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Alteridades

ISSN: 0188-7017
alte@xanum.uam.mx
Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Iztapalapa
México

ORTEGA HEGG, MANUEL


El régimen de autonomía en Nicaragua: contradicciones históricas y debates recientes
Alteridades, vol. 7, núm. 14, 1997, pp. 99-105
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa
Distrito Federal, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74745549007

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ALTERIDADES, 1997
7 (14): Págs. 99-105

El régimen de autonomía en Nicaragua:


contradicciones históricas y debates recientes

MANUEL ORTEGA HEGG*

I. Regularidades y principios de solución lacionistas bajo distintas formas para mantener su


de la cuestión étnica en el contexto propia especificidad cultural en el seno del Estado
nicaragüense nación. Estos fenómenos suelen estar íntimamente
vinculados entre sí y adquirir distinto peso y signi-
Nicaragua tiene la particularidad en América Latina ficación en diferentes situaciones.
de haber definido desde 1987 un régimen autonómico Así, las regularidades señaladas indicaban la exis-
que abre espacios estatales a la pluralidad étnica del tencia de relaciones desiguales y subordinadas de las
país. En este sentido, a diferencia de la mayor parte de etnias minoritarias con el Estado y la etnia o grupo
las luchas étnicas del continente, la autonomía en Ni- nacional dominante, lo que obligaba frecuentemente
caragua es un punto de partida y no una meta a con- a las primeras a reafirmarse contra el Estado nación,
seguir, al menos en su condición de régimen jurídico resistiendo bajo distintas formas los procesos de asi-
legal en el interior del Estado nacional único. milación impulsados por éste.
Se considera que, a pesar de sus peculiaridades, la Tales regularidades de la cuestión étnica parecían
experiencia de Nicaragua responde también a regula- indicar que la solución de la problemática debía ser in-
ridades de la cuestión étnica en países periféricos e in- tegral e incluir algunos principios como los siguientes:
corpora principios de solución, que han sido propues-
tos igualmente como válidos, independientemente de a) El establecimiento de la igualdad real de opor-
las especificidades. tunidades y el acceso a todo tipo de recursos, a
Así, en el caso nicaragüense se partió de que la pro- través de políticas, mecanismos y acciones de
blemática étnica hacía referencia al menos a tres tipos Estado, lo cual es una cuestión de equidad y fre-
de fenómenos: 1) a la desigualdad estructural de las cuentemente también de justicia. Dada la desi-
etnias minoritarias en el acceso a oportunidades y re- gualdad histórica de estas relaciones, ello impli-
cursos, así como a los espacios, instancias y meca- caba establecer el principio de la llamada discrimi-
nismos de toma de decisiones nacionales que les afec- nación positiva, (el reconocimiento de derechos
tan; las etnias minoritarias suelen ocupar el último y la instrumentación de políticas que contribu-
nivel en la matriz económico social y un papel subor- yeran a convertir a los desiguales reales en los
dinado en la estructura social de poder; 2) a la opre- iguales proclamados formalmente) en favor de
sión y discriminación, que suele resultar en el me- las etnias que han sufrido los mayores grados de
noscabo de derechos, por ser miembros de una etnia desigualdad. Estas políticas debían evaluarse
sociológicamente minoritaria; 3) a la defensa de la periódicamente con los propios afectados, a fin
propia identidad, esto es, resistir las políticas asimi- de ajustarlas permanentemente a la realidad.

* Director del Centro de Análisis Socio-Cultural, Universidad Centro Americana, Managua, Nicaragua.
El régimen de autonomía en Nicaragua: contradicciones históricas...

