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Anexo XIV

Impacto de la piratería digital


en las industrias
discográfica y cinematográfica

Álvaro Gómez Vieites


CONTENIDO

DISTRIBUCIÓN DE LA MÚSICA A TRAVÉS DE INTERNET..................................................... 1


LOS SISTEMAS DE COMPRESIÓN DIGITAL .......................................................................... 2
SISTEMAS DE IDENTIFICACIÓN DE CANCIONES ................................................................. 3
ESTÁNDARES PARA LA DISTRIBUCIÓN LEGAL DE MÚSICA EN FORMATO DIGITAL.............. 4
LOS REPRODUCTORES DE MÚSICA DIGITAL ...................................................................... 5
APARICIÓN DE TIENDAS ON-LINE Y DE NUEVOS SERVICIOS PARA DISTRIBUIR MÚSICA POR
INTERNET ....................................................................................................................... 10
El caso del Website MP3.com ............................................................................. 10
El caso Napster .................................................................................................... 12
Las aplicaciones de intercambio de ficheros peer-to-peer (P2P) ......................... 14
Emisoras de radio a través de Internet: “webcasters” .......................................... 16
Artistas que ofrecen sus canciones por Internet ................................................... 17
Iniciativas de las empresas discográficas ............................................................. 18
El éxito de la tienda iTunes de Apple .................................................................. 20
Otros ejemplos de tiendas de música on-line ....................................................... 23
WEBLISTEN ................................................................................................................................. 23
LISTEN.COM ................................................................................................................................ 24
BUYMUSIC.COM......................................................................................................................... 24
MICROSOFT Y SU TIENDA DE MÚSICA DIGITAL .............................................................. 24
TERRA Y SU SERVICIO DE MÚSICA A LA CARTA ............................................................. 25
WALL-MART Y SU TIENDA DE MÚSICA ON-LINE ............................................................. 25
COCA-COLA Y EL SERVICIO MYCOKEMUSIC.................................................................... 25
YAHOO! Y MUSICMATCH ........................................................................................................ 26
LA TIENDA BRITÁNICA WIPPIT.COM ................................................................................... 27
LA TIENDA VIRTUAL DE FNAC.............................................................................................. 27
CARREFOURONLINE................................................................................................................. 27
VIRGIN DIGITAL......................................................................................................................... 28
IV ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

WANADOO ESPAÑA .................................................................................................................. 28

Máquinas expendedoras de música digital........................................................... 29


Análisis de los márgenes de las tiendas de música on-line .................................. 30
IMPACTO DE LA DISTRIBUCIÓN DE MÚSICA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA ... 30
Los cambios en el producto y en la estructura del sector..................................... 30
Caída en las ventas de las discográficas............................................................... 33
La respuesta de las discográficas ......................................................................... 35
La reacción de la industria cinematográfica......................................................... 40
Progresiva concienciación de los consumidores .................................................. 42
REFERENCIAS DE INTERÉS .............................................................................................. 44
ANEXO XIV

CASO DE ESTUDIO: IMPACTO DE LA


PIRATERÍA DIGITAL EN LAS INDUSTRIAS
DISCOGRÁFICA Y CINEMATOGRÁFICA

DISTRIBUCIÓN DE LA MÚSICA A TRAVÉS DE INTERNET


El espectacular desarrollo de Internet a finales de los años noventa propició la
aparición de nuevos servicios y aplicaciones, entre los cuales ha cobrado un especial
protagonismo entre los usuarios domésticos el intercambio y la descarga de canciones,
vídeos y otros contenidos en formato digital.

La aparición de programas gratuitos capaces de reproducir los ficheros en


formato MP3, como el popular WinAmp de la empresa NullSoft, presentado en 1998,
así como la popularización de los grabadores de CDs y DVDs (hasta el punto que hoy
en día vienen instalados de serie en cualquier ordenador personal) y la
comercialización de reproductores (“players”) MP3, como el polémico RIO PMP300,
demandado en un principio por la industria discográfica al ser lanzado al mercado,
constituyen elementos fundamentales que han contribuido al éxito de la distribución
de contenidos digitales y, en especial, de la música, a través de Internet.

De hecho, en estos últimos años han surgido multitud de servidores piratas


que ofrecen miles de canciones a sus usuarios. Además, la popularidad de algunos
Websites como MP3.com o de aplicaciones como Napster han desatado las iras de la
industria discográfica.
2 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Más recientemente, la aparición de las aplicaciones de intercambio de ficheros


entre particulares, conocidas como aplicaciones P2P (“peer-to-peer”), entre las que
podríamos citar los populares Kazaa, e-Mule, e-Donkey, iMesh o BitTorrent, han
multiplicado el número de usuarios que intercambian cada día cientos de miles de
canciones y otros contenidos digitales a través de Internet.

Desde el año 2000, toda esta situación ha afectado seriamente al negocio de la


industria discográfica, provocando importantes cambios en su modelo de negocio y
una importante caída en las ventas. Por este motivo, las discográficas y las sociedades
de autores han reaccionado presentando distintas demandas judiciales contra los
usuarios de estos servicios de intercambio de ficheros, incluso contra aquellos que
actuaban sin ánimo de lucro desde sus hogares.

Sin embargo, la industria discográfica ha comenzado a experimentar


importantes cambios en la relación con sus clientes y en la propia definición de sus
productos y de su modelo de negocio. De hecho, a partir de 2003 otras empresas como
Apple, Coca-Cola o Microsoft presentaron sus propios servicios de descarga de
música legal a través de Internet.

LOS SISTEMAS DE COMPRESIÓN DIGITAL


La aparición de varios sistemas de codificación y compresión de las señales
han contribuido de forma decisiva a la distribución de los contenidos digitales a través
de redes como Internet.

De todos ellos, el sistema más conocido es, sin duda, el sistema de compresión
MP3, cuyo nombre es una abreviatura del término “MPEG 1, Audio Layer 3”. Se trata
de un estándar creado por el Instituto Fraunhofer de Alemania y patentado en 1989,
con el objetivo de desarrollar un “codec” (sistema de compresión y codificación de la
información) capaz de comprimir el sonido sin una pérdida de calidad apreciable. De
hecho, MP3 permite comprimir los ficheros de audio con un porcentaje de 10 a 1
respecto a un disco compacto, sin una pérdida de calidad apreciable, por lo que una
hora de música en formato MP3 puede ocupar unos 60 Mbytes, frente a los 600
Mbytes que requiere un CD de música convencional.

El estándar MP3 fue aprobado en 1992 por el Motion Picture Experts Group
como el tercer nivel de compresión de audio para la tecnología MPEG. Se trata de un
formato de compresión basado en modelos psicoacústicos, de tal modo que antes de
llevar a cabo la operación de compresión se divide el espectro de la señal de audio en
una serie de bandas de frecuencias y se eliminan aquellas frecuencias que van a
resultar inaudibles para el oído humano, es decir, aquellas que se encuentran
enmascaradas por otras frecuencias dominantes en esa señal. No obstante, a pesar de
que se eliminan estas frecuencias de la señal, el formato de compresión MP3 puede
ofrecer una calidad similar a la de un fichero digital sin comprimir grabado en un CD.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 3

Además de MP3, se han propuesto otros formatos para facilitar la codificación


de la música digital, entre los que podríamos mencionar los siguientes:

¾ A2B, desarrollado por la empresa AT&T, que permite


definir dentro de los archivos la fecha de caducidad de los
mismos.

¾ Liquid Audio (www.liquidaudio.com), que permite incluir


en cada canción una “marca de agua” con la información de
derechos de autor.

¾ ATRAC3 y ATRAC3 Plus, desarrollados por Sony.

¾ SoundVQ, desarrollado por Yamaha.

¾ Windows Media Audio (WMA) de Microsoft, presentado en


abril de 1999 por el gigante de la informática con el objetivo
de desbancar al MP3.

¾ AAC, utilizado por Apple en su servicio iTunes, que


incorpora un sistema de protección anti-copia de los ficheros
de música digital.

¾ WebAudioNet, tecnología desarrollada por la empresa OD2


(On Demand Distribution), en la que participa el músico
Peter Gabriel, para la distribución segura y legal de música
digital a través de tiendas on-line.
Tabla 1: Otros formatos para la codificación de la música digital

Sin embargo, todos los sistemas de protección anti-copia que incorporan estos
nuevos formatos han demostrado ser vulnerables, puesto que se han dado a conocer
distintas técnicas e, incluso, se han distribuido herramientas a través de Internet que
permiten eliminar la protección anti-copia.

SISTEMAS DE IDENTIFICACIÓN DE CANCIONES


La industria discográfica ha desarrollado varios sistemas para facilitar la
identificación de canciones en formato digital, entre los que podemos destacar los
siguientes:

¾ ISWC (International Standard Work Code): sistema de identificación


propuesto a finales de 1995 por las sociedades de autores y la industria
discográfica, que permite asignar un número único a cada composición
musical, ya sea una canción, una sinfonía o la sintonía de un anuncio
publicitario. Ha sido adoptado por la CISAC (Confederation of Societies
of Authors and Composers) y recogido en el estándar ISO 15707.
4 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

¾ ISRC (International Standard Recording Code): sistema que permite


identificar grabaciones de sonido individuales incluidas como pistas en
soportes como el CD o el casete. De acuerdo con la norma ISO 3901,
aprobada en 1986, se emplea un código de 12 caracteres alfanuméricos,
que es introducido en el fonograma o videograma por el productor durante
la etapa de “premasterización”.

¾ ISMN (International Standard Music Number): sistema que permite


identificar distintas ediciones de música impresa.

ESTÁNDARES PARA LA DISTRIBUCIÓN LEGAL DE


MÚSICA EN FORMATO DIGITAL
La SDMI (Secure Digital Music Initiative, www.sdmi.org) es un estándar
desarrollado para facilitar el intercambio legal de música en Internet, en el que
participan grandes discográficas como BMG, EMI, Sony, Universal y Warner,
integradas en la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (Recording
Industry Association of America, RIAA), así como decenas de empresas tecnológicas,
entre las que se encuentran Microsoft e IBM.

Dentro de este estándar se han definido nuevas especificaciones técnicas para


los reproductores de piezas musicales en formato digital (“players”), que impidan la
reproducción de la música grabada ilegalmente sin respetar los derechos de autor. Para
ello, en este estándar se adoptó la tecnología de la compañía Verance Corporation
(www.verance.com), llamada Musicode, para la inserción de marcas de agua robustas
en las obras musicales, que permitan monitorizar automáticamente sus difusiones
públicas por radio, TV e Internet.

DMAT (Digital Music Access Technology) es la marca que se ha registrado


para todos los productos que cumplen con las especificaciones de la iniciativa SDMI.

Figura 1: DMAT
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 5

Otra iniciativa de la industria discográfica para definir un sistema seguro de


intercambio de contenidos digitales es el estándar MPEG-21, tecnología basada en dos
elementos fundamentales:

¾ Definición de “objetos digitales”, que representan los contenidos


sometidos a la protección de derechos de autor.

¾ Utilización de un “lenguaje de expresión de derechos”, que permite definir


las operaciones y modos de uso sobre un determinado objeto digital que se
ha descargado o ha adquirido un consumidor: ¿es necesario pagar para
reproducir el contenido?, ¿cuántas veces se puede reproducir (o durante
cuánto tiempo)?, ¿se permiten las copias en otros soportes o reproductores
digitales?

De un modo similar a las situaciones que se producen en el mundo real con los
productos físicos, esta tecnología garantiza que si se presta un objeto digital a otra
persona, su propietario va a “perder” durante ese tiempo la capacidad de utilizarlo.

También se ha propuesto recurrir a la tecnología biométrica para proteger los


derechos de autor. Así, por ejemplo, en junio de 2004 la empresa sueca Thinking
Materials daba a conocer una novedosa tecnología biométrica que se podría incorporar
en los reproductores digitales de música para autenticar a los usuarios que
pretendiesen escuchar los contenidos almacenados. El sistema propuesto incorpora un
escáner de huellas dactilares, que sirve para autenticar a cada usuario y darle acceso a
aquellos contenidos que haya adquirido legalmente.

LOS REPRODUCTORES DE MÚSICA DIGITAL


La empresa Diamond Multimedia presentó en octubre de 1998 el primer
reproductor de ficheros MP3, el polémico RIO PMP300, dispositivo que, con apenas
70 gramos de peso, era capaz de almacenar 60 minutos de música comprimida en
formato MP3 en su memoria tipo Flash.

