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El Llamado Síndrome del Lóbulo Frontal,

actualmente llamado Síndrome Disejecutivo


Andrés Miguel Mujica Alfonzo1

Alcmeon, Revista Argentina de Clínica nes frontales. Esta sintomatología puede ser
Neuropsiquiátrica, vol. 17, Nº 1, junio de 2011, muy variada dependiendo sobre todo de la lo-
págs. 42 a 47. calización, extensión, profundidad y laterali-
dad de la lesión. Se han descrito trastornos
Resumen afectivos, de carácter, de personalidad, moti-
vación, atención, percepción, memoria, razo-
El término patología del lóbulo frontal de- namiento, solución de problemas, lenguaje y
fine a este como una entidad estructural, pero control de movimiento2 .Las lesiones de los
no enfatiza el hecho fundamental de que el lóbulos frontales, en especial de las regiones
cerebro es una unidad funcional integrada, prefrontales se asocian con alteraciones en
esto ha ocasionado una disyuntiva en el con- las funciones ejecutivas; siendo estas descri-
texto del conocimiento y expresión en diver- tas por Skinner3 en su análisis conductual
sas obras de muchos autores sustituyéndose como; Memoria de trabajo no verbal, Memo-
por el término "sistema frontal", que le otorga ria de trabajo verbal, Autocontrol de la acti-
un matiz más interactiva, pero del mismo modo vación, la motivación y el afecto, y Reconsti-
pone hincapié en una profunda base anatómi- tución. Probablemente de toda esta diversi-
ca. dad de dimensiones que constituyen este cons-
Se ha sugerido que el sistema ejecutivo tructo, quizás, sea la planificación, la inhibi-
frontal comprende una serie de procesos com- ción de respuestas automáticas y la memoria
ponentes, cada uno de los cuales puede influir de trabajo las más destacables. Algunos au-
en dos sistemas funcionales básicos: el impul- tores, incluso, diferencian las funciones aten-
so y la secuenciación. Estos procesos, a su cionales y la memoria de trabajo de las fun-
vez, alimentan y moderan una gama de siste- ciones ejecutivas del lóbulo frontal4.
mas diversos que están fuera del lóbulo fron-
tal1. Palabras Claves
Es por esto que existe un amplio espectro
de cambios conductuales y cognitivos obser- Lóbulo frontal, Síndrome Disejecutivo, Di-
vables en la persona que ha padecido lesio- sejecutividad

1 Médico cirujano. Magister en Neurociencias, Magister en Ciencias Gerenciales. Doctorando en Ciencias


Gerenciales. Correo Electrónico: alfaomega210@hotmail.com, andresmiguelmujicaalfonzo@gmail.com

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Abstract Keywords

The term frontal lobe pathology defines this Frontal lobe dysexecutive syndrome, dy-
as a structural entity, but does not emphasize sexecutive
the fundamental fact that the brain is an inte-
grated functional unit, this has caused a dile- En la presente investigación se busca ahon-
mma in the context of knowledge and expre- dar en lo referente al llamado Síndrome Dise-
ssion in various works of many authors and jecutivo el cual el autor de la presente investi-
replaced by the term "frontal system, which gación lo define particularmente como aquel
gives it a shade more interactive, but equally que comprende la alteración de operaciones
places a profound emphasis on anatomical mentales estrechamente vinculadas al mane-
basis. Stuss and Benson (have suggested that jo y adaptación a nuevas circunstancias, que
the frontal executive system comprises a se- requieran organización de ideas y acciones
ries of component processes, each of which circunstanciales así como comportamientos
can affect two basic functional systems: the complejos. Siendo la Disejecutividad un tér-
momentum and sequencing. These processes, mino acuñado por el autor como la presencia
in turn, feed and moderated a range of diffe- activa de tal Síndrome. Si bien la Corteza Pre-
rent systems that are outside the frontal lobe1. frontal está íntimamente relacionada con la
That is why there is a broad spectrum of fluidez de numerosas funciones cognitivas
behavioral and cognitive changes observed in dentro las cuales podemos encontrar la Fun-
the person who has suffered from frontal le- ciones Ejecutivas; definiéndola como de for-
sions. These symptoms can be quite varied mación de conceptos, razonamiento abstrac-
depending mainly on the location, extent, dep- to, planificación, organización, evaluación de
th and laterality of the lesion. Affective disor- errores, flexibilidad cognitiva, creatividad. Es
ders have been reported, character, persona- por ello que la complejidad del Síndrome Di-
lity, motivation, attention, perception, memory, sejecutivo es tan importante que la persona
reasoning, problem solving, language and mo- que presenta Disejecutividad se ve limitada a
vement control2. Lesions of the frontal lobes, la consecución de metas, y la supervivencia
especially the prefrontal regions are associa- social en el desafío de adaptarse a una socie-
ted with impaired executive functions, being dad pluricultural. Objetivos Específicos: De-
those described by Skinner3 in behavior analy- finir el Síndrome Disejecutivo y el término que
sis as, nonverbal working memory, verbal acuño como Disejecutividad. Metodología:
working memory, self-control of activation, Investigación documental o de diseño biblio-
motivation and affect, and reconstitution. Pro- gráfico. De acuerdo al nivel de investigación
bably all this diversity of dimensions that make que se pretende alcanzar se define como una
up this construct, perhaps, is the planning, in- investigación descriptiva. La revisión crítica
hibition of automatic responses and memory de la lectura Bibliográfica constituye la fuen-
of the most outstanding work. Some authors te por excelencia de la información empleada
even differentiate attentional functions and en esta investigación. Conclusión: El Síndro-
working memory in frontal lobe executive me Disejecutivo lo podemos definir como un
functions4. conjunto de alteraciones cognitivos conduc-
tuales que afectan las funciones ejecutivas,

