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CONCEPTOS Y PREGUNTAS
495
¿Qué debería saber todo ciudadano
sobre ecología?
Rebecca Jordan1*, Frederick Singer2, John Vaughan3 y Alan Berkowitz4

Se desconoce el nivel de alfabetización ecológica de la población general en EE.UU. y otros países,

público. Dado que la alfabetización ecológica fue el tema de la

93ª reunión anual de la Ecological Society of America

Front Ecol Environ 2009: 7(9): 495-500, doi:10.1890/070113 (publicado en línea el 25 de julio de 2008)

F ás del 20% de los estadounidenses están

suficientemente alfabetizados para leer un artículo
científico en un periódico importante, entender
de Ecología, Evolución y Recursos Naturales, Escuela de Ciencias Biológicas
1Departamento

y Medioambientales, Universidad de Rutgers, New Brunswick, NJ

*(jordan@aesop.rutgers.edu); 2Departamento de Biología, Universidad de
un programa de televisión de temática científica, o Radford, Radford, VA; 3Departamento de Ciencias Naturales, St Petersburg College, St
comprender un libro de ciencia popular (Miller 2002). Petersburg, FL; 4Programa de Educación, Instituto de Estudios de Ecosistemas,
Esto deja a unas cuatro quintas partes de la población sin Millbrook, NY
conocimientos suficientes sobre cuestiones que pueden
afectar a sus vidas. La alfabetización en ciertas áreas de la
ciencia -el medio ambiente, por ejemplo (Glenn 2001;
Coyle 2005), o la evolución (Miller et al. 2006)- está por
debajo de las expectativas de una ciudadanía informada.
Aunque los datos no son abundantes, hay pruebas de
que el público en general no está bien versado en
ecología (Magtorn 2005; Stone y Barlow 2005; Puk y
Makin 2006). El rendimiento de los estudiantes en las
partes de ecología de las evaluaciones nacionales de
ciencias es pobre (IES 2006) y en las evaluaciones
internacionales de ciencias, los estudiantes
estadounidenses obtienen peores resultados que los de
muchas naciones europeas y asiáticas (Gonzales et al.
2000).
La alfabetización ecológica es necesaria para
comprender la

En pocas
palabras:
• Definir la alfabetización ecológica es más difícil de lo que
parece a primera vista
• Las cuestiones relativas a los valores y el comportamiento son
especialmente probables
• Debemos reconocer que una persona con conocimientos
ecológicos no siempre actuará para promover la salud de
los ecosistemas
• Un marco de alfabetización ecológica debe considerar las vías
para lograr la alfabetización de los ciudadanos, y no sólo la
definición de alfabetización en sí misma
©•The
El Ecological
debate sobre la alfabetización
Society of America ecológica debe continuar y www.frontiersinecology.org
ampliarse en la Sociedad Ecológica de América
El conocimiento de la naturaleza y de la temas clave y
interacción humana con ella (por
ejemplo, Slobodkin 2003; Speth 2004) y la
toma de decisiones informadas sobre la
conservación y la gestión de los recursos
(Berkowitz et al. 2005). Dado el rápido
crecimiento y desarrollo al que se enfrentan
las comunidades, la alfabetización
ecológica debe formar parte de la
experiencia de aprendizaje de un
ciudadano a lo largo de toda su vida,
comenzando en los cursos de primaria y
continuando a través de las experiencias de
aprendizaje informal de los adultos. De
hecho, los objetivos de la Sección de
Educación de la Sociedad Ecológica de
América (ESA) incluyen "promover y
mejorar la educación ecológica para
estudiantes de todas las edades y para el
público en general" (ESA 1988). Para
promover el diálogo sobre la alfabetización
ecológica, necesitamos un lenguaje común,
y para medir los logros educativos,
necesitamos algún tipo de medida. Por lo
tanto, aquí planteamos la pregunta:
"¿Qué debería saber todo ciudadano
sobre ecología?"
Sin la orientación de expertos, los
educadores formales e informales no
pueden determinar qué conceptos son
esenciales para la alfabetización ecológica; por lo
tanto, se necesitan documentos nacionales
de reforma (Rutherford y Ahlgren 1991;
AAAS 1993; NRC 1999; Brainard 2007).
Aunque las voces de los ecologistas se
escucharon durante el desarrollo de los
estándares generales de ciencias (AAAS
1993; NRC 1999), los educadores
necesitan una guía específica para
promover la alfabetización ecológica.
También necesitan información
actualizada a medida que cambia el
conjunto de conocimientos. Si queremos
cumplir los objetivos de nuestra propia
sociedad profesional, debemos definir
explícitamente la alfabetización ecológica y
detallar sus componentes. El momento para
este debate no podría ser mejor, ya que los
programas de educación ambiental y ciencia
ciudadana se están extendiendo y se están
revisando los estándares educativos
nacionales (Brainard 2007).

