Está en la página 1de 6

Lesiones preinvasoras de la porción inferior del aparato genital femenino 733

CAPÍTULO 29
A B

FIGURA 29-4. El sitio en que está la unión escamocilíndrica (SCJ) es variable. A. En este caso la SCJ está en el ectocérvix y se le puede observar
plenamente. B. La SCJ está situada dentro del conducto endocervical y no es visible.

estrógeno muestra eversión hacia afuera, al interior del ectocérvix VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO
durante la adolescencia, embarazo y con el uso de anticonceptivos
hormonales combinados. Regresa al conducto endocervical con Cada día se ha definido con mayor certeza la intervención causal
la menopausia y otros estados hipoestrogénicos como la lactancia de dicho virus en la génesis de prácticamente todas las neoplasias
duradera y el empleo de anticonceptivos que tienen sólo progestá- cervicouterinas y una porción variable pero importante de neopla-
genos y también por un proceso natural constante de metaplasia sias vulvares, vaginales y anales. Se ha terminado por reconocer
escamosa (Anderson, 1991). al HPV como un agente causal importante de diversos cánceres
extragenitales como los de la cabeza y el cuello. El virus en cues-
Metaplasia escamosa
En la pubertad, el incremento de las concentraciones de estrógeno
hace que aumenten las reservas de glucógeno en el epitelio esca-
moso no queratinizado de la porción inferior del aparato genital
Epitelio
femenino. El glucógeno constituye la fuente de carbohidratos para más
los lactobacilos y permite que predominen ellos en la flora vaginal. maduro
Dichas bacterias generan ácido láctico, que permiten que el pH de
SCJ original
la vagina se sitúe en un nivel menor de 4.5, nivel que constituye Epitelio
el estímulo supuesto de la metaplasia escamosa que es la sustitución menos
maduro
constante del epitelio cilíndrico por epitelio escamoso del cuello
Os SCJ actual
uterino. Células de reserva relativamente indiferenciadas situadas
debajo del epitelio cervicouterino constituyen las supuestas precur- Epitelio cilíndrico
soras de las nuevas células metaplásicas que se diferencian todavía
más en epitelio escamoso. Este proceso anormal genera una banda Zona de
poco a poco más ancha de epitelio metaplásico denominada la zona transformación
de transformación (TZ, transformation zone), que está situada entre
la SCJ original y el epitelio cilíndrico presente (fig. 29-5). Epitelio escamoso maduro

Zona de transformación
y neoplasia cervicouterina FIGURA 29-5. Esquema en que se advierten los puntos de referencia
Prácticamente todas las neoplasias cervicales, escamosas y cilín- importantes en el cuello uterino. La unión escamocilíndrica original
dricas, se desarrollan dentro de la zona de transformación, por lo (SCJ) indica el sitio terminal de la migración ascendente del epitelio
escamoso a partir del seno urogenital durante el desarrollo embrio-
común junto a SCJ nueva o actual (Anderson, 1991). Las células nario. El sitio de SCJ se desplaza con la edad de la mujer y el estado
de reserva cervicouterinas y las metaplásicas inmaduras al parecer hormonal. Al haber mayores cantidades de estrógeno, hay eversión de
son particularmente vulnerables a los efectos oncógenos de HPV la SCJ hacia afuera. En estados hipoestrogénicos y con la metaplasia
y cocarcinógenos (Stanley, 2010). La metaplasia escamosa alcanza escamosa, la SCJ se acerca al orificio cervical (Os). La zona de transfor-
su mayor actividad durante la adolescencia y el embarazo y ello mación consiste en la banda de metaplasia escamosa que está entre
el punto original de la SCJ y el nuevo sitio (actual). Conforme madura el
podría explicar que el comienzo temprano de la actividad sexual epitelio metaplásico se desplaza hacia arriba en relación con las áreas
y el primer embarazo constituyen factores de riesgo probados de más nuevas y menos maduras de metaplasia y no se puede diferenciar
cáncer cervicouterino. del epitelio escamoso original.

ERRNVPHGLFRVRUJ
734 Oncología ginecológica

tión causa en promedio 5% de todos los cánceres (D’Souza, 2007; en su carácter oncógeno y la potencia de asociación con el cáncer
Steben, 2007). cervicouterino. Los tipos 6 y 11 de HPV de bajo riesgo ocasionan
casi todas las verrugas en genitales y un corto número de infeccio-
■ Aspectos virológicos básicos de HPV nes subclínicas por HPV. Las infecciones de HPV de bajo riesgo en
SECCIÓN 4

contadas ocasiones (si es que así ocurren) son oncógenas.