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siendo las funciones ejecutivas diferentes se- anterior al surco central y superior al surco
cuencias que debe seguir un individuo para lateral. La superficie supero lateral del lóbulo
solucionar un problema, el control de la fluen- frontal está dividida por tres surcos en cuatro
cia mental, del diseño y de la planificación que circunvoluciones. El surco Pre central corre
pasa desapercibida en el proceso mental coti- paralelo al surco central y la circunvolución
diano. pre central se ubica entre ellos. Por delante
del surco precentral están los surcos fronta-
Funciones Ejecutivas, y Síndrome les superior e inferior. La circunvolución fron-
Disejecutivo tal superior se ubica por encima del surco fron-
tal superior, la circunvolución frontal media se
Cabe resaltar que la existencia de la Fun- ubica entre los surcos frontales superior e in-
ción Ejecutiva fue descrita originalmente por ferior y la circunvolución frontal inferior está
un médico llamado Harlow, cuando en 1868, invadida por las ramas anterior y ascendente
argumentó el excepcional caso de su pacien- del surco lateral7.
te Phineas Gage, quien era un trabajador del Por su parte, Peña Casanova3, plantea que
ferrocarril de Boston, de 25 años de edad y la corteza frontal se puede dividir en tres re-
sufrió un accidente el 13 de septiembre de giones según su tipo histológico: "Corteza
1848 a las 4:30 de la tarde, cuando una barra motora - premotora; que comprende la cir-
de hierro le penetro por detrás del maxilar iz- cunvolución precentral, área de Brodmann
quierdo y atravesó ambos lóbulos frontales, (AB) 4 o área motora primaria; la corteza
no pudiendo trabajar jamás. En su obra Har- premotora, AB 6; el área de Broca, AB 44-
low cita "Gage, ya no era Gage". 45, de producción de lenguaje, y el área del
En la actualidad hay una ola de profundi- control oculomotor voluntario, AB 8. Corteza
zación y conocimiento de los procesos men- Prefrontal: comprende la corteza lateral dor-
tales del lóbulo frontal siendo descritas como solateral AB46,9 y ventromedial, AB 47 y la
un "constructo" más allá de funciones anató- corteza orbitaria, AB11 con el polo frontal, AB
micas; es allí cuando Soprano5, describe que 10. Corteza paralímbica que comprende la
la terminología usada como "control ejecuti- región anterior de la circunvolución cingula-
vo", "sistema supervisor" o "síndrome diseje- da"
cutivo" remiten más directamente al concep- Según Cummings8-9, se pueden dividir las
to psicológico que al trastorno anatómico. funciones frontales en Premotoras, Prefron-
A este substrato neuroanatómico y neuro- tales dorsolaterales y Prefrontales mediales.
comportamental se le ha denominado de ma- No obstante cabe recalcar que actualmente
nera genérica, frontal, prefrontal o áreas ce- no ha existido acuerdo entre los diversos in-
rebrales anteriores, de ahí que estas referen- vestigadores con relación a estos criterios
cias se toman en la literatura neuropsicológi- anatómicos funcionales. Es por ejemplo el caso
ca como similares a la descrita por Pineda6, de Passingham10 y Portellano11-12, consideran
haciendo referencia en realidad a diferentes que el lóbulo frontal puede dividirse funcio-
zonas de la corteza prefrontal, de las cuales nalmente en dos bloques bien diferenciados:
el autor de esta investigación, basado en otros corteza motora, que comprende el Córtex
investigadores, realiza una breve descripción motor primario y el Córtex premotor y área
anatómica: El Lóbulo Frontal ocupa el área prefrontal, que ocupa el polo frontal del cere-