Se iniciaba así un nuevo mercado para los reproductores de música


comprimida en formato digital. Al no contar con partes móviles, estos reproductores
de música son mucho más compactos y resistentes a choques y vibraciones que los
convencionales basados en los CDs y los casetes.

Además, en la actualidad, gracias al incremento de la capacidad de las


memorias y de los discos duros que incorporan los modelos más avanzados, estos
reproductores digitales son capaces de almacenar varios miles de canciones e, incluso,
otros tipos de contenidos digitales (vídeos, libros, ficheros de ordenador, etcétera).
6 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Figura 2: Reproductor MP3 Diamond RIO

La Recording Industry Association of America (RIAA), asociación que


representa a las principales discográficas de Estados Unidos, presentó en octubre de
1998 una denuncia ante un tribunal de California para evitar la distribución del
reproductor RIO PMP 300, alegando que este tipo de aparatos incitarían aún más la
expansión de la piratería a través de Internet.

Sin embargo, los tribunales autorizaron finalmente el 29 de octubre de 1998


que se pudiera comercializar este dispositivo. De hecho, la reacción negativa de la
industria discográfica fue similar a la producida tras la aparición de las cintas de vídeo
o de los casetes. Ya a finales de la década de los setenta, la industria discográfica
difundía un eslogan: “la grabación de cintas está matando la música”.

Posteriormente, a partir de 1999 otros fabricantes como Thomson, Samsung,


Creative o Sony presentaron sus propios modelos de reproductores digitales MP3.

El progresivo incremento de las prestaciones y de la capacidad de estos


reproductores al incorporar discos duros, que en algunos modelos ya superan los 40
Gigabytes de capacidad, pudiendo almacenar en un solo dispositivo más de 10.000
canciones en formato digital comprimido. También se presentan reproductores de CD-
Audio que admiten CDs con ficheros en MP3 u otros formatos digitales.

Algunos de estos nuevos reproductores admiten distintos tipos de formatos de


música digital comprimida y comienzan a incorporar tecnología de protección de
derechos de autor (Digital Rights Management), que restringe la grabación o el
número de reproducciones de una canción. Debemos tener en cuenta que inicialmente
el sistema de codificación MP3 carecía de un sistema de protección de derechos de
autor, si bien en 2004 el Instituto Fraunhofer presentó una nueva versión de MP3 que
ya incorporaba la tecnología DRM.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 7

Figura 3: Reproductores MP3 de Creative

Según un estudio presentado por la consultora IDC en septiembre de 2004, la


amplia aceptación de los reproductores MP3 por parte de los consumidores impulsará
el crecimiento de este mercado desde los 12,5 millones de unidades vendidas en 2003
en todo el mundo hasta más de 50 millones de unidades en 2008, con un crecimiento
anual compuesto del 20 por ciento.

En diciembre de 2004 se celebraba el 25º aniversario del famoso “Walkman”


de Sony, que en la década de los ochenta tuvo un éxito impresionante de ventas en el
mercado. Hoy en día la historia se está repitiendo de forma similar con los
reproductores de música en formato MP3.

Figura 4: Walkman de SONY

De hecho, el enorme éxito de los reproductores MP3 ha disparado los


beneficios del Instituto Fraunhofer de Alemania, que junto con la firma Thomson
Multimedia, controlan las patentes sobre este algoritmo a través de la empresa MP3
Licensing.

Así, por ejemplo, a finales de marzo de 2005 la multinacional Sony anunciaba


que sus reproductores también serían compatibles con el formato MP3, como ya
habían hecho antes otros fabricantes que tenían sus algoritmos propietarios de
compresión de música, ante la difusión y enorme popularidad del MP3. De este modo,
por cada reproductor portátil vendido Sony tendrá que pagar entre 0,75 y 3,25 dólares
en concepto de royalties.
8 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Por todo ello, el Instituto Fraunhofer ingresó 26,1 millones de dólares en 2004
por royalties: reproductores de música MP3, teléfonos móviles, DVDs, emisoras de
radio como Live365.com, etcétera.

De todos los reproductores de música digital lanzados al mercado, debemos


considerar el espectacular éxito de Apple y su modelo iPod, que ha desatado una
auténtica revolución en la electrónica de consumo en países como Estados Unidos.

Apple presentó su reproductor iPod en diciembre de 2001, con capacidad total


para almacenar hasta 10.000 canciones comprimidas.

Figura 5: iPod de Apple

Gracias a su gran aceptación entre los consumidores, Apple conseguía vender


2 millones de reproductores iPod en el mercado mundial sólo en el tercer trimestre de
2004. De hecho, el éxito de ventas de este nuevo producto en las líneas de negocio de
Apple tuvo una importante repercusión en los resultados de la compañía, duplicando
los del mismo trimestre del año anterior.

En definitiva, el reproductor lanzado por Apple consiguió alcanzar cifras de


ventas impresionantes, que sorprendieron a los propios directivos de la compañía,
sobre todo en Estados Unidos, donde se convertía en uno de los productos más
solicitados como regalo durante el año 2004, hasta el punto de agotar sus existencias
en muchas cadenas de tiendas de este país.

La clave de su éxito se explica gracias a su combinación de tecnología, diseño


y robustez. Algunos medios le consideran ya como el sustituto del famoso “Walkman”
de Sony. De hecho, la empresa Sony, a pesar de su reacción con la presentación de
nuevos modelos digitales, no ha conseguido frenar el crecimiento de Apple y los iPod.

Finalmente, en el año 2004 Apple conseguía vender un total de 4,58 millones


de reproductores iPod, lo que le permitía cuadruplicar sus beneficios frente al ejercicio
anterior, alcanzando los 295 millones de dólares de beneficio.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 9

En consecuencia, a finales de 2004 más de 10 millones de personas de todo el


mundo ya poseían un iPod, situación que contribuía a convertir a Apple en una de las
marcas más influyentes del mundo durante el año 2004.

A principios de 2005 Apple lanzaba al mercado nuevas versiones de este


reproductor, como el “iPod Shuffle”, del tamaño de un paquete de chicles. En el
primer trimestre de 2005 esta empresa conseguía vender 5,3 millones de iPods,
confirmando el éxito de ventas del producto.

Figura 6: Apple iPod Shuffle

Recientemente Apple ha llegado a acuerdos con varios fabricantes de coches,


como BMW, Mercedes Benz, Volvo, Nissan, Alfa Romeo o Ferrari, para lograr la
integración de su reproductor iPod en los automóviles de estos fabricantes durante el
2005.

Además, en todo el mundo han surgido multitud de accesorios para el iPod


(fundas, radios FM, altavoces...) comercializados por otras compañías que aprovechan
el tirón de ventas de este modelo de reproductor. A principios de 2006 existían más de
2.000 de estos accesorios, comercializados por varias decenas de empresas de todo el
mundo.

Por otra parte, en países como Estados Unidos estamos asistiendo al fenómeno
del “pod-casting”, consistente en la grabación y difusión de todo tipo de contenidos
(entrevistas, programas radiofónicos…) para que puedan ser descargados y
escuchados en un iPod por sus usuarios.

En octubre de 2005 Apple anunciaba el lanzamiento de un nuevo modelo de


reproductor, el “iPod video”, que cuenta con una pantalla de 2,5 pulgadas y con un
disco duro de 30 o de 60 Gigabytes de capacidad, dependiendo de la versión. La
versión de mayor capacidad (60 Gigabytes) puede albergar 15.000 canciones, 25.000
fotografías o 150 horas de vídeo y se puso a la venta a un precio de 399 dólares. Estos
nuevos reproductores destacan por su capacidad de reproducir contenidos
audiovisuales, como vídeos musicales o películas, entrando de este modo en
competencia directa con los reproductores de DVD portátiles.
10 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

El éxito de la gama de iPod ha sido tan espectacular que en el tercer trimestre


de 2005 los ingresos que generaba para Apple representaban ya un tercio del total de
la compañía informática. De hecho, los beneficios obtenidos por Apple en el tercer
trimestre de 2005 alcanzaban la cifra de 430 millones de dólares, mientras que en el
último trimestre de 2005 superaban ya los 565 millones de dólares, cifra calificada por
sus responsables como de un “récord histórico”.

A finales de noviembre de 2005 esta empresa daba a conocer que ya había


alcanzado la cifra de 30 millones de reproductores iPod vendidos en todo el mundo
desde el lanzamiento del primer modelo. Finalmente consiguió cerrar el año 2005 con
unas ventas globales de 34 millones de iPods, casi uno por segundo.

Tampoco podemos olvidar el éxito de otras empresas en este mismo sector.


Así, por ejemplo, la empresa española Blu Sens, radicada en Santiago de Compostela
y que cuenta con dos plantas de producción en China, conseguía vender más de
300.000 reproductores de música MP3 en el año 2005 (la mitad de los cuales se
vendieron en la campaña de Navidad), alcanzando una facturación de más de 18
millones de euros.

APARICIÓN DE TIENDAS ON-LINE Y DE NUEVOS


SERVICIOS PARA DISTRIBUIR MÚSICA POR INTERNET

El caso del Website MP3.com


El Website MP3.com (www.mp3.com) se puso en marcha en Estados Unidos
a finales de 1998, ofreciendo varios miles de canciones disponibles para su descarga
en formato MP3.

MP3.com ofrecía a los autores un 50% de participación en los beneficios por


la distribución de sus canciones, cuando lo habitual en la industria discográfica era que
este margen para el autor fuese inferior al 10%, por lo que este nuevo sistema se
empezó a convertir en el medio de publicación preferido por los grupos
independientes y artistas noveles, e incluso comenzó a atraer a artistas consagrados
que querían “liberarse” de las estipulaciones de sus contratos con los sellos
discográficos.

En 1999 MP3.com registró 27 millones de descargas de canciones. Gracias a


este importante volumen de tráfico, la compañía consiguió importantes ingresos por
publicidad, alcanzando una alta valoración en la Bolsa en plena euforia de las
empresas “.com”.

Pero el enfrentamiento directo con la industria discográfica tuvo lugar a raíz


de la puesta en marcha de un nuevo servicio denominado “My.MP3.com”, lanzado el
12 de enero de 2000. El servicio My.MP3.com causó un gran impacto en la industria
discográfica, ya que mediante este servicio se ofrecía un espacio gratuito a los
usuarios de Internet para que pudieran almacenar la versión en formato MP3 de
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 11

cualquier canción, sólo con demostrar que poseían el CD original. Para ello, bastaba
con introducir el CD en el lector de CD-ROM del ordenador y ejecutar un pequeño
programa, que se podía descargar gratuitamente del propio Website de MP3.com y
que se encargaba de reconocer el disco y buscarlo en la propia base de datos de
MP3.com. No obstante, el programa de MP3.com era incapaz de detectar si se trataba
de un CD original o de otro copiado ilegalmente.

De este modo, cada usuario podía almacenar en su cuenta de My.MP3.com las


canciones identificadas sin necesidad de tener que enviarlas al servidor de MP3.com,
al estar incluidas ya en su base de datos.

Las cuentas de los usuarios estaban protegidas por un mecanismo de


contraseñas, ya que en teoría se trataba de un espacio para uso exclusivamente
personal, si bien resultaba muy sencillo compartirlo con otros usuarios. Una vez que
se accedía a la cuenta de otro usuario se podían reproducir sus canciones o, incluso,
descargarlas a su propio equipo.

Los responsables de MP3.com habían redactado un contrato de uso, que todo


usuario debía aceptar para abrir una cuenta en My.MP3.com, en el que se indicaba
claramente que la contraseña de acceso a las cuentas no se podía ceder bajo ningún
concepto a otra persona y que, en caso de hacerlo, la responsabilidad sería única y
exclusivamente del propio usuario. Con este planteamiento los responsables de
MP3.com creían que en caso de un uso indebido del servicio My.MP3.com, la
industria discográfica no tendría más remedio que demandar a los usuarios
particulares, pero no podría defender ante los tribunales una demanda contra la
compañía MP3.com.

Sin embargo, las discográficas de Estados Unidos presentaron una demanda


contra MP3.com, reclamando el pago de indemnizaciones por varios miles de millones
de dólares por la infracción de la propiedad intelectual.

Finalmente, a finales de abril de 2000 un juez federal de Estados Unidos falló


que la compañía MP3 violaba la propiedad intelectual al proporcionar gratis su música
en Internet, por lo cual en septiembre de 2000 esta empresa era condenada por la
justicia de ese país.

MP3.com cerraba el servicio My.MP3.com en mayo de 2000 y anunciaba en


julio de 2000 que se convertiría en un servicio de suscripción, obligando a sus
usuarios a pagar una tarifa para escuchar el catálogo de música de determinados
artistas, manteniendo el acceso gratuito a las canciones libres de derechos de autor.

