LECCIÓN 12: ACTOS DE COMUNICACIÓN.

Los actos procesales no están destinados a vivir aislados los unos de los otros. De ahí surge la necesidad de una
categoría de actos procesales, los denominados actos de comunicación, que establecen los lazos de unión precisos
entre la actividad del juez, de las partes y de todas las demás personas llamadas a participar en el proceso.

Según los destinatarios de estos actos, se distinguen tres grupos de actos de comunicación:

a. Actos de comunicación entre tribunales: auxilio judicial.

b. Comunicaciones a funcionarios: auxilio a la justicia.

c. Comunicaciones a particulares.

1. CON OTROS TRIBUNALES (AUXILIO JUDICIAL).

Los actos de comunicación entre tribunales tienen por destinatario los propios Tribunales de Justicia y tienen por
finalidad el auxilio judicial que se prestan los tribunales en el ejercicio de la función jurisdiccional.

El auxilio judicial puede ser interno o internacional.

Interno, por ejemplo, un órgano jurisdiccional español pide a otro órgano jurisdiccional español que realice el
reconocimiento de unas obras ruinosas objeto del litigio que se encuentran fuera de su circunscripción territorial.

Internacional, por ejemplo, se pide a un órgano jurisdiccional extranjero que tome declaración a un testigo
ciudadano del país correspondiente.

Entre los órganos jurisdiccionales del Estado existe un deber recíproco de auxilio o cooperación para realizar actos
procesales que no puede realizar el órgano jurisdiccional que conoce del proceso o que es más adecuado que realice
ese órgano jurisdiccional.

Es un deber que se impone por ley a todos los tribunales y que no se funda ni en una relación de dependencia
jerárquica entre ellos ni en la mutua y recíproca obligación a prestarse auxilio.

Cuando sea necesario, en un proceso desarrollado ante un tribunal español, que ciertas actuaciones procesales se
realicen en el extranjero, se establecen unas relaciones de cooperación entre los Estados que se fundan en alguna de
las fuentes de Derecho Internacional: es el auxilio judicial internacional.

A. Auxilio judicial interno.

Objeto del auxilio judicial es la práctica por un órgano jurisdiccional de actuaciones procesales que han sido
ordenadas por otro órgano jurisdiccional que conoce del proceso del que esas actuaciones forman parte.

Por ejemplo: un juzgado de Valencia remite exhorto a los de Barcelona para que se emplace al demandado o para
que reciba cierta prueba testifical o para que subaste ciertos bienes.

El deber de prestar auxilio corresponde al Juzgado de 1ª Instancia del lugar en cuya circunscripción deba
practicarse, salvo que en dicho lugar tenga su sede un Juzgado de Paz y el acto de auxilio judicial consista en un acto
de comunicación, en cuyo caso corresponderá a éste prestar el auxilio (art. 170 LEC).

El acto de solicitud de auxilio judicial se denomina exhorto y, según el art. 171 LEC, en el mismo deben
cumplirse diversos requisitos:

1
 1º. Designación de los tribunales exhortante y exhortado, salvo que hubiera varios en la localidad en que deba
cumplimentarse, en cuyo caso se redirigirá al decanato.

2º. Indicación del motivo de la expedición del exhorto.

3º. Designación de las personas que sean parte en el asunto, así como sus representantes y defensores.

4º. Determinación de los actos que deban practicarse y, en su caso, acompañamiento de documentos necesarios
para esta práctica.

5º. Señalamiento del plazo para practicarse.

Los procedimientos para remitir el exhorto, para enviarlo al órgano jurisdiccional destinatario, son dos:

a. La regla general es la remisión directa por medio del sistema informático judicial o de cualquier otro sistema
de comunicación que garantice la constancia de la recepción (art. 172.1 LEC).

b. Como excepción, si el acto para el que es necesario el exhorto interesa a una persona determinada, en el caso de
que esa persona lo pida, deberá entregársele el exhorto a esa persona para que lo presente al tribunal exhortado en el
plazo de 5 días (art. 172.1 y 2 LEC).

Recibido el exhorto se resuelve sobre su cumplimiento atendiendo a ciertos presupuestos como la competencia
para el cumplimiento, la autenticidad del exhorto y que contenga todos los requisitos para la práctica de la actuación
interesada.

En caso afirmativo, si se cumplen estos presupuestos, se practica la actuación solicitada en la que podrán intervenir
las partes, sus abogados y procuradores. A continuación se devuelve el exhorto y la documentación de las
actuaciones practicadas (arts. 172.2 y 3 y 174 LEC).

