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TEMA 11

PROCESO DE INTEGRACIÓN EUROPEA: LOS ASPECTOS GENERALES DEL MODELO JURÍDICO-


POLÍTIOC DE LA UNIÓN EUROPEA.

Introducción

En la actualidad, la UE la formamos un grupo de 27 Estados, que sumamos un poco menos de


450 millones de personas nacionales. Aunque todos compartimos en gran medida una
comunidad histórica, cultura, pero somos heterogéneos entre sí, desde el punto de vista de
nuestro pasado, y desde las dimensiones, de la población. Toda esta suma de estados, todos
estos habitantes, en realidad representa cada vez menos en el total del mundo. Y estamos en
un lugar del mundo absolutamente privilegiado y desarrollado, tanto económica, como
políticamente, por muchos problemas que tengamos.

Debemos ser conscientes de nuestras dimensiones, en realidad no somos más que un pegote
en todo el continente euroasiático, y de que nos movemos en un entorno cada vez más hostil,
no solo militar en realidad, sino también hacia nuestro modelo de entender las cosas,
organizar la económica, la sociedad. Si queremos preservar el modelo pacífico y garantizar su
viabilidad nos interesa hacerlo juntos (a los países de la UE). Y esto es lo demuestra la
evolución del reparto de la riqueza mundial, es verdad que sigue habiendo enormes
desigualdades en el mundo, pero debemos ser conscientes de que, aun siendo un lugar
privilegiado en términos de desarrollo económico, en el reparto global de la riqueza mundial
nuestro porcentaje se va reduciendo cada vez más. (mirar tablas de estadística del ppt) Hay
que ser conscientes de esto desde el punto de vista económico, por mucho que en la UE
formen parte algunas de las principales potencias económicas del mundo, incluida Alemania.
Pero de la UE forman parte en la actual panorámica internacional Estados pequeños y aquellos
que todavía no saben que son pequeños, y esto se ve claramente en los últimos documentos
estratégicos de la UE. La estrategia global de la UE comienza realizando este tipo de
afirmaciones, nuestro modelo está amenazado. Pero esto no quiere decir que no mejorar de
cara al futuro.

El origen de UE está ligado a las consecuencia de la IIWW, unión por medios pacíficos. Los
líderes políticos son conscientes de que, para evitar otra nueva guerra mundial, tenían que
realizar una unión pacífica de los países. Es una conciencia tanto en el plano político como en
el social, de que hay que apostar por medidas con iniciativas vanguardistas para salir de la
situación en la que había quedado Europa después de la IIWW y sobre todo afrontar el futuro
de un modo distinto.

En ese momento histórico, se conocían ya las organizaciones internacionales, aunque no había


muchas, pero lo que se platea ahora es algo distinto. No se trata de crear una organización en
la que los países cooperan en pie de igualdad sobre la base de la soberanía, lo que se plantea
es apostar por la integración, no solo la cooperación. Esta integración consiste en asumir que
la soberanía se puede compartir, ejercer en conjunto, con el objetivo de alcanzar fines que
merecen ese “sacrificio”. Es un modelo nuevo y que todavía despierta cierta perplejidad, es
algo relativamente excepcional, no es muy común en el mundo, y que arroja resultados muy
positivos.
Tras la IIWW surge, entonces, nuevas organizaciones antes de lo que hoy es la UE, por
ejemplo, el Congreso de La Haya, una iniciativa de la sociedad civil. También el Plan Marshall
desempeño cierto papel, esa macro iniciativa de los EEUU para contribuir a la reconstrucción
de Europa tras la IIWW, que obviamente tenía también sus intereses. Y EEUU no se vio
afectado en su territorio en IIWW, por lo tanto, favoreció a su desarrollo de la industria, sobre
todo armamentística. Y el Plan Marshall le pedía a Europa que intentaran coordinar sus
procesos de reconstrucción en cosas sencilla, por ejemplo, garantizando que sus monedas
fueran convertibles entre sí, hoy tenemos una moneda única entre 19 de los 27 estados
miembros. Y esto se hizo a través de una organización que se creó para gestionar el Plan
Marshall, la OECE, una organización europea de cooperación económica, y que una vez que
cumplió su misión en 1960 se convirtió en una organización que todavía existe, la OCDE, una
organización para la cooperación y el desarrollo económico, que no es únicamente europea,
sino que también incluye a países considerados desarrollados o emergentes.