La empresa MP3.com llegó a un acuerdo con las principales discográficas en


el verano de 2000 para pagar una suma compensatoria por los daños causados. De este
modo, Warner, BMG, EMI y Sony recibieron 20 millones de dólares cada una.
Vivendi Universal Music prosiguió en los tribunales y ganó en noviembre de 2000 una
demanda por unos 250 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios, si bien
finalmente llegaron a un acuerdo por 53,4 millones de dólares.
12 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

En diciembre de 2000 tenía lugar el relanzamiento del My.MP3.com como un


servicio de pago por suscripción.

Por último, en mayo de 2001 la discográfica Vivendi Universal Music


adquirió la compañía MP3.com por 375 millones de dólares. En ese momento el
Website MP3.com contaba con 40 millones de usuarios registrados y 120 millones de
páginas vistas al mes y, por culpa de sus problemas legales, había perdido un 89% de
su valor en Bolsa en el último año.

El caso Napster
Napster es la idea de Shawn Fanning, un joven universitario que contaba con
19 años cuando en septiembre de 1999 terminó de escribir el software de su programa.
Por aquel entonces vivía en Boston y realizaba sus estudios en la Northeastern
University.

Figura 7: Shawn Fanning

A través del programa Napster cada usuario tenía acceso a una comunidad de
usuarios interconectados que compartían archivos de música ubicados en carpetas de
sus discos duros. Desde el programa era posible realizar búsquedas por autor, canción,
velocidad de conexión del usuario remoto y nivel de compresión de la canción, para a
continuación descargar estos archivos a su ordenador.

El servidor de Napster mantenía una relación actualizada de los usuarios que


se encontraban conectados y de los ficheros que compartían. Debido a su enorme
éxito, la RIAA presentó una denuncia de 20 billones de dólares en diciembre de 1999.

En febrero de 2000 Napster tenía un millón de usuarios registrados,


alcanzando los 6,7 millones de usuarios en agosto de 2000, experimentado de este
modo un espectacular crecimiento.

En abril de 2000 el grupo Metallica demandó a Napster, solicitando a la


justicia que se prohibiera su utilización a los cerca de 317.377 usuarios identificados
por haber vendido copias de sus canciones. En su defensa Napster alegó que sólo
facilitaba el contacto entre los usuarios y que éstos copiaban la música para uso
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 13

personal. De hecho, este mismo argumento fue utilizado por Sony para derrotar a la
industria del cine cuando comercializó el sistema Betamax.

Sin embargo, en julio de 2000 una juez federal de Estados Unidos ordenó en
un tribunal de San Francisco el cierre preventivo de Napster, dando la razón a la
industria discográfica. Ante los problemas surgidos con la industria discográfica, en
octubre de 2000 Berstelsmann (propietaria de la discográfica BMG) y Napster
anunciaban su intención de crear una empresa conjunta para ofrecer música a través de
Internet mediante un servicio de pago, iniciativa que finalmente no fue adelante por
discrepancias entre los accionistas. No obstante, Berstelsmann se convertía en el
principal accionista de Napster y ponía fin a sus reclamaciones por la vía judicial.

En febrero de 2001 un tribunal federal de apelaciones de San Francisco


dictaminaba que Napster debía prohibir el intercambio de canciones con derechos de
autor entre sus usuarios, considerando a esta empresa responsable de una posible
infracción de los derechos de autor. Como consecuencia de esta decisión judicial, a
principios de marzo de 2001 Napster anunciaba su intención de instalar un filtro para
bloquear el intercambio de más de un millón de obras musicales protegidas por
derechos de autor, partiendo de las listas de canciones registradas por las
discográficas.

A partir del mes de julio de 2001 Napster se convirtió en un servicio de pago


para las canciones con derechos de autor. De este modo, este servicio, que llegó a
alcanzar los 60 millones de usuarios a principios de 2001, perdió buena parte de su
audiencia.

Posteriormente, en mayo de 2002, Napster, que estaba abocada a la quiebra


por sus problemas en los tribunales, fue adquirida por el gigante alemán Berstelsmann
por un total de 8 millones de dólares. Una de las primeras medidas adoptadas en esta
nueva etapa fue presentar la suspensión de pagos de Napster en junio de 2002 para
evitar su desaparición. Napster, con sede en Redwood City (California), contaba en
ese momento con activos valorados en 7,9 millones de dólares, mientras que sus
deudas alcanzaban los 101 millones de dólares.

En noviembre de 2002 Napster reapareció como un servicio de pago, tras su


acuerdo con el servicio MusicNet, propiedad de las discográficas Warner Music, BMG
y EMI.

Finalmente, en febrero de 2005 Napster anunciaba el lanzamiento de su nuevo


servicio de suscripción de canciones, denominado “Napster To Go”, el cual, por un
precio de 15 dólares al mes, permitía a los suscriptores descargar un número ilimitado
de canciones de un catálogo de más de un millón de títulos. Las canciones descargadas
sólo se podrían escuchar mientras el suscriptor continúe renovando el servicio (de ahí
que Napster califique este servicio como de “alquiler de canciones”). Para ello, el
servicio “Napster To Go” utiliza el nuevo software de gestión de derechos digitales de
Microsoft, denominado Janus, que permite a sus usuarios escuchar las canciones
14 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

descargadas en distintos reproductores MP3 y ordenadores personales mientras se


encuentre activa la suscripción.

Las aplicaciones de intercambio de ficheros peer-to-peer


(P2P)
Las aplicaciones de intercambio de ficheros “peer-to-peer” (P2P) surgieron
como una evolución del modelo de compartición de ficheros desarrollado por Napster,
basado en un servidor central.

De este modo, en el modelo “peer-to-peer” o “entre iguales”, los propios


usuarios emplean aplicaciones que permiten localizar a otros usuarios conectados a
través de Internet y compartir con ellos todo tipo de ficheros (no sólo ficheros de
música MP3). Con este esquema de trabajo, se crea un sistema de intercambio de
ficheros totalmente descentralizado, contra el que es muy difícil luchar, ya que se
tendría que denunciar a todos los usuarios finales.

Gnutella fue una de las aplicaciones pioneras, desarrollada en marzo de 2000


en el seno de la empresa Nullsoft, filial de America Online. Posteriormente surgieron
otras como Riffshare, Cute MX, iMesh, Mp3Exchanger o Metallicster.

A partir de 2002 se popularizan nuevas aplicaciones P2P como Kazaa,


Morpheus, Audiogalaxy, BearShare, Xolox, Blubster, eMule, eDonkey, iMesh o
WinMX, que alcanzaron decenas de millones de usuarios en Internet.

Estas nuevas aplicaciones permiten insertar comentarios sobre los contenidos


o calificarlos de alguna forma, aseguran el anonimato de las correspondencias o
permiten abrir debates o enviar mensajes a otros usuarios.

Mediante la utilización del protocolo FastTrack, empleado por Kazaa y


Morpheus, entre otros, se cifran las conexiones, excepto durante la fase de conexión,
cuando se negocian los algoritmos de cifrado. El protocolo FastTrack2 (utilizado por
aplicaciones como Kazaa, iMesh o Grokster) introduce, como una nueva mejora, la
utilización de puertos aleatorios para establecer las conexiones, dificultando de este
modo su rastreo. No existe documentación sobre estos protocolos, ni se dispone del
código fuente de los clientes P2P de última generación.

En estos últimos años hemos asistido a un crecimiento imparable de los


programas P2P. Así, según un estudio publicado en junio de 2004 y realizado por la
entidad pública Red.es, el 29% de los usuarios españoles de Internet hacía uso de
programas de intercambio de ficheros P2P en sus hogares.

Por otra parte, según la Sociedad General de Autores (SGAE) en el año 2003
se llevaron a cabo en España unos 200 millones de descargas mediante las
aplicaciones P2P, siendo la gran mayoría de éstas ilegales.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 15

Además, en el año 2005 se desarrolló un nuevo modelo de intercambio de


ficheros conocidos por las siglas P2M (“peer-to-mail”): a principios de 2005 se
presentaba el programa Peer2Mail, creado por el programador israelí Ran Geva, que
permite compartir y descargar ficheros a través de cuentas de correo, en especial las
nuevas cuentas ofrecidas por Google de hasta 1 Gigabyte de capacidad (el servicio
Gmail lanzado durante el año 2004) y que también ofrecen ya empresas como Walla!,
Spymac o XasaMail. Posteriormente han surgido otras aplicaciones similares, que
permiten aprovechar el espacio de almacenamiento de estas cuentas de correo gratuitas
para facilitar el intercambio de ficheros entre los usuarios de Internet.

En junio de 2005 el Tribunal Supremo de Estados Unidos estableció que los


servicios on-line de intercambio de ficheros podrían ser responsables de las
violaciones de derechos de autor por parte de sus usuarios. Por este motivo, algunas de
las redes P2P han redefinido desde entonces su modo de funcionamiento para
incorporar elementos de protección de los derechos de autor.

Así, por ejemplo, el presidente de la compañía creadora de eDonkey, uno de


los programas más populares que permiten el intercambio de archivos a través de
redes P2P, anunciaba a finales de septiembre de 2005 que suspendería sus servicios
como le había exigido la RIAA, a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo de
Estados Unidos sobre redes P2P. eDonkey podría convertirse así en una red cerrada
para la distribución legal de contenidos.

Del mismo modo, el servicio iMesh anunciaba a finales de octubre de 2005 su


intención de convertirse en un servicio de descarga de música digital de pago. iMesh,
una de las redes más populares post-Napster, creada en 1999, fue demandada por las
discográficas en 2003 por un delito contra los derechos de autor, alcanzando un
acuerdo por una cantidad de 4,1 millones de dólares para cerrar el proceso judicial.

Figura 8: Anuncio del cierre de Grokster en noviembre de 2005


16 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

En noviembre de 2005 Grokster también anunciaba el cierre de su servicio


P2P, tras alcanzar un acuerdo con la industria discográfica en Estados Unidos a través
de la RIAA.

La industria discográfica de Estados Unidos lanzaba a mediados de noviembre


de 2005 una última advertencia dirigida a los servicios que facilitaban el intercambio
de música de forma gratuita, exigiéndoles que cesaran de forma inmediata su
actividad.

En mayo de 2006 el servicio BearShare cerraba sus puertas tras alcanzar otro
acuerdo extrajudicial con la RIAA, mediante el que se comprometía a pagar 30
millones de dólares a la industria discográfica estadounidense, aceptando además
vender su tecnología, nombre de dominio y datos de usuarios registrados al servicio de
intercambio legal iMesh.

A finales de noviembre de 2005 el servicio BitTorrent también llegaba a un


acuerdo con la industria cinematográfica de Estados Unidos, la MPAA (Motion
Picture Association of America) para evitar demandas por descargas ilegales de
películas protegidas por derechos de autor. Curiosamente, unos meses más tarde, en
mayo de 2006 la compañía cinematográfica Warner Bros alcanzaba un acuerdo con
BitTorrent para distribuir a través de esta plataforma contenidos protegidos por
derechos de autor de forma consentida.

Emisoras de radio a través de Internet: “webcasters”


También podemos destacar la creciente popularidad de los servicios de
difusión de radio a través de Internet (“webcasters”), iniciados en primer lugar por las
propias emisoras de radio convencionales, seguidas por otras nuevas nacidas para este
medio digital: Launch Media, MTVi, MusicMatch, Xact Radio, Listen.com, etcétera.

La calidad de sonido a través de las líneas de banda ancha es excelente,


alcanzando a través de Internet a cualquier usuario del planeta. Además, en algunos
casos el usuario puede seleccionar la programación que desea escuchar, teniendo a su
disposición decenas de canales de distintos estilos musicales. De este modo, el
servicio se asemeja más a un “jukebox” (antigua máquina de música de los bares) que
a una emisión radiofónica tradicional.

También en este caso la industria discográfica vio amenazados sus intereses,


por lo que la RIAA presentaba en 2001 una demanda contra las principales emisoras
de radio de Internet. En febrero de 2004 la Oficina de Copyright de Estados Unidos
daba a conocer las tarifas que debían abonar estas radios on-line para satisfacer los
derechos de propiedad intelectual, poniendo así fin a las disputas legales con las
discográficas: por cada canción retransmitida deberán abonar 0,0762 centavos de
dólar.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 17

Por otra parte, las emisoras de radio tradicionales están reaccionando a los
cambios provocados por los servicios de distribución de música digital a través de
Internet, con el desarrollo de nuevos modelos de negocio basados en la calidad digital,
los servicios de suscripción y la personalización de la música enviada a los radio-
oyentes.

