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DETEORTA
ECONOMTCA
WSTA
¡
l¡ l3uertnr lc rburrldos o lo equivocados ie esta posición una vez que la nueva teoría ha
¡b lor c¡crltos de Marx. Final- sido propuesta y no antes. En este sentido la pu-
I trnblán qulon dlga que no puede plicación de la General theory proporcionó at pri-
tln €Bfl9 d€ economfa marxista en blico una rhanera nueva de leer a Marx. Repen-
f,a ll hfyfn ¡rtlrfocho igualmente las de- tinamente, todos los economistas estuvieron en
I lh 9trct eurrc¡ de tlpo similar: por ejem- condiciones de leer a Keynes al leer a Marx. (La
& our¡o¡ do toorfa económica del mayor intersección de los dos conjuntos, el de los marxis-
tas y el de los economistas, no es, afortunadamen.
ll-no ro llcgs a dar ningún curso, el estudiante te, un conjunto vacío; sin embargo, sólo contiene
eUÉ tl¡uÉ queriendo aprender economía marxista un elemento: Paul Sweezy. St Teoría del desarro
thnc'rrln algunas opciones abiertas ante sí. Puede llo capitalisl¿ resulta indispensable, por supues-
bcr a autores marxistas, o puede leer lo que di- to, para cualquiera que trate de estudiar a Marx.
vcrgos 'économistas han escrito sobre Marx. Los Sin embargo, ya fue publicada hace más de trein-
marxistas, piguiendo el mal precedente establecido tá años. Desde entonces,se han producido muchos
por Hyndman, suelen tomar como punto de par- desarrollos tanto en la teoría económica como en
tida la economía primitiva y proceden, a partir el ambiente político que exigen un nuevo enfoque
de ahl, a estudiar todas las etapas históricas de de la teoría económica marxista.)
la'sociedad, de modo descriptivo, tratando de pro- El problema que plantea el enfoque de estos
bar rnediante citas de autoridad que el trabajo economistas es que su evaluación de Marx está
y que el esque-
es la única fuente de toda riqveza teñida por las modas del momento y por las téc"
ma de Marx sigue siendo válido, si no la única nicas prevalecientes en la ciencia económica. La
verdad. Pocos en este grupo hacen justicia a la teoría económica moderna constituye el paradig-
rlqueza analítica del pensamiento de Marx. Los ma dominante a cuya luz se jtzga y se alaba a
oconomistas cuyos escritos sobre Marx pueden ser Marx como precursor, etc. Pero según esta línea
leldos por los estudiantes consideran a éste; en de razonamiento, Cournot se anticipó a Marshall,
contraste con sus colegas más ortodoxos, una fi- y Malthus, entre otros, se anticipó a Keynes. Y; sin
gura posricardiana principal y no secundaria. Los embargo, no nos sentimos obligados a dar cursos
mlembros de este grupo sostienen que Marx es sobre la economía de Quesnay, de Malthus o de
lmportante por haber anticipado muchos de los Cournot. Incluso Marshall, Edgeworth y Pigou no
rGclcntes desarrollos de la teoría económica. Marx merecen cursos específicamente dedicados a su
¡-dtcen- se anticipó a Walras, Keynes, von Neu- obra. ¿Cuál es, pues, la justificación de un curso
mlnn, Leontieff, al análisis de la renta nacional, sobre Marx?
I lo¡ modelos de crecimiento bisectoriales, etcé- La raz6n para enseñar teoría económica marxis-
lfr, E¡tá claro que se acercan a Marx a través ta, si la hay, debe encontrarse en la vigencia po-
érl,flltro dc la teorla económica moderna. El ad' lítica del análisis de Marx. No quiero decir con
r,,i¡ thlnbnto do crda nueva teorla en el campo eco- esto que su análisis sea el apropiado para estudiar
' eÉnloo gparmlll ¡lcmprc a alguien reinterpretar la economía soviética y las de la Europa del Este,
u l'llfta r¡lud¡rle como sntlclpador de esa nueva o que pueda constituir una guía esclarecedora de
[ii,,"ügll, l¡ gbvlo qu. r Merx tólo puede asignárse' las manifestaciones, a menudo místicas, de l,os
M. Desai Introducción
fi hl |!üorul lncurrldos al tratar de resol- Marx en la medida en que ésta es necesaria para
$[*lanr da lr Frn¡formación. Asimismo, comprender su teoría del valor. No trato en estas
ldtdó Ron Luxcmburgo, cometió fallos al páginas de corregir la visión que Marx tiene de la
¡llrolgnr¡ ruroJcmplos aritméticos de historia, ni tarnpoco de defenderla. El capítulo 4,
rmpllrda con su teorÍa del des- a continuación, completa las categorías que son
lntllh,a$lnrl y do lae crisis expuesta en dife- básicas para entender los conceptos de valor.
fmhf Pfrtü do ¡u obra. Yo amplío la discusión El capítulo 5 describe los tres circuitos del ca-
*ltoi Lutcmburgo y la relaciono con la distin- pital, contenidos en el libro tt de EI capital. Este
Cón vrlor.prcclo. tema se suele dejar a un lado en la mayoría de los
Un prcblcma con el que uno se encuentra al tra- estudios de economía marxista. [a importancia de
br,,dc sstudiar a Marx es que ya tenemos opinio las relaciones monetarias en el modelo de Marx
nos consolidadas sobre su obra antes incluso de sólo se destaca con claridad cuando observamos
haber leldo una sola palabra escrita por é1. Algu- los tres circuitos conjuntamente.
nos saben que sus profecías han resultado falsas, Con los capítulos ó y 7 nos encontramos en el
que las revoluciones no han tenido lugar en los territorio más familiar de las ecuaciones básicas
palses capitalistas desarrollados, que los trabaja- de Marx. Confío en que los lectores hayan sido ya
dores no se han empobrecido y que en lugar de la suficientemente alertados por los capítulos ante-
crisis prevalece la prosperidad. Otrosr con una riores y tengan conciencia de que esos símbolos y
convicción igualmente profunda, sostienen que ecuaciones no deben ser manipulados mecánica-
Marx y sólo Marx pronunció la verdad y que el mente. El escenario histórico debe tenerse siem-
colapso del capitalismo está a la vuelta de la es- pre presente.
quinl. Pocos són los que leen a Marx. Leemos io Los cinco capítulos siguientes componen una
que se escribe sobre é1. Incluso cuando lo leemos discusión del famoso problema de la transforma-
directamente es en forma de citas aisladas aporta- ción. Tras una introducción breve, y para los aca-
das por algln autor para probar su propio argu- démicos quizá demasiado esquemática, esbozo la
mento. Debe quedar claro que la lectura de este solución de Man< y señalo sus errores. A continua-
libro no constituye un sustituto de la lectura de ción describo la solución sugerida por Bortkiewicz,
los tres volúmenes de El capital. No obstante, lo que permite clarificar los errores de Marx. El
para que los lectores puedan acercarse a las pala-
contenido social de la solución propuesta por
bras de Marx sin ninguna interpolación mía, he Bortkiewicz difiere del que está presente en la de
e¡rupado todas las citas de El capital al final del
Marx, y discuto estas diferencias brevemente. El
llbro. Es mi deseo sincero que los lectores traba-
capítulo 9 refleja mi concepción de por qué el
Jrn ocaa citas al mismo tiempo que el texto. problema de la transformación tiene que ser re-
En ol capltulo 2 se esboza la diferencia entre
lcgñomfa m¡rxista, economla clásica y economía suelto en el modelo de Marx. Puesto que mi posi-
nOell¡lm, Prrr entender estas diferencias hemos ción difiere considerablemente de las interpreta-
lf lndr4r ln lr conccpclón do Marx de la natura- ciones prevalecientes, examino también la discu-
br ib lr rrplot¡clón, T¡nto en ese capltulo como sión que del modelo de Marx hacen Samuelson y
ü d fln¡l¡nh, uboro h porspectiva histórica de Morishima. También discuto brevemente el traba-
M. Desai Introducción 13
tua'lr luroltrdo tinto interés entre racismo, el sexismo, el imperialisrno, etc. Tampoco
ut b' rconomlr marxiana. es un libro de crítica de la economía neoclásica, y,
$ltulor tl¡ulcntes presentan el mo por consiguiente, en él se ignoran crrestiones del
ü lr rcproducción ampliada. El mo- estilo de las que surgen en el debate reciente so-
{llo llrho¡ riltrrldo de los rlltimos capítulos del bre teoría del capital. Este libro trata la economía
übtU ¡t dt El capltal, se describe en el capítulo 13. marxista como un programa de investigación en
A ¡ontlnurclón dlscuto la crítica de Rosa Luxem- marcha en que todavía hay muchos interrogantes
bt¡r¡o rl modelo de Marx y la solucién que aporta. que responder 2. Para que la exposición fuese ac-
8ólo hc tenido en cuenta aquellos aspectos de la cesible al mayor número posible de lectores, la he
etposición de Rosa Luxemburgo que tienen inte- mantenido a un nivel no matemático. Por la mis-
rés analltico. Incluso la crítica que hace de Marx
es deficiente al no destacar la significación de la
ma razón, he evitado también la jerga de los filo-
distinción valor/precio, y, en consecuencia, yo su- sofos que escriben en este campo.
giero en el capítulo 16 algunos modos provisiona-
les de integrar este problema en el rnodelo.
Una de las críticas que se hacen con frecuencia
a la teoría marxista es que sus predicciones no
son contrastables, o que han sido contrastadas y
rechazadas, pero que los marxistas se niegan a ad-
mitir el peso de la evidencia. No he abordado en
absoluto esta cuestión metodológica. Muchos de
log razonamientos en torno a este tema se han des-
arrollado en términos de lo que puede llamarse el
enfoque falsacionista ingenuo l. He analizado en
detalle la predicción del decrecimiento de la tasa
de beneficio. La investigación empírica de Joseph
Gillman en torno a esta ley está resumida en el
capftulo 18, donde discuto el problema de la espe-
clficación de las predicciones de Marx de modo
que se pueda realizar la contrastación apropiada.
En el último capítulo se discute una variedad de
tomas relacionados con la significación contempo-
rlnor de la teoría económica marxista. Una vez
mlr hago hincapié en aspectos analíticos que sur- 2 Véase la discusión en 23, especialmente el artículo de
ttn rl de¡arrollar la teoría de Marx. Sin embargo, Lakatos.
y
El problemá de las relaciones entre .cienciar
cseudocienciao es complejo, y aquí no lo estudiaremos
lftr no 0¡ un llbro sobre economla política radical en absoluto. En este libro desarrollo la posición de que la
tr Per oonll¡ulcntQ, no estudio los problemas del teoria de Marx constituye un programa de investigación
progresivo en la terminología de Lakatos. No hace falta
--I Ya¡x ¡oh ¡, decir que ésta es una opinióh personal que todavía no está
completamente perfilada.
El papel de la teorla del valor 15
lllltdr
lor prcclor dc todos los bienes tieff, Von Neumann y Sraffa, han clarificado mu.
fth,dd hput dc trabajo actual y del input chas de las cuestiones debatidas en torno a la
¡fbflo hcotporado en los materiales de pro teoría clásica del valor-trabajo a. La primera cues-
Slcmpre hubo en la tradición clásica una tión es la de si los precios relativos son propor-
rnbl¡ücd¡d ¡€specto a cómo se debería entender cionales sólo a las cantidades de trabajo incorpo
cl papel del trabajo: si el trabajo se usaba sólo rado en los diferentes bienes. Sabemos ahora que
como una medida de valor o si se llegaba a afir- en la medida en que en la producción de cualquier
mar que el trabajo y sólo el trabajo era la causa mercancía se usa tanto trabajo directo como tra-
y, por tanto, la fuente del valor. De cual de estas bajo indirecto, viniendo este último incorporado
dos posiciones posibles se sostuviera iban a de- en los inputs materiales necesarios, tenemos que
pender muchas cosas, puesto que desde el punto ponderar los inputs indirectos por la tasa de -sa-
de vista de que el trabajo es la única fuente del nancia. Por ello, para poder deducir los precios
valor, una opinión adoptada por muchos radicales relativos necesitamos información sobre la tecno
ingleses en los años 1820 y 1830, los beneficios logía del trabajo y de los restantes inputs, asl
podían ser considerados como una sustracción in- como sobre la tasa de ganancia prevaleciente en
justa del valor que había sido creado sólo por el la economía. Si en el proceso de producción se
trabajo. Pero aun adoptando la posición,de que utilizan, además, bienes de capital duraderos, el
el trabajo es sólo una medida de valor, subsisten cálculo de la teoria del valor-trabajo se hace aún
muchas dificultades lógicas dentro de la teoría más cornplicado. Pero todos estos problemas pue-
clásica del valor-trabajo. den resolverse ahora analíticamente y es posible
Un problema importante es que la medida del derivar vectores de precios y cantidades de equi-
valor no es invariante con respecto a la estructura librio a partir de los coeficientes técnicos y de
de la producción y de la distribución de la renta. la tasa de ganancia. La teoría clásica del valor-
Al crecer la economía, los cambios en la tecnolo- trabajo tal como ha sido reformulada por los eco
gla y en las cantidades y variedades de bienes nomistas matemáticos modernos permite profuni
producidos y en la estructura del consumo (bien dizar en la indagación de ciertos problemas de
debidos al crecimiento de la renta o a cambios la teoría económica, como el de la valoración del
en los gustos) alteran el valor de la unidad de capital, y pone de relieve la dependencia de los
trabajo. Para evitar este problema hay que postu- precios respecto a la distribución de la renta.
lar un salario rígido de subsistencia y una tecnG El papel de la teoría del valor en la economla
logla inalterada. Si se quieren considerar el cre- clásica y neoclásica es proporcfonar una explica-
cimiento y el progreso técnico, éstos tienen que ción de la estructura de los precios y cantidades
especificarse de tal modo que el valor del trabajo observados. Las diferencias en enfoque radican
permanezca invariable. Al llegar a este punto el en que mientras la última pone el acento sobre
cJcrcicio se hace irrealista y tautológico3. el problema estático de la asignación de los re-
Al¡unoc desarrollos recientes en la economía cursos, la economía clásica está orientada hacia
mrtomatlca, / cn particular los trabajos de Leon- la teoría del crecimiento. Ambas se limitan, sin
I El problcnr do un¡ mcdtda lnvariante del valor se a Se puede encontrar biblioerafia en
dl¡out¡-¡n {l y on 13.
42.
M. Desai
El papel de la teorla del valor
l{lt$dlü r¡lrelonc¡ cstrictamente ece
analizar el modo en que'Marx trdta el problema
V¡n C#l$dm r cxpllcar hechos econó
'como cantidades de las diferen- de la.explotación. Entre los ideales de la Revolu-
ll¡tltlllrDcfm (lncluyendo el trabajo producido cién francesa y de otras revoh¡ciones liberales de-
mocráticas semejantes se encuentran la elimina-
tr,ll oonlumldo), precios obtenidos por las mis- ción de los privilegios feudales y de la servidum-
¡nll, tltas do acumulación y de cambio tecno- bre señorial, el establecimiento de la igualdad, de
ló¡lco, etc.
ta libertad para contratar y del disfrute de la pro
piedad privada sin interferencias arbitrarias. ¿Có
LA TEORIA MARXISTA DEL VALOR mo puede existir explotación en üna sociedad en
que todo el mundo es igual ante la ley y puede
Para Marx, Ia teoria del valor es la clave explica- establecer una relación contractual sin compulsión
tiva cle la naturaleza de la socied-ad capitalista. externa alguna? Este es, para Marx, el primer in-
Marx consideró la noción de valor como un con- terrogante que debe responder la teorla del valor.
cepto esencial para explicar las condiciones socia- La primera idea de la que hay que desembara-
les y económicas prevalecientes en la sociedad, el zarse es la de que la explotación está basada en
crecimiento de las fuerzas productivas y lá acumu- la ignorancia de los explotados o es debida a im-
lación de riqueza, la división de la sociedad en perfecciones de la estructura competitiva. En la
la clase de los que tenían que trabajar para vivir teoría económica moderna se define la explota,
y Ia clase de los que vivían del trabajo de los ción, siguiendo a Joan Robinson 5, como la dife-
anteriores, el contraste entre pobreza y riqueza. rencia entre el salario y la productividad marginal
Pero para Marx el cálculo del valor era específico del trabajo, diferencia debida a elementos monG
de la sociedad capitalista. A diferencia de la teorla polísticos. El concepto de explotación en Marx no
económica neoclásica que extiende su modelo has- depende de imperfecciones de este tipo. Precisa-
ta cubrir todas las sociedades posibles en el tiem- mente, lo irnportante es explicar la existencia de
po y en el espacio, la teoría de Marx pone de la explotación en un mundo exento de tales im-
relieve la relatividad histórica de las categorías perfecciones, por muy reales que éstas sean.
económicas. De modo que Marx no cree que las El intercambio es mutuamente beneficioso en
relaciones de valor sean aplicables a sociedades un mundo en que el intercambio está basado en
feudales o comunistas; las relaciones de valor sólo la libertad de contratación [11]. En las sociedades
son válidas en una sociedad capitalista. Es abso capitalistas los trabajadores están en libertad de
lutamente necesario entender bien el concepto de vender su trabajo al empresario que pague más, y
valor en Marx y los rasgos que lo diferencian de lós empresarios son igualmente libres. Estas con-
la noción de valor, aparentemente similar, de la diciones no se extienden universalmente por el
teorla clásica. La falta de comprensión de este tiempo y por el espacio; por el contrario, surgen
ooncepto ha dado lugar a mucha confusión y en el contexto histórico especlfico del capitalis-
r muchas polémicas estériles. mo. En una sociedad feudal un siervo no puede
El v¡lor cs para Marx una relación social. La ma- contratar con su señor ni con nadie. La explota-
nCrl mGjor dc entender este concepto de valor es tL es a ¿O. Para una aplicación econométri-
""f*"*ia
ca de esta idea véase 8.
!.'TJ
M. Desai El papel de la teorla d.el valor 2t
lantrlltl oon ettr ¡ltuaclón, la aparición del tra- nación de la coerción social, pero puede conducir
trrüot, llbrt en muchos otros pafses réviste la con frecuencia a un deterioro de la posición eco-
lornr dc dcrporesión de los campesinos o apar- nómica de los trabajadores. Es fácil encontrar
00lOr I través de alguna forma de legislación re- a menudo la nostalgia de los días de los (terrate-
formedora de la tenencia de la tierra o a través nientes benevolentesr, que trataban con paternal
dc los procesos conocidos ahora como de destriba. cuidado a unos trabajadores cuya suerte se oscu-
llzaclónr urbanización, emigración a plantaciones reció con la emigración. Al analizar la situación
extranjeras, etc. económica de cualquier país o período histórico,
En el Reino Unido fue el proceso clásico del es importante conocer la forma histórica que en
movimiento de los cercamientos y de la destruc- el caso respectivo asumió el surgimiento del pro
ción de las industrias domésticas el que terminó letariad<¡ o del trabajador libre s.
desposeyendo a campesinos y artesános y creando; La otra cara del proceso de aparición del traba-
de este modo, un proletariado industrial en un jador libre es el proceso de consolidación del
perfodo de doscientos o trescientos años 7. En mu- monopolio de clase de los medios de producción
chos palses en que la introducción del capitalismo en manos de los capitalistas. Este es también un
no ha significado, de modo inmediato, la indus- fdnómeno histórico que toma formas particulares
trialización, podemos encontrar masas de jornale- en diferentes sociedades aunque presenta algunas
ros sin tierra, en una situación de dependencia uniformidades. En primer lugar, es un monopolio
fcudal o de empleados permanentes del terrate- de clase, no un monopolio individual. Un mono-
nlente local, que sólo lentamente empiezan a con- polio de clase de los medios de producción es
flgurarse como trabajadores ocasionales percibien- coherente con la existencia de competencia entre
do salarios monetarios y sin una situación de de- los empresarios individuales; a decir verdad, el
monopolio de clase aparece en la superficie como
fcndencia. El conseguir la situación de trabajador competencia entre los capitalistas. La clase entre
llbre es un paso progresivo en términos de elimi-
cuyos miembros se concentran los medios de pro-
Dlot¡clón, explicándolo como una consecuencia de la dis. ducción recibe frecuentemente el nbmbre de bur-
po-nlbilidad de tierra virgen.
