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1888 REXAMINADO

Robert J. Wieland
Donald K. Short

Historia de un siglo de confrontación entre Dios y su pueblo

“Estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están


escritas para amonestarnos a nosotros, que vivimos en
estos tiempos finales”

1 Cor. 10:11
2
Índice

Prefacio …………...…………..…………………………………………………. 4
1. ¿Por qué examinar nuestro pasado adventista? ……………………………………. 9
2. El pecado de abandonar nuestro primer amor ……………………………………. 15
3. El fuerte pregón viene de forma inesperada ………..……………………………. 21
4. Aceptación o rechazo: en busca de un enfoque más nítido ……………………….. 31
Nota adicional: Testimonio de los archivos de la Asociación General …………… 49
5. El problema fundamental: cómo evaluar el mensaje de 1888 ………………… 55
6. E. White, rechazada en 1888 ………………..……………………………………… 67
7. Un examen más detenido de las confesiones …………………………….………. 81
8. Un movimiento en crisis: la asamblea de la Asociación General de 1893 ………….. 95
9. Una falsa justificación por la fe: sembrando la apostasía ………………..………. 101
10. Por qué se descaminaron Jones y Waggoner …………………………………….. 115
11. Las crisis alfa y omega ……………………………………………………………… 129
12. La apostasía del panteísmo ………………………………………………………... 139
13. Predicciones de E. White sobre la adoración a Baal ………………………………. 145
14. De 1950 a 1971 …………………………………………………………………….. 159
15. De 1971 a 1987 y años sucesivos …………….……………………………………. 169
16. Apéndice A: ¿Enseñó A.T. Jones la herejía de la carne santa? ………………… .. 183
17. Apéndice B: Ideas contrastadas sobre la justicia por la fe …………………..……. 187
18. Apéndice C: Rastreando el mito de la aceptación ………………………………. 193
19. Apéndice D: ¿Qué futuro aguarda a la iglesia adventista? ………………………… 197
20. Apéndice E: Breve análisis de las publicaciones entre 1987 y 1988 …………...... 205

Traducción, noviembre 2012: www.libros1888.com

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Prefacio

Los autores tienen la firme convicción de que explosión del conocimiento humano tengamos
Dios confió a la iglesia adventista su último men- como pueblo una comprensión vaga e indefinida
saje de gracia sobreabundante para la humanidad. de lo que Cristo está haciendo como Sumo Sa-
Este mensaje ha de propiciar la resolución final cerdote en este día de la expiación final, y escasa
del problema del pecado, ha de manifestar la jus- sintonía con sus objetivos. Y aquello que no
ticia en la humanidad creyente, y vindicar el sa- comprendemos, no podemos comunicarlo al
crificio de Cristo. En el reino celestial no puede mundo.
entrar “ninguna cosa impura o que haga abomi-
nación y mentira” (Apoc. 21:27). Es bien sabido que una gran proporción de nues-
tra juventud carece de convicciones firmes relati-
Los autores creen también que el Salvador tiene vas a la identidad adventista. Una serie de artícu-
un deseo inconmensurable de que su pueblo pre- los en Adventist Review de junio de 1986 recono-
pare el camino para su retorno. El mensaje que el ce la existencia de un fenómeno nuevo: jóvenes
Señor envió a este pueblo en 1888 tenía el propó- adventistas se están uniendo a iglesias guardado-
sito de completar su obra de gracia en los cora- ras del domingo (ver capítulo 13 de este libro).
zones humanos, de modo que el gran conflicto
pudiera llegar a su culminación. Pero algo se tor- Proliferan ministerios independientes y grupos
ció hace un siglo. El plan del Señor resultó frus- disidentes. La irrupción de escándalos financieros
trado y retardado. ¿Qué sucedió? ¿Por qué la pro- y herejías provee munición para las armas de los
longada demora? críticos. Se suscitan dudas en cuanto a si la igle-
sia adventista del séptimo día está destinada a
Las luces de hace un siglo han disminuido en in- convertirse en otra parcela de “Babilonia”.
tensidad, y en muchos casos se han extinguido y
desaparecido. Los hitos del adventismo se han di- El “preciosísimo mensaje” que el Señor “envió”
fuminado. Nuestro pueblo no ha abandonado ex- a su pueblo hace casi un siglo, contiene el “co-
plícitamente su confianza en la segunda venida mienzo” de la solución a todos esos problemas.
de Cristo, pero se ha desvanecido la expectación Fue un mensaje de gracia sobreabundante. Nues-
de su pronto retorno. Muchos están desorientados tras crecientes perplejidades son el resultado di-
y confundidos. El mundo actual seduce con sus recto, la cosecha cierta, de la incredulidad hacia
modas, diversiones y comodidad egoísta. aquel mensaje de 1888, en el pasado o en el pre-
sente. Cuando se rechaza la verdad, el error se
Incluso en comunidades adventistas motivadas, precipita siempre para ocupar el vacío. Pero no
informadas, dotadas de una rica herencia históri- hay problema que no pueda remediar el arrepen-
ca, el divorcio se ha vuelto casi epidémico. El timiento.
beber alcohol “socialmente” es un problema en
nuestros seminarios y universidades, y en mu- La iglesia mundial está en necesidad de conocer
chos de nuestros hogares. Muchos adventistas en sin mayor demora la historia completa de nuestra
América del Norte no tienen una concepción cla- confrontación con Cristo durante un siglo. E.
ra del día de la expiación celestial, o de nuestro White comparaba frecuentemente nuestro fracaso
singular deber relativo a la temperancia y el do- en 1888, con el rechazo del que fue objeto Jesús
minio propio derivados de ese concepto. Es sor- por parte de los judíos dos milenios antes. En este
prendente que en una época caracterizada por la libro rexaminaremos cartas y manuscritos de E.
4
White, así como declaraciones suyas publicadas. escribió un breve mensaje que resume la convic-
A la mensajera del Señor se le debe permitir ha- ción de su madre en estos términos: “Dije [a Lida
blar abiertamente, sin restricciones. Cuando la Scott] cómo percibía mi madre la experiencia de
verdad sea plenamente comprendida, bien porque la iglesia remanente, y le referí la convicción que
estos autores sean capaces de expresarla con su- tenía de que Dios no permitiría que esta denomi-
ficiente claridad, o bien porque otros lo hagan nación apostatara tan plenamente como para que
posteriormente con mayor éxito, seguirán un hubiera de sucederle otra iglesia” (Carta, 23
arrepentimiento y reforma, y su pueblo vendrá a mayo 1915). Esta declaración incluye el recono-
estar preparado para la venida del Señor. El men- cimiento implícito de que habría una considera-
saje a Laodicea no fallará, sino que resultará en ble apostasía, pero el Señor no permitiría que
sanación y restauración. fuera total. E. White murió en la convicción de
que finalmente tendría lugar un arrepentimiento
Poco antes del fallecimiento de E. White, su hijo denominacional.

¿En qué consistió el mensaje de 1888?

Este libro no tiene el propósito de profundizar en (2) Así, el sacrificio de Cristo justificó legalmen-
el propio mensaje. Otras obras escritas por estos te a “todo hombre” y salvó literalmente al mundo
mismos autores tienen esa intención: Introduc- de la destrucción prematura. Todo ser humano le
ción al mensaje de 1888, Review & Herald, debe su vida actual, tanto si cree en él como si no
1980; Gold Tried in the Fire, Pacific Press, 1983; lo hace. Cada pan lleva la marca de su cruz.
The Good News is Better Than You Think, Pacific Cuando el pecador oye y cree el evangelio en su
Press, 1985; A Summary of the History and Con- pureza, es justificado por la fe. Los perdidos nie-
tent of the 1888 Message, 1977, The Message gan deliberadamente la justificación que Cristo
Study Committee. No obstante, para quienes no efectuó ya por ellos.
tienen acceso a tales publicaciones o a las fuentes
originales, hacemos un breve resumen de los (3) La justificación por la fe es, por lo tanto, mu-
elementos esenciales y singulares del mensaje. cho más que una declaración legal de absolución:
Los lectores reconocerán que esos conceptos es- transforma el corazón. El pecador recibe ahora la
tán en contraste con las ideas generalmente (u expiación, que significa reconciliación con Dios.
oficialmente) sostenidas por nuestro pueblo hoy Puesto que es imposible estar verdaderamente re-
(la documentación está disponible en los libros conciliado con Dios y no estar a la vez reconci-
citados más arriba): liado con su santa ley, la única conclusión posi-
ble es que la verdadera justificación por la fe ha-
(1) El sacrificio de Cristo no es meramente provi- ce al creyente obediente a todos los mandamien-
sional sino efectivo para el mundo entero, de mo- tos de Dios.
do que la única razón por la cual alguien puede
perderse es prefiriendo resistir la gracia salvadora (4) El ministerio del nuevo pacto realiza esa obra
de Dios. Para aquellos que por fin se salvarán, maravillosa cuando el Señor escribe realmente su
fue Dios quien tomó la iniciativa; en el caso de ley en el corazón del creyente. Se desea la obe-
los que se pierdan, son ellos quienes tomaron la diencia, y la nueva motivación trasciende el te-
iniciativa. La salvación es por la fe; la condena- mor a perderse o la esperanza de recompensa
ción es por la incredulidad. (ambas motivaciones están contenidas en la ex-
5
presión de Pablo de estar “bajo la ley”). El anti- do en todo como nosotros (Heb. 4:15), y sin em-
guo y el nuevo pacto no son una cuestión crono- bargo demostrar una justicia perfecta en esa
lógica secuencial, sino una cuestión de mentali- “semejanza de carne de pecado” (Rom. 8:3). El
dad. La fe de Abraham lo capacitó para vivir bajo mensaje de 1888 comprende el término “seme-
el nuevo pacto, mientras que multitudes de cris- janza” como queriendo decir exactamente lo que
tianos viven hoy bajo el antiguo pacto debido a dice: semejanza, ¡no diferencia! Justicia no es
que su motivación es una preocupación egocén- una palabra que se aplique a Adán en su estado
trica. El antiguo pacto consiste en la promesa he- no caído, ni a los ángeles sin pecado. Se refiere a
cha por el pueblo, de ser fieles al Señor. Bajo el una santidad que entró en conflicto con el pecado
nuevo pacto la salvación viene al creer en las en carne humana caída, y que triunfó sobre él.
promesas que Dios nos hace a nosotros, y no al
hacerle nosotros promesas a él. Así, “el mensaje de la justicia de Cristo” que E.
White apoyó de forma tan entusiasta en la época
(5) El amor de Dios es de carácter activo, no me- de 1888 está enraizado en esa visión concreta de
ramente pasivo. Como el buen pastor, Cristo está la naturaleza de Cristo. Si Cristo hubiera asumido
activamente implicado en la búsqueda de la oveja la naturaleza sin pecado de Adán antes de la caí-
perdida. Nuestra salvación no depende de que da, el término “justicia de Cristo” sería una abs-
busquemos al Salvador, sino de que creamos que tracción sin sentido. Los mensajeros de 1888 vie-
él nos está buscando a nosotros. Aquellos que fi- ron la teoría de que Cristo hubiera tomado la na-
nalmente se pierdan es porque habrán resistido y turaleza sin pecado de Adán antes de la caída
despreciado la atracción de su amor. Tal es la como un legado del romanismo, como la insignia
esencia de la incredulidad. del misterio de la iniquidad que mantiene a Cristo
“alejado” y no “cercano, al alcance de la mano”.
(6) Por consiguiente, es difícil perderse y fácil ser
salvo, si uno comprende y cree cuán buenas son (8) Así, nuestro Salvador “condenó el pecado en
las buenas nuevas. El pecado es una resistencia la carne” de la humanidad caída. Eso significa
constante a su gracia. Puesto que Cristo pagó ya que quitó todo pretexto para el pecado. A la luz
la penalidad del pecado de todo hombre, la única de su ministerio, el pecado ya no es inevitable. Es
razón por la cual alguien puede ser condenado fi- imposible tener la verdadera fe en Cristo revelada
nalmente es por su persistente incredulidad: su en el Nuevo Testamento y continuar en pecado.
negativa a apreciar la redención efectuada por No podemos excusar el continuo pecar aduciendo
Cristo en la cruz, y ministrada por él mismo co- que “somos sólo humanos” o que “el diablo me
mo Sumo Sacerdote. El verdadero evangelio po- obligó a hacerlo”. A la luz de la cruz, el diablo no
ne en evidencia esa incredulidad y lleva a un ge- puede forzar a nadie a pecar. Ser verdaderamen-
nuino arrepentimiento que prepara al creyente pa- te “humano” es ser semejante a Cristo en carác-
ra el retorno de Cristo. El orgullo humano, y la ter, pues él era y es plenamente humano, tanto
adulación y lisonja dedicada a seres humanos es como divino.
inconsistente con la verdadera fe en Cristo, y es
una señal segura de la existencia de incredulidad, (9) En consecuencia, el elemento clave que preci-
aún dentro de la iglesia. sa el pueblo de Dios a fin de prepararse para el
retorno de Cristo es la genuina fe puesta de relie-
(7) En su búsqueda de la humanidad perdida, ve en el Nuevo Testamento. Pero este es preci-
Cristo dio todos y cada uno de los pasos, toman- samente el elemento que más le falta a la iglesia.
do sobre sí la naturaleza caída y pecaminosa del La iglesia se ve a sí misma como siendo “rica”
hombre en su estado posterior a la transgresión desde el punto de vista de la doctrina y experien-
de Adán y Eva. Lo hizo así para poder ser tenta- cia; como no teniendo necesidad de nada. Sin
6
embargo, su pecado es básicamente una patética sobreabundante, paralelo y consistente con la
incredulidad. La justicia se obtiene por la fe. Es singular verdad adventista de la purificación del
imposible tener fe y no demostrar justicia en la santuario celestial: una obra que implica la plena
vida, porque la verdadera fe obra por el amor purificación de los corazones del pueblo de Dios
(Gál. 5:6). Los defectos morales y espirituales en la tierra.
son hoy el fruto de perpetuar el pecado de incre-
dulidad del antiguo Israel, por la confusión deri- Hay otros aspectos del mensaje de 1888 tales
vada de una falsa justificación por la fe. como reformas en las áreas de la salud y la edu-
cación, pero el centro de atención en este libro es
(10) La justificación por la fe viene a ser a partir el núcleo central, tal como lo reconoció E. White:
de 1844 “el mensaje del tercer ángel en verdad”. la justicia por la fe. No es verdad que el mensaje
Así, sobrepasa en mucho la enseñanza de los re- de 1888 estuviera en oposición con la organiza-
formadores, y ciertamente lo que las iglesias po- ción eclesiástica, como se podrá ver en el capítu-
pulares entienden hoy. Es un mensaje de gracia lo décimo.

Significado actual del mensaje

La historia y el mensaje de 1888 contienen la conciencia adventista va a reconocer el testimo-


clave para la reconciliación con el Señor Jesús. nio de E. White relativo a 1888 como siendo la
La gran “expiación final” va a hacerse realidad. genuina manifestación del Espíritu de profecía,
“Habrá un manantial abierto para la casa de Da- “el testimonio de Jesús”. La verdad es invencible
vid [el liderazgo de la iglesia] y para los habitan- al ser recibida por corazones sinceros.
tes de Jerusalén [la iglesia organizada en su con-
junto], para la purificación del pecado y de la in- El mundo y el universo aguardan ese otro ángel
mundicia” (Zac. 13:1). Algunos, tal vez muchos, que desciende del cielo “con gran poder, y la tie-
despreciarán y rechazarán ese manantial del que rra fue alumbrada con su gloria”. Si el plan del
habla Zacarías, pero creemos en la sinceridad del Señor era que el mensaje de 1888 fuese el “co-
corazón del pueblo de Dios. Cuando conozcan la mienzo” de la obra de aquel ángel y el “comien-
verdad en su plenitud, responderán positivamen- zo” de la lluvia tardía, ¿puede haber algo más
te. “Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en importante que buscar la plena verdad al respec-
el día de tu mando”, declara el salmista (Sal. to?
110:3). La esencia latente del adventismo ha de
comprender y recibir aún verdades que ahora dis- Es nuestro deseo que este libro sea leído orando
tingue sólo vagamente. A pesar de la oposición en procura de discernimiento, y en un espíritu de
originada en la propia estructura eclesiástica, la fe y arrepentimiento.

Los autores, 3 de junio de 1987

7
(página dejada intencionadamente en blanco)

8
Capítulo 1

¿Por qué rexaminar nuestro pasado adventista?

El movimiento adventista no ha experimentado mano. Un amor como el suyo niega cualquier po-
hasta hoy un progreso consistente con su misión sibilidad de indiferencia divina. Sin embargo, mi-
profética. Ha habido progreso, pero no el que llones no saben casi nada sobre su mensaje de
demanda la Escritura. Los tres ángeles de Apoca- gracia. ¿Han de continuar en esa ignorancia, sin
lipsis 14 no han conmocionado todavía al mundo. oportunidad alguna de apreciar el costo de la re-
Millones conocen aún poco o nada sobre este dención que Cristo pagó, y de su ministerio su-
mensaje de vida o muerte. mosacerdotal actualmente en curso? Son pregun-
tas que demandan respuestas. ¿Cuál es la razón
No podemos negar que el cuarto ángel de Apoca- para la demora y cómo es posible rectificar en
lipsis 18 está aún pendiente de alumbrar la tierra consecuencia?
con la gloria de su mensaje. El programa divino
de amorosa preocupación por este planeta ha re- Por casi un siglo hemos estado buscando respues-
sultado de alguna forma obstaculizado. La pro- tas en cada plan sucesivo, en resoluciones, pro-
longada demora causa en la iglesia una creciente yectos y estrategias evangelizadoras. Solemos
perplejidad de proporciones insostenibles. pensar que si algún poder sobrenatural llevara a
cabo la propagación del mensaje en proporciones
Decir que hemos fracasado en cumplir nuestro universales, de modo que la población mundial
deber es sólo exponer el problema en términos pudiese finalmente entender de qué se trata, en-
diferentes: ¿Por qué no hemos cumplido nuestro tonces el Movimiento quedaría vindicado, y se
deber, y cuándo lo cumpliremos? Y declarar que materializaría el triunfo tan largamente esperado.
Dios va a intervenir y actuará en breve es expo- Y en tal caso no habría mayor necesidad de re-
ner el mismo problema aún en otros términos: xaminar nuestra historia…
¿Por qué no ha hecho todavía el Señor lo que va
a hacer finalmente? Pero Dios no puede vindicar un pueblo tibio. Eso
significaría una renuncia a su insistencia por más
Jamás nos atreveríamos a acusar a Dios de negli- de un siglo a fin de que su pueblo siga los princi-
gencia en el cumplimiento de su palabra. Sabe- pios rectos que él le comunicó mediante su men-
mos que ama tanto al mundo como para haber sajera inspirada. Una actitud de compromiso tal
dado a su Hijo para redimirlo, y que ha estado por parte del Señor equivaldría a una admisión de
dispuesto a llevar el plan de salvación a su triun- derrota: el fracaso de todo el plan de la reden-
fo final dese hace ya mucho tiempo. La cruz da ción, pues su verdadero éxito depende de ese
fe de su compromiso pleno con el problema hu- momento final.

La razón subyacente

La esperanza del pueblo de Dios ha sido en todo ciones que sostienen que los salvos reciben in-
tiempo la primera resurrección. Por razones bí- mediatamente su recompensa al sobrevenir la
blicas, los adventistas del séptimo día no pueden muerte. Las Escrituras enseñan que “duermen en
concordar con sus hermanos de otras denomina- Jesús” hasta que resuciten en la primera resurrec-
9
ción. Pero esa esperanza es vana a menos que re- especial nunca ocurriera, ¿habría de admitir el
grese Cristo, ya que es únicamente su presencia Señor que finalmente su pueblo no puede o no
personal lo que hace posible la resurrección. “Ese quiere vencer, que la norma propuesta ha resulta-
mismo Jesús” ha de volver literal y personalmen- do demasiado elevada, y que él nunca esperó
te. Ningún espíritu etéreo puede propiciar la resu- realmente que se la pudiera alcanzar? ¿Hemos
rrección de los muertos. malinterpretado a Cristo por más de un siglo al
asumir que él requiere obediencia a su ley, siendo
Pero esta creencia adventista llama de inmediato que la obediencia es imposible? ¿Pudiera ser que
la atención a un serio problema que pone en no hubiera preparación alguna especial necesaria
cuestión las teorías populares de la justificación para su pueblo?
por la fe. Si el alma humana es inmortal por natu-
raleza y los salvos van al cielo cuando mueren, Estas son preguntas trascendentes. Una parte sig-
no hay preparación alguna del carácter que sea nificativa de la iglesia y su ministerio se inclinan
especialmente necesaria en relación con el regre- en la dirección de conceptos populares en el sen-
so de Jesús. No hay una obra adicional que el tido de que no es posible vencer el pecado per se.
“evangelio eterno” deba cumplir, fuera de lo que Tales ideas se han adaptado al adventismo si-
efectuó ya por miles de años en aquellos que fue- guiendo la opinión calvinista consistente en que
ron muriendo. Así, las concepciones populares por tanto tiempo como uno posea una naturaleza
sobre la justicia por la fe son antagonistas de pecaminosa, el pecar es inevitable, y por lo tanto
cualquier tipo de preparación especial para la se- excusable (evidentemente eso niega la idea bási-
gunda venida. ca adventista del día de expiación anti-típico).

Esa es la razón por la cual la mayoría de los pro- Rebajar la norma de Dios a fin de vindicar un
testantes no-adventistas conciben la justicia por pueblo negligente y tibio sería una ofensa a la
la fe como algo limitado a una justificación legal. justicia divina. Significaría establecer la antigua
Según su punto de vista, la perfecta obediencia a Jerusalén en la tierra nueva, con sus continuas
la santa ley de Dios no es necesaria, ni tan sólo desviaciones, falta de arrepentimiento y desobe-
posible. La idea de una preparación especial para diencia, en lugar de la triunfante y plenamente
la segunda venida de Cristo es algo que queda arrepentida Nueva Jerusalén. Eso chasquearía la
sencillamente excluido de su pensamiento. esperanza de Abraham, quien “esperaba la ciudad
que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y cons-
Pero la verdad bíblica de la naturaleza del hom- tructor es Dios” (Heb. 11:10). Esa “ciudad” ha de
bre requiere que haya una comunidad de creyen- ser una comunidad formada por sus descendien-
tes vivos preparada para la segunda venida de tes espirituales finalmente victoriosos; no mera-
Cristo, de modo que pueda tener lugar la resu- mente por unos pocos individuos dispersos y
rrección de los muertos. Es comparable al agri- descoordinados por aquí y por allí. ¡La fe de
cultor que no puede recolectar su cosecha hasta Abraham no habrá sido en vano! Debe haber un
tanto no esté madura (Mar. 4:26-29). Pero su- pueblo que alcance esa madurez de fe y expe-
pongamos que el pueblo de Dios nunca esté pre- riencia cristiana de la que él mismo fue el verda-
parado, sea porque no puede, o porque no quiere. dero precursor espiritual. Tal es el clímax hacia
el que apunta la historia.
Cristo dice de sí mismo: “He vencido” (Apoc.
3:21), y declara al “ángel de la iglesia en Laodi- Y no fue sólo Abraham quien ejerció una fe co-
cea” que sus miembros deben vencer “así como mo esa. Leemos que el propio Cristo ha deposi-
yo he vencido”. Evidentemente se hace necesaria tado su confianza en este pueblo, a pesar de que
una preparación especial. Pero si esa preparación en el pasado “no creyeron”. Él dio su sangre en
10
favor de los seres humanos, y para la redención otro modo quedaría en descrédito el evangelio
completa de la raza humana. ¡Es una inversión eterno, y el Señor resultaría eternamente aver-
demasiado cara, si el resultado viniera a ser me- gonzado por haber depositado una fe ingenua en
nos que satisfactorio! Ciertamente no va a resul- la humanidad.
tar “nula la fidelidad de Dios” (Rom. 3:3). De

El fracaso: un desenlace impensable para el programa de Dios

Si bien es cierto que Cristo murió por nosotros y tecimientos del presente mientras alberga una vi-
pagó el precio por todos nuestros pecados como sión distorsionada de los hechos del pasado.
nuestro divino sustituto, se requiere cierta res-
puesta de fe por nuestra parte. En ausencia de un La verdad no pierde nada al rexaminarla deteni-
pueblo verdaderamente preparado para la segun- damente. Sea que se trate de una doctrina teoló-
da venida de Cristo, y sin que se comprenda su gica, o bien de un principio vital de la historia
misión mundial, el Señor no puede regresar. No eclesiástica, E. White indica que es necesario
puede echar su poderosa hoz hasta que la mies de desentrañarla:
la tierra esté madura (Apoc. 14:15 y 16). Esa
verdad está profundamente enraizada en el ad- “Ninguna doctrina verdadera perderá un
ventismo. No hay forma en que podamos obviar- ápice por someterla a rigurosa investiga-
la y seguir siendo adventistas. ción. Estamos viviendo en tiempos peligro-
sos y no debemos aceptar todo lo que se
Antes que el Señor pueda vindicar a su iglesia presenta como siendo verdad sin examinar-
remanente, la generación actual debe en esencia lo detenidamente, ni podemos permitirnos
rectificar de algún modo toda negación del pue- rechazar aquello que produzca los frutos
blo de Dios en seguir la luz. Eso debe efectuarse, del Espíritu de Dios. Al contrario: debemos
no según un programa de obras, sino mediante la recibir la instrucción y ser mansos y humil-
fe desarrollada hasta la madurez. Como juez, des de corazón... El Señor ha dispuesto que
Dios no puede aprobar al que es negligente en el nuestras opiniones sean puestas a prueba”
arrepentimiento, se trate de individuos o de un (Review & Herald, 20 diciembre 1892).
movimiento.
Si no sometemos “a prueba” nuestras opiniones
Las conclusiones de este estudio apuntan a la relativas a doctrinas o interpretaciones históricas,
existencia de graves incomprensiones oficiales mentes perspicaces entre nuestros oponentes ha-
relativas a episodios vitales en la historia adven- rán finalmente esa obra en nuestro lugar.
tista. Hay evidencia de que la verdad concernien-
te a la lluvia tardía del Espíritu Santo y el fuerte “Si es que Dios ha hablado por mí, llegará
pregón de Apocalipsis 18 ha sido distorsionada e el tiempo en que se nos llevará ante los
incluso encubierta. Eso ha acarreado trágicas consejos y ante millares a causa de su
consecuencias de alcance mundial. La incom- nombre, y cada uno tendrá que dar razón de
prensión de nuestro pasado distorsiona también su fe. Entonces tendrá lugar la más severa
nuestra comprensión del presente y debilita la crítica sobre cada posición que hayamos
confianza en nuestra misión singular. Eso nos asumido como verdad” (Review & Herald,
pone al borde del desastre. Es imposible para 18 diciembre 1888).
cualquiera, en cualquier parte, entender los acon-

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Las palabras precedentes se escribieron mientras toria, y lo que es “tradición de los ancianos”. Por
se desarrollaban importantes eventos de nuestra razones que expondremos más adelante, hemos
historia denominacional. Ciertas interpretaciones llegado a rodear el episodio de 1888 de nuestra
relativas a esos eventos han venido a alcanzar historia en las neblinas de esa tradición. Se im-
hoy entre nosotros casi la categoría de dogma. De pone la necesidad de distinguir entre los hechos y
ahí la necesidad de una investigación veraz, a fin la fantasía.
de poder distinguir entre lo que es verdadera his-

El arrepentimiento y el día de la expiación

La purificación del santuario no puede alcanzar Lo que está en cuestión no es la salvación de las
su cumplimiento hasta que no comprendamos almas de los queridos líderes que hace un siglo
plenamente el significado de 1888 en nuestra his- resistieron el mensaje. Aunque prisioneros en sus
toria, y quede resuelto el problema espiritual tumbas, descansan en la paz del Señor. La cues-
subyacente. Ese período particular de nuestra his- tión ahora es la finalización de la obra de Dios en
toria es especialmente significativo. Así lo impli- la tierra, en espera de que manifestemos la tan
ca una declaración que E. White escribió al pre- largamente esperada empatía con el Señor, que
sidente de la Asociación General, O.A. Olsen, permita verdaderamente darle “gloria, porque la
cuatro años después de la asamblea de Minnea- hora de su juicio ha llegado” (Apoc. 14:7). Nece-
polis: sitamos recuperar en nuestra generación la in-
conmensurable bendición que nuestros hermanos
“El pecado cometido en lo que tuvo lugar de hace un siglo mantuvieron “lejos del mundo”
en Minneapolis permanece en los libros de y de “nuestros hermanos, en gran medida” (Men-
registro del cielo, anotado contra los nom- sajes selectos, vol. I, p. 276). En Cristo somos
bres de aquellos que resistieron la luz, y “un cuerpo”, una ciudad o comunidad espiritual
permanecerá en los registros hasta que se relacionada corporativamente con aquellos her-
haga una confesión plena y los transgreso- manos del pasado. Su pecado es nuestro pecado,
res acudan ante Dios en total humildad” excepto que nos arrepintamos de forma específi-
(Carta O19, 1 septiembre 1892). ca e inteligente.

Sus escritos posteriores indican que no se dio esa El “cuerpo” está afectado por la tibieza. Es posi-
“confesión plena”, y que la experiencia de acudir ble seguir el rastro de su enfermedad espiritual
“ante Dios en total humildad” no tuvo lugar para hasta 1888. En vista de las profundas implicacio-
la mayoría de ellos. Todos aquellos hermanos nes que tiene para nuestra condición espiritual de
murieron ya, pero eso no significa la purificación hoy, compete ahora a la nueva generación inter-
automática de los “libros de registro del cielo”. pretar correctamente lo que ocurrió en la genera-
Esos libros registran el pecado corporativo, tanto ción pasada. El mensaje de Cristo para su iglesia
como el pecado personal. La verdad fundamental de los últimos días requiere rexaminar cabalmen-
que ha hecho de los adventistas del séptimo día te la parte de nuestra historia que dio origen a
un pueblo peculiar consiste en que la muerte no nuestro complejo de “soy rico, me he enriqueci-
produce la purificación de los libros de registro do” (Apoc. 3:14-21).
en el cielo. La purificación tiene lugar en el “jui-
cio investigador”, que es un día de expiación fi- La negligencia en realizarlo hace recaer sobre
nal de carácter corporativo. nosotros la culpabilidad de generaciones pasadas.
Estamos siendo probados tan ciertamente como
12
lo fueron ellos. A semejanza del Calvario, 1888 razón...
es más que un simple evento histórico. La provi- Si fallamos la primera vez, el Señor nos
dencia de Dios no permitirá que duerma cubierto llevará de nuevo al mismo terreno; si fa-
por el polvo en el desván del adventismo, olvida- llamos por segunda vez, nos conducirá
do para una nueva generación. Representa el nuevamente a la misma situación; y si fa-
desarrollo de principios que se aplican nueva- llamos una tercera vez, el Señor nos volve-
mente a cada generación hasta la victoria final de rá a llevar al mismo terreno de nuevo... En
la verdad. lugar de sentirnos incomodados porque el
Señor nos esté llevando una vez tras otra al
En cierto sentido muy real, hoy estamos cada uno mismo terreno, agradezcámosle y alabé-
al pie del Calvario. Y somos también “delega- moslo sin cesar, pues eso significa miseri-
dos” en la asamblea de 1888. Se nos llama a cordia y compasión por parte de Dios.
cumplir aquello que la generación pasada dejó de Cualquier otra cosa fuera de eso sería nues-
hacer. Una profecía inspirada nos habla acerca de tra ruina y destrucción” (O.A. Olsen, Id., p.
cómo debe ser reexaminado 1888: 188).

“Deberíamos ser los últimos de la tierra en Hoy puede haber algunos que se sientan también
permitirnos en lo más mínimo el espíritu de “dolidos y perturbados” porque se lleve a cabo
persecución hacia aquellos que están lle- una investigación tal de nuestra historia. ¿Por qué
vando el mensaje de Dios al mundo. Ese es dirigir la atención a un pasado trágico? ¿Por qué
el rasgo más terrible de falta de cristianis- no olvidarlo y “avanzar” a partir del punto en el
mo que se ha manifestado entre nosotros que ahora estamos?
desde el encuentro de Minneapolis. Algún
día se lo verá en su verdadero significado, Según el citado presidente de la Asociación Ge-
con todo el horror que de él ha resultado” neral de 1893, el resentimiento con respecto a
(General Conference Bulletin 1893, p. 184. 1888 indica que el corazón está en guerra contra
Original sin atributo de cursivas). el Espíritu Santo de Dios. Tal vez el Señor lo
movió a decir lo que dijo. Y E. White nos recuer-
Un expresidente de la Asociación General tam- da también el gran peligro de olvidar el pasado
bién reconoció que 1888 va a continuar siendo (LS 196). Una predicción hecha por A.T. Jones
una prueba ineludible entre nosotros, hasta que en la misma sesión de 1893 parece venir aquí al
venzamos por fin plenamente: punto:

“Algunos pueden sentirse molestos cuando “Están por suceder cosas que serán más
se hace referencia a Minneapolis [en estas sorprendentes que las acaecidas en Min-
reuniones mantenidas en 1893]. Sé que al- neapolis, más sorprendentes que todo lo
gunos se han sentido dolidos y perturbados que hayamos podido ver hasta aquí. Y
ante cualquier alusión a esa asamblea y a hermanos, se requerirá que recibamos y
esa situación. Pero tengamos presente que prediquemos esa verdad. Pero a menos que
la razón por la cual alguien debiera sentirse vosotros y yo tengamos cada fibra de ese
así es un espíritu insumiso de su parte. Tan espíritu afirmado en nuestros corazones,
pronto como nos sometamos completamen- trataremos al mensaje y al mensajero me-
te y humillemos nuestro corazón ante Dios, diante el cual es enviado, de la precisa for-
el problema se esfumará. El propio hecho ma en que Dios dice que hemos tratado este
de que alguien se moleste revela inmedia- otro mensaje [de 1888]”. (General Confe-
tamente la simiente de la rebelión en el co- rence Bulletin 1893, p. 185).
13
Necesidad de comprender, más bien que de hacer

Afrontar la plena verdad no equivale a ser “críti- millares que insistirán en la plena aceptación de
co”. La verdad al respecto del pasado no sola- la verdad. Siempre habrá adventistas del séptimo
mente ilumina el intrincado presente, sino que día de recta conciencia, con convicciones pro-
trae además esperanza para el futuro aún desco- fundas basadas en la Escritura. No doblarán la
nocido. La verdad siempre significa buenas nue- rodilla ante Baal. Y no permitirán que Baal logre
vas. Cuando la reconozcamos se verán cumplidas silenciarlos, puesto que se saben miembros del
nuestras expectativas de recibir la prometida llu- cuerpo de Cristo. Permanecerán firmes, tal como
via tardía, y la cosecha final será una realidad. El hizo en el templo Aquel intrépido solitario que
camino aparentemente más largo resultará ser clamaba así: “No convirtáis la casa de mi Padre
realmente el más corto para llegar al hogar. La en casa de mercado” (Juan 2:16).
experiencia de la fe requiere un pleno reconoci-
miento de la verdad. Pero mientras no estemos (3) Así, la iglesia adventista del séptimo día no
dispuestos a enfrentar la verdad, todo nuestro ca- fallará en la crisis final debido a la fuerza rema-
tálogo de obras ha de fracasar, siendo que están nente de los sinceros de corazón que constituyen
necesariamente desprovistas de la fe salvadora. aún una gran proporción de su membresía. Esa
fuerza evitará que prospere la tentativa final de
Bajo la dirección de Dios, la historia va a llevar- Baal de someter al Israel de Dios. ¡Ni siquiera
nos al reconocimiento de la realidad: Baal puede derramar sus falsas bendiciones a un
pueblo dividido, dudando entre dos opiniones! El
(1) El amor de Dios requiere que su mensaje de factor decisivo que asegura la victoria de la ver-
eternas buenas nuevas sea proclamado a todo el dad es la purificación del santuario celestial, un
mundo con poder. Pero el Señor no puede derra- ministerio sumo-sacerdotal del Salvador del
mar sus bendiciones si reina la confusión en mundo que no tuvo lugar en la historia antes de
nuestro medio. 1844.

(2) El falso “Cristo” del mundo moderno no va a El próximo paso para quienes deseen aferrarse a
poder paralizar por siempre a la iglesia remanen- “la bienaventurada esperanza” consistirá en deci-
te. No podrá convocar un poder sobrenatural que dir seguir a un Señor o al otro con la más plena
la someta en su totalidad, tal como hará final- devoción. Esa decisión tiene unas implicaciones
mente con las otras comunidades religiosas, de- formidables.
bido a la presencia -en la iglesia remanente- de

14
Capítulo 2

El pecado de abandonar nuestro primer amor

Nadie puede poner en cuestión la genuina expe- mantuvo su fe, apareció una deficiencia en su
riencia espiritual de los protagonistas del movi- comprensión de la esencia del triple mensaje an-
miento de 1844. Jesús era “precioso” para los gélico. La deficiencia no era teológica, sino espi-
creyentes que esperaban su venida inminente, y ritual. Cabría comparar el desarrollo de la iglesia
sus corazones estaban unidos en sincera y pro- con el de un adolescente que crece físicamente,
funda devoción. Reconocían la presencia innega- pero que sigue siendo un niño para toda otra con-
ble del Espíritu Santo en aquel movimiento. sideración.

Fue esa convicción, más allá de la mera correc- La “verdad” logró un progreso increíble y se de-
ción teológica, la que mantuvo la confianza de mostraba invencible en los debates, pero “los
“la manada pequeña” en su tránsito por el gran siervos del Señor han confiado demasiado en el
chasco. La iglesia adventista del séptimo día fue poder de la argumentación”, declaraba E. White
concebida según una experiencia de amor ge- en 1855 (Testimonies, vol. I, p. 113). Eso hizo di-
nuino; nació a partir de unos pocos corazones en- fícil que resistieran la tentación inconsciente y
tregados que lo arriesgaron todo porque recono- sutil de albergar cierta forma de orgullo espiri-
cieron la obra genuina del Espíritu Santo. Por lo tual: ¿acaso no habían descubierto y aceptado la
tanto, nació correctamente: fue concebida en la verdad, y se habían sacrificado por ella? Parecía
verdadera fe; no en el legalismo. haber mérito en un sacrificio tal. Los pastores y
evangelistas plantaban sus tiendas en una nueva
En sus primeros años esta iglesia amaba al Señor comunidad, agitaban a otros pastores e iglesias
con corazón sincero y apreciaba la presencia del populares, ganaban las disputas y debates, arreba-
Espíritu Santo. Sus posteriores dificultades deri- taban sus “mejores” miembros, los bautizaban y
van de un trágico abandono de aquel “primer establecían una nueva iglesia, partiendo a otro si-
amor”, y del consiguiente fracaso en reconocer al tio para ganar nuevas victorias casi en cualquier
verdadero Espíritu Santo. lugar. Disfrutaban de la euforia que acompaña al
éxito.
Ya en 1850 el calor de aquella dedicación por Je-
sús comenzó a ser gradualmente sustituido en los La oposición los llevó a acariciar la esperanza de
corazones de muchos por una condición “necia y una vindicación personal o corporativa en oca-
estuporosa”, y “despierta sólo a medias”, en pa- sión de la segunda venida, más bien que a la fer-
labras de la joven mensajera del Señor. El amor viente anticipación de reunirse con el Amado, sea
al yo comenzó a sustituir insidiosamente al ver- que tal encuentro incluyese o no vindicación. La
dadero amor por el Salvador, dando lugar a la ti- fe vino a ser para ellos un acto de creencia y
bieza. El orgullo y la complacencia por la pose- obediencia a una verdad doctrinal motivada por
sión de un sistema de verdad fueron sofocando la preocupación egocéntrica orientada a la re-
gradualmente la fe sencilla en Jesús que origi- compensa, más bien que una profunda aprecia-
nalmente los llevó a aceptarlo de todo corazón. ción de la gracia de Cristo. En lugar de andar
humildemente en total dependencia del Señor,
Así, poco después del gran chasco de 1844, y de “comenzamos” a caminar orgullosamente, con-
quedar configurada “la manada pequeña” que
15
fiados en nuestra indiscutible corrección doctri- que cada gota de agua contiene la esencia de la
nal acerca de “la verdad”. lluvia en su totalidad. En todo lo dicho con res-
pecto a la experiencia del pasado, haremos bien
El resultado inevitable fue una forma de deriva en recordar que no somos mejores que quienes
legalista. Con frecuencia se ha venido repitiendo nos precedieron. Tal como Pablo escribió a los
una experiencia parecida, en las vidas individua- creyentes en Roma: “Tú, que juzgas, haces lo
les de los nuevos conversos al adventismo. Co- mismo” (Rom. 2:1). Sólo una introspección que
rrectamente entendida, la historia del movimiento reconozca nuestra culpabilidad corporativa puede
adventista es la de nuestros propios corazones in- propiciar que los fracasos de nuestra historia de-
dividuales. Cada uno de nosotros es un micro- nominacional se puedan resolver con valor, áni-
cosmos dentro del todo, de la misma forma en mo y decisión.

Origen de nuestra tibieza

E. White reconoció tempranamente que nuestro Esa negligencia casi constante en prestar oído a
problema consistía en abandonar nuestro “primer los fervientes llamados de E. White a fin de que
amor”: una pérdida de intimidad con Cristo oca- volvamos en contrición al “primer amor” dio por
sionada por una falta de aprecio a su amor sacri- resultado los momentos más sombríos de nuestra
ficial. Por toda apariencia la propia E. White no historia. La auténtica fe se saturó de un creciente
perdió nunca ese primer amor, pues estuvo siem- –aunque inconsciente- amor al yo por parte de
pre dispuesta a reconocer de inmediato las mani- pastores y laicos, y en consecuencia se desvane-
festaciones del verdadero Espíritu Santo. Pero ció la capacidad de discernir la obra del Espíritu
“nosotros” no demostramos una disposición co- Santo. El desarrollo de los acontecimientos llegó
mo la suya. finalmente a un punto tan terrible que habría re-
sultado inimaginable para los pioneros (y quizá
Podíamos cantar jubilosamente con W.H. Hyde: para nosotros hoy). Llegaría el tiempo, en la
“Oímos los ecos de la patria celestial, oímos y asamblea de la Asociación General de 1888, en
nos alegra el corazón”, sin embargo hubo una que los delegados responsables “insultarían” de
constante tensión entre reconocer o apreciar la hecho a la poderosa tercera persona de la Divini-
manifestación viviente del don de profecía, y dad (Ms 24, 1892, Special Testimonies, Serie A,
nuestro humano y natural resentimiento ante su nº 7, p. 54; ver capítulo sexto). ¿Cómo pudimos
reproche o corrección. Aunque el poder del Espí- hacer eso los adventistas del séptimo día?
ritu de Dios que acompañaba el ministerio de E.
White constreñía a menudo a los dirigentes de la De no haber sido por el continuo ministerio de E.
iglesia a reconocer la divina autoridad de su men- White, es dudoso que el movimiento hubiese po-
saje, rara vez manifestaban, como un todo, una dido subsistir de otra forma que no fuese como
verdadera simpatía del corazón hacia el profundo una secta legalista al estilo de los testigos de
escrutinio espiritual que demandaba. A los hu- Jehová o la iglesia de Dios mundial. Lo anterior –
manos no nos resulta insólito un resentimiento que es ampliamente aceptado- pone en evidencia
interior como ese. Es evidente en toda la antigua las dimensiones y arraigo de nuestra increduli-
historia israelita. dad. En unas pocas décadas estábamos repitiendo
la historia que el antiguo Israel tardó siglos en re-
correr. Ningún adventista del séptimo día negará
16
que la iglesia era “Jerusalén”… pero todavía la En fecha tan temprana como 1867, E. White pre-
vieja Jerusalén, no la nueva. sentaba el principio de la cruz (y no la reforma en
el vestir) como siendo el centro álgido que debie-
Fuimos incapaces de discernir el mensaje de los ra inspirar nuestro compromiso y estilo de vida
tres ángeles como siendo “el evangelio eterno”. como adventistas del séptimo día:
Las doctrinas eran verdaderas, pero los pastores y
resto de miembros manifestaban ceguera en dis- “Hemos estado tan unidos al mundo que
cernir adecuadamente el mensaje del tercer ángel hemos perdido de vista la cruz, y no sufri-
en verdad, de igual forma en que la ceguera de mos por causa de Cristo...
los judíos les impidió discernir el verdadero men- Nos distinguimos del mundo en la acepta-
saje del Antiguo Testamento. La verdad que los ción de la cruz” (Testimonies, vol. I, p.
judíos fueron incapaces de discernir era el papel 525)
de la cruz en sus servicios del santuario y en el
ministerio de su tan esperado Mesías. De forma “Hay demasiado bullicio y conmoción en
semejante, en el mensaje del tercer ángel el lugar nuestra religión, mientras que se olvidan el
y significado de la cruz escapó a la comprensión Calvario y la cruz” (Testimonies, vol. V, p.
de nuestros hermanos de finales de siglo dieci- 133)
nueve.

Crecimiento versus progreso

Lo que dificultó aún más la comprensión de piritual para el retorno de Cristo. El resultado fue
nuestra condición espiritual fue el hecho de que la confusión, y comenzó a florecer la compla-
la iglesia estaba prosperando numéricamente, en ciente autoestima, evidente en los informes se-
finanzas y en prestigio. Eso se reflejó en su sóli- manales de la Review & Herald en alusión al
do fortalecimiento como institución, en su orga- “progreso de la causa”.
nización y en su solvencia financiera. El movi-
miento que nació desde la insignificancia y frente El espíritu que evidencian esos informes de “pro-
a la burla del mundo por el chasco de 1844, había greso” contrasta con los fervorosos mensajes de
alcanzado el estatus de denominación estable y consejo que E. White estaba enviando por aquel
respetada. Teníamos lo que era ampliamente re- tiempo. Muchos de los hermanos expresaban un
conocido como la mejor institución de salud del optimismo imperturbable referido al avance de la
mundo, y una de las casas editoras de contenido obra. No hay duda de que Dios estaba al mando,
religioso más avanzadas en “occidente”. y de que aquel movimiento era el suyo. Pero la
inspiración y la historia insisten en que el rasgo
Por descontado, no se puede poner reparo alguno más destacable de la “obra” no era su progreso
a ese progreso material. La mayor parte de los material, sino su falta de madurez espiritual.
avances se estaban logrando a instancias de la
depositaria del don de profecía. Era correcto y El propósito primario del movimiento adventista
apropiado que se fundaran instituciones, que la ha sido siempre el desarrollo de un carácter se-
obra se expandiera por nuevos territorios y que se mejante al de Cristo en un remanente que reivin-
establecieran iglesias en todo lugar. Pero tanto dique su sacrificio. Ningún otro grupo de fieles
pastores como laicos interpretaron ese crecimien- en toda la historia se ha comprometido con un
to como un sustituto del verdadero fin y propósi- nivel tal de madurez en su experiencia, simboli-
to del movimiento adventista: la preparación es- zado en la Escritura por la novia que finalmente
17
se ha “preparado” (Apoc. 19:7). Habiendo venci- ro o estadístico hemos llegado a conclusiones
do las reincidencias de todas las generaciones pa- erróneas en nuestros informes oficiales. Sigue un
sadas, ese remanente final vendrá a constituir la ejemplo de orgullo y complacencia a modo de
población de la “Nueva Jerusalén”. Su carácter punta de iceberg:
demostrará los resultados prácticos de la purifi-
cación del santuario celestial. El plan de la salva- “El éxito financiero de este vasto movi-
ción alcanzará su culminación, y quedarán por miento denominacional no puede ser mayor
siempre respondidas las cuestiones y objeciones que la fe y celo que animan al pueblo esco-
de Satanás y sus huestes. El propio universo no gido de Dios. Esos recursos combinados,
caído resultará reafirmado al contemplar esa bajo el mando del Capitán de las huestes
grandiosa demostración del completo éxito del del Señor, llevarán al gran movimiento ad-
plan de la salvación en su hora final. El evangelio ventista mundial al pronto triunfo” (Infor-
demostrará ser “poder de Dios para salvación” me financiero nº 37, Asociación General,
(Rom. 1:16). 31 diciembre 1948, p. 9).

Ligado al logro de ese objetivo primario va la Dicho de otro modo: ¡Los registros estadísticos
consecución de otro secundario: la terminación son la forma de medir la fe y el celo del pueblo
del programa evangélico en la misión mundial. escogido de Dios! Se puede alegar que la decla-
La Escritura presenta este segundo objetivo co- ración precedente representa un ejemplo extremo
mo algo virtualmente asegurado, una vez logra- y extinguido. –Quizá. Pero ilustra la mentalidad
do el principal (Mar. 4:26-29; Apoc. 14:15; Juan predominante de la época, y que es posible reco-
13:35). nocer aún hoy ampliamente. El lenguaje de nues-
tros corazones denuncia cuál es nuestra percep-
Si el amor al yo no nos hubiera cegado, la com- ción: “Soy rico, me he enriquecido y de nada
prensión de la verdad de los mensajes de los tres tengo necesidad”. ¡Pero el Autor y consumador
ángeles habría asegurado hace tiempo un auténti- de la fe afirma lo contrario!
co progreso en el logro de ese objetivo primario
de semejanza con el carácter de Cristo. En lugar Esa era la condición espiritual de la iglesia en la
de eso, lo que ha habido es un progreso imagina- década que precedió a la asamblea de la Asocia-
rio en el cumplimiento del objetivo secundario. ción General de 1888. La mensajera del Señor
había deplorado vez tras vez el amor al yo dolo-
Pero hay un problema que aparece inmediata- rosamente evidenciado en aquella omnipresente
mente: Otras denominaciones están logrando el tibieza. Hizo denodados esfuerzos por ayudar,
mismo tipo de “progreso” institucional y numéri- “enviándonos” mensajes de ferviente súplica en
co, incluso a mucha mayor escala, lo que sugiere los años que precedieron aquella asamblea de
que tal crecimiento significa bien poco en rela- 1888, mensajes que tenían por fin motivar a pas-
ción con las auténticas bendiciones del Cielo y tores y laicos a que recuperaran el profundo y
nuestra obra. En el proceso de nuestro supuesto sincero amor por Jesús que casi se había desva-
cumplimiento del objetivo secundario, hemos necido. Se empleó a fondo, pero por alguna razón
perdido de vista en gran medida el objetivo pri- los llamamientos cayeron en su mayoría en oídos
mario. Basándonos en avances de orden financie- sordos, y no tuvieron éxito.

18
Sencillo remedio divino para un grave problema denominacional

¿Podría algún mensaje dinámico, alguna “pala- “El sacerdote tomó [al niño Jesús] en sus
bra”, penetrar en el corazón de Laodicea y cum- brazos, pero nada pudo ver allí. Dios no le
plir en poco tiempo lo que décadas de ferviente habló diciendo: ‘Aquí está la consolación
ministerio espiritual por parte de E. White no de Israel’. Pero nada más llegar Simón…
consiguieron en favor de la iglesia? vio al niñito en los brazos de la madre…
Dios le dice: ‘Éste es la consolación de Is-
De acuerdo con el plan del Señor, la respuesta es rael’... Allí estaba alguien que lo reconoció
afirmativa. Dios envió tal “palabra” mediante por encontrarse en la situación de poder
humildes instrumentos en 1888: un mensaje que discernir las cosas espirituales…
había de ser el “comienzo” de la lluvia tardía y el No tenemos duda alguna de que el Señor
fuerte pregón. Vendría de forma tan poco preten- estaba con el pastor Waggoner mientras
ciosa como aquel “gusano” que hizo secar la ca- hablaba ayer...
labacera de Jonás, y de forma tan humilde como La cuestión es: ¿Ha enviado Dios la ver-
aquel nacimiento en el pesebre de Belén. Dios dad? ¿Ha suscitado Dios a estos hombres
envió a dos jóvenes y poco conocidos agentes para proclamar la verdad? Digo: -Sí. Dios
con una presentación fresca de la pura verdad. El ha enviado a hombres para traernos la ver-
mensaje hizo las delicias de E. White, quien vio dad que no tendríamos a menos que Dios
que proveía el eslabón que le faltaba al adventis- hubiese enviado alguien que nos la trajera...
mo: la motivación que transformaría los pesados Yo la acepto, y no me atreveré más a levan-
“deberes” del legalismo en gozosos imperativos tar la mano contra estas personas de lo que
de devoción apostólica. lo haría contra Jesucristo, quien debe ser
reconocido en sus mensajeros...
Pero E. White manifestó santa indignación hacia Hemos estado en la perplejidad y la duda, y
los hermanos en la dirección que reaccionaron las iglesias están a punto de morir. Pero
negativamente, incapaces de apreciar lo que esta- leemos ahora aquí [cita Apoc. 18:1]” (Ma-
ba aconteciendo. Se refirió a los dos mensajeros nuscrito 2, 1890).
en estos términos:

Nuestro problema actual

Un siglo después, con una maquinaria organiza- su límite. El Señor no va a tolerar -no puede tole-
tiva mundial más pesada, la dificultad para recti- rar- por siempre los resultados de nuestra tibieza.
ficar esa misma tibia condición de “a punto de Es él quien dice que lo ponemos enfermo al pun-
morir”, produce mayor perplejidad aún que en to de producirle nauseas (como implica el len-
1890. El orgullo y tibieza denominacionales re- guaje original de Apoc. 3:16-17).
presentan un enorme problema en muchas nacio-
nes y culturas. No se puede seguir esperando que La clave para comprender nuestra desconcertante
el remedio sea meramente dejar pasar el tiempo. situación actual yace en una verdadera aprecia-
Hasta la propia paciencia de Dios puede llegar a ción de lo que ocurrió en la asamblea de 1888, y
19
lo que de ella derivó. Hemos de reconocer la bles bendiciones fueron desechadas cuando se
realidad de su impacto espiritual en el carácter de “insultó” al Espíritu Santo.
nuestra denominación en todo el mundo hoy. La
lluvia tardía y el fuerte pregón comenzaron entre En el próximo capítulo analizaremos cómo se
nosotros como un simple y nada espectacular pudo llegar a eso.
mensaje de poder milagroso, pero esas incalcula-

20
Capítulo 3

El fuerte pregón viene de forma inesperada

Décadas antes de 1888, la iglesia y su liderazgo Prevalecía un falso optimismo (“sé que muchos
esperaban ya ansiosamente los “tiempos del re- tienen una opinión demasiado favorable del
frigerio” (Hech. 3:19), el derramamiento de la tan tiempo actual”), y “en el poderoso zarandeo que
anhelada lluvia tardía. Esa era hace un siglo una pronto va a tener lugar” esos obreros dirigentes
expectación acariciada entre nosotros, tanto como podrían fácilmente no estar a la altura requerida
lo fue la venida del Mesías para los judíos del por el tiempo de crisis.
tiempo de Juan Bautista.
“Quienes han confiado en el intelecto, ge-
Sin embargo pocos parecían comprender que la nio o talento, no podrán entonces permane-
lluvia tardía y el fuerte pregón serían primaria- cer a la cabeza de la formación. No avanza-
mente una comprensión más clara del evangelio. ron al ritmo de la luz. A quienes han de-
Se esperaba que el fuerte pregón consistiera en mostrado ser infieles no se les confiará en-
más “ruido”, y nos tomó por sorpresa que consis- tonces el cuidado del rebaño. En la última y
tiera en más “luz”. solemne obra habrá pocos grandes hombres
implicados” (Testimonies, vol. V, p. 80).
Esperábamos que la tierra resultara sacudida por
algún mensaje atronador: “¡Preparaos, de lo con- E. White anticipó un tiempo en que el Señor to-
trario…!” No estábamos preparados para el silbo maría las riendas en sus propias manos y suscita-
apacible de una revelación de la gracia, como ría agentes humanos en quienes poder confiar:
verdadera motivación en el mensaje del tercer
ángel. El esperado poder sobrenatural ha de venir “Cuando haya entre nosotros hombres tan
en consecuencia de nuestra aceptación de aquella consagrados como Elías, que posean la fe
mayor luz del evangelio, luz que va a alumbrar la que él ejerció, veremos que Dios se revela-
tierra con la gloria del Señor. rá a nosotros tal como se manifestó a los
santos hombres de antaño. Cuando tenga-
Los dirigentes judíos corrían grave peligro de re- mos hombres que, aunque reconociendo
chazar a su Mesías cuando viniese “súbitamen- sus deficiencias, intercedan ante Dios con
te”. Los dirigentes responsables de nuestra iglesia fe ferviente como la de Jacob, veremos los
tenían igual peligro de despreciar el comienzo del mismos resultados” (Testimonies, vol. IV,
fuerte pregón. Ya en 1882 E. White había adver- p. 402).
tido que algún día podrían llegar a ser incapaces
de reconocer al verdadero Espíritu Santo: El presidente de la Asociación General fue adver-
tido en 1885 de forma específica en estos térmi-
“Muchos de vosotros no podéis discernir la nos:
obra y presencia de Dios... Hay entre noso-
tros hombres en puestos de responsabilidad “A menos que los que pueden ayudar en ---
que sostienen que... una fe como la de Pa- - despierten y comprendan cuál es su deber,
blo, Pedro o Juan está... pasada de moda y no reconocerán la obra de Dios cuando se
es inadecuada para nuestros tiempos. Se la oiga el fuerte clamor del tercer ángel.
tacha de absurda, mística e indigna de una Cuando resplandezca la luz para alumbrar
mente inteligente” (Testimonies, vol. V, p la tierra, en lugar de venir en ayuda del Se-
74 y 79). ñor desearán frenar la obra para que se con-
forme a sus propias ideas estrechas. Permí-
21
tame decirle que el Señor actuará en esa puerta permanecerá aún abierta. El Señor
etapa final de la obra en una forma muy di- suscitará a hombres que den a nuestro pue-
ferente de la acostumbrada, contraria a to- blo el mensaje para este tiempo” (Gospel
dos los planes humanos… Los obreros se Workers, p. 126, antigua edición).
sorprenderán por los medios sencillos que
utilizará para realizar y perfeccionar su En 1882 se nos dijo de nuevo:
obra en justicia” (1 octubre 1885; Testimo-
nios para los ministros, p. 300). “El genuino carácter cristiano puede res-
plandecer en su pureza bajo una apariencia
Esa carta fue dirigida a G.I. Butler y a S.N. Has- exterior ruda y poco atractiva...
kell. Éste último dio oído a la advertencia y fue Elías hizo que Eliseo dejase el arado y le
uno de los pocos que tuvieron el discernimiento lanzó el manto de consagración. El llamado
para reconocer tres años después que estaba su- para esa gran obra solemne se presentó a
cediendo ante sus ojos algo misterioso. Pero tal hombres con posición y conocimientos; si
no fue el caso de Butler y muchos otros. En 1888 éstos hubieran reconocido su pequeñez y
el Señor se vería obligado a pasar por alto a pas- hubiesen confiado plenamente en el Señor,
tores experimentados, y emplear en su lugar él los habría honrado como portadores de
agentes más jóvenes y de menor renombre: su estandarte hacia la victoria triunfal...
Dios realizará una obra en nuestros días
“El Señor obra a menudo donde menos lo que muy pocos pueden anticipar. Suscitará
esperamos; nos sorprende al revelar su po- y exaltará entre nosotros a quienes son ins-
der mediante instrumentos de su propia truidos por la unción de su Espíritu, más
elección, mientras pasa por alto a los hom- bien que por la formación externa en insti-
bres por cuyo intermedio esperábamos que tuciones científicas” (Testimonies, vol. V,
vendría la luz… p. 80 y 81).
Muchos rechazan precisamente los mensa-
jes que Dios envía a su pueblo si esos her- Aquellos testimonios de 1882 revelan una inspi-
manos prominentes no los aceptan… rada premonición. ¡Es como si esa pluma estuvie-
Aun cuando todos nuestros hombres pro- ra escribiendo anticipadamente la historia de
minentes rechacen la luz y la verdad, esa 1888!