b) La puesta en práctica de políticas orientadas de- norte, como en el este caribe del país. En el caso del
cididamente a la liquidación de cualquier tipo de oeste o Pacífico y centro norte nos referimos al menos
opresión y discriminación étnicas; ello incluye a 14 comunidades indígenas; en el caso de las actuales
la relación vertical de las etnias minoritarias regiones autónomas tenemos la presencia de seis
frente al Estado y el resto de la nación, así como etnias, incluyendo la etnia o nacionalidad mestiza
la relación horizontal entre las propias etnias hispanohablante mayoritaria del país, presente en
minoritarias. dichas regiones. Las relaciones entre estas poblaciones
c) La creación de condiciones para el libre desarrollo —entre sí y con el Estado— han sido de mutua des-
de las identidades étnicas, entre ellas, los espa- confianza. Por diversas razones históricas, el régimen
cios políticos necesarios para incidir y decidir autonómico definido durante el gobierno sandinista
sobre los asuntos que les afectan. (1979-1990) sólo cubre a las seis etnias que habitan
d) La revisión permanente del problema y la socia- en el territorio este caribeño.
lización continua por parte del conjunto social Una tercera característica es que, al igual que en el
nacional sobre las implicaciones de asumir los resto del continente, en Nicaragua se inició la con-
principios de igualdad y no discriminación como formación del Estado con la independencia de España
reguladores de la relación de las etnias con el (1821), pero la nación está aún en proceso de cons-
Estado y la nacionalidad mayoritaria en el inte- trucción. En efecto, de acuerdo con la teoría clásica, el
rior de los estados nacionales. territorio, la población y el poder conforman los tres
elementos esenciales de la comunidad política llama-
Con ello se pretendía superar la no corresponden- da Estado. En nuestro caso, la conformación del Es-
cia, identificada en el modelo de Estado nación here- tado nacional fue tardía con relación a la independen-
dado, entre la heterogeneidad de la estructura social cia formal de España, pues todavía hasta 1894 aquel
—diversa en su composición étnica y en otras dimen- disputaba dos elementos esenciales de todo Estado
siones sociales— y la monoetnicidad y singularidad en nacional: la delimitación de las fronteras donde ejercer
la representatividad y expresión del Estado nacional. su soberanía plena (definición de su territorio básico
La comprensión de esta realidad implicaba que la bajo control exclusivo), y la cantidad y composición de
cuestión étnica conllevara en nuestras condiciones la población ubicada en sus límites nacionales. En
plantear las formas de estatalidad adecuadas a la plu- efecto, es en esa fecha cuando se da la “reincorporación”
ralidad étnica. Porque era la no correspondencia entre militar de la Costa Atlántica, lo que define las fronteras
pluralidad étnica y monoetnicidad estatal la que apa- actuales del Estado (salvo el territorio entregado a
recía como la asimetría clave de la relación conflictiva Honduras al lado norte del río Coco) y las bases so-
de las etnias con el Estado. Ello condujo a la instru- cioétnicas de la nación nicaragüense moderna.
mentación del régimen autonómico. Por su lado, la conformación de la nación —como
una nueva comunidad de integración y sistema de he-
gemonía—, se considera aún inacabada, toda vez que
II. Antecedentes y contexto del régimen ello se produce en procesos de larga duración y que es
autonómico de Nicaragua hasta 1987 —con el reconocimiento constitucional de
la multietnicidad del país (art. 8 de la Constitución) y
Con relación al proceso histórico de conformación del con el acuerdo del régimen de autonomía para la Costa
Estado nacional, señalaré al menos tres características Atlántica por razones socioétnicas— que se plantean
que no pueden perderse de vista al abordar la cuestión las condiciones para la construcción de una nueva
étnica nicaragüense. identidad nacional, diferente a la concepción clásica
La primera hace referencia a las particularidades del Estado nación que presupone tradicionalmente la
del proceso colonial en Nicaragua (español en el oeste homogeneidad de la población y la uniformidad cul-
y centro norte del país, inglés en el territorio este ca- tural.
ribeño), que conformó dos espacios territoriales dife- Así, el proceso histórico nicaragüense explica que
renciados y aún hoy débilmente integrados, con pro- al momento del triunfo de la revolución sandinista
cesos culturales diferentes en cada uno de ellos. existiera una pluralidad étnica heredada de las etapas
Una segunda característica es la existencia de una colonial y neocolonial, pero que nunca hasta entonces
población heterogénea, con una mayoría mestiza de había sido identificada por el Estado y la sociedad
reconstitución indígena-española, y otros procesos como parte esencial y constitutiva de la cuestión na-
de mestizaje, que de todas maneras produjeron po- cional de Nicaragua. No obstante, la exacerbación de
blaciones diferenciadas tanto en el oeste y centro todas las contradicciones, incluyendo las étnicas, y

