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ENRIQUE GONZALEZ ROJO Dimension Imaginaria (Ensayo Poeticista) CUADERNOS AMERICANOS Evssnque Gonzilez Rojo, nieto del gran post, don Enrique Gonzilez Martiner, recientemente Acsaparecido, tenia por sus ilusties antecesores contraido un grave deber, antes de publicar ver- 505 propios. Porque, en efecto, suele ser dificil pam les descendientes de un gran artista —este ‘ el caso de don Enrique Gonzilez Martiner— superar tan poderosa influencia. Mas, en cuanto al pocta Enrique Gonzilez Rojo, hijo, puede decitse que no solo ha superado aitosamente tal responsabilidad, sino que cn su primer libro Dimensién Imaginaria touesta ya poseee acento ‘pessonal. ¥ no sélo respect a las probables is Fluencias anotadas, sino aun dentro del panori- ima de Ia poesia nueva de México, a Ia cual se ineorpora vigorosamente en este libro. Basado en Ia clisica leyenda de Pulgarcito tema infrecnente en la poesia mexicina— ha ‘escrito un libro de extrafa imaginerfa, en versos de clevada factura literaris; no se descabren en ells las referencias habituales a nuestros jOvenes seta, Pou of wutativs ety tony infant, y ala ver profundo, otorga 2 Dimensin Inagis ‘ia caracedlsticas muy peculiares; todo ha sido calculado co_ este original pocte; no obstante ‘nada ha perdido en frescura, en emociSn. Dimensibn lmaginaria consta de dos versiones distintas de 1a leyends, 12s cuales, compuestas desde diferentes puntos de vista, se complemen- tan en una visiin extrafia de realidad magica Pocma rico en simbolismos no es, sin duda, de lectura Ficl; mas ea ello radica también su en- ‘ste poeta por Féciles cami- lesde el principio se ha pro- puesto, con absolata lucidez —como prueba su ‘meditado prblogo, en el cual esboza una estéica propia— vencer arduas dificaltades; esto slo bastaria —sino existiese ademis diamantinos versos— para decir que Enrique Gonzi Rojo, hijo, e¢ un autéatico artist, Pritt in Mex. ENRIQUE GONZALEZ ROJO Dimension Imaginaria (Ensayo Poeticista) lustraciones de 'SALYADOR ELIZONDO, hijo EDICIONES: CUADERNOS AMERICANOS wexico 29 wenun oles os cenchos de probated rede, sonore Te es (CUADERNOS AMERICANS A Alfonso Reyes. PREFACIO FEN pssente at de 1952, he terminado de escribir cuatro libros: dos poemas (uno, “Dimension Imaginatia”, que ve Ja luz ahora, otro “El poema de los cinco hombres", que pienso publicar un poco més tarde), 1a exposicién de una teorfa poe tica que he denominado “Poeticismo”, teoria que verd la luz con el nombre de “Teoria Poeticista’”, y por tltimo un pequefio libro que Ievari el titulo de "Fundamentacién filosofica de la Teoria Poeticista y Prolegsmenos al Poeticismes”. Esto explica por qué el poema presente, mi primer libro, tiene como subtitu- o Ia aclaracién de que es un “estudio poeticista” No es conveniente, dado el pequefio espacio de que dispo- rnemos en este prefacio, exponer los fundamentos y el desarrollo de la "Teoria Poeticista”; paca que se vea, con precisién, en qué consiste éta, es necesatio conocer les “Prolegémenos” y la “Teo Sin embargo, como es bueno, pare el que lea este poema sin estar interiorizado en mi teorla, tener una idea, aunque sea vaga, de mi posigjin estética, dité, slo por encauzar Ia mente del lector, ade pottica, pocticista, consiste en un in. tento de superafBa}o un aspecto creativo, el bagaje de las obras ° { Potticas existentes, entendiendo por cceativo lo que, en com ] araci6n con otras realizaciones podticas, es mis complejo, y entendiendo por complejo lo que esté realizado con un mimero srande de elementos como las comparaciones, la fantasia, el trasplante al papel de Ia vida psicolégica y de 1o que, en la mente, se nos parece como exterior, la combinacidn de estos elementos y Ia sintesis, en pequefias estrofes, de este abundante J material, G Todo esto, sin Ia explicacién de la “Teoria” puede parecer arbitratio y sin sentido, por lo qui yo quisiera que mis lectores se abstuviesen de enjuiciar esta pequefia aclaracién, EI presente poema lo he redactado en dos versiones: una en verso y otra en prosa. La versién en verso es quizis algo complicada y de dificil comprensiSn; por eso la de prosa viene 4 ser una especie de versién clariticative de los pasajes desvir- fuados por una forma torturada, Las dos versiones estén apo: Yadas la una en la otra. Por lo que Ia versién en prosa es una especie de exézesis conceptual (hermenéatica) de la versién en verso. Ta versién en prosa tiene, desputs de ciertas Frases, algunos Paréatesis donde se aclaran sugerencias ¢ intenciones Ta causa de una doble versién del pocma la eacontramos ¢n estas palabras de la “FundamentaciOn filosofica de la Teoria Potticisia”: "podemos decir que, on Ia seccién creativa del poe- ticismo, seccida que es, en e] fondo, una especie de manifiesto Pottico, hay dos puntos bisicos que sitven de sustenticulo: uno es el de le ov/ginalidad y otro et de la clatidad. Como la ovii- nalidad la he garanticado con la vatiedad o complejided, al po ner en contacto la complejidad con la claridad, parece que caigo fen una paradoja, porque a mayor complejidad menor claridad, de ahi que una hernrendutice sea un instrumento de gran impor tancia, ya que