 Poner las ideas en contexto

Los estudiosos que representan una serie
de disciplinas -filosofía, educación,
psicología y ciencia- han escrito
extensamente sobre la alfabetización
ecológica. Aunque este documento no es
una revisión exhaustiva, destacamos los
www.frontiersinecology.org © The Ecological Society of America
R Jordan et
al.
496 A continuación resumimos algunas de las ideas más
influyentes. Orr (1992) recomienda a los educadores que
lleven la alfabetización ecológica más allá de los hechos
ecológicos estáticos que suelen aparecer en los libros de
texto de ecología y que incluyan conocimientos
multidiscipli- vos, así como información menos definida
académicamente. En esta última se incluye la conciencia
de sí mismo, del lugar y de los valores personales y
sociales. Gran parte de lo que propone Orr se ha
incorporado al trabajo fundamental del campo de la
educación ambiental (NAAEE 2000). Este solapamiento
entre la educación ecológica y la ambiental (Sauvé 1999)
ha hecho que muchos se cuestionen las distinciones
entre ambas. Mientras que Orr pudo haber considerado
originalmente que la alfabetización ambiental y la
ecológica eran similares, otros definen más claramente la
alfabetización ecológica como un subconjunto de la
alfabetización ambiental (Hungerford et al. 1980;
Berkowitz et al. 2005).
Muchos de los marcos existentes para la alfabetización
ecológica ofrecen pocos detalles, si es que los hay, sobre
el conocimiento científico ecológico o los hábitos
mentales necesarios para la alfabetización. En su lugar,
hacen hincapié en los aspectos psicosociales, la agencia
humana o el daño medioambiental causado por los seres
humanos en todo el mundo, pero especialmente en la
sociedad occidental. Una notable excepción es Berkowitz
et al. (2005), que identifican los sistemas ecológicos clave y
las funciones de los ecosistemas. Otros modelos, como los
esbozados por Woolpert (2004) o Wooltorton (2006),
introducen conocimientos metafísicos sobre el ser y la
espiritualidad que quedan fuera del ámbito de la ciencia
ecológica, o son poco objetivables y poco prácticos en el
contexto de la enseñanza de las ciencias.
Existe un debate permanente sobre la capacidad de
reacción de la comunidad científica ante determinadas
ideologías y agendas sociales y, a la inversa, sobre la
influencia de la agenda científica en el discurso social
(Scoones 1999; Koertge 2000). Por ejemplo, el concepto
de sostenibilidad es una de las principales
preocupaciones en los debates contemporáneos sobre la
alfabetización ecológica (Stone y Barlow 2005), pero no
hay mucho acuerdo sobre su definición o su papel en el
desarrollo de la alfabetización ecológica. Esta falta de
claridad puede reflejar, en parte, el hecho de que la
sostenibilidad sólo ha evolucionado recientemente como
valor considerado en la visión occidental, mientras que
tiene una historia más larga en el conocimiento
ecológico "tradicional" o "indígena" (Sanne 2002;
Mazzochi 2006). Aun así, la idea de utilizar los recursos
de forma
© The Ecological Society of America
Alfabetización
ecológica
de manera que se garantice la disponibilidad futura
parece ser un elemento esencial en la mayoría de las
concepciones. Orr (1992) sitúa claramente la
sostenibilidad como resultado preferente de la promoción
de la alfabetización ecológica, y este punto de vista es
reflejado por muchos otros (Thomashow 1995; Sauvé
1999; Capra 2002; Wooltorton 2002; Berkowitz et al.
2005). Otros han introducido la idea de la ecopedagogía,
o la educación que promueve la acción positiva hacia la
sostenibilidad medioambiental (Stone y Barlow 2005;
Thomashow 1995). Sin embargo, este enfoque no ha sido
ampliamente adoptado debido a la preocupación por los
conflictos derivados de un marco tan explícitamente
cargado de valores.
A pesar de los desacuerdos y conflictos, existen áreas
clave de acuerdo entre los marcos de alfabetización
ecológica existentes (Panel 1). La mayoría de ellos
incorporan elementos de conocimiento declarativo y
procedimental; en otras palabras, conceptos clave y
cómo llevar a cabo la investigación científica e
interpretar la información científica. También incluyen el
conocimiento metacognitivo, o el sentido del yo y de la
agencia humana, en lo que respecta al pensamiento
ecológico. Muchos marcos de alfabetización ecológica
vinculan la acción, en concreto la acción medioambiental
positiva, con el conocimiento de los contenidos, en
contraste con otros campos de aprendizaje en los que la
alfabetización se equipara más con estar "versado" en los
contenidos. También hay un hilo conductor relacionado
con la escala en los marcos de la alfabetización ecológica.
Una persona ecológicamente alfabetizada es consciente
de los hábitats locales, puede relacionar los problemas
locales con las preocupaciones globales y tiene una
comprensión de los conceptos y problemas
independientes del espacio. Otro tema común es que los
conocimientos ecológicos tienen aplicaciones prácticas,
es decir, que son relevantes para otros contextos, como la
economía o las políticas públicas.
A pesar de estos puntos en común, en la actualidad no
existe un marco completo y ampliamente aplicable que sirva
de guía tanto a los educadores formales como a los
informales que esperamos sean los principales
promotores de la alfabetización ecológica. No
disponemos de materiales que proporcionen un esquema
de conceptos básicos o hábitos mentales, o que puedan
utilizarse como rúbrica para evaluar la alfabetización
ecológica. Sin embargo, contamos con un grupo
considerable de profesionales muy capacitados que
pueden proporcionar estos detalles y luego integrarlos
con el trabajo sobre la identidad ecológica, la agencia
humana y el valor.
www.frontiersinecology.org
Alfabetización
Panel 1. Marcos de la alfabetización ecológica R Jordan et
ecológica al.

