Está en la página 1de 14

Reservas naturales

de la
provincia de corrientes

Reserva natural Rincón de Santa María

Situación

Departamento Ituzaingó

Ecorregión Sistema del Iberá, Campos y


malezales y Selva paranaense

Localidad más cercana Ituzaingó

27°30′S 56°36′OCoordenadas:
Coordenadas
27°30′S 56°36′O (mapa)

Datos generales

Administración Provincial

Fecha de creación 1994

Legislación Ley n.° 4789

Superficie 2450 ha

La reserva natural Rincón de Santa María es un área natural protegida ubicada a poca distancia de la localidad de
Ituzaingó, en el departamento homónimo de la provincia de Corrientes, en el sector central de la mesopotamia
argentina.

Creación

La reserva fue creada en el año 1994 mediante la Ley provincial n.º 4789, 1 como parte de las compensaciones que la
Entidad Binacional Yacyretá debía realizar por la pérdida de grandes superficies luego de que el espejo de agua formado
por la represa de Yacyretá llegara a su cota máxima.
La gestión del área es responsabilidad de la Fundación Ecológica Corrientes Siglo XXI y el Gobierno provincial .

Flora

La cobertura vegetal característica está conformada por pastizales de paja colorada (Andropogon lateralis) en los
sectores más cercanos a la zona de inundación y espartillares (Elionurus muticus) en las áreas secas y de mejor drenaje.
Las zonas más altas que permanecen fuera del espacio anegable aparece un bosque con predominio de guayaibí
(Patagonula americana) y curupay (Anadenanthera colubrina).
En la costa se observan algunas especies de hábito acuático como camalotes (Eichhornia azurea) y cañas (Panicum
grumosum), rodeando los troncos de árboles muertos por el anegamiento. En un pequeño sector existen plantaciones
de pinos (Pinus elliottii) y eucaliptus (Eucalyptus saligna).

Fauna

La fauna de la reserva es variada y abundante. Un estudio realizado a fin de relevar los mamíferos del área permitió
observar ejemplares de carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), zorro
gris (Lycalopex gymnocercus), zorro de monte (Cerdocyon thous), liebre (Lepus europaeus), cuis común (Cavia aperea),
carayá (Alouatta caraya), lobito de río (Lontra longicaudis), oso melero (Tamandua tetradactyla), yagouaroundi (Puma
yagouaroundi), tatú (Euphractus sexcinctus), armadillo (Dasypus novemcinctus), entre otros menos frecuentes.

La cercanía al espacio lacustre y la abundancia de zonas anegables y de densos pastizales son el hábitat de la rana
trepadora chaqueña (Hypsiboas raniceps), la ranita boyadora enana (Lysapsus limellum), la rana criolla (Leptodactylus
latrans), el yacaré negro (Caiman yacare), el lagarto overo (Salvator merianae) y la cobra de vidrio (Ophiodes striatus).

La reserva forma parte de la red de áreas importantes para la conservación de las aves (AICAs) de la Argentina,
identificada con el código CR03.
Alberga varias especies amenazadas o raras entre las que se encuentran el yetapá de collar (Alectrurus risora) y el
tachurí coludo (Culicivora caudacuta), el cachilo de antifaz (Coryphaspiza melanotis) y el carpintero garganta negra
(Campephilus melanoleucos).

Los pequeños pájaros cantores se encuentran ampliamente representados. Entre muchos otros se ha registrado la
presencia de los benteveos común (Pitangus sulphuratus) y rayado (Myiodynastes maculatus); el curutié colorado
(Certhiaxis cinnamomeus); las ratonas aperdizada Cistothorus platensis) y común (Troglodytes aedon); los capuchinos
castaño (Sporophila hypochroma), corona gris (Sporophila cinnamomea) y boina negra (Sporophila pileata); la brasita de
fuego (Coryphospingus cucullatus) y los pepiteros gris (Saltator coerulescens) y verdoso (Saltator similis).

Reserva Natural Iberá como Política de Estado

Seccionales de Guardaparques en unidades de conservación de la Reserva Provincial Iberá: Capitán Miní, Departamento
Mercedes. El Ministerio de Turismo lleva adelante diferentes programas vinculados a la sustentabilidad del medio
ambiente en la Reserva Natural del Iberá, acompañando el desarrollo de diferentes Portales de Acceso de manera
controlada.
 Seccional Capitán Mini 

Localizada en el departamento de Mercedes, en el sector sur de la Reserva del Iberá, con la intención de proseguir con el
fortalecimiento de la totalidad de acciones que involucran la conservación y preservación del área protegida, las cuales
no solo se limitan al control y vigilancia del espacio que la comprende sino que asimismo, abarca acciones de educación
e interpretación ambiental, restauración y conservación y extensión hacia las comunidades como la de Felipe Yofre o
Parajes circundantes tales como Capitán Miní, Timbocito y Naranjito. Esta Seccional que estará concluida a fines del
corriente año, contará con dos Guardaparques provinciales y estará dotada del equipamiento necesario para el
desempeño de sus labores profesionales tales como lanchas, motores, vehículos de doble tracción y otras herramientas
esenciales. 

 Seccional Galarza

Se inició la obra de restauración del “rancho correntino” ubicado en la Seccional Galarza, departamento Santo Tomé, en
cercanías de laguna de Luna.  Este rancho, que fuera edificado con el fin de generar la puesta en valor patrimonial del
rancho correntino, se constituirá en el centro de interpretación de la seccional, el cual servirá para profundizar las visitas
al sitio. 