En caso de incumplimiento del exhorto y de retraso en el incumplimiento, el art. 173.2 LEC prevé que el tribunal
que haya solicitado el exhorto recuerde al exhortado la urgencia de su cumplimiento. Si persiste la situación, el
requirente pondrá los hechos en la sala de gobierno correspondiente al tribunal exhortado para que se deduzca la
correspondiente responsabilidad disciplinaria profesional.

B. Auxilio judicial internacional.

Este auxilio viene regulado por la Ley 29/2015 de 30 de julio, de cooperación jurídica internacional en materia
civil, que establece un régimen legal común aplicable tanto a los actos de comunicación de documentos judiciales y
extrajudiciales como a la práctica y obtención de pruebas.

La Ley 29/2015 integra, con ciertas adaptaciones, la regulación hasta la actualidad establecida en el art. 177 LEC
y arts. 276-278 LOPJ.

Los Estados se prestarán auxilio judicial atendiendo a lo que establezcan los convenios internacionales sobre la
materia y, en su defecto, por el criterio de reciprocidad, es decir, si ese Estado presta auxilio a España.

2. A FUNCIONARIOS (AUXILIO A LA JUSTICIA).

2
 El deber de auxilio a la Justicia por parte de entidades públicas y funcionarios, aparte de su fundamento
constitucional en el art. 118 CE, está sometido a una configuración legal contenida, más que en leyes procesales, en
leyes y reglamentos reguladoras de la actividad de entidades y funcionarios cuya colaboración en el proceso puede
ser requerida. Así, en la Ley de reglamentos hipotecarios, en el Reglamento del Registro Mercantil o en la Ley
General Tributaria, que se refiere a la colaboración que deben prestar notarios, registradores, etc.

Estos actos de requerimiento de auxilio a la justicia pueden ser de dos tipos:

a. Mandamientos, que van dirigidos a registradores de la propiedad, mercantiles, de buques, registradores de

ventas a plazos de bienes muebles, notarios y funcionarios de un órgano jurisdiccional (art. 149.5).

b. Oficios, que van dirigidos a otros funcionarios diferentes de los anteriores (art. 149.6 LEC).

Los procedimientos de remisión del acto de requerimiento de auxilio son, según el art. 167.1 LEC, dos:

-Remisión directa, a través de los medios previstos en el art. 162 LEC: medios electrónicos, informáticos y
similares.

-Remisión por conducto personal, es decir, mediante entrega a la parte para que lo presente al destinatario.

3. A PARTICULARES: TIPOS Y MODOS DE REALIZAR LA COMUNICACIÓN.

Sin duda, los actos de comunicación procesal más frecuentes son los relacionados con las partes del proceso o con
otros sujetos que deban intervenir en el mismo.

Referido a ellos especialmente, es importante recordar que su corrección es la que garantiza el principio de
contradicción como base de la tutela judicial efectiva.

A. Tipos de actos de comunicación.

Aunque tradicionalmente se identifican todas con el término notificaciones, dependiendo de cuál sea el objeto de
la comunicación, podemos encontrar varios tipos de actos de comunicación conforme al art. 149 LEC.

1º. Notificaciones: son los actos por los que se comunica una resolución procesal o una actuación. Se realiza
mediante la entrega de copia literal de la resolución a notificar, dentro de los tres días siguientes a su fecha o
publicación.

Conforme al art. 150 LEC, las resoluciones procesales se notificarán a todos los que sean parte en el proceso.
Además, si el tribunal así lo dispusiera, se notificará la pendencia del proceso (el hecho de estar un proceso
pendiente) a las personas que, según los autos, puedan verse afectadas por la resolución que ponga fin al
procedimiento.

2º. Emplazamientos: es el acto de comunicación por el cual se impone a alguien, normalmente a las partes, la
obligación de personarse ante el órgano remitente y actuar de determinada manera en el plazo indicado.

Se trata del acto de comunicación procesal de mayor relevancia práctica en la medida en que determina para el
destinatario la carga de compadecer en el proceso a fin de actuar de una forma concreta en el plazo que se le indica.

3º. Citaciones. Por medio de estos actos se llama a una persona a compadecer ante el órgano jurisdiccional para
que realice una determinada actuación.

Como es lógico, tanto las citaciones como los emplazamientos deberán contener qué ha de realizar.

3
 4º. Requerimientos. Se trata de un acto a través del cual se ordena al sujeto realizar o no realizar una determinada
conducta distinta de la mera comparecencia ante el tribunal.

B. Modos de practicar estos actos de comunicación.

Establecidos los tipos de actos de comunicación, debemos determinar cómo se llevan a cabo.

La determinación de estos modos por los cuales se van a practicar estos tipos de actos la realiza la LEC atendiendo
a diferentes criterios con una nota común, que es garantizar la validez y eficacia del acto.

Independientemente de la forma en que se practique el acto de comunicación, se realizará bajo la dirección del
Letrado de la Administración de Justicia.

