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Combustibles
Combustibles
1. Introducción
A1 utilizar los productos de la combustión, es decir, los humos, como agentes para el
aprovechamiento del calor, en realidad lo que se está haciendo es usar su entalpía. Durante estos
procesos, los humos se enfrían y, por tanto, su entalpía disminuye. En algunas aplicaciones, este
enfriamiento puede llegar a provocar la condensación del vapor de agua presente en los productos de
la combustión, lo cual implica una cesión de calor adicional que se suma a la energía inicialmente
cedida por el combustible. Así se distinguen dos clases de poder calorífico: el poder calorífico
inferior, que es el propio del combustible y se designa por las siglas PCI, y el poder calorífico
superior, que es el del combustible aumentado con el calor latente de condensación del agua de los
humos y que se designa por PCS.
Tabla 1
El poder calorífico del carbón oscila entre 30.000 a 35.000 kJ/kg en una antracita, y entre
15.000 a 18.000 kJ/kg en un lignito. Los combustibles líquidos tienen un poder calorífico próximo a
40.000 kJ/kg. Los combustibles gaseosos de la 2ª y 3ª familia también tienen un poder ca lorífico que
varía entre 45.000 a 50.000 kJ/kg.
Sin entrar a fondo en la compleja y rica temática del estudio del carbón, indicaremos
someramente que la composición de un carbón es fundamental para establecer sus propiedades, así
como su densidad, y su contenido en azufre y en materias volátiles. La composición se puede dar
según se efectúe el análisis del carbón. Así, se distinguen el análisis inmediato, que consiste en dar la
composición en carbono fijo, sustancias volátiles, humedad y cenizas, y el análisis elemental, que
trata de dar las fracciones másicas en carbono, hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno, con el agua
molecular y las cenizas aparte. La tabla 2 facilita la composición de una semiantracita típica en ambas
modalidades.
Tabla 2
• Viscosidad cinemática: generalmente se determina a 37,8 °C. Por ejemplo, la de un gasóleo varía
entre 4,5 y 5,5 cSt.
• Transparencia, brillo y color: estas propiedades se establecen mediante ensayos regulados por
normas específicas.
• Corrosión: el ensayo se lleva a cabo midiendo el tiempo que tarda el combustible en atacar una tira
de cobre o plata o también mediante ensayos regulados por normas específicas.
• Contenido en azufre, plomo y residuos: como su nombre indica, esta propiedad simplemente
determina el contenido del combustible en estos elementos, importantes por su efecto sobre la
contaminación ambiental.
• Límites de inflamabilidad: esta propiedad establece las proporciones de gas y aire necesarias para
que se produzca la combustión mediante un límite inferior y un límite superior. La tabla 3
proporciona los límites de inflamabilidad de algunos gases. Para más información, puede consultarse
[1 y 2]. Cuando se trata de una mezcla de gases, se utiliza la ecuación de Le Chatelier-Coward:
siendo Li el límite de inflamabilidad de cada componente de la mezcla. La ecuación anterior se aplica
tanto para determinar el límite inferior como el superior.
Tabla 3
Tabla 4
Figura 1
Dos gases son intercambiables cuando tienen el mismo potencial de combustión y el mismo
índice de Wobbe. El índice de Wobbe (W) es:
siendo PCS el poder calorífico superior del gas y ρr, su densidad relativa. El potencial de combustión
es un índice de naturaleza empírica relacionado con la velocidad de combustión del gas. Se expresa
de forma diferente [1] para las distintas familias de gases. Cuando un gas puede ser sustituido por otro
en un quemador, sin ninguna clase de ajuste, se dice que ambos gases son intercambiables.
Puede construirse un gráfico general que corresponde a una gama amplia de quemadores,
donde aparece la zona de funcionamiento satisfactorio correspondiente a las tres familias de gases
(figura 2). Este diagrama puede ayudar a decidir la intercambiabilidad de dos gases o mezclas.
Figura 2
Bibliografía
[1] MIRANDA, A. L. y OLIVER, R.: La combustión. Grupo Editorial CEAC, Barcelona, 1996.
[2] LORENZO BECCO, J. L.: Los GLP. Los gases licuados del petróleo, Repsol-Butano, Madrid,
1990.
[3] MOLINA, A.L. y MOLINA, G.: Manual de Eficiencia Energética Térmica en la Industria.
CADEM, Bilbao, 1993.
[4] LLORENS, M. y MIRANDA A.L.: Ingeniería Térmica. Grupo Editorial CEAC, Barcelona, 1999.