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RESUMEN 6: DEPRESIÓN

Tovar, T.

Universidad Central de Venezuela

Noviembre, 2021

Depresión: Se caracteriza por sentimientos de tristeza, melancolía, abatimiento,


pérdida del sentido de la vida e ideación suicida. No en todas las personas se presenta
igual o bajo los mismos esquemas.

Clasificación de la depresión: La depresión va a depender de la forma en la que


cada individuo la experimente. La siguiente clasificación es antigua, pero aún se
considera vigente: Endógena: No tiene causas externas manifiestas, relacionándose así
con alteraciones biológicas (carga genética/ predisposición). Exógena: Obedece a causas
externas (perdida de un ser amado o de algo monetario).

Síntomas asociados a la depresión

Síntomas afectivos: Desanimo, tristeza.


Síntomas conductuales: Reducción de conductas sociales, enlentecimiento
psicomotor, lentitud al hablar, desgano.
Síntomas cognitivos: Pensamientos negativos sobre sí mismo y el mundo, baja
autoestima, desesperanza.
Síntomas físicos: Alteración del apetito, del sueño y, en general falta de energía.

Criterios de gravedad: Leve: Están presentes dos o tres síntomas del criterio B:
Humor depresivo anormal, perdida y desinterés en actividades que antes eran
placenteras, falta de vitalidad y aumento de la fatiga. Moderado: Están presentes dos
síntomas del criterio B y síntomas del criterio C, pérdida de confianza, sentimientos de
inferioridad; sentimientos de culpa y autoreproches desproporcionados; pensamientos
recurrentes de muerte o suicidio. Grave: Están presentes todos los síntomas del criterio B
y síntomas del criterio C sumando 8 en total como mínimo: síntomas marcados y
angustiantes de pérdida de autoestima; sentimiento de culpa e inutilidad; presencia de
ideas e intentos suicidas; síntomas psicóticos; retardo psicomotor o estupor grave.

Subtipos de depresión
Trastorno depresivo mayor: La característica esencial de estos episodios, es
que el mismo debe durar al menos 2 semanas continuas en presencia de un estado de
ánimo deprimido, perdida de interés o placer en casi todas las actividades de la vida.

Trastorno depresivo persistente o distimia: Estado depresivo crónico que dura


por lo menos 2 años, con algunos síntomas compartidos con el episodio depresivo mayor,
pero sin llegar a ser tan grave. Forma crónica de la depresión en la cual las personas son
muy pesimistas y negativas, pero continúan con su vida como si se hubiesen
acostumbrado.

Trastorno disforico premestrual: Se refiere a una amplia gama de síntomas


físicos o emocionales que ocurren con más frecuencia en más o menos de 5 a 11 días
antes de que una mujer comience su ciclo menstrual mensual. En la mayoría de los
casos, los síntomas cesan cuando, o poco después de que comienza su periodo.

Trastorno depresivo por sustancia o medicamentos: Alteración importante y


persistente del estado de ánimo que predomina en el cuadro clínico. Se diagnostica
cuando el consumo de sustancia explica los síntomas depresivos.

Trastorno depresivo por enfermedad medica: Se presenta una disminución


notable del interés o placer por todas o casi todas las actividades. La depresión no se
explica por otro trastorno mental, sino que a partir dela exploración clínica y física se
determina que es consecuencia fisiopatológica directa de otra afección.

Otras depresiones: No especificado: Predominan los síntomas característicos


de un trastorno depresivo que causa malestar significativo o deterioro en lo social, laboral
u otras áreas, pero no cumplen con los criterios de los trastornos de la categoría.
Depresión breve recurrente: Presencia recurrente de estado de ánimo deprimido y al
menos cuatro síntomas de depresión durante 2 – 13 días, por lo menos una vez al mes no
relacionado con el trastorno disforico premenstrual. Depresión postparto: Días previos al
nacimiento del bebe, la madre puede experimentar cambios en su estado de ánimo que
no suelen ser muy notables. Entre las primeras 12 semanas luego del nacimiento, se
presentaría la depresión postparto. Se maneja la hipótesis de que los cambios
hormonales son los que podrían desencadenar este trastorno, además de una percepción
de enorme responsabilidad y carga que conlleva a altos niveles de ansiedad.

Factores biológicos: Se desconoce la causa exacta de los trastornos depresivos,


pero contribuyen factores genéticos y ambientales. Es probable que los factores
genéticos influyan en el desarrollo de la depresión. Algunos estudios señalan que existe
una predisposición que se explica por un polimorfismo funcional en quienes padecen
depresión en la región promotora del gen transportador de serotonina 5-HTTT modulaba
la influencia de los eventos estresantes en la depresión. Por otra parte, las alteraciones
de los neurotransmisores, que incluyen la regulación anormal de la neurotransmisión
colinérgica, catecolaminérgica (noradrenérgica o dopaminérgica), glutamatérgica, y
serotoninérgica, también podría explicar la enfermedad.

Existen algunas estructuras implicadas, entre ellas la corteza prefrontal,


la amígdala, el hipocampo, el tálamo, los ganglios basales y sus conexiones.
Asimismo, también se encuentran dos circuitos neuroanatómicos: Circuito límbico-
talámico- cortical y el circuito límbico-estriado-pálido-talámico-cortical. Los científicos
señalan que la depresión podría producirse por la anormalidad o la disfunción de
diferentes partes de tales circuitos cerebrales.

Farmacología: El tratamiento antidepresivo farmacológico se reserva para


episodios moderados a severos y en algunos casos leves. La mayoría de los fármacos
enfocan su acción sobre el sistema monoaminergico. El objetivo final, es la regulación de
serotonina, dopamina y noradrenalina. Los fármacos que suelen emplearse en casos de
depresión son: fluixetina, sertralina, fluvoxamina, paroxetina, citalopram, escitalopram,
venlafaxina, desvenlafaxina, duloxetina, milnacipran, reboxetina y bupropión.

Abordaje psicológico: Se debe realizar una evaluación exhaustiva de todas las


áreas de vida del paciente. La formulación e implementación del plan de tratamiento debe
estar orientada a establecer la alianza terapéutica con el paciente. A grandes rasgos el
tratamiento psicológico consiste en entrenar y emplear las estrategias y herramientas
necesarias para mejorar la calidad de vida del paciente. El abordaje psicológico suele
orientarse hacia un tratamiento que contemple la intervención con técnicas cognitivas y
conductuales. Mediante la modificación de ciertos aspectos en cada una de estas áreas,
buscando una mejora progresiva en el estado físico y emocional del individuo.

Referencias bibliográficas

González, A., López, P., Zorrilla, I. (2009). Depresión unipolar y otras depresiones. En
Palomo, T., y Jiménez, M., (Ed.), Manual De Psiquiatría (pp. 249-266).Madrid: Ene
Life Publicidad S.A y Editores.
Guadarrama, L., Escobar, A., y Zhang, L. (2006). Bases neuroquímicas y
neuroanatómicas de la depresión. Revista de la Facultad de Medicina UNAM,
49(2), 66-72.
Vallejo, J. (2015). Introducción a la psicopatología y la psiquiatría. (8.a Ed.) Barcelona:
Masson.

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