Unidad de conservación Cambyretá

En lo mediato se iniciará la construcción de un Destacamento de Guardaparques en la ruta de acceso a la Unidad de


Conservación Cambyretá, en el departamento de Ituzaingó, a los efectos de facilitar los controles del uso público que
posee el lugar. 

Seccional  Yahaveré

Unidad de conservación Yaguareté Corá. Respecto de la Seccional Yahaveré de la Unidad de Conservación Yaguareté
Corá, en el departamento de Concepción, se iniciará próximamente la reconstrucción de la misma, considerando los
efectos del tornado sucedido el 18 de Octubre pasado. 

 Seccional Uriburu 
 Se terminó la extensión del cableado que conectara la luz eléctrica a la Seccional Uriburu, ubicada al oeste de la Isla
Apipé Grande.  

 Seccional Iberá 

 Se está llevando a cabo el relevamiento forestal de los senderos de la Seccional Iberá a orillas de la laguna homónima en
el sur del departamento de Mercedes. Asimismo, se están ejecutando las mejoras de tales senderos. Vale agregar que
también en lo mediato se contará con un Plan de Gestión de los mismos como parte de la organización y manejo del uso
público de las áreas protegidas provinciales. 

 Parque automotor y náutico 

 Se reparó una parte significativa del parque automotor para mejorar las prestaciones, al igual que el parque náutico, tan
necesario para los controles acuáticos y se halla en marcha el Programa de Dotación de nuevos vehículos y
embarcaciones para las Seccionales que los requieran en una dinámica. 

Refugio Estancia San Antonio

Situación

País  Argentina

Provincia  Corrientes

Departamento San Martín

Sistema del Iberá y Campos y


Ecorregión
malezales

Localidad más cercana Colonia Carlos Pellegrini

Datos generales

Administración Privada

Fecha de creación 2009

Superficie 3918 ha

El refugio Estancia San Antonio es un área natural protegida ubicada en cercanías a la localidad de Colonia Carlos
Pellegrini, en el departamento San Martín de la provincia de Corrientes, en el sector central de la mesopotamia
argentina.

Fue creada en el año 2009 sobre una superficie de 3918 ha de propiedad privada, dedicadas a la ganadería sustentable y
supervisadas en su preservación por la Fundación Vida Silvestre Argentina.

Flora

La cobertura vegetal del refugio incluye varias especies de gran o mediano porte, que forman bosques abiertos o
agrupaciones ralas y discontinuas. Entre otros, se encuentran el timbó (Enterolobium contortisiliquum), el ibapoy (Ficus
monckii), el lapacho (Handroanthus heptaphyllus), el ñandubay (Prosopis affinis), varias subespecies de algarrobo y el
quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco). La mayor parte de la superficie está cubierta por pastizales o
pajonales.

Fauna
En las zonas donde prevalece ambiente de humedal o palustre se ha observado la presencia de ejemplares de lobito de
río (Lontra longicaudis), ciervo de los pantanos (Blastocerus dichotomus), yacaré negro (Caiman yacare), lagarto overo
(Salvator merianae) y entre los pastizales la anaconda amarilla o cariyú (Eunectes notaeus).

El refugio se caracteriza por la presencia de varias especies de aves, como la paloma manchada (Patagioenas maculosa),
el picaflor de barbijo (Heliomaster furcifer), el carpintero lomo blanco (Campephilus leucopogon), el celestino común
(Thraupis sayaca) y el pepitero de collar (Saltator aurantiirostris), entre otros.
Se han observado algunas especies vulnerables o amenazadas, como el cardenal amarillo (Gubernatrix cristata) y el
águila coronada (Harpyhaliaetus coronatus).

Proyecto reserva natural y cultural provincial Tres Cerros

Se denomina proyecto reserva natural y cultural provincial Tres Cerros al esbozo de un área protegida a la que se aspira
otorgarle formalmente la categoría de parque provincial argentina de Corrientes, el cual protegería un pequeño conjunto
serrano-rocoso, paisaje atípico y exclusivo en esa provincia eminentemente llana, conformada por una planicie loéssica o
arenosa sin rasgos morfológicos que rompan el horizonte. Además, ampararía un sector de pastizales, bosques nativos,
bañados, arroyos y una gran laguna artificial formada por el endicamiento de un río. El área alberga numerosas especies
endémicas, a lo que se suma restos culturales aportados por la colonización emprendida por la Compañía de Jesús.

Situación y características generales

Situada en el nordeste de la Argentina y en el sector norte de la mesopotamia de dicho país, la provincia de Corrientes
se caracteriza por sus paisajes abiertos, llanos, con apenas unas suaves lomadas hacia su extremo nordeste y en el
sector centro-sur. El horizonte es lineal, sólo cortado por la presencia de bosques nativos o forestaciones artificiales, y
los mayores quiebres del terreno se producen en las barrancas que rematan hacia los grandes ríos que la bordean. No
hay montañas ni cerros, con una única y pequeña excepción. En el centro-este provincial (municipio de La Cruz,
departamento General San Martín), en la zona denominada ‘‘paraje Tres Cerros’’, (en las coordenadas: 29°06′34.30″S
56°55′51.92″O) un conjunto compuesto por 3 o 4 rocosos cerros extrañamente se levantan —a la manera de “islas
rocosas”— en medio de una inmensa llanura loéssica compuesta por materiales finos, carentes de toda piedra. Estos
afloramientos líticos, compuestos de basaltos y areniscas, están aislados de las serranías de Misiones, de las del sudeste
del Paraguay, y las del centro del estado de Río Grande del Sur (en el sur del Brasil) aunque poseen todas un mismo
origen geológico.

