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Consigna 1

 Leer juntos el cuento: “Como si el ruido pudiese molestar” de Gustavo Roldán.


 Googlear la biografía del autor. En cuatro renglones sin copiar ni pegar, mencionar los
datos biográficos fundamentales para contextualizarlo témporo espacialmente y describir
el tipo de literatura que escribía.
 Investigar a través de lo que se disponga, en qué región o regiones de nuestro país
conviven tatúes, quirquinchos, monos, tigres, zorros, sapos y corzuelas, especificando en
qué tipo paisaje los alberga.
 Dividirse en dos grupos:

Grupo 1 - Googlearán fotos (NO dibujos) de frente de cuatro de los animales mencionados en
el texto. Reproducirán cada uno en una hoja A4 distinta, utilizando todo el espacio. Recortarán
cada animal por el borde para remarcar su silueta en otra hoja. Ese nuevo dibujo se convertirá
en la espalda del animal. Completarán y pintarán a gusto las dos partes. Las abrocharán entre
sí para convertirla en una bolsa de papel que llenarán de bollos de diario. Con palitos chinos o
de brochette o ramas y cordones o lanas, ubicarán los cuatro animales a modo de móvil,
cuidando guardar el equilibrio.

Grupo 2- Construir un texto en el que a través de un diálogo el sapo les cuente al resto de los
animales como verídica una aventura muy fantasiosa, donde incorpore dos o tres
trabalenguas.

Googlear luego para poder mencionarlos, literatura y autores que trabajaron con este
personaje sapo versero.

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"Como si el ruido pudiera molestar" de Gustavo Roldán.

Cumplo con lo prometido. Es un texto de lectura primordial! El tema: la muerte.

COMO SI EL RUIDO PUDIERA MOLESTAR

Fue como si el viento hubiera comenzado a traer las penas. Y de repente todos los animales se
enteraron de la noticia.

Abrieron muy grandes los ojos y la boca, y se quedaron con la boca abierta, sin saber qué decir.

Es que no había nada que decir.

Las nubes que trajo el viento taparon el sol. Y el viento se quedó quieto, dejó de ser viento y fue
un murmullo entre las hojas, dejó de ser murmullo y apenas fue una palabra que corrió de boca en
boca hasta que se perdió en la distancia.

Ahora todos lo sabían: el viejo tatú estaba a punto de morir.

Por eso los animales lo rodeaban, cuidándolo, pero sin saber qué hacer.

–Es que no hay nada que hacer –dijo el tatú con una voz que apenas se oía–. Además, me parece
que ya era hora.

Muchos hijos y muchísimos nietos tatucitos miraban con una tristeza larga en los ojos.

–¡Pero, don tatú, no puede ser!

–dijo el piojo–, si hasta ayer nomás nos contaba todas las cosas que le hizo al tigre.

–¿Se acuerda de las veces que lo embromó al zorro?

–¿Y de las aventuras que tuvo con don sapo?

–¡Y cómo se reía con las mentiras del sapo!

Varios quirquinchos, corzuelas y monos muy chicos, que no habían oído hablar de la muerte,
miraban sin entender.

–¡Eh, don sapo! –dijo en voz baja un monito–. ¿Qué le pasa a don tatú? ¿Por qué mi papá dice que
se va a morir?

–Vamos, chicos –dijo el sapo–, vamos hasta el río, yo les voy a contar.

Y un montón de quirquinchos, corzuelas y monitos lo sigueron hasta la orilla del río, para que el
sapo les dijera qué era eso de la muerte.
Y les contó que todos los animales viven y mueren. Que eso pasaba siempre, y que la muerte,
cuando llega a su debido tiempo, no era una cosa mala.

–Pero don sapo –preguntó una corzuela–,

¿entonces no vamos a jugar más con don tatú?

–No. No vamos a jugar más.

–¿Y él no está triste?

–Para nada. ¿Y saben por qué?

–No, don sapo, no sabemos...

–No está triste porque jugó mucho, porque jugó todos los juegos. Por eso se va contento.

–Claro –dijo el piojo–. ¡Cómo jugaba!

–¡Pero tampoco va a pelear más con el tigre!

–No, pero ya peleó todo lo que podía. Nunca lo dejó descansar tranquilo al tigre. También por eso
se va contento.

–¡Cierto! –dijo el piojo–. ¡Cómo peleaba!

–Y además, siempre anduvo enamorado.

También es muy importante querer mucho.

–¡Él sí que se divertía con sus cuentos, don sapo! –dijo la iguana.

–¡Como para que no! Si más de una historia la inventamos juntos, y por eso se va contento,
porque le gustaba divertirse y se divirtió mucho.

–Cierto –dijo el piojo–.

¡Cómo se divertía!

–Pero nosotros vamos a quedar tristes, don sapo.

–Un poquito sí, pero... –la voz le quedó en la garganta y los ojos se le mojaron al sapo–. Bueno,
mejor vamos a saludarlo por última vez.

–¿Qué está pasando que hay tanto silencio? –preguntó el tatú con esa voz que apenas se oía–.
Creo que ya se me acabó la cuerda.

