema de Justicia Penal celebrada el 09 de diciembre de
2010”, entre los cuales se encuentra el relativo a la aprobación del proyecto de
Código Federal de Procedimientos Penales, ordenándose su remisión a la
Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, para que concluya las formalidades
relativas a la exposición de motivos; el régimen transitorio; el capítulo de la
acción penal privada y demás formalidades necesarias que enriquezcan el
proyecto en mérito y lo presente como iniciativa de Ley ante el Congreso de la
Unión.

10. Código Modelo del Proceso Penal Acusatorio para los Estados de la
Federación de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los
Estados Unidos Mexicanos.

El Código Modelo del Proceso Penal Acusatorio para los Estados de la


Federación de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los
Estados Unidos Mexicanos (en lo sucesivo: Código modelo de la CONATRIB),
de 2009, señala, en su artículo 92, que el ejercicio de la acción penal
corresponde al ministerio público, pero podrá ejercerse por los particulares
como acusador particular, privado o popular.

Así las cosas, este proyecto distingue tres tipos de acción penal,
adicionales a la acción penal pública.

Respecto al acusador particular, se señala que en los delitos de querella, la


víctima podrá ejercer la acción penal ante los tribunales de manera autónoma y
que siempre que no exista un interés público gravemente comprometido, la
acción penal pública podrá convertirse en particular en los delitos contra la
propiedad si no existe violencia, o cuando el ministerio público disponga la
aplicación de un criterio de oportunidad (artículo 195).

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LETRAS JURIDICAS NÚM. 12 PRIMAVERA DE 2011 ISSN 1870-2155

En los delitos de acción pública, la víctima o su representante legal, en calidad


de acusador particular, podrá intervenir en el proceso respetándose sus
derechos fundamentales (artículo 144).

Tocante al acusador privado, actúa en los casos de delitos de acción privada,


considerando como tales a los delitos contra el honor y cualquier otro delito que
la ley califique como tal (artículo 96).

En los casos del acusador popular, cualquier persona que demuestre interés
legítimo, podrá ejercer la acción penal popular. También podrán ejercer la
acusación popular en términos de este artículo el Auditor Superior del
Congreso, el titular del Organismo Estatal de Derechos Humanos y los
Síndicos Municipales.

Se consideran delitos de acción popular:


I. Delitos cometidos por servidores públicos;
II. Delitos de lesa humanidad; y
III. Delitos contra el medio ambiente y la legislación ambiental (artículo 97).

Conforme al artículo 145, la acusación por particulares deberá reunir, en lo


posible, los mismos requisitos de la acusación del ministerio público. La víctima
en el ejercicio de la acción penal deberán actuar con el patrocinio de abogado o
representante.

4. Conclusiones
Acorde al desarrollo de la legislación procesal penal en Latinoamérica y
15
en nuestro propio país e incluso desde la perspectiva internacional , no
parece haber duda que el campo natural de la acción penal privada es aquel
relacionado con los delitos contra el honor y la intimidad personal, constituidos

15 Por ejemplo, la legislación procesal penal alemana reconoce la acción penal privada para
determinados delitos leves, como son violación de domicilio, injurias, calumnias y
difamación, violacion del secreto postal, lesiones, amenazas, daño, delitos relativos a la
competencia empresarial, asi como infracciones al derecho de patentes, de autor, de
registro de marcas, de registro de diseños gráficos para el consumo o la moda. Véase sobre
el particular: ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal (traducción de la 25ª edición alemana
por Gabriela E. Córdova y Daniel R. Pastor). 1ª edición, Argentina, Ediciones del Puerto,
2000, págs. 527 y 528.

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básicamente por las injurias, las calumnias, la difamación, la violación de


correspondencia, la revelación de secretos y los golpes u otras violencias
físicas simples, en los códigos que aun los prevén.

Parece haber aquí, en esencia, un interés preponderantemente


personal, que puede justificar, si bien no el abandono, si el retraimiento de la
acción penal pública, ante el reconocimiento de que el interés afectado no es
general.

De hecho, de los cuatro Estados que en México han desarrollado el


instituto de la acción penal privada, en tres se contemplan los delitos contra el
honor, como supuestos de procedencia para esta última, lo cual también se
prevé en el Código modelo de la CONATRIB .

Sin embargo, este natural campo de acción tendería a estrecharse, de


continuar la tendencia observada en la legislación penal mexicana a partir de
2006, en el sentido de despenalizar los delitos contra el honor y trasladar su
regulación al campo del derecho civil 16.

