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ESTIMADA/O ALUMNA/O:
Al presente texto se sugiere imprimirlo, leerlo en profundidad y relacionarlo con los temas vistos en clases,
con el apoyo bibliográfico y de filminas PREVIO a la apertura y resolución del CUESTIONARIO.
Para contestar on line el cuestionario del tema SISTEMAS DE INFORMACIÓN, Ud. deberá leer
detenidamente:
▪ el material bibliográfico
▪ las filminas presentadas en clase como soporte
▪ el presente texto del Trabajo Práctico
Cuando se disponga a responder el cuestionario on line, sepa leer detenidamente las consignas:
ÉXITOS !!
.
“Uber es el chofer privado de todos”. Ése es el slogan de esta startup originada en San Francisco y que
recientemente inició operaciones en Buenos Aires. Uber es una plataforma digital mediante la cual es
posible pedir y pagar servicios de transportación, y que al día realiza más de 350,000 viajes repartidos en
los cinco continentes.
La plataforma funciona a través de una aplicación para smartphone, cuyo GPS localiza tu ubicación y te
muestra las opciones de autos cercanos disponibles. Después, eliges el automóvil, ves el perfil del chofer,
lo contactas a su celular y pagas con tarjeta de crédito, por lo que no hay intercambio físico de dinero.
En unos cuantos minutos a tu puerta aparece un Mercedes, un Cadillac, un Audi -o algún modelo de clase
élite- listo para llevarte a tu destino con una atención premium. “Es un negocio sofisticado, cómodo y de
bajo costo para la calidad que ofrece”, dicen desde la empresa. La idea detrás de Uber surgió cuando
Travis Kalanick, emprendedor serial, y Garret Camp, co-fundador de Stumble Upon, salían de una
conferencia en París y no encontraban un taxi que los llevara al hotel. En ese momento se les ocurrió que
“estaría increíble” tener un servicio on-demand de transporte, con el que pudieran llegar a todos lados
“como diplomáticos”. Cuando regresaron a San Francisco empezaron a desarrollar el proyecto. Aunque
en un principio pensaron constituir una empresa de transportes de primer nivel, Kalanick notó que la
clave estaba en proveer la tecnología y la información, dejando que las personas que se han dedicado al
transporte por años lo siguieran haciendo y fueran sus socios. Entonces se enfocaron en contratar a
choferes y a conectarlos por medio de una aplicación. “Se trató de innovar en la intersección entre
tecnología, información, transportación y logística”, afirman en Uber.
Poco a poco la plataforma fue ganando interés; primero entre sus amigos y después con los amigos de
sus amigos, hasta que miles de usuarios la utilizaban para moverse en esta ciudad californiana. Pronto
descubrieron que lo que había empezado como una diversión podía convertirse en una oportunidad de
negocio, debido a que existía un creciente número de consumidores buscando servicios eficientes y
personalizados que pudieran obtener usando su celular.
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Uber inició en 2012 con unos cuantos autos en San Francisco. El crecimiento fue tal que inmediatamente
lo instalaron en otras ciudades de Estados Unidos, como Los Ángeles y Nueva York, donde “a pesar de
que decían que no tendría éxito porque el servicio de limosinas ya estaba bien posicionado”, la Gran
Manzana es una de las metrópolis más rentables para la empresa. Al poco tiempo se extendieron a
Europa, ocupando ciudades como Berlín, Ámsterdam, Roma, Estocolmo, Londres y Milán. París fue el
primer destino en el viejo continente y también significó un antes y después, ya que para satisfacer las
necesidades de los parisinos lanzaron Uber Moto, en el que una motocicleta con un asiento extra te
recoge “y puede llevarte del centro de París al aeropuerto en menos de 20 minutos”. Para continuar con
la expansión internacional, el pasado diciembre Uber recibió US$50 millones de inversionistas de capital
privado, especialmente de Silicon Valley, donde figuran nombres como Jeff Bezos, fundador de Amazon.
Con estos recursos lograron “abrir pequeñas startups” en Singapur, Taipéi, Seúl y Ciudad de México. A
la fecha tienen presencia en 40 ciudades y esperan cerrar el 2016 aumentando la cifra a 500. “La idea es
que en cualquier parte del mundo puedas moverte en Uber”, dicen en la empresa, y aseguran que cerca
del 75 por ciento de los lugares en los que operan son rentables. “Queremos convertirnos en la mejor
opción de transporte”.