El virus del papiloma humano es un virus de DNA de doble
A diferencia de lo comentado, la infección persistente por HPV
cadena (bicatenario) simple con una cápside proteínica. Infecta
de HR es una condición para que aparezca el cáncer cervicouterino.
predominantemente células del epitelio escamoso o metaplásico
Los tipos de HPV de HR que incluyen 16, 18, 31, 33, 35, 45 y 58
de mujeres. Los tipos y subtipos de HPV se diferencian por el
y otros menos frecuentes son los vinculados con casi 95% de los
grado de homología genética (Coggin, 1979; de Villiers, 2004). Se
cánceres cervicouterinos a nivel mundial (Bosch, 2002; Lorincz,
han identificado en promedio 130 tipos de HPV genéticamente
1992; Muñoz, 2003). El HPV 16 es el más carcinógeno de todos y
diferentes y de ellos, 30 a 40 son los que infectan de forma pre-
ello se debe tal vez a su mayor tendencia a persistir en comparación
dominante la porción inferior del aparato anogenital de la mujer.
con otros tipos de HPV (Schiffman, 2005). Explica el mayor por-
Ciclo de vida del HPV centaje de lesiones de tipo CIN 3 (45%) y cánceres cervicouterinos
El genoma de HPV bicatenario y circular consiste solamente en 9 (55%) a nivel mundial y de cánceres vinculados con HPV en cual-
marcos de lectura abierta identificados (Southern, 1998; Stanley, quier punto del aparato anogenital y en la orofaringe (Schiffman,
2010). Además de la región reguladora, los 6 genes “tempranos” (E) 2010; Smith, 2007). La prevalencia de HPV 18 es mucho menor
regulan las funciones durante las etapas iniciales del ciclo vital del que la de HPV 16 en la población general. Sin embargo, se le
virus, incluida conservación, replicación y transcripción del DNA. detectó en 13% de los carcinomas de células escamosas y también
Los genes tempranos se expresan en las capas epiteliales bajas (fig. en una proporción todavía mayor de adenocarcinomas cervicales
29-6), en tanto que los dos genes “tardíos” codifican las proteí- y en carcinomas adenoescamosos (37%) (Smith, 2007). En con-
nas de cápside mayor (L1) y menor (L2) que son expresadas en junto, HPV 16 y 18 son el origen de 70%, aproximadamente de
las capas más superficiales. Las proteínas recién mencionadas son los cánceres cervicouterinos. Los tipos de HPV detectados más a
necesarias en etapas ulteriores del ciclo vital del virus para comple- menudo en cáncer cervicouterino (HPV tipos 16, 18, 45 y 31)
tar el ensamblado en nuevas partículas infectantes (Beurner, 1997). también son los más prevalentes en la población general. El HPV
La expresión del gen de HPV se hace de manera sincrónica con la 16 suele ser el HPV más común en las lesiones de baja malignidad
diferenciación del epitelio escamoso y depende de ella. Por esta y en mujeres sin neoplasias (Herrero, 2000). La infección por HPV
razón, completar el ciclo vital de un virus se produce únicamente de tipo HR no causa neoplasia en muchas de las mujeres infectadas;
dentro de epitelio escamoso intacto y totalmente diferenciado ello indica que algunos factores del hospedador y ambientales que
(Doorbar, 2005). Las partículas víricas ensambladas totalmente se se agregan son los que rigen si dicho virus causará una neoplasia.
“desprenden” por completo dentro de las escamas superficiales. El
HPV no es un virus lítico y por esta razón su capacidad infectante ■ Transmisión de HPV
depende de la descamación normal de las células epiteliales infec-
La transmisión del HPV genital es consecuencia del contacto
tadas. Se inicia una nueva infección cuando las proteínas L1 y L2
directo (por lo común sexual) con la piel, las mucosas o líqui-
de la cápside se unen a la membrana basal y al epitelio, a las células
dos corporales de un compañero con verrugas o infección subclí-
basales o a ambos elementos y permiten la entrada de las partículas
nica por HPV (Abu, 2005; American College of Obstetricians and
de HPV en nuevas células del hospedador (Sapp, 2009).
Gynecologists, 2005). Son escasos los conocimientos en cuanto a la
Tipos de HPV infecciosidad por HPV subclínico, pero se cree que son grandes
Desde el punto de vista clínico, se clasifican los tipos de HPV en en presencia de un gran número de virus. Suele aceptarse que el
riesgo alto (HR, high-risk) o riesgo bajo (LR, low-risk), con base HPV penetra en la capa de células basales y la membrana basal
por microabrasiones del epitelio genital durante el contacto sexual.
Las células basales, una vez infectadas se convierten en “depósito”
del virus.
La infección por HPV de genitales es multifocal y abarca más
GENES TARDÍOS: L1, L2 de un sitio en la porción inferior del aparato genital en la mayoría
de los casos (Bauer, 1991; Spitzer, 1989). Por lo tanto, la neopla-
sia en un sitio genital incrementa el riesgo de neoplasia en otra
localización dentro de la porción inferior del aparato genital feme-
nino aunque al parecer el más vulnerable es el cuello de la matriz.
GENES TEMPRANOS: También, es frecuente que la infección sea simultánea o seriada
E1,2,4 E6, E7 con múltiples tipos de HPV (Schiffman, 2010).

