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Los Movimientos Sociales frente a la crisis general del Ecuador:

De las luchas de la CONAIE a la Revolución ciudadana.

René Villaboy Zaldivar

La emergencia, evolución y praxis de lucha de los denominados movimientos


sociales fueron temas que cobraron un notable espacio dentro del debate de las
ciencias sociales en todo el mundo, a partir de los últimos años de la década de
los ochenta del pasado siglo. Toda vez que, la esperanza de alcanzar otro mundo
posible y alternativo, construido desde los proyectos de toma del poder de las
organizaciones partiditas de la izquierda, y de los movimientos armados
revolucionarios se vio frustrada ante la hecatombe de la URSS y su amplia esfera
de influencia en Europa del Este. En América Latina el espacio cedido
forzosamente por los partidos socialistas y comunistas, de larga tradición y lucha
política y por los principales focos guerrilleros que sucesivamente fueron
deponiendo las armas, con la excepción de las insurgentes FARC-EP y ELN de
Colombia, fue llenado por nuevas fuerzas de resistencia y lucha social. Pues si
bien, de una parte el antagonismo este-oeste desaparecía con el aceptado triunfo
del capitalismo, la economía de mercado y el orden democrático liberal 1, de otra
las consecuencias de la implementación de las políticas neoliberales en gran parte
de los países de la región se reflejaron en el recrudecimiento de las desigualdades
sociales y el agravamiento de la vida de los sectores históricamente marginados.

El renacer de las luchas contra el sistema vigente coincidió con la emergencia de


nuevos actores sociopolíticos en no pocos países latinoamericanos. Se trataban
de grupos informalmente organizados y relacionados que siguiendo coincidencias
colectivas, de género, raza y origen étnico, lugares de residencia, profesiones y
oficios, orientación sexual o simplemente de identidad social, demandaban
cambios en las formas de organización económica y política que primaban en los

1-Ver Francis Fukuyama y sus teorías del fin de la historia en el ¿El fin de la historia? Y El fin de la Historia y
el último hombre (The End of History and the Last Man), 1989 y 1992 respectivamente.

1
estados neoliberalizados. Aunque sin proponerse la toma del poder político,
apelando a vías pacificas de movilización y protesta, y rechazando métodos de
dirección verticales y autoritarios, tales movimientos ganaron un amplio espacio
en el escenario político y social latinoamericano en la última década de la centuria
pasada, presionando y acelerando la caída de no pocos regímenes neoliberales
del área.

Uno de los países más citados dentro de esta oleada de eclosión de los
movimientos sociales en Nuestra América es la República del Ecuador ,sobre todo
por la repercusión de las amplias movilizaciones y acciones de la principal
organización indígena ecuatoriana: la Confederación de Nacionalidades Indígenas
del Ecuador ( CONAIE ). Organización que no sólo se convirtió en el actor social
contrahegemónico más importante de la década del noventa del siglo XX, en dicho
país, sino que además devino en uno de los movimientos sociales más relevantes
de la región sudamericana. Su acción dentro del escenario nacional llevó a la
agrupación indígena a extender su agenda de reivindicaciones étnicas a una
propuesta de solución a la grave crisis general que embargó al Ecuador por más
de dos décadas. La fortaleza movilizativa y política alcanzada por la CONAIE la
llevó a conseguir en todos estos años representación en los poderes legislativos a
nivel nacional y local e incluso llegaron a compartir el gobierno con un ex coronel
del ejército, Lucio Gutiérrez, en el 2003.

Pero no sólo la CONAIE capitalizó la lucha social y política desde formas


alternativas a la izquierda tradicional en el Ecuador, sino que coincidiendo con la
pérdida de fuerza y capacidad para transformar la realidad nacional que
experimentó la principal organización indígena, tras el fracaso del cogobierno con
el partido Sociedad Patriótica de Gutiérrez , otros sectores coparon los espacios
de confrontación social y de enfrentamiento a las políticas de privatización y ajuste
de los sucesivos gobiernos ecuatorianos. Dentro de estos grupos se destacó de
manera especial la acción de los denominados movimientos ciudadanos, cuya
lucha alcanzó la mayoría de edad con las acciones de la llamada rebelión de los
Forajidos, en abril de 2005. Tales “organizaciones”, conformadas por sectores
2
diametralmente opuestos a las poblaciones originarias y que se propusieron un
cambio sobre bases éticas y políticas muy distintas, en cambio si lograron atraer a
otros sectores para la toma del poder político. Los movimientos ciudadanos fueron
el embrión social de la Alianza País, agrupación que llevó a Rafael Correa al
Palacio de Carondelet en 2006 con el proyecto de la Revolución Ciudadana.

El escenario de acción de los movimientos sociales ecuatorianos: del


retorno de la democracia a la democracia retorcida.

La situación de América Latina se vio estremecida en 1959 por el triunfo de la


Revolución Cubana. El primer día de ese año la isla caribeña amaneció con la
noticia de la huída del dictador Fulgencio Batista y del control del país por parte de
las fuerzas del Ejército Rebelde dirigido por el joven abogado devenido en
Comandante, Fidel Castro. Se inició así un profundo y complejo proceso de
transformaciones que culminó en el establecimiento del primer estado socialista en
el hemisferio occidental, tan solo a noventa millas de los EE.UU. Los cambios que
se operaron en Cuba, dirigidos a devolver al país la soberanía y la independencia
nacional, y a eliminar la explotación mediante numerosas medidas de beneficio
social, impactaron de manera directa en casi todos los rincones de la región.

En consecuencia, Ecuador no estuvo exento de sentir el embate de los vientos


revolucionarios que soplaban estrepitosamente. Bajo el influjo de los sucesos en
Cuba surgió en el país andino la Unión Revolucionaria de Jóvenes Ecuatorianos
(URJE), el 27 de noviembre de 1959, integrada por estudiantes universitarios y de
enseñanza media, admiradores del movimiento encabezado por Fidel Castro. En
su Carta Orgánica la nueva estructura declaraba que entre sus propósitos estaba:
…transformar el caduco orden social, económico y político que pesa sobre
Ecuador…y a la vez reconocían que (R.V.Z)…amamos a la Revolución Cubana
que ha realizado en la patria de Fidel, los sueños de los hombres humildes de
América al darle al pueblo libertad, pan y justicia…2 . De igual forma sectores más

2-En Patricio Icaza: Historia del Movimiento Obrero Ecuatoriano: De la influencia de la táctica de frente
popular a las luchas del FUT, Quito, CEDIME, CIUDAD, 1991, Segunda Parte. Pág. 186.

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radicales de los Partidos Comunista y Socialista, abogaron por la adopción de la
lucha armada como vía para cambiar el orden de cosas en el país, lo cual condujo
luego al fraccionamiento de tales agrupaciones y al surgimiento de nuevos
partidos de izquierda.

En medio de este clima, y una vez terminada la presidencia de Camilo Ponce


Enríquez en 1960, regresó al gobierno el “eterno” presidente José María Velasco
Ibarra, apoyado en la efervescencia social y revolucionaria que sacudía al estado
sudamericano. Eso explica en buena medida la posición de consentimiento que el
nuevo jefe de gobierno ecuatoriano adoptó hacia el proceso que se vivía en Cuba.
La cual le costó, sin embargo, su abrupta salida del puesto en 1961. Según el
historiador socialista ecuatoriano Germán Rodas, Velasco Ibarra, no solo se negó
a romper relaciones con Cuba, ante las numerosas presiones del embajador
norteamericano en Quito, sino que además por mediación de su ministro de
gobierno, Manuel Araujo Hidalgo, quien visitó La Habana en 1961, le transmitió al
líder de la revolución cubana la advertencia sobre la posibilidad de una invasión
militar a la isla, que ya se fraguaba desde el Departamento de Estado 3 en
Washington. Se sumaba a ello la visita a Moscú del Vicepresidente Carlos Julio
Arosemena Monroy. Tales razones bastaron para que en noviembre de ese mismo
año Velasco Ibarra fuera depuesto por altos oficiales del Ejército. En su lugar fue
colocado Arosemena Monroy, hasta entonces vice jefe del estado.

El nuevo presidente de inicio intentó mantener la política de su antecesor, en


cuanto a la negativa de sumar al Ecuador a la cruzada anticomunista desatada
contra el sistema cubano y los focos revolucionarios que emergían en todo el
continente. Pero la presión de los EE.UU y de las fuerzas reaccionarias internas
finalmente le hicieron claudicar. El 2 de abril de 1962, el gobierno ecuatoriano
rompió sus relaciones diplomáticas con Cuba, medida extendida luego a otros
países socialistas de Europa del este. Al mismo tiempo, bajo el régimen de

3 -Ver Germán Rodas: La influencia de la Revolución Cubana en Ecuador en los años 60 en Germán Rodas
(Comp.): Cuba y Latinoamérica en los años 60, Quito, Ediciones La Tierra, 2009, 119 PP.

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Arosemena fue reprimido, con el apoyo de la misión de la CIA en el país, el intento
de insurrección armada que la URJE , y algunos jóvenes comunistas y socialistas
pretendieron vertebrar en la zona selvática de Santo Domingo de los Colorados, al
margen derecho del río Toachi. No obstante, el cambio de rumbo de la política del
presidente Arosemena no aplacó los resquemores que hacia él tenían la Casa
Blanca y los sectores retrógrados internos, los cuales se agravaron por el malestar
nacional ante la desfachatada conducta pública del mandatario mediada por su
dipsomanía declarada. Así las cosas el 11 de julio de 1963, Arosemena, fue
derrocado y deportado a Panamá, y de paso, sustituido por una Junta Militar.

El reinicio de los gobiernos militares en Ecuador debe ser entendido en el contexto


de la guerra fría, y en especial de la ofensiva contrarrevolucionaria diseñada
desde de la Casa Blanca. Cuando las fuerzas armadas ecuatorianas se hacen del
gobierno en Quito, se producirán actos similares en varios puntos de la geografía
latinoamericana. En Argentina y Perú en 1962, en República Dominicana y
Guatemala en 1963 y en Brasil en 1964, los militares salieron de los cuarteles con
el fin de evitar el triunfo del comunismo e implantar dictaduras de seguridad
nacional como muro de contención para la revolución cubana, y el peligro mayor:
la influencia de la Unión Soviética.

Tras el forzoso desalojo de Arosemena, se estableció una Junta militar de


gobierno encabezada por el Contralmirante Ramón Castro Jijón, e integrada por
tres altos oficiales más. Hasta marzo de 1966, el gobierno castrense de facto
intentó sofocar las tentativas de “propagación del comunismo” y, a la vez, puso en
práctica ciertas reformas al amparo de la Alianza para el Progreso (ALPRO).
Dentro de tales medidas estuvo la proclamación en 1964 de una ley de Reforma
Agraria que buscó en materia económica, sin mucho éxito, la renovación de las
relaciones agrícolas de corte pre capitalistas que aún perduraban, y desde el
ámbito social resolver las demandas campesinas mediante la colonización de
territorios baldíos, aunque sin poner en peligro la intangibilidad de la propiedad
privada. Al mismo tiempo la junta decretó una ley de reforma tributaria, la cual a
través de la unificación y/o supresión de impuestos y contribuciones pretendió
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aumentar los ingresos estatales. La reforma fiscal intentó además aligerar la carga
impositiva sobre los pequeños comerciantes y agricultores, toda vez que
aumentaba la tributación sobre la renta4. Finalmente los militares intentaron
avanzar en la renovación de la infraestructura industrial e incentivar la inversión
de capitales y el comercio exterior, a través de tentativas de modificación de los
aranceles de aduana. En medio de este clima reformista de derecha se
fortalecieron los sectores medios urbanos, vinculados fundamentalmente a la
numerosa burocracia generada por la aparición de instituciones y oficinas
públicas; encargadas de ejecutar y contralar el plan reformista de los militares.

Las medidas antes mencionadas, y otras que impulsó el gobierno de los


uniformados, se ajustaron a la clara intención de fortalecer el capitalismo en el
Ecuador, tratando de que fuera mucho más moderno, productivo y eficiente,
capaz de garantizar por si mismo la estabilidad social y, de paso, frenar la
ocurrencia de movimientos de protestas. Pero tales intentos no tardaron en
tropezar con los intereses de los terratenientes serranos y los comerciantes
guayaquileños, que se beneficiaban con el hibrido sistema de relaciones
productivas prevaleciente hasta entonces. Los primeros recibieron con rechazo la
reforma agraria, la cual si bien no condujo a la subversión de la propiedad agrícola
si dinamizó la vida rural, fortaleció la pequeña y mediana propiedad y a la par
estimuló el desplazamiento de un importante número de campesinos hacia las
ciudades. Por su parte los segundos se vieron directamente amenazados ante una
próxima reforma arancelaria que afectaría, en consecuencia, la competitividad de
sus productos. De modo que a la oposición de los sectores progresistas y de
izquierda; reprimidos y combatidos abiertamente por el régimen, se sumaron otros
grupos sociales disidentes, movidos como ya se mencionó antes por razones
distintas y hasta contradictorias.

4- Martín Mayoral, Fernando: Estado y Mercado en la historia de Ecuador. Desde los años 50 hasta el gobierno de
Correa en revista Nueva Sociedad No.221, mayo –junio de 2009, Pág. 120 – 136. Consultada en www.nuso.org.

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Para colmar el estado de insatisfacción casi general la Junta firmó un convenio
pesquero con EE.UU, que permitió incursionar a los buques de ese país dentro de
200 millas del territorio marítimo bajo soberanía ecuatoriana. Llegado ese punto
las manifestaciones sociales no tardaron en extenderse por varias zonas del
territorio. En marzo de 1966, desde la Universidad de Guayaquil, el estudiantado,
los profesores y otros sectores sociales exigieron la renuncia de la junta,
recibiendo la correspondiente represión de los uniformados. Sin embargo, para las
fuerzas armadas la situación fue ya insostenible, a tal punto que el día 30 de ese
mismo mes tuvieron que traspasar la dirección del país a Clemente Yerovi
Indaburu, economista y banquero guayaquileño, encargado de convocar a una
nueva asamblea constituyente.

El cónclave legislativo, que se inició el 16 de noviembre, fue escenario de


enfrentamientos entre los distintos sectores políticos que allí tenían asientos. Las
riñas entre los círculos políticos tradicionales que se disputaban la elección del
futuro presidente fueron derrotadas por la hábil política de coaliciones del joven
abogado Otto Arosemena Gómez, quien finalmente fue electo jefe de estado,
antes de haberse aprobado el texto constitucional en ciernes. El nuevo
presidente, quien además era primo hermano del gobernante derrocado por la
junta militar años antes, administró el país a través de una alianza entre los
tradicionales políticos conservadores y los nacientes y dinámicos grupos
financieros. Ello se expresó en el doble rasero que caracterizaron a sus dos años
de gobierno. De una parte impulsó la creación de escuelas y obras de
infraestructura y mantuvo una digna posición en la política exterior; criticando la
política de Washington hacia América Latina y el fracaso de la Alianza para el
Progreso, mientras por otra firmó importantes concesiones a favor de empresas
extranjeras interesadas en la explotación petrolera y fue permisivo con la
corrupción enquistada en varias esferas del poder público.

