Está en la página 1de 125

LECCIOI\ES

DETEORTA
ECONOMTCA
WSTA
¡

LISTA DE SIMBOIOS ALGEBRAICOS

D Dinero, también capital monetario.


D' Dinero, también capital monetario.
d Dinero, la diferencia entre D' y D.
M Mercancía, de ordinario inputs de mer-
cancía.
M' Mercancía, de ordinario la mercancla re-
sultante del proceso de producción (out-
put); también llamado capital mercancla.
T Trabajo; la fuerza de trabajo vendida
por el trabajador y el trabajo empleado
durante la producción.
MP Materiales de producción.
TyMP Integran M, que es lo mismo que
CP Capital productivo.
m La d"iferencia entre M' y M.
c Capital constante.
v Capital variable.
P Plusvalor.
t Tasa de plusvalor.
T Composición orgánica del capital.
c Tasa de ganancia (en términos de valor).
M. Desai

.tUf tf $nrnolr'(¡ln Prcclsar la defi- 1. INTRODUCCION


,'i¡ nil{ül m tlrnlnor do valor o en térmi-
lta¡ ngnrt¡rlo¡).
'' Tr¡r dr ¡rnrncta (expresada en dinero).
El v¡lor de la producción (output) del
departamento I.
El valor de la producción (output) del
departamento II.
Valor total de la producción.
Marx y la teoría económica marxista han ocupado
Precio de la mercancía producida en el siempre una posición anómala en la ciencia eco
departamento I. nómica. En la mayoría de las universidades no
Precio de la mercancía producida en el se enseña la economía marxista como tema sep&
P¿
departamento II. rado e independiente, y en muchas ni siquiera se
menciona a Marx entre los economistas impor-
P! Precio de la mercancía producida en el tantes. Si llega a encontrar un lugar en la secuen-
departamento III. cia de cursos de un departamento de economía
G Ganancia total. es en calidad de figura posricardiana de menor
importancia dentro de la historia del pensamiento
económico.
En general, el subíndice i indica el iésimo de- Y, sin embargo, ha existido siempre un deseo
partamento; por ejemplo, Cr es el valor del capital insatisfecho por parte de los estudiantes de reci-
constante utilizado en el departamento L bir más enseñanzas sobre Marx y sobre su teoría
Estos símbolos, así como otros usados con me- económica. Cada revuelta estudiantil trae consigo
nos frecuencia, se explican cuando aparecen por una revitalización de esa demanda acompañada
primera vez en el texto. de la insinuación de que la economía académica
Los números entre corchetes hacen referencia reprime deliberadamente la teoría económica mar-
a las citas de Marx que aparecen ordenadas al xista por considerarla un reto a su ortodoxia. Ante
flnsl del libro (pp. 193-234). Los nrimeros sin cor- tales protestas, los economistas de los claustros
chotes remiten a la bibliografía (pp. 235-238'). universitarios pueden elegir varios caminos. En
primer lugar, pueden, claro está, negarse a que
alteraciones temporales en los gustos afecten los
planes de estudio de sus centros. Pueden, en vez
de esto, inclinarse ante la soberanía de los con-
sumidores y arreglárselas para que un miembro
del claustro dé un cursillo de economía marxista
o de economía política radical. El curso puede
orientarse de tal modo que se disipe la demanda
M. Desai Introdúcción

l¡ l3uertnr lc rburrldos o lo equivocados ie esta posición una vez que la nueva teoría ha
¡b lor c¡crltos de Marx. Final- sido propuesta y no antes. En este sentido la pu-
I trnblán qulon dlga que no puede plicación de la General theory proporcionó at pri-
tln €Bfl9 d€ economfa marxista en blico una rhanera nueva de leer a Marx. Repen-
f,a ll hfyfn ¡rtlrfocho igualmente las de- tinamente, todos los economistas estuvieron en
I lh 9trct eurrc¡ de tlpo similar: por ejem- condiciones de leer a Keynes al leer a Marx. (La
& our¡o¡ do toorfa económica del mayor intersección de los dos conjuntos, el de los marxis-
tas y el de los economistas, no es, afortunadamen.
ll-no ro llcgs a dar ningún curso, el estudiante te, un conjunto vacío; sin embargo, sólo contiene
eUÉ tl¡uÉ queriendo aprender economía marxista un elemento: Paul Sweezy. St Teoría del desarro
thnc'rrln algunas opciones abiertas ante sí. Puede llo capitalisl¿ resulta indispensable, por supues-
bcr a autores marxistas, o puede leer lo que di- to, para cualquiera que trate de estudiar a Marx.
vcrgos 'économistas han escrito sobre Marx. Los Sin embargo, ya fue publicada hace más de trein-
marxistas, piguiendo el mal precedente establecido tá años. Desde entonces,se han producido muchos
por Hyndman, suelen tomar como punto de par- desarrollos tanto en la teoría económica como en
tida la economía primitiva y proceden, a partir el ambiente político que exigen un nuevo enfoque
de ahl, a estudiar todas las etapas históricas de de la teoría económica marxista.)
la'sociedad, de modo descriptivo, tratando de pro- El problema que plantea el enfoque de estos
bar rnediante citas de autoridad que el trabajo economistas es que su evaluación de Marx está
y que el esque-
es la única fuente de toda riqveza teñida por las modas del momento y por las téc"
ma de Marx sigue siendo válido, si no la única nicas prevalecientes en la ciencia económica. La
verdad. Pocos en este grupo hacen justicia a la teoría económica moderna constituye el paradig-
rlqueza analítica del pensamiento de Marx. Los ma dominante a cuya luz se jtzga y se alaba a
oconomistas cuyos escritos sobre Marx pueden ser Marx como precursor, etc. Pero según esta línea
leldos por los estudiantes consideran a éste; en de razonamiento, Cournot se anticipó a Marshall,
contraste con sus colegas más ortodoxos, una fi- y Malthus, entre otros, se anticipó a Keynes. Y; sin
gura posricardiana principal y no secundaria. Los embargo, no nos sentimos obligados a dar cursos
mlembros de este grupo sostienen que Marx es sobre la economía de Quesnay, de Malthus o de
lmportante por haber anticipado muchos de los Cournot. Incluso Marshall, Edgeworth y Pigou no
rGclcntes desarrollos de la teoría económica. Marx merecen cursos específicamente dedicados a su
¡-dtcen- se anticipó a Walras, Keynes, von Neu- obra. ¿Cuál es, pues, la justificación de un curso
mlnn, Leontieff, al análisis de la renta nacional, sobre Marx?
I lo¡ modelos de crecimiento bisectoriales, etcé- La raz6n para enseñar teoría económica marxis-
lfr, E¡tá claro que se acercan a Marx a través ta, si la hay, debe encontrarse en la vigencia po-
érl,flltro dc la teorla económica moderna. El ad' lítica del análisis de Marx. No quiero decir con
r,,i¡ thlnbnto do crda nueva teorla en el campo eco- esto que su análisis sea el apropiado para estudiar
' eÉnloo gparmlll ¡lcmprc a alguien reinterpretar la economía soviética y las de la Europa del Este,
u l'llfta r¡lud¡rle como sntlclpador de esa nueva o que pueda constituir una guía esclarecedora de
[ii,,"ügll, l¡ gbvlo qu. r Merx tólo puede asignárse' las manifestaciones, a menudo místicas, de l,os
M. Desai Introducción

leyó a Jevons o a Walras.) Yo he tratado de re-


*'lcr Flmlfloldo¡ct de esos países. sistir la tentación de reinterpretar a Marx según
mrillrtr ct un instrumento esa moda.
¡ d flPltdl¡mo y Gt on su calidad de
La tesis principal de este libro es que la teoría
ür mlll¡tr dol capltalismo por lo que del valor de Marx es diferente de las teorías del
tI lltudlrdl, En este sentido, la teoría valor que subyacen en la teoría de Ricardo y en
mrrxlsta debe estudiarse separándola la teoría neoclásica. El papel de la teoría del valor
Él lr tndlclón dominante en la ciencia económi- en la obra de Marx es el de revelar la influencia
c¡. En esta tradición se inscriben Adam Smith, que la lucha de clases ejerce, dentro del capita-
D¡vld Ricardo, John Stuart Mill, Stanley Jevons, lismo, sobre las relaciones económicas de inter-
Léon Walras, Bohm-Bawerk y, en nuestros días,
cambio. Aparece así como característica esencial
Marshall, Keynes, von Neumann y Leontieff, entre
del modelo de Marx la existencia de dos sistemas
otros. El intento de insertar a Marx dentro de separados, uno conteniendo ecuaciones de valor y
este esquema de ideas sólo puede tener éxito pros-
el otro incluyendo ecuaciones de precios. Lo que
tituyendo su sistema o molestando a sus compa- está visible en. la superficie es el sistema de rela-
ñeros de viaje. La importancia de Marx proviene
ciones de intercambio, sistema descrito por las
de ser el precursor de una tradición separada en
ecuaciones de precios. Ocultas tras las relaciones
el pensamiento económico que se deriva de la de cambio se encuentran las relaciones de produc-
escuela clásica si bien rompe sus lazos con ella.
Este reconocimiento no elimina, ni siquiera re-
ción donde se pone .de manifiesto la división en
clases. Las ecuaciones de valor describen estas re-
duce, el problema de confrontar las ideas de Marx
laciones. Si se quiere entender la realidad de la di
con la teoría económica moderna o con la tradi-
ción clásica. Muchas técnicas analíticas desarro- visión de clases enmascarada detrás de los feno-
menos de libertad de contratación e igualdad ante
lladas en los últimos años son auxiliares lógicos
eficaces. Pero al tratar a Marx en su propio terre-
la ley es esencial exponer el mecanismo de trans-
formación de valores en precios y viceversa, Si se
no evitamos el error de confundir sus preocupa' ignora esta preocupación, entonces el sistema de
clones con las de Ricardo. También nos libramos
de la tarea ambiciosa de matematizar o margina-
Marx se convierte en una variante del sistema de
Ricardo, sufriendo los mismos problemas analíti-
llzar a Mam. Con frecuencia oímos: u¡Qué no cos que este último.
hublera llegado a alcanzar Marx de haber leído a
Nuestro enfoque pone de relieve igualmente que
Jcvons o conocido el cálculo matemático!" (Marx
la teoría del valor en Marx no es una teoría de los
nbla cálculo y, aunque no se conserva ninguna precios relativos ni una teoría de la asignación de
rvldcncia de que haya leído a Jevons, podemos los recursos. El valor es una relación social y no
luPonGr, fácilmente, que una persona con su am-
plltud do lecturas debe haber leído a Jevons en simplemente un nombre pasado de moda para
designar el precio (de oferta). Por otra parte, lo
ql¡$ nomonto entre 1871, fecha de.la publicaciórt dicho hasta aquí no significa, sin embargo, que
E lhu¡y ol Pollttcal economy, y 1883, año de in-la sigamos acríticamente a Marx en estas páginas.
tlllftl d¡ Mrr*, No doJa dc ser una cuestión de Veremos cómo el fallo que cometió al no mante-
ll qua hmtl rhorr no dispongamos ner rigurosamente la distinción valor-precio es la
do¡t¡nrn¡rolüt quc acredite que Marx
M. Desai Introducción 11

fi hl |!üorul lncurrldos al tratar de resol- Marx en la medida en que ésta es necesaria para
$[*lanr da lr Frn¡formación. Asimismo, comprender su teoría del valor. No trato en estas
ldtdó Ron Luxcmburgo, cometió fallos al páginas de corregir la visión que Marx tiene de la
¡llrolgnr¡ ruroJcmplos aritméticos de historia, ni tarnpoco de defenderla. El capítulo 4,
rmpllrda con su teorÍa del des- a continuación, completa las categorías que son
lntllh,a$lnrl y do lae crisis expuesta en dife- básicas para entender los conceptos de valor.
fmhf Pfrtü do ¡u obra. Yo amplío la discusión El capítulo 5 describe los tres circuitos del ca-
*ltoi Lutcmburgo y la relaciono con la distin- pital, contenidos en el libro tt de EI capital. Este
Cón vrlor.prcclo. tema se suele dejar a un lado en la mayoría de los
Un prcblcma con el que uno se encuentra al tra- estudios de economía marxista. [a importancia de
br,,dc sstudiar a Marx es que ya tenemos opinio las relaciones monetarias en el modelo de Marx
nos consolidadas sobre su obra antes incluso de sólo se destaca con claridad cuando observamos
haber leldo una sola palabra escrita por é1. Algu- los tres circuitos conjuntamente.
nos saben que sus profecías han resultado falsas, Con los capítulos ó y 7 nos encontramos en el
que las revoluciones no han tenido lugar en los territorio más familiar de las ecuaciones básicas
palses capitalistas desarrollados, que los trabaja- de Marx. Confío en que los lectores hayan sido ya
dores no se han empobrecido y que en lugar de la suficientemente alertados por los capítulos ante-
crisis prevalece la prosperidad. Otrosr con una riores y tengan conciencia de que esos símbolos y
convicción igualmente profunda, sostienen que ecuaciones no deben ser manipulados mecánica-
Marx y sólo Marx pronunció la verdad y que el mente. El escenario histórico debe tenerse siem-
colapso del capitalismo está a la vuelta de la es- pre presente.
quinl. Pocos són los que leen a Marx. Leemos io Los cinco capítulos siguientes componen una
que se escribe sobre é1. Incluso cuando lo leemos discusión del famoso problema de la transforma-
directamente es en forma de citas aisladas aporta- ción. Tras una introducción breve, y para los aca-
das por algln autor para probar su propio argu- démicos quizá demasiado esquemática, esbozo la
mento. Debe quedar claro que la lectura de este solución de Man< y señalo sus errores. A continua-
libro no constituye un sustituto de la lectura de ción describo la solución sugerida por Bortkiewicz,
los tres volúmenes de El capital. No obstante, lo que permite clarificar los errores de Marx. El
para que los lectores puedan acercarse a las pala-
contenido social de la solución propuesta por
bras de Marx sin ninguna interpolación mía, he Bortkiewicz difiere del que está presente en la de
e¡rupado todas las citas de El capital al final del
Marx, y discuto estas diferencias brevemente. El
llbro. Es mi deseo sincero que los lectores traba-
capítulo 9 refleja mi concepción de por qué el
Jrn ocaa citas al mismo tiempo que el texto. problema de la transformación tiene que ser re-
En ol capltulo 2 se esboza la diferencia entre
lcgñomfa m¡rxista, economla clásica y economía suelto en el modelo de Marx. Puesto que mi posi-
nOell¡lm, Prrr entender estas diferencias hemos ción difiere considerablemente de las interpreta-
lf lndr4r ln lr conccpclón do Marx de la natura- ciones prevalecientes, examino también la discu-
br ib lr rrplot¡clón, T¡nto en ese capltulo como sión que del modelo de Marx hacen Samuelson y
ü d fln¡l¡nh, uboro h porspectiva histórica de Morishima. También discuto brevemente el traba-
M. Desai Introducción 13

tua'lr luroltrdo tinto interés entre racismo, el sexismo, el imperialisrno, etc. Tampoco
ut b' rconomlr marxiana. es un libro de crítica de la economía neoclásica, y,
$ltulor tl¡ulcntes presentan el mo por consiguiente, en él se ignoran crrestiones del
ü lr rcproducción ampliada. El mo- estilo de las que surgen en el debate reciente so-
{llo llrho¡ riltrrldo de los rlltimos capítulos del bre teoría del capital. Este libro trata la economía
übtU ¡t dt El capltal, se describe en el capítulo 13. marxista como un programa de investigación en
A ¡ontlnurclón dlscuto la crítica de Rosa Luxem- marcha en que todavía hay muchos interrogantes
bt¡r¡o rl modelo de Marx y la solucién que aporta. que responder 2. Para que la exposición fuese ac-
8ólo hc tenido en cuenta aquellos aspectos de la cesible al mayor número posible de lectores, la he
etposición de Rosa Luxemburgo que tienen inte- mantenido a un nivel no matemático. Por la mis-
rés analltico. Incluso la crítica que hace de Marx
es deficiente al no destacar la significación de la
ma razón, he evitado también la jerga de los filo-
distinción valor/precio, y, en consecuencia, yo su- sofos que escriben en este campo.
giero en el capítulo 16 algunos modos provisiona-
les de integrar este problema en el rnodelo.
Una de las críticas que se hacen con frecuencia
a la teoría marxista es que sus predicciones no
son contrastables, o que han sido contrastadas y
rechazadas, pero que los marxistas se niegan a ad-
mitir el peso de la evidencia. No he abordado en
absoluto esta cuestión metodológica. Muchos de
log razonamientos en torno a este tema se han des-
arrollado en términos de lo que puede llamarse el
enfoque falsacionista ingenuo l. He analizado en
detalle la predicción del decrecimiento de la tasa
de beneficio. La investigación empírica de Joseph
Gillman en torno a esta ley está resumida en el
capftulo 18, donde discuto el problema de la espe-
clficación de las predicciones de Marx de modo
que se pueda realizar la contrastación apropiada.
En el último capítulo se discute una variedad de
tomas relacionados con la significación contempo-
rlnor de la teoría económica marxista. Una vez
mlr hago hincapié en aspectos analíticos que sur- 2 Véase la discusión en 23, especialmente el artículo de
ttn rl de¡arrollar la teoría de Marx. Sin embargo, Lakatos.
y
El problemá de las relaciones entre .cienciar
cseudocienciao es complejo, y aquí no lo estudiaremos
lftr no 0¡ un llbro sobre economla política radical en absoluto. En este libro desarrollo la posición de que la
tr Per oonll¡ulcntQ, no estudio los problemas del teoria de Marx constituye un programa de investigación
progresivo en la terminología de Lakatos. No hace falta
--I Ya¡x ¡oh ¡, decir que ésta es una opinióh personal que todavía no está
completamente perfilada.
El papel de la teorla del valor 15

DT I,A TTORIA DBL VALOR puede probar la existencia de un conjunto de


,loo¡loMIAS CL/|SrCA, precios y cantidades de equilibrio l,
Y MARXISTA En la economía clásica, la teoría del valor tuvo
un papel diferente. Su primera función fue con-
trarrestar la falacia mercantilista que sólo consi-
deraba valiosos los metales preciosos (el tesoro);
frente a esta proposición, la teoría clásica del valor
pudo mostrar que la riqueza consistía en bienes
útiles, aunque no todos los bienes que tenían va-
lor de uso poseyeran un valor de cambio. El valor
Toda escuela importante del pensamiento econó, de cambio vendría determinado no tanto por la
mico se apoya en una teoría del valor. El concepto relación de una mercancía con los metales pre-
de valor es, en sí mismo, un concepto filosófico, ciosos (precio monetario), sino por la dificultad
pero una teoría del valor lógicamente coherente relativa de producir el bien en cuestión. Al tratar
es fundamental no sólo para atacar cuestiones teó- de simplificar los problemas convenientemente en
ricas sino para resolver también problemas prác- una época anterior a la de la producción industrial
ticos y operativos. Comencemos, pues, tratando en gran escala, a los clásicos les pareció que el
de entender los diferentes papeles que la teoiía trabajo empleado en la producción era el princi
del valor juega en la teoría económica marxista, pal determinante de los valores relativos. La ri-
en la teorla neoclásica y en la teoría clásica. por qtJeza consistía así en bienes valiosos, bienes que
economía clásica entendemos el contenido de la sp podlan hacer con el trabajo disponible combi-
tradición de Adam Smith, David Ricardo y John nado con otros bienes (maquinaria) que eran, a su
Stuart Mill. La economía neoclásica, que constitu- vez, producto de un trabajo simultáneo o un tra-
ye hoy la escuela dominante entre las diversas bajo previo.
tendencias económicas, fue fundada por Wiltiam La tasa de acumulación de la'riqueza dependla
Stanley Jevons, Carl Menger y Léon Walras en la del modo en que los receptores de renta emplea-
década de 1870. ban su riqueza: en producir más bienes, o en
Dentro de la teoría económica moderna (neoclá- otros usos no productivos. La función última de
slca), el papel de la teoría del valor es proporcio. la teorfa del valor era relacionar la cuestión de
nar una teoría de los precios relativos. La de- quiénes recibían la renta y la cuestión de cómo
tcrminación simultánea de los precios relativos era probable que la gastar¿rn los diferentes recep
dc todos los bienes (excepto el numerario) y de
tores, poniendo de relieve la naturaleza interde-
l¡¡ cantidades producidas y cambiadas constiiuye pendiente del valor, la acumulación y la distribu-
cl prob_lema central de la teoría del equilibrio ge.
ñrrfl, Uno de los logros más importantes de los ción 2. En la teoría clásica del valor-trabajo se
$ n0Lntct ¡vanccs en la economla matemática ha -i l-" más reciente y rigurosa de esta posición
I ¡ldo lr oonttrucclón de un aparato analítico que, "*po.ición.
se encuentra en l.
? Fste es un resllmen muy esquemático de la concepción
r lÉl lt¡Pualtor mlnlmor sobre las preferencias de clásiea. Se puede obtener-máé información en 4,3, 13
lgl lolrlunldors¡ y le naturalGZa de la tecnotogía, v 35.
M. Desai El papel de la teorla del valor 17

lllltdr
lor prcclor dc todos los bienes tieff, Von Neumann y Sraffa, han clarificado mu.
fth,dd hput dc trabajo actual y del input chas de las cuestiones debatidas en torno a la
¡fbflo hcotporado en los materiales de pro teoría clásica del valor-trabajo a. La primera cues-
Slcmpre hubo en la tradición clásica una tión es la de si los precios relativos son propor-
rnbl¡ücd¡d ¡€specto a cómo se debería entender cionales sólo a las cantidades de trabajo incorpo
cl papel del trabajo: si el trabajo se usaba sólo rado en los diferentes bienes. Sabemos ahora que
como una medida de valor o si se llegaba a afir- en la medida en que en la producción de cualquier
mar que el trabajo y sólo el trabajo era la causa mercancía se usa tanto trabajo directo como tra-
y, por tanto, la fuente del valor. De cual de estas bajo indirecto, viniendo este último incorporado
dos posiciones posibles se sostuviera iban a de- en los inputs materiales necesarios, tenemos que
pender muchas cosas, puesto que desde el punto ponderar los inputs indirectos por la tasa de -sa-
de vista de que el trabajo es la única fuente del nancia. Por ello, para poder deducir los precios
valor, una opinión adoptada por muchos radicales relativos necesitamos información sobre la tecno
ingleses en los años 1820 y 1830, los beneficios logía del trabajo y de los restantes inputs, asl
podían ser considerados como una sustracción in- como sobre la tasa de ganancia prevaleciente en
justa del valor que había sido creado sólo por el la economía. Si en el proceso de producción se
trabajo. Pero aun adoptando la posición,de que utilizan, además, bienes de capital duraderos, el
el trabajo es sólo una medida de valor, subsisten cálculo de la teoria del valor-trabajo se hace aún
muchas dificultades lógicas dentro de la teoría más cornplicado. Pero todos estos problemas pue-
clásica del valor-trabajo. den resolverse ahora analíticamente y es posible
Un problema importante es que la medida del derivar vectores de precios y cantidades de equi-
valor no es invariante con respecto a la estructura librio a partir de los coeficientes técnicos y de
de la producción y de la distribución de la renta. la tasa de ganancia. La teoría clásica del valor-
Al crecer la economía, los cambios en la tecnolo- trabajo tal como ha sido reformulada por los eco
gla y en las cantidades y variedades de bienes nomistas matemáticos modernos permite profuni
producidos y en la estructura del consumo (bien dizar en la indagación de ciertos problemas de
debidos al crecimiento de la renta o a cambios la teoría económica, como el de la valoración del
en los gustos) alteran el valor de la unidad de capital, y pone de relieve la dependencia de los
trabajo. Para evitar este problema hay que postu- precios respecto a la distribución de la renta.
lar un salario rígido de subsistencia y una tecnG El papel de la teoría del valor en la economla
logla inalterada. Si se quieren considerar el cre- clásica y neoclásica es proporcfonar una explica-
cimiento y el progreso técnico, éstos tienen que ción de la estructura de los precios y cantidades
especificarse de tal modo que el valor del trabajo observados. Las diferencias en enfoque radican
permanezca invariable. Al llegar a este punto el en que mientras la última pone el acento sobre
cJcrcicio se hace irrealista y tautológico3. el problema estático de la asignación de los re-
Al¡unoc desarrollos recientes en la economía cursos, la economía clásica está orientada hacia
mrtomatlca, / cn particular los trabajos de Leon- la teoría del crecimiento. Ambas se limitan, sin
I El problcnr do un¡ mcdtda lnvariante del valor se a Se puede encontrar biblioerafia en
dl¡out¡-¡n {l y on 13.
42.
M. Desai
El papel de la teorla del valor
l{lt$dlü r¡lrelonc¡ cstrictamente ece
analizar el modo en que'Marx trdta el problema
V¡n C#l$dm r cxpllcar hechos econó
'como cantidades de las diferen- de la.explotación. Entre los ideales de la Revolu-
ll¡tltlllrDcfm (lncluyendo el trabajo producido cién francesa y de otras revoh¡ciones liberales de-
mocráticas semejantes se encuentran la elimina-
tr,ll oonlumldo), precios obtenidos por las mis- ción de los privilegios feudales y de la servidum-
¡nll, tltas do acumulación y de cambio tecno- bre señorial, el establecimiento de la igualdad, de
ló¡lco, etc.
ta libertad para contratar y del disfrute de la pro
piedad privada sin interferencias arbitrarias. ¿Có
LA TEORIA MARXISTA DEL VALOR mo puede existir explotación en üna sociedad en
que todo el mundo es igual ante la ley y puede
Para Marx, Ia teoria del valor es la clave explica- establecer una relación contractual sin compulsión
tiva cle la naturaleza de la socied-ad capitalista. externa alguna? Este es, para Marx, el primer in-
Marx consideró la noción de valor como un con- terrogante que debe responder la teorla del valor.
cepto esencial para explicar las condiciones socia- La primera idea de la que hay que desembara-
les y económicas prevalecientes en la sociedad, el zarse es la de que la explotación está basada en
crecimiento de las fuerzas productivas y lá acumu- la ignorancia de los explotados o es debida a im-
lación de riqueza, la división de la sociedad en perfecciones de la estructura competitiva. En la
la clase de los que tenían que trabajar para vivir teoría económica moderna se define la explota,
y Ia clase de los que vivían del trabajo de los ción, siguiendo a Joan Robinson 5, como la dife-
anteriores, el contraste entre pobreza y riqueza. rencia entre el salario y la productividad marginal
Pero para Marx el cálculo del valor era específico del trabajo, diferencia debida a elementos monG
de la sociedad capitalista. A diferencia de la teorla polísticos. El concepto de explotación en Marx no
económica neoclásica que extiende su modelo has- depende de imperfecciones de este tipo. Precisa-
ta cubrir todas las sociedades posibles en el tiem- mente, lo irnportante es explicar la existencia de
po y en el espacio, la teoría de Marx pone de la explotación en un mundo exento de tales im-
relieve la relatividad histórica de las categorías perfecciones, por muy reales que éstas sean.
económicas. De modo que Marx no cree que las El intercambio es mutuamente beneficioso en
relaciones de valor sean aplicables a sociedades un mundo en que el intercambio está basado en
feudales o comunistas; las relaciones de valor sólo la libertad de contratación [11]. En las sociedades
son válidas en una sociedad capitalista. Es abso capitalistas los trabajadores están en libertad de
lutamente necesario entender bien el concepto de vender su trabajo al empresario que pague más, y
valor en Marx y los rasgos que lo diferencian de lós empresarios son igualmente libres. Estas con-
la noción de valor, aparentemente similar, de la diciones no se extienden universalmente por el
teorla clásica. La falta de comprensión de este tiempo y por el espacio; por el contrario, surgen
ooncepto ha dado lugar a mucha confusión y en el contexto histórico especlfico del capitalis-
r muchas polémicas estériles. mo. En una sociedad feudal un siervo no puede
El v¡lor cs para Marx una relación social. La ma- contratar con su señor ni con nadie. La explota-
nCrl mGjor dc entender este concepto de valor es tL es a ¿O. Para una aplicación econométri-
""f*"*ia
ca de esta idea véase 8.
!.'TJ
M. Desai El papel de la teorla d.el valor 2t

ü¡llcllr rl nlvel dcl intercambio sistema de asignación de trabajo a dornicilio, el


Émalclo mutuamente beneficioso. Si trabajador libre no tiene medios de producción,
I ütudlar las relaciones de cambio carece de instrumentos con los que trabajar. Esta
,'nlVrl ü
lrrs lorrnas económicas, como diría separación entre el trabajador y los medios de
tüft- lr lmposible observar y/o explicar la ex- producción es la culminación de un largo proceso
histórico que convierte a los campesinos en tra-
nlotrctón [21]. Para alcanzar eita explicación, de- bajadores industriales no calificados, destruye los
bQmo¡ acudir a las relaciones de producción o,
como dirfa Marx, a las realidades que están detrás gremios y arruina las industrias domésticas [17].
de las formas. Marx encontró inadecuada la eco- En la fase histórica del capitalismo aparecen los
nomfa política burguesa de su tiempo porque ésta trabajadores libres que no tienen otro modo de
sólo estudiaba los problemas económicos ál nivel sostenerse que trabajar usando maquinaria que
formal del intercambio en el mercado. es propiedad del capitalista. En un modelo capi-
talista puro sólo hay trabajadores libres y capita-
listas. En el mundo real hay las categorías inter-
RELACIONES DB PRODUCCION medias de trabajadores independientes, profesio
nales, campesinos propietarios, etc. Sin embargo,
¿-En qué consisten las relaciones de producción? la mayoría de la población está incluida en la
Como todos los conceptos y categoríás de Marx, categoría del trabajador libre.
las relaciones de producción surgen históricamen: La aparición del trabajador libre puede tomar
te y son específicas de ciertas sociedades o modos formas históricas diferentes en diferentes socie-
de producción. Ahora nos referimos a las relacio- dades. En los Estados Unidos, por ejemplo, no
nes de producción especlficas del capitalismo y al había instituciones feudales en la mayoría del pals,
modo de producción capitalista (y, podría añadir- excepto en los estados del sur donde existía la
se, al capitalismo del siglo xrx tal como Marx lo esclavitud, y se disponía de tierra cultivable en
conoció). ¿En qué se diferencian, por ejemplo, las abundancia que campesinos y granjeros podían
relaciones de producción de la sociedad capitalis- colonizar. La disponibilidad de tierra cultivable
ta de las típicas de una sociedad feudal o áe una proporcionaba una salida potencial a las grandes
economía de subsistencia? Veamos primero el ca- oleadas de emigrantes europeos que llegaban a en-
pitalismo refiriéndonos sólo ocasionalmente como grosar la fuerza de trabajo en las áreas industria-
telón de fondo a los otros modos de producción. les del país. Estos emigrantes a menudo habían
En el capitalismo, en primer lugar, nos encon- salido de una situación de campesinos semifeuda-
tramos con la categorla del trabajador libre 116l'. les en Europa para llegar a la de trabajadores
Estc trabajador libre lo es en dos sentidos. Está libres en Estados Unidos. El grado de explotacién
llbcrado de vlnculos feudales y de cualesquiera en una situación semejante tenÍa que estar limita-
co-m-pulslones extraeconómicas: tiene libertad para
do por la disponibilidad de tierras que permitlan
cclcbrar contratos. Es libre, también, en otro sen- producir a una persona por su propia cuenta6. En
tldo: he rldo privado de sus medios de produc-
olón. A dlferencla del campesino que culiiva su ó En el capltulo 8 del libro t de El capital Man discu-
tlrtn (proplr o ¡rrcndada) o del iejedor en un te el caso de Estados Unidos, con su bajo grado de ex-
M. Desai El papel de la teoría del valor 23

lantrlltl oon ettr ¡ltuaclón, la aparición del tra- nación de la coerción social, pero puede conducir
trrüot, llbrt en muchos otros pafses réviste la con frecuencia a un deterioro de la posición eco-
lornr dc dcrporesión de los campesinos o apar- nómica de los trabajadores. Es fácil encontrar
00lOr I través de alguna forma de legislación re- a menudo la nostalgia de los días de los (terrate-
formedora de la tenencia de la tierra o a través nientes benevolentesr, que trataban con paternal
dc los procesos conocidos ahora como de destriba. cuidado a unos trabajadores cuya suerte se oscu-
llzaclónr urbanización, emigración a plantaciones reció con la emigración. Al analizar la situación
extranjeras, etc. económica de cualquier país o período histórico,
En el Reino Unido fue el proceso clásico del es importante conocer la forma histórica que en
movimiento de los cercamientos y de la destruc- el caso respectivo asumió el surgimiento del pro
ción de las industrias domésticas el que terminó letariad<¡ o del trabajador libre s.
desposeyendo a campesinos y artesános y creando; La otra cara del proceso de aparición del traba-
de este modo, un proletariado industrial en un jador libre es el proceso de consolidación del
perfodo de doscientos o trescientos años 7. En mu- monopolio de clase de los medios de producción
chos palses en que la introducción del capitalismo en manos de los capitalistas. Este es también un
no ha significado, de modo inmediato, la indus- fdnómeno histórico que toma formas particulares
trialización, podemos encontrar masas de jornale- en diferentes sociedades aunque presenta algunas
ros sin tierra, en una situación de dependencia uniformidades. En primer lugar, es un monopolio
fcudal o de empleados permanentes del terrate- de clase, no un monopolio individual. Un mono-
nlente local, que sólo lentamente empiezan a con- polio de clase de los medios de producción es
flgurarse como trabajadores ocasionales percibien- coherente con la existencia de competencia entre
do salarios monetarios y sin una situación de de- los empresarios individuales; a decir verdad, el
monopolio de clase aparece en la superficie como
fcndencia. El conseguir la situación de trabajador competencia entre los capitalistas. La clase entre
llbre es un paso progresivo en términos de elimi-
cuyos miembros se concentran los medios de pro-
Dlot¡clón, explicándolo como una consecuencia de la dis. ducción recibe frecuentemente el nbmbre de bur-
po-nlbilidad de tierra virgen.
- 7 Esta es una cuestión É¡uv controvertida v me he limi- guesía, aunque el término puede incluir también
trdo i ,dar un esbozo del árgumento de Marx. En los otros elementos: profesionales, altos funcionarios
últlmos años diversos historiaáores han Duesto en cues-
[ló-n esta interpretación de los cercamienios (enclosures). {e la burocracia del Estado, alto clero, etc. e Por
tobrc las circünstancias históricas oue dieroi luear a lá -J tfurtu utora han sido historiadores
ton¡nación del proletariado en Inglatérra y sobre él papel los que han revela-
do lo¡ cercamiéntos, véase 10. Enll esque-ma de Mari liay do las circunstancias particulares subvacenfes a un mode
Unr omlsión importante: no se mencliona la formacióñ lo general. Un ejemplo esqecialmente interesante es el que
al¡ unr clase trabaja¿e¡¿ ¡graria. Marx prácticamente ig- proporciona Isaac Deutséher en 12, al explicar el cafác-
norl ql_ problema de las reiáciones de cláse en la agricu'i- ter de clase cambiante de la fuerzá de trábaio rusa des-
lUf;,- Mós tarde les llegaría el momento de plantea-rse el pués de la guerra civil y la importancia qu:e tuvo este
prghltmr a Kautsky, eñ 20, y a Lenin en múchos de sus f,actor en el debilitamienfo de la- tradición ievolucionaria
ItBrltot, c¡pecialmente en 24. La obieción de Chambers de_l proletaria4g lrrqo. En relación al caso inglés, véase 17.
ll ¡uede obvlar en base a un modelo de la estructura de r Las ambigüedades en la definición de ñureuesía han
€lllu r¡rr-rlr¡ del estilo Kautsky-Lenin, pero, hasta ahora, dado lugar a muchos problemas para los sobiórnos revo-
lucionarios-. Véase, por ejemplo, ei capítulo- 3, sobre
üll modalo no ¡e ha elaborado de una manera satis- se y partidoe, en 9. "Cla-
hStorh,
:*' M' Desai El papel de la teoría del valor 25

|lr{Ehntlr dl ¡horl on adclante llamaremos a concentración de los medios de producción en


}rfLaa nmopolht¡ lr clasc de los capitalistas. manos de los capitalistas 10.
t*l¡ ¡en¡dldrclón dc los medios de producción Hay que recordar constantemente que aunque
ln mtnot dc lo¡ capltalistas tiene lugar a expen- el nrlcleo de la economía marxista está constituido
lll & lr cl¡se feudal por una parte y, por otra, por un modelo de capitalismo con sólo dos clases
I trPGnsas de muchos artesanos independientes antagónicas, en cualquier situación histórica par-
y rrtlstas. La lucha entre los intereses feudales y ticular (concreta) hay que tener en cuenta muchas
los intereses capitalistas es una de las caracte- clases 11.
rlsticas más importantes de la historia de los si-
glos xvrrr y xrx de muchos países europeos, y
asumió formas muy diferentes, aunque el resul- LA EXPLOTACION
tado .final fue favorable a los capitalistas en la Y LAS RELACIONES DE PRODUCCION
mayorla de los países que hoy llamariros desarro.
llados. La agitación en favor de la abolición de La misión de la teoría del valor es explicar por qué
las Corn Laws y de la libertad de comercio cons- y cómo esas relaciones de producción dan lugar
tituyó la plataforma clásica del conflicto entre a explotación. Nos encontramos aquí con una con-
terratenientes feudales y capitalistas industriales tradicción en el sentido hegeliano entre la apari-
en Inglaterra (y como todos los conflictos clásicos ción del trabajo libre y su explotación, entre la
es en parte una lucha mitológica). En otros países destrucción de todas las barreras artificiales a la
los señores feudales mismos se transformaron en competencia y la consolidación de un monopolio
industriales capitalistas, frecuentemente con áyu- de clase de los medios de producción. Para Marx,
da del Estado (como en Japón después de la res- la importancia de la teoría del valor radica en
tauración Meiji), e incluso en Inglaterra los ele- que hace 'visible la explotación que está oculta
mentos feudales no han estado hasta hoy comple- tras la aparente igualdad de los intercambios; en
tamente ausentes de la clase capitalista. La guerra tanto que la teoría de precios, la teoría del valor
civil norteamericana proporcigna otro ejemplo de la economía neoclásica, analiza el intereambio
(también bastante simplificado) de confrontación y las relaciones definidas por el intercambio, la
entre el capitalismo industrial del Norte y la so. misión que Marx asignó a la teoría del valor fue
ciedad feudal del Sur. Otro caso es el de la trans- la de desenmascarar la explotación. La relación
formación de los comerciantes capitalistas en ca- visible entre el empresario y el trabajador es una
pitalistas industriales; transformación que viene relación mercantil [59]. En la concepción de la
facilitada por un conjunto variado de reformas teoria económica neoclásica todo es reducible a
legales e institucionales: instituciones financieras mercados de bienes, y el mercado de trabajo es
como bancos territoriales o bancos industriales sólo un caso particular de éstos. El precio de la
eStatales, y reformas como la confiscación del ca-
pltal extranjero o de la propiedad territorial. En .10 Esto no es más que un esquema de la posición clá-
crd¡ pafg han sido acontecimientos históricos par- sica marxista. Barrington Moore, en 3ó, ha ilustrado la
tesis con ejemplos extrafdos de muchos países.
tlculares los que han dictado la combinación de tr Los tres escritos de Marx sobre Fran-cia,29,30 y 3l,
c¡¡ v¡rledad de formas que ha conducido a la ilustran la riqueza de un modelo de varias'ch3es én ei
esquema de Marx.
26 M. Desai El papel de la teoña del valor 27

fuerza-de trabajo (la mercancía que ofrece el tra- una forma particular de especialización: el modo
bajador) está determinado, lo mismo que el precio de producción mercantil [8] [2]. En las socieda-
de cualquier otra mercancía, por la oferta y la dos más primitivas la gente producía en parte
dernanda. Pero a diferencia de otras mercanclas Para su propio consumo y en parte para inter-
que se usan durante el proceso de producción, en cambiar en el mercado por otras mercancías. En
ponsecuencia, el productor aparecía ya en el mer-
que tanto el comprador como el vendedor son ca-
pitalistas, en el cambio de fuerza de trabajo (T) cado con los frutos de su trabajo. Dentro del ca-
por dinero (D) nos encontramos con una transac- pitalismo la producción no va dirigida al uso sino
ción entre personas pertenecientes a diferentes al intercambio" El trabajador, en vez de llevar su
producto al mercado para cambiarlo allí, lleva
clases de la sociedad: la clase de los trabajadores
desposeídos de los medios de producción y la cla-
directamente su fuerza de trabajo que cambia por
una cantidad de dinero o por una cesta de bienes,
se de los capitalistas que poseen los medios de y esto con independencia de la naturaleza de la
producción [ó0]. Esta relación de clase se encuen-
mercancía que está dedicado a producir. No está
tra oculta detráS de la relación mercantil que tiene
lugar sobre una base de aparente igualdad. Los implicado directamente en el resultado final de
su trabajo y, en este sentido, está salienador de
trabajadores aparecen en el mercado como la mer-
su actividad productiva, Pero la única manera en
cancía fuerza de trabajo, y al vender esta fuerza
que puede vivir es gracias a su trabajo (pues no
de trabajo tratan de obtener otra mercancía, ca-
pital (una suma de dinero anticipada por el capi- tiene medios de producción a su disposición) y, en
consecuencia, su situación libre le convierte en
talista), que, a su vez,'es la forma en que el ca' fuerza de trabajo [15]. Su actividad productiva,
pitalista aparece en el mercado. En cada.caso los que es esencial para su existencia, está alienada
hombres establecen relaciones. entre sí a través
de lo que constituye su producto final. Al ser com-
de las mercancías que representan. Esta transfor- prada la fuerza de trabajo, se la transforma en
mación de una relación social, de una relación de
clase, en una relación mercantil, en una relación
un producto final qüe se cambia por otros ,pro-
ductos finales que son, ¿t Sü v€Z; versiones trans-
de cambio, es lo que Marx llama 'fetichismo de la
mercancía. El fetichismo es una institución pecu'
formadas de las fuerzas de trabajo de otros tra-
bajadores. En estas condiciones, los trabajadores
liar del capitalismo t3l t4l. sólo se relacionan entre sí y con el capitalista
Para entender esto riltimo, examinemos el feu-
a través de la mediación de las mercancías.
dalismo. La relación entre siervo y señor es una
relación social claramente de explotación [7]. El
La productividad de la fuerza de trabajo con-
serva la vida del trabajador y perpetúa su situa-
siervo tiene que pasar parte de su jornada de ción de trabajador "libreu [44]. De modo análogo
trabajo diaria, o varios días de la semana, traba- la productividad de la maquinaria legitima el
Jando para el señor. El señor se apropia así direc' excedente gue se apropia el iapitalista. La pre
tamente una porción del trabajo. del siervo, in- ductividad de la cosa perpetúa la situación de los
Corporándolo en su propio output. La falta de seres humanos que están relacionados con ella.
llbertad del siervo hace su explotación directa- El capitalista se apropia el excedente como con-
monte vlsible, El capitalismo no sólo tiene traba- secuencia de la relación social de propiedad pri
Jrdorcr llbres sino que se caracteriza, además, por 2
n M. Desai Bl papel de la teoría del ealor 29

vada históricamente dada, y de las circunstancias como las de propiedad estatal de todos o algunos
del monopolio de clase de los medios de produc- medios de producción, y, sin embargo, Ia contra-
ción..Al nivel del intercarnbio, la productividad del dlcción original permanece en la medida en que
capital (por ejemplo, maquinaria y edificios) apa' cl trabajador tiene que venderse a sí mismo para
rece como productividad o funcionalidad del ca' conseguir sus medios de vida, en la medida en
pitalista. (En otras relaciones sociales las máqui: que está alienado del proceso de producción en
nas pueden sqr productivas, pero el excedente no que toma parte, y en la medida en que se enfren-
tiene por qué afluir a la clase capitdista, pues,to ta a una clase dominante a través de una relación
que. esta clase puede no existir.) Como las rela- mercantil 13.
ciones sociales aparecen como relaciones mercan-
tiles, nos encontiamos con el fenómeno del feti'
ctrismo de la mercancía [4]. Las relaciones mer-
cantiles tienden a ser percibidas como ahistóricas
y atemporales. El observador propende a conside-
rar que las relaciones de intercambio son atempo'
raleJ y que el cálculo de la teoría económiqa es
aplicaLle a todos los estados de la sociedad- En
eite sentido, es fácil concebir que el señor feudal
roptimiza" de la rnisma manera que una sociedad
anbnima o un empresario. Al nivel del intercambio
las cosas parecen ocurrir así, y es legítimo con-
I ceptuarlas del mismo modo, pero la naturaleza
de las relaciones de explotación es diferente qn
el sistema capitalista y en el sistema feudal.
La contradicción entre la situación jurídicamen'
i
te libre del trabajador y el hecho de su explota'
I
ll ción es la contradicción original del capitalisrno'
Es original porque aparece en'los orígenes del
capitalismo 12. En ninguna otra sociedad la explo'
tación adopta la forma de valor, pues en ninguna
otra sociedad es necesario enmascarar la explota-
ción tras las relaciones visibles. [,a forma mercan-
cfa de la fuerza de trabajo y su confrontación con
la forma mercancía del capital es un hecho especl-
i flcamente capitalista. En algunas sociedades, como
por cjcmplo la URSS,la forma legal de la relación
áo propledad puede cambiar y adoptar formas
¡l Var$ ló, 13 Véase 38. ló y 38 están reproducidos en 3.
l¡úelo lndilerenciado y abstracto 3t

3. TRABAJO INDIFERENCIADO Prcductos incorporan diferentes categorlas de tra.


Y ABSTRACTO: ABSTRACCION b{o, el trabajo específico de un suitre o de un
Y PROCESO HISTORICO 6$pintero o de un ebanista. Al cambiarsc esgs
Pfoductos como mercancías, se establecen relacio
DC¡ de.valor que hacen posible que los productos
lc puidan transformar entre si libremente .Un
rbrigo se convierte en una mesa, que se convierte,
I 8u vez, en una máquina, puesto que todos los
Productos se intercambian según reláciones deter-
mlnadas. El trabajo específico (y la habilidad) de
Hasta ahora hemos usado las expresiones produc- un ebanista o de un sastre desaparecen, y las re
to y mercancía dándoles un sentido equivalente, l¡ciones de cambio se determinan en relación al
per'o para Marx existe una importante distinción trabajo abstracto o indiferenciado [3].
Lntre!ilas. Todas las economías producen produc' En un sentido se trata de una fórmula: la
fos, pero sólo en las condiciones del capitalismo los fórmula básica de la teoría del valor-trabajo La
productos adquieren la forma de mercancías l2l' relación está determinada por la cantidad de tiern-
Lrs *"tc"ttcíás son producidas fundamentalmen' Pp de trabajo socialmente necesario para produ-
te, si no enteramente, para ser cambiadas. Tanto clr una mercancía en comparación con el iiempo
los productos como las mercancías tienen valor necesario para producir otra mercancla deterrri-
de úso, pero las mercancías deben poseer valor nada il1. Esta es una definición típica de la teorla
de cambio. En una economía de subsistencia los clásica del valor-trabajo. Lo imporiante para Man
productores producen para proveer a su propio es que esta reducción de los productos a una
consu*o. En el capitalismo toda la producción fórmula general del valor ocultJ tras su determi-
está destinada al intercambio. nación abstracta un proceso histórico especlfico.
La razón en virtud de la cual los trabajós espe-
clficos pueden ser reducidos a una medida: cornrin
trabajo abstracto-- más eficientemente bajo
LA DUALIDAD TRABAJO ESPECIFICO -a
el capitalismo, bajo el modo de producción mér.
Y TRABAJO ABSTRACTO
cantil, que bajo cualquier otro modo de produc-
Esta es una distinción muy importante. Marx la ción anterior, es la desaparición simultáñea del
llamó forma dual del valor [5]. Esta distinción trabajo indiyidual especializado. Se trata del pio
diffcilménte puede constituir una novedad, pues ceso histórico que convierte a los oficiales,'los
artesanos y los trabajadores con habilidadés es-
todos'los ecónomistas anteriores y posteriores a pecíficas en proletariado divorciado de los medios
Marx han conocido la diferencia entre valor de
uto y valor de cambio, aunque sin llegar a esta- de producción y libre de las regulaciones de los
gremios. El proceso de división del trabajo redu-
blocér h distinción entre productos y mercancías'
irra Marx, el modo de producción mercantil y la ce cada individuo a una operación partiCúhr. El
elemento de habilidad queda reducidb al elemento
torma dual del valor se convierten en un fenóme-
no rcclal detcrminante, en el siguiente sentido' Los de trabajo comrln, homogéneo e indiferenciado, a
?rabato indiferenciado y abstracto
3, M' Desai 33