Formas de transmisión de HPV


FIGURA 29-6. El ciclo de la vida del virus de papiloma humano se com-
pleta de manera sincrónica con la diferenciación del epitelio escamoso. Casi todas las infecciones de HPV genitales son consecuencia de
Los genes tempranos, que incluyen los oncogenes E6 y E7, se expresan relaciones sexuales. La infección cervicouterina por HPV de alto
con mayor fuerza dentro de las capas basal y parabasal. Los genes riesgo por lo común se centra en mujeres que han tenido con-
tardíos que codifican proteínas de la cápside se expresan más tarde en
las capas superficiales. El virus intacto se “desprende” durante la desca- tacto sexual penetrante. Las mujeres sin actividad sexual a veces
mación normal de las escamas superficiales. Los genes tardíos no son muestran tipos no oncógenos en la vulva o la vagina tal vez por el
expresados con fuerza en las lesiones neoplásicas de alta malignidad. uso de algún tampón vaginal o la penetración digital (Ley, 1991;

ERRNVPHGLFRVRUJ
Lesiones preinvasoras de la porción inferior del aparato genital femenino 735

Rylander, 1994; Winer, 2003). En fechas recientes se ha señalado por HPV puede ser transitoria o persistente con la aparición de
que las mujeres antes de tener relaciones sexuales pueden infectarse neoplasias o sin ellas (displasia o cáncer). La neoplasia suele ser el
también por tipos de alto riesgo aunque es una situación poco último resultado en frecuencia, de la infección por HPV de geni-

CAPÍTULO 29
común (Doerfler, 2009). La transmisión por objetos inanimados tales.
(fómites), que supuestamente se produce en el caso de verrugas
no genitales no ha sido corroborada pero tal vez explique algunos Infección latente por HPV
de tales casos (Ferenczy, 1989). No hay certidumbre de la impor- La infección latente es aquella en que hay infección de la célula
tancia de la transmisión extrasexual de HPV y en esta situación se pero el virus permanece en estado inactivo. El genoma vírico sigue
necesitan más estudios. siendo episómico, es decir intacto y no está integrado al genoma
Existe la posibilidad de transmisiones de HPV boca/genitales de las células del hospedador. No hay efectos detectables en teji-
y mano/genitales pero al parecer son mucho menos frecuentes dos porque el virus no se reproduce. Son pocos los conocimientos
que en el caso de la transmisión genital/genital particularmente respecto a la incidencia, evolución natural e importancia de la evo-
el contacto del pene que penetra en la vagina (Winer, 2003). Las lución latente por HPV porque el virus no alcanza niveles detecta-
mujeres que tienen sexo con otras a menudo señalaron que en lo bles. Se desconoce si desde el punto de vista clínico la eliminación
pasado tuvieron experiencia sexual con varones; este subgrupo de del HPV o el uso de métodos actuales de identificación señalan la
personas tienen índices de positividad de HPV de HR, imagen erradicación verdadera del HPV en tejidos infectados o si refleja
citológica anormal del cuello uterino y neoplasias cervicouterinas una vuelta al estado de latencia.
de alta malignidad similar a la de mujeres heterosexuales, pero se
someten con menor frecuencia a métodos de detección inicial (cri- Infección productiva por HPV
bado) de cáncer cervicouterino (Marrazzo, 2000); las mujeres que Las infecciones de este tipo se caracterizan porque el ciclo vital
nunca han tenido contacto con varones al parecer están expuestas del virus queda completo y la población de partículas infectantes
a un riesgo similar y ello denota que los contactos digital, bucal y aumenta. Como se describió, la producción vírica se completa en
con objetos las coloca dentro de la categoría de riesgo de infección sincronía con la diferenciación escamosa terminal que concluye
por HPV. En consecuencia en toda mujer sexualmente activa se con la muerte celular programada de células escamosas y la desca-
practicarán métodos de detección inicial (cribado) de cáncer cervi- mación desde la superficie epitelial. De este modo, las infecciones
couterino con arreglo a las recomendaciones actuales sea cual sea de este tipo tienen escaso o nulo potencial canceroso. Como ocurre
su orientación sexual. en la infección latente, el genoma circular de HPV sigue siendo
episómico y sus oncogenes se expresan en niveles pequeñísimos
Infección congénita por HPV (Durst, 1985; Stoler, 1996). La producción abundante de partícu-
A pesar de la elevada prevalencia de infección por HPV de genita- las víricas infectantes se produce en un lapso cronológico de 2 a 3
les, es rara salvo la colonización transitoria de la piel, la transmisión semanas (Stanley, 2010).
vertical (de la madre al feto o al neonato). Desde el nacimiento En el aparato genital de la mujer y del varón, las infecciones
están presentes verrugas en conjuntivas, laringe, vulva o perineo, o productivas por HPV generan verrugas genitales visibles llama-
las que aparecen en término de 1 a 3 años de nacido el producto y
tienen mayor probabilidad de provenir de la exposición perinatal a
HPV de la madre (Cohen, 1990). La infección no se vincula con
la presencia de verrugas en las zonas genitales de la mujer y la vía Resultados de la infección de genitales por HPV
del parto (Silverberg, 2003; Syrjanen, 2005). Sobre tal base por
lo regular no se recomienda la extracción por cesárea en casos de Latencia
infección de HPV de la madre. Las excepciones pudieran incluir
casos de grandes verrugas genitales que posiblemente obstruyan el Infección Desaparición
conducto del parto o se desgarren y sangren con la dilatación cervi- subclínica espontánea
couterina o el parto vaginal. Las verrugas genitales que aparecen en Condilomas
niños después de la lactancia casi siempre constituyen un motivo
para considerar, quizás, abuso sexual. Sin embargo, también es Persistencia Expresión
posible la infección por contacto extrasexual, la autoinoculación de la de oncogenes
infección E6/E7
o la transferencia desde objetos inanimados, situación reforzada
por señalamientos de tipos de HPV no genitales en una minoría
importante de casos de verrugas genitales en niños y adolescentes
(Cohen, 1990; Doerfler, 2009; Obalek, 1990; Siegfried, 1997). Neoplasia
intraepitelial