Así, por ejemplo, el grupo radiofónico Clear Channel Communications, varias


compañías tecnológicas y las florecientes empresas de radio vía satélite en Estados
Unidos se han planteado como objetivo lanzar estos servicios en los próximos meses.
Clear Channel se encuentra en pleno proceso de reconversión de la mayoría de sus
1.200 estaciones de radio distribuidas a lo largo de todo Estados Unidos en nuevas
cadenas digitales, una maniobra que le permitiría estrenar nuevos servicios y
productos en los próximos años. De hecho, según las estimaciones de la industria
radiofónica se prevé que a finales de 2007 alrededor del 90% de la población de
Estados Unidos podrá escuchar la radio a través de emisoras digitales de alta calidad.

Por su parte, la empresa XM Satellite Radio registró varias patentes en


Estados Unidos, dadas a conocer a finales de diciembre de 2004, en las que se
esbozaban los primeros planes para desarrollar aparatos y servicios de descarga
musical. Estas nuevas tecnologías digitales no sólo permitirán a las emisoras
tradicionales de radio enviar sonido de mayor calidad, sino que también podrán hacer
llegar al oyente los títulos de las canciones y los datos de los artistas gracias a un
nuevo tipo de receptor. Además, estas tecnologías harán posible que por cada canal
actual existan ocho canales digitales ocupando el mismo espectro radiofónico. De este
modo, las nuevas capacidades podrán ser utilizadas para el lanzamiento de nuevos
productos como los servicios de suscripción o la recepción de canciones “a la carta”.

Artistas que ofrecen sus canciones por Internet


Algunos artistas se han querido sumar a la revolución protagonizada por
Internet en estos últimos años. David Bowie fue uno de los pioneros al ofrecer en
octubre de 1999 su nuevo disco “Hours” (que salía a la venta el 4 de octubre de 1999)
a través de Internet, con una canción adicional. Además, también podemos destacar el
lanzamiento de su proyecto Bowie.Net (www.davidbowie.com).

Posteriormente, otros artistas y grupos como Alanis Morissette, Public Enemy,


los Rolling Stones o Prince siguieron estos mismos pasos. En agosto de 2003 la mítica
banda The Rolling Stones anunciaba que unas 500 canciones podrían ser bajadas y
escuchadas a través de su Website en Internet: así, los 200 títulos publicados por la
discográfica EMI a partir de 1971 podrían ser descargados y grabados en CD pagando
79 centavos de dólar por canción, mientras que las 300 canciones publicadas antes de
1971 por Abko sólo se podrían escuchar en el Website, de forma gratuita, sin que
fuera posible descargarlas.
18 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

En marzo de 2004 Prince abría su propio portal de venta de música,


Musicology Download Store (www.npgmusicclub.com), para ofrecer directamente sus
canciones a través de Internet.

Figura 9: Bowie.Net (www.davidbowie.com)

Iniciativas de las empresas discográficas


Las grandes discográficas Sony Music, Universal Music, EMI y BMG daban a
conocer sus propias iniciativas para ofrecer antes del final de 1999 nuevos servicios de
descarga de canciones de forma legal y segura a través de Internet.

Universal Music anunciaba en abril de 2001 la compra del servicio de


suscripción musical eMusic.com por un total de 23 millones de dólares, mientras que
en mayo de 2001 Belstersmann hacía lo propio con el servicio myplay.com, en una
operación con un valor de 30 millones de dólares.

Sony Music, por su parte, anunciaba en mayo de 2004 el lanzamiento de su


tienda de música online en Estados Unidos bajo el nombre de Connect, con un
catálogo de 500.000 canciones, incluyendo álbumes y canciones de grandes
discográficas y de sellos independientes. Los temas estarían disponibles para
descargarse en formato ATRAC3 a un precio de 0,99 euros. Su lanzamiento en Europa
estaba previsto para el mes de junio de 2004.

Pero, sin duda, las dos iniciativas más importantes han sido los proyectos
MusicNet y Pressplay. En abril de 2001 Warner Music, BMG, EMI y Real Networks
anunciaban la creación de una plataforma de pago para distribuir música a través de
Internet, denominada MusicNet. MusicNet (www.musicnet.com) se lanzaba al
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 19

mercado como una compañía independiente que ofrecía su catálogo de música digital,
compuesto por los títulos de los sellos discográficos de Warner Music, BMG y EMI.

Figura 10: MusicNet

Por su parte, en diciembre de 2001 las discográficas Universal Music (del


grupo Vivendi) y Sony Music lanzaron la plataforma Pressplay, alcanzando acuerdos
con portales como Yahoo! o MSN. La tecnología de Pressplay era suministrada por
MP3.com, Website de música que había sido adquirido por Vivendi.

A diferencia de la plataforma Pressplay, MusicNet se presentaba como un


software que podía ser explotado por otras compañías bajo su propia marca. Por otra
parte, Pressplay trabajaba con una lista cerrada de precios, mientras que MusicNet
dejaba que sus afiliados pudieran definir su propia política de precios. Además,
MusicNet no permitía grabar los temas descargados en un CD, mientras que Pressplay
sí lo admitía en algunas de sus fórmulas de suscripción.

Inicialmente, en las dos plataformas MusicNet y Pressplay el precio de la


descarga de una canción se situaba en unos dos dólares. No obstante, en febrero de
2002, algunos conocidos artistas y grupos musicales como Eminem, Aerosmith o Dr.
Dre reclamaron a las discográficas que no ofrecieran sus trabajos a través de las
plataformas Pressplay y MusicNet, debido a las reducidas cantidades que percibían
por las descargas de sus canciones.

Además, debido al incremento de los intercambios ilegales de ficheros a través


de las redes P2P, las plataformas MusicNet y Pressplay decidieron en junio de 2002
reducir los precios de sus servicios de descarga. En noviembre de 2002 Pressplay
firmaba un acuerdo con la discográfica Warner Music, tras haber alcanzado otros con
20 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

EMI y BMG, contando de ese modo con los contenidos de las cinco grandes
discográficas del mundo para su plataforma.

El éxito de la tienda iTunes de Apple


Apple ha cosechado uno de sus mayores éxitos de los últimos tiempos gracias
al servicio iTunes Music Store (http://www.apple.com/itunes/). La compañía lanzaba
en abril de 2003 este servicio de descarga de música, que ofrecía inicialmente 200.000
títulos de los cinco principales sellos discográficos.

Figura 11: iTunes

La tienda iTunes permite descargar canciones individuales a un precio de 99


centavos de dólar cada canción. El usuario puede buscar por tipo de música, artista o
título del álbum, y se puede escuchar un fragmento de 30 segundos de la canción que
le interese antes de comprarla.

Además, la tecnología empleada en la codificación de las canciones permite


grabar cada canción descargada en un número ilimitado de CDs para uso personal,
reproducirla hasta en tres ordenadores Macintosh distintos o escucharla en un número
ilimitado de reproductores iPod. No obstante, ya se han difundido por Internet algunos
programas como “MyTunes” que permiten saltarse las restricciones en el uso de las
canciones descargadas del servicio iTunes. De hecho, en marzo de 2005 un hacker
noruego descubrió una nueva forma de burlar el código de seguridad anti-copia de las
canciones descargadas de i-Tunes.

Debemos destacar los espectaculares resultados de la tienda iTunes Music


Store: en la primera semana consiguió vender más de un millón de canciones, mientras
que los pedidos del reproductor iPod se multiplicaban. A las ocho semanas de su
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 21

lanzamiento ya acumulaba más de cinco millones de canciones descargadas de forma


legal y casi 1 millón de reproductores iPod vendidos.

Debido a este éxito, en octubre de 2003 el servicio iTunes se abría también a


los usuarios de Windows, ofreciendo además nuevas opciones de pago como las
cuotas y los vales de regalo, con lo que las descargas de canciones se incrementaron
de forma notable, alcanzando la cifra de millón y medio a la semana.

Apple informaba a finales de abril de 2004 que ya había alcanzado los 70


millones de canciones descargadas, al cumplirse el aniversario del lanzamiento de
iTunes, superando la cifra de 100 millones de canciones el 12 de julio de 2004.

Tras abrir inicialmente en el Reino Unido, Francia y Alemania en junio de


2004, iTunes se encuentra disponible en España y en otros países de la Unión Europea
desde octubre de 2004, con un catálogo inicial de más de 600.000 canciones a un
precio de 99 céntimos de euro la canción, además de 9.000 audiolibros.

Durante la campaña navideña de 2004 iTunes lanzó los “cheques de regalo


prepago”, que tuvieron una gran acogida entre sus clientes. A principios de 2005 la
cifra de ventas en iTunes se situaba ya en 1,3 millones de canciones diarias,
alcanzando un total de 250 millones de canciones descargadas desde los 15 países en
los que se encontraba operativa esta tienda.

En mayo de 2005 iTunes abría nuevas tiendas en Dinamarca, Noruega, Suecia


y Suiza. Al cumplir los dos años desde su lanzamiento, Apple contaba con tiendas de
música on-line en 19 países, superando ya los 400 millones de canciones compradas y
descargadas en todo el mundo. De hecho, en junio de 2005 las tiendas europeas
superaban los 50 millones de canciones vendidas.

Gracias a la popularidad del reproductor iPod y del servicio iTunes, el


Website de Apple ha experimentado un importante incremento del volumen de trafico,
hasta situarse en enero de 2005 entre las 50 páginas Web más visitadas del mundo.

En julio de 2005 el éxito del iPod en todo el mundo y, muy especialmente, en


Estados Unidos, lograba quintuplicar los beneficios de Apple, batiendo las previsiones
de los analistas. La compañía conseguía vender en el segundo trimestre de 2005 un
total de 6,16 millones de unidades del reproductor de música portátil iPod, siete veces
más que en el mismo periodo del año anterior y bastante más de los 5,29 millones que
pronosticaban los analistas. La iTunes Music Store ofrecía ya más de 1,5 millones de
canciones de las grandes compañías musicales y de más de 1.000 sellos discográficos
independientes, además de 10.000 audiolibros y de otros productos como los
certificados de regalo. En este mes de julio de 2005 iTunes alcanzaba la cifra de 500
millones de canciones vendidas.
22 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Figura 12: Reproductor MP3 iPod

A principios de noviembre de 2005, Apple anunciaba que su tienda iTunes


había conseguido vender un millón de vídeos musicales y programas de televisión en
un plazo de 20 días, tras el lanzamiento de la nueva versión del reproductor iPod (que
permite reproducir vídeos musicales en una pantalla de dos pulgadas y media) y de
una nueva sección en la tienda iTunes con más de 2.000 vídeos musicales y episodios
de series de televisión, que se venden por Internet a un precio de dos dólares por
unidad. Los vídeos, que se ajustan a las especificaciones del iPod, tardan en
descargarse un tiempo equivalente al necesario para bajar seis canciones. Estos vídeos
se pueden utilizar en hasta cinco ordenadores y un número ilimitado de iPods, pero el
sistema de protección anticopia impide que se puedan grabar en un CD o DVD.

En estas fechas (noviembre de 2005) la tienda iTunes ya es líder indiscutible


del mercado de la venta de música a través de Internet, con una cuota próxima al 84
por ciento, según algunos estudios. Asimismo, a finales de noviembre de 2005 se sitúa
ya entre las “Top Ten” de las tiendas de música en Estados Unidos, superando incluso
a algunos “clásicos” del sector.

A mediados de febrero de 2006 iTunes consigue marcar todo un hito en el


sector de la música digital, al alcanzar la cifra de 1.000 millones de canciones
vendidas, cuando todavía no habían transcurrido 3 años desde su apertura.

Figura 13: 1.000 millones de canciones vendidas en iTunes (febrero 2006)


© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 23

Otros ejemplos de tiendas de música on-line


WEBLISTEN

Weblisten fue una empresa pionera en el negocio de la venta de música en


España, ofreciendo desde el año 1997 un catálogo de más de 200.000 canciones en
formato digital (MP3 y WMA). Inicialmente firmó acuerdos con la Sociedad General
de Autores de España (SGAE), con la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes (AIE) y
con la Asociación de Gestión de Derechos Intelectuales (AGEDI), que representa a las
discográficas, para pagar un porcentaje de su facturación en concepto de derechos de
autor.

