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Nueve técnicas para sacarle el máximo partido al estudio

Aves nocturnas', 'machacas', 'correcaminos'... cómo mejorar los métodos de


aprendizaje más allá de las técnicas y prácticas aisladas
Hay quien es un ave nocturna y otros que prefieren estudiar nada más levantarse.
Algunos pasan horas en la biblioteca o los hay que se refugian en la familiaridad
de su dormitorio. Sea cual sea su caso, ¿tiene la sensación de que los conceptos
que ha ido adquiriendo se han evaporado al final del día? Desde pequeños, los
suspensos nos llevan a creer que no tenemos la capacidad suficiente y la
desmotivación nos empuja a la falta de voluntad para el estudio. España es el
segundo país de la Unión Europea (por detrás de Malta) con mayor fracaso
escolar: el 19% de los jóvenes de entre 18 y 24 años no ha terminado la ESO. Los
expertos alegan que esta cifra sería mucho menor si los estudiantes tuvieran un
buen método. «El 85% de los alumnos no utiliza una estrategia adecuada. La
mayoría lee e intenta aprender el tema de memoria. A esto lo llamamos el
método machaca. Hay otros alumnos que hacen subrayado sin criterio -
método correcaminos-. Así, es probable que, pasado un tiempo, lo hayan olvidado
prácticamente todo», explica José Pascual, fundador del Método Pascal, pionero
en introducir en España el término técnicas de estudio hace 37 años. «La mayoría
de los alumnos utiliza técnicas aisladas, lo que resulta ineficaz», cuenta Pascual,
que propone un método para mejorar el rendimiento:

• Prelectura

Se trata de que el alumno se anticipe a la lección y que, cuando el profesor


explique el temario en clase, él ya se lo haya leído y conozca las cuestiones de las
que está hablando.

• Lectura comprensiva

Según el fundador del Instituto Pascal, la mayoría de los estudiantes utiliza sólo
esta técnica: leer el temario, varias veces si es necesario, y tratar de entenderlo y
memorizarlo.

• Subrayar

El paso siguiente es el análisis. «Hay que buscar marcadores estructurales en


cada párrafo (el pez gordo) y subrayar las ideas principales y las secundarias (con
diferentes colores). Sólo una palabra, no toda la línea», explica.

• Hacer resúmenes

Es el momento de hacer una síntesis: resumir de la forma más breve posible, pero
teniendo cuidado de no dejar nada importante fuera. Hay que emplear nuestras
propias palabras para que sea más sencillo de recordar, a la vez que se repasa
mientras se escribe.

• Preparar esquemas
Son otra forma de sintetizar. Pascual explica que resulta más sencillo organizar las
ideas si se representan jerárquicamente, destacando las ideas principales y
secundarias mediante flechas o similares.

• Reglas mnemotécnicas

Éstas ayudan a meterse los contenidos más concretos en la cabeza. Son útiles
para recordar nombres, fechas o conjuntos, relacionando conceptos mediante
palabras clave o siglas.

• Repaso

Según el experto, repasar lo estudiado con la ayuda de los resúmenes y los


esquemas es necesario, ya que, «si no se hace, a las 24 horas se habrá olvidado
todo».

• Autoevalución

El último peldaño que propone Pascual para estudiar un temario es hacer tests,
exámenes simulados u orales y tarjetas con preguntas y respuestas.

• Organización

Para que los pasos anteriores tengan éxito, es necesario distribuir el tiempo
correctamente: fraccionarlo a lo largo del curso en vez de estudiar los días previos
al examen y preparar un calendario de estudio.

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