Platón Aristóteles
Plantea un dualismo, distinguiendo dos ámbitos:
El ámbito inteligible o ámbito de las ideas y el ámbito sensible
(duplicación de la realidad).
Para Platón el alma o espíritu es inmortal, mientras que el cuerpo o
materia es mortal.
El alma a través de la razón permite al hombre contemplar las ideas. Lo
sensible en cambio se conoce a través de los sentidos.
Entre ambos ordenes hay una relación que Platón define como de semejanza,
copia o imitación.
Las ideas para Platón no son mentales, son extramentales,
suprasensibles, existen en otro ámbito. Son eternas, perfectas
inmutables, necesarias, independientes, únicas. La idea es la esencia de
la cosa, aquello que realmente es, la cosa en si, el modelo perfecto,
universal.
por ejemplo: la idea de belleza es lo común a todo lo que consideramos bello,
un cuadro, un rostro, un mueble, etc.
A diferencia de las ideas, lo sensible esta en continuo devenir, es imperfecto,
particular, relativo, deficiente, cambia; por lo tanto no puede ser conocido.
Las cosas sensibles son copias, imitaciones, dependientes de las ideas
que son la causa o fundamento de sus atributos.
ejemplo: la idea de belleza es la causa del atributo de belleza de una flor,
ahora este atributo es variable, la flor se deteriora, se marchita y muere, lo
que permanece inmutable es la idea de belleza.
El problema es: ¿Cómo se comunican estos ámbitos?
Dice Platón que lo particular, lo sensible es en la medida en que participa
de la idea correspondiente.
Entonces para explicar el mundo en que vivimos supone otro ámbito,
suprasensible, que garantiza la posibilidad de conocimiento de la
realidad, de la verdad, de la realidad verdadera.
Plantea que antes de nacer el alma del hombre habito el mundo de las
ideas, donde las conoció y contemplo en su totalidad y pureza. Al venir a
este mundo y encarnase en el cuerpo este saber se olvido. Ahora con
ocasión de las cosas sensibles, que ve y a través de la razón, lo va
recordando más o menos oscuramente.
Aprender es recordar, rememorar.
Aristóteles critíca por innecesaria esta duplicación de la realidad.
Para el hay también una esencia de las cosas, pero esta opera en las
cosas mismas.
Las cosas son un compuesto de materia y forma, donde la forma
configura la materia.
La forma esencial de las cosas, aquello que las hace ser lo que son, su
esencia, no puede estar fuera de las cosas. Hay un fundamento de la
realidad pero en la realidad misma.
Aristóteles plantea distintos niveles del saber:
1° un saber sensible (que compartimos con los animales).
2° el saber de la experiencia (que supone memoria, sensación y
organización), propio del hombre.
3° el saber del arte y la ciencia, o saber de las causas del porque de las
cosas, su fundamento. El hombre de ciencia puede enseñar porque
conoce las causas.
La sabiduría, en tanto mayor grado de saber, se ocupa de las causas
primeras.
Ubica como causa y principio primero a Dios.
Dios es causa final, es como un imán, como fin o perfección al que el
universo aspira.
En las cosas o ser identifica:
Lo que llama categorías, o formas, predicados esenciales,
universales y necesarios.
Y lo que llama accidentes, atributos que se pueden dar o no.
Por ej: fulano es justo, que sea justo o no es un accidente, algo relativo.
Ambos, categoría y accidente, están en relación y forman parte de
las cosas. Las categorías expresan lo constante, el molde del
accidente, lo que hace que algo sea y esto esta en la cosa, no
pertenece a otro ámbito como planteaba Platón.
Racionalismo Cartesiano.

Descartes recurre la duda metódica como método de conocimiento La duda metódica consiste en dudar de todo aquello que sea dudable con el fin de
descubrir algo imposible de dudar, esto imposible de dudar seria la fundamentación absoluta del conocimiento.
¿A través de que conocemos?: los sentidos y la razón.
Someterá entonces al testimonio de los sentidos y de la razón a la duda en tanto método.
Tras estas dudas, Descartes descubre el primer principio claro y evidente, por lo tanto verdadero: Nada puede hacerme dudar de que existo siempre que estoy
pensando (pensar es toda actividad psíquica consciente: dudar, concebir, afirmar, negar, sentir, imaginar, querer, no querer); mi existencia como ser pensante
es una realidad indudable, una verdad absoluta:
Primer principio de la filosofía "pienso luego existo". Soy porque pienso. Lo que es, la realidad cobra existencia en la medida en que es pensada por el sujeto.
El sujeto es un ser racional. Lo que esta afuera cobra sentido en la medida en que entra en la orbita del pensamiento. Aquello verdadero, claro y distinto es lo
captado por el entendimiento. Lo captado por los sentidos es lo que se modifica lo que cambia. El caos externo cobra sentido, se hace inteligible en el pensar.
Descartes diferencia entre dos sustancias: el espíritu y la materia (res cogitans y res extensa). Mientras que al conocimiento del espíritu, alma, cuyo atributo
principal o rasgo distintivo es el pensar, accedo en forma directa, al conocimiento de la materia (incluido el cuerpo) accedo a través de los sentidos.
El sujeto esta compuesto por dos sustancias alma y cuerpo. El atributo principal del alma es ser una sustancia pensante, una cosa que piensa (res cogitans),
recordemos que pensar aquí incluye toda actividad conciente por lo cual el alma de la filosofía clásica se transforma en consciencia y el atributo principal del
cuerpo es ser una cosa extensa, que ocupa un espacio (res extensa).
Establece aquí un dualismo entre lo fisiológico y lo psicológico, entre cuerpo y mente, entre un conocimiento orgánico, mecánico del ser corporal y un
conocimiento, espiritual, intelectual e introspectivo del alma o conciencia.