@mo Ricardo, por ejemplo."Marx introduce,,la


lo largo de un lento proceso históricg cuya cul' dlstinción entre trabajo y fuerza de trabajo [14].
minablén no se ha alcanzado todavla. En las eco
nomlas desarrolladas aún podemos encontrar ac-
El contrato de vent¿ dó trabajo constituye un
oonvenio recurrente que se reanuda diaria, sema-
tualmente bienes hechos a mano por artesanos, nal o anualmente. El trabajador sólo estará. on
pero la gran mayorla de las mercancías pueden condiciones de recontratar después de. finalizar la
iá*Ui.ró entre il sin hacer referencia alguna al Jornada de trabajo, si conse¡:va-su libertad. El tra-
trabajo especlfico que incorporan. bajador no podrá celebrar un contrato vitalicio:
La ielación de válor-trabajo es¡ por bonsiguien'
te, simultáneamente una fórmula y un proceso GEto sería equivalente a una situación de esclavi-
tud. Lo que el trabajador vende de hecho cada
histórico. Y esta es la razón por la cual la catego' dt? según Marx, su fuerza de trabajo:
rfa de trabajo abstracto, indiferenciado,. no cons- cldad"1,potencial de trabajar por un peiíodola capa-
tituye una a6stracción sino una tendencia históri detir-
[rinado de la jornada laboral [15]. para qu€ pue.
i. Co" la reducción de los trabajos especlficos
da hacerlo una y otra vez, el trabajadoi trá ¿e
a trabajo indiferenciado, el rlnico elemento que
"r Gstar en condiciones de reproducirse a sí mismo,
caracteiiza conjuntamente a aquéllos es la huma- reproducirse no en el sentido de,crecimiento de
nidad: se trata de trabajo hümano' No existe nin- la población sino en el de rnantenerse vivo y pre
guna distinción, sea de habilidad, de localizáción'
¡ervar.su capacidad de trabajo.- El valor de ,la
ál ü"t" o de tribu. La fórmula general de cambio tuerza de trabajo
<n virtud del hecho de que todos losdesnudo
al
productos
el
-la mercanciacolno
bajador- viene determinado,
que vende eI tra-
el valor do
t"-o*bi- en el mercado- deja
cualquier otra mercancía, por el tiempo de trabajo
il"-"ttto común presente en las diferentes situa- a los ¡ocialmente necesario para su reprodücción, está.
áo""t laborales y, de este modo, integra del do condicionada la cesta de bienes que asegura
iraUaSaaores individuales en la clase prole-
su subsistencia tanto por consideraciones listOri-
--tri
tariado. cas como por consideraciones rnorales tl9l. El
especlfico del capitalismo -del modo
""tgo valor de la fuerza de trabajo es el misms para
de prodriccióri mercantil- no es precisamente el todos los trabajadores, puesto que todos losltra-
á""-i" producción esté destinada al intercarnbio'
tanto inter' bajadores son;intercambiables y tran sido reduci-
fo"t eti"tttas relaciones comerciales, dos a trabajo abstracto e indiferenciado por el
n"t internacionales, existieron menudo e¡
a proceso histórico a que hemos hecho referencia,
muchas economlas precapitalistas' Para Marx' la
"ottto
Según Mafi, el valor de la fuema de trabajo está
aparición de un mercado en que se cambia la mer- determinado. independientemente de la tarea es-
trabajo es el rasgo específico que distingue pecífica ? que el:trabajador pueda dedicarse y con
"i""f"
al modo de los modos de producción anterioridad a ella. Una vez que ha vendiáo su
"upitulist"
anteriores. bI mercado de trabajo es distinto de fuerza de trabajo (T) a cambió de una suma de
loc mercados de las restantes mercancías, y esta dinero (D), a fin de obtener una cesta de bienes
dlferencia debe entenderse si queremos ser capa- determinada, el tiempo del trabajador está a dis.
o3t de distinguir a Marx de otros economistas posición del capitalista por toda la duración de
la jornada laboral. En este momento se hace. rnuy
T V¿¡¡c ¡l udtal, libro r, capltulo 1, partes I y 4'
Trabajo indiferenciado y abstracto
v M. Desai 35

rccordarse que muchos crlticos y muchos defen,


importante la distinción entre el valor de cambio lores de Marx han considerado que el valor de
á"i"-t""tr" de trabajo y su valor jornada de uso' Lo que
d,t..ttt" la laboral la fuerza de trabajo es igual a la tasa de salarios,
el trabajador c lnsistido en que un elemento esencial del modelo
;; ; "orrsu*L
hrcrz'a de trabajo es ya capacidad
"á sino trabajo efectivo' -no El valor añadido dc Marx es la existencia de un salario ,real de
-"á"
"át"""í¿- tubsistencia rígido. El mismo Malx señala en una
i".Ua.iador es ál valor de uso de su traba' ocasión que el valor de la fuerza de trabajo cons-
"i
í;;"É;d.; por el capitalista juntamente con los
tltuye un suelo por debajo del cual los salarios
ffit";il;; áe proaucción (MPi t20l' El valor de
que el valor de cambio no pueden descender [35]. Ciertamente, la deter-
¿A trabajó es mayor minación de la tasa de salarios o de la diferencia
á"-r. t""*" á" t."b.3o. Lá diferencia es el
"to plus'
trabajo Cntre el salario real y el valor de la fuerza de
á*,;-;i capitalista tráta de comprar
trabajo es un área relativamente inexplorada de
úqúi es¡iera obtener plusvalo' Í22)'. la economía marxista. Los partidarios de Mam
I ü ait"tóncia entre el valor de cambio y-el valor lnsistieron en la tendencia hacia un salario de
¿e trabajo, la noción de que en el capita' ¡ubsistencia y vieron en ella una acusación contra
"tlá"f
firmo-"f trabajaáor vende su fuerza de trabajo' y
el capitalismo, mientras que para los crlticos de
i"- J"t"t-i"ación del valor de cambio de la fuerza Marx el salario de subsistencia representaba a la
áe't""b"5o independientemente de la tarea espe' vez un supuesto necesario del modelo y una pre.
Jiti"" elirabajador participa, son tres ele- dicción claramente falseada por las observaciones
"""e";
cri¡ciales en lá teoria marxiana del traba-
-*io.
lo. Siempre hemos de recordar que, para Mam' la
cmpíricas. Debemos recordar, sin embargo, que
el mercado para $arx las relaciones de clase son fundamen-
i;i;¿;t; il"t" "t fundamentál ensingular' pues tales en la determinación de la evolución del mer.
ááiiutujo; más aún, es una relación cado de trabajo y que la dinámica de las relacio
oit.t *át"ancías se cambian entre comprado¡es
nes de clase debe ser reconocida como factor im-
v vendedores que están al mismo nivél tanto for' portante del modelo de Marx. Los salarios reales
i";i';;;Lf"ótiu"-"ttte. La relación de cambio pueden creoer con la acumulación en el modelo
t-i; 6rm. que la relación asume -venta de tra- marxista [48]. Lo que es importünte tener en cuen-
üaio- está incorporada en la forma salarial' Ni
directa' ta es que el curso verdadero de los salarios rea-'
ef iraUa¡aaor ni el capitalista percibentuerza les, ya sea ascendente o descendente, no es autG
l""tá rá división entré el valor de la de
córno mático ni depende mecánicamente del crecimiento
lt;ü;i-t el plusvalor. El trabajadol v.e es
de la productividad del trabajo. Es la lucha de
;;;,í. iot io¿. la jornada de trabajo' aunque
los trabajadores como clase contra los capitalistas
üt;;Jp"rte.de ésá poi es ya eqrrivalente al valor
su Íuerza de trabajo' como clase lucha configurada por el cre-
ái
--Eito¿o ló que
-de recibe cimiento de -una
los sindicatos, las huelgas, los lock-
interés Marx se centra' por supuesto' en outs, la legislación laboral, la acción polltica, et-
cf lraUa¡o no cualificado o en el rabajo
c9n uJl
considerársele cétera- lo que constituye la fuerza dinámica de.
;i*t-¿e"o*inador
d;";"lificación tal que puede
terminante del movimiento de los salarios reales.
un común,-uná masa intercambia' Marx menciona específicamente la importancia de
bt;.i;;;t muy importante no interpretar el mo
sentido debe la lucha de clases en el contexto de las fuerzas
¡;i;E Mar* mácani'camente' En este
M. Desai Trabajo indilerenciado y abstracto

quc la producción está orientada al intercambio
que determinan la duración de la jornada labo y no al uso. El capitalista aparece en el mercado
t f lZSl [27]. Su rechazo de cualquier regla me'y @n dinero (D), compra materias primag, alquila
o¿"iii-"ó*ó b doctrina del fondo de salarios, máquinas y compra hmza de trabajo (M), y ven-
el énfasis que ponía en la lucha de los trabajade do el producto final (D'), obteniendo un benefi-
res apate"étt en sus escritos ocasionales2' clo. D' es mayor que D. Ciertamente no. tendrfa
tontido la existencia de un modo de producción
LA CREACION DB PLUSVALOR de mercancías si al final del proceso de produc-
Y BL,PAPEL DEL DINERO clón y cambio no resultase ningún beneficio para
los capitalistas. Tenemos entonces el ciclo D-M-D'.
Ya hemos citado a Marx en el sentido de que ni ¿Por qué es D' maygr que D? ¿Qué fuerzas ex¡ü-
el intercambio puede crear plusvalor ni podemos can el beneficio monetario obtenido por el ca.
pitalista?
obse¡var la explotación al nivel del intercambio'
Para Marx, la clave está en la fase inicial en que
Para nuestros propósitos es esencial entender el
proceso de creación de plusvalor, porque, a su vez' cl capitalista compra mercancías (factores de pro
'not ptopotciona la explicación- y la medida de la ducción), entregando dinero a cambio. Aparecen
explótación. Como eI intercambio no puede crear cn esta fase tres componentes: materias primas,
fuerza de trabajo y maqui¡raria. Puesto que las
ftusvalor, no podremos llegar a elnh9a¡ la explo- materias primas hay que comprarlas a otros ca-
i;id en base sólo a un análisis. del valor dual
de
del pitalistas (excepto en los casos, que excluimos, eh
cambio. En consecuencia, dada la forma
gue se puedan adquirir de rm sector campesino
valor, hemos de indagar en torno al valor de uso' precapitalista o de una colonia), dejando a un
Buscaremos, pues, una explicación de la explota'
lado engaños o estafas ocasionales, habrá que B&
ción en.el valor de uso. gar el valor total de las materias primas. Esto
En los modos de producción anteriores al modo
es indiscutible y no es otra cosa que la definición
de producción mercántil, los productos se cambian
poi aio"to y éste, después, vuelve a ser cambiado de valor añadido, Más importante es entender por
aparece en el mer-
ilor productos. El productor dinerq
qué Marx dice que las máquinas no crean plus-
productoi, no con 3' Verdadera' valor. Marx no niega que las máquin-as scan pro
üdo^
"ott el dinero juega en-una ductivas o, lo que es lo naismo, gu9 tienen"valofn
*"rrt", el inico papel que
El valor producido por una máquina,durante el
lii t""iott semejanté es él de facilitar y generalizar proceso de producción es igual a la renta.pagada
la forma de trueque entre dos personas' Si esto por el capitalista por el uso de la máquina. eue
ocurriese en un modo de producción mercantil, po'
el capitalista posea la máquina en propiedad o la
drlamos describir este ciclo de intercambio corno tome en arriendo es indiferente, en este caso, des-
mercancía-dinercmercancía o M-D-M' El rasgo dis' de el punto de vista del cálculo económico. Lo que
tintivo del modo de producción de rnercancías es importa es. que el valor producido por la maqui
Tvé"ttr" los dos folletos de -Marx, Sglqrig, precio y ga' na ---€n términos de Marx,'el valor transferido
nancle, 32, y Trabaio asalariado y capttat, t:5'
'--i il'móniento por la máquina al producto final-'está.comperr
esiamoJ haciendo a6stracción del co'mer'
ed#; í'Ei- iliiei"iéiiiái¡ó.-Lo q"" nos interesa aqul es sado exactaurente por et flujo de renta pagado
il-óiptiatt¡ta en cuanto productor'
38 M. Desai Írabajo indif erenciado y abstracto 39

por la máquina. Esto significa qle el eoSte de la los precios de los bienes.a los precios de los inputs
inaquina f el coste de lás materias primas' están lctuales y anteriores de trabajo. Muchos autores
inctuidos en la suma inicial de dinero antici' han demostrado ya cumplidamente que si se usa
"a
iá¿", p. Sólo queda el tercer elemento comprqdo cfpital en el proceso de producción, al hacer los
io" b -la f'íerra de trabajo-' como la única cálculos de precios ha de incluirse una tasa de
ganancia a. A Marx no le preocupa tanto la de-
fuente posible de plusvalor.' valor en exceso y por
encimi del incorporado en el precio de com- terminación de los precios. Es perfectamente cons-
pra glente de que, desde el punto de vista. del capita-
--et'itáu"¡o
[131.
crea plusvalor en virtud de que la llsta (y de la economía política), se puede formular
aurigu"f t"iación de clase que opera en el mercado una teoría de los precios basada en el coste de
de tiabajo crea una discrepancia entre-el valorde producción t80l t811. En este caso, los beneficios
rsoy"factores de cambio áel trabajo [22]' De los con la diferencia entre el precio y el coste unita-
tres "t"v"lor de producción,
-son las máquinas y las rio y pueden proponerse racionalizaciones diver-
áaterias primas y
compradas -vendidas por sas espíritu empresarial, asunción
-abstinencia,
de riesgos, etc.- para explicar esta diferencia.
capiiatistas y, en esta meáida, no hacen posible
UtitracciO" de plusvalor. Los casos de equivoca' Marx está interesado en la relación entre precios
;l;; en el precio o los engaños que pueda haber y valores, pues sólo esta relación puede mostrar
iOtá la distribución del plusvalor dentro cómo los beneficios son generados por el plusva-
áe 1a "t""t"tt de los capitalistas' El trabajo es la lor. Para Marx, sólo la teoría del valor pueáe des-
,!tti"" *"."ancla vendida por el trabajador y cqq'
"Ute cubrir que los precios basados en las estructuras
productivi-
p*A ;¿t el capitalistu [oo]. Y es,la valor de costes enmascaran las relaciones sociales de
ááJ áér trabajo -productividad de y de valor.
plusvalor- la que gette.u la demanda de trabajo Para la teoría mamista, el plusvalor es creado
oor parte del caPitalista [20]. por eI trabajo. To,{as las mercancías tienen valor.
' náJá*ot asl a la tlneá divisdria tundamental Las máquinas son productivas como lo es el tra-
entre la teoría económica marxiana y el resto de bajo. Pero sólo en el caso del trabajo, y debido
i". o"""1". de economla: la clásica, la neoclásica a la naturaleza desigual de las relaciones sociales,
v 1a tevnesiana. El continuo malentendido que existe una discrepancia entre el valor de uso y el
áui"" f" teoría marxista y, en particular' la con- valor de cambio de la fuerza de trabajo. Al final
ñi¿" entre la teorla da Mary dé y. l" d9 Ricardo' de cada proceso productivo el trabajador se re-
á""iu" de la aparente identidad las teorlas del produce a sí mismo y el capitalista acumula ri-
nátot qo" usari ambos. Ricardo comienza aceptan' queza 1441. Esta asimetría de resultados se debe
'¡;;*; un dato la existencia de tres clases de
los
a la asimetrla de las relaciones de clase. Al nivel
;;ept"¿t de renta, y su objetivo es.estudiar del intercambio, no se puede deducir semejante
C*iot de la acumdáción en las partes recibidas asimetría, partiendo de condiciones iniciales de
ilr U. tres clases. Como puede vérse' la teoría igualdad. La teoría de Marx, si se interpreta divor-
ífátaf""" ael valor es también una teoría de la ciada del contexto de la lucha de clases, es indis-
dliiriU""iO" de la renta en una economía en cre
olñicnto. Una parte de esta teoría trata de reducir { Véase 44, capftulo ó.
0 M. Desai

tinguible de la teorla ricardiana' La diferencia 4, LA CREACION DE PLUSVALOR


*ñt u*Uus no radica en la caracterización de los COMO PROCESO SOCIAL
que es similar en todas las
;;ñ;;;
-"i",t"lat productivos,
de economía, iino en el proceso de com:
que está subya-
n;. ; lenta de fuerza'de trabajo
del proceso productivo
ié"tá a"iá" el comienzo
por una
-lii
y da lugar a la apropiación de plusvalor
ár*". participantes en el proceso productivo
iOio perciUen,'en cambio, reláciones de cambio
i"gititl.t, y no advierten las relaciones clesiguales
de clase Y exPlotación.
- -na¿a Volvamos al problema de la creación de plusva-
una tioría cualquiera de formación de los lor, que ahora podernos enfocar como un. proceso
que sea coherenie y satisfaga la condición social. Marx analiza bastante detalladamente el
"*"iot -i;t de igualdad d.e las tasas
árái""tiá de ganancia en proceso de producción y, en esta fase, introduce
;d; indistrias, nuestra tarea-es establecer una distinción entre el proceso de producción fí-
(tam-
r¡na conexión entre las relaciones de valor sico ¡r el proceso de producción de valor. En el
bién internamente coherentes) y las relaciones de proceso de producción físico se combinan los ser-
Hemos de explicitar las relaciones de vicios de la maquinaria, las materias primas y las
"rl"iot.
;;ñ;-t .rq.r"muti"a. iu estructura tósica'. M1s capacidades específicas del trabajo para obtener
adelanie paiaremos a discutir el paso -la trans- un producto [63]. Esta es la habitual función de
loi*a"i¿"- de las relaciones de valor a las rela- producción de la teoría económica. El proceso
ciones de Precio. de producción de valor está relacionado con la
compra de los inputs y la venta del output (en
el momento en que se convierte en mercancla) en
el mercado; en el proceso de producción de valor
se disuelven las características especlficas (valor
de uso) de aquello que se produce, reduciéndol,o
a su valor de cambio que es trasladable libremen-
te de una mercancía a otra. En virtud de las capa-
cidades productivás específicas del trabajo llegán
a incorporarse al producto final tanto el propio
valor del trabajo como los valores especlficos
de la maquinaria y de las materias primas.
El proceso de producción flsico produc-
ción de mercancías por medio de-"la mercancíasr
(incluyendo la fuerza de trabajo)- es sustancial-
mente el mismo en diferentes modos de produc-
ción. El plusvalor, en cambio, es un atributo es-
pecífico del capitalismo, pues si bien el proceso
42
M. Desai k creaclón de plusttalor 43

de producción puede g€nerar un excedente' éste dc marketing. En general, Df>D y M'>M. La di-
torencia D'-D pertenece al capitalista, porque tal
sóló asume la iorma de valor en el sistema ca'
pitiiti" y sólo en este sistema pertenece el ex- como las cosas se presentan, en virtud de ser pro
El pletario de D, CP le pertenece y, en consecuencia,
;;d""t" ál propietario del capitalunamonetario'
suma de di- t¡mbién le pertenece todo aquello que CP produce
;;t*tá üegá al mercado con
por encimá de los {costes de producciónr. En este
nero (D), pero-éste sólo empieza a fu-ncionar como
capital c'uando el capitalista lo moviliza para com'
&ntido, el proceso de produccién flsico se con-
pár -áái"s de prbducción y materias (T)' El
primas
capita-
flgura como una función del capitalista. Y, sin
Gmbargo, no es su propiedad de la maquinaria la
iüi;),-"ii "o*o fú.ttadiversos
de trabajo
inputs, convierte el que le hace acreedor al excedente, Que el capita-
iirá'ul comprar los pr.oductiuo,(cP)' Te- llsta sea propietario de la maquinaria o que la
;;;;i"l-;;etario en,capital
tome en arriendo es irrelevante; en cualquier caso
nehos, en este caso, la mitad de un ciclo: ¡e embolsará la diferencia entre D'y D.Asl como
la maquinaria es propiedad del capitalista una vez
edquirida, independientemente del hecho de que
o-rurl
.MP I
=., la use o la mantenga ociosa, la fuerza de trabajo
¡ólo se convierte en propiedad suya durante el
I
perlodo de uso (a lo largo de la jornada laboral)
Marx empleó esta notación paT-.el ciclo D-D" El 164). La maquinaria.por sí misma no puede pro-
los inputs (M) -g: mercanclas ducir nada; por sl mismo, sin acceso a los medios
"iiii.rl.ii
adelantando"rmpra
una suma dé dinero (D)' Los inputs de producción, el trabajador no puede vivir. Des-
de su propio punto de vista, el trabajador cambia
lftfi "ó"titt"n en trabaj" (T)-{ materiales de pro'
(MP). Al juntarse (T) y (MP) en manos Bu mercancía de trabajr por una suma
áuóciOn
pro de dinero para -fuerza
obtener la cesta de mercancías
á" fot capitalistas, se convierten en capital mitad del necesarias para su subsistencia: para él se trata
ductivo. Vemos, pues, que la primer-a
la conversión de-una suma de un proceso del tipo M-+D-+M. El capitalista
O-l' consisté en
tiene que comprar fuerza de trabajo y rnaquina-
"üo
á'"'ái""- en capital monetario (al adelantarlo) y
ria para producir M', pero sólo se interesa en M'
;- ü ;;rnpru "ótt éste de capital.productivo' en ora en cuanto depósito temporal de valor de cambio.
El t;"¿so de producción convierte M M" En consecuencia, venderá M' para obtener D' y
mercáncía cuya cantidad es denotada
por Esta
pero el capitalista no realizat así sus beneficios.
;-;i;t;á"ctt ¿et proceso,
que la convierte otra vez El proceso de producción de valor es, pues,
tá intlt"tu en M' hasta
forma de más extenso que el proceso físico, ya que incluye
en dinero. M' es enton""t Ltt output e¡ la a este ultimo corno una de sus fases. Conviene
*"rcantil. Cuando el cJpitalista-vende M'
"i"¡li
;;í;;" ;"ii¿.á de dinero se tierra -el
circuito' destacar esto aquí, porque la distinción es fun-
ü;;"d"--ii.¿ del ciclo es CP'+M'+D" El damental, y hemos de recordarla cuando tengamos
que discutir el problema de la transformación.
nrecio al que se puede convertir M' en D'
viene
pár'las temporales- o El plusvalor lo crea la dimensión de valor de uso
5iiá*rá""t. contracciones
problemas generales de la fuerza de trabajo. El proceso de comprar
;iliü;; d"lmerca¿o y por los
4 M. Desai
I. LOS TRES CIRCUITOS DEL CAPITAL
irrputs y vender outputs -actividad empresarial'
de riesgos;-etc.- es la tunción'especffi- '

"tiÁ"frit
;;;i-;.;pietarío del capital monetario' El ca i.*
pitJt"d.á" puede' cott*t"rtir capital circunstran- monetario ,{
N:A

!n ápital productivo porque debido a


liistoricas, la fuerza de trabajo -la'mercan-
;;-t;;id" for el trabajador qlibre"-
"ias ha llegado
ttene esto en
A ser intercambiable t431. Si no se
la explotación del
;";;;; se pueden Lntlnder
al ser vistas
;;;b;jr ; la Lreación de plusvalor, El plusvalor Podemos exponer con cierto detalle tres modos
como un puro proceso de cambio' diferentes de contemplar los procesos de produc-
pero
se crea en el pioceso de producción- flsico' ción de valor y los procesos de producción físicos
ráto t" apropia y se realiza en términos monet&
participantes en al hilo de la argumentación de Marx en el libro r¡
;i;; ;; "i fio""i" de valor' Los los aspectos
de El capital l. A estas tres diferentes maneras de
lááo a prot"to sólo advierten en éste
contemplar el proceso capitalista se les llama los
por
á;l"t ielaciones de cambio -los precios' de valor' tres circuitos del capital: el circuito del capital-
consiguiente- no y los de las relaciones
¡nercancía (M'-M), el circuito del capital produc-
Át niíet del intárcambio la ganancia es la diferen' tivo (CP-CP) y el circuito del capital monetario
el valor monetariJde la producción (D') (D-O'¡. Los tres circuitos del capital aparecen dés-
"i" "ttt."
y io, monetarios de la producción (D)' La critos simultáneamente en el diagrama. En cierto
sanancia"*t",aparece así como una'categorla legítima' Sentido, carece de importancia dónde comienza
itr""it"t ó;;i plusvalor es una categorla basada un circuito siempre que llegue a completarse. Pero
en la exPlotación.
---ta como hemos visto antes, en los dos primeros cir-
taiea de la teoría del palor'ttabaio' la tarea cuitos no aparece suficientemente clarificado el
qll uái* c'oncibe para la economla p,t}'i?!:,11^
en virt.ud- 4:! :y!,^!:
papel que el dinero juega en cuanto capital. Tam-
Zííui*'";;e*;";"- s.ociatpo!. bién oscurecen Ia naturaleza de la relación social
Z.íi\íi¡á I'i- áii"ar":, decirlo as.t' :l :::.:!,
en virtud de la cual el propietario de capital mo
;í';;;;:;;;lo, I ln' b'eieficios sursen at nittet
áe una rela' netario compra fuerza de trabajo. De igual forma,
¿"- fi varlabtes' ;bs;;vabtes, a paftir
el plusvalor aparece en el circuito D-D' de una
Zí¿l"aL- iiitr"lor inobservable subyacente' E.ste
manera prominente y constituye la fueizá motrü
át p."Ufema que tenemos que atacar inmedia- de la activjdad económica, mientras que su exis-
"l Presentamos las llneas generales del mis'
tamente. tencia no es tan evidente en los otros dos cir-
ñ ; el capítulo siguiente, aunque -aplazaremos cuitos.
la discusión de su soíución compléta hasta el
aná'
iltü ¿"i problema de la transformacién' El esquema del flujo circular de la renta para
describir la interdependencia del consumo, l¿ pro
ducción y los intercambios es un instrumento de
t El capital, libro rr, capltulo l.
LOS TRES CIRCUITOS DEL CAPIIAL Los tres circuitos del capital

lnálisis familiar en muchos manuales de econo

l---l E E EI mfaz. Los circuitos que se describen a continua-


clón son similares al flujo circular de renta, coR
¡ I gPEeEd

ii: i?:il gÉ::ii


la excepción de que mientras en éste se describen
condiciones estáticas, los circuitos plasman urt
proceso dinámico en el que tienen lugar activida-
ir:r ¡E EE gf, des de acumulación y de crecimiento de variables
reales y monetarias [74]. Limitándonos a la com-
paración entre los tres 'óircuitos, el del capital

=T',Ff-r:=j
t:
t:
monetario, como ya mencionamos antes, pone de
relieve el papel de las relaciones de clase en la
teoría del valor mucho más claramente que los
otros dos circuitos. Muchos de los intentos re-

FÉ i
ii T i:
'""1"'' €;
iilrJBA a'j
il6oees
cientes de reformular la teoría del valor de Marx
lgnoran el circuito del capital monetario y, con-
Secuentemente, minimizan la diferencia entre el
cnfoque de Marx y otros enfoques de la teoría
del valor.
El circuito del capital monetario es el más im-
**E ir!2.+:I+L--HF" portante en el modo de producción mercantil,
puesto que en él la producción no persigue el uso

lrll=tÉs
sino el beneficio. El capitalista desea conseguir

g€t L.; unos beneficios no en términos de output final


sino en términos de dinero. La razón de esta ac.
titud es que el capitalista ha tenido que adelantar

:i il=lɀ gEffi !u
(desembolsar) originalmente un capitil monetario

tBE
93.
'" :..:...;...:'..:rÉa
(D) y necesita recobrar estos gastos y realizar un
beneficio en términos monetarios. Después de esto
. : _.ll_: . cl capitalista se encuentra en libertad de reinver-
tir su dinero en la misma industria, en otra in-
E-a*\F:41* - dustria o de destinarlo a adquirir bienes d.e con-
sumo. Así pues, el circuito del capital monetario
comienza con la compra de mercancías que cons-
tituirán el capital productivo (CP) en manos del
i: TA ii IffitEE
l8t3€-e
capitalista, y termina con la venta del output (M')
y la realización de una suma de dinero (D'). Los
actos de intercambio se encuentran al comienzo
-, F*Gplo, véase 27, capftulo 34.
48
M. Desoí bs tres circuitos del capital 49

en forma
v aI final del proceso' El dinero inactiyo en
Jador se integre en el froceso de producción para
U^".;;;;;iénto o el gastado directamente ¡talizar su capital. Esta relación de intercambio
ñ @ienes-¿J consuno) no es capital' 08, pues, una relación de clase, ya que es la sepa-
ñ;;;A de ser un medio de ración entre el trabajador y los medios de pro
r?to t""ii"u la tunción
'l;;;
ü;;i.. Ei-¿i""to tOlo se convierte en capital qara ducción, lo que convierte a la fuerza de trabajo
(avanzado- o. desenrbok una mercancía. Fuera de este contexto de clase;
üt*'"L""¿. ", i"u"tti¿o la propiedad de ser un
Gn
tl intercambio D-T'aparecería como un puro y
ffi; ffii.;l capital tiene
de autópxpandirse [ 57 ]' rimple intercambio de equivalentes basado en lá
;;ñ o;; ;"*tu br"*urli' tiene lugar en
;:; ;;.?.punrió" del del no
valor
circuito' que sólo
lgualdad. Fuera de este contexto de clase es diflcil
comprender el papel de la explotación.
ninguno do los
actos de"*t'"-o"-
cambio' sino en- el tramo inter- El otro componente del intercambio D-M es la
""ii.n."
#a;;;i!ue bs mercancías (inputs) p4-ra
compra-
ob'
compra D-MP. Marx insiste en la diferencia funda-
das son usadas
produótivo mental existente entre Ia fuerza de trabajo y las
"o-"-üpital
tener un volumen de piodrrcción
cuyo- valor en otras mercancías que son también inputs en el
(l't') es mayor- que el que proceso de producción. Los mercados de mercan-
Érminos de mercancias
.páiio-inicialmente al comienzo del
proceso' cfas son anteriores en el tiempo a la aparición del
ü del outprrt final capitalismo, aunque sólo han alcanzado su pleno
La composición en'¡n"i"ancias prooeso pro.
en cualquier
irü'i "tl-p"i supuesto, de los inputs (M)' Lo que desarrollo bajo el capitalismo. En este sentidó, los
)',tá"á, áir"t"tti" de la mercados de mercancías bajo el capitalismo sólo
il;;;t M s" ai''oi¿" "n-tuerza-de.T?l1it:"T:J
MP; estos últimos están'
¡e diferencian en que son universales. Lo que di-
ferencia al capitalismo es la constitución dá mer-
ffi;;;ilt d" producción, di'
a su vez, compuestos por muchas mercancías primera
cado de trabajo. Hay otra diferencia también entre
los inputs'
;";;r*'ü;--ionstituven presupone -I-a la fuerza de trabajo y las otras mercancías que
i"trcumuio'o-tvt la existencia rc puede percibir si adoptamos la posición de sus
""#"á.r
á:'ii#;il. aát"tttl"dos donde se intercambian
de
vendedores [ó4]. Desde el punto de vista del tra-
;";'üP, ;i **" ¿rtp""iuiti¿ud"t-.suficientes bajador, la fuerza de trabajo es una mercancía
de producción siempre que se cambia por dinero que a su vez será gasta-
trabajo y de materiies
v cuando sean necesarros' do en bienes de consumo M-D-M. Para el vinde-
' ii-""*u-il-p-r ¿"Ii""ro,p-or-tueJza de trabajo dor de cualquier otra mercancía, destinada a con-
."r""iii"'9irii ¡1"d'lT:il,l'91
cu'rLrluJv '- '---:;l se trata de un
vertirse en input de un proceso productivo, esa
""il,i*i"'iJ
Aparentemente a- nrv observable equivalentes' mercancía constituye un capital mercancía (M,)
simple intercambro de mercancíaspropietario de resultante de un proceso productivo, que en esta
iii'#;p#;;i"'a; t es- tamui¿n el
a" p'oa"t"ión' y se enfrenta al-vende-
fase se convierte, mediante un acto dé venta, en
dinero D', bien para ser reinvertido como capital
los medios
dor de ra hrctza¿" tt"üu:f h9 e1 St"i:
el en el proceso productivo, bien para ser gastado
or¿inuiio ¿" fue1ia de *^*1:
trabajo en bienes de consumo. Y aqul reside la explica-
ouier compra¿or de-emplear un
tratara
?;;";;;r; "l-.ut" si setu;;i;;tio de óbierno)
ción de por qué las mercancías que no son fuerza
crlado doméstico " rin de trabajo no pueden ser explotadas: su plusvalor
;i;;;;;;;lo capitJi"ta que desea que el traba- ya ha sido realizado por sus vendedores. En este
Las tres circuitos del capital 5r
50

l.9s elementos cantidad tan pequeña, que si existen indivisibili-


sentido, se puede distinguir enqe.
;;ñil"; T v tos fircrzit de tabajo MP
éi"tñ"tttot objetivos
es
del
una'
dades en los inputs sea necesario recorrer muchos
circuitos hasta que la suma de esas cantidades
;;ioi ;;tduótivo. La vendedor' pero se con' pueda invertirse.
rnét""tt"tu en manos de su Aunque la relación social fundamental se ma-
;üiJ; ""pila "ou"dopuede Pasa a las manos del
usarla para crear nifiesta en el intercambio D-T, la produceión de
comprador, yu qu" éste plusvalor se realiza en la parte intermedia del
olusvalor. Las otras meicancías MP son capital
i#;;;;;;r-áLi-u"'a"dor como en rnanos del circuito. En ella tiene lugar el proceso de produc-
;óital a ser realizado por ción que transforma las mercancías inputs (M),
;ñ;;;, mercancía
utilizado lncluyendo el trabajo (T) y los materiales de pro-
el vendedor y "uprüi productivo a
el.ser ducción (MP)
;;;;ñ"* piáduccion por comprador' en conjunto constituyen el ca-
-'g;'-"r'"*ti"*"¿óriitui del circuito' el output (M') -que
pital productivo CP-, para generar un output (M').
t" *"t" p"ra obtener dinero (D')' y-en términos
abstractos poA"mos-clnsiderar
que.el valor de M'
;ü;i; Ñl-(ic"tt al valor de los inputs) más ln la
lplusvalor incorporuáo en el output)' aunque "(-,
itJ'iol'i.i¿i^áJr*i Ñ"ial v del M' final sea di-
dividir |=.,-*'
ferente. Del mismo-Áo¿o, D' se puede
lii-ii-iig"ái " u s.'-u original desembolsada)
En la Se trata de una relación puramente tecnológica,
t"¿t ¿ iftusloutor eri terminoJ monetarios)'
vendido cons' aunque, por supuesto, la organización de la pro
*láiá"'!" á"é u' se retienepero-
sin ser
el sentido último ducción cambia al cambiar también la tecnología.
tii"v" merca''cla'
(excepto con la in'
,El sistema de trabajo a domicilio, en el que- el
""pith,ro
del proceso capitalista adelantaba a los trabajadores las ma-
ü"i¿; ",'tlltoiarlo
de especular), sino venderlo pot
"l:-tY: terias primas que éstos transformaban en output,
ü*ñ;; un beneficio'.Una vez
;ü" P."úzcafinal y el sistema de fábricas representan formas or-
segrln
iJaliruJo-ilá a""ti"" trate'puede .variar
En términos muy
ganizativas, diferentes, con implicaciones respecto
de que se a las relaciones de valor en cuya discusión no
Eenerales, podemos aecir que en
"i-"lpitáritta la reproducción entraremos. El output M' no tiene por qué ser
ff#t3'i;i ili;;-;t" acu-dtacion neta) D se vuel-
fase material; puede tratarse de servicios [óó].
ve a desembolsar otra vez err unasesegunda en Marx señala que por el hecho de que el propie-
;;t; ;b;;;", u, *i-"t'ut que d gasta la
tario de D ha comprado M y combinado T y MP,
;ffi";ü;,J" b;J;-Egasta "'nsümo
para el capitalis'
constituye- un atesora'
el proceso de producción parece ser una función
tJ.-e" á"t" D' no se del capital y, po.r tanto, del capitalista 3. El em-
miento, pero se en capital cuando es presario de la teoría económica de finales del si-
"o"t'Ltt"
que cantid;d
il;;iá.: Ei obvio industria difere¡te
ra D también se glo xrx aparece así como un simple reflejo de la
*" a la que
ouede avanzat propiedad de D y la función del capitalista en la
íJHt".';;;; ;;;;ti¿"
"r, P::1"- *"::::: ,,:1 producción no es sino la subjetivación del proce
;1"ütT;t¿aüJiint "á'"oeso"*te en Ia reproduc-
que d sea una
ü,íi i't"iri"Ja. iamuién posible 3 El capital, Iibro ¡.
M. Desai Los tres circuitos del capital 53
52

una relación los otros dos circuitos el dinero aparece simple-


so productivo que es simplementemisma incluso mente como un intermediario y puede ser fácil-
tJ"ti"fági"". La iecnoloeía sería la
(por ejem- mente ignorado. La función del dinero en cuanto
;;ü""- ;.do diferente- de producción
;ii, ülili".;i;h*á)' pá'9 la relación social
aparente del em-
capital monetario, es decir, en cuanto algo más
que un simple medio de cambio, sólo se pone
5;;i" dli;t""te. La proaucilviaad de la estructura suficientemente de relieve en este circuito.
;;;;Ap,r"t, tttt subproducto
- El circuito CP-CP comienza con eI capital pro,
*f.itt",
ál-lot derechos de ProPiedad'
entre el ca' ductivo y vuelve a él transformando el output (M')
tin embario, Lna diferencia él' En el ca- en inputs para la segunda fase. Le podemos llamar
y sisteirias anteriores a
oitá-it*á los de circuito input-output-input. A su comienzo nos
iffiffi; irr¿rrrt,iut no sólo hay mecanismos
de creación encontramos con la fuerza de trabajo y con los
Xi$iiliiuii^áJpi;;;i"r sino también no son la usura' la materiales de producción,en manos del capitalis-
d.e plusvalor. en lo
"ti"-ientido' de mercado ta, aunque sin saber cómo han llegado a ellas. En
]t:üiliá; ;i'ñ;stricciones sino la producción un cierto sentido los factores,de producción se
oue importa en este sistema' constantes en la encuentran ya empleados al comienzo de este cir-
H üeaiante cambios
va dirigido- L mejorar la pro- cuito. En cambio, en él la función del dinero como
"ilü;;.
;;d;l"gí;, el sistema
capital aparece suprimida, ya que el intercambio
il;üñ lu fur" M+CP+Ml' En un sistema
M'-D'-M puede ser visto fáciknente como un cam-
;#;il;ñlol"tiá" nod"'"u"tu sobre u¡ra tecnolo-
"r,
bio de equivalentes en el que el dinero sólo realiza
14 errsv¡v¡i*- ^- v
eji;,""#"ria ¿ -: '" :1:1,-Pt:':1"i-"i,Ti su función de medio de,cambio. Si pudiéramos
E
E continuamente creciente'como en el ca-
""1. 1' suponer que a escala de la economía global es
pitalismo in- siempre posible cambiar M' por las cantidades
Bs obvio que et circuito D-D' puede.verseinicial' necesarias de M, entonces se puede ignorar com-
t"t;;;iá; Jn u"ti"" fases' En la fase es
o las.materias pletamente el papel mediador del dinero [70].
ru"tá trabajó
ir.iüüq"; ser"encue;tt; disponibles.en las canti-
áe
Pudiera creerse que el propósito ultimo de la
r¡rimas no
á;e;;;ñ"das o que la suma de dinero no sea actividad económica es el consumo, ya que la ad-
y se mantel8a for" quisición de bienes de consumo aparece al menos
ülJ"-ü"rtáá. ini"iui*"ttt" extremo del óircuito 'en en dos ocasiones en el circuito que estamos es-
Ái-otio
;; d"-",;;;miento'-pátiuilidad de vender todo M' tudiando. Así, el trabajador cambia su fuerza de
i;; [,r"que "*irt"
rro
D' ,""
''n""o' qte D' Estas. son com' trabajo por una suma de dinero destinada a,ser
o incluso gastada en bienes de consumo. En la notación de
de discutir-las
olicaciones importantes a lJ hora Marx, esto viene representado por el esquema
pero no afectan nuestro
:;il-';-; "upit"tit*o, T-D-M. El capitalista, por otra parte, después de
a"efitit en est! momento [ó5]'D-D' reside en el haber realizado D'al final del proceso de produc-
I-a importatt"iu áJ-¿it"uito ción gastará en bienes de consumo aquella parte
fre"tto-áÉ que Io gue se olvida
*1t.1T:-":d::: que no reinvierta. Si, por ejemplo, el capitalista
el punto inicial.v' el final
ffi;ii;;;
dc la activida¿"o"l,i.w"
econémica en el capitalismo' En
reinvierte sólo la parte D de D'gastando el resto d
en bienes de consumo, nos encoRtramos en est€
caso con que en lugar de M'-D'-M tenemos dos
a Bl capltal, libro ¡r.
M. Desai Los tres circuitos del capital 55
54

output-dinero' ciones del circuito M'-M, s. A nivel agregado, su.


circuitos, El primero es el circuito mando la diferencia entre M' (output) y M (input)
;"ü', ;jy,'::lmi"#;|i: :$',i$':l para todos los sectores, obtenemos la renta nácio-
forma de mercancra gastado en bienes 1tat. !9i componentes m-d-m y T-D-M se pueden
ü fff; á" ái""to (á),lutu ser describir como gastos de los consumidor&, y el
i¿;;;ffi; io. n" éJú un ejemplo de reproduc'
rtuy acumulación neta' puesto
que resto como inversión. De manera análoga se pue-
lióñi*pi;-t'"á al cornienzo de de_n derivar expresiones similares pari h ,énta
ü?rt*á "urrii¿u¿tü és-invertida pues' Pensar que
y-la producción totales. El circuito M,-M, es, pues,
üJu-l"iio¿o. Parecería natural' el que nos resulta más familiar en la moderrra
u"iiuidad económica' tanto des-
;;ñ¿;i* a" u*'i'á-a"i teoría económica [71].
;.'J;;;; ¿" trabajador como desde
;i á'ñtialista,-es elsegúnconsumo' P9I9 tal inter-
oretación es enganosa Marx.{ó71'
"'iti"J"it""ilo"ói-cp nó se manifiesta de mane-
,"-ofii"itu la característica fundamental del ca'
nital de ser un "ut* q"" lroduce plusvalor' La en
áii"t"i"r"-""it" o v D; se revela claramente
el circuito monetario' -E," "1. "tt"*t:.,^t-t:--":"t::
puede¡ ser.diferentes en
!L*t"i"lir;;"ttl v tinat én valor' s-i'- como Marx
H#t.tt.¿;-l l"i"uiál
#:ñ;-;;i]eíe, Ia productividad del trabajo en
sujetas
9l q"':Td
ffi;ñ;;'i"?"""íáeíu ritti. :-'1i" es di'
a"t proceso
a continuos "u-o'o'l"J
;",*;; ;*"f*:1 :*:BT :¡["::T;ll"
rable con su Pnncr' "i"il,X?:
en
valor desaparece o i *"t'ot
queda difuminado
el
"'nJcircuito CP-CP'
tw-u' es similar' aunque no idéntico'
""ii"rritocP-cP, pues destaca los aspectos mer-
.l;l*"it" económica [72]' Empe'
:;;,i';'"L-ü-"ótiui¿"d incorPorado
;ffi;-con pits',utotYu :1.Y^.?l-::
un circuito output¡
fi#;;LJ"P"¿;-¿óribimos
ilil;Jrp;l.'
'¡¡rEr v---r ' cr-cr 113^,Y:Y:,
ra¡tto
que todas tas c)tras mercancías
que3'"":""i"7
nen
.J*o=ino.rts existen
- ya en cantidades suf
ffi;; ¿üü é' él i oní "o"
rY¡E¡A eeev"
é c.onoy,i
911e.!3 ",r
M'-M' [73]'
cgmo un ejemPlo deI circuito
modernas, como la tabla inPui
ffii;;;ás
üt'ili"rilit o él q". . 5 En relación a la tabla input-output, véase 25. En cuan_
p""den 'i't"*" ""11b1=.:.1"
como to a Sraffa, véase la nota J il capttüi 2.-_-- -'
iioiui¿,n ser consideradas
bs reproducciones simple y ampliada 57

Cc una economía industrial. En la representación


ó. LA REPRODUCCION SIMPL Ce Marx, las relaciones de consunro- e inversión
T-LA iEPRoDuccIoN AMPLTADA' lparecen conectadas con la producciSn y la dis-
VISION PRELIMINAR trlbución. Por el rnomento, nosotros nos varnos
I limitar a estudiar la, representación de un mode-
lo de dos y tres sectores en términos de valor,
tcniendo siempre en cuenta que laS categorías de
valor no son nunca directaminte obserüables en
lm relaciones de precios o, lo que es lo. mismo,
on tos datos publicados.
Tenemos, pues, dos sectores, o departamentos,
en que
En el capítulo anterior, aunqu€ insistiendo de M' Para usar la expresión de Marx t. El departamen
la composición en t¿ráinos^¿e mercancías to- I produce la mercancía que se usa cbmo capi.
u la dis- t¡l constante: el bien de inversión. El deparia-
era diferente de Ia'á" U, llevamos misma "."bo nota-
cusión de los usanclo la mento II produce el bien de consurno. En cada
, ción para tos "i.Ñtot
inpuls y put" el output' Podemos departamento medimos las cantidades de valor
que"e*iste una diferencia entre que representan el capital constante C, el capital
destacar también
,lasmercan"i"."o*p'adasporloscapitalistasen Vgiable V, y el plusvalor P. La producción iotal
por los
el intercamb ro *-íÁ y lás compradas i-o-lvt' Resulta
0 output de cada departamento lo representamos
trabajadore" por Y. Asl pues,. tenemos:
clara, pues, la "t "í'i"t!t"umuio
necesidad de descomponer nuestros
circuitos *t"tui'iltt"t"9i".t' Tdt: $:lf l:l Departamento I Cr*Vr*Pr
una segunda"r, razón * litt"a de 11 9u1l esta des- Departamento II C¿+Vr+P¿ _Y, (l)
d: precios
composición u, ,r"""'uti"' nt p"p"t -1:t _Y
y, eipecíf ic"*"r,t", - li'
i:.::: ::::"::t"A i:;
en claro con
C+V+P
L;iilffiil;;;";
"#ü"i"# Puede Poner
ü ;;¿ñ
frffi;ilJni:fi1;"; ;;; r" tunción TPitar ;i
á"'ro' :ii:"it-:'.'- t:"1¡1:? En la eguación del departamento I, Cr es la can-
tldad de valor de capital constante usado en el
dinero *se ignora, t".p""ag -9111r-:1-:: departamento I, el autoconsumo del departamen-
il^ ü: descomponiendo to I. Vr es la cantidad de capital variable, el valor
ii"ii"--!"i". L a"t"omposición
"'Sioll"r"tivos
de
d"
l1,t^I".ran
precros
de la fuerza de trabajo usada en el departamen-
to I. & es la cantidad de plusvalor generado. En
áJ ád t de las relaciones
es tundamental para poáer entender T1T9: términos de nuestra notación anterioi, nos encon-
ia natur¿eza dét problema de la transtorma( tramos con que el valor de los inputs M es igual
Marx fue uno de r* piimeto" en de,sarrollar I, Cr*Vr, representando Cr el valor de MP y
b ;ctividad económica en o Vr el valor de T. De modo análogo, en el depai-
td;;;;;;iá" ¿"
-^' cierto."lt!,'i-:: del
;;"t"r"'. e" tamento II, C¿ representa el valor del capital cóns-
;i;;;
y L¡eJ -s'rvrvo'
ción constituye un P'"ii"""ionamiento
:T',:;il
áe Quesnay, ya qo"-t"s clasificacioi::-t^: !r¡"a"los -qrre
h¡n obtenido de El
se deiarrollan en este capftulo se
capital, libro ¡¡.
;"-;úió'in¿i adecuadas a las
5E
rcproducciones simple y ampliada 59

'lilbaJadores. Más adelante comprobaremos


tante, output del departamento I' usado
en el la uti.
II, y la canti3li"^^ti^p^1: :lldrd práctica del esquema de ties departamentos
p.¡ií*""io Vz es
fi;;il;;do-eí er-a"partamentoIJ' II'Yr. es-
e
decir'
Yz tier
pra analizar muchos problemas de la teoría de
llrrx y algunas discusiones actuales sobre la na-
ffi5;onl.,il; J"r á"puitumentoy lo mismo suct
ál*""tio""s físicas diferentes turaleza del capitalismo contemporáneo. Repre-
;; ;t ir. La compo-sición fisica 1".9'.1
t I l0ntamos el esquema de tres departamentos de
i."*ltti"-ü"" h de Yr, y la composición b manera siguiente:
V¿ es la misma Su: t? o",^:t^-
- Vr Y de¿eicrito
de
el cuadro de dos depa Cr*Vr*Pr
U;;'vez
toi-poa"*os for-rular aleunas- 13lt::::.: Ca*V¿*P¿ -Y¿ (2)
;;Lí"H;;; ulicaao dé manera imPlícita
-i* Ca*V¡* P¡ -Y¡
**"t de las columnas y de las- filas
En
son
la reP C+V+P
ü.-E;-A;tt, c+V+P=Yr*Y¿:Y' t"Pi =Y
J"""iO" simple ," obti"ttt el mismo 9"-c
tot.l tras año: es un sistema Aunque sigue existiendo simetría, en una situa-.
"i"J""cion "no
ü;;;Já"-.t""i*it"to quecero' Esla c.o.ndt:l:-l l Clón de reproducción simple, entre las sumas de
la producción total hs columnas y las sumas de las filas, aparece aho
olica necesariamente
#;il;;;; i cv'l "ó d"b" ser suPerior a la te una diferencia crucial con respecto al sistema
#;tó;l;;i (c,+i,=Y,)'
áe'cápital constante en lo1. {9s
D" esta--condición
lnterior. El output del departamento III (Y3) no
antra como input en ninguno de los otros dos
;;;#;;;;- h ecuación de equitibri".,l-*'.31: departamentos, ya que su rinica función es absor-
á"rp."rra"
;tdfi-ñ;i-y la ecuación de equilibrio-ir ber el plusvalor creado en el sistema. Se puede
conjuntamente que el valor ¿:t *t!:19:l discutir el papel del departamento III en el con-
;#ffiiiñ=a"u" ser igual a la iuma total texto del problema de la realización del plusvalor.
llpiiái-*'riui" v v del !rusval:i-:^'i:-:i rI
Como ya hemos dicho antes, el capitalista tiene
ilfiJü,';'ll"o-"tp"i u"""f d"l departamento
p-l tT-11i
que vender su output en el mercado para poder
ñi;ñ á"t"bienes bñnes consumidos
consumidos Por- los
lealizar el plusvalor (M'-D'). En este sentido nues-
tro esquema sufre el inconveniente de ser una
i;á;*;ño después de rt representación del circuito M'-M' y no del circui-
irr. iá¿. el valor que resta
ff;ilUá á" ""pitut constants consumida to D-D'. Podemos, con todo, analizar las condicio-
c"A" p"ti"¿o se gásta en adquirir la
producr nes bajo las cuales el plusvalor se realila, es decir,
del départamento II las condiciones de equilibrio en el contexto de la
Podemos distinguir entre los bienes
de ct reproducción simple. En el esquema (l) de dos
d" Ñ;;tajadoies Y los otros bienes de departamentos, el output del departamento I (en
rno introduciendo simplemente- un tercer oel términos de valor) que ha de venderse fuera del
tamento en nuestro *o¿"to' Podemos
h"":I-:1 departamento es (Yr-Cr), mientras que la deman-
Duesto específico de que el tercer
c da de output del departamento I por parte del de-
ibsorbe el plusvalor, mientras que er partamento II está representada por Cz. L¿ igual-
lá-ii ptoairce sólo bienes de consumo para rlrrcl entre Cz e (Yr-Cr), o sea, C¿:Vr*Pl, tiene su
J
M. ?aptoducciones simple y ampliada 6l
ó0
hasta que el departamento'II en-
correspondencia en el hecho que la
demanda
el equivalente monetario de C¿ que le per-
pári" bA departamento I. del output
il;;;.*ii,-Úiip', es igual al output del. *l
9:l comprar ese valor de capital constante en
dcpartamento I.
mento II que no se cónsume dentro del U¡ando la notación M-D-M de los capítulos an-
ü-tvr+n). Nétese, sin embargo' que el dine las tres transacciones son:
j""g" un papel auxiliar .V 11"'-.!-oi^,,tT
ñ":¿ "q"i
!ii-i".t'á ctmpletament-e' En Y:l1td'
' (i) Tr(:Vr)'+ D1 -+ a¡Je
de las críticasque podemos hacer a Marx (y
;;; más adeianté cómo Rosa Luxemburgo . (íi) Pr -+ dr -+ aaYz
¿eiárroflól debe centrarse en el hecho. de
q
relieve en el libro (iii) C2 -+ D2'+ a3f¡
; p.;;; áá nuu". puesto de
áJlt ""plt"l la importancia delconcircuito resPecto
D^-D^'y
al c ln estos esquemas, Dt, d y D¿ son sumas de dine-
;;"oi; ;""litativa que posee- li0, mientras que Vr, Pr, Cz, Yr e Y2 son valores.
cuito"M'-M' para entenáer el sistema capitalis
POr definición, oc¡, do I a¿¡. son coeficientes en-
M.r* d"tu.tbiló todos sus ejemplos nun tfc 0 y l. Las compras intradepartamentales o
e" tát*itt"s de M''M'. Al proceder de.e¡t3
potencialidades ¡utoconsumos se pueden deducir a partir de las
.u Ivtut* limitó severamenté las trcs transacciones anteriores.
." itátiu del valor en el plan-o de la dinámi
cualitativa' Por ejemplo, V¿+P::(1 -cr-a¿)Y¿, etc.
El esquema de tres departamentos anterio-r es' slm
*ott", ,rrr" él"botución dll esquema Por ser más complicado, el modelo de tres de-
na
dos departamentos, con la única diferencia Partamentos requiere que se lleven a cabo seis
ral de que en un modelo de tres d3nartaae^1
transacciones entre éstos. En cada" uno de los
sá-reatizan más transacciones interdepartamel casos, una parte del output del departamento tie-
ies. ltrora bien, cuanto mayor es el número ne que ser vendida y el dinero asl adquirido utili-
|-r"";;"i;"es q'ue han de rZalizarse'. más gran-de
zado para comprar bienes de los otros departa-
es la iucertidumbte con
-ptusroto, respecto a la 4?:ibt!i!:! mentos. Se puede producir una crisis siempre que
;"";;; ;i- te realice automdticamente cn cualquiera de las fases haya una tendencia
y, en consecuencta' mayor ta posibilidad de crisis' a atesorar,o se presente una contracción temporal
i;;;-;¿mo puede suceder esto' En el modqlo Gn un mercado. En el mundo real, por supuesto,
ae ¿os departamentos se realizan tres transacclo' cada uno de los tres departamentos represénta de
;;t. ñ" ;ápiblistas del departamento.I ti"?:"::: hecho una multiplicidad de mercancíás y de em-
;;;;;;;'r.r-" de dineró equivalente a vt Para presas, con lo que es mucho mayor la incerti-
ioñp.ut la fuerza de trabajo, t"P1,q::.:^t:::: pal fumb¡e de que se den las condiciones de equili-
io.-Tt"U":u¿ores destinarán a adquirir,una brio que garantizan la realización det pltisválor.
JJ ."rp.ii á"r departamento II' AdemT',"1i1 En los modelos de dos y tres depaitamentos
;;i";;;';;;t";ü del Plusvalor P1 .del.dePe que Marx presenta en el libro rr de E/ capital, se
*"t to I se gasta también en adquirir ,bt"":-t, hace abstracción de cualquier consideratión de
üü;;;;;t6 il. Pero Pr no se Puede real
62 fut reproducciones simple y amptiad.a 63

iento de la tasa'de ganancia y de la tasá


explotación. Vamos a estudiar estos dos con-
Fptos a continuación, aplazando para más ade-
hnte la discusión de la reproducción ampliada.

