Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Crea que podemos acercarnos a una obra dejando que ella se vaya
descubriendo en uno (...) La literatura y el arte son un habla que no
es conceptual. Por eso me interesa trabajar con imágenes, no con
ideas (...) Acercarse a In imagen es ver c6mo esa imagen toca tus
emociones. Ahf hay una relaci6n entre emoci6n e jmagen que ea una
gufa para empezar aver el texto y verse a sf mismo en un textot
segun Proust (...) La emodón es valorizar las cosas, y ese es el
trabajo del entico (.oo) EJ estudio de la literatur8 antes que "prorlucir
conocirnientos" (como 5e dice ahara), podrfa ser el registro 0 el relato
de eSB experiencia. Crea que 10 verdaderamente feeunda de un
estudio literario C..) es]o que eSB aventuTe modifieó en nmlOtros, y 10
que descubñmos en nosotros mismosl.
240 BEATRIZ GONZALEZ-STEPHAN
Desde atro ánguIo, atras voces han hecho notar que el bajo perfiJ de
la literatura venezolana se debe más a la ausencia de una crítica que Ie
dé un rostra que ala calidad de' la misma4.
Al negarse la posibilidad cognoscitiva de Ja razón frente al fenóme-
no literario, se está postuJando una concepci6n ideológica irracional
tanto del trabajo artístico como del proceso intelectual que 10 compren-
de, valorando a ambos como actividades social mente improductivas. A
fin de cuent-as sirven de ornata púbJico deniro de una politica estatal
que ha tenido como proyecto la banalizaci6n de las formas eulturales,
que podría ir dcsde la cosificación de las expresiones populares, 1a ma-
sificación de !a cultura norteamericana, espectáculos de competici6n
intelectual, hasta 1a inc;tauración de toda clase de premios a la mejor
ada, cuento, 110vela y ensayo. En todo caso, es un espacio cultural don-
de el ejercicio de] criteria 5e ve inhibida, 0, par e1 contrario, estimulado
para producir formas discursivas paradojalmente enajenadas y ena-
jenantes.
Ob\'iamente que est.e tipo de "cntica" detenta unos valores que son
eoncomitantes con las formas ideológieas que ha desarrollado y pro-
fundizado un estado populista petrodólar en estas dos últimas décadas.
Aunque en est a oportunidad no nos vamos a detener en señalar 10s
contenidos de las práeticas populistasri, interesa destacar que en el ca-
so venezolano nos hallamos ante un estado que ha gozado de un pre-
supuesto nacional saudito, 10 que ha genera do una sociedad irracio-
nalmente cCJnsumista, derrochadora, parasitaria, apegada a] cliente-
lismo, acostumbrada a una existencia ficticia, a vivir siempre sobregi-
rada, valeada hacia e1 exterior.
Estos factores acentuaron las ya tradicionales estructuras coloni-
zadas y dependientes, como también acentuaron un proceso de desna-
cionalización en todos los frentes, y especialmente en e1 p1ano ideoJógi-
co, una destrucción de 1a autopercepción de la realidad, ]a disolución
del pasado histórico y su reemp1azo par formas hipertrofiadas, una
conciencia aplanada de ]08 conflictos sociales, la interiorización de ]a
gramática del pader castrador de un estado omnipotente.
En este senti do, los mecanismos de autocensur3 son difíciles de
medir y controlar. Pero, en términos generales, podemos decir que es-
tán dadas las condiciones que propician un estado de enajenación so-
cia! perversamente mantenido par 108 grupos detentadores del parler.
Una de sus funciones es potencializar mecanismos ideológicos que
desideologicen a1 máximo grado, Entre eUos, al menos en el ámbito
cultural, prom over el anti-academicismo y el saber basado en la in-
tuición, e1 lnstinto y en 1a emoci6n. El intelectua1 es despreciado, a me-
242 BEATRIZ GONZALEZ-STEPHAN
nos que sea portavoz de discursos inofensivos. De allf que se yea como
sospechoso e1 saber que apunte hacia una construcci6n objetiva, orgá-
nica e hi.<;lórica de Jas reaJidades nacionales 0 latinoamericanas.
Por 10 tanto, no es de extrañar que haya habido un ersatz cultural:
popuHsmo y neoliberaHsmo vjenen acompañados desde el boom petro-
lero por un repunte del existencia1ismo sartreano, las Iecturas de
Hesse, Fromm, Marcuse, Saint-Exuperie, Rimbaud, Baudelaire,
Proust, etc., al1ado de toda una gama de filosoffas orientales,
TadoE estos factores terminan pOT reforzar una perspectiva euro-
centrista que control a tanto Ia selección que se haee de las abras litera-
rias a considerar como la aplicación mecánica de metodologfas a ]a
hora de estudiar inclusive las manifestaciones culturales prapias.
