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1 introducción

La seguridad internacional es un concepto complejo y contestado, cargado de valores y juicios.

Por siglos, el concepto fue asociado al estudio de la guerra, la estrategia militar y otras formas alternativas al uso de la
fuerza.

Mientras pocos disputan este enfoque de la seguridad, otros consideran necesario extender y ampliar su significado para
incluirá otros valores e intereses.

Sugieren incluirá temas ambientales, nutrición y protección de derechos humanos.

No obstante, ¿dónde deben demarcarse los límites de la seguridad internacional?, ¿qué debe será excluido e incluido?,
¿la seguridad internacional ha cambiado de tal forma que requerimos una re conceptualización?

En este capitulo se argumenta que en la era de la post-guerra fría la expansión del concepto de seguridad internacional
ha incluido tanto en su definición que el proceso de adquisición de conocimiento se ha vuelto fútil.

Aún más, se exageran los procesos de cambio internacional en tanto que se olvidan las constantes internacionales en
materia de estrategia militar.

2 Concepto de seguridad internacional

se examinan algunos de los desafíos, amenazas y conflictos armados que han convertido de nuevo a la seguridad en la
principal preocupación de la Comunidad internacional.

Las limitaciones de los análisis y políticas tradicionales para hacerle frente hacen necesaria la redefinición de la
seguridad.

Para ello, es imprescindible, en primer lugar, entender la naturaleza de las causas de esta creciente sensación de
inseguridad.

En esta obra se examinan algunas de ellas como son, por un lado, la persistencia de las amenazas tradicionales que se
derivan de los conflictos armados ya sean éstos de carácter internacional o interno; por otro lado, la aparición de nuevas
amenazas como el terrorismo internacional, la proliferación de armas de destrucción masiva, en especial si llegan a
manos de grupos no estatales, la delincuencia organizada transnacional y la descomposición institucional de los
denominados Estados fracasados; y, por último, los nuevos desafíos a los que se enfrenta la Comunidad internacional
como las relaciones entre civilizaciones, la creciente desigualdad económica entre los Estados y la consiguiente
persistencia de la pobreza, la propagación de enfermedades infecciosas como el sida, la tuberculosis, la malaria y el
SARS (síndrome respiratorio agudo severo), la degradación del medio ambiente y los riesgos derivados del uso de la
biotecnología.

En segundo lugar, en esta obra se exploran nuevas concepciones de la seguridad y de los elementos básicos que
pueden contribuir a lograrla. Para ello, se defiende que es preciso redefinir la seguridad y reformar las normas jurídicas y
las instituciones internacionales o, llegadas el caso, crear nuevos mecanismos para hacer frente a los desafíos que tiene
en estos momentos la seguridad en la Comunidad internacional.

En ella se comparte una concepción de la seguridad que esté comprometida no sólo con los Estados sino también con
las personas y las comunidades, que tenga como objetivo fundamental la protección de los individuos antes que (o al
menos, junto a) la del territorio o el Estado y que sea entendida en sentido global de forma que comprenda los distintos
tipos de necesidades de las personas: la seguridad humana.

Este objetivo exige no sólo que aparezcan Estados comprometidos con el bienestar humano, sino también que el sistema
de seguridad colectiva creado por la Carta de las Naciones Unidas funcione también como un instrumento para la
seguridad humana y que las relaciones internacionales en la Comunidad internacional estén basadas en el Derecho
internacional público, que tiene como uno de sus principios fundamentales la protección de la vida humana, la integridad
física y la dignidad de las personas.
Una nueva orientación en el mantenimiento de la paz es el trabajo con otras organizaciones
intergubernamentales y regionales. En Liberia, la UNOMIL fue la primera misión de
mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas que se llevó a cabo en cooperación con una
operación de mantenimiento de la paz que otra organización ya había establecido anteriormente.
Desde el comienzo del conflicto, una organización subregional, la Comunidad Económica de los
Estados de África Occidental (CEDEAO), emprendió diversas iniciativas para lograr una solución
pacífica. Entre estas se encontraba la creación del ECOMOG, el Grupo de Observadores Militares
de la CEDEAO, en 1990. En 1993, gracias a las negociaciones, la CEDEAO llegó a un acuerdo de
paz entre las facciones liberianas enfrentadas en Cotonou, Benin. La UNOMIL se estableció en
1993 y trabajó para que se aplicara el acuerdo que permitiría la supervisión mixta de las elecciones
de 1997. Estas elecciones marcarían el final de la brutal guerra civil de Liberia. En el Capítulo VIII
de la Carta de las Naciones Unidas se contemplan acuerdos regionales para resolver las
controversias y mantener la paz, aunque no se define con precisión cómo deben ser estos acuerdos.

En la cooperación con las Naciones Unidas, diversos acuerdos y organizaciones regionales están
empezando a desempeñar un papel importante, especialmente en el campo del mantenimiento de la
paz. En 1997, el Consejo de Seguridad autorizó la continuidad en la República Centroafricana de
un ejercito de 800 personas, conocido como la MISAB y compuesto por efectivos de siete países,
con el objeto de supervisar la aplicación de los Acuerdos de Bangui. En marzo de 1998, el Consejo
de Seguridad decidió que la Misión de las Naciones Unidas en la República Centroafricana
(MINURCA) reemplazara a la MISAB. En casi todos los conflictos africanos recientes que han
conducido a una misión de mantenimiento de la paz, la Organización de la Unidad Africana (OUA)
ha tratado de reforzar la función de las Naciones Unidas, a menudo aumentando su apoyo al
proceso de establecimiento de la paz.

En Bosnia y Herzegovina, la UNMIBH trabaja en estrecha cooperación con el Alto Representante


de la Unión Europea, la Fuerza enviada por la Organización del Tratado del Atlántico del Norte
(OTAN) y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). En Georgia, la
UNOMIG trabaja en estrecha cooperación con la OSCE y la fuerza de mantenimiento de la paz de
la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

En Kosovo, donde una fuerza armada de la OTAN garantiza la seguridad general, se está llevando a
cabo un gran esfuerzo internacional para convertir un país devastado por la guerra en una sociedad
con un funcionamiento democrático. Cuatro organizaciones y organismos internacionales están
trabajando en cooperación bajo la dirección del Representante Especial del Secretario General. Las
propias Naciones Unidas son responsables de la administración civil; la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados dirige la asistencia humanitaria; la OSCE
es responsable de la democratización y del desarrollo institucional; y la Unión Europea se encarga
de la reconstrucción económica.

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