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SOMOS RESPONSABLES

DE LA CALIDAD EDUCATIVA DE 2.100 NIÑOS Y NIÑAS GALLEGOS

En Galicia no se toma en serio la educación para la primera infancia.

Los profesionales que trabajamos en las escuelas infantiles de la Consellería de Traballo asumimos la responsabilidad
social educativa ante miles de familias gallegas que cada curso nos entregan la educación y el cuidado de sus hijos e
hijas.

Somos muchas veces el único recurso, y no debería de ser así, con que cuentan las familias para poder conciliar sus
obligaciones familiares con las laborales.

Pero, sobre todo, trabajamos para la comunidad formando ciudadanos desde la cuna. La infancia, ese bien preciado y
cada vez más escaso, necesita de escuelas infantiles donde sus necesidades emocionales, sociales, cognitivas y físicas
puedan desarrollarse durante las cada vez más prolongadas jornadas de las niñas y niños pequeños (forzadas por la
inflexible jornada laboral de sus padres y madres).

Está demostrado que un sistema de escuelas infantiles universal y de alta calidad puede corregir las disparidades en
materia de desarrollo social en una comunidad.

El presidente Feijóo prometió en su programa electoral que las escuelas infantiles serían integradas en la Consellería de
Educación, como un primer paso para ofertar un servicio educativo de calidad. Incluso creó, recién instalado en San Cae-
tano, una Comisión para estudiar las condiciones de ese traspaso, comisión que ha resultado ser inoperante. Durante la
celebración del Congreso Gallego de Educación Infantil, organizado por AGADEI el pasado mes de abril, la conselleira
de Traballo doña Beatriz Mato aprovechó el foro para manifestar que “cuando hablamos de escuelas infantiles de 0 a 3
años, hablamos de Educación”.

Tras dos años de legislatura, el personal de las escuelas infantiles dependientes de la Xunta(tanto educativo como de
servicios) nos preguntamos públicamente y queremos que familias, sindicatos, Universidad y Parlamento a su vez se
pregunten:

• ¿De qué sirve tener un marco legislativo (Currículum, LOE,…) si el sistema de funcionamiento de los centros
no permite la existencia de una estructura pedagógica?

• ¿Cómo puede reclamar la Xunta a los profesionales de los centros tareas pedagógicas de planeamiento,
programación, evaluación y elaboración de documentos pedagógicos como el Proyecto Educativo o la
Propuesta Pedagógica, entre otros, sin asignación horaria, en una jornada laboral de siete horas y media
diarias, todas ellas de atención directa a los menores?

• ¿Dónde están los fondos para la formación del personal si no se incentiva la profesionalización de
las escuelas públicas, pero se refrendan las iniciativas privadas, ni se implementan planes de
formación contínua?

• ¿Qué consideración le merece a este gobierno autonómico la infancia cuando en el acceso a los puestos de
trabajo por concurso-oposición, se ha determinado la cualificación más baja posible que permite la ley para
la atención de los niños y niñas?

• ¿Cómo cubrir cotidianamente las necesidades de niños y niñas tan pequeños (muy diferentes a las de los
escolares) con plantillas ajustadas al mínimo y un ineficaz y cicatero sistema de sustituciones?

• ¿Por qué somos “escuelas infantiles” a la hora de vender imagen educativa en Congresos y Jornadas, pero
nos convertimos en “guarderías” para la estructura administrativa de la Xunta?

• ¿Por qué en Galicia las competencias en materia de educación infantil 0-3 no están encuadradas como en
prácticamente la totalidad de las Comunidades del estado español en la administración educativa?

Ahora, además, la Xunta ultima el borrador de traspaso de las escuelas infantiles 0-3 a una futura Agencia Gallega de
Servicios Sociales, que vaciaría de contenido pedagógico las escuelas, sin descartar una futura privatización y precari-
zación del servicio.

Colectivo Cerotres para la Educación Infantil en Galicia.

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