Otros supuestos en donde estimo podría observarse un interés


predominantemente particular y no general, y, por tanto, aconsejables de
admitir la acción penal privada, son los casos de los delitos contra la propiedad
intelectual (patentes y marcas, derechos de autor), a condición de que no se
trate de delincuencia organizada.

La cuestión ya no se torna tan sencilla en los casos de delitos


17 18
patrimoniales y de querella , donde se observa una tendencia, si bien
menos homogénea, a considerarlos perseguibles por acción penal privada.

16 A inicios del 2011, 17 entidades habían derogado los tipos penales relacionados con
injurias, difamación y calumnias. Se trata de: Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua,
Coahuila, Distrito Federal, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Morelos, Oaxaca,
Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Veracruz.

17 Son los casos del Estado de México, El Salvador, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Alemania.

18 Así, Guanajuato y el Código modelo de la CONATRIB.

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Y ello es así en razón de que, en estos casos, la frontera entre el interés


general y el interés particular, ya no parece tan clara.

Como criterio diferenciador, en los delitos patrimoniales, en el Estado de


México se optó por el de la cuantía, de tal modo que el robo simple, el abuso
de confianza, el fraude y el daño en los bienes que sea menor a $59,920.00 en
el área A y a $56,700.00 en el área C, será perseguible mediante acción penal
privada.

Si bien es cierto que la acción penal pública no queda excluida en estos casos,
la pregunta es si el monto del daño marca una frontera entre el interés público
en la persecusión del delito y el interés predominantemente personal, pues si
de eso se trata, muy probablemente la víctima consideraría que, a mayor
monto, mayor interés personal y, por tanto, mayor accción penal privada. Sin
embargo, las cosas no se presentan así y lo que subyace es que el monto es
tan menor que no justifica el gasto estatal en su persecución, lo que convierte
las cosas en un asunto más de pragmatismo que de principios. Preferible
entonces encontrar otra salida para esta cuestión, que puede venir por parte de
la justicia restaurativa y los mecanismos alternos de solucion de conflictos.

Tocante al criterio diferenciador de considerar a los delitos de querella como


perseguibles por acción penal privada, que se utiliza en Guanajuato y el Estado
de México (tratándose de lesiones) y que propone el Código modelo de la
CONATRIB, me parece que tampoco es suficiente para establecer una
delimitación clara entre el interés publico en la persecución del delito y el
interés meramente personal, pues si bien es cierto que muchos de estos delitos
constituyen conductas de escasa relevancia social, otros si la tienen y en estos
casos la querella no obedece a su escasa trascendencia socio-comunitaria,
sino a la consideración de que la persecución del delito podría arrojar a la
víctima un daño mayor que la posible reparación o satisfacción judicial (algunos
19
delitos de contenido sexual) o bien impedir un arreglo satisfactorio para el

19 Sobre esto vid. MÁRQUEZ PIÑERO, Rafael. Voz: “Querella”. En: Diccionario Jurídico
Mexicano. 6ta edición, México, Coedición Porrúa-UNAM, 1993, Tomo IV, pág. 2650.

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ofendido, que se estima preferente sobre el interés en la persecución pública


(delitos patrimoniales). En ese tenor, estimo que no se puede generalizar en
materia de delitos de querella y hacer que todos se persigan por acción penal
privada.

El Código procesal penal de Estado de México estable como


perseguibles por acción penal privada los delitos culposos que solamente
origen daño en los bienes y lesiones, incluso que tarden en sanar mas de
quince dias, siempre y cuando el inculpado no se hubiere encontrado en estado
de ebriedad o bajo el influjo de drogas u otras substancias que produzcan
efectos análogos. Y es probable que esta diferenciación, como ocurre con los
delitos patrimoniales de menor cuantía, obedece mas a cuestiones pragmáticas
que de estricto seguimiento al principio delimitante del interés publico y privado,
sobre todo, tratándose de delitos culposos con motivo del tránsito de vehículos
que suelen distraer un alto numero de recursos para su atención por el
Ministerio Público y los Tribunales.

La pregunta aquí es si político-criminalmente es conveniente trasladar el


costo de esta persecución a la víctima o si es preferible adoptar soluciones
innovadores que sean mas compatibles con los principios de subsidiariedad y
de ultima ratio del derecho penal, como, por ejemplo, ocurre en el Distrito
Federal, en donde los daños a un bien mueble o inmueble en forma culposa
con motivo del tránsito de vehículos, siempre y cuando no se conduzca en
estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas o se haya abandonado a la
victima o se de a la fuga, son considerados infracción administrativa y, en caso
de no llegar a un arreglo sobre el monto de la reparación del daño, el asunto se
traslada ante los jueces de paz en materia civil.

