· Egidio Torres C.
Delincuencia Común, Prisionización
de Menores y Prevención
Doris Cooper Mayr
Socióloga
Master en Ciencias Sociales mención en
Modernización Nacional y Comunal
Académica Departamento Humanidades, UTEM
Resumen
Se realiza una investigación sobre la Delincuencia
y Desviación considerando el universo de menores
recluidos en las Unidades Penales de Gendarmería
de Chile situados en las Regiones V,VIII, IX y Región
Metropolitana (Proyecto Fondecyt-Ulare 1000065
finalizado el 2004) que demuestra que los
menores en el contexto de la más extrema
pobreza, que se autodefinen y autoperciben como
ladrones del hampa, comienzan a robar por
necesidad a partir de los 6 años; que entre los 6 y
los 10 años se encuentra robando un 71% de ellos,
y que los domésticos lo hacen mayoritariamente
recién a partir de los 14 años (28%). Se sostiene
en este artículo que estos menores no son más
que un producto del sistema neoliberal
capitalista, y que, en síntesis, desde una
perspectiva analítica, el encarcelamiento de éstos
es a nuestro criterio anticientífico, se contrapone
a los Derechos del niño de 1990, salvo por la
modificación de la ley asociada a la definición de
la mayoría de edad u otras modificaciones
especializadas y legales, y considera a aquellos
políticos que no siendo necesariamente expertos
en criminología, intentan solucionar el grave
problema social de la delincuencia, construyendo
cárceles para menores sin desarrollar todas las
medidas eficientes que potencien la prevención.
Palabras Claves: áEconomíañ áIlegalñ áContractualñ
COMMON DELINQUENCY, IMPRISONMENT OF
MINORS AND PREVENTION
Abstract
Research carried out on Delinquency and
Deviation taking into account the universe of
32
Revista Semestral Humanidades y Educación, agosto 2007
minors imprisoned in the Penal Units of
Gendarmeria de Chile located in the V, VII, IX and
Metropolitan Regions (Project Fondecyt-Ulare
1000065 completed in 2004) which shows that
under-age youngsters in extreme-poverty
conditions who define and perceive themselves
as underworld thieves, start stealing out of
necessity when they are just 6 years old and when
they are between the ages of 6 and 10, 71% of
them is a thief, with the great majority of the
domestic ones becoming thieves starting at the
age of 14 (28%). This article upholds that these
minors are nothing else than a by-product of the
neoliberal, capitalistic system and that in sum,
from an analytical perspective, their
imprisonment is in our view anti-scientific,
opposed to the Children´s Rights Act of 1990,
except for the modification to the law associated
with the definition of being-of-age or other
specialized and legal modifications including
those politicians who, not being necessarily
criminology experts, try to solve the serious social
problem of delinquency by building prisons for
youngsters without effecting all the efficient
measures to empower prevention.
Key Words: áEconomyñáillegalñácounterculturalñ
DELINCUENCIA Y DESVIACIÓN JUVENIL
Se sostiene en el contexto de la Ley de responsabilidad
Penal Juvenil del Derecho Penal, y en consecuencia
de la responsabilidad de los menores que cometen
delitos, especialmente delitos comunes, que éstos
deben cumplir las penas establecidas, porque son
imputables ante la ley a partir de los 14 años de edad,
entendiendo que poseen discernimiento y que, en
 Delincuencia Común, Prisionización de Menores y Prevención ·
consecuencia, son capaces, al igual que los adultos,
de discernir o “elegir concientemente entre el bien y
el mal”. Estos planteamientos coinciden con lo que
hace 220 años sostenía Beccaria C. en 1786, quien
afirma, además, que las penas son necesarias para
reestablecer el equilibrio moral de la sociedad, para
escarmentar al delincuente, y para que otros no se
sientan tentados a actuar como él.
En términos opuestos ideológica y científicamente
surge la Escuela Positiva de Derecho Penal ya en 1876,
que se basa en el método científico y que incorpora
todas las disciplinas científicas que se requieran al
estudio de la delincuencia. Esta última Escuela elabora
tres postulados, clasificables como contestatarios, el
primero de los cuales afirma que el delito es el
producto de las condiciones físicas y psíquicas del ser
humano y de factores naturales, económicos y sociales;
el segundo sostiene que el libre albedrío no existe y
que es necesario fundar en otra base la imputabilidad
de los hechos delictuosos, debiendo considerar, en
síntesis, tantas variables como sean necesarias para
lograr describir, analizar y comprender la etiología de
la delincuencia, en este caso de la delincuencia común;
el tercer postulado, afirma que la pena por sí sola no
basta para combatir la criminalidad. Ya en el siglo 19,
entonces, la Escuela Positiva sostiene que la etiología
de la delincuencia común se asocia a variables tales
como las causas biológicas, las psíquicas y psiquiátricas,
la herencia (ahora la genética), culturalmente la edad,
el sexo y el estado civil, la constitución de la familia,
el alcoholismo (y ahora además la drogadicción), la
instrucción y profesión, las causas naturales y
ambientales e incluso cosmotelúricas, las sociales y
económicas, la inmigración y emigración, la
concentración de la riqueza y la miseria, la justicia y
la policía, etc. (Del Río R. 1935).
Planteamos que nuestros gobiernos democráticos se
orientan política y prácticamente en términos
relativamente dualistas, pero que en síntesis tiende
a predominar en la empiria más bien un discurso
ideológico relativamente científico, con una praxis
predominantemente punitiva, a nuestro criterio
absolutamente ineficiente, que sólo incrementa la
inequidad entre los ciudadanos más marginados y la
elite, y que ahora intenta incluso penalizar a los
menores. A nuestro criterio pueden elaborar este
nuevo Derecho Penal que incluye la prisionización de
los menores, construir muchas cárceles más para
adultos y otras tantas para menores, y que, sin
embargo, el enfrentar este grave problema social,
evidentemente no pasa por la elaboración de leyes
punitivas ni por la construcción de más y más cárceles.
Aseveraciones de ladrones afirman que al Estado le
saldría más barato enrejar las poblaciones más
pobres, ya que pueden llenar Chile de cárceles, pero
33
Revista Semestral Humanidades y Educación, agosto 2007
esto no soluciona el problema de la pobreza extrema
y la delincuencia común.
La delincuencia común de adultos comienza
justamente en la infancia, por lo que muchos niños,
adolescentes y jóvenes son y/o serán los delincuentes
que más temprano que tarde, repletarán las cárceles,
no solo de Chile, sino de toda América Latina. Estos
mismos menores llegarán a ser los adultos que
finalmente hacinarán las construcciones carcelarias
concesionadas o no, los mismos adultos que siendo
niños estuvieron en diversos hogares de menores. Según
ya se ha legislado, muchos niños ingresarán a hogares
de menores, luego a cárceles de menores, y otros serán
sometidos a penas alternativas. Sin embargo, estos
procesos de “teórica rehabilitación” no generan ni
utópicamente -menos automáticamente- una economía
formal con más puestos de trabajo que pueda acogerlos
una vez que abandonen las rejas, o penas alternativas,
que signifiquen oficios o profesiones formales que les
faciliten la entrada final a una economía nacional
formal donde real y efectivamente puedan insertarse,
