Daniel Fuenzalida M.

04/05/2009

Vivimos en la Modernidad?

Distintos autores han escrito periódicamente sobre las distintas “edades” en la evolución de
la historia universal y local de los pueblos del mundo, haciendo alusión a factores que se
supone han variado con el correr del tiempo e incluso han sido superados en nuestro
querido libro de arena.

La edad antigua que abarca desde las primeras civilizaciones del obrar humano colectivo,
hasta la caída del imperio romano. La edad media, aquella donde se inventó la imprenta y
calló Constantinopla. La edad moderna que principia con el evento anteriormente
enunciado (los turcos en Constantinopla) para concluir con la revolución francesa de 1789,
y para finalizar, La edad Contemporánea que atraviesa nuestra actualidad.

Hemos superado con el avance de la medicina, distintas enfermedades como la tuberculosis

y la peste negra, ha disminuido el analfabetismo y las tasas de mortalidad infantil, han
acontecido grandes avances en las tecnologías, como los viajes en avión, televisores
gigantes, distintos sabores de helados (como enuncia el señor Joaquín Lavin en uno de sus
célebres libros), y podemos acceder a grandes comodidades, como por ejemplo; tirar la
cadena.

Pues bien, si esta separación etárea es razonable, no debería ponerla en peligro algunos
cuestionamientos al respecto.
Partamos por definir lo que es el feudalismo, como característica esencial de la edad media.
Todo aquel al que se le pronuncia la palabra “feudo” piensa de inmediato en la edad media
y se imagina al Rey o señor feudal, su bufón, su vomitorio, sus vasallos, su guardia real, las
extensiones de tierra, los ciervos de la gleba, los animales, y los con mas imaginación
llegan a pensar incluso en el rey Arturo y mesas redondas. Bueno, el feudalismo,
etimológicamente derivado de la palabra feudo o probablemente del latín Feodum, era una
organización política, económica y social basada en el cultivo de la tierra la cual el rey por
graciosa concesión arrendaba a sus ciervos y disponía de las voluntades de aquellos,
siempre bajo el código moral de las autoridades eclesiásticas y unos cuantos puñados de
nobles.

A simple vista podríamos decir que nuestra sociedad ha avanzado, se han conformado los
llamados “estados modernos”, con respeto a los derechos humanos, constituciones, códigos
legales y morales.

Pues, ¿Que tanto se diferencia aquella organización centralizadamente organizada de

nuestra “Contemporánea” organización tan aceptada por la humanidad hoy en día?, pues
bien, el gran señor feudal poseedor de las riquezas ha sido cambiado de nombre por el
Dueño de la empresa poseedor de las tierras y los medios de producción, la guardia
imperial ha sido sustituida por órganos estatales que nosotros mismos elegimos
periódicamente y que procede con sus vasallos en las calles, los cuales ahora han sido
denominados; carabineros, policías, amigos en tu camino, que defienden los derechos de
estos poseedores de la riqueza, pues claro, el resto de nosotros mortales, como tenemos
menos, se las queremos robar. Las autoridades católicas y religiosas siguen imperando
sobre la mente de miles y miles de corderitos del señor que siguen fielmente a sus pastores
por el camino amarillo. Los nobles son el 20% del mundo que se lleva el 70% de las
riquezas producidas por los trabajadores de nuestras tierras, y los pagos que el señor feudal
daba a los ciervos trabajadores (derecho a cultivar una porción de la tierra y ser protegidos
de las invasiones de bárbaros y herejes) han sido sustituidas por dinero para comprar el pan
y pagar algunos cuantos servicios básicos (si es que te pagan con dinero y no con tickets de
restaurante o fichas de canje). El vomitorio no ha sido sustituido, sino mas cambiado de
nombre a bidet, o la taza del baño. Los bufones aparecen todos los días en la televisión y
pretenden llenar nuestras mentes de risas y valores contemporáneos para que no pensemos
ni analicemos hecho alguno, y así acojamos plácidamente el nuevo sistema que nuestras
queridas autoridades nos ofrecen. No creo que deba mencionar quienes somos los actuales
Ciervos de la Gleba.