■ Resultados de la infección por HPV


La infección por HPV en genitales origina diversos desenlaces Cáncer invasor
(fig. 29-7). La infección puede ser latente o expresa. Aún más, la
expresión puede ser productiva y originar la formación de nuevos FIGURA 29-7. La evolución natural de la infección genital por HPV es
virus o de tipo neoplásico, que ocasione enfermedad preinvasora o variable de una persona a otra y con el transcurso del tiempo. Muchas
de las infecciones son subclínicas. El resultado más frecuente es la
cancerosa. Casi todas las infecciones productivas y neoplásicas son resolución espontánea. La neoplasia es la manifestación menos común
subclínicas y no clínicamente manifiestas, como se observa en las de la infección por HPV y surge como consecuencia de la infección per-
verrugas genitales o cánceres manifiestos. Por último, la infección sistente.

ERRNVPHGLFRVRUJ
736 Oncología ginecológica

das condilomas acuminados o como una situación más frecuente vos compañeros sexuales y no persistencia (Ho, 1998; Rosenfeld,
ocasionan infecciones subclínicas, mismas que se identifican de 1992).
manera indirecta en el estudio citológico en la forma de lesiones Las estimaciones de riesgo a corto plazo de evolución desde
intraepiteliales escamosas de baja malignidad (LSIL), en la forma la infección “casual” de HPV hasta la neoplasia de gradación alta
SECCIÓN 4

