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Sociedad Iberoamericana

de Información Científica

Recomendaciones para la Evaluación de los Niños


con Cuadros Febriles
Resumen objetivo elaborado
por el Comité de Redacción Científica de SIIC sobre la base del artículo
Feverish Illness in Children: Assessment and Initial Management in Children Younger than 5 Years
de
National Institute for Health and Care Excellence
Piccadilly Plaza, Reino Unido
El artículo original fue editado por
NICE Clinical Guideline
2013

En estas normativas actualizadas se presentan recomendaciones


para el tratamiento de los pacientes pediátricos febriles, con especial
énfasis en el reconocimiento de signos de alarma.

Introducción capilar forman parte de la evaluación sistemática de los niños


Se presentan recomendaciones acerca del tratamiento de febriles. Asimismo, se propone la determinación de la presión
los niños con afecciones febriles, dirigidas a los profesionales arterial cuando se dispone de los recursos apropiados, en caso
de la salud. Se destaca la importancia de la posterior identifi- de alteraciones de la frecuencia cardíaca o el relleno capilar. Se
cación del diagnóstico clínico subyacente, con tratamiento de advierte que una temperatura superior a 38º C en un paciente
acuerdo con las normativas locales o nacionales. de menos de 3 meses de vida debe considerarse un marcador
Los padres o cuidadores de los niños febriles acuden en pri- de alto riesgo; una temperatura no menor de 39º C se define
mera instancia al médico generalista, al servicio de emergen- como marcador de riesgo al menos moderado en los pacientes
cias o incluso al farmacólogo. La experiencia y la capacitación de entre 3 y 6 meses de vida. En cambio, la duración de la
de estos miembros del equipo de salud pueden ser variables, fiebre no permite estimar la probabilidad de una enfermedad
por lo que cada uno de ellos requiere la interpretación de estas grave.
recomendaciones en función del ámbito de su profesión. Con el fin de evaluar signos de deshidratación en los niños
febriles se propone la evaluación del relleno capilar prolonga-
Uso de termómetros do, cambios en la turgencia cutánea, la presencia de un patrón
Se recomienda evitar la determinación sistemática de la respiratorio alterado, la debilidad del pulso y la frialdad de las
temperatura rectal y oral en niños de hasta 5 años. Se propo- extremidades.
ne la determinación de la temperatura axilar en los menores
de 4 años por medio de un termómetro electrónico; en los Manifestaciones específicas
niños de entre 4 y 5 años puede optarse por esta técnica o También se advierte la importancia de sospechar enferme-
bien por el termómetro timpánico infrarrojo o los termómetros dad por meningococo en los niños febriles con exantema en
químicos colorimétricos. En cambio, los termómetros químicos quienes se asocien mal estado general, lesiones purpúricas de
aplicables sobre la región frontal no se consideran confiables. más de 2 mm de diámetro, relleno capilar prolongado y rigi-
La percepción subjetiva de la fiebre por parte de los padres dez de nuca. Asimismo, se postula el diagnóstico presuntivo de
debe jerarquizarse como válida por parte de los profesionales meningitis bacteriana en presencia de fiebre relacionada con
de la salud. rigidez de nuca, abombamiento de la fontanela, deterioro del
nivel de conciencia y estado epiléptico. Estas manifestaciones
Evaluación clínica pueden no estar presentes en los lactantes con meningitis. Por
Es importante la identificación inmediata de aquellas cir- otra parte, la encefalitis herpética constituye un diagnóstico
cunstancias potencialmente mortales, entre las que sobresalen diferencial de los niños febriles con signos neurológicos o con-
las afecciones de las vías aéreas, las alteraciones de la respira- vulsiones focales y deterioro del estado de conciencia.
ción, los cambios en la circulación o el nivel de conciencia. En En relación con la neumonía, debe sospecharse en niños fe-
la evaluación de los niños febriles se enfatiza en la pesquisa briles con taquipnea en función del grupo etario, aleteo nasal,
de signos de gravedad: alteraciones mucocutáneas (palidez, retracción torácica, cianosis, reducción de la saturación arterial
cianosis), reducción del nivel de conciencia, mal estado ge- de oxígeno y alteraciones en la auscultación pulmonar. En otro
