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Santa Filomena

Milagrosa Santa Filomena,yo que conozco la gran fuerza de voluntad que tuviste para soportar
todos los martirios a los que fuiste sometida para resguardar tu pureza.

Yo que sé de los tantos y tantos milagros que se te atribuyen y que muchos


de estos fueron científicamente comprobados. También sé que a tu cortísima edad fuiste mártir por
defender tu promesa hecha de votos de castidad.

Hoy te suplico fuerzas para mí. Santa Filomena,niña de gran talante y con una fuerza de voluntad
inmensa.

Ayúdame en estos momentos de apuros por los que estoy pasando. No me abandones en mi
angustia y mi dolor, bríndame tu apoyo y protección.

San Ramón Nonato

Oh, San Ramón Nonato, tú que por predicar la palabra de nuestro señor fuiste victima de un
martirio muy cruel en el que tuviste que llevar un candado en la boca. En esta ocasión me
acerco a ti para pedirte que escuches mi súplica, para que mi oración pueda ser escuchada
por ti, te pido que intercedas ante el Padre misericordioso para que esté protegido de todas
las personas que hablan mal de mí.

Padre Nuestro, tú que has llegado a concederle a San Ramón Nonato el deseo de poder
liberar a los esclavos, en esta ocasión me acerco para poder rogarte que intercedas y que
alejes la esclavitud del pecado y que intercedas por todos los errores que he cometido y que
me alejan de Ti, para que pueda vivir en paz, con salud y bienestar lejos de todos aquellos
que sólo buscan atormentarme y lastimarme.

Te pido por tu Hijo, Jesucristo amado, quien es y siempre será nuestro Señor, quien vive a tu
lado en tu Reino. Por los siglos de los siglos. Amén.

Oh, San Ramón Nonato, tú que por siempre seguir la palabra de nuestro Señor fuiste castigado y
obligado a llevar en tu boca un candado encendido. En esta ocasión me acerco a ti para pedirte
que puedas escuchar mi plegaria, para pedirte que intervengas con nuestro Padre para que pueda
protegerme de todas las malas lenguas.
Para que pueda estar protegido de todos los males y los mensajes negativos de personas que lo
único que buscan es hacerme daño y afectarme.
Por favor, Padre Celestial. Tú que le otorgaste a San Ramón Nonato la ambición para poder
liberar a todos los eslavos, te pido por medio de esta oración que me alejes de la sumisión y del
pecado. Para que el pecado nunca me aleje de tu lado y para que siempre pueda estar en paz.
Te lo suplico, Padre nuestro, en el nombre de tu hijo, Jesucristo, quien está sentado a un lado de ti,
que me puedas dar tu protección divina para que siempre pueda mantenerme alejado de las malas
lenguas que buscan hacerme daño. Por los siglos de los siglos.
Padre Nuestro, te pido que me puedas conceder un deseo por medio de tu bondad y de tu
gracia infinita por medio de esta oración a San Ramón Nonato. Te ruego para que puedas
hacer que mis días sean dichosos y llenos de tranquilidad.
Por favor, mi Señor amado, te pido que mantengas a todas las malas bocas alejadas de mí,
que los chismes no me puedan afectar y que se aparten todas las personas que buscan
difamarme.

Te lo suplico en nombre de tu hijo, Jesucristo, mi Señor y mi guía, quien también reina los
cielos a tu lado. Por los siglos de los siglos. Amén.

Oh, nuestro Señor, por medio de esta oración a San Ramón Nonato busco acercarme a ti, ya
que el Santo Patrono predico tu palabra y por ello fue victima de un Cruel Martirio Enel que
tuvo que llevar un candado prendido en su boca.

Así, me acerco a ti para pedirte que me escuches, rogándote que puedas interceder por mí y
protegerme de todas aquellas personas que lo único que hacen es hablar mal de mi a mis
espaldas.

Todas aquellas personas que me difaman y que ocultan la verdad, que no puedan afectarme
cuando me encuentre debajo del manto de tu protección divina, evitando así el daño que sus
palabras pueda ocasionar. En el nombre de tu Santo, solicito tu ayuda. Amén.

Padre nuestro, te solicito que puedas concederme a través de tu infinita bondad la gracia de
San Ramón Nonato, para que puedas hacer que mis días sean más felices, tranquilos y llenos
de dicha.