Dios elige a los mensajeros

En aquel mismo año de 1882, E.J. Waggoner yo sentado un poco a parte de la mayoría de
inició un programa de formación que evidenciaba la congregación en una gran tienda, en una
estar bajo la especial conducción del Espíritu reunión campestre en Healdsburg [Califor-
Santo. Se lo estaba preparando para ser el agente nia]. No tengo idea de cuál era el tema del
de una obra especial. Años más tarde describió discurso. Nunca he podido recordar una so-
así su experiencia: la palabra o texto de él. Todo cuanto puedo
recordar es lo que vi. De repente brilló una
“Comencé realmente a estudiar la Biblia luz a mi alrededor, y la tienda se iluminó
hace treinta y cuatro años [en 1882]. En más intensamente que si el propio sol del
aquel tiempo Cristo me fue presentado cla- mediodía estuviera brillando allí, y vi a
ramente como habiendo sido crucificado Cristo colgando de la cruz, crucificado por
por mí. Un sombrío sábado de tarde estaba mí. En aquel momento tuve mi primera
22
convicción profunda, que me vino como di- El Espíritu de Dios estaba ciertamente preparan-
luvio sobrecogedor, de que Dios me amaba, do a esos dos jóvenes para que trajeran a la igle-
y de que Cristo murió por mí. Dios y yo sia remanente y al propio mundo el “comienzo”
éramos los únicos seres en todo el universo del largamente esperado fuerte pregón:
de quienes tenía conciencia. Entonces supe,
porque estaba ante mi vista, que Dios esta- “En su gran misericordia el Señor envió un
ba en Cristo reconciliando consigo al mun- preciosísimo mensaje a su pueblo por me-
do; yo era el mundo entero con todo su pe- dio de los pastores Waggoner y Jones. Este
cado. Estoy seguro de que la experiencia de mensaje tenía que presentar en forma más
Pablo en el camino a Damasco no fue más destacada ante el mundo al sublime Salva-
real que la mía... dor, el sacrificio por los pecados del mundo
entero…
Resolví inmediatamente estudiar la Biblia a Dios dio a sus mensajeros precisamente lo
la luz de aquella revelación, a fin de poder que nuestro pueblo necesitaba” (1895, Tes-
ayudar a otros a ver la misma verdad. timonios para los ministros, p. 91 y 95).
Siempre he creído que cada parte de la Bi-
blia tiene por fin establecer con mayor o Durante ocho años después de 1888, E. White se
menor nitidez esa gloriosa revelación [Cris- refirió frecuentemente a esos dos jóvenes como a
to crucificado]” (Carta, 16 mayo 1916, es- los “mensajeros del Señor”, apoyándolos con pa-
crita poco antes de su muerte repentina). labras que a nadie más dedicó. Hay entre 200 y
300 declaraciones entusiastas de parte de ella. En
En aquellos mismos años que precedieron a 1890 declaró:
1888, el Señor estaba preparando al compañero
de Waggoner. El mensaje de la verdad encontró a “Imaginad que no hubiera existido el testi-
A.T. Jones en las filas del ejército de Estados monio presentado en estos últimos dos
Unidos. Aunque sin haber recibido instrucción años, proclamando la justicia de Cristo. ¿A
formal, estudiaba noche y día, atesorando gran quién podríais señalar entonces como por-
cantidad de conocimiento bíblico e histórico. J.S. tador de luz especial para el pueblo?” (Re-
Washburn, que lo conoció personalmente, nos lo view & Herald, 18 marzo 1890).
describió como una persona humilde, ferviente y
de sentimientos profundos. Sus oraciones daban En 1888 E. White había dicho:
testimonio de que conocía al Señor (Entrevista
con J.S. Washburn, 4 junio 1950). “Dios está presentando a mentes de hom-
bres divinamente escogidos preciosas ge-
En el joven Jones se conjugaban el agudo intelec- mas de verdad apropiada para nuestro
to y una fe cálida, sencilla como la de un niño. tiempo” (MS. 8a, 1888, A.V. Olson,
En los años en que fue usado por Dios, fue pode- Through Crisis to Victory, p. 279; en lo su-
roso en la palabra y en el ministerio personal. En cesivo, Olson; también en The 1888 Ellen
los años inmediatamente siguientes a 1888 hubo G. White Materials, p. 139).
demostraciones significativas del Espíritu de
Dios obrando por su intermedio, incluyendo un “El mensaje que nos han dado A.T. Jones y
ministerio especial en Washington, en el Senado E.J. Waggoner es el mensaje de Dios a la
de Estados Unidos, para derrotar la ley dominical iglesia de Laodicea” (Carta S24, 1892;
de Blair. De hecho, el presente siglo de libertad también en The 1888 Ellen G. White Mate-
religiosa que ha disfrutado el pueblo americano rials, p. 1052).
es un legado de los eficaces esfuerzos (no reco-
nocidos ni honrados hoy) de Jones y Waggoner, Al oír por primera vez el mensaje de Waggoner,
en su oposición a la intolerancia religiosa en sus E. White percibió inmediatamente su verdadero
días.
23
significado. Era una revelación especial para la ver por no haberles sido presentado como a
iglesia y para el mundo: mí; y cuando otro la presentó, cada fibra de
mi corazón decía: Amén” (Ms. 5, 1889;
“Se me ha preguntado: ¿Qué piensa de esa también en The 1888 Ellen G. White Mate-
luz que estos hombres están presentando? – rials, p. 349. Original sin atributo de cursivas).
Pues pienso que la he estado presentando
en los últimos cuarenta y cinco años: los Haciendo un símil con nuestra moderna tecnolo-
encantos incomparables de Cristo. Es lo gía, percibió que el mensaje era la transmisión
que he estado tratando de presentar ante que aplicaría a las ruedas la fuerza del motor. Du-
vuestras mentes. Cuando el hermano rante “cuarenta y cinco años” E. White había es-
Waggoner trajo esas ideas a Minneapolis, tado haciendo girar el motor, pero la fuerza capaz
fue la primera vez que oía claramente esa de completar la comisión evangélica no se estaba
enseñanza expresada por labios humanos, a materializando en un avance decidido. Compren-
excepción de conversaciones que había día ahora que el nuevo mensaje, que complemen-
mantenido con mi esposo. Me dije: lo veo taba al antiguo, iba a preparar realmente al pue-
tan claramente debido a que Dios me lo ha blo de aquella generación para la venida del Se-
presentado en visión, y ellos no lo pueden ñor. ¡No es extraño que se sintiera tan feliz!

No se reconoció el fuerte pregón

Ya a primeros de abril de 1890, E. White, ha- Obsérvese que el “comienzo” de la obra de ese
biendo madurado en su comprensión, aplicó el ángel fue el mensaje, no su presumible acepta-
lenguaje de Apocalipsis 18 al mensaje de 1888: ción por parte de los dirigentes o del pueblo. Más
adelante veremos que esa realidad encierra un
“Varios me han escrito preguntándome si el poderoso significado para tiempos de crisis.
mensaje [de 1888] de la justificación por la
fe es el mensaje del tercer ángel, y he con- El pastor Butler, el cargo de máxima responsabi-
testado: 'Es el mensaje del tercer ángel en lidad en la iglesia, fue el principal opositor a la
verdad'. El profeta declara: 'Después de es- preciosa luz del fuerte pregón. Muy pocos fueron
to vi otro ángel que descendía del cielo con espiritualmente capaces de obviar su influencia
gran poder, y la tierra fue alumbrada con su negativa. En su ciega oposición al fuerte pregón
gloria’ [Apoc. 18:1]” (Review & Herald, 1 podemos ver el trágico cumplimiento de la adver-
abril 1890). tencia inspirada que se le envió el 1º de octubre
de 1885:
En 1892 estuvo dispuesta a declarar inequívoca-
mente que el mensaje era realmente el comienzo “Algunos desean que se decida de una vez
del “fuerte pregón” por tanto tiempo esperado: cuál es la posición correcta sobre el tema
debatido. Puesto que eso complacería al
“El fuerte pregón del tercer ángel ya ha pastor Butler, se aconseja que la cuestión se
comenzado en la revelación de la justicia decida inmediatamente. Pero ¿están las
de Cristo, el Redentor que perdona los pe- mentes preparadas para una decisión tal?
cados. Este es el comienzo de la luz del án- No puedo aprobar ese curso de acción…
gel cuya gloria llenará toda la tierra” (Re- No están preparados para tomar decisiones
view & Herald, 22 noviembre 1892; tam- sabias…
bién en Mensajes Selectos, vol. I, p. 425). No veo razón para la agitación de senti-
mientos que ha tenido lugar en este encuen-
tro [Minneapolis, 1888]… Los mensajes
24
por parte de vuestro presidente procedentes Fue así como los dirigentes de nuestra la iglesia,
de Battle Creek están calculados para pro- aunque esperando ansiosamente ser vindicados
vocar la toma de una posición decidida, pe- ante el mundo mediante el largamente esperado
ro advierto en contra de tal cosa… Senti- fuerte pregón, despreciaron sin embargo el Espí-
mientos agitados llevarán a movimientos ritu de gracia y las riquezas de su bondad.
precipitados” (Ms 15, 1888; Olson, p. 295).
Ese pecado de insultar al Espíritu Santo no con-
“Nunca olvidaré la experiencia que tuvimos denó corporativamente a la iglesia por haber co-
en Minneapolis ni las cosas que me fueron metido “el pecado imperdonable”. El pecado de
allí reveladas a propósito del espíritu que los judíos de antaño contra el Espíritu Santo con-
controlaba a los hombres, las palabras pro- sistió en atribuir a Satanás la obra del Señor
nunciadas, las acciones emprendidas en (Mar. 3:22-30). No tenemos evidencia de que
obediencia a los poderes del mal… En el nuestros hermanos, en general, llegaran hasta ahí
encuentro fueron movidos por otro espíritu, en la era de 1888, por más que algunos indivi-
y no supieron que Dios había enviado a duos pudieron haberlo hecho. ¡Insultar al Espíritu
esos hombres jóvenes… para traerles un Santo fue ya suficiente! E. White continuó minis-
mensaje especial que trataron con ridículo trando a esta iglesia hasta su muerte en 1915,
y desprecio, no dándose cuenta de que las mostrando así su convicción de que es posible el
inteligencias celestiales los estaban obser- perdón, y de que la solución a nuestro problema
vando… Sé que en aquel tiempo se insultó no es la desintegración o abandono denominacio-
al Espíritu de Dios” (Carta 24, 1892). nales, sino el arrepentimiento denominacional y
la reconciliación con el Espíritu Santo.

Las supuestas “faltas” de los mensajeros no excusan el rechazo a su mensaje

Es siempre inexcusable que rechacen la luz sus E. White había señalado anteriormente la dificul-
depositarios divinamente señalados. En esta hora tad que los hermanos estaban teniendo en sus
tardía de la historia no es nuestra misión buscar propias almas. Podemos simpatizar con ellos,
faltas; nos limitamos a señalar los hechos. Los pues la prueba era en verdad severa:
hermanos que se opusieron a la luz pensaban sin-
ceramente estar obrando con rectitud, debido a “Deseo que seáis cuidadosos con respecto a
que les parecía que los agentes empleados por el qué posición tomáis cada uno de vosotros,
Señor estaban equivocados. El Señor obró de si os envolvéis en las nubes de la increduli-
forma poco común y sorprendió a los hermanos. dad porque veis imperfecciones; veis una
E. White describió lo que estaba ocurriendo en palabra o un pequeño asunto, tal vez, que
tiempo verbal futuro, pero refiriéndose a eventos pueda tener lugar, y los juzgáis [a Jones y
del presente. Waggoner] por eso... Tenéis que ver si
Dios está obrando con ellos, y reconocer
“En su ceguera, los tales verán la manifes- entonces al Espíritu de Dios que en ellos se
tación del poder que alumbrará la tierra con revela. Si escogéis resistir, estaréis actuan-
la gloria de Dios como algo peligroso, algo do precisamente como lo hicieron los ju-
que suscitará sus temores y se obstinarán en díos” (Sermón, 9 marzo 1890; MS. 2,
hacerle frente. Se opondrán a la obra del 1890).
Señor puesto que él no actuará conforme a
sus expectativas e ideales” (Review & He- Los hermanos más veteranos y experimentados
rald Extra, 23 diciembre 1890; también en se sintieron despechados al ver que E. White
Maranatha, p. 217). apoyaba tan decididamente a dos hombres com-
25
parativamente jóvenes y desconocidos, en contra Dirigiéndose a quienes ocupaban puestos de res-
prácticamente de todo el cuerpo ministerial. El ponsabilidad, E. White preguntó: “¿Por cuánto
pastor A.G. Daniells declaró más tarde que E. tiempo odiaréis y despreciaréis a los mensajeros
White tuvo que tomar posición “casi en la sole- de la justicia de Dios?” (Testimonios para los
dad”, frente a casi toda la Asociación General Ministros, p. 96).
(The Abiding Gift of Prophecy, p. 369). Robert
W. Olson informó al Concilio Anual que tuvo lu- Uno de nuestros apreciados autores denomina-
gar en Rio de Janeiro, en enero de 1986, que se la cionales trata de demostrar que en 1888 la oposi-
“desafió públicamente” en la asamblea de 1888 ción fue justificable. Obsérvese cómo destaca las
(Adventist Review, 30 octubre 1986). Si E. White “faltas” de Jones y Waggoner, culpándolos de ser
estaba en lo cierto, era evidente que Dios había la causa del rechazo al mensaje que traían. Con
pasado por alto a los hermanos dirigentes, y eso ello perpetúa el prejuicio de 1888 y atrasa el reloj
resultaba desconcertante: en cien años:

“Aquellos a quienes Dios ha enviado con “[Jones] No sólo era rudo por naturaleza,
un mensaje son sólo hombres, pero ¿cuál es sino que cultivaba una oratoria y maneras
el carácter del mensaje que llevan? Os atre- peculiares... en ocasiones era desmesurado,
veréis a darle la espalda o tomaréis a la li- proveyendo justa causa para el resentimien-
gera las advertencias, debido a que Dios no to...
consultó vuestras preferencias?” (Review & [Jones y Waggoner] al clamar: ‘Cristo lo
Herald, 27 mayo 1890). es todo’... daban evidencia de no estar ente-
ramente santificados... [cita incorrectamen-
“Dios... os dio la oportunidad de que acu- te a E. White como apoyando la idea de
dierais armados y equipados en auxilio de que Jones y Waggoner hubieran contribui-
Jehová... Pero ¿os preparasteis?... Os sen- do con su espíritu contencioso a la ‘terrible
tasteis tranquilos y no hicisteis nada. Per- experiencia durante la asamblea de Min-
mitisteis que la Palabra del Señor cayera al neapolis’].
suelo desatendida; y ahora el Señor ha to- Se apoyaban casi exclusivamente en la fe
mado a hombres que eran muchachos como el factor clave en la salvación... no
cuando vosotros estabais al frente de la ba- mostraban disposición a considerar calma-
talla, y les ha dado el mensaje y la obra en damente la postura antagónica... No esta-
que vosotros no os empeñasteis... ¿Critica- ban totalmente libres de engreimiento y
réis? ¿Diréis: ‘Están desorbitados’? Sin arrogancia...
embargo, vosotros no ocupasteis el lugar No mostraban la humildad y el amor que
que ahora ellos son llamados a ocupar” imparte la justicia por la fe... La enseñanza
(Testimonios para los ministros, p. 413). extremada de Jones y Waggoner es aún
perceptible en los pronunciamientos místi-
Conociendo la naturaleza humana, era previsible cos de quienes hacen de la fe el todo, y de
que los opositores buscaran perchas en las que las obras la nada.
colgar sus dudas. El hecho de que los mensajeros [Eran] canales imperfectos... Al considerar
del Señor fueran “sólo hombres” parecía propi- retrospectivamente la controversia, perci-
ciar que sucediera así: bimos que fueron los rencores suscitados
por las personalidades [de Jones y
“Aquellos a quienes Dios ha enviado con Waggoner], mucho más que las diferencias
un mensaje son sólo hombres... Algunos en las creencias, la causa del problema”
han dado la espalda al mensaje de la justi- (A.W. Spalding, Captains of the Host, p.
cia de Cristo para criticar a los hombres” 591-602. Entre corchetes nuestro comentario).
(Review & Herald, 27 diciembre 1890).

26
El anterior es un análisis negativo de los hombres Fue notable la consideración de Jones y
a quienes la inspiración designó como “mensaje- Waggoner por parte de E. White, como poseyen-
ros del Señor”. Si bien es cierto que eran “sólo do un genuino espíritu cristiano durante y des-
hombres”, ¡es difícil entender por qué debió es- pués de la asamblea de Minneapolis (testigos
coger el Señor para una obra tan especial a hom- presenciales confirmaron la veracidad de esa
bres notables por ser “canales imperfectos”, defi- apreciación):
cientes en santidad (comparados con otros), in-
clinados a despertar “resentimiento” y “renco- “El doctor Waggoner nos ha hablado con
res”, hombres rudos y “místicos”! El Señor abo- franqueza... De una cosa estoy segura: co-
rrece el espíritu contencioso y la justicia propia. mo cristianos no tenéis derecho a abrigar
Pero ni Jones ni Waggoner tenían un espíritu tal sentimientos de enemistad, descortesía y
en la época de 1888. prejuicio hacia el Dr. Waggoner, que ha
presentado sus puntos de vista de modo cla-
Si bien es cierto que E. White reconvino en cierta ro y directo, como se espera de un cris-
ocasión a A.T. Jones por ser “demasiado incisi- tiano... Creo que es perfectamente sincero
vo” con Uriah Smith en la controversia relativa a en sus posiciones, y respetaré sus senti-
los diez cuernos que tuvo lugar en la sesión pre- mientos y confiaré en él como un hermano
liminar, defendió no obstante a ambos hermanos cristiano, en la medida en que no haya evi-
[Jones y Waggoner] calificándolos de “cristia- dencia de que es indigno. El hecho de que
nos” y “caballeros”. Y dio claramente a entender sostenga con sinceridad algunos puntos de
que muchos de los hermanos que se oponían no vista sobre la Escritura que difieren de los
evidenciaban tales “credenciales celestiales”. vuestros y míos no es razón para que lo tra-
temos como un ofensor, como un hombre
Hay autores modernos que tratan a Jones y peligroso, y que lo convirtamos en objeto
Waggoner con un espíritu buscador de faltas se- de injusto criticismo” (Ms 15, 1888; Olson,
mejante al de aquellos que resistieron su mensaje p. 294).
en 1888. Pero los dos “mensajeros” disfrutaban
del apoyo rotundo de E. White. Es cierto que Un joven pastor que acudió a la asamblea de
ambos fallaron y perdieron el rumbo después de Minneapolis lleno de prejuicios contra
finalizar la era de 1888. Esa es probablemente la Waggoner, dejó registradas sus impresiones rela-
razón por la cual escritores modernos se empeñan tivas al espíritu revelado por el mensajero:
en responsabilizarlos de la tragedia de 1888. Pero
juzgan los hechos equivocadamente. “Estando decididamente prejuiciado en fa-
vor del Pastor Butler y en contra de E.J.
E. White predijo que ocurriría ese trágico final si Waggoner, acudí a la reunión con la mente
continuaba la oposición a su mensaje. Especifi- predispuesta de esa manera...
có, no obstante, que su fracaso posterior no inva- Lápiz y cuaderno en mano me disponía a
lidaría de modo alguno su mensaje y ministerio escuchar en busca de herejías, y estaba
entre 1888 y 1896, período en el que los respaldó presto a encontrar faltas y defectos en cual-
con sus declaraciones (ver capítulo 10). Criticar quier cosa que presentara. Cuando el pastor
hoy a los “mensajeros” durante aquella época del Waggoner comenzó, me pareció muy dife-
“comienzo” del fuerte pregón, es hacerse partíci- rente de lo que estaba esperando. Al termi-
pe de las objeciones de los oponentes de su épo- nar su segunda presentación estaba ya dis-
ca. Eso equivale a justificar el rechazo de la ben- puesto a reconocer que se estaba mostrando
dición especial procedente del cielo. Es increíble ecuánime y que su metodología no revelaba
que más de cien años después nos sintamos aún ningún espíritu de controversia, evitando
inclinados a culpar a los mensajeros especiales mencionar siquiera oposición alguna que
del Señor por las consecuencias de nuestra propia pudiera estar anticipando. Muy pronto sus
incredulidad. maneras y el puro evangelio que estaba
27
predicando cambiaron materialmente mi Un historiador moderno describe al supuestamen-
espíritu y actitud, y me convertí en un fer- te rudo e indocto A.T. Jones como siendo “impo-
viente oidor en procura de la Verdad... Ha- nente y anguloso, de andar renqueante, tosco en
cia el final de la cuarta o quinta presenta- sus gestos y posturas” (Spalding, op. cit., p. 591).
ción del pastor Waggoner, yo era un peca- E. White lo veía de forma muy diferente:
dor convicto y arrepentido...
…Después que el pastor Waggoner hubo “Hay obreros cristianos que no han recibi-
concluido sus once estudios, cuya influen- do una instrucción formal porque no estuvo
cia había eliminado en gran medida el espí- a su alcance una ventaja tal; pero Dios ha
ritu combativo en muchos...” (C. McRey- dado evidencia de haberlos escogido... Él
nolds, “Experiences While at the General los ha hecho cooperadores eficaces con él.
Conference in Minneapolis, Minn., in Tienen un espíritu dispuesto a aprender;
1888” E.G. White Estate, D File, 189). sienten su dependencia de Dios, y el Espíri-
tu Santo está con ellos asistiendo sus debi-
E. White defendió incluso la enseñanza enérgica lidades... En su voz se oye el eco de la voz
y el espíritu aparentemente rompedor de los jó- de Cristo.
venes mensajeros: Es evidente que camina con Dios, que ha
estado con Jesús y que ha aprendido de él.
“Se levantarán hombres en el espíritu y po- Ha introducido la verdad en el santuario in-
der de Elías a fin de preparar el camino pa- terior del alma; para él es una realidad vi-
ra la segunda venida del Señor Jesucristo. viente, y presenta la verdad en demostra-
Su obra consistirá en enderezar lo que está ción del Espíritu y de poder. Las personas
torcido. Algunas cosas han de ser derriba- aprecian la alegre melodía. Dios habla a sus
das; otras deben ser edificadas” (Ms. 15, corazones mediante el hombre consagrado
1888; Olson, p. 300). a su servicio... Resulta en verdad elocuente.
Es ferviente y sincero, y es querido por
“No se queje nadie de los siervos de Dios aquellos en cuyo favor trabaja... Sus defec-
que han ido a ellos con un mensaje enviado tos serán perdonados y olvidados. Sus
del cielo. No sigáis buscando defectos en oyentes no resultarán fatigados o disgusta-
ellos, diciendo: ‘Son demasiado incisivos; dos, sino que agradecerán a Dios por el
hablan con demasiada energía’. Quizá estén mensaje de gracia que les envía por medio
hablando con mucha fuerza; ¿acaso no es de su siervo.
necesario hacerlo? Dios hará que retiñan [Sus oponentes] pueden mirar el átomo ob-
los oídos de los oyentes si no escuchan su jetable a través de la lupa de su imagina-
voz o su mensaje... ción hasta que viene a convertirse en todo
Ministros, no deshonréis a vuestro Dios ni un mundo que les impide ver la preciosa
contristéis su Santo Espíritu criticando los luz del cielo... ¿Por qué prestar tanta aten-
métodos y los procedimientos de los hom- ción a aquello que os puede parecer objeta-
bres que él eligió. Dios conoce el carácter. ble en el mensajero, y desechar todas las
Él ve el temperamento de los hombres que evidencias que Dios ha dado para que haya
ha escogido. Sabe que sólo hombres fer- equilibrio en la mente con respecto a la
vientes, firmes, decididos, de carácter enér- verdad?” (Christian Education 1893, citado
gico, comprenderán la importancia vital de en FE 242-243; Review & Herald, 18 abril
esta obra, y pondrán tal firmeza y decisión 1893).
en sus testimonios que quebrantarán las ba-
rreras de Satanás” (Testimonios para los La propia E. White, con su respetable edad y ex-
ministros, p. 410, 412 y 413). periencia, y consciente de su exaltada posición
como mensajera especial del Señor, sintió que era
un honor apoyar la obra de Jones y Waggoner:
28
“He viajado de lugar en lugar, asistiendo a gio permanecer con mis hermanos, y dar mi
reuniones donde se predicaba el mensaje de testimonio junto al mensaje para este tiem-
la justicia de Cristo. Consideré un privile- po” (Review & Herald, 18 marzo 1890).

Por qué se rechazó el mensaje

Cuando releemos hoy los mensajes inspirados habrían chasqueado al enemigo y habrían
enviados durante años a partir de 1888, instando permanecido como hombres dignos de con-
a la aceptación del mensaje, no podemos com- fianza, fieles a sus convicciones. Habrían
prender –en un abordaje superficial- por qué se lo tenido una rica experiencia; pero el yo dijo:
hubiera podido rechazar. En consecuencia hemos -‘No’. El yo no estaba dispuesto a resultar
cometido el error de asumir que nuestros herma- herido, luchó por la supremacía, y cada una
nos llegaron a aceptarlo realmente de todo cora- de aquellas almas será nuevamente probada
zón. en los puntos en donde entonces falló... El
yo y la pasión desarrollaron características
Pero no debemos pasar por alto un hecho impor- odiosas” (Carta 19, 1892).
tante: ¿Cómo podría alguien aceptar el mensaje
que Dios envió, y al mismo tiempo “odiar y des- “Algunos han estado cultivando odio contra
preciar” a los mensajeros escogidos? Fueron “só- los hombres a quienes Dios ha comisionado
lo hombres” muy positivos y decididos, y des- para presentar un mensaje especial al mun-
afortunadamente para el prestigio y paz de los do. Comenzaron esta obra satánica en Min-
hermanos, poseían la razón. Eso hizo que las neapolis. Más tarde, cuando vieron y sintie-
agencias mismas de liberación escogidas por el ron la demostración del Espíritu Santo que
Señor se convirtiesen en tropiezo y piedra de testificaba que el mensaje era de Dios, lo
ofensa debido a la incredulidad prevaleciente. Lo odiaron aún más, porque era un testimonio
que el Señor proveyó que fuera un sabor de vida contra ellos” (Testimonios para los minis-
para vida, se trocó en sabor de muerte para muer- tros, p. 79 y 80; 1895).
te. Lo que el Señor envió para la terminación de
su obra, se convirtió en el inicio de una prolon- “El Espíritu Santo, de vez en cuando, reve-
gada demora. lará la verdad por medio de sus propios
agentes escogidos; y ningún hombre, ni si-
Aceptar el mensaje era demasiado humillante. La quiera un sacerdote o gobernante, tiene el
implicación era que Dios estaba de algún modo derecho de decir: Vosotros no daréis publi-
descontento con la condición espiritual de los cidad a vuestras opiniones, porque yo no
“canales apropiados” para traer la luz especial del creo en ellas. Ese pasmoso ‘yo’ puede in-
cielo. Obsérvese el análisis que hizo E. White de tentar derribar la enseñanza del Espíritu
la esencia del problema: Santo” (Testimonios para los ministros, p.
70; 1896).
“Si los rayos de luz que brillaron en Min-
neapolis hubiesen podido ejercer su poder [Los oponentes] “No oyeron ni quisieron
convincente sobre aquellos que se posicio- entender. ¿Por qué? -Para no tener que
naron contra la luz, si todos hubiesen re- convertirse y reconocer que todas sus ideas
nunciado a sus caminos y sometido su vo- no eran correctas. Eran demasiado orgullo-
luntad al Espíritu de Dios en aquel tiempo, sos como para proceder así, y persistieron
habrían recibido las más ricas bendiciones, de ese modo en rechazar el consejo de Dios
29
y la luz y evidencia proporcionadas... Ese y no fue bienvenida. Pero hoy hay buenas nuevas
es el terreno que están ahora recorriendo para nosotros, si hacemos frente a la realidad.
algunos de nuestros hermanos dirigentes”
(Ms. 25, 1890). Sólo si estamos dispuestos a afrontar la plena
verdad podremos afirmar nuestros pies sobre la
Sucedió como en todo tiempo pasado: la verdad sólida roca. Ha llegado el tiempo de que hagamos
expuesta por los profetas no resultaba aduladora, eso, y nadie va a poder atrasar el reloj.

¿Quiénes fueron esos “algunos”?

Obsérvese: “Algunos de nuestros hermanos diri- Aunque no quieran reconocerlo, algunos ya


gentes” rechazaron “el consejo de Dios”. ¿Es po- han hecho esto. Y porque el Espíritu viene,
sible conocer la verdadera dimensión de ese “al- no para alabar a los hombres o para susten-
gunos”? tar sus teorías erróneas, sino para conven-
cer al mundo de pecado, de justicia y de
E. White identificó seis años después a aquellos juicio, muchos se apartan de él” (Testimo-
que rechazaron el mensaje con una denominación nios para los ministros, p. 64 y 65; 1896).
genérica: Los “algunos” eran el cuerpo de nues-
tros hermanos influyentes a cargo de la dirección Evidentemente el mensaje de 1888 fue mucho
de la obra. “Fue resistida la luz que ha de alum- más que la mera re-enfatización de una doctrina
brar a toda la tierra con su gloria, y en gran me- olvidada. Los delegados a la asamblea se encon-
dida ha sido mantenida lejos del mundo por el traron de forma inesperada cara a cara ante Cris-
proceder de nuestros propios hermanos” (Carta to, al enfrentarse cara a cara con su mensaje.
96, 1896; Mensajes selectos, vol. I, p. 276). Iden- “¿Qué es la justificación por la fe? Es la obra de
tificó de forma consistente y sin excepciones, a Dios que abate en el polvo la gloria del hombre”
aquellos de entre “nuestros propios hermanos” (Testimonios para los ministros, p. 456). Esa
que rechazaron el mensaje como a los “muchos”, confrontación implicaba la humillación de sus
y a los que aceptaron como siendo “pocos” (ver almas hasta el polvo, y no estaban dispuestos a
capítulo 4). algo así. Una contrición como esa les resultaba
ofensiva, y no permitirían que las lágrimas reco-
El paradigma de 1888 arroja luz sobre nuestra si- rrieran sus mejillas.
tuación hoy:
En una mirada retrospectiva resulta evidente que
“Los judíos rehusaron recibir a Cristo, por- no fue bienvenido ese amor de Cristo capaz de
que no vino según la forma en que lo espe- quebrantar los corazones y el orgullo ministerial
raban… profesional. Se sentían encumbrados en la cima
Este es el peligro al cual la iglesia se halla del éxito, y la necesaria humillación del corazón
expuesta ahora, es a saber, que las inven- vino a ser para ellos piedra de tropiezo.
ciones de hombres finitos señalen la forma
precisa en que debe venir el Espíritu Santo. ¿Podría hoy seguir siendo ese nuestro problema?

30
Capítulo 4

Aceptación o rechazo: buscando un enfoque más nítido

Que el mensaje de 1888 fuera aceptado, o que no Publicaciones autorizadas han venido enseñando
lo fuera, significa mucho más que una trivial con- mundialmente a la iglesia adventista del séptimo
troversia académica. De igual forma en que no es día que el liderazgo predominante aceptó el men-
posible separar el evangelio de la historia de la saje de 1888 en aquella generación, y que ha sido
cruz, es imposible apreciar el mensaje de 1888 al desde entonces la segura posesión doctrinal de la
margen de la verdad de su historia. No podemos iglesia. Se trata de una asunción del tipo: “Soy ri-
comprender correctamente nuestra relación cor- co, me he enriquecido y de nada tengo necesi-
porativa actual con Cristo a menos que entenda- dad”. Expuesta brevemente, esta es la posición
mos esa realidad. La confusión es peligrosa, pues oficial:
es bien sabido que un pueblo desconocedor de su
historia está destinado a repetirla, y eso puede es- “Los miembros del pueblo adventista del
tar ya sucediendo. séptimo día aceptaron las presentaciones
[de 1888] en Minneapolis y resultaron ben-
El relato histórico que proporciona E. White es decidos. Ciertos dirigentes resistieron allí la
claro e incontrovertible. Sin embargo, un autor enseñanza” (A Further Appraisal of the
presenta la evidencia histórica como si fuera am- Manuscript “1888 Re-examined” [Re-
bigua: evaluación del manuscrito “1888 Re-
examinado”], Asociación General, sep-
“Se ha discutido frecuentemente la cues- tiembre 1958, p. 11).
tión: ¿Qué sucedió tras la asamblea de la
Asociación General de 1888? ¿Aceptó la Existe una obra de carácter oficial que en su pri-
iglesia, o rechazó el nuevo énfasis sobre el mera publicación contó con el respaldo de dos
evangelio de salvación? Quien analiza los presidentes de la Asociación General, y que “fue
registros de aquellos años buscando las sometida a lectura crítica por parte de unos sesen-
evidencias de la aceptación, las encontrará. ta de nuestros eruditos más capaces... Induda-
Pero si busca evidencias de que fue recha- blemente ningún volumen en nuestra historia ob-
zado, las encontrará igualmente” (N.F. Pea- tuvo un respaldo tan grande previamente a su pu-
se, The Faith That Saves, p. 43). blicación” (p. 8). Ese libro afirma que la oposi-
ción al mensaje fue insignificante, puesto que fi-
De hecho, la cuestión importante no es si la igle- nalmente fueron menos de diez los delegados que
sia aceptó el mensaje. E. White afirma que “Sa- en 1888 rechazaron realmente el mensaje o se
tanás tuvo éxito en impedir que fluyera hacia mostraron desfavorables al mismo. Esa asombro-
nuestros hermanos, en gran medida” el mensaje sa teoría merece cuidadosa atención, pues de ser
(Mensajes selectos, vol. I, p. 276; 1896). El pro- verdadera hemos de creerla:
blema es que la iglesia nunca tuvo la oportunidad
de considerarlo libre de distorsiones y de oposi- “La acusación... de que la denominación, o
ción. La cuestión es en realidad si los dirigentes al menos su liderazgo, rechazó en 1888 la
lo aceptaron. E. White se refiere a eso con fran- enseñanza de la justicia por la fe queda…
queza. Su testimonio es verdad presente, relevan- refutada por los participantes presentes en
te para nuestra actual condición espiritual. la asamblea, y es una presuposición gratuita
e infundada. Sencillamente no es históri-
31
camente verdadera... ‘Algunos’ hermanos “En mis cincuenta y cinco años en el minis-
dirigentes se interpusieron en el camino de terio adventista... no he oído jamás a un
la luz y la bendición. Pero los... líderes co- obrero o miembro laico... expresando opo-
mo colectivo jamás rechazaron la doctrina sición al mensaje de la justificación por la
bíblica de la justicia por la fe” (L.E. Froom, fe. Como tampoco he sabido de una oposi-
Movement of Destiny, p. 266; 1971). ción tal expresada en publicaciones adven-
tistas del séptimo día” (A.V. Olson,
“De los cerca de noventa delegados regis- Through Crisis to Victory, p. 232; 1966).
trados en la asamblea de la Asociación Ge-
neral en Minneapolis en 1888, había menos “Es correcto afirmar que el mensaje [de
de una veintena -y en consecuencia menos 1888] se ha predicado tanto en el púlpito
de la cuarta parte del total de participantes- como en la prensa, así como mediante la
que lucharon realmente contra el mensaje... vida de miles de dedicados miembros del
pueblo de Dios... Pastores y evangelistas
La mayoría de los que habían objetado en adventistas han anunciado esa verdad vital
un principio hicieron confesiones... y cesa- desde púlpitos de iglesias y plataformas
ron a partir de entonces en su oposición... públicas, con corazones encendidos por el
Solamente un pequeño núcleo de ‘obstina- amor de Cristo” (ibíd., p. 233 y 237).
dos’ continuó rechazándolo…
Los ‘algunos’ que rechazaron resultaron ser "Unos pocos… han sugerido de forma
menos de veinte, de entre más de noventa, completamente errónea que la iglesia ad-
lo que es menos de la cuarta parte. Y, según ventista del séptimo día perdió el rumbo al
Olson, la mayoría de esa veintena hizo con- no hacer suya esa enseñanza cristiana fun-
fesiones, dejando así de ser ‘rechazadores’ damental [el mensaje de 1888]” (R.R. Fi-
para convertirse en aceptadores” (ibíd., p. guhr, presidente de la Asociación General,
367-369. Atributo de cursiva como en la obra ori- en el prefacio a By Faith Alone, de N.F.
ginal). Pease; 1962).

El libro citado informa además de que el lideraz- El que fuera por tantos años secretario del Ellen
go de la iglesia aceptó inicialmente el mensaje en G. White Estate asegura que en términos genera-
1888: les el mensaje fue aceptado:

“La denominación como un todo, y su lide- “La concepción de que la Asociación Ge-
razgo en particular, no rechazó el mensaje neral, y por lo tanto la denominación, re-
e implicaciones de la justicia por la fe en chazó en 1888 el mensaje de la justicia por
1888 y posteriormente... El nuevo presiden- la fe, carece de fundamento... Los registros
te... aceptó de todo corazón y sostuvo la en- contemporáneos no proveen evidencia al-
señanza de la justicia por la fe...” (ibíd., p. guna de rechazo denominacional. No existe
370-371. Atributo de cursiva como en la obra ori- declaración alguna de E.G. White que diga
ginal). que sucedió tal cosa... El registro histórico
de la recepción del mensaje en el escenario
Un presidente y un vicepresidente expresaron en que siguió a la sesión, confirma que eran
declaraciones separadas su acuerdo con la posi- prevalentes las actitudes favorables... Pare-
ción anteriormente expuesta: ce haberse dado un énfasis desproporciona-
do a la experiencia de la asamblea de la

32
Asociación General en Minneapolis” (A.L. agosto 1890; 11 y 18 abril 1893; TM 64 y 75-80;
White, The Lonely Years, p. 396; 1984). Special Testimonies Series A, n6, p. 20; Special Tes-
timonies to R & H Office, p. 16 y 17; FE 472].
Siguiendo los pasos de otros eruditos, un autor
afirma: Si el juicio de esos autores refleja la verdad, y si
realmente fueron tan pocos los que se opusieron,
“¿Significa eso que la iglesia como un to- se hace difícil entender por qué tuvo E. White
do, o siquiera su liderazgo, rechazó el men- que preocuparse tanto durante más de una déca-
saje de 1888? -De ningún modo. Algunos da, respecto a lo que describió como el continuo
lo rechazaron: una minoría ruidosa... El rechazo al mensaje, por parte de “nuestros her-
nuevo liderazgo apoyó de todo corazón el manos” en la sede central. ¿Retendría el Señor
nuevo énfasis” (Marjorie Lewis Lloyd, To las bendiciones de la lluvia tardía y el fuerte pre-
Slow Getting Off, p. 19 y 20). gón de toda la iglesia mundial a causa de la per-
sistencia en la oposición de menos de diez pasto-
Si la historia y el testimonio de E. White apoyan res, habida cuenta de que no se trataba siquiera
esos puntos de vista oficiales, estamos en la obli- de dirigentes?
gación moral de creerlos. Pero hay un problema:
E. White comparó repetidamente la reacción de Aceptando esa tesis de la aceptación, ¿podemos
los dirigentes al mensaje de 1888 con la de los abrigar la esperanza de que haya un porcentaje de
aceptación aún mayor a cualquier mensaje que el
judíos contra Cristo*. ¡Eso no parece aceptación!
Cielo pueda enviarnos? Si el Señor retiene de to-
dos nosotros las bendiciones de su Espíritu Santo
* [Ver, por ejemplo: MS. 9, Throug Crisis to Vic- debido a tan minúscula oposición, ¿qué esperan-
tory, p. 292; MS. 15, 1888; ibid., p. 297 y 300; MS.
13, 1889; Review & Herald 4 y 11 marzo, y 26
za tenemos de que la comisión evangélica pueda
llegar jamás a su consumación?

Los judíos negaban haber rechazado al Mesías

La negación de los judíos toma dos formas: (a) de la lluvia tardía y el fuerte pregón. Práctica-
un problema de identidad equivocada: Jesús de mente sin excepción identifican el mensaje de
Nazaret no fue realmente el Mesías –dicen; por lo 1888 como siendo una mera “enfatización” de la
tanto rechazarlo no fue un error grave; (b) un doctrina protestante de la justificación por la fe
problema de errónea imputación de culpabilidad: del siglo XVI, tal como la enseñan las iglesias
fueron los romanos -y no ellos- quienes lo cruci- populares.
ficaron (cf. Max I. Dimont, Jews, God, and His-
tory, p. 138-142). [Pease hace una breve referencia a la declaración de
E. White del 22 de noviembre del 1892 en la que
En muchas de las declaraciones anteriores es evi- identifica el mensaje como el “comienzo” del fuerte
pregón (By Faith Alone, p. 156). Pero en general
dente la existencia de ese doble problema: identifica el mensaje como siendo una mera re-
enfatización de la “doctrina” popular protestante.
(a) Un problema de identidad equivocada: Casi Froom reconoce el mensaje como siendo el “co-
todos esos autores rehúyen el hecho trascendente mienzo” de la lluvia tardía, pero se contradice de
de que el mensaje de 1888 significó el comienzo forma inexplicable al afirmar que se trataba del
mismo mensaje que los evangélicos contemporá-
33
neos estaban predicando (Movement of Destiny, p. ción por la fe levantó a la iglesia” (A.W.
262, 318-325, 345, 561-570, 662-667). El resto de Spalding, Captains of the Host, p. 583,
autores ignora totalmente la identificación del men-
602; 1949).
saje hecha por E. White].

“1888 es un hito notable en la historia del


(b) Hay un problema de atribución equivocada de
adventismo del séptimo día. Fue realmente
la culpabilidad: se insiste uniformemente en que
como cruzar una frontera y entrar en un
sólo unos pocos individuos de escasa importancia
nuevo país. Algunos fustigadores de los
resistieron y rechazaron el mensaje; la mayoría
hermanos que se autoproclaman reforma-
de los demás se arrepintieron, de modo que el
dores han intentado presentar aquella
mensaje fue finalmente bien aceptado en térmi-
asamblea como una derrota; sin embargo,
nos generales por el liderazgo responsable de la
la verdad es que permanece como una glo-
iglesia.
riosa victoria... Inauguró un nuevo período
en nuestra obra -un tiempo de reavivamien-
El Dr. Froom nos dice que los informes de A.W.
to y salvación de almas... El Señor dio a su
Spalding y L.H. Christian sobre la historia de
pueblo una maravillosa victoria. Fue el
1888 están “en completa armonía” con los he-
inicio de un gran despertar espiritual entre
chos (op. cit. p. 268). Y A.V. Olson igualmente
los adventistas... el amanecer de un día glo-
sugiere que Spalding presenta “toda la verdad”
rioso para la iglesia adventista... El efecto
sobre el tema (op. cit., p. 233). Dichos informes
derivado del gran reavivamiento de Min-
difieren marcadamente de los que hizo E. White,
neapolis... comenzado en 1888... fue rico,
pero dado el prestigio del que gozan actualmente
tanto en santidad como en fruto misionero”
esos autores, les prestaremos cuidadosa atención:
(L.H. Christian, The Fruitage of Spiritual
Gifts, p. 219, 223, 224, 237, 244 y 245).
“El mayor evento de los años ochenta en la
experiencia de los adventistas del séptimo
Obsérvese que uno de los autores cumple inad-
día fue la recuperación o reafirmación, y
vertidamente la profecía de Cristo relativa a los
renovado interés de su fe en la doctrina bá-
dirigentes de la iglesia de Laodicea. Emplea las
sica del cristianismo... La última década del
mismas palabras que Cristo puso en los labios del
siglo vio a la iglesia desarrollándose, me-
“ángel de la iglesia” (Apoc. 3:14 y 17), la preten-
diante ese evangelio, como una compañía
sión de ser “rico” y haberse “enriquecido”, no
presta a cumplir la misión divina... El
careciendo de nada debido a su supuesta acepta-
reavivamiento del mensaje de la justifica-
ción del mensaje.

¿Aceptado, o rechazado?

No querríamos calificar de “fustigador de los de Dios. Sus declaraciones contradicen comple-


hermanos” a un ilustre expresidente de la Aso- tamente las de los autores precedentes:
ciación General, pero según el autor precedente,
A.G. Daniells cae inevitablemente en esa catego- “¡El mensaje de la justicia de Cristo… tuvo
ría al afirmar claramente que la historia de 1888 que chocar con la oposición de hombres
significó una derrota para el progreso de la causa fervientes y bien intencionados en la causa
de Dios! El mensaje [de 1888] nunca fue
34
aceptado ni anunciado, ni le fue dado libre tuvo éxito... en gran medida” en mantener el
curso en su debida forma para traer sobre la mensaje alejado tanto de la iglesia como del
iglesia las bendiciones sin límite que están mundo (Mensajes selectos, vol. I, p. 276; 1896).
contenidas en él... La división y lucha que
se suscitó entre los dirigentes debido a la A.T. Jones, aún en el tiempo en que caminaba
oposición al mensaje de la justicia en Cristo humildemente con el Señor, cae también bajo la
produjo una reacción muy negativa. La misma reprensión, y no solamente él, sino toda la
gran masa del pueblo quedó confundida y congregación reunida en la asamblea de la Aso-
sin saber qué hacer... ciación General de 1893. Sin embargo, ellos es-
Detrás de la oposición se revela la astuta taban en el propio escenario de los hechos. Ni
conspiración de la mente maestra del mal… una sola persona se atrevió a desafiar al orador,
Cuán terribles han de ser los resultados de pues todos sabían que estaba diciendo verdad:
cualquier victoria suya” (A.G. Daniells,
Christ Our Righteousness, p. 47, 50, 53 y “¿Cuándo comenzó entre nosotros como
54; 1926). pueblo este mensaje de la justicia de Cris-
to? [Uno o dos en la audiencia: ‘Hace tres o
Obsérvese de qué parte está la victoria, y de cuál cuatro años’] ¿Tres, o cuatro años? [Con-
la derrota. Daniells insiste en su libro en que no gregación: ‘Cuatro’]. Efectivamente: cua-
hubo reavivamiento denominacional, ni acepta- tro. ¿Dónde sucedió? [Congregación: ‘En
ción de aquel mensaje y experiencia. Escribiendo Minneapolis’] ¿Qué, pues, rechazaron los
en 1926, Daniells se refirió al reavivamiento co- hermanos en Minneapolis? [Algunos en la
mo estando aún reservado al futuro: congregación: ‘El fuerte pregón’]... ¿Qué
fue lo que rechazaron en Minneapolis los
“En todos estos años [desde 1888] se ha hermanos que adoptaron esa terrible postu-
venido desarrollado el firme deseo y la es- ra? Rechazaron la lluvia tardía –el fuerte
peranza –sí, la convicción- de que el men- pregón- del mensaje del tercer ángel” (Ge-
saje de la justicia por la fe brillará algún día neral Conference Bulletin, 1893, p. 183).
en toda su gloria, valor y poder inherentes,
y gozará del pleno reconocimiento” (ibíd., En 1908 Jones habla de oposición oficial perpe-
p. 43). tuándose durante aquellos “veinte y un años, con-
tra el mensaje de Dios de la justicia por la fe”:
El “gran reavivamiento” que otros aseguraban
que había tenido lugar, Daniells lo situaba en la “Hombres que hoy ocupan cargos como
categoría de lo que “pudo haber” sido: presidentes de Unión, y oficiales de la Aso-
ciación General se opusieron… en el co-
“¡Qué poderoso reavivamiento de la verda- mienzo y en todo tiempo desde entonces,
dera piedad... qué manifestación de poder de toda forma posible... a la verdad de la
divino para la terminación de la obra... pu- justicia por la fe tal como la expresan lla-
do haber venido al pueblo de Dios si todos namente las Escrituras. Lo sé bien porque
nuestros pastores hubiesen salido de la en más de una ocasión he tenido que con-
asamblea como lo hizo esta leal y obediente tender exactamente por ese motivo, y preci-
sierva del Señor [en referencia a E. White]” samente con esos mismos hombres” (A.T.
(ibíd., p. 47). Jones, Carta a R.S. Owen, 20 febrero 1908)

La propia E. White habría de caer también lógi- [Se puede encontrar evidencia demostrable de lo di-
camente en la censurable categoría de los “fusti- cho por A.T. Jones en publicaciones oficiales relati-
gadores de los hermanos”, pues resumió el fin de vas a la controversia sobre “los dos pactos” que tuvo
la era de 1888 como siendo un tiempo de victoria lugar entre los años 1906 y 1908. La posición preva-
para nuestro enemigo, al afirmar que “Satanás lente era la de los opositores al mensaje de 1888.
35
Ver, por ejemplo, Signs of the Times 13 noviembre “Otros serían favorables, pero cuando arre-
1907 y 29 enero 1908]. ció el espíritu de persecución, en lugar de
permanecer ante el ataque noblemente en el
Si es que los laicos y obreros adventistas acepta- temor de Dios y declarar: ‘Es la verdad de
ron realmente las presentaciones en Minneapolis, Dios, y creo en ella de todo corazón’, co-
¿no sería razonable esperar que años más tarde menzaron a ceder y a disculparse, pidiendo
Jones recordara al menos a alguno de ellos (con disculpas por aquellos que la estaban predi-
la excepción de E. White)? Trece años después cando”.
de 1908 escribió, rememorando aquella ocasión:
Esa actitud cobarde se puede calificar de cual-
“No puedo ahora citar ni a uno que acepta- quier cosa, excepto de aceptación al mensaje de
ra el mensaje abiertamente en la asamblea la justicia de Cristo. ¡Los seguidores de Cristo es-
de 1888 [obviamente, a excepción de E. tán dispuestos a morir por la verdad!
White]. Pero más tarde muchos dijeron que
les fue de gran ayuda. Uno en Battle Creek Jones dejó registrada su opinión relativa a la ex-
dijo en aquella reunión, después de una de tensión de los “reavivamientos denominacionales
las presentaciones del Dr. Waggoner: 'Po- a escala mundial” que siguieron al congreso de
dríamos ahora decir amén a todo eso, si es 1888. Un libro con respaldo oficial que apoya la
que eso fuera todo lo que hay al respecto. tesis de la aceptación cita el texto siguiente, to-
Pero más lejos, más tarde, va a venir algo mado de una carta escrita en 1921:
más. Y eso nos va a llevar a... Y si decimos
amén a esto, tendremos que decir amén a lo “Cuando llegó la época de las reuniones
otro, resultando entonces atrapados’... No campestres [después de 1888] los tres [E.
hubo tal cosa, y se privaron a sí mismos de White, Waggoner y él mismo] visitamos las
aquello que sus propios corazones les decía reuniones campestres con el mensaje de la
que era la verdad; y por combatir lo que so- justicia por la fe... En ocasiones asistíamos
lamente existía en su imaginación se afir- los tres simultáneamente a una misma
maron en su oposición contra aquello que reunión. Eso calmó la marea en el pueblo, y
sabían que debían haber aceptado” (Carta a aparentemente también en la mayor parte
C.E. Holmes, 12 mayo 1921). de los dirigentes” (Pease, By Faith Alone,
p. 149).
Jones añadió en la misma carta que “los oposito-
res fueron... todos aquellos a quienes pudo arras- La cita reproducida en el libro termina aquí. Pero
trar la influencia de la Asociación General”. la siguiente frase de Jones refuta la tesis de la
aceptación:
Jones dijo en cierta ocasión que “algunos” acep-
taron la verdad en la asamblea de Minneapolis, “Pero esto último fue solamente aparente,
“algunos” la rechazaron y “algunos” permanecie- nunca real, pues en la comisión de la Aso-
ron a medio camino (General Conference Bulle- ciación General y en otros existió siempre
tin 1893, p. 185). Los favorables a la teoría de la un secreto antagonismo progresando sin in-
aceptación interpretan lo anterior como signifi- terrupción, y que... finalmente prevaleció
cando que la asamblea estaba dividida en tres ter- en la denominación, dando la supremacía al
cios; y dado que se supone que “muchos” de los espíritu de Minneapolis, a la contienda y a
que inicialmente rechazaron o permanecieron los hombres”.
neutrales se arrepintieron más tarde, deducen que
la gran mayoría terminó por aceptar el mensaje. Cuando Jones escribió esa carta no faltaba mucho
Pero la declaración de Jones de 1921 continúa para su muerte. En ella se aprecia un espíritu de
por un derrotero bien diferente: sometimiento y lealtad a todas las creencias ad-

36
ventistas del séptimo día, y a la plena inspiración para traer sobre la iglesia las bendiciones sin lí-
del ministerio profético de E. White. mite que están contenidas en él” (Christ Our
Righteousness, p. 47; 1926).
Cinco años más tarde A.G. Daniells publicó su
posición, que en esencia coincide con la de Jo- Pero no necesitamos depender de las valoracio-
nes: “El mensaje nunca fue aceptado ni anuncia- nes de Jones o Daniells. Disponemos de otro tes-
do, ni le fue dado libre curso en su debida forma timonio.

Evidencia inspirada relevante

Investigados con sinceridad, los escritos de E. “Di mi testimonio una vez tras otra con
White nunca resultan ambiguos acerca de la fuerza y claridad a los que estaban reunidos
aceptación del mensaje de 1888. Ciertamente no [en Minneapolis, 1888], pero dicho testi-
apoyan indistintamente ambas posiciones contra- monio no fue recibido. Al venir a Battle
puestas. E. White armoniza con la declaración de Creek repetí el mismo testimonio en pre-
Jones relativa a la “marea” de la oposición de los sencia del pastor Butler, pero no hubo ni
hermanos dirigentes calmándose de forma “so- uno solo que tuviera la valentía de ponerse
lamente aparente”: de mi lado ayudando al pastor Butler a que
viera que él y otros más habían tomado po-
“Por casi dos años [1890] hemos estado siciones equivocadas... El prejuicio del pas-
instando al pueblo a que venga y acepte la tor Butler fue mayor después de oír los va-
luz y la verdad con respecto a la justicia de rios informes de nuestros hermanos en el
Cristo, y no saben si venir y aferrarse a esta ministerio procedentes de la asamblea de
preciosa verdad, o no hacerlo” (Review & Minneapolis” (25 enero 1889; Carta U3,
Herald, 11 marzo 1890). 1889. Original sin atributo de cursiva).

