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DIRECCIÓN PROVINCIAL DE SALUD DEL GUAYAS

Área Nº 3, CS Nº 10.
INTERVENCIÓN EN CRISIS.
Por: Graciela Soto Hernández
RESUMEN
Este capítulo tiene como objetivo colaborar a la formación de las personas interesadas en
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lograr una adecuada intervención en una crisis: proporcionarle elementos para identificarla,
proponerle una postura terapéutica y un modelo de intervención con enfoque humanista
existencial.
INTRODUCCIÓN
Existen muchas definiciones de CRISIS. Slaikeu (1984) dice que "Es un estado temporal de
trastorno y desorganización, caracterizado principalmente por la incapacidad del individuo para
abordar situaciones particulares utilizando métodos acostumbrados para la solución de
problemas. Para L. R. Brito "La crisis se siente como un abismo entre el pasado que ya no es
vigente y un futuro que todavía no está constituido".
Para Jerry Long Jr. La persona está en crisis cuando sufre una pérdida severa que no está
manejando exitosamente, y siente ira sublimada, está estancada en la etapa de depresión, y
sufriendo un vacío existencial.
Los estudiosos coinciden en que toda crisis conlleva peligro y oportunidad.
Y es casi siempre, necesaria una intervención, esta puede hacer la diferencia en las
decisiones que tome la persona en crisis.
LA INTERVENCIÓN EN CRISIS es definida por Slaikeu como "un proceso de ayuda dirigida a
auxiliar a una persona o familia a soportar un suceso traumático de modo que la probabilidad
de efectos negativos como daños físicos o emocionales se aminore y la probabilidad de
crecimiento se incremente".
Debe contemplar la necesidad de procesar el dolor sentido en lo más profundo del corazón,
hasta trascenderlo y encontrarle sentido dentro de la propia vida.
Su finalidad es, que el que sufre no sólo logre el nivel de funcionamiento que tenía antes de la
pérdida, sino que se trascienda a sí mismo y busque el sentido de su vida sin aquello que ya
no tiene. Las pérdidas sufridas en la vida y las crisis que generan, son necesarias para el
crecimiento humano espiritual.

VARIABLES QUE INFLUYEN EN EL DESENLACE DE UNA CRISIS


Hay tres variables que influyen en el desenlace de cualquier crisis:
LA SEVERIDAD DEL SUCESO PRECIPITANTE:
Hay sucesos que son devastadores en sí mismos por lo que casi siempre dan lugar a una
crisis, por ejemplo: la muerte o pérdida de un ser amado, una violación, desastres naturales,
etc.
Hay sucesos que desencadenan una crisis dependiendo del significado que le da al suceso, el
momento en el que se presenta, la cantidad de eventos inesperados o desagradables a los
que haya estado sometida la persona.

LOS RECURSOS PERSONALES:

Guy C. Delgado Bermúdez, Psicología Clínica 2010.


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Las características innatas y las adquiridas a lo largo de la vida a través de experiencias.
(experiencia no es lo que vivimos, sino el sentido y significado que le damos a lo que
vivimos).
La personalidad, que es la suma de los dones regalados y el trabajo personal que se ha hecho
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con estos dones.
Además el nivel de conciencia, el manejo de la libertad, de la voluntad de sentido y de la
responsabilidad, la postura existencial, las actitudes personales, los valores, la auto-estima, la
capacidad de auto-distanciamiento, el sentido del humor y la resolución adecuada o no de
crisis anteriores.
Se observan pocos recursos personales cuando: no se acepta la situación límite, no se es
capaz de encontrar sentido al sufrimiento, cuando la persona puso en el centro de su
existencia lo que perdió.
Los pocos recursos personales pueden provocar que la crisis (duelo) sea difícil y hasta
imposible de resolver adecuadamente sin ayuda profesional.

LOS RECURSOS SOCIALES:


Consisten en quién o quiénes están presentes en el momento del suceso y cómo reaccionan,
cómo auxilian a la persona.
La intervención puede ir desde atención médica, asesoría legal, apoyo emocional, hasta la
ayuda para establecer contacto con instancias que puedan prestarles el apoyo necesario.