Por favor, Padre nuestro, te pido y ruego que mantengas alejadas las malas bocas de mi vida,
que los chismes que hacen no puedan afectarme. Te pido que alejes a todas aquellas personas
que buscan difamarme.

Te lo ruego en el nombre de tu hijo, Jesucristo, quien se encuentra sentado a tu lado. Por los
siglos de los siglos. Amén.

ORACIÓN DE LA CORAZA DE LA SANGRE DE JESÚS

Oh mi amado Señor Jesús tu sufrimiento es el nuestro, tus espinas son las nuestras, tu Sangre
derramada es nuestra fuerza y defensa, por ello, Señor, confío en Ti, en Ti espero, y lo que tú
pongas en mi camino, lo recibiré con gratitud, amor y sabiduría; te lo prometo y que sea tu
Divina voluntad.

Oh mi buen Jesús, con el Poder de tu Sangre Preciosa, y por tu presencia viva en la Santa
Eucaristía, te ruego me des valor en las luchas diarias, y, en cualquier situación, victoria frente al
enemigo.

Oh, Coraza de la Sangre del Redentor, oh mi amadísimo Señor Jesús, acude a mí, protégeme en
todos mis caminos y batallas espirituales; cubre mis pensamientos, potencias y sentidos y con tu
poderosa coraza protectora, reviste mi cuerpo y vida con tu poder.

Que los dardos incendiarios del maligno, no me toquen ni en el cuerpo, ni en el alma; que ni el
veneno, ni el hechizo, ni la maldad de los hombres me hagan daño y cause desasosiego; que ningún
espíritu encarnado o descarnado me perturbe ni venga en mi contra; que Satanás y sus huestes del
mal, huyan de mí al ver la Coraza de Tu Sangre Protectora.

Oh, Coraza de la Sangre del Redentor, libérame de todo mal y peligro, de toda adversidad y
oscuridad para que pueda cumplir la misión que en esta vida me ha sido encomendada y dar
Gloria a Dios.

Me consagro y consagro mi familia voluntariamente al Poder de tu Preciosa Sangre Protectora.

¡Oh mi buen Jesús, libérame a mí y a mi familia y seres queridos de todo mal y peligro, aleja de
nosotros las malas personas, las malas compañías y los malos espíritus, que tu Presencia siempre
nos ampare y defienda. Amén. Rezar un Padrenuestro y un Gloria.

Oh, Coraza de la Sangre del Redentor, Señor nuestro Jesucristo,sella con tu Sangre, mi cuerpo, mi
alma y mi espíritu.

Cubre con tus llagas, mi cuerpo, mi alma y mi espíritu y lava con el agua de tu costado mi cuerpo,
mi alma y mi espíritu, para que este día sea positivo en Ti y me libres a mí y a mi familia de todo
mal y maldad, de todo peligro y enfermedad, de las asechanzas del enemigo del alma en cualquiera
de sus manifestaciones. Amén Señor. Rezar un Padrenuestro y un Gloria.
Señor nuestro Jesucristo te adoro, te alabo, te bendigo, gracias por tu infinito amor por el que te
has hecho uno de nosotros naciendo de la Virgen María y por el que subiste a la Cruz para dar tu
vida por nosotros.

Gracias por tu Sangre Preciosísima con que nos has redimido.

Con tu sangre Preciosísima brotada de tus sacratísimas sienes traspasadas por espinas: cúbrenos,
séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo
poder maligno, todo poder satánico.

Con tu Sangre Preciosísima brotada de tu hombro y espalda llagados por la Cruz que llevaste a
cuestas: cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda
iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu Sangre Preciosísima brotada de tu costado abierto por la lanza: cúbrenos, séllanos,
lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder
maligno, todo poder satánico.

Con tu Sangre Preciosísima brotada de tus pies y de tus manos traspasados por los clavos:
cúbrenos, séllanos, lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda
iniquidad, todo poder maligno, todo poder satánico.

Con tu Sangre Preciosísima brotada de todo tu cuerpo llagado por los azotes: cúbrenos, séllanos,
lávanos, purifícanos, libéranos, destruye en nosotros todo pecado, toda iniquidad, todo poder
maligno, todo poder satánico.

Oh, Coraza de la Sangre del Redentor, te ruego seas mi protección hoy y siempre, y me liberes del
mal en todo momento y lugar. Amén, Amén, Amén. Rezar tres Padrenuestros y tres Glorias.