de anormalidades colposcópicas y en el estudio histológico por en mujeres jóvenes varían de 3 a 31% (Moscicki, 2004; Wright,
condilomas planos o CIN 1. Sin embargo, tales entidades diagnós- 2005). El riesgo de que la lesión evolucione y llegue a ser una neo-
ticas son indirectas y no siempre reflejan con precisión la presencia plasia de alta malignidad se intensifica con la edad, y por ello la
o ausencia de HPV. infección por HPV en mujeres de mayor edad y en ancianas, muy
probablemente sea una infección persistente (Hildesheim, 1999).
Infección neoplásica por HPV
En el caso de CIN 3 y lesiones cancerosas el genoma circular de Prevalencia de HPV
HPV se abre en segmentos y se integra en forma lineal en sitios El HPV genital es la infección de transmisión sexual observada con
aleatorios dentro del cromosoma del hospedador (fig. 30-1, página mayor frecuencia. En Estados Unidos los Centers for Disease Control
771). El siguiente paso es la transcripción irrestricta de los oncoge- and Prevention (2002) estiman que el riesgo de que una mujer se
nes E6 y E7 (Durst, 1985; Stoler, 1996). Los productos, que son contagie de HPV de genitales a los 50 años excede de 80%. Casi
las oncoproteínas E6 y E7 interfieren en la función y aceleran la todas las infecciones incidentales por HPV aparecen en mujeres
degradación de p53 y pRB, que son las proteínas oncosupresoras menores de 25 años. La prevalencia puntual en las estadounidenses
decisivas para el hospedador (fig. 30-2, página 772) y ello deja a de 14 a 59 años, según datos de una sola prueba de cribado de
la célula infectada, en una situación vulnerable para experimentar HPV en genitales es de 27%. Alcanza su máximo entre los 20 y
la transformación cancerosa por la pérdida del control del ciclo los 24 años de edad (45%) y muestra mayor prevalencia conforme
celular, la proliferación de células y la acumulación de mutaciones la mujer tiene más años (Dunne, 2007). En comparación, la pre-
de DNA con el transcurso del tiempo (Doorbar, 2005). valencia de verrugas en genitales es de aproximadamente 1% y la
En las lesiones preinvasoras se interrumpe la diferenciación epi- de anormalidades citológicas, menos de 10%. Los datos anteriores
telial normal. El grado de maduración epitelial normal se utiliza indican que la infección subclínica o no manifiesta es mucho más
para cuantificar histológicamente la lesión en displasia leve, mode- frecuente que la infección clínica manifiesta (Koutsky, 1997).
rada o grave o CIN (fig. 29-1). El promedio de edad en la fecha
del diagnóstico del trastorno cervicouterino de baja malignidad es Factores de riesgo de adquirir la infección por HPV
menor del que muestran las lesiones de alta malignidad y los cán- Los factores más importantes de riesgo de contagiarse de una infec-
ceres invasores. De este modo, desde hace mucho, se ha supuesto ción en genitales por HPV incluyen el número de compañeros
que existe un continuo de enfermedad con evolución que va de las sexuales de toda la vida y recientes y la edad temprana en que
lesiones leves a las de mayor grado, con el paso del tiempo. Otra ocurrió el primer coito (Burk, 1996; Fairley, 1994; Franco, 1995;
teoría propone que las lesiones de baja malignidad por lo regular Melkert, 1993).
son transitorias y no oncógenas, en tanto que las de alta maligni-
dad y los cánceres son monoclonales, surgen de novo sin que antes
■ Diagnóstico de infección por HPV
hubiera un trastorno de baja malignidad (Baseman, 2005; Kiviat,
1996); ello pudiera explicar el hecho de que algunos cánceres se Es posible entrever la presencia de infección por HPV por el
diagnostican poco después de que el estudio citológico de detec- aspecto de las lesiones clínicas y los resultados de estudios cito-
ción inicial arrojó resultados negativos. lógicos, histológicos y colposcópicos, todos los cuales generan
datos subjetivos y a menudo inexactos. Además, tampoco es fia-
ble el método serológico y con ello es imposible diferenciar una
■ Evolución natural de la infección por HPV infección pasada de otra actual (Carter, 2000; Dillner, 1999). Por
La infección por HPV y predominantemente por los tipos HR es esa razón, el diagnóstico seguro se podrá hacer únicamente por
muy frecuente poco después de que la persona comienza su acti- la detección directa del DNA del HPV, situación que se realiza
vidad sexual (Brown, 2005; Winer, 2003). Collins et al. (2002) por técnicas histológicas como la hibridación in situ, por estudios
realizaron un estudio longitudinal de 242 mujeres reclutadas en de amplificación de ácido nucleico, por la reacción de cadena de
un plazo de 6 meses de haber tenido su primera relación sexual y polimerasa (PCR) o por otras técnicas (Molijn, 2005). En Estados
que permanecían monógamas es decir tenían un solo compañero Unidos en la actualidad la Food and Drug Administration (FDA)
sexual. Durante 3 años de vigilancia, 46% de ellas tuvieron una ha aprobado dos productos para uso en humanos. La prueba de
infección cervicouterina por HPV. La mediana de lapso hasta la DNA de HPV de alto riesgo llamada Digene HC2 utiliza una
infección fue menos de 3 meses; de este modo, la infección por mezcla de sondas de RNA para detectar los trece tipos de HPV
HPV es marcador del inicio de actividad sexual y no necesaria- oncógeno. El método nuevo Cervista para identificar HPV de tipo
mente signo de promiscuidad. HR usa la amplificación de DNA para identificar los mismos trece
Casi todas las lesiones por HPV, clínicas o subclínicas, mues- tipos oncógenos de HPV tal como hace Digene HC2 y además
tran regresión espontánea, en particular en adolescentes y mujeres un tipo más de HPV de alto riesgo (HPV 66). Los dos métodos
jóvenes (Ho, 1998; Moscicki, 1998). Algunos estudios indican que detectan la infección por HPV de tipo HR causado por uno o
las infecciones por HPV de tipo LR muestran una resolución más más de los tipos del virus incluidos en el conjunto de prueba, pero
rápida que aquellas en que interviene HPV de tipo HR (Moscicki, no identifican de manera específica cuál de los tipos de HPV de
2004; Schlecht, 2003; Woodman, 2001). Las mujeres más jóvenes HR está presente. Sin embargo, cabe utilizar otra prueba llamada
suelen mostrar cambios en los tipos de HPV y ello refleja el carác- Cervista HPV 16/18, después de que una prueba Cervista HPV
ter transitorio de la infección y la reinfección “seriada” con nue- HR resultó positiva para identificar de manera específica la presen-

