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UNIVERSIDAD PANAMERICANA

Facultad de Ciencias Jurídicas y de la Justicia

Licenciatura en Ciencias Jurídicas y de La Justicia

Derecho Ambiental

Convenció

Keneth Ramiro Hernández Morales (000006299)


Guatemala, 2021

Convención de Lucha Contra la Desertificación


La Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la Desertificación –CNULD-
(UNCCD, por sus siglas en inglés) surge a partir de la Convención de Río en 1992,
conocida también como la “Cumbre de la Tierra”. Fue adoptada el 17 de junio de 1994 en
París y abierta para su firma el 14 de octubre de 1994. Entró en vigor el 26 de diciembre de
1996, enfocada principalmente para los países de África.  Posteriormente, otros países se
adhirieron a ella, por las condiciones de susceptibilidad a la desertificación presentes en sus
territorios; Guatemala se adhiere el 25 de marzo de 1998, a través del Decreto Ley número
13-98, del Congreso de la República, adquiriendo una serie de compromisos con el fin de
implementarla en el país.

Objetivos de la Convención

1. Luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía en los países


afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África, mediante la
adopción de medidas eficaces en todos los niveles, apoyadas por acuerdos de
cooperación y asociación internacionales, en el marco de un enfoque integrado acorde
con el Programa 21, para contribuir al logro del desarrollo sostenible en las zonas
afectadas.
2. La consecución de este objetivo exigirá la aplicación en las zonas afectadas de
estrategias integradas a largo plazo que se centren simultáneamente en el aumento de la
productividad de las tierras, la rehabilitación, la conservación y el aprovechamiento
sostenible de los recursos de tierras y recursos hídricos, todo ello con miras a mejorar
las condiciones de vida, especialmente a nivel comunitario.