con o sin los antecedentes penales incluidos.
La etiología de este gravísimo problema social de la
delincuencia común, se asocia con variables de
dimensiones mucho más dramáticas que el simple
libre albedrío y el discernimiento de las conductas
“buenas y malas” o legales e ilegales, no sólo en los
adultos, sino particularmente en los niños. Se trata
de macrovariables estructurales y también, por
cierto, de variables y microvariables, tanto a nivel
económico, como de clases sociales, pobreza y
extrema pobreza, así como de la necesidad instintual
de sobrevivir en situaciones de extrema marginalidad
social, en áreas ecológicas urbanas marginales
violentas, problemas asociados a los conflictos
intrafamiliares sólo “recientemente descubiertos”,
la ingesta de psicotrópicos constituidos en verdaderas
válvulas de escape de la marginalidad y el horror de
la pobreza, de la frustración y la agresión, finalmente
convertida en violencia.
Esta realidad ha tenido como consecuencia, la
emergencia paulatina pero sostenida de una Economía
Informal alternativa e Ilegal, no sólo en Chile sino en
América Latina, en el tercer mundo, y en el primer
mundo desarrollado, donde ha surgido un cuarto
mundo compuesto por inmigrantes del tercer mundo,
donde consolidan paulatinamente incluso barrios de
inmigrantes, incluyendo ladrones chilenos. Ser ladrón
o ladrona internacional tiene gran prestigio, aunque
inferior al de los asaltantes. Cientos de menores
tienen, como meta social, ser asaltante y/o “irse a
trabajar a Europa”, trabajo que se rotula
positivamente como “los europeos”. Definitivamente,
así como se globaliza la economía formal, también
se globaliza la economía informal e ilegal.
· Doris Cooper M.
La Economía Informal alternativa e Ilegal, la hemos
elaborado como una teoría socio-económica y
criminológica (Cooper Mayr D.2005), y permite
afirmar, como constructo, que “la Economía Informal
alternativa e Ilegal” es complementaria a la economía
neoliberal y se encuentra estructurada por roles
laborales ilegales, propios de actores sociales de clase
baja en extrema pobreza y pobreza dura”. Debemos
destacar que estamos haciendo referencia a la
delincuencia común, que incluye el hampa y las
mafias de clase baja (98%), donde la clase media se
encuentra presente en menos del 2% de los casos y
en su mayor parte compuesta por psicópatas
estafadores y/o psicópatas sexuales, y la clase alta
práctica y comparativamente casi ausente, aún
cuando este tipo de delincuencia denominada
“corrupción”, implica millones de dólares, incluso la
apropiación de recursos económicos y/o venta de
recursos naturales indispensables para la vida de
millones de seres humanos, lo que incluye la
depredación del planeta.
Los roles laborales de la Economía informal alternativa
e ilegal, se encuentran constituidos al menos por roles
tales como los roles laborales de los ladrones y
ladronas, los de los traficantes de drogas al minoreo
y otros tipos de tráfico, los roles laborales del trabajo
infantil, los roles laborales de la prostitución infanto-
juvenil y los del comercio ambulante.
A la constitución de esta realidad económica ilegal,
contribuyen la economía mundial y la globalización
de la economía formal, informal e ilegal, la
internacionalización de los roles laborales de los
ladrones de clase baja y mafias, el incremento y
consolidación de la denominada “corrupción”, es
decir de la delincuencia de la elite del poder política
y económica nacional y globalizada que genera
pérdidas económicas y daños a la ciudadanía aún
incalculables y simplemente desconocidas, la
volatilidad del capital electrónico, la ética capitalista,
el genocidio y la depredación del planeta, las crisis
económicas regionales, y el incremento de la pobreza
mundial, en especial en el tercer mundo.
El desconocimiento de la estructura, real magnitud y
las interconexiones a nivel globalizado de esta
economía informal alternativa e ilegal, obedece al
hecho que los economistas especializados en
economía formal no han dimensionado su relevancia
y/o simplemente a un extraño encubrimiento
ideológico, ya que si bien se han hecho algunas
estimaciones de los daños económicos que genera la
economía informal en algunos rubros, no se ha
constituido formalmente una nueva rama en la
economía académica que aborde esta economía
ilegal, su descripción y/o comprensión, ya que la
percepción social y académica de este problema
34
Revista Semestral Humanidades y Educación, agosto 2007
socio-económico humano, hace tratarlo ideológica y
simplemente como “delincuencia”. Sólo ha sido
estudiado por las policías, algunos sociólogos y
criminólogos, y muchos periodistas a nivel de los
medios de comunicación. La “corrupción” de las elites
del poder económico y político, ideológicamente, ni
se estudia ni cuantifica. Debe destacarse que en Chile,
un solo delincuente condenado de clase media genera
el mismo daño económico que 1760 condenados de
clase baja (Vega A., Castillo V. 1998); esto constituye
sólo la punta del iceberg respecto de lo que puede
significar una comparación con la delincuencia de la
elite del poder que, elaborando leyes ad hoc y
protegidos por expertos y vínculos políticos, sabe en
muchos casos realizar conductas borderline en
relación a la justicia en muchos países del planeta.
Desde esta perspectiva, justamente en el contexto
de una investigación y trabajo científico (Cooper Mayr
D. 2005), abordamos desde una perspectiva
psicosocial, sociológica y económica, la delincuencia
y desviación juvenil en la V,VIII, IX y Región
Metropolitana. Concluimos y sostenemos que ésta no
es producto del libre albedrío de los menores, sino
que el resultado de macrovariables tan relevantes
como la pobreza, extrema pobreza y pobreza dura,
la distribución del ingreso, y la estructura económica
formal que es incapaz de dar cabida a miles de adultos
y obviamente a miles de menores también; estructura
que se ve afectada crecientemente por factores tan
relevantes como la globalización de la economía, y,
entre otros aspectos, el comercio con países como
China e India, donde la mano de obra es mucho más
barata, así como también lo son las materias primas,
y donde, en consecuencia, no sólo las grandes
transnacionales recurren a elaborar sus productos,
sino también gran parte de nuestros empresarios,
arriesgándose así la supervivencia de las pymes y el
trabajo de casi el 90% de la población en edad laboral.
Es así como se multiplica la delincuencia común en los
bolsones de pobreza de las grandes urbes industriales:
a partir de las relativamente nuevas características
de la economía nacional y globalizada, desde hace al
menos 25 años. Los efectos de las grandes crisis
económicas, entre otras la de los 80 en Chile,
constituye una muestra de las repercusiones a nivel
de la clase baja y la delincuencia, ya que la población
penal se triplicó en esos años. En la actualidad, ésta
está adquiriendo indudablemente una nueva estructura
etárea, incorporando paulatinamente cada vez más
niños, adolescentes y jóvenes.
Podríamos plantear que el develamiento de las
variables independientes asociadas, vinculadas o
simplemente etiologizantes de la delincuencia juvenil
sólo podemos lograr descifrarlas los científicos; sin
embargo, ya los menores “delincuentes” las tienen
 Delincuencia Común, Prisionización de Menores y Prevención ·