En cuanto a los otros factores de identificación etárea, Dos millones de personas mueren al
año a causa de la tuberculosis, según datos facilitados por el secretario de la organización
Stop Tb, Marcos Espinal, durante la Cumbre de Premios Nobel de la Paz, celebrada en
Roma el 24 de noviembre del 2005, La peste negra ha sido sustituida por enfermedades
como el Sida, cáncer y otras nuevas como la influenza porcina, que según el reporte del
periodista mexicano Fernando Velázquez, el cual hace mención de un artículo de la
investigadora norteamericana Lori Price, titulado “La gripe acaba con los memos de la
tortura”, asegura que la influenza porcina fue fabricada probablemente en laboratorios
militares de Estados Unidos, y ha acabado con la noticia de los memorandos sobre la
tortura ordenada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) contra prisioneros en
Guantánamo, Abu Ghraib, y cárceles secretas. (fuente http://www.ladiagonal.cl/).
Todo esto, sumado a la crisis económica mundial, enfermedades de otros tipos, la
delincuencia, los asesinatos, violaciones, siguen aumentando drásticamente el pánico (que
ya dejó de ser miedo) de las personas, la sensación de desprotección, la intranquilidad, que
hace que los distintos sabores de helados que podemos elegir con la gran libertad de la que
disponemos gracias a nuestro querido Estado, parezca un chiste cruel.

Citando un fragmento de la película “Network” a la cual no dejo de reputar razón, “Es

como si todo el mundo en todos lados se estuviera volviendo loco.

Entonces decidimos quedarnos encerrados y no salir mas. Nos sentamos en casa, y

lentamente el mundo en donde vivimos se vuelve mas pequeño, y todo lo que nosotros
decimos es " Por favor, al menos déjenme tranquilo en mi living, déjenme tener aunque sea
mi tostadora y mi televisor y mi pequeña radio, y entonces yo no voy a decir nada, solo
déjenme tranquilo". “Te preguntarás por qué la cultura entera está saturada de programas de
entretenimiento de los medios masivos mientras que el sistema educativo en América
continúa su asombrosa decadencia estupidizante desde que el gobierno americano decidió
hacerse cargo de los subsidios al sistema público educativo. Tu gobierno consigue lo que
paga. Cuando entendamos eso, entonces miraremos a las instituciones educativas
financiadas por el gobierno y veremos el tipo de estudiante y el tipo de educación que se
está produciendo con estas escuelas financiadas por el gobierno la lógica te dirá que si lo
que sale de esas escuelas no está de acuerdo con lo que el estado y el gobierno federal
querían entonces se debería cambiar. La idea es que el gobierno obtiene lo que pidió.”

Ahora, supuestamente vivimos en estados democráticos (La mayoría), basado en la toma de

decisiones de relevancia nacional por la votación del mayor numero posible de los
integrantes de la comunidad nacional. Si concordaremos en que la calidad de la educación
en el mundo en general es pésima y solo las personas con mayores recursos (los nobles)
pueden acceder a una de calidad, en consecuencia, la mayoría de las personas carecen de
aquella, son ignorantes y no obtienen tampoco valores ni incentivos para dar su mayor
esfuerzo en sus actividades laborales, pues ya dijimos, la plusvalía de la que se apoderan
los grandes empresariados es extrema y las pagas para los trabajadores alcanzan para
costear con suerte sus necesidades básicas (ojalá). Entonces, la democracia actual se
sustenta en la votación de una enorme cantidad de personas sin educación, ignorantes, y por
ende, sus decisiones no podrían ser de otra manera que no sea errónea.
Como decía Thomas Hobbes “La democracia es una forma de sustituir periódicamente
gobernantes ineptos, sin derramamientos de sangre”, Lo cual no me parece adolecer de
irracionalidad.

Y como decía un grande “un pueblo que no sabe leer ni escribir, es un pueblo fácil de
engañar “. ¿Como será entonces un pueblo que sabe en su mayoría leer y escribir, pero que
ha sido desposeído de la capacidad de pensar?.

Concluyamos entonces que nuestra sociedad actual no es tan distinta a la organización

socio política de la edad media, las enfermedades pues si no se han superado del todo, han
sido sustituidas por otras peores y de las cuales no contamos con antídotos eficaces por su
grado de resistencia, nuestros cerebros han sido llenados con valores sustitutos que nos
impiden razonar como es debido, no tenemos motivaciones para superarnos si no es
necesario, no contamos con educación de calidad, las religiones que en un principio se
erigieron como método de subyugación de pueblos siguen rondando, y nuestros días cada
vez se parecen mas a una obra de teatro dirigida por unos pocos dotados de poder y de la
cual sólo somos parte de la escenografía.