¿Me ayudan a meterme en la cueva?


Al piojo, que estaba en la cabeza del ñandú, se le cayó una lágrima, pero era tan chiquita que
nadie se dio cuenta.

El tatú miró para todos lados, después bajó la cabeza, cerró los ojos, y murió.

Muchos ojos se mojaron, muchos dientes se apretaron, por muchos cuerpos pasó un escalofrío.

Todos sintieron que los oprimía una piedra muy grande.

Nadie dijo nada.

Sin hacer ruido, como si el ruido pudiera molestar, los animales se fueron alejando.

El viento sopló y sopló, y comenzó a llevarse las penas. Sopló y sopló, y las nubes se abrieron para
que el sol se pusiera a pintar las flores. El viento hizo ruido con las hojas de los árboles y silbó
entre los pastos secos.

–¿Se acuerdan –dijo el sapo– cuando hizo el trato con el zorro para sembrar maíz?
Consigna 2

 Observar juntos para poder explicar al resto qué tipo de paleta utilizó el autor, qué
relación hay entre la figura y su fondo, a partir de qué recursos se descubre la figura y si se
trata de una composición figurativa o no figurativa. Googlear datos biográficos del pintor
para escribir en cuatro renglones sin copiar ni pegar el contexto histórico y geográfico del
pintor Paul Klee y el estilo de su obra plástica.
 Dividirse en dos grupos:
Grupo 1: Identificar las figuras geométricas que componen el rostro. Elegir tres o cuatro
para utilizarlas como caras de cuerpos de diferentes tamaños, que construirán con los
materiales que disponen. Es interesante que un mismo cuerpo se replique más grande y
más pequeño para contar con buena cantidad de cuerpos.
Construir con estos cuerpos una escultura, definiendo como grupo si se la desea figurativa
o no figurativa. Seleccionar también como grupo un criterio para texturar algunas de las
caras visibles.
Grupo 2: Inventar grupalmente un texto que narre una aventura de la señora del cuadro
de Paul Klee en el país donde habita, el de la geometría, intercalando y repitiendo en
varias ocasiones un estribillo.
Investigar luego qué autora escribió un cuento llamado “El país de la geometría”.
Consigna 3ra.
-Leer juntos “Mamá por qué nadie es como nosotros?” de Luis María Pescetti.
-Armar grupalmente una lista con diez o más familias donde se nombren otro tipo de
características aún no mencionadas en el cuento, donde se describan aspectos desde lo
físico hasta las preferencias o las costumbres.
-Googlear para poder luego definir grupalmente la palabra “manifiesto”. Leer el ejemplo
que se entrega.
Se dividen en dos grupos:
Primer grupo:
- Se redacta en primera persona del plural un manifiesto sobre el reconocimiento del ser
humano como sujeto de derecho sin ninguna clase de distinción, tomando como ej. El
estilo y la propuesta del texto leído anteriormente.
- Se discute cómo y se decide un modo de organizarse para poder viralizar y difundir este
texto para invitar a las familias, amigos y a otras instituciones a adherirse a la propuesta y
continuar compartiéndolo.
Segundo grupo:
-Se construyen a partir de realizar bollos de papel y encintarlos, dos rostros en volumen
donde se perciban características bien diferentes en sus rasgos, sus cabellos y gestos. Se
les da terminación y color, con una cartapesta con papel barrilete.
-Suponiendo que en el grado se construyó una docena de cabezas diferentes, pensar un
modo de presentarlas al resto de la escuela generando en esa exposición, alguna actividad
interactiva.
MAMÁ, ¿POR QUÉ NADIE ES COMO NOSOTROS? Luis María Pescetti. (consigna 3)

La mamá de Joshua es peruana, el papá es estadounidense, y él nació en México.


Flavia, que los conoció en un viaje, le pregunta a su mamá: ¿por qué ellos no hablan como
nosotros?

El papá y la mamá de Flavia son brasileros, y viven en Brasil; pero sus abuelos maternos
son una señora danesa casada con un señor brasilero. Ellos viven en Venezuela. Sus
abuelos paternos son un señor italiano casado con una señora inglesa. Estos viven en
Brasil.

Cierta vez ganaron un premio en un concurso de televisión. Raúl los vio desde su propio
país y, al saber cómo estaba compuesta esa familia, le comentó a su mamá: ¡Qué raros
que son!

Los padres de Raúl son colombianos. El papá es pastor protestante, y Raúl, a veces juega
en el templo.

En la escuela tenía un amigo llamado Esteban, y que siempre le preguntaba: Raúl, ¿qué se
siente tener un papá medio cura?

Esteban se fue a vivir con su familia a Canadá, por una beca que consiguió el padre. Sus
abuelos son polacos, originarios de un pueblo que ya no existe, pues desapareció durante
la guerra.

Se escribe con un amigo que se llama Miguel, y en una carta éste le dijo que le sonaba
extraño que toda la familia se hubiera mudado sólo porque el papá quería estudiar.

El papá de Miguel es judío, pero la mamá es católica. Cuando se pusieron de novios


decidieron que festejarían todas las celebraciones de las dos religiones.

