Está en la página 1de 1

Padre celestial, al entrar a mi colegio, traigo tu presencia conmigo.

Yo hablo de tu paz,
tu gracia, tu misericordia. Reconozco, tu poder sobre todo lo que se hará, se hablará,
se pensará y se decidirá dentro de estos muros.
te agradezco los dones con los que me has bendecido. Me comprometo a usarlos
responsablemente en Tu honor.
cuando esté confundido, guíame. Cuando esté cansado, energízame.
Papito Dios derrama tu misericordia sobre mí. Bendice a mi familia y mi hogar
te agradezco todo lo que has hecho, todo lo que estás haciendo y todo lo que vas a
hacer. oramos con mucho amor y agradecimiento antes de iniciar esta jornada. Te lo
pedimos con mucha fe amen

PADRE NUESTRO que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros
tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de
cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que
nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.

DIOS TE SALVE, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres
entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre
de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
Ahora vamos todas hacer la oración que nos caracteriza como Inmaculadistas
MADRE Y REINA DE LA ANUNCIACION, a tu corazón de madre entrego mi Alma,
mis pensamientos, recuerdos, imaginaciones, deseos y temores. Recibe mi corazón
para que sea un solo palpitar con el vuestro, mi cuerpo con sus sentidos; quiero
mirarte Madre con gratitud. Te entrego mi lengua, que en cada frase que pronuncie,
repita: "Soy toda tuya".
Quiero pedirte más amor para el Santo Padre, para la Iglesia y para todos mis
hermanos. Madre Bondadosa, desde hoy quiero vivir contigo, que tu dirijas mis pasos
y deseos y para eso, al empezar una acción me diré: ¿Cómo lo haría María?.
Te entrego mi vida espiritual, que sea un sólo vivir en el amor del Espíritu Santo, para
todos mis hermanos. Así sea.
GLORIA al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Que tengamos una bendecida y pacifica jornada en el nombre del padre del hijo y del
espíritu santo amen

También podría gustarte