Dentro de esta modalidad los ensayos de Francisco Rivera (Utises y el
laberinto 1983, Entre el silendo y La palabra 1985) y 1a crítica de Gui-
llermo Sucre (La máscara. la transparencia 1975, libro que gan6 el
Premia Naciona] de Ensayo) padnan ser representativos.
Aunque este tipo de acereamiento al hecho literario también
abarde autares latinoamericanos, 10 haee a partir de una serie de pre-
misas tales como su virtual semejanza con modelos europeos, obras
que permitan aeentuar una referencialidad difusa y universalista~ que
tienen en última instancia como paradigma un sistema de valores
estéticos europeos can 108 cuales se miden los fenómenos latinoameri-
canas. Par esta via son reeuperados autores como Lezama Lima, Bor-
ges, Octavia Paz, Daria, Huidobro, Neruda, Vallejo, Sábato, Lugones,
Juarroz. y dentro de la tradición venezolana, José Antonio Ramos
Sucre, Guillermo Meneses, Teresa de la Parra, Vicente Gerbasi, Sal-
vador Garmendia, son los que han capitalizado 1a atenci6n tanto de ]a
critica impresionista como de aque]1a otra que aplica esquemática-
mente las más recientes metodologías de 1a disciplina para demostrar
quizás no tanto un ejercicio riguroso cuanto un afán pOl' estar al co-
rnente en el último grito de la mod a estructuralista 0 semi6tica.
De este modo, nos vamos a encontrar con dos propuestas antag6ni-
cas, irreconciliables: la subjetiva I impresionista y la objetiva I cientifi-
eista; sin embargo, ambas supeditadas a la misma perspectiva euro-
centrista, ambas prácticas criticas colonizadas; ambas reproducen a
su manera un consumismo cultural: refuerzan autores prestigiados,
hacen gala de técnicas analíticas en boga,
Buen ejemplo de e110 puede ser la revista Letras (publicación del
Instituto Universitario Pedag6gico de Caracas), en 1a cual en 1a mayor
parte de 10s trabajos del área de literatura -aunque dedicados a obras
latinoamericanas y venezolanas- el tópico subyacente de todos elIos es
demostrar e1 conocimiento de Barthes, Levy-Strauss, Kristeva, Grei-
mas, PouilIon, Goldmann, etc. Ot1'o ejemplo interesante a1 respecto es
ellibro Teoría semiológica del. texto literario. Una lectura de Guillermo
Meneses (1986) del joven investigador Douglas BoMrquez de 1a Univer-
sidad de Los Andes,
A fin de cuentas, el "nuevo enfoque"
no es otra cosa que un enfoque
VENEZUELA, CRITlCA LITERARIA Y CULTURA DEL PETROLEO 243
guras.
Por otra parte, 1ejos de operar por media del mecanisme del reflejo,
1a ideología neoliberal sigue ut1Jizando sus viejos esquemas: el ideolo-
gema "civilizaci6n y barbarie" sigue fundonando de algún modo en la
VenezueJa actual. EI estado sigue implementando ese patrón de valo-
res como una ideo)ogía compensatona que justifiea y enmascara una
acentuada tendencia exocéntrica 10.
La tendencia ideológicamente dominante e.n los estudios literarios
en Venezuela perpctúa durante las décadas '70 y '80 una práctica criti-
ca conservativo-elitesca, por cuanto mantiene una dirección textualis-
ta que retichiza el juego de los significantes y un lìrismo subjetivista
igualmente divorciado del contexto histórico. Tendencia aún deudora
de la vJeja tradición critica, pero difícilmente erradicable dado que 5e
hermana convenientemente con 108 valores poJiticos tamhién domi-
nantes. lnhibición histórica y 8ociológica en e1 pensamiento cTitleO lite-
rario es una de 105 flancos de ]a "pacificación7>.y neutralizaci6n jdeo16-
giea que viene practicando e1 estado petrolero para adormecer las con-
ciencias behgerantes. Los regímenes înquisitoriales ]atinoamericanos
-y Venezuela no es prec;samente en esta décadas e) mejor ejemplo-
pugnan para que las condiciones objetîvas que constituyen el contexto
natural de las obras permanezca innombrado y 5e sustraiga toda for-
ma de expresión asimi1able a 18 den uncia.
