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1
Médico especialista de primer grado en Medicina General Integral, Máster en Salud Ambiental, Investi-
gadora y Profesora Auxiliar. Departamento de Riesgos Físicos, Instituto Nacional de Salud de los Traba-
jadores, La Habana, Cuba
2
Médico especialista de segundo grado en Epidemiología, Máster en Salud de los Trabajadores. Investi-
gadora y Profesora Auxiliar. Departamento de Epidemiología, Instituto Nacional de Salud de los Trabaja-
dores, La Habana, Cuba
3
Licenciado en Tecnología de la Salud, perfil de Higiene y Epidemiología. Departamento de Riesgos
Físicos, Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores, La Habana, Cuba
I. INTRODUCCIÓN
o Se destacó la conexión entre la pobreza y el subdesarrollo, por un lado, y entre la protección del
ambiente y el manejo de los recursos naturales, por otro.
• El énfasis en los aspectos sociales y económicos del desarrollo sostenible, donde la salud se define como
una de las cinco prioridades (Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible de Johannesburgo, 2002).
• El plan de acción en materia de salud y ambiente (Organización Mundial de la Salud, 2002 ), el que
comprendió varios elementos donde se cruzan los dominios de la salud, el ambiente y el desarrollo;
ejemplo de ello lo es el manejo de las sustancias tóxicas y la contaminación del agua y del aire 2,3.
De lo anterior se desprende que la salud humana no puede ser considerada de modo aislado, debido a
que depende de múltiples factores, y en gran medida de la calidad del ambiente en que las personas viven;
puede ser definida, según J Lebel (2003), como la participación armónica en los recursos del medio am-
biente que permite a los individuos el desarrollo pleno de sus funciones y aptitudes 3.
II. DESARROLLO
En este capítulo se pretende un acercamiento a tres aspectos que, en opinión de los autores, resultan
medulares tenerlos en cuenta para el desarrollo de las acciones en pos de mitigar y controlar los impactos
ambientales causados por las entidades (centros laborales) de producción y servicios.
Es indiscutible que la preocupación y desarrollo de acciones dirigidas a la protección del medio am-
biente y los ecosistemas se ha incrementado a nivel mundial, pero se reconoce que a pesar de ello, la de-
gradación de los ecosistemas continúa y los factores ambientales son responsables en una alta fracción,
estimada en el 25 %, de la carga global de enfermedades 4.
En el año 2012, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, a veinte años de la
Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992), se renovó el compromiso político para el desarrollo sostenible 5. Se
reconoce que avanzar en el mismo impone numerosos desafíos para el desarrollo sostenible, los que se pueden
resumir de la forma siguiente:
1. La degradación ambiental, que incluye la contaminación del agua, la tierra y el aire, la pérdida irreversible de
biodiversidad, el deterioro y agotamiento de los recursos naturales como el agua, la tierra agrícola fértil y los pe-
ces; es una de las más graves amenazas para el desarrollo económico y sostenible en términos más generales.
2. Los costos ambientales y sanitarios superan en muchas veces los beneficios de la actividad económica (in-
dustrial y de servicio) que provocó el daño.
3. Los impactos del cambio climático, a mediano y largo plazos, se dejan ya sentir en muchos países en desa-
rrollo, y provocarán grave perturbación en la actividad económica y social en todos los continentes.
4. La estabilización del clima necesitará de una transición rápida hacia una economía mundial con baja emi-
sión de carbono. Los escenarios científicos para evitar un cambio climático peligroso y posiblemente inma-
nejable, prevén que las emisiones de gases de efecto invernadero alcancen un máximo en los próximos 10-
15 años y luego disminuyan a la mitad hasta mediados de siglo.
5. Implicación social: la mano de obra mundial (se estima el 40 %) y sus familiares a cargo está condenada a
una existencia de pobreza e inseguridad porque sus ingresos son demasiado bajos y se ve relegada a la eco-
nomía informal.
6. Alto número de desempleados (se aproxima a 190 millones) y decenas de millones de jóvenes en busca de
empleo que no pueden encontrar un lugar en la sociedad *.
* Fuente: Empleos verdes: hacia el trabajo decente en un mundo sostenible con bajas emisiones de carbono,
Septiembre de 2008, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El desarrollo sostenible engloba dos conceptos claves: el concepto de necesidades, en especial la de los más des-
poseídos, y el concepto de limitaciones de la capacidad del medio ambiente para dar satisfacción las necesidades.
Las limitaciones están impuestas por el desarrollo tecnológico, la organización social y las relaciones económicas.
