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INTERACCIÓN PARASITO-HUESPED

La mayor parte de los microorganismos que habitan en el cuerpo humano lo hacen porque se
benefician de los nutrientes y del hábitat protegido que este cuerpo humano les provee.
Independientemente del tipo de relación, todas comienzan con el contacto, algunos
microorganismos se establecen permanentemente colonizándolo (microbiota normal), otros
desaparecen rápidamente (transeuntes) y otros invaden los tejidos. Este contacto con los
microorganismos conduce a la infección, condición en la cual el microorganismo patógeno
elude las defensas del huésped, penetra en los tejidos y se multiplica. Cuando los efectos
acumulativos de la infección dañan los tejidos se produce una enfermedad infecciosa. La
relación huésped - parásito comienza con el contacto, progresa a la infección y finaliza en
enfermedad. Cuando un microorganismo potencialmente infeccioso está presente en el
cuerpo sin invadirlo todavía se le denomina contaminante, por lo que estar contaminado no
es lo mismo que estar infectado ya que no todas las contaminaciones acaban en infección y
no todas las infecciones acaban en enfermedad. De hecho, la contaminación sin infección y
la infección sin enfermedad es la regla.
El parasitismo es un proceso biológico interdependiente y dinámico entre dos organismos: el
parásito y el hospedero.
• Los enteros parásitos se benefician del hábitat del aparato digestivo porque les
ofrece un medio ambiente propicio para su desarrollo vital, donde tienen:
1. Alojamiento
2. Nutrición
3. reproducirse, perpetuar la especie
4. sobrevivir

• El éxito de un parásito se mide por su capacidad para adaptarse e integrarse al


hospedero y no por los trastornos que le causa.
Existen diferentes tipos de relación entre Huésped- parasito, las cuales se clasifican de
acuerdo con su función:
Saprofitismo: son los microorganismos de vida libre, nutriéndose de materia en
descomposición. Ejem.: Clostridium Tetani
Mutualismo: relación entre ambos organismos con beneficios mutuos
Ejem.: Symbiotes Digestivos
Comensalismo: Solo beneficio para el microorganismo sin dañar al hospedador
Ejem: Escherichia Coli
La capacidad de varios parásitos para establecerse y perdurar en el hospedero radica en su
habilidad para evitar la inducción de respuestas inmunitarias capaces de rechazarlos, a
inactivar los efectores de la inmunidad innata y adquirida, o a perturbar el desarrollo de
algunas modalidades de respuesta de los linfocitos T específicos o mecanismos de defensa
presentes en diferentes células del sistema inmune, como el macrófago (Mf). La interferencia
con estas respuestas puede deberse a la manipulación directa por parte del parásito de
múltiples cascadas de señales intracelulares necesarias para que tales mecanismos de defensa
sean eficientes.
En estudios realizados con el protozoo Trypanosoma cruzi, se comprobó que el parásito debe
evadir la acción de los componentes del suero, tales como el complemento y que una vez que
tiene éxito en esta evasión, debe llevar a cabo el reconocimiento celular, unirse a la célula
diana y lograr entrar en ella. Una vez dentro, el agente debe evadir la acción celular,
multiplicarse y transformarse para continuar su ciclo invadiendo otras células.
Los mecanismos de evasión inicial de muchos parásitos a la acción del complemento se
pueden agrupar en tres categorías de inhibición: la activación de la cascada del complemento,
de la opsonización del parásito y de la lisis del parásito.
Con la entrada de T. cruzi a la célula, ocurre la formación de la vacuola parasitófora debido
a la unión estrecha de las membranas celular y lisosomal en el mismo lugar donde la
membrana parasitaria se une. El agente debe escapar de la mencionada vacuola mediante la
acción lítica de una toxina TC-TOX formadora de poros, la cual es secretada por el parásito.
Por tanto, se evidencia que los mecanismos de defensa del mamífero tienen una función muy
importante durante la infección por el protozoo y la susceptibilidad o resistencia de este, son
debidas en gran parte a implicaciones genéticas.
Muchos parásitos son responsables de una buena cantidad de enfermedades en los países en
desarrollo. El desarrollo de vacunas y nuevas terapias eficaces para hacer frente a estos
agentes se encuentra entre los principales retos que deben vencerse para su control. El estudio
de la Muerte Celular Programada ha ganado la atención de la Parasitología en los últimos
años, ya que abre el camino para el desarrollo de terapéuticos. Esto se apoya en la alta
resolución de los enfoques proteómicos, que ofrecen la oportunidad de determinar los
patrones de proteínas asociados, ya sea con la supervivencia o muerte celulares.

REFERENCIAS
1. Palau María Teresa. Relación hospedero-parásito Trypanosoma cruzi. MVZ-
Córdova. 2000;5(1):33-37.
2. Martínez Fernández A. El parasitismo y otras asociaciones biológicas. Parásitos y
hospedadores. Parasitología Veterinaria. 1999;22-38.

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