Est.a crílica nos ha entregado como saldo la suhordinación a valo-
res cultura1es foráneos, el regodeo con los prestigiados del boom, y el
esludio monográfìco de autores venezolanos contemporáneos, que ya
van constituyéndose en panteón de las letras nacionales.
Nos hemos referida hasta ahora a una de las tendencias de la criti-
ca literaria, que, si bien capta un espado importante de )a vida intelec-
tual nacional, no gaza de mayor trascendencia, en el sentido que segui-
rá, alimentando el coti]Jeo de la prensa dominica1 y el regodeo narci-
s1sta de un pûblico interesado en cultivar una cancepción hedonista del
arte.
Sin embar~o, también en estas últimas décadas otros fadores pa-
líticos e ideoló~icos, en disonancia con aquellos valores que propendian
a una desnacionalización cultural y a
un irracionalismo conceptual,
crearon las condiciones necesarias para que se desarrol1aran 108 estu-
dios Jiterarios hispanoamericanos, tanto dentro de una concepci6n oh-
jetivamente más rig-urosa y sistemática como de una perspectiva que
recuperase una mirada más pertinente -es decir, latinoamericana. a
la hora de atcnder los fenómenos culturales propios.
Así como podemos considerar que la dinámîca del estada papulista
en Venezuela favoreció un espacia que invîtaba al bloqueo de cualquier
discurso racional acerca de los fenómenos socíales y en particular de
10s literarios, también existieron otras condícjanes que aceleraron, tal
vez más que en décadas pasadas, una candencia más "Comprometida
por reivindicar manifestaciones culturales -obras, autares, movimien-
tos y periodos literarios- silenciados por 1a tradición critica dominante.
Nos referimos con el10 a la situadón política por)a que atraves8ron
246 BEATRIZ GONZALEZ-STEPHAN
NOTAS
L ~ConvC'rsnción con Mnrfa Fcrnandn Palacios", En: Imagen, Caracas, NO 100-35,
noviC'mnro. 1987.
2 -
Ibid. EstEl misma aprccinción rccorre casi ('sias do!'; dtcadas. En 1971 José Balzß,
CrrlÏeD y narrndnT vcnC'7.o1ano, afirmaha que "1a bucna narraLiva vcnczolana no
exec de de un pcqucño volumen dí' mil páginas, con ]clra grandc y accntuados cs-
pacim1 cn blanco", En:Papel Litcrario de El Nacional, 7/3/71.
3. "Dc] saber y airas mcnudcnciaR cognoscíLivas" de Eva Woziwodzki (scud. de Ju-
dith Gcrcndas). En: Ullimo.<; No/ida.,,:, 6/11JRH.
4. Haec dos años Jo~é Ignacio Cabruj:J.s nbn6 una largo. y rcñida po16mica con 8U
arl,fcuJo "'j.Y quð HC'r<Í. de la 1iteratura nacional?", En: El Nacional, 7/2/87, dondc
ponla en 1e-]<1 de juido In producción cultural del pals, Entre 10.3 rcspucstas \8 de
AnLonio López Orlcgn podrln resumir 18 actiLud de las res1an1es: "'nuC'stra crftica
rnlln 1anLo cn 10 in1cligcntc rcscna pcriodlstica como en cl arduo trabajo de in-
vcstigación", En: El Naclonal, 24/2I19H7.
5. En otro nrt.lculo mlo he desa.rrol1odo mas es1c Lema. Véasc "'Sistema narrativo c
ima.ginario social de la Vcnezueln pctrolcra"'. En: Rcvi,~I(1. de crflica lileraria la-
arwamerical1.a, Limn, N'" 29, 191m.
6. EsLa sÎlum:ión no e~ l'xcJusi\'fl de Venezuela por In visLa. Estn!> tcndencias Lam-
bién se clan en 10s (.studios litcrarios hisp[lnoamericanos cn ]c)s Estndos Unidos y
presumimos que cn c\ mismo continente. Cr. "'Sobre !.a crítica de la jiterntura
hispanoamcricana: ba]ancc y perspt,ctivas" de Saú] Sosnowski. En: Cuadernos
hispanaamericanos, N'I 44:-), Mnyo, 1987.
7. Podrlamos señn1ar tamhìén ]os ensos de Jibros pubHcados que son una simple
rccopilación de arlkulo~ sucltos, que sin embargo producen cl c>fccto mel'cantiJ de
si hay un pcnso.mienL,o {'!'ftieo. POI' ejemplo, el caso del Iibro de
Iraset Páez Vr-
dancLn En indagad(m de la litera/urn (CorncoB: edies. de1 Cungrcso de la Rea,
19AR) cuyo íodiee !'l'coge tmbojos sabre etno!.;rrarla de] tcxto
litcrario, lecLuras ja-
ponesas, Borgc,"\, Darfo, Gal1egos, problemas de rcgionaHsmo Ji1crario, JuJio
Garmendia. etc.