En 1968, tras la celebración de las elecciones, se inició la quinta y última


presidencia de Velasco Ibarra. Esa vez, como era propio de su estilo llegaba a
Carondelet a través de pactos y coaliciones con distintos grupos políticos. Lo cual
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aseguraba, desde el inicio, la ambigüedad de su gestión gubernamental. En los
primeros años de administración el viejo y habilidoso político potenció una línea
nacional-reformista con aparentes visos anti oligárquicos y antimperialistas5, la
cual se materializó a través de distintas medidas y decretos aprobados por el
ejecutivo. Así por ejemplo sancionó una ley que proscribió las condiciones
precarias del trabajo agrícola, ante el descontento de sectores campesinos, e
impulsó la construcción de obras de infraestructura. En política externa mantuvo
una protección de los intereses nacionales frente a los capitales y la injerencia
extranjera, sobre todo norteamericana. Por ello, nacionalizó la All Ammerican
Cables and Radio, y en su lugar creó una empresa nacional para las
comunicaciones internacionales6. Esta posición lo llevó, en 1971, a desatar la
denominada Guerra del Atún, que estalló tras ser tomadas por como prisioneras
embarcaciones estadounidenses que pescaban en aguas jurisdiccionales del
Ecuador. A la vez, recibió con altos honores al entonces Primer Ministro de Cuba,
Fidel Castro, quien realizó una breve escala técnica en Guayaquil, en noviembre
de 19717 .Pero la situación económica interna, marcada por la reaparición de una
nueva crisis fiscal y el consecuente descontento social llevaron al ya anciano
caudillo, contaba entonces con 77 años, a aliarse con sectores oligárquicos y
derechistas para finalmente autoproclamarse dictador tras clausurar el congreso
nacional, en junio de 1970.

Se desató así la cara siniestra del régimen, al reprimir sin piedad a estudiantes,
maestros y otros sectores sociales inconformes con el giro político del gobierno y
en definitiva con la situación del país. Fue en este contexto que emergió el líder
populista Assad Bucaram, representante de los intereses económicos del litoral,
devenido en cabecilla de la oposición antivelazquista y candidato presidencial ante
los inminentes comicios generales. Bucaram inició, a la par, la influencia de una
5 - Jorge Núñez Sánchez en Ecuador en La Historia, Santo Domingo, Archivo general de la Nación, 2011, Pág. 329

6 -Ibídem. Pág. 329

7- Ver Germán Rodas Chaves: Fidel en el Ecuador. A propósito de la visita de Fidel Castro a Guayaquil en 1971,
Quito, ABYA YALA, 2001.

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familia no tradicional, de origen libanés, en la política ecuatoriana. Ante tal
desconcierto las Fuerzas Armadas nuevamente apartaron del sillón presidencial a
Velazco Ibarra, el 15 de febrero de 1972. Se instaló otra vez el poder de las armas
y los uniformes en el control del país, encabezado por el General Guillermo
Rodríguez Lara, jefe del Ejército ecuatoriano.

Pero el gobierno del General Rodríguez Lara, fue un parteaguas en la posición


que había asumido el ejército ecuatoriano desde 1960. El jefe de estado de facto
era un oficial de carrera, con estudios superiores en academias de Colombia,
Argentina e incluso en la tristemente célebre Escuela de las Américas en Panamá,
de la cual fue profesor por algunos años. Su gobierno se asemejó a las
experiencias de regímenes militares nacionalistas como el de Juan Velasco
Alvarado en el Perú y de Omar Torrijos Herrera en Panamá.

El nuevo ejecutivo ecuatoriano adoptó el modelo de desarrollo cepalino, centrado


en la industrialización y la sustitución de importaciones. En consecuencia la
administración militar, entronizada a partir de 1972, intentó implementar el modelo
estatal-desarrollista, que en esencia ambicionó convertir al estado ecuatoriano en
agente y promotor directo del desarrollo económico, sin descartar la participación
de la empresa privada y potenciando en todo momento la fortaleza de las capas
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medias de la sociedad . Tal forma de orientar la economía aprovechó las
facilidades coyunturales del boom petrolero; el cual permitió aumentar los ingresos
y las inversiones en el sector público, y el desarrollo de una industria local en
rubros como la producción de alimentos, textiles y la proliferación del sector
bancario y comercial.

La bonanza económica de los 70 aceleró la urbanización de la vida ecuatoriana,


dada las posibilidades de empleos que generaban el comercio, los servicios y la

8-Juan Paz y Miño: Removiendo el Presente. Latinoamericanismo e Historia en Ecuador. Taller de Historia
Económica. Quito, ABYA YALA, 2007, Pág. 138.

9
producción petrolera, lo cual no implicó que el país entrara en la senda del total
desarrollo capitalista9, dado que la estructura rural permanecía casi incólume.

Tal reconversión implicó el estancamiento de la producción agrícola y el


encarecimiento de la vida en las zonas rurales. Como parte de la proyección
nacionalista del gobierno militar, el control del principal recurso exportable se
consolidó en un 62%10 en manos estatales; a través de la Compañía Ecuatoriana
de Petróleo (CEPE), creada en 1972. A la par, Ecuador, en la voz y acción de su
general-presidente defendió la soberanía nacional sobre los recursos naturales
nacionales e ingresó en la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP). En un osado intento de remover la situación rural el régimen castrense
postuló una nueva Ley de reforma agraria, en 1974, la cual finalmente no pudo ser
aplicada por la recalcitrante oposición de la oligarquía local.

Finalmente el intento nacionalista de Rodriguez Lara se estrelló frente a un relevo


del mando militar, siendo reemplazado por un Consejo Supremo de Gobierno
dirigido por el Almirante Alfredo Poveda e integrado por otros dos oficiales de alta
graduación de los cuerpos armados. Pero en la práctica el cambio de figura era
mucho más que eso, se trató de frenar el rumbo progresista que un sector del
ejército había emprendido para los destinos del país ,mediante la asunción de otra
línea más conservadora y oligárquica. De esa manera fue reevaluada la política
social y de gastos públicos, reduciendo gran parte de las inversiones en este
sentido y, al mismo, tiempo aumentó el carácter represivo del régimen al coaptar
la acción de los sindicatos, de los grupos revolucionarios y sus dirigentes. Ejemplo
de ello fue la represión contra los trabajadores del Ingenio azucarero AZTRA, en la
provincia de Cañar, que exigían aumentos salariales dejando un saldo de decenas
de muertos, en octubre de 1977, y el asesinato de Abdón Calderón Muñoz, líder
del Frente Radical Alfarista, en noviembre de 1978. Ante tal situación, la lucha
9- Alberto Acosta: Preparémonos para lo que se avecina en Ponce, J (Ed.) El Oriente es un Mito, Quito, CEP/ABYA
YALA/FLACSO, 2003. Pág. 24

10- En James D. Cockroft: América Latina y Estados Unidos .Historia y política país por país, La Habana,
Editorial de Ciencias Sociales, 2004, Pág. 509.

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social lejos de atenuarse se caldeó, de modo que los grupos obreros se
reagruparon en el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), surgieron otras
organizaciones de izquierda como el Movimiento Socialista de Trabajadores (MTS)
de orientación trotskista y con influencia en los sectores universitarios y sindicales
de Quito, y las ilegalizadas Unión de Educadores (UNE) y Federación de
Estudiantes Secundarios (FESE) incrementaron su accionar reivindicativo.

Ante el evidente estallido social los militares, luego de modificar algunas de sus
políticas de ajuste y de irrespeto a los derechos humanos, lo cual incluyó la
aprobación de una tímida reforma agraria, convocaron al país a retornar al
régimen democrático burgués. Se sometió a referéndum un nuevo proyecto de
constitución, se aprobó una nueva ley de partidos políticos y finalmente se
celebraron los comicios generales en julio de 1978.

Fue así que, en 1979, Ecuador se convirtió en la primera nación latinoamericana


en retornar al régimen democrático-representativo. Ello se manifestó con la
elección del binomio presidencial integrado por Jaime Roldós Aguilera y Osvaldo
Hurtado Larrea, postulados por la Concentración de Fuerzas Populares (CFP), con
el apoyo de la Democracia Popular (DP). El programa del nuevo gobierno incluyó
las propuestas de reformas sociales y la consolidación del sector estatal a partir
de lo ingresos del auge petrolero que aún entonces se vivía. Sin embargo, el joven
presidente Roldós, contaba con 38 años al ser electo, enfrentó un conjunto de
adversidades que frenaron sus pretensiones de cambio.

En primer lugar la multiplicidad ideológica de su equipo de gobierno y la hostilidad


del propio partido al que pertenecía. Esto último se resumió en las pretensiones
de Assad Bucaram; líder de CFP, tío político y mentor ideológico del mandatario,
de dirigir el gobierno desde su puesto de jefe de la Cámara de Congreso
Nacional. La discrepancia, Roldós-Bucaram, desembocó en la ruptura del jefe de
estado con la Concentración de Fuerzas Populares y la fundación, en 1980, del

11
Partido Pueblo Cambio y Democracia (PCD)11. En segundo lugar estaba el
ambiente hostil que imperaba a nivel continental contra todo intento de
transformación del orden panamericano impuesto desde Washington. La acción
injerencista del presidente norteamericano, Ronald Reagan, cuya política exterior
hacia Latinoamérica se fundamentó en el documento de Santa Fe, redactado en
mayo de 1980 por un grupo de políticos, militares e intelectuales allegados al jefe
de la Casa Blanca. Tal instrumento buscó mantener el status quo en las áreas de
influencia de los EE.UU y evitar, por tanto, la proliferación del comunismo en
América Latina. El gobierno de Roldós fue mal visto por la administración
republicana siendo acusado de proteger a guerrilleros del M-19 colombiano y del
Frente Farabundo Martí del Salvador12, a lo que se añadió el hecho del
restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba.

Los elementos anteriores, a los que se suman la oposición de los sectores


oligárquicos tradicionales, el conflicto bélico con el Perú13 y la contracción de las
exportaciones de petróleo, explican la ambivalencia de la política de Jaime Roldós.
Por una parte apenas en 20 meses de gobierno logró reducir la jornada de trabajo
semanal a 40 horas, aumentó el salario mínimo, amplió el seguro social
campesino, creó el Banco de Desarrollo del Ecuador, para financiar obras de
infraestructura14 y, a la vez, tomó medidas como el alza de los precios de la
gasolina, la reducción de la inversión pública y de los subsidios y se produjo un
crecimiento de la deuda externa. Tal contradicción en la política interna de Roldós

11-Ver Enrique Ayala: Los Partidos Políticos en el Ecuador. Síntesis Histórica (Edición actualizada) Quito,
Ediciones La Tierra, 1989, 63-64 PP.

12.Ver Luis Suárez Un siglo de Terror en América Latina .Crónica de crímenes de Estados Unidos contra la
Humanidad. Ocean Sur, 2006.384-402 PP. y Luis Fernando Ayerbe: Los Estados Unidos y La América Latina .La
construcción de la hegemonía. La Habana, Fondo Editorial Casa de las Américas, 2001, Pág. 226.

13 - En 1981 se produjo un diferendo fronterizo entre Ecuador y Perú que enfrentó a soldados de ambas naciones,
el conflicto culminó con la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA). La confrontación implicó
para el Ecuador la movilización de sus fuerzas y la asignación de recursos al sector militar que incrementaron la
deuda externa del país. Ver Mario Chaves: Veinte Años de Democracia en el Ecuador. Quito, Casa de la Cultura
Ecuatoriana Benjamín Carrión, 2000.
14
-Jorge Núñez: Ob. Cit. Pág. 336.

12
respondió como ya se dijo antes en buena parte al advenimiento del fin del ciclo
exportador del petróleo, sustento económico principal de la proyección reformista
que asumió el estado ecuatoriano desde los gobiernos militares.

Las drásticas medidas del presidente menguaron notablemente su popularidad,


al punto de convocarse a una huelga nacional por parte de la FUT y ser
abucheado y hostilmente recibido por los asistentes a un acto cívico el 24 de
mayo de 1981, día en que se cumplía el 158 aniversario de la batalla de
Pichincha. Durante la citada conmemoración, en el estadio olímpico Atahualpa de
Quito, el mandatario pronunció su último discurso, en medio de la visible hostilidad
de los presentes. Horas después perdió la vida en un dudoso accidente aéreo15
en compañía de su esposa y de otros miembros de su equipo.

Tras la muerte de Roldós asumió la presidencia su vicepresidente, Osvaldo


Hurtado Larrea, hombre abiertamente menos reformista que su antecesor y que
además se alió con el afanoso aspirante al poder Assad Bucaram. Fue bajo su
administración que se iniciaron las tentativas de imponer el modelo neoliberal en la
patria de Eloy Alfaro. Dado que su mandato coincidió con la paralización del
relativo avance industrial que se experimentó tiempos antes como resultado del
auge de la exportación del llamado oro negro. Diversos factores influyeron en una
nueva crisis que obligó a la reorientación de la política económica del estado
ecuatoriano. En primer lugar la caída de los precios del petróleo, producto básico
del relativo ascenso económico. En segundo orden, los daños causados por las
inundaciones de 1982 y 1983,con implicaciones directas para la producción
agrícola, la infraestructura y los obras públicas, y por último no menos
trascendente, las deformaciones estructurales sistémicas de su modelo
económico.

15 -La periodista e investigadora argentina Stella Calloni afirma que testigos del ``accidente´´ en la región del
Zapotillo confirmaron que el avión presidencial había estallado en el aire desintegrándose en el acto. Tales
informantes desaparecieron sin dejar rastros , por lo que la autora inscribe la muerte de Roldós en la Operación
Cóndor desarrollada por la Casa Blanca y la CIA en América del Sur. Ver Stella Calloni: Operación Cóndor. Pacto
Criminal ,(segunda edición), La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2005, Pág. 258.

13
En 1983, el presidente Hurtado firmó la primera carta de intención con el FMI, la
cual implicó el compromiso de desvalorizar la moneda nacional, aumentar los
precios del combustible y los impuestos, disminuir el gasto social e implementar
las privatizaciones de las empresas estatales. Otro de los rasgos que distinguieron
la política económica de Hurtado fue el proceso de sucretización de la deuda
externa del sector privado. A través de la conversión de dólares a Sucres, de la
deuda de las entidades económicas privadas, logró que el estado ecuatoriano
asumiera el pago de los compromisos de esas empresas con resultados
desastrosos para una economía en indiscutible recesión. Sobre los resultados de
tal política el economista ecuatoriano Alberto Acosta apuntó: ``se transformaron
las deudas privadas en públicas, convirtió al estado en empresa de reparaciones
de los grupos económicos más poderosos´´16. A lo anterior hay que añadir que el
gobierno tuvo que lidiar con la aparición y acción del movimiento Alfaro Vive
¡Carajo¡(AVC) autodenominado de izquierda revolucionaria y marxista leninista,
que mediante la lucha armada estableció vínculos con la también guerrillera
agrupación colombiana M-19. Sin embargo, la represión y el brutal enfrentamiento
a la radical organización fueron tareas pendientes para la administración que se
avecinaba.

Con el lema: Pan, Techo y Empleo llegó a la presidencia de la nación


sudamericana León Febres Cordero, en 1984, como representante del Partido
Social Cristiano, pero apoyado por el Frente de Reconstrucción Nacional (FRN)17.
A Febres Cordero se le adjudica el papel inaugural en el proceso de
desarticulación del estado como agente y actor del proceso económico nacional18.
Sobre el significado histórico de la presidencia de Febres Cordero el Profesor
Felipe Burbano de Lara apuntó:

16-Alberto Acosta: Breve Historia Económica del Ecuador, (Segunda Edición Actualizada) Quito, Corporación
Editora Nacional, 2004,Pág. 171

17-El FRN fue una alianza conformada por los partidos Conservador (PC), Liberal (PL) y Socialcristiano (PSC). En
Enrique Ayala: Ob Cit.