Una visión interpretativa, más que objetiva, de la naturaleza (Jardine 2000)

www.frontiersinecology.org © The Ecological Society of America

R Jordan et Alfabetización
al. ecológica
ues, para completar un marco completo. Este 497
proceso ya está en marcha. En la reunión
anual de la ESA celebrada en 2006 en
Memphis, Tennessee, un amplio grupo de
ecologistas, desde estudiantes universitarios
hasta profesores de alto nivel, se reunió para
identificar los elementos esenciales de un
marco general para la alfabetización
ecológica e iniciar su desarrollo. Aunque
podemos elaborar una larga lista de
conceptos que creemos que constituyen la
ecología, ponernos de acuerdo sobre unas
pocas ideas clave es un gran reto. Podemos
consultar los libros de texto y a los expertos RESUMEN
para destacar las ideas que deben
comprender los estudiantes de ecología, pero CONTEXTO
establecer pautas de alfabetización para el
público es más difícil, porque debemos
tomar la decisión de incluir ciertos
fragmentos de información ecológica a
expensas de otro material.
A continuación, ofrecemos una perspectiva
científica sobre el desarrollo de un marco de Figura 1. Un modelo conceptual de alfabetización ecológica. Consideremos un
alfabetización ecológica (Figura 1) y vasto espacio de conocimiento, en el que, idealmente, hay espacio para (1) los
terminamos con un llamamiento a los hábitos mentales científicos con respecto a la ecología (por ejemplo, el
ecólogos y educadores para que aporten razonamiento de conjuntos); (2) la conectividad ecológica y los conceptos clave
nuevas ideas. Este llamamiento es (por ejemplo, la teoría de la biogeografía de las islas); y (3) el autoconocimiento
especialmente oportuno, dada la reunión con respecto a la acción humana y los vínculos con el medio ambiente (por ejemplo,
anual de la ESA de 2008, dedicada a la el movimiento entre niveles de abstracción). Estos aspectos pueden solaparse en
educación. mayor o menor medida, dependiendo del individuo, pero existe una región en la
que estas formas de conocimiento están mediadas por la alfabetización ecológica
 Un marco para la alfabetización (sombreada).
ecológica
Proponemos un marco que integra los
aspectos clave de la alfabetización ecológica,
tal y como se define en el