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la expectativa de asumirlas y superarlas que despertó 2. EL DEBATE SOBRE LA SOLUCIÓN A LA PROBLEMÁTICA ÉTNICA.
la revolución sandinista (1979-1990) hizo aparecer en Este segundo debate se llevó a cabo en torno al ré-
la escena la llamada cuestión étnico nacional. gimen de autonomía. En este caso, la polémica fue
más allá de las filas del sandinismo y se expresó en dos
tipos de oposiciones: por un lado, los adversarios al
III. Contradicciones y debates iniciales sobre régimen autonómico que se oponían por temor a la
el régimen de autonomía en Nicaragua supuesta ruptura del Estado nación; y por el otro, los
adversarios al régimen autonómico por considerarlo
Previo al reconocimiento del régimen autonómico por como insuficiente para satisfacer las reivindicacio-
parte de la revolución sandinista, y como parte de dicho nes étnicas y opuesto al principio de la autodetermi-
proceso, se entrelazaron tres grandes debates sobre: nación.
1) la naturaleza de la cuestión étnica; 2) las posibles Cabe indicar que en la experiencia nicaragüense,
soluciones a dicha problemática; y 3) los derechos dado que la autonomía se estableció en medio de la
ciudadanos en las regiones guerra de agresión finan-
autónomas. ciada y dirigida por Estados
Unidos y que la identidad
1. EL DEBATE SOBRE LA NATURA- étnica fue utilizada como
LEZA DE LA CUESTIÓN NACIONAL. parte de una estrategia glo-
El primer debate importan- bal para el derrocamiento
te que se abrió en el inte- militar de la revolución, el
rior del sandinismo fue grado y la naturaleza del
sobre la necesidad de pre- ejercicio del derecho a la
cisar la naturaleza del pro- autodeterminación fue un
blema. Esta discusión tuvo punto particularmente
un itinerario bastante co- sensible y delicado. Así, un
nocido: se partió de la tesis sector revolucionario iden-
del atraso y abandono de tificaba la demanda de au-
las regiones del Atlántico y tonomía como una trampa
de sus habitantes, y de la del gobierno estadouniden-
falta de promoción de su se para dividir a la nación.
cultura; no obstante, la po- Ello no podía ser descar-
lítica de priorización de in- tado del todo y es un hecho
versiones y desarrollo cul- que las cúpulas étnicas al-
tural que guió la acción es- zadas en armas contra la
tatal en los primeros años revolución recibieron re-
en estas regiones no pa- cursos del gobierno de Es-
recía amortiguar las con- tados Unidos y coordina-
tradicciones existentes, ron acciones con los demás
sino por el contrario, pa- frentes de guerra.
recían agudizarse con la aparición de un frente militar Sin embargo, si bien era cierto que no era la primera
étnico que enfrentaba a la revolución. La experiencia vez que una potencia colonial o neocolonial utilizaba
y reflexión posterior permitió comprender la integra- el recurso étnico para dividir estados, separar pobla-
lidad de la cuestión étnica que tenía como trasfondo la ciones y trazar nuevas fronteras, también era verdad
reivindicación de la revitalización y persistencia de las que las demandas étnicas —que implicaban un con-
identidades étnicas diferenciadas en el interior del junto de derechos integrales y el derecho a sus propias
Estado nación. El régimen autonómico como tutelar identidades—, eran absolutamente justas y legítimas.
de una serie de derechos políticos, económicos, sociales Y ello explicaba la segunda posición en debate: la
y culturales apareció posteriormente como una so- tendencia inicial, que las cúpulas étnicas y algunos
lución más acorde a la naturaleza y realidad del intelectuales que los apoyaban, fue precisamente
problema. oponer autodeterminación a autonomía, pretendien-
No obstante, la adopción de esta política conlleva- do con ello confundir a las bases étnicas a partir de
ba una serie de contradicciones y temores que con- supuestas pretensiones de la revolución de oponerse
dujeron a un segundo debate. a derechos legítimos.

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El régimen de autonomía en Nicaragua: contradicciones históricas...