- 7 Esta es una cuestión É¡uv controvertida v me he limi- guesía, aunque el término puede incluir también
trdo i ,dar un esbozo del árgumento de Marx. En los otros elementos: profesionales, altos funcionarios
últlmos años diversos historiaáores han Duesto en cues-
[ló-n esta interpretación de los cercamienios (enclosures). {e la burocracia del Estado, alto clero, etc. e Por
tobrc las circünstancias históricas oue dieroi luear a lá -J tfurtu utora han sido historiadores
ton¡nación del proletariado en Inglatérra y sobre él papel los que han revela-
do lo¡ cercamiéntos, véase 10. Enll esque-ma de Mari liay do las circunstancias particulares subvacenfes a un mode
Unr omlsión importante: no se mencliona la formacióñ lo general. Un ejemplo esqecialmente interesante es el que
al¡ unr clase trabaja¿e¡¿ ¡graria. Marx prácticamente ig- proporciona Isaac Deutséher en 12, al explicar el cafác-
norl ql_ problema de las reiáciones de cláse en la agricu'i- ter de clase cambiante de la fuerzá de trábaio rusa des-
lUf;,- Mós tarde les llegaría el momento de plantea-rse el pués de la guerra civil y la importancia qu:e tuvo este
prghltmr a Kautsky, eñ 20, y a Lenin en múchos de sus f,actor en el debilitamienfo de la- tradición ievolucionaria
ItBrltot, c¡pecialmente en 24. La obieción de Chambers de_l proletaria4g lrrqo. En relación al caso inglés, véase 17.
ll ¡uede obvlar en base a un modelo de la estructura de r Las ambigüedades en la definición de ñureuesía han
€lllu r¡rr-rlr¡ del estilo Kautsky-Lenin, pero, hasta ahora, dado lugar a muchos problemas para los sobiórnos revo-
lucionarios-. Véase, por ejemplo, ei capítulo- 3, sobre
üll modalo no ¡e ha elaborado de una manera satis- se y partidoe, en 9. "Cla-
hStorh,
:*' M' Desai El papel de la teoría del valor 25
fuerza-de trabajo (la mercancía que ofrece el tra- una forma particular de especialización: el modo
bajador) está determinado, lo mismo que el precio de producción mercantil [8] [2]. En las socieda-
de cualquier otra mercancía, por la oferta y la dos más primitivas la gente producía en parte
dernanda. Pero a diferencia de otras mercanclas Para su propio consumo y en parte para inter-
que se usan durante el proceso de producción, en cambiar en el mercado por otras mercancías. En
ponsecuencia, el productor aparecía ya en el mer-
que tanto el comprador como el vendedor son ca-
pitalistas, en el cambio de fuerza de trabajo (T) cado con los frutos de su trabajo. Dentro del ca-
por dinero (D) nos encontramos con una transac- pitalismo la producción no va dirigida al uso sino
ción entre personas pertenecientes a diferentes al intercambio" El trabajador, en vez de llevar su
producto al mercado para cambiarlo allí, lleva
clases de la sociedad: la clase de los trabajadores
desposeídos de los medios de producción y la cla-
directamente su fuerza de trabajo que cambia por
una cantidad de dinero o por una cesta de bienes,
se de los capitalistas que poseen los medios de y esto con independencia de la naturaleza de la
producción [ó0]. Esta relación de clase se encuen-
mercancía que está dedicado a producir. No está
tra oculta detráS de la relación mercantil que tiene
lugar sobre una base de aparente igualdad. Los implicado directamente en el resultado final de
su trabajo y, en este sentido, está salienador de
trabajadores aparecen en el mercado como la mer-
su actividad productiva, Pero la única manera en
cancía fuerza de trabajo, y al vender esta fuerza
que puede vivir es gracias a su trabajo (pues no
de trabajo tratan de obtener otra mercancía, ca-
pital (una suma de dinero anticipada por el capi- tiene medios de producción a su disposición) y, en
consecuencia, su situación libre le convierte en
talista), que, a su vez,'es la forma en que el ca' fuerza de trabajo [15]. Su actividad productiva,
pitalista aparece en el mercado. En cada.caso los que es esencial para su existencia, está alienada
hombres establecen relaciones. entre sí a través
de lo que constituye su producto final. Al ser com-
de las mercancías que representan. Esta transfor- prada la fuerza de trabajo, se la transforma en
mación de una relación social, de una relación de
clase, en una relación mercantil, en una relación
un producto final qüe se cambia por otros ,pro-
ductos finales que son, ¿t Sü v€Z; versiones trans-
de cambio, es lo que Marx llama 'fetichismo de la
mercancía. El fetichismo es una institución pecu'
formadas de las fuerzas de trabajo de otros tra-
bajadores. En estas condiciones, los trabajadores
liar del capitalismo t3l t4l. sólo se relacionan entre sí y con el capitalista
Para entender esto riltimo, examinemos el feu-
a través de la mediación de las mercancías.
dalismo. La relación entre siervo y señor es una
relación social claramente de explotación [7]. El
La productividad de la fuerza de trabajo con-
serva la vida del trabajador y perpetúa su situa-
siervo tiene que pasar parte de su jornada de ción de trabajador "libreu [44]. De modo análogo
trabajo diaria, o varios días de la semana, traba- la productividad de la maquinaria legitima el
Jando para el señor. El señor se apropia así direc' excedente gue se apropia el iapitalista. La pre
tamente una porción del trabajo. del siervo, in- ductividad de la cosa perpetúa la situación de los
Corporándolo en su propio output. La falta de seres humanos que están relacionados con ella.
llbertad del siervo hace su explotación directa- El capitalista se apropia el excedente como con-
monte vlsible, El capitalismo no sólo tiene traba- secuencia de la relación social de propiedad pri
Jrdorcr llbres sino que se caracteriza, además, por 2
n M. Desai Bl papel de la teoría del ealor 29
vada históricamente dada, y de las circunstancias como las de propiedad estatal de todos o algunos
del monopolio de clase de los medios de produc- medios de producción, y, sin embargo, Ia contra-
ción..Al nivel del intercarnbio, la productividad del dlcción original permanece en la medida en que
capital (por ejemplo, maquinaria y edificios) apa' cl trabajador tiene que venderse a sí mismo para
rece como productividad o funcionalidad del ca' conseguir sus medios de vida, en la medida en
pitalista. (En otras relaciones sociales las máqui: que está alienado del proceso de producción en
nas pueden sqr productivas, pero el excedente no que toma parte, y en la medida en que se enfren-
tiene por qué afluir a la clase capitdista, pues,to ta a una clase dominante a través de una relación
que. esta clase puede no existir.) Como las rela- mercantil 13.
ciones sociales aparecen como relaciones mercan-
tiles, nos encontiamos con el fenómeno del feti'
ctrismo de la mercancía [4]. Las relaciones mer-
cantiles tienden a ser percibidas como ahistóricas
y atemporales. El observador propende a conside-
rar que las relaciones de intercambio son atempo'
raleJ y que el cálculo de la teoría económiqa es
aplicaLle a todos los estados de la sociedad- En
eite sentido, es fácil concebir que el señor feudal
roptimiza" de la rnisma manera que una sociedad
anbnima o un empresario. Al nivel del intercambio
las cosas parecen ocurrir así, y es legítimo con-
I ceptuarlas del mismo modo, pero la naturaleza
de las relaciones de explotación es diferente qn
el sistema capitalista y en el sistema feudal.
La contradicción entre la situación jurídicamen'
i
te libre del trabajador y el hecho de su explota'
I
ll ción es la contradicción original del capitalisrno'
Es original porque aparece en'los orígenes del
capitalismo 12. En ninguna otra sociedad la explo'
tación adopta la forma de valor, pues en ninguna
otra sociedad es necesario enmascarar la explota-
ción tras las relaciones visibles. [,a forma mercan-
cfa de la fuerza de trabajo y su confrontación con
la forma mercancía del capital es un hecho especl-
i flcamente capitalista. En algunas sociedades, como
por cjcmplo la URSS,la forma legal de la relación
áo propledad puede cambiar y adoptar formas
¡l Var$ ló, 13 Véase 38. ló y 38 están reproducidos en 3.
l¡úelo lndilerenciado y abstracto 3t
por la máquina. Esto significa qle el eoSte de la los precios de los bienes.a los precios de los inputs
inaquina f el coste de lás materias primas' están lctuales y anteriores de trabajo. Muchos autores
inctuidos en la suma inicial de dinero antici' han demostrado ya cumplidamente que si se usa
"a
iá¿", p. Sólo queda el tercer elemento comprqdo cfpital en el proceso de producción, al hacer los
io" b -la f'íerra de trabajo-' como la única cálculos de precios ha de incluirse una tasa de
ganancia a. A Marx no le preocupa tanto la de-
fuente posible de plusvalor.' valor en exceso y por
encimi del incorporado en el precio de com- terminación de los precios. Es perfectamente cons-
pra glente de que, desde el punto de vista. del capita-
--et'itáu"¡o
[131.
crea plusvalor en virtud de que la llsta (y de la economía política), se puede formular
aurigu"f t"iación de clase que opera en el mercado una teoría de los precios basada en el coste de
de tiabajo crea una discrepancia entre-el valorde producción t80l t811. En este caso, los beneficios
rsoy"factores de cambio áel trabajo [22]' De los con la diferencia entre el precio y el coste unita-
tres "t"v"lor de producción,
-son las máquinas y las rio y pueden proponerse racionalizaciones diver-
áaterias primas y
compradas -vendidas por sas espíritu empresarial, asunción
-abstinencia,
de riesgos, etc.- para explicar esta diferencia.
capiiatistas y, en esta meáida, no hacen posible
UtitracciO" de plusvalor. Los casos de equivoca' Marx está interesado en la relación entre precios
;l;; en el precio o los engaños que pueda haber y valores, pues sólo esta relación puede mostrar
iOtá la distribución del plusvalor dentro cómo los beneficios son generados por el plusva-
áe 1a "t""t"tt de los capitalistas' El trabajo es la lor. Para Marx, sólo la teoría del valor pueáe des-
,!tti"" *"."ancla vendida por el trabajador y cqq'
"Ute cubrir que los precios basados en las estructuras
productivi-
p*A ;¿t el capitalistu [oo]. Y es,la valor de costes enmascaran las relaciones sociales de
ááJ áér trabajo -productividad de y de valor.
plusvalor- la que gette.u la demanda de trabajo Para la teoría mamista, el plusvalor es creado
oor parte del caPitalista [20]. por eI trabajo. To,{as las mercancías tienen valor.
' náJá*ot asl a la tlneá divisdria tundamental Las máquinas son productivas como lo es el tra-
entre la teoría económica marxiana y el resto de bajo. Pero sólo en el caso del trabajo, y debido
i". o"""1". de economla: la clásica, la neoclásica a la naturaleza desigual de las relaciones sociales,
v 1a tevnesiana. El continuo malentendido que existe una discrepancia entre el valor de uso y el
áui"" f" teoría marxista y, en particular' la con- valor de cambio de la fuerza de trabajo. Al final
ñi¿" entre la teorla da Mary dé y. l" d9 Ricardo' de cada proceso productivo el trabajador se re-
á""iu" de la aparente identidad las teorlas del produce a sí mismo y el capitalista acumula ri-
nátot qo" usari ambos. Ricardo comienza aceptan' queza 1441. Esta asimetría de resultados se debe
'¡;;*; un dato la existencia de tres clases de
los
a la asimetrla de las relaciones de clase. Al nivel
;;ept"¿t de renta, y su objetivo es.estudiar del intercambio, no se puede deducir semejante
C*iot de la acumdáción en las partes recibidas asimetría, partiendo de condiciones iniciales de
ilr U. tres clases. Como puede vérse' la teoría igualdad. La teoría de Marx, si se interpreta divor-
ífátaf""" ael valor es también una teoría de la ciada del contexto de la lucha de clases, es indis-
dliiriU""iO" de la renta en una economía en cre
olñicnto. Una parte de esta teoría trata de reducir { Véase 44, capftulo ó.
0 M. Desai
de producción puede g€nerar un excedente' éste dc marketing. En general, Df>D y M'>M. La di-
torencia D'-D pertenece al capitalista, porque tal
sóló asume la iorma de valor en el sistema ca'
pitiiti" y sólo en este sistema pertenece el ex- como las cosas se presentan, en virtud de ser pro
El pletario de D, CP le pertenece y, en consecuencia,
;;d""t" ál propietario del capitalunamonetario'
suma de di- t¡mbién le pertenece todo aquello que CP produce
;;t*tá üegá al mercado con
por encimá de los {costes de producciónr. En este
nero (D), pero-éste sólo empieza a fu-ncionar como
capital c'uando el capitalista lo moviliza para com'
&ntido, el proceso de produccién flsico se con-
pár -áái"s de prbducción y materias (T)' El
primas
capita-
flgura como una función del capitalista. Y, sin
Gmbargo, no es su propiedad de la maquinaria la
iüi;),-"ii "o*o fú.ttadiversos
de trabajo
inputs, convierte el que le hace acreedor al excedente, Que el capita-
iirá'ul comprar los pr.oductiuo,(cP)' Te- llsta sea propietario de la maquinaria o que la
;;;;i"l-;;etario en,capital
tome en arriendo es irrelevante; en cualquier caso
nehos, en este caso, la mitad de un ciclo: ¡e embolsará la diferencia entre D'y D.Asl como
la maquinaria es propiedad del capitalista una vez
edquirida, independientemente del hecho de que
o-rurl
.MP I
=., la use o la mantenga ociosa, la fuerza de trabajo
¡ólo se convierte en propiedad suya durante el
I
perlodo de uso (a lo largo de la jornada laboral)
Marx empleó esta notación paT-.el ciclo D-D" El 164). La maquinaria.por sí misma no puede pro-
los inputs (M) -g: mercanclas ducir nada; por sl mismo, sin acceso a los medios
"iiii.rl.ii
adelantando"rmpra
una suma dé dinero (D)' Los inputs de producción, el trabajador no puede vivir. Des-
de su propio punto de vista, el trabajador cambia
lftfi "ó"titt"n en trabaj" (T)-{ materiales de pro'
(MP). Al juntarse (T) y (MP) en manos Bu mercancía de trabajr por una suma
áuóciOn
pro de dinero para -fuerza
obtener la cesta de mercancías
á" fot capitalistas, se convierten en capital mitad del necesarias para su subsistencia: para él se trata
ductivo. Vemos, pues, que la primer-a
la conversión de-una suma de un proceso del tipo M-+D-+M. El capitalista
O-l' consisté en
tiene que comprar fuerza de trabajo y rnaquina-
"üo
á'"'ái""- en capital monetario (al adelantarlo) y
ria para producir M', pero sólo se interesa en M'
;- ü ;;rnpru "ótt éste de capital.productivo' en ora en cuanto depósito temporal de valor de cambio.
El t;"¿so de producción convierte M M" En consecuencia, venderá M' para obtener D' y
mercáncía cuya cantidad es denotada
por Esta
pero el capitalista no realizat así sus beneficios.
;-;i;t;á"ctt ¿et proceso,
que la convierte otra vez El proceso de producción de valor es, pues,
tá intlt"tu en M' hasta
forma de más extenso que el proceso físico, ya que incluye
en dinero. M' es enton""t Ltt output e¡ la a este ultimo corno una de sus fases. Conviene
*"rcantil. Cuando el cJpitalista-vende M'
"i"¡li
;;í;;" ;"ii¿.á de dinero se tierra -el
circuito' destacar esto aquí, porque la distinción es fun-
ü;;"d"--ii.¿ del ciclo es CP'+M'+D" El damental, y hemos de recordarla cuando tengamos
que discutir el problema de la transformación.
nrecio al que se puede convertir M' en D'
viene
pár'las temporales- o El plusvalor lo crea la dimensión de valor de uso
5iiá*rá""t. contracciones
problemas generales de la fuerza de trabajo. El proceso de comprar
;iliü;; d"lmerca¿o y por los
4 M. Desai
I. LOS TRES CIRCUITOS DEL CAPITAL
irrputs y vender outputs -actividad empresarial'
de riesgos;-etc.- es la tunción'especffi- '
,¡
"tiÁ"frit
;;;i-;.;pietarío del capital monetario' El ca i.*
pitJt"d.á" puede' cott*t"rtir capital circunstran- monetario ,{
N:A
=T',Ff-r:=j
t:
t:
monetario, como ya mencionamos antes, pone de
relieve el papel de las relaciones de clase en la
teoría del valor mucho más claramente que los
otros dos circuitos. Muchos de los intentos re-
FÉ i
ii T i:
'""1"'' €;
iilrJBA a'j
il6oees
cientes de reformular la teoría del valor de Marx
lgnoran el circuito del capital monetario y, con-
Secuentemente, minimizan la diferencia entre el
cnfoque de Marx y otros enfoques de la teoría
del valor.
El circuito del capital monetario es el más im-
**E ir!2.+:I+L--HF" portante en el modo de producción mercantil,
puesto que en él la producción no persigue el uso
lrll=tÉs
sino el beneficio. El capitalista desea conseguir
:i il=lɀ gEffi !u
(desembolsar) originalmente un capitil monetario
tBE
93.
'" :..:...;...:'..:rÉa
(D) y necesita recobrar estos gastos y realizar un
beneficio en términos monetarios. Después de esto
. : _.ll_: . cl capitalista se encuentra en libertad de reinver-
tir su dinero en la misma industria, en otra in-
E-a*\F:41* - dustria o de destinarlo a adquirir bienes d.e con-
sumo. Así pues, el circuito del capital monetario
comienza con la compra de mercancías que cons-
tituirán el capital productivo (CP) en manos del
i: TA ii IffitEE
l8t3€-e
capitalista, y termina con la venta del output (M')
y la realización de una suma de dinero (D'). Los
actos de intercambio se encuentran al comienzo
-, F*Gplo, véase 27, capftulo 34.
48
M. Desoí bs tres circuitos del capital 49
en forma
v aI final del proceso' El dinero inactiyo en
Jador se integre en el froceso de producción para
U^".;;;;;iénto o el gastado directamente ¡talizar su capital. Esta relación de intercambio
ñ @ienes-¿J consuno) no es capital' 08, pues, una relación de clase, ya que es la sepa-
ñ;;;A de ser un medio de ración entre el trabajador y los medios de pro
r?to t""ii"u la tunción
'l;;;
ü;;i.. Ei-¿i""to tOlo se convierte en capital qara ducción, lo que convierte a la fuerza de trabajo
(avanzado- o. desenrbok una mercancía. Fuera de este contexto de clase;
üt*'"L""¿. ", i"u"tti¿o la propiedad de ser un
Gn
tl intercambio D-T'aparecería como un puro y
ffi; ffii.;l capital tiene
de autópxpandirse [ 57 ]' rimple intercambio de equivalentes basado en lá
;;ñ o;; ;"*tu br"*urli' tiene lugar en
;:; ;;.?.punrió" del del no
valor
circuito' que sólo
lgualdad. Fuera de este contexto de clase es diflcil
comprender el papel de la explotación.
ninguno do los
actos de"*t'"-o"-
cambio' sino en- el tramo inter- El otro componente del intercambio D-M es la
""ii.n."
#a;;;i!ue bs mercancías (inputs) p4-ra
compra-
ob'
compra D-MP. Marx insiste en la diferencia funda-
das son usadas
produótivo mental existente entre Ia fuerza de trabajo y las
"o-"-üpital
tener un volumen de piodrrcción
cuyo- valor en otras mercancías que son también inputs en el
(l't') es mayor- que el que proceso de producción. Los mercados de mercan-
Érminos de mercancias
.páiio-inicialmente al comienzo del
proceso' cfas son anteriores en el tiempo a la aparición del
ü del outprrt final capitalismo, aunque sólo han alcanzado su pleno
La composición en'¡n"i"ancias prooeso pro.
en cualquier
irü'i "tl-p"i supuesto, de los inputs (M)' Lo que desarrollo bajo el capitalismo. En este sentidó, los
)',tá"á, áir"t"tti" de la mercados de mercancías bajo el capitalismo sólo
il;;;t M s" ai''oi¿" "n-tuerza-de.T?l1it:"T:J
MP; estos últimos están'
¡e diferencian en que son universales. Lo que di-
ferencia al capitalismo es la constitución dá mer-
ffi;;;ilt d" producción, di'
a su vez, compuestos por muchas mercancías primera
cado de trabajo. Hay otra diferencia también entre
los inputs'
;";;r*'ü;--ionstituven presupone -I-a la fuerza de trabajo y las otras mercancías que
i"trcumuio'o-tvt la existencia rc puede percibir si adoptamos la posición de sus
""#"á.r
á:'ii#;il. aát"tttl"dos donde se intercambian
de
vendedores [ó4]. Desde el punto de vista del tra-
;";'üP, ;i **" ¿rtp""iuiti¿ud"t-.suficientes bajador, la fuerza de trabajo es una mercancía
de producción siempre que se cambia por dinero que a su vez será gasta-
trabajo y de materiies
v cuando sean necesarros' do en bienes de consumo M-D-M. Para el vinde-
' ii-""*u-il-p-r ¿"Ii""ro,p-or-tueJza de trabajo dor de cualquier otra mercancía, destinada a con-
."r""iii"'9irii ¡1"d'lT:il,l'91
cu'rLrluJv '- '---:;l se trata de un
vertirse en input de un proceso productivo, esa
""il,i*i"'iJ
Aparentemente a- nrv observable equivalentes' mercancía constituye un capital mercancía (M,)
simple intercambro de mercancíaspropietario de resultante de un proceso productivo, que en esta
iii'#;p#;;i"'a; t es- tamui¿n el
a" p'oa"t"ión' y se enfrenta al-vende-
fase se convierte, mediante un acto dé venta, en
dinero D', bien para ser reinvertido como capital
los medios
dor de ra hrctza¿" tt"üu:f h9 e1 St"i:
el en el proceso productivo, bien para ser gastado
or¿inuiio ¿" fue1ia de *^*1:
trabajo en bienes de consumo. Y aqul reside la explica-
ouier compra¿or de-emplear un
tratara
?;;";;;r; "l-.ut" si setu;;i;;tio de óbierno)
ción de por qué las mercancías que no son fuerza
crlado doméstico " rin de trabajo no pueden ser explotadas: su plusvalor
;i;;;;;;;lo capitJi"ta que desea que el traba- ya ha sido realizado por sus vendedores. En este
Las tres circuitos del capital 5r
50
-- términos absolutos.
en
Lát *p"estos de la reproducción simple no son
realistas, puesto qrr" ,tttá de hs características
de
la naturaltza del sistema capitalista es no man'
;;";;;; i;óvil. Incluso cuando datosexhiben agregados
un
;;;i; del producto nacional bruto
cLro, siempre se producen cambios
;;l;;;J""iones de vaior, debido a alt-eraciones
"t""i**-t"
.árrilrrrr", en los gustos o en la tecnología' En
todo caso, siempre que examinamos los datos
so-
1s
ür"-f"-""áf"ción de los países capitalistas eY!
observamos es una tasa de crecimiento
fluctuante
;";;;;;"i."i¿" neta contin"i' Al l:ltiT:,?:
nuestro esquema err términos de reProducción
;;tt.¡"; ;; cada período la plusvalía se realiza
en términos monetarios y se réinvierte en capital
;;":t;;;út en capital uuiiubl" en una escala cada
uo-*uyoti Así, por ejemplo, en el contexto del
;tt;; it) anterior, G itttotporará el año próxi'
;;;;; pát" ¿"r Pr'de este año y, po-r consiguien:
-tnp"tio. año' L"
;;;;; al Cr de este
"*!ii:til
esquema
á. Ct u V, que observamos en nuestro significar
Jr ü i¿üiiót ¿" valor, lo que pge-de-
físicas'
ú".'"-i."tlOl aún rnayor en cantidadescambian'
t; q""-l"t valores estáá continuamente
do, entre otras razones porque el sistematraba' trata
,i"*ot. de reducir el valór de la fuerza de
que lo i*$t1u^:tlTl
i;. i; lógica del sistema. incorporada' en el com:
áir* ..ñti"uamente está
la'sas de explotación y ganancia ó5
hasta ahora un componente importante de la para explicar los precios a corto plazo.