Oración a San Miguel Arcángel

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y


asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica; y tu,
oh! Príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a
satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Amén
Magnificat

Glorifica mi alma al Señor y mi espíritu se llena de gozo al contemplar la bondad de Dios mi


salvador. Porque ha puesto la mirada en la humilde sierva suya, y ved aquí el motivo por el que
desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, pues ha hecho en mi favor cosas grandes
y maravillosas el que es todo poderoso y su nombre infinitamente santo, cuya misericordia se
extiende de generación en generación a todos cuantos le temen. Extendió el brazo de su poder y
disipó el orgullo de los soberbios, trastornando sus designios. Desposeyó a los poderosos y elevó a
los humildes. A los necesitados los colmó de bienes y a los ricos los dejó sin cosa alguna. Exaltó a
Israel, su siervo, acordándose de su Misericordia, como lo había prometido a nuestro padre
Abraham y a toda su descendencia por siempre. Amén

Alma de Cristo (San Ignacio de Loyola), en Español y en Latín (Ánima Christi)

Alma de Cristo, santifícame. Anima Christi, santifíca me


Cuerpo de Cristo, sálvame. Corpus Christi, salva me
Sangre de Cristo, embriágame. Sanguis Christi, inébria me
Agua del costado de Cristo, lávame. Aqua láteris Christi, lava me
Pasión de Cristo, confórtame. Pássio Christi, confórta me
¡Oh, mi buen Jesús, óyeme. O bone Jesu, exáudi me
Dentro de tus llagas, escóndeme. Intra tua vúlnera, abscónde me
No permitas que me aparte de Ti. Ne permíttas me sepári a te
Del enemigo malo, defiéndeme. Ad hoste malígno, defénde me
En la hora de mi muerte, llámame. In hora mortis, meæ voca me
Y mándame ir a Ti. Et jube me veníre ad te
Para que con tus santos te alabe. Ut cum Sanctis tuis laudem te
Por los siglos de los siglos. Amén In sæcula sæculórum. Amen

Oración para encomendarse a San Benito Abad

Santísimo confesor del Señor; Padre y jefe de los monjes, interceded por nuestra santidad, por
nuestra salud del alma, cuerpo y mente.

Destierra de nuestra vida, de nuestra casa, las asechanzas del maligno espíritu. Líbranos de
funestas herejías, de malas lenguas y hechicerías.

Pídele al Señor, remedie nuestras necesidades espirituales, y corporales. Pídele también por el
progreso de la santa Iglesia Católica; y porque mi alma no muera en pecado mortal, para que así
confiado en Tu poderosa intercesión, pueda algún día en el cielo, cantar las eternas alabanzas.
Amén. Jesús, María y José os amo, salvad vidas, naciones y almas. Rezar tres Padrenuestros,
Avemarías y Glorias.

Salmo 3

Señor, cuán numerosos son los que me atribulan!


Muchos se insurreccionan contra mí
Muchos son los que dicen de mí: no hay para él salvación en Dios.
Mas tú, Señor, eres mi fuerza. Gloria mía, que levantas mi cabeza.
Con mi voz clamé al Señor, y me escuchó desde su Monte Santo.
Yo me acosté, y me dormí.
Me levanté, porque el Señor me sostiene.
No temeré los miles
Que en derredor acampan contra mí.
Levántate, Señor! Sálvame, Dios mío!
Porque Tú golpeaste en la quijada a todos mis contrarios
Rompiste los dientes de los malos.
En el Señor está la Salvación.
Venga tu Bendición sobre tu pueblo!

Para obtener la curación de un enfermo

¡Oh María, sin pecado concebida, cuya inmensa bondad y tierna misericordia no excluye el alivio
de este amargo fruto de la culpa que se llama enfermedad de la cual es con frecuencia víctima
nuestro miserable cuerpo! ¡Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los
enfermos! Aquí me tenéis implorando vuestro favor. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra
de vuestro Hijo Jesús, obténgalo este querido enfermo, que os recomiendo, mediante la aplicación
de vuestra Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se
manifieste una vez más: para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor vuestro, podamos
exclamar agradecidos: La Medalla Milagrosa le ha curado.

Mi San Expedito de las Causas Justas y Urgentes.