La experiencia internacional fue de gran utilidad formidable es aquella que se construye sobre la base
para dilucidar este último punto. Particularmente la de la voluntariedad, la libertad y la igualdad de los
extraordinaria variedad de formas de estatalidad que componentes del conjunto nacional y no la que se es-
se crearon bajo el principio nacional territorial en la tablece por la fuerza, la opresión y la desigualdad. El
desaparecida Unión de Repúblicas Soviéticas Socia- régimen de autonomía regional, al abrir espacios
listas (URSS) desde la década de los años veinte del reales de afirmación y desarrollo a las identidades ét-
presente siglo, donde existían las repúblicas soviéticas nicas diferenciadas en el seno de la nación, contribuye
federadas, las repúblicas, regiones, comarcas y terri- a romper la asimetría de las relaciones interétnicas
torios autónomos. En ese caso, la autonomía constituía que obligan a las etnias a afirmarse en contra del
una forma de ejercer el derecho a la autodeterminación. Estado nacional global. Nicaragua mostró en su mo-
Los derechos de las regiones autónomas en el contexto mento que si algo contribuye a desactivar la bomba de
de la URSS eran la forma específica de la autodetermi- tiempo del separatismo de algunas dirigencias étni-
nación estatal nacional de un grupo o una minoría cas es precisamente la apertura de espacios jurídico
étnica, aunque su estatuto jurídico se establecía a nivel políticos en el Estado nacional para la incidencia
de las formas de autonomía administrativa (Ortega, directa o indirecta de las etnias en las decisiones que
1985). Algunas de estas formas estatales se mantie- les afectan y aún en otras de interés del conjunto
nen aún hoy en día en la actual Federación Rusa. nacional. La apropiación de este nuevo tipo de Estado
La importancia de la experiencia de autonomía es por parte de las etnias es mucho mayor que en el caso
que mostraba que no había contradicción entre esta de los estados nacionales con expresión tradicional-
forma de autodeterminación en el seno de un Estado mente monoétnica.
único y la forma extrema en que puede concretarse
este principio —constituir un Estado propio—, mismo 3. EL DEBATE SOBRE LOS DERECHOS CIUDADANOS EN LAS REGIO-
que es ejercido por el conjunto nacional frente a otros NES AUTÓNOMAS. La adopción de la política de la autonomía

estados. Más aún, las experiencias estudiadas condujo a enfrentar otro temor que se hacía sentir en
mostraban que los grados de autonomía no eran los el resto de los nacionales del país: quedar excluidos
mismos en todos los casos: dependían de las circuns- en la regiones autónomas de derechos que les corres-
tancias históricas concretas en que se definían, los ni- pondían como ciudadanos del conjunto nacional glo-
veles de demanda de competencias y libertades étnicas, bal. En este sentido, el temor era infundado y revelaba
los grados de organización del movimiento autonó- el desconocimiento del régimen autonómico. Tal escollo
mico y los resultados específicos de la correlación de se fue superando en la medida en que la consulta na-
fuerzas y las negociaciones políticas respectivas. cional sobre la autonomía y la difusión de su contenido
Con relación al temor a la ruptura de la unidad permitieron conocer que se trataba de garantizar
nacional, la revolución dio un paso audaz, estable- derechos colectivos de los pueblos sin negar los de-
ciendo el régimen autonómico como derecho de las rechos generales de los ciudadanos. Es decir, con la
etnias del este caribeño en la Constitución Política. autonomía quedaban totalmente a salvo los derechos
Esta decisión fue de suma importancia en la coyuntura ciudadanos para todos. Los derechos particulares que
de la guerra. Su solo anuncio y el inicio del proceso de se ejercen en un territorio determinado más bien con-
consulta con las etnias involucradas permitió la cretan y traducen, en las condiciones específicas de la
desactivación irreversible del frente militar étnico que plurietnicidad de esas regiones, los derechos y garan-
combatía a la revolución. Las tendencias centrífugas tías generales que asisten a todos los nicaragüenses,
en pugna fueron dejadas sin argumentos y perdieron como lo establece el Estatuto de Autonomía, salvo las
importancia. Actualmente, todas las fuerzas y lide- restricciones derivadas de los derechos particulares
razgos étnicos mantienen su apoyo al proyecto au- protegidos. De ahí que el régimen de autonomía se
tonómico, independientemente de las dificultades de comprendió directamente vinculado a la ampliación
su puesta en práctica. Sin embargo, dado el contexto de la democracia hacia una nueva dimensión étnica.
de agresión estadounidense en que se acordó el régi-
men de autonomía, en Nicaragua nunca se utilizó el
término autodeterminación para identificar la rela- IV. Contradicciones y debates actuales
ción interna de las etnias con el Estado, reservándose
para definir la relación externa del Estado nacional Aparte de las contradicciones y los debates reseñados
con otros estados. se han presentado otros en el corto tiempo de la expe-
Así, la experiencia de Nicaragua parece confirmar riencia autonómica nicaragüense. Las contradicciones
el principio que establece que la unidad más sólida y en general hacen referencia a la persistente violación