Todo esto fue el punto de partida del proceso de integración europea, fue el documento de
Declaración de Schuman, documento político que se hizo público el 9 de mayo de 1950. Este
texto, que ya estaba negociado con el gobierno alemán, propone colocar sus producciones de
carbón y acero bajo una Alta Autoridad común, en una organización de integración en la que la
administración de esos recursos estuviese bajo una Alta Autoridad común, y este documento,
la Alta Autoridad común (CECA) es lo que hoy es la Comisión Europea. Se quiere poner en
marcha un proceso político de ambición enorme. Es objetivo es hacer que un nuevo conflicto
bélico en Europa se algo impensable y además materialmente imposible, pues el carbón y el
acero eran los materiales base de las armas de aquella época. Y se reconoce que hay ir paso a
paso, hay que generar una dinámica nueva, no solo de reconciliación entre Francia y Alemania,
sino también de ir avanzando en pequeñas cosas que vayan generando nuevas solidaridades y
que eso vaya haciendo avanzar el proceso. Y así ha sido y así continuamos.

Y esta dinámica la hemos vuelto a ver en esta época de pandemia. Este célebre fondo de
recuperación y resiliencia, lo que se ha denominado next generation EU, se va a financiar por
primera vez pidiendo a la Comisión Europea que salga a los Estados financiero y pida
prestamos en nombre de todos. Y después ese dinero se va a repartir entre todos atendiendo
a las necesidades específicas de cada Estado. Y este es el motivo por el cual, por ejemplo, los
estados que dependen mucho de la economía de actividades presenciales, turismo, servicio
(España, Italia, Grecia) se van a beneficiar en mayor medida de esos recursos.

La integración europea ha sido un éxito porque los compromisos políticos siempre se han
anclado jurídicamente a través de tratados. Que garantizan que realmente van a haber
cambios significativos. Y la Declaración Schuman dio lugar, apenas un año después a la firma
del primero de los tratados comunitarios, el Tratado de Paris (1951), el tratado constitutivo de
la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA). Ya tenemos en marcha por lo tanto en el
año 1951, el proceso de integración europea, cuyo diseño jurídico inicial se diseñó con la firma
y la entrada en vigor de los tratados constitutivos de las otras dos Comunidades Europeas que
completan ese diseño institucional, la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad
Europea de la Energía Atómica (CEEA o EURATOM), esta última fue una exigencia de Francia. Y
a partir de aquí comienza la historia del proceso de integración europea, que se completa a
principios de los años 90, en virtud del tratado de Maastricht, y a las viejas comunidades
europeas se las conoce como la Unión Europea como tal.

Seis Estados miembros fundadores: Bélgica, Alemania, Francia, Italia, Luxemburgo, Países
Bajos.
Hasta ahora el proceso de integración europea ha ido avanzando, con incidencias o crisis,
conforme a dos líneas de fuerza: la profundización, la UE no ha dejado de profundizarse a
través del perfeccionamiento de sus mecanismo existentes y atribución de nuevas
competencias, de los ámbitos en los que la Unión tiene capacidad para intervenir y esto se ha
ido haciendo a través de las distintas reformas de los tratados; y la ampliación, se ha abierto a
todos los Estados del continente, hasta contener los estados actuales de la UE. Dentro de este
proceso de ampliación, España y Portugal se unieron en 1986 y el último que se unió
actualmente fue Croacia en 2013. Y, ahora en la actualidad, por primera vez en la historia de
este proceso de integración, nos encontramos con que un Estado miembro haya decidido
abandonar la UE, Inglaterra. (mirar ppt para ver la configuración máxima de la UE, si eso).

Este último hecho ha sido la a crisis más grave que ha sufrido la UE en esta etapa.

El 23 de junio de 2016 fue el día en que se celebró el referéndum sobre el brexit y en que los
partidarios de abandonar la UE ganaron. Sin embargo, también hubo muchas referencias en
Londres, donde ganó la permanencia en la UE.