8. Sc pucden dcstacar 105 trabajos dc A1c"is Mârqucz Rodriguez Lo baiTocoy io real
marar-'iIl(J,~{) en la obra de Alejo Carpentier (México: SÎg]o XXI, 1982) Y de Victor
Bravo La.,> poderes df la (icción. (Carncas: Monte Avila, 1985) y Magias y Mara-
villas en el t'onlinenle lilerario tCarDcas: EdicB. La Casa de BeHo, 1988).
9. También han sid!) de inlcrés para la crítica Teresa de la Parra, Salvador Gar-
mendia, José Antonio Ramos Sucre, Guillermo Meneses, José Rafael PocaLcrra,
Rulino Blanco Fombonn.
10. Pucdcn considcro.rsc dentro de csta Lendcncia numerosas grupos, sabre todo de
maestros de hceos y profesorcs de pcqucños núc]eos unive-rsitarios, que profesan
un culto dcsmcdido par'las lìtcraturas regionales. Asf se rcalizan simposios de
la litcratura "'zuliana", "'Inrense", ~margaritei'ia", ~guayanesa", que tienen co-
mo fin c1 eRtudio pormcnorizado y dcpartnmentnlizado de la litentura nacioon1
VENEZUELA: CRITICA LITERARIA Y CULTURA DEL PETROLEO:!53
del pncta olvidfJdo en rdh'1.Ín cc:dkjón sin salida. EI fervor \oc31ista toma como
criicrío bA~ie{) (') <lspcelo hiográ/ico de la producción. adcmá.'l de inscrtarsc en un
discurso que en cl {(Indo cs c] conlrapunto de una polflka culturnl centralists y
ml'lropo!iln.no.
11. cr fJ)"lkulo Jl' Mahel Momñn publicndo en la rC'vistn Zona Franca., "Li-
(.1 bl'<.'Vl'
lcratura y crHiea litcraria en cJ contcxto de las dictaduras". En: III Epoca, N9 17,
('nero-abril, 1980, pp. 22-24.
12. Una scric de publicacion(.g obcdcccn a costa prcocupación. Vcr DoleUn de Teorla
Lileraria (Carncas: UCV, Dcplo, de Tcorfn de lfl Lilcnüura, Escucla de Lclras,
NO 1, WHo), Cr((ica y Cieneia Social en Améric(}: La/ina de Juan Acha y Nelson
Osorio (Cnrfu;as: USB, 19H."ij, La aclual cr{lica lifcraria hÙlpanoamericana (Ca-
mcns: UCV, Escucln de LeLras, 1985), Cnnr,;f?rsaci()nes sobre crtlica literaria (Ca-
rncIIs: AEV, 1981), "Proposicioncs para una periodillcación de 1a Ilteratura YC.
nczo!nna'" de Gustavo Luis Carrera. En: Revista de er{liea lileraria latinoame-
rieana, Lima, N9 5, 1977; ~La críliclJ y 108 problemas de 10. historia literana" de
Bealriz Gonz(l!ei'.. En:Texlo erllicr!, México NQ 26-27, 19H;~; y un número mono-
gráfìco del 'Suplt'mcnlo Cu1turn]' de UIlima.' No/icia.' fntcgramentc dcdicado a
cxnminar estos problC'mas: ~Crisis en Lclras" (del 6/11/88). Muchas de C'stas
pub]icflcion('s licncn cI cl1rácl(>r de folleto mimcografiado para uso académico.
A
la. ]0 largo de los 11 nños que dur6 el CELARG, 10s integrantes de]n secCÎ6n de lite.
rfitUTn fueron: Hugo Achugnf, Carlos Rinc6n, Ana Mana Rodriguez, Nelson
Osorio, Mnbe] Morañn, Bealril. GonzáJez, Car10s Pacheco, Javier Lasarte, Mirla
Alcihfadcs, ClrlrD Rcy de Gnido, Augusto Gormfin Orihue]a, Mar(a Eugenia Gui.
memn;;. Y como invit.aclr)!-; oCßsionales: Antonio Cornejo Polar, Raúl Bueno Chá.
Vl'Z, Paul Borge!ìnn, Domingo MiHnni, Alejandro Losada, A]berto Rodriguez.