Socórreme en esta hora de aflicción y desespero, intercede por mí, junto a Nuestro Señor
Jesucristo.

Vos que sois un Santo Guerrero, Vos que sois el Santo de los Afligidos, Vos que sois el Santo de
los Desesperados, Vos que sois el Santo de las Cosas Urgentes.

Protégeme, Ayúdame, Dame Fuerza, Coraje y Serenidad. ¡Atiende mi pedido!

San Ignacio de Loyola

“San Ignacio de Loyola, tú que eres conocido por ser el fundador de la Compañía de Jesús;
tú que fuiste elegido entre miles para poder enseñar la gloria de Dios por todo el mundo; tú
que eres un hombre con múltiples virtudes…

Pero, sobre todo, porque eres un hombre puro que siempre tuvo la intención de ayudar a los
demás, consiguiendo así la gloria de Dios; eres considerado un héroe gracias a que
soportaste penitencia, siempre con prudencia y humildad; siempre fuiste constante,
prodigioso y devoto, dando caridad y la palabra de Dios, con gran fe y esperanza.

Amado santo, disfruto de gozo al verte enriquecido con tantas prerrogativas, acercándome a
ti en esta ocasión para poder pedirte que nos ayudes, que nos alcances el espíritu que
animaba, con una intención siempre recta, para que podamos seguir el camino hacia la
gloria divina, imitando tus pasos, para que así consigamos ser tus compañeros en la gloria.
Amén.”

“Oh, Santísima Virgen, madre celestial y excelsa, tú que conseguiste inspirar la luz maternal
en San Ignacio Loyola, para que de esta forma pudiera seguir el camino sacerdotal y dedicar
su vida a su espiritualidad, con obras y ejemplos, ayudando siempre a las demás personas, en
esta ocasión te ruego que me perdones por todas mis faltas y me permitas, por la gran
devoción que tengo, que San Ignacio de Loyola pueda mantenerte protegido.
Te ruego que pueda darme fuerza y fe, para que así pueda mantener alejado de mi lado a
todas aquellas personas malintencionadas que lo único que buscan es dañarme, te ruego que
las alejes de mi lado y que puedas enseñarles lo que se puede ganar cuando se hace el bien.
Amén.”

San Ignacio de Loyola, tú que eres un santo fe, tú que siempre protegiste los ideales de la
iglesia católica, siempre protegida de la apostasía, de la retórica y de la hipócrita herejía, te
pido en esta ocasión que puedas mantener lejos de mí, de la misma forma que tú y tus
discípulos, a todos aquellos que promuevan el mal y ataquen a la iglesia.

Te suplico que apartes de mi lado a todas aquellas personas que viven para el mal, que alejes
de mi vida a todos los malos vecinos, que alejes del sendero que debo de seguir a todos mis
enemigos.

San Ignacio de Loyola, santo devoto de Jesucristo, te ruego por la bondad y por la gracia a
la que me someto. Amén.”

Te conjuro (nombre de la persona enemiga) en el nombre de Jesús, María y José.


Con estas palabras te conjuro una vez más, para que te alejes de mí como el cordero manso, sin
atenciones y amor hacia mí, criatura de Dios, requiero que lo único que hagas sea no pensar en mí,
lo que tienes que hacer pensando lleno de amor.
Yo, (decir tu nombre, te conjuro mujer (u hombre) que ya no debes de hacerme daño.
En el nombre del espíritu del dominio, yo seré quien domine tus cinco sentidos, tu pensamiento, tu
juicio y toda tu voluntad: para que así, puedas ser fácilmente dominado y te alejes de mis pies,
amarrado totalmente a mis deseos de distancia, desde hoy y para siempre.
Que cuando yo lo/la vea, él/ella no me vea. Cuando yo lo/la oiga, él/ella no me oiga. Que cuando
yo lo/la mire, él/la no me mire. Cuando yo lo/la toque, que él/ella no me toque. Así cuando yo
suspire, que él/ella tampoco suspire.
De esta forma, conseguiré que sus cincos sentidos, su mente, su corazón y sus sentimientos alejados
de mi, que no estarán atados a mí por siempre, siempre estando atado a mis propios pensamientos.
Por Dios lo pido y por mi misma naturaleza no lo necesito.
Oh Jesucristo, tú que eres bendito, acudo a ti en esta ocasión con la intención de poder en
entrar en ti la ayuda que requiero y que necesito en este momento de mi vida.