Ifnte!línea
tosoiia económica del partido laborista' Los'be lrta de razonamientó no podía debitiiar la
ficios obtenidos en las actividades industriales pfoposición de Bohm.Bawerk, que se refería, pre-
considerados legítimos.) GlSamente, a los precios a lar plazo. Muchos
' La importancia de la crítica de Wicksteed lc limitaron a repetir los argumentos enunciados
sido subéstimada. En la teoría económica por Marx y de los que Bohm-Bawerk ya se habfa
sica se acepta el dualismo entre'valor de uso ocupado. A partir de entonces empeió a crecer
valor de Pero, a diferencia de las teorl üil foso entre la teoría de Marx y la teoría eco
clásica y"u*Uio.
marxista, donde los dos conceptos r nómica moderna, sin producirse apenas comuni-
lndependientes entre sí, en la teorla neoclásica 0ación entre ambas.
hallan relacionados causalmente. Esta conex Como podremos ver más adelante, el intento
constituye la parte fundamental de la contrib de Marx de resolver el problema de la transfor-
ción de jevoni que Wicksteed usa para criticar mación se vio frustrado por la comisión de algu-
Marx. Marx proporciona una explicación de la exl nos errores simples pero muy serios. Asl le ilJgó
plotación qui té apoya, por un-lado, en la deter' Cl turno a Bortkiewicz de formular correctamen-
'minación independiente del valor de cambio te el problema que Marx había intentado resol-
la fueiza de tiabajo V, Por otro, en el papel Ver, y de indicar la naturaleza de la solución.
valor de uso de É fuerla de trabajo durante Bortkiewicz percibió correctamente que era pre-
proceso de producción. Tanto el. enfoque de clso formular por separado el probléma, et 1ér-
marginalistai como el de los teóricos modern ninos de precios y en términos de valor, y esta-
niegán esta independencia y establecen una re blecer después rigurosamente una proyecci-ón del
cióñ causal entré los dos tipos de valor a espacio de los valores sobre el espacio de los
de las dos palancas" simétricas de la desu precios.
del trabajo y la productividad del- trabqjo.' La solución de Bortkiewicz 4 es maternáticamen-
enfoques-analizan el trabajo y eI capital en te elegante,.pero no usó para alcanzarla ninguno
mismi plano que las demás mercancías, con de los instrumentos analí,ticos que los modeinos
I oue los- conceptos do relaciones de clase y desarrollos del álgebra lineal han puesto a dispo-
iirl
llcha dc clases están tan ausentes del merc sición de loS economistas. Su solución se publicó
ii
lá iiauajo como lo están de los mercados dq en alemán en 1906-1907, pero no se tradujó al in-
bienes. glés hasta 1948. Para esas fechas el modelo de cre-
La réplica marxista a estas críticas no ha sido cimiento de Von Neumann ya se encontraba dis-
*"V Muchos, como Hyndman,.|an ponible en inglés y constituía la formulación más
;;i¿*i;;6 invocando afirmaciones sin verifica-'
"ar^""i"cente.
general del modelo económico lineal s. El modelo
iiOJ v sosteniendo que mientras Marxo se refe'
naturales a largo lineal tiene varios paralelismos con las formula-
¡a a tós valores comoprecios
plazo, los análisis de oferta y demanda que -se - o f" .t"i¿n
a Bortkiewicz, véase
¿16 v Z. Nuestra discu-
istu¿ian en la economía moderna sólo son rele' sión está basada principalmeite en ,ló.
¡ Las referencias al artÍculo de Von Neumann. asi como
¡ La oolémica respuesta de Hyndman bajo el.tltulo <The a otros _relacionados con éste, aparecen en h üib[ograffa
final ftitiüW of final utilitiyr se encuentra en ló' contenida en 42.
Velores y precios (I) 73
12
ciones de Marx y de ahí que se Puedan iFmos en detalle posteriormente, sostiene que la
char las propiedades matemáticas del modelo tnnsformación de valores en precios es un paso
neal pará analizar directamente el modelo lDnecesario y que el esquema del
¡nnecesario dél valor es aplicable
apliiable
Marx.
'úlo a economías muy simples, proporcionando
En los años 30 se despertó de nuevo el interé* Ena visión errónea del sistema económico. Moris-
en la economía marxista, pero la atención se con: 'ltlma, por otra parte, ha llegado a conclusiones
'llgcramente diferentes usando los mismos instru-
centró más en las contribuciones macroeconó
lnentos e. Partiendo de una distinción clara entre
micas de Marx. La explicación está en que Ia Tea
ría general de Keynes había proporcionado a los ¡l modelo de valor y el de precios, Morishima ha
economistas unas (nuevas gafas> para leer a tratado de formular las proposiciones de Marx
Marx. En este sentido, aparecieron muchas obras dc forma matemáticamente rigurosa. Su análisis,
que también examinaremos en su momento, con-
interesantes sobre la teoría marxista de los ci'
clos y sobre el papel precursor de Marx en sus cluye con la afirmación de que hoy se puede
contiibuciones al ánáúsis de la renta nacional. lcsplazar la teorla del valor-trabajo sustituyéndo
El problema del valor fue ignorado en todas estas lr por mejores formulaciones maiemáticas.
discusiones.
Como nuestra interpretación de la teoría del
A finales de la década de 1940 Winternitz propu' Valor-trabajo difiere considerablemente de la que
so una solución al problema de la transformación
rc defiende en todos estos trabajos, vamos, en
primer lugar, a describir los rasgos principales
de valores en precios usando la teoría de los mo
del problema tal como lo plantearon Márx y bort-
delos lineales ó. Samuelson trató explícitamente
klewicz. A continuación examinaremos los errores
en su artículo de 1957 el esquema del valor como
de Marx y la solución de Bortkiewicz a la luz de
un modelo input-output, y confirmó muchas de nuestra interpretación. Después compararemos pa-
las críticas de-Bohm'Bawerk, así como el análisis
norámicamente las contribuciones de otros autG
de Bortkiewicz 7. La confirmación consiste esen' res con vistas a destacar sus diferencias con la
'i
cialmente en que los valores y los precios pueden
mayor nitidez posible.
i
ser proporcionales sólo si se cumple que: iJ todas
tas industrias tienen la misma tasa de explotación
I
rl
y la misma composición orgánica del capital; o que
ill
i¡,
ii) l^ t^"u de éxplotación y la tasa de beneficio
son cero en todas las industrias. Demostraremos
esto más adelante.
En los años 70 hemos asistido a otro nuevo re'
I
I
surgimiento del interés por Marx. Samuelson ha
v,telto a considerar el problema de la transforma'
ción en su artículo de 19?1 en el Journal of Eco
nomic Literatures. En este artículo, que discuti-
ir
I'
y precios (II) 77
l
o
I
s'$ +++
ggg
Ori
t\ Prra cada departamento se verifica:
l
rh. ln{
ol
o\¡ t
!\3 --- = C¡*(1*t)V¡
tq
s. ¡l
+++ bo
bo
HÉ
o0
l,
k
.{¡, ..
Y¡ (4)
v 9f pi = (1*g') (C¡*V) (s)
3's r .l tt
0)
\) ñ, d. d. tr
GI
9. u' Los supuestos que Marx hace para establecer la
c¡
tr pgnexión entre los valores y los precios son los
€ü g' l¡Suientes:
c)
RH + É
;s C) .g 1) t¡:t
!)
-s q¡ ¡d (6)
F{ \3 o
3
l,) P= (Pr*P¿*P¡): /V -g'I(Ci*V¡= G -
A = ganancia total
_t--1.-l- o
a
rs.É a- l> Or l> Or l>
at>
utq
lll
illlll
EI
.C) - Cgnro por definición: a) Ci/ (Ci*yi):ri;
b) CIG+V) = ri Y c) g' : P/(p+V), renemos:
-nS
Fi:l
.o
É
(ll
ó^ Y¡=
r,+(l-Y,) (l+r)
:o (l
V¡ (7)
¡i c) -r')
s$s E
d
(1+g')
¡{
(ll
a ¡,, - u- (8)
3S
t0)
ñl
(l -r)
ES d
ñl r+r(l-y)
o PdYt (e)
=
---q)qtx €a)
I +r(l -r)
Ef
'ü.s .o
o Ahora hjen, para que los precios sean proporcio-
rx cl
o
nales a los valores en todos los departamentos, la
q¡ {) fracción pi/Y¡ debe'ser la misma en todos ellos.
\lS (l Esta restricción de p¡/Y¡ se satisface si se cumple
'8"ü C) una de-Ias siguientes cond.iciones: l) si r ti y
üE C' -
o S1: 0, l-9 gue quiere decir que no hay explotacióñ
o ni beneficios; o,2) si todos los t¡ son iguales a t,
t:
$o #{)
.o que es tanto como decir que la composición or_
lt'ii
i
z gánica del c_apital es la misma en todoi los depar-
H.E
a- tamentos, Cuando esas condiciones no se cum_
plen podemos ver en (4) que si T¡>.r, p¡fy¿>l y
78 y precios (II) 79
viceversa. Por consiguiente, los precios del intercambio. Sin embargo, lo que el capi_
de los valores en la medida en que las fia puede ler no es el valor del cápital cons_
nes orgiínicas de los distintos departamentos ilnte o del capital variable, sino los iostes pbr
fieren entre sí. ggmpra de materiales o por pago de salarios.
Hay quienes piensan que este resultado es estos costes son idénticos a los valores sólo
moledor para la teoría del valor-trabajo 2. La i Suando todos los precios son proporcionales a los
posibilidad de derivar precios proporciohales a Valores. El capitalista no pueae incrementar el
valores ha llevado a algunos a insistir en que valor de su capital en la próporción g. euiere ob_
teorÍa debe ser abandonada, Son los que pi tene¡ una- tasa de ganancla (en térmlinoi de pre-
que partes sustantivas de las contribuciones clos): podemos llamarla p para distinguirh dL g
Marx quedan radicalmente viciadas por este er I de g' y tal que t, = (1*e) D. Marx ña olvidadó
Como reacción, muchos economistas han Gvidentemente su explicación del libro r y del
do revestir a Marx con los nuevos ropajes de capítulo I del libro rrr sobre Ia naturaleÁ Ael
teoría económica moderna. Pero antes de eval fetichismo de la mercancía. Si queremos plantear_
esos intentos tratemos de entender la nat lo correctámente, de modo que no, p"r*itu deri_
del error cometido por Marx. var conclusiones,válidas con respecio a la natu-
El error fundamental de Marx fue tratar taleza de las relaciones socialej, hemos de re_
relaciones de valor como si fuesen ob formular el problema 'valor-precio, aceptando -Ia
y directamente medibles. En el modo de p limitación reál de qué tas r"l""io¡á, á"-valor no
ción mercantil las relaciones de valor no son 8on observables. Para ello, pasamos a exponer
rectamente observables debido a la disparidad a continuación la solución propuesta por Ladislaus
existe entre reláciones cle valor y relaciones von Bortkiewicz, que replantéó y reiolvió correc_
precios. Al escribir el esquema de la reprod tamente el problem¿ descrito en él cuadro l.
en la forma (2) o en el cuadro l, las ca
de valor aparecen tratadas'como si el capital
individual y el trabajador individual pudiesen
vertir directamente las relaciones de ex
El esquema del cuadro I es, adernás, un ci
mercancía-mercancía (M'-M'), que ignora los a
pectos rhonetarios. Ahora bien, la irnportancia
éstos y, específicamente, del circuito D-D' rad
ff:"l;%
.^. ,
en el hecho de que el capitalista tiene que ve =
'"- /.qñ \
su output, lo que entraña el problema de reali
el plusvalor, es decir, convertirlo en dinero.
relaciones sociales sólo se pueden observar al 4lo o-
Y¡ = C¡*(1*t)V¡
y, _ r,+(l-r) (1+t)
V
(1_r)
¡.
L
ma tasa de ganancia. Correspondiendo a las,, términos relativos al precio del output del depar-
L
ciones de valores del cuadrp 1, tenemos tamento III. Hacemos así: pt: l. Nos encontra-
ii mos ahora con tres incógnitas que se pueden re-
:
p¡C = (1*e) brCr+¡tVt) (1
solver en función de Y¡, f I V¡ Las soluciones son
I
pzY - (1*p) (prC¿+¡¿V¿) (10b las siguientes:
¡¡P = (l*p) (prCs*¡t¿V¡) ¡¿(1-r) (1*p) (t2)
donde (AG+p¿Vr) es, ahora, el coste de 11+ (1 +r) -
(1
-Yr) (l +p)Tr
ción en términos monetarios (D) del
to I. Al vender el output, el capitalista confía rrr¡+r(1*f) (1-rt
03)
t Vé.r" l" nota 4 al capltulo 8. r¿T¡* (l + t) (1
-"¿) +(rz-r¡) (1 *p)
82
y precios (III) 83
(l+p) : U+(1+r) (1-rlx sea 3/4, pero esto sería erróneo, porque el ver-
2(^n-:ln) ro valor de Tr es 5/7. Razonando de la misma
podemos comprobar que el resultado de
{ tl+(1+t (1 -rr)12*rr¿[(1-rr) (1*0rr- la ganancia (pt P¡) por la nómina de sala-
- (1 -rr)lrrrz+ (1 + r)2 (1 -rr)lzll¿ 1p2 Y) en cualquier sector, no mide la uver-
2(Yr -r:) dadera" tasa de explotación. Tomando como punto
de partida tasas de explotación iguales en [érmi-
Las soluciones parecen complicadas, pero tlos de valor, nos econtramos con diferentes rela-
ducimos a continuación en el cuadro 2 e elones entre beneficios y salarios en términos de
precios. De esta manera Bortkiewicz muestra cla-
numéricos que permiten comparar las respuest
de Marx y de Bortkiewicz. Antes de analizar famente que las categorías de valor de Marx no
ejemplos numéricos examinemos el significado 16 pueden medir directamente usando sólo los
precios observa{oq. En consecuencia,' no es legíti-
las ecuaciones (12), (13) y (14). Lo primero q
vemos es que la tasa de ganancia está defini tno concebir la composición orgánica del capital
en términos de /, ti Y v:. Como hemos definido cn términos de la relación capital-trabajo de ta
igual a la unidad; no aparece explícitamente n teoría econórñica moderna. Hemos de tener bien
presente esta dimensión del problema preciovalor,
gún término de precios en la ecuación de la
Sobre todo cuando lleguemos a discutir la cuestión
de ganancia. Gracias a la ecuación (14)
de la contrastación de las predicciones de Marx,
mos que es necesario eü€ YrlY:, es decir, la
posición orgiinica del capital en el departarnento como, por ejemplo, la del decrecimiento de la tasa
de ganancia.
debe ser mayor que la composición orgiínica
Recordemos que mientras Marx estableció la con-
capital en el departamento II. Una vez
dición de que lo's beneficios globales son iguales
la tasa de ganancia se puede obtener ¡ra en
de y¿, T¡, f y p, mientras que pr se pueale despeja
al plusvalor total, la condición formulada por
Bortkiewicz es difejrente. Aunque la selección ar-
a continuación, en términos de fu, Yr, f Y P. bitraria que hace Bortkiewicz de la .tercera mer-
viértase 9ü€ T¡, la composición orgánica del
partamento III, no influye en la tasa de cancía como numerario (pt: l) tiene como impli-
cación el imponer, de manera implícita, la misma
En.el cuadro 2 aparecen los ejemplos numé
Bortkiewicz y nla formulaclo condición que Marx al problema" Con cualquier
originales oe
orrgrnales de SortKlewlcz formulación
del problema en términos de valor, así otro criterio de normalización las condiciones de
Marx Marx y de Bortkiewicz dejan de ser equivalentes.
las soluciónes que erróneamente les dio en
Aunque cr¡ando lleguemos a estudiar la reproduc-
nos de precios. La solución de Bortkiewiclz ilust
ción ampliada esta diferencia resultará más clara,
el modo en que el mecanismo de los precios ll las implicaciones sociales que tiene debemos se-
a cabo Ia disolución del plusvalor en beneficio. ñalarlas ya ahora. La condición de Marx no sólo
Por ejemplo, es muy difícil de medir la
ción orgánica del capital utilizando sólo da implica que todos los beneficios proceden del
plusvalor sino también que todo el plusvalor fluye
sobre precios. Con los datos disponibles hacia los receptores de beneficios. En la solución
precios se podría medir yr como 288/(288+9ó)
de Bortkiewicz, en cambio, la división del valor
y precios (III) 85
ooo
€ñ¡o ó
<>
tf ú) (\¡ ó
.¡ puede tener lugar tanto entre los beneficios
entre la nómina de salarios siempre que la
total de los valores se mantenga. Esta
d 8ss
F.
8
ñl una consideración muy irnportante al estudiar
$js s dinámica del capitalismo moderno y la debemos
t
.g.g
süs >: ERs o
ñt
ililll
tñ =-s
rr¡
Ittalizar en detalle.
:i l\! s.d \\\
NÉS La normalización pr = I implica que los benefi-
8ah (\l\OÉ
(") É tlos expresados en términos monetarios son igua-
e€ñ ¡i ó ó r(t o ililll fr al output del departamento III, y como hemos
v-€^l\ó €
O.ñ¡d =l Éd,q Írpuesto que todo el plusvalor se gasta en ese
dcpartamento, nos encontramos con que hemos
sI
\o$ fñhÉ
t9iooa ldentificado tautológicamente los beneficios mo-
Flna nctarios con el plusvalor total. Para Marx lo que
s .-€rñÉ
S\)
L!
A. gK= @nfería a los beneficios el carácter de plusvalor
tB
ss
ilillt
aR
Cra la relación social básicai el monopolio de
clase sobre los medios de producción. Por otra
Ct\dO ^ parte, Marx atribuyó, en general, una gran impor-
sL! * ++9
S\) hol tancia a la lucha de clases en su papel determi-
\¡s \3 NOO rr1
ñ¡ - O\dr-
€ho nador. de variables tales como la tasa de explota-
ss
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oc o\
r- F- F- do(f clón y la composición orgánica del capital. No
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ñ¡NN
ililil deben considerarse, pues, ! y ^t, como constantes
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rstr tecnológicamente definidas, sino como variables'
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S, {, cntre cuyos factores determinantes se encuentra
\.a "d,
la tecnología al mismo nivel que fuerzas sociales
a)
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rñ tan complejas como la evolución de la lucha de
\l rñ -rI
o clases. Las tasas de empleo fuertes, los altos nive-
o
o
F-
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-t-ll-
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iltl * lñ les de sindicación, las rivalidades internacionales
L \'+- Fl ¡n
oOOF. entre capitalistas de, diferentes naciones, todos
fl
s .- ooo O
il il il* estos son factores que pueden dar lugar a dife-
¡3
F{ \O cO \O o
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rnoo¡\ SR Ir rentes divisiones del valor total entre los benefi-
o ÉñlslÉ)
ó(\¡i..
\\\ ll I il cios y los salarios. La formulación de Bortkiewicz
o TJ
> rrloO "
tr. \¡
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ooo
)O\ñ¡O\
o
Él
ñ9- ¡ uo puede incorporar todos estos factores y su juego
q) ililll conjunto, puesto que la división precisa del pro-
t¡¡ a) És* ducto total en la esfera de los precios puede rea-
o (J':rñóO
NOTN
¡.i
t--
É! lizarse, segrin su formulación, de una manera más
o¡ o Nd
B flexible. Para poder predecir cuál será la división
ú
a (a)
del producto total tendremos que añadir las ecua-
ciones determinantes de t y .l¡, que resultarán ser
O funciones de las fuerzas soóiales y de las variables
T M.
to de que las tasas de explotación son iguales ión, no pueden luchar aisladamente con-
todas las industrias. Este supuesto no es una los propietarios de su propia industria: tienen
gla de rconducta> ni tampoco es una pgrte luchar contra todo el sistema. El mecanismo
saria de la teoría del valor de Marx3. Es, s precios, pues, divide el plusvalor total del sis-
mente, un modo de reducir el número de lema entre los beneficios de las diferentes indus-
tas en el problema de la transformación, lrlns de modo que sus tasas de ganancia sean
de seis (tres T¡ y tres f¡) a cuatro, pues las cua l¡uales. (Hay una nueva división cuando los be-
ecuaciones de la esfera de los precios sola Itelicios se distribuyen en sus componentes de in-
permiten despejar cuatro incógnitas. Si tanto la terés, renta de la tierra, etc., división que Marx
sa de explotación como las composiciones dlscute en el libro rrr.) Pero, para Marx, la condi-
nicas del capital difieren de una industria a elón de igualdad entre el plusvalor total y el volu-
mientras que la tasa de ganancia fuese igual men global de los beneficios del sistema no es, sim-
todas ellas, entonces la explicación del modo plemente, una ecuación más, sino un modo especi
que se flc<¡ de vincular el sistema de precios al sistema
"disuelven> las relaciones de valor, de valores.
taría muy compleja. ¿Cuál es la razón de esta
plejidad? Para Bortkiewicz, el mecanismo de los precios
Para Marx, el papel del intercambio y del cumple la función de distribuir el valor total pro-
nismo de los precios es enmascarar el plusvalor ducido en las diferentes rentas (salarios, benefi-
hacerlo aparecer como beneficio legítimo. El cios, etc.) e ingresos de los distintos departamen-
neficio de una empresa, industria o tos, en forma tal que la tasa de ganancia sea la
no es igual al plusvalor que produce. La igua misma en todos los departamentos. El nexo entre
ción de las tasas de ganancia de todas las i plusvalor y beneficios resulta así aún más indirec-
trias en términos de precios significa que ta to. Como vimos en el capítulo anterior, en el ejem-
los movimientos de los precios como las act plo allí usado la regla arbitraria era que pt = l.