Figura 14: Weblisten

No obstante, esta empresa tuvo problemas con algunas discográficas que


presentaron demandas en los tribunales. Así, a principios de 2000 un juzgado de
Barcelona obligaba a Weblisten a retirar de su catálogo el repertorio de la discográfica
barcelonesa Horus.

Después de casi 8 años de actividad y de convertirse en uno de los referentes


de la venta directa de música a través de Internet en España, a principios de 2005 tenía
que hacer frente a nuevas denuncias de las asociaciones de discográficas IFPI y
AFYVE (esta última representa a las discográficas españolas). La razón de esta nueva
denuncia se explica por el hecho de que la industria discográfica sostiene que se deben
separar los derechos de reproducción de canciones, recaudados por la Sociedad
General de Autores de España (SGAE), de los derechos de venta on-line. Estos
últimos deben ser concedidos para cada obra por el sello discográfico al que pertenece,
según la postura defendida por el sector discográfico.
24 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Finalmente, en junio de 2005 el Juzgado de lo penal nº 3 de Madrid decretaba


el cierre inmediato de Weblisten por un delito contra la propiedad intelectual. La
sentencia prohibía reanudar la actividad a esta empresa, ordenándose también la
destrucción de las bases de datos que contenían las canciones que estaban siendo
ilícitamente comercializadas, según la propia sentencia, multándose a los responsables
de Weblisten como autores materiales de un delito contra la propiedad intelectual.

LISTEN.COM

Esta emisora de música on-line lanzó el servicio de descarga de música de


pago bautizado como Rhapsody. En febrero de 2003 redujo las tarifas de su servicio,
pasando a cobrar 49 centavos de dólar por pieza musical, frente a los 99 centavos de
dólar que venía cobrando desde sus comienzos.

Posteriormente, en abril de 2004 la empresa Real Networks adquirió esta


tienda de música on-line por un total de 36 millones de dólares, para integrar el
servicio Rhapsody en su propio servicio RealOne, que ofrece vídeos y juegos además
de música.

BUYMUSIC.COM

En julio de 2003 se ponía en marcha esta nueva tienda de música on-line,


ofreciendo un catálogo de más de 300.000 canciones de las 5 principales discográficas
del mundo y a unos precios bastante competitivos, cobrando 70 centavos de dólar por
cada tema descargado.

No obstante, sólo ofrecía canciones digitales en formato Windows Media, con


importantes restricciones para poder transferir los temas adquiridos a otros
ordenadores o reproductores portátiles o para poder grabarlos en un CD.

MICROSOFT Y SU TIENDA DE MÚSICA DIGITAL

Ante el éxito del servicio iTunes de su rival Apple, Microsoft lanzaba en


agosto de 2003 su propia tienda de música on-line, mediante un acuerdo con la
plataforma británica OD2. Este servicio se puso en marcha en una primera etapa en
Gran Bretaña, Francia y Alemania, para posteriormente ofrecerse en Italia, Bélgica y
España.

Microsoft ofrecía inicialmente un catálogo de 200.000 canciones al precio de


99 céntimos de euro cada una, pudiendo adquirir un álbum completo por 12,49 euros.
Esa cantidad da derecho no sólo a la descarga, sino también a realizar una copia
privada de las canciones en un CD. No obstante, las canciones sólo se ofrecían en
formato Windows Media Audio (WMA) y no en el popular MP3.

En noviembre de 2004 Microsoft anunciaba el lanzamiento de su nueva tienda


on-line integrada dentro del portal MSN (http://music.msn.com/), en ocho mercados
europeos, incluida España. Este servicio ya ofrecía un catálogo de más de 400.000
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 25

canciones de cerca de 12.000 artistas, al precio de 0,99 euros por la descarga de una
canción y de 9,99 euros por la descarga de un álbum completo.

TERRA Y SU SERVICIO DE MÚSICA A LA CARTA

El portal Terra, perteneciente a la empresa de telecomunicaciones Telefónica,


anunciaba en septiembre de 2003 el lanzamiento de un servicio de descarga de música
dentro de su oferta de banda ancha “mundo ADSL”, con un amplio catálogo de las
principales compañías discográficas del mercado.

En noviembre de 2004 lanzaba su propia tienda de música on-line, con un


catálogo inicial de 500.000 canciones que se podían adquirir a partir de 0,99 euros.

Posteriormente, en mayo de 2006 Terra lanzaba Pixbox, un sistema de


distribución de contenidos “peer-to-peer” de pago, contando para esta iniciativa con el
apoyo de diversas discográficas y de asociaciones de gestión de derechos de autor
como SGAE, EGEDA y Promusicae. Los clientes de este servicio se podrán descargar
canciones, tonos, melodías, películas y series de televisión a partir de 0,75 euros la
descarga. La plataforma Pixbox se presentó con una oferta inicial de 1,2 millones de
canciones, aunque está previsto que incorpore más contenidos multimedia en el futuro,
como series o películas, hasta crear un catálogo extenso de vídeo.

WALL-MART Y SU TIENDA DE MÚSICA ON-LINE

La empresa de distribución más grande del mundo tampoco quería quedar al


margen de este nuevo negocio, por lo que decidía lanzar en diciembre de 2003 una
versión en fase de pruebas de su propia tienda de música on-line, ofreciendo un amplio
catálogo de canciones que se podían adquirir a 0,88 dólares la canción, once centavos
por debajo de los 0,99 dólares que se había convertido en un estándar dentro de este
novedoso sector. Una vez superado el período de pruebas, la tienda se lanzó
oficialmente el 23 de marzo de 2004.

COCA-COLA Y EL SERVICIO MYCOKEMUSIC

Coca-Cola lanzó en enero de 2004 en Gran Bretaña el servicio de descarga de


música en Internet MyCokeMusic (www.mycokemusic.com), en asociación con la
empresa OD2 especializada en distribución de música digital. De este modo, Coca-
Cola se convertía en la primera marca de productos para el consumo que se introducía
en el mercado europeo de venta de música por Internet.

MyCokeMusic contaba con un catálogo inicial de 250.000 canciones


suministradas por los cinco principales sellos discográficos.
26 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Figura 15: MyCokeMusic

Casi al mismo tiempo, Pepsi-Cola anunciaba su alianza con iTunes para


ofrecer 100 millones de canciones en una promoción incluida en las tapas de las
botellas de sus refrescos.

YAHOO! Y MUSICMATCH

En septiembre de 2004 el portal Yahoo! adquiría Musicmatch, una empresa


especializada en el desarrollo de tecnología para la distribución de música por Internet.
Musicmatch, fundada en 1997, poseía una tienda electrónica para abonados con más
de 700.000 títulos. Entre sus hitos podemos destacar el lanzamiento del software
Musicmatch Jukebox, utilizado para descargar y grabar canciones desde la red.

Esta operación venía a reforzar la posición de Yahoo! en el negocio de la


música on-line, en el que ya contaba con 12,9 millones de usuarios registrados a través
de su servicio Launch (launch.yahoo.com). El presidente de Yahoo, Terry Semel,
declaraba ante los medios la intención de su entidad de “convertirse en uno de los
principales actores de la música digital”.

De hecho, a principios de mayo de 2005 Yahoo! lanzaba en Estados Unidos su


nuevo servicio de música por suscripción “Yahoo Music Unlimited”. El precio del
servicio básico era de 4,99 dólares mensuales en caso de suscripción anual o de 6,99
dólares en la suscripción semestral. Los usuarios de este servicio disponen de más de
un millón de canciones que podrán ser descargadas también para aparatos portátiles.
Este servicio de música digital también permite realizar descargas individuales a un
precio de 79 centavos de dólar por cada canción para los suscriptores, precio que se
sitúa en los 99 centavos para los usuarios que no sean suscriptores.

En noviembre de 2005 Yahoo! anunciaba una modificación de su servicio de


música por suscripción, ofreciendo un abono anual que permitirá descargas ilimitadas
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 27

por un coste de 120 dólares. Además del abono anual, los usuarios también contarán
con la posibilidad de subscribirse por mes, a un precio de 11,99 dólares.

Figura 16: Yahoo!Music

LA TIENDA BRITÁNICA WIPPIT.COM

En abril de 2004 tenía lugar el relanzamiento de esta tienda británica de venta


de música a través de Internet, ofreciendo sus canciones a un precio que oscilaba entre
los 43 céntimos de euros para las más baratas y los 1,50 euros para las más caras.

El catálogo inicial de Wippit, con más de 150.000 canciones, incluía temas de


más de 200 discográficas, entre las que se encuentran EMI y BMG. Esta tienda
también permitía a sus clientes descargar las canciones directamente a su teléfono
móvil.

LA TIENDA VIRTUAL DE FNAC

La empresa FNAC, el primer negocio de música francés con una cuota de


mercado del 27%, presentaba en septiembre de 2004 su primer sitio en Internet para
poder realizar descargas de canciones en Francia. Fnacmusic, accesible a partir de la
página Fnac.com, ofrecía inicialmente un catálogo de 300.000 de varias casas
discográficas y de sellos independientes, al precio de 0,99 euros la canción. Las
canciones se ofrecían codificadas en el formato protegido WMA de Microsoft.

CARREFOURONLINE

La cadena de distribución Carrefour ponía en marcha su propia tienda de


música on-line en diciembre de 2004 a través de su portal Carrefouronline, gracias a
un acuerdo con el servicio YourMusic.
28 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Esta tienda contaba con un catálogo inicial de 70.000 canciones, con unos
precios que oscilaban entre los 0,75 y los 1,20 euros la canción.

Al mismo tiempo, en algunos hipermercados del área de Madrid se ofrecía un


nuevo servicio que permitía grabar un CD personalizado con las canciones
seleccionadas previamente por el cliente.

VIRGIN DIGITAL

La empresa Virgin lanzaba un servicio de música digital en septiembre 2004.


Virgin Digital (www.virgindigital.com) combina una tienda de descargas a 99
centavos por canción con un servicio de suscripción de 7,99 dólares mensuales, radio
on-line (Radio Free Virgin) y herramientas para la utilización en dispositivos
portátiles. Esta tienda contaba inicialmente con más de un millón de canciones
disponibles para la descarga.

En noviembre de 2005 Virgin decidía lanzar en Estados Unidos una nueva


modalidad de suscripción, denominada “Red Pass”, empleando el formato Windows
Media Audio (WMA) y su administrador de derechos digitales, conocido como Janus,
contando con una base de datos de más de dos millones de canciones.

Figura 17: Virgin Digital

WANADOO ESPAÑA

Wanadoo España lanzaba su tienda de música on-line en noviembre de 2004,


gracias a un acuerdo con el servicio OD2, contando con un catálogo inicial de 400.000
canciones de 12.000 artistas, a un precio de 0,99 euros la canción.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 29

La tienda también ofrecía un servicio de radio bajo demanda, al que se podía


acceder por una cuota mensual de 7,99 euros, permitiendo escuchar música de forma
ilimitada durante el período de suscripción.

Máquinas expendedoras de música digital


En noviembre de 2004 la empresa Inspired Broadcast Networks presentaba en
Londres un nuevo modelo de negocio basado en máquinas expendedoras de música
digital. Los dos primeros “quioscos musicales” se ubicaron en las estaciones Waterloo
y King’s Cross. Los clientes de este nuevo servicio pueden descargar las canciones
previamente seleccionadas a un teléfono móvil o a un reproductor personal de música,
pagando aproximadamente una libra por canción.

La empresa responsable de este proyecto tenía previsto ofrecer un catálogo de


más de 2 de millones de canciones digitales, con un plan de expansión muy ambicioso
para poder ubicar en los próximos años hasta un total de 20.000 máquinas
expendedoras en negocios callejeros, estaciones de servicio y tabernas.

Con este nuevo modelo de distribución de la música digital, algunos analistas


de este mercado sostienen que el teléfono móvil de última generación se podría llegar
a convertir en el “walkman” del futuro, con canales de distribución integrados para el
acceso a canciones en formato MP3.

Mientras tanto, en España durante el mes de diciembre de 2004 se abrían las


primeras tiendas de la empresa “YourMusic”. Estas tiendas permiten comprar
legalmente canciones a la carta, de tal forma que los clientes pueden elegir una a una
las canciones que desean incluir en un disco compacto, que se graba posteriormente de
forma totalmente personalizada, ya que también se pueden seleccionar las carátulas y
los libretos.