18-Ver Juan Paz y Miño: Constituyentes, Constituciones y Economía en Asamblea Constituyente y Economía.
Constituciones en Ecuador. Quito, Taller de Historia Económica, ABYA YALA, 2007, 17-47 PP.

14
`` El triunfo del FRN es un parte-aguas en la historia política reciente de
Ecuador: marca el fin de una etapa –la del desarrollismo– y el inicio de un
contradictorio proceso de lucha por implantar un modelo de modernización
sustentado en el mercado y en la liberalización de la economía19´´.
Representante del sector empresarial; el presidente socialcristiano potenció desde
el comienzo de su gestión, la preponderancia de las entidades privadas como
fuerza impulsora de la economía. Febres Cordero, redujo las funciones del Banco
Central y de muchos organismos y empresas estatales, comprimió los gastos
sociales y estimuló la inversión extranjera. Tuvo también la iniciativa de extender
las facilidades de pago reduciendo los intereses de la deuda privada que debió
asumir el Estado. El endeudamiento estatal alcanzó a la Compañía Ecuatoriana
de Petróleo (CEPE), dicha empresa contrajo una deuda por más de 220 millones
de dólares20, con lo cual se aseguraba el enriquecimiento de poderosos grupos
financieros y a la vez se adjudicaba un carácter ineficiente a la entidad que
justificara su privatización. La carestía en la vida de los ecuatorianos dada la
política empresarial del régimen de turno se agravó, ante las nefastas
consecuencias del terremoto de 1987, el cual entre enormes pérdidas materiales y
humanos afectó el principal oleoducto del país. Con el descalabró de los precios
del crudo desde 1986 y la paralización de su producción en el nación, la crisis se
profundizó aun más. A la debacle económica se añadían los escándalos de
corrupción y las intentonas represivas para contener el descontento popular. En
esto último Febres arremetió contra los miembros de Alfaro Vive ¡Carajo¡ quienes
ponían en práctica el asalto a bancos y el secuestro a banqueros como forma de
autofinanciamiento , siendo famoso el rapto al gerente de Filanbanco, Nahim
Isaías Barque, en 1985. Ello dio motivo para que el presidente embistiera contra el
movimiento social ecuatoriano, violara impunemente los derechos humanos,

19 -En Burbano de Lara, Felipe. Estrategias para sobrevivir a la crisis del Estado. Empresarios, política y
partidos en Ecuador. En Basualdo, Eduardo M y Enrique Arceo: Neoliberalismo y sectores dominantes.
Tendencias globales y experiencias nacionales. Buenos Aires, Agosto 2006, Pág.294. consultado en
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/basua/C09Burbano.pdf

20 -Alberto Acosta. Ob. Cit. Pág. 176.

15
encarcelara y asesinara extrajudicialmente a numerosos líderes políticos de
izquierda y en definitiva estableciera un no declarado estado de sitio contra sus
opositores.
En 1988, un nuevo gobierno se instaló en el Palacio de Carondelet, encabezado
por Rodrigo Borja de la Izquierda Democrática (ID) con el eslogan ¡ahora le toca al
pueblo¡ .El país que encontró Borja demandada urgentemente la solución de
temas impostergables: la economía, la situación de los derechos humanos y las
libertades públicas, y la situación de disparidad social. En el primero el estadista
socialdemócrata enfocó su gestión en detener la inflación, estimular la pequeña y
mediana empresa mediante créditos pero, a la vez, dio continuidad a las políticas
de ajuste, incrementó la deuda externa y el costo de la vida ante una economía
que evidentemente no tenía crecimiento alguno. En los otros temas, Borja
Cevallos, propició una política de apertura democrática que tuvo su colofón en la
desmovilización de la guerrilla Alfaro Vive ¡Carajo ¡ y su reinserción en la vida
pública como movimiento político-social y por otra parte abrió el proceso judicial
contra su antecesor en la presidencia. A la par, desarrolló una campaña de
alfabetización, y reformó la atención materna- infantil y a los sectores
empobrecidos. En igual sentido, en materia de política exterior se enrumbó en la
solución del problema fronterizo con Perú, primero con la petición de mediación
del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, entonces Juan Pablo II, en el conflicto
bilateral por parte del presidente Borja en la Asamblea General de la ONU, en
septiembre de 1991 y luego con la visita a Quito del mandatario peruano Alberto
Fujimori en enero del año siguiente para retomar los diálogos mutuos iniciados
con Alán García. Pero el gobierno de la ID enfrentó, además, los levantamiento
indígenas de 1990 y 1991, a los que haremos referencia de manera explicita más
adelante y en los cuales se bloquearon carreteras, se ocuparon lugares públicos y
tuvieron lugar notables manifestaciones en varias ciudades. Todo ello obligó al
gobierno de Borja a realizar repartos de tierra a los indígenas en la región de la
Amazonía.

16
La liberalización económica y la reducción de las funciones intervencionistas del
estado ecuatoriano tuvieron su punto de aceleración bajo la presidencia de Sixto
Durán Ballén (1992-1996), quien sustituyó al líder de ID en la presidencia. Con
amplio apoyo de diversos sectores y agrupaciones políticas el presidente Durán
institucionalizó el retiro del estado del control de la actividad económica nacional y
dio luz verde a las privatizaciones. Su gobierno actuó en un entorno mundial
marcado por el desmoronamiento del sistema socialista mundial, el avance de la
ideología neoliberal en la región latinoamericana y los dictados del Consenso de
Washington, lo cual favoreció el desarrollo de su proyecto. Mediante la llamada
Ley de Modernización del Estado, aprobada en el Congreso Nacional en 1992, se
consumó la desinstitucionalización separando casi por completo al gobierno del
control de los recursos del país. El paquete de reformas fondomonetaristas incluyó
la privatización de tierras de las comunidades indígenas amparada en la Ley de
Desenvolvimiento Agrario y se consolidó el empresariado bancario privado a
través de la Ley de Instituciones del Sector Financiero. Bajo este ambiente el
gobierno separó a Ecuador de la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (OPEP), obtuvo nuevos préstamos del Banco Mundial, elevó los precios
de los servicios públicos y redujo el gasto social. La política económica de Durán
Ballén tuvo efectos casi instantáneos en la vida de la sociedad ecuatoriana. Se
redujo aceleradamente el poder adquisitivo, en especial de los salarios que
experimentaron un descenso de un 47,7%21 expresado en la capacidad de éste
para cubrir los gastos mínimos de la canasta básica. Si en 1983 los sueldos
podían cubrir la totalidad de la misma en 1996 solo el 40%22.

La línea emprendida por Durán Ballén se desarrolló bajo el poder de Abdalá


Bucaram, líder del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). Tal personaje con
desfachatadas prácticas populistas y grandes dotes histriónicas terminó por

21- Alejandro Moreano: Ecuador en la Encrucijada en Revista del Observatorio Social de América Latina, Año VII,
No.19, Abril 2006, Pág. 65-73.

22-Pablo Dávalos: Ecuador en Emir Sader e Ivania Jinkings (Coord.): Enciclopedia Contemporánea de América
Latina y el Caribe. Laboratorio de Políticas Públicas, Editorial Boitempo, 2006. Pág. 484.

17
traicionar a la amplia base social que había confiado en su retórica electoralista,
donde llamaba a cambiar las cosas ¡de un solo toque¡ .Bajo su liderazgo prosperó
el proceso de privatizaciones y, a la vez, abrió el país a otros capitales sin una
presencia tradicional, entre ellos los provenientes de países árabes, que trajo
fricciones con los intereses norteamericanos. En materia económica, Bucaram se
hizo asesorar por el ex ministro de economía del mandatario argentino Carlos Saúl
Menem, Domingo Cavallo, responsable de buena parte del proyecto económico
que desató la crisis neoliberal en ese país. Entre las medidas adoptadas
estuvieron el incremento de las tarifas de los servicios públicos, la eliminación de
subsidios al combustible doméstico y el cobro en los hospitales populares. Bajo el
descontento general que causaron las medidas del líder del PRE, la derecha
oligárquica vio la oportunidad de retomar el gobierno y con su amplia mayoría en
el Congreso decretó, en 1997, la “incapacidad mental del Presidente de la
República para gobernar”23. Gestándose una atípica situación en la cual el
Presidente del Legislativo Fabián Alarcón se hizo proclamar como Jefe de Estado,
violando el turno que constitucionalmente le correspondía a la Vice-Presidenta del
país, Rosalía Arteaga, quien ejerció como mandataria por algunas horas. Sin
embargo, aquella componenda palaciega fue respaldada por las Fuerzas Armadas
y tuvo la anuencia de la embajada norteamericana en Quito.

Vale la pena destacar que en 1997 se realizó una Asamblea Constituyente,


mayoritariamente dominada por los partidos y sectores de la derecha, de cuyo
seno resultó un texto que en materia económica legalizaba las privatizaciones y
permitía avanzar en la desmembración del estado. La Constitución de 1998
proclamó el carácter social de mercado de la economía, y otorgó al estado la
posibilidad de delegar la administración de los recursos naturales y los servicios
públicos a empresas privadas24, lo cual incluyó a la seguridad social de los

23 - Ver Navarro, Guillermo: Ecuador: corrupción, política económica globalización, Quito, ( S/E), 2000. Pág.56.

24- Ver Juan Paz y Miño: Asamblea Constituyente y Economía. Constituciones en Ecuador .Taller de Historia
Económica, Quito, ABYA YALA2007. Pág. 43

18
ecuatorianos. Sin embargo, al mismo tiempo dicha carta magna recogió algunos
anhelos sociales, fundamentalmente en su parte declarativa, tales como la
manifestación de la diversidad cultural y étnica de la nación y el estado, la
ampliación de la categoría de ciudadano, y otras disposiciones en materia
educativa, laboral y jurídica. Lo cual fue resultado de la gestión en la Asamblea
Constituyente de delegados de organizaciones de izquierda, como el Partido
Socialista y el Movimiento Popular Democrático y de los movimientos indígenas a
través de los representantes de Pachakutik ; brazo político de Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) tal y como se verá más
adelante.

El encargado de estrenar la nueva Constitución, el 10 de agosto de 1998, fue


Jamil Mahuad Witt, antiguo alcalde de Quito con una respetable acción a favor del
mejoramiento de la infraestructura de la capital del país andino. Mahuad,
representó durante sus años de gobierno los intereses del sector financiero y
bancario, lo cual demostró en su imprudente política económica que dio
continuidad a los ajustes recetados por el FMI, incluyendo el reordenamiento y la
venta del patrimonio estatal. En su administración se redujeron los impuestos para
los sectores con más ingresos y la fracción empresarial y aumentaron de manera
drástica el precio de los combustibles derivados del petróleo y los servicios de
electricidad y comunicaciones. Tales medidas tuvieron retroceso ante las
presiones populares y del movimiento indígena entre marzo y Julio de 1999. Su
compromiso irrestricto con los grupos bancarios llevó al presidente Mahuad a
asumir las deudas de los bancos con sus clientes, aunque supo favorecer a las
entidades con las cuales tenía más obligación política, el economista Alberto
Acosta cita como ejemplo:

``Para el salvataje del Filanbanco, perteneciente a una sola familia, se


entregaban 416 millones de dólares en 1992 mientras para el Banco de

19
Fomento, encargado del crédito agrícola apenas se destinaron 20 millones
de dólares exigiendo un paquete de garantías´´25

Pero la medida que inmortalizara a la administración Mahuad fue la dolarización


oficial de la economía en el año 2000. La adopción del dólar en sustitución del
sucre como moneda oficial tuvo como antecedente inmediato el feriado bancario
de 1999, el cual congeló los depósitos de cuentas corrientes y de ahorro en sucres
y en dólares impidiendo a los ahorristas retirar sus capitales por más una
semana. Tras la reapertura de las casas bancarias la moneda se devaluó en un
500%26 y luego el mandatario anunció que el Sucre dejaba de ser moneda oficial
del Ecuador para ser sustituido por el dólar estadounidense.

Otro de los pasos neoliberales de Mahuad fue la firma de la Ley Fundamental para
la Transformación Económica del Ecuador, conocida como Ley Trole I, que implicó
la flexibilización del mercado laboral, la privatización de las telecomunicaciones y
la electricidad, concesiones a empresas privadas en materia petrolera, alza de los
precios y pago de la deuda externa, que se encontraba en moratoria desde 1999.
La deuda era otro de los problemas estructurales de la nación, con un
agravamiento creciente bajo el gobierno de la Democracia Popular. Para el año
2000 la deuda externa ecuatoriana ascendía a 16.421 millones de USD, de los
cuales 1.017 millones correspondían a la deuda con los Gobiernos del Club de
París, equivalentes al 7.6% de la deuda pública externa. Ese monto total de la
deuda equivalía al 145% del PIB, algo que repercutió no solo sobre las masas
empobrecidas del país sino también sobre sectores de la llamada clase media27.A
la capitulación ante las exigencias fondomonetaristas en materia económica, el
gobierno de Mahuad sumó posturas de sometimiento político a los intereses de
la Casa Blanca. Así se estableció una base militar norteamericana en noviembre

25 -Alberto Acosta: Ob. Cit. Pág. 188.


26
-Jorge Núñez: Ob. Cit. Pág. 355.

27 - Los datos corresponden al Banco Central del Ecuador: Información Estadística Mensual, No. 1793, Quito, 2001
citado por Alberto Acosta: Ob. Cit, PP. 196-197.

20
de 1999 en Manta, en la provincia de Manabí, para supuestos fines de luchar
contra el narcotráfico y se votó negativamente contra Cuba en la Comisión de
Derechos Humanos de la ONU violando la tradicional neutralidad asumida en este
cónclave por administraciones anteriores.

La oposición al gobierno fue creciendo en distintos sectores sociales, incluyendo a


organizaciones de derecha como el Partido Social Cristiano. También dentro de
las fuerzas armadas, surgieron manifestaciones de rechazo a Mahuad y al
proyecto neoliberal. Las fuerzas de la izquierda se reagruparon en el Frente
Patriótico, espacio en el que coincidieron socialistas, comunistas e incluso al inicio
miembros de la Izquierda Democrática, con el propósito de oponerse a Mahuad.
En enero de 2000, estalló una protesta social nacional. El movimiento Indígena y
otras fuerzas sociales se movilizaron hacia la toma de la ciudad de Quito, con la
intención de disolver el mandato de las funciones ejecutiva, judicial y legislativa. El
día 21de ese mismo mes un grupo de oficiales de mediana graduación se
declararon en rebeldía contra Mahuad y apoyaron las acciones populares. Tras
ser tomado el congreso quedó conformado un triunvirato integrado por: Antonio
Vargas, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador
(CONAIE), Carlos Solórzano y el coronel Lucio Gutiérrez. Los militares
concluyeron la deposición de Jamil Mahuad ese propio día, quien se fugó del país
rumbo a EE.UU. Pero a los fuertes intereses norteamericanos, y de los partidos
tradicionales en la irreversibilidad del proyecto neoliberal en el Ecuador no les era
factible un gobierno donde coincidieran intereses tan heterogéneos, así que se
acudió a la sucesión presidencial. En consecuencia el Vice-Presidente del
gobierno derrocado, Gustavo Noboa Bejarano, se convirtió en Jefe de Estado.