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bro y constituye la mayor parte de la superfi- cional, y para el control de las respuestas
cie externa e interna de ambos lóbulos fron- motoras ante estímulos del ambiente, mien-
tales, encargado entre otros aspectos de re- tras que la corteza orbitaria está bien situada
gular la programación, la toma de decisiones para llevar a cabo funciones que involucran
y la ejecución de las actividades. la integración de información.
A su vez, Stern y Prohaska13, describen Es la región frontal la que tiene un desa-
tres áreas diferenciadas: dorsolateral, orbital rrollo filogenético y ontogenético más recien-
y medial. Estévez, García y Barraquer14, tam- te que otras regiones del encéfalo, y es la parte
bién coinciden en tres partes, aunque discre- de nuestra especie que de manera más signi-
pan con relación a su denominación y ubica- ficativa nos diferencia de otros seres vivos y
ción: dorsolateral, orbitofrontal o ventral y fron- refleja nuestra especificidad16. Por ello, es
tal media o paralímbica o frontal límbico, mien- bastante frecuente como recoge Petrides17,
tras que Stuss y Benson1 señalan cuatro áreas: que diversos investigadores asignen a esta
dorsolateral, basal, medial y orbital. Quintana región el asiento de la inteligencia y su rela-
y Fuster15 dividen el Córtex frontal en fun- ción con las formas de actividad mental supe-
ción de las proyecciones que reciben de los rior. Changeoux18 considera que la corteza pre
núcleos talámicos específicos: (i) Córtex pre- frontal participa en lo que se denomina "ar-
central: incluye área premotora y área moto- quitecturas neuronales de la razón" que ca-
ra suplementaria (AMS), y sus proyecciones racterizan al homo sapiens.
proceden de los núcleos ventromediales. (ii) Hay que mencionar, con justicia que en el
Córtex prefrontal o anterior, recibe proyec- campo de la neuropsicología moderna fue
ciones del núcleo dorsomedial del tálamo y Luria19-20, quien propuso que los lóbulos fron-
(iii) Córtex singular, con proyecciones que tales eran responsables de programar y regu-
provienen del núcleo ventral anterior. lar el comportamiento, y de verificar si una
Cabe acotar que con mucha anterioridad actividad dada era apropiada para una situa-
a los mencionados ya se habían obtenido ha- ción.
llazgos que sostenían3, que este sistema fron- Y del mismo modo, Stuss y Benson1 han
tal tiene conexiones reciprocas con regiones sugerido que el sistema ejecutivo frontal com-
cerebrales asociadas al control motor (gan- prende una serie de procesos componentes,
glios basales, corteza premotora, y área mo- cada uno de los cuales puede influir en dos
tora suplementaria), a la monitorización de los sistemas funcionales básicos: el impulso y la
actos motores (corteza cingular) y con áreas secuenciación. Estos procesos, a su vez, ali-
de procesamiento sensorial de alto nivel (áreas mentan y moderan una gama de sistemas di-
de asociación parietal). La corteza orbitaria versos que están fuera del lóbulo frontal.
tiene conexiones recíprocas con regiones ce- Es por esto que existe un amplio espectro
rebrales asociadas al procesamiento emocio- de cambios conductuales y cognitivos obser-
nal (amígdala), memoria (hipocampo) y el pro- vables en la persona que ha padecido lesio-
cesamiento visual de alto nivel (áreas de aso- nes frontales. Esta sintomatología puede ser
ciación visual temporal así como en la corte- muy variada dependiendo sobre todo de la lo-
za dorsolateral. De este modo la corteza dor- calización, extensión, profundidad y laterali-
so lateral está bien situada para regular la dad de la lesión. Se han descrito trastornos
conducta desde un nivel cognitivo, no emo- afectivos, de carácter, de personalidad, moti-