ERRNVPHGLFRVRUJ
Lesiones preinvasoras de la porción inferior del aparato genital femenino 737

cia de los tipos 16 y 18 de HPV. Para realizar todos los estudios HPV. Los preservativos para uso del varón son más eficaces para
mencionados se reúnen células en un medio líquido para estudios impedir STI que se transmitan por medio de líquidos corpora-
citológicos que es la Solución PreservCyt (Prueba Thin Pap Test). les y las superficies mucosas y son menos eficaces para evitar STI

CAPÍTULO 29
Con Digene HC2 también es posible reunir material en un tubo propagadas del contacto de la piel con otra piel como ocurre en
de reunión específico. casos de HPV. Además, los preservativos no cubren toda la piel
Si se detectan las típicas verrugas genitales en una mujer joven o anogenital que puede estar infectada (Centers for Disease Control
si se identifica una neoplasia cervicouterina de alta malignidad o un and Prevention, 2010b). Winer et al. 2003, realizaron el primer
cáncer invasor, por estudios citológicos o histológicos, se supondrá estudio prospectivo del uso de preservativos por el varón y el riesgo
que existe infección por HPV y no se necesitan métodos confirma- de HPV en mujeres jóvenes y señalaron disminuciones en las cifras
torios respecto al virus. No está indicada la práctica sistemática de de infección por HPV incluso si no se utilizaron constantemente
métodos para identificar HPV fuera de algunas situaciones como: los preservativos.
método de cribado inicial de cáncer cervicouterino en mujeres de
30 años o más; selección o vigilancia de algunos resultados cito-
Vacunas contra HPV
lógicos anormales y también vigilancia después de tratamiento. La obtención reciente y constante de vacunas constituye el ele-
Tampoco están indicados los métodos de detección primaria de mento promisorio de mayor importancia para evitar la infección
HPV en mujeres menores de 30 años o para cualquier indicación por HPV y tal vez para limitar o revertir sus secuelas en personas
de las que tienen menos de 21 años ante los altos índices de pre- infectadas.
valencia y las cifras de eliminación vírica en dichos grupos. En Aspectos inmunológicos de la infección por HPV. Se conocen
Estados Unidos, la FDA no ha aprobado la práctica de métodos sólo en forma parcial los mecanismos inmunológicos de la infec-
para detectar HPV en mujeres después de histerectomía total. No ción por HPV. Al parecer, la inmunidad local y de tipo humo-
existe ya indicación clínica alguna para practicar métodos en caso de ral protege de la infección inicial. Es probable que la inmunidad
HPV de bajo riesgo pues si se realizan pueden surgir gastos inapro- mediada por mecanismos celulares desempeñe el mayor “papel” en
piados, necesidad de más valoraciones y tratamiento innecesario. la persistencia de la infección por HPV y también la progresión o
regresión de lesiones benignas y neoplásicas. El HPV evade el con-
■ Tratamiento de infección por HPV trol inmunitario por mecanismos diversos que incluyen limitación
Las indicaciones para tratar trastornos de la porción inferior de la de la infección al epitelio y en consecuencia, la ausencia de una fase
zona genital del aparato femenino por HPV son verrugas sintomá- virémica; expresión de bajo nivel de genes tempranos y la natura-
ticas que originan molestias físicas o psicológicas, neoplasias de alta leza no lítica ni inflamatoria de la infección así como la producción
malignidad o cáncer invasor. No es necesario emprender apresura- tardía de las proteínas de cápside altamente inmunógenas dentro
damente el tratamiento de una infección por HPV diagnosticada de las “escamas” superficiales (Kanodia, 2007).
por la impresión clínica, datos de estudios citológicos, histológicos
Vacunas profilácticas contra HPV. Las vacunas profilácticas
o detección de DNA de dicho virus.
desencadenan la producción de anticuerpos humorales que neu-
Se cuenta con diversas modalidades terapéuticas contra las
tralizan al HPV antes de que infecte las células del hospedador
verrugas y se las selecciona con arreglo al tamaño, sitio y número
(Christensen, 2001). No evitan la positividad transitoria de HPV
de ellas. Cabe utilizar la eliminación o destrucción mecánica,
ni ocasionan la resolución de infecciones preexistentes. A pesar de
inmunomoduladores tópicos o coagulación química o térmica
ello, evitan el establecimiento de alguna infección nueva y persis-
(cuadro 3-21). No existe un tratamiento eficaz contra la infección
tente y el surgimiento ulterior de neoplasias.
subclínica por HPV. En los intentos imprácticos de erradicar infec-
En Estados Unidos, la FDA ha aprobado el uso de dos vacu-
ciones por HPV se puede hacer daño físico innecesario a la porción
nas para evitar las infecciones incidentes por HPV y la neoplasia
inferior del aparato genital de la mujer porque tales cuadros ceden
cervical. Utilizan tecnologías de bioingeniería para la generación
por sí solos.
sintética de las proteínas de cápside L1 de cada tipo HPV incluidos
La exploración del varón compañero de la mujer no beneficia a
en la vacuna. Las partículas similares a virus resultantes son fuerte-
ella, porque no influye en la reinfección ni modifica el curso clínico
mente inmunógenas, pero no son infecciosas porque no poseen el
o los resultados del tratamiento en el caso de verrugas genitales o
DNA del virus (Stanley, 2006b). La respuesta inmunitaria a ambas
neoplasias de la porción inferior del aparato genital de la paciente
vacunas es mucho más potente y constante que la que surge en
(Centers for Disease Control and Prevention, 2002).
reacción a las infecciones naturales (Stanley, 2006a; Villa, 2006).
Gardasil es la vacuna cuadrivalente contra los tipos 6, 11, 16 y
■ Prevención de infección por HPV 18 de HPV. Cervarix es una vacuna bivalente contra los tipos 16
Intervenciones conductuales y 18 de dichos virus. Cada una contiene un complemento diferente
que induce la respuesta inmunitaria del receptor de los antígenos
Entre las estrategias lógicas para evitar o limitar la infección genital
de la vacuna. Las dos vacunas son muy seguras y toleradas satisfac-
por HPV y sus efectos adversos están la abstinencia sexual, retrasar
toriamente si se aplican en tres dosis intramusculares en un lapso
la fecha de inicio de los coitos y limitar el número de compañeros
de seis meses (cuadro 1-1, pág. 8), (Harper, 2006; Mao, 2006).
sexuales. Sin embargo, no se cuenta con datos de estudios de orien-
Las estrategias de vacunación deben enfatizar en administrar las
tación y modificación de prácticas sexuales.
vacunas antes de que comience la actividad sexual, etapa en que
Preservativos. Es recomendable utilizar preservativos para evitar es máximo el beneficio potencial. Sin embargo, el antecedente de
infecciones de transmisión sexual (STI, sexually transmittted infec- actividad sexual previa o una enfermedad por HPV no constituyen
tions) en términos generales, pero no hay tanta certeza en cuanto contraindicación de la administración de la vacuna; ello se debe a
a su eficacia, para evitar de manera específica la transmisión de que la exposición previa y la magnitud de la respuesta inmunitaria