DURACIÓN DE UNA CRISIS


Algunos teóricos piensan que la crisis es un estado agudo de desequilibrio repentino y de corta
duración. O'connor (1990) habla de que la resolución del duelo es hasta de 2 años.
Cabe hacer una diferencia entre lo que es la restauración del equilibrio y la resolución de la
crisis.
Restaurar el equilibrio se refiere a la reducción de los síntomas y los signos, pero no
equivalente a que se ha resuelto constructivamente la crisis. Es posible que la manera en que
se logre el equilibrio momentáneo, pueda causarle después mucho más daño.

TIPOS DE CRISIS
Crisis naturales.- se dan naturalmente, por las etapas del desarrollo personal, de la pareja o
la familia.
Crisis circunstanciales.- se originan por un evento que provoca la pérdida de algo: bienes
materiales, emocionales, mentales, morales o espirituales: como un ser querido, la inocencia,
un trabajo que represente seguridad, la fe o confianza.
Crisis existenciales.- se dan cuando se tiene que optar entre dos valores importantes.
Crisis totales.- cuando se afecta todo lo económico, emocional, la salud, el área familiar,
laboral.
FASES DE UNA CRISIS
Horowtz (1976) propone las siguientes reacciones de una persona ante una situación de crisis.
La descripción de las mismas es de mi autoría.

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El llanto se refiere a las reacciones inmediatas al impacto del suceso y pueden ser unas muy
obvias como gritar, llorar, pánico y/o desmayo. Y otras no tan obvias como un nudo en la
garganta y llanto silencioso.
Del llanto puede pasar a la negación que conlleva el bloqueo del impacto y se puede
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acompañar de entorpecimiento emocional, no pensar en lo que pasó y realizar actividades
como si nada hubiera pasado.
La negación también puede presentarse casi inmediatamente al suceso.
Es importante hacer notar que esta fase puede estar presente, como un velo delgado, durante
todo el proceso del duelo, sirve como una defensa para no desplomarse, ni "volverse loco".
La intrusión se caracteriza por la abundancia de sentimientos e ideas de dolor sobre la
pérdida. En la mente aparecen imágenes del suceso una y otra vez, incluso en sueños que
apabullan a la persona, ideas o decisiones muy negativas y riesgosas que pueden ser
expresadas o no.
Algunas personas pasan directamente de la fase del llanto a la intrusión sin pasar por la
negación, otras en la fase de intrusión buscan la negación, deseando y tratando de olvidar
(llegan a ser olvidadizas) esto puede ser porque el dolor aumenta en la fase de intrusión y
desean evitarlo.
La fase de penetración es la parte del proceso en el que la persona penetra en sus
sentimientos y sentimientos. Los reconoce, los acepta y expresa. Entre más los exprese más
se "desgasta" el impacto que le produjo el suceso.
La consumación es la última fase de la de la crisis. En esta se ha iniciado la integración de la
experiencia, o ya ha sido integrada a la vida de la persona.
La integración consiste en que la persona acepta lo que sucedió, admite que el suceso la llevó
al desequilibrio, pero es capaz de encontrar en esta una oportunidad de crecimiento, y ganar
fortaleza.
El sentimiento no desaparece pero ya no desequilibra, encuentra un para qué a la vivencia,
que le permite enfrentar en el futuro de una mejor manera los sucesos críticos y las situaciones
límite.
Cuando las personas logran la fase de consumación se puede decir que resolvieron la crisis.
Esto las dota de mayor seguridad, fortaleza, herramientas para dar sentido a sus vidas y una
postura más sana ante su existencia.
Cuando no se resuelve la crisis, las personas pueden sufrir alteraciones físicas, emocionales,
y/o mentales. Presentar actitudes negativas, mecanismos de defensa. Tornarse resentidos,
agresivos, desconfiados, inseguros, soberbios, egoístas. Mostrar máscaras de dureza, frialdad,
indiferencia, y sentir soledad, amargura e infelicidad. Hacen el papel de víctima o de victimario.
Incapacitadas para establecer relaciones interpersonales sanas y profundas. Bloquean su
voluntad de sentido, su intuición, su libertad y su responsabilidad, por lo que muy
probablemente sientan vacío existencial.