¿Por qué sucedía así? Una semana después decla- Los “hermanos” que E. White dijo que se inter-
ró la razón por la cual dudaban los laicos y pasto- ponían, eran dirigentes. Gracias a Dios no todos
res jóvenes: rehusaron recibir la verdad, pero la expresión
“nuestros propios hermanos” tiene un sentido ge-
“Nuestros jóvenes observan a nuestros nérico. Ha de significar el grueso de los dirigen-
hermanos de más edad, y al ver que no tes responsables, con pocas, si es que alguna ex-
aceptan el mensaje, sino que lo tratan como cepción. E. White empleó repetidamente esa ex-
si no tuviera importancia, eso influencia a presión. Y es significativo que lo hiciera de for-
los que ignoran las Escrituras a que recha- ma retrospectiva:
cen la luz. Esos hombres que rehúsan reci-
bir la verdad se interponen entre el pueblo “En Minneapolis... Satanás tuvo éxito en
y la luz” (Review & Herald, 18 marzo impedir que fluyera hacia nuestros herma-
1890. Original sin atributo de cursivas). nos, en gran medida, el poder especial del
Espíritu Santo... El enemigo les impidió
E. White coincidió también con la declaración de que obtuvieran esa eficiencia que pudiera
Jones de que no hubo ni uno solo de los herma- haber sido suya para llevar la verdad al
nos dirigentes en la sede central que quisiera to- mundo... Fue resistida la luz que ha de
mar posición decidida en favor del mensaje de la alumbrar a toda la tierra con su gloria, y en
justicia de Cristo: gran medida ha sido mantenida lejos del
mundo por el proceder de nuestros propios

37
hermanos” (Mensajes selectos, vol. I, p. sus celos y malas sospechas, de su desafío a
276. Original sin atributo de cursiva). la verdad? Ni uno solo...” (Carta, 5 no-
viembre 1892; B2a 1892).
Difícilmente podrían unos pocos opositores obs-
tinados de limitada influencia haber tenido un Siete u ocho largos años después de 1888 E.
efecto tan determinante, si es que la mayoría de White debió confesar apenada que “algunos” en
los hermanos dirigentes hubiesen recibido de co- Battle Creek “mantuvieron vivo el espíritu que
razón el mensaje. Es como pretender que el rabo campó a sus anchas en Minneapolis”. Más ade-
sea capaz de agitar al perro. E. White escribió lo lante se verá que los “algunos” resultaron ser
siguiente a un pariente suyo, después que los in- “muchos”.
fluyentes hubieran hecho la mayoría de sus “con-
fesiones”: “Comenzaron esta obra satánica en Min-
neapolis... Sin embargo, estos hombres han
“¿Quiénes de los que han tenido una parte estado ocupando puestos de confianza, y
en la asamblea de Minneapolis han venido han estado moldeando la obra a su propia
a la luz y recibido los ricos tesoros de la semejanza, hasta el punto en que les fue
verdad que el Señor les envió del cielo? posible” (Testimonios para los ministros p.
¿Quién ha caminado junto al Dirigente, Je- 80; 1 mayo 1895; 30 mayo 1896. Original sin
sucristo? ¿Quién ha hecho total confesión atributo de cursivas).
de su celo equivocado, de su ceguera, de

Un llamado a la sinceridad

A.G. Daniells nos invita a ser sinceros al abordar Guardaos de transigir con los atributos de
la realidad: “Sería mucho más agradable eliminar Satanás, y arrojar menosprecio sobre la
algunas declaraciones del Espíritu de profecía re- manifestación del Espíritu Santo…
lativas a la actitud de algunos de los dirigentes Sé solamente que algunos ya ahora han ido
hacia el mensaje y los mensajeros. Pero de hacer demasiado lejos para volver y para arrepen-
así sería inevitable estar presentando sólo una tirse…
parte de la situación... dejando la cuestión más o No aprecian estas grandes y solemnes
menos en el misterio” (op. cit., p. 43). realidades y… hablan contra ellas…
Andan en camino de pecadores y se sientan
Cuanto menos “misterio”, tanto mejor en esta ho- en silla de escarnecedores…
ra tardía y peligrosa. Por lo tanto reproducimos Muchos han entrado en senderos oscuros y
las siguientes citas, sucintas pero literales, toma- secretos, y algunos nunca volverán…
das de Testimonios para los ministros, escrito en Han tentado a Dios, han rechazado la luz…
1895. Se trata del juicio retrospectivo de E. Whi-
te, escrito hacia el final de la “era de 1888”: Han elegido las tinieblas antes que la luz y
han contaminado sus almas…
“Hay muchos que lo tratan [al mensaje] con No solamente han rehusado aceptar el men-
desdén… saje, sino que han odiado la luz. Estos
Le habéis dado el Señor la espalda, y no el hombres colaboran en la ruina de las almas.
rostro… Se han interpuesto entre la luz enviada del
La luz que ha de llenar toda la tierra con su cielo y la gente. Han pisoteado la palabra
gloria ha sido despreciada… de Dios, y están afrentando al Espíritu San-

38
to… “En lugar de disponer vuestra fuerza contra
Durante años han resistido la luz y alberga- el avance del carro de la verdad que está
do un espíritu de oposición. ¿Por cuánto siendo tirado cuesta arriba, deberíais esfor-
tiempo odiaréis y despreciaréis a los men- zaros con toda vuestra energía para empu-
sajeros de la justicia de Dios…? jarlo.
Los criticaron duramente [a los mensajeros] Nuestros hermanos de mayor edad... no
tratándolos como fanáticos, extremistas y aceptan el mensaje, sino que lo tratan como
maniáticos… si careciera de importancia” (Review & He-
A menos que os humilléis… demasiado rald, 18 marzo 1890).
tarde veréis que habéis estado luchando
contra Dios… “No puedo expresaros la carga y aflicción
El Señor sabe que estáis dando la vuelta mental que he tenido al haberme sido pre-
completamente a las cosas. Seguid un poco sentada la verdadera condición de la cau-
más como habéis andado, rechazando la luz sa...
del cielo, y estaréis perdidos… Se me ha mostrado que de parte de los mi-
Aquellos que han sido por tanto tiempo nistros de todas nuestras asociaciones hay
como falsos postes indicadores que señalan descuido en el estudio de las Escrituras y el
el camino equivocado. Si rechazáis a los escudriñamiento de la verdad...
mensajeros designados por Cristo, recha- ¡La fe y el amor: cuán destituidas están las
záis a Cristo… iglesias de estos bienes!…
Despreciad esta gloriosa oferta de justifica- La religión de la Biblia es muy escasa, aun
ción por medio de la sangre de Cristo… y entre nuestros pastores...
no quedará más sacrificio por el pecado… La norma del ministerio ha sido grande-
mente rebajada…
Os ruego que os humilléis y ceséis en vues- La frialdad, la falta de compasión, la caren-
tra obstinada resistencia a la luz y la evi- cia de tierna simpatía, están leudando el
dencia” campamento de Israel. Si se permite que
(Testimonios para los ministros, p. 89-98). estos males se fortalezcan, como ha ocurri-
do en los últimos años, nuestras iglesias se
¡Eso es lo que nuestros autores calificaron como verán en una condición deplorable” (Testi-
“hito notable en la historia del adventismo del monios para los ministros, p. 142-156; 20
séptimo día”, algo así “como cruzar una frontera agosto 1890).
y entrar en un nuevo país”, “como una gloriosa
victoria y la ocasión e inicio de mayores y mejo- No hubo gran reavivamiento en 1892:
res cosas para la iglesia adventista”, “un nuevo
tiempo en nuestra obra; un tiempo de reaviva- “La atmósfera de la iglesia es tan frígida, su
miento y salvación de almas”, el “tiempo de una espíritu es de tal naturaleza, que los hom-
feliz experiencia espiritual”, el “inicio de un gran bres y mujeres no pueden sostener o sopor-
despertar espiritual entre los adventistas”, un tar el ejemplo de la piedad primitiva nacida
“reavivamiento de alcance denominacional”! Qué del cielo. El calor de su primer amor está
razón tenía E. White, cuando escribió en 1895: congelado, y a menos que sean bañados por
“El Señor sabe que estáis dando la vuelta com- el bautismo del Espíritu Santo, su candelero
pletamente a las cosas”. será quitado de su lugar” (Testimonios para
los ministros, p. 167 y 168; 15 julio 1892).
Siete u ocho años tras la asamblea, hubo amplia
oportunidad para el arrepentimiento, confesión, y Lo mismo sucedía en 1893:
la sincera participación en un “reavivamiento de
alcance denominacional”. Es posible seguir la “¡Cuán pocos conocen el día de su visita-
cronología del rechazo año a año: ción!... Estamos convencidos de que en el
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pueblo de Dios hay ceguera de mente y du- publicadora de Battle Creek... Se ha oído
reza de corazón, aun cuando Dios ha mani- una voz señalando los errores y rogando, en
festado inexpresable misericordia hacia no- el nombre del Señor, que se realizara un
sotros... cambio decidido. Pero ¿quién ha escuchado
Pocos están hoy sirviendo a Dios de cora- la instrucción dada? ¿Quién ha humillado
zón. La mayoría de los que componen su corazón para quitar todo vestigio de ese
nuestras congregaciones están espiritual- espíritu malvado y opresor?” (Testimonios
mente muertos en pecados y transgresio- para los ministros, p. 76 y 77; 30 mayo
nes... Las más dulces melodías procedentes 1896).
de Dios a través de labios humanos -la jus-
tificación por la fe y la justicia de Cristo- Por toda apariencia el “reavivamiento” no había
no encuentran en ellos respuesta alguna de ganado los corazones de los dirigentes en 1897:
amor y gratitud... Endurecen sus corazones
contra [el Comerciante celestial]” (Review “Dios da a los hombres consejo y repren-
& Herald, 4 abril 1893). sión para su bien. Él ha enviado su mensa-
je, diciéndoles lo que se necesitaba para el
La condición no había mejorado en 1895: tiempo: 1897… Él os dio la oportunidad de
que acudierais armados y equipados en au-
“Hay muchos que han dejado atrás su fe xilio de Jehová. Y habiendo hecho todo, os
adventista... mientras expresan el deseo de pidió que os presentarais. Pero ¿os prepa-
su corazón: ‘mi Señor tarda en venir’... rasteis? ¿Dijisteis ´Heme aquí, envíame a
Hombres a quienes se les han confiado pe- mí’? Os sentasteis tranquilos y no hicisteis
sadas responsabilidades, pero que no tienen nada. Permitisteis que la Palabra del Señor
una relación viva con Dios, han estado y cayera al suelo desatendida…
están haciendo afrenta a su Santo Espíritu... Oh, ¿por qué tienen que ser obstáculo los
Una y otra vez han llegado amonestaciones hombres cuando podrían ser una ayuda?
de parte de Dios para estos hombres, pero ¿Por qué frenan las ruedas cuando podrían
ellos las han hecho a un lado y han conti- empujar con señalado éxito? ¿Por qué des-
nuado con la misma conducta... pojan su propia alma del bien y privan a
Si el Señor les conserva la vida, y alimen- otros de la bendición que podría haber ve-
tan el mismo espíritu que señaló su conduc- nido por su intermedio? Estas personas que
ta antes y después de la reunión de Min- han rechazado la luz permanecerán en la
neapolis, llenarán también la medida de aridez como desiertos” (Testimonios para
aquellos a quien Cristo condenó cuando es- los ministros, p. 413).
taba en la tierra” (Testimonios para los mi-
nistros, p. 77-79; 1 mayo 1895). Permanecieron ciertamente en su rechazo como
desiertos estériles en sentido espiritual. Una revi-
Es evidente que no hubo gran cambio en 1896: sión de sus sermones y artículos impresos revela
que eran áridos y cansinos, exentos de los facto-
“Es una ofensa para Dios que los hombres res esenciales de las verdades de 1888, eviden-
conserven vivo el espíritu que se desató en ciando no obstante una suprema confianza en ha-
Minneapolis. Todo el cielo siente indigna- ber comprendido y estar predicando la justicia
ción por el espíritu que desde hace años se por la fe.
está manifestando en nuestra institución

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Los reavivamientos que siguieron a 1888

De 1888 a 1890 E. White hace numerosas refe- sido que este mensaje de luz y verdad que
rencias a reuniones de reavivamiento en las que ha venido a nuestro pueblo es precisamente
participó junto a Jones y Waggoner. La teoría de la verdad para este tiempo, y doquiera vaya
la aceptación se basa principalmente en esas de- entre las iglesias, lo acompañará ciertamen-
claraciones. Debemos ponderar su auténtico sig- te la luz, la liberación y bendición de Dios”
nificado. Siguen algunos ejemplos del entusias- (Ms. 10, 1889).
mo de la profetisa:
Estas declaraciones, entresacadas a lo largo de un
“Nunca he visto una obra de reavivamiento período de diez años, dan la impresión de una
avanzar en tanta profundidad, y sin embar- sincera aceptación del mensaje por parte de los
go permanecer libre de toda excitación in- dirigentes. Sin embargo debemos prestar atención
debida. No hubo insistencia o invitación al- a otras evidencias contextuales relacionadas. Es
guna. No se llamó a que las personas salie- preciso contrastar con la realidad esa impresión
ran al frente, sino que hubo un solemne re- de aceptación por parte de los dirigentes.
conocimiento de que Cristo vino, no a lla-
mar a justos, sino a pecadores al arrepenti- Jones había dicho que aquellas reuniones “calma-
miento... Muchos testificaron de que al pre- ron los ánimos del pueblo”. Lo cierto, no obstan-
sentarse las verdades decisivas, a la luz de te, es que nunca hubo animosidad por parte del
la ley fueron convencidos como transgreso- pueblo. El problema concernía enteramente a los
res” (Review & Herald, 5 marzo 1889). dirigentes y al ministerio. El pueblo habría acep-
tado gozosamente la luz si es que los dirigentes
“Las nuevas de que Cristo es nuestra justi- hubieran permitido que les llegara libre de distor-
cia trajeron alivio a muchísimas almas, y sión y de oposición, y con mayor razón si los di-
Dios dice a su pueblo: ‘Avanzad’... rigentes se hubiesen unido de corazón en la pre-
En toda reunión desde la Asociación Gene- sentación de dicha luz. Muchos pastores jóvenes
ral [de 1888] hay almas que han aceptado se interesaron profundamente en ella. Pero la ac-
fervientemente el precioso mensaje de la titud continuada de falta de compromiso o franca
justicia de Cristo... oposición por parte de los responsables en Battle
El sábado [Ottawa, Kansas], se presentaron Creek y otros lugares sofocó el movimiento. No
verdades nuevas para la mayoría de la con- son sólo las declaraciones de E. White las que
gregación... Pero los esfuerzos del sábado dan fe del hecho, también es clara la correspon-
no fueron en vano. El domingo por la ma- dencia de la Asociación General registrada en los
ñana hubo clara evidencia de que el Espíri- Archivos.
tu de Dios estaba obrando grandes cambios
en la condición moral y espiritual de los allí De hecho, no es necesario apelar al testimonio de
reunidos” (ibíd., 23 julio 1889). E. White para comprobar el rechazo oficial de
Battle Creek al mensaje. La documentación dis-
“Estamos teniendo reuniones por demás ponible en la correspondencia muestra una oposi-
excelentes. El espíritu que hubo en la ción subterránea, a la que Jones se refirió como
reunión de Minneapolis no está aquí pre- “un secreto antagonismo siempre presente” (ver
sente. Todo avanza en armonía... El testi- Nota adicional al final del capítulo).
monio universal de los que han hablado ha

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Presión contraria al reavivamiento

E. White comprendió rápidamente que el pro- publicar artículos, y aun siendo cierto que los lai-
blema en Minneapolis tenía que ver con los diri- cos acogían favorablemente el mensaje, el recha-
gentes. Instó fervientemente a los delegados a zo de los dirigentes contrarrestaba continuamente
que no miraran a los hombres de mayor edad y sus mejores esfuerzos. Disponemos del análisis
experiencia a fin de decidir qué harían con la luz. de E. White al respecto:
Advirtió que tratarían incluso de impedir que di-
cha luz llegase al pueblo: “Los propios hombres que deberían estar
alerta para discernir las necesidades del
“Os insto a que pongáis en Dios vuestra pueblo de Dios a fin de que pueda prepa-
confianza; no idolatréis a los hombres, no rarse el camino del Señor, están intercep-
dependáis de hombre alguno. No permitáis tando la luz que Dios quisiera traer a su
que vuestro amor por los hombres los man- pueblo y rechazando el mensaje de su gra-
tenga en posiciones de confianza para las cia restauradora” (Carta a los hermanos
que no están cualificados... Miller, 23 julio 1889).
Necesitáis mayor luz, necesitáis una com-
prensión más clara de la verdad que lleváis “Algunos de nuestros hermanos dirigentes
al pueblo. Si vosotros mismos no veis la han tomado con frecuencia posiciones del
luz, cerraréis la puerta hasta donde os sea lado equivocado, y si Dios enviase un men-
posible e impediréis que los rayos de luz saje y esperase a que esos hermanos vete-
alcancen al pueblo. Que no pueda decirse ranos abrieran el camino para su avance,
de este pueblo altamente favorecido: 'Ni nunca llegaría al pueblo...
entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que El reproche del Señor estará sobre aquellos
están entrando'. Todas estas lecciones son que, pretendiendo ser guardianes de la doc-
para amonestarnos a nosotros, que vivimos trina, obstaculicen el camino a fin de que
en estos tiempos finales... no venga al pueblo mayor luz; y si no hu-
En esta reunión... el orden del día es la biera voces entre los hombres para darla,
oposición, más bien que la investigación... las mismas piedras clamarían... Es la frial-
dad del corazón, la incredulidad de los que
A nadie se le debe permitir cerrar la aveni- debieran tener fe, lo que mantiene debilita-
da por la que ha de llegar al pueblo la luz das a las iglesias” (Review & Herald, 26 ju-
de la verdad. Tan pronto como se procure lio 1892. Original sin atributo de cursivas).
tal cosa, el Espíritu de Dios se retirará”
(Ms. 15, 1888; Olson, p. 297 y 301). Por aquel tiempo, tanto Jones como Waggoner
eran persona non grata para los hermanos res-
“Nuestra reunión está llegando ya a su fin y ponsables en Battle Creek (Olson, p. 115). Como
no se ha hecho confesión alguna, no ha ha- veremos en otro capítulo, el redactor jefe de la
bido ningún movimiento que permita la en- Review & Herald era el opositor más influyente.
trada del Espíritu de Dios. Me pregunto de Y E. White afirmó que el propio nuevo presiden-
qué sirve que nos reunamos aquí y de qué te de la Asociación General “actuó tal como hizo
sirve que vengan nuestros hermanos del Aarón con aquellos hombres que se habían veni-
ministerio, si es con el único propósito de do oponiendo a la obra de Dios desde la asam-
alejar del pueblo el Espíritu de Dios” (Ms. blea de Minneapolis” (Carta a A.O. Tait, 27
9, 1888; Olson p. 290 y 291). agosto 1896). “El presidente de la Asociación
General... actuó de forma directamente contraria
¿Cuál era el mecanismo del rechazo? ¿Cómo a las advertencias y amonestaciones que se le die-
operaba? Si bien Jones y Waggoner tenían per- ron” en relación con los acontecimientos poste-
miso para hablar en reuniones campestres y para
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riores a 1888 (Carta a I.H. Evans, 21 noviembre esperábamos que se empeñaran en la obra”
1897; E51, 1897). (Carta O19, 1892).

Además, era natural que los hermanos que se E. White continuó esperanzada por ver el cambio
oponían desearan y esperasen que el pueblo co- en el corazón de los dirigentes, una vez que reco-
mún no recibiera el inoportuno mensaje mejor nocieran la evidencia incontrovertible. En la pre-
que los veteranos y hombres de autoridad en tensión de demostrar que los dirigentes de la igle-
Battle Creek. Lógicamente les disgustó la poste- sia aceptaron el mensaje de 1888, cabría citar el
rior recepción de informes acerca de los maravi- párrafo siguiente:
llosos resultados de la predicación del trío inspi-
rado. Es penoso constatar, tal como afirmó E. “Vi que el poder de Dios acompañaba al
White, que les molestó la aprobación que dio el mensaje allí donde se lo presentó. No po-
Espíritu Santo a aquella obra. La profetisa no es- dríais hacer creer a los de South Lancaster
taba preocupada por una minoría insignificante que el mensaje que les llegó no fuese luz...
de hermanos de escasa relevancia, sino por el Dios ha puesto su mano en el avance de es-
impacto en el cuerpo de dirigentes responsables e ta obra. Trabajamos en Chicago una sema-
influyentes: na antes de producirse el descanso en las
reuniones. Nos cubrió como una ola de glo-
“Más tarde, cuando vieron y sintieron la ria la bendición de Dios, al llevar las perso-
demostración del Espíritu Santo que testifi- nas al Cordero de Dios que quita el pecado
caba que el mensaje era de Dios, lo odiaron del mundo. El Señor reveló su gloria, y
aún más, porque era un testimonio contra sentimos en profundidad la acción de su
ellos. No quisieron humillar sus corazones Espíritu”.
para arrepentirse, para dar gloria a Dios y
para reivindicar la justicia” (Testimonios Pero el mismo artículo, en la Review & Herald
para los ministros, p. 80; 1 mayo 1895). del 18 de marzo de 1890, indica que los herma-
nos en la dirección distaban mucho de simpatizar
Los reavivamientos en South Lancaster, Chicago, con la obra:
Ottawa, Kansas, y en la propia iglesia de Battle
Creek eran un poderoso testimonio de que el “He tratado de presentaros el mensaje tal
mensaje llevaba el sello de Dios. El experimento como lo he comprendido, pero ¿por cuánto
probatorio de aquella luz se realizó en el labora- tiempo se mantendrán los que están al fren-
torio de las iglesias. Y funcionó. Nunca hubo ta- te de la obra alejados del mensaje de
les manifestaciones de gloria celestial acompa- Dios?”
ñando a mensaje o a movimiento alguno desde el
clamor de medianoche de 1844: A la incredulidad de 1888 en Minneapolis se le
añadió un pecado todavía mayor: las indiscutibles
“A pesar de que ha habido un esfuerzo de- evidencias de la aprobación del Espíritu Santo al
terminado por dejar sin efecto el mensaje mensaje, demostrada en maravillosos reaviva-
que Dios envió, sus frutos han estado de- mientos, no hicieron más que confirmar a esos
mostrando que proviene de la fuente de luz hermanos en su oposición. “Cuando vieron y sin-
y verdad. A quienes… se han interpuesto tieron la demostración del Espíritu Santo que tes-
obstaculizando el camino en contra de toda tificaba que el mensaje era de Dios, lo odiaron
evidencia, no se los puede suponer posee- aún más” (Testimonios para los ministros, p. 80;
dores de mayor discernimiento espiritual 1895). Pocos años antes, E. White había hecho
por haber cerrado los ojos durante tanto un llamado patético en favor de la unidad con los
tiempo a la luz que Dios envió al pueblo... mensajeros:
Habrá resistencia por parte de aquellos que

43
“Durante casi dos años hemos estado ins- La evidencia es abrumadora: se interpusieron en
tando al pueblo a que venga y acepte la luz el camino. Se debe tener presente el contexto de
y la verdad relativas a la justicia de Cristo, esos informes optimistas acerca de los “reaviva-
y no saben si venir y aferrarse a esa precio- mientos”. Es preciso contrastar los informes tem-
sa verdad o no” (ibíd., 11 marzo 1890). pranos expresando esperanza profética (1889-
1890) con el posterior chasco en vista de los
“A vosotros que os oponéis a la luz de la eventos históricos subsecuentes que E. White de-
verdad, os suplicamos que dejéis de inter- bió registrar a su pesar (1891-1897). Todas las
poneros en el camino del pueblo de Dios” evidencias apuntan consistentemente en la misma
(ibíd., 27 mayo 1890). dirección: su propio testimonio, el testimonio de
Jones, los documentos oficiales, y desde luego el
peso de casi un siglo de historia.

¡Como los judíos!

Nunca, desde que Israel rechazó a su Rey de glo- bido a los visitantes celestiales, ya que has-
ria, ha contemplado el universo celestial un fallo ta hoy desconocen el amor de Dios…
más inexcusable y vergonzoso por parte del pue- Hay menos excusa hoy para la obstinación
blo escogido de Dios, protagonizado por sus diri- e incredulidad, de la que había para los ju-
gentes. La mensajera del Señor no dudó en apli- díos en los días de Cristo… Nuestro pecado
car a los hermanos dirigentes los célebres “ayes” y su retribución serán mayores que los de
dedicados a los fariseos (Luc. 11:50-52), desta- ellos si rehusamos andar en la luz. Dicen
cando su aplicación para el presente (1896): “Si muchos: ‘Si hubiera vivido en los días de
Dios alguna vez ha hablado por mi intermedio, Cristo, no habría retorcido sus palabras ni
estos pasajes significan mucho para aquellos que habría interpretado falsamente su instruc-
los escuchen” (Testimonios para los ministros, p. ción. No lo habría rechazado ni crucificado
76). “Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los tal como hicieron los judíos’, pero eso se
que están entrando” (Mat. 23:13). demostrará en la forma en que tratáis hoy
su mensaje y sus mensajeros…
Esa es la realidad del “gran reavivamiento” que A los que viven ahora no se los tiene por
siguió a la asamblea de 1888. Muchos laicos y responsables de los hechos de quienes cru-
pastores jóvenes comenzaban a “entrar”, pero los cificaron al Hijo de Dios; pero si teniendo
ancianos de Jerusalén “no les dejaban”. El reavi- desplegada ante nosotros toda la luz que
vamiento tuvo un final abortivo. Se agravió, se brilló sobre su pueblo en la antigüedad re-
“insultó” y sofocó al Espíritu Santo. La mensaje- corremos el mismo camino que ellos, acari-
ra del Señor comparó frecuentemente el espíritu ciamos el mismo espíritu y rehusamos reci-
de oposición en 1888, con el rechazo de los ju- bir el reproche y la advertencia, nuestra
díos hacia Cristo. Por ejemplo: culpabilidad resultará grandemente incre-
mentada” (ibíd., 11 abril 1893).
“Sobre la iglesia de Dios ha estado brillan-
do la luz, pero muchos han dicho por su ac- Una semana después añadió:
titud indiferente: ‘No queremos tus cami-
nos, oh Dios, sino los nuestros’. El reino de “Los que están llenos de incredulidad saben
los cielos se ha acercado mucho… pero han discernir hasta el más mínimo detalle que
cerrado la puerta del corazón y no han reci- sea de alguna forma objetable. Pueden así

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perder de vista todas las evidencias que Nuestra imaginación se esfuerza en captar la
Dios ha dado... en la revelación de precio- magnitud de las bendiciones que habrían venido
sas gemas de verdad de la mina inagotable sobre la iglesia adventista del séptimo día de ha-
de su palabra. Pueden colocar el átomo ob- ber aceptado de todo corazón el precioso mensa-
jetable bajo la lupa de su imaginación hasta je:
que dicho átomo parece convertirse en un
mundo que oculta de su vista la preciosa “Si mediante la gracia de Cristo su pueblo
luz celestial... ¿Por qué dar tanta importan- viene a ser nuevas vasijas, él los llenará con
cia a aquello que percibís como objetable vino nuevo. Dios concederá luz adicional, y
en el mensajero [A.T. Jones y E.J. se recuperarán antiguas verdades que serán
Waggoner] e ignorar todas las evidencias incorporadas al marco de la verdad, y los
que Dios ha dado a fin de obtener una obreros triunfarán donde quiera que vayan”
comprensión equilibrada de la verdad?” (Review & Herald, Extra, 23 diciembre
(ibíd., 18 abril 1893). 1890).

Tergiversando nuestra historia

En la asamblea de la Asociación de 1901, E. permitiera que el poder de Dios fuera reve-


White, reflexionando sobre la crisis de 1888- lado entre su pueblo” (General Conference
1891, hizo una declaración esclarecedora a pro- Bulletin 1901, p. 23).
pósito de lo que debía haber sucedido, pero no
sucedió. Lo que nuestros historiadores han inter- Algunos de los hermanos reconocieron en 1893
pretado como siendo un “reavivamiento”, resultó que tras haber rehusado la reforma, el consecuen-
no ser más que un asentimiento verbal que no se te reavivamiento resultó igualmente frustrado.
acompañó de una reforma genuina: Jones declaró:

“Siento un interés especial en los movi- “Hermanos, ha llegado el momento de que


mientos y las decisiones que se harán en es- retomemos esta noche lo que rechazamos
te congreso con respecto a las cosas que allí [en Minneapolis, cuatro años antes].
deberían haberse hecho años atrás, espe- Ninguno de nosotros ha podido siquiera
cialmente hace diez años, cuando estuvi- imaginar las maravillosas bendiciones que
mos reunidos en congreso, y el Espíritu y el Dios tenía para nosotros en Minneapolis, y
poder de Dios descendieron sobre nuestra que habríamos estado disfrutando durante
reunión, dando testimonio de que Dios es- esos cuatro años si los corazones hubiesen
taba listo para obrar en favor de este pueblo estado dispuestos a recibir el mensaje que
si hubiera manifestado una disposición a Dios envió. Llevaríamos cuatro años de
ponerse a la obra. Los hermanos asintieron adelanto, estaríamos esta noche en medio
a la luz que Dios había dado, pero los que de las maravillas del fuerte pregón” (Gene-
estaban relacionados con nuestras institu- ral Conference Bulletin 1893, p. 183).
ciones, especialmente Review & Herald y
la Asociación, trajeron elementos de incre- La siguiente carta de E. White, leída en la misma
dulidad, de modo que no se actuó según la asamblea, explica cómo operó el proceso por el
luz concedida. Hubo un asentimiento, pero cual el mensaje de 1888 terminó en derrota:
no se efectuó ningún cambio especial que

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“La oposición en nuestras propias filas ha pueblo mediante los Testimonios... debido
impuesto sobre los mensajeros del Señor a que algunos de los que ocupan posiciones
una tarea agotadora y probatoria, pues han de responsabilidad estuvieron leudados con
debido enfrentar dificultades y obstáculos el espíritu que prevaleció en Minneapolis,
que no debieron existir... Todo el tiempo, un espíritu que anubló el discernimiento del
pensamiento y esfuerzo requeridos para pueblo de Dios” (ibíd., p. 419).
contrarrestar la influencia de nuestros her-
manos que se oponen al mensaje, han sido El ejército que pierde una batalla trata posterior-
igualmente sustraídos a un mundo bajo los mente de descubrir cuál fue la causa de la derro-
rápidos juicios de Dios. El Espíritu de Dios ta. Hablará de victoria solamente en términos de
ha estado presente con poder entre su pue- lo que “podría haber sido”. Es significativo que
blo, pero no pudo serle concedido debido a el pasaje frecuentemente citado, publicado en
que no abrió el corazón para recibirlo. 1909 en Testimonies, vol. IX, p. 29, que comien-
No es la oposición del mundo lo que hemos za con un trágico “si” condicional, fue escrito en
de temer: son los elementos que operan en- referencia al devenir de la historia posterior a
tre nosotros mismos los que han impedido 1888. Es la frase que sigue en la cita anterior:
el mensaje... El amor y la confianza consti-
tuyen una fuerza moral que habría unido “Si cada soldado de Cristo hubiese cumpli-
nuestras iglesias y asegurado armonía de do su deber, si cada centinela en los muros
acción; pero la frialdad y la desconfianza de Sión hubiese tocado la trompeta, el
han traído desunión, privándonos de nues- mundo habría oído el mensaje de amones-
tra fuerza... tación. Pero la obra ha sufrido años de atra-
La influencia derivada de la resistencia a la so. ¿Qué cuenta se rendirá a Dios por retar-
luz y la verdad en Minneapolis tendió a de- dar de esa manera la obra?”
jar sin efecto la luz que Dios concedió a su

Hay buenas nuevas en la historia de 1888

Eso no significa que se haya perdido la guerra. jactanciosa asunción como esa, de parte de Sata-
En absoluto. Solamente se perdió una batalla. nás, llevaría al remanente –de corazón sincero- a
Ante nosotros se dibuja, eso sí, un panorama por postrarse de rodillas en el arrepentimiento de los
demás intrigante. Unos pocos párrafos más ade- siglos. El enemigo nada tiene que ganar diciéndo-
lante en la misma carta, E. White predijo que Sa- le al remanente la verdad: debe mantener su en-
tanás sacaría astutamente partido. “La trama gaño hasta el último momento.
oculta de Satanás desplegará su operación en to-
do lugar”. Él es demasiado astuto como para Es comprensible que Satanás quiera mantenernos
irrumpir torpemente desvelando su identidad dia- engañados respecto a nuestra historia de 1888.
bólica, y se hará pasar por el propio Cristo. “La Admitirá astutamente su “derrota” y concederá la
aparición de un falso Cristo despertará esperan- “victoria”, pretendiendo haber caído doblegado a
zas engañosas en las mentes de quienes se dejen nuestros pies. Pero recibir tal engaño puede con-
engañar”. ducirnos solamente a resultar seducidos por el
falso Cristo. Si no podemos interpretar correcta-
Satanás tiene demasiada inteligencia como para mente el pasado, ¿cómo vamos a ser capaces de
proclamar su victoria antes que sea completa, in- descifrar el futuro que se ha de desplegar ante
cluso habiéndose dado su victoria parcial. Una nuestros ojos?

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¿Acaso esas verdades obvias configuran un pano- Aun siendo cierto que nuestra historia es un claro
rama sombrío y causante de desánimo? No, si llamado al arrepentimiento, será bueno recordar
amamos a Aquel que se presentó como siendo la aquí que los llamamientos divinos al arrepenti-
Verdad. ¡Reconocer la verdad es el único modo miento siempre tienen signo positivo, trayendo
de acercarnos a él! ánimo y esperanza.

Conclusión

Los que presentan nuestra historia de 1888 como lloró amargamente postrado en tierra deseando
una gloriosa victoria, lo hacen en total sinceridad. morir, llegó a convertirse por fin (Mat. 26:75; El
Desean preservar la unidad de la iglesia. Se han Deseado, p. 660). Cuando tenga lugar una expe-
levantado voces críticas pretendiendo que la vic- riencia similar, la iglesia remanente resultará
toria que obtuvo Satanás en 1888 y posteriormen- igualmente convertida. Su Pentecostés no estará
te fue tan completa, que hoy no queda esperanza más lejos en el tiempo, de lo que lo estuvo el de
alguna para la iglesia. No es así, y no tienen ra- Pedro cuando se conoció por fin a sí mismo, en-
zón. Pero ideas erróneas de ese tipo tienen su raíz contrando así el perdón de su Señor.
y florecen como reacción contra el orgullo y
complacencia que caracterizan la negación de la La comprensión verdadera de la experiencia de
verdad de nuestra historia, perpetuada generación 1888 jugará un papel primordial en el proceso de
tras generación. Israel nunca se volverá Babilo- llegar a conocernos a nosotros mismos: “Llegará
nia, aunque pueda atravesar períodos de cautive- el tiempo en que se lo verá en su verdadero signi-
rio. El Señor lo traerá nuevamente a sus fronte- ficado, con la espantosa consecuencia que de ello
ras, castigado y arrepentido. ha resultado” (General Conference Bulletin 1893,
p. 184).
En el intento por contrarrestar a los críticos des-
leales que condenan a la iglesia en la desesperan- A.T. Jones, en la asamblea de 1893, también se
za, debemos evitar negar la verdad. Seamos jus- refirió a ese “tiempo” de reparación que tanto se
tos y ecuánimes. A la luz de nuestra historia pa- ha postergado:
sada, eso va a requerir considerable humildad de
nuestra parte: “Hay cosas que están por llegar, que serán
más sorprendentes de lo que fueron para los
“Entre quienes permanezcan fieles y verda- presentes en Minneapolis... Pero a menos
deros hasta el fin habrá una gran humilla- que vosotros y yo hayamos desarraigado
ción de los corazones ante Dios” (Ms. 15, completamente de nuestros corazones ese
1888; Olson, p. 297). espíritu, trataremos el mensaje y los mensa-
jeros que lo traigan tal como Dios declaró
“A menos que la iglesia contaminada por la que hemos tratado este otro mensaje” (Ibíd,
apostasía se arrepienta y se convierta, co- p. 185).
merá del fruto de sus propias obras hasta
que se aborrezca a sí misma” (Joyas de los Incluso si no pudiéramos disponer de las referen-
testimonios, vol. III, p. 254). cias que hemos presentado en este capítulo, la ló-
gica y la pura razón permitirían ciertas conclu-
Esa experiencia no constituye una prueba de que siones:
Dios haya desechado a su iglesia. Cuando Pedro

47
(1) En la terminación de la obra, el fuerte pregón (3) Cuando se acepte el mensaje de la justicia por
habría de avanzar de forma comparable a la del la fe de 1888, el verdadero “comienzo” de la llu-
fuego en el rastrojo (Review & Herald, 15 di- via tardía, se verá en la iglesia remanente un
ciembre 1885). “Los últimos acontecimientos se- reavivamiento de la piedad primitiva desconoci-
rán rápidos”. Pero en lugar de avanzar como fue- do hasta hoy. “El enemigo de Dios no quiere que
go en el rastrojo, ha habido un siglo de combus- se presente claramente esta verdad, pues sabe que
tión lenta y humeante que se arrastra centímetro a si se la recibe plenamente resultará quebrantado
centímetro, mientras los seres humanos van na- su poder” (Gospel Workers p. 103, edición de
ciendo en una tasa mucho más rápida de lo que 1892). La única conclusión posible: el mensaje
logramos alcanzarlos con nuestro mensaje. La de la justicia de Cristo no fue verdaderamente
única conclusión razonable es que la acción de recibido.
instrumentos humanos -no divinos- sofocó aquel
fuego. (4) Dado que el mensaje vino muy especialmente
de Dios, la oposición responsable y persistente al
(2) Cuando venga el fuerte pregón, escribió Juan mismo, por parte de quienes ostentaban la autori-
en Apocalipsis, será como una luz que alumbre dad, constituyó un revés espiritual para el movi-
toda la tierra con una gloria superior a cualquier miento adventista; pero ese revés debe ser reco-
demostración previa de poder celestial. Los “re- nocido como la pérdida de una batalla en el con-
yes de la tierra” aún no se han apartado, lamen- texto más amplio de la guerra, y no se debe con-
tando junto con los “mercaderes de la tierra” la fundir con una supuesta pérdida de la guerra
caída de la gran Babilonia, desolada en una sola misma.
“hora” a resultas de la poderosa predicación del
auténtico fuerte pregón. Sin embargo, la luz del Ver el asunto de esa forma requerirá que esta ge-
poderoso mensaje del cuarto ángel comenzó a neración reconozca los hechos tal como fueron, y
brillar de esa extraña e impresionante manera en rectifique cumplidamente el trágico error. Eso es
1888. La única conclusión razonable es que ins- posible, y el poderoso Dios de la justicia va a ve-
trumentos humanos apagaron aquella luz. nir en nuestra ayuda.

Eso sólo puede significar buenas nuevas.

48
Nota adicional al Capítulo 4

Testimonio de los archivos de la Asociación General

La correspondencia oficial en los archivos de prendamos cómo sucedió; de lo contrario corre-


Battle Creek corrobora el testimonio de E. White mos hoy grave peligro de repetir esa historia.
y de A.T. Jones relativo a la actitud negativa de Como dijo Lutero, todos estamos hechos de la
los dirigentes de mayor responsabilidad en Battle misma materia.
Creek. A.T. Jones declaró que “siempre estuvo
en acción un secreto antagonismo” (Carta a C.E. Por alguna extraña razón Dan Jones permite un
Holmes, 12 mayo 1921). año después que su corazón se endurezca contra
los mensajeros de 1888, mientras que durante ese
Las cartas del secretario de la Asociación Gene- mismo período la actitud de E. White viene a ser
ral, Dan T. Jones, ilustran cómo operaba esa acti- de creciente respaldo hacia ellos. Vemos aquí en
tud. Aun albergando profundos prejuicios en con- acción un misterioso fermento en la mente hu-
tra del mensaje y mensajeros de 1888, pocas se- mana. En calidad de oficial administrativo res-
manas después de Minneapolis el Espíritu Santo ponsable, escribió a la dirección de la Asociación
lo impresionó con marcada evidencia de que A.T. de Missouri a la que pertenecía, por sentir que
Jones era el verdadero mensajero de Dios. Escri- debía comunicarles su [equivocado] juicio. Te-
bió a un amigo en estos términos: nemos aquí un ejemplo de ese tipo de influencia
operando en la sombra: el “secreto antagonismo”
“Hemos tenido aquí buenas reuniones... El al que A.T. Jones se refirió:
hermano A.T. Jones ha tenido a su cargo la
mayoría de las predicaciones. Me gustaría “Creo que sería maravilloso tener un Insti-
que hubiese podido oír algunos de sus ser- tuto en Missouri; pero considero preferible
mones. Parece muy distinto a lo que hizo un instituto con pocas pretensiones más
[sic] en Minneapolis. Algunos de sus ser- bien que la organización de un gran evento
mones me parecen tan buenos como los y traer... a los pastores A.T. Jones y E.J.
mejores que jamás haya oído. Además son Waggoner. Para decir verdad, no tengo
todos inéditos. Es original en su predica- gran confianza en algunas de sus maneras
ción, y en su práctica parece muy amable y de presentar las cosas. Tratan de hacerlo
siente profundamente todo cuanto dice. Mi todo a su modo, y no admiten que sus posi-
estima hacia él ha aumentado considera- ciones estén sujetas al más mínimo criti-
blemente desde que he visto la otra faceta cismo... De hecho, no prestan atención a
del hombre” (Carta a J.W. Watt, 1 enero ningún otro asunto, excepto aquellos en los
1889). que hay diferencias de opinión entre nues-
tros hermanos dirigentes. No creo que
[Se pueden consultar las cartas de Dan T. Jones en desee traer ese espíritu a la Asociación de
Archives and Statistics, Record Group 25 de la Aso- Missouri” (Carta a N.W. Alee, 23 enero
ciación General. Usado con autorización] 1890. Original sin atributo de cursiva).

Pero Dan Jones resultó estar convencido en con- Probablemente los mensajeros de 1888 nunca su-
tra de su voluntad. Es increíble que dirigentes pieron por qué su ministerio no fue bienvenido en
destacados puedan endurecer su corazón contra Missouri.
aquello que reconocen claramente como “creden-
ciales” del Espíritu Santo. Es preciso que com-

49
Las cartas informativas de Dan Jones a G.I. la antipatía oficial existente hacia el mensaje y
Butler en relación con lo sucedido en Battle los mensajeros, al mismo tiempo que -por su-
Creek, revelan ese “antagonismo” en acción. puesto- haciendo profesión de aceptar la “doctri-
Alentaron a Butler en su oposición al mensaje: na de la justificación por la fe”.

“Me alegra de verdad que esté viendo las Afortunadamente Dan Jones era un prolífico es-
cosas de la forma en que lo hace, y que no critor de cartas, en las que proporciona valiosas
se desanime e incline bajo la carga que pa- pistas acerca de las actitudes de los dirigentes de-
recen imponerle... He pensado a menudo en trás de la escena. En su correspondencia mani-
lo que me dijo el invierno pasado concer- fiesta con vehemencia sus sentimientos íntimos.
niente a que los colegas de California [Jo- La persistente oposición de su corazón al mensa-
nes y Waggoner] estarían en el equipo edi- je suponía evidentemente una pesada carga para
torial de la Review antes de dos años. Nada su conciencia, como la de Saulo al dar coces con-
me extrañaría que se intentara algo así en tra el aguijón. Respecto a esa confrontación con
estos largos meses. Pero estoy seguro de Waggoner, escribió así a Butler:
que eso suscitaría una fuerte oposición”
(Carta, 28 agosto 1889). “En toda mi vida no me ha sucedido nada
que me afectara de este modo. Todo ese
La “fuerte oposición” que Dan Jones anticipaba asunto me ha perturbado de tal forma, que a
entró en erupción como volcán en su propia alma duras penas he sabido cómo actuar o qué
durante el invierno siguiente, en 1890. Waggoner hacer... Cuando vi de qué trataban las lec-
anunció un día en su clase bíblica que el siguien- ciones [de la Escuela Sabática sobre los
te lunes de mañana abordaría los dos pactos. Se pactos, escritas por Waggoner] decidí in-
lo había invitado oficialmente, incluso se lo había mediatamente que no podía enseñarlas, y
urgido a que dejara su trabajo en California y en- después de volver a estudiar algo más la
señara en Battle Creek. Obviamente supuso que cuestión, decidí renunciar a mi cargo como
estaba en libertad de presentar el evangelio tal maestro de Escuela Sabática... [ver Nota al fi-
como lo comprendía. nal del capítulo]
Me he preocupado y angustiado al respecto
Pero cuando Dan Jones oyó las noticias relativas hasta el punto de agotarme más que en me-
a los dos pactos no se pudo contener. Tomó in- dio año de trabajo” (Carta, 13 febrero
mediatamente medidas para frenar a Waggoner, 1890).
buscando el apoyo de Uriah Smith e incluso de E.
White. El incidente lo perturbó de tal manera que ¡Qué espectáculo: el secretario de la Asociación
escribió sobre él en extensas cartas dirigidas a General “preocupado y angustiado” por lo que
G.I. Butler, O.A. Olsen, J.D. Pegg, C.H. Jones, eran en realidad las directrices del Espíritu Santo
R.C. Porter, J.H. Morrison, E.W. Farnsworth, y en el comienzo de la lluvia tardía!
R.A. Underwood. Sus cartas no pueden disimular

Una mirada entre bastidores al Battle Creek de antaño

Dan Jones prosigue con un retrato vívido de la “dejar que el asunto pase lo más discretamente
administración en Battle Creek, hablando a posible, sin atraer la atención de los alumnos al
Butler con toda franqueza sobre el plan oficial de cambio producido más de lo necesario”. Sin duda
ocultar a los estudiantes los auténticos hechos, y un procedimiento astuto. Pero Waggoner malo-

50
gró aquellos planes de Dan Jones al declarar el Dr. Waggoner y otros estaban llevando
abiertamente la verdad “exponiéndolo todo a la adelante ciertos planes y propósitos, y de
luz, y todo cuanto pude hacer fue decir que nos que había ciertos motivos detrás de aque-
había parecido mejor pedirle al Dr. Waggoner llos planes y propósitos; pero ahora es evi-
que por el momento postergara la cuestión del dente que estaba equivocado en ambas co-
pacto”. sas. Es difícil comprender cómo pudo su-
ceder así. Cada circunstancia parecía su-
E. White, W.C. White, Waggoner y A.T. Jones marse a la evidencia de que las cosas eran
intervinieron ante los hermanos en Battle Creek como yo suponía; y sin embargo demostra-
para enderezar las cosas, con el resultado de que ron ser falsas” (Carta a J.D. Pegg, 17 mar-
la verdad puso a Dan Jones, Uriah Smith y otros zo 1890).
contra las cuerdas. Dan Jones fue sincero una vez
más al referir aquel mal trago a sus amigos: Escribiendo a Butler diez días después, su pro-
greso es dudoso y sigue sin ser claro. Continúa
“Eso nos dejó a algunos de nosotros en una albergando la misma opinión respecto del mensa-
posición más bien embarazosa. Habíamos je. Lo mismo que Uriah Smith, responsabiliza a
estado obrando sobre una base equivocada Jones y Waggoner de aquel malentendido. Es in-
y se nos derrumbaron los apoyos. Nadie capaz de verlos en la misma luz en que los veía
podía contradecir la palabra del Dr. E. White: como los “mensajeros delegados” del
Waggoner o de la hermana White” (Carta a Señor.
Butler, 27 marzo 1890).
“Quizá hemos estado equivocados en algu-
La humildad y sinceridad de Dan Jones resultan nas de nuestras opiniones... No veo ahora
reconfortantes. Pero rayan en la ingenuidad, es- qué podemos hacer, excepto aceptar las ex-
pecialmente a la luz de la pura verdad que esca- plicaciones dadas y actuar en consecuen-
paba a su comprensión: que su antipatía se dirigía cia... La hermana White... piensa que los
en realidad contra el don divino de la lluvia tardía informes que usted recibió procedentes de
y el comienzo de la luz del fuerte pregón. Se Minneapolis eran sobremanera exagerados,
oponía inequívocamente a esa bendición enviada y que no se hizo una idea correcta de lo que
desde el Cielo, y no podía evitar manifestarlo. Es allí sucedió. Si bien retengo la misma posi-
llamativa la forma en que la convicción chocó y ción sobre la ley en Gálatas y la cuestión
sucumbió ante su voluntad, haciendo que persis- del pacto que siempre he mantenido, me
tiera en su postura. alegro por haber despejado en mi mente las
dudas respecto a los planes y motivos de
El famoso sermón de E. White en Battle Creek algunos hermanos... Esperemos que en el
del 16 de marzo de 1890 (Ms. 2, 1890), contiene futuro no propicien que sus planes y propó-
la afirmación de que el mensaje “no fue recibi- sitos sean juzgados injustamente” (Carta,
do”, junto a docenas de alusiones relativas a la 27 marzo 1890).
persistente incredulidad y rechazo de los dirigen-
tes en Battle Creek desde el tiempo de Minneapo- Escribiendo a R.C. Porter unos días después, re-
lis. Escribiendo un día después, Dan Jones expre- vela cómo él y Uriah Smith siguen sin estar ver-
sa su inquietud en estos términos: daderamente reconciliados con los mensajeros de
1888 ni con E. White:
“Me parece que la posición de ella es evi-
dentemente la correcta, y el mismo princi- “El Pastor Smith... no puede entender por
pio es aplicable a otros asuntos con la mis- qué... la hermana White habló en cierta
ma fuerza con que se aplica a la cuestión ocasión positivamente contra cierta cosa,
del pacto, o a la ley en Gálatas... Yo estaba tal como hizo con la ley en Gálatas al Pas-
tan seguro como uno puede estarlo de que tor [J.H.] Waggoner varios años atrás, para
51
dar a continuación un giro completo y pres- es así de ningún modo. Considero que ven-
tar su apoyo a eso mismo al ser suscitado cimos en todos los puntos que sosteníamos.
de una forma ligeramente diferente... Estoy Creo que el otro bando se dio por satisfe-
tratando de pensar lo menos posible al res- cho de que lo dejaran un poco en paz; y a
pecto” (Carta, 1 abril 1890). mí me parecía bien que eso sucediera si es
que aprendieron las lecciones que decidi-
[Tanto Uriah Smith como los opositores contempo- mos que debían aprender. Confío ahora en
ráneos de E. White se equivocan al atribuir a la pro- que el Dr. Waggoner será muy cauto en
fetisa un cambio significativo de posición respecto a lanzar sus puntos de vista peculiares ante
la ley en Gálatas. E. White había urgido a J.H. los demás, hasta no haber sido cuidadosa-
Waggoner -no se trata de E.J. Waggoner, sino del mente examinados por los hermanos diri-
padre de éste- a no hacer prominente su idea de que gentes; y creo que éstos serán mucho más
la ley en Gálatas es la ley moral; pero no parece ha- cuidadosos que en el pasado en su análisis
ber evidencia de que ella le dijese a él lo que Smith de esos puntos de vista peculiares” (Carta a
creyó que le había dicho. Es indudable que J.H. Butler, 14 abril 1890).
Waggoner no captó las grandiosas y conmovedoras
verdades de Gálatas con la claridad con que lo hizo Esos archivos confirman la veracidad de la ob-
después su hijo. E. White no pudo apoyar el mensa- servación hecha por A.V. Olson al respecto de
je de su padre como siendo “preciosísimo”. Uriah que Jones y Waggoner eran persona non grata en
Smith se basó equivocadamente en una valoración la sede central de Battle Creek (op. cit, p. 115).
parcial, para condenar la luz que el Señor envió con Era tal la tensión, que es fácil entender cómo
posterioridad mediante el hijo de J.H. Waggoner en Waggoner terminó siendo enviado a Gran-
1888]. Bretaña a comienzos de 1892. Su carta manuscri-
ta al presidente de la Asociación General del 15
Dos semanas después Dan Jones sigue en la du- de septiembre de 1891 pudo haber exacerbado la
da, y se refiere ahora con cierto desdén a lo que situación. Había sido elegido para formar parte
era en realidad la conducción del Señor en el co- del comité editorial, pero de alguna forma se ha-
mienzo de la lluvia tardía. Querría ver menguar a bía impedido su normal participación en aquella
Jones y Waggoner, y asegura al Pastor Butler que tarea. Su carta es respetuosa. No expresa queja
tanto él como los hermanos persisten noblemente personal alguna. Su preocupación tiene que ver
en la lucha contra ellos dos. Aquello que E. Whi- con el bien de la causa:
te y la historia han reconocido como “un precio-
sísimo mensaje”, para él pertenece aún a la cate- “Quisiera preguntar sobre el libro del pas-
goría de “puntos de vista peculiares”, y confía en tor [G.I.] Butler. Veo por el informe del
que nunca más se los vuelva a tolerar: comité editorial que se votó que Review &
Herald lo publicara. De lo anterior deduzco
“En vista de la evidencia circunstancial que que debe estar preparado para su publica-
ha rodeado este asunto durante año y me- ción. Si es así, como miembro del comité
dio, sé que es algo difícil que lleguemos editorial me gustaría leer el manuscrito.
ahora a la conclusión de que todo transcu- Hace aproximadamente un año, creo recor-
rrió en Minneapolis según la más absoluta dar, vi una lista de los capítulos que iban a
inocencia. Pero si el Dr. Waggoner declara componer el libro; y de ahí, juntamente con
que no tenía ningún plan cuando fue allí, el lo que conozco sobre la condición de las
hermano Jones dice lo mismo, y la hermana cosas en general, estoy seguro de que es
White los respalda, ¿qué podemos hacer, más que probable que el libro tenga tanta
excepto aceptarlo como un hecho?... Al- necesidad de revisión como cualquier otro
guien podría pensar que fuimos un poco libro. Si se pone en circulación sin haber
demasiado lejos, sintiéndonos después sido objeto de examen, excepto por un co-
atrapados y finalmente engullidos. Pero no mité compuesto de tres personas, estoy se-
52
guro de que habrá insatisfacción... Es un [Archives and Statistics de la Asociación General,
derecho de todo miembro el examinar Record Group 11. Reproducción autorizada]
cualquier manuscrito que sea adecuada-
mente presentado ante el comité”.

Uriah Smith defiende su rechazo al mensaje

La oposición de Uriah Smith al mensaje de 1888 1888], tal como temí que pasara. De no ha-
era erudita, y en apariencia lógica y razonable. El berse introducido aquellas cuestiones per-
17 de febrero del 1890 escribió a E. White expli- turbadoras, no veo razón por la que no hu-
cándole por qué no podía aceptarlo. Su sinceridad biéramos podido tener allí una asamblea
es incuestionable. Leer su carta de seis páginas es tan bendecida y agradable como la que
una experiencia de humildad debido a que parece nunca antes disfrutamos...
tan convincente como para hacerle a uno excla- [E.J.] Waggoner tomó su posición sobre
mar: “De no ser por la gracia de Dios, podría es- Gálatas, la misma que usted había conde-
tar en su misma situación”. Para nosotros no es nado en su padre. Y cuando usted apoyó
hoy menos difícil confundir el inmenso don del aparentemente su posición... fue una gran
Espíritu Santo con un desastre, de lo que resultó sorpresa para muchos. Y cuando me pre-
para él. Smith percibía la conducción del Señor guntaron qué significaba eso, y qué expli-
como una gran “calamidad”. Presentamos resu- cación darle, realmente, hermana White, no
midamente su argumentación: sabía qué decir, y no lo sé todavía.
...cuando emergen puntos de vista y movi-
“En mi opinión, después de la muerte del mientos... que... socavarán irremediable-
hermano White, la mayor calamidad que mente su obra y harán que se tambalee la fe
haya afectado a nuestra causa es la publica- en el mensaje, no puedo evitar albergar al-
ción de los artículos sobre el libro de Gála- gún sentimiento acerca del tema; y puede
tas en Signs por parte del Dr. Waggoner... comprender que me parezca bien extraño
que, debido a haber aventurado una palabra
Si estuviese bajo juramento ante un tribunal de precaución sobre algunos de esos pun-
de justicia me vería obligado a testificar tos, se me presente públicamente como al-
que, según mi mejor conocimiento y con- guien que está dando palos de ciego, sin
vicción... usted dijo que el hermano [J.H. saber contra qué se opone. Creo que sé has-
Waggoner] estaba errado [sobre la ley en ta cierto punto a qué me estoy oponiendo.
Gálatas]. Desde entonces eso siempre me Tal vez no conozca el pleno alcance de esa
ha parecido consistente con las Escrituras. obra innovadora y desintegradora que se ha
Y el hermano White estaba tan satisfecho puesto en marcha, pero veo lo suficiente
con el asunto que –recuerde- retiró de la como para sentir cierta ansiedad. Creo que
circulación el libro del hermano estoy presto a recibir luz en todo momento,
Waggoner... La posición que ahora sostiene procedente de cualquiera. Pero aquello que
el hermano [E.J.] Waggoner es acreedora pretende ser luz, antes de que a mí me pa-
exactamente de la misma objeción... Me rezca luz debe demostrarse en armonía con
parece contraria a las Escrituras, y también las Escrituras, y estar basado en buenas y
contraria a su comprensión anterior... sólidas razones que resulten convincentes.
Los hermanos de California [Jones y Y cuando alguien presenta algo que he sa-
Waggoner]... casi arruinan la asamblea [de bido y creído desde hace mucho tiempo,

53
me es imposible llamar a eso nueva luz” comparaba frecuentemente la situación con la de
(Carta de Uriah Smith, 17 febrero 1890). los judíos que se oponían a Cristo. También ellos
tenían de su parte una buena lógica y bien razo-
¿Pudiera ser que haya hoy en la iglesia inconta- nados argumentos. Creían encontrar en las Escri-
bles “Uriah Smiths”, tan sinceros y razonables turas la evidencia que hacía imposible que se tra-
como él en su sincera oposición a la luz que en la tara del verdadero Mesías. ¿Había venido jamás
providencia de Dios tiene aún que alumbrar toda algún profeta de Galilea? ¿Había creído en él al-
la tierra con su gloria? guno de los dirigentes de Jerusalén? (Juan 7:48-
52). Y la personalidad de Jesús parecía contribuir
Leer las cartas de nuestros hermanos de Battle también a que se confirmaran en su camino erra-
Creek de hace un siglo es una experiencia dolo- do.
rosa. Pero nos puede despertar a la realidad de
que algún día otros van a leer nuestras cartas. Y Hoy es ya demasiado tarde para que nuestros
el Cielo discierne correctamente cuál es la verda- hermanos de hace un siglo profundicen lo sufi-
dera actitud de nuestro corazón para con la obra ciente en sus corazones como para arrepentirse
de Dios. por rechazar el derramamiento más significativo
del Espíritu Santo desde Pentecostés.
La enemistad íntima y profunda contra el mensa-
je de la justicia de Cristo –que debiera haber lle- Gracias a Dios, todavía no es demasiado tarde
vado a la humildad-, hizo que buenos hermanos para que lo hagamos nosotros, especialmente con
de antaño se dispusieran a esparcir rumores in- la ayuda que supone que podamos vernos en
fundados e informes distorsionados. E. White ellos.