ERRNVPHGLFRVRUJ
738 Oncología ginecológica

natural contra los tipos de HPV en que actúan las vacunas no se En ninguno de los estudios clínicos publicados hasta la fecha
puede conocer para una persona en particular. Sobre tal base no se ha comparado la eficacia de las dos vacunas. Se sabe que las dos
se ha recomendado antes de la vacunación la identificación de disminuyen extraordinariamente la “intensidad” de la enfermedad
HPV (American College of Obstetricians and Gynecologists, 2010b). por HPV pero no se ha corroborado que disminuya la incidencia
SECCIÓN 4

En Estados Unidos, The Advisory Committee on Immunization ni los índices de mortalidad del cáncer cervicouterino, en compa-
Practices recomienda en la actualidad administrar sistemáticamente ración con los métodos corrientes de detección citológica inicial
cualquiera de las vacunas a niñas de 11 a 12 años (incluso desde (cribado).
los 9 años). La vacunación es recomendable para personas de 13 a
26 años, en circunstancias óptimas, antes de la posible exposición a Vacunas terapéuticas. La obtención de vacunas terapéuticas
través del contacto sexual (CDC, 2010a). Es posible administrar la eficaces para mitigar o erradicar la enfermedad establecida por
vacuna a mujeres que amamantan a su hijo pero no se les aplicará HPV incluyendo las verrugas genitales, lesiones preinvasoras y
durante el embarazo (categoría B) (American College of Obstetricians cáncer invasor presenta problemas mucho más formidables. Los
and Gynecologists, 2010b). Las mujeres con inmunodeficiencia son mecanismos inmunitarios mediados por células, del HPV son más
elegibles para recibir la vacuna, pero en teoría tal vez no gene- complejos y no se tienen tantos conocimientos en comparación
ren títulos de anticuerpos lo suficientemente altos como los de las con la inmunidad de tipo humoral. La infección persistente por
mujeres con buena función inmunitaria. Es importante orientar el virus en cualquier forma constituye una indicación de que la
a las pacientes de que se espera que con las vacunas mencionadas interacción entre él y el hospedador ha evadido una reactividad
se eviten en promedio 70% de los cánceres cervicouterinos, pero inmunitaria de la persona. Padilla-Paz (2005) fueron los últimos
no protegerán del 30%, aproximadamente causados por los tipos en revisar estudios de investigaciones clínicos, y hasta la fecha han
oncógenos de HPV que no cubre la vacuna. Por estas razones, la señalado índices pequeñísimos de buenos resultados obtenidos con
vacunación contra HPV no elimina la necesidad de técnicas de las vacunas terapéuticas.
detección sistemática del cáncer cervicouterino. Las dos vacunas
poseen una eficacia cercana al 100% para evitar la infección inci- NEOPLASIA INTRAEPITELIAL CERVICOUTERINA
dente y las neoplasias cervicales de alta malignidad de los tipos 16
y 18 de HPV (Future II Study Group, 2007; Paavonen, 2009). El ■ Incidencia
debate en cuanto a la superioridad de una u otra vacuna gira alre- La verdadera incidencia de CIN sólo se puede estimar. Del 7%
dedor de: 1) la variedad de infecciones por HPV y lesiones clínicas aproximadamente de Papanicolaou con anormalidades epiteliales
que previenen; 2) la protección cruzada contra los tipos de HPV que se detectan cada año durante la aplicación de cribado en Estados
que no cubre la vacuna, y 3) la fuerza y duración de la respuesta Unidos, quizá la mitad contiene algún grado de CIN histológico
inmunitaria provocada (Bornstein, 2009). (Jones, 2000). La incidencia de CIN variará con la población estu-