Si bien se elevan sólo unas pocas decenas de metros sobre la llanura circundante, fisonómicamente es tal la
horizontalidad del paisaje que lo dominan destacando vivamente, pues se los puede ver desde respetable distancia, en
una zona donde las características del paisaje refieren a herbazales sabanícolas (aprovechados por la producción
pecuaria), humedales de variada exposición hídrica y extensos cultivos de arroz.1

Paraje Tres Cerros

El nombre dado a la comarca es: ‘‘paraje Tres Cerros’’. Allí se encuentra un establecimiento educativo: la escuela
primaria N° 765.

Topografía y origen geológico


Cerros

Son 3 o 4 los cerros que componen este modesto cordón orográfico:

 Cerro Nazareno, El Nazareno o de Susini (de una altitud de 179 msnm);


 Cerro Capará (de una altitud de 158 msnm);
 Cerro Chico o El Chico (de una altitud de 148 msnm);
 Cerro Pelón (de una altitud de 131 msnm).

Algunos toman al Pelón sólo como una falda sobreelevada del sector occidental del cerro Nazareno, reduciendo de este
modo el total a 3 cerros y no 4. Presentan dunas y topes truncados, y conforman un cordón con orientación noroeste-
sudeste.

Geología

Estos afloramientos líticos corresponden a la formación Botucatú, y están compuestos por areniscas cuarzosas formadas
en el período comprendido entre el Jurásico Superior y el Cretácico inferior. Las tierras llanas de su derredor
corresponden a depósitos eólicos y lacustres de tipo arcilloso, limo-arcillosos y arenoso.

Hidrografía

Un pequeño arroyo, de aguas transparentes y lecho rocoso, se forma entre las dos prominencias más elevadas —los
cerros Nazareno y Capará—, curso el que discurre hacia el llano formando una cascada, ollas, pozones y tajamares (al
detener su corriente grandes rocas) los que están habitados por numerosas especies de peces. Al igual que lo hacen los
pequeños esteros y arroyos de la zona, también vierte sus aguas hacia la cañada Guaviraví, sobre la que se construyó
una represa, para potenciar el plantío de arroz, la cual se interpone en el tramo del curso fluvial que pasa a los pies del
cerro Chico, por lo que terminó rodeando a los cerros un embalse de cristalinas aguas que cubre una superficie de unas
5000 hectáreas, las que inundaron esteros y campos bajos, además de la natural laguna San Joaquín.

Clima

Según la clasificación climática de Papadakis, el clima de la comarca es transicional entre los subtropicales semiestépico y
húmedo (situados al oeste y este respectivamente). La temperatura media anual es de 20,6 °C y la suma de
precipitaciones anuales ronda los 1460 mm. El verano es cálido, hasta sofocante, con temperaturas máximas absolutas
que ocasionalmente alcanzan los 42 ºC con elevada humedad. Los inviernos son frescos, con algunas heladas,
mayormente suaves, con marcas mínimas absolutas de -3,5 °C.

Relevancia histórico-cultural

La zona presenta una destacada riqueza histórica y cultural pues en la base de los cerros se hallan restos arqueológicos
de las misiones jesuíticas guaraníes.

Al pie de los cerros, y luego de casi 4 siglos, aún se conservan muros y corrales jesuíticos construidos para el encierro de
bovinos, empleando como material piedras extraídas de los cerros. Es que el paraje formó parte del territorio de la
estancia ganadera perteneciente a la reducción Jesuítica guaraní ‘‘Nuestra Señora de Asunción de La Cruz’’, fundada
para evangelizar a los nativos en el año 1630 en donde hoy se localiza la misma ciudad de La Cruz, declarada
monumento histórico provincial.

Formaba parte del vasto territorio jesuítico que cubría buena parte del noreste del Cono Sur de América del Sur,
estructurado sobre los núcleos poblacionales que representaban las misiones jesuíticas guaraníes. Al paraje en cuestión
se lo denominaba en idioma guaraní con el nombre de Ybití Mbohapí, que significa ‘tres salientes de la tierra’ o ‘tres
cerros’, por lo que esa zona, y el camino que la une con La Cruz, fue un espacio de ocupación y comunicación, con
actividad pecuaria desde el siglo XVII hasta hoy.

Estancias

El área protegida proyectada cubriría sectores de varias estancias; estas son:


 Estancia "Las Marías" (propiedad de Bety Coutinho y Don Araujo);
 Estancia "La Higuera Cué" (propiedad de Ruth y Agustín Giordani);
 Estancia "Buena Vista" (propiedad de Diego y Horacio Pacheco).

Las mismas son establecimientos agropecuarios, pero eventualmente podrían evolucionar a sumar también ingresos en
base al rubro del turismo de estancias.

Riqueza biológica

Ya en el año 1855 el médico y botánico francés Amado Bonpland intentaba llamar la atención sobre las peculiaridades
de este cordón serrano.