-- términos absolutos.
en
Lát *p"estos de la reproducción simple no son
realistas, puesto qrr" ,tttá de hs características
de
la naturaltza del sistema capitalista es no man'
;;";;;; i;óvil. Incluso cuando datosexhiben agregados
un
;;;i; del producto nacional bruto
cLro, siempre se producen cambios
;;l;;;J""iones de vaior, debido a alt-eraciones
"t""i**-t"
.árrilrrrr", en los gustos o en la tecnología' En
todo caso, siempre que examinamos los datos
so-
1s
ür"-f"-""áf"ción de los países capitalistas eY!
observamos es una tasa de crecimiento
fluctuante
;";;;;;"i."i¿" neta contin"i' Al l:ltiT:,?:
nuestro esquema err términos de reProducción
;;tt.¡"; ;; cada período la plusvalía se realiza
en términos monetarios y se réinvierte en capital
;;":t;;;út en capital uuiiubl" en una escala cada
uo-*uyoti Así, por ejemplo, en el contexto del
;tt;; it) anterior, G itttotporará el año próxi'
;;;;; pát" ¿"r Pr'de este año y, po-r consiguien:
-tnp"tio. año' L"
;;;;; al Cr de este
"*!ii:til
esquema
á. Ct u V, que observamos en nuestro significar
Jr ü i¿üiiót ¿" valor, lo que pge-de-
físicas'
ú".'"-i."tlOl aún rnayor en cantidadescambian'
t; q""-l"t valores estáá continuamente
do, entre otras razones porque el sistematraba' trata
,i"*ot. de reducir el valór de la fuerza de
que lo i*$t1u^:tlTl
i;. i; lógica del sistema. incorporada' en el com:
áir* ..ñti"uamente está
la'sas de explotación y ganancia ó5

7. LA TASA DE EXPLOTACION sencillo. El mantenimiento estricto de esta


Y LA TASA DE GANANCIA permite clarificar (aunque no necesa-
illlnente resolver) un cierto número de paradojas
plcrentes a las predicciones de Marx, especial-
Fcnte la que hace referencia al "decrecimiento
flO la tasa de ganancia,.
l'La tasa de explotación es la relación entre el
plusvalor y el capital variable, y mide la propor-
Glón del valor generado por el trábajo que es apro-
plada por el capitalisra. El trabájador trabaja
que M
En términos de las relaciones de valordl"i:i9i durante toda la jornada laboral creando un valor
;;td; cruciales para entender la üayor que el incorporado en la masa de capital
á" U-sociedad capitalista' las variables Vlriable avanzada para obtener sus sen,icios. Va-
"í"t*
áamentales son el plusvalor y la- tasa cte exp ¡los factores influyen en la tasa de explotación
Áf nivel más superficial de datos. observados f .en la tasa de plusvalor. Estas están sujetas tam-
"¡0".
i.t- clave son et volumen .ae- U91e{icl91 blén a la influencia de circunstancias táles como
;1.';;;áe ganancia sobre el capitaL.El
""tiuUf"s
capitalista
d
a
ll desarrollo de la luclra de clases
-huelgas,
so-
á"áU1""". beñeficios conduce al lldaridad de los rrabájadores, grado de sindica-
maYor diferencia Pr
;.;;-;;t;"-D Y D' la (q.u.:.hul Clón, tipo de gobierno vigente-, así como las in-
á"jo supuestos *: t"Yt:. llovaciones tecnológicas, el acceso a fuentes bara-
"i"ttos
#¿";-;;;;ó'"' Permisible hablar de la trs de materias primas y alimentos por relaciones
á"-guttu""iu en términos de valor--lt:::i: Comerciales o por derecho de conquista, etc. El
"simplificadores comprenden las condrcr capitalista actúa de tal modo que maximiza la
ios .
son estrictamente
;;:.-i"; cuales los precios en t¡sa de plusvalor, lo cual, a su vez, afecta a la tasa
ái""r.".r". u tot ialores cada departan
tlll:Tli;
de ganancia. Esta influencia se puede mostfar de
ñ;';;;*p."'"
¿"*"d. mn"hu confusión
.9: ::9:
9"1Y" tanto las ambigüecla
manera inmediata en términos de la tasa de ga-
nancia (en valor), y de una manera más indirec-ta
toano al concepto como el hecho de
que' cn términos de la tasa de ganancia observable.
"r,
el libro t de Et capital, Marx se expresa en La influencia directa aparece, en este último caso,
a" fu tasa dle ganancia (en-valor)' En mediada a través de la composición orgánica del
-i".t tt distingue ya
ñro.i y ttt de Et capital, se
al t::t11":
capital.
;;;¡; gánancia monetária,. neJo
p
La composición orgánica del capital, un concetr¡
¡t"Uf"*i ae la transformación de valores en to definido también en términos de valor, es ia
iios, Marx cometió varios errores gye aPq11: relación del capital constante a la suma total de
var
iiás' tienen implicaciones graves' Nosotrosposi C¡
á';;";;;^á; "ó'ttritt"t, en la medida de 1o capital avanzado, o sea , donde I hace re-
t-J.-i"" tasa de ganancia al campo de los C¡*Vi
"f
;i;- p";" añadirerlos la expresión. siq{li,c1 ferencia a una unidad particular (empresa, indus-
ill"áó.1 cuando nos estemós refiriendo al tria o departamento) determinada. Sólo en ciertas
tasas de explotación y ganancia 6l
6
la tasa de'ganancia {en valor) se relaciona con
(improbables) circunstancias se puede' exp tasa de plusvalor (t) a través de T. De una,ma-
entre las cantir
;;ü ";;i""te por la relacióncantidades lora muy simple, definimos la tasa de ganancia
fíti; áe maquinas y las t
físicas (ln valor) como la relación entre el plusválor y la
;;Ñ";; y hómbres, lur-r. dejando Yi-li1: lüma de capital avanzada, P¡/(C¡*V). En térmi-
dé si estas c'a'ntidades se pueden [o¡ de un solo bien, tenemos
""áiti¿"
MPr t¿,- ^--!^2^^ Aa ca
del
n comPosición orgánica P p[ c I
T¡*MPi c=;+V (3)
t.ápocó'"t igual a la relación ""tT",:1-y:]":
det cipitat fijo y la suma del valor mon
1t-.* |
""iu-.io
;;;;"i;"pit1ur rijo v la nómina de-los salario-s g: t(l-"ñ
del capital es una c
ü-"oilpoti"ión oigáíica
ñññ; ;;"e áe"t.lie"e la imPortancia.de La sencillez de esta fórmula es engañosa y es
;;!""ú;; áe clase, pues aunque el.de-capitalista
trabalo,el
t
tlcil caer eri la tentación de aplicartJ indisciimi-
la fuerza üadamente. Por el momento, notemos que la tasa
"*Jt.-f""a"mentalmente más fácilmente el t
;;;;ó p.;ductivoes,controla
lol qlleriales de n-ro^du11i
de ganancia varía directamente' con la tasa de
tor objetivo, esto plusvalor / e indirectamente con la composición
La comPra Y la ventra de MP entrañan transac( Orgánica del capital t. Resulta, pues, que las
el monopolio
;;-á;,;;; á" tu ctut" que tienec-onsecuencra' transacciones intraclasistas que determinan T dis-
los medios de producción y, en mlnuyen la tasa de ganancia mientras que'Ias
i;;;;i""", ,to implican conflictos antagi transacciones entre las clases antagónicas la incre-
(aunque puedan manifestarse en una compe'l mentan. Esta es una relación diáléctica rica en
;;"süt"Jt"j. pot el contrario,."l ":-lfti:ll posibilidades para un filósofo hegeliano, y, a partir
;'A;;;újo al Proletario, éste Y el caPi de ella, Marx elabora fascinantes construcciones
se encuentran frente a frente, -no.9om9 Yn. conceptuales. Nosotros pasaremos ahora, sin em-
á".-";G ;tro en una mera relación de intert bargo, a tratar de rehCionar estos conceptos de
ñ, ;i;; como miembros de dos closes difere valor con las magnitudes susceptibles de observa-
;;t"gó"i"as, una de las cuales tiene el mon< clón, esto es, coir las cantidades que aparecen en
á" rá""*"¿ios de producción y la otra se ^lhadel la esfera de los precios y del intercambio.
irrtáá"-á" Lu composición orgánica
pitut pues' un coeficiente q"" 11,":,T:1?'
"tto..
il;r, "t,
;"'ü*""tio" cualitativa y social [821'
"-¡át¿"'"" punto de vista cuantitativo' l" "^:
siciOn orgánica del capital (r) es importante

cantidad o volumen. ii"


áÍáá'¿*rJ "r**H rte ",?'"10"á1
"."P,m'f póiiur", iq p.üüiá
lt'it'!ü¡ijilrg
lraLaqv ue 'v sr*rze¡'
en este
en ocasiones es rnevr-raole' De
"alo'
todos modos''q"t'-t9l
la srgl
;iA;,fi;;iáe en cada cáio resulta suficientemente
del contexto.
y precios (I) 69

8.. VALORES Y PRECIOS: EL PROBLEMA incorporada en los bienes respectivos no


DE LA TRANSFORMACION explicar la estructura de los precios y los
rs entonces la teoría del plusvalor, que
que el capitalismo está basado en la éx-
ión de los trabajadores, también cae por su
Parece evidente que el error cometiáo por
al no tener en cuenta la contribución de
otros factores de producción consütuía la cau-
|¡ principal de su fallo. Pocos años antes de la
Offtica de Bohm-Bawerk (que hubo de aguardar
UNA INTRODUCCION HISTORICA
I,la publicación de los tres libros de Et óapital),
Phllip Wicksteed 2 había demostrado, en ei con-
El nroblema de los valores y los precios- -el Ioxto de una famosa discusión con Bernard Shaw,
blema de la transformación- ha ocupado
ys qUe los precios relativos pueden explicarse, de
ó"úputtao una posición central en la controvers hccho, en función de las esóaseces relátivas y, por
-entre
ááiétt."a"tada en torno a la teoría a9.u.ar1'
r,1 Sonsiguiente, en función de la proporción
;;il;;;;iticos de Marx, la incaPacidad de l¡s utilidades marginales que loi Uilnes respecti-
á"-otttar la proporcionalidad entre pr Yos reportan al consumidor. La demostración de
"n
;;"1;;;; constituve iazón suficiente en favor Wicksteed no entraba a fondo en la teoría de
tod"o el aparato ,teórico.*1fi Marx, pero mostraba que una explicación basada
áU."át"" á" !n Ia teoría de la utilidad de Jevons era superior
glrr*-Su*"rk, en su ariículo "La conclusión
il;; & Márx,1 fue el Primero en señalar dcsde el punto de vista lógico. Si los precioi pue-
ü;;;"br" afirmado en él libro r de El capit den explicarse mejor en función de lás escasecos
i" ptopot"ionalidad entr-e preciot .y Ytt"I:: I:": relativas que en virtud del trabajo incorporado
j,
;lJd;a;" deduciría explícitamenle 11 soluciÓn ¡ los bienes,-la noción de plusvalor deja de teher
I
problema, cosa que n:Tca ll"c? "--h1:-"t:-li un fundamento racional. Los beneficios se con-
i iib.o ttr, Marx se quedó atrapado en un eJemp vierten entonces en un ingreso legltir4p, en cuanto
qu" los precios 9n lgs dt-tuT:it::,1:t"*'i11: que son una recompensa a la escasez relativa de
"t
tés no etan proporcionales a los valores'
"t IJol capital. (Bernard .Shaw llegó a admitir la fuerza
Bawerk demóstró en una brillante argumentac de este argrimeñtó y se concentró el resto de su
que las diversas razones que Marx vida en el concepto ricardiano de la renta de la
"Jti"u
;;;ú.'it"tando de racionalizar sus resul tierra como excedente no ganado. La nacionaliza-
;;;;" apropiadas al caso' S"gún ción de la.tierra con la consiguiente apropiación
-B.út"-B1
sólo por el
,i tot "¿ótes están determinadosbienes no
pública de las plusvalías de los solares ha sido
bajo contenido en los diferentes -l l*i"lrlo
los precios y los beneficios del Ef
jun_tg. con el comentario ae Be¡narl-S-háw -i criticismr.
de Wicksteed oDas Kapital: A
É-iéñiil;
"*pii"u.
üt;-ti basados en la cantidad d.eWicksteed, se €ncue_ntran.en 50, pp.-zri5-?¡¡l p;rá-á;re-
crar ra rmportancia de Ia crÍtica de
sayo sobre los crlticos victorianos de Marx ii tl,-- -- --
"s-rrulor"s Wicksteed, véase el-en-
t Véase ¡ló.
70 Yatores y precios (I) 7l

hasta ahora un componente importante de la para explicar los precios a corto plazo.
Ifnte!línea
tosoiia económica del partido laborista' Los'be lrta de razonamientó no podía debitiiar la
ficios obtenidos en las actividades industriales pfoposición de Bohm.Bawerk, que se refería, pre-
considerados legítimos.) GlSamente, a los precios a lar plazo. Muchos
' La importancia de la crítica de Wicksteed lc limitaron a repetir los argumentos enunciados
sido subéstimada. En la teoría económica por Marx y de los que Bohm-Bawerk ya se habfa
sica se acepta el dualismo entre'valor de uso ocupado. A partir de entonces empeió a crecer
valor de Pero, a diferencia de las teorl üil foso entre la teoría de Marx y la teoría eco
clásica y"u*Uio.
marxista, donde los dos conceptos r nómica moderna, sin producirse apenas comuni-
lndependientes entre sí, en la teorla neoclásica 0ación entre ambas.
hallan relacionados causalmente. Esta conex Como podremos ver más adelante, el intento
constituye la parte fundamental de la contrib de Marx de resolver el problema de la transfor-
ción de jevoni que Wicksteed usa para criticar mación se vio frustrado por la comisión de algu-
Marx. Marx proporciona una explicación de la exl nos errores simples pero muy serios. Asl le ilJgó
plotación qui té apoya, por un-lado, en la deter' Cl turno a Bortkiewicz de formular correctamen-
'minación independiente del valor de cambio te el problema que Marx había intentado resol-
la fueiza de tiabajo V, Por otro, en el papel Ver, y de indicar la naturaleza de la solución.
valor de uso de É fuerla de trabajo durante Bortkiewicz percibió correctamente que era pre-
proceso de producción. Tanto el. enfoque de clso formular por separado el probléma, et 1ér-
marginalistai como el de los teóricos modern ninos de precios y en términos de valor, y esta-
niegán esta independencia y establecen una re blecer después rigurosamente una proyecci-ón del
cióñ causal entré los dos tipos de valor a espacio de los valores sobre el espacio de los
de las dos palancas" simétricas de la desu precios.
del trabajo y la productividad del- trabqjo.' La solución de Bortkiewicz 4 es maternáticamen-
enfoques-analizan el trabajo y eI capital en te elegante,.pero no usó para alcanzarla ninguno
mismi plano que las demás mercancías, con de los instrumentos analí,ticos que los modeinos
I oue los- conceptos do relaciones de clase y desarrollos del álgebra lineal han puesto a dispo-
iirl
llcha dc clases están tan ausentes del merc sición de loS economistas. Su solución se publicó
ii
lá iiauajo como lo están de los mercados dq en alemán en 1906-1907, pero no se tradujó al in-
bienes. glés hasta 1948. Para esas fechas el modelo de cre-
La réplica marxista a estas críticas no ha sido cimiento de Von Neumann ya se encontraba dis-
*"V Muchos, como Hyndman,.|an ponible en inglés y constituía la formulación más
;;i¿*i;;6 invocando afirmaciones sin verifica-'
"ar^""i"cente.
general del modelo económico lineal s. El modelo
iiOJ v sosteniendo que mientras Marxo se refe'
naturales a largo lineal tiene varios paralelismos con las formula-
¡a a tós valores comoprecios
plazo, los análisis de oferta y demanda que -se - o f" .t"i¿n
a Bortkiewicz, véase
¿16 v Z. Nuestra discu-
istu¿ian en la economía moderna sólo son rele' sión está basada principalmeite en ,ló.
¡ Las referencias al artÍculo de Von Neumann. asi como
¡ La oolémica respuesta de Hyndman bajo el.tltulo <The a otros _relacionados con éste, aparecen en h üib[ograffa
final ftitiüW of final utilitiyr se encuentra en ló' contenida en 42.
Velores y precios (I) 73
12

ciones de Marx y de ahí que se Puedan iFmos en detalle posteriormente, sostiene que la
char las propiedades matemáticas del modelo tnnsformación de valores en precios es un paso
neal pará analizar directamente el modelo lDnecesario y que el esquema del
¡nnecesario dél valor es aplicable
apliiable
Marx.
'úlo a economías muy simples, proporcionando
En los años 30 se despertó de nuevo el interé* Ena visión errónea del sistema económico. Moris-
en la economía marxista, pero la atención se con: 'ltlma, por otra parte, ha llegado a conclusiones
'llgcramente diferentes usando los mismos instru-
centró más en las contribuciones macroeconó
lnentos e. Partiendo de una distinción clara entre
micas de Marx. La explicación está en que Ia Tea
ría general de Keynes había proporcionado a los ¡l modelo de valor y el de precios, Morishima ha
economistas unas (nuevas gafas> para leer a tratado de formular las proposiciones de Marx
Marx. En este sentido, aparecieron muchas obras dc forma matemáticamente rigurosa. Su análisis,
que también examinaremos en su momento, con-
interesantes sobre la teoría marxista de los ci'
clos y sobre el papel precursor de Marx en sus cluye con la afirmación de que hoy se puede
contiibuciones al ánáúsis de la renta nacional. lcsplazar la teorla del valor-trabajo sustituyéndo
El problema del valor fue ignorado en todas estas lr por mejores formulaciones maiemáticas.
discusiones.
Como nuestra interpretación de la teoría del
A finales de la década de 1940 Winternitz propu' Valor-trabajo difiere considerablemente de la que
so una solución al problema de la transformación
rc defiende en todos estos trabajos, vamos, en
primer lugar, a describir los rasgos principales
de valores en precios usando la teoría de los mo
del problema tal como lo plantearon Márx y bort-
delos lineales ó. Samuelson trató explícitamente
klewicz. A continuación examinaremos los errores
en su artículo de 1957 el esquema del valor como
de Marx y la solución de Bortkiewicz a la luz de
un modelo input-output, y confirmó muchas de nuestra interpretación. Después compararemos pa-
las críticas de-Bohm'Bawerk, así como el análisis
norámicamente las contribuciones de otros autG
de Bortkiewicz 7. La confirmación consiste esen' res con vistas a destacar sus diferencias con la
'i
cialmente en que los valores y los precios pueden
mayor nitidez posible.
i
ser proporcionales sólo si se cumple que: iJ todas
tas industrias tienen la misma tasa de explotación
I

rl
y la misma composición orgánica del capital; o que
ill
i¡,
ii) l^ t^"u de éxplotación y la tasa de beneficio
son cero en todas las industrias. Demostraremos
esto más adelante.
En los años 70 hemos asistido a otro nuevo re'
I

I
surgimiento del interés por Marx. Samuelson ha
v,telto a considerar el problema de la transforma'
ción en su artículo de 19?1 en el Journal of Eco
nomic Literatures. En este artículo, que discuti-
ir

6 Véase [a referencia a Winternitz en 42.


I
t:véase 41. e Véase 37.
q Véase 42.
y precios (II) 75

VALORES Y PRECIOS: Esta es una deducción trivial de nuestra


EL PROBLEMA PLANTEADO POR MARX (3).
tn su solución del libro rrr, Marx hizo otros
supuestos. En primer lugar, supuso que el
men total de beneficios (G) era igual Ál un
'en total generado de plusvalor (p). En
segun_
lugar,- supuso que la iasa de ganancia media
cada industria (o departamento) era igual al
lente del total. del plusvalor dividido
lor el
Ytlor total del capital cónshnre y et cupiiufüria_
La manera más simple de plantear el problema DIo. En el contexto de los esquemas (lió (2) esto
de.la transformación es la siguientet. Marx afir., a decir que la tasa de janancia'áeaia-g,
.V,l_o¡e 1la
ma que sólo puede crear plusvalor el trabajo vivo, ll¡mamos g' por la ambigüedad, a este nivél de
es decir, la explotación del trabajador ppr el ca;, lluestra discusión, en cuanto a su definición en
pitalista. Según esto, el plusvalor y, por ende, eI té¡minos.de precio o de valor) ig"ui u-nl(C+V).
beneficio, deberían ser mayores en aquellas in- En realidad, el segundo supuestd "s es una conse_
dustrias en que la relación entre el volumen de ouencia del primero
la fuerza de trabajo y e.l de los materiales de pro:
ducción fuese mayor, y viceversa. Ahora bien, todo
. Con
gc
es-tos dos supuestos Marx llegó al resultado
que los precios se desviaban de los valores.
el mundo, incluso Marx, acepta el hecho de que Farece que trató de explicar este resultado dicien-
la tasa de ganancia es la misma en todas .las in do que- la fuerza que tendía u igrufur ia.tasa de
dustrias. He aquí la contradicción biísica. ¡anancia en cada industria con la tasa de ganan_
Marx formula el problema en términos de cinco Cla media hacía que los precios estuviesen en pro_
industrias (o capitales, como él las llama), pero se porciones diferentes a lós valores en cada ináus-
puede enunciar usando el anterior esquema (2). tria. Si Ia composición orgánica del capital ;;;;
Marx supuso, en todas las soh¡ciones que ofreció' lndustria,estaba por encima de la .mehia> agrega_
que la tasa de explotación (t) en la misma en da de todas las industrias, entonces el precio era
todas las industrias y, asimismo, que la taqa de tuperior al valor y viceversa. La induitria cuya
ganancia, como margen de beneficio sobre la suma compo-sición orgánica-fuese igual a la media agre
del capital fijo y del variable, era también la mis- gada. de las_ composiciones tendrla un precio
ma en todas las industrias. Ahora bien, dadas porcional al'valor. De este modo resuliaba obvia, f,ro
idénticas tasas de plusvalor, las tasas de ganancia en todo caso, la reLación directa entre los_precios
sólo podrán ser iguales en todas las industrias si (y, por tanto, los, beneficios) y la compósición
las composiciones orgánicas del capital lo son orgánica del capital y, en conseóuencia, É contri
bución positiva de otros inputs diferentes del
1 Esta exposición está basada, por supuesto, en El capi' trabajo en la explicación de los beneficiosl Es-
tal, libro rr¡. Véase también 45, donde qe encuentra una
exfosición global de las soluciónes de Ma¡4 y de Bort- tudiemos la solución de Marx en esta fase. La
kiéwicz. Meék, en 35, resume la solución de Winternitz y la formulamos en términos del esquema (2) de tres
compara con ia de Bortkiewicz. Nuestra notación es lige
raménte diferente a la de Sweery en 45, departamentos.
f
i
L

I'

y precios (II) 77
l
o
I

s'$ +++
ggg
Ori
t\ Prra cada departamento se verifica:
l
rh. ln{
ol
o\¡ t
!\3 --- = C¡*(1*t)V¡
tq
s. ¡l
+++ bo
bo

o0
l,
k
.{¡, ..
Y¡ (4)
v 9f pi = (1*g') (C¡*V) (s)
3's r .l tt
0)
\) ñ, d. d. tr
GI
9. u' Los supuestos que Marx hace para establecer la

tr pgnexión entre los valores y los precios son los
€ü g' l¡Suientes:
c)
RH + É
;s C) .g 1) t¡:t
!)
-s q¡ ¡d (6)
F{ \3 o
3
l,) P= (Pr*P¿*P¡): /V -g'I(Ci*V¡= G -
A = ganancia total
_t--1.-l- o
a
rs.É a- l> Or l> Or l>
at>
utq
lll
illlll
EI
.C) - Cgnro por definición: a) Ci/ (Ci*yi):ri;
b) CIG+V) = ri Y c) g' : P/(p+V), renemos:
-nS
Fi:l
.o
É
(ll

ó^ Y¡=
r,+(l-Y,) (l+r)
:o (l
V¡ (7)
¡i c) -r')
s$s E
d
(1+g')
¡{
(ll
a ¡,, - u- (8)
3S
t0)

ñl
(l -r)
ES d
ñl r+r(l-y)
o PdYt (e)
=
---q)qtx €a)
I +r(l -r)
Ef
'ü.s .o
o Ahora hjen, para que los precios sean proporcio-
rx cl
o
nales a los valores en todos los departamentos, la
q¡ {) fracción pi/Y¡ debe'ser la misma en todos ellos.
\lS (l Esta restricción de p¡/Y¡ se satisface si se cumple
'8"ü C) una de-Ias siguientes cond.iciones: l) si r ti y
üE C' -
o S1: 0, l-9 gue quiere decir que no hay explotacióñ
o ni beneficios; o,2) si todos los t¡ son iguales a t,
t:
$o #{)
.o que es tanto como decir que la composición or_
lt'ii
i
z gánica del c_apital es la misma en todoi los depar-
H.E
a- tamentos, Cuando esas condiciones no se cum_
plen podemos ver en (4) que si T¡>.r, p¡fy¿>l y
78 y precios (II) 79

viceversa. Por consiguiente, los precios del intercambio. Sin embargo, lo que el capi_
de los valores en la medida en que las fia puede ler no es el valor del cápital cons_
nes orgiínicas de los distintos departamentos ilnte o del capital variable, sino los iostes pbr
fieren entre sí. ggmpra de materiales o por pago de salarios.
Hay quienes piensan que este resultado es estos costes son idénticos a los valores sólo
moledor para la teoría del valor-trabajo 2. La i Suando todos los precios son proporcionales a los
posibilidad de derivar precios proporciohales a Valores. El capitalista no pueae incrementar el
valores ha llevado a algunos a insistir en que valor de su capital en la próporción g. euiere ob_
teorÍa debe ser abandonada, Son los que pi tene¡ una- tasa de ganancla (en térmlinoi de pre-
que partes sustantivas de las contribuciones clos): podemos llamarla p para distinguirh dL g
Marx quedan radicalmente viciadas por este er I de g' y tal que t, = (1*e) D. Marx ña olvidadó
Como reacción, muchos economistas han Gvidentemente su explicación del libro r y del
do revestir a Marx con los nuevos ropajes de capítulo I del libro rrr sobre Ia naturaleÁ Ael
teoría económica moderna. Pero antes de eval fetichismo de la mercancía. Si queremos plantear_
esos intentos tratemos de entender la nat lo correctámente, de modo que no, p"r*itu deri_
del error cometido por Marx. var conclusiones,válidas con respecio a la natu-
El error fundamental de Marx fue tratar taleza de las relaciones socialej, hemos de re_
relaciones de valor como si fuesen ob formular el problema 'valor-precio, aceptando -Ia
y directamente medibles. En el modo de p limitación reál de qué tas r"l""io¡á, á"-valor no
ción mercantil las relaciones de valor no son 8on observables. Para ello, pasamos a exponer
rectamente observables debido a la disparidad a continuación la solución propuesta por Ladislaus
existe entre reláciones cle valor y relaciones von Bortkiewicz, que replantéó y reiolvió correc_
precios. Al escribir el esquema de la reprod tamente el problem¿ descrito en él cuadro l.
en la forma (2) o en el cuadro l, las ca
de valor aparecen tratadas'como si el capital
individual y el trabajador individual pudiesen
vertir directamente las relaciones de ex
El esquema del cuadro I es, adernás, un ci
mercancía-mercancía (M'-M'), que ignora los a
pectos rhonetarios. Ahora bien, la irnportancia
éstos y, específicamente, del circuito D-D' rad
ff:"l;%
.^. ,
en el hecho de que el capitalista tiene que ve =
'"- /.qñ \
su output, lo que entraña el problema de reali
el plusvalor, es decir, convertirlo en dinero.
relaciones sociales sólo se pueden observar al 4lo o-

2 Joan Robinson adoptó este punto de vista en su prir


trabajo sobre Marx, 39, Un resumen de puntos de vista
milarés se encuentrá en 35..La profesora Robinson sosti
ahora una posición diferente.
y precios (III) 8l

10. VALORES Y PRECIOS: M'en D'y la presión de la competencia


LA RESOLUCION DEL PROBLEMA que sea D' = (1+p) D. l,as ecuaciones de
" POR BORTKIEWICZ I valores son igual que antes,

Y¡ = C¡*(1*t)V¡
y, _ r,+(l-r) (1+t)
V
(1_r)
¡.

Bortkiewicz reconoc-ió certeramente que la 'donde 'r¡ - C¡/(C¡*V) y / es la tasa de explota-


ción de coste-precio de pi debe tener ambos ülón, que se supone igual en todas las induslrias.
bros expresados en términos de precios. Así pt!
, En sustitución de la condición de Marx, según
él valor del capital const?nte debe ser multipl
h cual el plusvalor total. es igual a la ganañcia
por el valor del capital constantq, y lo mismo de lotal, ,Bortkiewicz introduce la regla de que los
precios se fijan de forma que el valor total del
hacerse con el capital variable y, el
Bortkiewicz eligió un método diferente para Output Y es igual al valor monetario del output
nectar las ecuaciones de valor con las total expresado en términos de precios:
de precio. Como veremos más adelante, esta pÑ*pzY+ptP: C+V+P = Y= YI*Y¿*Y¡ (11)
es fundamental a la hora de dar una
ción social al problema de la transformación. Dadas las ecuaciones (10a), (10b), (lOc) y (ll), te-
Sea pr el precio del departamento l, pa el nemos cuatro incógnitas, pt, fu, pt y p. Téngase
del departamento II y pa el precio del de G¡ cuenta cómo, una vez más, el precio del output
mento III. Vamos a designar la tasa de del departamento III no entra en los cálculos de
(definida apropiadamente en este contexto en costes de ninguno de los tres departamentos. El
esfera de los precios) con la letra p. departamento III representa oro o bienes de lujo,
que en todos los departamentos se realiza la y empezamos por redefinir todos los precios en
I

L
ma tasa de ganancia. Correspondiendo a las,, términos relativos al precio del output del depar-
L
ciones de valores del cuadrp 1, tenemos tamento III. Hacemos así: pt: l. Nos encontra-
ii mos ahora con tres incógnitas que se pueden re-
:
p¡C = (1*e) brCr+¡tVt) (1
solver en función de Y¡, f I V¡ Las soluciones son
I
pzY - (1*p) (prC¿+¡¿V¿) (10b las siguientes:
¡¡P = (l*p) (prCs*¡t¿V¡) ¡¿(1-r) (1*p) (t2)
donde (AG+p¿Vr) es, ahora, el coste de 11+ (1 +r) -
(1
-Yr) (l +p)Tr
ción en términos monetarios (D) del
to I. Al vender el output, el capitalista confía rrr¡+r(1*f) (1-rt
03)
t Vé.r" l" nota 4 al capltulo 8. r¿T¡* (l + t) (1
-"¿) +(rz-r¡) (1 *p)
82
y precios (III) 83

(l+p) : U+(1+r) (1-rlx sea 3/4, pero esto sería erróneo, porque el ver-
2(^n-:ln) ro valor de Tr es 5/7. Razonando de la misma
podemos comprobar que el resultado de
{ tl+(1+t (1 -rr)12*rr¿[(1-rr) (1*0rr- la ganancia (pt P¡) por la nómina de sala-
- (1 -rr)lrrrz+ (1 + r)2 (1 -rr)lzll¿ 1p2 Y) en cualquier sector, no mide la uver-
2(Yr -r:) dadera" tasa de explotación. Tomando como punto
de partida tasas de explotación iguales en [érmi-
Las soluciones parecen complicadas, pero tlos de valor, nos econtramos con diferentes rela-
ducimos a continuación en el cuadro 2 e elones entre beneficios y salarios en términos de
precios. De esta manera Bortkiewicz muestra cla-
numéricos que permiten comparar las respuest
de Marx y de Bortkiewicz. Antes de analizar famente que las categorías de valor de Marx no
ejemplos numéricos examinemos el significado 16 pueden medir directamente usando sólo los
precios observa{oq. En consecuencia,' no es legíti-
las ecuaciones (12), (13) y (14). Lo primero q
vemos es que la tasa de ganancia está defini tno concebir la composición orgánica del capital
en términos de /, ti Y v:. Como hemos definido cn términos de la relación capital-trabajo de ta
igual a la unidad; no aparece explícitamente n teoría econórñica moderna. Hemos de tener bien
presente esta dimensión del problema preciovalor,
gún término de precios en la ecuación de la
Sobre todo cuando lleguemos a discutir la cuestión
de ganancia. Gracias a la ecuación (14)
de la contrastación de las predicciones de Marx,
mos que es necesario eü€ YrlY:, es decir, la
posición orgiinica del capital en el departarnento como, por ejemplo, la del decrecimiento de la tasa
de ganancia.
debe ser mayor que la composición orgiínica
Recordemos que mientras Marx estableció la con-
capital en el departamento II. Una vez
dición de que lo's beneficios globales son iguales
la tasa de ganancia se puede obtener ¡ra en
de y¿, T¡, f y p, mientras que pr se pueale despeja
al plusvalor total, la condición formulada por
Bortkiewicz es difejrente. Aunque la selección ar-
a continuación, en términos de fu, Yr, f Y P. bitraria que hace Bortkiewicz de la .tercera mer-
viértase 9ü€ T¡, la composición orgánica del
partamento III, no influye en la tasa de cancía como numerario (pt: l) tiene como impli-
cación el imponer, de manera implícita, la misma
En.el cuadro 2 aparecen los ejemplos numé
Bortkiewicz y nla formulaclo condición que Marx al problema" Con cualquier
originales oe
orrgrnales de SortKlewlcz formulación
del problema en términos de valor, así otro criterio de normalización las condiciones de
Marx Marx y de Bortkiewicz dejan de ser equivalentes.
las soluciónes que erróneamente les dio en
Aunque cr¡ando lleguemos a estudiar la reproduc-
nos de precios. La solución de Bortkiewiclz ilust
ción ampliada esta diferencia resultará más clara,
el modo en que el mecanismo de los precios ll las implicaciones sociales que tiene debemos se-
a cabo Ia disolución del plusvalor en beneficio. ñalarlas ya ahora. La condición de Marx no sólo
Por ejemplo, es muy difícil de medir la
ción orgánica del capital utilizando sólo da implica que todos los beneficios proceden del
plusvalor sino también que todo el plusvalor fluye
sobre precios. Con los datos disponibles hacia los receptores de beneficios. En la solución
precios se podría medir yr como 288/(288+9ó)
de Bortkiewicz, en cambio, la división del valor
y precios (III) 85
ooo
€ñ¡o ó
<>
tf ú) (\¡ ó
.¡ puede tener lugar tanto entre los beneficios
entre la nómina de salarios siempre que la
total de los valores se mantenga. Esta
d 8ss
F.
8
ñl una consideración muy irnportante al estudiar
$js s dinámica del capitalismo moderno y la debemos
t
.g.g
süs >: ERs o
ñt
ililll
tñ =-s
rr¡
Ittalizar en detalle.
:i l\! s.d \\\
NÉS La normalización pr = I implica que los benefi-
8ah (\l\OÉ
(") É tlos expresados en términos monetarios son igua-
e€ñ ¡i ó ó r(t o ililll fr al output del departamento III, y como hemos
v-€^l\ó €
O.ñ¡d =l Éd,q Írpuesto que todo el plusvalor se gasta en ese
dcpartamento, nos encontramos con que hemos
sI
\o$ fñhÉ
t9iooa ldentificado tautológicamente los beneficios mo-
Flna nctarios con el plusvalor total. Para Marx lo que
s .-€rñÉ
S\)
L!
A. gK= @nfería a los beneficios el carácter de plusvalor
tB
ss
ilillt
aR
Cra la relación social básicai el monopolio de
clase sobre los medios de producción. Por otra
Ct\dO ^ parte, Marx atribuyó, en general, una gran impor-
sL! * ++9
S\) hol tancia a la lucha de clases en su papel determi-
\¡s \3 NOO rr1
ñ¡ - O\dr-
€ho nador. de variables tales como la tasa de explota-

ss
q)
oc o\
r- F- F- do(f clón y la composición orgánica del capital. No
\\\\
ñ¡NN
ililil deben considerarse, pues, ! y ^t, como constantes

td
+++
@€@

ddd
rstr tecnológicamente definidas, sino como variables'
vvv
S, {, cntre cuyos factores determinantes se encuentra
\.a "d,
la tecnología al mismo nivel que fuerzas sociales
a)
r)
rñ tan complejas como la evolución de la lucha de
\l rñ -rI
o clases. Las tasas de empleo fuertes, los altos nive-
o
o
F-
@
-t-ll-
dhh
iltl * lñ les de sindicación, las rivalidades internacionales
L \'+- Fl ¡n
oOOF. entre capitalistas de, diferentes naciones, todos
fl
s .- ooo O
il il il* estos son factores que pueden dar lugar a dife-
¡3
F{ \O cO \O o
ñ¡
rnoo¡\ SR Ir rentes divisiones del valor total entre los benefi-
o ÉñlslÉ)
ó(\¡i..
\\\ ll I il cios y los salarios. La formulación de Bortkiewicz
o TJ
> rrloO "
tr. \¡
\J
ooo
)O\ñ¡O\
o
Él
ñ9- ¡ uo puede incorporar todos estos factores y su juego
q) ililll conjunto, puesto que la división precisa del pro-
t¡¡ a) És* ducto total en la esfera de los precios puede rea-
o (J':rñóO
NOTN
¡.i
t--
É! lizarse, segrin su formulación, de una manera más
o¡ o Nd
B flexible. Para poder predecir cuál será la división
ú
a (a)
del producto total tendremos que añadir las ecua-
ciones determinantes de t y .l¡, que resultarán ser
O funciones de las fuerzas soóiales y de las variables
T M.

tecnológicas. Solamente un enfoque así puede VALORES Y PRECIOS:


darnos a comprender la evolución del capi ¿PoR QUE HEMOS DE PRFOCUPARNOS
moderno. DE RESOLVER EL PROBLEMA?
Pero prosigamos analizando un poco más la
nificación. de la regla de normalización uti
por Bortkiewicz en relación a la condición
Marx. La significación está oscurecida por la
ción que Bortkiewicz hizo del numerario. Si,
ejemplo, escogemos en vez de pl un índice
de deflación (como, por ejemplo, el índice
PNB), entonces la igualdad entre el plusvalor Para muchos el problema de la transformación
y los beneficios globales no se satisface en @nstituye un ejercicio pedante que sirve de solaz
formulación de Bortkiewicz. Al contrastar la t¡nto a los economistas académicos como a los
lidez de las predicciones de Marx se usan f harxistas dogmáticos, que tratan de defender sus
temente datos de la renta nacional e rcspectivas posiciones, sin que los resultados ten-
en <pr.ecios constantesD. Esta constancia ¡an relevancia práctica alguna. para este grupo
la aplicación de una regla de normalización de escépticos la cuestión es la siguiente: es indu-
la cual pt k y p3 son ponderados por las dablemente fácil demostrar que bajo cierto con,
dades de algún año base y, en términos del Junto de.supuestos los""valoreJ son proporcionales
de deflación resultante, la igualdad de Bort I Ios precios, mientras que es igualmente fácil
(ecuación 11) se satisface. Sin embargo, este índ probar que bajo otros supuestos no se verifica
no satisfaría la condición de Marx de que los csa proporcionalidad. En nuestra explicación del
neficios agregados sean iguales al plusvalor to capítulo anterior indicarnos un conjunto de su-
Aunque dé ordinario la elécción de-un índice o puestos (lt = T, t¡: t) que permiten resolyer el
una regla de normalización es una operación problema l. Tanto la solución de Bortkiewicz como
temáticamente trivial, en este caso introduce la formulación errónea def propio Marx en el li-
diferencia cualitativa en los cálculos, agudizando bro rrr de El capital constituyen ejemplos de
así Ia dificultad de contrastar las ,predicciones casos en que los precios no son proporcionales
de Marx mediante los datos disponibles 2 a los valores. ¿Qué importancia tiene eso?
La solución de Bortkiewícz, tal como viene ex-
presada en las ecuaciones (12), (13) y (14) del ca-
pltulo 10, demuestra claramente cómo partiendo
de relaciones de valor tales como yi y f, se pueden
obtener soluciones para los pr^ecios y la tasa de
2 Volveremos -a tratar gste ps¡11e o al discutir
discutir la ley del ganáncia. Pero también muestra con toda clari-
decrecimiento
:crecimiento de rncia y las dificultades
de la tasa de ganancia I
quere se encuentran
encuentran al contrastarla. (Véanse los capltulos l7
yy.-rUJ luuc¡os no estarÍan
18.) Muchos estarían de acuerdo
c
erdo en establecer una I El profesor Samuelson va más allá y sostiene que el
diterencia ta¡ marcada.
diferencia tan marcada. M Meek, por ejemplo, en la intro, problema surge sólo como consecr.rencia áe U peiiisiéncñ
ducción a.35, adopta, la posición dei qúe ias reglas de de los marxistas en aferrarse a un sistema de- ecuaciones
de valor er:róneo o innecesario. Váse 42:- --
-
normalización son - arbitraiias.
88 y precios (IV) 89

dad que, excepto en condiciones muy lconometría. En el lenguaje de la teoría econo-


los.precios no son proporcionales a los ülétrica, Ias relaciones de precios observadas son
Ahora bien, la proporcionalidad estricta
un requerimiento muy fuerte en un lcuaciones de la forma reducida, mientras que
lls relaciones entre los valores constituyen las
como el que estamos analizando; es suficiente lcuaciones no observables de la torma estructu-
que a partii de T¡ y de f se puedan determi l(1. Una de las pruebas de la validez de un mode-
los precios. Lo mismo que en el caso de los lo (su identificabilidad) viene dada por la posibi-
remas de existencia de equilibrio general, se t lldad de obtener unívocamente la forma reducida
de probar la existencia de un conjunto de preci I partir de la fort'na estructural y recÍprocamente.
dado un conjunto de relaciones de valor. La u. En la teoría económica neoclásica las preferencias
cidad de ese conjunto de precios y, aún más, y la tecnología constituyen las relaciones estruc-
estricta proporcionalidad de los precios a los turales que explican los datos observados de pre-
lores supone una exigencia mucho más restr Bios y cantidades. Marx habría rechazado estas
va. Los precios no son, en general, proporciona rclaciones neoclásicas por no penetrar tras la su-
a los valores, pero pueden ser derivados a part perficie de las relaciones de intercambio hasta
de estos últimos. Como problema técnico de lns relaciones de producción y las fuerzas produc-
económica la cuestión de la transformación q tlvas. Pero Marx fue más allá de eso. Puso .de
así resuelta gracias a Bortkiewicz. felieve que la realidad observada constituye el
Con todo, el problema social sigue en pie, y rcflejo invertido de la verdadera relación social
indica que el problema técnlco resuelto puede [21] t391. Así, el intercambio aparenta igualdad,
ser el córrecto. Los precios son directamente cuando las relaciones verdaderas son de explota-
servables y no se necesita ninguna informac ción 2. En este sentido, pues, la realidad que ob
sobre los valores para saber cuáles son. Las ¡ervamos es una realidad invertida y los datos
tegorías de los beneficios y costes totales empíricos, a menos que los analicentos dentro del
na de salarios, costes de los materiales,-netc ntarco conceptual de una teoría d.el valor, nos
también son directamente medibles. Necesi Conducirán a conclusiones que estarán en contra-
una teorla del valor para explicar por qué dicción con las predicciones de la teoría del valor.
precios y beneficios son los que son; por Por consiguiente, una solución del problema de
guiente, para entender por qué las sociedades la transformación constituye un paso muy impor.
talistas están plagadas de desigualdades y divis tante para llegar a un estudio empírico cuanti-
nes de clase. Puesto que el modo de prod tativo que trate de entender el mundo en términos
capitalista disuelve la relación social de va marxistas [21].
-plusvalor
y explotación-.y hace sólo visibl El modo apropiado de plantearse el problema
los precios y el intercambio, la tarea del teóri es el siguiente: ¿Podemos obtener ^(i ! t, partien-
es demostrar que se puede llegar a relaciones d do sólo de datos sobre precios (incluyendo cos-
valor partiendo sólo de información sobre tes, beneficios, etc.)? Al llegar a este punto resul-
precios. El problema de la transformación se p ta muy clara la necesidad de introducir el supues-
de plantear así en términos que nos son fam
res a todos gracias al desarrollo de la mode 2 Véase especialmente ló v ll. este último incluido
nn 3.
90 M. v precios (IV) 9l

to de que las tasas de explotación son iguales ión, no pueden luchar aisladamente con-
todas las industrias. Este supuesto no es una los propietarios de su propia industria: tienen
gla de rconducta> ni tampoco es una pgrte luchar contra todo el sistema. El mecanismo
saria de la teoría del valor de Marx3. Es, s precios, pues, divide el plusvalor total del sis-
mente, un modo de reducir el número de lema entre los beneficios de las diferentes indus-
tas en el problema de la transformación, lrlns de modo que sus tasas de ganancia sean
de seis (tres T¡ y tres f¡) a cuatro, pues las cua l¡uales. (Hay una nueva división cuando los be-
ecuaciones de la esfera de los precios sola Itelicios se distribuyen en sus componentes de in-
permiten despejar cuatro incógnitas. Si tanto la terés, renta de la tierra, etc., división que Marx
sa de explotación como las composiciones dlscute en el libro rrr.) Pero, para Marx, la condi-
nicas del capital difieren de una industria a elón de igualdad entre el plusvalor total y el volu-
mientras que la tasa de ganancia fuese igual men global de los beneficios del sistema no es, sim-
todas ellas, entonces la explicación del modo plemente, una ecuación más, sino un modo especi
que se flc<¡ de vincular el sistema de precios al sistema
"disuelven> las relaciones de valor, de valores.
taría muy compleja. ¿Cuál es la razón de esta
plejidad? Para Bortkiewicz, el mecanismo de los precios
Para Marx, el papel del intercambio y del cumple la función de distribuir el valor total pro-
nismo de los precios es enmascarar el plusvalor ducido en las diferentes rentas (salarios, benefi-
hacerlo aparecer como beneficio legítimo. El cios, etc.) e ingresos de los distintos departamen-
neficio de una empresa, industria o tos, en forma tal que la tasa de ganancia sea la
no es igual al plusvalor que produce. La igua misma en todos los departamentos. El nexo entre
ción de las tasas de ganancia de todas las i plusvalor y beneficios resulta así aún más indirec-
trias en términos de precios significa que ta to. Como vimos en el capítulo anterior, en el ejem-
los movimientos de los precios como las act plo allí usado la regla arbitraria era que pt = l.
Esta condición, junto con la estipulación de que
nes de los capitalistas al elegir entre dife:
todo el plusvalor es gastado en el output del de-
técnicas, etc., tienen un efecto igualador sobre partamento III, nos conduce a la misma identidad
taias de ganancia. Pero la,igualdad de las tasas de Marx, la identidad entre el plusvalor global y
ganancia y Ios consiguientes movimientog de el total de los beneficios. Ahora bien, esta identi-
precios relativós implican que los beneficios dad se destruiría si los capitalistas gastasen una
pnp industria pueden énglobar plusvalor de m parte de su plusvalor en bienes de consumo pro-
.chas otr,as industrias que están relacionadas ducidos por el departamento II, o la destinasen en
'aguélla.a través de compraE y véntas. La parte a la acumulación. Entonces el plus\¡alor no
xión entre beneficios y piusvalor resulta así m se podría identificar, ni siquiera a nivel agregado,
compleja, y los trabajadores, al luchar contra examinando los beneficios totales. El problema dc
3
la transformación se tiene que volver a resolver en
Muchos no son de esta opinión. Por eiemolo
ma en el último capítulo de 3 cree óue 'la cada fase, descomponiendo los beneficios, salarios
de Ias
las tasas de explotación elementá vital
explotáción es un elementó vital dél sir v otros costes en las categorías de capital constan-
ry-ra^ de Marx. Volveremos a tratar es.te problema en rr' ca-pital rtariable v plusvalor. A menos que esta
último capítulo.
{
6€ o.! É sgs€3e*
9,4 (ll(ü
descomposición se realice de manera anal
cualquier comentario acerca de que los benefic
:!
f.JF (ú
QO
-Lo
'-o

ü ii; erE sÉ
altos son un signo de explotación es un comenta
acientífico. Decir que los trabajadores están
tadgs porque los beneficios son altos puede
R.9b.
,F-oO
SEo'6
E^ S 5 5
;-
(üt
-o
C)

: $s'*:É

n:i 5 c (úÉ E . Eg;Éet¡i
{s ':E
6
una frase impregnada de fuerza moral para üs !: -o (.) (!
o3 s'3 e tiHEfgt;
nos, pero no es una proposición científica en el
! (.)
tido en que Marx insistió en que debe serlo. LO.!
*:.r!
t<
8.
*¿.i PE.R3€E'EE-É
condición de Bortkiewicz, aunque hace el o-
ma más complejo, es más general, porque :q.i K-E
5! 83E E
S
;s I's
ll
i::-'fi¡'E$ il
una interdependencia total, aunque no i g! o eo (l il

entre los precios y los valores. Un análisis marxi bt.srE> G P. (n a

ta no puede limitarse a apoyarse en datos de sal h E.-P? F s o (ú

rios y de beneficios o en la relación ncapital-tra


jo" para probar la existencia de explotación; ni
s- lri Eq .g
Écü :


b0
I
a

ausencia de explotación puede probarse ta ;'38.