En primer lugar con el Gardasil se obtiene protección adicional diada, porque guarda una relación importante con la edad menor
contra HPV de tipos 6 y 11 que causan casi todas las verrugas con- en que inició la actividad sexual, factores socioeconómicos y otros
génitas y también una fracción importante de anormalidades cito- comportamientos relacionados con riesgo. Aún más, los méto-
lógicas de baja malignidad que obligan a la valoración. En Estados dos clínicos usados para diagnosticar CIN, sobre todo citología
Unidos se ha aprobado al Gardasil para evitar las verrugas geni-
y colposcopia “de cribado” no tienen sensibilidad en este sentido.
tales en varones y en mujeres. También lo aprobó la FDA en ese
país para impedir la aparición de neoplasias en vagina, vulva y ano
(Centers for Disease Control and Prevention, 2010a). El Cervarix no ■ Evolución natural
impide las verrugas genitales y no ha recibido aprobación para evi- Las lesiones preinvasoras muestran regresión espontánea al cuadro
tar enfermedades extracervicales de la porción inferior del aparato normal, permanecen estables por largo tiempo o evolucionan a un
genital de la mujer. grado mayor de displasia. Escasas lesiones de tipo CIN tienen la
En lo que se refiere al segundo punto de debate, con Cervarix capacidad de evolucionar y llegar a la forma francamente invasora
se ha demostrado protección cruzada contra los tipos 45, 31 y 52 de cáncer, pero el potencial neoplásico aumenta conforme lo hace
de HPV en tanto que Gardasil presenta reactividad cruzada sola- el grado de CIN. Hall y Walton (1968) observaron progresión
mente con el tipo 31 de HPV (Brown, 2009; Jenkins, 2008). El hasta la forma de CIS en 6% de las displasias histológicamente
tipo 45 de HPV es causa importante de adenocarcinoma cervico- “mínimas”; en 13% de las displasias moderadas y en 29% de las
uterino; estos tumores son más difíciles de detectar y evitar que las displasias “evidentes”. Las displasias mínimas mostraron regresión
lesiones escamosas y su incidencia va en aumento (Huh, 2007); o desaparecieron en 62% de las pacientes, pero sólo 19% de las
esta protección cruzada respecto a tipos de HPV en los cuales no que tenían enfermedad evidente tuvieron tal comportamiento.
tiene acción específica una u otra vacuna podría proteger contra Los estimados mejores disponibles de la progresión, persistencia
10 a 20% adicionales de cánceres cervicouterinos. Si se compara la y regresión de CIN se obtuvieron gracias a la revisión de Ostor
imnunogenicidad las dos vacunas probablemente sean muy inmu- (1993) y se incluyen en el cuadro 29-1. En fecha reciente, Castle et
nógenas y han generado protección que dura como mínimo 5 años al. (2009b) calcularon que en promedio 40% de los casos de CIN
después de la vacunación. Los fabricantes de Cervarix afirman que 2 muestran regresión espontánea en término de 2 años.
su carácter complementario induce la aparición de concentraciones
de anticuerpos más altas y más sostenidas que el caso del Gardasil.
A pesar de ello, las concentraciones de anticuerpos no necesaria- ■ Factores de riesgo
mente se correlacionan con la duración de la protección clínica, y Los factores de riesgo identificables para la aparición de neoplasia
las dos vacunas tienen excelentes propiedades de memoria inmu- intraepitelial cervicouterina son semejantes a los que privan en el
nitaria (Bornstein, 2009). caso de lesiones invasoras y son útiles en la generación de progra-

ERRNVPHGLFRVRUJ

También podría gustarte