«Es preciso cuanto antes visitar los Tres Cerros que dominan el pueblo de la Cruz ... el reino animal es muy extenso, y no
se conoce sino de un modo superficial, interesa mucho estudiarlo y hacer una colección completa de él».. 27 de octubre
de 1855.7

La biodiversidad de este cordón serrano y la llanura que lo acompaña aún no se conoce en forma completa. En lo que
atañe a sus vertebrados, su relevamiento es efectuado por la Cátedra de Biología de los Cordados del Laboratorio de
Herpetología de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales y Agrimensura de la Universidad Nacional del Nordeste
(FaCENA–UNNE) en Corrientes, Argentina, a quienes acompañan miembros de otras instituciones por ejemplo, del
Museo Ameghino de la ciudad de Santa Fe, acciones ejecutadas bajo el marco del proyecto “Inventario y conservación
de la fauna de vertebrados del paraje Tres Cerros”.

De igual modo se conformó un conjunto de trabajo con especialistas en distintos campos de investigación, grupo al que
se lo denominó: ‘‘Alianza para la Conservación del Patrimonio Natural y Cultural del Paisaje Tres Cerros’’. El grupo
informa sobre el patrimonio biológico del área en las escuelas de la zona, y asesora tanto al municipio de La Cruz como a
los dueños de las estancias de la proyectada reserva.

Estos montes rocosos conforman una suerte de islas sobre la llanura. Esto se debe a los rasgos microclimáticos y
microedáficos que se producen, los que los hacen contrastar netamente con el medio presente en la planicie.

En razón de estas peculiaridades físicas, las sierras han permitido conservar relictos de vegetación y fauna extinta en la
zona desde hace siglos —presente hoy a cientos de kilómetros— como una suerte de “arca de Noé” que mantiene
biotas del pasado, las que lograban alcanzar el área gracias a prolongados períodos en los que se mantenían
modificaciones climáticas favorables a sus requerimientos.

Los cerros aportan características positivas al mantenimiento de variadas especies de fauna, de flora y de su fauna
asociada. La topografía rocosa permite el ocultamiento entre las piedras o bajo ellas de pequeños vertebrados e
invertebrados, así como el asoleamiento de los reptiles sobre las mismas (las que acumulan el calor del sol). En las
noches invernales, el suelo elevado es menos helador, en razón del efecto que se produce por el drenaje del aire frío
hacia zonas inferiores de la pendiente. Esto es sumamente beneficioso para las especies vegetales más delicadas desde
el punto de vista térmico. La pendiente también genera un ambiente ideal a las especies que no soportan el
encharcamiento de sus raíces, las que mueren en las cercanas zonas de la llanura, tan propensas a esta particularidad.

Flora
El chaguar (Bromelia serra) es una de las especies que habitan el sotobosque del área a conservar.

La propia orografía del terreno, en conjunto con la foresta que soporta, logran detener el desecante viento norte en las
sombreadas laderas de umbría (que miran al sur), manteniendo de este modo el suelo fresco y húmedo, lo que sumado
a las condiciones hídricas y térmicas más benignas que produce la canopia de denso dosel, permite la existencia del
bioma selvático, particularmente exigente en variables ambientales. Esta flora relictual, según la clasificación de Ángel
Lulio Cabrera, corresponde a los capones de forestas con flora característica del distrito fitogeográfico de las selvas
mixtas, insertados en una matriz de pastizales, malezales y distintas formaciones de esteros y humedales que se
desarrollan en la llanura circundante, los que pertenecen al distrito fitogeográfico de los campos y malezales. Ambos
distritos se incluyen en la provincia fitogeográfica paranaense.

Las laderas norte, en cambio, presentan prolongada incidencia de los rayos solares además de que es bañada por el
tórrido viento norte, factores que le imprimen características más secas, por lo que la vegetación dominante está
compuesta por pastizales con arbustos, dejando mucha roca expuesta al sol directo. El botánico Lorenzo R. Parodi visitó
el área como parte de su investigación sobre la flora del departamento San Martín, la cual publicó en 1943. Encontró al
cosmopolita helecho águila (Pteridium aquilinum), el lapacho amarillo misionero (Handroanthus pulcherrimus), la aruera
(Lithraea molleoides), el tembeterí (Zanthoxylum fagara) dominando en las cumbres, la palmera pindó (Syagrus
romanzoffiana), el palo víbora (Tabernaemontana catharinensis), el chaguar (Bromelia serra), el cupay (Cupania
vernalis), el chal-chal (Allophylus edulis), el viraró (Ruprechtia laxiflora), el sota caballo (Luehea divaricata), el gualeguay
(Schinus molle), el higuerón o ibapoy (Ficus luschnathiana), el tala trepador (Celtis iguanaea), el laurel criollo (Ocotea
diospyrifolia), etc.

Unas 300 especies de vegetales ya fueron identificadas, de ellas, más de 20 constituyen singularidades biogeográficas,
representando mayormente poblaciones disyuntas y relícticas. Varias especies que habitan en el Uruguay, o en el sur del
Paraguay o de Brasil, sólo cuentan con registros argentinos en el paraje Tres Cerros, por ejemplo: Calibrachoa
pubescens, Wissadula setifera y Evolvulus latifolius.

Tres especies de plantas endémicas se conocen de estas colinas, una iridácea (Cypella trimontina) una amarilidácea
(Hippeastrum euryphyllum = Amaryllis euriphylla) y una cactácea (Gymnocalycium angelae), la que comparte el hábitat
con otras cactáceas, entre las que se encuentran Frailea schilinzkyana y Cereus uruguayanus.