(rÉ üE üA
(Ú .-5
{.)
r3 :g
0)
como corolario, en base a datos que muestren
constancia de la cuota de salarios en la renta e¿ea s iE (l
F ü
cional, o el crecimiento de los salarios reales, o
relación de los salarios con el producto med
Todos éstos son datos que pertenecen a la esf
de los precios y no pueden iluminar en absolu i! É R! ñ É
ü .!:xh(Ú
las categorías de la esfera del valor, a menos q sü: loáE -L o,'o i-8.=
", !{ -.9*
se proceda a transformarlos en relaciones .:?x >o
6 V é -
'
ts L dk
'- rJ cJ'
(q
=O- -ñ
o É;:Ee
rs
'i-JJ.
6!:
r,alor. L q.YE 5O.Y f- ñ hzg!:
;
_O ; O (d .- L b0(g

^E*:x'¿frlE c g!EáE
¡igii sie; *g
:.:
$ gg a.-68_a
tl eE r¡cü-.YaJ
o+siosggo
f (dÉ?5

i;;:í ¡¡:E i:
F€s ii*s!e
ou?-+'á

i:i * ;E;: üa¡;gi €- -f ÉÉ=F.s;


6t +.9Elo
I t-€Éi ! eÉ $gÉ il
E

ii IF ¿-e;i
c
c€ r35 3
t.5 ''ác !
(n

!
tr

^o'3
bE'¡¡€!i¿itEE
s P3-H.eiiai;És ?
8l problema de la translormación 95

12, OTROS ENFOQUES DEL PROBLEMA elas del capital proporciona cierta base a esta in-
DE LA TRANSFORMACION tcrpretación 1711.
En este edoque se utiliza la tabla input-output
para describir la tecnología de- la producción: las
condiciones "físicas, de la pioduición. Después
cstos autores demuestran, con ligeras variañtes,
cómo los precios se pueden derivai, a partir de 14
tabla input-output, suponiendo que las iasas de be-
neficios son iguales en todas las inclustrias. pero
dc cstc análisis cada atrtol- llc¡i-:r ;r co¡tclusi<¡11cs
Nuestra interpretación del papel de la teoría muy diferentes.
valor en Marx pone de relieve la naturaleza Existen varios paralelismos entre la estructura
observable de las relaciones de valor. matemática dc las ecuacioncs clc valor clc la rc_
El fetichismo de la mercancía es el proceso q producción simple de Marx (cuadro l) y el siste_
enmascara las relaciones sociales de valor y ma input-oútput de Leontieff. En realidad, es muy
en primer plano las relaciones de intercambio verosímil que el sistema de Leontieff tenga sus
tre las mercancías. -Marx revela explícitamen raíces en la vigorosa tradición de la economía
este enmascaramiento de las relaciones sociales marxista rusa, en la que se inscriben los esfuerzos
de valor en sus discusiones sobre el intercam de economistas y matemáticos como Dimitriev,
de dinero por fuerza de trabajo y sobre la Bortkiewicz, Tugán-tsaranovski y otros, por plan_
salarial. Las modernas interpretaciones de la tear los problemas del valor y de la acumuláción
ría de Marx. por Samuelson. l\4orishima v otros, de Marx en términos matemáticos r. La formula-
adoptan un enfoque muy diferente al nuestro. ción de la teoría del valor de Marx en el marco del
estas contribuciones el fetichismo y la lucha modelo input-output tiene la doble ventaja de tra-
clases juegan un papel muy secundario, óuando no ducir las ideas de Marx al lenguaje de la moderna
son ignorados por completo, bajo el pretexto teoría económica y de utilizar los resultados exis-
que forman parte de Ia sociología de Marx y tentes sobre la estructura matemática de los mo,
por tanto, son separables del modelo económi delos lineales.
de valores y precios. Estas obras analizan el paso Estos resultados permiten tratar con gran gene-
de los valores a los precios por medio de las ta- ralidad tanto la reproducción simple como lá re-
blas input-output, que describen los inputs de las producción ampliada.
diferentes mercancías y de trabajo que hay que Un supuesto necesario para poder formular la
utilizar para producir el output de cada mercan- teorla del valor en el marco del modelo input-
cía. Los materiales de producción (de la termino- output es Ia existencia de una tecnología constan-
logía de Marx) se desglosan en las diferentes mer- te, en el sentido de la constancia en el tiempo de
cancías que los componen, y el input de trabajo
se mide en términos de tiempo de trabajo. La pro-l t
. Leontieff fue alumno de Bortkiewicz, y conocla la obra
pia exposición de Marx del circuito de mercan- de _Dimitriev y de Tugán-Baranovski, 'cómó éé- eirl¿ánié
('n /-

ii
96 El problema de la transformación

los coeficientes input-output. También es l¡ teoría del valor-trabajo que usó Mam como in-
rio suponer que la productividad del trabajo ¡decuado, complicado y lógicamente incorrecto.
constante, de modo que una unidad de valor Por ejemplo, Morishima, que en su obra más re
fuerza de trabajo tenga su traducción en una ciente aborda el sistema de Marx favorablemente
dad de tiempo de trabajo. Además, debemos y mediante la aplicación de técnicas matemáticas
tular, igual que lo hacíamos en el caso del avanzadas confirma la validez de varias proposi-
to M'-M', que los diferentes inputs están sie ciones de Marx, termina al final descubriendo, sin
pre disponibles en las cantidades necesarias cmbargo, que el único modo de incorporar las in-
reproducir los inputs materiales y la fuerza tuiciones de Marx a la economía moderna es des-
cartar la teoría del valor-trabajo y sustituirla por
trabajo. De manera análoga, cuando llcgttemos
I

ii'
un modelo más general que venga expresado por
problema de la transformación de las un sistema de relaciones flsicas input:output y de
físicas input-output en relaciones de precios, ccuaciones de precios-salarios-beneficios. La pre-
dremop que suponer que no existen problemas ocupación común.dominante en todos los ensayos
realización del valor total y, en particular, recientes de interpretación del pensamiento eco
mas de realización del plusvalor. En este nómico marxiano es la forinulación cuidadosa de
miento se ignora el problema de la conversión los problemas de la teoría económica moderna,
capital mercancía (M') en dinero (D'). Mient lntegrando a Marx en la tradición de esa teorla
que Marx sólo ignoró este problema al el cconómica. Su tratamiento es también matemáti-
su tabla de la reproducción simple, pero camente avanzado. Vamos a considerar aquí estas
do continuamente a los lectores la existencia contribuciones a la luz de las observaciones que
estas complicaciones, los autores de la hemos hecho ya anteriormente.
que comentamos se concentran sistem La traducción matemática de los valores a coe-
en las tablas de Marx que incorporan tales su ficientes físicos input-output le facilita en particu-
il tos, pero hacen abstracción, además, de las lar a Morishima el camino para plantear explícita-
complicaciones, en especial el papel del di mente el problema de la dualidad output-precios.
como capital monetario, dentro del sistema Obtiene una expresión de la tasa de explotación
talista. (supuesta constante) en función del tiempo de tra-
Entre quienes han estudiado la teoría del bajo contenido en la cesta de bienes de los asa-
de Marx existen grandes discrepancias sobre lariados.
importancia de Marx como economista' En Aunque ya anteriormente Winternitz y May ha-
ral, han tendido a valorarla dentro del marco blan discutido en sendas notas la solución de Bort-
paradigma de la economía, es decir, desde los kiewicz y su generalidad, fue Samuelson quien en
i puestos y el enfoque de la teoría económica su artlculo de 1957 sobre Marx formuló expllci-
vencional. La mayoría de los autores están tamente el esquema marxiano en términos de una
acuerdo en reconocer el papel precursor de tabla input-output. Samuelson identificó directa-
en la formulación de varios problemas, pero, mente el capital variable con la nómina de sala-
mismo tiempo, coinciden en calificar el aparato rios al salario nominal (s) multiplicado por
-igual
I
M. Desai El problema de la translormación 99

la cantidad de inputs de trabajo-' y el capital Produc-


Deman
constante con el p'""io d" t1n?. Lnidad
9:-:ltttit mento
I II cla fina to bruto
brutc
muil;láá;-po, iu cantidad física de capital' total
eiquema d"..Ylo ":^"t':
;i;t¿.. el def-inió,
5;;;it"" implícitamente' las,cr^t:*: (prK):x
oe I AKI ¡hIG 0
de valor marxianas como categoriascomo r
ilaas ut categorías de Samuelson' II 0 0 aY 'thY)=E¡
t*
de salarios y costes de inputs intermedjo^s
son sepárables Salarios
sados en términos monetários' sTr sT¡
ilil; Esto re
ryIT1tl
"á"iiá"a"'' sus precios
á"á""it'aitectamente
*::l*
de. los.coetrcr lnterés p(sTl*p,rKr) P(sT¿*prtrir

;;r-;i,i";Elatablainputoutput'-.tii,!111:1:
uY' sin embarf Costes
absolúto el ProblemtI dél valor: totales x s* s*
este análisis exacto sugiere Cue el, tttil* l:*
bastante de
ild" l" transforma"íóo ""t""" teórico
;át;ilt.-está claro que-el esquema
La tabla puede leerse según filas o columnas.
i.-ilene relación alguna.con eleste
-S.*""lson
pr
Vemos en la primera fila que l¿ producción del
".iá.
qrr" resuelve' Estudiemos
departamento I se dirige, en parte, al departamen-
óon
--'p*"más detenimiento' to I (prKl), y, en parte, al departamento II (¿I&).
¿it,inguir claramente -entre -las Como no hay ninguna venta de K a los consumi-
a"'ílio.*i"^iñ; v-ias cantidades físicas de ! dores, la demanda final del departamento I es 0.
muelson usaremos, en la medidt q",t:ry:l:, Descendiendo por la columna II vemos que para
ffi;;ü á" ltr".porElKoutPut físico deldePa ir Y se usa Kz con costes prIQ, pero no se
l" i t" denota (que corresptly,ii ningún input del departamento II. La prpduc-
to de valor marxiano ¿]l
tt-t-t: U"l
-ii'" ¿*"il 9Yti"t
(i3ll'::31: 3lón del departamento II, consistente en bienes
;.;;;il
í;cep;;
"1
marxiano de -l::l-,
valor V (Pero que no
consumo de los asalariados, se vende entera-
nte a los consumidores como demanda final.
L *r "á*"ndido pr,con los Yr, Y.: o.Yd"] "fE: tinuando con la columna II, vemos que los
de Y es pa' Et inputs o costes, puesto que están expresados
El precio de K es ! el precio del d'l-"1t'ul términos monetarios, son los del trabajo, en la
;;";;;ii"
r(rr 'rvr¡v!. a" ia
-- producción
to I'es, Pues, ¡hK' ¿"t departamento II'
Y
de nómina de salarios, y lo que Samuelson
"t de notación-con, <interés> podría haber llamado benefi-
L *.í.gf" de este sistema - y que es la-ytasa de ganancia o multiplicada
ñ;;;i;nes de Bortkiewicz es obvia' a el coste de los inputs (AlG+stz). Las colum-
con cantidad".t Jl:t
ii.tt-u"*ü no tabajóconstruir una- tabla i en las que entran los costes y la tasa de ga-
Joi,irr.r".ion podemos ia son también análogas a las ecuaciones de
ililiá;ior'do, dePartamentos de la man€ tkiewicz. La diferencia con el esquema de Bort-
guiente:
100 problema de la transformación l0l
kiewicz reside en el tratamiento de V, que es que en este esquema s y p vienen dados
input en Marx y aquí forma parte {e la dema fuera del sistema. Como sf p2 es el salario
li, final; por otra parte, el input de trabajo T se il¡!, podemos decir que dada la tasa de ganan-
fine e introduce explícitamente multi 3lr p, el salario real y el precio de las máquinas
por el salario nominal. l¡tán determinados por la tecnología.
Dividiendo los elementos de cada fila por la Samuelson resuelve, pues, el problema de obte-
ducción o output total, obtenemos loi req nGr los precios relativos a partir de los coeficien-
mientos de cada input por unidad del output tss tecnológicos. Su interpretación de la teoría
presado en cada columna (departamento). Asl, marxiana del valor es, por consiguiente, la de una
el esquema de Samuelson tenemos que (Kr/K) tcoría de los precios relativos. Dada la estructura
el coeficiente del input requerido dé maqúina de la tecnología en la forma de los coeficientes
por unidad de output de maquinaria. pero en lit, az, bt y bzi Y dados el salario monetario s y la
de derivar la matriz de coeficientes input-out tasa de -r¡anancia p, se pucden obtcner los precios
de esta manera, Samuelson describe la iecnol< n y p2,Como Samuelson no formula ninguna iden-
física de la producción lncclianlc las ccuacio tldad entre el valor total del output y el valor mo-
siguientes: netario del output o entre el plusvalor global y los
beneficios agregados, hay que determinar la tasa
a1K+aLY:T
de ganancia independientemente de su sistema.
btK*bzY:K En la medida en que se ignoran las relaciones de
clase, las ecuaciones de valor son irrelevantes'
que claramente expresan que se necesitan a¿ Asimismo, la duración de la jornada de trabajo y
dades de trabajo y br unidades de capital cl nivel de los salarios reales están determinados,
producir una unidad de Y, y ar unidades de no por las huelgas o los sindicatos, sino por
bajo y br unidades de capital para producir r la tecnología. La interpretación que $amuelson
unidad de K. Estas ecuaciones describen cómo hace de Marx es, por tanto, tecnológicamente de-
asigna la oferta total de cada input a la p
terminista. Ya hemos citado suficientes escritos
cióndeKoY. de Malx indicando la importancia de los cambios
La descripción de la tecnologla y las ecuaciones
de .costes totales, nos permiten obtener (pt/s\,, en las relaciones de valor, de los cambios en la
(pz/s) daao o. Así que, de una manera análógá a tecnología y de la lucha de clases, de modo que
las ecuaciones anteriores de Bortkiewicz (12), (13) queda suficientemente clarq que el análisis de Sa-
y (14), de precios y valores, obtenemos: muelson se reduce a una versión muy parcial de
Mam.
Pí ar(l*p) Samuelson ha vuelto a tratar este problema en
su posterior artículo en el lournal of Economic
-:s 1-br(l *p) Literature. En este artículo se plantea también la
teoría del valor-trabajo como una teoría de los
f a20 + ü U - b{l+p) I + 4r(1 + p)bz(l + p) precios relativos, y todo su análisis corrobora sus
-=s l-h(l*p) anteriores conclusiones.
t02 El problema de la translormaeión 103

Estas conclusiones son: la tasa de ganancia y sólo bajo supuestos especia-


les muy restrictivos los precios son proporciona-
a) en las economías simples donde la prod les al contenido de trabajo. Esta es una crítica
ción sólo requiere trabajo, sin utilizarse nin¡ a la teoría clásica del valor-trabajo en la medida
medio de producción producido, los precios en que no es necesaria ninguna teoría de la explo
proporcionales a la cantidad de trabajo. Este es tación para calcular los precios. Para introducir
tipo de economía que ilustra el ejemplo de la tasa de explotación en el modelo, Samuelson
Smith referente al <estado primitivo y rudo¡r no supone, como Marx, una división en clases, sino
la sociedad, en el que la única producción es un modelo maltusiano de crecimiento de la po
caza del ciervo y del venado; blación en virtud del cual los sala¡"ios se mantie-
nen a niveles de subsistencia. La población crece
b) si el proceso de producción utiliza cuando los salarios ascienden por encima del ni-
de trabajo otros materiales de produccién, nos vel de subsistencia.' [.a tasa de explotación en la
contramos con un sistema input-output en el sociedad postulada por Samuelson es igual al co
hay que considerar además del input directo, ciente de dividir la diferencia entre el producto
inputs indirectos de trabajo. En este caso, la del trabajo y el salario real por ese mismo sala-
tidad de trabajo incorporada a los medios de rio real.
ducción producidos debe ser ponderada por Pero un modelo así no es marxista y, como Sa-
tasa de ganancia existente. Samuelson pone muelson mismo reconoce, este cálculo se cumple
ejemplo de una economía que produce abrigos en una sociedad esclavista._ Marx buscó explicar el
castor, lo que requiere dedicar cierta cantidad nivel de los salarios reales en función de ias fuer-
tiempo a coser la piel del castor que ha sido cazan zas sociales y no de las biológicas, y por esta ra-
do previamente. El precio de un abrigo de zón rechazó la teoría maltusiana de la población.
dependerá, entonces, del trabajo directo de coser Wicksteed percibió este punto con gr¿rn claridad
la piel de castor y del input indirecto de trabaj en su reseña original de El capital, a la que ya nos
de matar el castor. Dicho en otros términos, hemos referido antes. El modelo de Samuelson
contenido de trabajo de los medios de producción' nos permite descubrir que en esa sociedad escla-
es el contenido indirecto de trabajo del producto. vista la tasa de ganancia p es mayor que cero y
Para que los precios cubran la tasa de ganancia vi- menor que la tasa de explotación (definida según
gente, este contenido de trabajo indirecto debc el modelo de Samuelson), y sus valores dependen
estar ponderado por la tasa de ganancia. Este anáj crucialmente de la dinámica de crecimiento de la
lisis sigue desarrollándose en términos de coefi: población. Los capitalistas (o propietarios de es-
cientes flsicos input-output y obtiene los precios clavos) acumulan lo suficiente para dotar a los
a partir de esta información. trabajadores (esclavos) con una cantidad de capi-
tal per capita constante. Como no se presupone la
Como se ve, Samuelson plantea el problema de existencia de progreso tecnológico continuo, no
los precios en términos bastante simples para de. existe ningún impulso, por parte de los capitalis-
mostrar la tesis de Bortkiewicz, según la cual en tas, a acumular continuamente. La tecnología es
el cálculo de los precios es necesario introducir estática y Malthus nos garantiza una oferta con-
t04 Bl problema de la transformación
tinua de trabajadores. En un mundo así, los sa grpital monetario, la influencia de la acumulación
rios reales sólo aumentan si los capitalistas lobre los salarios reales y el ejército de reserva
mulan a un ritmo mrís rápido que el de trabajo, y el problema de los cambios en las
o si hay cambio tecnológico. No tiene sentido lllaciones de valor. Samuelson, sin embargo, con-
lucha de los trabajadores por conseguir tribuye decisivamente a clarificar que, como teo-
más altos: deben confiar en la frugalidad de rla de los precios, o como teoría dé la asignación
capitalistas o en un progreso técnico exógeno q dc los recursos, la teoría del valor-trabajó es re-
c¿¡e como maná del cielo. dundante. En nuestra opinión sería un error por
Samuelson indica, además, que el esquema parte de los marxistas insistir en que la teoría de
valor propuesto por Marx se puede hacer Marx puede llevar a cabo las tareás múltiples de
te con la matriz tecnológica de producción. T proporcionar una teoría de los precios, una teoría
mos, según esto, una transformación de la asignación de los recursos y una teoría de las
y una transformación output-precio; que relaciones sociales en una economía capitalista.
ser independientes entre sí. Samuelson supone No discutimos en este contexto los intentos lleva-
vez más salarios de subsistencia y dos a cabo por economistas soviéticos y de la Eu-
tecnológicos dados.Ahorabien, con un salario ropa del Este, de utilizar la teoría del valor tra-
de subsistencia y una productividad del bajo como instrumento al servicio de la planifica-
l: constante Samuelson puede transforrnar los va ción. Sólo queremos señalar aquí que deide nues-
ir
res en unidades de tiempo.de trabajo y éstas a tra posición consideramos Ia teoría de Marx como
ti
vez en cantidades fisicas. Los precios son un instrumento para el estudio crítico del capita-
tamente irrelevantes, ya que en ninguna de las lismo, y no como una herramienta operativa para
fases hay que proceder a realizar intercambio aL la planificación socialista.
l guno. Permanecemos en el circuito del capital- Morishima ha tratado con gran detalle el pro-
I
mercancía. En este contexto, la teoría del valor blema de la transformación de valores en precios
de Marx es indistinguible de la teoría clásica del en un libro reciente. El propósito de Morishima es
valortrabajo. mostrar que las técnicas de la moderna matemá-
De las dos transformaciones (output-precio y tica pueden ayudar a formular rigurosamente las
output-valor) podemos, según Samuelson, escoger teorías de Marx y, lo que es más, a confirmar la
una y descartar la otra. En un mundo en.que ri'
ir,¡
I

i
posición de Marx como un extraordinario econo-
I
gen salarios de subsistencia y una tecnologÍa cons- mista de gran originalidad.
tante, no es sorprendente que no sea necesario El libro de Morishima tiene el mérito de tratar
cionocer las relaciones de valor para deducir los a Marx favorablemente. Morishima reconoce que
precios. Como, para Samuelson, la función de la el propósito de Marx fue estudiar el problema de
teoría del valor-trabajo.es la determinación de los
I

L cómo en el sistema capitalista los valores se trans-


i

j
precios relativos y de las cantidades de equili- forman en precios, pero sin establecer una pro
brio, las relaciones de valor en el sentido de Mar¡ porcionalidad estricta entre precios y valores. A
l,i son irrelevantes. Samuelson ignora también com" este respecto, comentando el artículo de Samuel-
pletamente muchos aspectos de la dinámica mar- son de 1957, Morishima dice:
"Sin embargo, al
i

xiana: los problemas de realización, el papel del tratar del problema de la transformación, Marx
El problema de la transformación

no pretendió establecer una proporcionalidad lante, Morishima plantea el problema general de


tre valores y precios sino, por el contrario, most la dualidad en términos de muchas mercancías,
que, a nivel individual, explotación y ganancia Tratando de hacer breve nuestra exposición y
sbn proporcionales, a no ser que se impongan al de mantenerla al nivel matemático más simple
nas condiciones restrictivas' (p. 100)' posible, vamos a abstenernos de discutir todos los
:i Morishima comienza distinguiendo dos detalles del libro de Morishima, concentrándonos
li ciones de valor en El capital. Una es la can simplemente en el tratamiento que éste hace del
i total de tiempo de trabajo cristalizado en una problema de la transformación. Lo mismo gue
cancía, que es igual al volumen de trabajo cri Samuelson, Morishima reconoce la trinidad del
i,' zado en las mercancías que son los medios sistema de valor, el sistema físico input-output y
lii producción y a la cantidad de trabajo directo. A el sistema de precios. A diferencia de Samuelson,
si Ir es el valor del maíz en términos de tiempo sin embargo, Morishima no considera el problema
trabajo y se necesitan maí2, abono y trabajo, de la transformación como dos dualidades sepa-
proporciones determinadas, para producir ma radas, valor-output y precio-output, sino que esta-
tenemos: blece una relación entre ellas. Morishima recono
ce explícitamente que la teoría marxiana emplea
11=autrr*aa)u+Tl dos sistemas de cuenta separados, en términos de
valores y en términos de precios, puesto que (en
donde 41tr1 €s el tiempo de trabajo incorporado el sistema capitalista no se da ya, por lo general,
la producción de maí2, a¿rla es el tiempo de tra coincidencia entre valores y precios (a diferencia
jo incorporado en el input de abono y Tr el in¡ de lo que ocurre en el modo de producción mer-
de trabajo directo. También se puede definir cantil simple); en consecuencia, se hace necesario
valor en términos de tiempo de trabajo' distinguir ambos conceptosD (p. 59).
te necesario. Así, el tiempo de trabajo social Aunque Morishima formula su sistema en tér-
necesario para producir una unidad de minos de muchos bienes, vamos a replantear nues-
neta de maíz es igual al tiempo necesario para tro esquema de dos departamentos en términos
ducir el output bruto de maíz y el abono que de las ecuaciones )'. Lógicamente, el valor total
tran como inputs. del departamento I es )u1 y el valor total del de-
partamento II es tr2, de modo que tenemos
1¡¡1-l'1q1*.TeQz
),¡=c¡¡),¡f f¡
donde Trqr son las horas de trabajo empleadas
el seitor del maíz y T¿qz las horas de trabajo t )u=a¡¿It*Ts
pleadas en la industria del fertilizante necesal
para producir p¡, el valor del maíz en tiempo El output del departamento II es consumido
trabajo necesario. De modo que según Morishir por los trabajadores, perc, no constituye un input
existe una relación de dualidad entre el sistema productivo. Los coeficientes tecnológicos aü, a1a,
determinación del valor (),) y el cálculo input T1 y Tz determinan los valores. En palabras de
put del trabajo socialmente necesario (¡r). Más Morishima, <los valores están socialmente deter-
t0t M. ll problema de la transformación 109

minados. Pero debe observarse que lo único lor total. Estas relaciones permiten traducir las
los determina son los coeficientes lcuaciones anteriores a la terminología de Marx
los ai¡ y T¡, y que no dependen en absoluto dc C, V y P (para más detalles, véase Morishima,
mercado, la estructura de clases de la sociedad, Pp, ó3-64).
régimen fiscal, etc.D (p. 25). En Morishima, El salario por hora vigente en un momento de-
en Samuelson, los valores están determinados lerminado s está relacionado con y. El ingreso
nológicamente. (Nótese que la tabla input Dlarial diario es J", y la expresión monetaria de y
de Samuelson, al combinarla con las ecuaci tg py.Ahora bien, como el salario puede ser supe-
tecnológicas del mismo autor, puede reducirse rlor pero nunca inferior al valor de la fuerza de
este último sistema de dos ecuaciones en tr¡. trabajo, tenemos que J. 2 p2y. Para que haya bene-
sulta así que b1 es similar a a.n y h a api }yt es flcios positivos, las dos ecuaciones de precios de
equivalente de K en tiempo de trabajo, ),¿ el Morishima se pueden escribir del modo siguiente:
valente de Y, etc.)
Ahora podemos definir la tasa de ex pr=(1*o) [prarr*sTrJ
en la esfera de los valores (I) y la tasa de ga
cia (p) en la esfera de los precios. Morishima i P¿-(1+P) [p¡au*sTz]
troduce el concepto de una cesta de bienes
consumo que forman los medios de subsi ¿Cuál es la relación entre p y f? Molishima de-
del trabajador. Llamemos a esta cesta Jr; en muestra que la tasa de ganancia es positiva, es
I¿/ es la cantidad de tiempo de trabajo decir, p > 0, si y solamente si la tasa de explota-
rada a la cesta de subsistencia. La duración de ción f es positiva también. La tasa de explotación
jornada de trabajo es J, que en el sistema cs positiva cuando el salario real por hora sfpz
talista tiene que ser una cantidad superior a es suficientemente bajo. Morishima considera a
la máxima duración posible de la jornada de este resultado (original de N. Okishio) (teore-
bajo es J'. Una medida posible de la tasa de ma marxiano fundamental, ya que sostiene que
plotación I es para que exista un conjunto de precios y una tasa
de salarios reales capaz de producir beneficios
¡ positivos, en otras palabras, para que pueda man-
-)'zl tenerse una sociedad capitalista, es necesario y
tr:l suficiente que los capitalistas exploten a los tra-
bajadoresr (p.6ó).
(J-I¿y) representa una medida del plusvalor, ya Aquí no vamos a proceder a la demostración
que Lzl es el valor de cambio de la fuerza de tra- de este teorema. Morishima deduce la curva de la
bajo medida en tiempo de trabajo, y J es la dura- tasa de explotación a partir de la relación exis-
ción de la jornad¿ de trabajo. Otras representa- tente entre t y s ln y la pone en relación más
ciones alternativas del mismo concepto se pueden tarde con una curva salarios-beneficios. La curva
obtener en términos del valor de las cantidades de la tasa de explotación, que aparece en el dia-
físicas de K y de Y necesarias para proporcionar grama, muestra cómo la tasa de explotación f es
y a todos los trabajadores, comparado con el va- máxima cuando la duración de la jornada de tra-
problema de la transformación 111

siempre inferior a la tasa de explotación t, ex-


¡3pto cuando ambas tienen el valor cero, Pero
ütán interrelacionadas, como mostramos antes en
I

h solución de Bortkiewicz (ecuación 14). La tasa


de ganancia es inferior a la tasa de explotación
porque cada capitalista ha de comprar los mate-
llales de producción a otros capitalistas a los que
Curva de la tasa de tlene que pagar su parte de plusvalor correspon-
diente. Si el capitalista pudiese emplear sólo tra-
bajo y no utilizar capital constante alguno, mante-
niendo además el salario al nivel de subsistencia,
la tasa de ganancia sería igual a la tasa de exple
tación. La relación entre la tasa de ganancia, la
Curva salarios-beneficios tasa de explotación y el salario real aparecen en
el diagrama, que es una reproducción de la figu'
ra 2 del libro de Morishima.
El tratamiento que Morishima hace del proble-
ma de la transformación es, como puede verse,
r/J' t/\zy mucho más profundo, y de un talante mucho más
abierto que el de Samuelson. Y, sin embargo, en
la parte final del libro, Morishima propugna el
bajo es máxima y el salario real (en términos abandono de la teoría del valor-trabajo. Es una
tiempo de trabajo) es igual a l/J'; también se conclusión en cierto sentido similar a la opinión
cómo f es cero cuando el salario real abso expresada por Joan Robinson en su Essay on
completamente el tiempo de trabajo contenido Marxian Economics. Pero las razones que Moris-
la jornada laboral, tr¿y=l. La tasa de hima invoca son, sin embargo, diferentes. Las com.
observada depende, por consiguiente, de las plicaciones surgen de la durabilidad de los bienes
zas que determinan la duración de la jornada de capital y de la heterogeneidad del trabajo en
boral. La tasa de salarios real puede ser superior lo referente a la cualificación. Cuando hay bienes
salario de subsistencia e incluso dar acceso a de capital duraderos en el proceso de producción,
gran variedad de bienes entre los cuales los nos encontramos, al final del período de produc'
bajadores pueden escoger; lo único necesario ción, con el output del proceso productivo en for'
que el tiempo de trabajo incorporado en la ces ma de mercancías producidas y los viejos bienes
de la compra del trabajador deje un margen de capital que pueden reutilizarse otra vez. Cuando
tiempo de trabajo excedente y, por tanto, una las máquinas son duraderas se producen coniun-
positiva de explotación. Partiendo del salario tamente output y máquinas más viejas. Esta si-
subsistencia, la curva salarios-beneficios está tuación fue analizada por vez primera por Von
pre por debajo de la curva de la tasa de Neumann. Esta producción conjunta hace difícil
ción. En el sistema marxista, la tasa de ganancia la distinción entre los dos departamentos. Tam-
ll2 El problema de la transformación It3
bién el problema de la utilización conjunta las de explotación son desiguales cuando las cua-
trabajo cualificado y no cualificado en la Ilficaciones laborales son heterogéneas.
ducción produce dificultades de cuenta en el Si los factores determinantes de las relaciones
quema del valor. La tesis de Morishima es que de valor son puramente tecnológicos, entonces es
división de la sociedad en dos clases, la de los cierto que el viejo modelo debe ser sustituido por
bajadores y la de los capitalistas, sólo es otro matemáticamente más satisfactorio. Pero en
nible si todos los trabajadores sufren la m una sociedad la tasa de explotación no es indepen-
tasa de explotación. Ahora bien, aun pos diente de la estructura de clases ni de la fuerza
una regla de conversión entre unidades de tra relativa de las clases en cada momento histórico.
cualificado y no cualificado, suponiendo una Ya hemos citado a Marx al sostener quc la dura-
dad de trabajo cualificado igual a tantas uni ción de l¿ jornada laboral está determinada por
des de trabajo no cualificado, las tasas de la lucha de clases, y podemos añadir ejemplos
tación de cada nivel de cualificación no cspecíficos que el mismo Marx aporta de diferen-
por qué igualarse. Morishima, ante esto, dice: < tes formas de la lucha de clases como la Revolu-
conclusión, tenemos que sugerir a los economis ción de 1848 en Francia, que redujo la jornada
marxistas que es imprescindible que cambien laboral en todas las industrias, y el proceso legis-
dicalmente su actitud hacia la teoría del lativo de reformas parciales en Inglaterra, que ter-
trabajo. Como medio de determinación de las minó reduciendo la jornada laboral industria por
tidades de trabajo directa o indirectamente lndustria l25l 1271 (para una discusión específi-
sarias para producir mercancías con las técni ca de Francia e Inglaterra véanse log párrafos a
de producción que se emplean realmente en continuación de [27] en El capital, libro r). El pro-
economías capitalistas, no resulta en absoluto pio Morishima reconoce esto al discutir la tasa de
tisfactoria> (p. 20ó). explotación cuando dice: *En consecuencia, el
Parece aquí que Morishima considera que problema de la determinación de la tasa de ex-
función de la teoría del valor-trabajo debe ser plotación se reduce al de la determinación de la
terminar la asignación del trabajo a las diferen duración de la jornada de trabajo. Si la posición
actividades económicas. El lector recordará de los obreros es muy débil, la jornada de trabajo
al comienzo de nuestra exposición de la obra se prolongará tanto como sea posible..." (p. ó8).
Morishima citamos una tesis suya en la que Ahora bien, a lo largo del desarrollo desigual de
tiene que los valores están determinados por la lucha de clases en distintos países y distintas
tecnología de un modo que es completamente industrias, las jornadas laborales pueden ser de
dependiente de la estructura de clases de la duración diferente, lo que implica que existirán
dad. Ahora Morishima nos anuncia que tasas de explotación diferentes. Marx hizo el su-
el sistema tecnológico del valor debido a lo q puesto de que las tasas de explotación tenían el
parecen ser complicaciones causadas por los mismo valor en todas las industrias sólo con el
blemas técnicos de la durabilidad del capital y propósito de simplificar el problema aritmético
la heterogénea cualificación del trabajo. de la transformación de los valores en precios.
sin embargo, examinar más de cerca las Este supuesto no es un ingrediente necesario del
nes de Morishima, y en especial la de que las modelo de Marx, excepto en la medida en que
ll4 El problema de la transformación 115

contribuye a facilitar la solución al problema 8e necesitan estudios históricos cuantitativos que


la transformación. Los historiadores marxistas lporten material empírico a la idea de que la lucha
descubierto que incluso dentro de la clase t de clases es el factor determinante. Aunque Marx,
jadora puede haber grupos de trabajadores tl tratar el tema de la jornada laboral en el li'
tocráticos que disfrutan de una situación bro r de El capital, proporciona muchos ejemplos
que la de sus compañeros. La uniformidad der ll respecto, queda todavía mucho por hacer' El
tasa de explotación es incompatible en esta tegundo aspecto se relaciona con la discrepancia
da con un modelo histórico, ya que en la vida Gntre la tasa de salarios real y el valor de cambio
el desarrollo desigual del capitalismo y de la I de la fuerza de trabajo, También es cierto, en este
de clases se traducen en taías desiguales de caso, que el crecimiento de los sindicatos, la emi-
plotación. El trabajo cualificado, en ciertas gración internacional.del trabajo y del capital, la
trias, organiza antes sus sindicatos v se dcsa tasa de cambio tecnológico, etc., han determinado
más vigorosamente que el trabajo no csta diferencia. Pero es necesario desarrollar un
algunos trabajadores altamente cualificados modelo marxiano que resuelva este problema.
mo los pertenecientes a las profesiones I Con la publicación del libro de Sraffa Produc'
o los funcionarios públicos- sólo se han o ción de mercanclas por medio de mercancías se
zado en sindicatos muy recientemente. Con ha reavivado el interés de la teoría clásica del
cuencia la jornada laboral varía de industria a valor-trabajo. El problema central del libro es el
dustria y el salario también varía paralelamente. problema ricardiano de la obtención de una medi-
la introducción del trabajo cualificado en da invariante del valor. Sraffa construye un siste'
modelo genera tasas de explotación ma físico de inputs de mercancías y trabajo que le
debemos afrontarlo. Una dificultad matemática permite generar un sistema coherente de outputs,
tiene por qué impedirnos tratar de utilizar y valores, salarios y beneficios, Sraffa estudia una
tender el modelo de tal forma que se economía que puede ser descrita mediante un
a las condiciones históricas. conjunto de ecuaciones lineales, y sin cambios de
Al aislarla de la dimensión histórica de la escala. Supone una tecnología constante y hace
I de clases, la interpretación que Morishima abstracción de los problemas del dinero y de los
l;i de Marx es una interpretación parcial. Es precios. El modelo de Sraffa ha despertado un
que considerada como una teoría de la asi tremendo interés entre los economistas interesa-
de los recursos la teoría del valor-trabajo dos en el sistema de Marx, muchos de los cuales
abandonarse, pero el objeto de la teoría del han visto en este modelo la mejor formulación
trabajo jamás ha sido el puramente operativo hasta ahora del problema marxiano de los precios
explicar la asignación de los recursos y los valores.
La tarea de Morishima ha contribuido, sin Hay muchos aspectos interesantes en el siste'
bargo, a aclarar que cualquier extensión del ma de Sraffa y algunos que en el plano de la teo
blema valor-precio que trascienda la fase ría económica son sencillamente revolucionarios.
ca actual debe proporcionar una teorla con Como análisis crítico de la teoría marginalista
aspectos. El primero hace referencia a los y, en especial, de la teoría del capital, ha puesto
minantes de la duración de la jornada de trabaj en marcha una famosa controversia. Pero a nos'
lté El problema de la transformación lt7

otros no nos preocupa este aspecto detr ción de A, etc.; p" ! pt son los precios de A y B;
de Sraffa, sino el papel que su modelo puede j p es la tasa de ganancia (Sraffa la denota con la
como instrumento de analisis de la teoría lelra r, pero aquí hemos alterado el símbolo por
nómica de Marx. coherencia con nuestra notación anterior); s es
Sraffa mismo no se ha planteado nunca cl salario por unidad de trabajo y T. y T¿ son
tamente el problema marxiano del valor y los los inputs de trabajo. La similaridad entre este
cios. Fero por su moderna formulación de la ¡istema y el de Morishima aparece en los coefi-
ría del valor-trabajo, por su completa ruptura cientes Ao, At, etc. La diferencia está en la aplica-
la tradición neoclásica y por las similitudes ción de la tasa de ganancia, en este caso, sólo
existen entre su sistema de ecuaciones y el a los inputs materiales y no al input de trabajo.
ma de Marx, muchos intelectuales como En este sentido no es un sistema usual de ecua-
y Meek, entre otros, se han inclinado a suge ciones que definan los precios en base a un mar-
que su sistema debería constituir la base de gen de beneficios (mark-up). Además de éstas, hay
la teoría económica marxista. otras condiciones adicionales como, por ejemplo,
La estructura del sistema de Sraffa es en que el output de cada mercancía ha de ser al
aspectos matemáticos muy semejante a los menos tan grande como su utilización como input
los de Morishima. Pero a diferencia de Morishi (A"+Aü<A, B"*B¡<B) y que, por comodidad,
Sraffa no elabora un sistema de valor, un si To+T¿=1. Se puede definir en este sistema tam-
físico y un sistema de precios. Sraffa procede bién la renta nacional como la suma de los pre-
siguiente modo: multiplica las cantidades cios multiplicados por el exceso del output sobre
de los inputs por sus precios (que él llama los inputs:
res) y a la suma de las cantidades resultantes (
son los costes de producción) le aplica una lA- (A,*A¡) lp"+ tB - (B"+B¡)fpu
de ganancia; al total así obtenido se le suman
costes de trabajo, obteniéndose en definitiva Tenemos así tres ecuaciones y cuatro incógnitas,
valor del producto (output) o ingreso total. A Pa,Pb,sYP.
cando el sistema de Sraffa a dos mercancías A y Para investigar la relación entre la tasa de ga-
tenemos: nancia p y la de salarios s, Sraffa emplea como
instrumento geométrico una curva de salarios-be-
Apo = (A"p"* B"p¡) (1+p)+T"s neficios similar a la de Morishima. Lo mismo que
en las soluciones de Marx-Bortkiewicz, la tasa de
Bpt = (Aapo* B¡p¿) (1+p)* T¡s ganancia en términos de precios e y la tasa de
ganancia en términos de valor (g) son diferentes
Sraffa hace el supuesto de que los salarios no cuando hay más de una mercancía. La tasa de
desembolsan por adelantado, sino que se ganancia p es también diferente de Ia tasa de plus'
al final del período de producción, por lo que valor f. Sraffa reconoce esta divergencia entre
hay que multiplicarlos por la tasa de ganan las dos tasas cuando dice que si bien es cierto
A' es la cantidad de A utilizada en la que todas las industrias obtienen la misma tasa
de A, Bo es la cantidad de B usada en la de ganancia p, la medida del valor del producto
ll8 BI problema de la transformación ll9
neto en relación con los medios de comprender un fenómeno histórico, un fenóme-
difiere de una industria a otra. Estas dos no que tiene lugar a lo largo del tiempo, como es
pueden coincidir sólo cuando los salarios son la lucha de clases. Se trata de un instrumento
y la tasa de ganancia tiene su valor máximo. Gsotérico que clarifica ciertas inconsistencias ló
una manera más general, la curva de sala gicas de la teoría económica, pero no contribuye,
beneficios es el lugar geométrico de los cn modo alguno, a la comprensión de las rela-
de la tasa de ganancia compatibles con cada ciones sociales.
de la tasa de salarios dados los coeficientes Las interpretaciones modernas del pensamiento
nológicos. Lo mismo que.en el diagrama de de Marx, provengan de economistas hostiles a sus
rishima, cuando el salario esté en su punto ldeas o de defensores entusiastas, parecen descan-
mo la tasa de ganancia será cero. Si p-"" es Bar en un determinismo tecnológico basado, en
máxima tasa de ganancia, la fórmula de Sraffa última instancia, en un sistema físico input-output.
Esta característica fundamental se refuerza des-
P - P-"*(1-s) pués con supuestos mecanicistas acerca de los
determinantes de la tasa de salarios: en la mayo-
La curva salarios-beneficios que obtienen rla de los casos se supone una tasa de salarios
hima y Sraffa a partir de modelos I constante al nivel de subsistencia. Después de
diferentes es fácil de confundir vaciar, por este procedimiento, a la teoría de Marx
con una formulación analítica -eruóneamen
de la idea de de su contenido social e histórico, después de
lucha de clases. Habrá quien piense, en arrancarle su dinámica cualitativa, se conserva
que la curva de salarios-beneficios constituye una versión .castrada del modelo que se puede
modo más claro de presentar la división en criticar o venerar, según los casos, pero no utilizar
y el antagonismo entre ellas. Por ello es como instrumento para extender nr¡estro conoci-
rio examinar la utilidad de la curva sal miento del mundo real. Sólo desde estas versiones
neficios en el análisis de la realidad económ castradas se pueden definir los aumentos de los
Empecemos suponiendo que, independiente salarios reales y de los niveles de vida, el acorta-
del nivel de la tasa de ganancia o de la tasa miento de las horas de trabajo, el pleno empleo
salarios, la tecnología incorporada en los continuo, etc., como realidades negadoras del me
cientes input-output permanece inalterada. En delo de Marx, consideradas por los críticos como
momento dado la economía se encuentra refutaciones y denunciadas por los fieles como
do un punto determinado de la curva. Si ilusorias.
ces cambian los salarios la tecnología Es¡a explicación no pretende ser una defensa
a cambiar, al intentar los capitalistas man a ultranza del modelo de Marx. Todo lo que de-
la tasa de ganancia. Pero al cambiar la cimos es que, se acepte o rechace su teoría, tene-
nos encontramos con una curva salarios-bene mos el deber de especificar correcta y completa-
cios completamente nueva. La conclusión es cla mente todos los aspectos de su modelo. No pode-
la economía no puede desplazarse a lo largo mos ignorar algunos aspectos como sociológicos
la curva salarios-beneficios. En consecuencia, para luego rechazar por místicos los fragmentos
curva no puede. de ninguna manera. avudar restantes del concépto de valor. Al ignorar los
t20

aspectos cualitativos de las relaciones de I3. LA REPRODUCCION AMPLIADA:


que hacemos es reducir el esquema de Marx a .. INTRODUCCION
esquema de Ricardo o de Leontieff o de Von
mann. Por interesantes que sean estos
hemos de reconocer que su aceptación o
arrojan poca luz sobre el modelo de Marx.
Aunque Marx partió de la reproducción si
insistió continuamente en que la naturaleza
capitalismo es.el cambio, la revolución const
de los valores. En ese espíritu, es necesario
ahora a considerar la reproducción ampliada. A En repetidas ocasiones a lo largo de los tres libros
ferencia del problema de la transfoimación, de El capital, Marx llama la atención sobre la
exposición de l¿ reproducción ampliada en revolución a nivel del valor que tiene lugar con-
ha atraído muy poca atención, y esa atención tinuamente dentro del proceso productivo en el
se ha traducido en una discusión critica de aistema capitalista t34l t47l [ó8]. Cambios en la
lógica interna; los pocos economistas que tecnología acompañados por perfeccionamientos
tenido algún interés en este tema, se han limit cn los métodos de utilizar los inputs convencio-
a reconocer el carácter precursor de los nales, revolución en los métodos de circulación
zos de Marx en esta línea. El propio Marx (empaquetamiento y envasado, transportes, crédi-
discutió en detalle la reproducción ampliada hr to, comercialización), todas estas alteraciones téc-
los últimos capítulos del libro n de El capit nicas están ocurriendo constantemente. Acompa-
Sería más tarde Rosa Luxemburgo la que plantr ñando al proceso de crecimiento, y formando una
ría muchos problemas en el campo de la re parte integrante del mismo, aparecen las crisis,
ducción ampliada que todavía no se han resu fluctuaciones cíclicas en la evolución económica
satisfactoriamente. Son estos problemas los que imponen cambios y adaptaciones a los capi-
constituirán nuestra preocupación principal en talistas individuales [75]. Hay que añadir a los
capítulo próximo, en el que, sin embargo, no factores anteriores el de la evolución de la lucha
dremos ni siquiera intentar darles tratamir de clases, con los correspondientes fenómenos de
completo, pues inciden sobre muchas y muy huelgas, crecimiento de los sindicatos, desarrollo
versas áreas de investigación. de nuevas formas de asociaciones capitalistas
como las empresas multinacionales, cambios en
las estructuras del gobierno como, por ejemplo,
la expansión del Estado del bienestar, etc. Como
es muy poco lo que se ha conseguido en el sen-
tido de dar tratamiento analítico detallado a estos
fenómenos de cambio, no haremos más que men-
cionarlos. Los historiadores han hecho una apor-
tación valiosa identificando y describiendo la evo'
lución de muchos de esos fenómenos de cambio,
I
ir
i
r22 M. h reproducción ampliada (I) 123

pero los economistas han fracasado hasta


l

y permanecen constantes a lo largo del proceso


l en el intento de incorporarlos a sus de acumulación (/¡¡ = ti = t); 2) cada departamen-
formales. to tiene una composición orgánica del capital dada
Dentro de l¿ propia obra de Marx se ad que también permanece constante a lo largo del
un contraste entre los ejemplos aritméticos proceso de acumulación. Marx llevó a cabo su
reproducción ampliada y sus frecuentes ejercicio aritmético asignando los siguientes va-
nes o exposiciones "literarias" del problema. tores a las variables: la tasa de explotación es
ejemplos aritméticos "modelo, de la
-el construidos del 100 por 100; la composición orgánica del ca-
ducción ampliada- están de tal pital del departamento I es igual a 4/5 y la del
nera que describen un crecimiento equilib departamento II igual a 2/3. Todo el análisis hace
y continuo de los dos departarnentos, referencia a los valores y no a los precios. (Hasta
en presupuestos muy restrictivos. Cuando el libro rrr de El capital, Marx no se enfrenta
demos la aritmética y nos acercamos a al i:roblema de la transformación de valores en
la lógica subyacente a los ejemplos del creci precios.)
to equilibrado, descubrimos varias cont Para satisfacer los dos supuestos anteriores
nes. Y aquí también resulta que los proble Marx introduce un supuesto adicional: la mitad
no resueltos son los que hacen referencia a del plusvalor del departamento I
precios y al circuito monetario. Pero pasemos, -departamen-
to productor de maquinaria- se reinvierte o ade-
primer lugar, a exponer el modelo de Marx. lanta como capital y el resto, la otra mitad, se
El capítulo 2l del libro r¡ de El capital gasta en bienes de consumo de los trabajadores.
dedicado a la "Acumulación y reproducción En virtud de este supuesto, las actividades de los
pliada". La construcción de los ejemplos de capitalistas del departamento II resultan comple-
se ciñe a un esquema de dos departamentos tamente determinadas por el comportamiento del
el que aparece en (1) para la reproducción si departamento I y las ecuaciones de equilibrio cu-
Dentro de este esquema, Marx impone dos su ya satisfacción asegura que todos los supuestos
tos que, no siendo, en modo alguno, parte se cumplan. (Esto ha llevado, con frecuencia, en
saria de su teoría, resultan convenientes para I la Unión Soviética y en los países de la Europa
var a cabo las operaciones aritméticas l. del Este, a la formulación de una política general
supuestos son: 1) las tasas de explotación de de primacía del departamento I, aun cuando este
dos departamentos son idénticas entre sí (/¡ = supuesto no responde a un rasgo fundamental del
modelo general, sino a una pura conveniencia
I La constancia de ¡ y de Y; a lo largo .del tie-mpo
'éon aritmética.)
en reát¡aa¿ en contradióción la exposición -dql- p.' El cuadro 3 recoge los cuadros del propio Marx
tutáii-áli A".censo de la tasa de beneficio en el libro
v ion su discusión de las tasas absolutas ypunto,ilust
relativas para la reproducción ampliada. Vemos que f = 100
iluwátói en el libro-l de EI capitaL Este por 100, 'n = 4/5 y ^tz = 2/3. La producción total
i
üna vez más, cómo Marx hizo a menudo supuestos del departamento I es 6.000 unidades de valor,
iirlcadói pol conveniencias aritméticas que el .ni
il iñóáó- rorñauan parte de su modelo genéral. Esta ' mientras que la demanda total de Cr como input
I
sideración tiene una relevancia clara con respecto a es de sólo 5.500. En consecuencia, Yr>Cr. De ma-
interpretación de la igualdad de la -tasa, de plusvalor ent
I
los dlepartamentos. V¿ase la nota 3 del capítulo ó. nera análoga tenemos V+P : 3.500, mientras que
5
t24 M., k reproducción ampliada (I) t25

la producción del departamento II es sólo 3 (Volveremos a discutir este tema de importancia


Debe recordarse que, puesto que no tenemos cxtrema más adelante; basta decir por el momen-
bién un departamento III, el plusvalor tiene to que la distinción entre las variables ex ante y
gastarse bien en el departamento I o bien en cx,post tiene particular incidencia en la crítica
departamento II, a diferencia del esquema gue Baran y Sweezy formulan de la ley del des-
sentativo de tres departamentos en la censo de la tasa de ganancia y a la defensa que
ción simple. La discrepancia entre Yr y C, Y hacen de su nueva ley del crecimiento del ex-
(P+V) indica claramente que el sistema no cedente.)
encuentra en una situación de reproducción Dada la regla de decisión en el departamento I
ple. Los capitalistas no gastan todo su y las identidades de equilibrio, sobre el departa-
como si fuera renta, sino que lo invierten o mento II recae el ajuste del sistema. Vamos a de-
adelantan como capital. Comprobamos que la notar las categorías ex ante con asteriscos, recor-
ple regla de conducta seguida por los capitali dando, como siempre, que estas categorías no son
es que 1/2 h del departamento observables directamente. En estas condiciones se
se acumula como -plusvalor
capital. Para mantener la verifica ex, post Cr = Cr**l/2rPt'' )' C: = Yr-Cr.
posición orgánica:del capital, Tr, €n Sü valor i Es evidente que, aunque Yr*)C*, Yr = C. Si C¿ está
de 4/5,. sólo 4/5 de ll2 de Pr se adelantan dado es fácil ver que Yp está determinado por 12,
forma de capital constante. Resulta asl que de puesto que la composición orgánica del capital del
plusvalor Pr de 1.000, 400 es la cantidad deparfamento II tiene que mantenerse en su valor
tada como capital constante, 100 la cantidad originario de 2/3. Podemos así obtener fácilmente
embolsada como capital variable y 500 la la acumulación neta.del departamento II a partir
absorbida como renta de los capitalistas y de P¿, que es igual a Cz-C¿**Ve-V¿*; el resto
en bienes del departamento II. del plusvalor de este departamento se. gasta como
Esta arbitraria regla de conducta de los renta en bienes de consumo.
talistas del departamento nos permite oerrar Sin embargo, la decisión de acumular tiene sus
pletarnente el sistema, puesto que también propias consecuencias. Ahora los capitalistas del
mos imponer las identidades de equilibrio ex departamento I han desembolsado 4.400 Cr y
Yr = C e Y¿ = P*V. Los valores ex post C, Y, 1.100 Vr que, al entrar en producción como capital
son diferentes de los valores correspondientes productivo, generan un plusvalor de 1.100 y un
estas variables iniciales o ex ante. Estas valor total de 6.ó00 al final del proceso producti-
des ex posf son las que aparecerían como vo. De manera análoga, el departamento II tiene
final expresado en unidades de valor. Asl una producción total de valor 3.200, ya que el
P en el sentido er post no es el plusvalor capital desembolsado (adelantado) es 1.600+800.
sino el valor de las compras de bienes de O sea que, si bien es cierto que los gastos ex post
por parte de los capitalist4s. Ni en términos en el año L absorben el valor, total producido en
precios ni tampoco en términos de valor, se ese año, ese equilibrio ex post implica un equili-
identificar P ex post con el plusvalor, ni es brio similar ex, ante en el año 2. De este modo
timo considerar a esa variable como un ind nos encontramos otra vez con que Yr*>C* e
apropiado o práctico del grado de Y*¿<(V**P*). Y otra vez también, la decisión de
6 ó9
oli
$ b0 ñ rt lf
+ tñ

\o
:f.^¡
H. .gg' o
rfo
o
9! or¡1
,P
A I o
rE
(rt


o
rE
6l

6l
'o rÉ
ñt
E
!
(É^
oc o
O ! c)
c)
o
a)
t¡)

SEi;FI
" 'ú.6-.,i d CÚ
¡r

t (ll
li
(\l
A

A
r
ñl
¡r
ñl
k
(t
o
at
¡{
c,
a
ñ
.á lE* ñ -9ro .ü 3
t 6l
aa
o
a (! o
a d
.; E9c É o o o
.E 6ÑH
'EsÉ :E $ ü E R
\) H R

.E F-.r .o (r (ú (ú (l (ú (ú

$- 8.3€ g E E
g E
É
c.)
5
E
c)
i
É
c)
É
c)
5
Á
o
clo ri.^-
ri'F ?És úd d
ri
r

cf
u,
f4
d
an
fr¡
(t
U'
fr¡ f{
ct
tt ct
at
r¡¡


\J ó € rtO\. ñ
s aa oóo
ooo o OO ooo
ooo
oq 9ej o
o o \oñ¡
€¡\
I

\oñ¡
órl I
r) €rn r+ -to\
€hl I (t) t\ \o €
s. br

\O ar¡
eqq
O\ \O .O o\
qcl
\O co
oq
O\ \o eo o\
\o
@
qoc
F.i
I

I
I
€ qoq
NÓI I
oo
€!ü
o
\('.! di \ñl
€-t I

I
-f
O
cr)
\O€
\ó6
o\ lf
-t
(a
rf
g
'o
o oo ooo
rñ óó ooo ooo oo H ió O\ \o Fr
O\ \o ¡\ -t <r
\t .ta rr') o\ ñ¡ rñ ¡\ Oñ¡ (\¡

Q
\o
óh
qF- \ rñ\o
OÓO
r doo
C) ¡ñ\O
q ¡ñ1.) -N
ñl
.l
.q \O
dl q\ ñ¡
ñ
\ó \ó Él \O \O (\¡
üe
N
fr) -f,
F- ¡'-
F-
$
É¡\
\ód \
t\
L
s.
L
oo
ón ooo OÓO
oóo ooo
OÉó oo ¡€ CA Hó O\ -i rñ O\ t+ rñ o\ oñ¡
ñ¡ (\¡ .o 6¡
qF- rOO O\
qo\ 6ñl .tq
\O\O
ú) \o \o ñl ÉFr oo dt\
\3 O\d cO \C)
\r€ O\ H€ q c\ao oñ¡ n8 ñl ñ¡ .qq
ÉÉ NHH
rñ \óH ¡<
(\¡ €i.
ÉÉ
q)
\J
-.: -.: NI NÉ

o
o
L oo
óo ooo ooo
óóo ooo oo
o+ I\O O
\o -t\O
ñ¡ó O\O \OC^ rñ
€ \O O\ + (\¡ ñ¡
.aJ
ó rt) óoo
ul q9 419
O -f\O
o €¡\ 9aq
ñ.") ñl
qq aq ¡\ñ¡
hN

rññ¡
O\ óÉ oo
t\
!+-l
!}ó
+-'i rñ .{-r \O r+r \O =l* \O tl l.1É F- lñÉ rr)N F- rn (\l qt Gñ

o
tr
..t '.:t ..t I ..t
AJ ct ci ct ct ool oo I o, dd ctd oo ct ci oo oo I

t¡¡ aa P€
o.o.
oo oal
(l)(ut o.ql
0)o A]
ol
b.o o. p.
oo ira
oo
I o. o.
oc)
p.p.
oo cLo.
oo I

