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Continuando con la leyenda de los trece muchachos de navidad, te cuento que

son muchas las personas que desean conocerlos, por eso en el resto de los meses
del año, existen quienes se aventuran a visitar los lugares en las montañas,
donde por siglos se ha dicho que viven estos hermanos con sus padres y su
mascota. Afirmó la cuentera al público de la plaza.

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Bjúgnakrækir o en español: Devorasalchichas. Baja de las montañas el 20 de
diciembre y se queda hasta el 2 de enero. Contándote cosas curiosas…
Imagínate que la salchicha que más le gusta a este trol es la bjúgu la cual está
hecha con carne de cordero ahumada, a veces combinado con caballo o cerdo.
Si de caballo…
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Pero, sabes, hoy es cada vez más difícil de encontrar bjúgu, entonces
Devorasalchichas se tiene que conformar con otras, como las que encontramos
en cualquier supermercado del mundo. Aclaró la cuentera.
Te contaré una historia sobre este trol.

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Desde hacía muchos años, cuando Devorasalchichas bajaba de las montañas
visitaba la cocina de su carnicería favorita. Llegó a las ventanas: cerradas. A
pesar de su edad, trepó al techo para entrar por las tejas y estaban bien selladas.
No entendía que ocurría, pues durante muchos años había podido entrar a esa
cocina donde lo esperaban sus amadas salchichas bjúgu. Explicó la cuentera.
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¿Creerás? El carnicero cansado de ser asaltado todos los diciembres por
Devorasalchichas, pasó todo el año haciendo de su cocina la más segura de
Islandia. Había mandado a colocar cerrojos en cada una de las ventanas,
cerrando cada huecos que quedaban entre las tejas o cualquier otra parte. Mejor
dicho…una caja fuerte.

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Imagínate la decepción de Devorasalchichas, quien, seguro, en su cabeza ya
estaba brincando por la cocina hasta conseguir las salchichas que estaban
colgadas en las vigas, saboreándolas y luego saltando de alegría. ¡Pobrecito!
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Ante la cocina de la carnicería cerrada, Devorasalchichas decepcionado decidió
irse al puesto callejero de la esquina, donde vendían perritos caliente. Aclaró la
cuentera.

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Bueno, creo que Devorasalchichas después de ese día cambió de carnicería o

tienda para poder alimentarse, porque si es por nuestro amigo el carnicero
seguirá pasando hambre. Comentó la cuentera, inclinándose ante el aplauso del
público e informando que continuaría con la leyenda del décimo muchacho de
navidad.