La literatura revisada anteriormente, pero que también
incluye una perspectiva científica. Este marco tiene tres
componentes:
(1) posesión de hábitos mentales científicos en ecología
(es decir, aquellos que promueven la capacidad de
razonar sobre la ciencia y los problemas ecológicos); (2)
comprensión de la con- nectividad ecológica y los
conceptos clave; y (3) apreciación de los vínculos entre
las acciones humanas y el medio ambiente.
Hábitos científicos ecológicos
La gente necesita un nivel de alfabetización suficiente para poder
evaluar las afirmaciones científicas en ecología. Esto requiere una
comprensión general del proceso científico. También es necesario
comprender la naturaleza de la incertidumbre en la ciencia, ya que las
cuestiones relacionadas con la incertidumbre influyen en la opinión de
la gente sobre las cuestiones medioambientales y ecológicas (Bradshaw
y Borchers 2000; Robertson y Hull 2003). La gente tiene que ser
consciente de que las afirmaciones científicas tienen distintos niveles
de confianza y de que hay múltiples formas de pruebas que las
respaldan. Los estudiantes de K-12 suelen tener dificultades para
entender las cuestiones de escala

Algunos hábitos mentales, como la elaboración de

modelos, la gestión de la incertidumbre ambiental y las
cuestiones de escala, son fundamentales para la
investigación científica y resultan especialmente
adecuados para un contexto ecológico en la enseñanza.
Lamentablemente, estas facetas del proceso científico
pueden no estar adecuadamente cubiertas en las actuales
directrices de alfabetización científica.
© The Ecological Society of America www.frontiersinecology.org
 Alfabetización
e incertidumbre al utilizar o interpretar R Jordan et
los modelos ecológica
(Treagust et al. 2002). Los al.
modelos también son descartados por los
estudiantes que tienen poca experiencia
con los datos, debido a la creencia
generalizada de que las afirmaciones
científicas se basan casi exclusivamente
en la observación directa (Jordan y Duncan,
sin publicar). Este sesgo empírico también
impide la aceptación de los argumentos
deductivos.

Conectividad ecológica y conceptos clave

La comprensión de la conectividad
ecológica (interacciones y relaciones) es
esencial para la alfabetización ecológica.
Esto implica una comprensión realista de la
evolución a través de las escalas, una
apreciación de las retroalimentaciones y
las limitaciones, y una capacidad para
explicar y predecir los patrones básicos de
la dinámica de las poblaciones. Las ideas
más destacadas son las siguientes:

(1) La ecología es una ciencia y los ecólogos

utilizan una caja de herramientas muy
variada para describir los procesos
ecológicos y comprobar las hipótesis
sobre los mismos.
(2) Hay conexiones funcionales dentro de
las especies y entre las especies y el
medio ambiente, y éstas no tienen la
misma importancia cuando se
consideran eventos ecológicos
específicos.
(3) Los factores bióticos y abióticos
interactúan para influir en la
distribución de las especies. Para
entender esto, es necesario comprender
las ideas fundamentales enumeradas
en el panel 2.

www.frontiersinecology.org © The Ecological Society of America

R Jordan et Alfabetización
al. ecológica

(a) (b)

(c) (d)