_______________

Nota: La posición de Waggoner a la que se opusieron Dan Jones, Uriah Smith y


otros, está expresada en su libro The Glad Tidings (Pacific Press, ed. revisada, p. 71-
104. En castellano Las buenas nuevas. Gálatas versículo a versículo). La posición de sus opo-
nentes se encuentra en el Comentario bíblico adventista y en el Diccionario bíblico.
E. White declaró que la posición de Waggoner era la correcta: “Anoche me fue mos-
trado que las evidencias relativas a los pactos eran claras y convincentes. Usted mis-
mo [Smith], el hermano Dan Jones, el hermano Porter y otros están malgastando sin
provecho sus capacidades de investigación a fin de mantener una posición sobre los
pactos diferente a la que ha presentado el hermano Waggoner” (Carta 59, 1890; ver
también Carta 30, 1890). Dan Jones refiere que Waggoner “acusaba a los dirigentes
de la Asociación General –entre ellos Uriah Smith- de haber apoyado [implícitamen-
te] la posición de [D.M.] Canright sobre los pactos”. Lógicamente, ellos lo negaban
(Carta a Butler, 13 febrero 1890). Es triste constatar que Waggoner tenía razón. Más
triste todavía es que después de un siglo, esa bellísima verdad rebosante de buenas
nuevas acerca de los dos pactos siga pendiente de nuestra aceptación.

54
Capítulo 5

El problema fundamental: cómo evaluar el mensaje de 1888

El error de asumir que ya “aceptamos” el mensa- guna, todos esos libros tan recomendados en años
je de 1888 deriva de otro error aún mayor: no ha- recientes incluyen la implicación lógica de que la
ber comprendido en qué consistió realmente el “verdad” del mensaje del tercer ángel no es otra
mensaje. cosa distinta a la enseñanza popular protestante.
Ninguno de ellos toma la posición coherente de
El punto de vista oficial de que fue aceptado con- evaluar el mensaje de 1888 tal como hizo E.
lleva la asunción de que dicho mensaje no era White, ni reconoce en él ningún elemento singu-
adventista en un sentido singular. Se evalúa el larmente adventista. Obsérvese la insistencia de
mensaje como siendo “la doctrina de la justicia Froom:
por la fe”, es decir, la misma “doctrina” que du-
rante siglos han creído los protestantes. El si- “Había hombres fuera del movimiento ad-
guiente párrafo, escrito por un apreciado autor - ventista [que tenían] el mismo énfasis y
vicepresidente de la Asociación General-, es típi- preocupación general, e hicieron aparición
co de ese punto de vista ampliamente aceptado: en la misma época... El impulso provenía
manifiestamente de la misma Fuente. Y en
“Algunos se preguntarán en qué consistió lo relativo al tiempo, la justicia por la fe se
esa enseñanza de la justicia por la fe que centró en el año 1888. Por ejemplo, el ob-
vino a ser el motor del gran reavivamiento jetivo de las renombradas Asambleas Kes-
adventista de 1888, tal como enseñaron y wick en Gran-Bretaña era 'promover la pie-
enfatizaron la Sra. White y otros: Se trataba dad práctica'... Se podría citar fácilmente
de la misma doctrina que Lutero, Wesley, y una cincuentena de hombres en las últimas
muchos otros siervos de Dios habían estado décadas del siglo XIX y primeras del XX...
enseñando” (L.H. Christian, The Fruitage que dieron ese mismo énfasis general”
of Spiritual Gifts, p. 239). (Froom, Movement of Destiny, p. 319-330.
Original sin atributo de cursiva).
Pero sería escandalosamente humillante confesar
que “rechazamos” “la misma doctrina que Lute- La conclusión es lógica e ineludible: debiéramos
ro, Wesley, y muchos otros siervos de Dios ha- acudir a esas fuentes a fin de obtener la “doctri-
bían estado enseñando”. Por lo tanto, estamos na”, y aprender cómo enseñar la justicia por la fe.
obligados a decir que la aceptamos en 1888 y Y eso es lo que hemos estado haciendo por déca-
posteriormente. das, a pesar de saber que esa visión de la justicia
por la fe conduce al antinomianismo [desprecio a
Si bien otro escritor autorizado admitió que el la ley].
mensaje de 1888 era “el mensaje del tercer ángel
en verdad”, tal como sostuvo E. White (Review & Nada permite dudar que esos autores evangélicos
Herald, 1 abril 1890), lo hizo desde la confusión, fueran bondadosos, sinceros, y que vivieran a la
pues insistió en que muchos dirigentes evangéli- altura de toda la luz a su alcance. Pero ¿estaban
cos no-adventistas proclamaron también “el acaso proclamando “el mensaje del tercer ángel
mismo énfasis... general”, habiendo obtenido su en verdad”, que es como identificó E. White el
mensaje “de la misma Fuente”. Sin excepción al- mensaje de 1888? El citado autor admite que si
55
bien “no entendieron nuestro mensaje específi- Dicho de otro modo: La pretensión de que el
co”, es decir: el sábado, el estado de los muertos mensaje de 1888 fue la “misma doctrina” que
y otras doctrinas “peculiares”, no obstante pro- “habían estado enseñando” Lutero, Wesley, etc,
clamaron “la misma... justicia por la fe” que el lógicamente significa que nuestros antepasados
Señor nos dio en 1888. Sin embargo, en marcado rechazaron en 1888 la posición histórica básica
contraste, E. White insiste en que el mensaje de protestante. ¡Pero un rechazo como ese sería tan
1888 contiene ingredientes espirituales singulares desastroso como el rechazo de Roma hacia Lute-
que se manifiestan en la “obediencia a todos los ro, o como el rechazo de la iglesia de Inglaterra
mandamientos de Dios” (Testimonios para los hacia Wesley! Se habría tratado de una caída es-
ministros, p. 92). piritual profunda, equiparable a la de Babilonia.

Esa posición que sostienen autoridades en nuestra Pero eso es impensable, pues supondría la desin-
iglesia, refuerza lógicamente la idea de que no tegración de la iglesia. En consecuencia, nuestros
hay nada de especial en el mensaje adventista del autores se ven forzados a mantener la pretensión
séptimo día, tal como sostienen nuestros oponen- de haber aceptado el mensaje dado en 1888, y
tes. Eso alimenta su creencia de que en el adven- que este produjo un “gran... reavivamiento”.
tismo todo es legalismo, excepción hecha de las
“doctrinas” válidas del evangelio que hemos to- (2) En segundo lugar, si es cierto que el mensaje
mado prestadas del mundo protestante. La conse- de 1888 fue “la misma doctrina” de los reforma-
cuencia necesaria es que carecemos de mandato dores, eso implica que “Lutero, Wesley y muchos
para llamar al mundo cristiano al juicio y arre- otros siervos de Dios” de los siglos XVI al XIX,
pentimiento. predicaron “el mensaje del tercer ángel en ver-
dad". En consecuencia, la iglesia adventista del
¿Cómo debemos evaluar el mensaje de 1888? séptimo día no puede encontrar su identidad en el
¿Fue la “misma doctrina” que enseñaron los pro- mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14.
testantes de la Reforma y los evangélicos del si-
glo XIX, tal como insisten nuestros autores? ¿O Hace algunos años, Louis R. Conradi, el respon-
fue una comprensión distinta y única del “evan- sable de la iglesia adventista en Europa, llevó esa
gelio eterno” relacionada con nuestro mensaje idea oficial a su conclusión lógica, consistente en
especial del santuario? Nuestros escritores ofi- que Lutero predicó ya el mensaje del tercer ángel
cialmente autorizados ignoran unánimemente una en el siglo XVI. Con el tiempo Conradi acabó
relación tal con el santuario. Lo anterior es cru- abandonando la iglesia (él mismo había sido
cial para nuestra idea de identidad como pueblo. también en la asamblea de 1888 un opositor al
mensaje). Hoy estamos perdiendo pastores,
Si el mensaje de 1888 fue meramente la doctrina miembros maduros y jóvenes, por la misma razón
histórica protestante de la justicia por la fe, sur- básica: no ven nada singular ni atractivo en nues-
gen serios problemas: tro mensaje del evangelio, debido a que esas
ideas sostenidas de forma oficial llevan a con-
(1) Si E. White está en lo cierto al declarar repe- cluir que realmente no hay nada especial en nues-
tidamente que resistimos y rechazamos el mensa- tro mensaje.
je de 1888, eso obliga a concluir que la dirección
de la iglesia adventista del séptimo día rechazó la ¿Pudiera ser que nuestros historiadores oficiales
“misma doctrina” que enseñaron Lutero y Wes- hayan cortocircuitado el destino del movimiento
ley acerca de la justificación por la fe. adventista? Si es así, se ha hecho un gran daño,
pues las ideas publicadas a partir de plumas auto-
rizadas tienen gran impacto en la iglesia mundial.
56
1888: ¿Una mera “re-enfatización”?

Otra teoría muy aceptada pretende que el mensa- pudieron rechazar una “verdad gloriosa” que sus
je de 1888 representó una “re-enfatización” de lo antepasados inmediatos habían estado predican-
que creyeron desde sus inicios los pioneros ad- do?
ventistas: algo así como la recuperación, en la
doctrina y predicación, de un equilibrio homiléti- (2) ¿Cómo defendernos de la acusación de que la
co que se habría perdido temporalmente entre iglesia adventista sufrió una caída moral compa-
1844 y 1888. Ese punto de vista goza de una rable a la de Babilonia, si aceptamos la teoría de
aceptación muy generalizada. Unos pocos ejem- que los hermanos en 1888 rechazaron la re-
plos bastarán para comprobarlo: enfatización de la verdad que creyeron al co-
mienzo del movimiento adventista? Cuando uno
“Esa asamblea [de 1888]... demostró ser el está escalando y de repente se viene abajo, a eso
inicio de una re-enfatización de esta verdad le llamamos “caída”.
gloriosa, y llevó a un despertar espiritual
entre nuestro pueblo” (M.E. Kern, Review Deploramos los grupos disidentes y las críticas
& Herald, 3 agosto 1950). despiadadas de quienes alegan injustamente que
la iglesia ha caído, tal como hizo Babilonia. No
“En los años ochenta el mayor aconteci- creemos eso. Pero en lógica, la versión oficial de
miento en la experiencia del adventismo nuestra historia relativa a 1888 admite inevita-
del séptimo día fue la recuperación -o re- blemente ese desalentador punto de vista. Mu-
formulación y nueva toma de conciencia- chas mentes despiertas siguen su razonamiento
de su fe en la doctrina básica del cristia- hasta las últimas conclusiones, tal como hizo
nismo: ‘Sabiendo que el hombre no es jus- Conradi. Cuanto más profundizamos en las ver-
tificado por las obras de la ley, sino por la dades de 1888, más evidente se hace que los gru-
fe de Jesucristo’” (A.W. Spalding, Cap- pos separatistas, el fanatismo, las apostasías y la
tains of the Host, p. 583). tibia complacencia proliferan debido a nuestro
continuo fracaso en reconocer esas realidades.
“Hubo quienes aceptaron el énfasis [de
1888] sobre la justicia por la fe. En el otro Este capítulo tiene por objeto demostrar que el
extremo había quienes pensaban que dicho mensaje de 1888 no fue una mera re-enfatización
énfasis amenazaba los 'antiguos hitos'... de las doctrinas de Lutero y Wesley, o de los ad-
En los años noventa la reacción de la igle- ventistas pioneros. Tampoco fue una redición de
sia al nuevo énfasis sobre la justificación... lo que Keswick y otros dirigentes protestantes
fue diversa” (N.F. Pease, The Faith That populares de la época estaban enseñando como
Saves, p. 40 y 45; 1969). “doctrina de la justicia por la fe”. ¡Fue mucho
más que eso! Se trató del “comienzo” de un con-
Si esa teoría de la “re-enfatización” o “énfasis” es cepto más maduro del “evangelio eterno” del
correcta, son inevitables ciertas cuestiones: que hubiera percibido con claridad cualquier
generación previa. Fue el “comienzo” del de-
(1) ¿Cómo es posible que dirigentes responsables rramamiento final del Espíritu Santo en la lluvia
resistieran, rechazaran e incluso ignoraran una re- tardía. Fue el anuncio inicial del mensaje del
enfatización de lo que ellos mismos creyeron y cuarto ángel de Apocalipsis 18. Habría de ser una
predicaron durante veinte, treinta o cuarenta bendición sin precedentes desde Pentecostés
años? Si esa asamblea de 1888 incluía una nueva (Fundamentals of Christian Education, 473; Re-
generación de predicadores adventistas, ¿cómo view & Herald, 3 junio 1890).
57
Eso no significa pretender que los mensajeros de ra Dios y para el Cordero”. Si lo anterior no fuera
1888 fueran mayores que Pablo, Lutero, Wesley cierto, quedaría en entredicho la credibilidad de
o cualquier otro, ni que fueran más sabios o inte- todo el ministerio de E. White, y junto a él nues-
ligentes que ellos. El mensaje que traían era sim- tra estima denominacional.
plemente “el mensaje del tercer ángel en ver-
dad”: una comprensión de la justicia por la fe pa- El innegable y evidente rechazo de ese mensaje
ralela y consistente con la doctrina de la purifica- no constituyó una caída moral o espiritual de la
ción del santuario celestial, donde el Sumo Sa- iglesia remanente que implicara un repudio a la
cerdote ministra en el lugar santísimo en el día teología protestante. Fue más bien una detención
anti-típico de la expiación, en el marco del en su desarrollo espiritual previsto; una lamenta-
“tiempo del fin” (Primeros Escritos, p. 55, 56, ble ceguera e incapacidad en reconocer la con-
250-254, 260 y 261). En 1844 Cristo inició esa sumación escatológica del amor y del llamado
última fase de su obra. Desde el lugar santísimo del Señor.
del santuario celestial ministra la auténtica justi-
cia a quienes lo siguen por la fe. Por lo tanto, hay El rechazo a ese mensaje eclipsó virtualmente la
algo único en la justicia por la fe a la luz del día comprensión ética y práctica de la purificación
de la expiación, y el mensaje de 1888 así lo reco- del santuario celestial. Dejó solamente la cubierta
noce. exterior de su estructura doctrinal tal como la
cronología de los 2300 años y el concepto mecá-
Si se le hubiera dado libre curso, si se lo hubiera nico del “juicio investigador” tal como lo había-
aceptado de todo corazón y se hubiera dado un mos venido predicando previamente a 1888.
desarrollo teológico en correspondencia, el men- Nuestro propio retardo en comprender ha propi-
saje habría preparado a un pueblo para encontrar ciado la burla de nuestros oponentes evangélicos,
al Señor. Se habría llegado al estado de “una quienes denostan esa verdad singular adventista
iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa como siendo “vana, rancia y sin provecho”. Es
semejante; sino que fuese santa y sin mancha”, por eso que tantos de entre nosotros, especial-
“sin mácula delante del trono de Dios” (Efe. mente los jóvenes, encuentran irrelevante y abu-
5:27; Apoc. 14:4 y 5). Era la intención de su di- rrida la “doctrina” del santuario.
vino Autor hacerlos madurar como “primicias pa-

Lo que E. White vio en el mensaje de 1888

Tan pronto como E. White escuchó por vez pri- “Veo la belleza de la verdad en la presenta-
mera el mensaje del Dr. Waggoner (justamente ción de la justicia de Cristo en relación con
en Minneapolis), lo reconoció como “luz precio- la ley, tal como el doctor la ha presentado
sa”, en armonía con lo que había estado “tratando ante nosotros. Muchos de vosotros decís
de presentar” en los anteriores 45 años. Lejos de que es luz y verdad. Sin embargo, nunca la
sentir celos, dio la bienvenida a los mensajeros y habéis presentado anteriormente en esa
a su mensaje. Se trataba de un desarrollo ulterior luz...
en plena armonía con la luz pre-existente, pero Lo presentado armoniza perfectamente con
nunca antes predicado en esa claridad: la luz que Dios ha tenido a bien darme en
58
todos los años de mi experiencia. Si nues-
tros hermanos en el ministerio aceptasen la No concuerda con la orden de Dios que
doctrina que ha sido presentada tan clara- nuestro pueblo haya sido privado de la luz,
mente... el pueblo resultaría nutrido con su la verdad presente que necesita para este
ración de alimento en el tiempo oportuno” tiempo. No todos nuestros ministros que es-
(Ms. 15, 1888; Olson, op. cit. p. 284 y 295). tán dando el mensaje del tercer ángel com-
prenden realmente lo que constituye este
Los propios hermanos comprendieron en Min- mensaje” (Testimonies, vol. V, p 714 y
neapolis que el mensaje era una revelación de 715; Joyas de los testimonios, vol. II, p.
nueva luz, más bien que una re-enfatización de lo 321 y 322).
que habían predicado anteriormente. Tal es la
implicación de lo que sigue: E. White no empleó ni una sola vez la palabra
“re-enfatización” o “énfasis” en referencia al
“Me preguntó un hermano si pensaba que mensaje de 1888. Parecía claramente ser nueva
había alguna nueva luz que debiéramos te- luz que desafiaba las ideas mantenidas por los
ner, o nuevas verdades... Respondo: ¿De- hermanos, de igual forma en que los judíos ima-
bemos dejar de escudriñar las Escrituras ginaban que Cristo contradecía a Moisés, siendo
porque tenemos la luz sobre la ley de Dios, que en realidad su mensaje era el cumplimiento
y el testimonio de su Espíritu? No, herma- de Moisés.
nos” (Ms. 9, 1888; Olson, p. 292 y 293).
Obsérvese lo que sigue, cuyo contexto es el men-
Así pues, el mensaje de 1888 era algo que los saje y la recepción del mismo:
hermanos no habían comprendido con anteriori-
dad. No habían apreciado la esencia y significado “Pero vemos que el Dios del cielo a veces
del mensaje del tercer ángel, sino sólo sus formas comisiona a los hombres a enseñar aquello
exteriores: que es considerado como contrario a las
doctrinas establecidas. Debido a que los
“Sólo unos pocos, de entre los que dicen que una vez eran los depositarios de la ver-
creerlo, entienden el mensaje del tercer án- dad se manifestaron infieles a su sagrado
gel; y sin embargo es el mensaje para este cometido, el Señor escogió a otros que ha-
tiempo. Es verdad actual. Pero cuán pocos brían de recibir los brillantes rayos del Sol
toman este mensaje en su verdadera signi- de justicia, y que defenderían verdades que
ficación, presentándolo al pueblo con el no estaban de acuerdo con las ideas de los
poder que lo caracteriza. Para muchos care- dirigentes religiosos…
ce de fuerza. Mí guía dijo: ‘Queda aún mu- Aun los adventistas del séptimo día están
cha luz por brillar a partir de la ley de Dios en peligro de cerrar sus ojos a la verdad tal
y del evangelio de justicia. Este mensaje, como es en Jesús porque contradice algo
entendido en su verdadero carácter y pro- que han dado por sentado como verdad pe-
clamado con el Espíritu, va a alumbrar la ro que, según lo enseña el Espíritu Santo,
tierra con su gloria’” (Ms 15, 1888; Olson, no es verdad” (Testimonios para los minis-
p. 296). tros, p. 69-71; 30 mayo 1896).

“No se ha comprendido la importancia que Cierto principio demandaba en 1888 que se diera
tiene la obra peculiar del tercer ángel. Dios una revelación más amplia de “nueva luz”. Así lo
quería que sus hijos adelantasen mucho declara E. White en una de las predicaciones que
más de lo que han adelantado hasta hoy… dio en Minneapolis:
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“El Señor necesita a hombres que actúen... palabras como las que dirigió a los fariseos:
según el Espíritu Santo; que estén cierta- 'Erráis, ignorando las Escrituras y el poder
mente recibiendo el fresco maná celestial. de Dios'...
La palabra de Dios arroja luz sobre las Hay verdades antiguas, y no obstante nue-
mentes de los tales... vas, pendientes aún de ser incorporadas a
Aquello que Dios da hoy a sus siervos para los tesoros de nuestro conocimiento. No
que lo proclamen, pudo no haber sido ver- comprendemos ni ejercemos la fe tal como
dad actual veinte años atrás, pero es el debiéramos... No se nos llama a adorar y
mensaje de Dios para este tiempo” (Ms. 8a, servir a Dios según los medios empleados
1888; Olson, p. 273 y 274). en años pasados. Dios requiere ahora un
servicio más elevado que nunca antes. Re-
E. White distinguió la clara diferencia entre el quiere el progreso en los dones celestiales.
mensaje de la justicia por la fe tal como fue pre- Nos ha llevado a una posición en la que ne-
sentado en 1888, y el “mensaje del pasado” que cesitamos cosas superiores y mejores que
el Señor envió previamente a esa fecha. Si bien nunca antes” (ibíd, 25 febrero 1890).
no debía haber contradicción, tenía que haber un
desarrollo adicional: “Queremos el mensaje pa- “Hemos estado oyendo su voz de una for-
sado y el mensaje nuevo” (Review & Herald, 18 ma más definida, en el mensaje que ha
marzo 1890). (Pero en sus llamamientos no debe avanzado en los últimos dos años... No he-
verse una licencia para el fanatismo o para la mos hecho más que captar un tenue destello
proclamación irresponsable de nuevas ideas). de lo que es la fe” (ibíd., 11 marzo 1890).

En una serie de artículos de la Review escritos a Resulta evidente que:


principios de 1890, E. White presentó la verdad
de la purificación del santuario en relación con el 1. El mensaje de 1888 era “luz” que los hermanos
controvertido mensaje de la justicia por la fe da- no habían comprendido ni “presentado anterior-
do en 1888. Una verdad complementaba a la otra. mente”.
Había desesperada necesidad de una compren-
sión más profunda del evangelio eterno, en rela- 2. Constituía nuestro “alimento en el tiempo
ción con el día de la expiación: oportuno”: de hoy, y para hoy; no el maná de
ayer reacondicionado.
“Estamos en el día de la expiación, y de-
bemos actuar en armonía con la obra de 3. E. White escuchó por primera vez en Minnea-
Cristo de purificar el santuario... Debemos polis el desarrollo doctrinal de lo que había esta-
presentar ahora ante la gente la obra que do “tratando de presentar” hasta entonces: los
por la fe vemos realizar a nuestro gran Su- encantos incomparables de Cristo a la luz de su
mo Sacerdote en el santuario celestial” ministerio en el día de la expiación. Ningún otro
(Review & Herald, 21 enero 1890). labio humano lo había predicado.

“La obra mediadora de Cristo, los grandes 4. E. White reconoció en E.J. Waggoner a un
y santos misterios de la redención, no son agente empleado por el Señor para dar a su pue-
estudiados ni comprendidos por el pueblo blo y al mundo una revelación mayor de la ver-
que pretende poseer mayor luz que cual- dad.
quier otro en toda la tierra. Si Jesús estuvie-
ra personalmente en la tierra dirigiría a mu- 5. Nuestros pastores no habían comprendido la
chos que pretenden creer la verdad presente “verdad” del mensaje del tercer ángel porque no
60
habían estando avanzando en su comprensión fatizar la antigua forma de comprender las verda-
como se esperaba, cuarenta y cuatro años después des. De haber sido así, ¿acaso no la habrían de-
de haber comenzado la purificación del santuario. fendido valientemente los hermanos Butler,
En lugar de eso, lo que habían hecho es privar al Smith y otros, en lugar de oponerse tal como hi-
pueblo de mayor luz. cieron?

6. Los hermanos de aquellos días entendieron el 7. Por lo tanto, lo que los hermanos rechazaron
apoyo que E. White prestó a Waggoner y Jones fue el llamado a que “se realizara un cambio de-
como siendo una recomendación de la nueva luz cidido”. No rehusaron retroceder, sino avanzar.
que traían. No era un llamado a que volvieran a Optaron por quedarse quietos, cosa más bien di-
la comprensión original de las “doctrinas estable- fícil para un ejército en marcha.
cidas”. No podía tratarse en ningún caso de reen-

1888: comienzo de mayor luz

E. White se refirió frecuentemente a la certeza de ¿Se puede cuestionar que el mensaje de 1888
que el Señor enviaría nueva luz, pero sólo cuando constituyó el comienzo del mensaje del cuarto
su pueblo estuviese dispuesto a recibirla. Ese trá- ángel, que une su voz a la del tercero? Ni The
gico “sólo cuando”, es una necesidad, teniendo Fruitage of Spiritual Gifts (Christian), Captains
en cuenta que el nuevo vino debe guardarse en of the Host (Spalding), Through Crisis to Vic-
odres nuevos, y eso implica la crucifixión del yo tory (Olson), The Lonely Years (A.L. White), ni
(cf. Mat. 9:16 y 17): la reciente “Declaración” de los compiladores del
Patrimonio White insertada en Mensajes selectos,
“Si por la gracia de Cristo su pueblo viene vol. III, p. 177-184 hacen una sola alusión a ese
a convertirse en odres nuevos, él los llenará hecho fundamental. Lo mismo sucede con el ar-
con el vino nuevo. Dios dará luz adicional, tículo de Adventist Heritage dedicado a la asam-
se recuperarán antiguas verdades y se las blea de 1888, en la edición de primavera del
incorporará al marco de la verdad; y los 1985. Nuestra Seventh Day Adventist Encyclope-
obreros triunfarán allí donde vayan. Como dia se refiere al mensaje de 1888 en varios artícu-
embajadores de Dios deben escudriñar las los, pero en ninguna ocasión lo reconoce por lo
Escrituras en busca de las verdades que han que fue (p. 634, 635, 1086, 1201 y 1385).
estado ocultas bajo los escombros del
error” (ibíd., 23 diciembre 1890). Es sorprendente cómo se evade esa verdad vital.
Recuerda la disposición de los judíos para reco-
“Queda una gran obra por hacer, y Dios ve nocer a Jesús de Nazaret como a un gran rabino,
que nuestros hermanos en la dirección tie- pero siempre evitando reconocerlo como al Me-
nen necesidad de mayor luz a fin de poder sías. Pero la lógica y la coherencia hacen necesa-
unirse armoniosamente con los mensajeros ria esa particular maniobra por parte de quienes
a quienes enviará para realizar la labor que insisten en que el mensaje de 1888 fue ya acepta-
él les asigna” (ibíd., 26 julio 1892). do. Se ven obligados a ignorar virtualmente el
hecho de que el mensaje fue el comienzo de la
61
lluvia tardía y el fuerte pregón; de lo contrario esto vi otro ángel que descendía del cielo
habrían de explicar cómo es que una obra que iba con gran poder, y la tierra fue alumbrada
a extenderse “como fuego en el rastrojo” se ha con su gloria’” [Apoc. 18:1] (Review &
venido arrastrado por cerca de un siglo, siendo Herald, 1 abril 1890).
que podría haber alumbrado al mundo hace mu-
cho tiempo, de ser cierto que “nuestros herma- “El fuerte pregón del tercer ángel ya ha
nos” lo aceptaron ya (Carta B2a, 1892; General comenzado en la revelación de la justicia
Conference Bulletin 1893, p. 419). de Cristo… Este es el comienzo de la luz
del ángel cuya gloria llenará toda la tierra”
Obsérvese cuán claramente vio E. White el men- (ibíd, 22 noviembre 1892; Mensajes selec-
saje de 1888, a la luz de Apocalipsis 18: tos, vol. I, p. 425).

“Varios me han escrito preguntando si el Si son los protestantes populares expertos en


mensaje de la justificación por la fe [de reavivamientos los que han de predicar ese men-
1888] es el mensaje del tercer ángel, y he saje colosal, entonces no tenemos razón de ser
respondido: ‘Es el mensaje del tercer ángel como pueblo.
en verdad’. El profeta declara: ‘Después de

Se extingue la luz del fuerte pregón

El Señor es misericordioso, paciente y presto a so por escrito posteriormente a 1888 la luz que les
perdonar. Restaura lo que se perdió bajo condi- fue comisionado dar a la iglesia y al mundo. La pro-
ción de arrepentimiento. Pero no podemos permi- fetisa apoyó el mensaje de Jones y Waggoner debi-
tirnos que la confusión anule la parábola que do a que consistía en lo que ella había “tratado de
1888 encierra. presentar”, es decir, “los encantos incomparables de
Cristo”. Pero E. White nunca pretendió que el Señor
Si los que se opusieron a la luz en Minneapolis se le hubiera asignado a ella el cometido de proclamar
arrepintieron con posterioridad y fueron perdo- el mensaje del fuerte pregón. La mayor parte de El
nados, ¿por qué aun así no se cumplió el propósi- Camino a Cristo fue escrito antes de 1888, aunque
to original del mensaje de 1888? Ciertamente no se compiló después. Pretender que no necesitamos
hubo reavivamiento ni reforma de calado y efecto el mensaje de 1888 debido a que disponemos de los
comparables a lo que habría sucedido en caso de escritos de E. White, contradice el propio mensaje
haberse aceptado la luz. El Señor no envió más de la profetisa].
luz, aparte de aquel significativo “comienzo”.
Nos podemos preguntar por qué. El liderazgo responsable de la iglesia no manifes-
tó en ningún momento, entre 1888 y 1901, el
[No hay ninguna evidencia de que E. White ocupara firme propósito de rectificar el trágico error de
la posición de Jones y Waggoner, convirtiendo en 1888. Persistieron por décadas la duda, la sospe-
redundante la obra de éstos. Sin embargo, la idea cha y la desconfianza hacia el mensaje y los
que hoy prevalece es la de que el mensaje de Jones mensajeros.
y Waggoner es redundante, puesto que E. White pu-
62
Siendo cierto que dicha tragedia ocurrió realmen- timonio de que él era Dios; pero se vieron
te, eso no obliga a concluir que el Señor retiró de presionados por una influencia antagonis-
su pueblo las bendiciones. Lo que se despreció y ta... que llevaría los corazones a la incredu-
rechazó es la lluvia tardía, pero la lluvia tempra- lidad” (Ms. 8, 1888; Olson, p. 263 y 264.
na ha continuado descendiendo. Durante las dé- Original sin atributo de cursiva).
cadas precedentes se han llevado al Señor un
gran número de almas, incluyendo a cada uno La citada “influencia antagonista” es un hecho
que lea este libro. Ninguno de quienes tuvieron significativo en nuestra historia de 1888. E. Whi-
parte en la historia de 1888 vive hoy. te había advertido dos días antes que los pasos
que se estaban dando hacia la incredulidad resul-
Dios no ha olvidado a su pueblo, pero nuestra ac- tarían ser fatales para aquella generación en lo re-
titud lo ató de manos, haciendo imposible que ferente a la luz avanzada de la lluvia tardía:
progresara el derramamiento de la lluvia tardía.
No pudo ni quiso desplegar sus más valiosas per- “Estamos perdiendo la gran bendición que
las ante quienes se negarían a reverenciar su gra- podría haber sido nuestra en esta asamblea
cia sobreabundante. Por lo tanto, esos aguaceros [Minneapolis], debido a que no damos pa-
de la lluvia tardía cesaron después que su derra- sos de avance en la vida cristiana, tal como
mamiento inicial fue persistentemente rechazado. es el deber propuesto ante nosotros; y eso
No es imposible agraviar a Dios. significará una pérdida eterna” (ibíd, Olson,
p. 257).
En un sermón que llamaba a la reflexión, E. Whi-
te habló en Minneapolis en lenguaje casi encrip- “Pero la luz que ha de llenar toda la tierra
tado acerca de cómo Elías fue alimentado por una con su gloria ha sido despreciada por algu-
viuda fuera de Israel, debido a que los israelitas, nos que pretenden creer la verdad presen-
que tenían gran luz, no habían estado viviendo a te… Sé solamente que algunos ya ahora
la altura de ella. Afirmó que “eran el pueblo con han ido demasiado lejos para volver y para
el corazón más endurecido del mundo, los más arrepentirse” (Testimonios para los minis-
difíciles de impresionar con la verdad”. El sirio tros, p. 89 y 90; 1896).
Naamán fue purificado de su lepra, mientras los
leprosos israelitas permanecieron contaminados. “Si esperáis que venga la luz de manera
Cuando los habitantes de Nazaret se levantaron que agrade a todos, esperaréis en vano. Si
contra el Hijo de María, “algunos” estuvieron esperáis llamamientos más enérgicos o me-
dispuestos a aceptarlo como el Mesías, pero fue- jores oportunidades, se retirará la luz y se-
ron “presionados” por una influencia tendente a réis dejados en tinieblas” (Testimonies, vol.
asfixiar su convicción. Son vívidas ilustraciones V, p. 720).
de nuestra historia de 1888.
En referencia a una reunión de pastores y admi-
“Pero la incredulidad hace aquí su apari- nistradores tenida lugar en 1890, E. White pre-
ción: ¿No es este el hijo de José?... ¿Qué sentó la patética imagen de Jesús siendo rechaza-
hicieron en su locura? 'Se levantaron y lo do, que recuerda el episodio del Amado teniendo
echaron de la ciudad'. Deseo deciros aquí lo que retirarse ante el rechazo de su futura esposa,
terrible que es cuando Dios concede luz, en Cantares 5:2: “Cristo llamó a la puerta para
luz que impresiona vuestro corazón y espí- entrar, pero no hubo lugar para él, no se le abrió
ritu... Bien, pues Dios retirará su Espíritu a la puerta, y la luz de su gloria que tan cerca había
menos que se acepte su verdad. Algunos en estado, fue retirada” (Carta 73, 1890).
Nazaret aceptaron a Dios; ahí estaba el tes-
63
Confundiendo 1888 con la teología reformacionista

Los celosos esfuerzos llevados a cabo durante nueva en nuestra iglesia” (Christian, The
décadas por despreciar el mensaje de 1888 ne- Fruitage of Spiritual Gifts, p. 225 y 226).
gando que fuera “nueva luz”, han tenido por con-
secuencia que la atención resulte desviada del Triste decirlo, pero algunos de esos “veteranos”
mensaje mismo hacia los conceptos protestantes no fueron receptivos a la mayor luz de 1888. Esa
populares no-adventistas. Eso ha venido suce- insistencia en que el mensaje de 1888 no era
diendo por casi sesenta años, empezando en la nueva luz, fue la insignia popular de la oposición
década de 1920. Christ Our Righteousness, de al mensaje en aquella época. Poco después de la
A.G. Daniells, escrito en 1926, no percibió nada asamblea de Minneapolis, R.F. Cottrell escribió
singular en el mensaje de 1888, sino que lo inter- un artículo para la Review en contra del mensaje
pretó equivocadamente como estando “en perfec- de 1888, preguntando: “¿Dónde está el nuevo
ta armonía con la mejor enseñanza evangélica rumbo?” (Review & Herald, 22 abril 1890). W.H.
[no adventista]” (Pease, By Faith Alone, p. 189). Littlejohn atacó asimismo el mensaje en su ar-
tículo del 16 de enero de 1894, que llevaba por tí-
Esa larga tradición ha puesto sin duda los funda- tulo: “La justificación por la fe no es una doctrina
mentos para la incursión de actuales conceptos de nueva”. Ambos fueron incapaces de reconocer lo
justicia por la fe similares a los de los teólogos que se desplegaba ante ellos: el comienzo de la
calvinistas de la Reforma. Si los no adventistas lluvia tardía.
poseen la verdad sobre la justicia por la fe, tene-
mos necesariamente que importarla de ellos. Y en Algunos autores han citado declaraciones aisla-
ese proceso, las verdades de 1888 han sido obje- das de E. White, distorsionándolas en su intento
to de negligencia e incluso de oposición. por respaldar esa misma tesis opuesta al mensaje,
que consiste en negar que fuera nueva luz. Pero
Lo que sigue es un típico ejemplo ilustrativo de E. White no se contradijo en ese importante asun-
esa posición ampliamente aceptada. Confunde to. Examinemos las declaraciones propuestas en
gravemente los conceptos de la Reforma con el apoyo de la tesis de la “re-enfatización”. Son
mensaje de 1888. Obsérvese este ejemplo del ve- dignas de atenta consideración:
nerado fundamento sobre el que reposa la confu-
sión monumental que ha caracterizado las últimas “Al pastor E.J. Waggoner se le otorgó el
décadas: privilegio [en Minneapolis] de hablar con
franqueza y presentar sus puntos de vista
“La justificación por la fe [de 1888] no era sobre la justificación por la fe y la justicia
nueva luz. Hay quienes han sostenido la de Cristo en relación con la ley. No era
idea equivocada de que el mensaje de la nueva luz, sino antigua luz colocada en su
justicia de Cristo era una verdad descono- debido lugar en el mensaje del tercer án-
cida para el movimiento adventista hasta la gel... Para mí no era nueva luz, ya que la
asamblea de Minneapolis, pero de hecho había recibido de una autoridad superior en
nuestros pioneros la enseñaron desde el los últimos cuarenta y cuatro años” (Ms.
principio mismo de la iglesia adventista. 24, 1888. Olson, p. 48).
Siendo yo un joven predicador, oía a nues-
tros veteranos, como J.G. Matteson y E.W. “Los obreros en la causa de la verdad de-
Farnsworth, declarar a menudo que la justi- bieran presentar la justicia de Cristo, no
ficación por la fe no era una enseñanza como luz nueva, sino como preciosa luz
que el pueblo perdió de vista por un tiem-
64
po” (Review & Herald, 20 marzo 1894; Ol- que ha de estar en pie en el día de la prepa-
son, p. 49). ración de Dios’” (Mensajes selectos, vol.
III, p. 197).
Esas declaraciones no niegan que el mensaje de
1888 constituyera en su conjunto la nueva luz de No es la misión del pueblo adventista inventar
la lluvia tardía y el fuerte pregón. En su contexto, nuevas doctrinas, sino la de reparar brechas, res-
la declaración de Ms. 24 referente a 1888 fue es- taurar caminos por los que transitar, descubrir las
crita para refutar el prejuicio de hermanos que se sendas antiguas. Un abordaje tal tenderá a desha-
oponían, despreciando el mensaje por parecerles cer los prejuicios, mientras que la presentación de
meramente algo novedoso ingeniado por el hom- la verdad como si fuera un invento novedoso
bre. Toda luz es eterna; ninguna luz es estricta- despertará la oposición.
mente “nueva”. Pero ciertamente era nueva para
nuestros hermanos en 1888, y lo es hoy para Pero lo anterior no equivale a negar que el men-
nuestras congregaciones. Desde luego, ¡habría saje de 1888 significó una mayor revelación para
sido nueva para el mundo, si la hubiésemos pro- la iglesia. En su creciente convicción de que el
clamado! mensaje era el cumplimiento de la profecía de
Apocalipsis 18, E. White vio cómo armonizaba
Y sea lo que fuere la -nueva o antigua- luz de con el concepto singular de la purificación del
1888, es obvio que nadie más la había predicado santuario celestial. En eso consistió la esencia del
entre nosotros durante aquellos “últimos cuarenta mensaje.
y cuatro años” (Ms. 5, 1889; MS. 15, 1888; Ol-
son, p. 295). En el manuscrito de 1889, E. White Se trata de una verdad que el mundo protestante
afirmó más adelante que el mensaje de 1888 en no ha comprendido nunca. ¿Podría deberse en
su totalidad demostraría realmente ser “nueva parte a que jamás se la hemos presentado con cla-
luz” si es que había de cumplirse la comisión ridad?
evangélica en aquella generación:
A los judíos ortodoxos que han estado orando por
“Se hicieron preguntas en esa ocasión: la venida de su esperado Mesías les resulta per-
‘Hermana White, ¿cree usted que el Señor turbador reconocer que vino ya hace mucho
tiene alguna nueva luz o una ampliación de tiempo, pero fue rechazado por sus antepasados.
la luz para su pueblo?’ Yo respondí: ‘Con No es menos perturbador para los adventistas que
toda seguridad. No solamente lo creo, sino seguimos orando por el derramamiento de la llu-
que puedo hablar de esto con conocimiento via tardía, el reconocer que la bendición vino ya
de causa. Sé que hay una verdad preciosa hace un siglo, pero fue rechazada por nuestros
que nos será revelada si somos el pueblo antepasados.

65
(página dejada intencionadamente en blanco)

66
Capítulo 6

E. White, rechazada en 1888

Resulta casi increíble lo que dice E. White a pro- trado el rumbo, en el preciso momento y lugar en
pósito de la reacción suscitada contra el mensaje que lo perdimos.
de 1888. ¿Pudiera ser que una incredulidad natu-
ral no reconocida se interponga como un velo an- Es imperioso que abandonemos las ideas confu-
te nuestra vista y corazón? A los seres humanos sas y que nos apliquemos en procura de la mayor
parece resultarnos difícil creer el “testimonio de exactitud posible. La reacción negativa hacia el
Jesús”. Nos gusta llamar “gloriosa victoria” a lo mensaje de 1888 bloqueó varias avenidas de
que fue una derrota. Presumimos de haber encon- bendición celestial. Los habitantes del cielo reco-
nocen ya cuál fue “nuestra” parte en esa historia:

1. Se insulta al Espíritu Santo

Eso puede parecernos una imposibilidad por di- dadera experiencia cristiana. Y era doloro-
versas razones. Puede costarnos concebir al Espí- so pensar que se trataba de los guardianes
ritu Santo como una Persona a quien es posible del rebaño de Dios...
insultar; como Alguien capaz de sentir y afectar- Nuestros hermanos que han ocupado pues-
se en consecuencia. Y puede costarnos aún más tos de responsabilidad en la obra y causa de
aceptar que pudieran hacer algo así adventistas Dios debieran haber estado tan íntimamente
del séptimo día, especialmente pastores y diri- unidos a la Fuente de toda luz, como para
gentes de la Asociación General. Pero hemos de no llamar tinieblas a la luz y luz a las tinie-
afrontar lo que tiene que decir la mensajera del blas” (Ms. 24, 1888. Original sin atributo de
Señor. El testimonio de Jesús no va a ocultar la cursiva).
realidad:
Los detalles de esa historia son claros y precisos.
“Nuestra asamblea está a punto de acabar No hay pretexto para la confusión en nuestro
y... no ha habido apertura alguna que per- pensamiento. La recepción del Espíritu Santo iba
mita la entrada del Espíritu de Dios. Co- implícita en la recepción del mensaje mismo. Se-
mentaba de qué sirve que nos reunamos ría imposible recibir el don de la lluvia tardía del
aquí, y de qué sirve que vengan nuestros Espíritu Santo, sin recibir el mensaje mediante el
hermanos en el ministerio, si están aquí so- cual se concedía el don. Y las buenas nuevas que
lamente para alejar del pueblo el Espíritu hoy necesitamos comprender son el corolario de
de Dios” (Ms. 9, 1888; Olson, p. 290 y esa verdad: que es igualmente imposible recibir
291). hoy el mensaje, sin recibir con él el don del Espí-
ritu Santo. Si no hemos recibido el Espíritu Santo
“Sé que hubo una notable ceguera en las en el poder de la lluvia tardía y el fuerte pregón,
mentes de muchos [en Minneapolis], de eso es la evidencia inconfundible de no haber re-
modo que no discernieron dónde estaba el cibido el mensaje que el Señor nos envió.
Espíritu de Dios ni en qué consistía la ver-
67
A fin de comprender 1888 lo importante no es y la luz ha sido rechazada” (Testimonios
tanto la actitud negativa de unos pocos indivi- para los ministros, 393; 1896).
duos -la llamada minoría inflexible- sino el espí-
ritu “controlador”, el espíritu que “prevaleció” en “Algunos* han tratado al Espíritu como a
la Asamblea de 1888 y posteriormente. Fue eso huésped indeseado, negándose a recibir el
lo que tuvo un efecto determinante en aquella ge- rico don, no queriendo reconocerlo, apar-
neración y en todas las subsiguientes. E. White tándose de él y condenándolo como fana-
fue categórica acerca de esa influencia “controla- tismo” (Testimonios para los ministros, 64;
dora”: 1896, traducción revisada).

“Me reuní con los hermanos en el taber- * [A propósito del término “algunos”: E. White
náculo y sentí que era mi deber presentar nunca dijo que los “algunos” que se opusieron al
mensaje fueran “pocos”, ni que quienes lo aceptaron
un breve informe de la asamblea y de mi fueran “muchos”. Sin excepción alguna conocida,
experiencia en Minneapolis; el camino que los que rechazaron el mensaje fueron “muchos”, y
seguí y el por qué, así como declarar sin “pocos” quienes lo aceptaron.]
rodeos cuál fue el espíritu que prevaleció
en aquel encuentro... Les hablé de la difícil La referencia a insultar al Espíritu Santo es más
situación en la que fui puesta, debiendo que una hipérbole casual. Esa tragedia nos afecta
permanecer sola –por así decirlo- y vién- hoy tan ciertamente como afectan a los judíos de
dome en la obligación de reprobar el mal nuestros días los errores de sus antepasados.
espíritu que fue un poder controlador en
aquella reunión. La sospecha y los celos, El pecado que un individuo cometió en el pasado
las conjeturas maliciosas y la resistencia al al insultar a otra persona, permanecerá como una
Espíritu de Dios que los estaba llamando, carga sobre su conciencia afectando su carácter y
guardaron paralelismo con la forma en que personalidad. Eso puede prolongarse por déca-
se trató a los reformadores. Fue así como la das, mientras ambos vivan y no haya tenido lugar
iglesia [Metodista] trató a la familia de mi el arrepentimiento y la restitución.
padre y a ocho de nosotros...
Afirmé que el camino que habían estado si- De la misma forma, la conciencia del conjunto
guiendo en Minneapolis fue crueldad para corporativo de la iglesia, nuestro carácter y per-
con el Espíritu de Dios” (Ms. 30, 1889. Ori- sonalidad denominacionales, la forma en que el
ginal sin atributo de cursivas). Cielo nos ve, el espíritu que impregna nuestras
iglesias, resultan afectados negativamente por ese
“[a los hermanos que se oponían] en la episodio crucial de nuestra historia. No podemos
asamblea [de Minneapolis] los movió otro escapar a nuestro entorno hereditario. Jeremías
espíritu, y no supieron que Dios había en- escribió que “el pecado de Judá está escrito... con
viado a esos hombres jóvenes para llevarles punta de diamante... en la tabla de su corazón y
un mensaje especial, al que trataron con ri- en los cuernos de sus altares” (Jer. 17:1). Y se ex-
dículo y desprecio sin apercibirse de que tiende de una generación a la siguiente (2:5, 9;
las inteligencias celestiales los estaban ob- 3:24 y 25; 14:20). Hasta tanto no se haya dado el
servando... Sé que entonces se insultó al arrepentimiento, estamos condenados a repetir
Espíritu de Dios” (Carta S24, 1892). los pecados de nuestros padres. Eso está en estre-
cha relación con el alejamiento del Espíritu San-
“Los pecados... yacen a la puerta de mu- to.
chos... El Espíritu Santo ha sido insultado,

68
El Espíritu Santo es una Persona, no una mera in- Ofendido e insultado, el Espíritu Santo tiene de-
fluencia o un “algo” etéreo. Es posible ofenderlo. recho a una retribución. ¿Cómo puede retribuir
Ese importante concepto relativo a Dios en la en consonancia con su carácter de amor? Su re-
Persona del Espíritu Santo, impregna las Escritu- tribución será más dolorosa de sobrellevar que
ras hebreas. Los profetas representaron conti- cualquier otra imaginable, pues seguirá siendo la
nuamente a Dios como al chasqueado y ofendido voz de amor la que hable:
Amante del alma de Israel [Ver, por ejemplo, 1 Sam.
8:7; 12:6-12; Isa. 50:1; 54:5-17; 61:10; 63:9-14; Jer. 31:1- “Vendrán mensajes, y quienes han recha-
9; Eze. 16; Oseas, passim]. Se trata de un concepto zado el mensaje enviado por Dios, oirán las
único en Israel, pues ninguna religión pagana te- declaraciones más chocantes... Herida e in-
nía una noción semejante relativa a una Persona- sultada, la Divinidad va a hablar procla-
lidad divina “celosa”. mando los pecados que se han ocultado.
Tal como sucedió con los sacerdotes y go-
La misma verdad impregna el Nuevo Testamen- bernantes, que llenos de terror e indigna-
to, y aparece también destacada en los testimo- ción buscaron refugio huyendo en la última
nios de E. White. Sin embargo, en general está escena de la purificación del templo, así
ausente en las enseñanzas del catolicismo y pro- ocurrirá en la obra para estos últimos días”
testantismo moderno. La apreciación plena de esa (Special Testimonies, Serie A, nº 7, p. 54 y
realidad pertenece a los que recibirán al Señor 55).
cuando venga por segunda vez, pues se los repre-
senta de forma corporativa como a la esposa, fi- El contexto de la cita precedente es una discusión
nalmente preparada para la estrecha unión ma- sobre la iglesia adventista del séptimo día.
trimonial (Apoc. 19:7-9; la herejía “alfa” del pan-
teísmo en los años 1900 atacaba esa verdad rela-
tiva a la personalidad del Espíritu Santo; la
“omega” re-editará sin duda ese mismo error).

2. Jesucristo, despreciado e insultado

También esto nos resulta difícil de ver. La perso- de 1888, y fue ofendido e insultado cuando se
nalidad del Hijo de Dios está nuevamente en liza. despreciaron las “credenciales del cielo” que les
¿Tiene sentimientos como los tenemos nosotros, había dado:
los humanos? ¿Es sensible a la ofensa? Lo suce-
dido en nuestra historia de 1888 es tan sorpren- “Había evidencias para que todos pudieran
dente que resultaría inconcebible de no haber si- discernir a quiénes reconocía el Señor co-
do claramente plasmado en los escritos de E. mo sus siervos…
White, quien era poseedora del discernimiento Estos hombres contra los cuales habéis ha-
inspirado. blado han sido como señales en el mundo,
como testigos de Dios…
El manso y humilde Jesús sigue escogiendo a Si rechazáis a los mensajeros delegados de
mensajeros que son “solamente hombres”, cuya Cristo, rechazáis a Cristo” (Testimonios pa-
apariencia es “como raíz de tierra seca”. En su ra los ministros, p. 97; 1896. Traducción revi-
condescendencia se identificó con los mensajeros sada).

69
“Acusar y criticar a los que Dios está em- Habría sido más exacto afirmar que los mensaje-
pleando es acusar y criticar al Señor que los ros de 1888 “se apoyaban casi exclusivamente”
ha enviado… en una “fe que obra por el amor”: precisamente
Para muchos el clamor de su corazón ha si- tal como Pablo predicó (Gál. 5:6). Ese mensaje
do: ‘No queremos que éste [Cristo] reine que llevaba las “credenciales divinas” no era un
sobre nosotros’... compromiso o mezcla de legalismo y evangelio.
La verdadera religión, la única religión de Waggoner y Jones proclamaron de la forma más
la Biblia, que enseña el perdón sólo por los enfática la justicia por la sola fe, pero era la fe
méritos de un Salvador crucificado y resu- que describe claramente el Nuevo Testamento,
citado, que propugna la justicia por la fe en caracterizada por un poder motivador inherente
el Hijo de Dios, ha sido menospreciada, cri- que lleva a la verdadera obediencia a todos los
ticada, ridiculizada y rechazada” (Testimo- mandamientos de Dios (Testimonios para los mi-
nios para los ministros, p. 466-468). nistros, p. 92).

“El mensaje actual... procede de Dios; lleva ¿Es posible que los mensajeros de quienes se de-
las credenciales divinas, pues sus frutos son claró estar representando al Señor, suscitaran
para santidad” (Review & Herald, 3 sep- “rencores” que obligaran al Cielo a abandonar
tiembre 1889). avergonzadamente la escena? ¿Habría concedido
el Señor “credenciales celestiales” a mensajeros
“Este mensaje, tal como ha sido presentado incapaces de “razonar con serenidad”? Cierta-
[por Jones y Waggoner] debiera ir a toda mente E. White nunca habría podido reconocer
iglesia que profese creer la verdad, condu- “luz preciosa” en el “griterío” carente de santi-
ciendo a nuestro pueblo a una posición más dad, o en la irrazonable “enseñanza extremista”
elevada... Queremos ver quién ha presenta- que nuestro autor les atribuye (Spalding, op. cit.,
do al mundo las credenciales del cielo” p. 593 y 601).
(ibíd., 18 marzo 1890).
Detrás de la vergonzosa escena de Minneapolis, y
Pero incluso en tiempos recientes, el respetado también detrás de las confusas sombras proyecta-
historiador eclesiástico trata con desprecio al das por nuestra actual incredulidad, se yergue la
mensajero, cuando no al mensaje mismo: figura del que fue Roca de escándalo y Piedra de
tropiezo en aquella fatídica asamblea. Nos en-
“Al rexaminar la controversia percibimos frentamos cara a cara con la realidad:
que el problema se originó en rencores per-
sonales, mucho más que en creencias di- “Hombres que profesan piedad han despre-
vergentes. El bando de Butler, Smith y Mo- ciado a Cristo en la persona de sus mensa-
rrison creía en la teoría de la justificación jeros. Como los judíos, rechazan el mensaje
por la fe... El bando de Waggoner y Jones de Dios... Aquel no era el Cristo que los ju-
creía en la realización de buenas obras; pe- díos estaban buscando. Así sucede hoy: las
ro... se apoyaban casi exclusivamente en la agencias enviadas por Dios no son lo que
fe como el factor clave en la salvación. Las los hombres han estado buscando” (Fun-
mentes capaces de razonar con serenidad damentals of Christian Education, p. 472;
podían armonizar ambos puntos de vista, 1897).
pero ninguno de los bandos estaba dispues-
to a considerar al otro calmadamente” “Cristo ha registrado todos los discursos
(Spalding, Captains of the Host, p. 599). duros, orgullosos y sarcásticos pronuncia-
dos contra sus siervos, como dirigidos con-
70
tra sí mismo” (Review & Herald, 27 mayo ción”, “Salvador” y “ley” en nuestros libritos de
1890). Escuela Sabática, “para demostrar que los adven-
tistas del séptimo día no han disminuido su énfa-
Siempre se ha comprendido mal al verdadero sis en la salvación mediante Cristo”. ¿Podrán
Cristo, quien ha sido tan rechazado como espera- acaso medir hoy las computadoras nuestra fideli-
do. Pero el moderno Israel debe vencer por fin dad, y demostrar así que el Testigo Fiel está
donde antes fracasó. Y eso va a ocurrir, pues es- equivocado? Si es que la mera verbalización fue-
tamos viviendo en el tiempo de la purificación ra realmente el criterio, la del catolicismo romano
del santuario celestial. Se trata de una obra espe- debe ser la enseñanza más Cristocéntrica del
cial propia del tiempo del fin, caracterizada por mundo. Mientras el Hijo de Dios continua su-
una victoria que en el pasado nunca se ha dado friendo, ¿debiéramos dedicar nuestros esfuerzos
plenamente. en probar suerte con diversos ensayos estadísti-
cos a fin de ver cómo partir sus vestiduras, esa
La carne y la sangre nunca nos van a revelar las “doctrina o principio de la justicia por la fe, por
verdaderas credenciales de la “raíz de tierra seca” comparación con los principios distintivos de la
que puede estar ante nosotros. La historia de iglesia”? La justicia de Cristo es infinitamente
1888 nos enseña que los judíos de antaño habrán más que una mera reiteración verbal.
de hacernos sitio para que comparezcamos pos-
trados de rodillas junto a ellos: En la era de 1888 rechazamos la mayor oportuni-
dad escatológica de todos los siglos. Lo que des-
“Muchos dicen: 'Si hubiese vivido en los preciamos fue la reconciliación íntima del cora-
días de Cristo, nunca habría torcido sus pa- zón con Cristo, ilustrada en la figura de la esposa
labras ni interpretado falsamente su ins- y su esposo. Eso lo hemos sustituido por verbali-
trucción. Nunca lo habría rechazado ni cru- zación y fría doctrina.
cificado tal como hicieron los judíos'. Pero
eso lo va a demostrar la forma en que tra- Áridas predicaciones que se pierden en matices y
táis hoy a su mensaje y mensajeros” (Re- diferencias entre justicia imputada e impartida,
view & Herald, 11 abril 1893). justificación y santificación, expiación y propi-
ciación, han logrado que la “justicia por la fe” re-
La cuestión en 1888 no fue cuánto “énfasis” po- sulte repulsiva para muchos. El mismo problema
ner en la predicación de esa “doctrina”, en rela- prevaleció poco después de 1888. E. White se re-
ción con el resto de nuestras doctrinas “peculia- firió a los esfuerzos de aquellos cuyos corazones
res”. La verdadera cuestión fue: “¿Qué pensáis se oponían al mensaje:
del Cristo?” (Mat. 22:42). De poco sirve que in-
tentemos establecer y predicar cuál hoy es nues- “Muchos cometen el error de tratar de defi-
tra “relación correcta con Cristo”, a menos que nir minuciosamente las sutiles diferencias
hagamos frente a esa realidad de 1888. entre justificación y santificación. Muchas
veces incluyen sus propias ideas y especu-
A fin de reforzar nuestra confianza de no estar en laciones en las definiciones de esos dos
necesidad de arrepentimiento, hemos publicado términos. ¿Por qué tratar de ser más minu-
tesis desde los seminarios “para indagar cuál es el cioso que la Inspiración en la cuestión vital
lugar que ha ocupado la enseñanza de la justifi- de la justicia por la fe? ¿Por qué tratar de
cación y justicia por la fe en los principios doc- desgranar cada pormenor, como si la salva-
trinales” de nuestra iglesia. Se han presentado ción del alma dependiese de que todos ten-
gráficos con recuentos de apariciones de las pa- gan exactamente la misma comprensión de
labras “justicia”, “justificación”, “fe”, “salva- ese asunto?” (Diario, 27 febrero 1891).
71
¿Somos capaces de ver en Minneapolis el insulto tiempo en que estarán dispuestos a hacer
al Cristo viviente y amoroso, más allá de una fría cualquier cosa posible para disponer de una
doctrina mal comprendida? Asfixiamos las con- oportunidad de oír el llamado que rechaza-
vicciones mediante las cuales el Señor nos estaba ron en Minneapolis... Jamás vendrán mejo-
atrayendo a sí, y despreciamos a Aquel que nos res oportunidades, no tendrán ningún sentir
atraía con cuerdas de amor, llamando “fanatis- más profundo” (Carta 019, 1892).
mo” a su ternura y devoción. Las lágrimas que
comenzaron a fluir ante aquella misteriosa atrac- El testimonio de E. White pone en acción nuestra
ción producida al elevar la cruz, se trocaron en fe una vez más. Pero necesitamos comprender la
celosas arengas “contra el entusiasmo y el fana- realidad. Los corazones humanos jugaron con el
tismo” (Testimonios para los ministros, p, 80). tierno amor de Aquel que dio su sangre por noso-
tros. Finalmente, en “muchos” de los dirigentes,
Jesús conoce nuestra naturaleza humana, pues él dicho juego acabó por convertirse en lo que E.
mismo la comparte aún. Es una Persona. Conoce White no tuvo más remedio que llamar “odio”.
también el respeto propio. En 1888 se acercó Siete años después de Minneapolis, dijo a aque-
mucho a nosotros. “Ninguno de entre nosotros es llos “muchos”:
capaz de imaginar lo que podría haber sido” en el
maravilloso día que habría seguido si hubiésemos “Le habéis dado al Señor la espalda, y no el
andado con él en la gloriosa luz procedente del rostro…
Cielo. Frecuentemente hablamos de 1844 como El Espíritu de Dios se está apartando de
nuestro “gran chasco”. Pero en 1888 tuvo lugar muchos de entre su pueblo. Muchos han
su gran chasco, proporcional a la inmensidad de entrado en senderos oscuros y secretos, y
su amor hacia nosotros. Despreciamos la intimi- algunos nunca volverán…
dad de ese amor. ¿Nos habría de extrañar que no No solamente han rehusado aceptar el men-
nos lo impusiera a la fuerza? saje, sino que han odiado la luz…
Están afrentando al Espíritu Santo” (Testi-
En el mismo Minneapolis se nos dijo: monios para los ministros, p. 89-91; 1895).