.n AA
c., 0)
AA ool oPr
I

AI AA AO AAI
I
ool oo óot I

o
ú
A
p
o
128
h reproducción amptiada (I) 129

los capitalistas del departamento I


de acu 100 hasta el infinito con la tasa de ganancia (en
qu9 Yrlor) constante y sin ninguna tendencia ascen-
lar 1/2 de Pr* generará cantidades -val a
tisfacer ex posi las ecuaciones de equilibrio' fer¡t9 eq la composición orgánica del capital glo-
Antes de analizar críticamente el proceso en bal de la economía. ¿Cuál ls el senti¿o Ae eite
tud del cual se establece la armonía ex post cJemplo? ¿Trata de ilustrar la posibilidad en el
tiendo de las condiciones de desequilibrio e¡ capitalismo de un crecimiento sin crisis? ¿Está
examinemos las dimensiones cuantitativas de dlseñado más bien a demostrar lo improüable
que es un capitalismo con crecimiento equilibrado
solución (cuadro 4). El valor total agregado de
producción pasa de 9.000 en el primer-año a 1 dado el número tan grande de condióiones de
án el sexto año. Esto implica, con la exce¡ cquilibrio que han de satisfacerse simultáneamen-
del primer año en el que la tasa.de crecimi te? ¿Cuál es el mecanismo que asegura que esas
es f por 100, una tasa de- -crecim,iento. const condiciones sean satisfechas año tras año?
del 10 por 100 al año' El valor Ya se ha mencionado lo arbitrario de la regla
""n-ol.ti*'"
la producción de maquinaria crece.al-tit1? ": por la que los capitalistas del departamento I
l*i" u",t*ttlativo dei 10 por 100 al año' El va lnvierten la mitad de su plusvalor. Debe notarse,
de la tasa de ganancia (g en nuestra -notacl también, que los capitalistas reinvierten sólo den-
es constante e iguat al 24 por 100' Dadas las tro de su industria, con lo que toda !a inversión
pótesis de partiáa de igual tasa.de expl cstá financiada internamente. ¿Qué criterios utili-
y desigualei composiciones orgáricas del zan los capitalistas para decidir sobre estas cues-
tiones? ¿Es la fuerza motivadora el deseo de man-
án los-dos departamentos, el ttalor de la tasa
ganancia e, in departamento es diferente de tener constante una cierta tasa de ganancia mo-
lasa de ganancia vigente en el otro' El gasto netaria o el de acortar la distancia existente entre
bienes de consumo por parte de los capitalit las tasas de ganancia monetaria en los d.os sec-
tores? Es preciso conocer los precios, correspon-
del departamento I aumenta cada año al
de un i0 pot 100 (en términos de valor)' En dientes a los valores y a la tasa de ganancia mo
bio, el galto de los capitalistas del departa netaria de cada año para estar en condiciones
to II e; bienes de consumo Y, Por endq, Sü de conocer el proceso en virtud del cual se de
de acumulación, cambian de un año al otro' Ve terminan los.precios y se igualan los beneficios
entre los departamentos. Es posibte que la tra-
en el cuadro 4 que el gasto en bienes de
yectoria de crecimiento equilibrado que describen
por parte de los capitalistas del departat""l-t:
p"tt a" 600 a 5ó0, 6!6 a 678,745 "'.sólo a las sumas de valor desaparezca a nivel de los
precios. Es evidente que Marx ha omitido plantear
del segundo año crece a un-10 por 100.anual;
rante el primer año desciende en el problema de la reproducción ampliada en la
esfera de los precios. Tampoco ha resuelto expll-
te un ó Por 100.
Sin iniistir demasiado en las cifras conc citamente el problema de la reproducción amplia-
del ejemplo, notemos que éste plantea importr
da en el circuito D-D'. Sus tentativas para intro
ducir la circulación monetaria en su esquema son
interiogantes. Nos encontramos, en efecto'
capitalist a capaz de crecer al 10 incompletas e insatisfactorias. En este punto se
,lo.
""áo*la
Ia reproducción ompliada (I) l3l
ct
óO\Ooor)
ó\OÉF-t
\O rñ \O \O ¡\ Centra precisamente la crítica de Rosa Luxembur-
a
o 3o al esquema de Marx 2.
Rosa Luxemburgo rechaza toda esta descripción
X$¡¡
dele() ó O¡ñrñ\O(\¡
óoo\ocr¡ del crecimiento equilibrado del capitalismo, con-
Qas I
A h\ó\o\oF
¡iderándola poco realista. Las que para ella son
o
caracterlsticas principales del capitalismo, las fluc-
rl tuaciones interanuales en la tasa de crecimiento
.s
o c.¡ ñ¡ (\¡ ñ¡ (\¡ I
+!t-l y el crecimiento desigual de los diferentes depar-
SE ll ll ll ll ll .d tamentos, no reciben tratamiento adecuado en el
oOOO\<f:
El] -r h
6!qqr]
ó O\ r), d
!ei * modelo de Marx: éste, en efecto, no puede expli-
üos
O ¡\r!úO\O car ni el crecimiento cíclico ni las crisis de acumü-
$
\JS
0)
\\\\\
oooo\o\1
d
lación. De hecho, el modelo contradice incluso las
cl! nóO\O\ñ¡
o.
\qq.j!a posiciones que el propio Marx adopta en los li
3
t- ñl ñl ñ¡
bros I y rn de El capital. Marx percibió que el
sistema 'capitalista padece de "la contratlicción
lnmanente entre la capacidad ilimitada de expan.
o ¡r.S A{ sión de las fuerzas productivas y la capacidad
stts \
.sT{ osososs$
ooooG¡
ÉÉdr.l v
limitada de expansión del consumo social bajo
OO\O@q¿ una distribución capitalista" 3. . La tendencia, de
s
üREF O\OG¡O\l!
\O\oFF-aq la tasa de ganancia a descender, la de la compo-
q)
sición orgánica del capital a aumentar, la del ejér-
S
\)
L
rs,
\r;'S.s OOO\O-tel
cito de reserua de trabajo a ampliarse, todas estas
tendencias no tienen marco adecuado en el es.
OO\O€@\q
a9e!q\9 quema de la reproducción ampliada que Marx
$
\J €$g!
PO
\O9¡\tt-coq
esboza en el libro tt de El capital, y que hemos
\t ri
resumido en los párrafos anteriores. Si todo lo
E 1fl
que se necesita es una decisión por parte de los
rl
.Yotr á-sSo€Sl ^ capitalistas del departamento I de invertir la mi-
É o\ooocif
.o €ES
s.o + vvv*! d
6

oo€rñrln¡¡
d É ..{
tad de su plusvalor cada año, no tiene por qué
() >
o
S

8st\l ó61\€el
€6qnql d I
,|
haber ningún problema en mantener un crecimien-
to equilibrado. Es evidente que en el planteamien-
o 'rl
to de Marx tiene que haberse deslizado algún
a.
q) ;'i error.
==
EN ooo€.aa(ft
óo€rñ-trl'
+ qoq\o9qú¡"
b6 t cl\O\Or.Oiü tÉ
sq)
S.lS
ü
o o , E" punto y en toda la discusión que sigue, una
I
rs G¡ Tq "rt"
fuente fundamental es 28.
(J t 28. p. 2Á2.
I¿ crttica de Rosa Luxemburgo r33

14. LA CRITICA DE ROSA LUXEMBURGO' la demanda de maquinaria en el futuro, aunque


por el momento los capitalistas se enfrenten a un
déficit de la demanda. Si admitimos que los ca-
pitalistas invierten 400 unidades, todavla tienen
que gastar 100 en capital variable. Sin embargo,
no pueden pagar a sus trabajadores, tanto a los
viejos como a los nuevos, en bienes de capital (má-
quinas). Deben vender todo su output de ó.0@
unidades (o de 1.ó00 si se deducen las 4.400 que
reservan para su propio uso), convertirlo en di-
Rosa Luxemburgo comienza planteándose la nero y, después, aparecer en el mercado de traba-
tión del incentivo que existe para que el siste jo para adquirir más trabajadores. En términos
económico se expanda al 10 por 100 anual. ¿ de los tres circuitos del capital, los capitalistas
virtud de qué fuerzas el departamento I ha tienen que proceder a través del circuito M'-D'-M.
expandirse al l0 por 100? ¿Qué motivos Sólo pueden vender su output, convertirlo en di-
los capitalistas para decidir acumular? Marx nero, avanzar cien unidades adicionales de valor
nora en toda la exposición el problema del como capital variable y gastar 500 unidades en
tecnológico, el problema de la revolución en bienes salariales, en el caso de que exista un mer-
métodos de producción que continuamente cado. En el esquem¿ aritmético, este mercado lo
bia los valores forzando de este modo a los proporciona el departamento II. De un modo bas-
pitalistas a acurnular para mantenerse al mj tante arbitrario, el departamento II decide absor-
nivel que sus competidores. Las sumas de ber todo el exceso de oferta de maquinaria de
valores crecen a r¡nas tasas porcentuales 1.500+100 de modo que el departamento I pueda
debido sólo a la acumulación del plusvalor y crecer al 10 por 100. También, al mismo tiempo,
al cambio tecnológico. ¿Cuál es la fuerza que el departamento II tiene que vender todo su out-
ve el proceso de acumulación? put de 3.000 unidades. La situación ex ante es la
Consideremos la situación inicial siguiente: si a los capitalistas del departamento I
que ya hemos resuelto los problemas de la no se les mete en la cabeza acumular la mitad
producción simple. En esta situación hay, ot de su plusvalor, el departamento fI se enfrenta
mente, un exceso de valor del output de a una situación afortunada de exceso de demanda
de maquinaria en relación a la tasa de uso (en términos de valor) de su producto. Pero, con
estos bienes. ¿De dónde procederá la dema todo, los capitalistas de este departamento siguen
adicional que adquiera las quinientas unidades teniendo que vender su producto para poder com-
valor de maquinaria? Segrtn Marx, los capitalis prar las cien unidades adicionales de valor de
del departamento I deciden demandar ellos I maquinaria en el departamento I. ¿Qué es lo que
mos cuatrocientas unidades. Por alguna razón
garantiza la venta mutua? ¿En dónde consigue el
ciden acumular. Esta decisión de expansión,
los capitalistas son racionales, tiene que estar departamenta I el dinero para comprar 100 uni-
sada en algunas expectativas de crecimiento dades de capital constante?
134 M. La crítica de Rosa Luxemburgo 135

La respuesta (provisional) de Marx a esta plusvalor y no pueden generar una demanda adi-
tima pregunta fue la siguiente: el dinero cional a la que ya está presente en el gasto ca-
ría de atesoramientos de años anteriores. El pitalista en bienes salariales. (La <tercera' clase
soramiento puede haberse constituido mediante o tercer departamento constituye, sin embargo,
acumulación de partes de d no gastadas, una importante salida de escape, invocada por
por depreciación, por ejemplo. Sin embargo, algunos marxistas en las recientes controversias
problema no es el del atesoramiento pasado que han tenido lugar acerca de la capacidad nota-
el de la demanda esperada futura. ¿Por qué ble del capitalismo para sobrevivir y expandirse.
a querer los capitalistas del departamento I Este problema lo discutiremos más adelante.)
cer en absoluto aunque puedan encontrar el di Marx rechaza igualmente la hipótesis del comer-
ro para financiar la compra de 100 unidades cio exterior como solución del problema: volcar,
capital variable? El motivo no puede estar en mediante prácticas de dumping, el output exce-
consumo deseado de los capitalistas, puesto g dente en otros países capitalistas. Esta medida
sin crecimiento su consumo podría haber sido sólo puede tener sentido para un país aislado, pero
alto aún; en cualquier caso, para Marx la si consideramos el sistema capitalista en su con-
motriz del capitalismo no es el consumo de junto, el problema permanece 2. (Debemos, sin
capitalistas, sino los beneficios que éstos obt embargo, apuntar que, a pesar de este rechazo, la
nen. Tampoco puede sostenerse que sea la de importanci¿ del comercio internacional para los
da creciente de los trabajadores la que capitalistas de un país aislado, como solución de
el proceso de acumulación; los trabajadores sus propios problemas, es bastante evidente. Du-
pueden demandar bienes salariales a menos rante el período que sigue a la segunda guerra
estén empleados, pero su empleo continuado mundial, muchas de las crisis en la esfera del
pende del proceso de acumulación y no vi comercio y de los pagos internacionales han sido
sa. <Es decir, el punto de partida de la p el resultado de que algunos países han resuelto
ción capitalista no es un número determinado sus problemas de acumulación mediante el co-
obreros y sus necesidades, sino que estas ma mercio exterior, a costa de sus rivales más des-
tudes mismas son 'variables dependientes', q favorecidos.)
oscilan constantemente en virtud de las posibi La paradoja, por consiguiente, sigue en pie. En
dades capitalistas de beneficio l.u el esquema de la reproducción ampliada, los ca-
Tampoco, y en virtud de la misma lógica, p pitalistas de ambos departamentos parecen ser
el crgcimiento de la población de los capital capaces, milagrosamente, de realizar el plusvalor
o de los trabajadores proporcionar la expli y los valores totales vendiéndose unos a otros por
del crecimiento del sistema. Marx rechaza, los siglos de los siglos. No hay problemas de rea-
posible fuente de demanda, la existencia de una lización, ni crisis monetarias ni frenos a la acumu-
(clase media" de rentistas, clérigos, fu lación, todo lo cual es incoherente con la insis-
del gobierno, maestros, etc.,. puesto que todo{ tencia del propio Marx en las contradicciones in-
estos individuos obtienen sus ingresos a partir det trínsecas del capitalismo. Es esta contradicción,
-t n*u l-"*emburgo cita a Marx muy extensamente, en
t 28, p.96. relación con este problema, en 28.
l3ó

entre el panorama que ofrece el libro rrr de 15. LA SOLUCION DE ROSA LUXEMBURGO
capitalismo dominado por las crisis, con una
de ganancia sujet¿ a una tendencia decrec
a largo plazo, y la expansión sostenida y equ
brada del libro rr, lo que constituye el problet
central no resuelto de la dindmica de Marx'
contradicción tiene una importancia mucho
que la contradicción entre los valores y los ¡
cios de los libros r y rrr que, bajo el nombre
problema de la transformación, ha sido muy
cutida por los economistas desde Bohm-Bar Rosa Luxemburgo 1 plantea el problema de la cx
hasta nuestros días. pansión del capitalismo en un contexto social rea-
Los manristas rusos se ertzarzafon en una lista, reconociendo que el sistema capitalista está
lémica intensa sobre el problema de la rodeado de modos de producción no capitalistas
(precapitalistas). Lejos de suponer, como lo había
durante la última década del siglo pasado.
gran parte de la obra de Rosa Luxemburgo hecho Marx al formular su modelo teórico, que
dedicada a este debate en el que particil el modo de producción capitalista tiene vigencia
también Tugán-Baranovski, Lenin y muchos ot universal, Rosa Luxemburgo defiende la idea de
de los más importantes narodniks y marxis que, en cualquier país, el modo de producción
legales rusos. Sin embargo, los participantes capitalista surge a partir de un marco precapita-
consiguieron avanzar el tratamiento del prol lista y que el nuevo país capitalista está relacio.
en relación al punto en que Marx lo había nado comercialmente con otros países precapita-
do. En la última sección de su libro, Rosa listas. El comercio y el imperialismo del siglo xrx
burgo aporta su propi¿ solución a este probler constituyen los dos elementos más significativos
Dedicaremos el siguiente capítulo a analizar del marco en que tiene lugar la expansión del
solución de Rosa Luxemburgo, para volver capitalismo en el siglo pasado, y Rosa Luxemburgo
adelante a reconsiderar las razones del surgi incorpora esos dos elementos en su modelo de la
to del problema. reproducción ampliada.
Aunque no llega a formalizarlo, desarrolla con
bastante detalle su análisis. Cita las ventas por
comerciantes británicos de productos textiles de
algodón (departamento II) en mercados exterie-
res como el de la India, y las exportaciones de
equipo ferroviario británico (departamento I) a
países europeos y a Estados Unidos. Los volúme-
nes crecientes de materias primas necesarios,
I El material de este capítulo está elaborado a partir
de la tercera parte de 28,
acumulación>. "Las condiciones históricas de la
138 La solución de Rosa Luxemburgo 139

como capital constante, para sostener la repro Rosa Luxemburgo pone de relieve el papel fun.
ción ampliada, los proporciona la productiv damental que juegan los préstamos internaciona-
creciente en el uso de los materiales existen les exteriores de capital privado-
-movimientos
en el comercio de unos países capitalistas
procedentes de la naturaleza y de los paÍses tanto
capitalistas. Muchos bienes de consumo y much con otros como en las relaciones comerciales de
biénes de producción se producen también fue éstos con aquellos nuevos países que luchan por
del sistema capitalista: recuérdense, por ejemp convertirse en países capitalistas. Los movimien-
las importaciones de cereales rusos por Gran B tos internacionales de capital contribuyen a fi-
taña. El comercio internacional, de este modo, nanciar la compra de la producción excedente del
sólo contribuye a la realización del plusvalor, si pais prestamista, y al mismo tiempo permiten
que mediante la adquisición de nuevas mat' retener la influencia de éste en los asuntos de
primas procedentes del exterior no capitalista los países nuevos que surgen a la vida de la esfe-
tribuye a generar nuevo plusvalor' ra internacional. EI plusvalor se realiza, por tanto,
¿Oé aónae procede la fuetza de trabajo
a costa de los campesinos y el proletariado del
saiia para sostener la reproducción ampliada? país prestatario, sea este país precapitalista o re-
volumln de capital variable continúa expandi cientemente capitalista. La expansión regular del
dose cada año al ritmo de la expansión de capi país viejo es así financiada parcialmente con un
lo que exige a su vez la disponibilidad de impuesto sobre los campesinos del país nuevo.
de irabajo adicional. Aquí entran en juego, El último factor que invoca Rosa Luxemburgo
Rosa Luxemburgo, el deterioro de los secto es el militarismo, introduciendo un tercer depar-
precapitalistas trabajadores ag tamento que produce armamentos. Como punto
-artesanos,
las- y las migraciones internacionales proce( de partida pensemos que 100 unidades de capital
tes de países no capitalistas como, por ejem variable son sustraídas a los trabajadores al pro-
la emigiación de los irlandeses a Estados Uni porcionarles menos medios de subsistencia (por
Estos procesos muestran la dependencia en ejemplo, mediante un ahorro forzoso provocado
se encuentra el sector capitalista con respecto por una inflación). El resultado es una disminu-
mundo no capitalista. Por su penetración ción del producto social agregado (del output de
te en los mercados y en las fuentes de oferta los departamentos I y II), pero esta disminución
áreas no capitalistas, Rosa Luxemburgo ve al no tiene por qué hacer descender el plusvalor
pitalismo como una forma de producción total según su modelo. El descenso del producto
iransforma al mundo no capitalista a su in social agregado puede proceder de una disminu-
y semejanza. Así van surgiendo el intercambio ción del capital constante o de una disminución
mercancías, la propiedad privada de la tierra y del capital variable. Vale la pena destacar los
recursos naturales y las condiciones de exis detalles formales de este modelo de tres depar-
del trabajo asalariado en los mercados del m tamentos.
no capitalista. Las contradicciones siguen prer Tomando como ejemplo una ilustración de la
l[l
tes en el sistema incluso cuando éste trata reproducción ampliada que es diferente de la que
escapar a ellas. hemos discutido antes (también tomada del li-
La solución de Rosa Luxemburgo 141

bro rr de Et capital) su modelo se desarrolla miento de los trabajadores lo que ha tenido una
sigue: reducción en valor'. En lo posible, la caída total
del producto social agregado por un valor de 171,5
8e traducirá en un descenso del capital variable,
más bien que en un descenso del plusvalor. El
descenso en 171,5 en el capital variable agregado
daría lugar a la siguiente composición del produc-
Esquema to agregado:

ó.430 C+ l I13,5 V+ 1.285 P : 8.828,5

Si el ajuste proviniese de un descenso del capital


Supongamos ahora que los trabajadore's rt constante en vez de un descenso del capital va-
1.1b5 u;idades de valor en medios de subsis riable, obtendríamos
y que 100 unidades de valor se desplazan a
inaustria de armamentos. La industria de arl ó.307,5 C+1.236 V+ 1.285 P = 8.828,5
mentos tiene la misma composición orgánica
capital que los otros dos departamento-s (5/ó) El efecto de la construcción de armamentos es,
uná tasa de explotación del 100 por 100. Por tan pues, reducir el producto social agregado. Aunque
tenemos en este dePartamento III en la definición marxiana de producto social no
entra el valor del output de armamentos, éste, con
7I,5+14,25+14,25 - 100 todo, representa un mercado para la venta de la
producción de los departamentos I y II. Desde
Pero la reducción de 100 unidades en la dem el punto de vista del capitalista individu¿f no se
de medios de subsistencia altera todas las ha producido cambio alguno, puesto que el mer-
dades en los departamentos I y II' Final cado de 100 unidades de medios de.subsistencia
obtenemos es sustituido por el de 100 unidades de armamen-
to, y si bien es cierto que los armamentos no tie-
nen por qué venderse en el mercado, puesto que
Ci V¡ Pi generalmente su fabricación es financiada con im-
puestos, en todo caso el sector de armamentos
r 4.949 989,75 989,75 6.928,5 adquiere inputs que compra a los otros departa-
mentos.
II 1.358,5 270,75 270,75 1.900
Si el descenso del capital variable ha sido finan-
I 8.828,5 ciado con inflación, entonces los precios de to
ó.30?,5 1.2ó0,50 1.2ó0,50 dos los bienes serán más altos, aunque no todos
aumentarán en la misma proporción, como resul-
No existe, por otra parte, ninguna raz6n para tado de la transferencia de recursos. Sumando
disminuya el plusvalor, pu€s es sólo el man las 100 unidades de armamento a las 8.828,5 (se-
t-

gún la práctica corriente en la contabilidad LA REPRODUCCION AMPLIADA:


nal) obtenemos 8.928,5 unidades de valor de CONSIDERACIONES ADICIONALES
nacional. Nos queda aún obtener el valor del
put en términos monetarios, puesto que es
ble que como resultado obtengamos un valor
netario del output aún más alto.
Esta observación es relevante con respecto a
cuestión de los multiplicadores de la política
cal. El multiplicador del gasto de 100 uni
de armamento financiadas con 100 unidades
impuestos puede ser mayor que la unidad si La relacién de dualidad existente entre los valores
sigue el moderno sistema de contabilidad y los precios, sobre cuya importancia se insiste
mucho en los comienzos del libro t de El capital
l

nal en vez del sistema de contabilidad que


I usa. Volveremos a atacar este problema al discu y que es de tanta trascendencia en el problema
el impacto de Keynes en el análisis de la transformación, no es ni siquiera mencio
r
moderno. De momento, hemos de poner de rel nada explícitamente por Marx en el libro rr cuan-
ve, en todo caso, un fallo fundamental de los do discute la reproducción ampliada. Gracias a la
I
lisis de Marx y de Rosa Luxemburgo en el solución de Bortkiewicz sabemos que entre la tasa
1
ma de la reproducción ampliada: ni uno ni de ganancia en valor y la tasa de ganancia mo-
i
analizan las consecuencias sobre los precios netaria puede existir una diferencia sistemática.
proceso de crecimiento. Como sólo plantean Es evidente que el problema de traducir los vale
problema en términos de valor, no pueden res en precios y viceversa, que es ya suficiente-
rar en su totalidad todo el proceso mediante mente espinoso en el contexto de la reproducción
cual los problemas de realización se terminan simple, no puede ser ignorado en esta fase de la
I
solviendo en el intercambio de mercancÍas. investigación. Y no simplemente por la fascina-
que no es de ninguna manera un problema ción que pueda despertar como ejercicio lógico.
de resolver, en el capítulo próximo ind Las crisis de la economía capitalista acontecen
la dirección en la que hay que proseguir en el plano de las relaciones.de intercambio: du-
I
poder darle una respuesta. rante una depresión los precios se desploman,
aparecen excesos de oferta, el crédito se contrae,
las empresas quiebran, el desempleo aumenta, et-
cétera. Y si bien el modelo estructural que explica
las crisis se desarrolla en términos de relaciones
de valor tasa de explotación, la composición
1
orgánica -la
del capital, la división en clases- la
ul
manifestación de estas crisis tiene lugar en la es-
fera de los precios y de las relaciones entre los
I

precios.
tu I* reproduccün ampliada (II) f¡ts

Es absolutamente eÁencial una teoría de I otra y de una industria a otra buscándo siem'
crisis que abarque tanto los asPectos de las pre la tasa de rendimiento más alta e'igualando
-entre lle esta manera la tasa de ganancia entre todas
ciones los precios como las relaciones
los valores, pues el comportamiento de los ca l¡s industrias. A Marx le preocupa mueho este
listas y de ios trabajadores está definido- en problema cuando formula el esquema de los tres
minos de precios, beneficios, salarios, relac ólrcuitos del capital. La importancia del circuito
coste-preció, etc. Aunque esta afirmación p del capital monetario reside precisamente en el
contr;decir nuestra anterior caracterización de hecho de que, una vez que el capital en forma de
relaciones de valor como ecuaciones est mercancías ha sido convertido en dinero, el capi-
en realidad no la contradice. Las relaciones tal existe ya en su uforma natural> y se puede
valor no son ecuaciones de comportamiento reinvertir en cualquier sector de la economía o
el sentido que este término tiene en la teoría Sastar en cuanto renta. Es, pues, necesario racio
nómica neoclásica' Las relaciones de valor no ñafizar en términos de los movimientos de los
percibidas por los individuos participantes precios y de los beneficios la decisión del depar'
iroceso ecónómico. Sólo el eco-nomis-ta.p< tamento I de invertir la mitad de su plusvalor.
Lo oto científico, descubre las relaciones Incluso trabajando a nivel agregado, si lo que
valor"n subyacentes a las relaciones aparentes queremos es estudiar las consecuencias de cual-
conducta.-Esta es la concepción de Marx del pt quier desviación con respecto a la trayectoria del
de la ciencia. Mam atacó a la ueconomía clecirniento equilibrado que puede
a un -divergencia
de la tasa de
Dor su incapacidad para trascender las apa deberse aumento explotación
Lias. Con paiabras dél propio Marx, "toda-cir cn un departamento en relación a la tasa existen-
sería superflua si la apariencia exterior y la 1'e te en el otro-, nos encontramos con que estas
ü, coinóidieran exactamente> consecuencias sólo se pueden estudiar en base
"i"Laá"decisión
"ot"t
de invertir la mitad del a los datos de la renta y el producto nacionales.
del departamento I para hacer posible que la En este sentido, la cantidad de plusvalor gastada
nomía-crezca a una tasa sostenida, representa en bienes de consumo más la cantidad adelantada
solución a los problemas de las crisis de a como capital variable se nos aparecerán como gas'
ü"i0" que es ielevante sólo para el planifes tos totales de los consumidores en términos me
o'para-el economista político-' -La.razón netarios. En relación a la significació¡ del sector
unb y otro construyen un- modelo.de la econ de los armamentos podemos observar que si bien
definido en términos de las relaciones de acuerdo con las definiciones de Marx una des'
de valor y no en términos de las ecuaciones viación de 100 unidades reducla el capital social
el capitalista individual' agregado en 171 unidades, éste no es el resultado
"ó-port"*iento''Para que tiene que aparecer necesariamente en las es'
emb'argo, el concepto de crecimiento equilib
tadísticas dl h ienta nacional. La reducción será
u. do Jt"a.a relevancia, pues toma sus decisi todo 1o más de 71 unidades, ya que hay 100 unida'
con vistas a conseguir que sus beneficios des de producción de armamentos que contribu'
máximos. El capital se mueve de una yen a incrementar la renta nacional. La cifra que
1 El ca,pitat, Iibro ru, capítulo 48' én definitiva se compute dependerá finalmente de
t46 M. Ia reproduccün amPliada (II) 147

los movimientos en los precios relativos y de ma de la función de inversiónt con'procedi-


precisión o validez de los deflactores de pre< mientos diversos. Marx asignó un coeficiente de
'Et *ny probable que en lugar de un (mult (l/2) a la acumulación neta del departamento I,
cadorr de valor de -1,7 nos encontremos con dejando para las variables del departamento II el
rffrltiplicador positivo en términos de precios' papel de-variables de ajuste. En muchos modelos
tremos, pues, a explorar las sonsecuencias de-crecimiento, que utilizan categorías de precios
UaUtes'que puede téner la reproducción ampl o categorlas' flsicas input-output, se acostumbra
sobre los Precios. a suponer que toda la renta de los capitalistas
Empecemos considerando el problema de la se ahorra o que se ahorra una proporción cons'
hzacién. Si el cuadro 3 representara la tante de la renta conjunta de capitalistas y tra-
ción simple, nos encontraríamos con que entol bajadores y, además, que cualquiera que sea la
^capitalistas del departamento I pod paite de la renta ahorrada en ambos supuestos
.áfo fot
realizar 5.5Ó0 unidades de valor en vez de ista se invierte automáticamente. Los modelos
lo que representa una deficiencia de un pueden complicarse haciendo que las decisiones
Asíias al convertir M' en D' nos áe ahorro e inversión dependan de la tasa porcen-
;;; con que si los precios valor
"dtus, no- varían (D.'' tual de beneficio de diferentes activos. Dentro de
.áni" doceavo inferior a su alternati un modelo marxiano, estas cuestiones no nos in-
Un modo "" posible de vender todos los bienes teresan para (predecirr el volumen ahorrado o in-
reducir el precio, pero aunque así se vertido, ni poryue tenga importancia fundamental
todo M', Dt podría seguir siendo menor que la disiribución del plusvalor entre los capitalistas
otro caso. Por otra parte, un pequeño o en las diversas categorías de renta, intereses,
de D' en relación a lo previsto dará lugar a dividendos, etc. El modelo de la reproducción
descenso en la tasa de ganancia realizada'
y ampliada debe contribuir a ayudarnos a estable-
capitalistas tendrán tendencia a convertir D'en ott" relación coherente entre el desarrollo
ttd el dePartamento I, sino en el
"""
desigual, desequilibrado, del capitalismo y !u in-
"tt El departamento II podrá realizar su flueñcia consiguiente sobre el crecimiento de las
to II. relaciones de
-clase
o, mejor, su relación dialéc-
iot"t ti poi to menos (517) de su plusvalor tica con éste. En este sentido, si el modelo se
gastan bi"tt"t de consumo--:t d::it1-tt :: desarrolla de manera apropiada, debe a¡rudarnos
"tt
;;;-;; üi"tt"t de consumo 1'250 unidades' si
plusvalor departamento 1'750' En caso c a entender el capitalismo contemporáneo'
el del A'este nivel pódemos señalar la conexión exis-
traiio, la conversión M'-D' en el departamento
tente entre precios y valores en el modelo de la
también mostrará una contracción' Ahora reproduccióñ ampliada. Una solución completa
una pequeña contracción en ámbos departamen fra ae aplazarse hasta que se realicen estudios
.ig,ifi""t¿ que el valor total realizado puede -l Lul-*¡" de la función de inversión es un tema de
muy inferior a 9.000'
dste es, pues, el problema decisivo: ¿cómo -u.'iá'aó--"'"ño1!¡o páii áue -p9d4mos- tratarlo .aqul' Las
-Kéineis,
Kblecki e Irving Fisher'. entre
iiióii.i?J wittitáil,
-compietaménte'diferentes.
de el capitalista disponer del plusvalor? los ;;;;.- t;;
iiéñt.i áé-isié- que
de,bate todavla
Una discusión re-
se mantiene puede en'
nomistai han atacado este problema --el contrarse en 13, caPltulo E.
La rcproducción amPliada (II) 149
l¡18

(1+p) y pr. Definiendo (1*p) = )' obtenemos una


ulteriores, pero de momento podemos.iniciar
JÁiu.*i""to en la línea de la contribución ecuación
bortkiewicz. En cada uno de los dos departan tr¿-11I+ 12:0
tos escribimos las ecuaciones de costes e rngr€
a las anteriores (10 y J,19
"), que, una vez resuelta, nos permite obtener (apro'
n""n¿i¿"t" ahora que el valor total producido
"áoutlo"¿ientes
ximadamente) tr: (1+p) = 1,2 como una de las
por e¡empto, el departamento I (Yr) es difert
dos soluciones. A partir de ahí obtenemos pr : 1,05
áui áotiotal del capitat constante consumido y fu= 0,9. Vemos, pues, que planteando el .siste-
pto""to de producción (Cr*Q = C)' De mt
"i
que tenemos ittá ¿" la reproducción ampliada como una réplica
del sistema de la reproducción simple, obtenemos
ptYt = (1*P) (PrCr+¡¡:Vr) ( una tasa de gananéia del 20 por 100, p¡ = 1,05
v Dz = 0,9. Peró esta solución no nos ayuda mucho
rl-Yz = (1+P) (¡¿Cz*¡¿Va)
(1
á lomprenaer h dinámica del problema, porque
la ecuáción (16) estd basada en el supuesto de la
La ecuación fundamental es la que establece inexistencia de problemas de realización de cuaL
i¿"ii¡;á de los valores totales' si la enuncia¡ quier tipo. Es üna especie de ley de Say' Repi-
á"i *is-o modo que 1o hace Bortkiewicz en' fiendo éste ejercicio éon los datos existentes al
caso de la reproducción simple,,estaremos lm comienzo de óada año observamos que no obtene-
i.*"t t" supóniendo que todo (11)'
el .plusvalor se mos ningún cambio sustancial en pt, pa o o' La
podemos'
.tt*" o se itttniert". En vez de economlá se desplaza suavemente a lo largo de
escribir la trayectoria de equilibrio con precios casi exac-
tamente constantes. La raz6n está en que, al igno
ptYt*P¿Yz = C*V*P rar la existencia de problemas de realización, los
factores determinantes de los precios son la tasa
Si se verifica (16), los precios dependen solamt de explotación I y las composiciones orgánicas del
de la.s diferentes composiciones orgánicas del capitál de cada áepartamento r¡. La única fuente
;ilfá" i;; áát ¿"puti"mentos, puesto que la
generadora de alteiaciones en los precios relativos
áe exptotación es, por hipótesis, idéntica-en éstá en el hecho de que la proporción entre Yr e Y¿
dos départamentos y constante a lo largo
del ti
(7) y las cantidades no es estrictamente 2/l continuamente, sino 3,3/1,ó
ñ. Ufuá. la ecuación en el año 2 y 3,63/1,7ó en el año 3 y así sucesiva-
cuadro 2, obtenemos mente. Esta variabilidad de la proporció¡ YtlYz
?+t/5 cambia los parámetros de la ecuación (1ó), pero
6/5 tu: (1+p) (4/s Pz)
no de una manera significativa.
4/3 p¿: (l+P) (2/3 fi+ll3 P2) Un modo inucho más eficaz de atacar este pro
2n*p-3 blema arranca de la constatacién de que, al no
haber departamento III (y, por consiguiente, no
existir p3i, et plusvalor ha de asumir la forma de
Despejando ¡a en funcifn de p1 obtenemos f:l -d"
bi"tt"s de consumo de los asala'
:3-)m Y Podemos obtener las soluciones'.i maquiüiia o
l5{) Ia reproducción ampliada (II) 151

riados. En la terminología de Marx, ésta y en el futuro, los capitalistas del departamento I


forma material del plusvalor, que se distingue lncrementan su ritmo de producción. ta discre-
la forma de valor o de la forma monetaria. pancia entre los precios y entre las tasas de ga-
el departamento I produce máquinas, el valor [ancia se reduce de esta manera, con lo que el
este departamento ha de realizarse vendiendo fistema se va acercando al equilibrio ex post. Sin
das las unidades que integran la producción.' cmbargo, la expansión del sistema depende de.la
se producen 500 unidades de valor de Gxistencia de crecimiento futuro sostenido y esto
en exceso del número requerido para tiempre genera .un desequilibúo ex ante.
sistema (como capital productivo) en condici Aunque ésta no es la manera en la que Marx
de reproducción simple, ningún incremento o Rosa Luxemburgo se plantearon el problema,
consumo de bienes de lujo de los capitalistas nosotros lo proponemos como un enfoque alterna-
la multiplicación de los salarios de los tivo. La ventaja de este modo de encarar el pro
pueden alterar, en absoluto, ese desequilibrio: blema está en que no implica, como los ejemplos
sistema tiene que expandirse para absorber: ' numéricos de Marx parecen indicar, el resultado,
exceso de máquinas. Enunciado tautológi ¡ltamente improbable, de que las decisiones tG
lo que no toma la forma de máquinas asume madas en el departamento II restauran el equili-
forma de bienes de consumo brio en el mismo período. Nuestro enfoque no
Examinemos ahora el proceso en el plano lmplica que el motor del sistema sea el departa-
intercambio. Si el sistema se encuentra en mento II, del mismo modo que el ejemplo origi-
ciones de reproducción simple (es decir, todo nal de Marx no indicaba que el motor del sistema
plusvalor se gasta en bienes de consumo), cra el departamento L Es la discrepancia entre
un exceso de oferta de máquinas o bienes de las tasas de ganancia de los departamentos la que
versión y un exceso de demanda de bienes lnicia el desequilibrio, y el sistema va avanzando
consurno. En estas condiciones el'precio de por los intentos de igualar las tasas de ganancia
bienes de consumo deberá aumentar en cntre los departamentos.
al de las máquinas, lo que impulsará a los No vamos a tratar de formalizar aqul este pro-
talistas del departamento II a expandir la ceso, pero la formalización la desarrollaremos des-
ducción del departamento. Cualquier decisión pués en otro contexto. De momento vamos a pre-
expansión por parte de estos capitalistas se tentar otra manera de formular la ecuación (1ó)
duce en una demanda de maquinaria y de para ponerla dentro del marco de la formulación
salariales en cuanto capital productivo. La in original de Bortkiervicz. Recordemos que en el
sión de este beneficio esperado dará lugar a caso de Bortkiewicz escribimos la identidad total
del valor del siguiente modo:
I

I
disminución del volumen de plusvalor dispon
para ser gastada en bienes de consumo, una
minución que es exactamente igual a la canti pq+pzv+p3P - C+V+P: Yr*Y¿*Y¡ =Y (11)
adicional invertida como capital constante. La
ferencia de precios se reducirá, pues, en favor Como ya hemos explicado anteriormente, en el
departamento I. Para proporcionar la cant ejemplo que Marx presentó de la reproducción
ril

adicional de máquinas al departamento II, ampliada p¡ e Y¡ son iguales a cero. El plusvalor


152 La reproducción ampliada (II) r53

debe azumir la forma de C o de V. El que Morishima ha generalizado en su libro el trata-


proporción F de P asuma la forma de C depende miento matemático del ejemplo de Marx{. En.su
ias decisiones de acumulación en el departam oxposición también hace el supuesto de una pre
to I y en el departamento II. El resto, (1- pensión común a ahorrar ct pero en aP incluye
será gastado en bienes de consumo, en Parte tanto el gasto en C como en V. La división,'por
creméntando V, pero en parte también en fo: cjemplo, de aP entre C¡ y Vr está determinada
de consumo de los capitalistas que, a fin de Por Yr. Morishima no investiga la naturaleza del
tas, no tendrá una manifestación diferente al ¡ proceso en virtud del cual se determina cl, pero
to de los trabajadores. De este modo, en vez en su modelo, a diferencia del modelo de Marx,
(16) obtenemos: !e abre la posibilidad a los capitalistas de invertir
cn cualquiera de los departamentos siempre.que
a(C+9P) +¡t[v+ (1 -P)P] : cn ambos prevalezca la misma tasa de ganancia
: C+V+P =Yr*Ya = Y de equilibrio. En este sentido, Morishima ignora
también el problema que se plantea Rosa Luxem-
burgo: ¿en virtud de qué proceso alcanza el siste-
Esto significa que en el sistema (17) se altera ma el equilibrio?
su rtltima ecuación de la siguiente forma: La presentación matemática de Morishima le
permite afirmar que el sistema de la reproduc-
367 pr*tl6pz+ [Pr9+p(1 - 9)] 116 = 483
ción ampliada no es estable sino explosivo. El, sis-
tema es explosivo con oscilaciones si yz es superior
Ahora tenemos cuatro incógnitas: p1, pa, ? y I a yr, si la composición orgánica del capital del
proporción acumulada, que se puede despejar departamento II es mayor que la del departamen-
tunóiOn de las otras tres incógnitas. Como ya to I. En caso contrario, el sistema es explosivo
mos señalado antes, este modo de presen lin oscilaciones. Podemos ver así que el dilema
problema sugiere que la selección de I es que tanto preocupó a Marx y a Rosa Luxemburgo
iia y no establece la conexión entre.esta contradicción entre la expansión equilibrada
y proceto de producción capitalista, es d -la
y suave del capitalismo en el ejemplo de ,Marx y
ios"ípiecios y h tása de ganancia. En muchos cl desarrollo desigual observado en el capitalismo
deloi económicos se supone p = 1 (los del siglo xrx- es una consecuencia de los rlgidos
no consumen) o que I es función de la tendt tupuestos adoptados acerca de la proporción de
al ahorro3. En reáüdad,9 no es una variable plusvalor invertida en el departamento I, la falta
de movilidad del capital entre los dos departa-
mentos y el comporta¡niento pasivo de lbs capita-
listas en el departamento II.
Es cierto que el modelo de Morishima genera
ciclos, y ciclos de una severidad creciente, pero
esta circunstancia parece depender de una condi-
I 3?, capítulo 10.
3 Una referencia a estos modelos se encuéntra en 37'i
154

ción rnatemática, a saber, el carácter 17. LA CAIDA DE LA TASA DE GANANCIA


puesto a la constante a. En la historia del
talismo los ciclos no han sido explosivos, at
muchos rnarxistas podrían decir que esto se
a que dos guerras mundiales han interrumpid
evólución del proceso cíclico. El problema es'
tanto, cómo generar ciclos que, si bien van
cada vez más severos en su imPacto,
en un sistema capaz de reaccionar a su expe
cia hislórica y de encontrar soluciones para
derar su sevéridad. Otra característica del El prolongado olvido en que se ha mantenido a
miento de Morishima es que plantea todo el Marx en el seno de la teoría económica tradicio-
blema en términos de valor y no discute el nal y de los círculos intelectuales próximos a ésta
ha estado basado en dos críticas principales a la
to de los ciclos en los precios y los bene teoría marxista. En primer lugar, siguiendo a
Y sin embargo, aunque el Proceso de t Bohm-Bawerk, Wicksteed y otros, se sostiene que
desigual es un resultado matemático, es
y de una manera mucho más importante, un la teoría del valor-trabajo es errónea e innecesaria
cn cuanto explicación de los precios relativos. Se
teso histórico. Las exportaciones de capital, piensa que el fallo de Marx en <probar, que los
aranceles, las devaluaciones, las uniones
precios son proporcionales al contenido de traba-
ras, la expansión imperialista, los gas-tQs
fluos y el despilfarro..., todos estos terrÓl Jo en el libro rrr, en contra de su afirmación de
proporcionalidad en el libro r, decide ya la cues-
.rnu maniféstación de los esfuerzos del
"ott tión. Se puede entonces relegar la teoría del valor-
ma capitalista por superar las contradicciones
desarrbllo desigual. Ahora que ya se han resu trabajo como una teoría que ha sido superada ya
por otras mejores. Podríamos caracterizar esta.pG
las dificultades matemáticas y que se ha
do (gracias a Morishima, entre otros) .el se: sición por la idea de que ula teoría del valor-tra-
del ejemplo aritmético de Marx, debe-ríamos bajo es análoga a la teoría de que la Tierra es
plana>. Esta posición implica también la evidencia
ocupárnol de plantear el problema de, la
empírica de que los precios no son proporcionales
ción ampliada como un Problema de
histórico. Las páginas anteriores representan l
al contenido de trabajo, esto es, que la Tierra es
primer esfuerzo en este sentido. redonda. De este modo, tanto lógica como empíri-
camente, la teoría del valor-trabajo, según esta
orientación doctrinal, está superada y los intentos
de defenderla son sólo muestras de dogmatismo.
En nuestra opinión, este argumento pierde de
vista el propósito principal de la teoría del valor-
trabajo en Marx. Una vez corregidos los errores
aritméticos de Marx (tal como lo hizo Bortkie-
rricz), los precios son deducibles a partir de las
6
r5ó
M. La calda de la tasa de ganancia 157

categorías de valor, aunque no necesariamt Marx, en especial de la predicción del decreci-


ptápii.io""les a los valores' Debemos "1191' miento de la tasa de ganancia.
!*É"tgo, que tanto lógica como empíricamen En páginas posteriores estudiaremos la formula-
ir"a,r"iio" ¿e los valores en precios (y vicevt ción por Marx de este problema, analizando al
aunque importante para mostrar la dinámica menos uno de los intentos detallados (el de Gill-
cial, constiiuye una tarea mucho más compleja man) de contrastar la predicción. El problema de
io q". los ciíticos y los defensores de Marx la contrastación lo estudiamos dentro del contex-
--iu pensando hasta ahora profecías de
venido to de nuestra discusión del problema de la trans-
tei""aa crítica es que las formación de los valores en precios. Una vez más,
han sidó refutadas por la evolución de la soc resulta claro que las previsiones de Marx son
La clasé trabajadora no está contrastables, esto es, son falsables, pero la con-
"u"1ürittu.
ni relativa ni absolutamente; las rev' trastación es compleja y puede ser muy difícil de
"^da
socialistas no han llegado a materializSlt" ."1 llevar a cabo. Hasta ahora, tanto las contrastacio-
países capitalistas -maduros; "" utl-^o1t^-1Jj:t nes superficiales como las que se han llevado
á" t"t"tuá de parados, el pleno empleo repreg a cabo con rigor, hacen el supuesto crucial de que
;i;;á;" normat de las cosas Y en la tasa de los precios son proporcionales a los valores, su-
;i" ;; h" áescendido del modo que Marx puesto que las hace inválidas. La exposición por
dijo que ocurriría .¡-r!^-- Marx de la ley del decrecimiento de la tasa de
Sería ocioso negar que el capitalismo del' ganancia está formulada en términos de un mode-
slo xx v especialmente el capitalismo post lo de un solo bien. La tasa de ganancia relevante,
de en este caso, es la que hemos llamado tasa de
3i";. puttf de 1945 contradicen muchas de
p*i""f* pesimistas. Muchos defensores ganancia en términos de valor. Los lectores re-
iran tratad:o de redefinir y racionalizar sus I cordarán que en su solución (errónea) del pro-
de modo que resulten ser válidas o p blema de la transformación, Marx supuso que
"io""t
tn""oa no refutadas. En'este sentido' se iden cada industria obtenía una tasa de ganancia media
con el ejé (en valor) igual a g donde g: P/(C*Y). Marx dis-
;i-i;;.;t Mundo subdesarrolladohabitantes cutió las condiciones de validez de la ley en la
de reserva de parados y a sus cc
miseria se inc¡emti]i^{1: sección tercera del libro ru de Ef capital.
pioi"-Ñ"áo cuya Marx empieza haciendo el supuesto de un salario
incluso se realiiaron intentos, afortunadamenl
liio y de una duración dada de la jornada, lo que
otlri¿u¿ot, de demostrar que la prodrrctividad le permite representar el capital variable por un
á"íttabajador moderno significaba una fndice del número de trabajadores (nótense cui-
relativa de explotación creciente y' por
"i""i" co
dadosamente los supuestos). Ahora bien, si un
;;; ;". miseiia mayor en términos Psit número determinado de trabajadores se encuentra
esta
Ñosotros no queremos defendernos en con una cantidad creciente de medios materiales

línea de trincheras. Vamos a preocuPar.nos
de producción, esto probablemente implica tam-
cuestión de la contrastación de las previsiones bién que hay un val.or creciente (aunque no ne-
cesariamente proporcional) de capital constante
1 Véanse 2 y 15, que se comentan en el
pítulo. tcompañando a la cantidad dada de valor del ca-
rs8 La calda de la tasa de ganancia 159

pital variable. Ahora bien, si la tasa de plust Hay también una tercera medida en términos
es constante bajo estos supuestos, se deduce de precios que es directamente observable.. Se
tológicamente que la tasa de ganancia es c basa en las estadísticas existentes de salarios, cos-
ciente puesto que, como hemos visto antes' tes, beneficios, precios, etc. Para contraStar la pre-
dicción marxiana, tenemos que usar datos sobre
beneficios monetarios (en sentido estricto, datos
c,=t,-;-)=r(l-Y)
c+v
eobre todas las rentas no salariales) y comparar-
los con una medida apropiada del iapital cons-
tante y del capital variable expresadas en térmi-
La cuestión de la validez genetal de esta ley,.o nos de precios. Ya hemos visto como incluso en
cualquier otra, no depende, por consiguiente¡ la reproducción simple, con magnitudes constan-
la fórmula anterior, sino, sobre todo, de los tes de / y de y;, los precios no son proporcionales
puestos que se hagan acerca de la conductau a los valores. Dentro de la reproducción amplia-
los comPonentes f, C Y V' da, con magnitudes cambiantes en los Ti y tam-
En esie problema tenemos dos medidas quq bién en f, y con una productividad física creciente
emplean simultáneamente. En primer lyl 1e y una disminución en la jornada laboral, el pre
moi et cociente entre el número de trabaj blema de la transformación de los precios en va-
(que trabajan un número determinado de lores es todavía más difícil. Cualquier ejercicio
,tt saiario determinado) y la cantidad cmpírico ad hoc qu€ trate de deterrninar la tasa
"átt
de materias primas, maquinaria y capital.fijo' E de ganancia apoyándose en las estadísticas publi-
es una relaiión física entre diferentes inputs, cádas de renta y riqueza nacionales no puede te.
oue plantea problemas muy complejos, como' ner, por tanto, mucha utilidad.
meaiciOn de la cantidad de máquinas sin conl Ahora bien, la productividad física de la fuerza
con información sobre beneficios y precios' de trabajo aumenta en los dos departamentos du-
segundo lugar tenemos el valor total del ca fante el proceso de crecimiento; por consiguiente,
co"nstante y del capital variable, y la los mismos valores van representando a lo largo
diente expresión dé la composición orgánica del tiempo cantidades progresivamente mayores
capital. DL forma similar,-el output t: q""* de máquinas y de bienes salariales. El crecimiento
dii en unidades físicas (ula masa real de el de la productividad en la industria que produce
áe uso") o en términos de valor' Al hacer los bienes que consumen los trabajadores puede
puesto de que la tasa de plusvalor permanece ¡educir el valor de la fuerza de trabajo, puesto que
Lrtu*ot sosteniendo implícitamente que la r ésta tardará entonces menos tiempo en reprodu-
de plusvalor aumenta en la misma proporción cirse a sí misma; pero el efecto de este incremento
ef capitat variable, pero no estamQs afirma de la,productividad sobre los salarios no. es fácil
ttuau'""tt respecto af número de unidades fís de predecir, ya que dependerá de la fuerza de. la
p.oá""iáut p'or trabajador o- por hora trabaj clase trabajadora y de la evolución histórica de la
i'ara llegar a conclusiones claras a este. respr lucha de clases. Sólo en un modelo mecánico y en
necesitaiiamos información adicional sobre el Una versión ahistórica de la teoría económica mar-
cimiento de la Productividad, etc' xista el salario real es siempre igual al nivel de
M. La calda de la tasa de ganancia 1ól
160

de la ne la ley implicación definida alguna con respecto


subsistencia Y, Por consiguiente, al valor a la participación de los beneficios o los salarios
Lá a. tt^a^id. Ün modelo así no-deja margen
en la renta nacional. Como el problema jamás se
árt" o",tttutt cambios en las relaciones entre ha formulado analíticamente de una manera glo-
;ñ;;t;i áivorciar la teo¡ía de la.realidad
so
bal incorporando todos los elementos dinámió<ls
ieá;; ia significación de la contribución de
relevantes que hemos mencionado, la predicción
;i;a" un iimple modelo ricardiano de la con respecto al comportamiento de la cuota de
del valor-trabajo.
- Ü"-""t"Uio los beneficios es ambigua en términos marxistas.
én las unidades de la relación¡ En los años recientes ha habido economistas mar-
físic
tuttlo áe unidades de valor a unidades xistas que han tratado de formular modelos del
it;;r. más lenta la tendencia al descent" .9:
puesto que las. relaciones fÍs
capitalismo contemporáneo procurando explicar
i"ttl" gt"ancia, estos dos aspectos
p"i¿"" -crecer -áe qucho- más rápidameil"-11: -el dedel
dente y el crecimiento
incremento del exce-
la cuota de los salarios
ü;;i;n"s valor. Pueden ocurrir cambios en la.'renta-, pero debe decirse que estos mode-
no
.Jel;;;;&"iiuiau¿,
i"-i"lt"iO", solamente a causa del crecimrt
sino también como resul los no tienen una relación clara con la ley del
decrecimiento de la tasa de ganancia.
áát- internacional' Si tratamos a t El concepto de capital constante ha de enten-
los "ó-"t"io
países capitalistas desarrollados como un :
tener derse como el volumen de capital que se utiliza
;;ñ;, este sistema internacional debe y'precal durante el período de producción. Es un concepto
mercio con los países no capitalistas
de flujo que corresponde a la suma de la depre.
listas. Es ésta una observaciOn q¡re.y" de 1""il ciación física y al coste de uso en el sentido key-
;;;ilá" t a..t at discutir la solución
la reproducción nesiano. Esta definición crea la complicación adi-
ñ;ñ;co "poral problema de no tendremos cional de que la tasa de uso del capital (el pe¡íodo
v, cónsiguiente,
"li"a" de rotación) puede alterarse también debido a
;;; v^!v¡¡e
;.ááernos en estg P"l:"
-l:b::::
L