Noboa tuvo la misión en poco más de un año de gobierno de completar el


desmantelamiento del estado y acelerar el avance del neoliberalismo en el país.
Ese Gobierno, muy cercano al PSC y a los sectores tradicionales del poder en la
costa ecuatoriana, se propuso inmediatamente dar continuidad al proceso de
dolarización de la economía, ratificando al dólar como moneda de circulación
nacional. A la vez, intentó completar el proceso de privatizaciones, interrumpido
21
por la acción social en gobiernos anteriores, para definitivamente “desembarazar”
al estado de la seguridad social, el servicio y la principal industria: el petróleo. El
antiguo rector de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil devenido en
presidente, renegoció el pago de la deuda externa con el objetivo de proteger al
sector bancario, los capitales privados y reanimar la economía. Al mismo tiempo
intentó calmar los ánimos sociales, exaltados por un vertiginoso asenso del costo
de la vida, mediante una política de mejoramiento de la educación pública y del
sector universitario, y una amnistía a los militares implicados en los sucesos del 21
de enero de 2000, entre los cuales se encontraba Lucio Gutiérrez. En materia de
política exterior, Noboa, intentó dar una falsa imagen de soberanía y
autodeterminación cuando realizó una visita de estado a Cuba en noviembre de
2002, con lo cual no pudo acallar la corrupción generalizada de su gobierno y la
total entrega a los intereses neoliberales de fuera y dentro del Ecuador.

Así se llega a las elecciones de 2001, en las que vence debido al apoyo de la
CONAIE, Pachakutik, y algunas fuerzas de izquierda Lucio Gutiérrez. Manipulando
a su favor la efervescencia regional creada por el gobierno nacionalista y
progresista de Hugo Chávez en Venezuela, al cual pretendió equipararse.
Utilizando un discurso anti sistémico e izquierdista el Coronel Gutiérrez y su
agrupación Partido Sociedad Patriótica 21 de enero convencieron a buena parte
del electorado de la nación.

En su discurso de toma de posesión el flamante presidente Gutiérrez afirmó: “Si


ser solidario, si combatir la corrupción, la injusticia y la impunidad es ser de
izquierda, pues soy de izquierda…pero si generar riqueza e impulsar la producción
es ser de derecha, pues también soy de derecha”28. Lo que ya marcaba un giro
hacia la ambigüedad y la intención de demostrar la falta de claridad política y
ética en el futuro gobierno. Aquel día prometió ante el pueblo ecuatoriano y
personalidades políticas de primer nivel: “Lucharé por traer de regreso a los

28 - Tomado de: Carlos Xavier: “La fuerza de los forajidos” En: Revista “Vistazo” No.905, 28 de abril de 2005, 14-34
PP.

22
banqueros corruptos que se robaron la plata. No más corrupción. Trabajaré por los
cambios o si no muero en el intento”29. Los hechos posteriores derrumbaron
aquellas demagógicas frases.

El gobierno del Coronel Lucio Gutiérrez, tuvo desde el inicio la misión de


desarticular y desmovilizar a la principal fuerza social del momento: el movimiento
indígena. Para lograr tal propósito, fortaleció acuerdos con las Fuerzas Armadas,
se comprometió a colaborar con el Gobierno de Uribe y la Casa Blanca en el Plan
Colombia, la reforma política fue detenida y el mandatario terminó por entrar en
acuerdos con sectores corruptos vinculados al Partido Roldosista Ecuatoriano
(PRE) y al Partido Social Cristiano (PSC); a los que había criticado en sus arengas
electorales; buscando generar un consenso alrededor de su gobierno entre las
fuerzas de derecha. De igual manera el Coronel-presidente viajó, a solo un mes de
tomar el cargo, a Washington donde se reunió con el presidente, George W. Bush,
y tras fotografiarse con amplia sonrisa se declaró “el mejor amigo de los Estados
Unidos”30. La traición a los movimientos populares que lo apoyaron continuó
mediante la firma con el FMI y la puesta en marcha de un rígido programa de
disciplina fiscal que mantuvo a los médicos en huelga por más de 50 días y a los
jubilados en huelga de hambre, por todo ello el movimiento Pachakutik salió del
gobierno, en agosto de 2003. En resumen ;Gutiérrez se convirtió en todo lo
contrario de lo que en la campaña electoral había prometido, manejó el poder
como otro de los tantos políticos corruptos que registraba la historia de la nación,
priorizó el interés de los grupos que lo apoyaron sobre el de los ciudadanos. Su
poder finalmente se volvió espurio.

El detonante para la caída de Gutiérrez, fue el regreso del ex-presidente Bucaram


a inicios de abril de ese año, como efecto de las resoluciones del Presidente de la
Corte Suprema, órgano designado por la mayoría oficialista, que también declaró

29 - Carlos Xavier: Ob. Cit. Pág. 15.

30- En Pablo Dávalos : Ecuador: Plan Colombia, crisis institucional y movimientos sociales en Observatorio
Social de América Latina, Año VI, No. 18 , septiembre –diciembre de 2005, Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales, 57-67 PP.

23
la nulidad de todos los procesos contra que aún estaban abiertos contra el líder
del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). En la ciudad de Quito se movilizaron
sectores de la clase media, estudiantes y la ciudadanía en general exigiendo:
¡Que se vallan todos¡ .La manifestación fue una de las primeras expresiones de
los movimientos de ciudadanos, quienes se auto convocaron a una concentración
en la amplia Avenida de los Shyris, ubicada al norte de Quito. Esa noche se
reunieron más de 5000 personas, iniciando una serie de protestas en diversos
lugares de la ciudad y del país, que duraron siete días.

El núcleo central de aquel movimiento fue sobre todo la familia, que, en muchas
ocasiones, participaba por primera vez en manifestaciones callejeras. Junto a los
estudiantes, universidades privadas y públicas participaron de forma institucional a
través de sus empleados, directores, profesores y estudiantes, posicionándose
frente a la situación política en forma conjunta. Los gremios empresariales, como
las cámaras de comercio, estuvieron presentes más a nivel de su dirigencia que
de sus bases. En el heterogéneo movimiento también se pudo encontrar a
Organizaciones no gubernamentales (ONG), militantes de izquierda, ex militares y
ciudadanos comunes. La oposición al gobierno de Gutiérrez fue, a su vez, una
crítica al sistema político sumido en el pantano de la corrupción y una exigencia
por la refundación de la República sobre la base del adecentamiento de la vida
pública.

Se abría así un período cumbre para el descrédito de los políticos tradicionales,


de dilemas para los movimientos indígenas; que habían salido deslucidos por el
apoyo dado en principio a Lucio Gutiérrez , y la izquierda partidista, en el marco de
una crisis generada por la dolarización del país y las fórmulas neoliberales con un
alto costo social.

Aquellos hechos, a los que se hará referencia con profundidad en los próximos
acápites del presente trabajo, fueron conocidos como la Rebelión de los Forajidos,
término utilizado por el propio Gutiérrez para descalificar a los manifestantes. El 20
de abril de 2005 caía la administración de Lucio Gutiérrez cuando este tuvo que
24
salir en un helicóptero del ejército rumbo al Brasil. A la situación de la rebelión de
los forajidos se sumó el hecho de que la embajada norteamericana en Quito y las
Fuerzas Armadas le retiraron su apoyo al líder de Sociedad Patriótica. Siguiendo
lo establecido por la Constitución de la República le correspondió al Vice-
Presidente Alfredo Palacio asumir la primera magistratura. El interregno del Dr.
Palacio, encargado de completar el mandato y convocar a nuevas elecciones,
claudicó en algunos de los postulados que anunció al principio; reanimó las
negociaciones de un Tratado de Libre Comercio con los EE.UU., aceptó nuevas
exigencias del FMI y continuó la política anti laboral de regímenes anteriores. Al
decir del analista Pablo Dávalos era un gobierno que oscilaba entre la prudencia y
la concesión31. Su política trajo fricciones en el seno del propio gobierno
provocando la renuncia del joven ministro de economía Rafael Correa Delgado, el
3 de agosto de 2005, momento que marca el principio del camino hacia el post
neoliberalismo.

Varios factores coincidieron en la crisis general del país: en primer lugar la


deformación estructural y sistémica de su modelo económico primario-exportador
y extractivo, acentuado durante persistentes intentos de instrumentar el
neoliberalismo. El segundo elemento fue la descomposición del sistema político
institucional, que incluyó a los partidos políticos tradicionales y a los poderes
fundamentales del Estado, lo cual se tradujo a la falta de credibilidad en sus
opciones electorales y en su retórica de mejorar el país. El tercer factor fueron
los efectos que tuvo el agotamiento general del sistema sobre la sociedad
ecuatoriana, casi en su conjunto, lo que provocó la movilización social y las
acciones directas para cambiar las cosas en la patria de Eloy Alfaro.

Como hemos visto en la situación general del Ecuador descrita hasta aquí, la
lucha social no desapareció en momento alguno. Varios de los hechos
contestatarios a los que ya hicimos referencia fueron protagonizados por

31-Pablo Dávalos: Ecuador: Plan Colombia, crisis institucional y movimientos sociales en Observatorio Social de
América Latina, Consejo LATINOAMERICANO DE ciencias Sociales, No. 18, septiembre-diciembre 2005, Año VI. 57-
69 pp.

25
organizaciones partidistas de la izquierda. Específicamente el Partido Socialista
Ecuatoriano (1926) y el Partido Comunista Ecuatoriano (1931). Ambas
formaciones políticas adoptaron a lo largo de su historia la línea electoralista para
la toma del poder público, con algunos aislados casos de intentos de lucha
armada. Si bien, las dos ejercieron una notable influencia sobre el movimiento
sindical, estudiantil y campesino, y desarrollaron numerosas acciones políticas a
lo largo de varias décadas, para los años noventa cayeron en la crisis general que
afectó a todas las agrupaciones de este corte producto de la debacle del mundo
eurosoviético.

El vacio dejado por la izquierda militante y partidista fue ocupado por la aparición
en el escenario político de diversos actores sociales; organizados bajo nuevos
motivos y problemáticas reivindicativas y utilizando formas distintas de lucha. A
tales organizaciones los politólogos y analistas han dado por nombre Movimientos
Sociales o Movimientos Anti-sistémicos, los cuales para Carlos Aguirre Rojas se
valen de utilizar:

… lo mismo el Internet que una marcha pacífica hacia la capital del país, e
igual una ocupación directa de tierras que una presión y cerco masivo al
Congreso; pero que además saben aprovechar las posibilidades que brindan
los periódicos o los otros medios de comunicación, ya sea para la difusión de
32
sus discursos como de sus silencios en una determinada situación…

En el caso ecuatoriano, el conjunto de organizaciones no partidistas; cuyo criterio


de agrupación responde a una comunidad de intereses étnicos, gremiales,
culturales, de género, regionales y de otro tipo ocupan un importante componente
dentro de la gama de fuerzas promotoras del cambio social. La acción de tales
grupos no se redujo a la participación en el sistema político institucional o la
abstención de hacerlo, incluyó métodos de movilización popular, lucha y
resistencia pacífica, trabajo con las bases y otras vías alternativas para canalizar

32-Carlos Aguirre Rojas: Para comprender el mundo actual .Una Gramática de larga duración La Habana,
Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello. 2003. Pág. 184.

26
sus demandas históricas. Es necesario recordar que la clase obrera, sus
sindicatos y organizaciones representativas habían quedado prácticamente
desmembrados e inmovilizados como consecuencia de la flexibilización laboral y
la aparición de nuevas formas de empleo impulsados por el neoliberalismo desde
finales de los 80. Por otra parte, tal como ya se apuntó, los partidos de izquierda
en Ecuador; comunista, socialista, terminaron por caer en la institucionalidad
democrática y la participación electoral lo que en buena medida los comprometió
en su decadencia.

Así aparecieron en la palestra pública, reclamando sus respectivos derechos, a


partir de la década de los noventa, grupos de campesinos organizados en la
Confederación Nacional Campesina (CNC), Confederación de Afiliados del Seguro
Social Campesino (CONFEUNASSC), Movimiento Campesino Montuno,
organizaciones barriales: Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador (CUBE),
de género: Confederación de Mujeres Ecuatorianas por el Cambio (CONFEMEC)
y de otro tipo. Dentro de aquel amplio espectro de organizaciones con nuevas
características el movimiento indígena33 tuvo un papel cardinal en el complejo
escenario político y socioeconómico ecuatoriano desde los años 80 y 90 y los
primeros del nuevo milenio. No obstante a ello, tampoco pudo impulsar una nueva
época en el país.

La CONAIE y los Movimientos Indígenas.

El ascenso de la resistencia indígena en el Ecuador se remonta a los tiempos de


la propia conquista de su actual territorio por los europeos en el siglo XVI, teniendo
como caso paradigmático la lucha de Rumiñahui contra el avance colonial de
Sebastián Benalacázar en 1534. Pero la formación de organizaciones para exigir y
luchar por reivindicaciones económicas, sociales, culturales y políticas se produce

33 -Aunque genéricamente se utiliza el término indígena en Ecuador, como en el resto de otras sociedad
Latinoamericanas, ello no implica una unidad étnico –racial y cultural. Lo indígenas ecuatorianos pertenecen a
varias etnias entre las que se desatancan los Kichwa (quechua), localizados mayoritariamente en la zona de la
Sierra, y las etnias Sluar y Hachuar en la región de la Amazonía En Alberto Prieto: Evolución de América Latina.
De la Revolución Cubana a la actualidad, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, 2009, Pág. 142.

27
en el siglo XX. Puede señalarse a modo de ejemplos a la Federación Ecuatoriana
de Indios (FEI), creada por iniciativa e influencia del Partido Comunista en 1944 y
la Federación Nacional de Organizaciones Campesinas Indígenas y Negras del
Ecuador ( FENOCIN) en 1960 cuyo componente étnico se amplió a los afro
ecuatorianos . El móvil fundamental de la lucha de las principales organizaciones
indígenas en esos años se centró en la cuestión agraria y la consecuente reforma
y redistribución de ella. Al valorar la lucha indígena en la década de los 60 y 70,
Francisco Rhon Dávila señala:

``Las luchas indígenas, así como los procesos de modernización del agro
propiciaron la reforma agraria de 1964 y posteriormente de 1973(…)sin
embargo más allá de eliminar relaciones precarias, particularmente el
huasipungaje (…)no supusieron una redistribución de la tierra´´34…

A partir de los años ochenta las demandas de los pueblos originarios se


radicalizaron; al exigir su reconocimiento como componente social y cultural
integrante del Ecuador, que para ellos era un estado Plurinacional, que debía
garantizar la unidad dentro de la diversidad. A la vez, exigían la declaración de
igualdad de derechos para todas las culturas que cohabitaban en el territorio
nacional. Pablo Dávalos explica las causas que motivaron a la emergencia de los
indígenas como actores sociales:

``…la población indígena, que representa al menos un 40% de la población


total, no tenía ningún acceso a la educación formal, y no se había creado
ninguna institución de educación intercultural para compensar ese déficit. La
mayoría de esa población era analfabeta en los parámetros de la educación
formal, y además para esa población el español era, en el mejor de los casos,
su segunda lengua. Excluidos de la condición de ciudadanía, los indios no

34- Francisco Rhon Dávila: Estado y Movimientos Étnicos en Ecuador en José Seoane (Comp.) Movimientos Sociales
en América Latina. Buenos Aires, CLACSO, 2003. Pág. 130.

28
tenían y ni podían ejercer ningún tipo de derechos políticos. Estaban fuera de
la política, como habían estado fuera de la historia´´35.