“Nadie se permita cerrar la avenida por la El Cielo sintió “indignación” (Testimonios para
que ha de fluir al pueblo la luz de la verdad. los ministros, p. 76). Eso encierra un íntimo
Tan pronto como se intente tal cosa, el Es- agravio personal que es único en la historia sa-
píritu de Dios se retirará... Permitid que el grada moderna, y quizá en toda la historia. Evoca
amor de Cristo reine aquí en los corazo- los profundos lamentos de Jeremías y Oseas en el
nes... Cuando venga el Espíritu de Dios, el pasado. E. White declaró en Minneapolis: “Si so-
amor tomará el lugar de la discordancia, lamente supieseis la forma en que Cristo ha con-
puesto que Jesús es amor. Si su Espíritu siderado vuestra actitud religiosa en esta asam-
fuese querido aquí, nuestra reunión sería blea” (Ms. 8a, 1888; Olson, p. 281). Cuatro años
como un manantial en el desierto” (Ms. 15, después escribió: “Hay tristeza en el cielo por la
1888; Olson, p. 300 y 301). ceguera espiritual de muchos de nuestros herma-
nos” (Review & Herald, 26 julio 1892). Hablan-
“No cabía hacerles más tiernos llamamien- do de quienes “resistieron al Espirito de Dios en
tos ni darles mejores oportunidades a fin de Minneapolis”, afirmó:
que pudiesen hacer lo que debieron hacer
en Minneapolis... Nadie sabe lo que puede “Todo el universo celestial fue testigo del
estar en juego si somos negligentes ante el trato vergonzoso que se dio a Jesucristo,
llamado del Espíritu de Dios. Llegará un representado por el Espíritu Santo. Si Cris-
72
to hubiese estado ante ellos, lo habrían tra- de Dios” (Special Testimony to the Review
tado de forma similar a como lo hicieron and Herald Office, 1896, p. 16 y 17).
los judíos” (Special Testimonies, Serie A,
nº 6, p. 20). Es muy triste registrar palabras como esas, pero
no podemos ser sinceros y a la vez negarnos a
“Las escenas ocurridas en aquel encuentro afrontar lo que implican. Lo que “el Vigilante ce-
[en Minneapolis] hicieron que el Dios del lestial” escribió, debe estar también “escrito en el
cielo se avergonzara de llamar ‘hermanos libro de [nuestras] memorias”. Podemos vernos
suyos’ a quienes tomaron parte en ellas. El en aquellos queridos hermanos de hace un siglo,
Vigilante celestial tomó nota de todo, y pues tal es nuestra condición, excepto que la gra-
quedó escrito en el libro de las memorias cia de Dios nos salve de ello.

3. Desprecio al ministerio de E. White

La actitud de nuestros dirigentes ante el apoyo riamente he pedido al Señor que me dé sa-
que dio E. White al mensaje de 1888 fue similar biduría, que no me hunda en el desánimo y
a cómo trató el antiguo Israel y Judá a profetas que no tenga que descender a la sepultura
como Elías o Jeremías. Obsérvense los comenta- con el corazón quebrantado, tal como le
rios directos de la profetisa poco después de la ocurrió a mi esposo” (Carta 1, 1890).
asamblea de Minneapolis:
No se trataba de palabras fruto de un estrés emo-
“Desde que dejé la costa del Pacífico no he cional. E. White tenía buenas razones para sentir
tenido tiempos nada fáciles. Nuestra prime- así:
ra reunión no se pareció a ningún otro en-
cuentro de la Asociación General al que “En la reunión del jueves por la mañana [en
haya asistido... Se ignoró mi testimonio, y Ottawa, Kansas] referí algunas cosas relati-
jamás en toda la experiencia de mi vida se vas al encuentro de Minneapolis...
me había tratado como en aquella reunión Dios me dio alimento para el pueblo en el
[de 1888]” (Carta 7, 9 diciembre 1888). tiempo oportuno, pero rehusaron recibirlo
debido a que no vino exactamente de la
“Hermanos, me pedís que asista a vuestras forma y manera en que querían que viniese.
reuniones campestres. Os he de decir lla- Los pastores Jones y Waggoner presentaron
namente que desde la Asamblea de la Aso- preciosa luz al pueblo, pero el prejuicio y la
ciación General de Minneapolis vuestra ac- incredulidad, los celos y las conjeturas ma-
titud hacia mí y mi obra -vuestra resistencia liciosas cerraron las puertas de sus corazo-
a la luz y a las advertencias que Dios ha nes, impidiendo la entrada de todo cuanto
dado por mi medio– ha hecho que mi labor tuviera aquella procedencia...
sea cincuenta veces más tediosa de lo que Sucedió lo mismo en la traición, juicio y
habría sido de otro modo... Me parece que crucifixión de Jesús; todo eso había pasado
habéis puesto a un lado la Palabra del Se- ante mí punto por punto, y el espíritu satá-
ñor como indigna de vuestra atención... Mi nico tomó el control y se movió con poder
experiencia desde la asamblea de Minnea- sobre los corazones humanos que se habían
polis no ha sido nada reconfortante. Dia- entregado a las dudas, amargura, ira y odio.
73
Todo eso prevaleció en aquel encuentro cia los mensajeros de 1888 (General Conference
[Minneapolis]... Bulletin 1893, p. 184).
Fui llevada a la casa en donde se alojaban
nuestros hermanos, y abundaba la conver- Por otro lado, para los hermanos sinceros de
sación y los sentimientos excitados, junto a aquella época resultaba chocante que E. White
algunos comentarios perspicaces y supues- estuviera apoyando a dos jóvenes aparentemente
tamente agudos e ingeniosos. Se caricaturi- deficientes, en contra del juicio sereno e imper-
zaba y ridiculizaba a los siervos que el Se- turbable de casi todos los pastores y administra-
ñor envió, y se los presentaba bajo una luz dores de la clase dirigente. Ante la necesidad de
ridícula. Me llegó el turno en sus comenta- “equilibrio”, ¿por qué apoyaba a los aparente-
rios, y la obra que Dios me había encomen- mente desequilibrados? ¿Por qué estaba compa-
dado fue cualquier cosa menos halagadora. rando la reacción de los hermanos contra el men-
Se citaba mucho el nombre de Willie Whi- saje de Jones y Waggoner, con la reacción de los
te, y se lo denunciaba y ridiculizaba, así judíos contra Cristo?
como los nombres de los pastores Jones y
Waggoner” (Carta 14, 1889. Original sin atri- Protagonizaban la oposición a 1888 pastores de-
buto de cursivas). dicados, sinceros, sacrificados y por demás labo-
riosos. Su preocupación por el progreso de la
“Se sumaban a esa rebelión voces que me iglesia era genuina. Su principal temor consistía
sorprendía oír... duras, atrevidas y resueltas en que esa maravillosa visión de la justicia de
en denunciar [a E. White]. Y de todos Cristo llevara al fanatismo. Pero ese temor petri-
aquellos que se sentían tan libres y decidi- ficó los corazones. Aparentemente hay una sola
dos en sus palabras crueles, ni uno sólo ha- manera de entender esa misteriosa reacción. El
bía venido a mí para saber si aquellos in- estudio esmerado de las numerosas declaraciones
formes y suposiciones eran verdaderos... de E. White indica que es a la revelación de la
Después de oír todo aquello mi corazón se longitud, anchura, profundidad y altura del amor
compungió en lo más profundo. Nunca ha- de Cristo (ágape) a lo que nuestros queridos y
bía reflexionado sobre hasta qué punto po- atareados hermanos estaban oponiéndose de for-
demos depositar la confianza en aquellos ma instintiva. El amor revelado en la cruz “nos
que dicen ser amigos, cuando el espíritu de constriñe”, de modo que el creyente, de ahí en
Satanás halla morada en sus corazones. adelante, encuentra imposible seguir viviendo pa-
Pensé en la crisis futura, y por un breve ra sí mismo (2 Cor. 5:14 y 15). Lo cierto es que
momento me dominaron sentimientos que no fue bienvenido ese tipo de devoción por Cris-
no puedo expresar en palabras... 'El her- to, esa mayor intimidad con él:
mano traicionará a muerte a su hermano'”
(ídem). “Había evidencias para que todos pudieran
discernir a quiénes reconocía el Señor co-
No sería justo caracterizar como “emocional” la mo sus siervos. Pero hubo quienes despre-
reacción de E. White, así como tampoco la de ciaron a los hombres y el mensaje que
Jones y Waggoner; pero los tres eran seres hu- traían. Los criticaron duramente tratándolos
manos con corazones susceptibles a la afrenta. como fanáticos, extremistas y maniáticos”
Los tres sintieron pena y dolor, así como los pro- (Testimonios para los ministros, p. 97;
fetas de antaño. E. White lo percibió en particular 1896).
como una premonición de la persecución final de
los santos. De hecho, empleó el término “perse- “Esos hombres [que se oponían] han estado
cución” para describir la actitud de dirigentes ha- ocupando puestos de confianza y han esta-
74
do modelando la obra a su propia semejan- radicales. Al contrario, trataba de hacer reflexio-
za, hasta el punto en que les fue posible... nar a los hermanos que las veían así. Declaracio-
nes como la que sigue, publicadas insistentemen-
Han estado celosamente arengando contra te, han contribuido a que el mito perdure:
el entusiasmo y el fanatismo…
La fe que Dios ha encarecido a su pueblo “La Sra. White [no] apoyaba las ideas pro-
que ejerza, es llamada fanatismo. Pero si puestas por el pastor Waggoner con respec-
hay algo sobre la tierra que debe inspirar a to a Gálatas... Parecía incluso tener el pre-
los hombres un celo santificado, es la ver- sentimiento de que los dos hombres que
dad como es en Jesús... es Cristo, hecho pa- tanto destacaban en aquella época podrían
ra nosotros sabiduría, y justicia, y santifica- desviarse con posterioridad, debido a las
ción y redención... posiciones extremas que mantenían en cier-
Si hay algo en nuestro mundo que debe tos puntos” (Christian, op. cit., p. 232).
inspirar entusiasmo, es la cruz del Calva-
rio” (ibíd., p. 80 y 81; 1895). Las observaciones que hizo E. White no iban di-
rigidas contra supuestas “posiciones extremas”
Se nos lleva así a los pies de la cruz de Cristo. que Waggoner hubiera tomado. Lejos de acusarlo
Ahí está la misteriosa frontera continental en el de ser radical o extremista, la implicación de al-
adventismo, donde la fe y la incredulidad toman gún comentario de E. White es que algunos de
sus caminos divergentes. De entre todos los seres sus puntos de vista eran inmaduros, que carecían
humanos, el ministro del evangelio o el adminis- de “perfección”. Según el plan de Dios, esa in-
trador es quien afronta la tentación más insidiosa madurez debía ser superada mediante un cuida-
a ser indulgente con el amor al yo en su disfraz doso “cavar en las minas de Dios en busca del
sutil. A menos que contemple esa maravillosa preciado oro”. La luz que brilló en 1888 era sólo
cruz y renuncie totalmente a su orgullo personal el “comienzo” de la luz que había de alumbrar
y profesional, se encontrará resistiendo de forma toda la tierra con la gloria del Señor. Esa luz glo-
inconsciente el ágape allí revelado. En El pro- riosa comenzó a brillar mediante canales imper-
greso del peregrino, John Bunyan se refirió a la fectos, pero divinamente escogidos.
existencia de una senda que conduce al infierno,
cuyo punto de partida es muy próximo a la entra- [Por cierto, si bien E. White no tomó en 1888 una
da misma al cielo. postura decidida sobre “la ley en Gálatas”, hacia
1896 se aprestó a tomar posición: ¡Waggoner había
tenido razón todo el tiempo! “El Espíritu Santo está
E. White no consideraba las presentaciones de hablando especialmente de la ley moral en este tex-
Jones y Waggoner como siendo extremadas ni to, mediante el apóstol” (Mensajes selectos, vol. I,
p. 275)]

Menospreciando la búsqueda de un precioso tesoro

No era el plan de Dios que fueran sólo uno o dos dio del más humilde de sus siervos” (Ms. 15,
jóvenes quienes realizaran toda la excavación. 1888). El evangelio eterno debía desarrollarse en
Otras mentes más maduras debían sumarse al sus días en un todo maduro y completo, en con-
proceso, si estaban dispuestas a recibir “todo rayo diciones de alumbrar la tierra con la gloria de la
de la luz que Dios envíe... aunque venga por me- verdad.
75
De ser ese el propósito de Dios, es razonable que “¿Qué fue lo que rechazaron los hermanos
las posiciones tanto de Waggoner como de Jones que en Minneapolis tomaron esa terrible
no fuesen perfectas o maduras en ese estado ini- posición? Rechazaron la lluvia tardía, el
cial de desarrollo. Su cometido era especialmente fuerte pregón del mensaje del tercer ángel.
estimular a sus hermanos a la búsqueda del tesoro
eterno. Las mismas imperfecciones e inmadurez Hermanos, ¿no es terrible? Por supuesto,
de sus puntos de vista debían haber suscitado la los hermanos no supieron que estaban ha-
cooperación entusiasta de sus hermanos. Si aque- ciendo eso, pero el Espíritu del Señor estu-
llos dos jóvenes hubieran captado toda la luz en vo allí para mostrarles lo que estaban ha-
su perfección, ¿dónde quedaría el gozo de sus ciendo, ¿no es cierto? Pero cuando rechaza-
hermanos en el gratificante proceso del descu- ron el fuere pregón, “la enseñanza de justi-
brimiento? Dios, en su infinita misericordia, los cia”, y entonces el Espíritu del Señor, me-
haría participantes de tal avance. diante su profetisa, estuvo allí y nos dijo lo
que estaban haciendo, entonces, ¿qué hicie-
Fue ese privilegio lleno de gracia el que despre- ron? Oh, sencillamente pusieron de lado a
ciaron los hermanos, atribuyendo a los precurso- la profetisa, junto con lo otro” (A.T. Jones,
res dedicados a la búsqueda de los ocultos filones General Conference Bulletin, 1893, p. 183.
de la verdad el carácter de “fanáticos” y “extre- Original sin atributo de cursivas).
mistas”. Sugerir que los mensajeros -aún en Min-
neapolis- fuesen inestables, en peligro de resultar Nadie en la Asamblea le respondió, pues todos
“descarriados”, sosteniendo “puntos de vista ex- sabían que estaba diciendo la verdad. En el Con-
tremos”, lanza una acusación injustificada sobre cilio Anual de Rio de Janeiro en 1986, Robert W.
la propia E. White. ¿No habría hecho gala de una Olson, de White Estate, también afirmó que en la
monumental ingenuidad al apoyar a aquellos jó- asamblea de 1888 “se desafió públicamente” a E.
venes mensajeros, si eran tan indignos de con- White (Adventist Review, 30 octubre 1986). En
fianza? 1889 la propia E. White declaró:

[Ver en el Apéndice el análisis de la acusación con- “El pastor Butler presentó ante mí el asunto
sistente en que Jones estaba enseñando el error de la en una carta, afirmando que mi actitud en
“carne santa” y el perfeccionismo, pocos meses
después del encuentro de 1888]
esa asamblea [de 1888] casi quebrantó los
corazones de algunos de nuestros hermanos
E. White arriesgó su reputación de forma casi ministeriales presentes en aquel encuen-
temeraria al apoyar de forma entusiasta y persis- tro…
tente el mensaje que trajeron Jones y Waggoner. Puesto que algunos de mis hermanos me
¿Pudo el Señor escoger mensajeros tan inesta- ven de la forma en que lo hacen: como si
bles? ¿Les pudo confiar un mensaje tan poten- mi juicio no tuviera mayor valor que el de
cialmente autodestructivo? ¿Es peligroso aceptar cualquier otro, o como alguien que no ha
ser mensajero del Señor? ¡Podemos ciertamente sido llamado a esta obra especial, y que es-
esperar de la misericordia de Dios algo mejor que toy sujeta a la influencia de mi hijo Willie o
confiar a sus siervos mensajes autodestructivos! de algunos otros, ¿por qué pedís a la her-
mana White que asista a vuestros encuen-
Observemos brevemente cómo en varios encuen- tros campestres u otras reuniones especia-
tros de la Asociación General ha habido predica- les? No puedo ir. No podría haceros ningún
dores que han reconocido abiertamente que aquel bien, y significaría jugar con las sagradas
espíritu contrario al mensaje de 1888 incluía el responsabilidades que el Señor me ha en-
virtual desafío al ministerio de E. White: comendado…
76
Cabe esperar que los incrédulos distorsio- diciones de la lluvia tardía propiciaron que la ac-
nen estas palabras, que las malinterpreten. titud de quienes habían sido hasta entonces sus
Eso no me sorprende. Pero que mis propios amigos cambiase para mal:
hermanos, conocedores como son de mi
obra y misión, jueguen con el mensaje que “Dios no me ha llamado con el propósito
el Señor me encomienda dar, agravia su de que atraviese la planicie para hablaros, y
Espíritu y me produce desánimo… vosotros os paréis a cuestionar su mensaje
Mis hermanos me han obstaculizado el ca- y os preguntéis si la hermana White es la
mino” (Carta U-3, 1889). misma que venía siendo en los años prece-
dentes…
Por supuesto, no todos los hermanos se opusieron Entonces reconocisteis que la hermana
a E. White de ese modo. Pero brillaba por su au- White tenía razón. Pero de alguna forma
sencia un apoyo decidido hacia ella. La humilde eso ha cambiado ahora, y la hermana White
mensajera del Señor comprendió lo que estaba es diferente. Justamente como la nación ju-
sucediendo en Minneapolis. Las abundantes ben- día” (Ms. 9, 1888; Olson, p. 292).

4. Exilio de E. White en Australia

Era tal la determinación de quienes se oponían a lo planeó, sino que permitió que obraseis
E. White tras 1888, que la Asociación General la según vuestras propias ideas. El Señor que-
exilió virtualmente en Australia. Aun siendo cier- ría que W.C. White, su madre y sus obreros
to que el Señor hizo que su estancia en aquel con- permanecieran en América. Se nos necesi-
tinente revirtiera en el bien de su causa, nunca taba en el centro de la obra, y si vuestra
fue su voluntad que en aquel tiempo se enviara percepción espiritual hubiese discernido la
allá a E. White. Ella misma declaró que era la vo- verdadera situación, nunca habríais consen-
luntad del Señor que el inspirado trío permane- tido en la decisión tomada. Pero el Señor
ciese reunido en América, peleando la buena ba- lee el corazón de cada uno. Era tal el deseo
talla hasta obtener la victoria. Sus propios escri- de que nos fuéramos, que el Señor permitió
tos indican que los hermanos dirigentes procura- que tal cosa ocurriera. Los que estaban har-
ban librarse tanto de E. White como de tos de los testimonios se pudieron librar de
Waggoner. quienes los habían traído. Nuestra separa-
ción de Battle Creek fue para permitir que
Es bien sabido que E. White fue a Australia ex- los hombres actuaran según su propia vo-
clusivamente porque la Asociación General así lo luntad y caminos, que juzgaban superiores
decidió (¡un ejemplo encomiable de cooperación a los caminos del Señor.
con la dirección de la iglesia, por parte de la El resultado está ante vosotros. Si hubieseis
mensajera del Señor!) En 1896 escribió con mu- permanecido en lo correcto no habríais to-
cha franqueza al presidente de la Asociación Ge- mado entonces aquella decisión. El Señor
neral: habría obrado en favor de Australia por
otros medios, y en Battle Creek, el gran co-
“Nuestra salida de América no vino del Se- razón de la obra, se habría mantenido una
ñor. Él no reveló que fuese su voluntad que poderosa influencia.
me ausentara de Battle Creek. El Señor no Habríamos permanecido allí hombro con
77
hombro, creando una atmósfera saludable minos de cooperación de la Asociación General
que se habría hecho sentir en todas nuestras con el Espíritu Santo. Es cierto que E. White tuvo
asociaciones. No fue el Señor quien planeó la oportunidad de escribir cartas positivas a “ca-
aquello. No pude ver ni un rayo de luz en sa”. Pero privar a Norteamérica de su ministerio
partir de América. Pero cuando el Señor me personal en aquel momento crítico tuvo por re-
presentó esa cuestión tal cual era realmente, sultado “en gran medida” la derrota del comienzo
no abrí mis labios ante nadie porque sabía del mensaje del fuerte pregón.
que nadie discerniría el asunto en su pleno
significado. Muchos sintieron alivio cuando E.J. Waggoner sufrió un exilio semejante al ser
nos fuimos, aunque no sea especialmente enviado a Inglaterra la primavera de 1892. Hay
su caso, y eso desagradó al Señor, pues él también evidencia de que no fue precisamente
nos había colocado en los engranajes de la celo misionero lo que lo obligó a ir allí. E. White
maquinaria en Battle Creek. ya había partido; ahora habría de irse también el
Esta es la razón por la que le escribo. El segundo miembro del trío especial. En la tesis
pastor Olsen no tuvo la percepción, el valor doctoral de Gilbert M. Valentine sobre W.W.
ni la fuerza para llevar las responsabilida- Prescott descubrimos lo siguiente:
des, y tampoco hubo ningún otro dispuesto
a cumplir la obra que el Señor quería que “Según W.C. White, la Sra. White, que
hiciéramos. Le escribo, pastor Olsen, mani- aparentemente conservaba aún recuerdos
festándole que era el deseo de Dios que de las injusticias del período posterior a
permaneciésemos lado a lado con usted, pa- 1888, declaró que le había sido mostrado
ra aconsejarle, instruirle, y para que actuá- que ‘aunque algunos de los nuestros se ale-
ramos unidos... graban por haberlo apartado [a E.J.
Usted no estaba discerniendo. Permitió que Waggoner] de la obra en Battle Creek des-
se alejara de usted la profunda experiencia tinándolo a la obra en Inglaterra’, debía ser
y conocimiento provenientes de una fuente traído de vuelta 'para servir como profesor
superior a la humana, y en ello se equivoca- en el corazón de nuestra obra'” (W.C. Whi-
ron y se pasaron por alto los caminos del te a A.G. Daniells, 30 mayo 1902” William
Señor… No se vio la necesidad de seguir Warren Prescott: Seventh-day Adventist
este consejo. Educator, vol. I, p. 289).
Que en Battle Creek sintiesen que podían
enviarnos en aquel momento, obedecía a Un año antes de ir a Australia E. White abrió su
designios humanos y no a los del Señor... corazón a J.S. Washburn, un joven pastor. Como
El Señor quería que estuviésemos próximos Jeremías, escribió una carta casi desde la deses-
a las casas publicadoras para tener fácil ac- peración. Obsérvese la vívida descripción que hi-
ceso a esas instituciones, a fin de que pu- zo del clima prevaleciente en Battle Creek:
diéramos aconsejar... ¡Cuán terrible es tra-
tar al Señor con hipocresía y negligencia, “Asisto a reuniones en las pequeñas igle-
burlarse orgullosamente de su consejo de- sias, pero siento que no tengo fuerzas para
bido a que la sabiduría del hombre parece servir con la iglesia que ha tenido mi testi-
tan superior!” (Carta a O.A. Olsen, 127, monio de forma tan abundante. A quienes
1896). han tomado posición contra mi mensaje, sin
hacer movimiento alguno para cambiar su
Los que pretenden que los dirigentes de la iglesia postura de resistencia a pesar de todo lo
aceptaron el mensaje de 1888, pueden interpretar que el Señor me ha encargado que diga en
los años que E. White pasó en Australia en tér- demostración del Espíritu y de poder, no
78
tengo esperanza alguna de poder ayudarles e incredulidad con que han blindado sus
con ninguna otra palabra que pudiera aña- almas, de forma que no vean cuando viene
dir. Han resistido los llamados del Espíritu el bien [Jer. 17:6]. Me siento mucho más
de Dios. No albergo esperanza de que el libre hablando a incrédulos. Demuestran in-
Señor tenga en reserva algún poder capaz terés...
de quebrantar su resistencia; los dejo en Hablar a hombres en puestos de responsa-
manos de Dios, y a menos que el Señor me bilidad allí donde ha brillado gran luz, es lo
emplace inequívocamente a hablar en el ta- más duro de este mundo. Se les ha enviado
bernáculo [de Battle Creek], no voy a in- luz, pero han preferido las tinieblas…
tentar decir nada hasta que aquellos que Puede estar seguro de que tengo un gran
han tomado parte en obstaculizar mi ca- pesar en mi corazón… Aún está por ver
mino lo despejen… no tengo fuerzas para cómo va a terminar esta obstinada incredu-
contender con el espíritu, resistencia, dudas lidad” (Carta W32, 1890).

¿Tiene la década de 1890 un mensaje para tiempos futuros?

El ministerio de E. White en la iglesia adventista genética del pecado de una generación a otra, se
del séptimo día exhibe frecuentemente esa cuali- trate de pecado “original”, o de otro tipo. Pero
dad típica de Jeremías. El antiguo mensaje del existe otro modo no genético de transmisión del
profeta es verdad actual. Lo ocurrido en 1888 es pecado: “El pecado entró en el mundo por un
como una parábola, y Dios va a probarnos de hombre”. “El pecado abundó” y “reinó para
nuevo. muerte”. “Todo el mundo quede bajo el juicio de
Dios” (Rom. 5:12, 20 y 21; 3:19). La siguiente
Debido a que los hechos de nuestra historia de declaración arroja luz sobre esa misteriosa trans-
1888 han sido tan ampliamente malinterpretados, misión de pecado:
nuestra actitud contemporánea sigue estando aún
caracterizada por una falta de aprecio hacia la “La naturaleza humana se corrompió en su
obra de Jones y Waggoner. Parecemos seguir te- mismo origen. Y desde entonces el pecado
miendo que su mensaje pudiera llevarnos al fana- ha continuado ya siempre su odiosa obra,
tismo. Seguimos presos de la falsa suposición de extendiéndose de una mente a otra. Todo
que desvió a los dos mensajeros, ocasionando pecado cometido revive los ecos del pecado
que apostataran. Por tanto tiempo como sigamos original...
pensando así, en caso de que el Señor envíe más La dependencia mutua es algo maravilloso.
perlas de verdad ante nosotros, lo único que po- Se debiera estudiar cuidadosamente la in-
dremos hacer es reaccionar ante ese mensaje co- fluencia recíproca...
mo lo hizo la oposición en la era de 1888. Cada generación sucesiva potencia alguna
faceta de la maldad de la generación prece-
No es que estemos heredando hoy algún tipo de dente, avanzando en el camino de la impe-
culpa genética de nuestros antepasados que re- nitencia y rebelión. Dios está observando,
chazaron la gran oportunidad de los siglos: el midiendo el templo y sus adoradores...
comienzo de la lluvia tardía y el fuerte pregón; Nadie vive para sí mismo. Consciente o in-
pero somos sus descendientes espirituales. Las conscientemente está influenciando a otros
Sagradas Escrituras no enseñan la transmisión para bien o para mal... ¿No es acaso tiempo
79
de que un pueblo se levante en independen- El Espíritu Santo capacita al creyente sincero a
cia moral, albergando al mismo tiempo un fin de que pueda verse reflejado en los antiguos
sentido de su dependencia de Dios?... personajes de la Biblia. Puede igualmente capaci-
El Señor ha enviado a nuestro mundo un tarnos para que nos veamos en nuestros antepa-
mensaje de advertencia: el mensaje de los sados de hace un siglo. No somos de forma inna-
tres ángeles. Todo el cielo está esperando ta mejores que ellos. El Espíritu Santo nos puede
oírnos vindicar la ley de Dios” (Review & curar del tipo de ceguera que permite ver el mal
Herald, 16 abril 1901). solamente cuando es suficientemente remoto y
distante en el pasado, mientras que fallamos en
Tenemos más luz que nuestros antepasados, lo reconocerlo cuando se encuentra entre nosotros.
que conlleva mayores responsabilidades. La pro- La Palabra de Dios siempre ha sido fiel.
funda desafección hacia Cristo que hizo que se
rechazara el mensaje de 1888 es hoy mucho más “Sin la iluminación del Espíritu de Dios no
sutil, más sofisticada y soterrada hasta no resultar seremos capaces de discernir la verdad del
evidente para nuestra conciencia. Pero no es me- error, y caeremos bajo las portentosas ten-
nos real. Sólo la iluminación del Espíritu Santo la taciones y engaños que Satanás traerá al
hará manifiesta. Finalmente llegará para todos y mundo.
cada uno el momento en que “se presentará la Nos acercamos al final de la controversia
cruz y toda mente que fue cegada por la transgre- entre el Príncipe de la luz y el de las tinie-
sión verá su verdadero significado. Ante la visión blas, y los engaños del enemigo van a po-
del Calvario con su Víctima misteriosa, los peca- ner pronto a prueba qué tipo de fe es la que
dores quedarán condenados” (El Deseado de to- tenemos” (Review & Herald, 29 noviembre
das las gentes, p. 40). ¿No sería una bendición si 1892).
pudiéramos ver hoy esa cruz, antes que sea de-
masiado tarde?

Conclusión

El reconocimiento de que nuestros antepasados Las buenas nuevas consisten en que el Cielo ha
insultaron al verdadero Cristo y al verdadero Es- estado todo el tiempo más dispuesto de lo que
píritu Santo no significa malas nuevas, y descu- suponíamos a conceder el derramamiento final
brir la realidad de nuestra oculta y arraigada re- del Espíritu de Dios. Es solamente nuestra conti-
sistencia al “testimonio de Jesús” es ciertamente nua resistencia, a menudo inconsciente, la que ha
una bendición. No podemos prepararnos para las impedido por más de un siglo el derramamiento
pruebas que nos esperan en el futuro, excepto que del Don, por más que hayamos orado pidiéndolo.
afrontemos ahora la verdad de nuestro pasado y
presente. La verdad es positiva, animadora y ele- Enfrentar la verdad de forma sincera ha de ser
vadora. una experiencia gozosa. El progreso y la estabili-
dad de la iglesia organizada no pueden resultar
sino bendecidos.

80
Capítulo 7

Un examen más detenido de las confesiones

Las confesiones que hicieron después de 1888 los A pesar de que su confesión no procedía de
que se opusieron al mensaje están rodeadas de un arrepentimiento verdadero, sirvió para
misterio. Llegó el tiempo de la lluvia tardía y el vindicar la justicia con que Dios los había
fuerte pregón, y retrocedimos ante nuestra gran tratado.
oportunidad. También Israel llegó a los límites de Aun hoy obra el Señor de una forma simi-
la tierra prometida, para retroceder entonces. lar para glorificar su nombre e inducir a los
hombres a reconocer su justicia… Y a pe-
El arrepentimiento profundo y genuino es una ra- sar de que el espíritu que incitó a aquellas
ra virtud. Pero a la luz del sacrificio de Cristo, no personas a seguir su impía conducta no ha
se trata de algo imposible. Por otra parte, hay cambiado radicalmente, hacen confesiones
cierto tipo de confesiones que son tan superficia- que vindican el honor de Dios, y justifican
les como la de Esaú o la del rey Saúl. Ambos re- a aquellos que les reprendieron fielmente y
conocieron errores y ambos derramaron lágrimas, a quienes resistieron y calumniaron” (Pa-
pero ninguno de ellos alcanzó el arrepentimiento triarcas y profetas, p. 412-414).
que logra restaurar lo que se había perdido.
Una pluma inspirada indica que esa fue la natura-
La historia de Israel en Cades-Barnea y lo que si- leza de las confesiones hechas después de 1888
guió, ilustran la experiencia de nuestro movi- por los dirigentes más influyentes que habían re-
miento durante y después del encuentro de Min- chazado inicialmente el mensaje.
neapolis. Israel cometió un error y después se
“arrepintió”, pero aquella generación nunca recu- Pero las opiniones ampliamente publicadas en
peró lo que había perdido. nuestros días sostienen que la mayoría de los
hermanos que se opusieron en Minneapolis recti-
El arrepentimiento y confesión hechos sin com- ficaron su error, hicieron humildes y profundas
prender la gravedad del pecado acarrean graves confesiones, se arrepintieron cabalmente y a par-
consecuencias: tir de entonces predicaron “con poder” el mensa-
je de 1888.
“Los israelitas parecieron arrepentirse en-
tonces sinceramente de su conducta peca- ¿Qué dicen las evidencias?
minosa; pero se entristecían por el resulta-
do de su mal camino y no porque recono- (1) Las confesiones fueron virtualmente arranca-
cieran su ingratitud y desobediencia… Dios das por circunstancias abrumadoras e innegables.
probó la sumisión aparente de ellos, y vio “Ante vosotros está la evidencia actual de que él
que no era verdadera… pero sólo sintieron está obrando, y tenéis ahora la obligación de
temor al darse cuenta de que habían come- creer”, dijo E. White en 1890 (Testimonios para
tido un error fatal, cuyas consecuencias los ministros, p. 466). La fe había sido sustituida
iban a resultarles desastrosas. No habían casi totalmente por la vista.
cambiado en su corazón y sólo necesitaban
una excusa para rebelarse otra vez…
81
(2) Hay evidencia de que los más preminentes e de Tarso se arrepintió tan completamente como
influyentes de entre quienes hicieron confesión para poder predicar ya siempre a partir de enton-
actuaron con posterioridad contrariamente a sus ces el evangelio con poder). N. Pease afirma que
confesiones. al darse el cambio del siglo XIX al XX, ninguno
de quienes inicialmente rechazaron el mensaje de
(3) Difícilmente puede hablarse de reconciliación 1888 estaba proclamándolo eficazmente:
franca, sincera, que llevara a una unión fraternal
con A.T. Jones y E.J. Waggoner, o a la acepta- “Durante los años noventa, el reavivamien-
ción de su mensaje, ya que fue después de las to centrado en esa gran doctrina era funda-
confesiones cuando E. White fue exiliada a Aus- mentalmente obra de las mismas tres per-
tralia y Waggoner a Inglaterra. En fecha tan tar- sonas: la Sra. White, E.J. Waggoner y A.T.
día como 1903, los pastores G.I. Butler y J.N. Jones. Es cierto que había muchas voces en
Loughborough, en la asamblea de la Asociación sintonía, pero hacia el 1900 no se destacaba
General, representaron de forma incorrecta la ningún Elías en disposición de recoger el
verdadera posición de Jones y Waggoner, ante las manto en caso de que les sucediera algo a
protestas verbales de estos últimos (ver capítulo los tres principales campeones de la doctri-
10). na” (By Faith Alone, p. 164).

(4) El asunto a debatir no es la salvación personal El examen de los mensajes que los “confesos”
de las almas de los pastores que se opusieron. Pe- publicaron después de sus confesiones, confirma
ro no hay evidencia alguna de que se arrepintie- la declaración precedente. El arrepentimiento
ran de haber sofocado el derramamiento del Espí- verdadero habría dado como resultado una multi-
ritu Santo en la lluvia tardía, o de haber suprimi- tud de poderosos mensajeros dinamizados por el
do la luz del fuerte pregón manteniéndola “en evangelio en la proclamación del “preciosísimo
gran medida” lejos del mundo y de la iglesia. Por mensaje”, lo que habría reavivado profundamente
lo tanto, consecuentemente a la rebelión de Min- la iglesia y alumbrado la tierra con su gloria
neapolis fue inevitable que la proclamación a ni- (Apoc. 18:1). Pero el 5 de noviembre de 1892 E.
vel mundial del mensaje del fuerte pregón resul- White tuvo que reconocer que “ninguno” de los
tara pospuesta indefinidamente. que originalmente rechazaron el mensaje había
recuperado lo que perdió por su incredulidad pre-
(5) Con excepción de W.W. Prescott, no hay evi- cedente (Carta B2a, 1892). Esa declaración es
dencia de que ninguno de quienes hicieron confe- posterior a la fecha de las confesiones más pro-
sión recuperara la esencia del mensaje de 1888 minentes.
hasta el punto de ser capaz de proclamarlo (Saulo

Evaluación actual de las confesiones después de 1888

La frecuentemente citada declaración de un obre- “Temprano en la primavera de 1889 se em-


ro veterano, provee la base para gran parte del pezó a oír que quienes habían tenido parte
malentendido actual sobre lo que aconteció des- con la oposición en la asamblea comenza-
pués de Minneapolis. ban a ver la luz, y pronto hubo fervientes
82
confesiones. En unos dos o tres años la ma- La Seventh-day Adventist Encyclopedia presenta
yoría de los dirigentes que rehusaron la luz el mismo punto de vista:
en la asamblea, habían dado el paso al fren-
te con claras confesiones” (C. McReynolds, “El malentendido, la oposición y la división
“Experiences while at the G.C. in Minn. In oscurecen el registro de aquel encuentro
1888”, D File, 189, E.G. White Estate. Cf. [de 1888]. Sin embargo, muchos que se ne-
N.F. Pease, op. cit., p. 142 y 143). gaban en 1888 a aceptar ese nuevo énfasis,
cambiaron después su punto de vista. Al-
“Las confesiones anteriormente menciona- gunos persistieron en su oposición por un
das, en algunos casos eran indudablemente tiempo” (p. 1.086).
el fruto de sobria reflexión, [hecha posible]
una vez que las personas implicadas se hu- En The Fruitage of Spiritual Gifts no se hace
bieron alejado del escenario de la contro- mención alguna a las confesiones, puesto que el
versia” (Pease, op. cit., p. 144). autor asume que en general el mensaje de 1888
fue bien recibido desde el inicio, en la propia
Otra declaración, en Captains of Host, apoya la asamblea de Minneapolis.
teoría de que las confesiones revirtieron realmen-
te la oposición de 1888: La posición que hoy predomina es -con diferen-
cia- la de que “tenemos” el mensaje de 1888 co-
“El cambio y el retorno a la unidad de la fe mo segura posesión, bien sea porque nuestros an-
se produjeron de forma gradual. Los men- tepasados lo aceptaran inicialmente, o bien debi-
sajes que escribía [E. White] llevando el do a sus posteriores confesiones y arrepentimien-
evangelio de justicia y buena voluntad en to. Por lo tanto, “hemos” estado proclamándolo
Cristo, tenían un poder tan cortante como con poder por décadas. Pero hemos de preguntar-
curativo, y en general llevaron a la unidad a nos si acaso no es precisamente esa la mentalidad
los hermanos que hasta entonces habían es- de “soy rico, me he enriquecido y de nada tengo
tado alejados” (Spalding, op. cit., p. 598 y necesidad”.
599).

Serios problemas planteados por esa teoría

Si las confesiones de los que se opusieron en (2) ¿Por qué no se concluyó la “obra” poco tiem-
Minneapolis cambiaron realmente su actitud, de po después de haber tenido lugar las confesiones
forma que pudieron proclamar el mensaje efi- y arrepentimiento? La oposición en Minneapolis
cazmente a nuestro pueblo y al mundo, se plan- asfixió el fuerte pregón; lógicamente un arrepen-
tean ciertas preguntas que demandan respuesta. timiento apropiado tendría que haberlo restaura-
do.
(1) ¿Dónde está la evidencia de que el mensaje y
la luz de 1888 fueron recuperados y proclamados (3) ¿Cómo explicar las persistentes y numerosas
a nuestro pueblo de forma clara y poderosa por declaraciones de E. White en época tan tardía
los mismos hermanos arrepentidos? ¿Dónde está como el año 1901, a propósito de que los dirigen-
la evidencia de que la oposición cesó, más bien tes tergiversaban y se oponían continuamente al
que pasar a hacerse subterránea? mensaje? Reproducimos una de ellas, en la que
83
destaca la ausencia de reforma genuina que sigue sino a fin de que su nombre no sea deshon-
siempre al arrepentimiento: rado ante el mundo” (General Conference
Bulletin 1901, p. 23. Original sin atributo de
“Siento un interés especial en los movi- cursivas).
mientos y decisiones que se den en esta
asamblea [1901] en relación con las cosas En una declaración de apoyo a la organización, y
que debieron haberse hecho hace años, es- de esperanza de reforma, escrita una semana más
pecialmente hace diez años cuando nos tarde, mostró cuál era su auténtico anhelo: “Mu-
reunimos en asamblea… Los hermanos chos que han estado más o menos fuera de la
asintieron a la luz dada, pero… no se actuó senda desde el encuentro de Minneapolis, serán
de acuerdo con ella. Hubo asentimiento pe- traídos a la senda” (p. 205).
ro no se hizo ningún cambio especial que
llevara a un estado de cosas que hiciera po- Uno de los mensajes proféticos más conmovedo-
sible la revelación del poder de Dios entre res de E. White es su testimonio: ‘Lo que pudo
su pueblo. Se ha hecho el mismo recono- haber sido’ (5 enero 1903; Testimonies, vol. VIII,
cimiento año tras año… Me maravilla que p. 104-106). El magnífico arrepentimiento que
disfrutemos hoy de una prosperidad como nuestros historiadores afirman que había tenido
la presente. Es debido a la gran misericor- lugar, resulta ser sólo un sueño: “lo que pudo ha-
dia de Dios, no debido a nuestra rectitud, ber sido” y no fue.

El testimonio de nuestra historia

Es sabido que Uriah Smith fue uno de los mayo- Jones en Battle Creek. E. White menciona el in-
res opositores al mensaje. Como redactor de la cidente:
Review & Herald, y con su bien ganado prestigio
como autor destacado, podía haber ejercido la “El Pastor Uriah Smith pensaba que era
más poderosa influencia en favor del mensaje. mejor que no se invitara a [A.T. Jones] a
Sus razonamientos lógicos e incisivos estimula- hablar, pues sostenía posiciones muy tajan-
ban las mentes reflexivas. Ese hermano capaz y tes. Y se tomaron las medidas para excluir-
dedicado, manejaba la pluma más poderosa en lo de la escuela [de Battle Creek]” (Ms. 16,
Battle Creek, y podía haber contribuido a alum- 1889).
brar la tierra con la gloria de la verdad llevada a
su madurez. El Espíritu Santo podía haber em- [Sólo la influencia de E. White aseguró a A.T. Jones
pleado al autor de Thoughts on Daniel and the el púlpito y el aula. W.W. Prescott se unió a Uriah
Smith para negar el púlpito a Jones en Battle
Revelation si su corazón y mente brillante se hu- Creek].
biesen aprestado a la feliz tarea.
Los esfuerzos por ayudar a Smith no hicieron
Prefirió no hacerlo. Consideraba el mensaje me- más que aumentar su obstinación. Durante mu-
ramente como una “doctrina” que se había exage- cho tiempo no hubo “reflexiones sensatas” capa-
rado, y mantenía que siempre la habíamos ense- ces de hacerle cambiar de opinión.
ñado. Inmediatamente después de Minneapolis,
él y W.W. Prescott trataron de silenciar a A.T.

84
En marzo de 1890, E. White escribió en la Re- ciernan y se conviertan. Los hay que miran
view: al pastor Smith, pensando que un hombre a
quien le ha sido dada tanta luz sabrá dis-
“He procurado presentaros el mensaje tal cernir cuando venga el bien, y reconocerá
como lo he comprendido, pero ¿por cuánto la verdad. Pero se me ha mostrado que en
tiempo se mantendrán alejados los que es- el carácter del pastor Smith existe un orgu-
tán a la cabeza de la obra?... llo y obstinación que jamás han sido pues-
Durante casi dos años hemos estado instan- tos en plena sujeción al Espíritu de Dios.
do al pueblo a que venga y acepte la luz y Su experiencia religiosa ha sido echada a
la verdad relativa a la justicia de Cristo, y perder una y otra vez por su determinación
no saben si venir y aferrarse a esa preciosa a no confesar sus errores, sino pasarlos por
verdad o no hacerlo… Puedo hablar al oí- alto y olvidarlos. Los hombres pueden aca-
do, pero no al corazón. ¿No nos pondremos riciar ese pecado hasta que deja de haber
en pie y abandonaremos la incredulidad?” perdón para ellos” (Diario, 10 junio 1890,
(Review & Herald, 18 marzo 1890). Battle Creek).

Finalmente, después de estar en “la obligación de Estas solemnes palabras evidencian el amor cris-
creer” (Testimonios para los ministros, p. 466), el tiano que E. White tenía hacia U. Smith. A la luz
pastor Smith iba sin a la deriva sin ancla, y estaba de la eternidad es más codiciable la verdad que el
en peligro de perderse: autoengaño. En otras declaraciones podemos
apreciar la gravedad que había alcanzado la si-
“El hermano Smith está entrampado por el tuación:
enemigo y en su actual situación no puede
dar a la trompeta un sonido certero… a pe- “Los hombres en posiciones de responsabi-
sar de ello… ocupa posiciones como ins- lidad han chasqueado a Jesús. Han rehusa-
tructor, para dejar su impronta y modelar do preciosas bendiciones; han rehusado ser
las mentes de los estudiantes, siendo que es canales de luz… Rehúsan aceptar el cono-
un hecho bien conocido que no está andan- cimiento que recibirían de Dios, y de esa
do en la luz. No está obrando según la dis- forma vienen a ser canales de tinieblas. Se
posición divina. Está sembrando semillas contrista al Espíritu de Dios” (Ms. 13,
de incredulidad que han de florecer y dar 1889).
fruto que algunas almas van a cosechar…
El pastor Smith no quiere recibir la luz que “Nuestros hombres jóvenes miran a los ve-
Dios ha proporcionado para corregirlo, y no teranos, que se mantienen inmóviles como
tiene el espíritu para remediar mediante la un poste y se niegan a avanzar aceptando la
confesión cualquier curso erróneo que haya nueva luz que se les traiga; se reirán y ridi-
seguido en el pasado… Se me ha mostrado culizarán como si lo que dicen y hacen esos
que en su situación actual, Satanás ha dis- hombres fuera intrascendente. ¿Quién lleva
puesto sus tentaciones para aplastar del to- la carga [de culpa] de esa burla y despre-
do su alma” (Carta a O.A. Olsen, 7 octubre cio?... Se han interpuesto ante la luz que
1890). Dios ha dado, a fin de evitar que llegue al
pueblo que debía recibirla” (Ms. 9, 1890).
“Tengo gran pena en el corazón. Sé que Sa-
tanás está procurando dominar a las perso- “El diablo ha estado obrando durante un
nas… Hombres como el pastor Smith van a año para enterrar totalmente esas ideas [el
endurecer sus corazones a menos que dis- mensaje de 1888 de la justicia de Cristo]…
85
¿Por cuánto tiempo se van a mantener en cuatro). Finalmente, tras haber comenzado el
contra de Dios los que están al timón de la nuevo año de 1891, confesó ante sus hermanos y
obra? ¿Por cuánto tiempo van a sostenerlos pidió perdón a la Sra. White por su actitud equi-
los que están aquí, a fin de que continúen vocada. Eso fue bueno. Smith era un hombre sin-
con ese proceder? Hermanos, apartaos del cero. Nuestra Seventh-Day Adventist Encyclope-
camino. Quitad vuestra mano del arca de dia admite su oposición inicial al “nuevo énfasis
Dios y dejad que venga el Espíritu de Dios sobre la justicia por la fe”, pero acredita su con-
y obre poderosamente” (ídem). fesión como restaurando la “plena armonía” (p.
1.201). Desgraciadamente no sucedería así.
La influencia negativa del redactor de la Review
se esparció a lo largo y a lo ancho. E. White lo El pastor Smith había tenido previamente expe-
tenía en gran medida por responsable: riencias parecidas. En ocasiones su fe en la obra
de E. White no fue muy sólida, y propagaba a
“Usted [Uriah Smith] ha fortalecido las otros su incredulidad. Sus cartas difícilmente pu-
manos y las mentes de hombres como Lar- dieron ejercer otra influencia que no fuera llevar
son, Porter, Dan Jones, Eldridge, Morrison a D.M. Canright a cuestionar la inspiración de E.
y Nicola, y de muchos otros a través de White (ver, por ejemplo, las cartas de Uriah
ellos. Todos lo citan a usted, y el enemigo Smith a Canright escritas el 22 de marzo, 6 de
de toda justicia lo observa complacido… abril, 31 de julio, 7 de agosto y 2 de octubre de
En el caso de que recuperara su fe, ¿cómo 1883). Un pequeño empujón bastaría para hacer
podría borrar las impresiones de increduli- que se hundiera alguien que a duras penas estaba
dad que ha sembrado en otras mentes? No logrando mantenerse a flote.
se esfuerce tanto en realizar la misma obra
que está haciendo Satanás. Dicha obra se ¿Fue genuino y duradero el arrepentimiento del
efectuó en Minneapolis. Triunfó Satanás” pastor Smith de principios de 1891? Bien podía
(Carta 59, 1890). haberlo sido. Así lo deseaba el Señor. Dirigién-
dose a la redacción de Review & Herald, E. Whi-
Cuando E. White trató de ayudarlo, él respondió te afirmó que “el Señor borrará las transgresiones
escribiéndole “una carta en la que acusaba al pas- de aquellos que desde aquel tiempo se han arre-
tor Jones de demoler los pilares de nuestra fe” pentido con un arrepentimiento sincero”.
(Carta 73, 1890; ver Nota Adicional, capítulo

Algo se malogró

El gozo por las confesiones debe enmarcarse en mos simplemente señalar la existencia de niveles
la perspectiva de la historia subsecuente. Como profundos de incredulidad de los que no eran
ya hemos visto, E. White declaró más tarde que conscientes. “Los hermanos asintieron a la luz
había existido una influencia en la redacción de que Dios había dado, pero hubo quienes estaban
la Review & Herald del tipo: “’Sí Señor, voy’, relacionados con nuestras instituciones, espe-
pero no fue” (Mat. 21:30). No está en cuestión la cialmente la dirección de Review & Herald y la
sinceridad y la bondad de los hermanos; quere- Asociación [General], que introdujeron elemen-
86
tos de incredulidad, de forma que no se actuó de La intención es llamar aquí la atención al
acuerdo con la luz dada” (General Conference maravilloso ímpetu alcanzado por la causa
Bulletin 1901, p. 23. Original sin atributo de cursivas). de la verdad presente. Está avanzando por
todo lugar. Su avance es mayor cada día
Después que Uriah Smith hubo confesado, E. que pasa. Está creciendo con un poder im-
White le animó a que viera las cosas en la luz co- parable. Al ritmo en el que está actualmen-
rrecta. La profetisa sabía que Smith no estaba te progresando, pronto alcanzará su meta.
dando a la trompeta un sonido certero en la Re- Está acelerando los pasos hacia su triunfo
view. Más de un año tras su confesión, E. White final” (Uriah Smith, Review & Herald, 14
le escribió en un tono de advertencia y consejo, marzo 1892).
afirmando claramente que había retornado a su
anterior postura de oposición: La mensajera del Señor no parecía tan complaci-
da, pues era consciente de una grave detención de
“Algunos de nuestros hermanos… están la obra en nuestras propias filas en el presente,
llenos de celos y malas sospechas, y están así como del amenazante fantasma de un prolon-
más que dispuestos a mostrar de qué modo gado retraso en el futuro. La historia ha demos-
están en desacuerdo con los pastores Jones trado que el artículo editorial del pastor Smith fue
o Waggoner. En la primera oportunidad se un juicio superficial y errado. Así lo manifestó la
manifiesta el mismo espíritu que se mani- propia E. White en aquel tiempo:
festó en el pasado; pero eso no sucede por
impulso del Espíritu de Dios… “La oposición en nuestras propias filas ha
Si [los pastores Jones y Waggoner] fueran impuesto a los mensajeros del Señor una
vencidos por la tentaciones del enemigo,… obra extenuante y probatoria, pues han de-
cuántos… no entrarían en un engaño fatal bido enfrentar dificultades y obstáculos que
debido a no estar bajo el control del Espíri- jamás debieron existir… Son los elementos
tu de Dios” (Carta S24, 1892. Original sin que operan entre nosotros los que han obs-
atributo de cursivas). taculizado el mensaje…
La influencia resultante de resistir la luz y
El pastor Smith parecía tener una percepción la verdad en Minneapolis tendió a dejar sin
equivocada de la condición espiritual de la igle- efecto la luz que Dios había dado…
sia. Como en épocas anteriores (1882), continua- La obra lleva años de retraso. ¿Qué cuenta
ba “valorando demasiado favorablemente el se rendirá a Dios por retardarla de ese mo-
tiempo actual” (cf. Testimonies for the Church, do?” (General Conference Bulletin 1893, p.
vol. V, p. 80). No podemos condenarlo por no 419).
gozar del discernimiento del don profético. Pero
su optimismo irreal lo convierte en auténtico pa- El descaminado redactor seguía vez tras vez una
radigma de Laodicea. Sus ingenuos lectores no línea de pensamiento diametralmente opuesta a la
podían entonces discernirlo; nosotros, un siglo verdad presente, una línea en oposición a la justi-
después, podemos, toda vez que la historia ha da- cia de Cristo resonando en el comienzo del fuerte
do la razón al Espíritu de profecía al que tan cla- pregón. Su oposición era frecuentemente con-
ramente se opuso U. Smith. En un artículo edito- frontada de forma dramática por artículos de E.
rial del 14 de marzo de 1892 vemos un ejemplo White u otros, escritos como aparentes coinci-
de su inusitado optimismo: dencias. Hay que decir en su favor que Smith los
publicaba. El control editorial era menos severo
“La causa ha progresado con creciente ra- en aquellos días que en los nuestros. Pero su
pidez, especialmente en estos últimos años. mentalidad estaba bien determinada.
87
En fecha tan tardía como 1892, tiempo después bién S.N. Haskell envió pronto un ferviente ar-
de la confesión del redactor, E. White le escribió tículo opuesto al tono de “paz y seguridad” del
así: “La posición que tomó al principio con res- escrito del redactor (26 julio, 1892). Y también el
pecto al mensaje y al mensajero le ha venido presidente Olsen quiso refutar al editor en las
siendo un continuo lazo y una piedra de tropie- propias columnas de su revista:
zo... Aquella pérdida sigue siendo aún su pérdi-
da” (Carta S24, 1892). “Hemos estado hablando por mucho tiempo
del fuerte pregón del mensaje del tercer án-
Lo vemos escribiendo un editorial donde afirma gel… ¿Ha llegado el tiempo de que se oiga
que el mensaje actual no es el comienzo del fuer- ese fuerte pregón?... Hermanos, ciertamen-
te pregón; que eso pertenece al futuro. Su punto te ha llegado el tiempo… No esperéis que
de vista consistía en el determinismo soberano venga en el futuro; no lo esperéis en algún
divino, virtualmente equivalente al del moderno otro lugar; daos cuenta de que está aquí,
calvinismo post-Reforma. Según eso, no pode- con lo que eso significa” (Review & He-
mos apresurar ni retardar la venida del Señor: rald, 8 noviembre 1892).