Para implementar la CNULD en Guatemala, era necesario que existiera una institución que
se hiciera cargo de ello, recayendo la responsabilidad en el Ministerio de Ambiente y
Recursos Naturales, quien a su vez, creó la Unidad de Lucha contra la Desertificación y la
Sequía -UNIDESEQ- a través del Acuerdo Ministerial número 362-2007, constituyéndose
en el Punto Focal de País ante la CNULD.  En 2015, la UNIDESEQ es elevada a la
categoría de Departamento de Lucha contra la Degradación de Tierras, la Desertificación y
la Sequía en Guatemala -DTDESEQ-, a través del Acuerdo Ministerial número 66-2015.
Una vez creada la instancia responsable en el país, fue necesario crear un Programa de
Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación -PROANDYS-, el cual se operativiza a
través del Grupo Técnico Interinstitucional para el Manejo Sostenible de Tierras -GTI-, a
través del Acuerdo Ministerial número 912-2009; el cual involucra a las instituciones
gubernamentales, no gubernamentales, academia y sociedad civil que, de forma directa o 
indirecta, realizan entre sus funciones, actividades que contribuyen a alcanzar el objetivo de
la CNULD.
Actividades realizadas en Guatemala
El Departamento de Lucha contra la Degradación de Tierras, la Desertificación y la Sequía
en Guatemala, -DTDESEQ- tiene como principal función la implementación de los
acuerdos y compromisos adquiridos por Guatemala, como país parte afectado ante la
Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación -CNULD-.  En
consecuencia, tiene como área acción el corredor seco; región en la que concentra sus
esfuerzos con el fin de reducir la degradación de la tierra y con ello contribuir a mejorar las
condiciones de vida de sus habitantes.
Durante el período 2011-2012, como resultado de la gestión de fondos para reducir los
efectos de la sequía, principalmente en el corredor seco, se obtuvo a través de la Secretaría
de Seguridad Alimentaria y Nutricional -SESAN-, una donación proveniente de la Unión
Europea -UE- a través del cual se pudieron instalar 46 sistemas de recolección de lluvia,
con capacidad para almacenar 10,000 litros de agua cada uno en igual número de escuelas
de esa región; 160 sistemas de microriego por goteo de baja presión para beneficiar igual
número de familias; y, 80 sistemas clarificadores de aguas grises, con el objetivo de
disminuir la contaminación de las fuentes subterráneas de agua.
Durante el período 2013-2014, se hicieron gestiones ante la Cooperación Internacional,
lográndose la coordinación de la ejecución de proyectos enfocados al manejo sostenible de
los recursos naturales, con apoyo económico proveniente del Fondo para el Medio
Ambiente Mundial –GEF-, en microcuencas seleccionadas de la región Oriente (bosque
seco), Occidente (bosque húmedo); esta donación es administrada por el Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo -PNUD-, por sus siglas en inglés. 
La reactivación del Grupo Técnico Interinstitucional para el manejo sostenible de la tierra,
durante 2014, permitió la presentación del Informe de Guatemala como país parte afectado,
correspondiente al período 2012-2013, ante la CNULD.
También del Ministerio de Desarrollo del Gobierno de Alemania, a través de la
administración de la Agencia Alemana de Cooperación Internacional -GIZ- (por sus siglas
en alemán),  se coordinan los fondos de una donación a través del programa de Desarrollo
Rural y Adaptación al Cambio Climático -ADAPTATE-, en la región Centro-Norte en
microcuencas seleccionadas que involucran varios municipios de los departamentos de El
Progreso y Baja Verapaz.
Dentro de los resultados obtenidos durante el período 2014-2015, destaca la realización del
Diplomado en Manejo de Recursos Ambientales y Adaptación al Cambio Climático,
dirigido a personal de las municipalidades de San Miguel Chicaj, Rabinal y Cubulco en el
departamento de Baja Verapaz, avalado por la Universidad de San Carlos de Guatemala –
USAC- y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales –FLACSO-, en coordinación
con GIZ; y la realización de la I Feria de Semillas Nativas adaptadas al Corredor Seco, en
el municipio de San Miguel Chicaj, la cual se llevará a cabo el jueves 25 de junio de 2015 a
partir de las 8:00 horas. 
Destaca también la formulación de la Política Nacional de Lucha contra la Degradación de
tierras, la Desertificación y la Sequía; la actualización del Programa de Acción Nacional de
Lucha contra la Desertificación y la Sequía –PROANDYS-; así como la elaboración de
indicadores y levantamiento de una línea base de Degradación de Tierras, Desertificación y
Sequía en el corredor seco, con énfasis en los departamentos de El Progreso y Baja
Verapaz.
Dentro de las actividades que quedaron encaminadas para desarrollarse durante el próximo
año 2016, puede mencionarse la puesta en marcha del proyecto “Manejo y protección
integral de los Recursos Naturales en el Corredor Seco, para la adaptación al cambio
Climático”, con el apoyo del Banco de Desarrollo KfW de Alemania; y la Fase II del
programa de Desarrollo Rural y Adaptación al Cambio Climático -ADAPTATE-.