neral, tendencia al sueño o estupor, llanto débil o continuo, orden, se destaca que la infección urinaria es un diagnóstico
taquipnea superior a 60 respiraciones/minuto, depresión to- diferencial en los niños febriles menores de 3 meses; en los
rácica moderada o grave, reducción de la turgencia cutánea y pacientes de mayor edad, puede sospecharse ante la aparición
abombamiento de la fontanela. de vómitos, hiporexia, letargo, irritabilidad, dolor abdominal,
Como contrapartida, se postulan como elementos que su- disuria o poliaquiuria.
gieren una afección de bajo riesgo, la coloración normal de La enfermedad de Kawasaki representa un diagnóstico po-
piel y las mucosas, la respuesta normal a las consignas, la ca- sible en los pacientes pediátricos con fiebre de más de 5 días
pacidad de sonreír, el llanto normal o ausente y la presencia de de evolución, en quienes se comprueban al menos cuatro de
humedad normal de las mucosas. En este sentido, se destaca cinco criterios: inyección conjuntival bilateral, alteraciones en
que la cuantificación de la temperatura, la frecuencia cardíaca las mucosas de la vía aérea superior, alteraciones en las extre-
y la frecuencia respiratoria, así como la valoración del relleno midades, eritema polimorfo y adenopatías cervicales).
Enfoque por parte de profesionales no pediátricos peratura tras la indicación de antipiréticos no es un marcador
Para los profesionales de la salud no especializados en la confiable para diferenciar entre procesos graves o no graves.
atención de los pacientes pediátricos (médicos de atención pri- La asociación de fiebre y shock debe ser enfocada por los
maria, especialistas en Medicina de Emergencias), el tratamien- especialistas en Pediatría o en Medicina de Emergencias me-
to del niño febril se inicia con la identificación de los signos diante la reanimación con solución salina por vía intravenosa
y síntomas de gravedad y de las principales afecciones espe- (20 ml/kg) con posterior control activo y eventual repetición
cíficas. Aquellos pacientes con manifestaciones que sugieran del tratamiento. Además, la coexistencia de fiebre y shock,
una enfermedad potencialmente letal requieren la inmediata estupor o signos de meningococcemia constituyen indicacio-
derivación para su evaluación de emergencia en el medio de nes para la inmediata administración de antibióticos por vía
transporte más adecuado. En presencia de signos de gravedad intravenosa, así como se recomienda esta estrategia en niños
intermedia y sin diagnóstico etiológico se propone ofrecer a febriles con deterioro del estado de conciencia. Se consideran
los padres o cuidadores información verbal y escrita de los sín- de elección las cefalosporinas de tercera generación (cefotaxi-
tomas de alarma, organizar el seguimiento en forma precisa y ma, ceftriaxona) hasta disponer de resultados de cultivos; en
asegurar el acceso directo del paciente con otros profesionales, los menores de 3 meses se asocia un antibiótico con actividad
según se considere necesario. contra Listeria (amoxicilina, ampicilina). Se propone adminis-
En ese sentido, se recomienda el examen de orina en los trar aciclovir por vía intravenosa ante la sospecha de encefalitis
pacientes pediátricos febriles, mientras que no se postula herpética. Además, se utiliza oxigenoterapia en pacientes con
como necesaria la realización sistemática de una radiografía shock, saturación arterial de oxígeno inferior al 92% o cuando
torácica en los niños con signos y síntomas de neumonía que se considere clínicamente indicada.
no requieren hospitalización. Se enfatiza en evitar la prescrip- En términos de la posibilidad de hospitalización, se reco-
ción de antibióticos en niños febriles sin foco aparente. Como mienda considerar tanto el estado clínico del paciente pediá-
contrapartida, se indica la administración de antibióticos por trico febril como el contexto social y familiar, la presencia de
vía parenteral en forma temprana ante la sospecha de menin- otras enfermedades que afecten al niño o sus familiares y la
gococcemia. ansiedad e intuición de los padres. Otras variables relevantes
incluyen el contacto con individuos con infecciones graves, los
Enfoque por especialistas en pediatría viajes recientes a áreas tropicales o subtropicales, la mención