nos permite llegar a la mayor varicdad, a la mis compleja organizacién de figuras, con una esplendorosa cla- ridad” Results indispensable, ya que el poeticismo busca, en su mencionada secciin creativa, la clasidad, hacer que el lector tenga presente, en primer lugar, el cuento de Palgarcito de Perrault, porque una gran parte de los sucesos fantisticos na- rrados en este pequefio cuento, estin constantemente relaciona- ddos con el poema. Los hechos tomados del cuento son: la anéc- dota de las piedras y las migajas de pan (ver las estrofas 28, 29, 30, 31, 32, 36 y 40), las botas de siete leguas (7, 18, 19, 24), los seis hermanos de Pulgarcito (65), el gigante (r, 7, 30), ‘el hecho de que, por orientarse, Pulgarcito ascendié a un arbol y vislumbr6, desde alli, 1a cabaia del gigante (31) y el hecho de que Pulgarcito, cuando pequeiio, e:a extraordinariamente callado —por lo que la moraleja del cuento de Perrault consiste cen afirmar que quien parece, por su silencio, el menos inteli- gente, puede ser el mis vive— (33). Ahora bien, no s6lo hago referencia a los relatos del cuen to, sino que también menciono, para sugerir, por ejemplo, el dolor, dos suplicios griegos: el de Narciso (66 y 67) y el de Sisifo (16) —este timo estaba condenado, como se recordar, a subir una piedra a una montafia, piedra que, cada vez que é Megaba 2 la ctispide, se le rodaha hasta las Faldas del monte— También se refiere el poema a aquello que se cuenta de Deistents, el famoso orador griego, de que, para poder hablar bien en péblico, se introdujo unas piedrecillas en la boca (33); hablo, igualmente, de Morfeo, y le adjudico la Facultad de arto- jar, como el arenero de tantos cuentos infantiles, su arena en u los parpados de quienes desea hacer dormir (21, 44). Hago constante referencia, por dltimo, a un tipo de sucesos cotidianos, cde maneras usuales de hablar, que la vida he grabado en nues. tra mente; pero que, si no se hiciera esta aclaracién, pasarian tal vez inadvertidos: me refiero, por ejemplo, a cuando la gente dice que al callarse en una reunién todas las personas, “pasa uun Angel"; por lo que siempre que zelaciono un ngel y el si- lencio, estoy técitamente aludiendo a dicha fibula (34, 55, 56, 51, 58, 59). Otro suceso cotidiano al que hago alusiGn es al utilizado por los fot6grafos cuando quieren inmovilizar a los nifios para tomar una buena fotografia, al deciles: ‘mira este Pajarito”, pijaro que representa, en mi poema, una facultad de dejar todo inmévil (4, 5, 6, 39). Otto suceso cotidiano es el de que, para que se nos borre el inscmnio (5, 6), contamos unos corderos que saltan encima de una valla __ Otro suceso es, por fltimo, el de que los txéboles de cuatro hojas son de dificil adquisicién pozque se enconden entre los de tres hojas. El trébol de cuatio hojas es el simbolo en este poema de lo que se esconde (49, 50). Algo que es muy caracteristico del poema es la referencia frecuente a la pequetiez de Pulgarcito, a la pequefier que el hombce consigue yéndose a la lejanta (1, 6, 7, 13, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 25, 29, 31, 32, 33, 34: 37). Como cuando el poe- ta se va a la Iejania es ademis de Pulgarcito, un nifio, se dedica 4 jugar. Por ello, se habla en el poema primeramente de jugar con arena (21), después de jugar con un barca en el rio (36), después de jugar a la “gallina ciega” y 2 los “encantados” (38, 39), luego se refiere el poema 1 esa costumbre, a ese juego en el que se da a comer a una persona algo, diciéndole, para que le sorprenda: “abre 1a boca y cierra los ojos” (44), més tarde se vuelve a mencionar el juego de los "encantados" (47)- Posteriormente se habla de la "Casa de los Espejos", ese Laberinto de espejos que existe en las Ferias (64, 65, 66), ¥, por diltimo, se habla de la comba, de ese juego que consiste cn saltar una cuerda (68) Para fijar, con mayor precisién, la idea que el lector debe tener de un poema poeticista, hay que adveitirle que ademés de la variedad sintética de las estrofas, una de las principales intenciones del poeticismo debe ser un enlace de las estrofas, de las figuras poéticas. Esta relacién se efectiia a través de los clementos vecinos de determinado objeto, Elementos vecinos son, segiin el pocticismo, los objetos que rodean, por decirlo asi, un delimitado objeto. Pluma cs, verbigracia, un clemento vecino de pijaro, pajaro un elemento vecino de rama, ete. No voy a analizar las relaciones de este poema por no ser conve~ niente en tin pequeio prologo disertar sobre un problema té- ero debo hacer notar que todas las estrofas estin enlaza- Io estin de dos maneras principalmente: cow an enlace que relaciona dos 0 més estrofas inmedictas, por ejemplo las estrofas 64, 65 y 66; 0 con un enlace que relacionados 0 mis estrofat (0 figuras) mediatas, por ejemplo: la estrofa 8 se rela iona con las estrofas 1 y 44. En Ia 8 se dice que la imagen de la mujer es arrastrada por la corriente, y en las 11 y 44 vuel ve a aparecer, en una nueva situacién, dicha imagen, Este poema, que ¢s sblo un capitulo de una obra de gran MEN orem a obra terminada, poses, dentro del simbolismo total de mi crea-

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