Reino Unidos siempre ha tenido una actitud hacia la integración europea reticente, y siempre
ha habido un debate muy incentivado por determinados sectores dentro de la política
británica y ese debate se fue acentuando por la crisis financiera y llevó a que mediados de la
década pasada hubiese una coalición de gobierno entre los conservadores y los liberales y esto
era un escenario poco confortable para los conservadores, y David Cameron de cara a las
elecciones que había en 2015, prometió, para intentar ganar las elecciones, que si ganaba las
elecciones con una amplia mayoría convocaría un referéndum sobre permanencia del RU en la
UE. David Cameron, los conservadores, ganaron con mayoría absoluta y se convocó el
referéndum. Durante los meses previos, David Cameron fue al Consejo europeo y dijo en
varias ocasiones va no se quiere ir de la UE, pero que tenían que echarle una mano porque él
se había comprometido a realizar ese referéndum. Y esto dio lugar a que se alcanzase un
acuerdo político, muy polémico. Al final, la población votó por la retirada. En este proceso de
retirada, la mayor parte de los problemas en las negociaciones han venido por lo problemas
internos en el RU, que está absolutamente fracturado, tanto política como territorialmente.

Y este proceso tan polémico se ha resuelto de la siguiente manera:

Fue conflictivo desde el principio porque el referéndum fue el 23 de junio de 2016, pero hasta
el 29 de marzo de 2017, es decir 9 meses después, el gobierno británico no mandó a Bruselas,
al Consejo europeo, la célebre carta mediante la cual comunicaba oficialmente su voluntad de
abandonar la UE. Con lo cual tenemos 9 meses en el RU, en los que hubo movimientos de la
sociedad civil para intentar frenar el Brexit a toda costa. Y a partir de esos 9 meses es cuando
comienzan las negociaciones. Y conforme a al marco constitucional de la UE, en un supuesto
de este tipo primero que se tiene que negociar es el acuerdo de retirada, “los términos del
divorcio”. Ese acuerdo fue difícil de negociar porque por parte europea se cerraron filas y
eligieron a un representante para que negociase el brexit en nombre de todos, Michel Barnier
un político francés. Y la negociación del acuerdo llevo mucho tiempo, se cerraron en 2018,
tiene seis partes y tres protocolos adicionales, algunos muy importante en términos políticos.
Los tres protocolos se refieren a Irlanda del Norte y la República de Irlanda, Gibraltar y las
bases de la soberanía británica en Chipre. Y los aspectos más delicados en las negociaciones y
hubo que prestar más atención, y algunos de los cuales está siendo más problemático en
cuanto a su aplicación práctica tras la retirada, son:
1. El tema económico financiero. Siendo durante tanto tiempo estado miembro de la UE,
RU tiene que seguir asumiendo ciertos compromisos financieros derivados de su
participación durante más de 40 años en UE.
2. El tema de los derechos de los ciudadanos. Los ciudadanos británicos y los de otros
Estados miembro en su relación con el RU se beneficiaron durante décadas de una
serie de derechos, que ahora, con la retirada, se van a ver radicalmente alterados. Y se
va a intentar que estos derechos se vean afectados en la menor medida posibles.
3. El tema de Irlanda e Irlanda del Norte. En Irlanda del Norte durante décadas ha habido
un conflicto como consecuencia de que la isla de Irlanda, hasta principio del siglo 20,
perteneció al RU, pero Irlanda nació como Estado amputado en su parte norte, porque
este siguió perteneciendo al RU. Y eso con el paso del tiempo terminó generando un
conflicto en los que quieren seguir siendo parte del RU y los que quieren la
reunificación de la isla. A este conflicto se le consiguió poner término mediante los
acuerdo del Viernes Santo de 1998, y esos acuerdos en gran parte fueron posibles
porque tanto RU como Irlanda eran parte de la UE. Y ahora el brexit supone un
problema en esos acuerdos porque Irlanda va a reaparecer una frontera. Y por eso,
mediante este protocolo se intentó buscar evitar que en Irlanda del Norte y la
República de Irlanda se restablezca una frontera, pero al mismo tiempo sin cuestionar
que Irlanda del Norte sigue siendo parte del RU. Y la solución es que los controles se
hagan en Mar del Norte, dentro del Reino Unido, que haya controles internos dentro
del RU.