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de los acuerdos y principios sobre los cuales se defi- Esta contradicción gobierno central versus gobier-
nió el régimen autonómico, pero también a nuevos nos regionales se expresa también en la falta de vo-
problemas asociados a factores diversos. luntad del primero de avanzar en la construcción de la
base material de la autonomía, que implica la crea-
1) La contradicción más importante que enfrenta el ción de un Fondo Especial de Desarrollo, el estableci-
régimen de autonomía ha sido la oposición, no decla- miento de un Plan de Arbitrios en cada región autónoma
rada pero eficaz, de los gobiernos posteriores al san- y la transferencia de recursos presupuestarios su-
dinismo. La justificación frecuente de esta posición ha ficientes para el ejercicio de las competencias asigna-
sido considerar el régimen de autonomía como una das por ley. Los recursos presupuestarios asignados
política del gobierno sandinista y no como una política anualmente durante los últimos seis años no han al-
de Estado, que reestructura de forma definitiva el canzado ni siquiera para financiar las sesiones men-
Estado nación tradicional. suales del Consejo Regional, la máxima autoridad de
En efecto, el proceso de autonomía de las regiones gobierno en las regiones autónomas, de acuerdo al
del Atlántico —al crear formas propias de autogobierno Estatuto.
por razones étnicas— reforma al Estado en nuevos En el fondo, en esta contradicción vuelve a aflorar
términos, aunque el proceso de negociación política la dificultad de transformar las viejas relaciones asi-
desde 1990 no haya logrado aún precisar los alcances métricas entre las etnias minoritarias y el Estado,
de esta reestructuración, al evitar discutir y en su caso cuando ello implica la redistribución de los recursos
aprobar en la Asamblea Nacional la reglamentación tradicionalmente centralizados.
del Estatuto de Autonomía. Sin embargo, la forma de
Estado unitario centralista y monoétnico tradicional 2) Otro segundo grupo de contradicciones tiene que
ha asumido la nueva forma del “Estado regional”, ca- ver con el sistema de partidos y su incidencia sobre las
racterizado precisamente por la autonomía regional, regiones autónomas. La historia reciente de Nicara-
que otorga una serie de competencias y atribuciones gua muestra que el régimen de partidos políticos goza
a las etnias del Atlántico, incluyendo el autogobierno de buena salud, a pesar de la crisis generalizada de los
y la administración, así como derechos particulares sistemas políticos en general en otros contextos. La
sobre asuntos económicos, políticos sociales y cultu- cultura política tradicional desde la independencia de
rales. España hasta la revolución de 1979 había estableci-
Esta contradicción ha suscitado entre las etnias del do el bipartidismo como sistema. Esa tendencia pa-
Atlántico la pretensión de avanzar por la vía de los rece mantenerse con un nuevo tipo de bipartidismo
hechos en el ejercicio de los derechos reconocidos en sandinismo-antisandinismo, que divide también las
la Constitución y las leyes. Un buen ejemplo de ello ha lealtades políticas en las regiones autónomas. Estas
sido la negociación llevada adelante por los gobiernos adscripciones suelen trasladar los conflictos políticos
autónomos en torno a los montos de impuestos que nacionales a la Costa Atlántica, polarizando los espacios
deben pagar las entidades centrales y empresas regionales y haciendo difíciles los consensos.
que explotan recursos regionales en actividades eco- Esta cultura política bipartidista nacional no ha
nómicas como la minería, la pesca y la explotación de logrado ser superada por ninguna otra alternativa re-
los bosques. Pero también, la polémica se ha dado en gional. Ello a pesar de múltiples intentos en las dos
cuanto a la legitimidad y atingencia del establecimien- elecciones autonómicas (1990, 1994), vía la consti-
to de instancias de gobierno y gestión paralelas a los tución de asociaciones de suscripción popular. A di-
gobiernos autónomos, dependientes del gobierno cen- ferencia de España, por ejemplo, donde los partidos
tral. La existencia desde 1990 del Instituto de Desarrollo regionales deciden las grandes políticas a nivel nacional,
de las Regiones Autónomas (INDERA), inicialmente al convertirse en aliados imprescindibles de las fuerzas
con rango de ministerio, posteriormente de vicemi- nacionales para conseguir mayoría en las votaciones
nisterio, ha cuestionado a los autogobiernos. Sobre y en la integración del Parlamento, en Nicaragua no
todo, porque dicha instancia manejó más recursos existen los partidos políticos regionales, a pesar de
que los asignados a los gobiernos regionales. Ello re- estar permitidos en la ley. Así, los dos grandes bloques
presenta la persistencia de la cultura centralista, que nacionales son los que frecuentemente deciden en las
no se resigna a la socialización del poder, y un in- regiones autónomas, e incluso negocian desde los ni-
tento por deteriorar la autoridad de los gobiernos veles centrales posiciones regionales de acuerdo a sus
propios, con el argumento etnocéntrico de subvalo- intereses, no siempre coincidentes con los de su mili-
rar sus capacidades, para retomar el control total de tancia en el nivel local. El avance más importante en
esas regiones. este caso lo constituye la decisión de algunos partidos