La flora de helechos incluye más de 30 especies, las que poseen prosapia misionera.

Fauna
El tangará cabeza celeste (Euphonia cyanocephala) es una de las especies que habitan en el área proyectada a conservar.
Herpetofauna

El yacaré overo (Caiman latirostris) es uno de los reptiles que habita en los arroyos y lagunas de esta área proyectada.

El biracho (Mazama gouazoubira) es uno de los mamíferos que habita en esta área proyectada.

Dos especies de saurios endémicos se conocen de estas colinas, un téido del género Cnemidophorus en proceso de
descripción y el pequeño lagarto Homonota taragui.

Para el área proyectada a conservar ya se han detectado 50 especies de herpetozoos, desglosados en 24 especies de
anfibios anuros y 26 especies de reptiles, sumando 18 especies de serpientes, 5 especies de lagartos, 2 especies de
anfisbenas, y el yacaré overo (Caiman latirostris). Paredones de rocas permanentemente mojados por vertientes son
hábitat propicio para diversas especies de anfibios e invertebrados, al igual que la hojarasca que se acumula en el
sotobosque selvático.

Aves

Fueron registradas 170 especies de aves, entre las que destaca el tangará cabeza celeste (Euphonia cyanocephala).1 En
acantilados rocosos abruptos encuentran las condiciones de seguridad adecuadas para emplazar allí sus nidos los jotes,
de cabeza negra (Coragyps atratus) y colorada (Cathartes aura). En la llanura son frecuentes los ñandúes (Rhea
americana).

Mamíferos
En las grietas interpuestas entre grandes rocas o en los huecos que se forman entre las raíces de los grandes higuerones
estranguladores del género Ficus, encuentran microambientes para guarecerse la comadreja overa (Didelphis
albiventris) y 5 especies de murciélagos, entre los que destaca la única población correntina del murciélago cola de ratón
Eumops bonariensis.

Entre otros mamíferos ya detectados se encuentran cánidos como el aguará guazú (Chrysocyon brachyurus) y los zorros
de monte (Cerdocyon thous) y pampeano (Lycalopex gymnocercus), aguará popé (Procyon cancrivorus), biracho
(Mazama gouazoubira), carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), gato montés (Leopardus geoffroyi), mulitas (Dasypus
hybridus y D. novemcinctus), etc. Entre los mamíferos introducidos se encuentra el asiático ciervo axis (Axis axis) y en el
cerro Nazareno la cabra cimarrona (Capra aegagrus hircus), la cual se alimenta de los botones florales del cactus
endémico.

Intentos de efectivizar su protección

El senador provincial correntino Vicente Picó fue el autor de una iniciativa para hacer del paraje una reserva protegida
(expediente Nº 3191/10). Su proyecto para declarar la zona como reserva natural y cultural, propuesta que ya había
logrado conseguir media sanción de la cámara de senadores el 30 de septiembre de 2010 (expediente Nº 5773/10),20 fue
objetado por los propietarios de las estancias sobre las que se desarrollaría el área de conservación, quienes no fueron
consultados en la redacción del proyecto, por lo que temían que queden limitados sus derechos de explotación de sus
tierras. En razón de este desacuerdo, la cámara de diputados provincial lo archivó. En el año 2012, nuevamente fue
presentado (algo modificado) y otra vez tuvo la aprobación de la cámara de senadores (expediente Nº 2865/12) para
posteriormente volver a ser archivada por razones similares por la cámara de diputados. Otro de los problemas que
presentó el proyecto es que la figura de conservación propuesta (reserva natural y cultural provincial) no forma parte de
las categorías avaladas por el Sistema Federal de Áreas Protegidas (SIFAP).

Amenazas

Son numerosas las amenazas que se ciernen sobre estas singularidades orográficas y su entorno. Su reducida
superficie sugiere una mayor vulnerabilidad.

El destinar el área para la forestación comercial (como está ocurriendo en buena parte del este de la provincia)
constituiría el fin de la mayor parte de su vida silvestre, que no soportaría el cambio ecológico que ello representa,
especialmente sus endemismos. En cerros tan pequeños, la extracción de piedras mediante una cantera sería también
una alteración calamitosa. En Corrientes es habitual que se quemen pastizales para mejorar las capacidades ganaderas
de un potrero al favorecer el rebrote vigoroso y tierno. Si llegasen a cubrir las llamas la vegetación de los cerros, de
fuegos provocados por estos incendios u otros que podrían generarse por el turismo no controlado, la vulnerable
comunidad serrana sería severamente afectada.

El intenso ramoneo del ganado, así como el de las cabras ferales y los ciervos axis, puede representar un riesgo para la
vegetación nativa, especialmente para las especies endémicas o singulares.

La diseminación de vegetación exótica puede en pocos años reemplazar a su contraparte nativa, como está ocurriendo
en reservas privadas del sudeste provincial así como las de Entre Ríos, el nordeste bonaerense, y en el Uruguay.