La estrategia inicial en los pacientes pediátricos febriles in- de los padres y cuidadores de la necesidad de múltiples consul-
cluye la identificación de los signos y síntomas de gravedad, así tas como consecuencia de la afección en curso y la experiencia
como de las principales enfermedades específicas. En todos los familiar previa de una enfermedad febril grave o mortal.
niños menores de 3 meses se reconoce la importancia de cuan- En este sentido, el shock, el estupor y la sospecha de menin-
tificar la temperatura y la frecuencia cardíaca y respiratoria; del gococcemia se definen como indicaciones para la internación
mismo modo, en este grupo etario se propone determinar en la unidad de cuidados intensivos. La presunción de enfer-
el hemograma y los niveles de proteína C-reactiva, así como medad grave por meningococo motiva la indicación de anti-
efectuar hemocultivos y, eventualmente, coprocultivo en pre- bióticos por vía parenteral y la eventual consideración del uso
sencia de diarrea. Se recomienda llevar a cabo un sedimento de inotrópicos.
urinario para la pesquisa de infección urinaria, mientras que la
radiografía torácica se reserva sólo para el caso de que existan Antipiréticos
manifestaciones respiratorias. Los antipiréticos no constituyen herramientas preventivas
En relación con la punción lumbar, se destaca que debe rea- contra las convulsiones febriles. Por otra parte, estos fármacos
lizarse sin demoras cuando se considera indicada (lactantes no se indican con el único objeto de reducir la temperatura,
febriles menores de un mes de vida y lactantes de 1 a 3 meses si bien pueden considerarse el paracetamol o el ibuprofeno
con mal estado general o con recuento de leucocitos inferior a como estrategias en los niños en quienes la fiebre genera mo-
5 x 109 elementos/litro o mayor de 15 x 109 elementos/litro). lestias. Estos antipiréticos pueden intercambiarse si el paciente
Estos contextos se definen, además, como indicaciones de ad- no es aliviado con su administración, pero no deben utilizarse
ministración de antibióticos por vía parenteral (cefalosporinas de modo simultáneo.
de tercera generación en asociación con un fármaco activo
contra listeriosis, como ampicilina o amoxicilina). Asesoramiento para el tratamiento domiciliario
Por otra parte, en los pacientes pediátricos febriles mayores Se recomienda a los padres o cuidadores de un niño febril
de 3 meses, sin foco aparente y con al menos un signo de alar- la administración frecuente de líquidos, con preferencia por la
ma, se propone efectuar hemocultivos, hemograma, proteína leche materna en los lactantes. Se propone informar acerca
C-reactiva y sedimento urinario, así como considerar eventual- del reconocimiento de signos de deshidratación (depresión de
mente la realización de punción lumbar, radiografía de tórax la fontanela, xerostomía, hundimiento de los globos oculares,
y determinación de electrolitos séricos y gases en sangre. En ausencia de lágrimas, deterioro del estado general). Se indica,
los pacientes con signos intermedios de gravedad, se puede además, el control del niño durante la noche y evitar la concu-
efectuar análisis de orina, hemograma, hemocultivos, cuantifi- rrencia a guarderías o colegios durante el período febril, si bien
cación de proteína C-reactiva, punción lumbar (en menores de se destaca que debe informarse a estas instituciones acerca de
1 año) y radiografía torácica, salvo que un pediatra experimen- la afección.
tado considere que estas pruebas no son necesarias. Asimismo, se recomienda la realización de una nueva con-
sulta ante la aparición de un eritema cutáneo, en caso de per-
Observación y hospitalización cibir deterioro general del paciente o mayor preocupación por
Los pacientes de al menos 3 meses de vida, con fiebre y sin parte de los padres o cuidadores, la prolongación de la fiebre
foco aparente, pueden requerir un período de observación en por más de 5 días o si el niño experimenta una caída, entre
el hospital como parte del proceso de distinción entre afec- otras circunstancias.
ciones graves y enfermedades de menor magnitud. Tanto el Copyright © Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC), 2013
descenso de la fiebre como la falta de disminución de la tem- www.siicsalud.com

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