Esta condición, junto con la estipulación de que
nes de los capitalistas al elegir entre dife:
todo el plusvalor es gastado en el output del de-
técnicas, etc., tienen un efecto igualador sobre partamento III, nos conduce a la misma identidad
taias de ganancia. Pero la,igualdad de las tasas de Marx, la identidad entre el plusvalor global y
ganancia y Ios consiguientes movimientog de el total de los beneficios. Ahora bien, esta identi-
precios relativós implican que los beneficios dad se destruiría si los capitalistas gastasen una
pnp industria pueden énglobar plusvalor de m parte de su plusvalor en bienes de consumo pro-
.chas otr,as industrias que están relacionadas ducidos por el departamento II, o la destinasen en
'aguélla.a través de compraE y véntas. La parte a la acumulación. Entonces el plus\¡alor no
xión entre beneficios y piusvalor resulta así m se podría identificar, ni siquiera a nivel agregado,
compleja, y los trabajadores, al luchar contra examinando los beneficios totales. El problema dc
3
la transformación se tiene que volver a resolver en
Muchos no son de esta opinión. Por eiemolo
ma en el último capítulo de 3 cree óue 'la cada fase, descomponiendo los beneficios, salarios
de Ias
las tasas de explotación elementá vital
explotáción es un elementó vital dél sir v otros costes en las categorías de capital constan-
ry-ra^ de Marx. Volveremos a tratar es.te problema en rr' ca-pital rtariable v plusvalor. A menos que esta
último capítulo.
{
6€ o.! É sgs€3e*
9,4 (ll(ü
descomposición se realice de manera anal
cualquier comentario acerca de que los benefic
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altos son un signo de explotación es un comenta
acientífico. Decir que los trabajadores están
tadgs porque los beneficios son altos puede
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una frase impregnada de fuerza moral para üs !: -o (.) (!
o3 s'3 e tiHEfgt;
nos, pero no es una proposición científica en el
! (.)
tido en que Marx insistió en que debe serlo. LO.!
*:.r!
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*¿.i PE.R3€E'EE-É
condición de Bortkiewicz, aunque hace el o-
ma más complejo, es más general, porque :q.i K-E
5! 83E E
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una interdependencia total, aunque no i g! o eo (l il
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8l problema de la translormación 95
12, OTROS ENFOQUES DEL PROBLEMA elas del capital proporciona cierta base a esta in-
DE LA TRANSFORMACION tcrpretación 1711.
En este edoque se utiliza la tabla input-output
para describir la tecnología de- la producción: las
condiciones "físicas, de la pioduición. Después
cstos autores demuestran, con ligeras variañtes,
cómo los precios se pueden derivai, a partir de 14
tabla input-output, suponiendo que las iasas de be-
neficios son iguales en todas las inclustrias. pero
dc cstc análisis cada atrtol- llc¡i-:r ;r co¡tclusi<¡11cs
Nuestra interpretación del papel de la teoría muy diferentes.
valor en Marx pone de relieve la naturaleza Existen varios paralelismos entre la estructura
observable de las relaciones de valor. matemática dc las ecuacioncs clc valor clc la rc_
El fetichismo de la mercancía es el proceso q producción simple de Marx (cuadro l) y el siste_
enmascara las relaciones sociales de valor y ma input-oútput de Leontieff. En realidad, es muy
en primer plano las relaciones de intercambio verosímil que el sistema de Leontieff tenga sus
tre las mercancías. -Marx revela explícitamen raíces en la vigorosa tradición de la economía
este enmascaramiento de las relaciones sociales marxista rusa, en la que se inscriben los esfuerzos
de valor en sus discusiones sobre el intercam de economistas y matemáticos como Dimitriev,
de dinero por fuerza de trabajo y sobre la Bortkiewicz, Tugán-tsaranovski y otros, por plan_
salarial. Las modernas interpretaciones de la tear los problemas del valor y de la acumuláción
ría de Marx. por Samuelson. l\4orishima v otros, de Marx en términos matemáticos r. La formula-
adoptan un enfoque muy diferente al nuestro. ción de la teoría del valor de Marx en el marco del
estas contribuciones el fetichismo y la lucha modelo input-output tiene la doble ventaja de tra-
clases juegan un papel muy secundario, óuando no ducir las ideas de Marx al lenguaje de la moderna
son ignorados por completo, bajo el pretexto teoría económica y de utilizar los resultados exis-
que forman parte de Ia sociología de Marx y tentes sobre la estructura matemática de los mo,
por tanto, son separables del modelo económi delos lineales.
de valores y precios. Estas obras analizan el paso Estos resultados permiten tratar con gran gene-
de los valores a los precios por medio de las ta- ralidad tanto la reproducción simple como lá re-
blas input-output, que describen los inputs de las producción ampliada.
diferentes mercancías y de trabajo que hay que Un supuesto necesario para poder formular la
utilizar para producir el output de cada mercan- teorla del valor en el marco del modelo input-
cía. Los materiales de producción (de la termino- output es Ia existencia de una tecnología constan-
logía de Marx) se desglosan en las diferentes mer- te, en el sentido de la constancia en el tiempo de
cancías que los componen, y el input de trabajo
se mide en términos de tiempo de trabajo. La pro-l t
. Leontieff fue alumno de Bortkiewicz, y conocla la obra
pia exposición de Marx del circuito de mercan- de _Dimitriev y de Tugán-Baranovski, 'cómó éé- eirl¿ánié
('n /-
ii
96 El problema de la transformación
los coeficientes input-output. También es l¡ teoría del valor-trabajo que usó Mam como in-
rio suponer que la productividad del trabajo ¡decuado, complicado y lógicamente incorrecto.
constante, de modo que una unidad de valor Por ejemplo, Morishima, que en su obra más re
fuerza de trabajo tenga su traducción en una ciente aborda el sistema de Marx favorablemente
dad de tiempo de trabajo. Además, debemos y mediante la aplicación de técnicas matemáticas
tular, igual que lo hacíamos en el caso del avanzadas confirma la validez de varias proposi-
to M'-M', que los diferentes inputs están sie ciones de Marx, termina al final descubriendo, sin
pre disponibles en las cantidades necesarias cmbargo, que el único modo de incorporar las in-
reproducir los inputs materiales y la fuerza tuiciones de Marx a la economía moderna es des-
cartar la teoría del valor-trabajo y sustituirla por
trabajo. De manera análoga, cuando llcgttemos
I
ii'
un modelo más general que venga expresado por
problema de la transformación de las un sistema de relaciones flsicas input:output y de
físicas input-output en relaciones de precios, ccuaciones de precios-salarios-beneficios. La pre-
dremop que suponer que no existen problemas ocupación común.dominante en todos los ensayos
realización del valor total y, en particular, recientes de interpretación del pensamiento eco
mas de realización del plusvalor. En este nómico marxiano es la forinulación cuidadosa de
miento se ignora el problema de la conversión los problemas de la teoría económica moderna,
capital mercancía (M') en dinero (D'). Mient lntegrando a Marx en la tradición de esa teorla
que Marx sólo ignoró este problema al el cconómica. Su tratamiento es también matemáti-
su tabla de la reproducción simple, pero camente avanzado. Vamos a considerar aquí estas
do continuamente a los lectores la existencia contribuciones a la luz de las observaciones que
estas complicaciones, los autores de la hemos hecho ya anteriormente.
que comentamos se concentran sistem La traducción matemática de los valores a coe-
en las tablas de Marx que incorporan tales su ficientes físicos input-output le facilita en particu-
il tos, pero hacen abstracción, además, de las lar a Morishima el camino para plantear explícita-
complicaciones, en especial el papel del di mente el problema de la dualidad output-precios.
como capital monetario, dentro del sistema Obtiene una expresión de la tasa de explotación
talista. (supuesta constante) en función del tiempo de tra-
Entre quienes han estudiado la teoría del bajo contenido en la cesta de bienes de los asa-
de Marx existen grandes discrepancias sobre lariados.
importancia de Marx como economista' En Aunque ya anteriormente Winternitz y May ha-
ral, han tendido a valorarla dentro del marco blan discutido en sendas notas la solución de Bort-
paradigma de la economía, es decir, desde los kiewicz y su generalidad, fue Samuelson quien en
i puestos y el enfoque de la teoría económica su artlculo de 1957 sobre Marx formuló expllci-
vencional. La mayoría de los autores están tamente el esquema marxiano en términos de una
acuerdo en reconocer el papel precursor de tabla input-output. Samuelson identificó directa-
en la formulación de varios problemas, pero, mente el capital variable con la nómina de sala-
mismo tiempo, coinciden en calificar el aparato rios al salario nominal (s) multiplicado por
-igual
I
M. Desai El problema de la translormación 99
;;r-;i,i";Elatablainputoutput'-.tii,!111:1:
uY' sin embarf Costes
absolúto el ProblemtI dél valor: totales x s* s*
este análisis exacto sugiere Cue el, tttil* l:*
bastante de
ild" l" transforma"íóo ""t""" teórico
;át;ilt.-está claro que-el esquema
La tabla puede leerse según filas o columnas.
i.-ilene relación alguna.con eleste
-S.*""lson
pr
Vemos en la primera fila que l¿ producción del
".iá.
qrr" resuelve' Estudiemos
departamento I se dirige, en parte, al departamen-
óon
--'p*"más detenimiento' to I (prKl), y, en parte, al departamento II (¿I&).
¿it,inguir claramente -entre -las Como no hay ninguna venta de K a los consumi-
a"'ílio.*i"^iñ; v-ias cantidades físicas de ! dores, la demanda final del departamento I es 0.
muelson usaremos, en la medidt q",t:ry:l:, Descendiendo por la columna II vemos que para
ffi;;ü á" ltr".porElKoutPut físico deldePa ir Y se usa Kz con costes prIQ, pero no se
l" i t" denota (que corresptly,ii ningún input del departamento II. La prpduc-
to de valor marxiano ¿]l
tt-t-t: U"l
-ii'" ¿*"il 9Yti"t
(i3ll'::31: 3lón del departamento II, consistente en bienes
;.;;;il
í;cep;;
"1
marxiano de -l::l-,
valor V (Pero que no
consumo de los asalariados, se vende entera-
nte a los consumidores como demanda final.
L *r "á*"ndido pr,con los Yr, Y.: o.Yd"] "fE: tinuando con la columna II, vemos que los
de Y es pa' Et inputs o costes, puesto que están expresados
El precio de K es ! el precio del d'l-"1t'ul términos monetarios, son los del trabajo, en la
;;";;;ii"
r(rr 'rvr¡v!. a" ia
-- producción
to I'es, Pues, ¡hK' ¿"t departamento II'
Y
de nómina de salarios, y lo que Samuelson
"t de notación-con, <interés> podría haber llamado benefi-
L *.í.gf" de este sistema - y que es la-ytasa de ganancia o multiplicada
ñ;;;i;nes de Bortkiewicz es obvia' a el coste de los inputs (AlG+stz). Las colum-
con cantidad".t Jl:t
ii.tt-u"*ü no tabajóconstruir una- tabla i en las que entran los costes y la tasa de ga-
Joi,irr.r".ion podemos ia son también análogas a las ecuaciones de
ililiá;ior'do, dePartamentos de la man€ tkiewicz. La diferencia con el esquema de Bort-
guiente:
100 problema de la transformación l0l
kiewicz reside en el tratamiento de V, que es que en este esquema s y p vienen dados
input en Marx y aquí forma parte {e la dema fuera del sistema. Como sf p2 es el salario
li, final; por otra parte, el input de trabajo T se il¡!, podemos decir que dada la tasa de ganan-
fine e introduce explícitamente multi 3lr p, el salario real y el precio de las máquinas
por el salario nominal. l¡tán determinados por la tecnología.
Dividiendo los elementos de cada fila por la Samuelson resuelve, pues, el problema de obte-
ducción o output total, obtenemos loi req nGr los precios relativos a partir de los coeficien-
mientos de cada input por unidad del output tss tecnológicos. Su interpretación de la teoría
presado en cada columna (departamento). Asl, marxiana del valor es, por consiguiente, la de una
el esquema de Samuelson tenemos que (Kr/K) tcoría de los precios relativos. Dada la estructura
el coeficiente del input requerido dé maqúina de la tecnología en la forma de los coeficientes
por unidad de output de maquinaria. pero en lit, az, bt y bzi Y dados el salario monetario s y la
de derivar la matriz de coeficientes input-out tasa de -r¡anancia p, se pucden obtcner los precios
de esta manera, Samuelson describe la iecnol< n y p2,Como Samuelson no formula ninguna iden-
física de la producción lncclianlc las ccuacio tldad entre el valor total del output y el valor mo-
siguientes: netario del output o entre el plusvalor global y los
beneficios agregados, hay que determinar la tasa
a1K+aLY:T
de ganancia independientemente de su sistema.
btK*bzY:K En la medida en que se ignoran las relaciones de
clase, las ecuaciones de valor son irrelevantes'
que claramente expresan que se necesitan a¿ Asimismo, la duración de la jornada de trabajo y
dades de trabajo y br unidades de capital cl nivel de los salarios reales están determinados,
producir una unidad de Y, y ar unidades de no por las huelgas o los sindicatos, sino por
bajo y br unidades de capital para producir r la tecnología. La interpretación que $amuelson
unidad de K. Estas ecuaciones describen cómo hace de Marx es, por tanto, tecnológicamente de-
asigna la oferta total de cada input a la p
terminista. Ya hemos citado suficientes escritos
cióndeKoY. de Malx indicando la importancia de los cambios
La descripción de la tecnologla y las ecuaciones
de .costes totales, nos permiten obtener (pt/s\,, en las relaciones de valor, de los cambios en la
(pz/s) daao o. Así que, de una manera análógá a tecnología y de la lucha de clases, de modo que
las ecuaciones anteriores de Bortkiewicz (12), (13) queda suficientemente clarq que el análisis de Sa-
y (14), de precios y valores, obtenemos: muelson se reduce a una versión muy parcial de
Mam.
Pí ar(l*p) Samuelson ha vuelto a tratar este problema en
su posterior artículo en el lournal of Economic
-:s 1-br(l *p) Literature. En este artículo se plantea también la
teoría del valor-trabajo como una teoría de los
f a20 + ü U - b{l+p) I + 4r(1 + p)bz(l + p) precios relativos, y todo su análisis corrobora sus
-=s l-h(l*p) anteriores conclusiones.
t02 El problema de la translormaeión 103
i
posición de Marx como un extraordinario econo-
I
gen salarios de subsistencia y una tecnologÍa cons- mista de gran originalidad.
tante, no es sorprendente que no sea necesario El libro de Morishima tiene el mérito de tratar
cionocer las relaciones de valor para deducir los a Marx favorablemente. Morishima reconoce que
precios. Como, para Samuelson, la función de la el propósito de Marx fue estudiar el problema de
teoría del valor-trabajo.es la determinación de los
I
j
precios relativos y de las cantidades de equili- forman en precios, pero sin establecer una pro
brio, las relaciones de valor en el sentido de Mar¡ porcionalidad estricta entre precios y valores. A
l,i son irrelevantes. Samuelson ignora también com" este respecto, comentando el artículo de Samuel-
pletamente muchos aspectos de la dinámica mar- son de 1957, Morishima dice:
"Sin embargo, al
i
xiana: los problemas de realización, el papel del tratar del problema de la transformación, Marx
El problema de la transformación
minados. Pero debe observarse que lo único lor total. Estas relaciones permiten traducir las
los determina son los coeficientes lcuaciones anteriores a la terminología de Marx
los ai¡ y T¡, y que no dependen en absoluto dc C, V y P (para más detalles, véase Morishima,
mercado, la estructura de clases de la sociedad, Pp, ó3-64).
régimen fiscal, etc.D (p. 25). En Morishima, El salario por hora vigente en un momento de-
en Samuelson, los valores están determinados lerminado s está relacionado con y. El ingreso
nológicamente. (Nótese que la tabla input Dlarial diario es J", y la expresión monetaria de y
de Samuelson, al combinarla con las ecuaci tg py.Ahora bien, como el salario puede ser supe-
tecnológicas del mismo autor, puede reducirse rlor pero nunca inferior al valor de la fuerza de
este último sistema de dos ecuaciones en tr¡. trabajo, tenemos que J. 2 p2y. Para que haya bene-
sulta así que b1 es similar a a.n y h a api }yt es flcios positivos, las dos ecuaciones de precios de
equivalente de K en tiempo de trabajo, ),¿ el Morishima se pueden escribir del modo siguiente:
valente de Y, etc.)
Ahora podemos definir la tasa de ex pr=(1*o) [prarr*sTrJ
en la esfera de los valores (I) y la tasa de ga
cia (p) en la esfera de los precios. Morishima i P¿-(1+P) [p¡au*sTz]
troduce el concepto de una cesta de bienes
consumo que forman los medios de subsi ¿Cuál es la relación entre p y f? Molishima de-
del trabajador. Llamemos a esta cesta Jr; en muestra que la tasa de ganancia es positiva, es
I¿/ es la cantidad de tiempo de trabajo decir, p > 0, si y solamente si la tasa de explota-
rada a la cesta de subsistencia. La duración de ción f es positiva también. La tasa de explotación
jornada de trabajo es J, que en el sistema cs positiva cuando el salario real por hora sfpz
talista tiene que ser una cantidad superior a es suficientemente bajo. Morishima considera a
la máxima duración posible de la jornada de este resultado (original de N. Okishio) (teore-
bajo es J'. Una medida posible de la tasa de ma marxiano fundamental, ya que sostiene que
plotación I es para que exista un conjunto de precios y una tasa
de salarios reales capaz de producir beneficios
¡ positivos, en otras palabras, para que pueda man-
-)'zl tenerse una sociedad capitalista, es necesario y
tr:l suficiente que los capitalistas exploten a los tra-
bajadoresr (p.6ó).
(J-I¿y) representa una medida del plusvalor, ya Aquí no vamos a proceder a la demostración
que Lzl es el valor de cambio de la fuerza de tra- de este teorema. Morishima deduce la curva de la
bajo medida en tiempo de trabajo, y J es la dura- tasa de explotación a partir de la relación exis-
ción de la jornad¿ de trabajo. Otras representa- tente entre t y s ln y la pone en relación más
ciones alternativas del mismo concepto se pueden tarde con una curva salarios-beneficios. La curva
obtener en términos del valor de las cantidades de la tasa de explotación, que aparece en el dia-
físicas de K y de Y necesarias para proporcionar grama, muestra cómo la tasa de explotación f es
y a todos los trabajadores, comparado con el va- máxima cuando la duración de la jornada de tra-
problema de la transformación 111
otros no nos preocupa este aspecto detr ción de A, etc.; p" ! pt son los precios de A y B;
de Sraffa, sino el papel que su modelo puede j p es la tasa de ganancia (Sraffa la denota con la
como instrumento de analisis de la teoría lelra r, pero aquí hemos alterado el símbolo por
nómica de Marx. coherencia con nuestra notación anterior); s es
Sraffa mismo no se ha planteado nunca cl salario por unidad de trabajo y T. y T¿ son
tamente el problema marxiano del valor y los los inputs de trabajo. La similaridad entre este
cios. Fero por su moderna formulación de la ¡istema y el de Morishima aparece en los coefi-
ría del valor-trabajo, por su completa ruptura cientes Ao, At, etc. La diferencia está en la aplica-
la tradición neoclásica y por las similitudes ción de la tasa de ganancia, en este caso, sólo
existen entre su sistema de ecuaciones y el a los inputs materiales y no al input de trabajo.
ma de Marx, muchos intelectuales como En este sentido no es un sistema usual de ecua-
y Meek, entre otros, se han inclinado a suge ciones que definan los precios en base a un mar-
que su sistema debería constituir la base de gen de beneficios (mark-up). Además de éstas, hay
la teoría económica marxista. otras condiciones adicionales como, por ejemplo,
La estructura del sistema de Sraffa es en que el output de cada mercancía ha de ser al
aspectos matemáticos muy semejante a los menos tan grande como su utilización como input
los de Morishima. Pero a diferencia de Morishi (A"+Aü<A, B"*B¡<B) y que, por comodidad,
Sraffa no elabora un sistema de valor, un si To+T¿=1. Se puede definir en este sistema tam-
físico y un sistema de precios. Sraffa procede bién la renta nacional como la suma de los pre-
siguiente modo: multiplica las cantidades cios multiplicados por el exceso del output sobre
de los inputs por sus precios (que él llama los inputs:
res) y a la suma de las cantidades resultantes (
son los costes de producción) le aplica una lA- (A,*A¡) lp"+ tB - (B"+B¡)fpu
de ganancia; al total así obtenido se le suman
costes de trabajo, obteniéndose en definitiva Tenemos así tres ecuaciones y cuatro incógnitas,
valor del producto (output) o ingreso total. A Pa,Pb,sYP.
cando el sistema de Sraffa a dos mercancías A y Para investigar la relación entre la tasa de ga-
tenemos: nancia p y la de salarios s, Sraffa emplea como
instrumento geométrico una curva de salarios-be-
Apo = (A"p"* B"p¡) (1+p)+T"s neficios similar a la de Morishima. Lo mismo que
en las soluciones de Marx-Bortkiewicz, la tasa de
Bpt = (Aapo* B¡p¿) (1+p)* T¡s ganancia en términos de precios e y la tasa de
ganancia en términos de valor (g) son diferentes
Sraffa hace el supuesto de que los salarios no cuando hay más de una mercancía. La tasa de
desembolsan por adelantado, sino que se ganancia p es también diferente de Ia tasa de plus'
al final del período de producción, por lo que valor f. Sraffa reconoce esta divergencia entre
hay que multiplicarlos por la tasa de ganan las dos tasas cuando dice que si bien es cierto
A' es la cantidad de A utilizada en la que todas las industrias obtienen la misma tasa
de A, Bo es la cantidad de B usada en la de ganancia p, la medida del valor del producto
ll8 BI problema de la transformación ll9
neto en relación con los medios de comprender un fenómeno histórico, un fenóme-
difiere de una industria a otra. Estas dos no que tiene lugar a lo largo del tiempo, como es
pueden coincidir sólo cuando los salarios son la lucha de clases. Se trata de un instrumento
y la tasa de ganancia tiene su valor máximo. Gsotérico que clarifica ciertas inconsistencias ló
una manera más general, la curva de sala gicas de la teoría económica, pero no contribuye,
beneficios es el lugar geométrico de los cn modo alguno, a la comprensión de las rela-
de la tasa de ganancia compatibles con cada ciones sociales.
de la tasa de salarios dados los coeficientes Las interpretaciones modernas del pensamiento
nológicos. Lo mismo que.en el diagrama de de Marx, provengan de economistas hostiles a sus
rishima, cuando el salario esté en su punto ldeas o de defensores entusiastas, parecen descan-
mo la tasa de ganancia será cero. Si p-"" es Bar en un determinismo tecnológico basado, en
máxima tasa de ganancia, la fórmula de Sraffa última instancia, en un sistema físico input-output.