Su amiga, Teresa, le dice que tendrían que elegir, porque nadie puede tener dos fines de
año en un mismo año.

La mamá de Teresa estaba separada y ya tenía un hijo cuando conoció al papá de Teresa,
que también estaba separado, pero no tenía hijos.
Se enamoraron, fueron a vivir juntos y a los dos años nació ella.
Martín, que es uno de sus compañeros de escuela, le preguntó a su mamá: ¿por qué esa
familia se armó de a pedacitos?
Los papás de Martín y Josefa (su hermana) vivían a media cuadra de distancia cuando eran
niños. Fueron amigos durante la infancia y se pusieron de novios a los 17 años. Han estado
toda la vida juntos.

Juan, que practica Judo con Martín, le argumenta que vivir siempre en el mismo barrio
debe ser la mar de aburrido.
El papá de Juan es ingeniero en computación, pero heredó de su familia un camión con el
que hace mudanzas (si no son muy grandes), y ellos mismos han cambiado de barrio siete
veces desde que él nació.
Juan se chatea con un amigo que se hizo a través de Internet. Vive en México y se llama
Joshua. Él no entiende cómo Juan y su familia pueden vivir mudándose toda la vida.

La mamá de Mirta trabaja en un supermercado, la de Tomás es gerenta en un banco. El


papá de Raulito es negro, y su mamá es blanca, los papás de Iñaqui son blancos, los papás
de Sushiro son japoneses (pero nacieron en Perú).

El papá de Alberto es alto y gordo, el de Cristina es flaco y alto, la mamá de Elsa es baja y
se queja de tener una cola demasiado ancha.

La mamá de Sofía no es ni alta ni baja, pero tiene el pelo rizado y a ella le gustaría tenerlo
lacio y largo.

Al papá de Eduardo le encantan los deportes, igual que a la mamá de Inés, pero al papá de
Ignacio le gusta relajarse viendo tele, mientras toma una cerveza.

La mamá de Eugenio odia el fútbol, pero a la mamá de Coqui le encanta ir a la cancha.

La mamá de Yahir es musulmana, el papá de Teo es católico (pero la mamá dice que no
cree en nada).

Los papás de Susana tienen una señora que los ayuda en la casa, los papás de Mirta deben
hacerlo todo ellos mismos. Los papás de Alberto son mexicanos, pero están separados
(aunque viven en la misma ciudad).

Los papás de Carolina no están separados, pero el papá trabaja en una empresa que está
en otro país, vuela los lunes en la madrugada y regresa los viernes por la tardecita (sólo
está en su casa los fines de semana y durante las vacaciones).

Y cada uno ha preguntado alguna vez a su mamá, ¿Por qué nadie es como nosotros?

Luis María Pescetti


Manifiesto mochilero: (www.acrobatasdelcamino.com)

Los que hacemos esta página creemos que ser mochileros es algo más que cargar
nuestra mochila y salir a recorrer las rutas, es algo más que hacer dedo y disfrutar de la
naturaleza.
Creemos:
-que la condición humana admite más posibilidades que el diploma y la oficina,
-que ser responsable es darnos cuenta de que la vida es una sola,
-que nadie es viejo en tanto no se haga cargo de su edad,
-que el mundo no es un lugar estático,
-que ese mundo es aún un buen lugar para vivir,
-que el universo cuida de nosotros, y que una jornada laboral de 12 horas es más peligrosa
que viajar a dedo,
-que todos los viajeros podemos aprender los unos de los otrosue el dinero es una parte
opcional del equipaje,
-que la simplicidad es algo a ser reivindicado,
-que la meta es una excusa para dejarnos mecer por el azar,
-que con cada auto que se detiene en una banquina barajamos y damos de vuelta, que ese
preciso instante cambia de alguna manera nuestro viaje y de esa manera nuestra vida.
-que el viajero es preso de la paradoja de querer dar la vuelta a un circuito infinito…
-que si VOS llegaste hasta acá leyendo no deberías dejar pasar un minuto para empezar a
pensar tu propia vuelta al mundo.

Quienes hacemos esta página, sobre todas las cosas,


queremos que aprendas a querer el camino
Consigna 4
-Observar juntos la obra de Henry Rousseau “El sueño de Yadwigha”. Concluir
grupalmente sobre cómo usó el color el artista y qué recursos utilizó el artista para
dar idea de profundidad.
-En qué lugares de nuestro país hay paisajes selváticos como los del cuadro?.
Enumerar (googlear si es necesario) variedad de vegetación y fauna que se
encuentra en ella.
-Imaginar juntos algún personaje que pudiera encontrarse en esa selva argentina y
resultase tan contrastante como la dama de la obra de Rousseau por sus
características y las circunstancias enlas que se lo observa.
Dividirse en dos grupos:
Grupo 1:
-Construir en el interior de una caja una escena donde se vean en diferentes
profundidades la vegetación, la fauna y ese personaje contrastante que
inventaron.
Grupo 2:
-Inventar un cuento en el cual ese personaje inventado grupalmente entra en
conflicto con esa selva en la cual se halla.

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