Las tiendas cuentan con varios ordenadores que se pueden usar de forma muy
sencilla: en ellos, el cliente tiene acceso a todo el fondo musical de la tienda (más de
un millón de canciones), con la posibilidad de escuchar veinte segundos de cada tema.
Una vez que se completa la elección, el cliente recibe un ticket en el que se señala la
composición del CD y el precio total del mismo, que podrá pasar a recibir en la zona
de caja.
30 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Figura 18: YourMusic

Análisis de los márgenes de las tiendas de música on-line


La mayoría de las tiendas de música on-line cobran un precio que se sitúa en
torno a los 99 centavos de dólar por canción descargada. Según publicaba el periódico
The Independent en septiembre de 2004, estas tiendas deben pagar a las discográficas
un canon de 62 centavos de dólar por cada canción descargada. Con esta cantidad
queda un margen relativamente pequeño para estos nuevos comercios, que deben
soportar los gastos de publicidad y promoción de los Websites, así como los regalos o
promociones especiales para la captación de clientes.

Sin embargo, para la industria discográfica constituye un buen negocio, ya que


cede los derechos de distribución a la tienda on-line y se puede ahorrar todos los
gastos de marketing necesarios para los lanzamientos de nuevos productos, además de
las cajas, carátulas y discos de los singles o álbumes.

IMPACTO DE LA DISTRIBUCIÓN DE MÚSICA DIGITAL EN


LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA

Los cambios en el producto y en la estructura del sector


La industria discográfica se está viendo afectada por un cambio de gran calado
que afecta a la propia concepción de sus productos, al convertirse éstos en productos
digitales que se pueden distribuir directamente a través de Internet, sin necesidad de
un soporte físico ni de un transporte para su entrega al cliente, ya que están
compuestos única y exclusivamente por bits.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 31

Esta característica permite eliminar los costes de grabación, preparación y


embalaje del producto. Asimismo, no hay que transportar ni almacenar el producto,
con lo que se eliminan los costes asociados a la logística, así como los posibles
deterioros y pérdidas que tienen lugar durante estos procesos.

Además, con este nuevo sistema de distribución es el propio cliente el que se


sirve directamente desde su domicilio o desde cualquier dispositivo con conexión a
Internet (como podría ser el caso de un ordenador portátil o de un teléfono móvil de
última generación), por lo que se pueden reducir drásticamente las necesidades de
personal y de espacio físico, puesto que no se necesitan expositores de productos,
estanterías ni cajas registradoras para poder vender al público estos productos.

Por otra parte, podemos considerar que el coste marginal de un producto


digital es nulo. Esto quiere decir que a un sello discográfico titular de los derechos de
reproducción de una canción que se distribuya a través de Internet, una vez que haya
editado y grabado la copia maestra de esta canción, le cuesta lo mismo distribuir mil
unidades que un millón de unidades de esta canción. Sin embargo, no es lo mismo
grabar y distribuir mil unidades que un millón de unidades de discos compactos, ya
que en ese caso se dispararían los costes del material utilizado como soporte del
contenido, del almacenamiento y de la logística.

En definitiva, estos productos digitales pueden competir en mejores


condiciones que los que requieren de un soporte físico, ya que su coste de fabricación
es bastante inferior y ofrecen un mayor grado de personalización, de modo que el
cliente puede adaptar totalmente el producto a sus necesidades o gustos.

Así, por ejemplo, en una tienda de música se podrían reemplazar gran parte de
sus estanterías y almacenes por ordenadores repletos de canciones en formato MP3 (o
en otros formatos digitales como WMA), suficiente para agradar a cualquier
comprador, facilitando además la grabación en la propia tienda de CDs totalmente
personalizados, con las canciones previamente seleccionadas por el cliente. De este
modo, es posible trabajar con un inventario prácticamente nulo, y ofrecer al mismo
tiempo un extensísimo catálogo de cientos de miles de canciones. Además, se podría
utilizar Internet para hacer llegar estas canciones en formato digital a cualquier tienda
del mundo, independientemente de su ubicación geográfica.

Como conclusión, podemos considerar que la conversión de los productos


físicos en productos digitales tiene las siguientes consecuencias dentro para la
industria discográfica:

¾ Se eliminan los soportes físicos: casetes, CDs o DVDs.

¾ Se facilita la personalización de la oferta: descarga de canciones


individuales y grabación de CDs “a la carta”.

¾ Los intermediarios (tiendas de música, superficies comerciales) podrían


desaparecer o perder parte de su poder actual dentro del sector, ya que los
32 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

sellos discográficos e, incluso, los propios artistas pueden distribuir sus


canciones de forma directa a través de una página Web.

¾ La distribución de contenidos digitales permite reducir de forma drástica


los gastos de transporte, almacenamiento y distribución del producto. De
hecho, podríamos considerar que el coste marginal por copia es
prácticamente nulo.

¾ Con una inversión mínima (servidor Web con un catálogo electrónico de


canciones digitalizadas) se puede acceder a un mercado con cobertura
global, es decir, a clientes de cualquier parte del mundo, que puede
funcionar además de manera ininterrumpida (24H/365D).

Por todas estas razones, varios analistas y empresas especializadas sostienen


que los CDs y DVDs tienen sus días contados. Según las previsiones de un estudio
publicado en septiembre de 2003 por Forrester Research, un tercio de las ventas
musicales se harán mediante descargas en los siguientes cinco años.

No obstante, debemos señalar que los productos digitales, en general, todavía


tienen que resolver dos importantes problemas que frenan su expansión:

¾ Las dificultades para proteger la propiedad intelectual, ya que todavía


resulta bastante fácil realizar copias ilegales de estos productos. En este
sentido, baste mencionar el tremendo impacto que ha tenido el formato de
compresión MP3 para facilitar el intercambio y descarga ilegal de música
a través de Internet, con la proliferación de servicios como Napster o las
aplicaciones “peer-to-peer”.

¾ El pago de las microtransacciones: todavía no se ha consolidado en el


mercado un sistema eficiente para gestionar los micropagos en la Internet,
necesarios para poder comercializar con eficacia muchos de estos
productos digitales, como podría ser el caso de la compra de canciones
sueltas.

Todos estos elementos están provocando importantes cambios en el modelo de


negocio, así como en la gestión de los derechos de autor dentro de este sector. De
hecho, el negocio de las compañías discográficas podría dejar de estar centrado en la
venta de CDs y DVDs para abarcar la explotación de los derechos de reproducción de
las canciones de los artistas que representan a través de diferentes canales, entre ellos
Internet.

Además, hay que tener en cuenta que tradicionalmente cada discográfica


abarcaba un determinado territorio, pero ¡Internet rompe con todas las barreras
geográficas!, por lo que esta situación comienza a plantear conflictos de distribución.

Por otra parte, las principales casas discográficas siempre se han centrado en
los grandes volúmenes, el marketing y las promociones de artistas consagrados. Sin
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 33

embargo, a través de Internet se pueden dar a conocer nuevos músicos que no entran
en los circuitos habituales de la industria discográfica. De hecho, Websites como
Vitaminic, MP3.com, eMusic o GoodNoise se han lanzado para permitir distribuir las
canciones y compartir sus beneficios con los artistas.

También se está replanteando el modelo tradicional de negocio basado en la


venta de canciones, para explotar otras fuentes de ingresos como los conciertos o la
publicidad. En palabras del experto en Internet Eric Norlin, “los artistas del
Renacimiento no cobraban por la venta de cada copia de su trabajo. Shakespeare hizo
gran parte de su fortuna por ser dueño de su teatro, no por la venta repetida de
Hamlet”.

Caída en las ventas de las discográficas


En el año 1998 la RIAA anunciaba que ya se empezaba a notar la caída en las
ventas de CDs entre los consumidores más jóvenes (entre 15 y 24 años) debido al
impacto de Internet. No obstante, se estimaba que en 1998 unas 240 cibertiendas
vendieron a través de Internet en Estados Unidos entre 25 y 30 millones de discos y
CDs.

En 2000 el mercado experimentó una caída del 1,2% en unidades y del 1,3%
en ingresos, según datos de la IFPI (International Federation of the Phonographic
Industry, Federación Internacional de Industrias Fonográficas), la organización
internacional que agrupa a las empresas discográficas. Esta caída fue del 4,7% en
Estados Unidos.

En 2001 las ventas de discos cayeron casi un 3% en Estados Unidos. Para


reactivar las ventas, algunas tiendas discográficas rebajaron los precios de los CDs,
situándolos por debajo de los 10 dólares.

En España en el año 2002 las ventas de discos experimentaron un descenso


del 13,35%, según datos de la AFYVE (Asociación Fonográfica y Videográfica
Española), que achacó este descenso a las consecuencias de la piratería: el “top manta”
y el intercambio de canciones a través de Internet.

Según datos de la propia IFPI (International Federation of the Phonographic


Industry), las ventas mundiales de discos de música cayeron en 2003 por cuarto año
consecutivo, en torno a un 7,6%, debido principalmente a la piratería “física y digital”
y a la competencia de otras alternativas de ocio. En el informe de la IFPI se destacaba
que la industria discográfica había sufrido pérdidas mundiales acumuladas en sus
ingresos del 20% desde 2000.

Según datos de 2004, las cifras de ventas de música en Alemania habían caído
un 50% en los últimos seis años, mientras que en Francia la caída fue del 15% en 2003
y del 22% en la primera mitad de 2004, en Dinamarca el valor de las ventas de música
había descendido un 16% anual en los últimos tres años, y en Italia entre 2001 y 2003
34 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

las ventas de música bajaron en 50 millones de euros, cifra que representa una caída
del 8%.

En 2004 las ventas de discos en España experimentaron una caída del 12,6%
frente a las cifras del año anterior. La facturación del sector discográfico alcanzó en
2004 los 309 millones de euros, frente a los de 354 millones de euros alcanzados en
2003 y los 455 millones de euros contabilizados en el año 2000, lo cual representa una
caída en 2004 del 32% frente a las ventas del año 2000.

En otro informe publicado en diciembre de 2004 se daba a conocer el dato de


que el 61,1% de las tiendas de discos en España declaraba haber sufrido una
disminución en la facturación de unidades de discos superior al 10% en los primeros
nueve meses de 2004.

Por otra parte, en 2004 la facturación a nivel mundial por la venta de música
volvía a experimentar una caída de un 1%, si bien los expertos apuntaban una cierta
mejora de la situación gracias al crecimiento de las ventas a través de tiendas on-line y
a los DVDs musicales.

Nuevamente en el año 2005 las ventas de discos en España experimentaron


una caída del 5,7% frente a las cifras del año anterior, de tal modo que en los últimos
cinco años el porcentaje de caída acumulado en el mercado español era del 38,8%,
según datos publicados por la Asociación de Productores de Música de España
(Promusicae). De acuerdo con estos datos, en 2005 se vendieron 39,5 millones de
discos en las tiendas españolas, mientras que a través de la redes P2P se habían
producido unas 350 millones de descargas de canciones pirateadas. Además, de
acuerdo con un estudio realizado por el portal Terra, el 60% de los usuarios
reconocían haber contratado una conexión para ADSL para descargarse música y cine
desde Internet.

Podemos concluir, por lo tanto, que la distribución ilegal de canciones a través


de Internet ha tenido un impacto significativo en los ingresos de la industria
discográfica en estos últimos años.

No obstante, la Federación Internacional de Industrias Fonográficas (IFPI)


anunciaba en julio de 2005 que un total de 180 millones de canciones habían sido
descargadas de forma legal durante los primeros seis meses del año 2005, en
comparación con las 57 millones descargadas durante la primera mitad del año 2004 y
las 157 millones descargadas durante todo el año 2004. La IFPI considera que este
aumento se debe al crecimiento en un 13% del número de conexiones de banda ancha
alrededor del mundo y a que se intensificaron las campañas publicitarias por parte de
la industria para perseguir a quienes intentaran descargar o compartir canciones
ilegalmente.

Del mismo modo, en su informe la IFPI estimaba que también se había


producido un incremento del 3% en la utilización ilegal de los sistemas de intercambio
de archivos, ya que el número de canciones intercambiadas por los usuarios de las
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 35

aplicaciones “peer-to-peer” aumentó hasta los 900 millones en el mes de julio de


2005, respecto a los 870 millones de enero de 2005.

La respuesta de las discográficas


Ante la importante caída de los ingresos, varias empresas discográficas
decidieron adoptar medidas para reducir los gastos, llegando en algunos casos a
importantes recortes de su plantilla: así, por ejemplo, en 2002 EMI anunciaba el
despido de un 25% de su plantilla. En marzo de 2004 nuevamente esta discográfica
anunciaba el despido de 1.500 personas y la cancelación del 20% de sus contratos para
reducir costes.

