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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

FACULTAD DE MEDICINA
NOMBRE: ESTEBAN CIFUENTES
PARALELO: 4
FECHA: 29/11/2021

ANÁLISIS MUERTE DIGNA


La muerte digna es el derecho que ostenta un paciente (o sus familiares, si el
enfermo esta imposibilitado), que padece una enfermedad irreversible y cuyo estado
de salud es terminal, de decidir y manifestar su deseo de rechazar procedimientos
invasivos a su cuerpo. Esta tiene que estar asistida de todos los alivios y cuidados
paliativos médicos adecuados, así como con todos los consuelos humanos posibles.
Se establece que la muerte digna es un derecho humano, que a su vez, es una
extensión natural del derecho fundamental a vivir dignamente. A su vez, el derecho
a morir es un concepto ético y jurídico que sostiene la libertad del ser humano de
acabar con su vida. La cuestión de quién debería poder ejercer este derecho es el
eje central de la problemática acerca de este tema. Son diversas las decisiones que
puede tomar una persona al final de la vida. La más frecuente es el respeto a la
voluntad para permitir que el proceso de la muerte siga su curso natural en la fase
terminal de la enfermedad, en ausencia de sufrimiento. Esto incluye que la persona
o quien lo represente, pueda optar por cuidados paliativos.
Sin embargo tres cuestiones complejas están presentes en el debate sobre la
muerte digna:

EL CONSENSO
Los derechos humanos no son otorgados por el número de votos obtenidos, ni por
la sociedad, ni por los partidos políticos, aunque deben siempre reconocerlos y
defenderlos. No se basan tampoco en el consenso social, ya que los derechos los
posee cada persona, por ser persona. Las votaciones parlamentarias no modifican
la realidad del hombre, ni la verdad sobre el trato que le corresponde.

A DIGNIDAD HUMANA
El derecho de nacer y el de morir no son más que hechos y sólo hechos, adornados
naturalmente de toda la relevancia que se quiera.
Precisamente por ello no pueden ser tenidos como dignos o indignos según las
circunstancias en que acontezcan, por la sencilla y elemental evidencia de que el
ser humano siempre, en todo caso y situación es excepcionalmente digno, esté
naciendo, viviendo o muriendo. Decir lo contrario es ir directamente en contra de lo
que nos singulariza y cohesiona como sociedad.

LA AUTONOMÍA PERSONAL
“El derecho a morir no está regulado constitucionalmente, no existe en la
Constitución la disponibilidad de la vida como tal”. Si existiera este derecho absoluto
sobre la vida, existirían otros derechos como la posibilidad de vender tus propios
órganos o aceptar voluntariamente la esclavitud.
La autonomía personal no es un absoluto. Uno no puede querer la libertad solo para
sí mismo, ya que no hay ser humano sin los demás. Nuestra libertad personal queda
siempre conectada a la responsabilidad por todos aquellos que nos rodean y la
humanidad entera. La convivencia democrática nos obliga a someternos y a aceptar
los impuestos, las normas y las leyes que en ningún momento son cuestionados
como límites de la libertad personal. ¿Por qué no queremos descubrir un bien social
en la protección legal de la vida en su finitud? ¿Qué cultura dejaremos nuestros
hijos si les transmitimos que los enfermos no merecen la protección de todos?

Es una realidad que todos queremos una buena muerte, sin que artificialmente nos
alargan la agonía, ni nos apliquen una tecnología o medios desproporcionados para
una enfermedad. Todos queremos ser tratados eficazmente del dolor, ser
informados adecuadamente sobre la enfermedad, pronóstico y los tratamientos
disponibles.

El acto médico se basa en una relación de confianza donde el paciente confía al


médico el cuidado de su salud, aspecto primordial de su vida, de sí mismo. En la
relación entre ambos no puede mediar el pacto de una muerte intencionada. La
eutanasia significará el final de la confianza depositada durante milenios en una
profesión que siempre se ha comprometido a no provocar la muerte
intencionalmente bajo ningún supuesto.

Tanto la muerte digna como la eutanisia son temas de un amplio debate, con
posturas válidas tanto a favor como en contra, sin embargo queda en cada persona
establecer sus propios puntos en base a un juicio crítico y de tal manera llegar, en
medida de lo posible a una conclusión determinada.

BIBLIOGRAFÍA

● Beca, J. P. (2021). Eutanasia y muerte digna:¿ Cuáles son los valores en juego?. Mensaje,
70(696), 44-48.
● Lorda, P. S., Cantalejo, I. M. B., Martínez, F. J. A., Gutiérrez, J. B., Couceiro, A., & Robles, P.
H. (2008). Ética y muerte digna: propuesta de consenso sobre un uso correcto de las
palabras. Revista de calidad asistencial, 23(6), 271-285.
● De Estudios Bioéticos, A. C. (2001). Razones del no a la eutanasia. Associació Catalana
d'Estudis Bioètics.

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