Yqv internaci cambios en la tecnología y a las respuestas correc.


sin embargo, que sl este comercio toras de los capitalistas frente al decrecimiento
I
;;- t¿il;;;; en^ base a la situación desigual
de la tasa de ganancia. Todo ello hace de la medi-
además u:^ ti^1:
ilñ;;;; valor atribuible al comercio' la rela
relación colonial,
ción de la tasa de ganancia una tarea muy difícil,
á"r porque la depreciación también está influida por
prüi.."f* puede-también hacerse favorable
"i¿íi las convenciones contables, las leyes fiscales y las
metrópoli desarrollada'
"'ü lü;;."1"r"t"""ia a la tasa de c"TT1l políticas tributarias diseñadas especialmente para
predicción alguna con acelerar la inversión.
ir
í no formula Llegamos a un punto de nuestra exposición en
"*o.,
to al plusvalor total o al volume" ,ttl"].^l: que tenemos que mencionar los posibles factores
aunque en general el volumeri
"ior-áott"turios, de beneficios) puede a,scell neutralizantes de la operatividad de la ley, sobre
beneficios (la masa
los que Marx ya ha llamado Ia atención. En este
va G¡ue al aumentar el capital total-puede (o deJ
d:
tcntido, hemos examinado el posible efecto neu-
i;.';;;".ü-.1ut ttt"tto del plusvalor
en contrádicción con el tralizador que tienen el abaratamiento de los di-
;ñ;;;;" "" "tte ferentes componentes del capital y el desarrollo
I.""it"i""io de la tasa de ganancia)' Tampoco
La caída de la tasa de ganancia ló3
162
te entre la capacidad productiva del sistema
potencial productivo- y el volumen de'output -su
posible
del comercio exterior' También esúltimo
. que
;;;l; Esto
it tasa de plusvalor' aumentar latr dt éste puede de hecho generar funcionando en base
;;;ilbi"n absolutamente, al al criterio del beneficio privado. En la concepción
;ió"-;¿ ta ¡orttaau de trabajo'
"Y":": ::l:
ouiere decir-que, en un momento dado-de
tie de Marx, la reproducción en el sistema capitalista
no tiene por objetivo la producción de valores de
;i;;ít "i" r" jornada de trabajo T,1"-tTci-
alta de plúsvalor'.o bien'
uso, no es una producción destinada al consumo.
A#i¿"'i;;;á-;á' El móvil del capitalismo es la producción de capi-
ternativamente, aumentando ia- intensidad tal de modo que tenga lugar la expansión conti-
del trabajador' con lo
-de^l
;;ü;il;;¿ú"iiuia"¿ se inc¡ementarl t:tÍ: nuada de éste; es una producción para obtener
la tasa
la, uv explotactón
LaD4 de v'rt/¡vL-- beneficios y para incrementar la acumulación. La
Otros iactores que se han mencro
nadg
*"nt", tasa de ganancia desciende como consecuencia de
ñd; ;;; *" r",y lasiniensif icac^i:i:1*^i*:l;
monopo
la tendencia del sistema a concentrarse en la ga
il;tó; del capital tendencias neración de plusvalor y a reemplazar el capital
;;; ¿irll relaciónar *.:fi:
Aá""i lol::Pl: ",c'".q11'- estos factores variable por el capital constante. La capacidad de
ffiilñ;;, "t se991al producción de valores de uso del sistema aumenta
i."i;J;;
p'"p"'i"íon lT,T1i:::,:lltl
.d".ley del decrecimie:
continuamente, pero el descenso de la tasa de
bien"sabido,la beneficio impide que el sistema movilice esta capa-
la i"ia
de ganancia constituye ""^t"T :t:Y cidad potencial. Precisamente porque ilustra esta
:1'il'J;"3;;'p.rrii"" clááica' Adam Smith; contradicción, la tendencia a la caída de la tasa
;;.e; l]"n" Stuart Mill son
:ii1'^1"::::.::'l de ganancia juega un papel crucial en la teorla
ilirtut'q"" han enunciado versiones particul econórnica marxiana 3.
ü;;" irvr.que
¡ri-ismo, e1 estado ::li":1"i:t-i
corresponde a una tasa de ¡
situación
L;ü;;;;'; ha tenido :"-" *i1r^':"',**
i"" il. ;;áu .ttt" de estos autores'
John
iñift""i"*praua er estado estacionario-
el
iri"¿. t" ári*o a" la persona-que-espera
agradable Pari
venimiento de una cosa l'la:
la tasa de ganancra
iJ á"f decrecimiento de
-áit"'""t"'
;i ;;;j ;'icápitulit*o' lt"'11l1:"9::Í:
La primera contra(:
ái"JlOi, aa
lo"ttituida por el surgimie"t", 11
;ib* ñ;o'opoiio Por una "li::"9:fj -"
1
"riá-
;;' ;¿J;";ión. La segunda :'11i1*:'^T :::
I
ñJloJ;; Jefiniáa Por la disParidad
3 En estos últimos años los empresarios se han quejado,
i

ll -rElJ-¿,.,d::*.1?.Jil:J:'ffi$fl',?i:ilt"t"tj con frecuencia, que la tasa de ganancia ha venido des-


cendiendo en el Reino Unido. Véase 15, donde se encuen-
Ir tra una investigación estadística.
H6i*#t":lij:s:':.,r,%'*bvlF"-'*;1r
tli
La contrastación de Gillman 1ó5

so, Gillman toma como estimación del capital


18. LA CONTRASTACION POR GILLMAN constante (C) el coste de los materiales de produc-
DEL DESCENSO DE LA TASA ción, y como estimación del capital variable (V)
DE GANANCIA la masa de salarios de los trabajadores producti'
vos. Gillman calcula el plusvalor por la diferencia
entre el valor del producto y (C+V), o lo que es
lo mismo, la definición implícita de plusvalor de
Gillman es valor añadido menos V 2. Como pode-
mos ver en las columnas la-lc, la composición
orgánica del capital (aquí definida como C/V) au-
menta desde 2,3 en 1849 hasta 3,8 en 1919, pero per-
Joseph Gillman, que ha sometido la ley de de manece más o menos estacionaria desde entonces
cimiénto de la tasa de beneficio a una serie en torno a la cifra menor de 3,5. La tasa de plusva-
contrastaciones, usando datos de los Estados lor asciende desde 1849 a l9l9 y, tras una caída
dos correspondientes al período 1849-1952' ha en 1921, aumenta de una manera cíclica hasta 1929
blicado loJ resultados en su libro The falling y presenta una ligera tendencia decreciente más
of profit l. No tengo noticia de que se haya tarde. La tasa de ganancia que aparece en la co-
zado ningún intento, desde entonces, para lumna 1c no exhibe ninguna tendencia discerni-
los cálculos de Gillman al día. Gillman, al usar' ble, sino más bien una cierta inclinación a fluctua-
datos publicados, identifica directamente las t ciones cíclicas. Los cálculos muestran' pues, que
gorías de valor con las categorias.de precio' hasta 1919 el aumento en C/V se compensó con
éste sentido, mide el capital variable por la un aumento en l, de modo que no resultó ninguna
na de salarios de los trabajadores producti tendencia en g. A partir de 1919 los ciclos en g han
el capital constante por el coste de los matel sido muy pronunciados, pero sin manifestarse nin'
de pioducción (cuando existe información dis guna tendencia descendente; si algo se puede apre-
blei y las partidas de depreciación y amortizac ciar en los ciclos es una tendencia ascendente.
Gillman há realizado sus cálculos tomando c<
base los datos del sector industrial' Los resul 2) Gillman realiza otro ejercicio combinando
de Gillman los resumimos en el cuadro 5, al fi los datos bienales del censo con los anuales proce'
del capítulo, y se pueden explicar brevemente dentes del Bureau of Internal Revenue, con lo que
modo siguiente: obtiene una serie anual de valores de g para el pe-
ríodo 1919-1939 después de tealizat algunos ajus-
l) Gillman usa como fuente el Census of tes, entre ellos el encadenamiento de las subse'
nu'facturing, construyendo datos decenales en ries. Las cifras que incorporan el componente de
período 1849'1899, datos quinquenales en el pet depreciación, tal como ha podido obtenerse del
do 1899-1919, y datos bienales en el período 19 2 Uso las expresiones ovalor del producto, y (valo-l
1939. Como la información sobre las cuotas de nñadidoo en sú sentido estadístico habitual y no en e\
preciación no está contenida en los datos del iiñti¿" que tiénen en la teoría dc Marx.. Lós slmbolos
iitiiiláá"t--e" éste capítulo ya han sido definidos antes a¡
t cstudiar el problcmá dc la transformación'
Véase 14.
tóó La contrastación de Gillmon 167

Bureau of Internal Revenue, aparecen en laS rencia entre el plusvalor, los beneficios, la renta
lumnas 2a-2c. Tampoco en este caso se y el interés pagado. Gillman cálcula uná medida
de una manera clara, una tendencia ascenden en términos de stocks que es g = P-Uf C, y otra
descendente en ninguna de las tres re en términos de flujos, g2: P-U/(C+V*U), ar.
Quizá exista alguna evidencia para sostener gumentando que, por representar U los costes de
hay una tendencia positiva en t y en g,en el realización del plusvalor, estos coStes deben su-
ríoao tgtg-t939, y una tendencia descendente marse a la cifra de capital utilizada en el proceso
de entonces, o quizá simplemente constancia' de producción del plusvalor. Los valores de gr en
general, g no exhibe ninguna tendencia según 1919-1929 y 1939 son 15,4, 12,5 y ll,l por 100, res-
cálculo. pectivamente. Los valores de gr en los mismos
años son 12,9,6 y 8,2 por 100. Si la actividad del
3) Como la relación entre la tasa de de¡ gobierno se considera también una realización de
ción ( y el coste de uso) y el stock de capital gasto improductivo, se puede deducir de los bene-
estar variando, Gillman computó la tasa de ficios el total de ingresos por impuestos. Para los
nancia sobre el stock de capital. Gillman años 1929, 1939 y 1949, Gillman deduce del plus-
operacionalmente el stock de capital fijo co.n valor el total de las recaudaciones, a nivel'federal
uios valores de las plantas y de los equipos calc y estatal, de los impuestos de sociedades y por'be-
lados a sus costes de reproducción y a neficios excesivos, obteniendo así unos valores de
actuales netos de depreciación' 3. Estas est los beneficios en esos años que son 24,2,21,7 y 17
nes difieren de los valores contables, puesto por 100, respectivamente. Los datos de g) y gz apa-
éstos a menudo están basados en costes his' recen en las columnas 4a - 4b.
cos. Con los conceptos así definidos, Gillman Teniendo todo lo anterior en cuenta se puede
tuvo un descenso en la tasa de ganancia c decir que la tasa de ganancia en términos de flu-
1880-1919, pero ninguna tendencia apreciable jos medida por Gillman no disminuye. Cuando se
de 1919 a tgSZ. Las cifras correspondientes hacen ajustes en medidas de stocks se puede de-
cen en las columnas 3a - 3c. Si se extiende la tectar cierta tendencia a una disminución en el
nición de capital de modo que incluya también período de 1880-1919. Si estamos dispuestos a
capital circuiante -la masa de existencia-s- se ! aceptar como una deducción del plusvalor los gas-
tienen resultados similares a los obtenidos en tos improductivos, entonces el período posterior
columnas 3a - 3c. Como se puede apreciar, no a l9l9 también muestra un cierto descenso. Hay
rece ninguna alteración sustancial' que decir, sin embargo, que estas contrastaciones
no son en modo alguno decisivas. El uso de las
Gillman hace otro cálculo más, en el que
4) estadísticas de renta nacional y'de los datos de
duce de su medida anterior del plusvalor una
(
los censos entraña muchos problemas de medición
iiá"¿ q"" pretende medir el gasto- no productil que complican la contrastación de hipótesis inclu-
U. En éste último concepto se incluyen costes so en la teoría económica convencional. Los datos
venta, empleo de trabajadores no productivos' e contienen imprecisiones, errores de medida y pro-
ülpi"""¿i*iento para medirlo eJobtener la di blemas de índices. Estas observaciones no deben
t pJ47. entenderse como criticas a la calidad del trabajo
14,
168 La contrastación de Gillman 169

realizado por Gillman, sino como consicleracl ñala el hecho de que incluso, tal como Marx la
necesarias sobre la complejidad que presenta formuló, la ley de la caída de la tasa de ganancia
trastar teorlas con datos inadecuados del ignora los problemas de realización del plusvalor.
real. El esfuerzo de Gitlman, aunque im La razón es que la ley está enunciada dentro del
no podía ser de otro modo-, reprel contexto de un modelo de un solo bien y utilizan-
-como
un esfuerzo precursor en el trabajo empírico do sólo categorías de valor. Puesto que los precios
tro de la economía marxiana, un ejemplo no entran en la formulación de la ley de un modo
desgraciadamente, no ha sido seguido por ot sistemático, el problema de la realización del plus-
apli-cándolo al estudio de otros países o de ot valor no juega un papel claro. Es una situación
a.
- Hay además,
períodos parecida a la del modelo de Marx de la reproduc-
como ya hemos insistido ción ampliada, en el que se hace el supuesto de
menté, un problema en el modo en que Marx que las crisis no existen al construir sus ejemplos
muló ieórióamente la ley del decrecimiento de aritméticos. Otra vez Marx vuelve a ignorar el cir-
tasa de ganancia. No sólo por que en la for cuito del capital monetario, siendo así que en el
ción de Ñdarx la ley no esté expresada en tér¡ mundo real los factores monetarios y financieros
de la tasa monetaria de ganancia, sino, y esto están entrelazados con otros factores en el entra-
más importante, porque incluso formulada en I mado económico y social. Al tratar los costes de
minos áe valor quedan sin especificar supu venta como un gasto no productivo que ha de de-
decisivos con respecto al crecimiento de la ducirse del plusvalor, Gillman adopta el punto de
ductividad, la tasá de rotación, la duración vista de que estos costes de venta son los costes
biante de la jornada de trabajo, etc' La ley r de realización del plusvalor y, por consiguiente,
re, pues, uná reformulación en la medida en una deducción que ha de hacerse de ésta para ob-
sea'posible introducir tales complicaciones' tener el volumen de capital disponible para acu-
puej ae esto hay que enfrentarse al problema mular en el futuro. Debe notarse que un argumen-
ia transformación. Sólo después de que estos I to similar se puede aplicar al sector público, ya
blernas previos se hayan resuelto- podremos que al mantener la demanda efectiva, pero sin ge-
los datoi publicados, por imperfectos que nerar output material, el gasto público del gobier-
para tratar de verificar la leY. no ayuda a resolver el problema de la realización.
El tratamiento que Gillman hace de los En conclusión, la ley de la tendencia decrecien-
no productivos puede aparecer arbitrario y' te de la tasa de ganancia no está bien especificada
modo, hasta un pietexto para racional y, por consiguiente, no se puede demostrar por
"il.i"
ios ¿atos en favor de Marx. Ya discutiremos encima de toda ambigüedad su verificación ni su
ampliamente este tema de los gastos im refutación. El problema reside en que tanto los
;í;;;6lttti"-ot a consideiar los desarrol defensores como los detractores se han mantenido
recientes en la teoría económica marxista' dentro del contexto inicialmente definido por
áL momento el tratamiento que Gillman hace Marx. Aun en los casos en que se han aplicado a
este tema las herramientas matemáticas moder-
. gtt t5, Glvn y Sutcliffe adoptan un enfoque nas el único resultado ha sido corregir ciertas in-
íitt potter en relación 9e -manera
-"ttr-" "óittuÍé,
ilñ;6;;;ánói.'c"" el concePto de Marx' coherencias y resolver alguna paradoja. Pero la
۟
o- o^'1
(\ €
oq.
ñ¡ o\ o\
€^ ñIó- rq o- dl
@€ o\€o\
\O O\ ¡\ t\
€ts-t+€
H
.E
EE g

É;6
+t\¡O\Oñ¡N+coO : Ht H
$ú r¡q\c-¡oñ¡oÉÉc)
ÉldÉÉd
O\ O O\H
F
ü
se
o6
;,
d g:
¿9
^
E
rr) \oÉ)ñ¡É
(\¡ (\¡ < dOra¡É+rñ @o $ '. .Éd
6lO F- \O-t ñ¡ t -t -t !frrl -fnrnh I b5'o I ^

!s
ao
N+N
cjió
di-
Frn
coñ¡

Ét
o
d
d
ñl
i
\O
ttt
H
O\
(a
H
OH
fa ¡ñ
!f
ñl
É
o\dÉ)(\
Nr+coca
HÉÉi
ii t;;;
i
Eg;.É,g
.qt\¡ Éd¡noñl Éo É
6¡ (') rq -t rt¡ at) ..) (o ao c")
o^\ rl o- ó- ñl ó. n rr q...¡- !t 4. oe
rqñ¡ (a(aN ñl É ÉÉÉ6¡ñlr\,1
\ q.'o-
N ñ¡ñ¡ñ¡ lase:
o €poS c
s a-ñto-Q€-nQ*-€- N\O\OO
()
(\¡
I
lrh\c)¡\€€Oód
ñ¡ ñlñ¡N NGlri(+!.4 o€oN
mñ¡(¡(n B iHcE$E
o
L
o
c EcTs€
Hoo¡9'6
E
O
@ dñlo-l
R p
c\¡
s n:\oÉ
óHdC¡ñ¡É).+<trt
ÉdÉddidÉÉ
OtlO\O\
rñ .?) t+ -l
fl Éf;Ets*
B
o
B
(J (t
ñt
q.qqrf q'o-\to-'o-l:
(f¡
rr¡ {r) f.} a.¡ c.} a?) rO ca arl
oF-O\t\
r+ .f¡ aa F)
;g fs€;: i
oo
q) asf;!t E

$
S :;€eB 8
b ü9948 c
\l RSSñSSSSS$5;SBS
iJ
\)
€ ti;gfli
\3
u,
q)
3o\ 8KK8ñ$SS3S+$$ñ€
-;;-;ijrdijiÉ d É É É
l¡ O\ t\
Ut -f F\ B H;€EÉ É
o
o
ql
(0 Él\c{.o-l---ñt-t.t\\0o- Úr .a- q t c.qrI
: iü¡*5 Ei
t\'ñ¡'cn-fq-N-(a (a .f} (o ca ra 3a .a É) ca lO rr¡ (O

t¡l
üeiü€g; ia
úi \O F- cO O\ O F ñl d) -t h \O t\ @ O\ O ñ¡
ó..).q.o \t rf, -l -f, r+ \t t+ -f -f, \t n h
- rr1
o
ü E ssÉga$ É eüB 8E$$t8tE O\q\C
Édid
O\O\ OO\O\O\O\ O\qC O\O\O\ g\
ÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉr ¡ÉÉeÉBi :3
9d-o-6b -l=
Á
D o
ld cfÉ c)
() ¡.)d !
172 M-

teoría no ha sido desarrollada en profundidad 19. LA SIGNIFICACION DE LA TEORIA


el mismo espíritu con que Marx la concibió ini ECONOMICA DE MARX EN EL MUNDO
mente cuando aplicó al problema sus propios CONTEMPORANEO
trumentos de análisis. La única excepción, por
puesto, y es una excepción singular, la consti
ia aportación de Rosa Luxemburgo. Rosa Lu:
burgo se planteó de una manera crítica problen
originaleJ y no se sintió satisfecha -aceptando
plaáteamiento del problema y la solución
éste había dado el propio Marx. A la ecr
burguesa convencional no le ha preocupado t Al entrar a discutir la relevancia de la teorla eco-
de áesarrollar el modelo de Marx en los mi nómica marxiana desde el punto de vista de los
problemas contemporáneos, nos enfrentamos a un
términos que éste, porque está claro que di
de otros instrumentos y le preocupan otros tema en el que hay todavía más áreas de investi-
gación en curso que conclusiones sobre las que
reses. Por ello la carga de desarrollar el
de Marx ha caído sobre los economistas los investigadores estén de acuerdo. Después de
tas. Ya veremos más adelante cómo se ha la muerte de Marx, durante cuarenta años se man-
dido a este desafío. Lo que sí está claro es que tuvo viva la tradición marxista en Alemania y en
el momento actual no existe un repertorio Rusia. En aquellos años fueron muchos los que,
rnente admitido de modelos analíticos que siendo a la vez socialistas activos y polemizadores
arrollen la teoría de Marx en profundidad en' brillantes, examinaron la realidad contemporánea
a la luz de la teoría de Marx. Estos hombres acep
sentido de o bien enriquecer el modelo
de Marx, o bien de ponerlo en relación con taron el desafío de adaptar a Marx, de extender
sus análisis y de deducir lecciones prácticas de su
nuevos desarrollos del capitalismo. Y no
pensamiento. En esos años en que los partidos so-
no hayan sido muchos los que han trabajado
este cámpo. Sin embargo, cuando examinamos cialistas tuvieron que tomar decisiones importan-
cóntribúciones descubrimos que por varlas tes y fundamentales, se entablaron polémicas en-
nes de las cuales han sido políticas carnizadas, con espíritu sectario muchas veces, y
-algunasno existe ninguna corriente intel
ideológicás- bajo la amenaza constante de la persecución polí:
tual que, intentando desarrollar el paradigma tica. Desde 1883, el año de la muerte de Marx, has-
xiano, pueda ser considerada seriamente' ta aproximadamente el año 1928, es decir, hasta la
supresión de la discusión intelectual en la Unión
Soviética, aparecieron continuamente obras y es-
critos marxistas. Incluso muchos que no eran ni
marxistas ni socialistas entraron a participar en
algunos debates movidos por la curiosidad acadé
ri'
mica: de éstos quizá el mejor ejemplo es Bort-
kiewicz. En estos cuarenta años se puso en mar-
cha la tarea, que todavía no ha sido llevada a con-
t74 Signi,fioación de la teoría de Marx

clusión satisfactoria, de proporcionar una Man y justificado de la mejor manera el


de las crisis económicas, un tema en el que lismo2.
había hecho muchas sugerencias, pero para c La revitalización del interés por la teorla
explicaciórl no había proporcionado una te< mica marxiana en los años de la posguerra
completa. Kautsky y Lenin, entre otros, asumie proceso lento. En los años de la guerra fría
la tarea de extender la teoría de Marx a los el maccarthysmo en los Estados Unidos y la
blemas del cambio agrícola y de los países a doxia estalinista en la Unión Soviética, la
sados. Desde 1917 se discutió mucho en Rusia discusión que pudo haber se orientó por
problema de la estrategia del crecimiento ó' tériles. En esas discusiones se pusieron de
-En los aspectos mecanicistas o apocalipticos de
todos esos años la teoría económica de
y sus errores de análisis no fueron admitidos
se fue desarrollando gracias a los esfuerzos
entre otros" Lenin, Rosa Luxemburgo, Kau camuflaron con apologías. A partir de fi
Bernstein, Danielson, Vbrontsov, Tugán-Ba los años cincuenta, factores como el desarrollo,
ki, Bujarin, Preobrazhenski, Trotski, Gross;1. la nueva izquierda en Europa, con sus secuol8i
Bulgákov, Struve, Hilferding y Bortkiewicz más recientes de movimientos estudiantiles eú
Con la supresión de las discusiones Norteamérica y en la misma Europa, los movi,
la Unión Soviética y con la derrota de los parl mientos de liberación en rnuchos territorios colo
socialistas y comunistas al fortalecerse Hitle niales, las revoluciones china y cubana, han. con
Alemania, se puso fin a la larga tradición de tribuido a despertar e intensificar el interés en la
cusión teórica del pensamiento marxista en teoría econó¡nica de Marx.
dos países. En los países anglosajones el Cada nueva generación pierde mucho tiempo y
mo nunca había llegado a constituir una muchos esfuerzos aprendiendo lo esencial de la
intelectual muy poderosa. En estos países, y teoría de Marx, así como los viejos debates y los
vel intelectual, la teoria económica transcu Puntos críticos de la teoría. El problema funda-
entonces, por los cauces de la tradición de J hental, sin embargo, es el de si la teoría econó,
y Walras. Incluso en los casos en que se p marxiana es relevante a la hora de entender
Ln la economía una revolución teórica, su analizar el capitalismo contemporáneo. En los
se limitó a confirmar la situación marginal años que han transcurrido desde que Marx
teoría económica de Marx' La revolución Oscribió han ocurrido muchos cambios en el des-
siana tuvo lugar sin que se hiciera ninguna lo del capitalismo. El capitalismo de los años
rencia a Marx, aunque muchos economistas riores a 1945 puede jactarse del pleno em-
nes en los años treinta trataron de establ de niveles de vida altos y ascendentes y de
ralelismos entre la teoría económica de Marx período de desarrollo relativamente paclfico.
teoría keynesiana, de traducir las categorÍt los años cincuenta y sesenta fueron muchos loe
pensaron que Ias apetencias por un nivel de
una en términos de la otra y de sostener que
nes había legitimado el carácter más alto, manifestado especialmente en el
a los nuevos bienes duraderos de consumo,
1 Una exposición de las contribucio-nes de. m ¡ Este es el punto de vista que adopta,
estos autoies puede encontrarse en la secclon
por eJempto,
lein en 22,
áé 1A v én el cápitulo 1l de 45.
fi6 Significación de la teorí¿ de Marx 'fi,
hablan minado Ia militancia de las clases relaciones de producción. Frente a esta,ftüfüüfl
áot"t. Incluso ahora son muchos los que La capitalismo, el socialismo, en el modelo qUJ|Ll}
h le;" misrna de una sociedad de clases' poraba la Unión Soviética, parecía serr
;;d;¡ éconómica parecíacrisis estar tuncionando del pleno empleo y de la industrializac
sin peligio de y con un alto Ahora la crítica se centra en los
"tl*.n"t
do de consensus respecto a los otjetivos de la capitalismo. La prosperidad
indicar.que la mantiene afirma con frecuencia-
üir* ."""JÁica. tóao parecia propol:i""1o:--1"3, los gastos -se
superfluos en armamentos y en
volución keynesiana. había
;;;;;-;;"los males del caPitalismo que de lujo. Estos gastos garantizan una alta,,
ganancia a los capitalistas al facilitar el p
*ñ;;; analizado.
había
ios últimos cinco años' con la de la realización, ya que crean renta en ei
a;-i;t problemas planteados. p9r la i
-t""!t"uiti¿"a sector de los armamentos sin crear,
ñ;r
"ió" l" dL los,m91i1::l:: j te, al mismo tiempo, un output de me
l,ó""r"i de caPital, son muchos los
irt-itá-ui"s dL Estado que han llegado a dec
q:""-f"v""t está muerto. et t1i1-e|d9 la
i"*r"flJ"t¿",- *""ttot responsable¡ han volverán a manifestarse cada vez con mayor ult
;."ó;il"-rtáur"ráe los países occidentales ¡encia, y su superación significará el hundimiento
áá- el lenguaje de la economía del sistema capitalistá,
"
iós-trabajadores cón áus actitudes.militan Vamos a discutir ahora brevemente estas cflti,
ae tos c11al11¡j cas, en el contexto de las obras de Baran y Swe
v¡vrBYEv ------ a través
ñ;..au;l;;to
los sindicatos como le manera no oficial' czy y de Mattick, examinando los modelos anallti.
nuevo' lvtucr utilizados por estos autores y criticándolos a
tos ahora como un problema luz de los modelos de Marx. Estas obras tratan
i"i ia" ¿" pl"nt"". l'ot problemas
"i létTl de muchos otros temas, a los que no va-
polít^ico de los. diferentes participantes:
;;;t a dedicar atención aquí. En este sentido, no
tajadores, empresarios-y gobierno3-, ,^ -.. ,
" a"t ecliPse temPoral remos de examinar la situación actual de la
i;;-;;;t"t sieue-1 tribución de la riqueza y de la renta, alegando
,"ii¿* el áesaflo de Keynes caPitalismo" Y"TT ia empírica sobre la estructura clasista de
;;;;: El éxito mismo del Por
de la modernas sociedades capitalistas. Ni entrare.r
;i;í;;;¡.;puzado PresuPuestos
los
capitalis aquí en el problema de la tendencia a la con-
-"t.f.* áei capitalismó' 'ltttés el tración del poder económico dentro de las
;d*6 Po, ,, incaPacidad Para realizat empresas. Tampoco es nuestro propósito
na capaciáad productiva, por apoyar su.eta
este momento llegar ¿ desarrollar una crltica
I ;;i;. en el ejército de reservu P"T"tl-o- las sociedades capitalistas en general, o de la
"ttuci"tt¿o así patente contl
i á"t"-pf".aos, -la
productivas'
algún país concreto, como, por ejemplo, Esta-
ción existente entre las fuerzas Unidos. Todos éstos.son problemas muy im-
It tes, pero fuera del alcance de una obra
-JEl.-ittt"tpretación ha sido aportada por
en 19.
ésta.
I
178 M. Significación de la teoría de Marx

En Et capitat monopolista, Baran y Sweezy Estados Unidos correspondientes al


aplican en ibsoluto el sistema de. valor. de, Mr 19ó3, Baran y Sweezy enuncian dos tendenc
y en toda la obra defienden Ia posición de al tendencia al aumento de la proporción del
"nar
la ley de la caída de la tasa de ganancia to nacional bruto constituida por el ex
plazándoia por la ley del crecimiento del exce tendencia al descenso de la relación entre la
ie. También abandonan la distinción entre el de las rentas derivadas de la propiedad (que idüHh.'r
tema de valores y el sistema de precios' Todo tifican con el concepto de plusvalor de Marx) y * ii"
análisis se desarrólla en el marco de las relacio volumen del excedente. El crecimiento en la mr$"'".
do precios, y fundamentan sus tests citando e nitud del excedente y el incremento de su cuotl
dísficas que hacett referencia a las relaciones en el producto nacional bruto ilustran, según Ba,
intercambio de mercado: salarios, beneficios, r
ran y Sweezy, el modo de utilización irracional dd
tes, etc. Baran y Sweezy sostienen que el esq una parte de la renta de la sociedad. Es evidentc
de''Marx era váiido en un mundo en el que la que este excedente creciente podría dedicarSe, eD
petencia prevalecí¿ entre las empresas, pero
( principio, a poner en marcha políticas redistributi¡
del valor y, sobre todo,,el concepto vas, pero no se utiliza de este modo. El análisic y
"l "tqtt"-uno resultan ya apropiados para en
olusválor, la medición del excedente juegan, pues, un papcl
¿er la fase actual de capitalismo monopolista' crítico al tratar de descubrir la irracionalidad'y'd
;;; t S*""ry insisten, pues' el Ia necesidady despilfarro del capitalismo. r',r ¡r¡l
rru í"o.iu airigiaa a explicar ula generaciónca Ségun Baran y Sweezv 6. aT "el capitallilüd
sorción del exJedente bajo condiciones de monopolista es un sistema formado por cotp0tp'
iir*o *ottopolista, (Et capital monopolista' ciones gigantesu. Los monopolios tienen uhr)t3
gina 12) +. dencia á 1i¡ur los precios en base a acucrdürü
" B"rurt y Sweezy definen el <excedente colusión que pueden ser forrhales o tácitd*lHf
micoo, como .la diferencia entre lo que una grandes emprésas reaccionan a las presibnc¡*t
á^á p.oan.e y los costos de esta-.producci{n' competencia tratando de reducir los co¡tfrf
es un índice de prod diante la introducción de innovacione$
-ug"lt"¿ del excedente
vidád y de riqueza, de la libertad que una soc cas. La consecuencia de esta estrategia'aü
ii."" ó"." uf"un u, las metas- que :e ha fij dencia al aumento de los beneficios
nTodo el móvil de la reducción de costü
sí misrna. La composición del excedente
cómo hace uso de esta libertad: cuánto in mentar las utilidades, y la estructurA'
en ampliar su capacidad productiva, cuánto de los mercados capacita a las
,r-" ét diversas formas, cuánto desperdicia piarse de la parte del león de los frulil
qué manera" (P' 13) ductividad creciente, directarnente;
mayores ganancias. Esto significa ,ü1.
'Apoyándose en el análisis realizado Por J
Philiips de los datos de ingresos y gastos en
pitalismo monopolista los costos .l*
plican márgenes de utilidades enr
-o l-ut pllinas correspondientes
'éi-ñii*o de la edició! en sión, y la expansión continua dbr( Iu Y!t,
llano se mencronan "" texio.al 119o,^d: implica utilidades adicionales, lll,
:1ü: ü iliáié;;ü'comii'fa se encuentra en Ia ;prfte
grafía. no sólo en términos absoltltos¡
180 Significación de la teoría de Marx

del producto nacional. Si igualamos provi mente la utilización de este concepto


mente las utilidades adicionales con el De este modo, los problemas que no se
econónrico de la sociedad, podemos formulaf suelto todavía en el análisis marxiano
rno ley del capitalismo monopolista que aquél t siguen sin resolverse. Ni siquiera la in
de a subir, absoluta y relativamente, a medida en el análisis del fenómeno monopolístico
el sistema se desarrollao (pp. 6l-62). cita a examinar, por ejemplo, el grado en
Pero si bien el capitalismo monopolista relación existente entre la composición
un excedente que va en aumento, no proporc del capital (o su correlato físico) y la tasa
en cambio, los canales adecuados, en forma valor se ve afectada por la aparición del ca
gastos de inversión o de consumo de los mo monopolista. El análisis de El capital
listas, para absorber ese excedente. Baran y Iista está inspirado. en la teoría económica
ezy identifican los gastos de publicidad, los clásica de tradición marshalliana y, de m¿
crecientes de la administración civil del Est particular, en dos exponentes de esta t
la expansión de los armamentos como otros
tos canales de despilfarro que absorben el
dente y hacen posible que el sistema continúe teoría de la contpetencia monopólica. Los instn¡
ciendo y evitando el estancamiento. Está claro mentos de análisis que emplean estos dos autoreS
los costes de r¡entas que acarrea la actividad son los de las curvas de démanda y de costes, sin
blicitaria son costes de realización del pl referencia alguna a la teoría de plusvalor.
en términos del marco conceptual marxiano Se puede interpretar la obra de Baran y Sweezy,
nal. Gillman, como ya vimos en el capitulo 18, igual que la de muchos otros economistas y, en
tó en este sentido los costes de ventas al cont particular, la de Morishima, cuyas contribuciones
tar la ley del decrecimiento de la tasa de hemos analizado ya anteriormente, como un inten'
Baran y Sweezy consideran que los gastos del to de descartar completamente la aplicación de la
bierno, ya sean civiles o militares, financiados teoría del valor de Marx. Baran y Sweezy, sin em'
diante incrementos de la deuda pública, son bargo, no tratan de reemplazar el esquema del va'
medida keynesiana tendente a asegurar un lor de Marx por una nue\¡a teoría formulada den'
nivel de demanda que, en cuanto facilita la tro del marco conceptual marxiano. Por el contra-
ción del problema de la realización del plusva rio, su análisis del comportamiento de las grandes
contribuye al mantenimiento de altos'niveles empresas se ciñe muy de cerca a las teorías de
preclos. John Kenneth Galbraith del nuevo Estado indus'
Existen muchas semejanzas entre el análisis trial. Sus investigaciones estadísticas sobre el ex'
Rosa Luxemburgo del tercer departamento y cedente tienen un antecedente, dentro de la ma'
análisis de Baran y Sweezy del capitalismo croeconomía tradicional, en la medida conocida
polista. La diferencia esencial radica en que e con el nombre de excedente de pleno empleo o
áutores abandonan completamente el sistema gap d,e Okun s. Se llama así Ia diferenciv (gap) en'
valor y, o bien identifican el plusvalor con cli
s El g¿p de Okun, que toma su nombre del profc.sor
sas caiegorías de la renta nacional (por ejem A. Okun, es la difcrencia qt¡c en cada momcnto cxistc
beneficios, intereses 1' renta), o elitan cntre el producto nacional bruto corriente v el producto
M' Significación de la teoría de Marx 183
t82
Una parte considerable del libro de Mattick está
tre el nivel del producto nacional bruto pot dedicada a la exposición de las teorías de Keynes
a pleno empleo y el nivel existente del produ y de Marx. Al enjuiciar la teoría de Keynes, Mat-
national bruto en un momento dado' El conce tick arguye que uMarx anticipó la crítica de Key-
se usa de una manera operacional en la ela nes a la teoría neoclásica por medio de su propia
ción de medidas de estabilización m crítica a la teoría clásica; y ambos reconocieron
ca. Aunque Baran y Sweezy atribuyen al conc' el dilema capitalista en caso de una tasa decre-
de excedente un papel decisivo en la crítica ciente de la formación de capitalo (p.29). uEl aná-
sistema capitalista, la función del concepto es Íl lisis que hizo Marx del capital Mattick-
fácil de hacer operativa' El análisis de Baran ha dernostrado tener gran poder -dice
de predicción.
Sweezy es, pues, una combinación de.mic¡oecol El curso de la acumulación de capital ha seguido
mía néocláslca, en la que se ha relajado el supt su línea general de desarrollo. En efecto, el curso
to de la competencia perfecta, y de macr del desarrollo del capital, tal como Marx lo predi-
mía ortodo*u. Lu cuestión de si la teoría jo, nunca ha sido negado; otras explicaciones sim-
mica marxiana es relevante a la hora de expl plemente interpretan de manera diferente las cau-
el capitalismo contemporárreo puede .muyporf sas de esta tendencia. Keynes ofrece una de esas
mente ser'respondida de forma negativa explicaciones" (p. l12).
i""t.t que haya leído El capital nto-nopolista6'. Mattick explica la prosperidad continuada. del
Paul Mattick, en su obra Marx y Keynes, se capitalismo poniendo de relieve el papel que jue-
pone como objetivo Ia tarea de evaluar la tec gan en este sentido las dos guerras mundiales, al
de Keynes a la luz de la teoría marxiana'. No destruir el stock de capital acumulado y elevar de
trata, iues, de extender o revisar el modelo este modo los niveles de rentabilidad. Mattick
asigna el mismo papel a los armamentos para ex.
Marx, iino de considerar los nuevos desarro plicar la prosperidad de los años posteriores a
que han tenido lugar desde entonces' Lo que
1945: ol-a plena utilización de los recursos .pro-
le preocupa es afirmar que Marx anticipó mt ductivos, siempre que se realizaba, se lograba am.
de los resultados establecidos por Keynes' pliando la producción "no rentable" inducida por
buenas ideas y las intuiciones penetrantes de cl gobierno. Parte de este aumento resultaba de
nes se encuentran ya en la obra de Marx, las medidas de bienestar social y ayuda exterior;
que la solución que Keynes aporta al problema la mayor parte era generada por los gastos mili-
üpitalismo iólo una solución temPoral¡ tares. (...) Fue mediante la inflación, la acumula-
"t
rnny brevemente, la tesis central del ción de la deuda, la producción inducida por el
"q,ti,
de Mattick 7. gobierno, la preparación de la guerra y actos de
guerra reales como las naciones capitalistas domi-
nacional bruto correspondientc al pleno.cmpleo' E!
en la nantes alcanzaron una aproxirnación al pleno em-
::-^-;.:^-;^ ^-^-..¡^-^l ampliamcntc
iri.-i.-"-""io operacional utllizado
amnliamrrnic utll izado,.en
il}á;ü;'& ú';;]iii."
-S*..rvde la
rración política económica
cconómica -en Estados unidos'
en tjstados unloo: pleo, (pp. 125-126). En los viejos tiempos los ci-
I -¿;;i;
ha ciiscu.tido muchos clos económicos tenían la función de destruir el
;* ; ¿' if s 4",..'.ttg.,
at t E oi rc m
_!_1119-t s'
-

nitii ¡ii &'i ñ " ^"tlEn


s
capital acumulado, pero *siempre según Mat-
oc i is c i t

i"
"i-i;;;iñ la referencia completa' l
"ncuenira ün-támui¿n dire'ctas, como en cl casq tick- desde el comienzo de este siglo hemos en-
Baran y Sweezy.
M. Significación de la teoría de Marr 185
184

neradas por déficits no realiza ningún análisis del


trado en un período en que la labor destructora problema, ni en términos de valor ni en términos
los ciclos ecónómicos no es por sí misma de precios.
te. uEl ciclo económico como instrumento de
¿Qué podemos, pues, decir de Marx y Keynes?
mulación ha llegado aparentemente a su fin' o La necesidad de sostener la validez eterna de Marx
bien et ciclo eóonómico se ha convertido en junto con la del apocalipsis final del capitalismo
"ciclo" de guerras mundiales> (p' 137)' es bastante fuerte entre los economistas marxia-
Aunque Mur* tto previó muchos- de estos nos, pero lo que hay que hacer es mucho más que
nos dice Mattick, éstos son perfectamente eso. Aunque un tratamiento completo sería aqul
rentes con su teoría. Hasta el surgimiento y impensable, hay varios puntos que merecen ser
arrollo del propio keynesianismo es un cles destacados.
socioeconómicó previsto por la teoría de La interpretación de Keynes es de por sí un
t"*,1" lnutrick (pp. 132-133)' Y lo que- es más'
tema hasta ahora sujeto a controversia. Como ha
i"i"rue".i¿n def Éstado para lograr el pleno e

un,nuevo señalado Leijonhufvud 8, el tratamiento del libro


pleo no representa siquiera
de texto convencional es más hicksiano que key-
socioeconómico que debiera haber sido pre nesiano. Shackle e ha señalado repetidas veces la
át Uut*. Ya fofma parte de la teoría deel irracionalidad del proceso que genera las expec-
!" toáo g¿5e. *La teoría de Marx no niega tativas de los empresarios, con la consiguiente vo
a" qt" el pleno empleo puede. ser creado latilidad de la función de inversión. En este sen-
p"rilá¿i. áe inversiones inducidas ry:.:l al tido, la decisión de invertir es la decisión crucial
no como por un aumento en la propensión para Marx y para Keynes en los análisis que am-
l"*.' tp. 134). Para Mattick, pues,-el desafío
todo está en Marx' bos hacen del desarrollo capitalista. IVIarx formuló
es tal desafío;
""tiu"o'"" ser revisada' dos hipótesis sobre el comportamiento de la in-
una palabra suya necesita
versión. En la primera de ellas, la inversión es una
o actualizada. respuesta al estÍmulo, inherente a la condición de
n"t"fi" de Mattick a la
así que la respuesta
-f"ynetiana'
en esen"ja'-en afi capitalista, de acumular como resultado de las pre-
rfa consiste,
siones competitivas. En la otra hipótesis, la acu-
continuada del análisis de Marx' mulación tiene lugar con objeto de mantener Ia
"rfa"i
no contribuye, pues, a hacer avanzar el a tasa de ganancia, aunque en el ejemplo aritmético
deí marxismo tratando de resolver del libro rr de E/ capital, Marx supuso el valor
"".fiii"ode las paradojas- señaladas po,1-lo:-1
ili;r; arbitrario de l/2 como proporción de plusvalor
i"t"u".g" o cuálquiera de lal que.resultan acumulado por el departamento I. Sin embargo,
tes al leÉr cuidadósamente El capital' Su argu el capitalista no tiene por qué acumular para man-
to fundamental es que los gobiernos -no pue tener la tasa de ganancia. Puede exportar el capi-
demanda nueva, sino simpl-emgnie
"."ut """ tal, gastar el plusvalor en bienes de consumo o
áiri.iU"ii el plusvalor ya existente' Mattick' despilfarrarlo en otros gastos improductivos. De
;;;;g;, no áemuestra esto en el contexto-dr csas tres posibilidades, Marx sólo concedió gran
t""á"i8 t"¿tico del valor, por ejemplo med
-t
utilización de un esquema de tres dep-?rta V¿ut" Z.O.

Á;a;; menciona la posibilidad de inflaci D \¡éase 43.


Signilicación de la teorí¿ de Marx
IEó
ejemplo que ha sido recientemente
irnportancia a la exportación de capital' El Weiszacker al criticar a Morishima 10
im'productivo del plusvalor con objeto de I
también señala al referirse a las
t. tasa de ganancia, y la consiguie-nte mitivas de los ejemplos de Adam Smith
"". a. la tasa áe acumulación, deben for¡ economlas de los pueblos bárbaros no. so¡|,
se áentro ae un modelo teórico de valor'.
"iO" En e
para tienen tipos de interés bajos o nulos;
modelo han de identificarse los móviles
ser, por el contrario, economías con altos
acumulación en las relaciones de intercambrt
interés, en las que los métodos de i
explorarse las consecuencias de la acumulación to plazo se usan precisamente como
las relaciones de valor. de la tremenda uescasez de tiempo..." ll
Otro elemento común entre Marx y Ke so distinguir, sin embargo, entre el
más importante que el anterior, es que ambos tipo de interés puro como instrumento de,
econonristas monetarios' Marx consideró fu ción intertemporal y el interés en cuanto
mental la diferencia entre el dinero como at los ingresos de la clase rentista. Se puede
miento o como medio de cambio y el dinero brir, al analizar economías primitivas y
.""it"f monetario. Sólo al ser adelantado en las técnicas productivas que aplican, que'i
pif."to productivo funcionaba 1--1ll-"f:1, en ellas un alto tipo de interés. En base a este
i,i;; ;.;. capital monetario' Desgraciadamer teorldl cepto contable, un planificador socialista pü{
;;-;; f,á a"tuitollado esta parte de- -de.la
investig: estar en condiciones de decidir la tasa óptimá.
Marx. Una importante parcela ahorro para esa economía. Pero no tiene por
es el
;;i;. áe h tebría económica marxiana capital y su haber, necesariamente, en ninguna de las
uttoffo del circuito monetario del mías estudiadas una clase social que reciba ingr*
l"gt."lO" con el circuito de las T."tt"""11t^'-?- sos en concepto de interés. Para Keynes, la pro'
ríi monetaria keynesiana es similar en este as
t::li1 piedad fundamental del tipo de interés en las eco
i;;;;q"" ,ro relacionada con,la nomlas capitalistas era ésta: la de configu'rar los
ciicuito'de las "ttámercancias, ya que éste es ingresos de la clase rentista. Por ello, las expec¡
pecto que Keynes dejó sin ttp":ifi11^.-^ tativas y el comportamiento consiguiente a esas
""gr"iáp..t;i;;, ." lste contexto' mostrar el expectativas mantenían el tipo de interés alto de
pJ q"" el tipo de interés' gtT-1y:Ilt^i una manera autosostenida. En el pensamiento ker
'ii¿"iO a-:""ga
lol ingresos derivados de interés nesiano los tipos de interés constituyen un ops
putt" del pi'usvalor, los marxitSt hii : táculo a los planes de inversión precisamente eq
""u
;:;;;;; iot Lo"i-ientos en el tiPo de i virtud' del papel que juegan en la distribución de
Mu"chos economistas neoclásicos, por -otra lo, ingresos éttt." itt.i"t."ores y rentistas. La valil
que en todas las
ii"" itát"¿o de demostrarecónomías dez de"l tipo de interés como cóttcepto puro es mé
las
;;;á; l;"luyendo puro que es .capitali nos impoitante que su existencia en cuanto ingre
existe un tipo de interés so de la clase rentista y, por tanto, debemos man'
;-á;l pt*l,to productivó y,. Porteneqrgs
consiguiente;
tener separados estos dos aspectos. Observacioric¡
i; ;úñi;;ütt. b,t este sentido, 9l¡ C. von Weiszacker en 49. .,ii,,'{
pf" .í*tt"fliano del,envejecimiento deltiempor ^vino^l
l9 E-¡ta es
'r 42, nota
la posición de
crea pl,rsrralor con el simple paso del
5.
I8E M' Significación de la teoría de Man

similares a éstas podemos hacer con respecto ción del capitalismo británico, Glyn
tasa de ganancia. indican que el descenso de la
Existe una diferencia fundamental entre industria británica está relacionado oo$
Keynes a decir verdad, entre Marx y el r to de la participación de los salarios
-y
de los ecánomistas- en relación al análisis nacional, con el estancamiento de lói
mercado de trabajo. Keynes insistió en que el a su vez por el bajo nivel d!!
-causado
debido a la escasa rentabilidad- y con'
cado de trabajo debería ser estudiado aislact:
creciente de la competencia inter
ie, separándoio del mercado de dinero y de1 ciendo que la participación del trabaio.lñ¡l
i" mercancías. En el mercado de trabajo ta nacional ha aumentado a costa de la
;;;;"i"" se determina por el mecanismo de- la
""¿o
ción del capital, sostienen que, en contra dc
gá"i.lio" salarial, cuYo mutco estructural e i predicen los modelos neoclásicos, pafa
iticional contribuye a la rigidez del salario r¡ salarios altos no hay que esperar a que
iario. Pero, .omó Ma.* demuestra' la diferen( un período de acumulación creciente. y"
entre este mercado y los restantes mercados'de beneficios (véase nuestra discusión
..o""*iu es aún más profunda' En el m,ercado de. trab
tículo de Samuelson de l97l). La
ti"ü"¡., tanto el p.tCio de la fuerzn de la t militancia política de los trabajadoroo,
como'la otra dimensión fundamental de sindicación y del contexto político
acción duración de la jornada de tra también importantes en este sentido.
-la
están determinados por el proceso de autores no formulan su modelo dent¡O
en el contexto de una división de clases' En ma de Marx, tratan la negociación
rirt"rnu capitalista la fuerza de trabajo puede una relación social y política entre ht
comprada como cualquier . otla .m:rcanclil' bién insisten en la importancia del
;;;;;;ncía la relación de intercambio nacional que ha de tenerse
basada en una relación de clase' Por consrgur' cuenta al llevar a cabo un estudio
ü ...t.rruu de oferta' de trabajo no es análoga Glyn y Sutcliffe muestran
¿" oferta de cualquier otro bien' pláta de los beneficios en el produCto
""*u
p"r.j"tnpf"' Los trabajadores pueden do descendiendo en Gran Bretañl
Yol"lt'
ir ai periodo a partir de la guerra,
menté ,"ñ,rru, Prestar su trabajo' pueden
iindicato:' de esta tendencia desde 19ó5.
huelga, pueden organizarse en fl1"4 cuota de los beneficios puede'
il;; iartidos páliti"ot, etc' La negociación.
en un descenso en la tasa de
larial es el elemento dinámico fundamentalya Glyn y Sutcliffe presentan unU
pensamiento de Marx; en particular' como !