Bajo tales concepciones surgen por esos años organizaciones indígenas


regionales; como pionera en tal empeño, en 1972, aparece la Confederación de
Pueblos de Nacionalidad Kichwa del Ecuador (ECUARINARI). Fue este el
precedente para la formación en 1980 de la Confederación de Nacionalidades
Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (CONFENIAE) y de la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) en 1986. Esta última es
reconocida jurídicamente a través del Acuerdo Ministerial MBS 01734, el 24 de
agosto de 198936.

La CONAIE marca un punto de ruptura dentro de las organizaciones indígenas del


país con su incursión en la lucha activa contra el modelo neoliberal y por la
transformación del Ecuador. A la vez, la agrupación se declaró representante
legítima de cerca cuatro millones de personas, un tercio de la población total del
Ecuador en los momentos de su fundación, que se aglomeraba a trece de las
nacionalidades originarias del país. Según la CONAIE son territorios que tienen un
mismo origen, una historia común, idiomas propios y que están regidos por sus
propias leyes, costumbres, creencias, formas de organización social, económica y
política) y 14 Pueblos de las 22 provincias del país. Pueblos que están asentados
en las tres regiones geográficas: Sierra, Costa y Amazonía, y que varios de ellos
han sido víctimas de la división producida por las fronteras impuestas por los
Estados Uninacionales37.

La organización indígena, desde su fundación, se planteó como aspiraciones la


reforma del Estado a través de la redacción de una nueva Carta Magna en
Asamblea Constituyente. A la par, reclamó la solución para los conflictos y litigios

35 - Pablo Dávalos: Movimiento Indígena Ecuatoriano: Bitácora de camino en Labour Again Publications. Pág.8.
36- Tomado de: “Las Nacionalidades Indígenas del Ecuador. Nuestro Proceso Organizativo” Ediciones TINKUI-
CONAIE, 1989.

37-En de Alina Ayala: El Proyecto Político de la CONAIE, una alternativa para la comunidad indígena
ecuatoriana, Tesis de Maestría en Historia Contemporánea , Facultad de Filosofía e Historia, La Habana, 2008.

29
en torno a la propiedad de la tierra, y la institucionalización de la Plurinacionalidad
a partir del reconocimiento de la diversidad cultural presente en el país. En tal
sentido propusieron la implementación de un sistema de educación bilingüe y el
respeto a los derechos ancestrales de los pueblos originarios. A partir de su
creación la organización se declaró desligada de cualquier tendencia ideológica,
organización partidista y gobierno del Ecuador.

El „„gran salto‟‟ de la organización , bajo la dirección entonces de Luis Macas, se


dio en Junio de 1990, al irrumpir como actor de presión en el contexto político y
social del país. Desde ese momento los indígenas ecuatorianos tuvieron una
identificación como tales, dejando ser genéricamente campesinos, tal y como los
sucesivos gobiernos le nombraban con toda intención. A propósito debe señalarse
que la denominación de campesinos para referirse a los indígenas fue asumida
también por los partidos seguidores del marxismo, los cuales al seguir las
orientaciones de Moscú y los postulados de los manuales que de allí provenían
donde no aparecían los indígenas como fuerza política a cooptar, equivocaron el
camino para lograr su participación en la lucha , pues lo más importante para ellos
era el reconocimiento y respeto a la plurinacionalidad y a su cultura Aquel año de
1990, bajo el centrista gobierno de la Izquierda Democrática de Rodrigo Borja,
cuyas características se precisaron en páginas precedentes, las acciones de los
indígenas incluyeron bloqueos de carreteras, la toma de iglesias entre ellas la de
Santo Domingo en Quito, y otras manifestaciones en varias ciudades del país.
Mediante un manifiesto de dieciséis puntos la más importante organización de los
pueblos originarios del Ecuador exigió la solución de los conflictos en torno a la
propiedad y utilización de la tierra, la condonación de las deudas con el Banco de
Fomento y la implementación de la educación bilingüe.

Coincidiendo con el publicitado Quinto Centenario del inicio del saqueo, la


conquista y colonización europea a las tierras americanas, en junio de 1992, la
CONAIE se movilizó nuevamente bajo el llamado de ¡ni una hacienda más en
Ecuador ¡ Las jornadas tuvieron un amplio impacto nacional, ya que se sumaron a
las protestas numerosos sectores indígenas, que no redujeron sus
30
reivindicaciones a la cuestión agraria, sino también a demandar la disminución del
costo de la vida y la restructuración del Estado. Así se ocuparon tierras de algunos
latifundios enfrentando a las bandas paramilitares al servicio de los propietarios y
a las fuerzas públicas. En 1994, se recurrió nuevamente a otro levantamiento, esa
vez motivado por reclamaciones agrarias. En dicho caso predominó la exigencia
del respeto hacia las tierras comunales que concluyó en un acuerdo con el
gobierno de Durán Ballén, consagrado en el Código Agrario, aprobado en ese año.
Dicha ley no implicó la reforma agraria, por al contrario con el respeto a la tierras
de las comunidades el gobierno pretendió que el resto de la gran propiedad rural
quedara incólume.

A esa altura la CONAIE comprendió que su lucha no se podía reducir al escenario


de la oposición y que para canalizar sus principales demandas era necesario
obtener algunas posiciones de gobierno. Por ello decidió extender la estrategia de
resistencia y cambio a las instituciones y poderes del estado. A fines de 1995
quedó constituido el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik-Nuevo País,
el cual impulsó en 1996 la candidatura de Fredy Elhers y logró ese mismo año
escaños en el Congreso Nacional y en cargos públicos a nivel provincial.

En febrero de 1997, se sumó al descontento nacional con la política asfixiante del


régimen de Abdalá Bucaram, exigiendo la renuncia inmediata del líder del PRE y
la convocatoria a una Constituyente. Lo que puede considerarse como uno de sus
éxitos la celebración de la misma, en 1998, y la adopción de un texto que
reconoció que el Ecuador era un estado Pluriétnico y Multicultural, además de
dedicar un capítulo a consagrar los derechos de los indígenas y los
afrodescendientes; incluidos el respeto a sus formas de organización, propiedades
comunales, tradiciones y otras. Sin embargo, la simple declaratoria no pasó de
ser una estrategia de los sectores de derecha con la intención de despejar el
camino hacia el avance del proyecto neoliberal. Con ese propósito llegó al poder
Mahuad en 1998, tal y como ya se describió en páginas presedentes. Entre el 10
y el 11 de marzo de 1999 como respuesta a las medidas económicas decretadas
por el gobierno de la Democracia Popular, la CONAIE junto a otras organizaciones
31
protagonizaron un paro nacional y del 8 al 17 de julio de 1999, convocó a un
levantamiento indígena en rechazo al alza de los precios del combustible,
facturaciones y leyes privatizadoras, lográndose un diálogo con el gobierno.
El movimiento indígena y campesino asumió posiciones más radicales frente al
gobierno de Jamil Mahuad después del congreso de la CONAIE realizado a finales
de noviembre de 1999. La actitud crítica de un amplio sector de indígenas; que
consideraron realizar acciones de confrontación contra el régimen en vez de
continuar dentro de la línea de negociación, fue importante para evitar el
resquebrajamiento de la unidad del movimiento. Lo cual implicó también la
oportuna crítica a un sector de la dirigencia indígena respecto a su posición
negociadora que en última instancia solo beneficiaba a una porción reducida de la
comunidad indígena De otra parte fueron víctimas de los ofrecimientos del
gobierno que nunca fueron cumplidos a cabalidad38.
Por otro lado en este período se da una coincidencia entre algunos dirigentes de
las CONAIE y varios oficiales de las Fuerzas Armadas, partir de la insatisfacción
de estos últimos con la política del gobierno respecto a la firma de paz con el Perú,
la intervención en el conflicto colombiano, la ocupación norteamericana de la base
de Manta y la actitud frente a los banqueros que robaron al pueblo ecuatoriano.
Los militares también habían llenado el espacio dejado por los funcionarios
gubernamentales en el acercamiento a los núcleos indígenas y comunidades
rurales con intenciones de contribuir al desarrollo rural. Fue así gestándose una
alianza entre un sector militar y el movimiento indígena, que al decir de Hernán
Ibarra: se convirtió en una interlocución política a lo largo de 1999 y cristalizó en
el golpe indígena-militar del 21 de enero39
Explicado lo anterior no resulta difícil entender los sucesos de enero de 2000, que
se iniciaron con el levantamiento indígena exigiendo la revocación de todos los
poderes del estado y luego recibieron el apoyo de una parte de la oficialidad del

38 -Ver Germán Rodas: La Izquierda. Pág. 178.

39- Hernán Ibarra: El triunfo del Coronel Gutiérrez y la alianza indígena-militar en Revista Ecuador Debate, No.
57, diciembre 2002, Pág. 28-29.

32
ejército encarnada en la figura del coronel Lucio Gutiérrez. La alianza de los
indígenas y los militares responde en buena medida a la política paternalista y
asistencialista que los uniformados, desde el gobierno de Rodríguez Lara habína
desarrollado para con tales comunidades, a cambio de lograr el apoyo de estas
últimas para un eventual conflicto armado con Perú. De otra parte en el Ejército a
través de la Academia de Guerra fueron trasmitiéndose ideas críticas sobre la
realidad nacional y el funcionamiento de la democracia ecuatoriana40.
Los indígenas sitiaron las sedes del Congreso Nacional y de la Corte Suprema
de Justicia. Con el apoyo de las fuerzas armadas tomaron el palacio legislativo y
proclamaron un gobierno constituido, tal y como se dijo antes, por el dirigente de la
CONAIE Antonio Vargas, el coronel Lucio Gutiérrez y el abogado y ex magistrado
de la Corte Suprema, Carlos Solórzano. Con estas acciones se produjo la
deposición en el poder del presidente Jamil Mahuad. A partir de dichos
antecedentes la CONAIE y Pachakutik le dieron todo su apoyo al candidato de la
Sociedad Patriótica, Coronel Lucio Gutiérrez Borbúa, en las elecciones de 2002.
Tras la victoria de Gutiérrez la CONAIE accedió al gobierno a través de la
designación por parte del nuevo presidente de varios ministros indígenas ; entre
ellos la destacada abogada y luchadora Nina Pacari en el puesto clave del
Ministerio de Relaciones Exteriores y el líder indígena, Luis Macas, en la cartera
de Agricultura . Sin embargo, ello no era más que un plan para desarticular a la
principal fuerza de acción y resistencia social del país. La contradicción de los
ministros indígenas con otras figuras abiertamente neoliberales y la derechización
acelerada de Gutiérrez terminaron por romper la alianza gubernamental, con la
ruptura de Pachakutik con el régimen vigente en agosto de 2003. Mas la salida de
los representantes indígenas no quebró del todo el respaldo o el compromiso de
los pueblos originarios con la administración neoliberal y reaccionaria del Coronel
Lucio. El mandatario continuó su labor para desunir el movimiento, tratando de
ganarse a las bases con la repartición de picos y palas, dinero, etc. e intentó crear
una organización en la Amazonía liderada por Antonio Vargas, ex presidente de la

40
-En Jorge Núñez: Ob. Cit. Pág. 359.

33
CONAIE y su Ministro de Bienestar Social para tratar de boicotear las luchas
indígenas contra el neoliberalismo y contra la firma de un TLC con Estados
Unidos, tras del éxito obtenido por los movimientos sociales en Latinoamérica en
sus luchas contra el ALCA, en los que también había participado la CONAIE, Lucio
recibió este encargo de la embajada de EE.UUU desde antes de ser elegido
presidente y lo logró en parte.
Al iniciarse la llamada rebelión de los forajidos que tuvo como fin la destitución del
presidente en 2005, el Movimiento Indígena con una histórica lucha y resistencia ,
si bien declaró su apoyo a la lucha contra Gutiérrez y se constituyó en la
denominada Asamblea Nacional de los Pueblos proponiendo la conformación de
un polo político autónomo en contra de todas las fracciones oligárquicas y sus
partidos políticos, tuvo una presencia débil y controvertida que expresó su
desunidad y fraccionamiento. De hecho la CONAIE no participó en los sucesos
aduciendo que no querían tomar parte en política, pues ya habían participado en
el derrocamiento de dos presidentes y sus demandas no habían sido escuchadas.
El gobierno consiguió que comunidades indígenas empobrecidas nucleadas en la
Federación Ecuatoriana de Indígenas Evangélicos (FEINE) marcharan a Quito
para apoyarlo, a cambio de dádivas y obras en sus comunidades, también
movilizó a sectores empobrecidos de las regiones Costa y de la Amazonía,
ofreciendo obras, prebendas e incluso pago en efectivo a quienes vinieran a la
capital a defender al gobierno. Bajo el mando de Antonio Vargas, ex máximo líder
de la CONAIE y Ministro de Bienestar Social, quien colaboró activamente en la
desmembración de la resistencia indígena, y del Subsecretario Bolívar González
se organizaron grupos armados y contramarchas provenientes de algunas
provincias, que llegaron a Quito y atacaron a los manifestantes41.

De esta manera el principal movimiento social del Ecuador, portador de un


discurso coherente y reivindicativo, calló en la trampa del neoliberalismo y de los

- Ver Eduardo Venegas y Helga Serran: Ecuador: La revuelta de los forajidos publicado en América Latina en
41

Movimiento, No. 395: http://alainet.org/publica/395.phtml

34
sectores de derecha aferrados a su imposición. Prueba de ello fue su rotunda
derrota en las elecciones de 2006, cuando el candidato de Pachakutik, Luis Macas
no pudo pasar de la primera vuelta. Los votos obtenidos por este sumados al
candidato del comunista MPD no pasaron del 3,5% del total de boletas válidas. Lo
cual demostró no solo el poco respaldo a la propuesta de cambio desde el
discurso indígena, sino también las divisiones internas que para la fecha
experimentó ese conglomerado étnico-cultural. En provincias donde la presencia
indígena es fuerte y representativa venció, en aquellos comicios, el candidato
Gilmar Gutiérrez de la Sociedad Patriótica, hermano del Coronel Lucio a quien los
pueblos originarios calificaron como “traidor” a su movimiento. Por lo que los
Movimientos Indígenas, en especial la CONAIE y FENOCIN dieron en segunda
vuelta su respaldo electoral al candidato de Alianza País42.
El duro golpe orquestado por la derecha ecuatoriana, en persona del presidente
Gutiérrez, al movimiento indígena no debe ensombrecer la activa trayectoria de la
CONAIE. Organización que se convirtió, sin lugar a dudas, en el actor social más
importante de los años noventa en el país andino, dada su capacidad de
movilización, contenido de reivindicación étnica y estrategia de enfrentamiento a la
concepción neoliberal y “uninacional” del estado latinoamericano. Pero en aquel
complejo contexto nacional, al que se añade la diversidad de los pueblos
indígenas ecuatorianos y sus diferentes cosmogonías y concepciones éticas de la
vida; que los convierte en un complejo y diverso conglomerado de propuestas y
reivindicaciones, algunas de ellas contradictorias entre si, la CONAIE no fue capaz
de sumar a otros sectores disidentes del sistema. Tal escollo, dio paso a que se
alejara para la mayor organización indígena cualquier posibilidad de tomar el
poder político ,por vía electoral , y así enrumbar al país por la senda de cambios
que urgentemente demandaba.