Esta característica fundamental se refuerza des-
P - P-"*(1-s) pués con supuestos mecanicistas acerca de los
determinantes de la tasa de salarios: en la mayo-
La curva salarios-beneficios que obtienen rla de los casos se supone una tasa de salarios
hima y Sraffa a partir de modelos I constante al nivel de subsistencia. Después de
diferentes es fácil de confundir vaciar, por este procedimiento, a la teoría de Marx
con una formulación analítica -eruóneamen
de la idea de de su contenido social e histórico, después de
lucha de clases. Habrá quien piense, en arrancarle su dinámica cualitativa, se conserva
que la curva de salarios-beneficios constituye una versión .castrada del modelo que se puede
modo más claro de presentar la división en criticar o venerar, según los casos, pero no utilizar
y el antagonismo entre ellas. Por ello es como instrumento para extender nr¡estro conoci-
rio examinar la utilidad de la curva sal miento del mundo real. Sólo desde estas versiones
neficios en el análisis de la realidad económ castradas se pueden definir los aumentos de los
Empecemos suponiendo que, independiente salarios reales y de los niveles de vida, el acorta-
del nivel de la tasa de ganancia o de la tasa miento de las horas de trabajo, el pleno empleo
salarios, la tecnología incorporada en los continuo, etc., como realidades negadoras del me
cientes input-output permanece inalterada. En delo de Marx, consideradas por los críticos como
momento dado la economía se encuentra refutaciones y denunciadas por los fieles como
do un punto determinado de la curva. Si ilusorias.
ces cambian los salarios la tecnología Es¡a explicación no pretende ser una defensa
a cambiar, al intentar los capitalistas man a ultranza del modelo de Marx. Todo lo que de-
la tasa de ganancia. Pero al cambiar la cimos es que, se acepte o rechace su teoría, tene-
nos encontramos con una curva salarios-bene mos el deber de especificar correcta y completa-
cios completamente nueva. La conclusión es cla mente todos los aspectos de su modelo. No pode-
la economía no puede desplazarse a lo largo mos ignorar algunos aspectos como sociológicos
la curva salarios-beneficios. En consecuencia, para luego rechazar por místicos los fragmentos
curva no puede. de ninguna manera. avudar restantes del concépto de valor. Al ignorar los
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fuente fundamental es 28.
(J t 28. p. 2Á2.
I¿ crttica de Rosa Luxemburgo r33
La respuesta (provisional) de Marx a esta plusvalor y no pueden generar una demanda adi-
tima pregunta fue la siguiente: el dinero cional a la que ya está presente en el gasto ca-
ría de atesoramientos de años anteriores. El pitalista en bienes salariales. (La <tercera' clase
soramiento puede haberse constituido mediante o tercer departamento constituye, sin embargo,
acumulación de partes de d no gastadas, una importante salida de escape, invocada por
por depreciación, por ejemplo. Sin embargo, algunos marxistas en las recientes controversias
problema no es el del atesoramiento pasado que han tenido lugar acerca de la capacidad nota-
el de la demanda esperada futura. ¿Por qué ble del capitalismo para sobrevivir y expandirse.
a querer los capitalistas del departamento I Este problema lo discutiremos más adelante.)
cer en absoluto aunque puedan encontrar el di Marx rechaza igualmente la hipótesis del comer-
ro para financiar la compra de 100 unidades cio exterior como solución del problema: volcar,
capital variable? El motivo no puede estar en mediante prácticas de dumping, el output exce-
consumo deseado de los capitalistas, puesto g dente en otros países capitalistas. Esta medida
sin crecimiento su consumo podría haber sido sólo puede tener sentido para un país aislado, pero
alto aún; en cualquier caso, para Marx la si consideramos el sistema capitalista en su con-
motriz del capitalismo no es el consumo de junto, el problema permanece 2. (Debemos, sin
capitalistas, sino los beneficios que éstos obt embargo, apuntar que, a pesar de este rechazo, la
nen. Tampoco puede sostenerse que sea la de importanci¿ del comercio internacional para los
da creciente de los trabajadores la que capitalistas de un país aislado, como solución de
el proceso de acumulación; los trabajadores sus propios problemas, es bastante evidente. Du-
pueden demandar bienes salariales a menos rante el período que sigue a la segunda guerra
estén empleados, pero su empleo continuado mundial, muchas de las crisis en la esfera del
pende del proceso de acumulación y no vi comercio y de los pagos internacionales han sido
sa. <Es decir, el punto de partida de la p el resultado de que algunos países han resuelto
ción capitalista no es un número determinado sus problemas de acumulación mediante el co-
obreros y sus necesidades, sino que estas ma mercio exterior, a costa de sus rivales más des-
tudes mismas son 'variables dependientes', q favorecidos.)
oscilan constantemente en virtud de las posibi La paradoja, por consiguiente, sigue en pie. En
dades capitalistas de beneficio l.u el esquema de la reproducción ampliada, los ca-
Tampoco, y en virtud de la misma lógica, p pitalistas de ambos departamentos parecen ser
el crgcimiento de la población de los capital capaces, milagrosamente, de realizar el plusvalor
o de los trabajadores proporcionar la expli y los valores totales vendiéndose unos a otros por
del crecimiento del sistema. Marx rechaza, los siglos de los siglos. No hay problemas de rea-
posible fuente de demanda, la existencia de una lización, ni crisis monetarias ni frenos a la acumu-
(clase media" de rentistas, clérigos, fu lación, todo lo cual es incoherente con la insis-
del gobierno, maestros, etc.,. puesto que todo{ tencia del propio Marx en las contradicciones in-
estos individuos obtienen sus ingresos a partir det trínsecas del capitalismo. Es esta contradicción,
-t n*u l-"*emburgo cita a Marx muy extensamente, en
t 28, p.96. relación con este problema, en 28.
l3ó
entre el panorama que ofrece el libro rrr de 15. LA SOLUCION DE ROSA LUXEMBURGO
capitalismo dominado por las crisis, con una
de ganancia sujet¿ a una tendencia decrec
a largo plazo, y la expansión sostenida y equ
brada del libro rr, lo que constituye el problet
central no resuelto de la dindmica de Marx'
contradicción tiene una importancia mucho
que la contradicción entre los valores y los ¡
cios de los libros r y rrr que, bajo el nombre
problema de la transformación, ha sido muy
cutida por los economistas desde Bohm-Bar Rosa Luxemburgo 1 plantea el problema de la cx
hasta nuestros días. pansión del capitalismo en un contexto social rea-
Los manristas rusos se ertzarzafon en una lista, reconociendo que el sistema capitalista está
lémica intensa sobre el problema de la rodeado de modos de producción no capitalistas
(precapitalistas). Lejos de suponer, como lo había
durante la última década del siglo pasado.
gran parte de la obra de Rosa Luxemburgo hecho Marx al formular su modelo teórico, que
dedicada a este debate en el que particil el modo de producción capitalista tiene vigencia
también Tugán-Baranovski, Lenin y muchos ot universal, Rosa Luxemburgo defiende la idea de
de los más importantes narodniks y marxis que, en cualquier país, el modo de producción
legales rusos. Sin embargo, los participantes capitalista surge a partir de un marco precapita-
consiguieron avanzar el tratamiento del prol lista y que el nuevo país capitalista está relacio.
en relación al punto en que Marx lo había nado comercialmente con otros países precapita-
do. En la última sección de su libro, Rosa listas. El comercio y el imperialismo del siglo xrx
burgo aporta su propi¿ solución a este probler constituyen los dos elementos más significativos
Dedicaremos el siguiente capítulo a analizar del marco en que tiene lugar la expansión del
solución de Rosa Luxemburgo, para volver capitalismo en el siglo pasado, y Rosa Luxemburgo
adelante a reconsiderar las razones del surgi incorpora esos dos elementos en su modelo de la
to del problema. reproducción ampliada.
Aunque no llega a formalizarlo, desarrolla con
bastante detalle su análisis. Cita las ventas por
comerciantes británicos de productos textiles de
algodón (departamento II) en mercados exterie-
res como el de la India, y las exportaciones de
equipo ferroviario británico (departamento I) a
países europeos y a Estados Unidos. Los volúme-
nes crecientes de materias primas necesarios,
I El material de este capítulo está elaborado a partir
de la tercera parte de 28,
acumulación>. "Las condiciones históricas de la
138 La solución de Rosa Luxemburgo 139
como capital constante, para sostener la repro Rosa Luxemburgo pone de relieve el papel fun.
ción ampliada, los proporciona la productiv damental que juegan los préstamos internaciona-
creciente en el uso de los materiales existen les exteriores de capital privado-
-movimientos
en el comercio de unos países capitalistas
procedentes de la naturaleza y de los paÍses tanto
capitalistas. Muchos bienes de consumo y much con otros como en las relaciones comerciales de
biénes de producción se producen también fue éstos con aquellos nuevos países que luchan por
del sistema capitalista: recuérdense, por ejemp convertirse en países capitalistas. Los movimien-
las importaciones de cereales rusos por Gran B tos internacionales de capital contribuyen a fi-
taña. El comercio internacional, de este modo, nanciar la compra de la producción excedente del
sólo contribuye a la realización del plusvalor, si pais prestamista, y al mismo tiempo permiten
que mediante la adquisición de nuevas mat' retener la influencia de éste en los asuntos de
primas procedentes del exterior no capitalista los países nuevos que surgen a la vida de la esfe-
tribuye a generar nuevo plusvalor' ra internacional. EI plusvalor se realiza, por tanto,
¿Oé aónae procede la fuetza de trabajo
a costa de los campesinos y el proletariado del
saiia para sostener la reproducción ampliada? país prestatario, sea este país precapitalista o re-
volumln de capital variable continúa expandi cientemente capitalista. La expansión regular del
dose cada año al ritmo de la expansión de capi país viejo es así financiada parcialmente con un
lo que exige a su vez la disponibilidad de impuesto sobre los campesinos del país nuevo.
de irabajo adicional. Aquí entran en juego, El último factor que invoca Rosa Luxemburgo
Rosa Luxemburgo, el deterioro de los secto es el militarismo, introduciendo un tercer depar-
precapitalistas trabajadores ag tamento que produce armamentos. Como punto
-artesanos,
las- y las migraciones internacionales proce( de partida pensemos que 100 unidades de capital
tes de países no capitalistas como, por ejem variable son sustraídas a los trabajadores al pro-
la emigiación de los irlandeses a Estados Uni porcionarles menos medios de subsistencia (por
Estos procesos muestran la dependencia en ejemplo, mediante un ahorro forzoso provocado
se encuentra el sector capitalista con respecto por una inflación). El resultado es una disminu-
mundo no capitalista. Por su penetración ción del producto social agregado (del output de
te en los mercados y en las fuentes de oferta los departamentos I y II), pero esta disminución
áreas no capitalistas, Rosa Luxemburgo ve al no tiene por qué hacer descender el plusvalor
pitalismo como una forma de producción total según su modelo. El descenso del producto
iransforma al mundo no capitalista a su in social agregado puede proceder de una disminu-
y semejanza. Así van surgiendo el intercambio ción del capital constante o de una disminución
mercancías, la propiedad privada de la tierra y del capital variable. Vale la pena destacar los
recursos naturales y las condiciones de exis detalles formales de este modelo de tres depar-
del trabajo asalariado en los mercados del m tamentos.
no capitalista. Las contradicciones siguen prer Tomando como ejemplo una ilustración de la
l[l
tes en el sistema incluso cuando éste trata reproducción ampliada que es diferente de la que
escapar a ellas. hemos discutido antes (también tomada del li-
La solución de Rosa Luxemburgo 141
bro rr de Et capital) su modelo se desarrolla miento de los trabajadores lo que ha tenido una
sigue: reducción en valor'. En lo posible, la caída total
del producto social agregado por un valor de 171,5
8e traducirá en un descenso del capital variable,
más bien que en un descenso del plusvalor. El
descenso en 171,5 en el capital variable agregado
daría lugar a la siguiente composición del produc-
Esquema to agregado:
precios.
tu I* reproduccün ampliada (II) f¡ts
Es absolutamente eÁencial una teoría de I otra y de una industria a otra buscándo siem'
crisis que abarque tanto los asPectos de las pre la tasa de rendimiento más alta e'igualando
-entre lle esta manera la tasa de ganancia entre todas
ciones los precios como las relaciones
los valores, pues el comportamiento de los ca l¡s industrias. A Marx le preocupa mueho este
listas y de ios trabajadores está definido- en problema cuando formula el esquema de los tres
minos de precios, beneficios, salarios, relac ólrcuitos del capital. La importancia del circuito
coste-preció, etc. Aunque esta afirmación p del capital monetario reside precisamente en el
contr;decir nuestra anterior caracterización de hecho de que, una vez que el capital en forma de
relaciones de valor como ecuaciones est mercancías ha sido convertido en dinero, el capi-
en realidad no la contradice. Las relaciones tal existe ya en su uforma natural> y se puede
valor no son ecuaciones de comportamiento reinvertir en cualquier sector de la economía o
el sentido que este término tiene en la teoría Sastar en cuanto renta. Es, pues, necesario racio
nómica neoclásica' Las relaciones de valor no ñafizar en términos de los movimientos de los
percibidas por los individuos participantes precios y de los beneficios la decisión del depar'
iroceso ecónómico. Sólo el eco-nomis-ta.p< tamento I de invertir la mitad de su plusvalor.
Lo oto científico, descubre las relaciones Incluso trabajando a nivel agregado, si lo que
valor"n subyacentes a las relaciones aparentes queremos es estudiar las consecuencias de cual-
conducta.-Esta es la concepción de Marx del pt quier desviación con respecto a la trayectoria del
de la ciencia. Mam atacó a la ueconomía clecirniento equilibrado que puede
a un -divergencia
de la tasa de
Dor su incapacidad para trascender las apa deberse aumento explotación
Lias. Con paiabras dél propio Marx, "toda-cir cn un departamento en relación a la tasa existen-
sería superflua si la apariencia exterior y la 1'e te en el otro-, nos encontramos con que estas
ü, coinóidieran exactamente> consecuencias sólo se pueden estudiar en base
"i"Laá"decisión
"ot"t
de invertir la mitad del a los datos de la renta y el producto nacionales.
del departamento I para hacer posible que la En este sentido, la cantidad de plusvalor gastada
nomía-crezca a una tasa sostenida, representa en bienes de consumo más la cantidad adelantada
solución a los problemas de las crisis de a como capital variable se nos aparecerán como gas'
ü"i0" que es ielevante sólo para el planifes tos totales de los consumidores en términos me
o'para-el economista político-' -La.razón netarios. En relación a la significació¡ del sector
unb y otro construyen un- modelo.de la econ de los armamentos podemos observar que si bien
definido en términos de las relaciones de acuerdo con las definiciones de Marx una des'
de valor y no en términos de las ecuaciones viación de 100 unidades reducla el capital social
el capitalista individual' agregado en 171 unidades, éste no es el resultado
"ó-port"*iento''Para que tiene que aparecer necesariamente en las es'
emb'argo, el concepto de crecimiento equilib
tadísticas dl h ienta nacional. La reducción será
u. do Jt"a.a relevancia, pues toma sus decisi todo 1o más de 71 unidades, ya que hay 100 unida'
con vistas a conseguir que sus beneficios des de producción de armamentos que contribu'
máximos. El capital se mueve de una yen a incrementar la renta nacional. La cifra que
1 El ca,pitat, Iibro ru, capítulo 48' én definitiva se compute dependerá finalmente de
t46 M. Ia reproduccün amPliada (II) 147
I
disminución del volumen de plusvalor dispon
para ser gastada en bienes de consumo, una
minución que es exactamente igual a la canti pq+pzv+p3P - C+V+P: Yr*Y¿*Y¡ =Y (11)
adicional invertida como capital constante. La
ferencia de precios se reducirá, pues, en favor Como ya hemos explicado anteriormente, en el
departamento I. Para proporcionar la cant ejemplo que Marx presentó de la reproducción
ril
pital variable. Ahora bien, si la tasa de plust Hay también una tercera medida en términos
es constante bajo estos supuestos, se deduce de precios que es directamente observable.. Se
tológicamente que la tasa de ganancia es c basa en las estadísticas existentes de salarios, cos-
ciente puesto que, como hemos visto antes' tes, beneficios, precios, etc. Para contraStar la pre-
dicción marxiana, tenemos que usar datos sobre
beneficios monetarios (en sentido estricto, datos
c,=t,-;-)=r(l-Y)
c+v
eobre todas las rentas no salariales) y comparar-
los con una medida apropiada del iapital cons-
tante y del capital variable expresadas en térmi-
La cuestión de la validez genetal de esta ley,.o nos de precios. Ya hemos visto como incluso en
cualquier otra, no depende, por consiguiente¡ la reproducción simple, con magnitudes constan-
la fórmula anterior, sino, sobre todo, de los tes de / y de y;, los precios no son proporcionales
puestos que se hagan acerca de la conductau a los valores. Dentro de la reproducción amplia-
los comPonentes f, C Y V' da, con magnitudes cambiantes en los Ti y tam-
En esie problema tenemos dos medidas quq bién en f, y con una productividad física creciente
emplean simultáneamente. En primer lyl 1e y una disminución en la jornada laboral, el pre
moi et cociente entre el número de trabaj blema de la transformación de los precios en va-
(que trabajan un número determinado de lores es todavía más difícil. Cualquier ejercicio
,tt saiario determinado) y la cantidad cmpírico ad hoc qu€ trate de deterrninar la tasa
"átt
de materias primas, maquinaria y capital.fijo' E de ganancia apoyándose en las estadísticas publi-
es una relaiión física entre diferentes inputs, cádas de renta y riqueza nacionales no puede te.
oue plantea problemas muy complejos, como' ner, por tanto, mucha utilidad.
meaiciOn de la cantidad de máquinas sin conl Ahora bien, la productividad física de la fuerza
con información sobre beneficios y precios' de trabajo aumenta en los dos departamentos du-
segundo lugar tenemos el valor total del ca fante el proceso de crecimiento; por consiguiente,
co"nstante y del capital variable, y la los mismos valores van representando a lo largo
diente expresión dé la composición orgánica del tiempo cantidades progresivamente mayores
capital. DL forma similar,-el output t: q""* de máquinas y de bienes salariales. El crecimiento
dii en unidades físicas (ula masa real de el de la productividad en la industria que produce
áe uso") o en términos de valor' Al hacer los bienes que consumen los trabajadores puede
puesto de que la tasa de plusvalor permanece ¡educir el valor de la fuerza de trabajo, puesto que
Lrtu*ot sosteniendo implícitamente que la r ésta tardará entonces menos tiempo en reprodu-
de plusvalor aumenta en la misma proporción cirse a sí misma; pero el efecto de este incremento
ef capitat variable, pero no estamQs afirma de la,productividad sobre los salarios no. es fácil
ttuau'""tt respecto af número de unidades fís de predecir, ya que dependerá de la fuerza de. la
p.oá""iáut p'or trabajador o- por hora trabaj clase trabajadora y de la evolución histórica de la
i'ara llegar a conclusiones claras a este. respr lucha de clases. Sólo en un modelo mecánico y en
necesitaiiamos información adicional sobre el Una versión ahistórica de la teoría económica mar-
cimiento de la Productividad, etc' xista el salario real es siempre igual al nivel de
M. La calda de la tasa de ganancia 1ól
160
Bureau of Internal Revenue, aparecen en laS rencia entre el plusvalor, los beneficios, la renta
lumnas 2a-2c. Tampoco en este caso se y el interés pagado. Gillman cálcula uná medida
de una manera clara, una tendencia ascenden en términos de stocks que es g = P-Uf C, y otra
descendente en ninguna de las tres re en términos de flujos, g2: P-U/(C+V*U), ar.