Porque sólo en ti puede confiar, mi Señor, porque sé muy bien que tú eres el único que puede
hacer algo para aliviar mis pesares utilizando tu fuerte brazo de justicia y amor.

Sagrado Corazón, utilizando tu poderoso brazo, te pido que me ayudes a poder seguir el buen
camino que me ayudes para que pueda encontrar la felicidad. Amado Jesucristo, tú que eres
el dueño de mi vida, te imploró que me perdones que perdones todas mis faltas y mis errores.

Corazón bendito de Jesucristo, te pido que uses tu brazo protector para que así todos mis
enemigos estén lejos y no me puedan hacer daño. También te pido que mantengas a toda mi
familia protegida, que nos puedas cubrir con tu manto de amor para que la soledad esté
alejada de mi vida. Amén.
Siempre caminare vestido y armado con las armas de San Jorge, para que así mis enemigos
no tengan el valor para alcanzarme, para que sus manos no puedan atraparme, para que sus
ojos no me vean, para que sus pensamientos no puedan afectarme.

Las armas de fuego no alcanzarán mi cuerpo, las lanzas y los cuchillos se romperán sin tocar
mi cuerpo, las cadenas y las cuerdas se romperán sin atar mi cuerpo.

Jesucristo, por favor protegeme, defiéndeme con el poder de tu divina gracia. Virgen de
Nazaret, te pido que me cubras con tu manto sagrado y divino, protegeme de mis aflicciones y
mis dolores.

Dios, con tu divina misericordia, con tu gran poder, te pido que seas mi defensor contra todo
el mal y que evites la persecución de mis enemigos.

San Jorge

Glorioso San Jorge, en el nombre de Dios, te pido que me prestes tu escudo y tus armas, te
ruego que me defiendas con todas tus fuerzas y con tu grandeza, que mis enemigos sean
sumisos y humildes bajos los pies de su fiel jinete. Así que pueda estar junto al poder de Dios
y del espíritu Santo. San Jorge, ruega por nosotros.

San Expedito

San Expedito, me acerco a ti para que puedas interceder, tú que tienes un gran poder el cual
recibiste de parte de Dios para poder escucharnos, siempre buscamos abrigarnos en ti, para
poder solucionar los problemas que tenemos, para poder aliviar nuestras penurias, aquellas
que no podemos superar y que no soportamos, y que tenemos que resolver de forma urgente.

En esta ocasión me acerco a ti, pidiendo tu auxilio porque no tengo fuerza para seguir,
por eso acercó a ti todas mis suplicas, teniendo la esperanza de que me puedas ayudar a
encontrar una solución, te ruego que vengas en mi ayuda.

San Expedito, tú que siempre consigues lo imposible, dejó en ti todas mis súplicas de ayuda.
Amén.

San Cipriano

¡Oh, poderoso San Cipriano! Tú que eres conocido como el gran defensor contra los
maleficios que sufrimos, te pido que puedas protegerme de toda brujería, siempre
manteniéndome protegido, librame de mis enemigos y defiéndeme de ellos, o de cualquier
otro mal que pueda afectarme o afectar a mi familia.

¡Tú que eres bendito, San Cipriano! Te ruego para que puedas eliminar los daños, para que
puedas alejarlos de mí, para que las armas de mis enemigos nunca me alcancen, espero
siempre estar a salvo contigo a mi lado, evitando que sea perseguido por peligros y enemigos.

Te imploro que puedas interceder por mí ante nuestro Señor, y que no dejes que el mal pueda
alcánceme, protegiéndome de brujerías y hechizos, para que nunca puedan afectarme.