Figura 2. ¿Qué debería saber todo ciudadano sobre ecología? Áreas naturales cercanas a regiones pobladas. (a) Pantano de Carolina
del Norte, (b) Arroyo de Nueva York, (c) Cañón de Idaho, (d) Costa de California. A medida que los seres humanos siguen
invadiendo espacios naturales como éstos, el público y los responsables de la toma de decisiones necesitan las herramientas
intelectuales necesarias para tomar decisiones de gestión.
(4) Los procesos ecológicos operan en distinta medida
cuando se estudian a diferentes escalas espaciales y
temporales.
(5) Los modelos ecológicos se utilizan como descriptores
y predictores de los procesos ecológicos. Conceptos de especie
(6) La teoría evolutiva es el marco para entender las
conexiones ecológicas. cambio genético)

modelización matemática

Biodiversidad
Redes
alimentarias

© The Ecological Society of America www.frontiersinecology.org

 Alfabetización
(7) Los ecologistas, al igual que otros científicos, pueden interpretar R Jordan et
ecológica
los procesos ecológicosen el contexto de su propio bagaje cultural. al.
(8) La alfabetización ecológica permite a las personas comprender
la relación entre ellas mismas y los procesos ecológicos, y
puede ayudarlas a tomar decisiones informadas sobre
cuestiones medioambientales.

Vínculos entre las acciones humanas y el medio ambiente

La alfabetización ecológica debe incluir la comprensión de los

vínculos entre las acciones humanas y sus efectos posteriores en los
ecosistemas. Los participantes en la toma de decisiones de la
sociedad deben ser capaces de considerar la influencia y las
interacciones de los valores económicos, sociales y éticos en ese
proceso. La alfabetización ecológica también requiere la capacidad
de distinguir entre las pruebas científicas y la evaluación basada en
los valores, y de reconocer los diferentes papeles de estas
perspectivas. Como señalan Berkowitz et al. (2005), una conciencia
abierta del contexto social permite un examen crítico del
conocimiento y su aplicación por parte de los individuos y las
instituciones. No obstante, la "intromisión" de los valores en la
definición de la alfabetización ecológica suscitará seguramente
controversias. Los valores ambientales fuertes, como el disfrute de
las actividades al aire libre y la preocupación por la biodiversidad,
parecen ser críticos.