CÓMO INTERVENIR EN UNA CRISIS


Para intervenir en una crisis, es necesario sentir interés en las personas. Y tender a la auto-
trascendencia.

Guy C. Delgado Bermúdez, Psicología Clínica 2010.


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También es indispensable saber identificar los signos que presenta la persona que está
viviendo una crisis.
Y desde luego cómo intervenir. Porque el interés sin el conocimiento es insuficiente.

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¿Qué se debe OBSERVAR?
Si la persona presenta cambios en su habitual comportamiento:
O puede estar tensa, ansiosa, enojada, irritable, triste, deprimida, pasiva, confundida,
distraída, desorganizada, aislada, sin energía, cansada, agotada.
O trastornos alimentarios: poco apetito, comer compulsivamente.
O trastornos del sueño: insomnio o sentir sueño y ganas de dormir todo el tiempo.
O rostro cansado, ojeroso por el insomnio, mirada sin brillo, piel poco humectada.

Se debe INDAGAR, mediante el Diálogo Socrático, si la persona:


O tiene sentimientos de desamparo, debilidad, soledad, desesperación, ira contenida o
expresada, desesperanza.
O se siente confundida, ansiosa, desorientada, angustiada, impotente.
O si siente el deseo de salir de su malestar, pero no sabe cómo y se siente incapaz de
enfrentarse y superar la situación.
O si ha habido cambios en sus relaciones interpersonales y sus actividades.
O ha experimentado soledad, aislamiento y desamparo.
O sufre dolores de cabeza, y garganta frecuentes, gris, tos, gastritis, colon irritable.

MODELO DE INTERVENCIÓN
A continuación explicaré mi MODELO de INTERVENCIÓN
El Primer paso es ESTABLECER EL ENCUENTRO.- Básicamente consiste en lograr una
relación de persona a persona, establecer un puente que permita el ENCUENTRO HUMANO
en el que la persona en crisis pueda sentirse escuchada, acogida, respetada, aceptada,
segura y comprendida por otro Ser Humano, que es capaz de brindarle la ayuda necesaria, o
la no ayuda si eso es lo que necesita. Que lo sostiene y contiene, para que haga lo esencial y
logre resolver su crisis.
El que interviene debe tener claro qué quiere y qué puede aportar para ese encuentro.
Respetando la individualidad me atreveré a hacer algunas sugerencias personales:
Lo mínimo que podemos ofrecerle al otro Ser Humano es una sonrisa sincera de bienvenida,
una voz afectuosa, una mirada "de verdad", intentando percibir cómo llega incluso antes de
que empiece a hablar.
Nuestra apertura y honestidad, respeto a su persona, sus pensamientos, sentimientos y
tiempos, calidez.
Reconocerlo como alguien especial, amarlo como ser humano.
El clima emocional básico que debemos crear en el encuentro para que la persona se sienta
aceptada a pesar de sus "vergüenzas" y entendida a pesar de su confusión. Se logra con
actitudes mínimas pero muy humanas:

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Escucha atenta.- mirarlo, prestarle toda nuestra atención, poder transmitirle que nos importa
lo que dice y cómo se siente cuando lo dice, interrumpir su discurso si es necesario para
preguntarle algo que hemos observado como importante.
Respeto a su espacio y su tiempo.- eliminar todas las interferencias internas (distracciones,
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problemas y pendientes personales) y externas (todas las que son producidas por personas o
situaciones ajenas).
Vislumbrar sus carencias y darle los soportes adecuados para que la misma persona se
pueda reestructurar (dejar sus anteriores modos de funcionar y relacionarse y descubrir otros
nuevos)
Hacerle sentir que confiamos en sus recursos, aún cuando veamos que sean pocos en ese
momento.
Encontrar sus partes positivas y hacérselas ver.
Establecer una relación humana diferente a la que han tenido, un modelo de estar con el otro
diferente al vivido, así será más fácil para ellos aceptarse y vivir en el mundo que los rodea.
Para lograr este clima debe estar convencido que las personas tienen la capacidad de
cambiar, a pesar de su comportamiento pasado o presente, que pueden elegir y encarnar
nuevos valores y estilos de vida.
La confianza en la persona y en su esfuerzo sincero para cambiar es terapéutica.
El segundo paso es el ANÁLISIS EXISTENCIAL, DE LAS DIMENSIONES DE LA CRISIS Y
MANEJO DE LOS SENTIMIENTOS.- Consiste en intentar "ver su mundo como si fuera
nuestro mundo", es decir captar su mundo interno, entender su propio marco de referencia, su
sistema de creencias, sus valores, sus auto-determinismos, miedos, anhelos, actitudes.
Aceptar, validar y acoger sus sentimientos. Invitar a la persona a hablar y escucharla
atentamente para identificar los elementos importantes y observar fenomenológicamente su
comunicación no verbal, para intentar comprender como percibe la vida, el mundo, la situación,
a sí misma.
Todo esto con el objetivo de hacer devoluciones que le faciliten una mejor comprensión de las
posibilidades que puede encontrar si cambia de perspectiva, “tensando su espíritu", y busca
el sentido.
Al analizar las dimensiones y características del problema, se explora pasado, presente y
futuro inmediatos. Del pasado se revisan los sucesos que fueron ocurriendo y que hicieron una
cadena hasta el suceso precipitante de la crisis. Y los recursos personales con los que contó,
por ejemplo: las actitudes que presentó y significados que les dio a dichos sucesos.
Se explora y priorizan las necesidades que deben atenderse inmediatamete y los que se
pueden posponer.
También es indispensable comprender el fondo de su problemática, es decir cuál o cuáles son
sus carencias que le impiden tomar una postura diferente.
El tercer paso consiste en facilitarle ENCONTRAR NUEVOS SIGNIFICADOS Y
ALTERNATIVAS DE RESOLUCIÓN.- Al explorar las posibles soluciones o alternativas se
indaga cómo ha intentado resolver el problema. Después utilizando diálogo socrático se busca
que la persona genere nuevos significados y alternativas, tanto para cubrir sus carencias como
la situación de crisis. Esto le hará sentir más fuerte, menos impotente. Es necesario que
analice los pros y los contras de cada alternativa. El que ayuda puede proponer las

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alternativas de solución que identifique, pero sólo después de que la persona lo haya hecho.
También debe contemplar los posibles obstáculos que pueda encontrar la persona en su plan
de estrategias e identificar los pasos de las soluciones.
En el cuarto paso se APELA AL ESPÍRITU para BUSCAR EL SENTIDO, LA
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AUTOTRASCENDENCIA y TOMAR ACCIONES CONCRETAS.- Se refiere a implementar lo
que se convino en la etapa anterior, es decir, decidir CÓMO poner en práctica las acciones. Y
CUÁNDO. Al intervenir se debe buscar que la persona haga cuanto sea capaz de hacer y
solamente cuando la situación afecte fuertemente a su capacidad de actuar, el que ayuda
puede tomar un papel más activo.
El quinto paso EL SEGUIMIENTO.- Es también muy importante y consiste en establecer un
procedimiento que permita revisar el progreso, puede ser a través del encuentro personal o
telefónico, se debe especificar quién llamará. El seguimiento permite complementar la
retroalimentación: si se encuentra que la acción convenida no resultó como se esperaba, se
regresa a la segunda etapa para redefinir el problema y reestructurar las acciones de
resolución.
ACTITUDES DEL QUE INTERVIENE
Hay dos posturas del que interviene: la facilitadora o la directiva.
La postura directiva sólo es recomendable cuando haya peligro de alta mortalidad para la
persona en crisis o alguien más. Y cuando la persona no es capaz de cuidar de sí misma por
encontrarse muy perturbada emocionalmente. Implica marcar más directrices, y hasta tomar
parte en la acción. De ser posible se debe involucrar a otras personas cercanas a quien
padece la crisis. Se tiene que tomar en cuenta el aspecto legal y el ético por las implicaciones
que se dan.
Cuando la persona puede hacer las cosas por sí misma, la postura adecuada es la facilitadora.
La diferencia se refiere únicamente a las acciones que deben realizarse, considerando la
seguridad integral de la persona en crisis.
Pero en ambas, el que interviene debe poseer actitudes, que le permitan establecer un
ENCUENTRO HUMANO.
La postura profesional sugerida está alejada de toda actitud soberbia que considere al que
ayuda como un "ser superior", "poseedor" de la razón y de la verdad que da por entendido lo
que no ha escuchado porque "ya lo sabe" (interpreta), que tiene la necesidad de que el otro lo
crea inteligente, enterado de todo y hasta adivinador, de que lo admire y reconozca y lo vea
como "gurú". Que cree que tiene la solución a los problemas de las personas y el perfecto
manejo de las crisis. Porque su crecimiento es superior al de los demás.
Para intentar acompañar a otro "ser doliente" (Frankl) en el proceso de resolución de su crisis
se necesitan actitudes especiales como:
Congruencia.
Empatía.
Interés positivo.
Respeto.
Autenticidad.
Especificidad.
Confrontación.

