Está en la página 1de 3

FORMAS DE PREVENIR EL DELITO

PREVENCION SECUNDARIA

1. Guerrero, L (2007) establece que:


“Es un tipo de prevención que se dirige a potenciales delincuentes y víctimas. Este tipo
de prevención se concreta, sobre todo, en programas de vigilancia, de ordenación
urbana y utilización del diseño arquitectónico como instrumento de autoprotección. Se
orienta fundamentalmente a medidas que hacen más difícil la tarea del delincuente, por
ejemplo, mediante la utilización de sistemas antirrobo, pantallas protectoras, etc.,
también a medidas que aumentan el riesgo del delincuente, como la vigilancia o el
alumbrado público; o bien, a medidas que reducen los beneficios de la comisión del
delito. Piénsese en la reducción de dinero en efectivo en cajas, en la identificación de
bienes, etc.; por último, se ubica en las estrategias de obstaculización, es decir,
aquellas que tienen un efecto disuasorio a través de instrumentos no penales. Implica
afectar el escenario criminal o los factores que influyen en el mismo. Por ejemplo, el
diseño urbanístico o las actitudes de las víctimas. Estas medidas funcionan, sobre todo,
en la pequeña delincuencia ocasional y en los delitos contra el patrimonio. (P.265)

REFERENCIAS:

Guerrero Agripino, L. (2007). Seguridad pública y prevención del delito en el Estado


social de derecho. Especial comentario a la trascendencia de la educación Luis Felipe
guerrero Agripino. Díkaion. 21(16). P. 251-272.
https://www.redalyc.org/pdf/720/72001616.pdf

2. (Sherman, 1998, págs. 1-19 ):


“En líneas generales, las medidas de prevención del delito y la violencia pueden ser de
tipo situacional o social. En el primer caso se busca reducir las situaciones en las que
pueden darse cuenta del delito y la violencia. Esto se consigue en algunos casos
reduciendo el número de lugares en que estos fenómenos pueden ocurrir con poca
probabilidad de que el infractor sea capturado. Un ejemplo de lo anterior es la
eliminación de espacios oscuros y aislados en un vecindario, práctica exclusiva
conocida como prevención del delito mediante la adecuación del entorno (CPTED, por
sus siglas en inglés). En otros casos, las acciones consisten en reducir la disponibilidad
de factores inductores de comportamientos violentos, como el alcohol y las armas.
segundo tipo de medidas de prevención pertenece a la esfera del comportamiento, y
tiene por finalidad hacer que las personas sean menos propensas a la violencia. Como
ejemplos de este tipo de intervención cabe citar los programas de capacitación
parental en que se instruye a los padres sobre métodos no violentos para educar a sus
hijos —cuya efectividad se señala en Sherman, o la educación de los niños en
resolución pacífica de conflictos. Según sugiere la información empírica antes
mencionada, la mejora de condiciones macroeconómicas como el desempleo o la
disparidad de ingresos constituye otra medida de prevención de este tipo por su
potencial para reducir la criminalidad sin modificar el costo previsto asociado
objetivamente a la misma. La reducción del delito por esta vía podría operarse a través
de dos posibles mecanismos, a saber, un retroceso del desempleo que traería consigo
mayores posibilidades de obtener ingresos legalmente, y una menor disparidad de
ingresos que mitigaría el sentimiento de privación relativa y de este modo aumentaría
el costo de utilidad que las personas asociarían a los actos delictivos y violentos.”

Referencias
Sherman, L. W. (1998). Preventing Crime: What Works What Doesn't, What´s promisings. P.1-
19

3.
La salud mental es un componente integral y esencial de la salud, la cual es definida por
la OMS como un estado completo de bienestar físico, mental y social y no únicamente
como la ausencia de enfermedad. En este estado de bienestar, el individuo reconoce sus
propias capacidades, puede manejar adecuadamente el estrés normal de la vida diaria,
trabajar productivamente y ser capaz de contribuir a su comunidad. La salud mental es
la base del bienestar individual y del funcionamiento efectivo de una comunidad (2). La
ausencia de salud mental impide que las personas alcancen sus objetivos personales, no
les permite superar los obstáculos cotidianos y avanzar con su proyecto de vida y
también, da lugar a falta de productividad y compromiso cívico. Todo ello genera como
resultado: frustración, pobreza, violencia e incapacidad de desarrollarse en democracia
y de considerar el bien común. Por todo esto la salud mental constituye un factor clave
para la inclusión social y la plena participación en la comunidad.

“La salud mental es un elemento prioritario que requiere una adecuada atención e
inversión, ello incluye la promoción y protección de la salud mental y la prevención y
tratamiento de los trastornos mentales. Los gobiernos, como guardianes principales de
la población, tienen la mayor responsabilidad de asegurar que las necesidades de
salud mental sean satisfechas, al igual que promover la salud mental de toda la
población.” (Alejo, 2005)

Referencias
Alejo, E. G. (2005). Aplicación del modelo de estrés postraumático en el estudio del impacto de
la violencia sobre la salud. Colombia: Universidad Autónoma de Bucaramanga.
Obtenido de http://www.editorial.unab.edu.co/revistas/medunab

También podría gustarte