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nacionales, como el Frente Sandinista de descen- Otras expresiones cotidianas recientes de esta con-
tralizarse y conceder autonomía a sus expresiones tradicción las encontramos en ocasiones en los órganos
partidarias regionales, aunque sólo la práctica política de gobierno autonómico y asumen la forma de subes-
en ese nivel mostrará la bondad de tal medida. timación de las posiciones e intereses de otras etnias,
y aún en la descalificación sistemática de las opiniones
3) La experiencia multiétnica de Nicaragua ha puesto por el origen étnico de quien las sostiene. De ello se
en evidencia otro tipo de contradicciones, que podría- quejan con alguna frecuencia los mayagnas o sumus
mos llamar horizontales y con relación a los miskitos
que surgen entre las y aun de los mestizos; pero
propias etnias minorita- ocurre también en otros
rias. Recordemos que la casos. Ello no contribuye
opresión y discriminación al fortalecimiento de la
no se produce sólo en la solidaridad interétnica.
dirección vertical sino
también en la dirección ho- 4) La contradicción entre
rizontal. Con frecuencia se los problemas históricos
suelen destacar únicamen- y las expectativas inme-
te las contradicciones que diatas de solución. La au-
afectan las relaciones de tonomía no resuelve de
las etnias minoritarias con inmediato los problemas
la nacionalidad mayorita- acumulados por siglos, y
ria y el Estado, obviando originados por causas es-
que la solución autonómica tructurales; tampoco cam-
no puede dejar de tomar bia rápidamente el carácter
en cuenta las contradiccio- asimétrico de las relacio-
nes horizontales referidas. nes que se han articulado
Hay, por ejemplo, otros y pervivido en las socieda-
conflictos en las relacio- des nacionales. La autono-
nes interétnicas que con mía establece mejores con-
frecuencia trascienden las diciones para enfrentar
fronteras políticas tradi- estas situaciones, pero es
cionales. En este sentido, un punto de partida y no
la contradicción interétnica de llegada. Esto no siempre
más importante sigue siendo los intentos de algunas suele ser considerado por las etnias minoritarias que
etnias minoritarias en el contexto nacional que en demandan cambios trascendentes ante graves situa-
el marco regional discriminan y subordinan a otras ciones, incluso de supervivencia.
etnias minoritarias. La historia de las relaciones La superación de las contradicciones generadas
interétnicas minoritarias en Nicaragua registra mo- por la cuestión étnica no puede ser concebida como
mentos importantes de hegemonismo étnico y de una obligación exclusiva del Estado; dada su naturaleza
prácticas de discriminación de algunas etnias sobre política, la autonomía requiere que el conjunto nacio-
otras. nal se involucre en la construcción de una nueva re-
Una expresión reciente de esta contradicción es la lación con las etnias. El marco jurídico político de este
pretensión de imponer la perspectiva de los repre- régimen establece bases nuevas en las relaciones mul-
sentantes de una etnia a todas las demás; o querer tiétnicas y con el Estado nacional. De ahí por qué, con
generalizar la propuesta de solución a un problema a la autonomía, la cuestión étnica es por vez primera
partir de las concepciones y los intereses de una etnia. asumida por todo el conjunto nacional —y no sólo por
Un caso típico en este sentido se relaciona con la de- las entidades socioétnicas involucradas directamente—
marcación de tierras comunales indígenas en la Región en el cual debe estar siempre presente la naturaleza
Autónoma del Atlántico Norte, donde la posición de un multiétnica de la nación y la necesidad de convivir en
cierto liderazgo miskito sobre la concepción de la tierra condiciones de igualdad en el seno de un mismo Es-
pretendió ser erigida como la política estatal nacio- tado.
nal, por encima de los intereses de los creoles o los La institucionalización de estas realidades y de las
mestizos, o los mismos mayagnas o sumus. nuevas relaciones que ellas significan, deben impactar