'má, ,"naludo más arriba, es un proceso a tra-i de ganancia del capital


la práctica contable actual.
á*i se desarrolla una divergencia entre el
"".f valor de la fuerza de traba directamente la relación
ü?ó
^- -.""tario t y elsido
gste muy desta-cado en,un I ción de la tasa de ganancia,y,
"tp".to
..J""rc áe Glyn "y Sutcliffe' Analizando Ia ct 1z Véase 15"
190
M. Desai Significación de la teoría de Marx

construir un modelo cualitativamente-marxiano e miento.de los trabajadores o el de los J

la medida en que ponen de relieve'el. papel de I


É

son relaciones operativas al nivel de las I


lucha de clasei' En esta línea descubren que de intercambio. Como la forma, salarial
tendencia al descenso de la cuota de los benefic
no es un fenómeno en modo alguno limitado
división del tiempo de trabajo entre
sario y trabajo excedente, los trabajadores t
ilino Unido, sino que se manifiesta E:te en la mayor den reaccionar a los cambios que tienen.,l
a; i.; países capitálistas europeos' d.esc?Tl la tasa de plusvalor. Hay que esperar al
; ñ"il;;rrái ptott,.tttciado en los Estados U de El capital para que Marx enuncie el $
á;;;-;;;q"e incluso en este.país la. situación de la igualación de la tasa de plusvalor ü
s
--ila desde finales de la década de 19ó0' las industrias como consecuencia de la
"Áó"*"At inrlación (las alzas generalizadas de preci de los trabajadores entre unas y otras
cor
t" á"llg"t" en el modelo ae Cty!,y Sutcliffe para eros
nas 153-154). Esta proposición revolar
un ur-á utilizada por los capitalistas por parte de Marx al abandonar la
iut ventajas extraídas por los trabajadores tre categorías de valor y categorías de il1
"t"
;;;ü i" negóiación salarial' Tenemos así una trabajadores se desplazan de una i
c"e""iu de-militancia de los trabajadores' ext: (cuandq pueden) en busca de salarioq,:
;tdá; *tttu¡ut en la negociación y que erosión de
reco
Hacen huelgas y se asocian en sind
ventaias por la inflación. Pero hay to que éstos son medios idóneos para
poder de los capitalistas de ción a sus demandas económicas ¡l
i.t-lli"tt.it del
En el conl
o"i"i p"it paru .leuat los precios'
cani,t{
ellas las demandas de salarios más
á;'i;'.;;;etencia internácio¡ral'.delo-s los trabaj
nadas laborales más cortas. EI
ñ"* !,-,"'tltittit las demandas xiano se enfrenta a la tarea de tratar
res oueixigen alzas de salarios, o aceptar una estos fenómenos en la esfera de las
de
aiá"-áá leñeficios al posponer el aumento valor. Por ejemplo, ¿es compatible un
A nivel la participación de los salarios en l¡
Ji* o t"rtlt una pérdiaa de mercados'
tipo de cambio'
l"ir*"., Ia manipulación delofrecer una fase
nal con un aumento relativo en la tul
e;ñ; i;'J.uuto""iott, puede lor (como resultado de las reacciontl
respiro temporal,. resultante talistas para restaurar la tasa de
l"--ti TltT-"":
internacional' pero debe
;;;;¿" ;áp"tiiiuu un aumento en la parte de plusvalOf
cordarse que otros países p99d"l tomar.
medi los trabajadores? Traduciendo lo¡'
una decisión de este tipo' servables de salarios en términos dc tllü1tfi [ll,
-;'ñ;-i;""
de represáia ante
sv aFv ----- tt""tto
- en esencia .GIv" {-::*I
:1
bio de la fuerza de trabajo y de h pfnf O ilUl
formular urI modelo de determinación
tti"tillq""
es. Dues, valor ganada por los trabajadorct I h güllrll¡.
iJi i""otpora relacione'< de clase,,! tas, se puede aplicar el esqueme ül V$ il fnl.
r"i "" Á.a.to ¿" determinación- de los salaf' lisis de los fenómenos del mercldo hLOnl, l¡to
al nivef d," es especialmente útil cuando sc ttltl át OOnprrar
;;;;;;;riamente 1i":11:'o:":
iít"J;bi;; y ése es el nivel al que llaman debe o la evolución de la lucha labor¡l ¡n dlffffat¡¡ ln.
il-a; los eáonomistas neoclásicos dustrias. Debemos empezar pottulüde tlfr¡ do
ciones de comportamiento, describan
el com explotación desiguales, asf como Eñl tfñCencla
M. Desai
192

en el'
hacia la igualación de las tasas de ganancia CITAS DE (EL CAPITAL,
;ñillJñs frtciot; de debemos. postular' además'
iJ-iJ""r¿"d del valor cambio de la fuerza de
;;;;;; todas las industrias y composiciones
diferentes en cada industria'
"tgáti*"t-¿e-capital
Estos elementos podrían combinarse después en
;;á;ü q"" p"!a" dar razón de de toda la comple'
iü; de la'teóría económica susMarx' Si Mar¡
i#!,ü-rtrlo. ái ttutut de hacer ejernplo! a-nt:
;4t".; más simpt"t
^de
a" lo que debieran haper
Se ha utilizado la versión al castellano realizada
riJ.ltr la parte sudos obra que no-dejó termina*" por Pedro Scaron para Siglo XXI Editores, con dl.
á"'i".pt"i"tilente los últimos libT:-* :: i: gunas modificaciones menores para unificar los slm.
p,¡¡t'O io"tiene errores, no debemo-s negar el he4' bolos con los utilizados en el texto principal.
cho dogmáticamente' tu*po"o U"O,:T:t^13t:l* Cada referencia consta de tres números, de los
"u confirmar cada palabru-. q¡r" Marx pt cuales el primero (romano) indica el libro, el segundo
,"t"ot puTl el capítulo y el tercero la página. En los fragmtntos
;;;";¿. Contamos con tiempoaPlicación-suficiente
de un I citados aparecen en ocasiones llamadas a notas a
;il; f;*"iuci¿" Y a la eJl que pie de página, que han sido omitidas. Cuando Marr
áLto a. valor, rico en complejidades' cita una fuente diferente se incluye la correspondiefr.
de precios y
orreAo combinar con un modelo la la te información entre corchetes tras la referéncia.
práauccion física' Esta es
ff;;;i;;; económica marxiana'
En algunos casos se han intercalado algunas pala-
,bras
il"áiá"i" ¿e lá teoría entre corchetes para aclarar el signiiicado.- La¡
interpolaciones gue figuran entre paréntesis procedcn
del original.
La tradjrcción^(al inglés) del libro r utilizáda lor cl
autor es la de Samuel Moore y Edward Avellni, r*
lizada a partir de la tercera edición alemana. ñjdto
que la edición de Siglo XXI tiene comó bas¿'h l]
gunda edición alemana, se han introducido cn ll t*
to castellano las variantes correspondientclr I h
tercera edición, que Scaron incluye como not¡lr?¡
th
. I ,l.r.rlt¡
Citas de uEl capital> lft
t3l Lt FoRMA ,DE ¡r¡rnclNcfl , r

¿De dónde brota, entonces, el carácter enigr


mático que distingue al producto del traUa¡-o
no bien asume la forma áe mercancla? Obvi¡.
mente, de esa forma misma. La igualdad de log
trabajos humanos. adopta la forma material dc
la igual objetividad de valor de los productóJ
del trabajo; la medida del gasto de tuerza dc
trabajo humano por su duraiión, cobra la for.
m. -d" la magnitud del valor que alcanzan los
productos del trabajo; por último, las relaciones
[1] Trruro DE TRABAJo entre los productores, en las cuales se hacen
efectivas las determinaciones sociales de sus tra.
El tiempo de trabajo socialmente ":""t-1tt^:-:i bajos, revisten la forma de una relacióit social
el requerido para producir un v{91-a;¡11
j"_.*'^u:: entre los productos del trabajo. (t/l/gg.)
,:"iá:;H;"i""""ii.i"":'.lgT::'
t{urE¡s'
vrév¡¡le en una ociedad Y- con el
qión vigentes
grad! le'
r;ru' !r-r de
:^ +,óhai^
traba [4] Frrrcsrsuo
cial medio de destrez¡ I e intensidad
(r/1/48.) Es una relación física entre cosas físicas. por
el contrario, la forma de mercancía y la rela.
Y uenc¡Ncfls ción de valor entre los productos dei trebaJo
[2] Cosls en que dicha forma se representa, no tiendn aL
Una cosa puede ser volor de "to-J' ":-Y solutamente nada que ver con la naturalez8 ffsl.
cuando su utilidad para
lorl'St-lii"'el caso el trabajo^'t ca de los mismos ni con las relaciones, proplal
itá-u;l no rra siao mediada por virgen' las prade de cosas, que se derivan de tal naturaléza. l¡
r^ie.;Iil ior, la tierra
"t "it", que aquí adopta, para los hombr.es, la ,iorm¡
; ;"ü;;
"u-J"=*át ;"*'ales,
-producto etc' q
"-1"-?:" ¡::1"-
del trabajo humano' :"'-' fantasmagórica de una relación entre coses, c-
í 'y
s-1t^i: sólo la relación social determinada ext¡trint¡
L;;;;;";¿*-o"i"", sY gloauct^1'
entre aquéllos. (...) A esto llamo el fcttoültnO
l" pt"piu necesidad,"9n
indudablemente crea
una P111,- que se adhiere a los productos del trab{O
valor de uso' pero no ry1r92ncía' bién se los produce como mercanclas; y
ll0
ffiJí;;;i""""iu, no sólo debe Producir
valores de uso para otros' v
$r|ú i;
separable de la producción mercantit.;t$ltdlltl,
f"r á" uso, sino en ngor' pr ,
;;t ¡" uso sociales' [Y no sólo' t ,i ¡{l
,,,,

;;;t;. El ""*pesino medieval producía para t5l Ll FoRMA DUAL DEL vALoR :: . i.'.,trlttl
#;; f.;iJá ttigonidelel ributo, v para.el cr TaI escisión del producto laboral bn
li'i"r Jü*o'-p"i6 trigo del tributo^ni y cosa de valor sólo se efectiviá; an h
del diezmo se convertían enpara otros'. -'P
mercancías cuando el intercambio ya hr:aldinl
sión y
el hecho de ser producidos pro¡lucto ha ¡elevancia suficientes ootm
produzcan cosas útiles destinadr¡
transformarse en mercancía, el
;;;;;i;;i*" a través del intercambjg. con lo cual, pues, ya en su
i^t'
uso'l (/1/50') t tiene en cuenta el carácter ih
;;;i*" de él como valor de (r/1/89-9rJ.)
pá.*t. entre corchetes es de Engels'l
M. Desai
Citas de "El capital" ln
196
[8] Mooo un rnopuccróN
pn pnoouccrÓN on MnnclNcf¡s La forma de valor asumida
tól E¡- uooo
Y SU MISTERIO del trabajo es la forma más
semejantes constituyen- f"^"t:T:ll: bién la más general, del modo
rormas rE'¡vrs¡¡!--
Formas
onomia ú.'tgtt"tu' se trata
categorías de la ec'
las cu'E'w'
burgués. (t/l/98.)
Las
de formas del pensarsocialmente
--^ -.ir:róc ' n.,r
válidas' y por
^:^-^- nrn.rlc-
tanto oDJelrvdr, Psrq lá''au"io"":
[9] Pr,usvelon
f"',:'ffifi"í';;;;
que caractenzafi
^a
'J*-*o¿o de ::^l#:S:
producción La forma plena de este proceso,r
ción t-.----^:-^An. 12 nroduc.
::'J"¡T,#;i;;;;;;;i*':*',:i,1?:^P^3''"i$: D-M-D', donde D'= D+d, esto
suma de dinero adelantada ini
clon crs urEres¡¡v¡s"' i"¿".
:tT"1"i#:"#i"'' --todael .mistici.smo,l"l
mersatrer.J' . la magia y la fantas-
"T;11: incremento. A dicho incremento, o
do de las mercancías' -r-.^+^- .rol
práO""ós del rrnl-raio
trabaio por encima del valor originario, lo,
magoría que nimban, fJ, -^^,.-
¿ra merc-állclas, se plusvalor (surplus value). EI valori
ilXtu""T:'";iu^'i'"¿"""iálu:-T:':3l3Xl';11
estuma :"1;;iñ;'
originariamente no sólo, pues, se
::illi; o€ uuusu¡*"" " "P: :Tli:::"T(l/l/93.)
otras form i.á" pr"a""ción.
- iffi1; la circulación, sino que en ella modifhü
mino hacia nitud de valor, adiciona Lrn plusvalor
loriza. Y este movimiento lo lransfottü
RELAcToNES DE PRoDuccrÓN pital. (t/4/184.)
t7l Ll Eo¡o Mnore EURoPEA: rl

b'n lusar
En lugar usr inaeneli]eX1e^f::::T
uv¡uv¡--,
del hombre
ügados por la- [10] INrrnc¡¡r,rs¡o ,.if
tramos con que aqul I
,

"rtar,
u" ' Respecto al valor de uso, entonces,
;# ;; ;óJ¿enciá' siervos -t195:' J"3X püéifg
iJtr"**' vasallos y, grandes seirores' cirse que <el intercambio es una trans&cIü
.,rt¡¡Évo' á"P""¿"""ii"t:T':il
v;ffii;;;.'i" stociales en que
:;
tiene
en la cual ganan ambas partes>, No ocurre lo
ianto las relaciones mismo con el valor de cambio. $la/$Ll92J
proquevru" materl{
la p-..¿"""i0"
i"' ,^.-"--.rs ::T: l?:r:t:?:.: [Marx está citando a Destutt de Tracy.]
sobre dicha producc
sours
de la vida estructuraoas :l:':,:---.-;"ni
ilro vrwro*"'---- potq""
rcru pr""i'umente -l1l-.Ilti:t?11'" [11] El TNTERcAMBTo No cENERA vALoR
' cónstituyen la
base s
nales de dependencra Por vueltas y revueltas que le demos, el resul-
'ü;; j;'-;abajos
(rE(¡a, ¡v¡ !¡ev-r-- v P'9d"Í::^:",,tf3:i tado es eI mismo. Si se intercambian equivalen'
diferente
oué asumir una forrr ra fantástica tes, no se origina plusvalor alguno, y si se inter'
su ¡v.¡rse$¡ r"g'es"n
H",á;ü;'. ---e al mecanismo i::t:: :: cambian no equivalentes, tampoco surge ningún
y prestaciones en' plusvalor. La circulación o el intercambio
üdad de servicios dire ctos tl1::j:: de

ü;. ;;rma
PE'¡E' !e naturur-lt
laridad, Y no, como sc¡bre
la base de T, la l?::
Prt
mercancias no crea ningún valor. (t/4/199.)

ción de mercancías' t" g"t"t?1t911'.^"1* ll2l Lm cnrsrs


:'fJil5":i1",'";'i"if ""'?trectamentesocial Nadie puede vender sin que otro compre. Pero
#:ff;
aquer' Lé ;;;!
el tiempo, tal
L"ioo p" l":::t^ :T:l ::"fiff q
Prvorsv'--'-h"""
cual se con el trabajo
nadie necesita comprar inmediatamente por el
solo hecho de haber vendido. (...) Si la autono
i',.;ffiñ;i"u'"iu''
-
!¡:o, :':*l^ ::"T":.1*l; mización externa de aspectos que en lo interno
cantidad de su no son autónomos, y no lo son.porque se com'
ül'""-J" ;#;'á" a"iéi*t"ada por él al se
za de trabajo personar' gastada plementan uno a otro, se prolonga hasta cierto
de su señor. (tltl94')
M. Desal Citas de
198 "El capitaln t99

punto, la unidad interna se abre paso


Úiolen- [15] VrNrl DE LA FUERZA DE TRABAJo
por medio de una crisis' (...) la fuerza de trabajo, como mercancfa, sólo
tamente, se rmpone
puede
(tl3lr38.) _aparecer en el mercado en la medida y
por el hecho de que su propio poseedor per.
sona a quien pertenece esa fuerza -la
di trabale la
[13] OnrcnN DEI- PLUSvALoR qu" t1 11 ofrezca y-venda como mercancla. Parq, {ue su
El cambio en el 'valor delnodinero- pued"e operarse
poseedor la venda como mercancla eg ncCesario
de transformar en capital' que pueda disponer de la misma, y por tEnto
medio de com-
;; ":;-Ji"".á mismo, ptttt de "o*o
pago sóro realiza el
que sea propietario libre de su c¡pacldad de
pra eny -áe cuanto';;¿lñ- o paga' trabajo, de su persona. El y el poseidor de di.
ta mercancía que compra
;;;"i" que, -se
en su propia for- nero se encuentran en el mercado y tr¡brn re
, mientras sr mantiene
*tg"itud invariable de laciones mutuas en calidad de fisccddros de
ma, se petrifica mercanclas dotados de los mismóg dcrucho¡,
;;ilt:U ;oAincaciOn ""*o tampoco. puede resultar
y que sólo se distinguen por ser el uno vtndo.
á"i-i"grrtt¿o acto de la circulaciót'' 9:,lu,f"^"Y *' dor y el otro comprador; ambos, p\¡Gt, aqn ,trr
;:'üil;:;""-i"' vá q."":", u",t::"^l':*i"^
natural en sonas iurídicamente iguales. para quc rptrdurG
convertir 'la mercancra de la forma operarse con esta relación es necesario que el po¡cCdor do
i; il4ft;;. El cambio, pues' debe
primer.acto' la fuerza de trabajo la venda siemni,e. Dot t tl
1á-Á"r"or"lo que se compra en el q"" tiempo detenninado, y nqda rnás, ye ,f,uñ, ft, h
su valor' puesto
D-M, pero no con ::^i1t::i
se paga a sif
vende toda junta, de una vez para tlemilh, lt
í"tiriltí"'"o"i".üt"t, la meicancía vende a sí mismo, se transforma de hombi¡ llbn
;;i;;.;;;;de, la modificación sól? eTd: sT
uso en cuanto r¿l' esto es'
en esclavo, de poseedor de mercancla.en rfmpL
;;;;;;ttior'de
-1, extraer valor, del,consu
mercancía. (t / 4 / 203-204.)
ionru*o. Y para
poseedor de dinerq llól
á; ;;; ;"t"urr"íu, nuestro
como,p1f
Tn¡,¡l¡o rrsnr .t
tendría que ser tu" uf*t"ttádo -d::' Para la transformación del d.inero en capttal
la de la circulación' en
."ül ñirro de eslera el poseedor de dinero, pues, tiene que enoontnf
el mercado, ,rrr. *"'""ttcía cuyo ,uolo!,d:
de
::3
fuent,
en el mercado de mercancías al obrcro llbsl;
il;illa Pecuriur ProPiedad .set p:::
*i:-:l libre en el doble sentido de que por un¡ pafta
¿e iator; cuyo consumo efectivopor tanto
dispone, en cuanto hombre libre, de ,!u, fúüll
liii--ái¡"t¡iación de ttabaio' v
de dinero encr
de trabajo en cuanto mercancía s4t4 y,,da qüaf
A¿i a" óator.Y el poseedor por otra parte, carece de otras mcrcrncll¡ Dttl
en el mer"aao esa mercancia específica:.la.capt vender, está exento y desprovisto, ,dtlünülf]
iaáa-á"'lrtaaio o fuerza de tabaio' $141203 zado de todas las cosas necesarias prff lf H¡altl
en actividad de su fuerza de trabrtJo. (lllllü,l
'i '. ,lf¡,1'-.¡
fl71 Bmrs u¡srómcls DE LA cArEGoRfl
DE TRAB¡¡AD9R LIBRE ,t. ,tl ! ; r i,'
Una cosa, sin embargo, es c\{dGttt,'L¡"mtg
raleza no produce por una parül !€lllfrill da
dinero o de mercancías y por ot+l-Dllülül CU!
simplemente poseen sus proghJ fiüfff ü ftr.
M. Desai Citas de capital>
200 "El
trabaio. El valor de uso qrte,
bajo. Esta ."1u"1ó1 . "1 T:j:-:lt:*"1"i:::":: tiene el primero en el in
amol'u qc '* "'¿'-';ttn
Z?f^;i,;;;'ii'l¡iti'¡".""'"11t:Ii,21o:"":.n los períodos lará sino en el consumo
una relación social co
^L a toáos ,-:Lr^-^ñra al de consu.mo de la fuerza de t
ill$.Xílf"ÉJH":iffi;{,::l*::'f-:"":il,?l
.'storrcus' !- v¡¡ u¡ ^;;1ú
i-tittóti"o precedente' de dinero compra en el
resultado de un desar - -^-:^-+^o é^G sas necesarias para ese proceso,
iiülii;".i-uE*'-r" "yñI::T^'A*::'*':li:: :"S
;:##;;
nomlcos, ¡4;;;;d"n'i"
svv*_:"iOaer-*a,
ioda una serie de .fort--- '
:1n:?:::ll::.n::
antiguas de
prima, etc., y las paga a su preckii
ceso de consumo de la fuerza .det
mismo tiempo el proceso de
l'rvuuve¡v¡¡ social' s económicas antes con-
iá-proauccion mercancía y del plusvalor. El
También las categorrar
"r"]'"""r- d"-
. r r,:-¡^-:ñ En la
,ii#Jil" rtfi ;?"+' condiciones l"..li:::':; T'
exlsf,encra qe¡1r/¡ve---ás " yz, y::::f,'Í
:li:l3in'á'"i ""-
I
ll fuerza de trabajo, al igual que el
otra mercancía, se efectúa fuera dél'
embozadas determrna(
históricas.
^:i:il de la esfera de la circulación. 0
¡
G/4/206.)
[21] Le ESFERA DEL rNrERcAMBro
PARA LA ExrsrENcrA
[18] CoHprcroNES HrsróRrcAS La esfera de la circulación o del í
DE CAPITAL de mercancías, dentro de cuyos límites
No ocurre lo mismo con el.caPifat'-Sus
t\u wu¡¡v túa la compra y la venta de la fuerza de'
ciones r"r'v'
crones Lwq¿ de
históricas xistencia no están
*- e.
-'iicutación era, en realidad, un verdadero Edén de' ii,if, ; 1,1
mercantil
en absoluto, con la c .. cuando
,r^ er
^r ñ^c chos humanos innatos. Lo que allí ",' , !r
;il#;;:"i"ñ; t*,sóro era la libertad, la igualdad, la propiedad j.'Diffi
iJ'iildil,'a¿l
fililSiil; !" *.'"uar **'."'- 9:, -'llj' ham. ¡Libertad!, porque el comprador y cl W*
li"'ljili"l"ü de su tr ","r,:ii2?i"1:i,
cia encuenrré e¡r ái
vr ",ü"iru ¿" trabaió. Gl4/2ül
dedor de una mercancía, por ejemplo de la,fa4itr
como vendedor za de trabaio, sólo están determinados por tU
libre voluntad. Celebran su contrato como p¿r.
DE LA FUERZA DE rYBlro sonas libres, jurídicamente iguales. El .contrato
"gi
[19] Vmon al.igual
.r"to, de la fuerza de trabajo' es el resultado final en el que sus voluntadeb cor¡
(¡r
er de
el toda
Luu4 otra **---lrorio
mercancla' se-deterT:1i,li
se determina Por fluyen en una expresión jurídica común.. ¡Igual.
".,* nec p^ra la producc
dad!, porque sólo se relacionan entre sí en ctnn
tiempo ue
rtemyu de trabaio-
'tqvwtv l-'---.¡ -^ r^ -añr^rrrr..r..,n.
por tanto tambren- ^ r-r^
yt"tJ?tiiirt lá reproducción, to poseedores de mercancías, e intercambian
r^ *a¿li¡la en ou(
".p""iri"o'
pn .ta
'.¡${a :1J::
gT:
equivalente por equivalente. ¡Propiedad!, porquc
;;i.; l" fueria de trabaio -
u: cada uno dispone sólo de Io suyo. ¡Benthaml',
Ifr#"á#i,i;
'i'iH;
DalO lr¡Es¡v iá"|
;;1t''dqd determinau?
. porque cada uno de los dos se ocupa sólo de sl
ül;f e2i "'112a1"::.,,"-tl:',* mismo. El único poder que los reúne y los ponc
de trabajo sólo existe ., p""'' *,a.,,,*
presupone
en relación es el de su egolsmo, el de su ventaJa
:;"";;¿: él-proau99¡91' personal, el de s¿¿s intereses privados. (t/4/214,1
Jii-rt"""i" de ésie' (tl4/207')
l22l ¿Pon euÉ LA FUERZA DE TRABAJo Es FTJENTB
"'
DE FUERZA DE TRABAJo
,
r20l EL coNsuMo
'--' is pnoouccróN DE PLUsvaLoR
DEPLUSvALoR? ,t,i,t¡¡ñ
Conocemos ahora el modo
en El yalor diario de la fuerza de trabafo;
á"?'
'gl:-:"
pói""g"' 9" .*11"i'^ t1::ff día a 3 chelines porque en ella misma ¡á
":Zi:;;;;
quien posee esa "i
mercancía peculiar' la fuerza objetivado media iornada laboral,
202 M. uesat Citas de <El capital>

que los medios de subsistencia necesarios dia- . de cambiosino el palor de"sa,*tl#il rt


riamente para la producción de la fuerza de plustrabajo está limitado por un dili¡b *oacl
trabajo cúestan media iornada laboral- Pero el sidades más estrecho o más ernpllo,'bluüO lun
trabaio pretérito, encerrado en la fuerza de tra- ge del carácter mismo de la prcüqdén,Hne
n ecesidad ilimit ada de plustrafut o, (t t
bajo, y él trabajo vivo que ésta puede ejecutar, I llUl,2$,|
sui costos diarios de. mantenimiento y su ren-
t25l L¡ ounlcróN o" I,o ,o^*ioo rABoRAl. g;¡
¡

dimiento diario, son dos magnitudes completa-


mente diferentes. La primera determina su va- DETERMINADA PoR LA LUCHA DE c¡.A8Ba i

lor de uso. El hecho dé que sea ¡ecesaria media Dejando a un lado limites sunramcntc clásti.
jornada laboral para mantene¡lo vivo durante cos, como vemos, de la naturaleza dcl intercam-
24 horas, en modo alguno impide al obreto tra- bio mercantil no se desprende. lfmite alguno cle
baiar durante una iornnda comple-ta' El ttalor la jornada laboral y, por tanto; ,lfmite alguno del
de la fuerza de trabajo y su valorización en el plustrabajo. El capitalista, cuando procura pro
proceso laboral son, pues' dos magnitudes dife- longar lo más posible la iornada laboral y con-
ientes. El capitalista tenía muy presente esa vertir, si puede, una jornada laboral en dos, re-
diferencia de valor cuando adquirió- la fluetza afirma su derecho en cuanto comprador. por
dé trabaSo. Su propiedad útil, la de. hacer hila- otra parte, la naturaleza específica de la.mercan-
do o botines, era sólo una conditio.sine qua non, cía vendida trae aparejado un límite al consumo
porque para formar valor es necesario gastar que de la misma hace el comprador, y el obrero
iraUájo á" tttatt".a útil' Pero lo decisivo fue el reafirma¡u derecho como vendedor cuando pro.
valor'de uso es;pecífico de esa mercancía, el de cura redücir la jornada laboral a dcterndnadrr
ser fuente de válor, y de más valor del que ella magnitud normal. Tiene lugar aquf, pucN, unl
misma tiene. Es éste el servicio específico que antinomia: derecho contra derecho, signador am.
el capitalista esperaba de ella' Y procede, al ha- bos de manera uniforme por la ley del intercam.
cerlol conforme a las leyes eternas del. intercam- bio mercantil. Entre derechos iguales decide
bio áercantil' En rigor, el vendedor de la fuer- la fuerza. Y de esta suerte, en la historia de la
za ¿e traUajo, al iguál que el vendedor de cual- producción capitalista la reglamentación de la
quier otra mercanCía, realiza-9u ttalor de cambio iornada laboral se presenta como lucha en tor-
y enaiena su vator de uso. No nu9!9 conservar no a los límites d.e dicha jornade, una lucha en-
ét .tttó sin ceder el otro. (l/5/23+235') tre el capitalista colectivo, esto es, la clase de
los capitalistas, y el obrero colectivo, o sea la
t23l E¡, PLUSTRABAJo EN Los DTFERENTES MoDos clase obr era. G / 8 /281-282.)
ps pnonuccrÓN
Es sólo la forma en que se expolia ese plus- 126l Et TRABNo EscLAvo EN EL MoDo DE pRoDUccrON
cAprralrsrA (el rnlnAJo
trabajo al productor directo, al trabajador, .lo Los NEcRos EN EL
DE gUR

que áistingue las formaciones económicosocia- os Esrmos UNrpos)


lLs, por ejJmplo la sociedad- esclavista.9g^l?.q"" Pero no bien los pueblos cuya producción aún
ie'f',rn¿."ett el trabajo asalariado' (1/7 /261') se mueve bajo las formas inferiores del trabajo
esclavo y de la prestación personal servil son
[24] Los durr¡s DEL PLUsTRABAJo EN LAs FoRMAcToNES arrastrados a un mercado mundial en el que
NO CAPITALISTAS impera el modo de producción capitalista y don-
Es evidente, con todo, que cuando en una fol de la venta de los productos en el eytranjero se
mación económicosocial no prepondera el valo convierte en el interés prevaleciente, sobre los
Citas de <El capitel"
2A M' Desai
en sus medios de producció¿. (...) El
horrores bárbaros de la esclavitud' de lahorror
servi' to de la fuerza productiva y el consig
etc', se injerta el
;;;b;" de la gleba, trabajo' De ahí que el ratamiento de las thercanclas en aquel
.i*riti"u¿o del eiceso'de trias que suministran los elementos
i;"-b4; de los negros en lo.s estados meridiona' del capital constante, los medios de t
un
G;-JÉ la unión ñorteamericana mantuviera material de trabajo para la producción
mode,aáamente patriarcal mientras la medios de subsistencia imprescindibles,
nroducción se orientaba, in lo fundamental'
""i¿"t", a
asimismo, pues, el valor de la fuerza de
í""t.titiá""tt" de las que necesidades inmediatas' (t/t0/383.)
i;.;;;l; meaiáa en la exportación algo El valor de las mercanclas está eñ razón
a;;;t;-; transformó en interés vital de esos sa a la fuerza productiva del trabaio.
el trabaio excesivo del regro -a veces te, lo está, porque se halla determinado por'tm
"tt"ao., ¿e sr'i tniaa en siete años de trabajo- lores de las mercancías, el valor de la f
"f
se"."**o
convirtió en iactor de un sistema calculado de trabaio. Por el contrario, el plusvalor relo
ir- á",riu¿ot. ya- no se trataba de arrancarle tivo estd en razón directa a la tuerza produo
L".i" Á*. de productos útiles' De lo que se tiva del trabajo. (t/10/387.)
plusvalor
trataba ahora eriáe la producción del Por tanto, el impulso inmanente y la tendencia
mismo. (tl8/283') constante del capital son los de aumentar la
NoRMAL
fuerza productiva del trabajo para abaratar la
f27l L¡ LUcHA PoR LA JoRNADA DE TRABAJo mercancía y, mediante el abaratamiento d.e la
El modo de producción material transmutado mercancía, abaratar al obrero mismo. (t/10/388,)
-rut -i"fá"iones productores' mc
u sociales de los
las
á*iáiát ".it"raiiuam"nte, genéran prirnero 1291 Lt, coopERAcróN ENTRE Los TRABAJADoRES
más desmesuradas y provocan EN EL SISTEMA CAPITALISTA
"*Tái*itu"iones control social que re-
il;;;,';;; ántítesis, el legalmente Los asalariados no pueden cooperar sin quc
ff".;';;,i; ;-;;ii;*' la jornada el mismo capital, el mismo capitalista, los em.
i.L".^i-i""
'-íáIi¡""iá"sús intervalos' G/8/3ó0'). plee simultáneamente, esto es, adquiera a un
de una jornada laboral "::yt^,-":i mismo tiempo sus fuerzas de trabajo. G/11/401.)
p J;;#ñi""t", "i'pi"¿""to
á""* -1"-.lll J:"::*'"J tu Esta función directiva, vigilante y mediadora
#ffi;;aT;'*á' r.o clase obrera
ir'""r""'"""0]i"riti"l
:i::li::jl,:1,'{"
' (tl8/361'l se convierte en función del capital no blen cl
trabajo que le está sometido se vuelve coope
rativo. En cuanto función especlfica del crpltfli
la función directiva asume caracterfstictl'olp]
clficas.
El motivo impulsor y el objetivo dstafmlilF
te del proceso capitalista de producelónr ltrül
todo, consiste en la rnayor autovalorlanlln lt
sible del capital, es decir, en la mryol tl'o4*
ción posible de plusvalor y por condüfiOtl b
mayor explotación posibl,e de h fu¡nf aa F}
bajo por el capitalista. Con la mr¡r dl,bl*élF
ros simultáneamente utilizador Cfitil. I
tencia y, con ésta, necesariemGhl h'üflÉ 'lfd}
2M M. Desai Citas de <El capitalr

del capital para doblegar esa resistencia. La di : de la Antigüedad cláslc to rtenfan exclusiva-
rección ejercida por el capitalista no es sólo mente a la calidad y al oefplr d¿ uso. (t/12/444.)
una función especial derivada de la naturaleza r.l t¡1,

del proceso social de trabajo e inherente a dicho L32l Et TRABAJo pRoDucrrvo coiao llt¡c¡óN socr¡l
proceso; es, a la vez, función de la explotación El concepto de trabáJidor, ptbductivo, por
," ende,
de un proceso social de trabaio, y de ahí que en modo alguno ilhÉllcf ñtorlmcnte una
esté condicionada por el inevitable antagonismo relación entre actividad y dlctO tltll, entre tra-
entre el explotador y la materia prima de su bajador y producto del tnbdb,'tlno además
explotación. (t / 11 / 402.) una relación de producción.'érgOfllClmcnte so-
cial, surgida históricament€, .qll *¡n¡ en el
[30] FuNcroNEs DEL cAPIrALrsrA trabajador la impronta de medlo,diüto dc va.
Cuando compara el modo de producción de lorización del capital. De ahl qüc'.tt tllbfjrdor
campesinos independientes o artesanos autóno- productivo no constituya nlngt¡n¡ {ot|l,i ¡lno
mos con la economía de plantación, fundada en una maldición. (r/14/616.) r'lr,:"'"
' la esclavitud, el economista incluye a ese trabaio
de supervisión entre los faux frais de produc' [33] Dsr¡n[,rrNANrEs DE LA pRoDucrrvrdrD il] lnlfl0
tion. Pero por el contrario, cuando analiza el Prescindiendo de la figura más o rd*fl ü*
modo capitalista de producción, identifica la fun- arrollada de la producción social, la;tfü{¡¡th#
ción directiva, en la parte en que deriva de la dad del rrabajo queda ligada a cor¿dlú{Dd& úl*
naturaleza dél proceso laboral colectivo, con la turales. En su totalidad, éstas sonr'rtdücfifj*
misma función en la parte en que está condi- la naturaleza del hombre mismo ,-clomd¿fff&
cionada por el carácter capitalista, y por ende etcétera- y a la naturaleza que lo rodoi. l¡|
antagónico, de este proceso. El capitalista no condiciones naturales exteriores se dividen, da]
es capitalista por ser director industrial, sino de el punto de vista económico, en dos grandCf
que se convierte en jefe industrial porque es clases: riqueza na.tural en medios de subsisten
capitalista. EI mando supremo en la industria cia, esto es, fertilidad del suelo, aguas con abun
se transforma en atributo del capital, así como dancia de peces, etc,, y riqueza natural qt me.
en la época feudal el mando supremo en lo bé- dios de trabaio, como buenas caídas de agua,
lico y lo judicial era atributo de la propiedad rios navegables, madera, metales, carbón, etc.
territorial. (t / Ll / 404.) (t/14/621.)

[31] L¡ EcoNoMfA PoLfTIcA: cÓMo HA srDo TNFLUTDA [34] C¡usros EN EL vALoR DE LA FUERZA DE TRABAJo
POR LA REVOLUCIÓN INDUSTRÍAL El valor de la fuerza de trabajo está determi-
La economía política, que como ciencia espe- nado por el valor de una cantidad determinada
cial no surgió hasta el período manufacturero, de medios de subsistencia. Lo que varía con la
considera la división social del trabajo únicamen- fuerza productiva del trabajo es el valor de
te desde el punto de vista de la divisién manu' esos medios de subsistencia, no su masa. La
facturera del trabajo, esto es, como medio para masa misma, si aumenta la fuerza productiva
producir más mercancÍas con la misma canti' del trabaj o, puede act ec entar s e simul t áneam ent e
dad de trabajo, y por tanto para abaratar las y en la misma proporción para el obrero y el
mercancías y acelerar la acumulación del capi- capitalista, Sin que se opere cambio alguno de
tal. En antítesis radical con este énfasis en la magnitud entre el precio de la fuerza de trabajo
cantidad y en el valor de cambio, los escritores y el plusvalor. (...) Aunque el precio de la fuerza
208 Citas de oEl capital"

de trabajo se mantendtía inalterado, habría ilel trabaio, y con ella la masa de


aumentado por encima de su ttalor' Si disminu- tanto el precio de la mercancía
yera el precio de Ia fuerza de trabajo, pero no Segunda: el valor de la fuerza de t
útttu mínimo de lttz chelines, trazado el plusvalor varían en sentido opuesto,
nuevo valor, sino a 2 chelines y 10 peni-
pát tu"l-lí*ite riación en la fuerza productiva del
ques, 2 chelines y ó peniques, etc', este precio aumento o mengua, opera en sentido
decreciente representaría siempre una masa sobre el valor de la fuerza de trubajo y en,
creciente de medios de subsistencia' El precio do directo sobre el plusvalor. (...) ,ii
de la fuerza de trabajo, de esta suerte y en el Tercera: el aumento o la disminución del
caso de una fuerza productiva del trabajo en valor es siempre la consecuencia, y nunca
ascenso, podría disminuir de manera constante' causa, de la disminución o aumento
á¿tt¿oté d *i.-o tiempo un incremento conti dientes operados en el valor d.e la fuerza
nuo de la masa de medios de subsistencia con- t r ab aj o. (t / 15 / 63M32 ;¡
sumidos por el obrero. (t/151635')
[3ó] E¡, vALoR DEL TRABAJo y EL vALoR
[35] Los DETERMTNANTES DEL PLUsvaLoR Y EL PREcIo DE IJT FUER,ZA DE TRABAJO
. DE LA FUERZA DE TRABAJO En el mercado, lo que se contrapone directa.
Damos por supuestos los siguientes puntos: mente al poseedor cle clinero no es en realidad
1) que las inercaicías se venden a su valor; 2) que el trabaio, sino el obrero. Lo que vende este últi-
el precio de la fuerza de trabaio, aunque oca' mo es su fuerza de trabaio. No bien comienza
sionalmente suba por encima de su valor, nunca efectivamente su trabajo, éste ha cesado ya de
desciende Por debaio del mismo' pertenecer al obrero, quien por tanto, ya no pue.
Una vez supuesto lo que antecéde, vimos de venderlo. El trabajo es la sustancia y la me
magnitudes relativas del plusvalor y
las magnitudás .1 $el dida inmanente de los valores, pero él mismo
cio de la fuerza de trabajo están óondic no tiene valor alguno.
p* i."t circunstancias:. 1) la. durac,ión de la En la expresión uttalor del trabaio", el concep
iada laboral o la magnitud del trabajo en to de valor no sólo se ha borrado por completo,
to a su extensión; 2l ta intensidad normal sino que se ha transformado en su contrario, Es
trabajo,o su magnitud en cuanto a. la.in una expresión imaginaria, como, por ejemplo,
áuá,á"'*^"era qrie determinada cantidad de valor de la tierra. Estas expresiones imaginarias,
Uajá se gasta en un tiempo determinado; 3) y no obstante, surgen de las relaciones mismas
finalmenle, la fuerza productiva del trabaio, de producción. Son categorías para las lormas
arreglo a la cual, y segúq el grado de desarro en que se manifiestan relaciones esencidlcs. El
alcañzado por las condiciones de qroducción' hecho de que en su manifestación las cot¡l t
misma cantidad de trabajo suministra en menudo se presentan invertidas, es biltfnta
mismo tiempo una cantidad mayor o menor conocido en todas las ciencias, salvo.en h ¡CO
producto. (...) nomía política. (t/ 17 / 653454.)
' Partiendo de este supuesto, el valor de la t.,
J" i.áu.:o y el pluivalor están determinados [37] Er vALoR DEL TRABAJo vrsro
"u
oor tres leves.
' POR LOS ECONOMISTAS 'n , I lilftf
Primera: la iornada de trabaio de Lo que la economía política ¿cnonlü
dada se representa siempre en el mismo pt, del trabaio (value of labour), FUCl,rl¡¡¡t'
to de paloi, por mtk que varíe la producti es el valor de Ia fuerza de fiabalo

,r ti...
-¿Áffie*
Citas de
210 M. Desai "El capital"
la personalidad del obrero y que es tan diferen- e impago. Todo trabajo
pago. En la prestación personal
te de su función, del trabajo, como u¡ra máquina
lo es de sus operaciones. Ocupados con la diferen- del siervo para sÍ mismo y su
cia entre los precios del trabajo en el mercado y para el señor se distinguen, de
lo que se llamaba su valor, con la relación entre mente sensible, tanto en el espacio
ese valor y la tasa de ganancia, y entre ese va' tiempo. En el trabaio esclavo, inbluJl
lor y los valores mercantiles producidos por la jornada laboral en la cual el
intermedio del trabajo, nunca descubrieron que más que suplir el valor de sus
el curso del análisis no sólo habÍa llevado de de subsistencia, en la cual, pues, en
los precios del trabajo en el mercado a su va' baja para sí mismo, aparece como
. lor presunto, sino que había llevado a resolver su amo. Todo su trabajo toma la
este ttalor del trabaio mismo en el t¡alor de la trabajo impago. En el caso del trabajo esfi
d.o, por el contrario, incluso el plustrabajep
fuerza de trabajo. La falta de conciencia acerca bajo impago aparece como pago. Allí la
de este resultado obtenido por su propio aná-
lisis; la aceptación, sin crítica, de las categorías de propiedad vela el trabaiar para sí mismo
nvalor del trabaio", uprecio natural del traba' esclavo; aquí, la relación dineraria encubrc
etc., (r)rrlo expresiones adecuadas y últimas trabaiar gratuito del asalariada. :.
io,, Se comprende, por consiguiente, la importan
de la relaeión de valor considerada, sumió a la
economía política clásica, como se verá más ade' cia decisiva de la transf ormación del valoi y prc
lante, en complicaciones y contradicciones inse cio de la fuerza de trabajo en la forma ¿ei sa.
lubles y brindó a la economía vulgar una base lario, o sea en el valor y precio del trabajo mi+
segura de operaciones para su superficialidad, mo. Sobre esta forma de manifestacion, que vpl.
, ve invisible la relación efectiva y precisamente
qué sólo venera a las apariencias. (rll7/ó55-ó5ó.)
muestra lo opuesto de dicha relación, se fundan
[38] Er vALoR DEL TRABAJo ES MAYoR QUE EL vALoR todas las nociones jurídicas tanto del obrero
DE LA FUERZA DE TRABAJO como del capitalista, todas las mistificaciones del
modo capitalista de producción, todas sus ilu-
Como el valor del trabajo no e6 más que una siones de libertad, todas las pamplinas apologé.
expresión irracional para designar el valor de ticas de la economía vulgar. (r/ti/OSl-OSA) '
la fuerza de trabajo, de suyo se obtiene el re-
sultado de que el valor del trabaio siempre tie'
ne que ser necesariamente menor que el pro' [40] El caprtAlrsrA y EL vALoR DEL TRABAJo
ducto del valor, puesto que el capitalista siempre _ [El capitalista] quiere obtener precisamente
hace funcionar a la fuerza de trabajo durante la mayor cantidad posible de trabajo por la me
más tiempo que el necesario para que se repro nor cantidad posible de dinero. por eso, desde
duzca el valor de la misma. (...) Llegamos asf
' el punto de vista práctico, a él sólo le interesa
al resultado, a primera vista absurdo, de que un la dif erencia entre el precio de la fuerza 4el tra.
trabajo que crea un valor de ó chelines, vale bajo y el valor que crea el funcionamiento de
3 chelines. (t117 165C657.\ la misma. Pero procura comprar lod¿s las mcr.
cancías al precio más bajo posible y por eso,
[39] L¡ FoRMA DEL sALARro en todos los casos, cree encontrar la razón dc su
ganancia en la simple trapacerla
La forma del salario, pues, botra toda huella
de Ia clivisión de la iornada laboral entre traba'
. por debajo del valor y vender pordcenclmi comprar
dc
éste. De ahí que no caiga en Ia cuenta de que
io necesario t plustrabaio, entre trabaio pago
212 M' Desai Citas de <El copital>

si existiera realmente una cosa tal como el ttalor como comprador y


iel ira\aio y él pagara efectivamente ese valor' de valor o dinero, allí el
no existiría ningún capital, su dinero no se trans' cia creadora de valor; de un
formaría en capital. (t/17/659'\ de los medios de producción y,
del otro, el poseedor de nada rnál
[41] Ll FoRMA DEL sALARroY LA susraNcrA DEL vALoR trabajo. La escisión entre eI
y el trabajo mismo, entre las.
Por lo demás, con la forma de manifestación vas del trabajo y la fuerza de
.uuiot-V precio del trabajo" o.u-salario" -a di- era pues el fundamento, efecti
f"*""iá áe La retación esencial que se mani'
y el precio de la fuerza punto de partida, del proceso
ii"tio., es, del valor
'J"-iiáu".i.-
"sto á".t.t" lo mlsmo que con .todas las ducción. (t / 2l /7 0C7 01.)
lór*át áe manifestación y su trasfondo oculto' y
i'-as primeras se reproducen de manera directa' [M) Le, cREAcrdN DE cAprrAL LA

menie espontánea, como formas comunes y co illl*


DEL TRABAJADOR ,

rrientes del pensar; el'otro tiene primeramente Pero lo que en un comienzo sólb Ci¡
o"" t"t descibierto por la ciencia' La economía partida es siempre producido de
Éáiiti"" clásica tropieza casi con.h :::9"*:: dio de la mera continuidad del
ielación de las cosas, pero no la formula cons' reproducción simple, perpetudndose
sin embargo. No podrá hacerlg-mien' tado propio de la producción capitalista. F$F
"liiil*"it",
iras esté envuelta en si piel burguesa' (tll7/660'\ parte, el proceso de producción'transfor¡ül'
tinuamente la riqueza material en capttd,
Ltt DrvrsrÓN DEL PLUSvALoR medios de valorización y disfrute para et' cfpl'ff
1427
lista. Por otra parte, el obrero sale del prdccro dü
El capitalista que produce el plusvalor,-es de' producción, constantemente, tal comó entró dl
cii et que directámente succiona de los obreros é1, fuente personal de la riqueza, pero despoJt
traUajo-impago y lo fija en mercancÍas,,es do de todos los medios para hacer efectiva cll
cierto el primer apropiador, pero en qodo- riqueza. Como antes de ingresar al procclo ñl
no el propietario último de ese plusvalor'
P
con capital propio trabajo ya se ha convertido en ¿l¡aoi ül
iiortnénti tiene que compartirlo sido apropiado por el capitalista y se hr {fnO}
áue desempeñan otras funciones en el conj porado al capital, dicho trabajo se obl¿tlví{**
á"-t" p.oa.tcción social, con los terratenie tantemente, durante el proceso, en,prcdlüil
El plusvalor' pues' se escinde en.varias no. Como el proceso de producción ei,
partes. Sus fracciones corresponden a dlversa€
"t"¿t".". tiempo, proceso de consumo de la
lategorías de personas y revisten formas d7t* bajo por el capitalista, el producto'fl
.""iEt é i"¿"pendientes éntre sí, como ganancia' etc' no sólo se transform¿ continuamcnfo ü
inter¿s, ganan"ia comercial, rent?.d9^!a. tierra' cía, sino además en capital: valoi
iiTi"ttóá"""ión al capítulo 2t/691492'\ la fuerza creadora de valor, medlol
cia que compran personas, medlól
I43l L¡, coNvERSróN DEL DTNERo EN cAPrrAL que emplean a los productorel,
En el capítulo IV vimos que para transtormar mo, por consiguiente, produC!
dine;; en capital no era suficignte la preexisten' la riqueTa objethta como
cia de la prbducción y circulación de que le es ajeno, que lo domlnt'
cías, Era necesario, primero' que se en capitalista, asimismo,
Citas de
2r4 M. Desai "El capital"
fuerza de trabaio como fuente subietiv* y abs' del obrero, y por tanto de
plusvalor, incluso cuando el
tracta de riquezo, separada de sus propios me-
dios de objetivación y efuctivización existente en El aumento de éste nunca
la mera corporeidad del obrero; eR una palabra' de la productividad del t
produce al trabajadoÍ como asalariado. Esta
constante reproducción o perpetuación del obr* [47] Los pERFEccroNAMt"*to"
ro es la [conditio] sine qua non de la producción (Cambio tecnológieo u "*'r.l'
porado>.)
capitalista. (t / 2l / 7 0l-7 02.\
E,l desarrollo de la fuerza
t4sl Er c,lpttl¡.¡srA Y LA acuMULAcrÓN DE caPrral jo reactúa también sobre el
Pero en cuanto lel capitalista es] capital per- es, sobre eI capital que se
sonificado, su motivo impulsor no es el valor de proceso de producción. lJna
uso y el disfrute, sino el valor de cambio y:su constante en funciones se
acrecentamiento. Como fanático de la valoriza' trabajo, tales como maq
ción del valor, el capitalista constriñe implaca-, se consumen, y por tanto se
blemente a la humanidad a producir por prod* los reemplaza por nuevos e
cir, y por consiguiente a desarrollar las fuerzas tipo- en periodos protongádoir I

praductivas sociales y a crear condiciones mate' perece, o alcanza el término finil


riales de producción que son las únicas capi productiva, una parte de esos
de constituir la base real de una formación jo.- Esa parte, por consiguien
cial superior cuyo principio fundamental sea e cada año en ,la fase de su repr
ca o
desarrollo pleno y libre de cada individuo. El -de su reemplazo por nuevog
pitalista sólo es respetable en cuanto personi la misma clase. Si en los lugares,
cación del capital. En cuanto tal, comparte cr de esos medios de trabajo ú fuaí
el atesorador el afán absoluto de enriq del trabajo se ha ampliaáo gqr
Pero lo que en éste se manifiesta como nuamente gracias al aporte-yir
individual, es en el capitalista el efecto del la ciencia y de la técnica-, las
canismo social, en el que dicho capitalista no mientas, aparatos, etc., viejos
más que una rueda del engranaje. Por lo dem por otros más eficaces y, teniend
el desárrollo de la producción capitalista vuel' volumen de su rendimiento, rnás
necesario un incremento continuo del capital i pital antiguo se reproduce^ e:rt
vertido en una empresa industrial, y La productiva,. aun si prescindimos.,
tencia impone a cada capitalista individual, modificación de detalle en los md
leyes coercitivas externas, las leyes inmanenl existentes. La otra parte del
dél modo de producción capitalista. Lo constri materia prima y los mat
a expandir continuamente su capital para
-Ia
se reproduce continuamente a lo
servárb, y no es posible e¡pandirlo sino p-or la que procede de la
dio de la- acumuláción progresiva. (t/22/731-73 parte lo hace anualmente. por lo
troducción de métodos, etc..
[4ó] Et cREcrMrENTo DE LA PRoDUcrrvrDAD DEL TRABAJo ra aquí casi simulttineamente t6¡¡rJS,
Y EL CRECIMIENTO DE LOS SALARIOS REALES adicional.y el que y-a e9tá en tunc,lQóJ-(,
Pero, como hemos visto, la productividad cierto, este desarrollo de la fuerzr
ciente del trabajo va a la par del abara ve,acompañado, al propio tiempo,
bOi
Citas de
216 M. Desai "El capital,
superior o igual al que se cons
ciación parcial de los capitales en funciones. En antes del alza salarial. (r/23/767-
la mediáa en que esa depreciación se vuelve más
aguda por la competencia, su peso principal re' [49] L¡ acuuuucró¡r y LAS cRrsrs
cáe sobre el obrero, con cuya explotación ¡edobla- Para aplicar expresiones matem
da el capitalista procura resarcirse' (t/22/748-749') nitud de Ia acumulación es Ia va
diente, la magnitud del salario la v¡
[48] Cn¡crurENTo DE Los sALARros REALES diente, no a la inversa. esÍ, poi e
Y ACUMULACIÓN fase crÍtica del ciclo indusírial-ú'b;ü,1
Como vemos, el salario, conforme a su natu- de los precios mercantiles ."
raleza, implica siempre el suministro por parte "*p.!i"'
del obrero de determinada cantidad de trabajo W&",i::o;i!3:o'":F#:^tJr!:::i!r;
impago. Prescindiendo por entero del alza de cios mercantites como baia-det i"ñl'iáríi*
salárlos acompañada por una baia en el precio det dinero. De esto infiere iitii^lá""ráiho ¿c
l:-:.?,\r":r"t que cuando- lor pii"io, -rü-ip¡
del trabaio, etc., el aumento de los salarios sóIo
denota en el mejor de los casos la merma cuan' ctrcula demasiado poco dinero, y cuando son ba.
tilulit'(t tlal trttltuit¡ irtrTttt'ttt clttc debe ejecutar Jos clnero en demasía. Su ignorancia y su com.
el obrero. Dicha merma nunca puede alcanzar el prensión plenamente erradi de los frtcfros en_
punto en el que amenazaria al sistema mismo' cuentran un digno paralelo en los economistas
Si de¡amos a un lado los conflictos violentos en que lnterpretan esos fenómenos de la acumula.
torno a la tasa del salario -y Adam Smith ya ha ción diciendo que en un óaso existen *""o,
-ü"-".
demostrado que, en sustancia, luego de tales con' Iari-ados que Ios necesarios y .r, ot- -' "r".
flictos el patrón siempre sigue siendo el patrón-, siados asalariados. G/23/769-i70.) "i-
un alza clél prccio clcl trabaio dcrivada de la acu- [50J 6r MovrMrENTo DE Los sALARros
mulación del capital supone la siguiente alterna- Y EL CICLO INDUSTRIAL
tiva. O bien el precio del trabajo continúa en as'
censo porque su alza no estorba el progreso de la
,,"do,t por todo, los movimientos genera-
,-F1o.et
tes salario están regulados exclusivámente
acumulación; (...) Es evidente, en este caso' que
una reducción del trabajo impago no perjudica qor la expansión y connacción aet iiército ii-
dustri¿t de reserva, las cuales ,"
en modo alguno la expansión del dominio ejerci- iig"Á',
a su vez,
por Ia alternación de períodos qui-r"' opera
do por el capital. O bien, y éste es el otro térmi' el ciclo industrial. Esós movimü"i; no se da en
no de la alternativa, la acumulación se enlentece tgrm.inan, pue:, por el movimientá áá n¿mlio
tras el acrecentamiento del precio del trabajo, aosoruto. de la población obrera, sino pot
porque se embota el aguijón de la ganancia' La proporción variable en que la clase la
ácumulación decrece. Pero al decrecer, desapa' óU¡i:ri ii
divide en ejército activo y e¡erciio-al ¡esenya,
rece la causa de su decrecimiento, a saber, la aumento y la mengua" ¿el volumcn relr.
desproporción entre el capital y la fuerza de tra- l.or
rrvo "l
de Ia sobrepoblación, por el grado en quo
bajó explotable. Como vemos, el propio meca' ésta es ora absorbid", ora p""rt"-"n'ttbirüá.
niémo dltproceso capitalista de pioducción rei (t/23/793.)
mueve los obstáculos que genera transitoriamen- Ll
[51] ncuuurtcróN oRrcrNARrA
te. El precio del trabajo desciende de nuevo a
un nivel compatible con las necesidades de"t¡ale Hemos visto cómo el dinero se transforma en
rización del capital, ya sea dicho nivel inferior, capital; cómo mediante el capitai-si-pro¿ucc
zll M' Desai Aitas de :El capital> 219

plusvalor y del plusvalor se obtiene más capital' nalmente. Para el curso.usual de las cosas es
óo" t"¿o,-t. acumulación del capital .presupone
capita-
posible confiar el obrero a las
"leyes naturales
Ji pr"i"ái.t, et piusvalor.la.producción
de capital
de la producción>, esto es, a la dependencia en
ii.tá,1 ertu iu pieexistencia dé masas
grandes en ma'
que el mismo se encuentra con respecto al capi-
de trabajo relativamente tal, dependencia surgida de las condiciones de
"-f"éi"u de mercancías' Todo este
í.Já" Itt-pió4,,ótot"tgirar producción mismas y garantizada y perpetuada
Droceso, pues' parece en un círculo vicioso por éstas. De otra manera sucedían las cosas
podemos salir suponiendo una acu- durante la génesis histórica de la producción
áel que-solo
-;á -a
ñ"ri"r¿" itgiil'ia" previa la acumulación
como la
capitalista. La burguesía naciente necesita y usa
li¡tltlit" 1*ltivio'us'accumulatiofrD'
'Smith), una acumulación que no el poder del Estado para "regular" el salario,
i;;; Ád.d esto es, para comprimirlo dentro de los límites
,itiu"ao lél modo de producclón capita' gratos a la producción de plusvalor, para pro
""-ál
iiitu, sino slt punto de partida' Gl2a/891) longar la jornada laboral y mantener al trabaja-
dor mismo en el grado normal de dependencia.
oRTGTNARTA
t52l Los MÉroDos DE LA AcuMUl-¡cróN des{9
Es éste un factor esencial de la llamada acumu-
En la economía política' tan a-pacible'
idilio' El
lacün originaria. (t /24 /922-923.)
tiempos irrttt"*átiuñs ha imperadb el
épocas pre
á"i""tto y el *trabajo' fueron desde
'medios de enriquecimiento' t55l La vror¡NctA
;&t;; lás únicos
siempre a excepción, naturalmelte' de La üolencia es la partera de toda sociedad
<este
la acumrrlación vieja preñada de una nueva. Ella misma es una
año>. En reafi¿ülos *étodot de
idílicos potencia económica.
originaria son cualquier cosa menos
(t / 24 / 9¿,0.)

