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DOCTRINA DE LA SALVACIÓN – SOTERIOLOGÍA

INTRODUCCIÓN

La palabra “soteriología” se deriva de dos palabras griegas, sotería y logos. La primera significa “salvación”, y la última
palabra, “disertación, o doctrina.”. Teniendo en cuenta la santidad de Dios y habiendo visto el fracaso y pecado de la
humanidad. nos es traída a conciencia la extrema necesidad de un plan de salvación suficiente para cerrar la vasta
brecha entre estos dos extremos infinitos, la pecaminosidad del hombre y la santidad de Dios.
Afortunadamente para todos los involucrados, Dios previó todo lo que tomaría lugar en la caída del hombre, y planeó
justamente la salvación necesaria antes de la fundación del mundo. Antes de que fuera cometido el primer pecado en
el universo y antes de la triste condición traída por el hombre rebelde, que había sido hecho a la imagen de Dios, el
Señor había planeado y provisto el medio de escape de los rebeldes y la condenación del pecado. Nuestro Dios no fue
tomado desprevenido. Él previó la caída y pre-ordenó el plan de rescate.
El plan de salvación es tan simple que hasta el menor entre los hijos de los hombres podría tomar suficiente de el para
experimentar su poder transformador. Al mismo tiempo, es tan profundo que jamás se ha descubierto ninguna
imperfección en él. En realidad, aquellos que mejor lo conocen están continuamente asombrados de que un, y sólo un
plan de salvación fuera necesario para satisfacer la vasta cantidad de necesidades espirituales entre casi una ilimitada
variedad de necesidades en los hombres de toda raza, cultura y condición entre las naciones de este mundo.
El corazón del plan de salvación de Dios está centrado alrededor de un oficio y la fundación de un mediador; uno que
podía ir entre un Dios ofendido y una criatura desamparada y pecaminosa, el hombre. Job sintió la necesidad de tal
persona al encontrarse (por lo menos él pensó) apartado de Dios. Job 9:32-33 Esta es la posición que Cristo, en su
sacrificio sustituyente, vino a llenar. 1 Timoteo 2:15.
Esta es la razón para la encarnación de la segunda persona de la deidad; para ser un mediador para Dios era necesario
ser Dios, para representar a la humanidad era necesario ser un hombre. La pena por los pecados de la humanidad que
debía ser descartada si el hombre tenía comunión con Dios, era la muerte. Pero a causa de que Dios no puede morir,
el Espíritu no puede morir. Él debía tener un cuerpo. Y entonces “Aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”
(Juan. 1:14) observemos lo que se expresa en Hebreos 2:14-17. Todo esto ha sido posible a través de la muerte,
sepultura y resurrección de Jesucristo.

PROVISIONES PARA LA SALVACIÓN


A. MUERTE DE JESUCRISTO
Al estudiar la vida de Cristo, nos admiramos por las muchas obras maravillosas ejecutadas por Él. El dar de comer a las
multitudes, convertir el agua en vino, sanar a los enfermos, hacer caminar a los paralíticos, hacer hablar a los mudos, y
hacer ver a los ciegos eran evidencias que señalaban que Él era el Hijo de Dios. A través de estas poderosas obras, Él
dio amplia evidencia de que Él era en verdad todo lo que había dicho que era. Sin embargo, su trabajo no estaba
terminado por las poderosas hazañas hechas en su vida, las grandes verdades que predicó, o por ser un gozo y una
bendición a la gente de su día. Su principal propósito en venir a esta tierra fue traer salvación a las almas de los hombres.
Cuando el ángel de Dios habló a José sobre el niño que nacería de María, él dijo, “Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de todos sus pecados” (Mateo. 1:21). Este pensamiento sería entonces el
método por el cual Jesús salvaría a su pueblo de sus pecados.
La importancia de la muerte de Cristo. Toda otra religión basa su demanda en la grandeza de la vida y enseñanza de
aquellos que las fundaron, mientras que el evangelio de Jesucristo está centrado alrededor de la persona de Jesucristo,
incluyendo especialmente su muerte en el Calvario. Puede ser verdad que haya algún valor ético en muchas otras
enseñanzas, pero sólo en el cristianismo tenemos la redención de pecados, y esto es logrado a través de la muerte
sustituyente del mismo hijo de Dios.

La importancia que se le da en las escrituras.