claras, porque no hace falta ser adulto, científico y Tiempo Joven que participaron en los Cabildos del
menos político para darse cuenta de cuáles son las Gobierno y el Ministerio de Educación el 3 de
variables etiológicas de la delincuencia y desviación Septiembre de 1999, escritos y expuestos en
juvenil de clase baja, cuando se vivencia el drama papelógrafos por los mismos menores, y entre los
de la extrema pobreza, como podemos observar en cuales sostienen el siguiente diagnóstico.
los planteamientos de los menores de la Comunidad
COMUNIDAD TIEMPO JOVEN: CABILDO 3 de SEPTIEMBRE 1999.
(Transcripción textual de los escritos de los menores)

EL CHILE QUE VIBIMOS, Casa 4.

1. Vivimos el clasismo social: los ricos tienen el poder en nuestro país y todavía ay niños que pasan ambre ¡y
quien se preocupa de esto!
2. La falta de trabajo y educación superior y básica crea los delincuentes, y algunos robamos por pobreza y
si no se roba se practica la prostitución infantil y ninguna persona con poder se preocupa por nosotros y
también somos ladrones con mucho corazón y sentimientos. Sufrimos el rechazo social y no los conocen
de verdad.
3. La mayoría de la gente piensa que las personas que están privadas de libertad son malos y no creen en su
reavilitación ¡Pero entiendan, no son malos, son Pobres!! Libertad para todos!!

CHILE SOÑADO, Casa 4.

1. No nos gustaría un Chile con Tráfico de Drogas.
2. No nos gustaría un Chile con agresión a los menores.
3. No queremos que nos abandonen y que nos den la oportunidad de desarrollarnos como personas.
4. No queremos que nos deqriminen como persona.
5. No nos gustaría que nos señalen como delincuentes.
6. No queremos que nos impidan opinar.
7. No nos gustaría un Chile con hanbre y con pobresa.

EL CHILE SOÑADO, Casa 4.

