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Valores para la sociedad

¿Qué es el valor social? El valor social es la cuantificación de la importancia relativa que


las personas otorgan a los cambios que experimentan en sus vidas. Parte de este valor, pero
no todo, se refleja en los precios de mercado. Es importante considerar y medir este valor
social desde la perspectiva de los afectados por el trabajo de una organización.

Ejemplos de valor social pueden ser el valor que experimentamos al aumentar nuestra
confianza o al vivir junto a un parque comunitario. Estas cosas son importantes para
nosotros, pero comúnmente no se expresan ni se miden de la misma manera que el valor
financiero.

Como podemos ver la educación en valores posee diversos significados ya que cada uno
otorga una importancia a unos valores más que a otros por ello desde la escuela se debe
afrontar el tema desde una perspectiva global donde se impliquen valores como:

Amabilidad. La amabilidad en la educación de los niños. Los valores deben ser una
prioridad en la educación de los niños, desde el momento de su nacimiento. Los padres
deben ser el modelo para sus hijos a la hora de educarlos en los valores. La paciencia, la
tolerancia, el respeto y la comprensión, son algunos de los importantes valores que
debemos introducir en la vida de nuestros hijos.

Obediencia. El aprender a ser obediente consiste también que se explique el por qué es
necesario que se haga las cosas que se le pida al niño. Los niños necesitan saber qué
esperamos de ellos. No se puede pretender que los niños sean obedientes de un día para
otro, ellos tardarán más o menos tiempo en función de su carácter.

RESPETO: Empieza cuando los adultos se dirigen a los niños de la misma manera que se
espera que ellos se dirijan hacia los demás. Que el niño sepa las reglas y límites que hay
que respetar es el comienzo del necesario proceso moral, esto es, distinguir el bien y el mal,
el sí del no, lo que debe y lo que no debe hacer, y obrar en consecuencia. Aprender esto en
sus primeros años con seguridad ayuda de adulto a controlar su carácter cuando la situación
lo exija y a respetar los distintos gustos y puntos de vista de los demás. Es la base de una
buena comunidad en la que habitamos. Es el reconocimiento de que algo o alguien tiene
valor, se puede definir como la base del sustento de la moral y de la ética.

Generosidad. Para conseguir que los niños sean generosos, es necesario educarlos en este
valor poco a poco. Si los padres aprueban sus pequeños esfuerzos, les estarán motivando a
seguir con estos actos generosos. Enseñar a los niños a prestar sus cosas no es el único
gesto de generosidad que pueden aprender.

HONESTIDAD: Se refiere a la compostura, moderación, respeto a la conducta moral y


social que se considera apropiada. Cuando una persona es honesta reconoce lo que está bien
y es apropiado para sí misma, sin hipocresía ni dobleces.

Compartir. Una de las habilidades más difíciles de enseñar es la de compartir. Aunque


puedan aprender a compartir desde muy pequeños, la mayoría de los niños sólo estarán
preparados para compartir juguetes y otros materiales a partir de los cuatro o cinco años de
edad. Antes de eso puede que no estén listos para compartir.

Paciencia. La paciencia es uno de las enseñanzas que más cuestan enseñar a los niños, y es
que además de ser impacientes por naturaleza y querer algo de forma inmediata, les cuesta
entender el concepto del tiempo.

Optimismo. 

Caridad. 

Perdón. 

Puntualidad. El valor de la puntualidad es algo que se aprende y que en un futuro le será


muy útil al niño. En la mayoría de sociedades la no puntualidad está vista como una falta de
respeto y tiene consecuencias negativas.

Prudencia. 

-UNIDAD: La gente no quiere permanecer aislada, sin pensar en el mundo que los rodea.

BONDAD La bondad es una de las cualidades humanas que mejor reflejan la esencia
humana, pues la persona bondadosa es buena, benigna y benévola, y a veces se la relaciona
con la amabilidad.
TOLERANCIA: Es una cualidad personal que se define como el respeto a las ideas,
creencias o prácticas de los demás, aunque sean diferentes o contrarias a las nuestras. Este
valor es muy importante de llevarlo a cabo debido a la variedad de culturas que existen y a
la necesidad de comprometer el respeto por el otro y de la unión entre ellos.