Tanto Baja California como Morelos, contemplan que la acción penal


privada podrá ejercerse en los casos en que el Ministerio Público haya
prescindido de la acción penal pública por tratarse de un hecho insignificante o
de mínima culpabilidad del autor, pero la pregunta es que sentido tiene

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desgastar al aparato de justicia por hechos insignificantes que probablemente


no interesen ni a la propia víctima, atendiendo a que generalmente la
aplicación de un criterio de oportunidad presupone la reparación del daño para
esta. Así que esta causal mas bien parece de índole retorica o de mera
apariencia, pero que en realidad no sirve a nada ni a nadie.

El Estado de Durango ha preferido considerar a los delitos simulación de


pruebas, responsabilidad profesional, negación de servicio público,
discriminación, chantaje, extorsión e intimidación, como delitos perseguibles
por acción penal privada. Me parece que se hierra, atento a que en todas estas
conductas es evidente el interés publico en su persecución y no pueden
considerarse como hechos del exclusivo interés privado.

El Código modelo de la CONATRIB sugiere adoptar adicionalmente la


figura de la conversión de la acción publica en privada, cuando no exista un
interés publico gravemente comprometido en los delitos contra la propiedad no
violentos o cuando el Ministerio Público disponga la aplicación de un criterio de
oportunidad. Sobre esta propuesta podemos sumar, a las objeciones ya
expuestas, la innecesaridad de la conversión de la acción publica en privada en
procedimientos en marcha, atento a la existencia del figura del acusador
coadyuvante; de otra parte, de extender esta acción a los delitos patrimoniales,
habría que considerar que el acusador privado no tiene el “deber de
objetividad” 20 y por tanto se corre el riesgo de que se pretenda utilizar al poder
judicial para vengar afrentar personales o como medio de cobro expedito.

Tocante a lo supuestos en que se haya prescindido de la acción pública


por la aplicación de algún principio de oportunidad, parece innecesario e
irracional insistir en la persecución penal por parte de la victima, cuando en
estos casos un requisito previo es la reparación del daño, que habría quedado
satisfecho.

20 Sobre este deber, véase Claus Roxin, op. cit., pág. 526.

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Parece pues necesario insistir en la procedencia de la acción penal


privada, solo en casos excepcionales en que el interés afectado no sea
general, conforme fue la intención del constituyente permanente, siendo este el
único criterio configurador que debe tenerse presente al regular este instituto.

Sobre el futuro de la acción penal privada en la legislación penal


mexicana, por ahora, parece no ser halagüeño, habida cuenta que tres
entidades en donde ya se aplica el nuevo sistema procesal penal y el proyecto
oficial de la SETEC no la contemplan. Pero muy probablemente, vencidas las
resistencias y dimensionada adecuadamente, la acción penal privada pueda
integrarse sin mas objeciones al proceso penal mexicano, junto con la también
novel institución del acusador coadyuvante, que ha sido mejor aceptada.

Fuentes bibliográficas

CÁMARA DE DIPUTADOS. Los Derechos del Pueblo Mexicano: México a


través de sus Constituciones. 2ª edición, México, Librería de Manuel Porrúa,
1978, Tomo IV.

CASTILLO SOBERANES, Miguel Ángel. El Monopolio del Ejercicio de la Acción


Penal del Ministerio Público en México. 1era edición, México, Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM, 1992.

COLÍN SÁNCHEZ, Guillermo. Derecho Mexicano de Procedimientos Penales.


15ª edición, México, Editorial Porrúa, 1995.

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS. Diccionario Jurídico


Mexicano. 6ta edición, México, Coedición Porrúa-UNAM, 1993, Tomos I y IV.

NORIEGA HURTADO, Eduardo. “¿Qué hacer con la acción penal privada?”.


En: Iter Criminis, Revista del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Nº 6,
Cuarta época, México, noviembre-dicembre de 2008.

RIEGO R., Cristián (Coordinador). Reformas Procesales Penales en América


Latina: Resultados del Proyecto de Seguimiento, IV Etapa. Chile, Centro de
Estudios de Justicia de las Américas, CEJA, 2007.

ROXIN, Claus. Derecho Procesal Penal (traducción de la 25ª edición alemana


por Gabriela E. Córdova y Daniel R. Pastor). 1ª edición, Argentina, Ediciones
del Puerto, 2000.

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