Un turismo descontrolado pone en riesgo el recurso, no sólo por el daño estético producto de las inscripciones en los
troncos o los grafitis en las rocas, también por: la caza de aves en general y la captura de aves de jaula, el ingreso con
perros que no sujetos por sus dueños pueden perseguir y matar fauna terrestre de cualquier tamaño y trasmitir
enfermedades a los cánidos nativos, el abandono de mascotas o sus camadas (perros, gatos), el corte y recolección de
leña para hacer asados, el arrojar basura, la contaminación de los cursos fluviales, el repetido fastidio a las aves
nidificantes con el consiguiente abandono de la nidada, el hostigamiento hacia los murciélagos, el sacrificio de cualquier
serpiente que se encuentre, etc.
Acceso y visitas

Se llega al paraje Tres Cerros desde la ruta provincial 114, que —mediante la ruta provincial 40— une Mercedes y la
colonia Carlos Pellegrini (en los esteros del Iberá) con La Cruz, de la que dista 27 kilómetros.

Desde La Cruz, la visita demanda entre 3 y 4 horas. Lo usual es el ascenso a pie al cerro El Nazareno (muy accesible por
su cercanía a la ruta) hasta llegar a su cumbre, situada a 179 metros de altura a nivel del mar, desde la cual se contempla
una vista al horizonte de 360 grados. Al ser aún una estancia privada, y para no tener conflictos con sus propietarios, es
menester contactar antes de la visita a la dirección de turismo de La Cruz, de ese modo ellos por vía telefónica les dan
aviso.

Parque nacional Mburucuyá

Situación

País  Argentina

División Provincia de Corrientes

Subdivisión Departamento Mburucuyá

Ecorregión Esteros del Iberá

26°05′00″S 58°08′00″OCoordenadas:
Coordenadas
26°05′00″S 58°08′00″O (mapa)

Datos generales

Administración de Parques
Administración
Nacionales

Grado de protección Parque nacional

Fecha de creación 27 de junio de 2001

Legislación Ley n.° 25 447

Superficie 17 682 ha 43 a 77 ca ha.

Palmeras yatay en el parque nacional Mburucuyá.

El parque nacional Mburucuyá es un área protegida de 17 682 ha 43 a 77 ca situada en el departamento Mburucuyá de


la provincia de Corrientes, en el noreste de Argentina. Por sus características naturales se trata de un área
representativa de los ambientes del noroeste correntino. Son de mucho interés de conservación las sabanas de yatay y
las sabanas parque presentes en el parque nacional y en disminución en Argentina.
Su localización en la región de los esteros del Iberá hace que una de sus características principales sean los numerosos
humedales. Entre las funciones principales de estos, podemos citar la provisión de agua, la regulación de inundaciones y
sequías, la remoción de tóxicos y la estabilización de microclimas.

Historia

Ya hace 5000 años vivían en el lugar cazadores-recolectores que aprovechaban los recursos que ofrecía el ambiente. En
épocas más recientes, los guaraníes habitaron la región, organizándose en aldeas donde cultivaron y recolectaron
recursos para su alimentación e intercambio con otros pueblos. Entre los cultivos más populares, pueden citarse el maíz,
la calabaza, el algodón, los porotos, la yerba mate y la mandioca. A partir de la ocupación del territorio por parte de los
colonizadores españoles, la relación de armonía que mantenían los pueblos originarios con el entorno natural se vio
sustancialmente modificada. La ganadería, la agricultura extensiva y la tala indiscriminada de árboles nativos se
transformaron en materia corriente. Las actuales construcciones que se aprecian en el parque nacional corresponden al
siglo XX y consisten principalmente en puestos para los peones que trabajaban en los establecimientos ganaderos del
lugar, y cascos en donde habitaban propietarios y administradores.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, el botánico danés Dr. Troels Myndel Pedersen viajó a Argentina para hacerse
cargo del campo que había comprado su padre Niel Peter Pedersen en los años 1920. Su interés por la flora del lugar y la
posibilidad de realizar un pastoreo más racional, contribuyeron sustancialmente a revertir el deterioro del ambiente. Su
acción concluyó con la donación de las tierras para la creación del parque nacional, con los objetivos de mantener el
ambiente y llamar a la reflexión sobre la historia del lugar.

Creación y legislación

El 27 de noviembre de 1991 Pedersen y su esposa Nina Johanne Sinding firmaron el acta de donación a la Administración
de Parques Nacionales de 7 campos para la creación del parque nacional. La donación fue aceptada por la APN mediante
la resolución 002/1992 de 15 de enero de 1992.