En todo caso, no fue hasta finales de 2019, cuando se terminó de dar su visto bueno al acuerdo
de retirada y entró en vigor el 31 de enero de 2020 y el 1 febrero de 2020 Reino Unido
abandonó la UE. Pero el RU pidió que se articulase un período transitorio durante el cual, sin
ser ya miembro de UE y por tanto sin participar ya en la toma de decisiones, todo el derecho
de la unión de la UE. Entonces se inicia este periodo transitorio para dar tiempo a sustituir a
esas normas y también porque el acuerdo de retirada lo único que exaltaba eran las
condiciones de la retirada, pero no cual iba a ser el nuevo marco de relación entre el RU y UE.
Y, por lo tanto, a partir de febrero del año parado se entra en una nueva fase del brexits.

En esto el gobierno británico, al margen de los problemas que ha generado la pandemia y que
han complicado las negociaciones durante el año pasado, podría haber pedido que el periodo
de transición se extendiese, pero no atendían a razones y eso es lo que ha llevado a que en
muy poco tiempo y de manera bastante precaria, el 24 de diciembre de 2020, se cerrase el
Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la UE y el RU, que es lo que ha permitido que se
puedan seguir realizando viajes comerciales, no en las mismas condiciones, pero sin obstáculos
insalvables y mantener cierto flujo económico comercial. Pero este acuerdo solo aborda las
cuestiones básicas y fundamentales.

La otra dinámica en el proceso de integración de la UE es la de la profundización, es decir, de


los avances que se han ido produciendo en la historia de la integración de la UE, es lo que
habitualmente identificamos con las reformas de los tratados, son reformas de carácter
constitucional. La primera gran reforma se produjo a mediados de los 80 con el Acta Única. Y
después se han ido añadiendo reformas inferiores, Ámsterdam, Niza, y después la última gran
reforma de los tratados que es el Tratado de Lisboa, que entró en vigor el 1 de diciembre de
2009 y cuya preparación fue larga y hasta cierto punto traumática, y ha supuesto cambios muy
significativos y una avance muy importante.
Para que entrasen países terceros a la UE haría falta que todos los Estados miembro estuviesen
de acuerda, si hay uno solo que ni quiera entonces no entran.

EL SISTEMA INSTITUCIONAL DE LA UE

Veíamos que el plan de la UE era que todos los países miembro ejerciesen la soberanía en
conjunto y, por tanto, las decisiones políticas, jurídicas, que antes o en otros lugares se
adoptan en el plano estatal, se hagan conjuntamente a través de una serie de constituciones
comunes, en las cuales están representados todos.

La UE ha contado con 4 instituciones básicas: la Comisión, el Consejo, el Parlamento Europeo


(PE) y el Tribunal de Justicia (TJUE). Cada una de ellas encarna un interés distinto en el marco
del juego político europeo. La Comisión es la encargada de defender el interés general, el
Consejo se manifiestan los intereses nacionales de cada uno de los Estados miembro, el
Parlamento Europeo es la representación directa de la ciudadanía, el interés democrático, y el
Tribunal de Justicia es el encargado de garantizar que la Unión funcione como una unión de
derechos, es decir que todos estemos sujetos a las mismas normas, sin distinciones y sin
actores que escapen a esos derechos.

A estas cuatro instituciones básicas, se les ha ido añadiendo otras tres:

- El Consejo Europeo, que en realidad es el alter ego del Consejo y que aparece como la
cumbre de todo el sistema institucional. En realidad, de manera informal, ya existió
desde los años 70, pero como institución de la Unión solo existe tras la entrada en
vigor del Tratado de Lisboa y es la unión de los más altos responsables del cada Estado
miembro. Pero en realidad, es eso una especie de prolongación del Consejo, de la
representación de los intereses directos de los Estados miembro.
- Banco Central Europeo, va a asociado a la creación de la moneda única, el euro. Se
encarga de garantizar la estabilidad de los precios, de controlar la oferta monetaria y
determinar los tipos de interés, de supervisar la seguridad de los bancos. Y no depende
de los gobiernos.
- Tribunal de Cuentas, es una institución menor que cumple la función que cumple
cualquier tribunal de cuentas en el interior de los Estados, que controla, supervisa la
ejecución presupuestaria desde el punto de vista de la buena gestión de los recursos.

Y después hay una maraña de organismos de todo tipo en la UE, muy compleja. Por ejemplo, el
Comité Económico y Social o el Comité de las Regiones, que son órganos de cierta relevancia y
donde están representados, aunque no son ejecutivos, los agentes sociales, asociaciones
empresariales y los poderes públicos subestatales, respectivamente.