1. Nosotros queremos un Chile con posivilidad para poder surgir y poder desarrollarnos como personas normales
y vivir tranquilos en nuestro hogar, lo pedimos y esperamos respuesta, por esto que alguien nos escuchen
por favor.
2. Si no hay Educación y trabajo, como pararemos la Delincuencia Juvenil: cada vez hay más ladrones en el
Chile que Uds. están creando. Pedimos respuesta a nuestras inquietudes. ¡Por favor, alludenos!

CONCLUSIONES, Casa 5.
1. No queremos ser discriminados.
2. Educación igualada para todos (jóvenes y niños con pocos recursos) y Universidades Públicas.
3. La reavilitación se puede lograr.
4. Los señores que tienen el Poder en nuestro país, se preocuparan de los pobres (salud, vivienda y educación).
5. Mayor penalización para los Traficantes de Drogas.
6. Atención y dedicación de los padres hacia los hijos.
7. Posibilidades de trabajo y reavilitación para los jóvenes delincuentes.
8. Queremos aprecio, comprención y apoyo a los jóvenes.
9. Salud y atención digna y igualada para todos.
10. Ser aseptados como somos, no importando presencia o clase social (corte de pelo, música, honda o forma
de pensar).
11. No a la represión y los malos tratos.

EL CHILE QUE VIBIMOS Y EL QUE EMOS VIBIDO, Casa 3.

1. El Chile que emos vibido: no le da la oportunidad a los jóvenes con problemas delistuales, para poder
engrisar a la sociedad.
2. El Chile que vibimos le da la oportunidad a la gente de mayores recursos económicos idescriminan a la
gente de escasos recursos poreso ni tanta delincuencia juvenil cuando los jóvenes le piden una oportunidad
para poder demostrarles que pueden ser algen en la vida.
3. Chile de ahora hay menos trabajos más sesantía, menos oportunidades y pocos centros recrealios y casa
propias dignas.
4. El Chile de ahora lo familia es muy desunida por falta de comunicación y cariño por eso cuando esten en

35
Revista Semestral Humanidades y Educación, agosto 2007
· Doris Cooper M.

la casa inviten a su familia al parque o a almorzar.

5. Si pudiéramos aser cancha, circo, juegos entretenidos... (se evita)
-maltrato a los niños
-prostitución de niños y muchacha por la droga y el alcohol.
Con esto saldremos adelante, vamos, se puede.

EL CHILE QUE QUEREMOS SOÑAMOS CON UN CHILE QUE, Casa 3.

1. Primero que nada queremos más oportunidades.
2. Que ya no nos miren como solamente seres delictuales.
3. Educación para la gente que tiene pocos recursos económicos.
4. Mejores combibencias y oportunidades para la genete de poblaciones.
5. Que no le den solamente prioridad a la gente jóven para los trabajos.
6. Que aigan más oportunidades para trabajar y aci combatir la dorgadicción y la delincuencia.
7. Que no aigan condenaciones para los menores que puedan salira delante.
8. Que aigan más centros médicos para la gente de escasos recursos económicos.
9. Y que la gente que no tiene recursos económicos les puedan conceder viviendas propias para que aci sean
familias bien constituídas.
10. Que nuestras familias los aconcejaran y fueran más unidas para que así puedan surgir los jóvenes.
11. Que no aiga más prostitución infantil en las calles de nuestro paise.
12. Que le den trabajo a las personas que alguna vez tuvieron problemas de listuales.
13. Que no les miren en meno por aver cometido un herror en la vida para que puedan mostrarles que pueden
ingresar como unos hombres de proveyo para que aigan más sentros para jóvenes con problemas de listuales
y que sean apollados para que salgan adelante.
14. Que no aigan más ancianos en las calles desamparados y que leden más protención y cariño a la gente de
la tersera edad.
Bueno, es lo que queremos para el Chile del Futuro representado por la CASA 3.

EL CHILE QUE TENEMOS Y VIVIMOS, Casa 2.

1. Hoy tenemos un Chile desorganizado y pobre, gracias a la cesantía y a los malos sueldos.
2. Un Chile dual que ayuda a otros y no asi mismo.
3. Un Chile egoísta.
4. Pocos Hospitales.
5. No están preparados pa enfrentar las necesidades de su población.
6. Un Chile con mucha delincuencia, gracias a la sesantía.
7. Un Chile con mucha drogadicción.
8. Un Chile sin opsion para los pobres.
EL CHILE QUE QUEREMOS, Casa 2.
1. Igualdad para todos.
2. Sin discriminación para los pobres.
3. Sin pobreza.
4. Buena atención en salud a todos por igual.
5. Con más oportunidades de trabajo para los jóvenes y adultos.
6. No más maltrato infantil.
7. Que el Estado asuma la Educación.
8. Que la tercera edad tengan mejor trato y mejores penciones para que vivan como seres humanos.
9. Que el día de mañana sea tal y como queremos.

CHILE QUERIDO DEL CHILE SOÑADO, Casa 1.

1. Tener posiblidades de estudiar.
2. Que no halla más repreción.
3. Los gustaría que no halla droga.
4. Que se tenga contemplación con los jóvenes que han cometido herrores.
5. QUe halla trabajo para todos.
6. los gustaría que no los maltraten en los centros de menores.
7. Queremos cariño, queremos amor y respeto.
8. Querimos amistad.
9. Querimos alegría, cariño, cariño.