El desarrollo sostenible incluye el sostenimiento en lo ecológico, social, cultural y económico. Los conflic-
tos en el mismo responden esencialmente al crecimiento demográfico, la industrialización, el urbanismo, las
comunicaciones, el consumo de energía y de materias primas, así como a la generación de residuos 6.
Los asentamientos humanos deben ser vistos como ecosistemas. Se pueden definir como el conjunto de
elementos con nexos indisolubles, que permite las interrelaciones dinámicas entre los habitantes y sus activida-
des (de vida, trabajo y ocio) en el marco de regiones o áreas urbanas 7.
Los principios de sustentabilidad para un ecosistema son los siguientes:
Los asentamientos humanos, tanto los rurales como los urbanos, deben satisfacer muchos requerimientos con el
propósito de proveer adecuadamente las necesidades de salud, económicas, físicas y psicológicas de sus habi-
tantes. Entre los requerimientos fundamentales se encuentran los siguientes 7:
• Los servicios elementales de educación, salud, legislativos (marco legal - normalizativo - regulatorio), los
soportes culturales, religiosos y recreativos.
• Los servicios de saneamiento básico, tales como: suministro de agua potable, sistema de alcantarillado,
recogida de desechos, comunicaciones, carreteras y transporte público, además centros de producción y dis-
tribución de artículos para el consumo humano (ropas y alimentos).
• Los servicios adicionales para la protección del medio ambiente de la contaminación (industrial y vehicu-
lar).
La concentración de la población, las industrias, el transporte automotor en zonas urbanas lleva aparejado
un desequilibrio ecológico con grave afectación a la higiene del ambiente y a la salud de la población.
Es innegable que en los grandes núcleos urbanos existe tendencia al crecimiento descontrolado de la pobla-
ción y a la ubicación de complejas industrias u otros procesos fabriles y de servicios sin responder a planes
físicos de desarrollo urbano, sobre todo en los países en vías de desarrollo; o sea, se estimula el crecimiento
económico con la industrialización, pero no hay la debida atención a evitar sus secuelas negativas con acciones
de protección al medio ambiente, lo que hace imprescindible evitar que los desechos domésticos e industriales
contaminen los recursos hídricos, los suelos y el aire, por lo que se requiere de planes de desarrollo regional,
local y urbano con legislaciones operantes y con énfasis en el control de las emisiones industriales 7,8.
Por lo anterior se desprende que la urbanización y la industrialización pueden ser factores de riesgos para
la salud. Para evitarlo se necesita de:
3. Legislación sanitaria.
4. Educación para la salud.
5. Incorporación de la comunidad a la solución de los problemas.
Satisfacer los elementos anteriores requiere de implementar sistemas de gestión ambiental que abarquen los
ecosistemas, las empresas y los ambientes urbanos, así como de la planificación ordenada y efectiva de los
territorios.
La gestión ambiental se define como el conjunto de actividades, acciones, mecanismos e instrumentos que
tiene como fin garantizar la administración y el uso racional de los recursos naturales, mediante la conserva-
ción, mejoramiento, rehabilitación y monitoreo del medio ambiente y el control de la actividad del hombre en
esta esfera 8.
Nos referiremos a la necesidad de implementar en nuestras condiciones los sitemas de gestión ambiental a
nivel empresarial, ya que los tiempos actuales imponen organizar el desarrollo productivo de la sociedad a
través del uso responsable de los recursos naturales, con vistas a lograr eficiencia económica a través de
eficiencia ecológica.
El modelo de producción convencional es de tipo lineal, tal y como se muestra en la figura 1, donde vemos
que se caracteriza por un sistema tecnológico consumista (alto consumo de materias primas y otros recursos),
pobre valoración y concienciación ambiental (emisiones de contaminantes al aire y aguas residuales), que trae
aparejado efectos negativos dados en el deterioro de la calidad de vida, problemas de salud pública, riesgos y
amenaza para el futuro de las próximas generaciones, pérdidas económicas y vulnerabilidad a la seguridad de
los países y regiones.
Se requiere, por tanto, de reducir y manejar residuos, controlar las emisiones al aire y a los cursos de agua,
en cumplimiento de la legislación establecida, así como de incluir valor agregado a los productos y subproduc-
tos de los procesos productivos por medio de estrategias efectivas de venta y reutilización 9.
Figura 1
Sistema de producción lineal
Fuente: García L. Gestión de la contaminación ambiental, Maestría de Gestión Ambiental. (material di-
dáctico). InsTEC; 2008.