PRIMERO: La Sociedad en Comandita por Acciones PEDERSEN y Cía, mediante la presente, otorga en donación a la
Administración de Parques Nacionales, Organismo perteneciente al Estado Nacional, los campos de su propiedad que se
identifican en el siguiente apartado, ubicados en MBURUCUYA, Provincia de Corrientes, con la finalidad expresa de que
sean incorporados al sistema de conservación regulado por la Ley 22.351 de Parques Nacionales, Monumentos
Naturales y Reservas Nacionales.
SEGUNDO: Los inmuebles objeto de la presente donación son los siguientes:
1) Una fracción de campo ubicada en la 2º Sección rural del Departamento de MBURUCUYA, constante de 246 has, 62
as, y 4 cas., anotado en el Diario bajo Nº 15.869 del 20 de noviembre de 1970, e inscripto en el Protocolo de Dominio de
Mburucuyá bajo el Número 69, folio 88, tomo 1, y en la Dirección de Catastro de ADREMA M1-118-3.
2) Un campo ubicado en la 3º Sección rural del Departamento de MBURUCUYA, constante de 14.629 has, 1 a., 69 cas,
inscripta en el Protocolo de Mburucuyá al folio 30, Nº 29, el 13 de marzo de 1963, y en la Dirección de Catastro en
ADREMA M1-87-3.
3) Una fracción de campo ubicada en la 2º Sección rural del Departamento de MBURUCUYA, constante de 18 has, 4 as,
50 cas., inscripto en el Protocolo de Mburucuyá al Tomo I, folio 31, Nº 70, el 13 de marzo de 1963 y en la Dirección de
Catastro bajo ADREMA M1-1228-2.
4) Los derechos hereditarios sobre un terreno ubicado en MANANTIALES, 2º Sección rural del Departamento de
Mburucuyá, constante de 22 has., 1 a., 76 cas, inscripta al Tomo I, Cesión de Derechos, en nota marginal al folio 62, Nº
21, el 13 de marzo de 1963 y en la Dirección de Catastro en ADREMA M1-545-2.
5) Un inmueble ubicado en el Paraje Punta Grande de la 3º Sección rural del Departamento de MBURUCUYA, constante
de 132,5864 has, inscripto provisionalmente en el Registro de la Propiedad Inmueble en el Diario bajo el Nº 16718, Folio
372, Departamento Mburucuyá, el 12 de diciembre 1980, efectuándose la inscripción definitiva el 2 de febrero de 1981 y
en la Dirección de Catastro bajo ADREMA M1-364-3.
6) Una fracción de campo de 21 has., 13 as., 4 cas., anotada en el Diario bajo Nº 15.869, e inscripto en el Protocolo de
Dominio del Departamento de Mburucuyá bajo Nº 69, folio 88, tomo 1º, y en la Dirección de Catastro en ADREMA M1-
230-3.
7) Una fracción de campo de 45 has. Ubicada en la 2º Sección rural del Departamento de MBURUCUYA, anotada en el
Diario bajo Nº 15.870 el 20 de noviembre de 1970 e inscripto en el Protocolo de Dominio del Departamento de
Mburucuyá bajo el Nº 68, Folio 87, Tomo 1º y en la Dirección General de Catastro bajo ADREMA M1- 291-3 del 15 de
enero de 1971.

En enero de 1994 la Administración de Parques Nacionales destinó a un guardaparque, una bióloga y dos brigadistas
para manejar los campos destinados a ser el parque nacional Mburucuyá, aunque los campos continuaron como
establecimiento ganadero de acuerdo a lo previsto en el contrato de donación. En 1998 se firmó un acta acuerdo para
fijar los plazos y modalidades para el retiro antes de junio de 2000 del personal y la hacienda existente. En 1999 se
sumaron dos guardaparques.

El 20 de junio de 1995 la Legislatura de Corrientes sancionó la ley n.º 4930 por la que cedió el dominio eminente y
jurisdicción sobre un área de 15 060 hectáreas con destino a parque nacional. La ley fue promulgada por decreto
1483/1995 de 28 de junio de 1995.

ARTICULO 1.- Cédese al Estado Nacional, a los fines de su afectación al régimen de la Ley 22.351 de Parques Nacionales,
Monumentos Naturales y Reservas Nacionales, el dominio eminente y jurisdicción del área situada en el Departamento
de Mburucuyá, cuya superficie abarca un total de 15.060 hectáreas y cuyos datos catastrales y dominiales se consignan
en el ANEXO I que en cinco fojas forma parte integrante de la presente.

Dado lo establecido en el artículo 2 de la Constitución de Corrientes, fue necesaria una segunda ley.

Artículo n.° 2. (...) Toda ley que se dicte modificando la jurisdicción actual de la provincia sobre parte de su territorio, ya
sea por cesión, anexión o de cualquier otra manera, como igualmente la que ratifique tratados sobre límites que se
celebren, deberá ser sancionada dos veces por ambas Cámaras Legislativas. Se requerirá que la primera y segunda
sanción esté espaciadas por un período legislativo, exigiéndose en ambas oportunidades los dos tercios de votos del
total de los miembros de cada Cámara. Se dará amplia difusión a la primera sanción, haciéndose saber que en el
subsiguiente período legislativo se considerará por segunda vez el asunto.

La segunda ley (n.º 5194) fue sancionada el 8 de julio de 1997:

ARTICULO 1.- Ratifícase en todas sus partes y en calidad de segunda sanción en los términos del Artículo 2 de la
Constitución de la Provincia, el contenido de la Ley Provincial 4930 y su Anexo I promulgada por Decreto 1.483 del 28 de
junio de 1995 del Poder Ejecutivo Provincial.

En la escritura registrada el 10 de enero de 2000 se estableció que los 6 campos cedidos tenían 17 660 ha 41 a 91 ca,
más el campo en que se cedieron los derechos hereditarios de 22 ha 1 a 86 ca, sumando en total 17 682 ha 43 a 77 ca.
La superficie ocupada por la ruta provincial 86 es de 44 ha 24 a 39 ca. La diferencia fue más de 2620 ha más con respecto
a la superficie que se suponía.

El 27 de junio de 2001 fue creado este parque nacional con 15 060 hectáreas de superficie, mediante la sanción de la ley
n.º 25447, que fue promulgada por decreto n.º 129/2002 el 17 de enero de 2002.