La maquinaria político institucional de la UE funciona en torno al diálogo entre los tres polos
básicos de poder en la UE: el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea.

LA COMISIÓN EUROPEA es la institución que debe velar desde la independencia por el interés
general del proceso de integración. Gestiona las políticas de la Unión, se puede identificar con
la administración europea. Pero básicamente tiene dos funciones fundamentales: 1) poner en
marchar el proceso de toma de decisiones, es decir, la encargada de realizar las propuestas de
todo tipo, no de ejecutar las decisiones. 2) controlar que se respeta el derecho de la Unión, es
decir, que los Estados miembros cumplen con el derecho de la Unión, que se respetan y
cumplen las normas.
Y estas funciones se le encargan a la Comisión porque es la institución encargada de velar por
el interés general y es independiente. Se encarga de captar cual es el interés general, porque
muchas veces los intereses de los distintos Estados miembros chocan, y también es mucho
más eficaz que la supervisión de cumplimento no sea como ocurre en el ámbito internacional
general en la que unos Estados se culpan a otros, sino que haya una institución independiente
que supervisa a todos de la misma manera y si considera que no están cumpliendo, llama la
atención a esos gobiernos y que dado el caso los lleva ante el Tribunal de Justicia, para que sea
este el que decida si hay una situación de incumplimiento o no.

La Comisión está formada actualmente por 27 miembros, cada uno nacional de un Estado
miembro, pero no son representantes de los Estados. Y por eso el tratado dice que la Comisión
debería estar formada por un número equivalente a las dos terceras partes de los Estados
miembro, de tal forma que los nacionales de los Estados fueran rotando cada 5 años.

Entonces, tenemos que quienes deciden en la UE, tanto en términos políticos como jurídicos,
son el Consejo y el Parlamento europeos. Durante décadas hubo un enorme desequilibrio
entre el Parlamento y el Consejo. Es decir, el poder de decisión lo querían conservar los
gobiernos de los Estados miembros y radicaba fundamental en Consejo.

Al Consejo se le han unido las denominadas Cumbres de los Jefes de Estado que se reúnen al
menos cuatro veces al años, dos por semestre. Y al Consejo Europeo le corresponde tomar las
grandes decisiones políticas. Después quien está a pie de obra en la tomad de decisiones
cotidianas como representación de los gobiernos de los Estados, es el consejo de la Unión, no
el Consejo Europeo. Y el Consejo de la Unión está formado por los ministros de los gobiernos
nacionales y que se reúne todas las semanas en distintos formatos o formaciones, tiene hasta
10 formaciones, desde el Consejo de Asuntos Exteriores hasta el Consejo de Economía y
Finanzas, pasando por el de Agricultura y Pesca, Consejo de Asuntos de Justica Interior, etc.,
dependiendo de la materia que se vaya a discutir en cuestión, pues toma una forma u otra.

Y durante décadas este proceso de decisión radicó en el Consejo porque inicialmente en el


Parlamento Europeo, aunque desde un principio estaba previsto en los tratados, durante los
primeros 20 años no se adoptaron las medidas necesarias para que pudieran celebrarse
elecciones al Parlamento, entonces el Parlamento Europeo, que al principio se llamaba
Asamblea Parlamentaria de las Comunidades Europeas, tenía funciones consultivas, entonces
se enviaban delegados al Parlamento Europeo. Pero esto cambia en los 70, cuando se tomaron
las medidas necesarias para que pudieran celebrarse por primera vez elecciones al Parlamento
Europeo por sufragio universal (1979) y desde entonces se celebran cada 5 años, elecciones al
Parlamento. Y en todas esas reformas de los tratados, la única institución que ha salido
siempre ganando en todas la reformas es el Parlamento Europeo, con cada reforma el
Parlamenta ha ganado gobierno hasta el punto de que en la actualidad comparte el poder de
decisión con el Consejo en todo lo que sea actividad legislativa.

Y cada institución tiene su propio presidente: en la actualidad tenemos a David Sassoli como
presidente del Parlamento Europeo, aunque en este desde hace ya mucho tiempo cada
legislatura se divide en dos presidencias distintas entre los dos grupos mayoritarios,
tradicionalmente tenemos la alternancia entre los Socialista Europeos y los Populares
Europeos; a Charles Michel como presidente del Consejo Europeo y a Ursula von der Leyen
como presidenta de la Comisión Europea.