RESPONSABILIDAD: Es entendido como el cumplimiento de las obligaciones o cuidado


al hacer o decidir algo, no se debe ver como una carga sino todo lo contrario ya que
tenemos unos derechos para lo que es necesario ser responsables con nuestros deberes.

LIBERTAD: Se suele considerar que la palabra libertad designa la facultad del ser humano
que le permite decidir llevar a cabo o no una determinada acción según su inteligencia o
voluntad. La libertad es aquella facultad que permite a otras facultades actuar y que está
regida por la justicia.

PAZ: Es generalmente definida en sentido positivo, como un estado de tranquilidad o


quietud.

FELICIDAD: Es un concepto subjetivo ya que cada cual la entiende según sus intereses,
pero puede ser entendida como: Estado de ánimo del que disfruta de lo que desea, la
felicidad no se compra ni se vende, viene sujeta a diversas variables, pero tanto para unos
como para otros la felicidad la obtienen aquellos cuyas acciones, actitudes y características
son puras y altruistas.

COOPERACIÓN: Es entendida como la colaboración con otro u otros para un mismo fin.
El objetivo constante de la cooperación es el beneficio mutuo en las interrelaciones
humanas; se fundamenta en el principio del respeto mutuo. Para que exista dicha
cooperación es muy necesario el desarrollo de la responsabilidad de cada uno ya que unos
dependemos de otros para llevar a cabo dicha colaboración.

AMOR: Puede entenderse como: Conjunto de sentimientos que ligan una persona a otra, o
bien a las cosas, ideas, etc. El amor no es sólo un deseo, una pasión, un sentimiento intenso
hacia una persona u objeto, sino una conciencia que es a la vez desinteresada y satisface el
propio ser.

HUMILDAD: Entendida como la actitud de las personas que no presumen de sus logros,
reconoce sus fracasos y debilidades y actúa sin orgullo, la humildad es dejar hacer y dejar
ser. La humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y adaptable. Para que
las personas sean humildes es necesario inculcar en ellas el resto de los valores
mencionados para así crear una personalidad más fuerte, crítica, libre, en paz, con respeto,
tolerancia y que sepa actuar con igualdad.

¿Cómo inculcar valores?

La familia

La familia es el primer grupo de referencia del niño, proporcionándole las condiciones


mínimas para su supervivencia biológica y dándole la posibilidad de desarrollarse psíquica,
intelectual y socialmente. La familia como institución social ha cambiado su estructura, su
funcionamiento y sus propios roles. Sin embargo, conserva dos funciones importantes:
asegurar la pervivencia física del niño/a y la construcción de su identidad a través de la
interacción/aprendizaje de valores. El microgrupo familiar es parte integrante de la
sociedad y todo proceso de educación realizado dentro de su ámbito es un proceso de
integración del nuevo miembro en la vida social. El niño es el proyecto de hombre que será
más tarde.
La influencia ejercida por la familia en la formación de la personalidad es tan importante
que se pueden encontrar privaciones de cualquier naturaleza en el ambiente familiar —
materiales, intelectuales, afectivos— y todo ello producirá algún fallo en la personalidad
del niño. Muchos desajustes en la sociedad son causados por las enseñanzas de los padres o
por su falta. Cuando las creencias de ellos son limitadas o limitadoras, los hijos manifiestan
una falta de capacidad para razonar.

Se da una transmisión deliberada, intencional, a partir de aquello que los padres


aprendieron, internalizaron y juzgan importante comunicar a sus hijos y otra accidental en
cuanto no son intencionales las consecuencias de sus acciones experimentadas por los
niños/as.