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Impacto de personalidad.
Auto-revelación.
Relación al momento.
Auto-realización.
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Auto-trascendencia.
HERRAMIENTAS PARA INTERVENIR
Es importante contar con todas las herramientas posibles:
Además de los recursos antes mencionados, es esencial la intuición, la creatividad y el sentido
de oportunidad.
Crear y adecuar nuestros conocimientos, aptitudes, habilidades técnicas y hasta nuestras
limitaciones al servicio de la persona.
El Modelo de Intervención es de enfoque Humanista Existencial se consideran conceptos
antropológicos, axiológicos, y combinaciones de técnicas clínicas desarrolladas por:
La Logoterapia de Viktor Frankl y la terapia Espiritual de Elizabeth Lukas: diálogo socrático,
intensión paradójica, derreflexión, modificación de actitudes, logoancla, diálogo ingenuo, etc.
La Terapia de la Imperfección del Dr. Ricardo Peter: concepto del límite, de indigencia, actitud
de misericordia y compasión ante las fallas propias y las ajenas, cambio de perspectiva
perfeccionista por perspectiva humana, ética del límite.
Complementando con otros métodos terapéuticos, la propuesta es "sumar" (Viktor
Frankl) por lo que debemos poner todo lo que esté a nuestro alcance y sea benéfico
para la persona que sufre una crisis.
Son muy importantes también los tipos de Preguntas. Hay preguntas adecuadas y preguntas
inadecuadas.
Porter, propone los siguientes tipos de preguntas:
Reiterativa, reflejo del sentimiento, elucidatoria, evocativa, icónica, resumen,
identificación de temas, conclusiones.
ERRORES QUE DEBEN EVITARSE
Error de contenido, error de profundidad, error de significado, error de lenguaje.
Dirigir, debatir, dogmatizar, generalizar, minimizar, moralizar, monologar, huir del problema de
la persona, racionalizar, proyectar, identificarse, fijarse en un punto, asumir un papel
consolador, abstraer, ser inquisitivo, superficializar.
BIBLIOGRAFÍA
Brito, Cabtree L. R. (2000). Aplicación de la Logoterapia en la intervención en crisis. Revista Mexicana de Logoterapia, 3, 46-
56.
Guttmann, D. (1996). Logoterapia para profesionales: trabajo social significativo. España: Desclée De Brower.
Long Jr. J. L. (1999). Intervención en la crisis y más allá: utilizando la logoterapia para trascender el trauma. Revista Mexicana
de Logoterapia, 2, 14-37.
Lukas, E. (2002). En la tristeza pervive el amor. España: Paidós.
Lukas, E. (1995). Psicoterapia en dignidad. Argentina: San Pablo.
Slaikeu, K. A. (1994). Intervención en crisis. México: Manual Moderno.
Peter, R. (1997). Una terapia para la persona humana. México: Fomento Editorial BUAP.
Peter, R. (2003). Honra tu límite: fundamentos filosóficos de la terapia de la imperfección. México: Fomento Editorial BUAP.

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