www.frontiersinecology.org © The Ecological Society of America

R Jordan et Alfabetización
al. ecológica
alfabetización ecológica requiere un mayor debate. Los
La comprensión de los procesos ecológicos no es alfabe
valores están implícitos en la declaración de propósitos de
suficiente para influir en el comportamiento (Palmer y tizaci
la ESA y muchos ecologistas reconocen que las
Neal 1994; Marcinkowski 2001; Sward y Marcinkowski ón
preocupaciones personales y la consideración positiva del
2001). Sin embargo, no sabemos si existen formas o fuentes ecoló
medio ambiente influyen en su trabajo en cierta medida
particulares de los valores que subyacen a las decisiones y gica,
(Jordan, observación personal). Como mínimo, el
al comportamiento ecológicamente positivo. Por ejemplo, ¿debe
reconocimiento del papel de los valores debería ser
¿un individuo con conocimientos ecológicos debe percibir mos
explícito en los planes de estudio diseñados para
un valor intrínseco para los objetos de la naturaleza, o es enton
promover la alfabetización ecológica. Sin embargo, si los
suficiente una visión más utilitaria? ces
valores ambientales positivos son necesarios para
Aunque la comprensión de cómo las acciones prom
establecer una base de
personales y políticas pueden influir en el cambio y la over
gestión de los ecosistemas es esencial para la estos
alfabetización ecológica, no hay consenso sobre la valor
inclusión del comportamiento como medida de la es?
alfabetización. Algunos consideran que el fomento de la Es
acción es más bien activismo que educación (véase Hug nece
1997). Además, si el comportamiento es un componente sario
fundamental de la alfabetización ecológica, ¿cuáles son deba
las normas del comportamiento ecológicamente tir
alfabetizado y cómo se determinan? ¿Debe un individuo cuest
ecológicamente alfabetizado comportarse de manera que iones
promueva un entorno ecológicamente sostenible? de
¿Debemos medir los conocimientos sobre cómo actuar o may
si la acción en sí se lleva a cabo? or
calad
 Perfeccionar el marco: una llamada a la acción o
relati
Hay una serie de cuestiones pendientes que deben vas a
abordarse. En primer lugar, necesitamos una definición de los
sostenibilidad adecuada para un contexto educativo. Tal medi
vez esto debería ser un objetivo específico de los futuros os
debates sobre la alfabetización ecológica en la ESA. Como con
mínimo, la reflexión sobre la sostenibilidad debería los
reflejarse en los objetivos de la alfabetización ecológica, lo que
que sería un esfuerzo oportuno, dado el actual impulso fome
mundial hacia la educación para la sostenibilidad ntam
(UNESCO 2007). os la
Establecer un objetivo para la alfabetización ecológica alfab
permitiría seleccionar los conceptos que se incluirían en etiza
el marco. Por ejemplo, si estamos de acuerdo en que la ción
alfabetización es especialmente crítica para las personas ecoló
que desean participar en actividades ambientalmente gica.
sostenibles, podríamos organizar nuestras Cons
recomendaciones en torno a las preocupaciones idere
ambientales más urgentes. Hacer que el marco sea mos
ampliamente aplicable a todas las escalas y temas será, sin las
duda, un reto. Otro enfoque podría consistir en centrar los sigui
objetivos en torno a una o varias cuestiones globales, entes
como el cambio climático, la crisis de la biodiversidad o cuest
las especies invasoras. Un problema es que estos temas iones
refuerzan la percepción errónea de que la ecología es no
equivalente a la ciencia medioambiental, o que la resu
ecología es un movimiento reactivo o activista. Una eltas
solución parcial a este problema podría consistir en sobr
presentar inicialmente a los estudiantes los temas, y luego e las
articular explícitamente la comprensión ecológica necesaria vías
para abordar esos problemas. de
La definición de los valores dentro de la ense
© The Ecological Society of America www.frontiersinecology.org
 Alfabetización
ñanza y aprendizaje: 499 R Jordan et
ecológica al.
(1) ¿Deben los instructores centrarse más en transmitir
los fundamentos de la ciencia de la ecología, o deben
centrarse en proporcionar a los estudiantes
herramientas para el autoaprendizaje?
(2) ¿Hasta qué punto el conocimiento ecológico es
específico del contexto o depende de la cultura?
(3) ¿Cómo podemos lograr un equilibrio entre la
atención a los problemas medioambientales locales y
los de mayor escala (Figura 2)?
(4) ¿Cómo podemos fusionar los conocimientos
conceptuales y las habilidades del proceso
científico?
(5) ¿Debe un marco de alfabetización ecológica ser una
lista estática de sugerencias o hay una forma más
dinámica de transmitir las ideas ecológicas?
(6) ¿Cómo podemos seguir los nuevos conceptos en una
disciplina que cambia rápidamente?

Por último, debemos debatir los aspectos menos

considerados de la alfabetización eco- lógica: los
psicosociales y los metafísicos. Está claro que este debate
debe incluir las perspectivas humanas y, tal vez, las
acciones. ¿Podrían los trabajos sobre la identidad eco-
lógica, la agencia y los valores humanos y otras escuelas
de pensamiento ayudar a informar sobre esto? Si es así,
¿hay alguna manera de reunir a filósofos, educadores,
psicólogos y otros científicos sociales para llegar a un
consenso?
Si hay que desarrollar un marco general para la
alfabetización ecológica, tenemos que asegurarnos de que
estamos incorporando las diversas perspectivas de otros
ecologistas, así como las de los científicos sociales que
trabajan en el campo de la educación. Si la alfabetización
ecológica del público es tan inaceptablemente baja como
sospechamos, somos nosotros los que debemos actuar, ya
sea por interés propio o por alguna causa mayor. El
debate debe continuar, pero ya es hora de presentar
resultados tangibles.

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