Es difícil anunciar lo que la sociedad valorará mañana, sin embargo, se puede afirmar que
la sociedad moderna necesita de individuos flexibles, capaces de reaccionar con rapidez a
las distintas situaciones, de pensar y actuar con independencia para tomar decisiones y ser
responsables para sostenerlas. Para que nazcan personalidades con estas características es
preciso hacer crecer valores como libertad, independencia, comunicación y amor a la
verdad, responsabilidad e iniciativa. Las transformaciones de la sociedad moderna llevan a
ciertas condiciones de vida como el aislamiento, la competencia y la lucha por el ascenso
social, que exigen la preservación de otros valores tradicionales que contribuyan a dar
apoyo al individuo: el amor hacia el otro, espíritu de colaboración y ayuda mutua, apertura,
etc.

La escuela

Todas las escuelas enseñan valores. No pueden evitarlo. Desde el primer día de clase, los
niños de kindergarten deben compartir con los demás, obedecer la autoridad, seguir rutinas
ordenadas, turnarse y retrasar la gratificación. A los niños pequeños no se les enseña a
pensar críticamente sobre estos comportamientos. No se les da la libertad de elegir entre
amontonarse o esperar su turno en la fuente para beber, hablar o levantar la mano durante la
discusión en clase, tomar todos los crayones o compartir con sus compañeros. En los
primeros años de la escuela, se adoctrina la conducta y las actitudes adecuadas, y de manera
adecuada.

Los maestros de jardín de infancia que adoctrinan a los niños para que obedezcan reglas
razonables (por ejemplo, hacer fila, turnarse, compartir) dependen en gran medida de la
habituación, la repetición y el refuerzo. La constancia y las recompensas verbales son
elementos clave utilizados por los buenos profesores. Las reglas son las mismas día tras día.
Los niños son elogiados (reforzados) por obedecer esas reglas.

Los maestros son modelos a seguir para los niños. Al observar maestros amables y
decentes, los niños aprenden amabilidad, decencia y preocupación por los demás. En
algunos casos desafortunados, se observa y modela una venganza estrecha y autoritaria.

De manera más específica, he de señalar que la educación en valores debe estar presente en
todo momento de la práctica educativa. De esta forma se puede desarrollar un programa
para llevarlo a cabo durante las horas dedicadas a tutoría y que puede tener una duración de
unas cuatro semanas con cuatro sesiones de una hora cada una; los objetivos que se
perseguirán serán:

-Buscar, conocer y comprender los distintos valores ya nombrados anteriormente.

- Conocer situaciones donde se den los distintos valores y reconocerlas como positivas.

- Identificar las diferentes situaciones conflictivas del entorno y dar soluciones a través de
la puesta en práctica de los valores conocidos.

- Desarrollar el sentido de la responsabilidad de nuestras acciones.

- Asumir las consecuencias de los propios errores.

- Valorar el uso de los distintos valores para superar los problemas.

- Los premios Nóbel de la Paz: Madre Teresa de Calcuta. Conocimiento de los premios
Nóbel de la Paz y de los personajes más emblemáticos.

-La elaboración de una propia lista de valores.

- Aprecio y gusto por trabajar temática relacionada con la paz.

- Participación activa en las distintas actividades propuestas.

- Respetar a los distintos miembros de la Comunidad Educativa y de la sociedad en general.

- Expresar las opiniones de manera relajada y escuchar la de los demás con actitud
tolerante.

El hombre bueno comprendió un día que vivir sólo para sí mismo equivalía a vivir en la
pobreza del espíritu, atado a la tierra, oprimido por la inseguridad y los temores, y sin una
causa noble que justificara la propia existencia. Por eso, desde aquel día saborea a cada
instante con gozo que vivir para los demás no sólo es motivo suficiente y razón de peso que
justifique la vida en la tierra, sino que además es la más espléndida y gratificante
experiencia humana a que se puede aspirar.
Nuestros valores son importantes porque nos ayudan a crecer y desarrollarnos. Nos ayudan
a crear el futuro que queremos vivir.
Cada individuo y cada organización participa en la toma de cientos de decisiones todos los
días. Las decisiones que tomamos son un reflejo de nuestros valores y creencias, y siempre
están dirigidas hacia un propósito específico.
Cuando usamos nuestros valores para tomar decisiones, tomamos una elección deliberada
para enfocarnos en lo que es importante para nosotros. Cuando los valores se comparten,
construyen cohesión interna en un grupo

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