La ejecución de estos actos se realizará por los funcionarios del cuerpo de auxilio judicial (art. 478 LOPJ) o el
procurador de la parte que así lo solicite, pero, en ese caso, siempre a su costa.

Estos actos de comunicación se entenderá que se han practicado válidamente cuando se hayan llevado a cabo de
forma correcta, con independencia de que efectivamente el destinatario haya tenido o no conocimiento del acto.

Modos.

1º. Por medio del procurador del destinatario. El procurador es quien representa a la parte en el seno de un
proceso judicial. En general, cuando la postulación es obligatoria o facultativa, pero la parte decide acudir
representada por procurador, todas las comunicaciones que hayan de realizarse con las partes personadas, se harán a
través de este profesional (arts. 152.2.1ª y 153 LEC).

Esta previsión no constituye una posibilidad, sino una obligación para el procurador, quien deberá recibir los
emplazamientos, citaciones y requerimientos de todo tipo, incluso las de las sentencias que se refieran a su parte
durante el curso del asunto y hasta que quede ejecutada la sentencia, teniendo estas actuaciones la misma fuerza que
si interviniera en ellas directamente el poderdante (el cliente) y sin que sea lícito pedir que se entiendan con éste, así
como las copias de los escritos y documentos que los procuradores de las demás partes entreguen (arts. 28.1 y 2 y
153 LEC).

Estos actos de comunicación a procuradores se van a realizar en la sede del Tribunal o en el servicio común de
recepción de notificaciones, servicio organizado por el Colegio de procuradores que ha de existir en todos los
edificios judiciales o por los medios electrónicos informáticos o telemáticos que regula el art. 162 LEC cuando se
disponga de ellos.

A este servicio común de recepción de notificaciones se remitirá por duplicado copia de la resolución, surtiendo
plenos efectos la recepción de las notificaciones en dicho servicio, así como la entrega de copias, de escritos y
documentos para su recogida por los procuradores, conforme a los arts. 28.3 y 154 LEC.

2º. Cuando no se intervenga a través de procurador, la segunda modalidad es por correo, telegrama u otro medio
técnico remitido al domicilio.

La intervención del procurador es potestativa en algunos supuestos. Por tanto, es posible que éste no intervenga en
el proceso. Además, aunque la intervención del procurador sea obligatoria, existen momentos procesales en los que
éste aún no ha sido nombrado, lo que sucede cuando se trate del primer emplazamiento o citación de demandado.

Además, hay que tener en cuenta que otros sujetos que intervienen en el proceso, como los testigos o peritos, no
pueden ir representados por procurador.

4
 Para todos estos casos, el acto de comunicación se va a realizar por remisión al domicilio mediante correo,
telegrama u otro medio técnico que permita dejar constancia fehaciente de la recepción, la fecha en que tiene lugar y
el contenido de lo comunicado (art. 152.2.2ª LEC).

La elección de un medio u otro dependerá de lo que haya que comunicar y a quién. Por ejemplo, si se trata de
comunicar algo a las partes no representadas por procurador y la Ley no señala un medio específico, el medio más
lógico es el envío de correo postal certificado con acuso de recibo. Si lo que se quiere comunicar es la citación a un
testigo para su comparecencia al juicio, se suele emplear el telegrama.

La remisión de ese acto de comunicación se hace en el domicilio, por lo que debemos determinar qué se entiende
por domicilio. La determinación del domicilio de las partes se regula en los arts. 155 y 156 LEC. Conforme a estos
preceptos, el domicilio del demandante es aquel que éste designe en la demanda. Designación que, además, es
obligatoria conforme al art. 399 LEC.

El domicilio del demandado también es de obligado nombramiento por el demandante si lo conoce.

A efectos de comunicación, podrá designarse como domicilio el que aparezca en el padrón municipal, el que
conste oficialmente a otros efectos o el lugar de trabajo no ocasional.

En algún supuesto, la propia ley es la que determina cuál deberá considerarse como domicilio a efectos de
comunicación, siempre que no lo hayan manifestado expresamente las partes.

Así, por ejemplo, cuando en la demanda se ejercite una acción relativa a arrendamiento de finca urbana o rústica,
se entenderá que si las partes no han acordado señalar en el contrato de arrendamiento un domicilio, en el que se
llevarán a cabo los actos de comunicación, este será, a todos los efectos, el de la vivienda o local arrendado.

Cuando las partes cambiasen de domicilio o de número de teléfono, fax, dirección de correo electrónico o similar,
durante la sustantación del proceso, lo comunicarán a la oficina judicial de forma inmediata.

Cuando el demandante exprese la imposibilidad de designar un domicilio del demandado, el tribunal podrá, por
medio del Letrado de la Administración de Justicia, realizar averiguaciones del mismo por los medios oportunos,
que puede ser acudiendo a registros, organismos, colegios profesionales, etc.