14. Los trnbaJos e invesligacinncs que se rcalizl1ron en c1 CELARG y lucgo fueran pu.
blicados por distintü.s cditorin]('s scr(nn: Al{on::;o Reyes y la crltiea lileraria his-
pannamericana de Mnbe] Marorin (mimcografindo); Contribución al estudio de
la hisloriogNl{fn lilf!raria hispanoamericana (Caracas: Academia de In Histo.
ria. 198fi) y La hisLoriogra{fa lileraria del libcrarismo hispanoamericano del
siglo XIX de Benlriz G.onzálcz; (Habana: Cas a de las Américas Premia ensayo.
1987); In.~é Carlos Mariálcgui y La Leoda lileraria hispanoamerìcana de Mirla
Alcîbíndcs (mimeogranado); Sobre lileratura y ~'rllica ialinaumerieanas de An.
tonio Cornejo Polar (Cnrncfls: UCV. 1982); Conlrihuci6n al estudiQ del ensaYQ en
Hil-,"panr}(lmériea de Clara Hey de Guido (Caracas: Academia de III HisLoria,
1985); El mmbio (le/ual en ia not'ión de lileralura de Carlos Rincón (Bogotá: Insl.
Co]omniano de Cultura, 1978); "Mo.rgino.lidad de ]0. literalura colonia] en Vene-
zue]a" de A]berto Rodríg1.lcz. En: Araiza, anuario 197()-82, CELARG, 1982; Poes{a
.y 80ciedad (Uruguay IH80-I.91 I) e ldeologla'y f!,<;lruciuras narraliuas en José Do.
nl/so de Hugo Acnugar (Urub'1Jay: Area, 1985 y CELARG: 1979 rcspcclivamcnte);
La [urmaeiån de ia r.:aniJuard.ia litera ria en Venezuela (Caracas: Academia de
]a Historia, WAf)) y Mani{ieslos de ia Vanguard.ia latinoamerieana de Nelson
Osorio (Caracas: Biblioteca Ayacucho, 1988) ; La narratiu(] de Guillermo Mene-
ses en el conlexln de La lileralura uenezolana e hispanoamericana conlemporâ-
neel de Javier Lnsarte (Tesi~ Doclorß1, 1983. Mimeografìado); Narrativa de la
d.idadu.Ta y crlliea ii/aaria de Carlos Pacheco (Caracas: Edics. CELARG, 1987);
~Ideo]ogfa y aulocemmra en la 1frica uruguaya en cinco años de dictndura (1973.
78)" de Mabel Moraña (FraiJmcnlos CELARG, 1979). Hay una cantirlad respcla-
h]e de arLfculos publicndm;; cn diversa~ revistas cspecializadas que !'Ie han des.
prendido de eslas investigaciones.
254 BEATRIZ GONZALES-STEPHAN
La cf1téLica ácmta y libcli.aria de Pedro Emilio CoW de Bcalriz Gon7.á]cz. En: Ar-
gos, USB, ~ 7. 198B.
18. La revista Actu.alidades (Caracas: CELARG, N9 3-4,1977-78) fue enlcramcnlc de.
dicncla a cstc Butar adcm&~ de scrvir c~te trabajo colectivo para articular metoda-
]6gicamcnte la lileratura naciollal con la continenta1. As! tamhién la cdici6n
que hizo Monte AviJa Julio Garmendia ante ia erflico. (Caracas: Mte, Avila"
1980).
19. La narrativa de Guillermo Meneses..., op.cit.
20. Yo mismn he dedicado gran parte de mis trabajos de ìnvestigaci6n a 108 prob]e.
mas de In historia litcraria latinoamcricann. Adcmás de los lrabajo5 anles cita.
dos en Jos notas 12 y 14 quisiera agregar también "Problems and Tasks of Latin
American Literary Historiograpny". En: Nevhelicon, Budapest, vol. X, NO;> 1,
198a; "Not as para un pmyccto de niRtoria global de In litcralura vcnczo]ana", En:
Actas del F;ncuenlro de lnvesligadores .'wbre Hisloriogra({a Lileraria Venezola-
na, Mérída: ULA, 1986; "La reladon entre crftica e historia !iterarins en Améri-
co. Latina", En: Imprevue. Montcpcllier, W 1, 1987. Otms investigadorcs venezo.
lanos tales como Domingo Miliani, A. Rodriguez, Gu~tavo Luis Carrern también
se han prcocupndo par estos temaR.
21. Be cncucntrao 108 cstudios de postg7'ado de Jiteraturn Intinonmericana: cn la. Uni.
versidad Sim6n Bolivar (1979), Univcrsiclacl del Zulia, Univcrsidad de Trujillo
(1987); y próximElmcntc en 18 Univ('rsidad de Los Andes.