36
Revista Semestral Humanidades y Educación, agosto 2007
Podemos constatar así que los menores tienen clara
la etiología de la delincuencia, pero como no participa
la ciudadanía y menos se escucha a los implicados en
problemas sociales graves como éste, en las decisiones
de los políticos y del gobierno, y a los científicos y
expertos tampoco, entonces simplemente se decide
encarcelarlos a partir de los 14 años. A nuestro
criterio, esta decisión atenta contra los Derechos del
Niño de 1990, en particular si consideramos que los
diversos tipos de delincuencia en los que éstos se
ven involucrados, comienzan en la más tierna
infancia. Los entrevistados que se autodefinen como
ladrones, comienzan a robar a la edad de 6 años, ya
entre los 6 y 10 años un 71% de estos menores están
robando y a los 13 años un 96% de ellos ya se encuentra
delinquiendo e incluso muchos ya han adquirido
alguna especialidad laboral. Demás está señalar
entonces, que en base a una lógica de prevención
simple, pero no por eso menos cierta, habría que
preocuparse de ellos antes de los cinco años, porque
o sino ya a los 6 años es muy tarde, porque sus padres
no tienen trabajo o presentan cesantía encubierta.
Estos menores ayudan económicamente a sus familias
y cubren sus gastos de supervivencia. La proporción
de menores ladrones que consumen psicotrópicos se
ha incrementado, pero el perfil psicosocial de la
drogadicción es pero muy inferior al que presentan
los domésticos, ya que afirman que trabajan lúcidos,
y a que éste es un valor central que implica además
el valor de no hacer daño innecesario.
Entre los menores que no se autodefinen como
ladrones, y que corresponden a los menores
domésticos y pandilleros, también situados en las
áreas más marginales de las grandes ciudades
industriales, la situación es totalmente diferente;
ellos se involucran en delitos mucho más tardíamente,
ya que entre los 14 y 17 años, encontramos el mayor
número de inicios delictuales, los que alcanzan a un
79% del total de los casos, y en general corresponden
a delitos menores en los cuales no se especializan y
actúan solo ocasionalmente, utilizando el dinero
fundamentalmente para consumir psicotrópicos, para
jaranear y/u obtener ropa de marca.
Los menores que no se autodefinen como ladrones,
son los que han cometido delitos habitualmente en
el contexto de la pertenencia a una pandilla
poblacional, o se trata simplemente de menores
domésticos que han caído en el problema de la ingesta
de psicotrópicos y que, siendo principalmente
drogadictos, roban en su propia población o en
poblaciones marginales vecinas para satisfacer las
necesidades del vicio. Este tipo de jóvenes son
rotulados como domésticos y si caen detenidos, en
proceso de evaluación de discernimiento o si se
encuentran en casas de menores, serán objeto de todo
37
Revista Semestral Humanidades y Educación, 2(3): pag 9 - 20, agosto 2007
tipo de rótulos e incluso de adscripción a roles por
los menores ladrones, roles que pueden llegar a
convertirlos en caballos o perkins, e incluso en perros
guatones (si han trabajado en el tráfico de drogas), o
en perros bombas (y deberán ser verdaderos soldados
y/o sicarios sin paga en el mundo delictual).
Es así como sólo en los menores (desde la más
temprana edad) que se autodefinen como ladrones
verdaderos, se va paulatinamente internalizando una
contracultura delictual propia del hampa, en la cual
se consolida un perfil psicosocial que incluye el
conocimiento y paulatina especialización en roles
laborales propios de la economía informal e ilegal de
los ladrones adultos, jóvenes y de menores, que
corresponden a los de (1) Asaltante, (2) Mexicanos,
(3) Internacionales, (4) Monreros, (5) Lanzas de mano,
(6) Lanzas a chorro, (7) Lanzas montados, (8) el
trabajo del Descuido, (9) de Toco, (10) Cuenteros,
(11) Achacadores, (12) Mecheros, (13) Pitochenta y
(14) Apurar la Jaiva . Todos estos son roles laborales:
ellos consideran que salen a trabajar, tienen días de
trabajo y un día de descanso, según alguna cábala o
correspondiente al día en que perciben mayor
peligrosidad o riesgo para su libertad y vida.
El Código ético que construimos a partir de los
discursos de los menores (Cooper Mayr D. 2005), y
que constituye parte del núcleo central a nivel
psicosocial y emocional–afectivo, corresponde al
menos a (1) ser Ladrón Ladrón; (2) robarle sólo a los
ricos; (3) tener sentimientos; (4) tener corazón; (5)
ser rápido de mente; (6) ser fuerte de mente; (7) no
ser débil de mente; (8) no psicosearse; (9) ser
correcto; (10) ser de una línea; (11) no sapear; (12)
dar la parte; (13) no irse p’al monte; (14) no ser
doméstico; (15) no hacer daño innecesario; (16) no
ser cogotero; (17) no cometer jamás delitos sexuales;
(18) no ser patas negras; (19) trabajar lúcido; (20) no