ARTICULO 1º — Acéptase la cesión, efectuada por la provincia de Corrientes al Estado nacional, mediante la ley
sancionada el 21 de junio de 1995 por la Honorable Legislatura de esa provincia que lleva a 4930, doblemente
sancionada a través de la Ley 5194/97, de la jurisdicción y el dominio eminente sobre un área de 15.060 hectáreas,
ubicada en el Departamento de Mburucuyá, cuyas nomenclaturas catastrales figuran en la mencionada ley provincial
como anexo I "Datos catastrales".

Recursos naturales

En esta zona se pueden apreciar características propias de tres regiones naturales distintas: la chaqueña, el espinal y la
selva paranaense.
El Chaco Oriental

Se compone de bosques, palmares, pajonales, pastizales y esteros. Algunas especies características de esta región
natural son el quebracho colorado chaqueño, el quebracho blanco, el urunday y el viraró. En zonas más bajas pueden
apreciarse ejemplares de algarrobos y palmeras caranday.

La selva paranaense

Aparece en forma de pequeños montes o mogotes, formados por especies vegetales como la palmera pindó, el timbó y
el laurel.

El espinal

Se encuentra representado por palmares de yatay, estepas de gramíneas y diversos bosques xerófilos. Otro de los
atractivos de este Parque son las cerca de 150 especies de aves que lo habitan, junto con la variada fauna que permite
encontrar carpinchos, yacaré, zorros, mulitas, gatos yaguarundí y monos carayá. Entre las principales especies en peligro
de extinción, se encuentran el aguará guazú, el lobito de río y el ciervo de los pantanos. La fauna ictícola se concentra
especialmente en el Estero de Santa Lucía, que forma parte del área protegida. El dorado y el surubí son los principales
exponentes de la misma, y verdaderos símbolos de los ríos de la región.

Sendero Yatay

Características físicas-geográficas

Suelo

Los suelos del parque poseen una textura arenosa-franca, el mismo no pierde su permeabilidad debido a que la capa de
arena se encuentra sobre un manto de arcilla.

Clima

Presenta un clima cálido, con la variedad subtropical sin estación seca, mínima amplitud térmica anual y abundantes
precipitaciones que disminuyen de noreste a suroeste y se encuentran distribuidas de manera regular durante todo el
año. El promedio de precipitaciones es de 1300 mm en la provincia. En el parque, el invierno es la estación más seca
mientras que el otoño es la más lluviosa.

Zoografía

Hay 33 variedades de mamíferos entre ellos el Aguará-Guazú, un zorro rojizo con patas negras, también el mono Carayá
o mono aullador, el Aguará Popé, la corzuela parda o guazuncho y el ciervo de los pantanos, también entre ellos
encontramos a los carpinchos, el coipo, y el lobito de río.

73 especies de peces en la cual convive el dorado que es una especie considerada de valor nacional por su valor
comercial y deportivo.

28 especies de anfibios: ranita de Pedersen, la rana de las cardas, también están los yacarés negros y el ñato u overo.

40 especies de reptiles, entre ellos la curiyú y la boa acuática.

309 clases de aves: Monjita Dominicana, el ñandú, yetapá de collar, el tachubí coludo, el capuchino castaño, el
capuchino de corona gris, capuchino de pecho blanco. También está el tucán grande, el tuyuyú o juan grande.
Infraestructura y turismo

Accesos

El parque nacional se ubica a unos 11 kilómetros de la localidad de Mburucuyá y a 10 km de Palmar Grande. Ambas
localidades están conectadas con el parque nacional por medio de la ruta provincial 86, que lo atraviesa en dirección
este-oeste. En esta ruta se encuentra la principal vía de acceso al parque nacional.

El parque nacional Mburucuyá se encuentra a 163 km de la ciudad de Corrientes, pudiendo accederse desde allí por la
Ruta Nacional 12 y las rutas provinciales 17 y 13.

La ruta provincial 13 pasa a un km del límite norte del parque nacional, pero sin acceso al mismo.

Senderos

El parque posee dos senderos autoguiados:

 Sendero Yatay. Parte del casco histórico de la Estancia Santa Teresa. Luego de recorrer 3 km se llega al estero
Santa Lucía en el cual hay un muelle desde donde pueden observarse diferentes especies de aves y
ocasionalmente carpinchos y yacarés. Dificultad: baja.
 Sendero Che Roga. Recorre una zona de palmares jóvenes y lagunas pobladas de aves acuáticas. Dificultad: baja.

 Yapé Porá. Consiste en una breve caminata por toda el Área de Uso Público que cuenta la historia del parque y
su vida pasada, antes de ser donada al Estado Nacional cuando fue una estancia ganadera.

Actividades recreativas

Hay actividades recreativas, un camping que incluye parrillas, agua potable y sanitarios, también caminatas por distintos
senderos donde se pueden observar palmares, y comunidades acuáticas relativas a las lagunas del parque y extensos
montes de laurel. No se cobra derecho de acceso y el parque se encuentra abierto las 24 hs, los 365 días del año.

Cartel dentro del sendero Che Roga.

Administración

Por resolución n.º 126/2011 de la Administración de Parques Nacionales de 19 de mayo de 2011 se dispuso que parque
nacional encuadrara para los fines administrativos en la categoría áreas protegidas de complejidad III, por lo cual tiene a
su frente un intendente designado, del que dependen 4 departamentos (Administración; Obras y Mantenimiento;
Guardaparques Nacionales; Conservación y Uso Público) y la división de Despacho y Mesa de Entradas, Salidas, y
Notificaciones. La intendencia tiene su sede en la localidad de Mburucuyá.

También podría gustarte