Quizá exista alguna evidencia para sostener gumentando que, por representar U los costes de
hay una tendencia positiva en t y en g,en el realización del plusvalor, estos coStes deben su-
ríoao tgtg-t939, y una tendencia descendente marse a la cifra de capital utilizada en el proceso
de entonces, o quizá simplemente constancia' de producción del plusvalor. Los valores de gr en
general, g no exhibe ninguna tendencia según 1919-1929 y 1939 son 15,4, 12,5 y ll,l por 100, res-
cálculo. pectivamente. Los valores de gr en los mismos
años son 12,9,6 y 8,2 por 100. Si la actividad del
3) Como la relación entre la tasa de de¡ gobierno se considera también una realización de
ción ( y el coste de uso) y el stock de capital gasto improductivo, se puede deducir de los bene-
estar variando, Gillman computó la tasa de ficios el total de ingresos por impuestos. Para los
nancia sobre el stock de capital. Gillman años 1929, 1939 y 1949, Gillman deduce del plus-
operacionalmente el stock de capital fijo co.n valor el total de las recaudaciones, a nivel'federal
uios valores de las plantas y de los equipos calc y estatal, de los impuestos de sociedades y por'be-
lados a sus costes de reproducción y a neficios excesivos, obteniendo así unos valores de
actuales netos de depreciación' 3. Estas est los beneficios en esos años que son 24,2,21,7 y 17
nes difieren de los valores contables, puesto por 100, respectivamente. Los datos de g) y gz apa-
éstos a menudo están basados en costes his' recen en las columnas 4a - 4b.
cos. Con los conceptos así definidos, Gillman Teniendo todo lo anterior en cuenta se puede
tuvo un descenso en la tasa de ganancia c decir que la tasa de ganancia en términos de flu-
1880-1919, pero ninguna tendencia apreciable jos medida por Gillman no disminuye. Cuando se
de 1919 a tgSZ. Las cifras correspondientes hacen ajustes en medidas de stocks se puede de-
cen en las columnas 3a - 3c. Si se extiende la tectar cierta tendencia a una disminución en el
nición de capital de modo que incluya también período de 1880-1919. Si estamos dispuestos a
capital circuiante -la masa de existencia-s- se ! aceptar como una deducción del plusvalor los gas-
tienen resultados similares a los obtenidos en tos improductivos, entonces el período posterior
columnas 3a - 3c. Como se puede apreciar, no a l9l9 también muestra un cierto descenso. Hay
rece ninguna alteración sustancial' que decir, sin embargo, que estas contrastaciones
no son en modo alguno decisivas. El uso de las
Gillman hace otro cálculo más, en el que
4) estadísticas de renta nacional y'de los datos de
duce de su medida anterior del plusvalor una
(
los censos entraña muchos problemas de medición
iiá"¿ q"" pretende medir el gasto- no productil que complican la contrastación de hipótesis inclu-
U. En éste último concepto se incluyen costes so en la teoría económica convencional. Los datos
venta, empleo de trabajadores no productivos' e contienen imprecisiones, errores de medida y pro-
ülpi"""¿i*iento para medirlo eJobtener la di blemas de índices. Estas observaciones no deben
t pJ47. entenderse como criticas a la calidad del trabajo
14,
168 La contrastación de Gillman 169
realizado por Gillman, sino como consicleracl ñala el hecho de que incluso, tal como Marx la
necesarias sobre la complejidad que presenta formuló, la ley de la caída de la tasa de ganancia
trastar teorlas con datos inadecuados del ignora los problemas de realización del plusvalor.
real. El esfuerzo de Gitlman, aunque im La razón es que la ley está enunciada dentro del
no podía ser de otro modo-, reprel contexto de un modelo de un solo bien y utilizan-
-como
un esfuerzo precursor en el trabajo empírico do sólo categorías de valor. Puesto que los precios
tro de la economía marxiana, un ejemplo no entran en la formulación de la ley de un modo
desgraciadamente, no ha sido seguido por ot sistemático, el problema de la realización del plus-
apli-cándolo al estudio de otros países o de ot valor no juega un papel claro. Es una situación
a.
- Hay además,
períodos parecida a la del modelo de Marx de la reproduc-
como ya hemos insistido ción ampliada, en el que se hace el supuesto de
menté, un problema en el modo en que Marx que las crisis no existen al construir sus ejemplos
muló ieórióamente la ley del decrecimiento de aritméticos. Otra vez Marx vuelve a ignorar el cir-
tasa de ganancia. No sólo por que en la for cuito del capital monetario, siendo así que en el
ción de Ñdarx la ley no esté expresada en tér¡ mundo real los factores monetarios y financieros
de la tasa monetaria de ganancia, sino, y esto están entrelazados con otros factores en el entra-
más importante, porque incluso formulada en I mado económico y social. Al tratar los costes de
minos áe valor quedan sin especificar supu venta como un gasto no productivo que ha de de-
decisivos con respecto al crecimiento de la ducirse del plusvalor, Gillman adopta el punto de
ductividad, la tasá de rotación, la duración vista de que estos costes de venta son los costes
biante de la jornada de trabajo, etc' La ley r de realización del plusvalor y, por consiguiente,
re, pues, uná reformulación en la medida en una deducción que ha de hacerse de ésta para ob-
sea'posible introducir tales complicaciones' tener el volumen de capital disponible para acu-
puej ae esto hay que enfrentarse al problema mular en el futuro. Debe notarse que un argumen-
ia transformación. Sólo después de que estos I to similar se puede aplicar al sector público, ya
blernas previos se hayan resuelto- podremos que al mantener la demanda efectiva, pero sin ge-
los datoi publicados, por imperfectos que nerar output material, el gasto público del gobier-
para tratar de verificar la leY. no ayuda a resolver el problema de la realización.
El tratamiento que Gillman hace de los En conclusión, la ley de la tendencia decrecien-
no productivos puede aparecer arbitrario y' te de la tasa de ganancia no está bien especificada
modo, hasta un pietexto para racional y, por consiguiente, no se puede demostrar por
"il.i"
ios ¿atos en favor de Marx. Ya discutiremos encima de toda ambigüedad su verificación ni su
ampliamente este tema de los gastos im refutación. El problema reside en que tanto los
;í;;;6lttti"-ot a consideiar los desarrol defensores como los detractores se han mantenido
recientes en la teoría económica marxista' dentro del contexto inicialmente definido por
áL momento el tratamiento que Gillman hace Marx. Aun en los casos en que se han aplicado a
este tema las herramientas matemáticas moder-
. gtt t5, Glvn y Sutcliffe adoptan un enfoque nas el único resultado ha sido corregir ciertas in-
íitt potter en relación 9e -manera
-"ttr-" "óittuÍé,
ilñ;6;;;ánói.'c"" el concePto de Marx' coherencias y resolver alguna paradoja. Pero la
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172 M-
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"i-i;;;iñ la referencia completa' l
"ncuenira ün-támui¿n dire'ctas, como en cl casq tick- desde el comienzo de este siglo hemos en-
Baran y Sweezy.
M. Significación de la teoría de Marr 185
184
similares a éstas podemos hacer con respecto ción del capitalismo británico, Glyn
tasa de ganancia. indican que el descenso de la
Existe una diferencia fundamental entre industria británica está relacionado oo$
Keynes a decir verdad, entre Marx y el r to de la participación de los salarios
-y
de los ecánomistas- en relación al análisis nacional, con el estancamiento de lói
mercado de trabajo. Keynes insistió en que el a su vez por el bajo nivel d!!
-causado
debido a la escasa rentabilidad- y con'
cado de trabajo debería ser estudiado aislact:
creciente de la competencia inter
ie, separándoio del mercado de dinero y de1 ciendo que la participación del trabaio.lñ¡l
i" mercancías. En el mercado de trabajo ta nacional ha aumentado a costa de la
;;;;"i"" se determina por el mecanismo de- la
""¿o
ción del capital, sostienen que, en contra dc
gá"i.lio" salarial, cuYo mutco estructural e i predicen los modelos neoclásicos, pafa
iticional contribuye a la rigidez del salario r¡ salarios altos no hay que esperar a que
iario. Pero, .omó Ma.* demuestra' la diferen( un período de acumulación creciente. y"
entre este mercado y los restantes mercados'de beneficios (véase nuestra discusión
..o""*iu es aún más profunda' En el m,ercado de. trab
tículo de Samuelson de l97l). La
ti"ü"¡., tanto el p.tCio de la fuerzn de la t militancia política de los trabajadoroo,
como'la otra dimensión fundamental de sindicación y del contexto político
acción duración de la jornada de tra también importantes en este sentido.
-la
están determinados por el proceso de autores no formulan su modelo dent¡O
en el contexto de una división de clases' En ma de Marx, tratan la negociación
rirt"rnu capitalista la fuerza de trabajo puede una relación social y política entre ht
comprada como cualquier . otla .m:rcanclil' bién insisten en la importancia del
;;;;;;ncía la relación de intercambio nacional que ha de tenerse
basada en una relación de clase' Por consrgur' cuenta al llevar a cabo un estudio
ü ...t.rruu de oferta' de trabajo no es análoga Glyn y Sutcliffe muestran
¿" oferta de cualquier otro bien' pláta de los beneficios en el produCto
""*u
p"r.j"tnpf"' Los trabajadores pueden do descendiendo en Gran Bretañl
Yol"lt'
ir ai periodo a partir de la guerra,
menté ,"ñ,rru, Prestar su trabajo' pueden
iindicato:' de esta tendencia desde 19ó5.
huelga, pueden organizarse en fl1"4 cuota de los beneficios puede'
il;; iartidos páliti"ot, etc' La negociación.
en un descenso en la tasa de
larial es el elemento dinámico fundamentalya Glyn y Sutcliffe presentan unU
pensamiento de Marx; en particular' como !
en el'
hacia la igualación de las tasas de ganancia CITAS DE (EL CAPITAL,
;ñillJñs frtciot; de debemos. postular' además'
iJ-iJ""r¿"d del valor cambio de la fuerza de
;;;;;; todas las industrias y composiciones
diferentes en cada industria'
"tgáti*"t-¿e-capital
Estos elementos podrían combinarse después en
;;á;ü q"" p"!a" dar razón de de toda la comple'
iü; de la'teóría económica susMarx' Si Mar¡
i#!,ü-rtrlo. ái ttutut de hacer ejernplo! a-nt:
;4t".; más simpt"t
^de
a" lo que debieran haper
Se ha utilizado la versión al castellano realizada
riJ.ltr la parte sudos obra que no-dejó termina*" por Pedro Scaron para Siglo XXI Editores, con dl.
á"'i".pt"i"tilente los últimos libT:-* :: i: gunas modificaciones menores para unificar los slm.
p,¡¡t'O io"tiene errores, no debemo-s negar el he4' bolos con los utilizados en el texto principal.
cho dogmáticamente' tu*po"o U"O,:T:t^13t:l* Cada referencia consta de tres números, de los
"u confirmar cada palabru-. q¡r" Marx pt cuales el primero (romano) indica el libro, el segundo
,"t"ot puTl el capítulo y el tercero la página. En los fragmtntos
;;;";¿. Contamos con tiempoaPlicación-suficiente
de un I citados aparecen en ocasiones llamadas a notas a
;il; f;*"iuci¿" Y a la eJl que pie de página, que han sido omitidas. Cuando Marr
áLto a. valor, rico en complejidades' cita una fuente diferente se incluye la correspondiefr.
de precios y
orreAo combinar con un modelo la la te información entre corchetes tras la referéncia.
práauccion física' Esta es
ff;;;i;;; económica marxiana'
En algunos casos se han intercalado algunas pala-
,bras
il"áiá"i" ¿e lá teoría entre corchetes para aclarar el signiiicado.- La¡
interpolaciones gue figuran entre paréntesis procedcn
del original.
La tradjrcción^(al inglés) del libro r utilizáda lor cl
autor es la de Samuel Moore y Edward Avellni, r*
lizada a partir de la tercera edición alemana. ñjdto
que la edición de Siglo XXI tiene comó bas¿'h l]
gunda edición alemana, se han introducido cn ll t*
to castellano las variantes correspondientclr I h
tercera edición, que Scaron incluye como not¡lr?¡
th
. I ,l.r.rlt¡
Citas de uEl capital> lft
t3l Lt FoRMA ,DE ¡r¡rnclNcfl , r
;;;t;. El ""*pesino medieval producía para t5l Ll FoRMA DUAL DEL vALoR :: . i.'.,trlttl
#;; f.;iJá ttigonidelel ributo, v para.el cr TaI escisión del producto laboral bn
li'i"r Jü*o'-p"i6 trigo del tributo^ni y cosa de valor sólo se efectiviá; an h
del diezmo se convertían enpara otros'. -'P
mercancías cuando el intercambio ya hr:aldinl
sión y
el hecho de ser producidos pro¡lucto ha ¡elevancia suficientes ootm
produzcan cosas útiles destinadr¡
transformarse en mercancía, el
;;;;;i;;i*" a través del intercambjg. con lo cual, pues, ya en su
i^t'
uso'l (/1/50') t tiene en cuenta el carácter ih
;;;i*" de él como valor de (r/1/89-9rJ.)
pá.*t. entre corchetes es de Engels'l
M. Desai
Citas de "El capital" ln
196
[8] Mooo un rnopuccróN
pn pnoouccrÓN on MnnclNcf¡s La forma de valor asumida
tól E¡- uooo
Y SU MISTERIO del trabajo es la forma más
semejantes constituyen- f"^"t:T:ll: bién la más general, del modo
rormas rE'¡vrs¡¡!--
Formas
onomia ú.'tgtt"tu' se trata
categorías de la ec'
las cu'E'w'
burgués. (t/l/98.)
Las
de formas del pensarsocialmente
--^ -.ir:róc ' n.,r
válidas' y por
^:^-^- nrn.rlc-
tanto oDJelrvdr, Psrq lá''au"io"":
[9] Pr,usvelon
f"',:'ffifi"í';;;;
que caractenzafi
^a
'J*-*o¿o de ::^l#:S:
producción La forma plena de este proceso,r
ción t-.----^:-^An. 12 nroduc.
::'J"¡T,#;i;;;;;;;i*':*',:i,1?:^P^3''"i$: D-M-D', donde D'= D+d, esto
suma de dinero adelantada ini
clon crs urEres¡¡v¡s"' i"¿".
:tT"1"i#:"#i"'' --todael .mistici.smo,l"l
mersatrer.J' . la magia y la fantas-
"T;11: incremento. A dicho incremento, o
do de las mercancías' -r-.^+^- .rol
práO""ós del rrnl-raio
trabaio por encima del valor originario, lo,
magoría que nimban, fJ, -^^,.-
¿ra merc-állclas, se plusvalor (surplus value). EI valori
ilXtu""T:'";iu^'i'"¿"""iálu:-T:':3l3Xl';11
estuma :"1;;iñ;'
originariamente no sólo, pues, se
::illi; o€ uuusu¡*"" " "P: :Tli:::"T(l/l/93.)
otras form i.á" pr"a""ción.
- iffi1; la circulación, sino que en ella modifhü
mino hacia nitud de valor, adiciona Lrn plusvalor
loriza. Y este movimiento lo lransfottü
RELAcToNES DE PRoDuccrÓN pital. (t/4/184.)
t7l Ll Eo¡o Mnore EURoPEA: rl
b'n lusar
En lugar usr inaeneli]eX1e^f::::T
uv¡uv¡--,
del hombre
ügados por la- [10] INrrnc¡¡r,rs¡o ,.if
tramos con que aqul I
,
"rtar,
u" ' Respecto al valor de uso, entonces,
;# ;; ;óJ¿enciá' siervos -t195:' J"3X püéifg
iJtr"**' vasallos y, grandes seirores' cirse que <el intercambio es una trans&cIü
.,rt¡¡Évo' á"P""¿"""ii"t:T':il
v;ffii;;;.'i" stociales en que
:;
tiene
en la cual ganan ambas partes>, No ocurre lo
ianto las relaciones mismo con el valor de cambio. $la/$Ll92J
proquevru" materl{
la p-..¿"""i0"
i"' ,^.-"--.rs ::T: l?:r:t:?:.: [Marx está citando a Destutt de Tracy.]
sobre dicha producc
sours
de la vida estructuraoas :l:':,:---.-;"ni
ilro vrwro*"'---- potq""
rcru pr""i'umente -l1l-.Ilti:t?11'" [11] El TNTERcAMBTo No cENERA vALoR
' cónstituyen la
base s
nales de dependencra Por vueltas y revueltas que le demos, el resul-
'ü;; j;'-;abajos
(rE(¡a, ¡v¡ !¡ev-r-- v P'9d"Í::^:",,tf3:i tado es eI mismo. Si se intercambian equivalen'
diferente
oué asumir una forrr ra fantástica tes, no se origina plusvalor alguno, y si se inter'
su ¡v.¡rse$¡ r"g'es"n
H",á;ü;'. ---e al mecanismo i::t:: :: cambian no equivalentes, tampoco surge ningún
y prestaciones en' plusvalor. La circulación o el intercambio
üdad de servicios dire ctos tl1::j:: de
ü;. ;;rma
PE'¡E' !e naturur-lt
laridad, Y no, como sc¡bre
la base de T, la l?::
Prt
mercancias no crea ningún valor. (t/4/199.)
lor de uso. El hecho dé que sea ¡ecesaria media Dejando a un lado limites sunramcntc clásti.
jornada laboral para mantene¡lo vivo durante cos, como vemos, de la naturaleza dcl intercam-
24 horas, en modo alguno impide al obreto tra- bio mercantil no se desprende. lfmite alguno cle
baiar durante una iornnda comple-ta' El ttalor la jornada laboral y, por tanto; ,lfmite alguno del
de la fuerza de trabajo y su valorización en el plustrabajo. El capitalista, cuando procura pro
proceso laboral son, pues' dos magnitudes dife- longar lo más posible la iornada laboral y con-
ientes. El capitalista tenía muy presente esa vertir, si puede, una jornada laboral en dos, re-
diferencia de valor cuando adquirió- la fluetza afirma su derecho en cuanto comprador. por
dé trabaSo. Su propiedad útil, la de. hacer hila- otra parte, la naturaleza específica de la.mercan-
do o botines, era sólo una conditio.sine qua non, cía vendida trae aparejado un límite al consumo
porque para formar valor es necesario gastar que de la misma hace el comprador, y el obrero
iraUájo á" tttatt".a útil' Pero lo decisivo fue el reafirma¡u derecho como vendedor cuando pro.
valor'de uso es;pecífico de esa mercancía, el de cura redücir la jornada laboral a dcterndnadrr
ser fuente de válor, y de más valor del que ella magnitud normal. Tiene lugar aquf, pucN, unl
misma tiene. Es éste el servicio específico que antinomia: derecho contra derecho, signador am.
el capitalista esperaba de ella' Y procede, al ha- bos de manera uniforme por la ley del intercam.
cerlol conforme a las leyes eternas del. intercam- bio mercantil. Entre derechos iguales decide
bio áercantil' En rigor, el vendedor de la fuer- la fuerza. Y de esta suerte, en la historia de la
za ¿e traUajo, al iguál que el vendedor de cual- producción capitalista la reglamentación de la
quier otra mercanCía, realiza-9u ttalor de cambio iornada laboral se presenta como lucha en tor-
y enaiena su vator de uso. No nu9!9 conservar no a los límites d.e dicha jornade, una lucha en-
ét .tttó sin ceder el otro. (l/5/23+235') tre el capitalista colectivo, esto es, la clase de
los capitalistas, y el obrero colectivo, o sea la
t23l E¡, PLUSTRABAJo EN Los DTFERENTES MoDos clase obr era. G / 8 /281-282.)
ps pnonuccrÓN
Es sólo la forma en que se expolia ese plus- 126l Et TRABNo EscLAvo EN EL MoDo DE pRoDUccrON
cAprralrsrA (el rnlnAJo
trabajo al productor directo, al trabajador, .lo Los NEcRos EN EL
DE gUR
del capital para doblegar esa resistencia. La di : de la Antigüedad cláslc to rtenfan exclusiva-
rección ejercida por el capitalista no es sólo mente a la calidad y al oefplr d¿ uso. (t/12/444.)
una función especial derivada de la naturaleza r.l t¡1,
del proceso social de trabajo e inherente a dicho L32l Et TRABAJo pRoDucrrvo coiao llt¡c¡óN socr¡l
proceso; es, a la vez, función de la explotación El concepto de trabáJidor, ptbductivo, por
," ende,
de un proceso social de trabaio, y de ahí que en modo alguno ilhÉllcf ñtorlmcnte una
esté condicionada por el inevitable antagonismo relación entre actividad y dlctO tltll, entre tra-
entre el explotador y la materia prima de su bajador y producto del tnbdb,'tlno además
explotación. (t / 11 / 402.) una relación de producción.'érgOfllClmcnte so-
cial, surgida históricament€, .qll *¡n¡ en el
[30] FuNcroNEs DEL cAPIrALrsrA trabajador la impronta de medlo,diüto dc va.
Cuando compara el modo de producción de lorización del capital. De ahl qüc'.tt tllbfjrdor
campesinos independientes o artesanos autóno- productivo no constituya nlngt¡n¡ {ot|l,i ¡lno
mos con la economía de plantación, fundada en una maldición. (r/14/616.) r'lr,:"'"
' la esclavitud, el economista incluye a ese trabaio
de supervisión entre los faux frais de produc' [33] Dsr¡n[,rrNANrEs DE LA pRoDucrrvrdrD il] lnlfl0
tion. Pero por el contrario, cuando analiza el Prescindiendo de la figura más o rd*fl ü*
modo capitalista de producción, identifica la fun- arrollada de la producción social, la;tfü{¡¡th#
ción directiva, en la parte en que deriva de la dad del rrabajo queda ligada a cor¿dlú{Dd& úl*
naturaleza dél proceso laboral colectivo, con la turales. En su totalidad, éstas sonr'rtdücfifj*
misma función en la parte en que está condi- la naturaleza del hombre mismo ,-clomd¿fff&
cionada por el carácter capitalista, y por ende etcétera- y a la naturaleza que lo rodoi. l¡|
antagónico, de este proceso. El capitalista no condiciones naturales exteriores se dividen, da]
es capitalista por ser director industrial, sino de el punto de vista económico, en dos grandCf
que se convierte en jefe industrial porque es clases: riqueza na.tural en medios de subsisten
capitalista. EI mando supremo en la industria cia, esto es, fertilidad del suelo, aguas con abun
se transforma en atributo del capital, así como dancia de peces, etc,, y riqueza natural qt me.
en la época feudal el mando supremo en lo bé- dios de trabaio, como buenas caídas de agua,
lico y lo judicial era atributo de la propiedad rios navegables, madera, metales, carbón, etc.
territorial. (t / Ll / 404.) (t/14/621.)