(t/24/892.)
t5ól Er DTNERo y EL cAprrAL MoNETARTo
t53l Er, PRocESo DE AcuMULAcrÓN oRTGTNARTA capital' En cuanto capital dinerario se encuentra en
El proceso que crea a la relación del de esci- un estado en el que puede cumplir funciones de
Dues. no puede sei oito qtt" el proceso dinero, las funciones ---como en el presente
";í;;t;';; v la propiedad de sus con-
;ii;';;¡r¿ el obrero proceso caso- de medio general de compra y medio go
á" ftabaio, qle' p.or una Part€' neral de pago. (...) Esta capacidad no surge dcl
transforma los meáios de ,producción hecho de que el capital dinerario sea capital, slno
"" ""li¡iát
ít"'."utiti"ncia sogiales, y por otra. convierte de que es dinero.
La
a los productores- directói eh asalariados' por con-
Por otra parte, el valor de capital, en estado
tt"muOi acumulación originaria .no.e.s' dinerario, sólo puede cumplir funciones dc dlna
;;i;;;", ;a' g;;-;l p'ó""'o. histótico de esci- ro, y ninguna otra. Lo que convierte estag fun
sión entre proaiito' y medios de producción' ciones dé dinero en funciones de capltal'cs tü
(t/24/893.) papel determinado en el movimiento del capltal,
y de ahí también la conexión entre la fa¡c en
I54l Er, PAPEL D.n LA FUERZA EN IJ\ AcuMUucrÓN que ellas aparecen y las otras fases del clclo del
ORIGINARIA Y EN EL CAPITALISMO capital. Por ejemplo, en el caso quc tcncmos
La coerción sorda de las relaciones económicas ante nosotros, se convierte dinero en mcrcan-
rro.tá ,t sello a la dominación del capitalista
so- clas cuya combinación constituye la forma espo
ti" sie"e usándose' siemp.re' la violen- clfica del capital productivo, forma que por lo
cü "i.utát".
Airecta, extráeconómica' pero sólo excepcro tanto encierra ya de manera latentc, potcncial-
8
nO M. Desai
Citcs de <El capital" 227

como poseedor de los medios 4e prodúcción,


mente, elresultado del proceso capitalista de que constituyen las condiciones objetivas para
producción . (tt / I / 33'34.\ que el poseedor de la fuerza de trabajo la gaste
en forma productiva, En otras palabras: estos
[57] D-T: EL cAPITAL EN LA coMPRA riredios de producción se contraponen al posee-
DE LA FUER,ZA DE TRABAJO dor de fuerza de trabajo como propiedad ajena.
D - T es el factor caracterlstico en la transfor- Por otra parte el vendedor.de trabajo se contra-
mación del capital dinerario en capital produc- pone a su comprador como tuerza de trabajo
' tivo, porque es la condición esencial para que .. ajena, que tiene que pasar a depender de éste,
el valor adelantado en forma dineraria se trans- que tiene que ser incorporada a su capital para
forme realmente en capital, en valor que produ- que éste actúe efectivamente como ¿apltal prc
ce plusvalor. (tt/ I /34.) ductivo. Por eso la relación de clase entre capi
talista y asalariado ya existe, ya está presupues-
t58l D-T: LA MARcA DE oRrcEN DEL srsrEMA MoNErARro ta en el momento-.gn que ambos se enfrentan en
Se considera a D-T como lo característico, el acto D-T (del lado del obrero, T-D). Es
como el rasgo distintivo de la llamada economía corppre y venta, relación dineraria, pero una
dineraria, porque aquí el trabajo aparece como compra y una venta en las que se presuponen
mercancía de su poseedor, y el dinero, por con- el coinprador como capitalista y el vendedor
siguiente, como comprador; o sea, debido a la como asalariado, y esta relación está dada por
relación dineraria (es decir, compra y venta de el hecho de que las condiciones para que se efec-
actividad húmana). (tt/ I / 35.) tivice la fuerza de trabajo de subsis-
-medios
tencia y medios de producción- están separadas,
Ll coMo MERcANcfA como propiedad ajena, del poseedor de la fuel-
t59l FUERZA DE TRABAJo
za de trabajo. (tt/l/3637.)
Una vez que la fuerza de trabajo se encueritra
en el mercado como mercancía de su poseedor,
como mercancía cuya venta ocurre bajo la forma [ó1] El cAPrraL coMo RELAcTóN
de pago por el trabajo, bajo la figura de salario, La relación de capital durante el proceso de
entónces su compra y venta no representa nada producción sólo sale a luz porque existe en sl
más sorprendente que la compra y venta de en el acto de circulación, en las distintas condi-
cualquier otra mercancia. l-o característico no ciones económicas fundamentales en las que se
es que se pueda comprar la mercancía fuerza de enfrentan comprador y vendedor,.en ,su relación
trabajo, sino que la fuerza de trabajo aparezca de clase. Esta relación no está dada con la natu-
como mercancia. (u / I / 36.) raleza del dinero; antes bien es la gxistencia de
,esta relación lo que puede transformar uD6 mera
tó01 D-T: EL TNTERcAMBTo Y IJI RELAcIÓN DE cLAsES función de dinero en una función de,,capital,
Por eso, aunque en el acto D'T el poseedor (tt/t/38.)
de dinero y el de fuerza de trabajo sólo se com-
porten recfprocamente .como comprador y ven- t62l D -T: us coNDrcroNES.nrsrónrces
dedor, se enfrenten como poseedor de dinero y ' Que la venta de la propia fuerza de trabajo
poseedor de mercancías, y en consecuencia se (bajo la forma de venta del propio trabajo o de
encuentren, bajo este aspecto' en una mera re salario) se presente no como manifestación ais'
lación dineraria, sin embargo, desde un princi- - lada, sino como el supuesto socialmente decisivo
pio el comprador se presenta aI mismo tiempo
222 M. Desai Citas de <El capital> 223
\
)

de la producción de mercancfas, que por tanto [65] IHrunnupcroNcs EN EL crRcurro DEL cAprrAL:

.'Í dinerario a escala


el capital social cumpla la ATESORAMIENTO, CAPACIDAD OCIOSA, EXCESO DE OFERTA

función D - M < ftt examinada aquí, esto supone El ciclo del capital sólo se efectúa normalmen_
te mientras sus distintas fases se,desenvuelven
procesos históricos a través de los cuales'se di- sucesivamente sin paralizaciones, Si el capital
solvió la combinación originaria entre los medios se estanca en la primera fase D - M, entonces el
de producción y la tuerza de trabajo; procesos capital dinerario se congela conürtiéndose en
rnerced a los cuales se enfrentan la masa del tesoro; si se paraliza en la fase de producción,
pueblo, los obreros, como no-propietarios y los entonces los medios de producción yacen, des_
no-obreros como propietarios de estos medios de provistos de función, de un lado, mientras del
producción. (u / t / 3&39) otro la fuer¿a de trabajo perm¿rnece desocupa-
da; si la detención ocurre en la última fáse
tó31 Iá FUNcróN pB pnoouccrÓN Es AHrsrÓRrcA M'-D', entonces las mercancías acumuladas que
Sean cuales fueren las formas sociales de la no se pueden vender obstruyen la fluencia de la
producción, sus factores son siempre los traba- circulación. (tt/ I /59.)
jadores medios de producción. (...) Para
y los
que se produzca, en general, deben combinarse- t6ól Ll i¡snclncfl y Los sERvrcros coMo ourpur
La forsra especial en la que se lleva a cabo esta En la fórmula general se considera el produc-
combinación distingue las diferentes épocas eco to de CP como una cosa material distint; de los
nómicas de la estructura social. (tt/l/43.\ elementos del capital productivo, como un obje
to que posee una existencia separada del pro
ceso de producción y que reviste una forma de
tó41 Lr DTFERENTE NATuRALEZA DE Los MEDros
uso diferente de la que adoptan los elementos
DE PRODUCCIóN Y DE UT FUERZA DE TRABAJO
q_ue lo producen. Y si el resultado del proceso
En cuanto formas de existencia del valor de de producción aparece como cosa esto. ocurre
capital adelantado, los medios de producción y
-fuerza siempre, incluso cuando una parte del producto
de trabajo se diferencian como cafital
la
1u9lve a entrar, como elemento, en lf produc.
constante y variable, por los distintos papeles 9ión que se reanuda. (...) pero hay ramos de l,a
que desempeñan durante el proceso de produc- industria autónomos en los que ei producto del
ción en la creación de valor, y por lo tanto tam- proceso de producción no es un producto objo
bién en la de plusvalor. Como partes constituti- tivo nuevo, no es una mercancíá. Entre ellós,
vas distintas del capital productivo se diferen' la rlnica importante desde el punto de vista eco
cian ¿demás porque los primeros, que son pose- nómico es la industria de la comunicación, ya
sión del capitalista, siguen siendo su capital aun sea la industria del transporte propiamcnte ái-
fuera del proceso de producción, mientras que cha, para mercancías y personas; ya la que sólo
la fuerza de trabajo no se convierte en forma de transmite despachos, cartas, telegramis, etc,
(n/t/6U6t.)
existencia de un capital individual sino en el mar-
co de dicho proceso. Si bien la h,rcrza de tra-
bajo sólo es mercancía en manos de su vende- [67] El (/rsro poR LA EcoNouft vuLcAR
pRocESo
dor, del asalariado, en cambio sólo se vuelve ,Hemos presupuesto pues la reproducción sim_
capital en manos de su comprador, del capitalis- ple, es decir, que
d. - m se separá totalmente de
ta, en quien recae su uso temporario' (tt/l/44'\ D-M. Como ambas circulaciones, tanto m-d-m
2A M' Desai Citas de eEI capital> n5
como M-D'M; pertenecen segrln la forma
gene' ta, se convierte luego, al desarrollarse, en una
,iái a r" circulición de mercancfas (y por eso necesidad para todos los capitalistas individua-
tampocq muestran diferencias de- valor entre . les, corno mostramos en el primer libro. El
ios-?xtremos), resulta fácil concebir'- como lo aumento . constante de su capital se convierte
it-"* i" el proccso. de produc' eriL condición para la mismo.
á2" ""."ó*íucomo "tllgtt,
rnera producción de mer- (u/2/91-92.) ""ttse*."iO.r-áel
valores de uso destinados a. algún
"apitatista
canclas]
tipo
. de consumo y producidos por. el capitalista sólo I70l El crRcurro o¡l cnprrtl pRoDucrrvo
pára sustituiitol pot mercanclas que tienen otro y LA EcoNoMfe rorfrrcl
valor de uso o pára permutarlos por ellas; como
. i"-áiii*a equivoiadi*"ttt" en la economía vul' - La
la
forma general del movimiento Cp.. . Cp, es
forma de la reproducción y no indica la valo
gar. (tt/2/7&79.) rización como finlüdad del ór;"r., ;o*; ;i lo
hace D . . . D'. Por eso le hace más fácil a la eco
'[ó8] Los cAMBros coNTrNUos EN Los vALoREs nomía clásica prescindir de la forma capitalista
Para que el ciclo se cumpla normalmente' M' determinad-a del proceso de producción J, presen-
tie"e q"'" venderse a su vaior- y en- su tot3lidad' tar la producción en cuanto tal como iiñUiaa¿
Áá"áá. rr'r - p'M no sólo incluye la sustitución del p-roceso: producir la mayor cantidad, y io
de una mercancla por otra, sino la sustitución más _barato posille e intercambiar el prodúcto
átt ut mismas.conáiciones de valor' Hemos su- por la mayor variedad posible de otroj.pro{uo
;;;; áu" aq"í sucede eso' Pero en Ia realidad tos, en parte para repetir la producción iq-M),
i;;;#; áe tos medios de producción varían; en parte para el consumo (d-m). presentáción
continuo en las condiciones de valor en la cual, como D y d sólo aparecen aqul como
"i-""*Ui"
;;6i"r pié"i."*"ttte, de la producción capi- medio de circulación evanescente, se puede pasar
talista, aunque más no sea por- el cambio cons- por alto las peculiaridades, tanto del áinero como
iante en la productividad laboral qué caracteri' del capital dinerario, y todo el proceso aparegg
; 1; froduóción capitalista' (rr/2/84') . como simple y natural, es decir que posee-la na.
turalidad del racionalismo pedestri. (ill3/ l0?-10g.)
psl- clprrAL
tó91 LA coNrrNLJA veron¡z¡cróN
La naturaleza entera de la'producción capita- t71l ¿Pon euÉ EL crRcurro DEL cAprrAL MERcaNcfl
fisá eit¿ determinada p-or ú .valorización de^l APARECE COMO LA FORMA GENERAL?
valor de capifal adelantado, es decir' en pnmera Pero precisamente porque el ciclo M,. .. M,
i"tiu""iu, por la producción dp la mayor canti- presupone, dentro de su desenvolvimic¡to, otro
e;¡ p"tiúle de plusvalor.; pero en segundo lugar gapital industrial en la forma de M (= f i ¡UFl
iv¿aJe liuro r, ó^p. xxu)'-por- la producción de (y MP abarca otros capitalés de dtvcfCo tlpq
plus-
;ói¡,;" aeóir, por la transformacióno de por ejemplo, en nuestro caso, méqulilt, clt\
acumulación produc-
;;i;; é" capitat- i'ero la que bó,n, aceite, etc.), él mismo,exige qui ¡c ló con
ción en escála ampliada ---en cuanto meclro sidere no sólo como fonna getaral, dcl clclo, er
p*;;; produccion caáa vez más extendida decir como una forma social baJo la cual' ¡e
áe plusvalor y por consiguiente para el enrique- puede considerar cada capital industrlal indivi.
cimiento aet óapitatista--se presenta como obje- dual (excepto en su primera lnvcrslón), y por
y está incluida en
ii* p"ito""f de este últimoproducción tanto no sólo como forma dc movimlento co
ia i""a"tt"iu general de la capitalis- mún a todos los capitales tndustrlales indivi.
M' Desai Citss de <El capital" '¿n
226
Jorma en [75] El cAprrAL TNDTVIDUAL y LAs REvoLUcroNEs
duales, sino simultáneamente como la EN EL VALOR
*,léu" la suma de los capitales individua-
il!.!J el capi- Los moümientos del capital aparecen como
i";;; áecir, ta forma en que se mueve m91i$e.1t9 actos-del capitalista industrial individual ál ope-
lai'gfoUaf de la clase capitalista; 9n rar él como comprador de mercancías y de tra-
Ei el de cada lapital industrial indivi
que bajo, como vendedor de mercancías y como ca-
"r, ""uf
á.tui-uput""" sólo como movimiento parcial pitalista productivo y así servir, con sú actividad,
se entrelaza con los otros y resulta condicionado de mediador del ciclo. Si el valor social de capi-
por ellos. (tt/3/113.) tal sufre una revolución de valor puede ocurri.
que su capital individual sucumba ante ella y
1721 EL crRcurroDEL cAPrrAL urnclNcf¡ desaparezca por no poder curnplir con las condi
COMO CONCEPCIóN UNILATERAL ciones de este movimiento de valor. Cuanto más
agudas y frecuentes se vüelvan las revoluciones
En la figura IIItM'- M'l lai mercancías que de valor, tanto más se impone, actuando con la
se encuentran en el mercado forman.el supues- violencia de un proceso natural element¿I, el mo-
tá del proceso de producción y de re- vimiento automático. del valor autonomizado
"á"ttu"t"
;;J;;¿". Por tanto, si fijamos esta figura'
del proceso producción fre-lt9 a la previsión y aI cálculo del capitalista
todos los elementos .de y individual, tanto más se somete el curso de la
p"t""* p-venir de la circulación mercantil producción normal a la especulación ano'rmal,
consistir-sólo en mercancías' Esta concepción tanto más crece el riesgo para la existencia de
pro
unitaterat pasa por alto los elementos del los capitales individuales. Estas revoh'ciones pe-
¿e pioOucciOn independientes de los ele' riódicas del valor confirman pues lo que se pre-
"ero
mentos mercantiles. (tt /3 I 115') tende que refuten: la autonomización-que eipe-
rimenta el valor como capltal y,que mántienó y
DE LAs MERcANcIAS
agudiza mediante su movimiento, (tt/4/124.1
[73] Qursr¡¡v Y EL crRcurro
El Tableau économigue de Quesnay se basa [7ó] El cAprIALrsMoTNDUSTRTAL y erRos MoDot¡
la eleccién de esta
lvt' . .. M', y fo¡1a y no de DE PRoDUccIóN EN EL MERCAD0 MUNDIAL
"o a D"'D' (la forma
CP...CP para contraponerla
el mercantilismo) da . Pentry del proceso de circulación del capital
industrial, en el que éste actúa comq.dineio o
aislada a que se afeiraba
mr.rert.u de-su tino, profundo y certero' (tt/3/ll6'\ como mercancía, el ciclo del capital industrial
se entrecruza, ya como capital dinerario, ya
, como capital mercantil, con la clrculación ile
I74l E¡. cAPrraL coMo PRocEso DrNÁMrco mercancías de los modos sociales de producción
El capital como valor que se valoriza nocarác-
sólo más diversos, en la medida en que éitos son al
implica relaciones de claie' determinado mismo tiempo producción de mercanclas. Lo
tei social que se basa en la existencia del tra- mismo da que la mercancla sea producto de la
;;. ;*. irabajo asalariado' Es.un movimien- producción que se basa en la esclavltud, o que
to, un proceso cíóüco a través de distintas fases' sea producida por campeslnos (chinos, raiates
que a su vez encierra tres formas distintas del de la India), o por entidades comunitarias (In-
se lo puede conce' dias orientales holandesas), o por la producción
ito""t" cíclico. Por esoy sólo
no como cosa estática' estatal (como la que se dio, basada en la servi
Li, movimiento dumbre, en épocas anteriores de la historia
"o*o
(tt/4/t23.)
zn M. Desai Qitas. de "El capital, 2Zg

rusa), o por pueblos semisalvajes de cazadores, [78], Ll c4T,EggRfA DEL pnEcro DE cosro i

etcétera: como mercancías y dinero se enfren' En cambio, la categorla del precio. de costo
tan al dinero y a las mercancías en los cuales '
en modo alguno tiene que ver con la formación
se Dresenta el capital industrial, e ingresan tanto del valor rnercantilro con el,proceso-de,valori-
ett ¿e tibté como en el del plusvalor ence- zaciÓn del capital., (",.) Sin embargo, la investiga-
"l "i"loel capital mercantil, si este plusvalor
iáJ" ción clemostrará que en la economía capitalista,
""
te g.tfu qntran en los dos
iédito; es decir, , el precio de costo adopta la falsa apariéncia de
,"rñor' de circulación del capital mercantil' El
"omo uña categoría de la propia producción de valor.
carácter del proceso de producción del que pro
(ttt/l/3t.)
vienen resulta indiferente; er¡ cuanto mercan-
cías actúan en el mercado, en cuanto mercancías . EtpLUsvALoR couo
t791 pnbpucro DE roDo EL cAprrAL,
' entranren el ciclo del capital industrial, así como DEL TRABAJO TANT0 coMo DEL sTocK DE CAPITAL FIJo
en la circulación del plusvalor del que é1 es por- Ya hemos visto anteriormente que a pesar de
: tador, .Córno vemos, és el carácter universal del' que pv, el plusvalor, sólo proviene de una alte.
origen de las mercancías, la existencia ddl mer- qqción de valor de u, 9l capital variable, y, por
cado como mercado mundial, lo que distingue el ello. es sólo originariamente un incremenib del
proceso de circulación del capital industrial' capital variable, constituye .asimismo,. uo oÉstan-
(tt/4/129.\ te, una vez concluido el proceso.de producción,
un inc_remento,de valor de C+V, del capi@I total
t?71 Los BENEFrcros coMo RESULTADo APARENTE gastado. La fórmula C+(V+p), que indica que
" DEL TrÉMPo se crncurlcrÓÑ ,. ?v & prodqce por la transformación del valor de
Por tanto, el tiemqo de ciiculación del capital capital determinado u en fuerza de
-adelantado
trabaje en una mag4itud
limita en general su.tiempo de prodqpción y en fluente, es decir por
la transformación de una magnitud constante
.onse"o"rróia su pr,oceso de valorización' Y los en u¡ra variable, se presenta igualmente cemo
limita preciru*"ttt" en proporción a lo que él . (c+v)+P. (...)
mismo dura. Pero esta duración puede aumentar , Sin embargo, el plusvalor constituye u¡r incr+
o disminuir de manera muy diversa, y por eso mglto no sólo de la parte del capital adelantado
puede limitar en muy diverso grado el tiempo que entra en el proceso de valoriiación,'sino tam.
ie producción del capital' Sin embargo' loaque bién ds la parte del mismo que no entra en dicho
la economla polltica ve es lo qtrc aparecq sa- , proceso; estg es, un incrementb de valor no sólo
Üer, la influáncia que el tiempo de circulación del capital gastado que se repone con el precio
ejerce sobre el proceso de valorización del ca- de costo de la mercancla, sino del capital emplea.
pital en general. Concibe esta influencia nega- do en general en la producción. Antés del pioce
iiua porque sus ioirsecuencias son s-o {e p¡oducción teníamos un valor de capital
"o*Jpositiva,
positivas. Y tanto más se aferra a esta apanencla de € l.ó80: € 1.200 de capital fijo desemboliado
-sólo
por cuanto ella parece da1 n¡ueb-a de que el .ca- en medios de trabajo, dél cual € 20 entran,
iital pos"" una fuente mística de autovaloriza- en concepto de desgaste, en el valor de la mer-
f.r".tt" independiente de su proceso de pro cancía, más f 480 de capital circulante en mate-
"i0.,,
ducción y po. de la explotación del trabajo' riales de producción y salarios. Después del pro
"ttá. él desde la esfera de la circu-
q,r" *uttlií" hacia ceso de producción tenemos € 1.180 como compo-
nente de valor del capital productivo más un
lación' (u/5/148.)
Citas de capital>
2n M. Desai "El
fuerza de trabajo en la
capital mercantil de € ó00' Si sumamos ambos salario, en el polo opuesto
montos de valor, el capitalista poseerá ahora un la forma transmutada del
valor de f1.780. Si,dicho capitalista. deduce de
.este valor el capital total adelantado de f 1.680'
quedará un increménto de valor de f 100. En [81] Er pREcro DE cosro coMo MED¡D
consecuencia, las € lü) de plusvalor constituyen El límite mÍnimo del precio de
tanto un incremento de valor respecto al capi- cancla está dado por su precio de cost&
tal empleado de € 1.680 como respecto a la frac- vende por debajo de su precio de osúorr
ción dél mismo, f 500, gastada durante la pre los componentes gastados del capitd
ducción. vo no pueden reponerse por completo ¡
Ahora al capitalista le resulta claro que este del pregio de venta. Si este proceso
'incremento de valor surge de los procesos pro desapareée el valor de capital
' ductivos que se efectúan con el capital, y que desde este punto de yista el capitalista sc lnclhtr,l
en consecuencia proviene del propio capital: di- a considerar al precio de costo como gl,vctúü
' cho incremento, en efecto, existe después del dero valor intrlnseco de la mercancla, ¡uclüt
proceso de producción, y antes de éste no exis- que es el precio necesario para la merá &nrn
iia. f4 lo que respecta al capital gastado en la vación de su capital. pero a ello se ag¡ega qtg,
producción, en primer lugar, el plusvalor parece el precio de costo de la mercancla es d pttdo
' iroveriir por igual de sus diversos elementos dey de compra que el propio capitalist4 he n¡¡fdO
valor, consistentes en medios de producción por su producción, es decir el ,precig,dt cm', ,;i
trabajo. Pues esos elementos ingresan a igual

pra determinado por su propio procesb db p¡u I
. ' tltu'lo en la formación del 'precio decosto' ducción. Por eso, el excedente de valor o pltt i
(rn/l/38-39.) lMarx está suponiendo en este caso valor realizado en la venta de Ia mercancfi r i
, trna tasa de plusvalor del 100 por 100.1 le aparece al capitalista como excedente dcl D¡t
cio de venta de ésta ¡ror encima de su valof, Sf
[80] Cóuo EL PLUSvALoR APAREcE coMo GANANcTA lugar de como excedente de su valor por enclnr
DEL CAPITAL . de su precio de costo, tal como si el plurvelOf
Como vástago asl representado del capital gle encerrado en la mercancía no se realizln rc
bal adelantado, el plusvalor asume la forma tras- diante su venta, sino que surgiera dc l¡ p¡upl¡
mutada de la ganancia. De ahí que una suma de venta. Qt/l/42.)
valor es capital porque se la-desembolsa para
generar una ganáncia, o bien la ganancia resul' t82l Lr rRANsFoRMAcrót onl pLUSvALoR BtI odrxcll
ta porque se emplea una suma-de valor como De la transformación de [a tasa dc,phwfhf
capital. Si denominamos G a la ganancia, la en tasa de ganancia debe deduclrrc lf;tnnrtorr
fóimula M: C+V+P = pclP¡ se convierte en mación del plusvalor en ganand¡, I S ¡ h ll}
esta otra: llt = pc*G, o sea t¡alor de la metcan' versa. Y de hecho se ha pertido hl¡tórlorrnmt¡
cía: precio de costo * ganancia. de la tasa de la ganancia. El. plurvrbr.y h tlll
Por lo tanto, la ganancia, tal como la tenemos del plusvalor son, relativamcntc ürblrndo, lo ln
aquí ante nosotros en primera instancia, es lo visible y lo esencial que hay quc,lnrnrtl¡rr, mlcn
mismo que el plusvalor, sólo que en una forma tras que la tasa de gananqir, y noü üdl l¡ lorma
niistificá¿a, que sin embargo surge necesaria- del plusvalor en cuanto gan¡ngh, L lltdrn Gn
mente del modo capitalista de producción. ("') la superficie de los fenómonot, (¡$/2119,)
Puesto que en un polo aparece el precio de la
232 M. Desai

' Sin embargo, la manera.en alue, mediante la


transición a travéi de la tasa de gan¿furcia, el
plusvalor se convierte y adopta la forma de la tria, en Ia medida en que el
ganancia, no es más que el desarrollo ulterior un mero índice de fuerza de t
de la inversión dersujeto.y objeto que ya se veri- constante un merb índice de la
fica dr¡ran-te el proceso de producción. (ttt/2/52.) de producción puestos en
fuerza de trabajo. Por ejemplo, es
ciertos trabajos en cobre y hierro
[83] Le coMposrcróN DEL cAprrAL: RELAcToNES una misma proporción entre fuerza de
.'rÉcNrcts Y REtAcroNEs DE vALoR
y masa de medios de producción. Pero
''' Como ya sc ha clicho en cl libro l, entende- que el cobre es más caro que el hierro,
mos por composición del capital la relación en- porción de valor entre los capitales
tre su componente activo y su componente pa- constante se vuelve diferente en ambos ca!oü, y
' siVo, entre los capitales variable y constante. con ello también la composición de valor dc lol
Para ello entian en óonsideración. dos factores, dos capitales globales. (url8/182-183.)
.,. gue no son igualmente importantes, aunque bajo
determinadas circunstancias pueden provocar los ENrRE pLUsvALoR y
' [84] DrrennHcra cANANcTA
mismos efectos.
El primer factor se basa en una fundamenta- Ahora ya sólo es una casualidad el que el pluf
óión técnica, y en determinada etapa evolutiva valor realmente generado en una esfera dc lt {:.,

l!1

de la fuerza productiva debe considerárselo como producción en particular, y por ende la g¡ñ¡tb
,t
dado, Se requiere determinada masa de fuerza cia, coincida con la ganancia contenida en gl p|,F , r,{
de trabajo, representada po¡ determinado nú- cio de venta de la mercancía. Por regla generll, '.:
mero de trabajadores, para producir una masa la ganancia y el plusvalor, y no sólo sus tttll,
determinada de producto por ejemplo en un día, son realmente magnitudes diferentes. Con uÍ
y por consiguiente --{osa comprendida en tal grado de explotación dado del trabajo, ahorr lf
circunstancia- poner en moümiento, consumir masa de plusvalor que se produce en una elfcff
productivamente determinada masa de medios particular de la producción es más importmto
de producción, maquinaria, materias primas, para la ganancia media global del capital rodrl,
' etcétera. Corresponde un número determinado es decir para la clase capitalista en gencnl; qU
de trabajadores a determinada cantidad de me- directamente para el capitalista dentro dc cfdl
dios de producción, y por lo tanto determinada ramo de la producción en particular. Sólo lo or
cantidad de trabajo vivo a una cantidad deter- para éste en la medida en que la cantld¡d d¡
minada de trabajo ya objetivado en los medios plusvalor producido en su ramo intervlcno cotttO
de producción. Esta proporción es muy diferente codeterminante en la regulación de la ¡fnfnclf
en diversas esferas de la producción, a menudo media. Pero éste es un proceso que ocurrc I lul
entre los diversos ramos, de una misma indus- espaldas, que no ve, no entiende, y fluo, da bD
tria, pese a que, por casualidad, puede ser exac- cho, no le interesa. La verdadera dltcronclf df
ta'o aproximadamente la misma en ramos de
magnitud entre ganancia y plusvdor
la industria remotamente distantes entre sl. -no lólo
entre tasa de ganancia y tasa dc plurvflof- cn
, Esta proporción constituye la composición téc- las esferas particulares de la producclón ocultr
nica dét capital, y es el verdadero fundamento por completo la verdadera naturalozr y ol orlptt
de su composición orgánica.
234 M. Desai

de la ganancia, no sólo al capitalista, que en este BIBLIOGRAFIA


aspecto tiene un interés especial en engañarse,
sino también al obrero. Con la transformación de
los valores en precios de producción,. se sustrae
a la vista el propio fundamento de la determi-
nación del valor. (t¡t/9/2ll-212.) ,

T. Arrow, K.J.y F. H. H,ahn,


analysis, Londres, Oliver & Boyd, 11fr2, .t.,,

2. Baran, P. A., y P. M. Sweezy,


Nueva York, Monthly Review Pre$i¡
pital monopotisf4 México, Siglo XXl,
Blackburn, R. (comp.), Ideology irt socltil'
readings in critical social theory, L¡n¿id¡ltc* I
tana-Collins, 1972. . "t iv r. ¡
Blaug, M., Ricardian economics, New Éuf,, I
Conn., Yale University Press, 1958. (Ia t¿orti qii !

nómica de Ricardo, Madrid, Ayuso, ln3)) ' üi


5. Blaug, M., Economic theory in retrospecf, Loo
dres, Heinemann, 19ó8 (2.. ed.). r!
6. Bohm-Bawerk, E. von, conclusión del slstcnr
"La
de Marx¡, en Economla burguesa y economla so
cialbta, Córdoba, Argentina, Cuadernos de Pasrdo
y Presente, 1974.
7. Bortkiewicz, L. von, rContribución a um ¡eciln
cación de los fundamentos de la construéclón
teórica de Marx en el volumen r¡r de El gapltab,
en Economla burguesa.y economla socl4rlsl4 clt.
Brown, Murray O., sA measure of thg clur¡c ln
relative exploitation of capital and labourr, Ra
view of Economics and Statistics, Esyo dC 19ó6,
9. Carr, E. H, Socialism in one country, 1924.1926,
vol. 1, Harmondsworth, Penguin Bool¡¡, 1970, (E
socialismo en un solo país, 1924-192ó, vol. 1, Ml
drid, Alianza,1974.)
10. Chambers, J. E., cEnclosure and labour supply ln
the industrial revolutiont, Economlc Hlstoiy Re-
view, v (1953\.
236 M. Desai Bibtiolralla 237

11. Colletti, L., "El marxismo, ¿ciencia o'revolución?r, 2ó.' Leijonhufvud, A., On'Keynesian 'economics and
en Ideología y sociedad, Barcelona, Fontanella, thé economici; ol Ke'jnes, Londres, Oxford Univer-
t975. sity Press, l9ó8.
Deutscher, 1., The prophet unarmed, Londres, Ox' 27. Lipsey, R. G., An introduction to positive econo
ford University Press, 1970. (El profeta desarma' tnics, Londres, Weidenfeld and' Nicholson, l97l
do,Mértco, Era, l9ó8.) (3.' ed.). (Introducción a la economía positíva,
OóbU, ltt., Theoríes of value and distribtttion since Barcelona, Vicens Vives; l9ó7.) " "
Adam Smith, Londres, Cambridge University 28. Luxemburgo, R., La acumulación del capital, Mé
Press, 1973. (Teoría del valor y la distribución xico, Grijalbo, l9ó7.
desde Adam Smith, Buenos Aires, Siglo XXI' 1975') 29. Marx, K., l¿s luchas de clases en Francla, en
14. Gillman, J., The fatlin7 rate of profit: Matis K. Marx y F. Engels, Obras escogidas, vol. 1, Mos-
la,w and its signifiance ta twentieth century capi' cú, Progreso
talism, Londres, Dobson, 1957. 30. Marx, K., La guerra civil en Francia) en'Obras
15. Glyn, Á., y R, Sutcliffe, British capitalism, workers escogidas, vol. l.
ai¿ profit squeeze, Harmondsworth, Penguin 31. Marx, K., EI dieciócha Brumario de Luis Bona-
Books,
"the1972. ' p4rte, en Obras escogidas, vol. l.
1ó. Godelier, M., qsistema, estructura y contradicción 32. Marx, K., Trabaio asalariado y capital, en Qbras
en El capitalr, en AA. w., Problemas del estructu-
ralismo, México, Siglo XXI, 19ó7' 3t3. íifá:df¿.',"3k);*, precio y gananc-ia, en obras
17. Hobsbawm, 8., Labouring men, Londres, Weiden' l.
escogidas, vol.
feld and Nicholson, 1957. 34. Mattick, P., Marx and Keynes, Londres, Merlin
lS. iiñá;a", H. M., uthe finat futilitv of finai uti- Press, 1971. (Man y Keynes, México, Era, t975.)
. ,liiyr, en The economics of socialism, Londres' 35. Meek, R., St¡¿dies in the labour theor! of valuc,
189ó. Londres, Lawreúce and Wishart,. 1973 (2.' ed.),
19. jones, A.,The new inflation, Harmondsworth, Pen- 3ó. Moore, 8., The social origins of dictatorship anb
guin Books, 1973. dem'ocracy, Harmondsworth, Penguin Boqks; 1971.
20. i<áutsky, K., I'a cuestiótt agraria, París, Ruedo (Los orígenes sociales de la dictadura y'de,lp ilq.
Ibérico,1970. mocracia,,Barcelona, Península, 1973.)
21. Keynes, J.M,The general theory-9t emPlotment' 37. Morishima, M., Marx's economics; Londres, Cam-
intLresi and money, Lqndres,. Macmillan, 19ól' bridge Üniversity Press, 1973. (La'teorÍa acon6
(Teorla general de'la ocupación, el interés y el mica de Marx,Madnd, Tecnos, 1977.)
dinero, México, rcr, 1965') 38. Nicolaus, M., uThe unknown Marx¡, New,'Lcft
22. Klein, L. R., The Keynesian rettobttio¿, Londres, Repievú,48 (marzo.abril de l9ó8). (.81, MarÉ dcs.
Macmittan, 1966 (2" ed.). conocido>, en K. Marx, Elementos lunúamentales
23. Lakatos, I., y A. Musgrave (comp), Criticism and para la critica de la' economía potlticá, vol. l, Ma'
the growth- of knowledge, Londres, -Cambridge drid, Siglo X^XI,1972.)
Univérsity Press, 1970' (La crítica y el desarrolto 39. Robinson, J., An essay on Marxian eco4omlcs,
' det conoóimiento, Barcelona, Grijalbo, 1975') Londres, Macmillan, 1942. (Introducción a la eco
24. Lenin, V.1., Et desarrollo del capitalismo en Ru' nomía marxisfa, México, Siglo XXI, l9ó8,)
sia, Barcelona, Ariel, 1974. ,10. Robinson, J., Economics of imperf ect competi.tion,
25. Leóntieff, W. W', Input-outpttt economics, Lon' Londres, Macmillan, 1933. (Economla de la com-
dres, Oxford Universily Press, 19óó' (Andlisis eco- petencia imperfecta, Barcelona, Martlnez Roca,
nóm'ico ittput-output, Barcelona, Ariel' 1975') 1969.)
r'1., '.,4;¡
/,i,,.,
i., l,

2A8 M. Desai

41. Samuelson, P. (1957), cWages and inte¡est: a mG INDICE DE CITAS DE "EL CAPITALT
dern dissection of
Marxian economic modelsr,
American Economic Review,.47 (diciembre de
1957), pp. 88+912.
42. Samuelson, P. (1971), the Marxian
"Unde¡standing
notion of exploitation: a summary of the socalled
transformation problem between Marxian values
and competitive prices>, Journal of Eqonomic
Literature, rx, 2 (junio de 1973), pp. 399431.
Shackle, G. C. S.,
"Keynes and today's establish-
ment in economic theory: a viervr, Journal of
Economic Literature, xr, 2 (junio ¿e 1973), pági- Piles.
nas 516519.
Sraffa, P., The production of commodities by fll Tiempo de trabajo t94
means of commodifies, Londres, Cambridge Uni-
versity Press, 19ó0. (Producción de mercancías [2] Cosas y mercancías ... ... 194
por medio de mercancícs, Barcelona, Oikos-Tau, [3] La forma de mercancla 195
196r.) [4] Fetichismo ... ... t9s
45. Sweery, P. M., The theory of capitalist develop t5l La forma dual del valor lfs
ment, Nuana York, Monthly Review Press, 19óE. [6J El. rno{o de producción dq mercanpias y su
(Teoría del desarrollo capitalisfa, México, rce, misterio l!tó
194s.) n7l Li Edad Media europ€a: relaciones de pro
46. Sweezy, P. M. (comp.), Karl Marx and the close ducción ... ... ... ... 19ó
ol his systett, Londres, Augustus M. Kelly, 1948. [8] Modo de producción t97
(Economía burguesa y economía socialista, Cór- [9] Plusvalor ... ... tn
doba, Argentina, Cuadernos de Pasado y'Presen-
E,ln4.\
il01 Intercambio ... ln
47. Sweerv, P. M., osome problems in úre theory of
Illl El intercambio no genera valor ,.. tn
capital accumulationt, Bulletin of the Confetence
t12l Las crisis ... ln
[13] Origen del plusvalor
of Sociatist Economists, otoño de 1973, pp. 25-36. [14] Fuerza de trabajo
19E

48. Úalker, A., cKarl Marx, the declining rate of 198


profit and British political economy), Economica, ll5l Venta d9 la fuerza de trabajo t99
38, tSZ (noviembre de 1971), pp. 362'3T1. llól Trabajo libre ... ..i ... ... ..,,..i .;.,, t99
49. Weiszacker, C., aMorishima on Marx", publicación [17] Bases históricas de la categor{a de traba.
prevista en Economic Joutnal. jador libre t99
50. Wicksteed, P. H., The comrnonsense of political [l8] Condiciones históricas para la cxlstencia
economy, Londres, Routledge and Kegan Paul' de capital ... ... ... 200
1944. [19] Valor de la fuerza de trabajo 240
I20l El consumo de fuerza de trabaio es DrG
ducción de pltrsvalor ... ... ... ... ... 200
t2l1 La, esfera del intercambio 20t
[22) ¿?or q¡ré la fuer¿a de trabajo es fuente de
plusvalor? 201
2n Indice de citas de "El eapital" Indice de citas f,a rEl iccdrd* ill
Pógs' Flu
t23l El plustrabajo en los diferentes modos de l4ól El crecis¡iento de la ,'I
producción m2 bajo y el crecimiento lll
[24] los límites- del plustrabajo en las forma' [47] Los perfeccionamientos ¡,
1257
ciones no capitalistas ... ... ... ... ... ..:'...
La duración de la jornada laboral está de
m2 etcétera
[48] Crecimiento de los salarios
ilr
','
terminada por la lucha de clases 203 lación ... lrJ
l2ól El trabajo esclavo en el modo de produc- t49l La. acumulación y la crisis,...:,;.rlrill f,rt
ción capitalista (el trabajo de los negros l50l El movimiento de los salariq¡,,
en el sur de Estados Unidos) 203 industrial ... ..: ... .:. ... ..: :.:,r.ltilytill
Í?77 fa lucha por la jornada de trabajo normal. m4 t5ll La acumulación originaria .'. .,- r,'],¡J
t2Sl [,a productividad del trabajo y el plusvalor [52] Los métodos de la acumulaci$n
,,. relativo 2U
-f29l- La cooperación entre los trabajadores en
el siste-ma capitdista 205
[30] Funciones del iapitallsta ... ... ... ... ... .'. 2Ú6
t55l I-a violencia ... ... ...,...*,.i'',¡X¡fü,r
-" - La
f311 economía política: cómo ha sido influi' ]2ú
da por la revólución industrial ... ... ... 'í. iSó: nf dinero y el capital monetario ..:.'l;,rlil ,1,*,
iszj p-r, El capital en la compra ¿e lá'ttUfil&
,4.
1 =.

It?l El trabajo productivo como relación sociáI. 2VI


. de trabajo ... ... ;.. :.. .i.. ',,,]r¡tl .r*,l
-qFÉ*

[33] Determinantes de la productividad del tra- t58l >f: La marca de origen del sisternC'Hff
bajó ... ... ... ... ... .-. .:. 2üt
. netario ... ... .,¡ ,iit jii,.¡tl
[34] Cambios en el valor de la fuerza de tra' t59l La tuerza de trabajo como mercanéf1".:ilf ,'
bajo ... x[l
determinantes del plusvalor y el precio tó01 D-T: El intercambio y la relación de éi¡id.'
- '- Los
t35l
de la fuerza de trabajo 208 tól1 El capital como relación ... ...
- - El
t36l valor del trabajo y el valor de la fuerza [ó2] DT: Las condiciones históricas
de trabajo ... ... ... M tó31 La función de producción es atristórlcl .., ';
t37l El valor del trabajo visto por los econo
' L64l la diferente naturaleza de los mcdlo¡ dl
mistas M producción y de la fuerza de trabaJo .., ,,r
- El
t38l valor del trabajo es mayor que el valor [ó5] Intermpciones en el circuito dcl e¡nN¡li
de la fuerza de trabajo 2t0 atesoramiento, capacidad ociosa, oilOF,fl ": r
2t0 oferta ...
afa¡+a '¡ir"r¡r. t":i
I39l La forma del salario ".

t40l Et capitalista y el valor del trabajo ... ... ztt tóól La mercancÍa y los servicios cotno Ci¡lntt
t41l La forma del salario y la sustancia del tó71 El proceso visto por la econonll Yt$ ,,,
valor ... 212
[ó8] Los cambios continuos en lot vdoil ,,, ,,,
t42l la división d9l plusvalor ... ... ... .'. '.. .'. 2t2 [ó9] La continua valorización dcl.clpltd ,,, ,',
t43l La conversión del dinero en capital ... ... 212
[70] El circuito del capital productho y h ¡O
t¡t4l La creación de capital y la perpetuación del nomía política ,r, ,,r ,, rr
trabajador ... .'. ... '-. ..¡ 2t3 t71l ¿Por qué el circuito del crpttrl,¡tltllüCl
t45l El capitalista y la acumulación de capital. 214 áparece como la forma ¡[ñ3r¡l? ,,, ,,, ,,,
*¡tr¡t!GÍf¡r''",.'.

242 Indice de citas de cEl capitdt,

Págs.

f721 El circuito del capital mercancla como con-


cepción unilatéral 226
[73] Quesnay y..el circuito de las mercanclas ... ,226
f74l El capitd como proceso dinámico 226
t75l ql capital individual y las revoluciones en
el valor ... 2n
[76] El .gF¡i'qlismo industrial y otros modos de
producción en el mercadomundial 2n
[Z] t os beneficios como resultado aparente del
tiempo de circulación ... ... ... ... 22E
t78l I.a categoría del precio de costo 229
t791 ¡¡ plusvalor como producto de todo el ca- /r'$
pital, del trabajo tanto como del stock de
capital fijo ... ?8 t{; oí
J*
i,.'
t80l 9ó¡no e_l plusvalor aparece como ganancia li=
del capital ... :.. ......: ... ..! ... ... $ t,

.().-r'\\
230 (-
t81l El precio de costo como medida del valor. 23t \'r\?r ')
tE,2l La t¡ansformación del plusvalor en ga-
nancia 231
tE31 ¡"
composición del capital: relaciones téc-
nicas y relaciones de valor 232
[84] Diferencia entre plusvalor y ganancia ... ... 233

N
o.|
N
t\
fr)
6
I
F{

!
INDICE

¡lglo
cllR,
oer
velntluno editores, sa
zt. tiExtco
AGUA 2( . o.F.

españa edltores, sa
tlgq Hl{.tpf^do
rlglo velntluno argonllna edltores, sa
rlglo velntluno de colombia,
Í. tr.rS tt¡I¡t ?r¡o. locot^.
aY. D.E.cor.illt^
ltda Págs.

PREFACIO I

LISTA DE SIMBOLOS ALGEBRAICOS 3

,1. INTRODUCCION 5
2. ryL PAPEL DE LA TEORIA DEL VALOR EN
LAS_ ECONOMTAS CLASTCA, NEOCLASIC¡
Y MARXISTA ... .
ra téória maiiiri.' á"1 rb'.-it"iá"ió""i
de producción, 20.-La "áibi,'
explotación v las re-
laciones de producción, 25.
3. TRABAJO INDIFERENCIADO Y ABSTRAC-
TO: ABSTRACCION Y PROCESO HrSTO-
RICO ...
14 dualidad trabajo específico y trabajo
Prlner¡ edición en español, septiembre de 1977 abstracto, 30.-La óreación de pl-usvalor y
Ec¡und¡ edlción en español, noviembre de 1980 el papel del dinero, 3ó.
@ rtolo xx¡ DE EsPAñA EDrroREs, s. a. 4. LA CREACION DE PLUSVALOR COMO
PROCESO SOCIAL 4t
lflmsrr edición en inglés, 1974
O 0ny.Mllt¡ Publishlng Ltd., Londres 5. LOS TRES CIRCUITOS DEL CAPITAL ... 45
Orl¡lnrl: Marxian Economic Theory ó. LA REPRODUCCION SIMPLE Y LA RE.
PRODUCCION AMPLIADA. VISION PRELI.
¡!¡ENVADOS CONFORME A LA LEY MINAR 5ó
y hocho en España
lad mado ln Spain 7. LA TASA DE EXPLOTACION Y LA TASA
DE GANANCIA ... ... 64
dr lr gublcrtr: Santlago Monforte 8. VALORES Y PRECIOS: EL pROBLEMA
ll¡lld?ló DE LA TRANSFORMACION óE
9. VALORES Y PRECIOS: EL pROBLEMA
PLANTEA"DO POR MARX 74
Indice

Pógs.
PREFACIO
LA RESOLUCION
BORTKIEWICZ ... 80

#ffiflüf,#F1^ry:JBB**8"8'-.'l"d 87

II. OEROI ENFOOUBS DEL PROBLEMA DE


U\ TMNSFORMACION 94

lE AMPLIADA: INTRG
tzl
I{. U\ CRITICA DE ROSA LUXEMBURGO ... 132 Durante los rlltimos años el profesor peter Wiles
t37 y yo hemos estado impartiendo conjuntamente un
I5. L/\ SOLUCION DE ROSA LUXEMBURGO ... curso de economía marxista. El profesor peter
ló, LA RBPRODUCCION AMPLIADA: CONSI- Wiles se ha dedicado sobre todo a los temas del
DERACIONES ADICIONALES ,.. ..' t43
joven Marx y del análisis del comunismo pleno,
I?. LA CAIDA DE LA TASA DE GANANCIA ... 155
mientras que yo me he concentrado en h órítica
It.
-- LA CONTRASTACION POR GIL!\44¡!-DEL de Marx al capitalismo. Este libro es una versión
DgsceNso DE LA TASADE cANANcIA "' 1ó4
ampliada y revisada de mi contribución a ese
'-' LA
19, SIGNIFICACION DE LA TEOBIA ECO- curso.
ñóMióA DE MARx EN EL MUNDo coN- Son muchos los estudiantes que han contribui-
TBMPORANEO ... ... 173
do a profundizar mi conocimiento de Marx y que
ANEXO: CITAS DE AEL CAPITAL" 193 me han enseñado a repensar viejas ideas. Esioy
agradecido a E. Akat, Dada Yaffe, Stephen Lord,
BIBLIOGRAFIA ... 23s Pet_er Nore y Nat Levy, entre otros. Mark Blaug
y Gail Wilson leyeron las primeras versiones dó
INDICE DB CITAS PB "EL CAPITALT 239
este libro y contribuyeron de diferentes modos
a mejorarlo. También quiero dar las gracias a Ge-
raldine Preece, Carol Martin y Anne de Sayrah
por mecanografiar los primeros borradores.

MEGHNAD DESAI
London School of Economics, 1923
La singularidad de estas Leccio'
nes de teoría económica mar'
xista es que en ellas se unen una
presentación clara Y concisa de
los principales temas de El ca'
pital, un análisis de la validez de
la teoría económica marxista a
la luz de los cambios en el sis-
tema capitalista posteriores a la segunda
guerra mundial, y una insistencia en la
vinculación de los conceptos marxistas con
la lucha de clases que lleva al autor a poner
de ielieve la necesidad de analiz'ar las rela-
ciones de valor subyacentes a las relacio-
nes de cambio, único camino para la com-
prensión de la explotación de clase.
Desai realizá una extensa discusión de los
intentos de economistas neoclásicos, Gomo
Samuelson y Morishima, para relacionar la
obra de Marx con la corriente principal de
la teoría económica, situándolos en el con'
texto del problema de la transformación de
valores en precios y de la obra de Srafia' i.:,';
una última lección, el autor artalizalr
bución a la teoría económica mar;
Ias conocidas obras de Baran Y
Mattick, y Glyn y Sutcliffe.

También podría gustarte