“¿Sería apropiado ahora para el pueblo de En aquel tiempo conmovedor de excepcional


Dios fijar la mente en esas bendiciones y oportunidad escatológica, el redactor de la Re-
poder futuros, y desatendiendo el resto de view seguía dedicado a sus recalcitrantes homi-
cosas, hacer de eso el fin y objeto supremo lías consistentes en el examen y refutación de los
de la búsqueda? ¿Debiéramos fijar la mente argumentos en favor del domingo. Había algo de
en lo que está por venir y razonar entonces: patético en aquella situación: en el tiempo mismo
la iglesia debe tener tales y tales obras po- del fuerte pregón, U. Smith seguía apegado a un
derosas, ha de alcanzar una cierta condi- estilo polémico y apologético frente a la sutil
ción, y concluir entonces que en detrimento oposición irreflexiva contra la verdad del sábado,
de deberes más próximos debiera buscar de algo que había tenido mucho mayor sentido trein-
forma especial obtener ese poder y esos lo- ta años atrás. Podemos imaginar a los ángeles
gros ahora? ¿Es esa la forma en que vamos implorando: “Sr. Laodicea, ¡despierte!”
a asegurar esas bendiciones?...
Todos esos avances vendrán en el tiempo A propósito de una ceguera tal en reconocer la
decidido por el Señor. Dios otorgará a su obra de Dios, E. White escribió:
pueblo el poder necesario en el tiempo pro-
picio… Traerá el fuerte pregón del mensa- “Con demasiada frecuencia el dirigente ha
je… Dejemos que sea Aquel a quien perte- estado vacilando y pareciendo decir: ‘No
nece la obra quien otorgue las bendiciones nos apresuremos demasiado. Puede haber
futuras, de la forma y en el tiempo que a él un error. Debemos tener cuidado de no
parezca bien” (U. Smith, Review & Herald, provocar una falsa alarma’. La misma vaci-
14 mayo 1892). lación e incertidumbre de su parte, clama:
‘Paz y seguridad’ (1 Tes. 5:3). ‘No os exci-
Por toda apariencia el pastor Smith ignoraba que téis. No os alarméis. Se le da a esta cues-
“el tiempo decidido por el Señor” ha sido y es tión de la Enmienda Religiosa más impor-
siempre ahora, desde que el séptimo ángel co- tancia de la que tiene. Esta agitación se
menzó a tocar la trompeta en 1844. “El tiempo no apagará’. En esta forma se niega virtual-
será más” (Apoc. 10:6). Sólo una semana des- mente el mensaje enviado por Dios; y la
pués apareció un artículo de E. White rebatiendo amonestación que estaba destinada a des-
el espíritu de ese confuso artículo editorial. Tam- pertar la iglesia no realiza su obra. La
88
trompeta del atalaya no emite un sonido límites de tiempo que él ha establecido”
claro, y el pueblo no se prepara para la ba- (Id, 6 diciembre 1892).
talla” (Testimonies, vol. V, p. 715 y 716).
En un artículo editorial en la Review del 10 de
Esa política editorial y ese tipo de mentalidad mayo, Smith discrepó abiertamente de E.J.
llevaron a un resultado inesperado. Una vez pa- Waggoner. Ese mismo año se enzarzó en abierta
sados los efectos emocionales de su confesión, U. disputa con A.T. Jones respecto a la “imagen de
Smith volvió a su anterior oposición y desenten- la bestia”. Nuestro pueblo sintió esos conflictos.
dida ceguera. El hermano Foster, de la iglesia de Prahran (Aus-
tralia), comunicó su perplejidad a E. White, quien
Finalmente, en diciembre, E. White se expresó en narró así el incidente:
términos inequívocos:
“[Foster] vio en la Review el artículo del
“Hallándonos ante la crisis, no es el mo- hermano A.T. Jones sobre la imagen de la
mento de albergar un corazón malvado de bestia, y luego el del pastor Smith presen-
incredulidad que se aparta del Dios vivien- tando la posición contraria. Quedó perplejo
te… y confundido. Había recibido gran luz y
Entre los de doblado ánimo está la clase ánimo leyendo artículos de los hermanos
que se jacta de su gran precaución en reci- Jones y Waggoner; pero aquí estaba uno de
bir ‘nueva luz’, tal como ellos la llaman. los obreros veteranos, uno que había escrito
Pero su fallo en recibir la luz se debe a su muchos de nuestros libros básicos, y a
ceguera espiritual… quien creíamos instruido por Dios, que pa-
Hay hombres en nuestra causa que podrían recía estar en conflicto con el hermano Jo-
ser de gran utilidad con tal que aprendieran nes. ¿Qué podía significar todo eso? ¿Esta-
de Cristo, avanzando de mayor en mayor ba equivocado el hermano Jones? ¿Lo esta-
luz; pero por negarse a ello son decidida- ba el hermano Smith? ¿Quién tenía razón?
mente un obstáculo” (Review & Herald, 6 Quedó confundido…
diciembre 1892). Si antes de publicar el artículo del pastor
Jones… el pastor Smith hubiera intercam-
En el mismo número se puede leer una tibia ad- biado impresiones con él, expresando cla-
misión editorial de haber podido estar retardando ramente que sus puntos de vista diferían de
la obra, aunque dista de ser categórica. Citamos los del hermano Jones, y que si se publica-
la declaración porque su actitud de “dejar hacer” ba el artículo en la Review él mismo habría
calvinista es extremadamente popular entre mu- de presentar la posición opuesta, el asunto
chos adventistas en estos últimos años, quienes aparecería en una luz diferente a como lo
sostienen que el pueblo de Dios no puede, ni hace ahora. Pero en este caso se siguió el
apresurar, ni retardar el retorno de Cristo: mismo curso de acción que en Minneapolis.
Los que se oponían a los hermanos Jones y
“¿Cuán distinta habría podido ser la situa- Waggoner no manifestaron disposición a
ción si todos hubieran obrado con mayor reunirse con ellos como hermanos… Pero
fervor y celeridad en la causa? –No lo po- esta lucha ciega continua… Sabemos que
demos saber… el hermano Jones ha estado dando el men-
Pero por más que hayamos podido retrasar saje para este tiempo, alimento en el mo-
la obra, no está en nuestro poder el detener mento apropiado para el hambriento rebaño
su progreso ni impedir su consumación fi- de Dios…
nal. La obra del Señor será realizada en los La asamblea de Minneapolis fue la oportu-
89
nidad de oro para que todos los presentes En la misma carta, E. White nombra al expresi-
humillaran su corazón ante Dios y acogie- dente de la Asociación General como estando en
ran a Jesús como al gran Instructor; pero la situación parecida a la del pastor Smith. La cues-
postura que algunos tomaron en el encuen- tión no es la salvación de sus almas -eso lo deja-
tro ha significado su ruina. Desde entonces mos con Dios- sino la proclamación del mensaje
no han vuelto ya nunca más a ver con cla- del fuerte pregón:
ridad, y no lo volverán a hacer, puesto que
de forma persistente albergan el espíritu “Si hombres como el pastor Smith, Van
que allí prevaleció: un espíritu malvado, de Horn y Butler deciden mantenerse aparte,
crítica, denunciatorio… En el juicio se les no uniéndose con los elementos que Dios
preguntará: ‘¿Quién requirió de vosotros juzga esenciales para llevar adelante la obra
que os levantaseis contra el mensaje y los en estos tiempos peligrosos, serán dejados
mensajeros que yo envié a mi pueblo?... atrás… Estos hermanos han tenido toda
Por qué impedisteis el camino con vuestro oportunidad para estar entre quienes se es-
propio espíritu perverso? Y más tarde, fuerzan por la victoria; pero si rehúsan, la
cuando se acumuló una evidencia sobre obra avanzará sin ellos… Si rechazan el
otra, ¿por qué no humillasteis vuestros co- mensaje… esos hermanos… habrán de ha-
razones ante Dios, arrepintiéndoos de vues- cer frente a una pérdida eterna; ya que aún
tro rechazo al mensaje de misericordia que si se arrepintieran y fueran finalmente sal-
él os envió?’” (Carta, 9 junio 1893. Original vos, no podrían jamás recuperar aquello
sin atributo de cursivas). que perdieron mediante su curso de acción
equivocado” (Original sin atributo de cursivas).

Conclusión

Lo anterior no implica que la obra de toda una table prototipo de los adventistas ultraconserva-
vida de esos queridos hermanos constituyera un dores e incrédulos de hoy en día.
fracaso. Pero emplearon su influencia para recha-
zar el comienzo de la lluvia tardía, y contribuye- Su comprensión de las profecías de Daniel y
ron así a retardar por largos años la conclusión de Apocalipsis, así como de otras doctrinas, armoni-
la obra de Dios. zaba con la de los pioneros. La condición del
mundo de sus días era un claro cumplimiento de
Su situación era difícil. Eran sinceros, bondado- la profecía. La obra de Dios podría haber sido en-
sos y amantes. Pero resultaron falsamente anima- tonces rápidamente concluida. Sus libros han
dos por las oleadas de reavivamiento superficial traído miles de personas a la iglesia, y han con-
que ocasionalmente bañaron Battle Creek. tribuido a establecer el adventismo en todo el
mundo. Si solamente hubiera aceptado el “co-
Incluso después de finales de siglo, el pastor mienzo” de la lluvia tardía, podría haber conoci-
Smith sostuvo enfáticamente que nunca había do el gozo de proclamar al mundo el glorioso
cambiado su opinión respecto a 1888. Fue un no- fuerte pregón.

90
Confiado en comprender la justificación y la jus- brilló sobre nuestro camino, reflejando la verda-
ticia por la fe, y de haber creído siempre en ella, dera Luz que alumbra a todo hombre que viene a
ofreció su contribución después de 1888 en su este mundo. Nuestra única solución es la expia-
principal trabajo sobre el tema: Looking Unto Je- ción final, la reconciliación final con Cristo.
sus. Considerado entonces sin reservas por mu-
chos de los opositores de 1888 como una obra El principal propósito de este capítulo es mostrar
maestra, salta a la vista que carece de “los más cómo las confesiones posteriores a Minneapolis
preciosos” elementos del mensaje de 1888. cortaron las “ramas”, pero dejando intactas las
“raíces” de la incredulidad (cf. Testimonios para
Hay una confesión a la que A.T. Jones hizo men- los ministros, p. 467). En el curso de la presente
ción al final de sus días: investigación surgió un propósito secundario. Es
la consecuencia lógica del principal, pero lo su-
“Hay que decir en descargo del hermano pera ampliamente en importancia:
J.H. Morrison, que rompió todo vínculo
con esa oposición, y se entregó en cuerpo, (1) En ciertos puntos clave, nuestras posiciones
alma y espíritu a la verdad y bendición de oficiales sobre la justicia por la fe son hoy idénti-
la justicia por la fe, en una de las confesio- cas a las de la oposición al mensaje de 1888. La
nes más nobles y elevadas que jamás haya enseñanza real del mensaje ocupa un lugar más
oído” (Carta a C.E. Holmes, 12 mayo, que discreto en nuestras exposiciones actuales.
1921).
(2) De forma paralela con nuestras concepciones
Más adelante en la misma carta, Jones afirma en equivocadas del mensaje, se abre camino la posi-
referencia al resto, que su cambio de corazón ción inusitadamente optimista del “impulso” y
“fue sólo aparente, nunca real, ya que todo el “celeridad” con que la obra avanza supuestamen-
tiempo en el consejo de la Asociación General y te hoy, cuando en realidad dicha obra está siendo
entre otros, estuvo constantemente en acción un retardada por nuestra profunda incredulidad de
secreto antagonismo”. corazón. Los informes estadísticos nos confun-
den.
No hay oposición más difícil de enfrentar, que
aquella que se manifiesta de forma soterrada. Las (3) Nuestra confusión relativa a la justicia por la
confesiones habidas tras Minneapolis tuvieron fe da lugar a una suerte de transgresión “conti-
por efecto sumergir el espíritu de incredulidad nua” de principios que Dios confió a la iglesia
bajo la superficie visible. remanente para la administración de nuestra obra
médica, educacional, publicadora y evangelística.
Es así como hemos podido llegar a asumir en to- “En muchas formas ha habido una desviación del
tal sinceridad que somos ricos como pueblo, me- plan de Dios… hemos estado progresando rápi-
diante nuestra “contribución” -en 1888- al adven- damente en el camino de los gentiles, y no según
tismo, y de que nos hemos enriquecido en la el ejemplo de Jesucristo” (General Conference
comprensión de la justicia por la fe, de modo que Bulletin 1893, Fundamentals of Christian Educa-
todo cuanto necesitamos es más dinero, mejores tion, p. 221-230). Nuestra única esperanza radica
estrategias y recursos tecnológicos para propagar en la misericordia y amor de Dios, y su esperanza
la comprensión actual de nuestras creencias. requiere la sinceridad de las almas del que profe-
sa ser su pueblo.
Son evidentes los síntomas de nuestra neurosis
denominacional, y las causas yacen sepultadas en (4) La auténtica purificación del santuario celes-
una profunda antipatía hacia la luz que en 1888 tial requiere una obra complementaria en nues-
91
tros corazones. Debe haber una purificación de Dicho de otro modo: el poder del que estamos
las raíces ocultas, escondidas y subterráneas que necesitados consiste en luz, y la consecuencia na-
nos separan de Cristo. Estamos más necesitados tural de haberla obtenido será la consumación de
de una luz que exponga esta realidad y de una te- la comisión evangélica. La comprensión veraz de
rapia espiritual apropiada, que de incrementar los la historia de 1888 propicia el diagnóstico, y la
recursos tecnológicos a fin de propagar nuestra verdadera comprensión del evangelio de la cruz,
“fe” actual. la terapia.

92
Capítulo 8

Un movimiento en crisis: La asamblea de la Asociación General de 1893 (I)

La asamblea de la Asociación General de 1893 ¿Podemos imaginar la agitación que prevaleció?


sigue en importancia a la de 1888 en lo que res- Es lógico que junto al tema de la recepción del
pecta a determinar cómo se recibió el mensaje. mensaje de 1888 aflorara el bendito pensamiento
La teoría de la aceptación requiere esta particular del pronto regreso de Cristo. Desde el clamor de
comprensión de la asamblea de 1893: “Fue real- media noche de 1844 no se había visto un gozo
mente en la asamblea de la Asociación General tan solemne avivando los corazones de los cre-
de 1893 cuando pareció alcanzar su mayor éxito yentes:
la luz sobre la justificación por la fe” (Christian,
op. cit., p. 241). “Agradezcamos al Señor por ocuparse to-
davía de nosotros para salvarnos de nues-
A fin de comprender la naturaleza de ese “éxito” tros errores y peligros, para librarnos de
debemos examinar los informes escritos a propó- caminos equivocados y para derramar sobre
sito de dicha asamblea. De acuerdo con el perspi- nosotros la lluvia tardía a fin de que seamos
caz testimonio posterior de E. White, fue Satanás trasladados. Eso es lo que significa el men-
quien obtuvo finalmente el “éxito” (cf. Mensajes saje para vosotros y para mí: traslación”
selectos, vol. I, p. 276). Aquella sesión señaló (ibíd., 185).
claramente la retirada del don celestial de la llu-
via tardía. El desarrollo de la asamblea tiene pro- Sabían que, en su misericordia, el Señor no reti-
fundo significado para quienes vivimos hoy. raría la lluvia tardía hasta haberles dado una
oportunidad razonable de responder. Eso requeri-
Desde el principio del instituto y la asamblea, el ría al menos algunos años después de 1888. Las
mensaje de 1888 fue el tema principal. Unos me- palabras siguientes, citadas en la asamblea, ex-
ses antes aparecía en la Review (22 noviembre presan el principio de equidad y paciencia divi-
1892) la hoy célebre declaración a propósito de nas:
que constituyó realmente el “comienzo” del fuer-
te pregón. Esa declaración cayó como una bom- “Dios probará a los suyos. Jesús los soporta
ba. Varios de los predicadores pudieron hablar de pacientemente, y no los vomita de su boca
pocas cosas más, aparte de ese asunto de impor- en un momento. Dijo el ángel: ‘Dios está
tancia capital. Incluso algunos, en la distante pesando a su pueblo’. Si el mensaje hubiese
Australia, supieron lo que estaba ocurriendo. sido de corta duración como muchos de no-
A.T. Jones informó en estos términos: sotros suponíamos, no habría habido tiem-
po para desarrollar el carácter. Muchos ac-
“Recibí hace algún tiempo una carta del tuaron por sentimientos, no por principios y
hermano Starr en Australia. Os leeré dos o fe, y este mensaje solemne y terrible los
tres frases que vienen al punto en este mo- conmovió… Dios… les da tiempo para que
mento de nuestro estudio: ‘La hermana pase la excitación; luego los prueba para
White afirma que hemos estado en el tiem- ver si quieren obedecer el consejo del Tes-
po de la lluvia tardía desde el encuentro de tigo Fiel” (Testimonies for the Church vol.
Minneapolis’” (General Conference Bulle- I, p. 186 y 187; General Conference Bulle-
tin 1893, p. 377). tin 1893, p. 179; Joyas de los Testimonios
vol. I, p. 65).

93
Previendo un gran peligro

Diversos predicadores tuvieron el presentimiento “El solemne pensamiento que acude ahora
de que la luz iba a ser retirada en caso de que no a mi mente es que [Dios] se impacienta, y
se actuara de acuerdo con ella. Considerar con li- no nos va a esperar a vosotros y a mí por
viandad el ofrecimiento celestial significaría per- mucho más tiempo... No puedo alejar de mí
derlo. Pocos meses antes de la asamblea de 1893, la idea de que este es un tiempo por demás
E. White escribió: crítico para cada uno personalmente... Creo
que ahora mismo estamos tomando deci-
“El pecado que se cometió en Minneapolis siones que determinarán si vamos a avanzar
permanece en los libros de registro del cie- en esta obra mediante el fuerte pregón y
lo, anotado contra los nombres de quienes seremos trasladados, o si vamos a ser enga-
resistieron la luz, y permanecerá en el re- ñados por los ardides de Satanás y dejados
gistro hasta que se haga plena confesión y en tinieblas... Ese sentimiento me ha acom-
los transgresores se humillen cabalmente pañado durante toda esta asamblea” (W.W.
ante Dios… Y cuando esas personas son Prescott, General Conference Bulletin
probadas y llevadas de nuevo al mismo te- 1893, p. 386).
rreno, se revelará el mismo espíritu. Cuan-
do el Señor los ha probado suficientemente, A.T. Jones reconoció la solemnidad sin preceden-
si no se someten a él, retirará su Espíritu tes por lo que en aquella reunión estaba en juego.
Santo” (Carta O19, 1892). Obsérvese cómo trascendía su comprensión al
concepto determinista relativo a la supuesta vo-
E. White había advertido en Minneapolis que la luntad soberana e irresistible de Dios (propio de
negligencia hacia la luz que entonces brillaba la teología calvinista):
acabaría en tragedia. El problema no era mera-
mente la salvación personal de individuos que “En estos cuatro años [el Señor] ha estado
habían rechazado el mensaje. El asunto escatoló- procurando que recibamos la lluvia tardía:
gico de la lluvia tardía y el fuerte pregón gravita- ¿cuánto tiempo más va a esperar?...
ba corporativamente sobre la iglesia: Y lo cierto es que alguna cosa habremos de
hacer… Tal es la temible situación en este
“Quiero deciros aquí cuán terrible es, cuan- encuentro; eso es lo que lo hace sobrecoge-
do Dios da luz y hace que impresione vues- dor. El peligro es que haya algunos aquí
tro corazón y espíritu… Dios retirará su que se han opuesto a esto durante cuatro
Espíritu a menos que se acepte su verdad” años, o quizá no por tanto tiempo, que…
(Ms. 8, 1888, Olson, p. 264). dejarán ahora de recibirlo tal como el Señor
lo da, y serán dejados de lado. En este en-
Era notable la expectación habida entre los her- cuentro el Señor va a tomar una decisión;
manos reunidos en la asamblea de 1893. El en- de hecho vamos a tomarla nosotros” (ibíd.,
cuentro parecía cargado de solemnidad. Se perci- p. 377. Original sin atributo de cursiva).
bía con tonos sobrecogedores la necesidad de
tomar una decisión crucial. De ella iba a depen- El presidente de la Asociación General, O.A. Ol-
der el amanecer a una nueva mañana, o bien el sen, sintió también que los delegados se hallaban
retorno a las tinieblas de la noche. Si Satanás lo- en un momento crucial:
gra “que se comprometan del lado equivocado,
ha trazado sus planes para llevarlos a través de un “La presencia de Dios está haciendo más y
largo viaje”, declaró E. White al presidente Olsen más solemne este lugar. Presiento que na-
(Carta O19, 1892). No es difícil imaginar la ten- die entre nosotros ha estado jamás en una
sión que dominaba aquel encuentro: reunión como ésta. El Señor está cierta-
mente viniendo muy cerca de nosotros y es-
94
tá revelando en mayor profundidad cosas trecha relación con Dios. Aceptan las opi-
que hasta ahora no habíamos comprendido niones de los hombres, pero son incapaces
ni apreciado tan plenamente... de distinguir la voz del verdadero Pastor”
Anoche tuve un sentimiento de gran so- (ibíd., p. 237).
lemnidad. El lugar se convirtió para mí en
grandioso debido a la proximidad de Dios, Menos de un año tras el encuentro de Minneapo-
a la vista del solemne testimonio que aquí lis, vino el mensaje:
se nos dio...
Algunos pueden sentirse atribulados por la “A menos que se traiga el poder divino a la
alusión hecha a Minneapolis. Sé que algu- experiencia del pueblo de Dios, las mentes
nos se han sentido agraviados y afligidos se harán cautivas de teorías falsas e ideas
debido a la referencia hecha a ese encuen- erróneas. La experiencia de muchos queda-
tro, y a la situación que se dio allí. Pero rá privada de Cristo y su justicia, y su fe ca-
téngase presente que la única razón por la recerá de vida y poder” (Review & Herald,
que alguien pudiera sentirse así es un espí- 3 septiembre 1889).
ritu insumiso por su parte... El propio he-
cho de que uno se sienta agraviado, delata El fracaso en aceptar la luz que trajeron los men-
al instante la semilla de la rebelión en el co- sajeros de Dios en Minneapolis iba a tener por
razón” (ibíd., p. 188). resultado la aceptación de luz falsa traída por fal-
sos mensajeros. E. White declaró:
Entre 1888 y 1893 se escribieron otras declara-
ciones advirtiendo de que en caso de no recibir la “Algunas mentes no han desarraigado ente-
luz, el resultado sería una desviación espuria ha- ramente ideas falsas que tuvieron notable
cia una luz falsa y hacia ideas apóstatas. Los de- desarrollo en Minneapolis. Aquellos que no
legados oyeron el siguiente mensaje de E. White: han hecho una obra cabal de arrepentimien-
to bajo la luz que Dios ha tenido a bien
“A menos que estéis alerta y preservéis proporcionar desde aquel tiempo a su pue-
vuestras vestiduras sin mancha del mundo, blo, no verán las cosas con claridad y se
Satanás vendrá a ser vuestro capitán… Mu- aprestarán a etiquetar de engaño los mensa-
chos rechazarán las palabras que el Señor jes que Dios envía” (General Conference
envió, mientras que se recibirán como luz y Bulletin 1893, p. 184).
verdad las palabras que los hombres pue-
dan pronunciar. La sabiduría humana des- “¿Qué ha de venir después? Esos mismos
viará de la negación del yo y de la consa- aceptarán mensajes que Dios no ha envia-
gración, e ingeniará muchas cosas tenden- do, y vendrán así a convertirse en peligro-
tes a dejar sin efecto los mensajes de Dios. sos para la causa de Dios, ya que establecen
No podemos tener seguridad alguna depen- normas falsas” (To Brethren in Responsa-
diendo de los hombres que no están en es- ble Positions, ibíd., p. 182).

Lecciones de Israel “escritas para amonestarnos a nosotros”

El mensaje de 1888 fue sin duda maná celestial. porque el alimento vital y nutritivo se descompo-
Podemos aprender lecciones del simbolismo de ne más rápidamente que el desvitalizado. Había
antaño. Cuando Dios sirve ante nosotros un plato peligro en dejar el maná de 1888 “para el otro
de comida, haremos bien en comerlo al punto, día”, debido a su previsible descomposición:
95
“Jehová dijo a Moisés: -Mira, yo os haré “Ministros no santificados se están alistan-
llover pan del cielo. El pueblo saldrá y re- do en contra de Dios… Mientras profesan
cogerá diariamente la porción de un día, recibir a Jesús, abrazan a Barrabás, y por
para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o sus acciones dicen: ‘No a éste, sino a Ba-
no… rrabás’… Satanás se ha jactado de lo que él
Luego les dijo Moisés: -Ninguno deje nada puede hacer… Dice: ‘Saldré y seré un espí-
de ello para mañana. Pero ellos no obede- ritu mentiroso para engañar a los que pue-
cieron a Moisés, sino que algunos dejaron da, para criticar, para condenar, para ca-
algo para el otro día; pero crió gusanos, y lumniar’. Albergue al engañador y al testi-
apestaba” (Éx. 16:4, 19 y 20). go falso una iglesia que ha tenido gran luz,
gran evidencia, y esa iglesia desechará el
“Vivimos en tiempos de gran importancia mensaje que el Señor ha enviado y recibirá
para cada uno de nosotros. La luz brilla con los más irrazonables asertos, falsas suposi-
rayos claros y firmes en torno de nosotros. ciones y falsas teorías…
Si esta luz es recibida en forma correcta y Muchos ocuparán nuestros púlpitos soste-
es apreciada, será una bendición para noso- niendo en las manos la antorcha de la falsa
tros y para otros; pero si confiamos en profecía encendida por la infernal tea satá-
nuestra propia sabiduría y fortaleza, o en la nica. Si se albergan dudas e incredulidad,
sabiduría y la fuerza de nuestros semejan- los ministros fieles serán retirados de entre
tes, se convertirá en un veneno” (Testimo- aquellos que creen saber tanto” (Testimo-
nios para los ministros, p. 385. Original sin nios para los ministros, p. 409 y 410).
atributo de cursivas).
Pocos meses antes de la asamblea de 1893 vino
La profetisa vislumbró ese formidable peligro ya este mensaje inequívoco:
en Minneapolis. Podemos apreciar aquí un indi-
cio del trágico fracaso posterior del mensaje y los “La iglesia primitiva fue engañada por el
mensajeros: enemigo de Dios y del hombre, y se intro-
dujo la apostasía entre las filas de quienes
“Los que no han estado hundiendo la pala profesaban amar a Dios; y hoy, a menos
más y más profundamente en la mina de la que el pueblo de Dios despierte del sueño,
verdad, no apreciarán belleza en las cosas las estratagemas de Satanás lo sorprenderán
preciosas que se han presentado en esta sin la debida preparación…
asamblea. Una vez que la voluntad se dis- Los días en que vivimos están cargados de
puso en obstinada oposición a la luz dada, significado y son por demás peligrosos…
es difícil someterse, incluso bajo la eviden-
cia convincente que se ha dado en esta Sin la iluminación del Espíritu de Dios se-
asamblea [de 1888]… remos incapaces de distinguir la verdad del
Si rehusamos caminar en la luz dada, se error, y caeremos bajo las tentaciones y en-
convierte en tinieblas para nosotros; y su gaños magistrales que Satanás va a traer
oscuridad es proporcional a la luz y privile- sobre el mundo” (Review & Herald, 22 no-
gios despreciados” (Ms. 8a, 1888; Olson, p. viembre 1892).
279 y 280. Original sin atributo de cursivas).
El enemigo emplearía su habilidad para “ensayar
Refiriéndose todavía al mensaje de 1888 y a los toda estratagema posible”, presentando el error
“mensajeros de Dios”, E. White afirmó que el disfrazado de verdad presente, de modo que fué-
enemigo de la obra de Dios se valdría de pastores ramos “incapaces de distinguir la verdad del
y dirigentes no santificados. La mensajera del error”. En la asamblea de 1893 los delegados
Señor sintió la realidad de ese mortífero conflicto iban a traspasar una fatal línea invisible. Pocos
espiritual: meses antes de la convención, la mensajera del
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Señor escribió desde su exilio en Australia en es- Más tarde, cuando fue evidente que el pueblo se
tos términos al presidente de la Asociación Gene- había rebelado, el Señor se vio forzado a decretar
ral: un retorno al desierto: “Así conoceréis mi casti-
go” (vers. 34). Pero Israel suponía que su confe-
“Quisiera suplicar a mis hermanos que se sión superficial (“hemos pecado”, vers. 40), y su
reunirán en la asamblea de la Asociación arrepentimiento superficial (“el pueblo se enlutó
General, que presten oído al mensaje diri- mucho”, vers. 39) habían revocado la sentencia
gido a Laodicea. Qué condición de ceguera divina, y que podían ahora conquistar a sus
es la suya. Este tema [el mensaje de 1888] enemigos sin más demora.
os ha sido presentado una y otra vez; pero
la insatisfacción con vuestra condición es- En su entusiasmo interpretaron fuera de contexto
piritual no ha sido lo suficientemente pro- el mensaje traído por los dos espías fieles: “Jeho-
funda y dolorosa como para obrar una re- vá está con nosotros: no los temáis”. El pueblo
forma... Sobre nuestras iglesias pesa la cul- presuponía que eso seguía siendo cierto después
pabilidad del autoengaño. La vida religiosa de que su obstinada rebelión persistiera disimula-
de muchos es una mentira… da bajo un arrepentimiento superficial. Creyendo
Tengo profunda congoja de corazón por ver que el Señor seguía estando con ellos -y sin con-
con qué facilidad se critica una palabra o trición- se dispusieron presuntuosamente a aque-
acción de los pastores Jones o Waggoner… llo que confiadamente pensaban que iba a ser su
Dejad de acechar a vuestros hermanos con experiencia del “fuerte pregón” en la conquista
sospechas… Hay muchos en el ministerio de Canaán.
que no tienen amor hacia Dios ni hacia sus
semejantes. Están dormidos, y mientras Moisés intentó disuadirlos, haciéndoles ver que
duermen Satanás siembra su cizaña” (Carta el mensaje dado por Caleb y Josué antes de su
O19, 1892). rebelión ya había dejado de ser verdad presente:
“No subáis, pues Jehová no está en medio de vo-
Varios escritores han comparado la experiencia sotros”, les dijo (vers. 42).
del antiguo Israel en Cades-Barnea, con nuestra
historia de 1888. Pero no se ha reconocido que la La acción de Israel terminó en el desastre. Efec-
asamblea de 1893 es el equivalente moderno al tivamente, el Señor no estaba con ellos en la con-
intento de Israel después de Cades-Barnea, de quista de Canaán. Pero no los iba a olvidar. Se-
subir y poseer la “tierra prometida”. Israel se en- guiría con ellos en un periplo cansino y agotador
contraba en el estado de falsa excitación y entu- por el desierto, hasta que pereciese aquella gene-
siasmo propios de un arrepentimiento superficial, ración de incrédulos. Y es así como tuvieron que
y la reedición moderna de eso mismo se encuen- retroceder.
tra inconfundiblemente documentada en el propio
Bulletin de 1893: El entusiasmo suscitado al final de la asamblea
de la Asociación General de 1893 no significó el
Caleb y Josué trajeron a Israel este mensaje: “mayor éxito” en el mensaje de la justicia de
Cristo que muchos han supuesto, sino claramente
“Si Jehová se agrada de nosotros, él nos una falsa excitación desprovista de verdadera
llevará a esta tierra y nos la entregará; es contrición y arrepentimiento. Nuestra historia ha
una tierra que fluye leche y miel. Por tanto, demostrado que fue un fracaso, pues no hubo
no seáis rebeldes contra Jehová ni temáis el fuerte pregón después de aquella reunión.
pueblo de esa tierra... Jehová está con noso-
tros... Entonces toda la multitud propuso La iglesia adventista del séptimo día es cierta-
apedrearlos” (Núm. 14:7-10; ver también mente el Israel moderno, y el Señor ha estado con
Testimonies, vol. V, p. 383). nosotros. No nos ha abandonado más de lo que
abandonó a su pueblo en Cades-Barnea. Pero ha
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estado con nosotros como columna de nube de turo para la iglesia remanente, debido a nuestra
día y pilar de fuego de noche por décadas de can- incredulidad en el pasado. El propósito de Dios
sino vagar por el desierto, y no en un programa resultó alterado.
de conquista de “Canaán” bajo el poder del “fuer-
te pregón”. Esa experiencia está todavía en el fu- Consideremos la evidencia documental.

Estudios de A.T. Jones

Los veinticuatro estudios de A.T. Jones sobre “El ciones es más que evidente la intervención del
mensaje del tercer ángel” no contienen el más le- Espíritu Santo.
ve indicio que permita suponerlo una persona re-
sentida, incisiva, combativa o falta de cristianis- Jones demostró humildad en sus referencias a
mo. Minneapolis. Reconoció la necesidad de hablar
de ello con franqueza, pero se hace difícil imagi-
Su estilo fue la sencillez misma, y su metodolo- nar a alguien tratando el tema con mayor tacto,
gía la bondad fraternal en su pura esencia. Nunca cortesía y amor de los que él manifestó.
se puso por encima de los demás, y hablaba
siempre de “nuestros” fallos, de “nuestra” incre- El secretario de la Asociación General, Dan T.
dulidad, de “nuestra” necesidad del Señor, inclu- Jones, escribió sobre él a un amigo en estos tér-
yéndose con frecuencia de forma específica por minos: “Su predicación práctica expresa ternura,
ser el más necesitado y desamparado. y siente profundamente todo cuanto dice” (Carta
a J.W. Watt, 1 enero 1889). E. White dijo tam-
Leemos sus sermones sin encontrar evidencia al- bién en 1890 que se alegraba por su espíritu hu-
guna para las acusaciones de nuestros historiado- milde: “El hermano Jones habló con mucha cla-
res, que lo presentan como siendo “escandaloso”, ridad, y a la vez con ternura” respecto del evento
“ofrecía razón abundante para el resentimiento”, de 1888 (Carta 84, 1890).
era “polémico… protagonista”, “crítico”, suscita-
ba “rencores” personales, era vanidoso o arrogan- Ahora ella se encontraba exiliada en Australia y
te, hacía “declaraciones extremadas” o “pronun- Waggoner en Gran Bretaña; Jones estaba vir-
ciamientos místicos”. Nuestros autores inventa- tualmente solo cuando predicó así:
ron esas ideas, o en el mejor de los casos distor-
sionaron la verdad. Se ha publicado oficialmente “Y llegamos ahora… al estudio de esa parte
falso testimonio respecto a un humilde siervo a que nos concierne a vosotros y a mí de
quien el Señor identificó como “su mensajero”. forma directa y personal… Para mí esta
lección y la siguiente son las más sobreco-
Sus sermones de 1893 están reproducidos lite- gedoras de todas cuantas he dado hasta
ralmente en el Bulletin, aparentemente sin cam- ahora. No las he escogido y las temo… pe-
bios u omisiones. La publicación de una reimpre- ro… de nada sirve… que las tomemos a la
sión de esos veinticuatro sermones o una selec- ligera… con los ojos cerrados y sin recono-
ción de los mismos, por parte de la Asociación cer cuál es nuestra situación…
General o institución adventista convencería hoy Para comenzar, no me supongáis separado
a muchos en nuestro pueblo de que allí se en- o por encima de vosotros, hablándoos des-
cuentra la más clara, sencilla y conmovedora en- de la altura y excluyéndome de cuanto pue-
señanza del “mensaje del tercer ángel en verdad” da presentar. Estoy con vosotros en todas
que hayamos oído por un siglo. En esas predica- estas cosas. Tan ciertamente con vosotros y
98
en tanta necesidad como cualquiera de vo- Es la fe que os traerá el derramamiento de
sotros o como cualquier otro sobre la tierra la lluvia tardía” (General Conference Bu-
de disponerme a recibir lo que Dios tiene lletin 1893, p. 302).
para darnos. Así pues, os ruego que no me
pongáis aparte de vosotros en este asunto. Jones fue también claro en la relación entre la ley
Y si veis faltas que habéis cometido, yo ve- y el evangelio. Eso significa que entendía el ver-
ré faltas que he cometido, así que no me dadero arrepentimiento, en refrescante contraste
señaléis como si os estuviera juzgando o con los fatales conceptos que son hoy tan popula-
buscando faltas en vosotros… Lo que pre- res. Es un trágico error pensar que las confesio-
tendo, hermanos, es buscar a Dios de todo nes superficiales tiene por resultado la desapari-
corazón junto con vosotros (la congrega- ción automática de todos nuestros pecados, y que
ción dijo “amén”) y desechar todo lo de- convicciones de pecado más profundas no son
más, de forma que Dios pueda darnos lo obra del Espíritu Santo sino del diablo, debiendo
que tiene para nosotros” (General Confe- por lo tanto rechazarlas. Obsérvese esta clara
rence Bulletin 1893, p. 164 y 165). verdad:

Sus enseñanzas eran claras, sin inclinación algu- “Cuando se os señala el pecado, decid:
na al misticismo o al extremismo. Si hoy nos pa- ‘Prefiero a Cristo que a eso’. Y expulsadlo
recen de alguna forma fuera de lo común, es por- (congregación: “amén”)… Por lo tanto…
que hemos venido empleado espadas desafiladas ¿por qué motivo habríamos de desanimar-
por tanto tiempo, que la manifiesta Palabra del nos en razón de nuestros pecados? Eso
Espíritu nos parece especialmente cortante. mismo es lo que han hecho aquí algunos de
los hermanos. Llegaron en libertad, pero el
Sus declaraciones con respecto a las obras fueron Espíritu de Dios trajo algo que nunca antes
equilibradas. No fue sino hasta después de esa habían visto. El Espíritu de Dios avanzó en
asamblea (9 de abril) cuando E. White juzgó ne- mayor profundidad que nunca antes, reve-
cesario advertirle sobre potenciales declaraciones lando cosas que no se habían apreciado con
extremas relativas a la fe y las obras. Y es des- anterioridad; y entonces, en lugar de agra-
pués de esa carta de advertencia cuando encon- decer al Señor por ello y desechar todo el
tramos las más enfáticas declaraciones de apoyo asunto malvado, y en lugar de agradecer al
a sus mensajes sobre la fe y las obras. Obsérvese Señor por tener más de él que nunca antes,
su claridad y equilibrio en 1893: comenzaron a desanimarse… Y día tras día
dejaron de obtener beneficio de las reunio-
“Repito nuevamente que aquel que cree nes.
más plenamente en Jesucristo, obrará en Si el Señor ha traído al conocimiento peca-
todo momento más plenamente por él. dos en los que nunca antes se había pensa-
Tomemos ahora esta palabra, y eso será la do, eso muestra solamente que está avan-
mejor clausura que pueda hacer esta noche zando hasta la profundidad y alcanzará por
a todo lo dicho. ‘El camino a Cristo’, pági- fin el fondo; y cuando encuentra la última
na 71 [79 en la edición original de 1892]: cosa sucia o impura, que no armoniza con
‘El corazón que más plenamente descansa su voluntad, trayéndola al conocimiento y
en Cristo es el más ardiente y activo en el haciendo que la veamos, si decimos: ‘Pre-
trabajo para él”. Amén [la congregación fiero tener al Señor que a eso’, entonces la
asintió con otro “amén”]… No penséis que obra es completa y se puede imprimir el se-
aquel que descansa plenamente en Jesucris- llo del Dios viviente en el carácter…
to es física o espiritualmente un perezoso. ¿Qué vais a preferir?, ¿la perfecta plenitud
Si manifiesta esa desidia en su vida es por- de Jesucristo?, ¿o menos que eso, con algu-
que no está en absoluto reposando en Cris- nos de vuestros pecados encubiertos de
to, sino en su propio yo… forma que nunca sepáis de ellos?... Así
99
pues, ha avanzado hasta los sitios más re- de los hombres o en el consejo de la Aso-
cónditos en los que nunca soñamos, debido ciación General… Poco importa lo que
a que no podemos comprender nuestros co- cueste, nada tiene que quedar de ello”
razones… Permitidle avanzar, hermanos; (ibíd., 166).
permitidle que prosiga en su obra investi-
gadora” (ibíd., p. 404). Unido a ese solemne llamado al arrepentimiento
estaba la repetida seguridad de un gozo duradero
Obsérvese la exposición clara de cómo Satanás y consistente en el Señor. No hubo ruidoso ex-
controla la mente natural a menos que haya una tremismo emocional, pero sí lágrimas de contri-
crucifixión diaria del yo con Cristo. “El escánda- ción. La que A.T. Jones presentó a la asamblea
lo de la cruz” estaba allí. Bastará una breve en 1893 fue una obra manifiesta y genuina del
muestra de una de las señaladas aplicaciones de Espíritu Santo.
A.T. Jones para comprender que hubo un mensa-
je genuino, un llamado a la unión con Cristo me- En nuestros 100 años de historia probablemente
diante la crucifixión del yo con él en la cruz: nunca se ha presentado en una asamblea de la
Asociación General un mensaje tan bello, tan
“Tenemos aquí la palabra de que estas co- profundamente conducido por el Espíritu Santo
sas existen entre nosotros: la ambición por bajo la protectora columna de fuego y nube que
el puesto, el celo por la posición, envidiar dirigía el avance hacia su cumplimiento escatoló-
cierta situación. Esas cosas están entre no- gico.
sotros. Ha llegado el momento de desechar-
las… el momento de ver cuánto podemos Pero cuando la asamblea estaba por terminar hizo
descender hasta los pies de Cristo, y no acto de presencia el fanatismo, y no fue A.T. Jo-
cuán alto en la Asociación, en la estimación nes quien lo introdujo.

100
Capítulo 9

Asamblea de la Asociación General de 1893 (II)

Una falsa justificación por la fe: sembrando la apostasía

El rechazo a la luz de 1888 despejó el camino a es recibido como tal. Así pues, el pueblo de
conceptos falsos disfrazados de “justicia por la Dios debiera estar tan familiarizado con el
fe”. Nada podía impedir que recibiéramos la fal- Salvador como para no recibir o aceptar
sificación, una vez rechazado el artículo genuino. profesión alguna del nombre de Cristo que
no sea el artículo genuino” (loc. cit.).
Antes de presentar la evidencia de tales concep-
tos erróneos, Jones recordó a la asamblea de Solamente sometiendo la mente del yo para que
1893 el rechazo a la luz en Minneapolis y los sea crucificada con Cristo, solamente permitien-
cuatro años que siguieron. Después mostró cómo do que la mente de Cristo more de forma perma-
la mente entregada al yo se convierte en la mente nente, puede la iglesia remanente reconocer un
de Satanás. Trazó su desarrollo desde el paga- engaño tan colosal como sutil:
nismo hasta las sutilezas del romanismo. Hay dos
tipos de justificación por la fe: la verdadera, y su “Entonces, aunque citen las palabras de
falsificación. Cristo, todo es una falsificación. Sabéis que
[El Conflicto de los siglos] nos dice que
“Hemos visto que… cuando el cristianismo cuando el propio Satanás se presenta con
vino al mundo la mente carnal inventó una las amables palabras que el Salvador pro-
falsificación del mismo: revistió esa misma nunció, lo hará en un tono similar y será re-
mente carnal con una forma de cristianis- cibido por quienes no tienen la mente de
mo, y a eso lo llamó justificación por la fe, Cristo. Hermanos, no hay salvación para
siendo que se trataba de justificación por nosotros, no hay seguridad, no hay remedio
las obras: la misma mente carnal. En eso alguno a menos que tengamos la mente de
consiste el papado, el misterio de iniqui- Cristo” (ibíd., p. 343).
dad” (General Conference Bulletin 1893, p.
342). Que la mente del yo sea crucificada “con Cristo”,
en nada menoscaba el respeto a uno mismo. Al
Expuso a continuación el desarrollo de la mente contrario: lo fortalece mediante la unión con
del yo en el espiritismo moderno, demostrando Cristo. En 1893 era ya evidente la existencia de
cómo ese engaño exaltaría el mismo amor al yo. un concepto erróneo sobre la justicia por la fe,
Parecía incluso encerrar el embrión de una con- tras haberse rechazado “en gran medida” el ver-
cepción del espiritismo a modo de falso Espíritu dadero (Mensajes selectos, vol. I, p. 276). Se
Santo, una idea avanzada para su tiempo aunque cumple en verdad el principio según el cual “los
obvia en nuestros días de adoración carismática: que han sido cegados por el enemigo en la medi-
da que sea... estarán inclinados a aceptar la false-
“Cuanto más nos acerquemos a la segunda dad” (Special Testimonies Serie A, p. 41 y 42).
venida del Salvador, tanto más plenamente Jones desenmascaró dicha falsedad:
el espiritismo hará profesión de Cristo… El
propio Satanás… se presenta como Cristo y
101
“Yo mismo he oído a algunos de estos Eso es justificación por la fe. Lo otro, justi-
hermanos, tras la asamblea de Minneapolis, ficación por las obras. Esto es de Cristo, lo
decir ‘amén’ a predicaciones, enseñanzas o otro del diablo. La primera es la doctrina de
aseveraciones completamente paganas, no Cristo sobre la justificación por la fe; la
habiendo sabido reconocer la justicia de otra es la del diablo” (ibíd., p. 261 y 262).
Cristo. A algunos de entre quienes en aquel
tiempo se opusieron tan abiertamente y vo- Jones comprendió que la esencia del romanismo
taron a mano alzada en contra de ella*,… es la adoración al yo en la forma que sea. Toda
desde aquel tiempo les he oído decir enseñanza espuria sobre la justicia por la fe, aun-
‘amén’ a pronunciamientos tan abierta y que proceda de un adventista del séptimo día, si
decididamente papales como sólo la propia exalta la mente pecaminosa del yo, es en realidad
iglesia papal podría formular. Trataremos un renuevo brotando del romanismo y del espiri-
de ello en alguno de estos estudios, y dirigi- tismo:
ré vuestra atención a la declaración de la
iglesia católica, así como a su enseñanza “Eso es justicia por la fe; es fe que obra,
sobre la justificación por la fe… Alguien gracias al Señor. No una fe que cree en al-
exclamará: ‘Yo pensaba que creían en la go alejado, que mantiene la verdad de Dios
justificación por las obras’. Efectivamente, en el atrio exterior, para procurar por sus
creen en eso y sólo en eso, pero lo presen- propios esfuerzos compensar la carencia.
tan bajo el título de justificación por la fe. No, sino una fe que… obra por ella misma,
Y no son los únicos en el mundo en proce- que lleva en su seno un poder divino…*
der así” (General Conference Bulletin Eso basta para mostrar que la doctrina pa-
1893, p. 244). pal sobre la justificación por la fe es la doc-
trina de Satanás; es simplemente la mente
[* Ver capítulo 14 para lo relativo al voto tomado natural dependiendo del yo y obrando por
en la asamblea de la Asociación General de 1888 en uno mismo, autoexaltándose para cubrirlo
rechazo al mensaje que trajeron Jones y Waggoner]. todo con una profesión de creer… pero ca-
reciendo del poder de Dios” (ibíd., p. 265 y
266).

“Tengo aquí un libro titulado: ‘Creencia ca- [* Eso evidencia que era correcta su teología res-
tólica’… pecto a la relación entre la fe y las obras. Jamás ex-
A fin de que podáis tener ambas cosas una presó una idea denigrando las obras, hasta donde
junto a otra: la verdad de la justificación permite apreciar el registro de sus predicaciones es-
por la fe, y su falsificación, leeré lo que di- critas]
ce el libro, y a continuación… El camino a
Cristo… Quiero que veáis cuál es la idea Quedó expuesto un engaño todavía más sutil. The
católico-romana sobre la justificación por Christian's Secret of a Happy Life, de Hannah
la fe, pues he debido hacerle frente al ser Withall Smith, era un libro inmensamente popu-
enunciada por profesos adventistas del sép- lar cuyo copyright databa de 1888. Presentaba un
timo día en los cuatro años precedentes… concepto sobre la justicia por la fe virtualmente
Esas… mismas expresiones que están en desprovisto de la cruz, y por lo tanto de poder.
este libro católico, relativas a qué es la jus- Un concepto que nada sabía sobre el arrepenti-
tificación por la fe y cómo se la obtiene, miento o la contrición, sobre la expiación en la
son las mismas que me han manifestado cruz, ni sobre un Salvador personal que está
profesos adventistas del séptimo día… “cercano, a la mano”, tal como presenta el men-
saje de 1888. La justicia por la fe de Hannah
102
Withall Smith es, según la propia autora, una fi- Algunos de entre nuestro pueblo habían leído el
losofía de “verdades que subyacen a cualquier libro de Smith y asumieron erróneamente que
teología... [y] que encajan en cualquier credo... contenía la esencia de nuestro mensaje de 1888.
Es esa religión absoluta la que mi libro quiere Llegaron incluso a afirmar que Jones y
abordar” (Prefacio a la edición de 1888). Waggoner obtuvieron de allí su luz. Jones perci-
bió el fatal peligro y lo enfrentó abiertamente:
La citada autora cuáquera manifestó haber ali-
mentado su lámpara en las enseñanzas de Fe- “He visto eso mismo obrando de otra ma-
nelon, un místico católico romano de la corte de nera. Está ese libro al que muchos dan tanta
Luis XIV de Francia, que dedicó las energías de importancia: ‘The Christian's Secret of a
su vida en procura de convertir protestantes de Happy Life’… Quisiera que cada uno de
regreso a Roma*. A ese tipo de fe desvitalizada vosotros comprendáis que para el cristiano
de Smith se lo denominó “confianza en Cristo”. hay mucho más sobre el secreto de una vi-
En ese concepto, una vez que ha tenido lugar la da feliz en la Biblia que en diez mil volú-
“sumisión”, el alma debe sentirse “salvada”, y menes de ese libro…
cualquier advertencia contraria traída por convic- Cierta vez oí decir… que yo había obtenido
ción del Espíritu Santo debe ser instantáneamente mi luz a partir de ese libro. Aquí está el Li-
rechazada mediante una repetida afirmación psi- bro del que obtuve mi secreto para una vida
cológica de que todo está bien. cristiana feliz [sosteniendo en alto su Bi-
blia] y sólo la obtuve de aquí. Y fue antes
[* Ver Enciclopedia Británica 1968, vol. IX, p. 169 de haber visto siquiera el otro libro, o de
y 170; The Christian’s Secret of a Happy Life, copy- saber de su existencia” (General Conferen-
right de 1888, Fleming H. Revell, p. 80, 81 y 87. ce Bulletin 1893, p. 358 y 359).
Mucho de lo que solemos presentar actualmente
como siendo justificación por la fe deriva de los
conceptos de Smith, y su libro se ha recomendado Lo presentado hasta aquí evidencia que la teolo-
frecuentemente a nuestra juventud como siendo útil gía de Jones respecto a la fe y las obras guardaba
y confiable. Ampliamente publicado hasta nuestros el correcto equilibrio. Hasta donde permiten do-
días, se trata realmente de una falsificación de El cumentar sus sermones registrados, jamás expre-
Camino a Cristo y del mensaje de 1888]. só una idea que denigrara las obras.

Estudios de W.W. Prescott

Prescott dio una serie de predicaciones sobre “El la mayoría de los hermanos*. Sin embargo, en
Espíritu Santo de la promesa”. Reconocía que en sus extensos estudios durante el encuentro de
Minneapolis se había cometido una seria equivo- 1893 no hizo alusión alguna al hecho de haber
cación cuatro años antes. Había asistido a aquella estado del lado equivocado, ni a la necesidad de
asamblea prejuiciado en favor de Uriah Smith y hacer una confesión.
Butler, y contra A.T. Jones y su mensaje. Des-
pués del encuentro de Minneapolis había tratado [* Ver William Warren Prescott: Seventh Day Ad-
de impedir que Jones hablara en el Tabernáculo ventist Educator, disertación doctoral de Gilbert
de Battle Creek. Más tarde confesó privadamente Murray Valentine, Universidad de Andrews 1892, p.
81, 82 y 143: “Parece que su reacción natural a las
haber adoptado una posición equivocada, junto a discusiones teológicas [de 1888] consistía en man-
103
tener una postura neutral, si bien sentía una fuerte humildad comparable. Obsérvese cómo hizo pre-
inclinación hacia el bando de Uriah Smith y G.I. sencia un espíritu jerárquico, ajeno al mensaje de
Butler, hacia quienes profesaba un sentimiento de
lealtad y obligación. Resultó asimismo perturbado y
1888:
prejuiciado por el estilo provocador y de alguna
forma desmañado de Jones… y tomó parte en ac- “El pensamiento solemne en mi mente con-
ciones encaminadas a evitar que A.T. Jones predica- siste en que [Dios] se está impacientando, y
ra en el Tabernáculo, así como a limitar su enseñan- no va a esperarnos mucho más a vosotros y
za en el Colegio a lo que previamente había venido
a mí. Quiero que veáis esto claramente…
enseñando la denominación].
Repito que estoy extremadamente ansioso
respecto a esta situación… No dicto a na-
Mientras que Jones expresó el principio de la
die, pero es necesario hacer algo, ha de ve-
culpa corporativa al referirse al mensaje que “allí
nirnos algo diferente a lo que hasta aquí
rechazamos” (p. 165 y 183) aun siendo él uno de
nos ha venido en este encuentro, eso es se-
los mensajeros, Prescott –en contraste- actuó co-
guro…
mo alguien que hubiera estado siempre del lado
Ese es el motivo por el que [nosotros] os
correcto. Una confesión sincera y humilde de su
urgimos a que aceptéis la justicia, ya que el
parte habría hecho mucho por despejar el camino
Espíritu estará ahí. ¿No lo veis?” (General
a la obra del Espíritu de Dios en el encuentro de
Conference Bulletin 1893, p. 386 y 387).
1893, pero no se dio tal cosa.
[* Obsérvese que también Waggoner, desde el prin-
Lejos de eso, se identificó de forma destacada cipio de su interés en la justicia por la fe, compren-
junto a Jones como alguien que compartía su es- dió claramente el concepto de la culpabilidad y
pecial comisión divina. Quizá Jones lo convidó arrepentimiento corporativos. Cf. Su carta a M.C.
ingenuamente a colaborar, pues sin duda debió Wilcox del 16 de mayo de 1916, donde hace refe-
sentirse solo en la defensa del mensaje de 1888, rencia a su experiencia de introspección de 1882].
habida cuenta de que tanto E. White como
Waggoner se encontraban exiliados al otro lado El hecho de que Prescott se presentara tan abier-
del océano. tamente como el colega especial de Jones, contri-
buyó a confundir las mentes de los delegados y la
Prescott predicaba cada noche antes que Jones. congregación en la errónea suposición de que ese
Cuando llegaba el turno a las predicaciones de era el espíritu del movimiento de reavivamiento
Jones, Prescott se sentía en libertad de interrum- de 1888:
pirlo para introducir ideas o citas, e incluso ex-
hortaciones a la audiencia. Con ánimo menos “Nada hay que mi alma desee tanto como
moderado y reflexivo que Jones, requería de for- que descienda el bautismo del Espíritu so-
ma vehemente y con cierta severidad que los bre los servicios de adoración en este mo-
hermanos rectificaran. mento… Hemos de tener experiencias co-
mo la de quitar de nosotros ojos derechos o
Es doloroso observar cierta imperiosidad en las manos derechas. Todo el que desea esa ex-
formas, e impaciencia en sus llamados. Esa sutil periencia se alista para sacrificar a Dios
diferencia en el temperamento difícilmente ten- cualquier cosa, incluso la propia vida
dría por efecto la cicatrización de heridas y alivio [murmullos de Amén]. Y debemos recordar
de fricciones. Su espíritu contrastaba marcada- que es más fácil decir Amén, que hacer lo
mente con el de Jones, cuyo sentido del arrepen- que Dios requiere.
timiento corporativo* lo capacitaba para compar- …¿Cuál es, pues, ahora nuestro deber? Sa-
tir la culpa de quienes rechazaron el mensaje. Los lir y dar el FUERTE pregón del mensaje al
sermones de Prescott no dan evidencia de una mundo…
104
El Señor ha estado aguardando por largo algo nos ha de sobrecoger…
tiempo para darnos su Espíritu. Está ahora La cuestión es: ¿Qué vamos a hacer con
mismo esperando impacientemente poder eso? ¿Qué vamos a hacer ahora y aquí vo-
otorgárnoslo… sotros y yo, en esta asamblea?... Vuelvo a
Ha comenzado ahora una obra mayor que decir: ¿Qué vamos a hacer con ello?” (ibíd.,
la de Pentecostés, y hay aquí quienes lo van p. 67).
a ver. Es aquí y ahora, que hemos de ser
hechos idóneos para la obra” (ibíd., p. 38 y Los siervos de Dios marcharán bajo este
39. Cursivas y mayúsculas como aparecen en el mensaje con los rostros iluminados por un
original). santo gozo y una santa consagración. Quie-
ro ver a esos hermanos marchando de esa
Prescott no percibía el concepto sublime de 1888 forma; quiero ver sus rostros iluminados
referente a la motivación, consistente en que la como el de Esteban cuando estuvo en el
verdadera fe que expone el Nuevo Testamento concilio” (ibíd., p. 389).
“obra por el amor”. El impacto de sus mensajes
de 1893 retrocede a la motivación egocéntrica tí- Os digo ahora en total sinceridad que po-
pica de las “obras”: ‘Hemos de hacer esto o dríamos asimismo disponer nuestras men-
aquello’. Amonestaba a la congregación con un tes aquí y ahora, antes de dar un paso más,
espíritu casi frenético a fin de que hiciera algo, haciendo frente a la muerte y venciéndo-
que actuara, que obrara (por más de un siglo he- la… A menos que estemos ahí en este mo-
mos venido oyendo repetidamente eso mismo). mento, y afirmemos que dejamos amigos,
En contraste, Jones emplazaba la congregación a casas, y que nada nos separará del amor de
que creyera algo: el evangelio, y le aseguraba Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro,
que la verdadera fe produciría todas las obras y sería preferible que nos detuviéramos ahora
acciones que terminarían la obra de Dios. mismo” (ibíd., p. 241).