Como vemos no tenemos un único presidente, pero nada impediría que estas dos figuras,
posiciones (presidente del consejo y presidente de la comisión) pudieran en el futuro ser
ejercidas por la misma persona, que es lo que ha ocurrido en el ámbito de la protección
exterior de la Unión, a nivel ministerial.

LA UE EN LA ESCENA INTERNACIONAL: UNA APROXIMACIÓN GENERAL

Esta capacidad de decisión que tiene la UE como consecuencia de la atribución por parte de
sus Estados amplios sectores de competencia también afectan a las relaciones internacionales.
La UE es parte de infinidad de acuerdos, convenios internacionales. Pero la UE presenta unas
características originales desde este punto de vista.

En primer lugar, desde el punto de vista económico, en el sentido amplio, la UE desde hace
tiempo es una auténtica potencia mundial porque las relaciones económicas exteriores
siempre han estado respaldadas por una competencia potente, primero de las comunidades
europeas y luego de la UE. En esto, los Estados miembro entendieron rápidamente que
actuando como bloque ganaban mucho y, por ejemplo, en el ámbito del comercio exterior la
UE sigue siendo el primer bloque comercial en términos generales, aunque China la supera en
ciertos aspectos. Y cuando hablamos de comercio no solo podemos referirnos al comercio de
mercancías, hablamos de eso y mucho más. China es la potencia mundial en el comercio de
mercancías, pero todo lo que tiene que ver con el comercio de servicios (financieros, de
trasporte de energía, de comunicaciones, etc.), donde hay mucho más valor añadido, la
potencia mundial es UE con diferencia.

Entonces, en términos comerciales la UE representa un porcentaje muy importante del


comercio mundial (16.4%). Algo parecido ocurre, con alguna matización, en el ámbito
económico también en la Ayuda al Desarrollo (AOD), de la cooperación y la ayuda humanitaria
(55-60%), esta ayuda es pagada por los contribuyentes europeos y después esos recursos se
gestionan bien a través de la Comisión Europea (Dirección de Ayuda Exterior).

La UE tiene una presencia enorme sobre el terreno internacional, tiene 143 embajadas en el
exterior. Está vinculada convencionalmente con todas las regiones y casi todos los Estados del
planeta. Raros son los Estados terceros que no tienen representación diplomática ante la UE.

Lo que ocurre es que en términos políticos o diplomáticos nos cuesta más manifestarnos como
un bloque. La UE se supone que cuenta con una política exterior y de seguridad común, pero el
desarrollo práctico de esta política está siendo mucho más lento de lo que sería deseable, por
razones evidentes, porque a Estados miembro les cuesta mucho menos poner en manos de la
Comisión la negociación de acuerdos comerciales, defensa de intereses comerciales, la
cooperación para el desarrollo, que poner en manos de la Comisión los intereses nacionales de
política exterior. El tratado de Lisboa marcó un paso adelante con la creación de una nueva
figura institucional que es El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de
Seguridad. La creación de esta figura obedece a la lógica de reforzar la presencia de la UE en el
mundo y la cohesión de la UE a la hora de manifestarse hacia el exterior. Lo que todavía no ha
podido lograrse al más alto nivel es que la presidencia del Consejo y la Comisión la puedan
ejercer la misma persona, aunque en el plano ministerial si se ha podido con el tratado de
Lisboa, porque el alto representante (2009) es al mismo tiempo miembro de la comisión
(vicepresidente de la comisión europea) y también preside la formación de un consejo que se
ocupa de la política exterior (Consejo de Asuntos Exterior). Y para apoyar al alto representante,
el Tratado de Lisboa también creó un nuevo órgano que es el Servicio Europeo de Acción
Exterior (SEAE). Este órgano es una especie de ministerio de asuntos exteriores de la UE y es
muy potente. Entonces tenemos que en la actualidad Josep Borrell es vicepresidente de la
Comisión Europea, presidente del Consejo de Asuntos Exteriores y el jefe del Servicio Europeo
de Acción Exterior. Y en SEAE se incluyen esas 143 embajadas europeas. El SEAE está formado
por funcionarios del Consejo, de la Comisión y por diplomáticos nacionales.

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