Conmemoración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación 2015, en

Guatemala
El 19 de diciembre de 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas en la Resolución
49/115  "decide proclamar el 17 de junio como el Día Mundial de Lucha contra la
Desertificación y la Sequía, el cual se celebra a partir de 1995. En la conmemoración se
Invita a todos los Estados a que dediquen el Día Mundial a sensibilizar a la opinión pública
con respecto de este tema mediante la publicación y la proyección de documentales, la
organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con
la cooperación internacional para luchar contra la desertificación y los efectos de la sequía;
y la aplicación de las disposiciones de la Convención de las Naciones Unidas de lucha
contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en
particular en África, y sus anexos de aplicación regional"
Para tal conmemoración, en Guatemala se organizó el Congreso sobre Manejo Sostenible
de Tierras, a realizarse en el Conquistador Hotel & Conference Center durante los días 17
(en horario de 8:00 a 18:00 horas) y 18 de junio de 2015 (en horario de 8:00 a 16:00
horas).  La conferencia inaugural estará a cargo del Dr. Carlos Ortiz Solorio, del Colegio de
Postgraduados de la Universidad de Chapingo, México, con el tema: “La desertificación:
una amenaza silenciosa”; le seguirá la conferencia: “El suelo: un recurso en extinción”
dictada magistralmente por el Dr. José Miguel Duro, Coordinador del proyecto de
Taxonomía de Suelos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación -MAGA-. 
Por la tarde se presentará la conferencia: “La gestión integrada del recurso hídrico en
Guatemala: una materia reprobada por el país”, disertada por el Ing. Juan Carlos Rosito,
Investigador del Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente -IARNA- de la
Universidad Rafael Landívar.
Los participantes en el evento tendrán la oportunidad de trabajar y compartir experiencias
en diferentes grupos que se conformarán a partir de las conferencias magistrales, en los
cuales se abordarán temas muy interesantes en los que podrán participar interactivamente
con los ponentes. Todos los temas giraran en torno a la problemática que existe en el país,
relacionada con la degradación de tierras como producto de la intervención humana en la
utilización irracional de los recursos reflejada a través de los procesos de deforestación,
cambio de uso de la tierra y  contaminación de las fuentes de agua.
El objetivo principal del  Congreso es sensibilizar a la población en cuanto a la importancia
de la conservación, restauración y manejo sostenible de los recursos naturales, logrando
obtener conclusiones contundentes que puedan servir de base a agricultores, técnicos,
profesionales, políticos, tomadores de decisiones y a la población en general para encauzar
el futuro del país y la recuperación del equilibrio ecológico y la biodiversidad, de cara a la
neutralización de la desertificación y la adaptación al cambio climático.
El Convenio de Ramsar (Texto del Convenio Ramsar, PDF-325 KB), o Convenio relativo
a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves
Acuáticas, es un tratado intergubernamental aprobado el 2 de febrero de 1971 a orillas del
Mar Caspio, en la ciudad iraní de Ramsar (de allí su sobrenombre), entrando en vigor en
1975. Este Convenio integra, en un único documento, las bases sobre las que asentar y
coordinar las principales directrices relacionadas con la conservación de los humedales de
las distintas políticas sectoriales de cada Estado. Actualmente cuenta con 164 Partes
Contratantes (Estados miembros) en todo el mundo, aunque esta cifra varía al alza de
manera continuada (en la Web del Convenio de Ramsar, está siempre actualizada).
UNESCO es la depositaria del Convenio, y la sede de su Secretaría se localiza en Gland
(Suiza). España es Parte contratante de este Convenio desde 1982 (Instrumento de
Adhesión, BOE nº 199 de 20 de agosto de 1982), siendo la actual Dirección General de
Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural la Autoridad administrativa del mismo en
nuestro país. Este acuerdo internacional es el único de los modernos convenios en materia
de medio ambiente que se centra en un ecosistema específico, los humedales, y aunque en
origen su principal objetivo estaba orientado a la conservación y uso racional con relación a
las aves acuáticas, actualmente busca el reconocimiento de la importancia de estos
ecosistemas como fundamentales en la conservación global y el uso sostenible de la
biodiversidad, con importantes funciones (regulación de la fase continental del ciclo
hidrológico, recarga de acuíferos, estabilización del clima local), valores (recursos
biológicos, pesquerías, suministro de agua) y atributos (refugio de diversidad biológica,
patrimonio cultural, usos tradicionales). El objetivo fundamental del Convenio de Ramsar
es “la conservación y el uso racional de los humedales, a través de la acción nacional y
mediante la cooperación internacional, a fin de contribuir al logro de un desarrollo
sostenible en todo el mundo”. En este Convenio es clave el concepto de “uso racional” de
los humedales que señala el art. 3 que no es más que una expresión sinónima de lo que
actualmente se conoce como desarrollo sostenible. Cuando un país se adhiere al Convenio
de Ramsar contrae una serie de compromisos generales de conservación y uso racional de
sus humedales, y además tiene la obligación de designar al menos un humedal para ser
incluido en su Lista de Humedales de Importancia Internacional. Su estructura cuenta
con los siguientes elementos: 