A principios de 2003 la industria discográfica lanzaba la propuesta de que los


proveedores de acceso Internet pagasen un canon debido al intercambio ilegal de
música que tenía lugar a través de sus redes. En algunos países, como Dinamarca, los
proveedores de acceso a Internet pueden cortar la línea a un usuario que intercambie
ficheros de forma ilegal en la Red.

Asimismo, algunos países han decidido imponer un polémico canon sobre los
soportes (CD y DVD) y sobre los dispositivos de grabación (grabadoras de CD,
reproductores digitales de música…). En España este canon sobre los CD y los DVD
vírgenes entró en vigor el 1 de septiembre de 2003.

Para frenar la caída de ventas, a finales de 2003 algunas discográficas como


Universal Music decidieron rebajar hasta en un 30% el precio de los CD.

Por otra parte, las discográficas y las sociedades que representan a los propios
autores y artistas decidieron presentar una batalla legal contra los Websites que
facilitaban la descarga de canciones, así como contra empresas como Napster,
MP3.com o los servicios “peer-to-peer”. En España la SGAE (Sociedad General de
Autores de España) desarrolló a principios de 1999 un programa rastreador para
detectar música ilegal en formato MP3. En sus primeros dos meses de funcionamiento
había localizado un total de 384.000 páginas Web que ofrecían canciones de forma
ilegal.

Tras las demandas judiciales contra los fabricantes de reproductores MP3,


Websites como MP3.com, servicios como Napster o las emisoras de música on-line, la
RIAA (Recording Industry Association of America) inició en la primavera de 2003
una campaña de avisos contra los usuarios finales de las aplicaciones “peer-to-peer”,
así como contra las empresas y universidades que no controlaban de forma adecuada a
sus usuarios, permitiendo actividades como el intercambio de ficheros ilegales.

De hecho, la RIAA envió en marzo de 2003 una carta a 300 empresas


norteamericanas protestando formalmente por los actos de piratería llevados a cabo
desde sus redes y sistemas informáticos, advirtiendo en la misiva de la presentación de
demandas contra todas aquellas firmas que siguiesen consintiendo el intercambio de
36 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

canciones en formato MP3 y otros archivos similares a través de sus redes


corporativas.

Conviene destacar que las prácticas de intercambio de canciones han sido


habituales entre los consumidores desde la aparición de los casetes. Sin embargo,
Internet y los ficheros de música digital han facilitado enormemente esta actividad
ilegal. Por este motivo, las discográficas decidieron tomar cartas en el asunto y
emprender acciones legales contra los ciudadanos que descargasen o intercambiasen a
través de Internet canciones protegidas por derechos de autor.

Así, en enero de 2004 la RIAA lanzó una ofensiva legal, demandando a 532
particulares en Estados Unidos, en los tribunales de Washington y Nueva York, tras
haber utilizado dispositivos para rastrear las direcciones IP desde las que se
intercambiaban ficheros de forma ilegal. En principio, la RIAA acusó a los usuarios de
determinadas direcciones IP y, posteriormente, los jueces, si lo consideraban oportuno,
podían obligar a los proveedores de acceso a Internet a facilitar las identidades de
estos usuarios.

No obstante, desde algunos colectivos y grupos de defensa de los derechos de


los ciudadanos se han puesto en duda las prácticas de las discográficas para realizar un
seguimiento de los usuarios que utilizan las aplicaciones “peer-to-peer”. Según la
RIAA, cada imputado distribuía de media unas 800 canciones de forma ilícita, por lo
que reclamaba que pagasen miles de dólares como compensación por los daños
ocasionados.

En marzo de 2004 la RIAA demandaba a otros 532 particulares, con lo que la


cifra total rozaba ya los 2.000. En agosto de 2004 el número de particulares
demandados superaba ya los 4.000. A finales de septiembre de 2004 la RIAA
presentaba una nueva ronda de demandas contra 762 personas sospechosas de
distribuir sus canciones gratuitamente a través Internet. Finalmente, en diciembre de
2004 presentaba 754 nuevas demandas, acumulando ya un total de 7.704 desde el
comienzo de su ofensiva legal.

En muchos casos se alcanzaron acuerdos con los demandados que, como


media, tuvieron que desembolsar unos 3.000 dólares en concepto de indemnización.
Entre los demandados había estudiantes de colegios y universidades, donde el acceso a
redes de banda ancha y el escaso control de sus responsables ha propiciado una
explosión del tráfico de los servicios “peer-to-peer”. Presionadas por la RIAA,
muchas universidades de Estados Unidos han adoptado desde entonces medidas para
limitar el intercambio de archivos en sus redes.

Las demandas se han venido sucediendo desde entonces. Así, por ejemplo, en
abril de 2005 se presentaron demandas por violación de derechos de autor contra 405
estudiantes en 18 universidades de Estados Unidos que tenían acceso a la red de banda
ancha “Internet2”. A finales de 2005 la RIAA presentaba una nueva demanda
colectiva en ese país contra 751 personas, de modo que la cifra total de demandados
desde junio de 2003 superaba ya los 16.000.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 37

Para contener la utilización no autorizada de algunos servicios de Internet, en


estos últimos años se han adoptado medidas como la implantación de sistemas de
control de descargas ilegales en redes corporativas. A finales de abril de 2004 la
empresa Vivendi Universal daba a conocer el sistema denominado ACNS (Automated
Copyright Notice System), destinado a impedir la descarga no autorizada de material
con derechos de autor.

Este sistema fue instalado inicialmente en la Universidad de California


(UCLA), una de las mayores de Estados Unidos y que hasta la fecha constituía un
centro de descarga a gran escala de material ilegal. Los usuarios que descarguen
archivos de música MP3 o películas en formato DivX ilegales desde Internet serán
desconectados automáticamente de la red por el sistema ACNS, hasta que hayan
eliminado el material ilegal de sus equipos. No obstante, para que este sistema
funcione en la práctica se precisa de la colaboración de la organización que facilita la
conexión a Internet, planteando además algunas dudas sobre la legalidad de la
actividad de monitorización y control de los usuarios de una red corporativa.

Por otra parte, a finales de agosto de 2004 el FBI llevaba a cabo la primera
redada contra las redes “peer-to-peer”. Los agentes confiscaron diverso material
informático durante su actuación contra una red de intercambio de música, juegos,
películas y otros archivos denominada “Underground Network”.

En otros países distintos a Estados Unidos, ha sido la Federación Internacional


de la Industria Fonográfica (IFPI) la encargada de presentar la mayor parte de las
demandas contra usuarios particulares de los servicios de intercambio de ficheros
“peer-to-peer”. Así, a finales de marzo de 2004 la IFPI presentaba mandatos judiciales
contra 247 personas en Italia, Alemania, Dinamarca y Canadá, acusándolos de haber
ofrecido cientos o incluso miles de canciones en servicios de intercambio de ficheros
como Kazaa y WinMX para que otros usuarios las pudiesen descargar.

Posteriormente, en octubre de 2004 la IFPI inició otros 459 procesos


criminales y civiles contra algunos de los usuarios más activos de los servicios de
intercambio de ficheros en el Reino Unido, Francia y Dinamarca, con una segunda ola
de demandas en Italia, Alemania y Dinamarca. Las acciones judiciales fueron
emprendidas en nombre de algunos de los principales sellos discográficos, incluidos
EMI, Warner Music y Universal Music.

Estas demandas se dirigían sobre todo contra los usuarios que compartían su
colección de música con otros (“uploaders”), más que apuntar a las personas que
simplemente descargaban canciones para su uso personal.

En abril de 2005 la IFPI presentaba otras 960 demandas en varios países de


Europa y Asia, contra usuarios de la red de Kazaa (Kazaa, Kazaa Lite, iMesh) y de
otros servicios P2P como eDonkey y eMule, Gnutella, OpenNap, WinMX y Winny,
DirectConnect y BitTorrent.
38 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Por su parte, Japón era el primer país asiático que anunciaba en abril de 2005
su intención de unirse a la batalla legal contra la piratería en Internet. El mercado
japonés también está siendo afectado de forma importante por este delito,
experimentando una caída acumulada de un 30% (1.800 millones de dólares en
pérdidas) entre 2000 y 2004.

En abril de 2005 las discográficas españolas, a través de su asociación


Promusicae, amenazaban a través de correo electrónico a 10.000 internautas españoles
que se dedicaban a intercambiar música a través de redes P2P. Para ello, la industria
musical dispone de un robot que opera en la red P2P de Kazaa y que se encarga de
enviar un mensaje de forma automática cada vez que detecta a un usuario residente en
España que intercambia música protegida con derechos de autor.

Las discográficas también tuvieron que afrontar algún contratiempo en los


tribunales. De hecho, a finales de marzo de 2004 la Corte Federal de Canadá negó a la
industria discográfica el derecho a exigir que los proveedores de acceso a Internet
(ISP) le entregasen la lista de las personas sospechosas de intercambiar ficheros de
música digital en Internet. La industria discografía exigía los nombres de los presuntos
responsables para poder lanzar juicios en su contra y sentar así un precedente legal. El
dictamen argumentó que no existía trasgresión de los derechos de propiedad
intelectual en el simple hecho de descargar una canción o tener archivos musicales
disponibles para intercambiar con otros usuarios de Internet, decisión muy discutible
hoy en día en numerosos países, a tenor de la nueva legislación adoptada para proteger
los contenidos digitales.

De una forma similar, en diciembre de 2003 la Corte de Apelaciones de


Estados Unidos determinó que el proveedor de acceso a Internet Verizon no tenía que
entregar la lista de individuos que reclamaba la RIAA en ese país. En ese caso la Corte
de Apelaciones de Estados Unidos dictaminó que el proveedor de acceso a Internet
sólo era responsable del contenido existente en sus propios servidores, pero no de la
utilización que sus clientes hacían de su red.

Sin embargo, en octubre de 2004 la Industria Fonográfica Británica (BPI)


ganaba una resolución crucial en el Tribunal Superior Británico, que obligaba a los
proveedores de servicios de Internet a revelar la identidad de los británicos acusados
de usar la Red para el intercambio gratuito de canciones. De este modo, hasta marzo
de 2005 un total de 23 usuarios de redes P2P demandados por la BPI tuvieron que
desembolsar 66.000 euros en concepto de indemnización para zanjar el proceso
judicial que se había abierto contra ellos, a una media de unos 2.900 euros por
demandado. Entre los demandados figuraban varios menores de edad (en ese caso
tuvieron que afrontar sus padres la correspondiente indemnización) que habían
intercambiado cientos o varios miles de canciones a través de las redes P2P.

A principios de abril de 2005 la Agencia Francesa de Protección de Datos


decidió autorizar a las compañías discográficas la monitorización de Internet para
localizar intercambios de ficheros P2P. Gracias a esta resolución, las asociaciones
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 39

francesas podrán rastrear a los usuarios más activos en el intercambio de ficheros y


remitirles mensajes no autorizados advirtiéndoles de la ilegalidad de su actuación.

También a finales de junio de 2005 en una decisión unánime el Tribunal


Supremo de Estados Unidos señalaba que las empresas dedicadas a la creación de
redes de intercambio entre iguales (servicios “peer-to-peer”) podían ser consideradas
responsables de la violación de derechos de autor cuando sus usuarios copiasen y
distribuyesen música, películas u otros materiales sin permiso de los propietarios de
los derechos. La batalla legal se remontaba a 2001, cuando la industria de la música y
el cine interpusieron las primeras demandas contra Streamcast Networks y Grokster.

Entre las principales sentencias por descargas de canciones digitales para uso
personal, podemos destacar que a principios de febrero de 2005 el Tribunal
Correccional de Pontoise en Francia condenaba a un profesor de ese país a pagar 3.000
euros de multa y 10.000 euros en concepto de daños y perjuicios a las sociedades galas
de autores y de productores musicales, por haber descargado canciones de Internet en
su ordenador para su propio disfrute personal, convirtiéndose de este modo en la
primera condena en Francia contra un usuario de Internet por la descarga de música
mediante los programas “peer-to-peer” (la policía había encontrado 10.000 canciones
ilegales en el disco duro del ordenador del acusado).

Asimismo, debemos tener en cuenta que como consecuencia de las


actuaciones judiciales se han producido ya varios cierres de servidores de redes P2P.
En diciembre de 2004 la policía judicial francesa cerraba un servidor en Internet
instalado en la región parisiense y que formaba parte de la red P2P “BitTorrent”. Este
servidor contaba con miles de obras cinematográficas y musicales (algunas recién
estrenadas) y en el momento de su cierre un total de 160.000 personas lo estaban
utilizando para descargar ficheros. Por este motivo, el administrador del servidor
podría ser condenado a tres años de prisión y hasta 300.000 euros de multa. El cierre
del servidor fue promovido por la Asociación de Lucha contra la Piratería Audiovisual
(ALPA), en colaboración con la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos
(MPAA).