[31] L¡ EcoNoMfA PoLfTIcA: cÓMo HA srDo TNFLUTDA [34] C¡usros EN EL vALoR DE LA FUERZA DE TRABAJo
POR LA REVOLUCIÓN INDUSTRÍAL El valor de la fuerza de trabajo está determi-
La economía política, que como ciencia espe- nado por el valor de una cantidad determinada
cial no surgió hasta el período manufacturero, de medios de subsistencia. Lo que varía con la
considera la división social del trabajo únicamen- fuerza productiva del trabajo es el valor de
te desde el punto de vista de la divisién manu' esos medios de subsistencia, no su masa. La
facturera del trabajo, esto es, como medio para masa misma, si aumenta la fuerza productiva
producir más mercancÍas con la misma canti' del trabaj o, puede act ec entar s e simul t áneam ent e
dad de trabajo, y por tanto para abaratar las y en la misma proporción para el obrero y el
mercancías y acelerar la acumulación del capi- capitalista, Sin que se opere cambio alguno de
tal. En antítesis radical con este énfasis en la magnitud entre el precio de la fuerza de trabajo
cantidad y en el valor de cambio, los escritores y el plusvalor. (...) Aunque el precio de la fuerza
208 Citas de oEl capital"
,r ti...
-¿Áffie*
Citas de
210 M. Desai "El capital"
la personalidad del obrero y que es tan diferen- e impago. Todo trabajo
pago. En la prestación personal
te de su función, del trabajo, como u¡ra máquina
lo es de sus operaciones. Ocupados con la diferen- del siervo para sÍ mismo y su
cia entre los precios del trabajo en el mercado y para el señor se distinguen, de
lo que se llamaba su valor, con la relación entre mente sensible, tanto en el espacio
ese valor y la tasa de ganancia, y entre ese va' tiempo. En el trabaio esclavo, inbluJl
lor y los valores mercantiles producidos por la jornada laboral en la cual el
intermedio del trabajo, nunca descubrieron que más que suplir el valor de sus
el curso del análisis no sólo habÍa llevado de de subsistencia, en la cual, pues, en
los precios del trabajo en el mercado a su va' baja para sí mismo, aparece como
. lor presunto, sino que había llevado a resolver su amo. Todo su trabajo toma la
este ttalor del trabaio mismo en el t¡alor de la trabajo impago. En el caso del trabajo esfi
d.o, por el contrario, incluso el plustrabajep
fuerza de trabajo. La falta de conciencia acerca bajo impago aparece como pago. Allí la
de este resultado obtenido por su propio aná-
lisis; la aceptación, sin crítica, de las categorías de propiedad vela el trabaiar para sí mismo
nvalor del trabaio", uprecio natural del traba' esclavo; aquí, la relación dineraria encubrc
etc., (r)rrlo expresiones adecuadas y últimas trabaiar gratuito del asalariada. :.
io,, Se comprende, por consiguiente, la importan
de la relaeión de valor considerada, sumió a la
economía política clásica, como se verá más ade' cia decisiva de la transf ormación del valoi y prc
lante, en complicaciones y contradicciones inse cio de la fuerza de trabajo en la forma ¿ei sa.
lubles y brindó a la economía vulgar una base lario, o sea en el valor y precio del trabajo mi+
segura de operaciones para su superficialidad, mo. Sobre esta forma de manifestacion, que vpl.
, ve invisible la relación efectiva y precisamente
qué sólo venera a las apariencias. (rll7/ó55-ó5ó.)
muestra lo opuesto de dicha relación, se fundan
[38] Er vALoR DEL TRABAJo ES MAYoR QUE EL vALoR todas las nociones jurídicas tanto del obrero
DE LA FUERZA DE TRABAJO como del capitalista, todas las mistificaciones del
modo capitalista de producción, todas sus ilu-
Como el valor del trabajo no e6 más que una siones de libertad, todas las pamplinas apologé.
expresión irracional para designar el valor de ticas de la economía vulgar. (r/ti/OSl-OSA) '
la fuerza de trabajo, de suyo se obtiene el re-
sultado de que el valor del trabaio siempre tie'
ne que ser necesariamente menor que el pro' [40] El caprtAlrsrA y EL vALoR DEL TRABAJo
ducto del valor, puesto que el capitalista siempre _ [El capitalista] quiere obtener precisamente
hace funcionar a la fuerza de trabajo durante la mayor cantidad posible de trabajo por la me
más tiempo que el necesario para que se repro nor cantidad posible de dinero. por eso, desde
duzca el valor de la misma. (...) Llegamos asf
' el punto de vista práctico, a él sólo le interesa
al resultado, a primera vista absurdo, de que un la dif erencia entre el precio de la fuerza 4el tra.
trabajo que crea un valor de ó chelines, vale bajo y el valor que crea el funcionamiento de
3 chelines. (t117 165C657.\ la misma. Pero procura comprar lod¿s las mcr.
cancías al precio más bajo posible y por eso,
[39] L¡ FoRMA DEL sALARro en todos los casos, cree encontrar la razón dc su
ganancia en la simple trapacerla
La forma del salario, pues, botra toda huella
de Ia clivisión de la iornada laboral entre traba'
. por debajo del valor y vender pordcenclmi comprar
dc
éste. De ahí que no caiga en Ia cuenta de que
io necesario t plustrabaio, entre trabaio pago
212 M' Desai Citas de <El copital>
rrientes del pensar; el'otro tiene primeramente Pero lo que en un comienzo sólb Ci¡
o"" t"t descibierto por la ciencia' La economía partida es siempre producido de
Éáiiti"" clásica tropieza casi con.h :::9"*:: dio de la mera continuidad del
ielación de las cosas, pero no la formula cons' reproducción simple, perpetudndose
sin embargo. No podrá hacerlg-mien' tado propio de la producción capitalista. F$F
"liiil*"it",
iras esté envuelta en si piel burguesa' (tll7/660'\ parte, el proceso de producción'transfor¡ül'
tinuamente la riqueza material en capttd,
Ltt DrvrsrÓN DEL PLUSvALoR medios de valorización y disfrute para et' cfpl'ff
1427
lista. Por otra parte, el obrero sale del prdccro dü
El capitalista que produce el plusvalor,-es de' producción, constantemente, tal comó entró dl
cii et que directámente succiona de los obreros é1, fuente personal de la riqueza, pero despoJt
traUajo-impago y lo fija en mercancÍas,,es do de todos los medios para hacer efectiva cll
cierto el primer apropiador, pero en qodo- riqueza. Como antes de ingresar al procclo ñl
no el propietario último de ese plusvalor'
P
con capital propio trabajo ya se ha convertido en ¿l¡aoi ül
iiortnénti tiene que compartirlo sido apropiado por el capitalista y se hr {fnO}
áue desempeñan otras funciones en el conj porado al capital, dicho trabajo se obl¿tlví{**
á"-t" p.oa.tcción social, con los terratenie tantemente, durante el proceso, en,prcdlüil
El plusvalor' pues' se escinde en.varias no. Como el proceso de producción ei,
partes. Sus fracciones corresponden a dlversa€
"t"¿t".". tiempo, proceso de consumo de la
lategorías de personas y revisten formas d7t* bajo por el capitalista, el producto'fl
.""iEt é i"¿"pendientes éntre sí, como ganancia' etc' no sólo se transform¿ continuamcnfo ü
inter¿s, ganan"ia comercial, rent?.d9^!a. tierra' cía, sino además en capital: valoi
iiTi"ttóá"""ión al capítulo 2t/691492'\ la fuerza creadora de valor, medlol
cia que compran personas, medlól
I43l L¡, coNvERSróN DEL DTNERo EN cAPrrAL que emplean a los productorel,
En el capítulo IV vimos que para transtormar mo, por consiguiente, produC!
dine;; en capital no era suficignte la preexisten' la riqueTa objethta como
cia de la prbducción y circulación de que le es ajeno, que lo domlnt'
cías, Era necesario, primero' que se en capitalista, asimismo,
Citas de
2r4 M. Desai "El capital"
fuerza de trabaio como fuente subietiv* y abs' del obrero, y por tanto de
plusvalor, incluso cuando el
tracta de riquezo, separada de sus propios me-
dios de objetivación y efuctivización existente en El aumento de éste nunca
la mera corporeidad del obrero; eR una palabra' de la productividad del t
produce al trabajadoÍ como asalariado. Esta
constante reproducción o perpetuación del obr* [47] Los pERFEccroNAMt"*to"
ro es la [conditio] sine qua non de la producción (Cambio tecnológieo u "*'r.l'
porado>.)
capitalista. (t / 2l / 7 0l-7 02.\
E,l desarrollo de la fuerza
t4sl Er c,lpttl¡.¡srA Y LA acuMULAcrÓN DE caPrral jo reactúa también sobre el
Pero en cuanto lel capitalista es] capital per- es, sobre eI capital que se
sonificado, su motivo impulsor no es el valor de proceso de producción. lJna
uso y el disfrute, sino el valor de cambio y:su constante en funciones se
acrecentamiento. Como fanático de la valoriza' trabajo, tales como maq
ción del valor, el capitalista constriñe implaca-, se consumen, y por tanto se
blemente a la humanidad a producir por prod* los reemplaza por nuevos e
cir, y por consiguiente a desarrollar las fuerzas tipo- en periodos protongádoir I
plusvalor y del plusvalor se obtiene más capital' nalmente. Para el curso.usual de las cosas es
óo" t"¿o,-t. acumulación del capital .presupone
capita-
posible confiar el obrero a las
"leyes naturales
Ji pr"i"ái.t, et piusvalor.la.producción
de capital
de la producción>, esto es, a la dependencia en
ii.tá,1 ertu iu pieexistencia dé masas
grandes en ma'
que el mismo se encuentra con respecto al capi-
de trabajo relativamente tal, dependencia surgida de las condiciones de
"-f"éi"u de mercancías' Todo este
í.Já" Itt-pió4,,ótot"tgirar producción mismas y garantizada y perpetuada
Droceso, pues' parece en un círculo vicioso por éstas. De otra manera sucedían las cosas
podemos salir suponiendo una acu- durante la génesis histórica de la producción
áel que-solo
-;á -a
ñ"ri"r¿" itgiil'ia" previa la acumulación
como la
capitalista. La burguesía naciente necesita y usa
li¡tltlit" 1*ltivio'us'accumulatiofrD'
'Smith), una acumulación que no el poder del Estado para "regular" el salario,
i;;; Ád.d esto es, para comprimirlo dentro de los límites
,itiu"ao lél modo de producclón capita' gratos a la producción de plusvalor, para pro
""-ál
iiitu, sino slt punto de partida' Gl2a/891) longar la jornada laboral y mantener al trabaja-
dor mismo en el grado normal de dependencia.
oRTGTNARTA
t52l Los MÉroDos DE LA AcuMUl-¡cróN des{9
Es éste un factor esencial de la llamada acumu-
En la economía política' tan a-pacible'
idilio' El
lacün originaria. (t /24 /922-923.)
tiempos irrttt"*átiuñs ha imperadb el
épocas pre
á"i""tto y el *trabajo' fueron desde
'medios de enriquecimiento' t55l La vror¡NctA
;&t;; lás únicos
siempre a excepción, naturalmelte' de La üolencia es la partera de toda sociedad
<este
la acumrrlación vieja preñada de una nueva. Ella misma es una
año>. En reafi¿ülos *étodot de
idílicos potencia económica.
originaria son cualquier cosa menos
(t / 24 / 9¿,0.)
(t/24/892.)
t5ól Er DTNERo y EL cAprrAL MoNETARTo
t53l Er, PRocESo DE AcuMULAcrÓN oRTGTNARTA capital' En cuanto capital dinerario se encuentra en
El proceso que crea a la relación del de esci- un estado en el que puede cumplir funciones de
Dues. no puede sei oito qtt" el proceso dinero, las funciones ---como en el presente
";í;;t;';; v la propiedad de sus con-
;ii;';;¡r¿ el obrero proceso caso- de medio general de compra y medio go
á" ftabaio, qle' p.or una Part€' neral de pago. (...) Esta capacidad no surge dcl
transforma los meáios de ,producción hecho de que el capital dinerario sea capital, slno
"" ""li¡iát
ít"'."utiti"ncia sogiales, y por otra. convierte de que es dinero.
La
a los productores- directói eh asalariados' por con-
Por otra parte, el valor de capital, en estado
tt"muOi acumulación originaria .no.e.s' dinerario, sólo puede cumplir funciones dc dlna
;;i;;;", ;a' g;;-;l p'ó""'o. histótico de esci- ro, y ninguna otra. Lo que convierte estag fun
sión entre proaiito' y medios de producción' ciones dé dinero en funciones de capltal'cs tü
(t/24/893.) papel determinado en el movimiento del capltal,
y de ahí también la conexión entre la fa¡c en
I54l Er, PAPEL D.n LA FUERZA EN IJ\ AcuMUucrÓN que ellas aparecen y las otras fases del clclo del
ORIGINARIA Y EN EL CAPITALISMO capital. Por ejemplo, en el caso quc tcncmos
La coerción sorda de las relaciones económicas ante nosotros, se convierte dinero en mcrcan-
rro.tá ,t sello a la dominación del capitalista
so- clas cuya combinación constituye la forma espo
ti" sie"e usándose' siemp.re' la violen- clfica del capital productivo, forma que por lo
cü "i.utát".
Airecta, extráeconómica' pero sólo excepcro tanto encierra ya de manera latentc, potcncial-
8
nO M. Desai
Citcs de <El capital" 227
de la producción de mercancfas, que por tanto [65] IHrunnupcroNcs EN EL crRcurro DEL cAprrAL:
función D - M < ftt examinada aquí, esto supone El ciclo del capital sólo se efectúa normalmen_
te mientras sus distintas fases se,desenvuelven
procesos históricos a través de los cuales'se di- sucesivamente sin paralizaciones, Si el capital
solvió la combinación originaria entre los medios se estanca en la primera fase D - M, entonces el
de producción y la tuerza de trabajo; procesos capital dinerario se congela conürtiéndose en
rnerced a los cuales se enfrentan la masa del tesoro; si se paraliza en la fase de producción,
pueblo, los obreros, como no-propietarios y los entonces los medios de producción yacen, des_
no-obreros como propietarios de estos medios de provistos de función, de un lado, mientras del
producción. (u / t / 3&39) otro la fuer¿a de trabajo perm¿rnece desocupa-
da; si la detención ocurre en la última fáse
tó31 Iá FUNcróN pB pnoouccrÓN Es AHrsrÓRrcA M'-D', entonces las mercancías acumuladas que
Sean cuales fueren las formas sociales de la no se pueden vender obstruyen la fluencia de la
producción, sus factores son siempre los traba- circulación. (tt/ I /59.)
jadores medios de producción. (...) Para
y los
que se produzca, en general, deben combinarse- t6ól Ll i¡snclncfl y Los sERvrcros coMo ourpur
La forsra especial en la que se lleva a cabo esta En la fórmula general se considera el produc-
combinación distingue las diferentes épocas eco to de CP como una cosa material distint; de los
nómicas de la estructura social. (tt/l/43.\ elementos del capital productivo, como un obje
to que posee una existencia separada del pro
ceso de producción y que reviste una forma de
tó41 Lr DTFERENTE NATuRALEZA DE Los MEDros
uso diferente de la que adoptan los elementos
DE PRODUCCIóN Y DE UT FUERZA DE TRABAJO
q_ue lo producen. Y si el resultado del proceso
En cuanto formas de existencia del valor de de producción aparece como cosa esto. ocurre
capital adelantado, los medios de producción y
-fuerza siempre, incluso cuando una parte del producto
de trabajo se diferencian como cafital
la
1u9lve a entrar, como elemento, en lf produc.
constante y variable, por los distintos papeles 9ión que se reanuda. (...) pero hay ramos de l,a
que desempeñan durante el proceso de produc- industria autónomos en los que ei producto del
ción en la creación de valor, y por lo tanto tam- proceso de producción no es un producto objo
bién en la de plusvalor. Como partes constituti- tivo nuevo, no es una mercancíá. Entre ellós,
vas distintas del capital productivo se diferen' la rlnica importante desde el punto de vista eco
cian ¿demás porque los primeros, que son pose- nómico es la industria de la comunicación, ya
sión del capitalista, siguen siendo su capital aun sea la industria del transporte propiamcnte ái-
fuera del proceso de producción, mientras que cha, para mercancías y personas; ya la que sólo
la fuerza de trabajo no se convierte en forma de transmite despachos, cartas, telegramis, etc,
(n/t/6U6t.)
existencia de un capital individual sino en el mar-
co de dicho proceso. Si bien la h,rcrza de tra-
bajo sólo es mercancía en manos de su vende- [67] El (/rsro poR LA EcoNouft vuLcAR
pRocESo
dor, del asalariado, en cambio sólo se vuelve ,Hemos presupuesto pues la reproducción sim_
capital en manos de su comprador, del capitalis- ple, es decir, que
d. - m se separá totalmente de
ta, en quien recae su uso temporario' (tt/l/44'\ D-M. Como ambas circulaciones, tanto m-d-m
2A M' Desai Citas de eEI capital> n5
como M-D'M; pertenecen segrln la forma
gene' ta, se convierte luego, al desarrollarse, en una
,iái a r" circulición de mercancfas (y por eso necesidad para todos los capitalistas individua-
tampocq muestran diferencias de- valor entre . les, corno mostramos en el primer libro. El
ios-?xtremos), resulta fácil concebir'- como lo aumento . constante de su capital se convierte
it-"* i" el proccso. de produc' eriL condición para la mismo.
á2" ""."ó*íucomo "tllgtt,
rnera producción de mer- (u/2/91-92.) ""ttse*."iO.r-áel
valores de uso destinados a. algún
"apitatista
canclas]
tipo
. de consumo y producidos por. el capitalista sólo I70l El crRcurro o¡l cnprrtl pRoDucrrvo
pára sustituiitol pot mercanclas que tienen otro y LA EcoNoMfe rorfrrcl
valor de uso o pára permutarlos por ellas; como
. i"-áiii*a equivoiadi*"ttt" en la economía vul' - La
la
forma general del movimiento Cp.. . Cp, es
forma de la reproducción y no indica la valo
gar. (tt/2/7&79.) rización como finlüdad del ór;"r., ;o*; ;i lo
hace D . . . D'. Por eso le hace más fácil a la eco
'[ó8] Los cAMBros coNTrNUos EN Los vALoREs nomía clásica prescindir de la forma capitalista
Para que el ciclo se cumpla normalmente' M' determinad-a del proceso de producción J, presen-
tie"e q"'" venderse a su vaior- y en- su tot3lidad' tar la producción en cuanto tal como iiñUiaa¿
Áá"áá. rr'r - p'M no sólo incluye la sustitución del p-roceso: producir la mayor cantidad, y io
de una mercancla por otra, sino la sustitución más _barato posille e intercambiar el prodúcto
átt ut mismas.conáiciones de valor' Hemos su- por la mayor variedad posible de otroj.pro{uo
;;;; áu" aq"í sucede eso' Pero en Ia realidad tos, en parte para repetir la producción iq-M),
i;;;#; áe tos medios de producción varían; en parte para el consumo (d-m). presentáción
continuo en las condiciones de valor en la cual, como D y d sólo aparecen aqul como
"i-""*Ui"
;;6i"r pié"i."*"ttte, de la producción capi- medio de circulación evanescente, se puede pasar
talista, aunque más no sea por- el cambio cons- por alto las peculiaridades, tanto del áinero como
iante en la productividad laboral qué caracteri' del capital dinerario, y todo el proceso aparegg
; 1; froduóción capitalista' (rr/2/84') . como simple y natural, es decir que posee-la na.
turalidad del racionalismo pedestri. (ill3/ l0?-10g.)
psl- clprrAL
tó91 LA coNrrNLJA veron¡z¡cróN
La naturaleza entera de la'producción capita- t71l ¿Pon euÉ EL crRcurro DEL cAprrAL MERcaNcfl
fisá eit¿ determinada p-or ú .valorización de^l APARECE COMO LA FORMA GENERAL?
valor de capifal adelantado, es decir' en pnmera Pero precisamente porque el ciclo M,. .. M,
i"tiu""iu, por la producción dp la mayor canti- presupone, dentro de su desenvolvimic¡to, otro
e;¡ p"tiúle de plusvalor.; pero en segundo lugar gapital industrial en la forma de M (= f i ¡UFl
iv¿aJe liuro r, ó^p. xxu)'-por- la producción de (y MP abarca otros capitalés de dtvcfCo tlpq
plus-
;ói¡,;" aeóir, por la transformacióno de por ejemplo, en nuestro caso, méqulilt, clt\
acumulación produc-
;;i;; é" capitat- i'ero la que bó,n, aceite, etc.), él mismo,exige qui ¡c ló con
ción en escála ampliada ---en cuanto meclro sidere no sólo como fonna getaral, dcl clclo, er
p*;;; produccion caáa vez más extendida decir como una forma social baJo la cual' ¡e
áe plusvalor y por consiguiente para el enrique- puede considerar cada capital industrlal indivi.
cimiento aet óapitatista--se presenta como obje- dual (excepto en su primera lnvcrslón), y por
y está incluida en
ii* p"ito""f de este últimoproducción tanto no sólo como forma dc movimlento co
ia i""a"tt"iu general de la capitalis- mún a todos los capitales tndustrlales indivi.