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vación, atención, percepción, memoria, razo- ficación que pasa desapercibida en el proce-
namiento, solución de problemas, lenguaje y so mental cotidiano.
control de movimiento2.
Las lesiones de los lóbulos frontales, en Bibliografía
especial de las regiones prefrontales se aso-
cian con alteraciones en las funciones ejecu- 1. Stuss, D.T. y Benson, D.F. (1984). Neuropsycholo-
tivas; siendo estas descritas por Skinner3 en gical studies of the frontal lobes. Psychological
Bulletin, 95, 3 - 28.
su análisis conductual como; Memoria de tra- 2. Sánchez Rodríguez, Juan Luis et al, Estudio de un
bajo no verbal, Memoria de trabajo verbal, caso de síndrome frontal 1999: Servicio de Publica-
Autocontrol de la activación, la motivación y ciones de la Universidad de Murcia. Murcia (Espa-
el afecto, y Reconstitución. Probablemente de ña). ISSN: 0212-9728. - 291 -anales de psicología
1999, vol. 15, nº 2, 291-301.
toda esta diversidad de dimensiones que cons-
3. Peña Casanova J. (2007.) Neurología y Neuropsico-
tituyen este constructo, quizás, sea la planifi- logía de la Conducta. Editorial Panamericana 2da
cación, la inhibición de respuestas automáti- edición.
cas y la memoria de trabajo las más destaca- 4. Pistoia, M., Abad, L. y Etchepareborda, M.C. (2004).
bles. Algunos autores, incluso, diferencian las Abordaje psicopedagógico del trastorno de aten-
ción con hiperactividad con el modelo de entrena-
funciones atencionales y la memoria de tra- miento de las funcines ejecutivas. Revista de Neu-
bajo de las funciones ejecutivas del lóbulo fron- rología, 38 (Supl. 1), 49 - 55.
tal4. 5. Soprano, A.M. (2003). Evaluación de las funciones
La Planificación mencionada21, es la pues- ejecutivas en el niño. Revista de Neurología, 37 (1),
44 - 50.
ta en marcha de un plan estratégicamente
6. Pineda, D.A. (2000). La función ejecutiva y sus tras-
organizado de secuencias de acción. La Me- tornos. Revista de neurología, 30 (8), 764-768
moria de Trabajo22, también llamada memo- 7. Snell, S, Richards, Neuroanatomía Clínica et, al. (2001
ria operativa, permite mantener activada una ) Neuroanatomia clinica. 4ta Edicion. Editorial Pa-
cantidad limitada de información necesaria namericana. España.
8. Cummings, (1993; 2002), Frontal Subcortical cir-
para guiar la conducta. Y la Inhibición de las cuits and human behavior. Arch Neurol.1993; 50:
Respuestas Automáticas, no es más que man- 873 -80.
tener en suspenso ante una nueva situación 9. Cummings, J. L., & Miller, B. L. (2007). Conceptual
una estrategia aprendida que anteriormente and clinical aspects of the frontal lobes. In B. L.
Miller & J. L. Cummings (Eds.), The human fron-
era válida, permitiendo la ejecución de otra
tal lobes, 2nd Ed. (pp. 12-21). New York, NY:
respuesta. Guilford Press.
10. Passingham, R. (1993). The frontal lobes and vo-
Conclusión luntary action. Oxford: Oxford University Press.
11. Portellano, J.A. (1998). Trastornos cognitivos y
psicopatológicos en lesiones prefrontales. Polibea,
El Síndrome Disejecutivo lo podemos de- 48, 12-16.
finir como un conjunto de alteraciones cogni- 12. Portellano, J.A. (2001). Neuropsicología del tras-
tivos conductuales que afectan las funciones torno por déficit de atención. Polibea, 58, 14 - 19.
ejecutivas, siendo las funciones ejecutivas di- 13. Stern, R.A. y Prohaska, M.L. (1996). Neurospy-
chological evaluation of executive functioning. En
ferentes secuencias que debe seguir un indi-
L.J. Dikstein, M.B. Riba y J.M. Oldham (eds.):
viduo para solucionar un problema, el control Review of Psychiatry, Neuropsychiatry for clini-
de la fluencia mental, del diseño y de la plani- cians. Washington: American Psychiatric Press.

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14. Estévez, García y Barraquer (2000), Los Lóbulos 18. Changeoux, J.P. (1992). Las neuronas de la razón.
Frontales: El cerebro ejecutivo. Rev. Neurol. 2000; Mundo científico, 127, 717 - 725.
31: 566 - 77. 19. Luria AR. (1969) Frontal Lobes Syndromes. Ams-
15. Quintana, J.; Fuster, J.M. (1999). From perception terdam. North Holland Publishing Co.
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Elsevier.

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