Por otra parte, a finales de octubre de 2005, la discográfica Berstelsmann


anunciaba su intención de lanzar su propio sistema P2P legal, la plataforma digital
Gnab que permitirá descargar música y películas a través de Internet. Esta plataforma,
que se prevé lanzar inicialmente en Alemania, combinará un sistema centralizado de
administración de derechos digitales con una distribución descentralizada al estilo de
otras aplicaciones P2P.

De esta manera, las películas y la música pasarán primero por un servidor


central, donde se les podrán incorporar elementos de seguridad que faciliten el
seguimiento de las descargas futuras y asegurar que los autores y propietarios de
contenido digital reciban su compensación económica cada vez que se descargue el
fichero en cuestión. Posteriormente, estos contenidos digitales serán distribuidos a
través de redes descentralizadas de ordenadores pertenecientes a clientes registrados
en la plataforma Gnab.
40 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

Más recientemente, a mediados de noviembre de 2005 la Federación


Internacional de Productores de Música (IFPI) anunciaba una nueva oleada de
acciones legales contra usuarios de servicios ‘peer-to-peer’, afectando a más de 2.100
personas de países como Suecia, Suiza, Argentina, Hong Kong, Singapur, Austria,
Dinamarca, Francia, Finlandia, Alemania, Islandia, Irlanda, Italia, Japón, Holanda, el
Reino Unido y Estados Unidos.

Cuando daba a conocer esta nueva oleada de acciones legales, la IFPI


informaba en una nota de prensa que la “piratería” musical constituía el factor que más
estaba contribuyendo a la caída de ventas de música en todo el mundo, cifrada en unos
6.000 millones de dólares en los cinco últimos años. Esa caída, siempre según la IFPI,
ha sido de un 50% en Alemania, de un 43% en Dinamarca, de un 35% en Holanda, de
un 25% en Hong Kong y de un 24% en Italia, países todos ellos en los que la
penetración y capacidad de la banda ancha se ha incrementado rápidamente en estos
últimos años.

Otro de los frentes abiertos por las discográficas y las sociedades de defensa
de los derechos de los autores ha sido la demanda de un canon que tendrían que
abonar los fabricantes de reproductores de música digital y de teléfonos móviles. De
hecho, en España la Sociedad General de Autores y Ejecutantes (SGAE) conseguía
imponer su tesis, siendo aceptada su propuesta para introducir este canon sobre todo
tipo de reproductores multimedia en el nuevo texto de la Ley de Propiedad Intelectual,
que estaba siendo tramitando en el Congreso de los Diputados a principios de 2006.
Así, a finales de 2005 la SGAE presentaba una demanda contra Apple tras negarse
ésta a pagar un canon por cada uno de los iPod que vendía en España.

La reacción de la industria cinematográfica


Más recientemente la preocupación por el intercambio ilegal se ha extendido a
la industria cinematográfica. De hecho, la Asociación Americana del Cine (MPAA)
anunciaba en marzo de 2004 que cada día se estaban descargando en Internet entre
400.000 y 600.000 películas de forma ilegal. La piratería de películas se ha
aprovechado de formatos de compresión de vídeos como DivX, así como de la
popularización de las redes de intercambio de ficheros y de la caída de precios de los
grabadores de DVDs.

Por todo ello, la industria cinematográfica de Hollywood prometió que a partir


del mes de noviembre de 2004 llevaría ante la justicia a todos los usuarios de Internet
que intercambiasen películas pirateadas. Los servicios “peer-to-peer” que facilitan el
intercambio gratuito de ficheros representan “la más grande amenaza a la cual debe
hacer frente la economía del cine en 110 años de historia”, según afirmaba el
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 41

presidente de la MPAA1 en una rueda de prensa celebrada en Los Ángeles, cifrando el


coste de las copias ilegales de películas en unos 3.500 millones de dólares de pérdidas
anuales.

A mediados de noviembre de 2004 esta amenaza se materializó, al presentar la


MPAA demandas contra 700 usuarios de redes P2P, solicitando 150.000 dólares de
indemnización por cada película intercambiada.

Posteriormente, a principios de diciembre de 2004 la MPAA presentó nuevas


demandas en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Finlandia y Países Bajos contra
más de 100 servidores de redes P2P (BitTorrent, eDonkey y DirectConnect).

En diciembre de 2004, un tribunal de Kyoto condenaba a un empresario


japonés a un año de prisión por “colgar” en Internet una película pirata a través de una
aplicación P2P (en este caso se trataba de una copia de la película Una mente
maravillosa).

A finales de enero de 2005, la MPAA anunciaba una nueva ronda de


demandas contra usuarios estadounidenses de redes P2P. Asimismo, la MPAA
solicitaba la colaboración de los propios usuarios, que pueden descargar de forma
gratuita el programa “Parent File Scan”, diseñado por la propia MPAA para identificar
aplicaciones P2P instaladas en un equipo, así como copias ilegales de otros ficheros
protegidos por derechos de autor (MP3, Windows Media, MPEG, etcétera). Este
programa se dirige sobre todo a los padres preocupados por la responsabilidad en la
que puedan incurrir sus hijos por la descarga on-line de copias piratas.

En febrero de 2005 la MPAA presentó nuevas demandas contra distintas redes


informáticas que permitían utilizar aplicaciones P2P como BitTorrent o eDonkey.

Conviene tener en cuenta, además, que a finales de 2004 se publicaba la


noticia de que tanto la MPAA como la RIAA habían puesto en funcionamiento varios
servidores de redes P2P (como eDonkey) con base en Estados Unidos para poder
“cazar” a los usuarios que intercambiasen copias piratas de ficheros protegidos.

En mayo de 2006 en un informe dado a conocer por el periódico The Wall


Street Journal, los grandes estudios de cine de Hollywood reconocían que estaban
perdiendo cerca de 6.100 millones de dólares cada año en el mundo entero debido a la
piratería. Para realizar este cálculo se tuvo en cuenta el dinero que se estaba dejando
de ganar a causa de la caída de la asistencia a las salas de cines y los DVD no
vendidos, llevando a cabo un estudio detallado en 28 países durante un período de 18
meses. Del total de 6.100 millones, 2.400 millones se deberían a las falsificaciones,

1
MPAA (Motion Picture Association of America): Asociación de Cine de Estados
Unidos, integrada por Paramount, Sony-MGM, Warner Bros, Universal, Walt Disney y 20th
Century Fox, entre otros.
42 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

1.400 corresponderían a las copias ilegales y 2.300 provendrían de las descargas en


Internet.

En definitiva, la piratería comienza a tener un importante impacto dentro del


sector, afectando de forma especial a los videoclubes. Así, en España en la primera
mitad de 2005 se detectó una caída del 46% de los alquileres realizados. Por este
motivo, la cadena de videoclubes Blockbuster anunciaba en marzo de 2006 su decisión
de cerrar los 86 centros que tenía en toda España debido al descenso continuado del
alquiler de películas.

Progresiva concienciación de los consumidores


Un informe hecho público a finales de junio de 2004 por la Federación
Internacional de Productores Discográficos (IFPI) puso de manifiesto el incremento
del número de Websites de distribución música legal en Internet, pasando de 20 a más
de 100 en menos de un año.

Además, en este informe se constataba un fuerte crecimiento en la actividad de


estas tiendas de música on-line. Así, el proveedor paneuropeo de música on-line OD2
presentó un promedio mensual de más de medio millón de descargas legales durante el
primer trimestre de 2004. Según datos de la propia OD2, el número de usuarios
registrados en Websites legales europeos había pasado de 380.000 a finales de
septiembre de 2003 a 830.000 tan sólo medio año después.

La IFPI también aseguraba en su informe de junio de 2004 que el número de


archivos de música ilegales disponibles en redes “peer-to-peer” había caído a 700
millones, lo que suponía 100 millones menos que en enero de 2004 y un 30% menos
que en junio de 2003, cuando se contabilizaron unos 1.000 millones.

La IFPI considera que el avance experimentado es consecuencia directa de las


campañas de información que se han llevado a cabo entre los consumidores europeos,
así como por las acciones legales emprendidas en países como Alemania, Dinamarca o
Italia. Diferentes encuestas realizadas en Francia, Alemania, Reino Unido y
Dinamarca durante los primeros meses del año 2004 señalaban que siete de cada diez
ciudadanos eran plenamente conscientes de que compartir música protegida era una
actividad ilegal. Este porcentaje creció en Francia del 59% en enero hasta el 73% en
mayo de 2004.

Según un informe posterior presentado por la IFPI en enero de 2005, la


descarga legal de música en Internet fue diez veces mayor en 2004 que en el año
anterior, alcanzando un total de 200 millones de canciones vendidas en Estados
Unidos y Europa (de las cuales 140 millones se habían vendido en Estados Unidos, el
equivalente a 14 millones de discos), con un incremento importante del número de
tiendas de música on-line, ya que se cerró el año 2004 con más de 230 tiendas activas
en Internet.
© RA-MA ANEXO XIV: IMPACTO DE LA PIRATERÍA DIGITAL EN LA INDUSTRIA DISCOGRÁFICA 43

En julio de 2005 la IFPI daba a conocer otro estudio según el cual ya existían
más de 300 Websites de tiendas de música on-line, tres veces más que el año anterior
por las mismas fechas. Además, casi 2,2 millones de personas de todo el mundo eran
clientes de estos servicios digitales, en comparación con los 1,5 millones que lo hacían
en enero de 2005.

Por otra parte, según un estudio publicado por el Ejecutivo de la Unión


Europea, los mercados musicales vía Internet generaron 207 millones de euros en
2004 en Estados Unidos, frente a 27,2 millones en la UE, y ello a pesar de que el
mercado europeo asciende a 450 millones de consumidores, frente a 280 millones el
estadounidense. La tendencia indica además que en 2005 la venta on-line de música
permitirá generar casi 500 millones de euros en Estados Unidos, frente a 105,4
millones en Europa.

Según datos de Promusicae, la Asociación de Productores de Música de


España, durante el primer semestre de 2005 el mercado de la música grabada en
nuestro país redujo su valor en un 15,7%, situándose en 180 millones de euros. En lo
que se refiere a unidades, el descenso se sitúa en el 13,4% durante los primeros seis
meses del año, con un total de 19,1 millones comercializadas. Este descenso contrasta
con el incremento de las ventas de música on-line, que ya representa el 6% del
mercado español.

La IFPI señalaba en otro informe de octubre de 2005 que las ventas on-line y a
través del teléfono móvil tenían ya un “impacto significativo” en el mercado global de
la música, siendo los países más activos en esta nueva modalidad de distribución
Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Alemania y Francia. El mercado digital estaba
creciendo rápidamente y, durante el primer semestre de 2005, sólo en Reino Unido se
vendieron 10 millones de canciones, en Alemania 8,5 millones y en Francia 4
millones.

A finales de enero de 2006 la propia IFPI daba a conocer los datos globales
para todo el año 2005, alcanzando el mercado de la música digital unas ventas por
valor de 1.100 millones de dólares, triplicando de este modo los resultados del
ejercicio anterior y confirmando este fuerte crecimiento, impulsado por el éxito de los
reproductores digitales como el iPod y de los teléfonos móviles de última generación.
El mercado de la música digital representaba en ese momento, a finales de 2005, el
seis por ciento del total de las ventas de la industria musical.
44 ENCICLOPEDIA DE LA SEGURIDAD INFORMÁTICA © RA-MA

REFERENCIAS DE INTERÉS
Algunas referencias de tiendas de música on-line y páginas Web de artistas y
sellos discográficos:

9 Bowie.Net: http://www.davidbowie.com/

9 Musicology Download Store:


http://www.npgmusicclub.com/

9 MusicNet: http://www.musicnet.com/

9 iTunes: http://www.apple.com/itunes/

9 Weblisten: http://www.weblisten.com/

9 Rhapsody: http://www.listen.com/

9 MSN Music: http://music.msn.com/

9 MyCokeMusic: http://www.mycokemusic.com/

9 Yahoo!Music: http://launch.yahoo.com/

9 MusicMatch: http://www.musicmatch.com/

9 Wippit: http://www.wippit.com/

9 FNAC Music: http://www.fnacmusic.com/

9 Virgin Digital: http://www.virgindigital.com/

9 YourMusic: http://www.yourmusic.es/

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