M' Desai Citss de <El capital" '¿n
226
Jorma en [75] El cAprrAL TNDTVIDUAL y LAs REvoLUcroNEs
duales, sino simultáneamente como la EN EL VALOR
*,léu" la suma de los capitales individua-
il!.!J el capi- Los moümientos del capital aparecen como
i";;; áecir, ta forma en que se mueve m91i$e.1t9 actos-del capitalista industrial individual ál ope-
lai'gfoUaf de la clase capitalista; 9n rar él como comprador de mercancías y de tra-
Ei el de cada lapital industrial indivi
que bajo, como vendedor de mercancías y como ca-
"r, ""uf
á.tui-uput""" sólo como movimiento parcial pitalista productivo y así servir, con sú actividad,
se entrelaza con los otros y resulta condicionado de mediador del ciclo. Si el valor social de capi-
por ellos. (tt/3/113.) tal sufre una revolución de valor puede ocurri.
que su capital individual sucumba ante ella y
1721 EL crRcurroDEL cAPrrAL urnclNcf¡ desaparezca por no poder curnplir con las condi
COMO CONCEPCIóN UNILATERAL ciones de este movimiento de valor. Cuanto más
agudas y frecuentes se vüelvan las revoluciones
En la figura IIItM'- M'l lai mercancías que de valor, tanto más se impone, actuando con la
se encuentran en el mercado forman.el supues- violencia de un proceso natural element¿I, el mo-
tá del proceso de producción y de re- vimiento automático. del valor autonomizado
"á"ttu"t"
;;J;;¿". Por tanto, si fijamos esta figura'
del proceso producción fre-lt9 a la previsión y aI cálculo del capitalista
todos los elementos .de y individual, tanto más se somete el curso de la
p"t""* p-venir de la circulación mercantil producción normal a la especulación ano'rmal,
consistir-sólo en mercancías' Esta concepción tanto más crece el riesgo para la existencia de
pro
unitaterat pasa por alto los elementos del los capitales individuales. Estas revoh'ciones pe-
¿e pioOucciOn independientes de los ele' riódicas del valor confirman pues lo que se pre-
"ero
mentos mercantiles. (tt /3 I 115') tende que refuten: la autonomización-que eipe-
rimenta el valor como capltal y,que mántienó y
DE LAs MERcANcIAS
agudiza mediante su movimiento, (tt/4/124.1
[73] Qursr¡¡v Y EL crRcurro
El Tableau économigue de Quesnay se basa [7ó] El cAprIALrsMoTNDUSTRTAL y erRos MoDot¡
la eleccién de esta
lvt' . .. M', y fo¡1a y no de DE PRoDUccIóN EN EL MERCAD0 MUNDIAL
"o a D"'D' (la forma
CP...CP para contraponerla
el mercantilismo) da . Pentry del proceso de circulación del capital
industrial, en el que éste actúa comq.dineio o
aislada a que se afeiraba
mr.rert.u de-su tino, profundo y certero' (tt/3/ll6'\ como mercancía, el ciclo del capital industrial
se entrecruza, ya como capital dinerario, ya
, como capital mercantil, con la clrculación ile
I74l E¡. cAPrraL coMo PRocEso DrNÁMrco mercancías de los modos sociales de producción
El capital como valor que se valoriza nocarác-
sólo más diversos, en la medida en que éitos son al
implica relaciones de claie' determinado mismo tiempo producción de mercanclas. Lo
tei social que se basa en la existencia del tra- mismo da que la mercancla sea producto de la
;;. ;*. irabajo asalariado' Es.un movimien- producción que se basa en la esclavltud, o que
to, un proceso cíóüco a través de distintas fases' sea producida por campeslnos (chinos, raiates
que a su vez encierra tres formas distintas del de la India), o por entidades comunitarias (In-
se lo puede conce' dias orientales holandesas), o por la producción
ito""t" cíclico. Por esoy sólo
no como cosa estática' estatal (como la que se dio, basada en la servi
Li, movimiento dumbre, en épocas anteriores de la historia
"o*o
(tt/4/t23.)
zn M. Desai Qitas. de "El capital, 2Zg
rusa), o por pueblos semisalvajes de cazadores, [78], Ll c4T,EggRfA DEL pnEcro DE cosro i
etcétera: como mercancías y dinero se enfren' En cambio, la categorla del precio. de costo
tan al dinero y a las mercancías en los cuales '
en modo alguno tiene que ver con la formación
se Dresenta el capital industrial, e ingresan tanto del valor rnercantilro con el,proceso-de,valori-
ett ¿e tibté como en el del plusvalor ence- zaciÓn del capital., (",.) Sin embargo, la investiga-
"l "i"loel capital mercantil, si este plusvalor
iáJ" ción clemostrará que en la economía capitalista,
""
te g.tfu qntran en los dos
iédito; es decir, , el precio de costo adopta la falsa apariéncia de
,"rñor' de circulación del capital mercantil' El
"omo uña categoría de la propia producción de valor.
carácter del proceso de producción del que pro
(ttt/l/3t.)
vienen resulta indiferente; er¡ cuanto mercan-
cías actúan en el mercado, en cuanto mercancías . EtpLUsvALoR couo
t791 pnbpucro DE roDo EL cAprrAL,
' entranren el ciclo del capital industrial, así como DEL TRABAJO TANT0 coMo DEL sTocK DE CAPITAL FIJo
en la circulación del plusvalor del que é1 es por- Ya hemos visto anteriormente que a pesar de
: tador, .Córno vemos, és el carácter universal del' que pv, el plusvalor, sólo proviene de una alte.
origen de las mercancías, la existencia ddl mer- qqción de valor de u, 9l capital variable, y, por
cado como mercado mundial, lo que distingue el ello. es sólo originariamente un incremenib del
proceso de circulación del capital industrial' capital variable, constituye .asimismo,. uo oÉstan-
(tt/4/129.\ te, una vez concluido el proceso.de producción,
un inc_remento,de valor de C+V, del capi@I total
t?71 Los BENEFrcros coMo RESULTADo APARENTE gastado. La fórmula C+(V+p), que indica que
" DEL TrÉMPo se crncurlcrÓÑ ,. ?v & prodqce por la transformación del valor de
Por tanto, el tiemqo de ciiculación del capital capital determinado u en fuerza de
-adelantado
trabaje en una mag4itud
limita en general su.tiempo de prodqpción y en fluente, es decir por
la transformación de una magnitud constante
.onse"o"rróia su pr,oceso de valorización' Y los en u¡ra variable, se presenta igualmente cemo
limita preciru*"ttt" en proporción a lo que él . (c+v)+P. (...)
mismo dura. Pero esta duración puede aumentar , Sin embargo, el plusvalor constituye u¡r incr+
o disminuir de manera muy diversa, y por eso mglto no sólo de la parte del capital adelantado
puede limitar en muy diverso grado el tiempo que entra en el proceso de valoriiación,'sino tam.
ie producción del capital' Sin embargo' loaque bién ds la parte del mismo que no entra en dicho
la economla polltica ve es lo qtrc aparecq sa- , proceso; estg es, un incrementb de valor no sólo
Üer, la influáncia que el tiempo de circulación del capital gastado que se repone con el precio
ejerce sobre el proceso de valorización del ca- de costo de la mercancla, sino del capital emplea.
pital en general. Concibe esta influencia nega- do en general en la producción. Antés del pioce
iiua porque sus ioirsecuencias son s-o {e p¡oducción teníamos un valor de capital
"o*Jpositiva,
positivas. Y tanto más se aferra a esta apanencla de € l.ó80: € 1.200 de capital fijo desemboliado
-sólo
por cuanto ella parece da1 n¡ueb-a de que el .ca- en medios de trabajo, dél cual € 20 entran,
iital pos"" una fuente mística de autovaloriza- en concepto de desgaste, en el valor de la mer-
f.r".tt" independiente de su proceso de pro cancía, más f 480 de capital circulante en mate-
"i0.,,
ducción y po. de la explotación del trabajo' riales de producción y salarios. Después del pro
"ttá. él desde la esfera de la circu-
q,r" *uttlií" hacia ceso de producción tenemos € 1.180 como compo-
nente de valor del capital productivo más un
lación' (u/5/148.)
Citas de capital>
2n M. Desai "El
fuerza de trabajo en la
capital mercantil de € ó00' Si sumamos ambos salario, en el polo opuesto
montos de valor, el capitalista poseerá ahora un la forma transmutada del
valor de f1.780. Si,dicho capitalista. deduce de
.este valor el capital total adelantado de f 1.680'
quedará un increménto de valor de f 100. En [81] Er pREcro DE cosro coMo MED¡D
consecuencia, las € lü) de plusvalor constituyen El límite mÍnimo del precio de
tanto un incremento de valor respecto al capi- cancla está dado por su precio de cost&
tal empleado de € 1.680 como respecto a la frac- vende por debajo de su precio de osúorr
ción dél mismo, f 500, gastada durante la pre los componentes gastados del capitd
ducción. vo no pueden reponerse por completo ¡
Ahora al capitalista le resulta claro que este del pregio de venta. Si este proceso
'incremento de valor surge de los procesos pro desapareée el valor de capital
' ductivos que se efectúan con el capital, y que desde este punto de yista el capitalista sc lnclhtr,l
en consecuencia proviene del propio capital: di- a considerar al precio de costo como gl,vctúü
' cho incremento, en efecto, existe después del dero valor intrlnseco de la mercancla, ¡uclüt
proceso de producción, y antes de éste no exis- que es el precio necesario para la merá &nrn
iia. f4 lo que respecta al capital gastado en la vación de su capital. pero a ello se ag¡ega qtg,
producción, en primer lugar, el plusvalor parece el precio de costo de la mercancla es d pttdo
' iroveriir por igual de sus diversos elementos dey de compra que el propio capitalist4 he n¡¡fdO
valor, consistentes en medios de producción por su producción, es decir el ,precig,dt cm', ,;i
trabajo. Pues esos elementos ingresan a igual
.Á
pra determinado por su propio procesb db p¡u I
. ' tltu'lo en la formación del 'precio decosto' ducción. Por eso, el excedente de valor o pltt i
(rn/l/38-39.) lMarx está suponiendo en este caso valor realizado en la venta de Ia mercancfi r i
, trna tasa de plusvalor del 100 por 100.1 le aparece al capitalista como excedente dcl D¡t
cio de venta de ésta ¡ror encima de su valof, Sf
[80] Cóuo EL PLUSvALoR APAREcE coMo GANANcTA lugar de como excedente de su valor por enclnr
DEL CAPITAL . de su precio de costo, tal como si el plurvelOf
Como vástago asl representado del capital gle encerrado en la mercancía no se realizln rc
bal adelantado, el plusvalor asume la forma tras- diante su venta, sino que surgiera dc l¡ p¡upl¡
mutada de la ganancia. De ahí que una suma de venta. Qt/l/42.)
valor es capital porque se la-desembolsa para
generar una ganáncia, o bien la ganancia resul' t82l Lr rRANsFoRMAcrót onl pLUSvALoR BtI odrxcll
ta porque se emplea una suma-de valor como De la transformación de [a tasa dc,phwfhf
capital. Si denominamos G a la ganancia, la en tasa de ganancia debe deduclrrc lf;tnnrtorr
fóimula M: C+V+P = pclP¡ se convierte en mación del plusvalor en ganand¡, I S ¡ h ll}
esta otra: llt = pc*G, o sea t¡alor de la metcan' versa. Y de hecho se ha pertido hl¡tórlorrnmt¡
cía: precio de costo * ganancia. de la tasa de la ganancia. El. plurvrbr.y h tlll
Por lo tanto, la ganancia, tal como la tenemos del plusvalor son, relativamcntc ürblrndo, lo ln
aquí ante nosotros en primera instancia, es lo visible y lo esencial que hay quc,lnrnrtl¡rr, mlcn
mismo que el plusvalor, sólo que en una forma tras que la tasa de gananqir, y noü üdl l¡ lorma
niistificá¿a, que sin embargo surge necesaria- del plusvalor en cuanto gan¡ngh, L lltdrn Gn
mente del modo capitalista de producción. ("') la superficie de los fenómonot, (¡$/2119,)
Puesto que en un polo aparece el precio de la
232 M. Desai
l!1
de la fuerza productiva debe considerárselo como producción en particular, y por ende la g¡ñ¡tb
,t
dado, Se requiere determinada masa de fuerza cia, coincida con la ganancia contenida en gl p|,F , r,{
de trabajo, representada po¡ determinado nú- cio de venta de la mercancía. Por regla generll, '.:
mero de trabajadores, para producir una masa la ganancia y el plusvalor, y no sólo sus tttll,
determinada de producto por ejemplo en un día, son realmente magnitudes diferentes. Con uÍ
y por consiguiente --{osa comprendida en tal grado de explotación dado del trabajo, ahorr lf
circunstancia- poner en moümiento, consumir masa de plusvalor que se produce en una elfcff
productivamente determinada masa de medios particular de la producción es más importmto
de producción, maquinaria, materias primas, para la ganancia media global del capital rodrl,
' etcétera. Corresponde un número determinado es decir para la clase capitalista en gencnl; qU
de trabajadores a determinada cantidad de me- directamente para el capitalista dentro dc cfdl
dios de producción, y por lo tanto determinada ramo de la producción en particular. Sólo lo or
cantidad de trabajo vivo a una cantidad deter- para éste en la medida en que la cantld¡d d¡
minada de trabajo ya objetivado en los medios plusvalor producido en su ramo intervlcno cotttO
de producción. Esta proporción es muy diferente codeterminante en la regulación de la ¡fnfnclf
en diversas esferas de la producción, a menudo media. Pero éste es un proceso que ocurrc I lul
entre los diversos ramos, de una misma indus- espaldas, que no ve, no entiende, y fluo, da bD
tria, pese a que, por casualidad, puede ser exac- cho, no le interesa. La verdadera dltcronclf df
ta'o aproximadamente la misma en ramos de
magnitud entre ganancia y plusvdor
la industria remotamente distantes entre sl. -no lólo
entre tasa de ganancia y tasa dc plurvflof- cn
, Esta proporción constituye la composición téc- las esferas particulares de la producclón ocultr
nica dét capital, y es el verdadero fundamento por completo la verdadera naturalozr y ol orlptt
de su composición orgánica.
234 M. Desai
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19E
[33] Determinantes de la productividad del tra- t58l >f: La marca de origen del sisternC'Hff
bajó ... ... ... ... ... .-. .:. 2üt
. netario ... ... .,¡ ,iit jii,.¡tl
[34] Cambios en el valor de la fuerza de tra' t59l La tuerza de trabajo como mercanéf1".:ilf ,'
bajo ... x[l
determinantes del plusvalor y el precio tó01 D-T: El intercambio y la relación de éi¡id.'
- '- Los
t35l
de la fuerza de trabajo 208 tól1 El capital como relación ... ...
- - El
t36l valor del trabajo y el valor de la fuerza [ó2] DT: Las condiciones históricas
de trabajo ... ... ... M tó31 La función de producción es atristórlcl .., ';
t37l El valor del trabajo visto por los econo
' L64l la diferente naturaleza de los mcdlo¡ dl
mistas M producción y de la fuerza de trabaJo .., ,,r
- El
t38l valor del trabajo es mayor que el valor [ó5] Intermpciones en el circuito dcl e¡nN¡li
de la fuerza de trabajo 2t0 atesoramiento, capacidad ociosa, oilOF,fl ": r
2t0 oferta ...
afa¡+a '¡ir"r¡r. t":i
I39l La forma del salario ".
t40l Et capitalista y el valor del trabajo ... ... ztt tóól La mercancÍa y los servicios cotno Ci¡lntt
t41l La forma del salario y la sustancia del tó71 El proceso visto por la econonll Yt$ ,,,
valor ... 212
[ó8] Los cambios continuos en lot vdoil ,,, ,,,
t42l la división d9l plusvalor ... ... ... .'. '.. .'. 2t2 [ó9] La continua valorización dcl.clpltd ,,, ,',
t43l La conversión del dinero en capital ... ... 212
[70] El circuito del capital productho y h ¡O
t¡t4l La creación de capital y la perpetuación del nomía política ,r, ,,r ,, rr
trabajador ... .'. ... '-. ..¡ 2t3 t71l ¿Por qué el circuito del crpttrl,¡tltllüCl
t45l El capitalista y la acumulación de capital. 214 áparece como la forma ¡[ñ3r¡l? ,,, ,,, ,,,
*¡tr¡t!GÍf¡r''",.'.
Págs.
.().-r'\\
230 (-
t81l El precio de costo como medida del valor. 23t \'r\?r ')
tE,2l La t¡ansformación del plusvalor en ga-
nancia 231
tE31 ¡"
composición del capital: relaciones téc-
nicas y relaciones de valor 232
[84] Diferencia entre plusvalor y ganancia ... ... 233
N
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INDICE
¡lglo
cllR,
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velntluno editores, sa
zt. tiExtco
AGUA 2( . o.F.
españa edltores, sa
tlgq Hl{.tpf^do
rlglo velntluno argonllna edltores, sa
rlglo velntluno de colombia,
Í. tr.rS tt¡I¡t ?r¡o. locot^.
aY. D.E.cor.illt^
ltda Págs.
PREFACIO I
,1. INTRODUCCION 5
2. ryL PAPEL DE LA TEORIA DEL VALOR EN
LAS_ ECONOMTAS CLASTCA, NEOCLASIC¡
Y MARXISTA ... .
ra téória maiiiri.' á"1 rb'.-it"iá"ió""i
de producción, 20.-La "áibi,'
explotación v las re-
laciones de producción, 25.
3. TRABAJO INDIFERENCIADO Y ABSTRAC-
TO: ABSTRACCION Y PROCESO HrSTO-
RICO ...
14 dualidad trabajo específico y trabajo
Prlner¡ edición en español, septiembre de 1977 abstracto, 30.-La óreación de pl-usvalor y
Ec¡und¡ edlción en español, noviembre de 1980 el papel del dinero, 3ó.
@ rtolo xx¡ DE EsPAñA EDrroREs, s. a. 4. LA CREACION DE PLUSVALOR COMO
PROCESO SOCIAL 4t
lflmsrr edición en inglés, 1974
O 0ny.Mllt¡ Publishlng Ltd., Londres 5. LOS TRES CIRCUITOS DEL CAPITAL ... 45
Orl¡lnrl: Marxian Economic Theory ó. LA REPRODUCCION SIMPLE Y LA RE.
PRODUCCION AMPLIADA. VISION PRELI.
¡!¡ENVADOS CONFORME A LA LEY MINAR 5ó
y hocho en España
lad mado ln Spain 7. LA TASA DE EXPLOTACION Y LA TASA
DE GANANCIA ... ... 64
dr lr gublcrtr: Santlago Monforte 8. VALORES Y PRECIOS: EL pROBLEMA
ll¡lld?ló DE LA TRANSFORMACION óE
9. VALORES Y PRECIOS: EL pROBLEMA
PLANTEA"DO POR MARX 74
Indice
Pógs.
PREFACIO
LA RESOLUCION
BORTKIEWICZ ... 80
#ffiflüf,#F1^ry:JBB**8"8'-.'l"d 87
lE AMPLIADA: INTRG
tzl
I{. U\ CRITICA DE ROSA LUXEMBURGO ... 132 Durante los rlltimos años el profesor peter Wiles
t37 y yo hemos estado impartiendo conjuntamente un
I5. L/\ SOLUCION DE ROSA LUXEMBURGO ... curso de economía marxista. El profesor peter
ló, LA RBPRODUCCION AMPLIADA: CONSI- Wiles se ha dedicado sobre todo a los temas del
DERACIONES ADICIONALES ,.. ..' t43
joven Marx y del análisis del comunismo pleno,
I?. LA CAIDA DE LA TASA DE GANANCIA ... 155
mientras que yo me he concentrado en h órítica
It.
-- LA CONTRASTACION POR GIL!\44¡!-DEL de Marx al capitalismo. Este libro es una versión
DgsceNso DE LA TASADE cANANcIA "' 1ó4
ampliada y revisada de mi contribución a ese
'-' LA
19, SIGNIFICACION DE LA TEOBIA ECO- curso.
ñóMióA DE MARx EN EL MUNDo coN- Son muchos los estudiantes que han contribui-
TBMPORANEO ... ... 173
do a profundizar mi conocimiento de Marx y que
ANEXO: CITAS DE AEL CAPITAL" 193 me han enseñado a repensar viejas ideas. Esioy
agradecido a E. Akat, Dada Yaffe, Stephen Lord,
BIBLIOGRAFIA ... 23s Pet_er Nore y Nat Levy, entre otros. Mark Blaug
y Gail Wilson leyeron las primeras versiones dó
INDICE DB CITAS PB "EL CAPITALT 239
este libro y contribuyeron de diferentes modos
a mejorarlo. También quiero dar las gracias a Ge-
raldine Preece, Carol Martin y Anne de Sayrah
por mecanografiar los primeros borradores.
MEGHNAD DESAI
London School of Economics, 1923
La singularidad de estas Leccio'
nes de teoría económica mar'
xista es que en ellas se unen una
presentación clara Y concisa de
los principales temas de El ca'
pital, un análisis de la validez de
la teoría económica marxista a
la luz de los cambios en el sis-
tema capitalista posteriores a la segunda
guerra mundial, y una insistencia en la
vinculación de los conceptos marxistas con
la lucha de clases que lleva al autor a poner
de ielieve la necesidad de analiz'ar las rela-
ciones de valor subyacentes a las relacio-
nes de cambio, único camino para la com-
prensión de la explotación de clase.
Desai realizá una extensa discusión de los
intentos de economistas neoclásicos, Gomo
Samuelson y Morishima, para relacionar la
obra de Marx con la corriente principal de
la teoría económica, situándolos en el con'
texto del problema de la transformación de
valores en precios y de la obra de Srafia' i.:,';
una última lección, el autor artalizalr
bución a la teoría económica mar;
Ias conocidas obras de Baran Y
Mattick, y Glyn y Sutcliffe.