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todos los aparatos de socialización, para internalizar- nacional ni para los gobiernos regionales los alcances
las y convertirlas en comportamientos cotidianos. De de las competencias en aspectos tan fundamentales
ahí que estamos pensando en procesos de larga dura- como los recursos naturales y financieros, la concre-
ción. Procesos que sin embargo apuntan hacia nuevos ción de los derechos económicos, la administración de
tipos de convivencia humana. justicia, la jurisdicción y la propiedad.
No obstante, tan fundamentales como los temas
anteriores son los referidos a la necesidad de avanzar
Conclusiones en la institucionalización de nuevos valores de igualdad,
respeto a las diferencias étnicas, solidaridad y fra-
La complejidad de la cuestión étnica y de su solución ternidad, sin los cuales tampoco puede consolidarse el
conlleva la necesidad de transformaciones profundas nuevo tipo de nación que prefiguran los regímenes au-
en el seno de nuestras naciones y de nuestros estados, tonómicos en los estados unitarios.
pero también de la institucionalización de nuevos va-
lores y actitudes. En efecto, las relaciones asimétricas
de las etnias minoritarias con el Estado son relacio- Bibliografía
nes de poder. Su transformación pasa por cambios
profundos que deben traducirse en formas de esta- BOLETÍN DE ANTROPOLOGÍA AMERICANA
1994 Instituto Panamericano de Geografía e Historia,
talidad nuevas, que además de romper el centralis-
núm. 25.
mo tradicional en lo administrativo, garanticen a
los grupos étnicos la incidencia y aun el control de los ESTUDIOS SOCIOLÓGICOS
procesos de decisión que les afecten y de los recursos 1992 El Colegio de México, vol. X, núm. 28, enero-
abril.
mínimos que les permitan su revitalización y desarrollo. 1994 El Colegio de México, vol. XII, núm. 34, enero-
Pero además de la acción de estas nuevas formas de abril.
organización del Estado —en el contexto de su demo-
KINLOCH TIJERINO, FRANCES (ED.)
cratización— es necesario el fortalecimiento de los 1995 Nicaragua en busca de su identidad, Managua,
propios sujetos de la autonomía, sin lo cual el régi- IHN-UCA-PNUD.
men autonómico pudiera convertirse de nueva cuenta
LÓPEZ Y RIVAS, GILBERTO
en formas de sujeción y reproducción de las viejas re-
1988 Antropología, minorías étnicas y cuestión
laciones asimétricas. nacional, México, Editorial Aguirre Beltrán-
Lo reciente del proceso de autonomía para los Escuela Nacional de Antropología e Historia.
1995 Nación y pueblos indios en el neoliberalismo,
pueblos y comunidades de la Costa Atlántica; lo ori-
México, Universidad Iberoamericana-Plaza y
ginal y novedoso del mismo; la falta de reglamentación Valdés.
del Estatuto de Autonomía que deja en la ambigüedad
una serie de competencias, atribuciones y derechos; el ORTEGA HEGG, MANUEL
1985 El problema nacional en la URSS. Apuntes de
mandato de la reciente reforma constitucional (1995) viaje de estudio, Managua, mimeo.
en el sentido de reformar el Estatuto de Autonomía
para adecuarlo a la misma; todos estos factores mues- ROMERO VARGAS, GERMÁN
1995 Las sociedades del Atlántico de Nicaragua en
tran que la conformación del nuevo régimen político los siglos XVII y XVIII, Managua, Fondo de
está aún en proceso. Pero, además, señalan que la ne- Promoción Cultural-BANIC.
gociación entre los niveles regionales y territoriales
que condujo al establecimiento del régimen autonómico ROSEL, JAKOB
1995 “Ethnic nationalism and ethnic conflict” en
no está concluida. A casi diez años de haber sido ins- Politik und Gesellschaft. International Politics
tituida la autonomía, no están claros para el Estado and Society, núm. 2, Bonn.

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