Si estas averiguaciones resultaran infructuosas, el Letrado de la Administración de Justicia ordenará que la

publicación se realice por medio de edictos.

Las comunicaciones realizadas por estos medios en cualquiera de los lugares designados como domicilio del
demandado, surtirán plenos efectos en cuanto se acredite la correcta remisión de lo que haya de comunicarse,
aunque no conste la recepción por el destinatario. Esto es así salvo en los casos en los que la comunicación tuviese
por objeto la personación en juicio o la realización o intervención personal de las partes en determinadas actuaciones
procesales, en cuyo caso, si no se acredita la recepción por su concreto destinatario, habrá que realizar su entrega
directa.

3º. Entrega directa al destinatario. Se lleva a cabo de esta forma, por entrega directa al destinatario, cuando,
tratándose de la personación del demandado en juicio o de la intervención procesal de las partes en determinadas
actuaciones procesales, no encontrándose éstas representadas por procurador, no pueda acreditarse la recepción por
el interesado de lo que se ha remitido por correo, telegrama u otro medio técnico semejante (art. 158 LEC).

La entrega de esta comunicación se va a realizar por medio de copia de la resolución:

5
 a. En la sede del Tribunal, porque previamente le ha llegado al destinatario una carta del juzgado comunicándole
que hay una notificación para él en el juzgado y el destinatario acude al juzgado voluntariamente a ver de qué se
trata.

b. En el domicilio de la persona que deba ser notificada, al que acudirán el funcionario o el procurador de la otra
parte que la realiza. Una vez que el funcionario o el procurador acuden al domicilio del destinatario, pueden suceder
varias cosas:

-Que el destinatario fuera hallado en su domicilio. En ese caso se le entrega copia literal de la resolución, del
requerimiento o de la cédula de citación o emplazamiento. La diligencia será firmada por el funcionario o por el
procurador y por la persona destinataria.

-Que el destinatario sea hallado en su domicilio, pero se niegue a recibir la copia de la resolución o la cédula o a
firmar la diligencia. En ese caso, se le hará saber por el funcionario que la citada copia queda a su disposición en la
oficina judicial produciéndose los efectos de la comunicación.

-Que el destinatario no se encuentre en el domicilio. En ese caso se podrá entregar a cualquier empleado o familiar
o persona mayor de 14 años con la que conviva que se encuentre en ese lugar o al conserje de la finca, advirtiendo al
receptor de la obligación de entrega al destinatario o avisarle si conoce su paradero.

Si se tratara del lugar de trabajo, la entrega podrá hacerse a persona que manifieste conocerle o a quien estuviera a
cargo de la recepción de documentos u objetos.

La entrega, en todo caso, se acredita por diligencia (art. 161.3 LEC).

-Que no se encuentre a nadie en el domicilio ni trabajase en el lugar habitual, consignándose, en ese caso,
diligencia negativa de comunicación.

Si tras las averiguaciones del domicilio no se llega a determinar el mismo, la notificación se llevará a cabo
mediante el sistema de edictos del art. 156 LEC.

4º. Sistema de edictos. La utilización de edictos es supletoria del resto de los medios para realizar la
comunicación, es decir, solo se llevará a cabo cuando resulten infructuosos todos los medios anteriores en todas sus
circunstancias.

Su práctica se realiza por mandato del Letrado de la Administración de Justicia, fijando una copia de la resolución
de cédula en los tablones de anuncios de la oficina judicial de que se trate, salvaguardando, en todo caso, los
derechos e intereses de menores, así como otros derechos o libertades que pudieran verse vulnerados por la
publicidad de los mismos.

También es posible, si la parte lo solicita y corre con los gastos, insertarlo en los boletines oficiales del Estado, de
la Comunidad, de la Provincia e, incluso, en un Diario de difusión nacional o provincial, conforme al art. 164 LEC.

La Ley 42/2015 de 5 de octubre de reforma de la LEC, ha pretendido la implementación de los medios telemáticos
(electrónicos, informáticos) para todos los actos de comunicación por parte y por la Administración de Justicia.

Para la implementación de estos medios, es necesaria una plataforma. Se ha creado, para ello, la plataforma
llamada Lexnet, diseñada por el Ministerio de Justicia para la presentación de escritos y documentos, el traslado de
copias y la realización de actos de comunicación procesal por medios telemáticos.

6
 Este sistema se está implantando gradualmente y dando muchísimos problemas. No se encuentra disponible aún en
todos los órganos jurisdiccionales, aunque la Ley establece que, a partir del 1 de enero de 2016, sería obligatoria, por
lo menos, para los profesionales de la Justicia, en concreto, para abogados y procuradores.