o La Conferencia de las Partes Contratantes (COP), órgano decisorio de nivel superior


encargado de formular políticas y tomar decisiones en asambleas plenarias (las reuniones
de la COP) que se celebran cada 3 años. Son miembros de la COP con derecho a voto los
países miembros del Convenio (o Partes Contratantes).
o El Comité Permanente (CP), órgano ejecutivo que representa a la COP entre reuniones,
ocupándose fundamentalmente de la supervisión tanto de la puesta en práctica de las
decisiones de la COP como de la ejecución del presupuesto, manejo de los programas y
trabajo administrativo de la Secretaría.
o La Secretaría u Oficina del Convenio, cuerpo permanente e independiente localizado en
Gland (Suiza). Se encarga de poner en práctica los programas y decisiones de la COP y
del CP.
o El Grupo de Examen Científico y Técnico (GECT), grupo asesor que desarrolla las
orientaciones científicas y técnicas que son demandadas en los sucesivos “Planes de
Trabajo” que aprueba la COP.
o Otros elementos, como las Organizaciones internacionales asociadas, OIA (ONG que
colaboran con el Convenio desde un principio, Wetlands Internacional, UICN), e,
incluso, algunos elementos del sector privado (Grupo Danone).

Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como


Hábitat de Aves Acuáticas Ramsar, Iran, 2.2.1971 Modificada según el Protocolo de París,
3.12.1982 y las Enmiendas de Regina, 28.5.1987 París, 13.7.94 Director, Oficina de
Normas Internacionales y Asuntos Legales Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO)

Las Partes Contratantes, RECONOCIENDO la interdependencia del hombre y de su medio


ambiente, CONSIDERANDO las funciones ecológicas fundamentales de los humedales
como reguladores de los regímenes hidrológicos y como hábitat de una fauna y flora
características, especialmente de aves acuáticas, CONVENCIDAS de que los humedales
constituyen un recurso de gran valor económico, cultural, científico y recreativo, cuya
pérdida sería irreparable, DESEANDO impedir ahora y en el futuro las progresivas
intrusiones en y pérdida de humedales, RECONOCIENDO que las aves acuáticas en sus
migraciones estacionales pueden atravesar las fronteras, y que en consecuencia deben ser
consideradas como un recurso internacional, CONVENCIDAS de que la conservación de
los humedales y de su flora y fauna pueden asegurarse armonizando políticas nacionales
previsoras con una acción internacional coordinada, Han convenido lo siguiente: Artículo 1
1. A los efectos de la presente Convención son humedales las extensiones de marismas,
pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o
artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas,
incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis
metros. 2. A los efectos de la presente Convención son aves acuáticas las que dependen
ecológicamente de los humedales.

La Convención sobre los Humedales es un tratado intergubernamental aprobado el 2 de


febrero de 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, situada en la costa meridional del Mar
Caspio. Por tanto, si bien el nombre de la Convención suele escribirse "Convención sobre
los Humedales", ha pasado a conocerse comúnmente como la "Convención de Ramsar".
Ramsar es el primero de los modernos tratados intergubernamentales mundiales sobre
conservación y uso racional de los recursos naturales. El nombre oficial del tratado -
Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional, especialmente como
Hábitat de Aves Acuáticas - expresa su énfasis inicial en la conservación y el uso racional
de los humedales sobre todo para proporcionar hábitat para aves acuáticas. Sin embargo,
con los años, la Convención ha ampliado su alcance a fin de abarcar todos los aspectos de
la conservación y el uso racional de los humedales, reconociendo que los humedales son
ecosistemas extremadamente importantes para la conservación de la diversidad biológica en
general y el bienestar de las comunidades humanas. Por este motivo, el uso cada vez más
difundido de la versión abreviada del título del tratado, "Convención sobre los Humedales",
es enteramente apropiado. Guatemala se adhirió al tratado el 26 de enero de 1988, a través del
Decreto Legislativo número 4-88 del Congreso de la República, convirtiéndose en una ley de
observancia nacional.