ser choro de esquina; (21) tener fierros (armas de
fuego) y un arsenal; (22) usar ropa de marca; (23)
hacerse respetar; (24) jamás robarle a la familia de
un ladrón; (25) ser caballero; (26) no ser chonchón;
(27) hacer conducta con los compañeros; (28) ser
honesto con los compañeros; (29) ser honrado con
los compañeros; (30) ser buen amigo; (31) amar a la
madre; (32) ser cariñoso con la familia; (33) ayudar
económicamente a la familia; (34) ayudar
económicamente a la familia de los compañeros si
caen presos.
Entre algunas cifras estadísticas de relevancia
respecto al perfil criminológico de los menores
recluidos en Unidades Penales, tenemos las
siguientes. (1) El 89% de ellos se encuentran privados
de libertad por delitos contra la propiedad; el 11%
de ellos por otros delitos como Homicidio, Lesiones,
· Sergio Sepúlveda G.
Porte ilegal de armas, Abusos sexuales. El 8% de ellos
está condenados por Homicidio. (2) Los Delitos contra
la Propiedad corresponden a Robos con Intimidación
(32%), Robos con Violencia (15%), Robos con Fuerza
(14%), Robos con sorpresa (12%), Robo simple (11%),
Robo con Homicidio (2%) y Hurto (1%). (3) El 84% de
los menores percibe el robo como un tipo de trabajo
y afirman que robar es correcto. (4) El 82% de ellos
es reincidente no legal (habitualidad delictual). (5)
72% de ellos se autodefine y autopercibe como ladrón-
ladrón, es decir, como menores que trabajan en el
robo, y que éste constituye para ellos un laburo diario,
difícil, sacrificado y peligroso, presentan especiali-
dades laborales, con horarios de trabajo y áreas
ecológicas urbanas de trabajo propias.
En relación al nivel educacional, el 91% de ellos tiene
Educación Básica; 60% ha llegado sólo a 6° Básico; el
9% ha cursado algún nivel de Educación Media; ninguno
presenta Cuarto Medio. Debemos destacar que la
deserción escolar en la extrema pobreza, se asocia
al hecho que muchos de estos menores con problemas
con la justicia ya trabaja como ladrón o como
microtraficante después de las horas de clases, y
desertan una vez que los valores y los roles laborales
se consolidan definitivamente en su mundo de la vida.
Es por esto que no es sorprendente, que algunos
menores en las escuelas públicas y/o subvencionadas
lleguen con armas y/o con drogas a clases. En cuanto
al Estado Civil, 91% es soltero y sin pareja; el 7% de
ellos es conviviente, el 2% pololea y es necesario
destacar que el 20% de ellos ya es padre de un menor.
Entre las principales categorías de menores de sexo
masculino considerando la autopercepción de los
propios menores de sexo masculino, encontramos las
siguientes. (1) Menores que se autoperciben y
autodefinen como ladrones; (2) menores que roban
ocasionalmente, que no se autoperciben ni
autodefinen como ladrones y roban solamente para
la subsistencia en el contexto de la extrema pobreza;
(3) menores que roban solo para drogarse y vacilar;
(4) menores consumidores de drogas que han
cometido otro tipo de ilícitos (no Delitos contra la
Propiedad).
Entre los principales problemas sociales asociados a
menores recluidas de sexo femenino, encontramos
(1) conflictos intrafamiliares, mujeres y niños
golpeados; (2) víctimas de incesto cometidos por
familiares (padre, padrastros y abuelos); (3)
prostitución infantil y juvenil; (4) víctimas de
violación por psicópatas sexuales (no familiares); (5)
prostitución infanto-juvenil asociado a la producción
de material pornográfico y tráfico de drogas; (6)
integración socio-subcultural al mundo de la vida en
caletas; (7) embarazo precoz y niñas-madres.
38
Revista Semestral Humanidades y Educación, agosto 2007
De estas menores, sólo un 37% de ellas se autopercibe
y autodefine como ladrona, 14% de ellas “más o menos
ladrona” y 49% de ellas no se autodefine como tal, lo
que coincide con el hecho que paulatinamente las
menores de sexo femenino se incorporan también a
la economía informal e ilegal.
Uno de los mitos corresponde al hecho que incluso un
90% de los menores delincuentes (ladrones), son hijos
de padres ladrones. Pero la realidad es que sólo un
8% de ellos son efectivamente hijos de ladrones y
debe tenerse presente que ninguno de todos los
ladrones adultos o menores entrevistados en ésta u
otras investigaciones (Cooper Mayr D. 1990, 1998,
2000, 2002, 2003 etc.) ha señalado que desea que
sus hijos sean ladrones; justamente afirman que su
meta más importante es que no sean ladrones y que
obtengan una profesión formal, dado el peligro del
trabajo, la posibilidad de perder la vida y
frecuentemente la libertad. La más alta proporción
de los padres (93%) de los menores con problemas
con la justicia, son de la clase baja, extrema pobreza
y desempeñan roles laborales informales y
ocasionales: se encuentran subempleados o perte-
necen al lumpen proletariado, debido a la falta de