Entender los costos ecológicos del sistema de producción lineal es un imperativo; como ejemplo tene-
mos el siguiente cuadro resumen:
Fuente: Ecoeficiencia. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Oficina Regional para
América Latina y el Caribe. México, DF; 2010.
Por lo anterior es fácil comprender que en nuestro medio se impone cambiar paulatinamente el patrón
tecnoproductivo mediante la adopción de las estrategias de 8,9:
Las empresas, para ser sostenible su gestión, deben ser económicamente viables, socialmente benefi-
ciosas y ambientalmente responsables. Las claves están en desarrollar modelos productivos a ciclo cerrado
(circular), que su punto de partida sea el respeto por la naturaleza y su punto final imitarla, buscando pro-
cesos productivos que consideren y obtengan productos con mínimo impacto ambiental y social, como se
muestra en la figura 2.
Figura 2
Sistema de producción a ciclo cerrado
Fuente: Ecoeficiencia. Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Oficina Regional para
América Latina y el Caribe. México DF; 2010.
Hoy ya no es suficiente que los productos sean atractivos, baratos y disponibles. Necesitamos producir
en armonía con la naturaleza y sin comprometer a las siguientes generaciones. Los nuevos productos tie-
nen que ser cíclicos, solares, seguros, eficientes y sociales.
La adopción de la norma cubana NC ISO 14 000 permite implementar un sistema de gestión ambiental
a nivel de empresa 10,11, el que debe sustentase en los principios de:
• Prevenir, reducir y eliminar los impactos negativos que los procesos de trabajo (productivos y de
servicios) causan al medio ambiente.
• Asegurar la protección y preservación de los recursos naturales sobre los cuales se sustenta la
producción de bienes y servicios.
La gestión ambiental, deberá ser parte integrante del sistema de gestión global de las instituciones.
Permitirá proporcionar orden y coherencia a los esfuerzos por considerar las preocupaciones ambientales a
través de:
• Asignación de recursos.
• Asignación de responsabilidades.
• Evaluación continúa de prácticas, procedimientos y procesos.
La planificación territorial puede ser definida como ‘…la actividad fundamental preventiva para lograr un orde-
namiento racional del medio ambiente, donde se conjuguen armónicamente los elementos básicos de la política que
se establezca para la conservación del entorno y la protección contra la contaminación; o sea, un conjunto de me-
didas "sanitarias" para dar solución a los problemas graves de la urbanización e industrialización inadecuada’ 12.
Además, es la expresión espacial de las políticas económica, social, cultural y ecológica de una sociedad. Es,
asimismo, una disciplina científica, una técnica administrativa y una política concebida con enfoque interdisciplina-
rio y global, dirigido a lograr un desarrollo equilibrado de las regiones y a la organización física del espacio de acuer-
do con las directrices establecidas 13.
Las bases higiénicas para la planificación territorial se pueden resumirse de la forma siguiente 12,13:
La localización de los procesos productivos e industriales en los núcleos urbanos es de suma importancia. A con-
tinuación referiremos algunos aspectos que requieren de puntualización:
3. Conglomerados industriales.
Se denomina macrolocalización al proceso de selección de las zonas o regiones de un país donde es más conve-
niente localizar una instalación determinada. La microlocalización no es más que la propuesta donde se hará la selec-
ción del área de terrenos específicos para la obra en sí (puede o no estar en una zona industrial); debe tener varias
alternativas, porque al analizar y realizar los estudios específicos del mismo, se pudieran encontrar "detalles" que
invaliden la selección anterior, como ejemplo de limitaciones de áreas topografía del terreno, geología, entre otros
aspectos 9, 14.
Los factores a tener en cuenta en los procesos anteriores son:
En cuanto a la ubicación de industrias en las ciudades, hay que tener presente la relación directa que existe entre
la producción industrial y el desarrollo de las urbes; por ello hay que examinar de antemano la repercusión de la
industria sobre la magnitud y organización de la ciudad, y hay que tener en cuenta que las industrias se pueden ubicar
en la ciudad si:
• Las condiciones técnicas y urbanísticas del territorio corresponden a los requerimientos del establecimiento.
• Las posibilidades del desarrollo de la ciudad que no se viera afectado.
• No perjudicar los alrededores con humos, polvos, ruidos u otras emanaciones nocivas.
• No requerir un territorio amplio.
• No requerir ramales de acceso por ferrocarril.