42 - En la actualidad la CONAIE, ha roto con el gobierno de Rafael Correa, al que califica de capitalista y neoliberal,
protagonizando una marcha el 29 de septiembre de 2009 en contra de la Ley de Recurso Hídricos propuesta por la
Alianza País, en la agitación resultó muerto el maestro shuar Bosco Wisuna y resultaron heridos casi 40 efectivos
de la policía. Como resultado de estos hechos la proyectada legislación sobre el agua fue suspendida. Sin embrago
el gobierno ha mantenido abierto el diálogo con la organización tratando de ajustar sus demandas al proyecto de
transformaciones que se emprende desde el aplació de Carondelet.

35
Los Movimientos ciudadanos en Ecuador: de la espontaneidad al gobierno.

Dos discurso legítimos en torno al cambio de la situación del país se presentaban


en el escenario político ecuatoriano hacia el año 2006. El primero provenía de las
organizaciones de la izquierda tradicional que abogaban históricamente por la
transformación de las relaciones sociales y de producción en el Ecuador, sobre la
base teórica del marxismo- leninismo y la toma del poder político por vía electoral.
El segundo, se originó de los movimientos indígenas; fundamentalmente de la
CONAIE, que reclamaban la puesta en práctica del carácter plurinacional del
Estado y el reconocimiento de hecho y de derecho de las ancestrales
reivindicaciones de los pueblos autóctonos del Ecuador. Lo que incluía el respeto
a la propiedad de sus tierras y administrar los recursos naturales que se
localizaban en ellas.

Durante los sucesos que condujeron al derrocamiento del presidente Lucio


Gutiérrez en 2005, emergió en el complejo y crítico contexto económico, social e
institucional del Ecuador un nuevo conjunto de actores sociales portadores de otro
discurso demandante y contestatario sobre la base del cambio. Las
manifestaciones de aquellos días fueron el sentir de los ciudadanos, que de
manera espontánea y desorganizada exigían la moralización del sistema político y
la superación de la crisis económica y financiera del país. A la vez, adjudicaban a
los partidos políticos en su conjunto la responsabilidad del caos nacional.

De este modo comenzó a desarrollarse el llamado Movimiento Ciudadano, que a


primera vista rompió con los esquemas de la lucha de clases defendido por las
organizaciones del movimiento obrero, comunista y socialista, la movilización
social y la resistencia de los indígenas y la creencia en los políticos tradicionales,
tanto de derecha como de izquierda, y en su práctica personalista y corrupta que
había conducido al país a la crisis general. Las manifestaciones populares y
sociales que habían tenido lugar hasta 2005 en Ecuador, y que condujeron a la
interrupción abrupta de varios gobiernos constitucionales, contaron con la guía y
convocatoria de organizaciones políticas y/o de los denominados movimientos
36
sociales; dentro de los cuales se incluyen las agrupaciones indígenas. Pero la
crisis, tal como se explicó anteriormente, también los había debilitado. Por lo cual
las demandas dejaron de ser gremiales y étnicas, transformándose en una voz de
consenso: era la ciudadanía la que se exigía el cambio de rumbo de su país. La
ciudadanía que en su conjunto había sido afectada por las políticas de reajustes
implementadas en el país.

Lo primero que habría que precisar es quiénes fueron los integrantes e


impulsores de los denominados Movimientos Ciudadanos en el Ecuador. Como
resultado de la crisis estructural y sistémica que afectó a la nación; agudizada en
los años noventa del pasado siglo quebraron principalmente los grupos
económicos y financieros de la costa ecuatoriana. Ello provocó que, como nunca
antes, en la historia del país coincidieran en su capital, Quito, el centro de
decisión política y el núcleo económico de la República. De ahí que lo que
ocurriera en Quito tendría casi instantáneamente efectos en el resto de la nación.

En la capital ecuatoriana el panorama social también se había complejizado. Uno


de los fenómenos que a raíz de la crisis aumentó fue la emigración,
registrándose en los años noventa un incremento de las remesas enviadas por
esta, con incidencia directa para la población de la ciudad. Entre las
consecuencias de dicho proceso estuvo el fortalecimiento de una llamada clase
media que se relacionó directamente con el proceso de dolarización de la
economía en el año 2000, el cual implicó la distorsión en el sistema de precios y
la crisis del sector industrial. Dichas clases medias urbanas se constituyeron
desde el seno de la modernización neoliberal, con una mentalidad consumista, por
lo que quisieron hacer prevaler sus derechos de consumidores también en el
ámbito de la política. Fue está clase media, en su mayoría a sectores sociales de
las grandes ciudades del Ecuador, con buenos niveles de instrucción y con relativa
posición económica, la base fundamental del movimiento ciudadano. Esa misma
clase media que se resintió por las políticas neoliberales, el salvataje bancario y la
dolarización. Empleados públicos, pequeños empresarios y comerciantes
empresariales, integrantes de las cámaras de comercio, intelectuales y
37
profesionales, maestros y profesores, sectores juveniles de universidades y
colegios privados, y otros, conformaron este heterogéneo conglomerado social
quiteño. Afectados por la falta de oportunidades económicas, y el descrédito del
sistema político en el cual no tenía representación partidista. Su mayor aspiración
era según define Pablo Dávalos era:

la moralización del sistema político liberal, expresada en la despartidización


de los organismos de control, de elecciones, y de justicia, y en cambios
procedimentales de la representación y el ejercicio del poder que
contemplen, entre otras medidas, la revocatoria del mandato, los
mecanismos anticorrupción y la fiscalización al sistema político43.

Por lo que se trata sobre todo de un movimiento que reivindica principios éticos
con un concepto de política al servicio de la solución de las necesidades de la
ciudadanía. Dentro de este conceptualización del movimiento ciudadano no se
incluyen a los sectores marginados pobres, desempleados y subempleados
urbanos; ya estos fueron en su mayoría, el sustrato del populismo de derecha,
fundamentalmente del partido del magnate del banano Álvaro Noboa: Partido
Renovación Institucional de Acción Nacional (PRIAN) y del reaccionario Partido
Sociedad Patriótica 21 de enero (PSP) de Lucio Gutiérrez. Siendo los referentes
de movilización e identificación política de dichos grupos empobrecidos la
capacidad de negociar sus votos por dinero, comida, promesas de trabajo,
construcción de obras públicas, etc. De otro lado tampoco integran el movimiento
los campesinos pobres, ni los indígenas ya que cuentan con organizaciones
propias que reclaman mejoras en sus condiciones de trabajo y autodeterminación
respectivamente.

Las manifestaciones ciudadanas tuvieron su antecedente más cercano en las


protestas para exigir la caída de Abdala Bucaram, desde noviembre de 1996. La
primera fuerza social que se movilizó en contra del gobierno de Bucaram fueron las

43-Pablo Dávalos,: Ecuador: Movimiento ciudadano, Asamblea Constituyente y neoliberalismo:,


http://catedras.fsoc.uba.ar/toer/articulos/txt-davalos.htm . Ecuador, enero de 2007.

38
mujeres, en ese propio mes. Desde el comienzo de las protestas se puso en
evidencia el carácter ciudadano de la movilización antibucaramista, pues en las
calles del centro de Quito, en las inmediaciones del Palacio de Gobierno se podían
ver a mujeres de diversa extracción social; agrupadas bajo el rotulo de`` Mujeres
por la Democracia`´ .A las mujeres quiteñas se fueron sumando otros segmentos
sociales: estudiantes, empleados públicos, pequeños y medianos comerciantes etc.
En enero de 1997, tras ser anunciadas la elevación de las tarifas eléctricas y la
eliminación del subsidio al gas doméstico se recrudeció el descontento social. El
alza del costo de los servicios de energía sería del 30-40%44 para el sector
industrial y comercial, y entre el 150 y 500%45 para el sector residencial,
dependiendo de los niveles de consumo produjo impactantes manifestaciones en
Quito y otras ciudades del país, Azuay, Cuenca y Guayas.

Aquellas protestas eran movilizaciones cívicas de base urbana, en las que


confluyeron el Frente Unitario de Trabajadores (FUT)46, los movimientos
aglutinados en la Coordinadora de Movimientos Sociales47 –la Federación de
Trabajadores Petroleros, la Coordinadora Política de Mujeres Ecuatorianas, la
CONAIE– y los partidos de todo el espectro político, las cámaras de comercio y la
producción. Tales manifestaciones llevaron al Congreso, mayoritariamente
controlado por la Izquierda Democrática (ID), el Partido Social Cristiano (PSC) y la
Democracia Popular (DP); ante el peligro de alterar la puesta en marcha del
proyecto neoliberal, a destituir por incapacidad mental al presidente en febrero de
1996.
La Rebelión forajida, de abril de 2005, es considerada como el ascenso triunfal del
movimiento ciudadano ecuatoriano, tras las jornadas contra Bucaram. El motivo de
44 - En Natalia León Galarza,: Ecuador: la cara oculta de la crisis : ideología, identidades políticas y protesta en
el fin de siglo . (1a ed.)-Buenos Aires, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO, 2009.Pág 50.

45 - Ibídem. Pág. 50.

46 -El Frente Unitario de Trabajadores, surgió el 16 de junio de 1971 con la confluencia de obreros del sector
eléctrico, telefónico, y de los empleados públicos.

47- Organización formada en 1996 y que aglutina a expresiones de los “nuevos movimientos sociales”, al momento
de su fundación tenía como referentes a algunos sectores de la antigua izquierda.

39
una de las mayores demostraciones de los ciudadanos ecuatorianos en contra de
su gobierno fue la política reaccionaria del presidente Lucio Gutiérrez. Como se hizo
referencia en el capítulo uno, la administración de Gutiérrez fue transitando
aceleradamente de una supuesta posición de centro-izquierda a posturas
abiertamente ultraderechistas. El presidente se había convertido en lo que el mismo
había criticado, antes de tomar el poder: ``el enemigo número uno de la democracia
nos somos los militares, ni los movimientos sociales, ni el pueblo. El enemigo
número uno son los politiqueros corruptos48´´.

Al descrédito total del gobierno de Gutiérrez; quien apoyó el Plan Colombia, se


alejó abiertamente del gobierno progresista de Hugo Chávez en Venezuela y de
Fidel Castro y la Revolución Cubana y a la vez se aproximó totalmente a la Casa
Blanca bajo la egida de George W. Bush, se sumó el hecho de que el presidente
creó una Corte Suprema de facto. El nuevo máximo órgano del poder Judicial del
país, presidido por Guillermo Castro Dager, amigo íntimo del mandatario, anuló
tres procesos judiciales seguidos contra Alberto Dahik, por no haber podido
explicar el gasto de 4 millones de dólares de fondos de reserva cuando fue
vicepresidente de la República, igualmente al ex presidente de la República, Abdala
49
Bucaram, por haber sacado del país 3,5 millones de dólares cuando huyó a
Panamá y a Gustavo Noboa por dirigir una negociación de la deuda externa. De esa
manera se les abrió las puertas de la nación a tales personajes que regresaron con
la bienvenida del Coronel Lucio y las manifestaciones populares en su contra. La
anulación de los procesos y la represión a las muestras de desacuerdo con ella,
ratificaron ante los ojos de la ciudadanía la pertenencia de Gutiérrez a la pandilla
de corruptos y ladrones que desgobernaron el país desde los años setenta.

En los primeros días de abril de 2005 se convocaron a las denominadas Asambleas


Ciudadanas, que se tuvieron lugar en Quito y en Pichincha. Tal iniciativa, donde

48- En Heinz Dieterich: La Cuarta Vía al poder: Venezuela, Colombia y Ecuador., Gráficas Lizarra, Navarra, 2001.
Pág. 165.

49-Eduardo Tamayo G. y Helga Serran: La revuelta de “los forajidos” en América Latina en Movimiento No. 395:
http://alainet.org/publica/395.phtml. Pág. 3.

40
actuaban miembros de la sociedad civil, exigía el cese de la Corte Suprema y la
derogación inmediata del acuerdo de derogación de los juicios contras Bucaram,
Noboa, Dahik y otros politiqueros corruptos. Sin embargo las asambleas estaban
bajo la influencia de los partidos Izquierda Democrática. Por otra parte en la
emisora quiteña radio La Luna, dirigida por Paco Velazco, se abrió un espacio
abiertamente opositor al régimen gutierrista. Entre las múltiples llamadas recibidas
en la estación el 13 de abril de 2005 una oyente sugiere realizar una manifestación
contra el Coronel, a partir de lo cual el director del medio radiofónico llamó a los
quiteños a protestar contra el presidente. Esa misma noche se produjo el ``
cacerolazo ´´en la ciudad de Quito, donde se reunieron un número oscilante entre
las 5 000 y 10 000 personas50 bajo el grito de ¡Lucio Fuera! ¡Que se vayan todos!
En la populosa Avenida de los Shyris. Un grupo de los manifestantes se dirigió a la
residencia particular del presidente para gritar y pitar consignas en su contra
durante largas horas.

Paradójicamente fue el propio Lucio Gutiérrez el que dio nombre a los


``subversivos´´ que en la ciudad de Quito exigían su renuncia. El coronel declaró a
la prensa, el 15 de abril, que demandaría judicialmente a los manifestantes que
acudieron hasta su residencia, ubicada, en un exclusivo barrio capitalino, para
exigirle que abandonara el cargo, y aseguró que eran unos "forajidos que fueron a
atacarme a mi domicilio"51. Ese mismo día decretó el estado de emergencia y
disolvió la Corte Suprema de Justicia.

A partir de aquel momento proliferaron en toda la ciudad referencias a los forajidos


y las forajidas. Los ciudadanos quiteños se autoproclamaban proscritos de un
régimen corrupto y reaccionario. Se inició así la rebelión, en cuya organización jugó
un papel fundamental la emisora radial alternativa Radio Luna y su director el
periodista Paco Velasco. Fue esa emisora el espacio desde donde se había

50-Cristóbal Rodríguez Guerra: La Revolución de los Forajidos, 13 -20 de abril de 2005, Tomo I: Crisis de
liderazgo político en el Ecuador, Quito, Sol del Valle, 2005. Pág. 61.

51 -Ob. Cit. Pág.61.

41
convocado al cacerolazo y la que se erigió en voz de los forajidos. Por lo que el
propio día 15 seguidores del régimen intentó atacar la estación radial y agredir a su
dirigente. El incidente se vio frenado por la custodia policial del medio por orden del
alcalde de Quito, Paco Moncayo de la Izquierda Democrática.

Los protagonistas del movimiento forajido/ciudadano eran actores novedosos en las


protestas y manifestaciones del Ecuador. Fueron sobre todos los sectores juveniles,
las mujeres, la familia, que, en muchas ocasiones, participaba por primera vez en
protestas callejeras. Los Padres y madres, se hacían acompañar de sus hijos e
hijas, también ancianos y ancianas salieron a las calles armados de cacerolas,
sartenes, pitos, tablas, globos, y carteles para cuestionar el sistema político sumido
en el pantano de la corrupción, proponiendo la refundación de la República sobre
nuevas bases éticas, democráticas y de transformación. Se sumaban también los
estudiantes, universidades privadas y públicas participaron de forma institucional a
través de sus empleados, directores, profesores y estudiantes, posicionándose
frente a la situación política en forma conjunta. Los gremios empresariales, como
las cámaras de comercio, estuvieron presentes más a nivel de su dirigencia que de
sus bases. En el heterogéneo movimiento también se pudo encontrar a la
militancia de izquierda no partidaria, ex militares y ciudadanos que habían
participado en otras luchas.