trabajo. Sólo un 7 % de estos padres de los menores
son guardias, empleado municipal, mayordomo,
marino mercante y sólo un padre carabinero.
Sostenemos que definitivamente, los menores con
problemas con la justicia, no son más que las víctimas
de un sistema societal, en el cual no existen
oportunidades para los niños hijos del lumpen
proletariado, de los desempleados, de los que
desempeñan roles laborales informales y ocasionales,
incluso a partir de los 6 años, ya que estos niños deben
aprender prontamente cómo ganarse la subsistencia
de ellos, de sus hermanos y la de sus padres. Es, como
se ha señalado, a esta temprana edad, entre los 6 y
los 10 años que un 71% de los menores comienza a
robar, y entre los 6 y 13 años un 96% ya se encuentra
robando y la mayor parte ha hecho del robo su
trabajo.
En consecuencia, una prisionización a los 14 años, es
muy tardía. ¿Será que pronto, una vez que los políticos
constaten que el tener presos a los menores no
contiene a la delincuencia común, se dicten nuevas
leyes para bajar la edad nuevamente respecto de la
imputabilidad penal? ¿Es que no hay expertos que
asesoren a los políticos y les señalen que actualmente,
en este momento están naciendo más y más niños en
la extrema pobreza que tienen una alta probabilidad
comparativa de llegar finalmente a incorporarse al
mundo de las cárceles para menores? ¿Desconocen el
hecho de que el “discernimiento” frente a situaciones
límites de pobreza comenzó a instalarse en ellos
 Delincuencia Común, Prisionización de Menores y Prevención ·
incluso a los 6 años, por necesidad de sobrevivir? ¿Es
que no comprenden que el alto y creciente consumo
de psicotrópicos se ha convertido en una válvula de
escape de la extrema pobreza, de la ausencia de
expectativas, de la frustración e incluso del hambre
entre los extremadamente pobres? ¿Y que en las otras
clases sociales (en menor proporción) el consumo de
psicotrópicos se asocia más bien a problemas
psicosociales asociados al estrés del individualismo y
la brutal competencia exigidos por el Sistema,
percibidos ya en la juventud? ¿No saben que no hay
menores de clase media o alta en las cárceles, salvo
muy rara excepción, y que en estos casos se trata de
menores con problemas psicopatológicos, incluyendo
la drogodependencia?
Afirmamos que la prisionización implica una efectiva
marginación del sistema de miles de pobres-
delincuentes comunes, y en síntesis de “los que
sobran”, para proteger así a los ciudadanos de los
delitos del hampa, de los domésticos, del tráfico de
drogas y de toda la violencia que esto conlleva; pero
que podemos llenar Chile, América Latina y todo el
tercer mundo de cárceles para adultos y para
menores, que pueden éstas incluso concesionarse e
implicar algún tipo de buen negocio para ciertos
empresarios, pero que, en síntesis, es una medida
ineficiente y una condena a priori para miles de niños
que recién están naciendo en la más absoluta pobreza
y marginalidad. Por otra parte, y en relación a las
medidas alternativas a la prisión, sería necesario
obviamente proporcionarles ya tardíamente a los
menores no solo educación, sino luego profesiones
técnicas y/o universitarias. Pero previamente no sólo
hay que exportar cobre y salmones, porque esos
puestos de trabajo son comparativamente una baja
proporción de la fuerza de trabajo, sino que es
necesario fortalecer las pymes y crear innovación
(científica, de elite y/o popular) que abra las puertas
de la economía formal a miles de actores sociales
que necesitan subsistir, y que hoy o no tienen ningún
trabajo, o realizan roles laborales informales y
esporádicos por falta de oportunidades. Sería esto
un conjunto de medidas reparatorias de la
marginalidad que el propio sistema y la elite del poder
económico y político responsable, generan, al no
tomar necesariamente las medidas éticas y
científicamente apropiadas por falta de experticia.
Planteamos que es necesario construir una
democracia más científica y abierta a la ciudadanía,
donde primen los valores asociados a la prevención
de los principales problemas sociales del país. Para
esto es imprescindible que los que políticos que
legislen sean expertos en el problema social respecto
del cual elaboran leyes, que posean un grupo
permanente de científicos asesores reconocidos, y que
39
Revista Semestral Humanidades y Educación, agosto 2007
se incluya en los debates a la ciudadanía, a las
víctimas y los victimarios, e incluso especialmente a
los victimarios profesionalizados. Es necesario además
incluir un grupo de profesionales expertos, tales como
a Funcionarios de Gendarmería de Chile, que realizan
uno de los trabajos públicos más sacrificados y
extremos en las cárceles de Chile, y que han obtenido
conocimientos relevantes respecto de la delincuencia
común y también, en especial de los menores con