GENERANDO CONFIANZA
La misión de Uber es ser completamente transparente y entregar una excelente experiencia a sus
clientes. Para ello, la empresa cuenta con medidas de seguridad para revisar el historial del chofer y
comprobar su aptitud para manejar un Uber. Una vez realizado el viaje, el usuario califica su experiencia
y la atención del chofer; a su vez, el chofer mismo califica a los pasajeros. “Es un negocio democrático”,
afirman en la empresa. “El corazón de Uber están en nuestros socios (los choferes)”.
Cuando un conductor acepta tomar el servicio, los usuarios reciben los datos y fotografía del automóvil
que irá a recogerlos como modelo, número de patente, nombre del chofer y tiempo estimado de llegada.
La proliferación de esta aplicación ha desatado el enfado del lobby taxista. Debemos recordar que el
mercado del transporte en coche ha estado, hasta ahora, condicionado y regulado por el Estado. Para
poder ser un taxista “oficial” se requiere de una licencia administrativa, que solo el gobierno puede
conceder, y por supuesto, es necesario adherirse al código regulativo que se impone de forma
centralizada (precios, sistema de operación…). Muchas economistas son de la opinión de que dicha
limitación de la oferta y regulación es necesaria. Creen que la presencia de “fallas de mercado” hace
necesaria la intervención. ¿Qué fallas exactamente? Asimetría de información, excesivo poder de
negación del conductor y “excesiva” competencia son los más nombrados. Uber solventa en gran
medida todos estos problemas.
ASIMETRÍA DE INFORMACIÓN.
Se suele creer que sin un sistema de licencias los consumidores de taxis no podrían tener información
para tomar buenas decisiones. Por ejemplo, un inocente podría meterse en un taxi y ser víctima de un
pésimo servicio, o incluso de un atraco. Supuestamente, las licencias son una garantía de que el servicio
será adecuado. Sin embargo, gracias a Uber, la falta de información es un problema del pasado. La app
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permite a los usuarios puntuar el servicio que reciben. Es más, Uber solo permite operar bajo su umbral
a conductores que mantengan puntuaciones de mínimo 4/5. El estándar es verdaderamente alto. Y no
solo eso, la app también permite que el conductor puntúe a los clientes. ¿Asimetría de información?
¿Dónde? Con la creación de esta plataforma, es un problema del pasado.
Aunque el servicio de Uber es relativamente barato (respecto a otras opciones de taxis y remises,
computando un viaje promedio, dependiendo de la distancia y el tiempo), para atender a otros nichos -
especialmente el del usuario diario- diversificaron su oferta de productos. Además de Black (el tradicional
servicio de lujo), tienen una opción de bajo costo llamada UberX, “en la que en lugar de recogerte un
Mercedes lo hace, por ejemplo, un Honda Civic”.
Hoy en día la plataforma tiene millones de usuarios a pesar de que casi no hacen publicidad. Sus acciones
de marketing se basan en atractivas campañas como Uber Chopper, realizada el 4 de julio, donde era
posible pedir helicópteros para trasladarse en Manhattan; o Uber Ice Cream, en la que en lugar de que
llegara un auto aparecía un camión de helados. “Pero nuestra mejor promoción es el boca en boca”. Y
es que la mayoría de sus clientes comparten su experiencia positiva, misma que se potencia gracias a las
redes sociales, especialmente vía Twitter.
Cuando necesitas un coche, abres la aplicación y sigues las indicaciones en la pantalla para empezar:
verás un mapa de tu ubicación actual, según lo determinado por tu teléfono, y una animación en tiempo
real de los coches en las inmediaciones. Una vez que solicitas un coche e introduces tu destino, la
aplicación va a ponerse en contacto con los conductores disponibles en los alrededores. Cuando un
conductor en el sistema de la empresa acepta el paseo, verás su perfil, incluyendo su nombre, una foto,
la marca y modelo de su coche, una foto del coche, y su tiempo aproximado de llegada en minutos. Los
conductores suelen confirmar al sistema el arribo a origen del pedido cuando llegan. Durante el viaje,
puedes ver tu trayecto en la aplicación, pero no verás un taxímetro como en un taxi tradicional. En la
mayoría de los casos, no verás el costo final hasta que termine el viaje.
Entonces se puede usar la aplicación para dar la retroalimentación al sistema sobre la experiencia del
viaje y del trato del conductor, y autorizar el pago. Si no pagas de inmediato, la aplicación hará el cargo
.
después de un tiempo determinado, por lo general varias horas o un día. Uber también te permite dividir
el costo de viaje entre varias personas. La operación entera, desde convocar a un coche, dar seguimiento
de la ubicación del conductor y el pago de tu viaje, se maneja en la aplicación, por lo que nunca tienes
que pagar al conductor en efectivo ni con tarjeta. Esto hace que el servicio sea más conveniente y menos
molesto que viajar en un taxi, donde tienes que arreglártelas para pago al final.