San Cipriano llename de justicia, amor y paz, que, en medio de todas estas dificultades,
nada pueda hacerme daño o afectarme, ayudame a encontrar la paz que tanto deseo,
para poder ir al reino del cielo. Amén.
Tú que eres bendito, San Cipriano, tú que tienes un gran poder, que te encargas de cuidar y
proteger a hombres y mujeres, de todos los peligros que asechan, te pido que puedas mantenerme
protegido de mis enemigos, de la desgracia, de la enfermedad y de los peligros, de todo mal o
maleficio que pueda afectarme.
Te imploro que limpies mi vida, que me puedas dar la protección que solicito, para que pueda estar
limpio y seguir progresando.
Te pido que mantengas a mi familia protegida, que todos puedan seguir adelante sin problemas.
Que sus negocios y trabajos vayan bien, que estén librados de todo mal y todo peligro que pueda
asecharlos.
San Cipriano, te imploro que me puedas cubrir con tu armadura, para que pueda estar bajo tu
protección y seguridad, que mi vida y la de mi familia esté segura, pudiendo encontrar unión,
felicidad, paz y amor.
Siempre he confiado en ti San Cipriano, en tu protección y limpieza divina. Amén.
¡Oh, Dios que siempre estás a mi lado, te pido que alejes a las malas personas de mi lado!

En esta ocasión acudo a ti, Santa Bárbara, para que puedas confundir a mis enemigos, para
que puedas apartarlos de mi lado y que no puedan dañar mi fe.

Tú, la gran protectora de los hombres, la bienhechora que es generosa con los cristianos y
que abre su pecho para las buenas personas, te pido tu auxilio, para que pueda salir
victorioso con la sangre de tu corazón, para que pueda librarme de mis enemigos.

Aleja a la traición y a la envidia de mi lado, te pido que me protejas de mis enemigos y que
me libres de la maldad y del odio. Aleja al mal vecino y a los malos enemigos, confunde a mis
enemigos para que no puedan hacerme daño. Ayúdame a dominar esta situación para que
pueda salir victorioso.

No dejes que interrumpan nuestra marcha cristiana, y si son persistentes, que el infierno sea
el castigo que les espera por lo que han hecho.

Santa Bárbara

Santa Bárbaa, por favor librame de todo mal, librame de mis enemigos, proteje mi vida de
cualquier daño para que pueda vivir en paz y tranquilidad. Por Jesús y la Virgen. Amén.

¡Oh, poderoso San Jorge! Tú que eres un caballero valiente y fuerte, generoso y protector de
los desamparados y de los pobres, de todos aquellos que sufren de carencias económicas. Tú
que jamás le niegas ayuda a aquellos que la necesitan, que eres generoso con las personas
que están pasando por muchas dificultades, que siempre ayudas a los que no tienen los
medios suficientes para tener una buena vida, que recibes nuestras suplicas. En esta ocasión
estoy ante ti para pedirte tu ayuda.

Tú, poderoso guerrero de la fe, defensor de los débiles, que siendo rico pudiste distribuir
caritativamente tus bienes entre todos los necesitados, tú que pasaste por situaciones
apremiantes y que siempre, por la gran confianza que tienes en Dios, pudiste salir victorioso.
Te pido que me ayudes a solucionar lo antes posible y de una forma eficaz, los problemas que
hay en mi casa, que me ayudes a eliminar todos los males que hay en mi hogar.
Abre las puertas de la abundancia, abre los caminos hacia la riqueza que han permanecido
cerrados en mi vida, cambia mi mala suerte y mi pésima situación económica, cambiala por
una situación de prosperidad.

Ayudame a conseguir todos los medios para poder mejorar mis finanzas, te pido que me des
mejor suerte para que pueda aumentar las ganancias que recibo, dame buena fortuna en mis
negocios y en mis inversiones, para que pueda ver multiplicados los ingresos. Te ruego, oh
santo mío, que pueda conseguir lo que necesito para poder vivir sin preocupaciones.

San Jorge

San Jorge, por favor, intercede ante Dios, nuestro padre, que es muy bueno, misericordioso y
comprensivo, para que me ayude me conceda este favor: (pedir con mucha fe y humildad lo
que estás buscando conseguir).

San Jorge, mártir del Señor, tú que todo lo consigues de Él, te pido que actúes en mi favor,
con una gran humildad y confianza para que puedas conseguir lo que te estoy pidiendo, que
sabes muy bien que me es indispensable para tener una buena vida.

Con mucha esperanza te pido que me extiendas tu mano y que no dejes que siga sufriendo por
todas estas necesidades, por favor, haz que tenga abundancia y prosperidad, que pueda
disfrutar de mis días sin tener que estarme preocupando, sin tener penas y que pueda evitar
que mi hogar siga sufriendo.

Para finalizar esta oración a San Jorge para limpiar la casa rezar dos ave maría y dos
padres nuestro. Rezar esta oración por 5 días consecutivos.

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