Marco Legal y Político

La Política Nacional de Humedales se ha formulado en cumplimiento al mandato legal y


político vigente en el país, partiendo de la Constitución Política de la República, que
declara en el artículo 64, que es de interés nacional la conservación, protección y
mejoramiento del patrimonio natural de la Nación. La ley de áreas protegidas, Decreto 4-
89, establece en su capítulo II, artículo 5, que es objeto del Estado: a) Asegurar el
funcionamiento óptimo de los procesos ecológicos esenciales y de los sistemas naturales
vitales para el beneficio de todos los guatemaltecos. b) Alcanzar la capacidad de una
utilización sostenida de las especies y ecosistemas en todo el territorio nacional. c)
Defender y preservar el patrimonio nacional. d) Lograr la conservación de la diversidad
biológica del país. A su vez, se toma como fundamento el párrafo 1 del artículo 3 de la
Convención, ratificada mediante la ley 4-88 del Congreso de la República, que estipula que
los países firmantes deberán elaborar y aplicar su planificación de forma que favorezca la
conservación y el uso racional de los humedales; y la Recomendación 4.10 y Resolución
5.6 de la Conferencia de las Partes, que contienen las directrices para la aplicación del
concepto de uso racional y en particular insta a los países a elaborar y aplicar políticas
nacionales de humedales como paso importante para lograr el uso racional.

Humedales: los sistemas bióticos cuyas características están determinadas por la presencia
de agua, ya sea dulce, salobre o salada; es decir ríos, arroyos, manantiales, lagos, lagunas,
pantanos, aguadas, cavernas con sistemas hídricos subterráneos, sistemas costeros, arrecifes
coralinos, estuarios y manglares. Una de sus principales propiedades es la presencia de
vegetación acuática hidrófila (emergente, sumergida o flotante) y suelos hídricos con
drenaje pobre, generalmente saturados de agua y con poco o ningún contenido de oxígeno.
Los humedales pueden cambiar en extensión de acuerdo a la temporalidad: época lluviosa y
época seca.

Beneficios derivados de los humedales:

Los humedales, por sus propiedades, generan una serie de funciones, bienes y servicios
necesarios para la conservación de la vida humana y sus relaciones socio-económicas.
Entre ellos cabe mencionar: a) agua para consumo humano b) irrigación de cultivos c) agua
para producción pecuaria d) agua para uso energético e) agua para uso industrial f) carga y
descarga de acuíferos g) paisaje y áreas para turismo y recreación h) hábitat para
biodiversidad i) áreas de conectividad natural j) recursos pesqueros y producción acuícola
k) medio de transporte l) valores culturales asociados m) retención de nutrientes n)
producción de oxígeno o) control de inundaciones p) estabilización de microclimas q)
protección contra tormentas r) estabilización de costas s) control de erosión Pese a todos los
beneficios que se reciben diariamente de los humedales, éstos se encuentran bajo presiones
de uso muy alto que los lleva a situaciones de riesgo, las cuales deben ser atendidas por la
sociedad en su conjunto para minimizar los efectos negativos que en la actualidad se están
provocando y que podrían incrementarse en el futuro, por ejemplo el incremento a daños en
la salud, falta de competitividad económica y problemas de gobernabilidad. Al decir,
sociedad en su conjunto, se hace énfasis en la necesidad de resolver los problemas en el
ámbito local, por los usuarios y los beneficiarios. El desarrollo de la sociedad guatemalteca
como responsable de sus actos debe madurar hacia la corresponsabilidad social.

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