1. En el Antiguo Testamento. La muerte de Cristo está prevista a través del Antiguo Testamento en muchos tipos
(símbolos o figuras de la muerte de Cristo) y profecías. Sólo algunos de los más sobresalientes de éstos son
mencionados aquí.
Tipos:
• Las túnicas de pieles. “Y Jehová Dios hizo al hombre y su mujer túnicas de pieles, y los vistió” (Génesis 3:21).
• La ofrenda de Abel. (Génesis. 4:4). • La ofrenda de Isaac (Génesis 22).
• El cordero de la pascua (Exodo 12). • El sistema de sacrificio levítico (Lv. 1–7).
• La serpiente de bronce (Números 21; Juan. 3:14). • El Cordero inmolado. (Isaías 53:6, 7).
Profecías:
• La simiente de la mujer. (Génesis 3:15). Este versículo ha sido llamado “el protoevangelio”, o “el primer evangelio”.
• La escena de la crucifixión (Salmo 22) • El sufrimiento vicario (Isaías 53).
• El Mesías cortado. (Daniel 9:26). • El pastor herido. (Zacarías 13:6, 7).
En su conversación con los dos discípulos, camino a Emaús en la tarde de su resurrección, Jesús declaró que Moisés,
todos los profetas y todas las escrituras, hablaron de su muerte. (Lucas 24:26, 27).
Es claro, en I Pedro 1:10, 11, que los sufrimientos de Jesucristo fueron el tema en el cual los profetas del Antiguo
Testamento inquirían y buscaban diligentemente.
Muchos versículos señalan la absoluta necesidad de la muerte de Jesús a fin de que Dios pudiera perdonar el pecado y
otorgar al hombre su salvación, a menudo ocurren las palabras “es necesario” en los siguientes pasajes: Mateo 16:21,
Levítico 17:25, Lucas 24:7, Hechos 17:3
La única base sobre la cual un Dios Santo podía perdonar el pecado era que su Hijo llevara la pena de la culpa del
pecador. Sólo puede ser porque la pena ha sido completamente pagada. Él no le pide al hombre un sacrificio de
expiación; Él entrega el sacrificio de expiación, y Él lo da porque ama al mundo y no es su voluntad que algún hombre
se pierda. Es porque Él está tan apasionadamente ansioso por perdonar que mandó a su Hijo a morir.
El verdadero significado de la muerte de Cristo. El pecado del hombre era tan grande y la santidad de Dios tan pura,
que el golfo que entre ellos debía ser cruzado requería un sublime logro por parte de nuestro Señor. Por medio de su
muerte, Él satisfizo enteramente toda necesidad del pecador relacionada con el pecado, capacitándolo para disfrutar
una comunión eterna con Dios. Al mismo tiempo, Jesucristo satisfizo todo requisito necesario para que un Dios recto y
justo pudiera perdonar libremente el pecado y recibir al hombre otra vez en su comunión. En ningún momento a través
de la eternidad, cualquier hombre, diablo o ángel podrá desafiar la perfecta y entera provisión de la gran salvación de
Dios. Consideraremos la muerte de Cristo como es revelada en cinco palabras distintas:
1. Es vicaria (una sustitución). La palabra vicaria quiere decir “un sustituto, uno que toma el lugar de otro y actúa en su
lugar. Isaías 53:6, Mateo 20:28, II Corintios 5:21, 1 Pedro 2:14 Es claro que Jesucristo fue nuestro sustituto al cargar
nuestros pecados sobre la cruz. Es obvio que Él no llevó sus propios pecados. Cuando Él murió, murió por los
pecados de otros.
2. Es una expiación. La palabra “expiación” es utilizada en forma general y particular. En la forma que es utilizada
popularmente, se refiere a la provisión entera de salvación que Dios hizo para los pecadores por medio del sacrificio
de nuestro Señor Jesucristo. Literalmente significa “un encubrimiento.” Como se ha dicho, esta palabra “expiación”
es una palabra del Antiguo Testamento, porque en Cristo tenemos más que un encubrimiento por nuestros
pecados. Estos son perdonados y completamente removidos. La sangre de los animales de sacrificio, traídos por el
adorador, sólo podía bastar para cubrir los pecados de los hombres hasta que la preciosa sangre de Cristo fuera
derramada para removerlos. Hebreos 10:4-10
3. Es una propiciación. La palabra “propiciación” propiamente significa el desecho de la ira de Dios por un sacrificio.
Por lo tanto significa aplacamiento. Romanos 3:25, I Juan 2:2, Juan 3:36
4. Es una reconciliación. La necesidad de reconciliación es aparente por la enemistad entre Dios y el hombre traída por
el pecado del hombre. Por medio del sacrificio de Jesucristo, esta condición de enemistad puede ser cambiada a
una de paz y comunión. Esta es una de las bendiciones más grandes de la salvación personal. De nuevo, esta nueva
relación magnifica la gracia de Dios, porque ningún hombre puede reconciliarse con Dios. Dios mismo obró esta
reconciliación para nosotros por medio de Cristo. Fuimos reconciliados con Dios por medio de la muerte de su Hijo.
Romanos 5:10, Colosenses 1:20-21
5. Es un rescate o una redención. La palabra “redención” significa una soltura o liberación de la cautividad, esclavitud
o muerte por la paga de un precio, llamado rescate. De ahí que la palabra tenga doble significado. Significa la paga
de un precio, al igual que la liberación del cautivo. La muerte de Jesucristo en la cruz está vista en la Escritura como
el precio que Jesús pagó por la liberación del pecador. La liberación que obtuvo Jesús se llama redención. Hebreos
9:12

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