El 19 de abril aproximadamente 120 mil personas se concentraron en el parque La


Carolina, en la Cruz del Papa52 , desde donde partieron hacia el Palacio de
Carondelet. A pesar de este carácter pacífico, la represión policial y militar fue brutal
y el gobierno declaró el estado de emergencia. El enfrentamiento entre los
manifestantes y las fuerzas de seguridad cobró la vida del fotógrafo chileno-
ecuatoriano Julio García y más de 400 personas, principalmente jóvenes, sufrieron
asfixia por los efectos de los gases lacrimógenos, y el impacto de las bombas
lacrimógenas y las balas de goma.

52- El lugar recibe este nombre porque desde allí Su Santidad Juan Pablo II se dirigió a los pobladores de Quito,
durante la visita pastoral que realizó al país entre el 29 de enero y el 1 de febrero de 1985, en medio de las
tensiones sociales generadas por el gobierno de León Febres Cordero.

42
A lo que se sumó la contraofensiva de grupos pagados por los gobiernos
movilizados desde Guayaquil y convocados por el primo del mandatario Renán
Borbúa. El pariente de Gutiérrez organizó a bandas para contrarrestar las
manifestaciones ciudadanas, al precio de desatar una guerra civil en Quito. Con
financiamiento del gobierno se dispusieron ómnibus para transportar a los
seguidores del líder de Sociedad Patriótica y las correspondientes recompensas,
que consistieron en pacas de comida y víveres. Estos grupos pro Lucio se nutrieron
de la Federación Ecuatoriana de Indígenas Evangélicos (FEINE) y de los sectores
pobres de la Costa y de la Amazonía.

El día 20 las manifestaciones arrecieron en los alrededores del Palacio de


Gobierno y en otros puntos de la ciudad de Quito. Además de continuar bajo las
consignas contra Gutiérrez, los forajidos exigían la revocación de todos los poderes.
Al mismo tiempo se intentó impedir la entrada a la capital ecuatoriana de los grupos
simpatizantes del régimen. Esa misma mañana la embajadora de los EE.UU, Kristie
Kenney sostuvo una reunión con el mandatario expresándole la preocupación del
gobierno norteamericano por la crisis en la nación sudamericana. Al mismo tiempo
de la rebelión forajida el Bloque parlamentario de la oposición, integrado por los
partidos Social Cristiano, Izquierda Democrática, Pachakutik y los llamados
independientes logran aprobar la destitución del presidente Gutiérrez y declarar
como su sucesor al hasta entonces vice-mandatario , Dr. Alfredo Palacios. Pero las
fuerzas militares, aún leales al depuesto Jefe de Estado tardaron en ofrecer
seguridad al presidente electo, quien corrió real peligro ante las masas enardecidas
que rechazaban a todos.

Paralelamente una parte de los forajidos y forajidas se trasladaron al aeropuerto de


Quito, para intentar detener la fuga de Lucio Gutiérrez, quien se hacía acompañar
de su esposa e hija. Ante la imposibilidad de que el avión pudiera despegar, el

43
depuesto mandatario se dio a la fuga en un helicóptero, rumbo a Brasil, país que le
ofreció asilo político53.

Los jornadas del 13 al 20 de abril habían puesto fin, una vez más, a un gobierno
elegido pero deslegitimado. Sin embargo, el protagonismo no recayó como antes en
los movimientos indígenas, cuyo papel en tal ocasión se redujo de manera abrupta
por su participación en el gobierno de la Sociedad Patriótica, ni en las
organizaciones de la izquierda tradicional. Eran los ciudadanos, sin programa, sin
liderazgo y sin organización política quienes exigían el fin del régimen de Lucio
Gutiérrez y con él poner término al sistema carcomido por la corrupción y la crisis.
A pesar de que en su inicio el poder judicial espurio fue el motivo de las primeras
convocatorias, el reclamo de los forajidos era la refundación del país.

El fin de las jornadas de abril no fue el cierre de la acción forajida. El jueves 12 de


mayo de ese mismo año, cerca de 2 mil ciudadanos se concentraron frente al
Palacio de Carondelet para exigir la reforma a ley de elecciones y de partidos
políticos. Una semana después en Esmeraldas, más de 16 mil personas,
incluyendo estudiantes, dirigentes de asociaciones de barrios, gremios y cámaras
de producción exigen fondos para el mejoramiento de la provincia. En junio
tendrán de igual manera acciones ciudadanas en Quito contra la firma del Tratado
de Libre Comercio (TLC) con EE.UU. La renuncia del ministro de Economía, Rafael
Correa, en Agosto de 2005 convocó nuevamente a los forajidos en las calles de
Quito, que recuerdan los días de Abril54 con bocinazos de los automóviles y
consignas contra el Presidente Palacio. Días después los jubilados de Quito y
Guayaquil realizan marchas solicitando la renuncia de los directivos del Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social y el aumento de sus pensiones.

53 En entrevista del autor con la investigadora Mayra Bárzaga afirmó que: Lucio tenía previsto trasladarse a la
región amazónica, de donde es oriundo y está su fortaleza política, en el Tena, pero las masas tomaron el
aeropuerto, por lo que no pudo huir y se trasladó a la Embajada brasileña, y pocos días después pudo salir para ese
país.

54-En Magdalena Rauch: Cronología de Ecuador mayo-agosto de 2005 en Revista del Observatorio Social
Latinoamericano, Año VI, No.17 mayo-agosto 2005, Buenos Aires, CLACSO, pp. 177-185.

44
Las protestas forajidas levantaron también como bandera el cuestionamiento a
todos los poderes del estado; controlados por los partidos políticos -¡Que se vayan
todos! Por lo cual el rechazo a todas las agrupaciones políticas que actuaban dentro
de la vida nacional, incluidas las de izquierda tradicional, fue el sentir de los
sectores protagonistas de las manifestaciones en favor del cambio. El analista
político Marcelo Larrea afirma sobre tal situación:

``Más del 90% de la población de los más diversos estratos y clases sociales,
detestan a los partidos y a sus líderes. Los identifican como los autores,
cómplices y encubridores del desastre en el que se debate el país en los más
distintos órdenes55´´

Aprovechando el ambiente nacional favorable a opciones y discursos no


vinculados a la forma tradicional de hacer y participar en la política, emergió una
nueva organización con vistas a tomar parte en los comicios generales de 2006.
En noviembre de 2005 se consolidó el Movimiento País (MP), apócope de Patria
Activa y Soberana, conformado por un grupo de intelectuales sin militancia y
trayectoria política; entre ellos Rafael Correa, Alberto Acosta, Fander Falconi,
Ricardo Patiño y Gustavo Larrea. Los antecedentes de este núcleo estaban en las
acciones del grupo Jubileo, creado en el año 2000 con el objetivo de denunciar y
explicar académicamente los efectos de la deuda externa en el Ecuador. Los
miembros de Jubileo ampliaron sus contactos con otros sectores sociales, para
conformar un proyecto de transformación del país. Las jornadas de Abril de 2005
habían generado la formación y fortalecimiento de asociaciones barriales, y
movimientos ciudadanos, entre ellos Iniciativa Ciudadana, con un fuerte trabajo en
Riobamba, y Acción Democrática Nacional con su base en Manabí. Estas
agrupaciones confluyeron igualmente en el Movimiento País. El propósito
fundamental de la organización era tomar el poder, por lo cual realizaron
inicialmente un fuerte trabajo de creación de bases denominados comités
ciudadanos. Los comités asumieron formas de organización a nivel de barrio, zona,

55 -Marcelo Larrea: Golpe electoral en Ecuador: La partidocracia en el abismo en Rebelión, 10-12-2005.

45
cantón y provincia e incluso familiar, para movilizar a la opinión pública a favor del
proyecto de cambios. Los organismos superiores de la nueva entidad fueron el
Buró Nacional Técnico y el Buró Político, encargados de coordinar y trazar las
estrategias electorales, tomar decisiones con respecto a la campaña y hacer
cambios al programa de gobierno. País insistió en ser un movimiento y no un
partido político, inspirado al decir del sociólogo Julio Echevarría: en la experiencia
de las lógicas participativas propias del activismo social y del movimentismo de los
años 9056

De otra parte el Movimiento País, no ignoró la necesidad de incorporar el capital


electoral y la experiencia política de otras organizaciones como más tradición en
los sufragios. De ahí que a partir de contactos con varios sectores y partidos,
entre ellos el PS-FA, ensanchara su denominación bajo el rótulo de Movimiento
Alianza País (AP). El Movimiento Popular Democrático (MPD), del Partido
57
Comunista Marxista Leninista del Ecuador (PCMLE) , descartó desde el principio
sumarse a la nueva Alianza, bajo el argumento de no ser una organización
propiamente de izquierda y de la falta de militancia de su líder, Rafael Correa, por
lo cual decidió presentar su propio candidato. Por su parte Pachakutik tampoco
prestó apoyo, de inicio, a la nueva agrupación, bajo argumentos similares, y en
buena parte por el proceso de división interna que atravesada para la fecha58.

Habría que mencionar que la heterogeneidad fue el signo ideológico que marcó
desde el inicio a la Alianza País, dado que además de las figuras antes citadas, a

56-Echeverría, Julio. La democracia difícil: neopopulismo y anti política en Ecuador. En : Iconos, no. 27. FLACSO,
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Ecuador: Ecuador. Enero. 2007 1390-1249. Consultado en
http://www.flacso.org.ec/docs/i27echeverria.pdf
57
- En 1978, el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador, surgido el 1ro de agosto de 1964 en Guayas,
como consecuencia de la confrontación ideológica del bloque soviético y el socialismo chino y con declarada
orientación maoísta, rompe el abstencionismo institucional mediante la constitución del Movimiento Popular
Democrático (MPD), con el objetivo de que fuera el brazo electoral de la organización.

58
-Tras el fracaso del cogobierno con Gutiérrez muchos de sus miembros abandonaron sus filas y se
incorporaron a movimientos de corte más indigenistas que no utilizaban solo la vía lectoral como forma de
lucha.

46
la cúpula se sumaron personajes conocidos dentro de la socialdemocracia
ecuatoriana; tales como Vinicio Alvarado, Raúl Vallejo y Alfredo Vera Arrata,
vinculados a la política tradicional, especialmente a la Izquierda Democrática de
Borja y al gobiernos de Alfredo Palacio. Recordemos además que la ciudadanía
era en si misma un complejo entramado de mentalidades políticas, apolíticas e
ideológicas, así como un contrastante y hasta contradictorio conglomerado de
clases, grupos y capas sociales, fenómeno que permeó a la AP.

Otro de los rasgos de la nueva organización era su negativa a participar con


candidatos en las elecciones por los puestos en el Congreso Nacional. El propio
Correa argumentaba que el legislativo estaba deslegitimado y desmoralizado,
como sede de la partidocracia59, por lo que debía ser reemplazado por una
Asamblea Constituyente. Este factor llevó de igual forma a que pocos grupos
políticos se sumaran a AP, dado que no ofrecía cuotas de poder en el resto de los
poderes del estado. Por ejemplo el Partido Socialista tuvo que presentar
independientemente sus candidatos para el Congreso, pues la Alianza País solo
presentó una candidatura al ejecutivo y a aspirantes a los puestos de concejales
y consejeros, del poder a nivel local. Así el movimiento de Correa quedó
registrado por el Tribunal Supremo Electoral con el número 35. El lema utilizado
durante la campaña electoral por AP fue: la Patria Vuelve, en referencia al retorno
de la justicia social, la dignidad nacional, la prosperidad económica pero también
era un llamado a los miles de ecuatorianos emigrados, forzados a la salida del
país ante la crisis general ecuatoriana y sobre los cuales la naciente organización
se proponía atraer la atención.

El proyecto de gobierno de la Alianza País, con vistas a la participación en las


elecciones de 2006, fue una muestra de la incorporación del sentir de los forajidos
y de la realidad nacional a la práctica política de la organización. Las tesis
defendidas de cara a los comicios fueron presentadas bajo el nombre de

59-En Germán Rodas: El triunfo de Rafael Correa en Ecuador en Contexto Latinoamericano. Revista de Análisis
Político, No.2/enero-marzo de 2007, Bogotá Ocean Sur, pp. 42-58.

47
Revolución Ciudadana, Término que despojaba de contenido clasista, gremial,
étnico o de cualquier otra clasificación al proceso de cambios que se proponía AP
una vez llegara al poder. De igual forma legitimaba a los actores sociales
protagonistas de la rebelión de 2005, que constituían una base fundamental de la
nueva organización.

La Revolución ciudadana de Alianza País se basaba en cinco ejes de acción


fundamentales. En primer lugar se proponía una ``Revolución Constitucional´´ que
establecía la elección de una Asamblea Constituyente con plenos poderes,
encargada de rediseñar todo el funcionamiento del sistema político del estado.
Tal proyecto incluyó la reestructuración del Congreso Nacional y de los otros
organismos y poderes gubernamentales, potenciando los derechos de los
ciudadanos en la toma de decisiones políticas y económicas fundamentales.

48
El segundo postulado de AP era Lucha contra la corrupción. Tal fenómeno había
sido el pecado original de los políticos durante más de tres décadas en el Ecuador.
La oposición a la corrupción fue uno de los motivos que originó el movimiento
ciudadano y la rebelión forajida. Con este postulado la Revolución Ciudadana se
planteaba un combate frontal a dicho flagelo por medio de mecanismo reguladores
y de control en manos de la propia ciudadanía. Este anhelo retomó el papel que las
nuevas tecnologías habían jugado durante las manifestaciones de abril de 2005; el
internet y las llamadas redes sociales creadas a través de varios de sus sitios. Por
lo cual se proponía implantar sistemas electrónicos para comprobar los precios en
los contratos de organismos seccionales como las alcaldías y compararlos con los
de otros municipios. De igual forma se planteaba el endurecimiento de las leyes
que impedían la corrupción, como la Ley de Enriquecimiento Ilícito, y se pretendía
extenderla al sector privado, que también debía justificar de dónde provenía su
riqueza. Al mismo tiempo se impulsaba la incorporación de la figura del revocatorio
de los mandatos, mediante el referéndum para todas las dignidades nacionales
incluyendo al presidente de la República.

El tercer elemento del programa era la Revolución Económica. En un país lacerado


profundamente por las políticas neoliberales, los ajustes de los gastos sociales y el
quiebre estructural del sistema primerio-exportador se requerían de cambios
urgentes en la conducción del sistema económico. Los expertos de la rama
económica presentes en la cúpula de AP apostaban por la potenciación de
economías populares tales como son los micro-empresarios, comerciantes
informales, agricultores y artesanos por medio de micro-créditos denominados 5-5-5
(hasta 5 mil dólares, a 5 años plazo y al 5% de interés anual) 60. También se
proyectaba la democratización de los medios de producción y la creación de
empresas mixtas con otros países. Tal proyecto económico abogaba de igual

60-En Ramírez Gallegos, Franklin; Minteguiaga, Analía. El nuevo tiempo del Estado. La política pos neoliberal del
correísmo. En Revista del Observatorio Social de América Latina, año VIII, no. 22. CLACSO, Buenos Aires,
Argentina. Consultado en
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/osal/osal22/D22RamirezGMinteguiaga.pdf.

49
manera por el rescate en manos del estado de los principales recursos económicos
de la nación.

En la esfera social la plataforma de Alianza País incluyó la Revolución de


Educación y Salud. El sistema de salud, de pensiones, y educación habían sido
afectados seriamente por la crisis y la fórmulas dictadas por el Fondo Monetario
Internacional. Maestros, estudiantes y jubilados fueron actores importantes de la
oposición ciudadana al sistema imperante en Ecuador a los cuales AP daría
respuesta desde el poder. Se proponía implementar en el país la creación de un
sistema universal de salud y de educación gratuitos. Para esto se buscaría
aumentar el porcentaje del presupuesto estatal anual que se destinaba a estos
rubros. De tal manera se daría cobertura asistencial y cognitiva a miles de
ecuatorianos sin acceso a dichos servicios básicos. Por otra parte se aseguraría por
el gobierno el consumo elemental, mediante subsidios y bonos a los sectores
pobres más vulnerables de la sociedad.