problemas con la justicia, debiendo considerarse
además los grados extremos de violencia
comparativamente a los adultos, que pueden
desencadenar los menores al interior de los recintos
carcelarios. Es imprescindible también incorporar a
los profesionales y funcionarios del Sename, del
Sernam, INJUB, ONGs y a las fuerzas de control social
como Carabineros de Chile y la Policía de
Investigaciones. Sólo una democracia abierta y
participativa, es la que podrá realmente enfrentar
este grave problema social de la delincuencia común
en los niños, jóvenes y adultos. Solamente la
prevención logrará disminuir la delincuencia común.
BIBLIOGRAFIA
· Berger P. Y Luckman T. THE SOCIAL CONSTRUCTION
OF REALITY. Garden City, N.Y.: Anchor. Edición en
Castellano: La construcción social de la realidad.
Buenos Aires: Amorrortu, 1968.
· Cooper Mayr D. INVESTIGACION DELINCUENCIA Y
DESVIACION JUVENIL. Investigación UNIVERSIDAD
LA REPUBLICA-FONDECYT. Proyecto N” 1000065.
2000-2003.
· Cooper Mayr D. CRIMINOLOGIA Y DELINCUENCIA
FEMENINA. Chile. LOM Ediciones 2002.
· Cooper Mayr D. DELINCUENCIA Y DESVIACION
JUVENIL. Chile LOM Ediciones. 2005.
· Cooper Mayr D. ACTITUDES DE LOS CONDENADOS
INTERNOS A UNIDADES PENALES HACIA LA
REHABILITACIÓN. Gendarmería de Chile. 1991.
· Cooper Mayr D. COMPORTAMIENTO SEXUAL
INTRAPENITENCIARIO. Universidad de Chile.
Conicyt Proyecto 1819. 1991.
· Cooper Mayr D. CONFLICTO FAMILIAR:
CARACTERISTICAS SOCIALES Y VARIABLES
ASOCIADAS EN LA EXTREMA POBREZA. Revista de
Sociología Nº 2. 1987.
· Cooper Mayr D. DELINCUENCIA COMUN EN CHILE.
LOM. Santiago. 1994.
· Doris Cooper M.
· Cooper Mayr D. TEORIA DE LA CONFIGURACION
IDEOLOGICA CAPITALISTA.ULARE. 2001.
· Cooper Mayr D. TEORIA DE LA ECONOMIA
INFORMAL ALTERNATIVA ILEGAL. FONDECYT-
ULARE. Proyecto N” 1000065. 2000.
· Cooper Mayr D. TEORIA DE LOS NICHOS
ETIOLOGICOS DE LA DELINCUENCIA. FONDECYT-
ULARE. PROYECTO 1000065. 2000.
· Cooper Mayr D. TEORIA DEL CONTINUO
SUBCULTURAL DE DELINCUENCIA: ASPECTOS
SUBCULTURALES Y PSICOSOCIALES ASOCIADOS.
Santiago. InvestigaciónGendarmería de Chile.
Universidad de Chile. Conicyt Proyecto 819. 1991.
· Cooper Mayr D. TEORIA DEL CONTINUO
SUBCULTURAL DE LA DELINCUENCIA. Santiago.
Facultad de Ciencias Sociales. 1990.
· Cooper Mayr D. VIOLENCIA EM TEMPO DE
GLOBALIZAÇAO. CAP. DELINCUENCIA COMUN EN
CHILE: DELINCUENCIA URBANA, RURAL E INDIGENA
EN EL MARCO DE LA TEORIA DEL CONTINUO
SUBCULTURAL DE LA DELINCUENCIA. ED. HUCITEC.
SAO PAULO. BRASIL. 1999.
· Del Río DERECHO PENAL. Tomo I y II. Chile. Ed.
Nacimento. 1935.
· Foucault M. MICROFISICA DEL PODER. Las Ediciones
de La Piqueta. Madrid. 1992.
· Frank G. CAPITALISMO Y SUBDESARROLLO EN
AMERICA LATINA. Ed. Signo. 1970.
· Glueck E. y Glueck S. UNRAVELING JUVENILE
DELINQUENCY. Harpee and Row. N. York. 1950.
· Larraín S, Vega J y Delgado I; RELACIONES
FAMILIARES Y MALTRATO INFANTIL. UNICEF.
Santiago. Chile. 1997.
· Larraín S. VIOLENCIA PUERTAS ADENTRO. Ed.
Universitaria. Santiago. Chile. 1994.
· Lemert E. “Estructura Social, control Social y
desviación”. Cap. 2. En Clinard. Ob. Cit. Paidos.
1967.
· Matza D. EL NATURALISMO Y LA FENOMENOLOGIA
NORTEAMERICANA. La Nueva Criminología.
Amorrortu Editores. S.A. y Calma 2001. Buenos
Aires. Argentina. 1973.
40
Revista Semestral Humanidades y Educación, agosto 2007
· Matza D. SUBTERRANEAN TRADITIONS OF YOUTH.
Annals of the American Academy of Political and
Social Science, Vol. 338, Págs. 102-18.
· Matza D. THE DISPUTABLE POOR. En R.Bendix y S.
M. Lipsept, Class, Status and power. Londres:
Routledge & Kegan Paul. Ed. Rev. (Clase, status y
poder, Madrid: Euramérica)
· Matza D. y SYKES, G. JUVENILE DELINQUENCY AND
SUBTERRANEAN VALUES. American Sociological
Review, Vol. 26, págs. 712-19.
· McClelland D. THE ACHIEVEMENT MOTIVE IN
ECONOMIC GROWTH. En Hoselitz, B.F. y Moore
W.E. Industrialization And Society. Paris. Unesco.
1963.
· Mead G.H. ESPIRITU, PERSONA Y SOCIEDAD DESDE
EL PUNTO DE VISTA DEL CONDUCTISMO SOCIAL.
Ed. Paidos. Barcelona. l982.
· Merton R. TEORIA Y ESTRUCTURAS SOCIALES.
F.C.E. México. 1964.
· Monckeberg M. EL SAQUEO DE LOS GRUPOS
ECONOMICOS AL ESTADO CHILENO. Ediciones B.
Chile S.A. Santiago. 2001.
· Rokeach M. THE NATURE OF VALUES. The Free
Press. N.Y. 1973.
· Schutz A. EL PROBLEMA DE LA REALIDAD SOCIAL”.
Ed. Amorrortu. Buenos Aires. 1974.
· Schutz A. ESTUDIOS SOBRE TEORÍA SOCIAL. Ed.
Amorrortu. Buenos Aires. 1974
· SENAME. POLITICAS PUBLICAS Y SOCIALES, SOBRE
INFANCIA Y MALTRATO INFANTIL. Santiago, Chile,
1997.
· Sutherland E. y Cressey. PRINCIPLES OF
CRIMINOLOGY. Lippincot Company. N. York. 1974.
· Sykes G. EL CRIMEN Y LA SOCIEDAD. Ed. Paidos.
Buenos Aires. 1961.
· Taylor., Walton P. y Young J. LA NUEVA
CRIMINOLOGIA. Amorrortu. Buenos Aires. 1974.
· Taylor I., Walton P. y Young J. CRIMINOLOGIA
CRITICA. Ed. Siglo XXI. México. 1985