Uno lee las predicaciones de Jones sin encontrar Esta desafortunada serie de declaraciones extre-
traza alguna de severidad o aspereza. Pero Pres- madas revela cómo comenzó a hacerse presente
cott deja una impresión diferente: un espíritu imperioso, fanatizado, totalmente ex-
traño al mensaje de 1888. Pero su empleo de la
“Afirmo que si alguna vez hubo una com- expresión “nosotros” dejaba la impresión equivo-
pañía necesitada, es ésta… cada.
Soy perfectamente consciente de estar ha-
blando con gran llaneza… Si no hacemos Más tarde Prescott humilló su corazón en arre-
de esto un motivo de ferviente oración, os pentimiento por el fanatismo manifestado al fina-
digo simplemente que significa la muerte lizar la asamblea, y posteriormente a esa contri-
para vosotros y para mí… ción -en 1895- presentó buenos mensajes en Aus-
De nada sirve continuar por este camino, y tralia. Pero esas presentaciones de 1893 trajeron
mi consejo consiste de la forma más so- confusión y obstaculizaron cualquier posibilidad
lemne en que todo aquel que no pueda salir de que el mensaje fuera aceptado con corazón
ahora imbuido de poder de lo alto soste- contrito. A oponentes como Smith y Butler, evi-
niendo esta luz del cielo, efectuando la obra dentemente les faltó el tiempo para señalar ese
que Dios tiene ahora por hacer, quédese en fanatismo, exclamando: “Ya os lo había dicho…”
casa… (Hasta nuestros días, fanáticos y autoproclama-
Sé que esto es muy severo, pero os digo, dos reformadores logran que muchos sinceros
hermanos, que algo tiene que sucedernos, miembros de iglesia desarrollen prejuicios contra
105
el mensaje de 1888. Dondequiera que el Señor “¿Qué es lo que debemos hacer?... Debe-
obre, el enemigo procura introducir a fanáticos y mos comenzar a confesar nuestra pecami-
autoproclamados “Elías” para causar confusión y nosidad a Dios con humildad de espíritu,
descrédito). Tres días antes que comenzara esa con profunda contrición ante Dios, siendo
reunión, E. White había advertido así en las pági- celosos en nuestro arrepentimiento. Es el
nas de Review & Herald: único mensaje que puedo traer esta noche.
Se trata precisamente de eso…”
“Satanás está ahora a la obra con todo su
poder de insinuación y engaño… Cuando el Lo anterior suena bien y parece venir al punto.
enemigo ve que el Señor está bendiciendo a Pero el problema se hace evidente al continuar:
su pueblo y preparándolo para que discier-
na sus engaños, obrará con su poder magis- “Supongamos que decimos no tener absolu-
tral para traer el fanatismo de una parte, y tamente nada que confesar. Eso nada cam-
el frío formalismo de otra… Velad sin ce- bia en el asunto. Cuando el Señor nos envía
sar… [a fin de detectar] el primer paso de la palabra de que somos pecaminosos, de-
avance que Satanás pueda dar entre noso- bemos decir que lo somos, podamos verlo o
tros… no. Esa debiera ser nuestra experiencia”
Nos acechan peligros de uno y otro lado… (General Conference Bulletin 1893, p. 65).
Algunos no harán un uso correcto de la
doctrina de la justificación… llevando a En ningún lugar dicen las Escrituras que Dios es-
falsos caminos” (Review & Herald, 24 pera una confesión de labios expresada en pala-
enero 1893). bras que el corazón no siente. Eso está más cerca
del islamismo que del auténtico cristianismo.
En sus sermones sobre el Espíritu Santo, Prescott “Quizá los labios expresen una pobreza de alma
predicaba una extraña doctrina desprovista del que no reconoce el corazón” (Palabras de vida
principio de la cruz, sin ideas definidas sobre el del gran Maestro, p. 123). Jones percibía el peli-
arrepentimiento, y lo hacía de forma confusa, in- gro que esas ideas encerraban. Con el evidente
cluso contradictoria. Su vehemencia tenía la apa- propósito de responder a Prescott, Jones declaró
riencia de fervor. Por entonces él mismo estaba posteriormente:
implicado en proyectos contrarios al Espíritu de
profecía, aunque sin duda no era consciente de tal “Si el Señor quitara nuestros pecados sin
contradicción [Comparar General Conference que lo supiéramos, ¿qué bien nos haría eso?
Bulletin 1893, p. 279 y 459, con Fundamentals of Sería simplemente convertirnos en máqui-
Christian Education, p. 220-230]. nas. No es ese su propósito, por consiguien-
te quiere que vosotros y yo sepamos cuán-
Es lógico concluir que debió ser igualmente in- do se quitan nuestros pecados, para saber
consciente de la diferencia entre su doctrina so- así cuándo viene su justicia…
bre la recepción del Espíritu Santo, y la verdad Somos siempre instrumentos inteligentes…
bíblica al respecto. Unos pocos ejemplos de esa El Señor nos empleará siempre de acuerdo
confusión ilustrarán lo referido. Afortunadamente con nuestra propia elección vital” (General
se ha vuelto a publicar el Bulletin de 1893, de Conference Bulletin 1893, p. 404 y 405).
modo que el lector interesado puede evaluar por
sí mismo lo comentado:

106
Intentando resolver la situación

Prescott no expresó oposición abierta hacia Jo- Por último, unos diez días antes que terminara la
nes, y parece claro que no hubo intención cons- asamblea, Prescott comenzó a vislumbrar un
ciente de hacer tal cosa. Pero cabe preguntarse: nuevo método de recibir el Espíritu Santo que
¿Había superado realmente su oposición inicial al guardaba una gran semejanza con las ideas ex-
mensaje de Jones? La evidencia en los cuantiosos presadas en The Christian's Secret of a Happy Li-
mensajes de Prescott por aquel tiempo indica que fe. Lo pertinente era simplemente un “acto de fe”
difícilmente lo logró. según el cual uno asumía que ya poseía el don de
ese derramamiento final del Espíritu Santo, pa-
Ciertamente no había sido “quitado… el escánda- sando por alto el arrepentimiento debido al peca-
lo de la cruz” (Gál. 5:11). El Espíritu de Dios es- do de 1888. Parecía incluir cierto elemento de
taba trayendo convicción de pecado a muchos co- desazón:
razones, y Prescott procuraba encontrar alguna
manera de recibir el Espíritu Santo que fuera “Me siento en libertad de decir que co-
aceptable para un corazón perturbado que rehuía mienzo a sentirme seriamente ansioso en
la dolorosa convicción de pecado. relación con nuestra obra actual… Desde
hace unas cuatro semanas… hemos venido
El pueblo sabía muy bien que la responsabilidad considerando lo que impedía el derrama-
por el rechazo del comienzo de la lluvia tardía se miento del Espíritu de Dios… Desde en-
cernía como una nube sobre la asamblea. El re- tonces he percibido que existe casi una
sultado neto de las presentaciones de Prescott fue reacción a partir de ello, y esta obra parece
la confusión, una perturbación en la atmósfera avanzar entre nosotros con cierta celeridad.
espiritual que llegó a afectar incluso a Jones. Me digo que no voy a sentirme satisfecho
si esta asamblea termina sin un derrama-
Prescott estaba decididamente en contra del pe- miento del Espíritu Santo mayor que el que
cado, pero parecía no tener una idea definida de hayamos conocido hasta ahora…
cuál era la raíz del pecado que perturbaba a la Estoy extremadamente ansioso respecto a
congregación. Su corazón se centraba en la ver- esta situación, ya que el tiempo pasa y un
dad actual de la aceptación de la lluvia tardía y la día sucede rápidamente al otro…
proclamación del fuerte pregón; pero parecía es- Nos ha de sobrevenir algo diferente a lo
capar a su comprensión cómo abordar lo que por que nos ha venido hasta ahora en esta
entonces impedía: la culpabilidad acumulada so- asamblea, eso es seguro…
bre ellos durante los cuatro años precedentes. Sólo restan unos diez días para que conclu-
ya la asamblea” (General Conference Bu-
Parte de su perplejidad pudo haber sido el resul- lletin 1893, 384, 386 y 389).
tado de entender el problema real, pero temiendo
exponerlo claramente debido a la presencia inti- Viene a continuación una argumentación dudosa
midante de los hermanos dirigentes dominados e indefinida, que llevó a la audiencia a creer que
por el prejuicio. Hasta el mismo profeta Jeremías podría recibir el don de la lluvia tardía del Espíri-
habría terminado “quebrantado” en caso de per- tu Santo por el simple método de asumir y pre-
mitir que lo intimidaran los dirigentes de Judá tender haberlo recibido: ‘No debemos sentir que
(1:17). Cuando un predicador se siente forzado a tenemos el poder del Espíritu Santo; debemos
dar rodeos a una cuestión, inevitablemente saber que lo tenemos’. Una admisión consciente
transmite confusión. como esa no incluiría el auténtico conocimiento
de nosotros mismos, ni una conciencia de la pro-
107
fundidad de nuestro pecado, ya que eso podría Quizá la mejor manera de exponer esa línea de
resultar peligroso y causa de desánimo... pensamiento sea reproducir el siguiente párrafo
de su predicación:
“Observo que muchos de los aquí presentes
han pedido alguna vez al Señor que les “[El Espíritu] nos convence ahora de la jus-
permita verse de la forma en que él los ve; ticia de Dios en Cristo -de la justicia de
y pienso que es una petición que el Señor Cristo. Y nos convence de que poseerla es
no ha considerado oportuno concedernos. algo maravillosamente deseable. Avanza
No creo que debiéramos pedirle tal cosa. afirmando que la podemos tener, para con-
Podéis ver cuál es el efecto previsible si vencernos a continuación de que la posee-
comenzara a mostrarnos a nosotros mis- mos, si lo seguimos…
mos: empezaríamos a preguntarnos si el El propósito no es: ‘Voy a convencerte de
Señor nos ama o no, y si puede o no salvar- que eres un pecador, y a continuación de
nos… no tenía idea sobre mi carácter. que estás condenado’. No: la obra del Espí-
Bien, probablemente el Señor no ha co- ritu es convencernos de que tal condena-
menzado a mostrarnos cómo somos, tal ción ha sido quitada” (ibíd., p. 448 y 449.
como él nos ve; doy por supuesto que no Cursivas como aparecen en el original).
tenemos idea alguna o concepción al res-
pecto de cómo somos a la vista de Dios” El problema, tal como él lo veía, no era la libera-
(ibíd., p. 445). ción personal del pecado, sino disipar la nube que
estaba sobre la asamblea por causa de su rechazo
Se ignoró así la verdadera función de la ley, y eso a la lluvia tardía. Y el remedio propuesto para esa
confundió a la congregación. Significó eludir las grave enfermedad no iba más allá de lo que re-
frecuentes amonestaciones de E. White a enfren- presentaría una venda o una aspirina para una se-
tar con sinceridad nuestra realidad interior. ria enfermedad física.

El orador parafraseaba o repetía algunas ideas De esa teoría sólo podía derivar la confusión. La
que Jones había presentado, pero les daba un giro trompeta no estaba emitiendo un sonido claro, y
sutil para sustentar su teoría según la cual el Con- nunca se enfrentó franca y llanamente el pecado
solador, en lugar de traer la sanadora convicción de Minneapolis. Se asumía que el sentimiento de
de pecado, lo que hacía era quitarla. Había que culpa debía ser de origen satánico, por lo tanto se
deshacer como fuera la nube que se cernía sobre lo debía rechazar inmediatamente.
la asamblea. La propuesta consistía ahora en
asumir que Dios había perdonado el pecado que Se cumplió así este testimonio de 1890: “La parte
causó el problema, sin necesidad de arrepenti- superior fue cortada, pero nunca se desarraigaron
miento. Se trataba simplemente de afirmar que sus raíces” (Testimonios para los ministros, p.
nuestros pecados habían sido quitados. Aparece 467). Si el corazón sintiera alguna convicción
en este punto una referencia inconfundible a verdadera que revelara que las raíces seguían allí,
Hannah Withall Smith: se la debía repudiar por ser obra del diablo.

“Repetid una y otra vez lo que él dice. Ha- Tal sería el resultado lógico de la doctrina que
ciendo así no os podéis equivocar. Si no lo enseñaba: (1) que bastaba una confesión verbal
comprendéis y sois incapaces de ver luz en genérica de pecado inconsciente y no reconocido,
ello, insistid en afirmar lo que él dice” sin necesidad de que los pecados fueran traídos a
(ibíd., p. 447). la conciencia; (2) que no se debía orar al Señor
pidiendo el verdadero conocimiento de uno mis-
108
mo; y (3) que la obra del Espíritu Santo no es sintiendo por años’. Pues bien, eso no es en
traer convicción de pecado, sino precisamente absoluto evidencia, ya que ‘engañoso es el
eliminar dicha convicción –en directa oposición a corazón más que todas las cosas’” (ibíd., p.
la enseñanza de Cristo en Juan 16:8 y 9. 414).

Aceptados los anteriores tres puntos, para toda Pero Prescott insistía en la idea que había desa-
mente reflexiva resultaría lógicamente inevitable rrollado:
aceptar un cuarto: que cualquier duda respecto a
poseer el Espíritu Santo en el poder de la lluvia “Es aquí donde pretendo llegar: ¿Qué es lo
tardía sería equivalente a falta de fe en Dios. Se que impide ahora [la lluvia tardía]? Lo que
esperaba simplemente que uno asumiera que lo hemos de procurar es la justicia de Cristo…
había recibido. Esa era la idea que ahora se inten- De alguna forma he estado pensando en
taba abrir camino: ella así: Si dejáramos de cuestionarnos
unos a otros… y nos sentáramos aquí con
“Quiero sentir en mi experiencia que el la sencillez de un niño… podríamos tener-
Salvador está conmigo, tal como estuvo la…
con sus discípulos… No quiero pensar en él Hermanos, ¿qué va a impedir que la acep-
como simplemente estando allí, sino como temos ahora de esa manera? Nada. Por lo
estando aquí. No es que quiera tenerlo, sino tanto, alabemos al Señor y digamos: ahora
que lo tengo” (ibíd., p. 385). la poseo” (ibíd., p. 388 y 389).

Jones rechazó posteriormente tales propuestas: Y así fue como se desarrolló la doctrina popular
que ha venido siendo predicada durante varias
“Por consiguiente, si alguien profesa creer generaciones de adventistas desde 1893, según la
en Jesús y profesa la justicia de Dios que cual recibimos la lluvia tardía simplemente asu-
viene al creyente en Jesús, ¿será esa profe- miendo y pretendiendo que la poseemos, sin el
sión suficiente?... [Congregación: ‘No’]. conocimiento o arrepentimiento por haberla re-
Bien. ¿Cómo podéis saberlo? Quizá digáis: chazado. El problema es que de ese modo nunca
‘Lo siento en mi corazón, y lo he venido la hemos recibido.

Jones, confundido

Jones percibía el letargo que estaba insensibili- esta noche me doy más cuenta que cuando
zando los corazones, y no sabía qué hacer. Se ha- lo dije la primera vez. No puedo evitarlo,
bía quedado prácticamente solo, excepción hecha hermanos… Ni un alma entre nosotros ha
de su autoproclamado colega, cuyos esfuerzos no soñado el temible destino que se cierne so-
hacían más que crear confusión y con toda pro- bre los días que aquí están transcurriendo”
babilidad una predisposición desfavorable. Ex- (ibíd., p. 346).
presó así sus temores:
En sus últimos dos o tres estudios encontramos a
“Hermanos, estamos en una posición temi- un Jones descolocado, citando en ocasiones a
ble en esta asamblea. Es sencillamente so- Prescott. Agotado y perplejo, parecía volverse
brecogedor. Ya lo dije anteriormente, pero
109
hacia Prescott, haciéndose eco de sus ideas con- ti’ [Isa. 60:1]. ¿Quién lo va a hacer?
fusas. ¿Quién? (Numerosas voces: ‘Yo’). ¡Muy
bien! ¿Por cuánto tiempo lo vais a hacer?
Ambos fallaron en reconocer una realidad cru- (Voces: ‘Por siempre’). ¿Lo vais a hacer
cial: que la lluvia tardía tendría que ser retirada, y constantemente? ¿Cuán a menudo vais a
que el Israel moderno habría de volver a vagar hacerlo? (Voces: ‘Por siempre’)…
por el desierto “muchos años más” (Evangelismo, Siendo así, ‘Levántate, resplandece; que ha
p. 505). Ambos asumieron que nada podría im- venido tu lumbre, y la gloria de Jehová ha
pedir la conclusión de la obra de Dios en su gene- nacido sobre ti’” (ibíd., p. 496 y 497).
ración, por lo tanto determinaron seguir adelante
a pesar de la oposición y el rechazo. La idea de Si el fuerte pregón tenía que avanzar realmente
Prescott era esencialmente la del calvinismo po- con poder, necesariamente habrían de tener lugar
pular: el reloj divino había sonado ya, y era im- grandes cambios en la iglesia. Encontramos aho-
posible que la incredulidad de su pueblo alterara ra a Jones, con el apoyo de Prescott, haciendo
su voluntad soberana. Encontramos ahora a Jo- profecías poco afortunadas que hasta el día de
nes repitiendo las demandas extremadas de Pres- hoy no se han cumplido. Algún día se van a
cott: cumplir, pero no sucedió en aquella generación:

“Repito que el mensaje que allí se nos dio “He aquí la que considero la más bendita
es el que vosotros y yo hemos de llevar a promesa que jamás se haya hecho a la igle-
partir de esta reunión. Y todo aquel que no sia adventista: ‘Nunca más vendrá a ti in-
pueda llevarlo con él tras este encuentro, circunciso ni inmundo’ [Isa. 52:1]. Gracias
haría mejor en no ir… Ese pastor sería pre- sean dadas al Señor por librarnos desde
ferible que no saliera de este lugar como ahora de los inconversos, de los que fueron
pastor” (ibíd., p. 495). traídos a la iglesia para obrar su propia in-
justicia y para crear división en ella. Se
Pronto se entregó a proposiciones poco sensatas, terminaron las pruebas para la iglesia, gra-
y a formular preguntas que habría sido mejor no cias al Señor. Salieron los chismosos y per-
hacer: turbadores…
‘Nunca más vendrá a ti incircunciso ni in-
“¿Os ha dado [el Señor] la luz del conoci- mundo’…
miento de su gloria? [Congregación: ‘Sí’] En la iglesia adventista del séptimo día no
¿Es así? [Congregación: ‘Sí’]… hay lugar para los hipócritas. Si el corazón
Entonces ese Espíritu ha venido a aquellos no es sincero, ese es el lugar más peligroso
que pueden mirar al rostro de Jesucristo”. en que el que alguien pudiera encontrar-
se…
Unos minutos después, “con permiso del orador, Hermanos, éste es ahora el mensaje… y
el profesor Prescott leyó lo siguiente: 'Levantad quien no pueda llevarlo no debiera ir. No
la vista por fe, y la luz de la gloria de Dios brilla- vayáis… No vaya nadie sin la conciencia
rá sobre vosotros'”. Jones continuó así: de esa presencia permanente, la del poder
del Espíritu de Dios” (ibíd., 498 y 499).
“Ahora, con la fuerza acumulada de cuatro
años en acción, Dios lo presenta ante su Prescott predijo con entusiasmo la manifestación
pueblo. La propuesta es nuevamente: ‘Le- de los dones del Espíritu, extendiendo obviamen-
vántate, resplandece; que ha venido tu lum- te el don de profecía a otros más allá del auténti-
bre, y la gloria de Jehová ha nacido sobre
110
co agente que entonces se encontraba en Austra- saje del tercer ángel tras aquella asamblea de
lia: 1893.

“Pero ahora, en la conclusión de la obra de Era tal el entusiasmo de Prescott, que predijo que
Dios,… van a reaparecer los dones en la algunos se levantarían ahora para resucitar lite-
iglesia. Y no creo que sea el plan de Dios ralmente a los muertos:
que esos dones hayan de estar confinados a
uno sólo por aquí, y quizá otro por allá, o “Os quiero decir que hay personas en esta
que sea un hecho inusual que algún don es- misma casa que pasarán por estas precisas
pecial se manifieste en la iglesia… Dones experiencias; el ángel del Señor las sacará
de sanación; realización de milagros; profe- de la prisión para ir y proclamar el mensa-
tizar; interpretación de lenguas: todas esas je; sanarán a los enfermos y también resuci-
cosas se volverán a manifestar en la igle- tarán muertos. Eso sucederá con este men-
sia” (ibíd., p. 461). saje… Hemos de creer esas cosas con la
sencillez de un niño” (ibíd., p. 386).
¿Vinieron esos dones maravillosos? Después de
aquella asamblea hubo cierto tipo de profecías, y El tiempo y la historia han demostrado la false-
tanto Prescott como Jones resultaron engañados dad de tales predicciones, en todo caso con res-
por las desafortunadas pretensiones de una tal pecto al cuerpo de la iglesia. ¿Podría ser más
Anna Rice Phillips. Fue inevitable el fanatismo, verdadera la asunción de haber recibido la lluvia
dado que no tuvo lugar el fuerte pregón del men- tardía del Espíritu Santo?

Predicciones de apostasía hechas por Prescott

Prescott no estaba muy seguro de su doctrina en de dirigente sin saberlo… Nos dispondre-
aquella asamblea, e hizo una serie de extrañas pe- mos en contra de esta obra, en contra del
ro significativas referencias a la posibilidad de poder de Dios” (ibíd., p. 108).
resultar engañados por un falso Cristo:
Parecía no saber claramente la forma de distin-
“Digo ahora a quienes, habiendo estado en guir la verdad del error, excepto por lo que él
el ministerio y a los que habiendo presenta- llamaba “el Espíritu”. Pero dejó sin resolver có-
do a Cristo ante la gente, son esta noche in- mo distinguir entre “el Espíritu de verdad” y el
capaces de distinguir entre la voz de Cristo “espíritu de error”:
y la del diablo: es tiempo para nosotros de
que nos detengamos y aprendamos a reco- “La promesa fue que enviaría al Espíritu de
nocer la voz de Dios… Pero seguís pregun- verdad; AL ESPÍRITU DE VERDAD…
tando: ‘¿Cómo conocer su voz?’ No os lo Va a soplar todo viento de doctrina. Se va a
puedo decir… efectuar todo esfuerzo posible por introdu-
Con la misma seguridad, vosotros y yo re- cir principios –no de forma abierta sino so-
sultaremos extraviados, a pesar de toda la lapadamente, de una forma en que no lo
luz que hayamos tenido en esta obra. El he- vamos a reconocer por nuestra propia sabi-
cho es que a menos que tengamos el Espíri- duría… para engañar, si fuera posible… El
tu de Dios con nosotros, vamos a cambiar esfuerzo consistirá en introducirlos como
111
siendo la verdad, disfrazándolos con el trasladados, o bien si resultaremos engaña-
manto de la verdad… y hacer que nos dos por las estratagemas de Satanás y se-
comprometamos con el error sin darnos remos dejados en las tinieblas de afuera”
cuenta” (ibíd., p. 459). (ibíd., p. 386).

Hablando cierta vez de quienes entre nosotros No fueron trasladados; de eso podemos estar se-
“tienen los ojos cegados”, declaró: “¿Quién sabe guros. ¿Resultaron, entonces, “engañados por las
si eso me implica a mí, o si no?” (p. 237). Final- estratagemas de Satanás”?
mente dijo a la asamblea que el tema en liza era,
o bien ser trasladados, o bien engañados por las La década que siguió a aquella asamblea fue
estratagemas de Satanás: sombría. Un incendio destruyó la sede de la igle-
sia en Battle Creek a modo de juicio divino. El
“No puedo evitar la idea de que estamos en panteísmo hizo estragos entre dirigentes destaca-
un tiempo por demás crítico para nosotros dos. Y han transcurrido más de diez décadas des-
personalmente… Tengo la impresión de de entonces sin que hayamos recibido la bendi-
que ahora mismo estamos haciendo elec- ción llena de gracia que el Cielo quería otorgar-
ciones que van a determinar si seguiremos nos en 1888.
con esta obra en el fuerte pregón y seremos

Conclusión

La asamblea de la Asociación General de 1893 un peso sobre Jones que el Señor nunca planeó que cargara
marcó el final de la era de 1888. El Señor retiró sobre sí].
la lluvia tardía y el fuerte pregón. Así lo recono-
cieron los hermanos de aquel tiempo, y así lo Jones hizo lo mejor que supo. Había instado a los
demuestra la historia. La clausura de la asamblea hermanos con fervor y humildad a que aceptaran
de 1893 resultó enviciada por un entusiasmo la luz, en la seguridad de que Dios concedería la
equivocado, y Jones se descaminó. experiencia del fuerte pregón para gloria de su
reino. Pero eso no iba a suceder, o mejor dicho,
Un mes después (el 9 de abril) E. White le escri- no podía suceder a menos que se arrepintieran de
bió desde Australia advirtiéndole contra afirma- forma genuina por 1888, cosa que no hicieron.
ciones extremadas relativas a la fe y las obras.
Eso no ocurrió durante la asamblea, ni quedó re- Leemos asimismo acerca del inusitado entusias-
gistrado en el Bulletin. E. White no había leído mo de Caleb y Josué por conquistar Canaán, di-
tales afirmaciones, sino que las oyó “en mi sue- ciendo a Israel: “Jehová está con nosotros: no los
ño”. Exiliando a E. White y a Waggoner, la opo- temáis” (Núm. 14:9), siendo que la rebelión de
sición aseguró virtualmente el fracaso global del Israel había hecho ya imposible que el Señor es-
mensaje de 1888, resultando demasiado habilido- tuviese con ellos en aquel programa.
sos y determinados los métodos del dragón, como
para que Jones los enfrentase aisladamente con Poco antes que terminara la asamblea de 1893, E.
éxito [Véanse las declaraciones de E. White a propósito White había advertido al presidente de la Asocia-
de que la continua oposición de Butler y Smith impusieron ción General respecto a la cuestión de Minneapo-
lis:
112
“Si Satanás logra impresionar la mente y espera que no yerre con esa persistencia y
excitar las pasiones de quienes profesan asiduidad” (Carta, 29 agosto 1919).
creer la verdad… haciendo que se coloquen
del lado equivocado, ha dispuesto sus pla- En las asambleas de la Asociación General de
nes para llevarlos a través de un largo via- 1950 el recién elegido presidente empleó la mis-
je” (Carta O 19, 1892. Original sin atributo de ma doctrina enseñada por Prescott en 1893. Con-
cursivas). venció a la vasta congregación en San Francisco
de que podrían recibir el derramamiento final del
Más tarde reconoció que había comenzado el Espíritu Santo en la lluvia tardía simplemente
“largo viaje”, ya que tuvieron que alterarse los asumiendo y reivindicando que lo poseían. No
planes de Dios: era necesario arrepentimiento alguno por el re-
chazo al “comienzo” de la lluvia tardía; no había
“Tal vez tengamos que permanecer aquí en lección alguna de nuestra historia por aprender;
este mundo muchos años más debido a la ninguna necesidad de comprender aquel “precio-
insubordinación, como les sucedió a los hi- sísimo mensaje” que el Señor nos envió (cf. Re-
jos de Israel… Pero si hoy tan solo pudie- view & Herald, GC Report, 17 julio 1950, p.
ran todos ver, confesar y arrepentirse de su 113-117, sermón del sábado 15 de julio).
propio curso de acción al apartarse de la
verdad de Dios, y al seguir estrategias hu- Con muy pocas excepciones, toda la congrega-
manas, el Señor perdonaría” (Ms. 184, ción actuó como un rebaño siguiendo ciegamente
1901; El evangelismo, p. 505). a su pastor, que insistía en la misma doctrina que
Prescott enseñó en 1893. Tampoco entonces hu-
Quienes asumen confiadamente que la asamblea bo derramamiento de la lluvia tardía. Eso sucedía
de 1893 señaló “la mayor victoria” del mensaje 37 años antes de escribirse la presente obra.
de la justicia de Cristo, no pueden dar explica-
ción alguna a la sinuosa desviación de esos “mu- La mayoría de los dirigentes de 1950 han pasado
chos años más” que ahora son ya más de un si- ya al descanso, como sucedió con los de 1893. Es
glo. Es una forma más bien extraña de avanzar, imperativo que nos preguntemos si acaso 1950
para un fuerte pregón que tenía que propagarse representó un progreso significativo con respecto
“como fuego en el rastrojo”. a 1893. En deferencia hacia ellos hay que señalar
que muy probablemente pocos, si es que alguno,
El hombre que lideró la confusión en 1893 tomó de nuestros dirigentes de 1950 sabían lo que ocu-
más tarde un rumbo misterioso. G.B. Starr escri- rrió en la asamblea de 1893. ¡Tenemos todo a
bió lo siguiente a A.G. Daniells: temer del futuro, si olvidamos la manera en que
el Señor nos ha conducido en el pasado!
“Usted sabe ciertamente que por alguna ra-
zón inexplicable el profesor Prescott nunca Después de la asamblea de 1893, E. White se in-
ha sido un dirigente confiable. En Inglate- quietó como nunca antes, declarando: “Vamos a
rra se desvió junto a Waggoner en muchos cambiar de dirigentes sin apercibirnos de ello”.
puntos, en la falsa profecía de Annie Phi- Su preocupación parecía ser que el enemigo ope-
llips demostró falta de juicio… Escribió y raría ahora dentro de la iglesia. Los nuevos Can-
enseñó panteísmo de forma tan decidida rights realizarían a partir de entonces su obra
como lo hizo el doctor Kellogg, y con ante- “desde el interior”:
rioridad a él. No son esos los pasos de un
dirigente digno de confianza, de quien se “El fanatismo se manifestará en nuestro
propio seno. Vendrán engaños, y de tal na-
113
turaleza que engañarán, si es posible, a los El devenir de la asamblea de 1893 ilustra la posi-
escogidos. Si se dieran contradicciones no- bilidad de que alguien predique sobre el Espíritu
tables y declaraciones falsas en estas mani- Santo sin entenderlo ni reconocerlo, e incluso re-
festaciones, no se necesitarían las palabras sistiéndolo.
de los labios del gran Maestro…
Únicamente el Espíritu Santo de Dios pue- Sería bueno que todos nos preguntásemos en ora-
de crear un entusiasmo sano” (Mensaje se- ción: “Señor: ¿soy yo?”
lectos, vol. II, p. 17; 1894).

114
Capítulo 10

Por qué se descaminaron Jones y Waggoner

Uno de los grandes misterios en la historia de la dían extraviarse posteriormente arrastrados


iglesia adventista es el fracaso tardío de A.T. Jo- por sus posiciones extremadas” (p. 232).
nes y E.J. Waggoner. Se suele asumir que fraca-
sos como esos han de explicarse a partir de cier- Sin embargo, declaraciones inspiradas confirman
tas predisposiciones presentes en la persona des- la corrección y fidelidad de los mensajeros en el
de el mismo inicio de su relación con la iglesia. tiempo de la asamblea de Minneapolis:
Así lo expresó el apóstol Juan:
“En su gran misericordia el Señor envió un
“Salieron de nosotros, pero no eran de no- preciosísimo mensaje a su pueblo por me-
sotros, porque si hubieran sido de nosotros, dio de los pastores Waggoner y Jones…
habrían permanecido con nosotros; pero sa- Dios dio a sus mensajeros precisamente lo
lieron para que se manifestara que no todos que nuestro pueblo necesitaba” (Testimo-
son de nosotros” (1 Juan 2:19). nios para los ministros, p. 91 y 95).

Este principio parece aplicarse al caso de D.M. “Dios está presentando a mentes de hom-
Canright. Espiritualmente hablando no era ya “de bres divinamente señalados preciosas ge-
nosotros” desde mucho antes de dejarnos. Re- mas de verdad apropiadas para nuestro
primía sus dudas ocultas expresando de vez en tiempo” (Ms 8a, 1888; Olson, p. 279).
cuando confesiones abyectas, pero las dudas
nunca fueron erradicadas. En Testimonies se na- “Dios ha enviado a esos hombres jóvenes
rra la historia en detalle (vol. IV, p. 516 a 520, para que lleven un mensaje especial” (Ms.
571 a 573 y 621 a 628). S24, 1892).

Hoy persiste una cuestión vital con respecto a Jo- ¿Cómo se hubieran podido dedicar palabras co-
nes y Waggoner: ¿Eran cristianos genuinos en mo esas a hombres “radicales” o “extremados”?
Minneapolis? ¿Cómo es posible que fueran fieles
en aquella época y se extraviaran después? El li- El hecho de que Jones y Waggoner fallaran al fi-
bro The Fruitage of Spiritual Gifts expresa el nal no significa que no fueran “de nosotros”. Pe-
punto de vista popular consistente en que Jones y ro su fracaso posterior suele interpretarse de for-
Waggoner eran radicales, extremados, y que es- ma irreflexiva arrojando una gran sombra sobre
taban en el error ya en Minneapolis, esperando el mensaje que transmitieron en 1888, dejando la
solamente la oportunidad para descaminarse de impresión de que fue el propio mensaje el que los
forma más abierta en el futuro: hizo desviarse del camino.

“[En el tiempo de la asamblea de Minnea- Esa es la principal razón por la que algunos te-
polis] algunos eran muy partidarios de men estudiar el mensaje. De esa forma queda su-
adoptar posiciones radicales, como si ser tilmente justificada hasta el día de hoy la oposi-
extremado fuera señal de fortaleza. La ción suscitada en Minneapolis y se desprecian los
hermana White… pareció incluso tener el mensajeros y el mensaje que el Cielo envió. Tal
presentimiento de que los dos hombres que fue la idea peligrosa que E. White afirmó que se
en aquel tiempo eran tan prominentes po- desarrollaría entre nosotros, en el caso de que los
mensajeros perdieran posteriormente el rumbo.

115
Una misteriosa providencia

Enfrentamos aquí un problema singular. Hay dos persistente e irrazonable de los hermanos a quie-
cosas evidentes: (a) Existe una mente maestra del nes Dios dispuso que fueran destinatarios de la
mal que se alegra por el rechazo aparentemente luz dada a los mensajeros.
definitivo del mensaje. (b) De forma misteriosa,
el propio Señor permite que esa tragedia sea una (2) E. White reconoció la severidad de la oposi-
piedra de tropiezo para todo el que busque razo- ción; contra ellos personalmente y contra su
nes para rechazar la realidad del mensaje de la mensaje, y atribuyó “en gran medida” a los her-
lluvia tardía. manos opositores la culpabilidad final por el pos-
terior fracaso de los dos.
La que sigue es una pregunta de difícil respuesta:
¿Por qué escogería Dios como mensajeros espe- (3) El Señor permitió que tuviese lugar el triste
ciales a quienes más tarde se desviarían de la fe? episodio a modo de prueba para quienes se opo-
¿Por qué permitiría que se extraviaran los porta- nían, y los fracasos de los mensajeros de 1888
dores de su mensaje, siendo que la apostasía de tuvieron por efecto confirmarnos en un estado de
ellos contribuiría a afirmar la aguda oposición de virtual incredulidad. Fue un ejemplo de lo que
la que sería objeto dicho mensaje? En esta desa- Pablo llama “poder engañoso”, que “Dios les en-
fiante historia hay algo profundamente significa- vía” (permite) “para que crean en la mentira, a fin
tivo. Los pasos de Dios pueden ser misteriosos, de que sean condenados todos los que no creye-
pero eso no justifica nuestro descuido negligente ron a la verdad, sino que se complacieron en la
en comprender su extraña providencia. injusticia” (2 Tes. 2:11 y 12).

Suponer que el Señor cometió un error estratégi- Se diría que el Señor es tan caballeroso como pa-
co al escoger a Jones y Waggoner es impensable, ra hacerse a un lado del camino, propiciando así
pues él no está sujeto a error. Igualmente impen- perchas en las que podamos colgar nuestras du-
sable es suponer que suscitara a hombres que lo das, si es eso lo que buscamos. No es la voluntad
alabaran en contra de la voluntad de ellos mis- de Dios que recibamos la lluvia tardía a menos
mos, pues es evidente que ambos eran cristianos que estemos plenamente comprometidos de cora-
sinceros, llenos de celo y de mente humilde, zón con él y su verdad. Su carácter “celoso” está
cuando fueron usados por el Señor. Nunca “se aquí de alguna forma implicado. Quien esté pres-
lanzaron por lucro en el error de Balaam”, ni to a rechazar la bendición con el mínimo pretexto
amaron “el premio de la maldad” (Judas 11; 2 que sea, hallará amplia oportunidad para hacerlo.
Pedro 2:15). No es posible encontrar indicio al- ¡Nadie se sienta obligado a hacer uso de esa ape-
guno de falta de sinceridad en el ministerio de los nada cortesía!
mensajeros.
(4) El avance del juicio investigador hará necesa-
La evidencia inspirada sugiere respuestas dife- rio que la iglesia remanente, antes de su victoria
rentes a esas preguntas: final, llegue a apreciar la verdad del mensaje y su
historia, y reconozca la obra de Jones y
(1) Jones y Waggoner no fueron “desviados” por Waggoner de 1888 a 1896 en su auténtico valor:
“posiciones extremas” sobre la justicia de Cristo, el “comienzo” de la lluvia tardía y el fuerte pre-
sino que fueron empujados fuera por la oposición gón.

116
Intensidad de la oposición

El carácter de la crítica que debieron enfrentar El propio Señor revistió a sus mensajeros espe-
impuso a los mensajeros una carga mucho más ciales con señas de autoridad, con “credenciales
difícil de sobrellevar que la derivada de la oposi- celestiales”. En su amor por Cristo y su mensaje
ción más común. especial habían perdido de vista su yo. Pero re-
sultó ofendido aquel yo que en otros no había si-
“Sea cual sea el curso que siga el mensaje- do aún crucificado:
ro, resultará objetable para quienes se opo-
nen a la verdad, y harán un mundo de todo “De haber permitido que los rayos de luz
defecto en los modales, costumbres o ca- que brillaron en Minneapolis ejercieran su
rácter de quien la defiende” (Review & He- poder de convicción en aquellos que toma-
rald, 18 octubre 1892). ron posición en contra de la luz… habrían
recibido las más ricas bendiciones, habrían
“Algunos de nuestros hermanos… llenos de chasqueado al enemigo y se habrían tenido
celos y malas sospechas… están siempre como verdaderos hombres, fieles a sus
dispuestos a mostrar cuánto difieren de los convicciones. Habrían vivido una rica ex-
pastores Jones o Waggoner” (Carta S24, periencia; pero el yo dijo: ‘No’. No quiso
1892). someterse y luchó por la supremacía” (Car-
ta O 19, 1892).
Los dos hombres hablaban de forma decidida y
enérgica. Las agudas percepciones de la verdad Por lo tanto, el principio que subyace en ese re-
llevan frecuentemente a los que son “simplemen- chazo a la verdad es el mismo que operó en el re-
te humanos” a expresarse de esa manera. Pero chazo a Cristo por parte de los judíos. Caifás vio
eso resultaba ofensivo para la naturaleza humana en Cristo a su rival. Se sintió personalmente ce-
que estaba buscando una excusa para rechazar el loso de él (Deseado de todas las gentes, p. 651).
mensaje: Entremezclada con esos celos hacia Aquel que
parecía ser un simple ser humano, Caifás estaba
“No se queje nadie de los siervos de Dios expresando la enemistad del corazón natural con-
que han ido a ellos con un mensaje enviado tra Dios y su justicia. De igual forma, en Min-
del cielo. No sigáis buscando defectos en neapolis, las personalidades de Jones y
ellos, diciendo: ‘Son demasiado incisivos; Waggoner vinieron a ser la piedra de tropiezo vi-
hablan con demasiada energía’. Quizá estén sible y consciente para el invisible e inconsciente
hablando con mucha fuerza; ¿acaso no es rechazo hacia Cristo, la Palabra. Así lo evidencia
necesario hacerlo?... lo que sigue:
Ministros, no deshonréis a vuestro Dios ni
contristéis a su Espíritu Santo criticando los “Hombres que profesan santidad han des-
métodos y los procedimientos de los hom- preciado a Cristo en la persona de sus men-
bres que él eligió… Él ve el temperamento sajeros. Como los judíos, rechazan el men-
de los hombres que ha escogido. Sabe que saje de Dios. Los judíos preguntaron con
sólo hombres fervientes, firmes, decididos, respecto a Cristo: ‘¿Quién es este? ¿No es
de carácter enérgico, comprenderán la im- el hijo de José?’ Él no era el Cristo que ha-
portancia vital de esta obra, y pondrán tal bían esperado los judíos. Las agencias que
firmeza y decisión en sus testimonios que Dios envía hoy no son tampoco lo que los
quebrantarán las barreras de Satanás” (Tes- hombres han estado esperando” (Funda-
timonios para los ministros, p. 410-413). mentals of Christian Education, 472).
117
La carga personal que sobrellevaron Jones y Waggoner

Pocos han apreciado el efecto que la oposición Hay que decir en su favor que Jones y Waggoner
debió ejercer inevitablemente sobre los jóvenes nunca renunciaron a su fe en el Dios de Israel.
mensajeros. Ellos sabían que el mensaje de la No se hicieron infieles, agnósticos o ateos. Nunca
justicia de Cristo provenía de Dios. Sabían que el renunciaron al sábado, ni a la completa devoción
Espíritu de Dios les había dado las riendas para por Cristo que caracterizó toda su vida. En el
salir valientemente en su defensa. Y no podían clima eclesiástico actual habrían continuado
estar ciegos al hecho evidente de que la reacción siendo miembros en situación regular. Su pecado
a aquel mensaje por parte del liderazgo de la úni- consistió en que perdieron la fe en el cuerpo de
ca y verdadera iglesia remanente que ha de triun- la iglesia, y en su liderazgo. No creyeron en el
far por fin, consistió en el más determinado re- arrepentimiento denominacional. Llegaron a du-
chazo. dar de la naturaleza humana, lo que puede expli-
car la amargura que Jones desarrolló, y también
Sabían que el mensaje era el comienzo del fuerte los fracasos de su propia naturaleza humana. El
pregón, y que había de propagarse como “fuego enemigo nos va a presionar con severidad para
en el rastrojo”. Sabían que había llegado el tiem- que repitamos el fracaso de ellos. ¡Pero no tene-
po para la conclusión de la obra, tiempo en el que mos por qué ceder!
inteligencias celestiales estaban observando con
profundo interés el desarrollo del drama. Sabían Los arbustos azotados por vientos que rompen
también que estaban viviendo en el tiempo de la ocasionalmente la calma placentera del valle, ha-
purificación del santuario, cuando, como nunca rán bien en guardar silencio cuando los majestuo-
antes, la incredulidad y fracasos pasados de la sos robles de la cima resultan abatidos por la fu-
vieja Jerusalén no debían repetirse. Nunca se ha- ria de la tempestad devastadora. Sea Dios quien
bía dado una crisis como aquella; nunca el cielo hable, al declarar que ciertamente no hubo dis-
había concedido mayores evidencias en la vindi- culpa para los fallos de Jones y Waggoner, y
cación de un mensaje especial. seamos nosotros tardos para hablar, reconociendo
que en gran medida fuimos los causantes de ese
Pero, para gran sorpresa de ambos, la historia resultado.
nunca había registrado un fracaso humano más
vergonzoso en aprovechar una oportunidad de C.S. Lewis nada sabía de nuestra experiencia de
origen celestial como la presente. Eso se dibujaba 1888, pero en su obra Reflections of the Psalms
ante los jóvenes mensajeros como el final y más hizo un comentario esclarecedor:
completo fracaso del pueblo de Dios en creer y
entrar en el reposo del Señor. ¿Qué podía venir “De igual forma en que el resultado de
después? arrojar a un montón de desechos una cerilla
encendida es que prenda el fuego… el re-
En comparación, Lutero llevó una carga más li- sultado natural de defraudar a un hombre,
gera. Cuando Roma lo perseguía, todo cuanto te- menospreciarlo o tratarlo con desdén, es
nía que hacer es leer las profecías de Daniel y despertar el resentimiento; es decir, impo-
Apocalipsis e identificar al papado como al nerle la tentación de convertirse en aquello
cuerno pequeño y la bestia. Eso debió fortalecer- que acabaron siendo los salmistas en sus
lo hasta el punto de hacer que quemara la bula pasajes de clamor por vindicación. El que
papal. Pero Jones y Waggoner no pudieron apli- es probado de ese modo, puede que venza
car ese bálsamo a su corazón. La profecía no in- la tentación, o que no lo haga… Si final-
dicaba una octava iglesia sucediendo a Laodicea. mente cae en ese pecado, en cierto sentido
La posibilidad de que el pueblo de Dios atrasara soy yo quien lo seduje o empujé. Fui yo el
el programa divino por un siglo o más, superaba tentador” (p. 24).
lo que ellos podían comprender.
118
E. White sintió agudamente el peso que debieron de algo que condenar, y su actitud hacia
sobrellevar los mensajeros. En 1892 escribió al esos hermanos que están fervientemente
presidente de la Asociación General respecto de implicados en el desempeño de una buena
ellos en estos términos: obra, revela la presencia en el corazón de
sentimientos de enemistad y amargura”
“Quisiera que todos pudieran ver que ese (Carta O19, 1892).
mismo espíritu que rehusó aceptar a Cristo,
la luz que habría disipado las tinieblas mo- Por aquel tiempo E. White escribió una carta a
rales, dista mucho de haberse extinguido en Uriah Smith insinuando que los mensajeros po-
nuestro tiempo… drían no tener la fortaleza suficiente para soportar
Algunos pueden decir: ‘No aborrezco a mi la tensión y presiones ejercidas en su contra:
hermano; no soy así de malo’. Pero cuán
poco conocen sus propios corazones. Pue- “Es muy posible que los pastores Jones y
den pensar que tienen celo por Dios en sus Waggoner puedan ser vencidos por las ten-
sentimientos hacia su hermano cuando las taciones del enemigo; pero si tal ocurriera,
ideas de éste parecen de alguna forma estar eso no demostraría que no tenían un mensa-
en conflicto con las suyas. Afloran enton- je de parte de Dios, o que la obra que han
ces a la superficie sentimientos que nada realizado no fuera más que una total equi-
tienen que ver con el amor… Es posible vocación. Si tal cosa sucediera, cuántos no
que esté en pie de guerra con sus hermanos tomarían esa posición y caerían en un en-
o que no lo esté, y no obstante puede estar gaño fatal debido a no estar bajo el control
trayendo al pueblo un mensaje de Dios… del Espíritu de Dios… Esa es precisamente
la posición que muchos tomarían si cayera
[Creen que] es correcta la amargura de sen- alguno de ellos, y oro para que estos hom-
timientos hacia sus hermanos. ¿Soportará el bres sobre los que Dios ha depositado la
mensajero del Señor la presión ejercida responsabilidad de una obra solemne sean
contra él? Si lo hace es porque el Señor ha- capaces de dar un sonido certero a la trom-
ce que se tenga en su fortaleza, vindicando peta y honren a Dios a cada paso, y que su
así la verdad que Dios le ha enviado… camino brille más y más hasta el final del
Si los mensajeros del Señor, después de tiempo” (Carta S24, 1892. Original sin atribu-
haberse tenido valientemente por la verdad to de cursivas).
por un tiempo, caen bajo la tentación y
deshonran a Aquel que les ha asignado su La información precedente arroja mucha luz so-
obra, ¿sería eso prueba de que el mensaje bre la tragedia de Jones y Waggoner:
no es verdadero?... No… El pecado por
parte del mensajero de Dios haría que Sata- (1) Sufrieron el odio inequívoco de sus herma-
nás se alegrase, y triunfarían quienes recha- nos, quienes estaban celosamente aplicados a la
zaron al mensaje y al mensajero; pero eso caza de “una palabra o acción” de su parte para
de ninguna forma libraría de responsabili- condenarlos. La actitud de enemistad, amargura y
dad a los culpables de rechazar el mensaje sospecha se prolongó hasta 1892, fecha posterior
de Dios… a las confesiones.
Tengo profunda pena de corazón porque he
visto con qué rapidez se critica una palabra (2) Los hermanos que se oponían pensaban since-
o acción de los pastores Jones o Waggoner. ramente que su actitud era celo por Dios; sin em-
Qué facilidad tienen muchas mentes para bargo, era “ese mismo espíritu que rehusó aceptar
dejar de ver todo el bien obrado por ellos a Cristo”.
en los años recientes, y para no apreciar
evidencia alguna de que Dios está obrando
mediante esos instrumentos. Están a la caza
119
(3) La oposición demostró ser una tentación ciones de las Escrituras no son sanos en la
abrumadora e irresistible para los jóvenes mensa- fe. Hay peligro de que ese curso de acción
jeros. produzca el mismo resultado objeto de la
acusación; y en gran medida la culpabili-
(4) El trágico resultado confirmó a los hermanos dad recaerá sobre quienes están al acecho
que se oponían en su menosprecio al mensaje. del mal…
La oposición en nuestras propias filas ha
(5) El hecho de que los mensajeros extraviaran el impuesto a los mensajeros del Señor una ta-
camino fue un “triunfo” para los que se oponían, rea extenuante y probatoria para el alma,
y aunque es triste decirlo, para Satanás. Ese acon- puesto que han debido hacer frente a difi-
tecimiento, por lo tanto, se convirtió en evidencia cultades y obstáculos que no tenían por qué
probatoria de que los hermanos opositores no se haber existido… El amor y la confianza
habían arrepentido verdaderamente del pecado constituyen una fuerza moral que habría
cometido en Minneapolis. Su “triunfo” resulta- unido nuestras iglesias y asegurado armo-
ría ser su “engaño fatal”. nía de acción; pero la frialdad y descon-
fianza han traído desunión, privándonos de
Así, el fracaso de los mensajeros tendería a con- nuestra fuerza” (Carta, 6 enero 1893; Ge-
firmar en la impenitencia a los dirigentes, pasto- neral Conference Bulletin 1893, p. 419-
res, administradores y docentes adventistas. El 421).
fracaso final de los mensajeros es citado frecuen-
temente hasta el día de hoy como evidencia de Fue esa “tarea extenuante y probatoria para el
que el mensaje de 1888 debe ser de algún modo alma”, esos recelos, ese ir “a la caza de algo que
peligroso. Ese era exactamente el propósito de condenar”, esa “indiferencia de unos y oposición
Satanás al hacerlos caer, y cumple al pie de la le- de otros”, haciendo un mundo de un átomo para
tra la predicción de E. White. probar que no “eran sanos en la fe”, lo que pro-
dujo “el mismo resultado” señalado: la caída de
(6) El éxito de las oraciones de E. White pidiendo los dos. “Persecución” es la palabra apropiada,
que los dos mensajeros soportasen la prueba, de- exacta e inspirada para definir aquella oposición:
pendería de la actitud que los hermanos oponen-
tes tomasen a partir de 1892. “Debiéramos ser los últimos sobre la tierra
en ceder en lo más mínimo al espíritu de
Pocos meses después E. White escribió a los de- persecución contra quienes están llevando
legados de la Asociación General reunidos en el mensaje de Dios al mundo. Es el rasgo
asamblea acerca de la verdadera causa del posi- más terrible de falta de cristianismo que se
ble fallo de los mensajeros: ha manifestado entre nosotros desde el en-
cuentro de Minneapolis” (General Confe-
“No es la inspiración del cielo la que lo ha- rence Bulletin 1893, p. 184).
ce a uno receloso, dispuesto a acechar la
oportunidad y a lanzarse ávidamente sobre No obstante, el sufrimiento impuesto por aquella
ella para demostrar que los hermanos que persecución no era excusa para que Jones y
difieren de nosotros en algunas interpreta- Waggoner extraviaran el camino.

120
El problema de A.T. Jones

Se suele evocar una carta aislada que E. White Esas expresiones debilitan nuestra posición,
escribió a Jones en 1893, como evidencia de que pues hay muchos que lo considerarán a us-
su mensaje era extremado. Sacada de su contex- ted como extremista, y perderán las ricas
to, esa carta deja en algunas mentes la impresión lecciones que tiene para ellos precisamente
de que su mensaje de justicia por la fe era des- sobre los temas que necesitan conocer…
equilibrado. Pero hay que leer la carta en su con- Con presentaciones o expresiones demasia-
texto. do elaboradas, no coloque un guijarro en el
que pueda tropezar un alma que es débil en
E. White nunca publicó aquella carta mientras la fe… Recuerde que hay algunos cuyos
vivió. Si hubiese pensado que el mensaje de Jo- ojos están intensamente pendientes de us-
nes era extremado o desequilibrado, no habría ted, esperando que vaya demasiado lejos,
dudado en publicarla en sus Testimonies. que tropiece y caiga” (Carta 44, 9 abril
1893; Mensajes selectos, vol. I, p. 442-444.
Escribiendo desde la distante Australia, dice a Traducción revisada).
Jones que había oído algo en su “sueño”. No lo
había leído en ninguna publicación. Jones tenía la La más exhaustiva búsqueda en los voluminosos
tendencia, cuando enfrentaba oposición persis- escritos y predicaciones de Jones se ha demostra-
tente, a exagerar sus proposiciones, y la carta iba do incapaz de encontrar ni siquiera una sola oca-
enfocada a cortar de raíz esa tendencia. Jones sión en que hubiera declarado “que las obras no
aceptó con humildad el consejo de E. White y sa- significan nada”, u otra expresión extrema seme-
có provecho de él. La carta afirma que sus puntos jante a las aludidas en aquel sueño. Sería de espe-
de vista sobre la justicia por la fe eran correctos, rar encontrar alguna afirmación inadecuada sobre
ya que declaró: “usted ve realmente esos temas la fe y las obras en sus veinticuatro predicaciones
tal como lo hago yo”, y se refirió a los puntos de dadas en la asamblea de 1893, clausurada justo
vista de Jones como “nuestra posición”: antes de que E. White escribiera esa carta. Pero
encontramos exactamente lo opuesto: afirmacio-
“En mi sueño, usted disertaba sobre el tema nes enfáticas que expresan un equilibrio apropia-
de la fe y la justicia imputada de Cristo por do entre la fe y las obras, refiriéndose a estas úl-
la fe. Repitió varias veces que las obras no timas como siendo, no solamente necesarias, sino
significan nada, que no hay condiciones. El como el fruto natural e inevitable de la genuina fe
asunto fue presentado de tal forma que me en Cristo.
di cuenta que las mentes serían confundidas
y no recibirían la impresión correcta en En la clausura de la asamblea de 1893, la in-
cuanto a la fe y las obras, y decidí escribir- fluencia de Prescott desvió a Jones a la suposi-
le. Presentó este asunto demasiado fuerte- ción fanática de que el fuerte pregón era algo im-
mente… Sé lo que usted quiere decir, pero parable. Eso dejó el terreno abonado para el fana-
deja una impresión equivocada en muchas tismo de Anna Rice Phillips.
mentes…
Usted ve realmente esos temas tal como lo La carta de E. White llegó a tiempo para advertir-
hago yo, y sin embargo, debido a sus ex- lo, y Jones se comportó precavidamente. E. Whi-
presiones, hace que estos temas resulten te dedicó las más entusiastas declaraciones de
confusos para las mentes… apoyo al ministerio de Jones después de aquella
Esos asertos vigorosos en cuanto a las carta del 9 de abril de 1893, dado que él se arre-
obras nunca fortalecen nuestra posición.
121
pintió humildemente de su desliz temporal en conocen en sus interpretaciones de la palabra de
aquel episodio de fanatismo. Dios cosas maravillosas procedentes de los oráculos
vivientes que hacen que sus corazones se reanimen
al escucharlas”; “han alimentado al pueblo con pan
[En una carta escrita a S.N. Haskell un año después, del cielo”; “el Señor tiene precisamente a los hom-
E. White afirma que ahora tenía más confianza en bres que él quería”; “han llevado la obra adelante
Jones de la que tuvo antes que errara apoyando a con fidelidad, y han sido los portavoces de Dios”;
Anna Phillips. La carta declara que Jones es el men- “conocen la voz de consejo y la han obedecido”;
sajero escogido del Señor, amado de Dios, su emba- “han traído aguas del pozo de Belén”; “estos agen-
jador. Ese error no habría tenido lugar si Uriah tes escogidos por Dios se habrían gozado en aso-
Smith y G.I. Butler se hubieran unido a Jones y ciarse con Smith y otros, incluido Butler; de haberse
Waggoner como debían haber hecho. “Jones y dado tal unión, hay errores que no habrían tenido
Waggoner oyeron la voz del Señor y sus lectores re- lugar” (Carta H-27, 1894)].

Ningún pecado es excusable

Fue un pecado de impaciencia y falta de dominio probablemente los habríamos tenido en una con-
propio el que puso fin al ministerio de Jones y sideración casi idolátrica. “Muchos de los que no
Waggoner. Pero la experiencia de Moisés en las habían querido obedecer los consejos de Moisés
lindes de Canaán ilustra lo que sucedió a los mientras él estaba con ellos, hubieran estado en
mensajeros. El pecado de Moisés fue igualmente peligro de cometer idolatría con respecto a su
inexcusable, y tuvo que morir a causa de él: un cuerpo muerto, si hubieran sabido dónde estaba
pecado de impaciencia con Israel. Los acusó de sepultado” (ibíd., p. 510). La verdad y la lógica
ser “rebeldes” de forma acalorada e impaciente. de la posición de Jones y Waggoner eran tan
Aunque lo dicho por Moisés era correcto, su es- abrumadoras que no mucho tiempo después de
píritu no lo fue: 1888 bastantes comenzaron a reconocerlo. Pero
la lluvia tardía tuvo que ser postergada para una
“Cuando se arrogó la responsabilidad de generación futura. Los mensajeros deben perma-
acusarlos, contristó al Espíritu de Dios y necer ahora secretamente “sepultados”. Es decir:
sólo le hizo daño al pueblo. Evidenció su había que evitar cualquier ocasión para la idola-
falta de paciencia y de domino propio. Así tría en aquellas generaciones todavía no nacidas
dio al pueblo oportunidad de dudar de que que habrían de venir después. ¿Qué mejor méto-
sus procedimientos anteriores hubieran sido do de “sepultura” cabría imaginar, si no es permi-
dirigidos por Dios, y de excusar sus propios tiendo que los mensajeros extraviaran tristemente
pecados. Tanto Moisés como los hijos de el camino?
Israel habían ofendido a Dios. Su conducta,
dijeron ellos, había merecido desde un Se ha argüido que las numerosas veces que Jones
principio crítica y censura. Ahora habían y Waggoner predicaron después de 1888 son un
encontrado el pretexto que deseaban para indicativo de la aceptación oficial de su mensaje.
rechazar todas las reprensiones que Dios Pero esa no es una deducción válida. Es necesa-
les había mandado por medio de su siervo” rio prestar atención a varios factores: (1) los
(Patriarcas y Profetas, p. 441). miembros laicos y los pastores locales (favora-
bles al mensaje) tenían mayor influencia en la
Si Jones y Waggoner no hubieran manchado su elección de predicadores que en la actualidad; (2)
reputación, futuras generaciones como la nuestra fue necesaria la influencia de E. White exigiendo
122
virtualmente que se les diera audiencia durante hombres, que llegarían a sentir que sus opi-
las sesiones de la Asociación General; (3) sus niones y juicio debían prevalecer en todo
compromisos para predicar les imponían una pe- asunto relativo a las Escrituras, o al manejo
sada carga emocional, dado que muchos dirigen- de la obra de Dios en la tierra” (G.A. Irwin,
tes eran contrarios a su mensaje. Tenemos un Review & Herald, 4 julio 1912). [Obsérvese
ejemplo en la actitud prevalente en la asamblea el fallo en reconocer el mensaje como el “comien-
de 1893, tal como evidencia el Bulletin. zo” de la lluvia tardía y el fuerte pregón].