El quinto y último eje del programa se trazaba un rescate de la dignidad, soberanía


y búsqueda de la integración Latinoamericana. La Alianza País partió del concepto
que para mantener la soberanía política y económica del país frente a los
organismos financieros internacionales; Banco Mundial y FMI, y las potencias
extranjeras había que trazar inmediatamente una renegociación de la deuda
externa., buscando anular la parte de la deuda considerada ilegítima. De otro lado
se buscaría también un replanteo de los contratos petroleros y la reinserción del
Ecuador en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Se
prometía el retiro de la base militar norteamericana asentada en Manta con el
consentimiento de Jamil Mahuad. Con respecto a la integración de los países
Latinoamericanos buscaría integrarse a los países del sur de América en un solo
bloque económico y político. También se estrecharían relaciones bilaterales con
países de otras zonas geográficas como Asia y África y se fortalecería el papel del
país en organismos multilaterales como la Organización de Estados Americanos
(OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU).

50
La incursión de las clases medias de manera directa en la vida política ecuatoriana
a partir de 2005, a través de los movimientos ciudadanos careció, como ya se, dijo
de liderazgo e institucionalidad política. Por lo que la pretensión presidencial de
Alianza País mediante su candidato Rafael Correa Delgado llenaría el espacio de la
falta de representación y dirección de los forajidos /ciudadanos de Quito. Quién era
entonces ese hombre por el cual podían apostar los ciudadanos enardecidos contra
la fracasada forma de hacer y dirigir la política. Rafael Vicente Correa Delgado, era
el postulante idóneo para esta nueva fuerza social, su falta de militancia política
tanto en la izquierda como en la derecha garantizaban su desvinculación con la
``partidocracia´´ a la cual la ciudadanía atribuía la crisis de la nación. Poseía
además visibles dotes de buen orador, carisma personal, sumado a su juventud y
buena presencia física. Subjetivamente era un rostro ``refrescante´´ para un país
plagado de políticos desgastados vinculados un grupo de familias tradicionales y de
los nuevos ricos del boom petrolero que se repartían el sillón presidencial como un
mueble personal. Sin embargo, de una parte Correa desconocía las complejas
realidades organizativas de los sujetos sociales que históricamente habían resistido
al neoliberalismo pero por otra si era consiente de las facilidades políticas que
ofrecía el momento histórico.

Nacido el 6 de abril de 1963, en Guayaquil, Correa, se formó como economista en


universidades privadas del Ecuador, Europa y los EE.UU. En 1987 se graduó de
economía en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, y luego continuó su
superación en la Universidad de Illinois, donde obtuvo su doctorado en el 2001. Su
ocupación en la vida académica del país lo vinculó aún más con los sectores
medios, entre 1988 y 1989 se desempeñó como director Financiero de la
Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Trabajó desde 1993 en la
Universidad de San Francisco de Quito, donde de Profesor Principal del
Departamento de Economía llegó a ser Director del mismo. Se ocupó además como
consultor económico de proyectos internacionales como el Telecommunication
Network Expansion Project financiado por el Japan Bank for Internacional
Cooperation, la Asociación de Agencias de Carga y Logística Internacional -
51
ASEACI- y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Publicó
asimismo numerosos trabajos centrados en la crisis sistémica del modelo de
desarrollo económico de su país, destacándose dentro de esta línea de
investigación su tesis de grado: titulada: “Evaluación de los programas de apoyo al
sector informal en Guayaquil”(1987) y otros trabajos como “La vulnerabilidad de la
economía ecuatoriana: Hacia una mejor política económica para la generación de
empleo, reducción de la pobreza y desigualdad”, divulgado en 2004.

La carrera política de este joven académico católico se inició en abril de 2005,


cuando el Ecuador intentaba salir de una grave crisis institucional. El 20 de ese
mes, el entonces vicepresidente de la República, Alfredo Palacio, se hizo cargo del
gobierno después de que el Parlamento destituyera al presidente Lucio Gutiérrez,
como consecuencia de la movilización ciudadana ya tratada en páginas anteriores.
El nuevo mandatario convocó a Correa para ocupar la titularidad del Ministerio de
Economía y Finanzas, una cartera para la cual el guayaquileño contaba con una
sólida formación. Los académicos Franklin Ramírez Gallegos y Analía Minteguiaga
afirman sobre la particularidad de tal nombramiento:

``Su sola designación constituía una señal del progresivo avance de los
sectores críticos a las políticas del Consenso de Washington: era el primer
ministro de Economía que, desde inicios de los noventa, no provenía de
círculos empresariales ni estaba atado al canon fondomonetarista´´61.
El 3 de agosto de 2005, Correa, presentó su renuncia al presidente Palacio, por la
incompatibilidad con al política económica de este. Su dimisión causó gran
repercusión en Quito, donde se movilizaron nuevamente los forajidos. De esta
manera, Rafael Correa, se convirtió en el candidato potencial de los sectores
urbanos de clase media que exigían un cambio de forma en la dirección política,
económica e institucional del Ecuador. El 4 de diciembre de 2005 fue lanzada su
precandidatura presidencial, y, a la vez, desarrolló una agitada agenda de visitas
internacionales que incluyó su asistencia a las tomas de posesión de los presidentes

61 -Ramírez Gallegos, Franklin; Minteguiaga, Analía: Ob. Cit.

52
de Bolivia y Chile, Evo Morales y Michelle Bachelet respectivamente, reuniones con
los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez y de Argentina, Néstor Kirchner, y su
participación en La Habana en el VIII Encuentro Internacional de Economistas sobre
Globalización y problemas del Desarrollo, convocado por la Asociación de
Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) ; estancia que lo llevó a reunirse en
privado con el Comandante Fidel Castro. En dicho encuentro Correa y el máximo
líder cubano, según palabras de este último, quedaron como amigos62.

A su discurso renovador, el aspirante presidencial sumó la utilización del término


socialismo del siglo XXI. Dicho concepto se encontraba en boga a partir de su
teorización por el sociólogo y analista político alemán Heinz Dieterich Steffan en su
obra Socialismo del Siglo XXI. Dieterich era partidario de la democracia participativa
y directa, con lo que se apartó de la teoría de la Dictadura del proletariado de Marx, y
que evidentemente, el llamado socialismo real se encargó de distorsionar. De otra
parte criticó a Marx por no haber ideado un sistema económico viable para la
sociedad comunista y por establecer un modelo estático y absoluto de la sociedad
ideal. En cambio, dentro de lo que denomina Dieterich Socialismo del Siglo XXI no
existe una estructura absoluta y final sobre lo que debe ser una sociedad sin clases
sociales. El modelo del socialismo del siglo XXI de Dieterich se sustentó en cuatro
ejes: El desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la
democracia participativa y las organizaciones de base63. En la práctica política de la
Revolución Bolivariana en Venezuela, Hugo Chávez hacia referencias constantes a
tal concepto. En el caso ecuatoriano, Rafael Correa concebía el socialismo del siglo
XXI como un modelo de búsqueda de justicia, equidad y prosperidad social. Al
justificar la apropiación del término Correa afirmaba:

62-Castro Ruz, Fidel: Reflexiones del compañero Fidel: Rafael Correa., en Granma, órgano oficial del Partido
Comunista de Cuba, La Habana, martes 4 de marzo del 2008, Año 44, Número 54. Pág.2.

63- Ver Atilio Borón: Socialismo Siglo XXI.¿ Hay vida después del neoliberalismo? , La Habana, Editorial de
Ciencias Sociales, 2009.

53
“Nuestro proyecto se llama así porque tiene coincidencias con el socialismo
científico de Marx y Engels. Por ejemplo aquí es el pueblo quien debe mandar y
no el mercado. El mercado debe ser un buen siervo tratado como un instrumento
más de producción (…) es difícil hablar de estatizar los medios de producción,
64
pero si tenemos que democratizarlos. ´´

El 15 de octubre de 2006 tuvieron lugar en Ecuador las elecciones generales, de


manera que ese día se debía elegir al Presidente y Vicepresidente (binomio), a los
diputados al Congreso, concejales y consejeros de los gobiernos seccionales y
representantes al Parlamento Andino. Para la primera ronda electoral se presentaron
13 candidaturas al poder ejecutivo: Rafael Correa, por Alianza País (AP), Jaime
Damerval, por Concentración de Fuerzas Populares (CPF), Gilmar Gutiérrez por
Sociedad Patriótica (SP), Marcelo Larrea de Alianza Tercera República , Luis Macas
por Pachakutik, Álvaro Noboa del Partido Renovación Institucional Acción Nacional
(PRIAN), Marco Proaño del Movimiento de la Reivindicación Democrática (MRD),
León Roldós por RED-Izquierda Democrática (ID), Fernando Rosero del Partido
Roldosista Ecuatoriano (PRE), Carlos Sagnay por Integración Nacional Alfarista,
Lenin Torres del Movimiento Revolucionario de Participación Popular (MRPP), Luis
Villacís del Movimiento Popular Democrático (MPD), y Cynthia Viteri por el Partido
Social Cristiano (PSC)65.

Los candidatos más votados de la primera ronda fueron Alvaro Noboa del PRIAN
quien quedó en primer lugar con el 26 % de la votación y Rafael Correa de AP con
un 23%66. La segunda vuelta implicó el reacomodo de las fuerzas políticas y permitió
a los dos aspirantes ganar el apoyo de los votantes adeptos a los partidos derrotados
en la primera elección. Ello posibilitó que en el caso de Correa recibiera el respaldo

64- En Hernando Calvo Ospina: Hacia una Revolución Ciudadana. El Socialismo del Siglo XXI del presidente
Correa en Juventud Rebelde, Miércoles 31 de octubre de 2007, Pág. 4.

65 -Juan José Paz y Miño Cepeda :Ecuador 2006: La polarización del proceso electoral - Primera parte en
http://www.ariadnatucma.com.ar/section.php?section=1

66 -En www.tse.gov.ec.

54
del comunista Movimiento Popular Democrático (MPD)67, de Pachakutik y de la
CONAIE. Noboa por su parte lo recibió de los socialdemócratas y de los seguidores
del Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE). El candidato más votado era uno de los
hombres más ricos del Ecuador, quien representaba al populismo de derecha y era
además un reiterado aspirante en los comicios presidenciales, lo había hecho ya en
los comicios de 1998 y de 2002. El multimillonario bananero enfocó sus ataques
contra AP en la segunda vuelta en sembrar el miedo al ``eje Fidel Castro-Hugo
Chávez-Evo Morales´´, del cual Correa era un potencial seguidor, y acudió a otros
subterfugios utilizados tradicionalmente contra los sectores de izquierda. Por otra
parte planteaba perpetuar el modelo neoliberal, aumentar las inversiones extranjeras
e incrementar los salarios, y mejorar las condiciones de vida de empleados públicos
y sectores marginados. En su gestión proselitista se presentaba como mesías,
apelaba a la religiosidad invocando a Dios en todas sus apariciones públicas. Su
discurso se basó esencialmente en las promesas, una de ellas se resumía en su
frase: “ofrezco construir 300.000 viviendas al año”68.

Ante el reajuste de la derecha en torno a Noboa, el discurso de Correa se radicalizó


de caras a la segunda vuelta. El candidato de AP insistió entonces en lo que el
sociólogo Julio Echevarría ha denominado como anti política, o sea la negación de
las formas establecidas constitucionalmente para hacer la política, que en el caso
ecuatoriano giraba en el descrédito de los partidos políticos. De ahí que, el término
partidocracia como manifestación de la bancarrota del sistema político fuera un
recurso muy manejado por Correa. La partidocracia de los Noboa, los Gutiérrez, y de
todos los responsables de la situación que entonces tenía el país. Al mismo tiempo
67
-En 1978, el Partido Comunista Marxista Leninista del Ecuador, surgido el 1ro de agosto de 1964 en Guayas,
como consecuencia de la confrontación ideológica del bloque soviético y el socialismo chino y con declarada
orientación maoísta, rompe el abstencionismo institucional mediante la constitución del Movimiento Popular
Democrático (MPD), con el objetivo de que fuera el brazo electoral de la organización.

68-En Echeverría, Julio. La democracia difícil: neopopulismo y anti política en Ecuador. En Iconos, no. 27.
FLACSO, Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede Ecuador: Ecuador. Enero. 2007. 1390-1249
consultado en http://www.flacso.org.ec/docs/i27echeverria.pdf.

55
la radicalidad del enfoque del aspirante de AP se manifestó en cuestiones como el
anuncio de la negativa a firmar el Tratado de Libre Comercio con EE.UU, el retiro de
la base de Manta, la lucha contra la corrupción y sobre todo la convocatoria a la
Asamblea Constituyente. De igual manera el potencial mandatario aseguraba que no
abriría el país indiscriminadamente al capital extranjero y que, observando la
Constitución que debía aprobarse, mantendría los recursos naturales en manos del
Estado. De esa forma capitalizó para su candidatura la situación generada por la
coincidencia de tres factores fundamentales: la crisis de la institucionalidad, la apatía
política de algunos sectores que optaban por la emigración como vía de solución y la
efervescencia de nuevas formas de lucha y movimientos sociales que aún no se
amortizaba tras la victoria de abril de 2005.

El 26 de noviembre de 2007 se efectuó la segunda ronda electoral donde


compitieron Álvaro Novoa y Rafael Correa. Desde los primeros sondeos se daba
como ganador al candidato de AP. Lo cual fue confirmado por el Tribunal Supremo
Electoral, situando a Correa como vencedor con el 56,67% de los votos válidos,
una mayoría poco usual en la historia ecuatoriana, mientras que Álvaro Noboa, su
principal contendiente, obtuvo 43,33% de los sufragios. Se abrió de esta manera la
posibilidad de un proyecto de cambios surgido de las ansias de revertir el país,
manifestadas por la ciudadanía ecuatoriana.

El 15 de enero de 2007, Rafael Correa Delgado tomó posesión como Presidente


constitucional de la República de Ecuador inaugurando un particular proceso político
que hasta los días en que se culmina este trabajo se mantiene en el gobierno, cuya
evolución y derroteros fundamentales merece un profundo análisis aparte en el
futuro. En presencia de numerosos mandatarios de la región y de otras partes del
mundo, entre los que se destacaban; Hugo Chávez de Venezuela, Luis Ignacio Lula
da Silva de Brasil, Evo Morales de Bolivia y el iraní Mahmoud Admadinejad, el
flamante jefe de estado sudamericano pronunció un elocuente discurso de asunción,
en cuya parte introductoria confirmó el origen del cambio que prometía en iniciar:

56
``Hace ya más de 50 años, cuando nuestro país estaba devastado por la
guerra y el caos, el gran Benjamín Carrión expresaba la necesidad de volver a
tener Patria. Esta frase fue la inspiración de un puñado de ciudadanos que
decidimos liberarnos de los grupos que han mantenido secuestrada a la Patria,
y así emprender la lucha por una Revolución Ciudadana, consistente en el
cambio radical, profundo y rápido del sistema político, económico y social
vigente, sistema perverso que ha destruido nuestra democracia, nuestra
economía y nuestra sociedad´´69

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