En estas condiciones juega un papel importante el proceso técnico, que crea condiciones para la ubicación de es-
tablecimientos industriales dentro de la zona de vivienda; entre ellos se destacan la mecanización y automatización
de la producción, los cambios de tecnologías, el desarrollo de la electrificación y las técnicas electrónicas y la crea-
ción de nuevos tipos de industrias; como ejemplo de ello tenemos:
Generalmente se debe y es conveniente concentrar los establecimientos industriales en las zonas periféricas de la
ciudad para aumentar la cooperación entre ellas, lograr un mayor aprovechamiento de las instalaciones técnicas,
energéticas y de la red vial, y disminuir las repercusiones ambientales de la producción industrial (contaminación del
aire y por ruido). Las industrias deben agruparse según su grado de nocividad (alta, media y baja) y desde un punto
de vista funcional, para saber dónde ubicarlas.
• Los que son dañinos para los alrededores debido a la contaminación, el ruido y/o vibraciones.
• Los que las fuentes energéticas contaminan los alrededores con humos y polvos.
• Los que necesitan ramales de acceso al ferrocarril.
• Los que necesitan superficies y reservas territoriales importantes.
• Los que necesitan la cooperación de otros establecimientos.
Los mismos se deben aislar de las zonas de viviendas y de los otros establecimientos por las llamadas zonas de
protección sanitarias 15. Sin embargo, las industrias que tiene elevada probabilidad de causar alto grado de contami-
nación medioambiental no se agruparán, para evitar la concentración de los efectos adversos.
Se entiende por zona de protección sanitaria el espacio entre las industrias o instalaciones que emiten sustancias
nocivas o ruidos, o que pueden entrañar algún otro riesgo para la población y las zonas residenciales, edificios de
salud pública, instalaciones culturales y educacionales, de servicios públicos y otros.
Se mide desde el centro productor de emanaciones, molestias o riesgos, a los límites de las edificaciones antes
señaladas.
Se pueden establecer las mismas contra ruidos, contaminación del aire y materias inflamables; además, conviene
crear zonas de este tipo entre las áreas residenciales y los almacenes o instalaciones de tratamiento de residuales
líquidos y desechos.
A modo de ejemplo, en el siguiente cuadro se expresa el ancho de las zonas de protección sanitaria para estable-
cimientos industriales de acuerdo a su grado de peligrosidad y nocividad, con posibilidad de emitir sustancias noci-
vas a la atmósfera.
Dentro de las zonas de protección sanitaria se podrán instalar industrias no nocivas, garajes, baños, la-
vanderías, locales para la protección física y administrativas, comedores y otras construcciones no pro-
piamente de producción. En ningún caso las mismas ocuparán más del 50 % del área de la zona. Además,
debe establecerse una franja arbolada de un ancho no menor de 50 m entre ellas y la industria; si la zona
de protección es de 100 m o menor, la franja de árboles se puede reducir a 20 m.
Las zonas de protección deben estar sembradas de árboles y arbustos. En las proximidades de la zona
residencial se preverá una franja arbolada no menor del 40 % del ancho de la zona, lo que a la vez sirve
para aminorar los efectos nocivos y favorece las condiciones microclimáticas.
Las áreas verdes en los asentamientos urbanos tienen gran importancia desde lo estético, económico e
higiénico 9,16; así tenemos que:
• Las hojas y las ramas contribuyen a la retención del polvo y gases contaminantes de la atmósfera, y a la
disminución de los ruidos excesivos.
• El césped y las raíces de los árboles evitan la erosión del suelo.
• El follaje bloquea la luz y disminuye el deslumbramiento y la reflexión de los rayos solares.
• Influencia favorable sobre el microclima.
Por tanto, mejoran las condiciones ambientales de la comunidad, ya que se considera que:
• Bosques de aproximadamente una hectárea extraen de la atmósfera hasta 4 toneladas de polvo por año.
Fuente: Ávila I. Contaminación ambiental y saneamiento básico en la industria. Material docente, Maes-
tría en Salud de los Trabajadores. La Habana: Instituto Nacional de Salud de los Trabajadores; 2011.
La producción y el consumo sostenible son un imperativo para las sociedades actuales; su logro depen-
derá de la gestión compartida y cooperada entre los gobiernos, la sociedad civil en su conjunto y las indus-
trias. El reto está en promover nuevas perspectivas y unificar los esfuerzos para poner en marcha políticas
y estrategias que permitan el crecimiento en la esfera productiva, observando los límites naturales y las
relaciones de interdependencia hombre-ecosistemas.
BIBLIOGRAFÍA