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divertidas en un cuento
Escrito por CuentosparaDormir on Mié, 04/23/2008 - 20:55
Para crear un cuento, como decía en cómo inventar un cuento genial cada día en apenas
un minuto, basta con tener un mensaje que contar, unos personajes y una situación. Lo
que no conté entonces, es cómo se puede hacer para generar esas circunstancias y
personajes, y que sean creativos y divertidos. He aquí algunas ideas para conseguir que
la falta de imaginación y creatividad ya no sea una excusa para no inventar un
gran cuento:
Busca dos palabras que no tengan afinidad, para que la imaginación se ponga en marcha
y busque una relación entre ellas. Coche-rueda no es una asociación ilógica, pero coche-
espinacas sí lo es.
¿qué tal un coche que en lugar de gasolina necesita espinacas? Su lucha por conseguir
que vendan verduras en las gasolineras prácticamente nos deja el cuento hecho
2.- Y SI FUERA...
A los niños les encantan las máquinas que hacen cosas raras más propias de personas.
Por ejemplo, imagina que se rompe la máquina especial de dar besos y arropar a los
niños antes de dormir, y todos los papás del mundo tienen que volver a aprender a
hacerlo ellos mismos, o que la máquina de peinarse un día se levanta muy alegre y peina
a mamá y a papá los pelos de punta...
Al tener definido uno o varios personajes, la mente se fuerza a tener que buscar una
historia en la que encajen, de lo que pueden salir cosas muy locas. Además, tu hijo se
identificará con el que haya elegido, lo que puedes utilizar para enseñarle a él las cosas
que aprenderá su personaje.
¡¡Prepárate a pensar algo con un escenario, una rana y un ciempiés!! Tras la primera
sorpresa, terminas viendo sobre el escenario una carrera de ranas montando sobre
ciempiés salvajes, ¡a ver quién gana!
Otra variante es que el propio niño participe en la historia. En ese caso, estará muy
atento, pero hay que ser muy hábil manejando las cualidades y defectos que se muestren
durante la historia.
7.- PELÍCULAS
Personajes muy conocidos por los niños, como pueden ser Caillou, Pocoyo, Bob
Esponja o todos los de Disney pueden ser muy útiles a la hora de crear un cuento
creativo, ya que él los reconoce perfectamente, por lo que cambiando algo de su carácter
se conseguirá una gran sorpresa. Por ejemplo, Aladdin podría vivir en la lámpara con el
Genio, y estar tan apretados que tendrían que compartirlo todo.