Por extraño que parezca, muchos que habían des- E. White insistió en que la causa primaria de la
preciado el mensaje de Jones y Waggoner mien- caída de los mensajeros fue la persecución impía
tras se mantenían fieles, los siguieron ferviente- que sufrieron. Eso los separó del amor y confian-
mente cuando finalmente se desviaron de la fe. za de sus hermanos que tanto necesitaban. Los
Eso no hizo más que empeorar las cosas. Un ex- estragos causados por la adulación imprudente
presidente de la Asociación General escribió al tuvieron un papel secundario.
propósito en 1912:
Considerando la naturaleza del mensaje que lle-
“El comienzo de la predicación del mensaje varon, lo único que podía hacer esa doble cir-
de la justificación por la fe en esta denomi- cunstancia era perturbar sus facultades espiritua-
nación provocó al enemigo, quien hizo un les. Si hubieran podido recibir mayor luz, de
gran esfuerzo por detener su difusión. forma que resistieran hasta producirse la victoria,
Cuando fracasó en eso, sustituyó su plan de podrían haber hecho frente al mundo en la fuerza
oponerse por otro método que prometía que han de poseer quienes finalicen la obra de
mayor éxito. Ese nuevo plan debía ligar las Dios en la tierra. Pero una vez que el mensaje fue
mentes del pueblo a los instrumentos hu- rechazado, debían cesar la luz y el poder adicio-
manos llamados por el Señor para promul- nales. A Waggoner se lo había exiliado en Ingla-
gar el mensaje, de forma que llegaran a ser terra, y tanto él como Jones tuvieron que trabajar
considerados como los oráculos de Dios. sin la ayuda de E. White. Conocieron solamente
De ese modo la fe de las personas vendría a el “comienzo” de la luz del fuerte pregón, y eso,
estar centrada en ellos más bien que en Je- aun tratándose de corazones sinceros, no bastó
sucristo, el autor del mensaje. El enemigo para lograr su perfecta santificación (¡no basta
calculó que la adulación y alabanza del para nosotros hoy!)
pueblo enorgullecería de tal modo a esos

Buenas personas que se extravían

Nuestra historia ofrece evidencia adicional acerca ¡Ningún presidente se había encontrado con ante-
de cómo “triunfarían quienes… rechazaron el rioridad frente al comienzo de la lluvia tardía y el
mensaje y los mensajeros” (Carta O19, 1892). El fuerte pregón! E. White intentó ayudarle:
presidente de la Asociación General en 1888 -
G.I. Butler- fue uno de los principales en el re- “Usted alude a su función de presidente de
chazo inicial. Era una persona bondadosa. Tenía la Asociación General como si eso justifi-
un varonil y enérgico don de liderazgo. Pero ha- cara su curso de acción… No tiene derecho
bía de manejar una situación sin precedentes: a herir los sentimientos de sus hermanos.
123
Se refiere a ellos en términos que no puedo cos anarquistas contra quienes tuvieron que vér-
aprobar… Llama niñatos a los hermanos selas los pioneros:
Jones y Waggoner” (Carta 21, 1888).
“Estos queridos hermanos no saben las di-
Cuando su esposa enfermó, el pastor Butler se re- ficultades que teníamos antes de estar or-
tiró -después de 1888- a una hacienda solitaria en ganizados…
Florida. Posteriormente confesó sus actitudes Me parece que si algunas de estas cosas se
erradas y regresó a puestos de elevada responsa- llevan a cabo de la forma en que algunos de
bilidad. El Señor aceptó sus labores posteriores, los buenos hermanos han dicho, eso condu-
tal como sucedió con Uriah Smith, pero ambos ciría finalmente, si se lo aplica en su pleni-
perdieron definitivamente la oportunidad áurea tud, al mismo estado de desorganización
de participar en la lluvia tardía y el mensaje del que tuvimos al principio… No quiero ahora
fuerte pregón. decir nada para herir los sentimientos del
hermano Jones, pues lo amo entrañable-
En el Bulletin de la Asociación General de 1903 mente” (General Conference Bulletin 1903,
se encuentra un ejemplo patético de la forma en p. 146-163).
que la oposición de Butler finalmente “obtuvo la
supremacía” (expresión de A.T. Jones). Durante En la asamblea de 1901 E. White había advertido
esa asamblea Jones y Waggoner formaban parte enfáticamente en contra del “poder controlador
de una minoría que se sentía constreñida por su entre nosotros, ejercido para controlar esta o
conciencia a oponerse a la revisión de la consti- aquella rama de la obra” (General Conference
tución de 1901. En su opinión, la revisión de Bulletin 1901, p. 25 y 26). Esa era la razón prin-
1903 era un paso atrás respecto a los principios cipal por la que había estado amonestando duran-
de reforma de 1901. Si estaban o no en lo cierto, te años a que se emprendiera una reforma y reor-
va más allá de lo que podemos hoy dilucidar, pe- ganización. La tendencia a someter a los obreros
ro indudablemente mantenían su postura en total había sido un rasgo destacado en la presidencia
sinceridad. En el curso del debate hubo “voces” precedente del pastor Butler, a quien E. White di-
pidiendo que el pastor Butler se pronunciara. rigió la carta que se encuentra en Testimonios pa-
ra los ministros, p. 297-300. Ese espíritu fue es-
En siete ocasiones se salió del tema para afirmar pecialmente prominente en los años 1886 a 1888.
cómo amaba a los “queridos” hermanos Jones y Hoy son bien conocidas las reprensiones que le
Waggoner; sin embargo el Bulletin revela que re- hizo a él personalmente. En 1903 escribió: “No
presentó falsamente la posición de ellos, incluso debe perpetuarse el poder controlador que se ha
a pesar de sus protestas verbales. Y a continua- revelado con anterioridad en la Asociación Gene-
ción los sometió al público ridículo (p. 145-164). ral” (Testimonies, vol. VIII, p. 233). Sin embar-
go, el Pastor Butler contradijo públicamente esas
Los mensajeros habían dicho en la Asamblea que declaraciones, negando incluso que pudiera exis-
“el pueblo de Dios debe estar sometido al Señor, tir algo parecido a “poder controlador” en la pre-
y solamente a él. Hay un sólo Pastor, y tiene sólo sidencia de la Asociación General:
un rebaño”, y que primariamente “la junta debe
pertenecer a Jesucristo y servirle a él, dejando de “Perdonaréis a este, uno de los obreros ve-
controlar a los demás y permitiéndoles que pre- teranos que por tantos años ha servido en la
diquen el evangelio dado por Cristo”. El pastor obra, y que ha presidido por trece ejercicios
Butler interpretó eso como una invitación a la la Asociación General, por decir que soy
abolición de toda organización, y comparó injus- incapaz de ver cómo pudiera haber aquí al-
tamente la posición de ellos con la de los fanáti- go de naturaleza controladora. No creo que
124
sea el caso… Lo he ostentado por trece ¿Les estaban clavando un cuchillo en la espalda?
mandatos… Me sentiría profundamente Jones y Waggoner tienen disculpa por pensar que
compungido si creyera que hubiera podido así fue. Jones se levantó en aquel momento para
haber aquí algún ejercicio de poder contro- hacer un llamamiento a los delegados, en tonos
lador… Aunque he desempeñado el cargo trágicos. Pudo significar una herida que jamás
por trece años, hasta donde soy capaz de curaría:
recordar jamás fui reprobado por algo simi-
lar” (General Conference Bulletin 1903, p. “Quisiera hacer ahora una petición a los de-
163). legados y a todos quienes leen el ‘Bulletin’.
Cuando se impriman estos discursos, leed
¡Gran facilidad, la que tenemos los humanos para por favor los del hermano Waggoner y
olvidar! [P.T.] Magan, y después el mío; leedlos
con detenimiento, y si sois capaces de en-
Atrapado en aquel espíritu de disputa, el pastor contrar en alguno de ellos algo que vaya de
J.N. Loughborough hizo un discurso secundando alguna forma en detrimento de la organiza-
al pastor Butler. Se refirió también con desdén a ción, espero que lo marquéis y nos lo en-
las convicciones minoritarias de Waggoner y Jo- viéis, de forma que podamos arrepentirnos
nes. por ello” (ídem.)

En la postura que tomaron en 1903, Jones y El desafío de Jones se tuvo entonces en pie, y
Waggoner no se estaban oponiendo a los verda- perdura hasta hoy. Waggoner y él habían hecho
deros principios de la organización, pero quizá un llamamiento a someterse a Cristo y al Espíritu
tuvieron alguna premonición relativa al estado Santo, en armonía con el mensaje de 1888. Se
que finalmente alcanzaríamos a finales del siglo trataba de una sumisión que haría posible la di-
veinte, cuando resulta tan difícil para los miem- rección del Señor en la conclusión de su obra
bros de comités permanecer fieles a Cristo en mundial. No se estaban oponiendo a la organiza-
contra de la fuerte presión de grupo y de la pers- ción; lo que deseaban ver era que la organización
pectiva de verse marginados. se sometiera a Cristo, a fin de que pudiera cum-
plirse la comisión evangélica. Querían que se re-
Pero la idea de que un comité deba primeramente conociera a Cristo como verdadera Cabeza de la
y por encima de todo someterse a Cristo, y buscar iglesia, y que fuera él quien tomara las riendas de
celosamente la dirección del Señor recordando su organización.
que todos somos hermanos, por alguna extraña
razón despertaba el recelo en Butler y Loughbo- Fueron mal comprendidos y representados.
rough. Este último afirmó: Butler tuvo la última palabra. “Triunfó”, según
expresión de E. White. Por algún motivo, tanto él
“Dicen esos hermanos que no es su propó- como Loughborough ignoraron las protestas de
sito demoler la organización. Bien: creo los mensajeros e ignoraron sus súplicas por im-
que no es ese su propósito, pero es mi pare- parcialidad. ¿Qué podría explicar que obraran de
cer que finalmente se llega al punto en que esa forma, si no es por la presencia de un resen-
no hay constitución ni orden alguno. ‘Fi- timiento hacia ellos, latente durante quince largos
nalmente’, dijeron en los primeros días, años?
‘todos somos hermanos. Si buscamos al
Señor, él nos guiará’” (p. 164). La humillante derrota de Jones y Waggoner en
1903 marcó probablemente el punto de partida de
la amargura que finalmente desarrollarían. Los
125
“queridos hermanos Jones y Waggoner” habrían Waggoner fue un espíritu influyente en di-
sido más que humanos si no hubieran sentido que chos cambios. Parece haberse transformado
estaban recibiendo el súmmum del desprecio, tras él mismo, de ser un predicador a convertir-
quince años de oposición. ¿Podrían abstraerse a se en un doctor. Quizá es lo que le conven-
aquel dolor? ga a él y a sus asociados. Ojalá que le vaya
bien en todo” (Carta, 9 septiembre 1904).
Su súplica por sumisión a Cristo por encima de
cualquier sometimiento al control humano, estaba Uno se pregunta cómo una carta así pudo ayudar
en armonía con los frecuentes llamamientos de E. al Dr. Kellogg en aquel momento delicado que
White y con la propia Escritura, pero lógicamen- atravesaba.
te sólo podía prosperar si el Espíritu Santo era
acogido mayoritariamente entre nosotros. Hay quien acusa a Jones de codiciar el puesto de
presidente de la Asociación General. La acusa-
La persistente actitud del corazón del pastor ción puede o no ser cierta. Los libros del cielo
Butler queda ilustrada en una carta dirigida al Dr. registran los motivos del corazón mejor de lo que
Kellogg un año después. En ella deja claro que podemos hacer en nuestra limitada comprensión
nunca se arrepintió de su ceguera de 1888. No de las sombras difuminadas del pasado. Sin duda
podía evitar seguir culpabilizando a Waggoner su mejor juicio debió convencerlo de que no es-
por males que perturbaban la causa, y consideró taba dotado para la administración, o para dirigir
la derrota de este como una bendición: Review & Herald. Sus “credenciales celestiales”
le habían sido concedidas con un propósito dife-
“Mantengo precisamente las mismas opi- rente: el de ser un heraldo del evangelio del fuer-
niones que siempre he sostenido desde que te pregón para la iglesia y para el mundo. Eso era
comencé a ser un estudiante de la Biblia… encargo sobrado y suficiente para la labor que un
El último equipo que ha venido a la direc- ser humano puede desempeñar. Cuando esa mi-
ción después que dejé mi cargo [como pre- sión fracasó, Jones perdió la paciencia de los san-
sidente de Asociación General], de alguna tos.
forma ha remodelado las cosas. El pastor

El espíritu de 1888 y la tragedia de Kellogg

E. White refiere que en la convención de Min- [la luz sobre la reforma pro-salud], recha-
neapolis el Dr. Kellogg estaba genuinamente zan a Dios. Uno tras otro de entre quienes
convertido (General Conference Bulletin 1903, p. se esperaba algo mejor, dijeron que todo
86). Son abundantes sus declaraciones apoyando venía del Dr. Kellogg y le hicieron la gue-
el carácter y sincera devoción de Kellogg. Re- rra. Eso tuvo una influencia nociva sobre el
producimos una de las últimas: doctor, que cedió al resentimiento y la re-
presalia” (General Conference Bulletin
“Dios ha concedido al Dr. Kellogg el éxito 1903, p. 86).
que ha tenido… Dios no aprueba los es-
fuerzos realizados por algunos con el fin de Una carta dirigida al pastor Butler, quien era pre-
dificultar hasta donde les sea posible la sidente de la Asociación General en 1888, indica
obra del Dr. Kellogg… Los que rechazan que la apostasía final de Kellogg fue también “en
126
gran medida” nuestra responsabilidad. Desde de sinceridad… ¿Cómo debe sentirse el
luego, no era la voluntad de Dios: doctor, observado siempre con recelo?...
¿Habrá de continuar por siempre?... Cristo
“Algún día se verá que nuestros hermanos pagó el precio de la redención por su alma,
y hermanas no han sido inspirados por el y el diablo hará todo lo que pueda para
Espíritu Santo en su trato hacia el Dr. Ke- arruinarla. Que ninguno de nosotros sea su
llogg. Sé que vuestras opiniones sobre el ayudante en esa obra” (Carta B21, 1888).
doctor no son correctas. Dios no va a apro-
bar vuestra actitud hacia él… Podéis seguir Los que están en el corazón mismo de la
un curso de acción que debilite de tal ma- obra han sido indulgentes con sus propios
nera la confianza que él tiene en sus her- deseos de una forma en que han deshonra-
manos, que haga imposible que le resultéis do a Dios… El Dr. Kellogg no recibió apo-
de ayuda cuándo y dónde él la necesite… yo en la obra de la reforma pro-salud…
Tuvo que asumir la obra que otros dejaron
No conozco a ningún otro entre nosotros de hacer. Ha sido muy injusto el espíritu de
cualificado para desempeñar la obra que el crítica mostrado desde el principio hacia su
Dr. Kellogg ha efectuado. Ha necesitado la obra, y la ha convertido en difícil… Es un
simpatía y confianza de sus hermanos… hecho la lentitud de nuestros pastores en
Debieron haber seguido un curso de acción hacer avanzar la reforma pro-salud… Eso
que ganara y mantuviera su confianza… ha causado la pérdida de confianza en ellos
Pero en lugar de eso ha habido un espíritu por parte del Dr. Kellogg” (Ms. 13, 1901,
de sospecha y crítica. Diary, enero 1898).
Si el doctor fracasa en cumplir su deber y
en ser finalmente un vencedor, aquellos Se había rechazado el “maná” de 1888, y ahora
hermanos que fallaron por su falta de sabi- comenzaba a manifestarse aquello en que se
duría y discernimiento al no ayudar allí transformaba el antiguo maná dado a Israel,
donde su ayuda era necesaria, serán en gran cuando no se lo comía fresco: se descomponía.
medida responsables… Cuando un alimento es altamente nutritivo, se
Sus hermanos a veces perciben realmente echa a perder más rápidamente que si fuera des-
que Dios está empleando al doctor para el vitalizado. Perdimos a tres grandes hombres, ex-
desempeño de una obra para la que ningún traordinariamente dotados, que en su tiempo die-
otro es idóneo. Pero entonces reciben una ron evidencia de haber sido verdaderamente or-
cantidad abrumadora de informes negativos denados por el Cielo. No fue una labor grata pro-
sobre él y quedan perplejos. Los aceptan cesar el maná descompuesto, y la historia que si-
parcialmente y concluyen que el Dr. Ke- guió es por demás triste.
llogg debe ser realmente hipócrita y falto

Conclusión

Las últimas palabras que el Dr. Waggoner escri- co plenamente la bondad superior de los herma-
bió antes de su muerte repentina el 28 de mayo nos en la denominación. Sería desagradecido si
de 1916, se encuentran en una carta que escribió no reconociese la luz que Dios me dio. Nunca he
a M.C. Wilcox: “No cuestiono, sino que reconoz- podido comprender por qué me la concedió a mí,
127
excepto al considerar la base sobre la que él otor- Battle Creek en su lecho de muerte nos manifestó
ga sus dones: no de acuerdo a los méritos, sino a personalmente su certeza de que Jones murió
la necesidad”. como un auténtico cristiano.

No nos corresponde especular acerca de si será La apropiada y autorizada reimpresión de sus


finalmente salvo o no. Pero si los citados fueron mensajes escritos durante el tiempo en que fue-
sus últimos pensamientos y Dios en su infinita ron fieles, publicada en un espíritu de sincero
sabiduría y misericordia encontró la manera de apoyo, propiciaría para esta generación una vi-
salvarlo, ciertamente Waggoner se declarará in- sión refrescante del evangelio en su pureza. Y
digno. ¿Acaso alguno de nosotros nos sentiremos una vez reunidos los fragmentos restantes para
de otro modo? que no se pierda nada, podríamos presentar nues-
tra petición confiadamente al trono de la gracia a
Una de las últimas cartas que tenemos de Jones fin de recibir el pan que necesitamos, el alimento
antes de morir, revela un espíritu humilde de adecuado para nuestra situación actual.
completa confianza en el mensaje adventista del
séptimo día y en el ministerio de E. White (12 de Tan ciertamente como hay un Dios viviente, esa
mayo de 1921). La enfermera que lo atendió en oración no quedará sin respuesta.

128
Capítulo 11

Las crisis alfa y omega

En los tempranos 1900 la iglesia adventista estu- vamente dedicados, y sabedores de lo que signi-
vo a punto de ser arrollada por una terrible crisis fica soportar privaciones. Aunque profesando la
conocida como la herejía del panteísmo. E. White verdad en toda sinceridad, se las arreglaron de
la describió como el “alfa” de “espíritus seducto- alguna forma para ignorar o rechazar la realidad
res y doctrinas de demonios”. ¿Pudo ese engaño de ella. Lo sucedido constituye uno de los acon-
“alfa” estar relacionado con el rechazo preceden- tecimientos más sorprendentes en la historia de la
te a la luz de 1888? obra de Dios.

En proporción directa con la falta de discerni- Los hermanos eran sinceramente inconscientes
miento y comprensión de la luz genuina, resulta de una actitud del corazón que se manifestó en
acogida la falsificación de la misma, que no se una reacción no santificada contra la más glorio-
reconoce ni comprende en su verdadera naturale- sa luz que jamás haya brillado sobre esta iglesia.
za. Después de 1888 se nos dijo que la apostasía Pero no eran peores de lo que somos nosotros por
interna sería de naturaleza insidiosa y sutil, y se naturaleza. Somos un solo cuerpo con ellos.
difundiría con facilidad antes que se la pudiera
discernir. En consecuencia, el pecado de rechazar aquella
luz del fuerte pregón jamás puede ser verdadera-
A lo largo de la historia ha permanecido como mente vencido hasta que aquellos motivos no
ley inalterable ese principio del engaño sobreve- percibidos, igualmente presentes en nuestros co-
nido, una vez que se rechaza la luz. Jesús declaró razones, afloren a nuestra conciencia. La purifi-
a los dirigentes judíos: “Yo he venido en nombre cación del santuario debe ciertamente incluir esa
de mi Padre y no me recibís; si otro viniera en su obra. Aquello que fracasamos en creer hace un
propio nombre, a ese recibiríais” (Juan 5:43). siglo, debemos aprenderlo transitando el largo
Necesitamos una comprensión veraz de la era rodeo que nosotros mismos hicimos inevitable.
que siguió a 1888, a fin de reconocer las “chis- Nuestra historia es el resultado de principios di-
pas” que sustituyeron a la luz verdadera. vinamente ordenados para llevarnos a la reconci-
liación con Cristo.
En la era de 1888 el ministerio estaba compuesto
por hombres bondadosos, consagrados, intensi-

La crisis “alfa” de principios del siglo XIX, un modelo

Aquello que sólo ganaría por amor, el Señor no proceder? Pero su paciente sabiduría vencerá fi-
lo va a procurar por la fuerza, ni quiere conse- nalmente, porque es la sabiduría del amor, una
guirlo mediante el temor. Eso explica su gran pa- estrategia genuinamente divina. ¡Comprender la
ciencia con nuestra desviación. ¿Qué más podría historia de 1888 significa poderosas buenas nue-
hacer, excepto esperar que aborrezcamos nuestro vas!
129
Tanto en 1844 como en 1888, el rechazo de la luz un apartamiento del Dios vivo, una desvia-
hizo inevitable que cayésemos en el engaño. Ese ción hacia los hombres, y se pone la sabi-
principio operó cuando ciertos pioneros adventis- duría humana en lugar de la divina.
tas rechazaron la luz adicional relativa a la ver- Dios despertará a sus hijos; si otros medios
dad del santuario: fracasan, se levantarán herejías entre ellos,
que los zarandearán, separando el tamo del
“Vi que una luz excesivamente brillante trigo” (ibíd., p. 312).
procedía del Padre hacia el Hijo, y desde el
Hijo ondeaba sobre el pueblo que estaba En la asamblea de Minneapolis se nos dijo que el
delante del trono. Pero pocos recibían esta fracaso en avanzar bajo la dirección de Cristo nos
gran luz. Muchos salían de debajo de ella y expondría a caer en manos de la dirección de Sa-
la resistían inmediatamente; otros eran des- tanás sin que nos diéramos cuenta de ello:
cuidados y no apreciaban la luz, y esta se
alejaba de ellos… “A menos que se acepte su verdad, Dios re-
tirará su Espíritu…
Los que se levantaron con Jesús elevaban Ojalá pudierais ver y sentir que a menos
su fe hacia él en el lugar santísimo, y roga- que avancéis, estáis retrocediendo, y Sata-
ban: ‘Padre mío, danos tu Espíritu’… nás se ha dado cuenta de ello y ha sabido
tomar ventaja de la mente humana… La ba-
Me di vuelta para mirar la compañía que talla está aquí ante nosotros” (Ms. 8, 1888;
seguía postrada delante del trono y no sabía Olson, p. 264 y 265).
que Jesús la había dejado. Satanás parecía
estar al lado del trono, procurando llevar Refiriéndose nuevamente a Minneapolis, E. Whi-
adelante la obra de Dios. Vi a la compañía te describió así la senda descendente:
alzar las miradas hacia el trono, y orar:
‘Padre, danos tu Espíritu’. Satanás soplaba “Dios ha dispuesto que en este tiempo se dé
entonces sobre ella una influencia impía… un ímpetu fresco y nuevo a su obra. Satanás
El objeto de Satanás era mantenerla enga- lo ve y se determina a impedirlo… Aquello
ñada, arrastrarla hacia atrás y seducir a los que es alimento para las iglesias se percibe
hijos de Dios” (Primeros escritos, p. 55 y como si fuera peligroso, no debiéndolo dar.
56). Y se permite que esa pequeña diferencia en
las ideas conmueva la fe, cause apostasía,
Después de 1888 operó ese mismo elemen- quebrante la unidad y siembre la discordia,
to de engaño que se había dado tras el re- todo debido a que no saben contra lo que
chazo de la luz que el Cielo envió relativa están luchando” (Ms. 13, 1889. Original sin
al santuario. Refiriéndose a la crisis, E. atributo de cursivas).
White escribió en 1889: “Cuando el Señor
tiene luz para su pueblo, no es de esperar El enemigo vio que la reacción de muchos contra
que Satanás se quede tranquilo, sin hacer la luz de 1888 le brindaba su mejor oportunidad
esfuerzos para impedirles que la reciban” para obtener una victoria decisiva:
(Joyas de los testimonios, vol. II, p. 317).
“El enemigo de Dios y del hombre no quie-
“Habrá muchos, como en los tiempos anti- re que se presente claramente esta verdad,
guos, que se aferrarán a la tradición y ado- puesto que sabe que si se la recibe plena-
rarán lo que no conocen… mente resultará quebrantado su poder…
Lo cierto es que ha habido entre nosotros [Cristo] nos advirtió a estar en guardia con-
130
tra falsas doctrinas… Se nos presentarán “El pueblo de Dios falló de forma lamenta-
muchas falsas doctrinas como siendo ense- ble en traer el poder divino a su experien-
ñanzas de la Biblia… Dios quiere que sea- cia, y se ha evidenciado el resultado predi-
mos sagaces… y que recordemos las adver- cho… las mentes han sido tomadas cauti-
tencias que nos ha dado a fin de que en la vas por teorías falsas e ideas erróneas”
crisis que se cierne ante nosotros no nos (Christ Our Righteousness, p. 89).
encontremos del lado del gran engañador”
(Review & Herald, 3 septiembre 1889). E. White estaba preocupada. El tiempo del fuerte
pregón es una ocasión de gozosa expectativa, pe-
“Los que tienen gran luz y no han andado ro también de peligro. La crisis posterior a 1888
en ella, tendrán tinieblas correspondientes a señaló una nueva era, según ella misma expresó:
la luz que han despreciado” (Testimonios
para los ministros, p. 163). “De aquí en adelante tendremos un conflic-
to constante… Se me presentaron las si-
Puesto que la luz que vino en 1888 era la verdad guientes palabras de las Escrituras: ‘Y de
del mensaje del tercer ángel, era de esperar que el vosotros mismos se levantarán hombres
enemigo aprovechara la oportunidad para con- que hablen cosas perversas para arrastrar
fundir nuestra comprensión de esa verdad: tras sí a los discípulos’ (Hech. 20:30). Esto
se verá ciertamente entre el pueblo de
“Satanás está ahora obrando con todo su Dios… habrá quienes… tomarán equivoca-
poder de insidia y engaño para desviar a los damente el error por luz y declararán que el
hombres del mensaje del tercer ángel que error especioso es luz, tomarán equivoca-
ha de ser proclamado con gran poder… damente los fantasmas por cosas reales, y
Obrará con poder magistral para traer el fa- las cosas reales por fantasmas… Caerán en
natismo de una parte y el frío formalismo engaños y errores que Satanás ha preparado
de la otra, a fin de reunir una cosecha de como redes ocultas para enredar los pies de
almas. Es tiempo de que velemos sin cesar. los que piensan que pueden andar guiados
Estad vigilantes, impedid que Satanás dé por su sabiduría humana sin la gracia esen-
entre nosotros el más mínimo paso de cial de Cristo… Aceptarán un error tras
avance… otro hasta que sus sentidos resulten perver-
Algunos no harán un uso correcto de la tidos” (Ms. 16, 1890; El evangelismo, 431).
doctrina de la justificación por la fe” (Spe-
cial Testimonies, series A, nº 1, p. 63 y 64, Si bien es cierto que el enemigo procuró enga-
1890). ñarnos antes de 1888, sus más persistentes ata-
ques tuvieron lugar con posterioridad. Es sólo por
“A menos que el poder divino sea traído a haber rechazado previamente la luz, por lo que
la experiencia del pueblo de Dios, las men- pudieron sobrevenirnos los engaños referidos ba-
tes resultarán cautivadas por teorías falsas e jo el epígrafe “alfa”:
ideas erróneas” (Review & Herald, 3 sep-
tiembre 1889). “En el tiempo del fuerte pregón del tercer
ángel estarán en peligro los que en alguna
A.G. Daniells reconoció en 1926 que la adver- medida han resultado cegados por el
tencia era justificada, que se había cumplido enemigo y no se han recuperado plenamen-
aquella profecía: te de la trampa de Satanás, puesto que será
difícil discernir la luz del cielo y estarán in-
clinados a aceptar la falsedad. Su experien-
131
cia errónea influirá en sus pensamientos, gración, e inventará muchas cosas que tien-
decisiones, proposiciones y consejos. Las dan a dejar sin efecto los mensajes de Dios.
evidencias que Dios ha dado no parecerán No podemos estar seguros confiando en
evidencias para quienes cegaron sus ojos hombres que no están estrechamente unidos
eligiendo las tinieblas antes que la luz. Tras con Dios. Los tales aceptarán las opiniones
haber rechazado la luz, producirán teorías de los hombres, pero no pueden discernir la
que ellos llamarán “luz”, pero Dios las lla- voz del verdadero Pastor, y su influencia
ma chispas encendidas por ellos mismos, y servirá para extraviar a muchos” (Review &
serán las que dirijan sus pasos. Herald, 13 diciembre 1892).
Muchos rechazarán las palabras enviadas
por el Señor, mientras que recibirán como Tras la asamblea de 1893, E. White vio que nos
luz y verdad las palabras que el hombre amenazaban engaños sin precedente: “Parece ha-
pueda hablar. Jesús afirma: ‘He venido en ber desaparecido el discernimiento, y [muchos]
nombre de mi Padre y no me recibís; si otro carecen de poder para discernir entre la luz que
viniera en su propio nombre, a ese recibi- Dios les envía y las tinieblas procedentes del
ríais’ (Juan 5:43). La sabiduría humana enemigo de sus almas” (Review & Herald, 7
apartará de la negación del yo, de la consa- agosto 1894).

El peligro de impacientarse

En la era 1888 algunos deseaban avanzar con cuentro de Minneapolis según palabras de E. White
Cristo en el inmenso gozo espiritual de concluir (General Conference Bulletin 1903, p. 86). W.W.
Prescott, que durante un tiempo enseñó ciertos as-
la comisión evangélica. Pero el cuerpo de la igle- pectos del mensaje, enseñó también panteísmo en
sia (sus dirigentes especialmente) no estaba pre- los inicios de la crisis. Hasta el propio Waggoner
parado. Contrariamente a lo que pretendería el erró en algunas de sus expresiones, dando a sus
predeterminismo calvinista, el Señor tuvo que al- opositores ocasión de acusarle de ser panteísta a pe-
terar su propósito y permanecer con su pueblo. Si sar de que E. White nunca le hizo un reproche a ese
respecto. Algunos concluyen hoy equivocadamente
éste no le seguía, habría de ser él quien siguiera que el mal del panteísmo está implícito en el mensa-
con ellos. je de 1888.

Eso constituyó una circunstancia probatoria para Tratándose de expresar verdad vital, se impone la
algunos de temperamento más entusiasta que la más estricta precisión, puesto que el camino del
mayoría. Se los debió instar a “no precipitarse error y el de la verdad discurren cercanos. Eso se
aplica especialmente al mensaje que constituyó el
delante del Maestro”, sino a “seguir el camino comienzo de la lluvia tardía y el fuerte pregón. Los
que él abre” (Testimonios para los ministros, p. conceptos de 1888 enfatizan cuán cercano a noso-
228). Tal como hizo Moisés con Israel después tros vino el Salvador en su encarnación y ministerio
de Cades-Barnea, E. White permaneció hasta su mediante el Espíritu Santo. La oposición determina-
muerte con la iglesia, a pesar de que ésta no si- da y persistente desconcertó a los mensajeros, dis-
torsionando el compañerismo cristiano. Obligado
guiera la dirección del Señor. innecesariamente a ponerse a la defensiva, y privado
de la sana instrucción y corrección fraternales,
[Parece una fatalidad del destino que el líder desta- Waggoner sobrepasó, tras años de fidelidad, la es-
cado de la apostasía “alfa” fuera J.H. Kellogg, quien trecha línea que separa la preciosa verdad del error].
estaba genuinamente convertido en ocasión del en-

132
El ejemplo de E. White permanece hasta el día de “La iglesia adventista del séptimo día debe
hoy como un consejo y ejemplo admirables. Los ser pesada en la balanza del santuario… Si
críticos seres humanos no tienen tanta paciencia las bendiciones conferidas no la capacita-
como el Señor. No es el Señor, sino la iglesia, la ron para cumplir la obra que se le confió, se
responsable de la prolongada demora. ¿Por qué pronunciará contra ella la sentencia: ‘Ha-
permite Dios que la apostasía irrumpa en su igle- llada falta’…
sia? La historia de Israel arroja luz sobre la nues- A menos que la iglesia contaminada por la
tra: apostasía se arrepienta y se convierta, co-
merá del fruto de sus propias obras hasta
“Hasta en la iglesia misma ha permitido que se aborrezca a sí misma. Si resiste el
Dios que los hombres pongan a prueba su mal y busca el bien; si busca a Dios con to-
propia sabiduría en este asunto… Cuando da humildad… será sanada. Aparecerá en la
en el pueblo hubo instructores infieles, el sencillez y pureza que provienen de Dios,
resultado fue la debilidad y la evidente de- exenta de todo compromiso terrenal, de-
cadencia de la fe del pueblo de Dios; pero mostrando que la verdad la ha hecho real-
Dios actuó purificando el campo, y levantó mente libre. Entonces sus miembros serán
a quienes fueron probados y hallados fieles. verdaderamente elegidos de Dios para ser
sus representantes.
En algunas ocasiones la apostasía hace in- Ha llegado la hora de hacer una reforma
cursión en las filas, cuando aquellos que completa. Cuando principie, el espíritu de
debieron seguir los pasos de su Dirigente oración animará a cada creyente, y el espí-
divino expulsan la piedad de sus corazo- ritu de discordia y de revolución será deste-
nes… Pero Dios envía al Consolador como rrado de la iglesia… Todos estarán en ar-
reprensor del pecado, a fin de advertir a su monía con el pensamiento del Espíritu”
pueblo de su apostasía y reprenderlo por su (Joyas de los testimonios, vol. III, p. 251 y
recaída” (Review & Herald, 15 diciembre 254. Original sin atributo de cursivas).
1891).
Disidentes fanatizados citan fragmentos de este
Pero hay buenas nuevas al final del largo rodeo. pasaje, en la pretensión de demostrar que el Se-
Llevará a la iglesia a una verdadera comprensión ñor ha rechazado a la iglesia; pero muy al contra-
de su condición y a un arrepentimiento genuino rio: en su debido contexto, E. White está aquí
en una experiencia que será la mayor de su géne- prediciendo una experiencia de arrepentimiento
ro en toda la historia: denominacional.

“Toda la iglesia”

Algunas declaraciones inspiradas parecen afirmar El contexto resuelve la aparente contradicción:


que nunca se va a arrepentir “toda la iglesia”, ni Antes que tenga lugar el “zarandeo”, no se va a
va a cooperar con Cristo en su totalidad. Son ci- reavivar “toda la iglesia”; después del zarandeo,
tas favoritas de mentes separatistas. Pero otras “toda la iglesia” va a cerrar filas. Observemos
declaraciones afirman lo contrario. ¿Acaso se ambos tipos de declaraciones:
contradice E. White?
133
“¿Esperamos ver que se reavive toda la seno del pueblo de Dios… se manifestaba
iglesia? Ese tiempo nunca llegará. un espíritu de sincera conversión… El
Hay personas en la iglesia que no están mundo parecía iluminado por la influencia
convertidas y que no se unirán a la oración divina… Sin embargo, algunos rehusaban
ferviente y eficaz. Debemos hacer la obra convertirse… Esas personas avarientas se
individualmente” (Mensajes selectos, vol. I, separaron de la compañía de los creyen-
p. 142. Escrito en 1887). tes” (Joyas de los testimonios, vol. III, p.
345. Original sin atributo de cursivas).
Tras haberse escrito lo anterior, el mensaje de
1888 trajo una visión y esperanza renovadas. “El Espíritu Santo debe animar e impregnar
Ahora E. White se expresó en términos más posi- toda la iglesia, purificando los corazones y
tivos. El nuevo mensaje le levantó el ánimo: uniéndolos unos a otros…
El propósito de Dios es glorificarse a sí
“Cuando sea derramada la lluvia tardía, la mismo delante del mundo en su pueblo”
iglesia será revestida de poder para efec- (Joyas de los testimonios, vol. III, p. 289 y
tuar su obra; pero la iglesia como un todo 190. Original sin atributo de cursivas).
nunca lo recibirá hasta que sus miembros
hayan desechado toda envidia, toda mala Refiriéndose al tiempo del arrepentimiento y re-
sospecha y toda maledicencia” (Review & forma, cuando sea recibida la lluvia tardía, la
Herald, 6 octubre 1896. Original sin atributo sierva del Señor predijo:
de cursivas).
“El temor de Dios, el sentido de su bondad
“Cuando la iglesia se despierte… los y su santidad, circulará por cada institu-
miembros tendrán afán por las almas de los ción. Una atmósfera de amor y paz permea-
que no conocen a Dios… Dios obrará me- rá cada departamento. Toda palabra que se
diante una iglesia consagrada y abnegada, diga, toda labor que se realice, tendrá una
y revelará su Espíritu en una forma visible influencia que corresponda a la influencia
y gloriosa… Cuando el pueblo de Dios re- del Cielo… Entonces la obra avanzará con
ciba este Espíritu, irradiará poder” (Men- solidez y fortaleza duplicadas… La tierra
sajes selectos, vol. I, p. 136 y 137. Escrito será iluminada con la gloria de Dios, y
en 1898. Original sin atributo de cursivas). nuestra tarea será dar testimonio de la pron-
ta venida, en poder y gloria, de nuestro Se-
“Cuando la iglesia haya dejado de merecer ñor y Salvador” (El ministerio médico, p.
el reproche de indolencia y pereza, el Espí- 242. Escrito en 1902).
ritu de Dios se manifestará misericordio-
samente… La tierra será alumbrada con la A fin de alcanzar esa meta será necesario que
gloria del Señor. comprendamos nuestra propia historia. “No te-
Los ángeles del cielo han esperado por mu- nemos nada que temer por el futuro, excepto que
cho tiempo la colaboración de los agentes olvidemos la manera en que el Señor nos ha con-
humanos –de los miembros de la iglesia- en ducido” (Testimonios para los ministros, p. 31).
la gran obra que debe hacerse” (Joyas de Los corazones sinceros lo verán y se alegrarán:
los testimonios, vol. III, p. 308. Original sin
atributo de cursivas). “Hemos de mantenernos cerca de nuestro
gran Caudillo, o seremos confundidos y
“En visiones de la noche pasó delante de perderemos de vista la Providencia que
mí un gran movimiento de reforma en el preside sobre la iglesia, sobre el mundo y
134
sobre cada individuo. Dios obrará en forma Hay un día que pronto ha de amanecer so-
profundamente misteriosa. Podemos perder bre nosotros, cuando los misterios de Dios
los rastros de Dios y seguir nuestro propio serán comprendidos y todos sus caminos
aturdimiento diciendo: ‘Tus juicios no son vindicados” (Testimonios para los minis-
conocidos’; pero si el corazón es leal a tros, p. 432 y 433).
Dios, todas las cosas serán aclaradas.

La herejía panteísta

El mensaje de 1888 había de resultar en un cora- 28, 1890; Mensajes selectos, vol. II, p. 446-
zón contrito y enternecido, capaz de apreciar la 448).
cruz de Cristo. La justicia dependía de una fe
como esa. Pero la arrogancia del orgulloso cora- En Minneapolis la oposición quería “permanecer
zón humano se resistía en muchos a la humildad en los antiguos hitos”. Nada habría podido agra-
requerida. Obsérvese que ese orgullo autosufi- dar más al enemigo que ver a nuestro pueblo
ciente fue el terreno donde pudo enraizar el en- abandonando aquellos hitos.
gaño que siguió. De no haber existido ese orgullo
infiel, hasta las más sutiles tentaciones de Satanás Pero ante el fracaso de la artillería pesada, el
habrían resultado impotentes. No hay razón por enemigo tiene un ejército de termitas preparado
la que hubiera de hacer incursión el engaño “al- para la acción. Las ideas erróneas acariciadas por
fa”, excepto por el orgullo que siguió a 1888: largo tiempo, originadas en el padre de la aposta-
sía, pueden minar sutilmente nuestra compren-
“Vivimos en medio de los peligros de estos sión de la verdad. Esas termitas no quebrarán vi-
últimos días, cuando se oirán voces que di- siblemente los pilares de la verdad, pero pueden
rán en todas partes: ‘He aquí el Cristo’, ‘He carcomer nuestra fe desde el interior, dejándonos
aquí la verdad’, mientras la preocupación sólo con una apariencia exterior del mensaje de
de muchos consiste en desarraigar el fun- los tres ángeles. No estaba fuera del alcance de la
damento de nuestra fe que nos ha hecho sa- inteligencia satánica el intentar un ataque como
lir de las iglesias y del mundo para consti- ese después de 1888, y la incursión del panteísmo
tuir un pueblo peculiar… así lo demuestra:
La verdad para este tiempo es preciosa, pe-
ro aquellos cuyos corazones no han sido “Los autosuficientes… profesarán estar
quebrantados al caer sobre la Roca que es obrando por Dios, pero en realidad estarán
Cristo Jesús, no verán ni comprenderán qué rindiendo servicio al príncipe de las tinie-
es la verdad. Aceptarán aquello que place a blas. No habiendo ungido los ojos con coli-
sus ideas y comenzarán a preparar otro rio celestial, su comprensión resultará en-
fundamento diferente del que ya ha sido ceguecida, e ignorarán las maquinaciones
puesto. Halagarán su propia vanidad y es- por demás engañosas del enemigo. Su vi-
tima pensando que son capaces de quitar sión resultará pervertida debido a su de-
las columnas de nuestra fe para reemplazar- pendencia de la sabiduría humana, que para
las por pilares inventados por ellos” Dios es necedad” (Danger of Adopting
(Elmshaven Leaflets, The Church, nº 4; Ms. Worldly Policy, p. 4; 1890).

135
Estaban ocurriendo cosas subrepticiamente, pu- apenas podrá ser distinguida de la que con-
diéndose decir del prejuicio contra 1888 que duce a la santidad y al cielo. Pero el ojo de
“nunca se desarraigaron sus raíces, y todavía la fe puede discernir que lleva una direc-
producen su fruto impío para emponzoñar el jui- ción divergente del camino recto, aun
cio, pervertir las percepciones y cegar el enten- cuando sea en forma casi imperceptible. Al
dimiento... Cuando, mediante una confesión ca- principio puede pensarse que es positiva-
bal, destruyáis la raíz de amargura, veréis luz en mente recta, pero después de un tiempo se
la luz de Dios” (Testimonios para los ministros, ve que se aparta mucho de la senda segura
p. 467). Para la mayoría de los hermanos esa que conduce a la santidad y al cielo” (Tes-
“confesión cabal” no llegó nunca. Cortar la parte timonios para los ministros, p. 229; 1894).
superior y dejar las raíces intactas era exactamen-
te lo que satisfaría al enemigo: Todavía más incisiva si cabe, fue esta adverten-
cia:
“La política mundana está tomando el lugar
de la piedad y sabiduría verdaderas que “Se va a manifestar entre nosotros el fana-
proceden de lo alto, y Dios va a retirar su tismo. Vendrán engaños, y de un carácter
mano benefactora de la Asociación. ¿Le se- tal que engañarán si fuese posible a los
rá retirada a este pueblo el arca del pacto? mismos escogidos. Si tales manifestaciones
¿Se van a introducir ídolos de contrabando? incluyeran inconsistencias flagrantes y de-
¿Se incorporarán al santuario falsos princi- claraciones falsas, no serían necesarias las
pios y preceptos? ¿Se va a dar crédito al an- palabras [de advertencia] pronunciadas por
ticristo? ¿Se van a ignorar las verdaderas el Gran Maestro…
doctrinas y principios que Dios nos dio, y La razón por la que levanto la señal de pe-
que han hecho de nosotros lo que somos?... ligro es porque mediante la iluminación del
A eso es a lo que el enemigo nos está direc- Espíritu Santo de Dios puedo ver aquello
tamente llevando por medio de hombres que mis hermanos no disciernen” (Carta
cegados y carentes de consagración” (Ms. 68, 1894).
29, 1890).
“El camino de la presunción discurre muy
En 1894 se nos advirtió con intensidad creciente, próximo al de la fe… si no se hace una
exponiendo de nuevo la sutil astucia satánica: obra cabal, ferviente, sensata y sólida como
una roca en el desarrollo de toda idea y
“Los ángeles de Satanás… originan aquello principio… el resultado será la ruina de las
que algunos pretenderán que es luz adicio- almas” (Carta 6a, 1894).
nal, que proclamarán como cosa nueva y
maravillosa; aunque en algunos aspectos el Ese mismo año E. White escribió sobre la posibi-
mensaje sea verdadero, estará mezclado lidad de que nuestras escuelas resultaran atrapa-
con invenciones humanas y enseñará como das en las redes de las seducciones satánicas. Pe-
doctrinas mandamientos de hombres… ro nuevamente se expresó en términos esperan-
Puede haber cosas que puedan ser conside- zadores:
radas como ciertas y que aparenten ser
buenas, pero necesitan ser cuidadosamente “Nuestras instituciones de enseñanza pue-
consideradas con mucha oración, pues son den tomar una deriva en conformidad con
engañosas maquinaciones del enemigo para el mundo. Pueden seguir los pasos del
conducir a las almas por una senda que co- mundo; pero son prisioneras de esperanza,
rre tan cerca de la senda de la verdad que y Dios las corregirá e iluminará, y las res-
136
taurará a su posición correcta de distinción munión con el Dios del cielo. Se da más
del mundo” (Review & Herald, 9 enero valor a las aseveraciones de los sabios, que
1894; Fundamentals of Christian Educa- a la sabiduría superior revelada en la Pala-
tion, p. 290). bra de Dios…
Los hombres que el mundo presenta como
La tesis peculiar de la Ciencia Cristiana, popula- admirables ejemplos de grandeza… revis-
rizada ya en 1895 en Nueva Inglaterra, pudo ha- ten al hombre con honor y apelan a la per-
ber arrastrado a algunos de nuestros educadores, fección de su naturaleza. Pintan un cuadro
sembrando la simiente de nuestra particular here- idílico, pero todo es una ilusión… Quienes
jía panteísta de principios de siglo XIX. Desde presentan una doctrina contraria a la Biblia
luego, el panteísmo es totalmente ajeno al mensa- están dirigidos por el gran apóstata… Con
je de los tres ángeles, así como al comienzo del un dirigente como ese –un ángel expulsado
mensaje del cuarto ángel. Es un elemento extraño del cielo-, los supuestamente grandes hom-
que tuvo que ser importado: bres de la tierra son capaces de elaborar
teorías seductoras que fascinan las mentes
“Algunos tienen en mayor estima la asocia- de los hombres” (Youth Instructor, 7 febre-
ción con los hombres de saber, que la co- ro 1895; Fundamentals of Christian Educa-
tion p. 331 y 332).

Una década oscura en nuestra historia

En la víspera de la crisis del panteísmo E. White maldad” (General Conference Bulletin, 1899, p.
percibió que se cernían ante nosotros aconteci- 174).
mientos portentosos:
Aquella misma asamblea de 1899 conoció de
“Se está tendiendo la mano en señal de co- primera mano un trágico ejemplo de engaño. Uno
munión con los mismos que están trayendo de nuestros honorables dirigentes, cuando regre-
teorías y sentimientos falsos, confundiendo saba de Europa para asistir a la asamblea en
las mentes del pueblo de Dios, embotando South Lancaster, hizo amistad durante su travesía
sus sensibilidades relativas a los principios en barco con un empresario que aparentaba ser
rectos… La luz dada, llamando al arrepen- un rico capitán de navío. El ingenioso empresario
timiento, se ha extinguido en las nubes de profesaba aceptar el “mensaje del tercer ángel”.
la incredulidad y oposición traídos por pla- El pastor lo invitó en toda sinceridad a asistir a la
nes e invenciones humanas” (B-19 1/2, asamblea que pronto tendría lugar en South Lan-
1897). caster. El “capitán Norman” consiguió hacer gran
impacto entre los delegados y adventistas locales,
Refiriéndose a la asamblea de la Asociación Ge- entre quienes se incluía una joven a quien propu-
neral de 1899, la Sra. S.M.I. Henry percibió tam- so matrimonio, que ella aceptó.
bién cierto peligro: “De igual forma en que lo
más dulce, cuando se agria, se convierte en lo En la reunión se hizo un llamado ferviente a fin
más repulsivo, volverse contra la mayor luz y de que nuestros miembros se comprometieran a
verdad significa caer en la mayor oscuridad y hacer donaciones para la causa de Dios. El Bulle-
tin de 1899 registra 100 dólares como la dona-
137
ción máxima a la que alguien se comprometiera - La última década del siglo XIX fue un período de
siendo la mayoría de ellas muy inferiores a esa tinieblas y confusión en la sede de nuestra obra.
cifra- hasta que el “capitán Norman” “compro- El notable progreso exterior estaba disfrazando la
metió” 5.000 dólares, que en aquella época era destitución espiritual. Mervyn Maxwell describe
una suma astronómica. Eso puso rápido fin a el contraste llamativo entre el mensaje de 1888 y
otras donaciones. ¿Por qué habría de sacrificarse la condición espiritual de la iglesia:
nuestro pobre pueblo, siendo que el portentoso
neo-converso prometía cincuenta veces más que “La dirección de la obra, los miembros lai-
el siguiente después de él? ¡Lo satisfecho que de- cos, las instituciones, las asociaciones, los
bía estar el Señor con su pueblo, como para ben- campos misioneros y la iglesia como un to-
decirlo tan maravillosamente mediante una ad- do estaba en desesperada necesidad de rea-
quisición como la del capitán Norman! lizar una reforma… [citando a E. White:]
Se produjo ‘una asombrosa apostasía’ entre
El “caballero” resultó ser un agente del diablo, en los hijos de Dios. La iglesia estaba ‘frígi-
palabras de E. White *. Desapareció junto con el da’, y su primer amor se había congelado.
dinero que su flamante novia había ahorrado du- Dirigentes de Battle Creek dieron la espal-
rante toda su vida. Pero los mismos que fueron da al Señor; muchos miembros de la iglesia
engañados por aquel agente del diablo resultarían lo rechazaban como Maestro y, en cambio,
muy pronto igualmente confundidos por lo que E. escogieron a Baal. Presidentes de asocia-
White denominó “doctrinas de demonios” en la ciones se estaban portando como obispos
historia de la apostasía “alfa”. medievales… Una ‘ceguera extraña’ aquejó
al presidente de la Asociación General, de
* [El pastor S.A. Wellman nos refirió el incidente manera que hasta él estaba actuando en
en el invierno de 1945-1950. Lo confirman los re- contra de la luz… ‘todo el Cielo está indig-
gistros del Bulletin de 1899 bajo el encabezamiento nado’” (Dilo al mundo, p. 233).
“capitán Norman”. La joven que aceptó su propues-
ta perdió sus ahorros de toda una vida. Cincuenta
años después del asunto del capitán Norman, ocu- ¿Cuál era el verdadero origen del problema espi-
rrió un incidente similar en la sede de Takoma Park ritual? Habían rechazado el comienzo de la lluvia
cuando el “Dr. Legge”, un astuto delincuente, enga- tardía y del fuerte pregón. Habían desechado la
ñó a algunos dirigentes de la Asociación General mayor oportunidad escatológica jamás otorgada a
con su aparente conversión, interpretada como la
maravillosa bendición del Señor].
un pueblo.

138
Capítulo 12

La apostasía del panteísmo

En el cambio de siglo no había ningún refrigerio El barco era la iglesia adventista, y la “voz auto-
de la lluvia tardía preparando a un pueblo para el rizada” era el testimonio de Jesús. El barco sufrió
retorno de Cristo. En lugar de eso, nuestra iglesia daños que no eran irreparables. Tras la colisión
se enfrentaba a una de las tragedias más graves abandonaron su puesto tres preciosos obreros en
que jamás conociera. Sólo la intervención perso- la causa de Dios, que eran especialmente queri-
nal de la humilde mensajera del Señor salvó el dos por E. White: Jones, Waggoner y el Dr. Ke-
navío de naufragar, tal como había sucedido po- llogg. Si el iceberg se hubiera avistado antes, el
cos años antes al Titanic. barco habría podido esquivarlo y la iglesia habría
evitado la pérdida.
El “iceberg” consistió en la sutil herejía del pan-
teísmo, promovida por algunos de los dirigentes Hay en ese episodio varios aspectos que merecen
más respetados del adventismo, que fueron tan atención especial:
sordos a las advertencias del peligro que amena-
zaba, como lo había sido el capitán de la desafor- (1) Muchos de nuestros pastores y médicos eran
tunada embarcación construida en los astilleros incapaces de discernir la naturaleza de la crisis
de Cunard. panteísta que estallaba delante de sus ojos. Una
densa neblina les impedía ver con claridad. Las
Cuando E. White llegó a temer que nadie hiciera ideas panteístas estaban por entonces a la orden
nada para resolver la crisis provocada por las en- del día, siendo de hecho el emblema de la teolo-
señanzas heréticas del Dr. Kellogg, tuvo un sue- gía progresista. Venían revestidas de una belleza
ño inspirado: hechizante. Aquellas ideas avanzadas eran objeto
de amplia promoción, y pasaban virtualmente sin
“Navegaba un barco en medio de una densa protesta o contestación. “El hecho de que aque-
neblina. De pronto el vigía exclamó: ‘¡Ice- llos a quienes creímos fundados en la fe hayan
berg a la vista!’ Allí, como una elevada to- fallado en discernir la influencia especiosa y
rre por encima del barco, estaba un gigan- mortífera de esa ciencia del mal, debiera alar-
tesco iceberg. Una voz autorizada exclamó: marnos más que cualquier otra cosa” (ibíd., Se-
‘¡Hazle frente!’ No hubo un momento de ries B, nº 7, p. 37).
vacilación. Se demandaba acción instantá-
nea. El maquinista dio marcha a todo vapor (2) De no ser por su singular discernimiento, qui-
y el timonel dirigió el barco directamente zá ni la propia E. White habría podido reconocer
contra el iceberg. Con un crujido golpeó el el sutil error. No obstante, ella esperaba que sus
témpano. Hubo una terrible sacudida, y el hermanos y hermanas estuvieran también en ín-
iceberg se rompió en muchos pedazos que timo contacto con el Espíritu Santo, de forma que
cayeron sobre la cubierta con un estruendo fueran igualmente capaces de discernir:
semejante al trueno. Los pasajeros fueron
violentamente sacudidos por la fuerza de la “Este es un tiempo en el que Satanás ejerce
colisión, pero no se perdieron vidas. El na- su poder engañador, no sólo sobre las men-
vío se dañó, pero no sin remedio. Rebotó tes de jóvenes e inexpertos, sino sobre las
por el contacto, temblando de proa a popa de hombres y mujeres entrados en años y
como una criatura viviente. Entonces siguió de dilatada experiencia. Los hombres en
adelante en su camino” (Special Testimo- posición de responsabilidad corren peligro
nies, Series B, nº 2, p. 55 y 56; también en de cambiar de dirigente” (ibíd., Series B, nº
Mensajes selectos, vol. I, p. 240). 2, p. 48; 1904).
139
“Oí una voz que decía: ‘¿Dónde están los ference Bulletin 1903, p. 83). Más tarde perdió una gran
atalayas que deberían estar en pie sobre las parte de aquella confianza. Los males paralelos de la conti-
murallas de Sión?’ ¿Están durmiendo? Este nua indiferencia ministerial, tanto hacia la reforma pro-
fundamento fue construido por el Obrero salud como hacia el mensaje de 1888, tienen mucho que
Maestro y soportará la tormenta y la tem- ver con el extravío de Kellogg. El fermento espiritual apa-
pestad. ¿Permitirán que este hombre [Dr. recido en Battle Creek por la oposición hacia el mensaje,
Kellogg] presente doctrinas que nieguen la
resultó ser un mal nutriente para el alma de Kellogg.
experiencia pasada del pueblo de Dios? Ha
llegado el tiempo de actuar decididamente”
(ibíd., p. 54; también en Mensajes selectos, La facilidad con que muchos cayeron en engaños,
vol. I, p. 238). especialmente la crisis panteísta, revela el arraigo
de la incredulidad en la década que siguió a Min-
neapolis. Los que mantienen que hubo un arre-
De hecho, la historia hace recaer mayor culpa en pentimiento por la ceguera de 1888, encuentran
la ceguera para reconocer el peligro, por parte de difícil explicar la posterior ceguera del panteís-
los centinelas en los muros de Sión, que en el mo.
descaminado doctor que enseñó la herejía. Somos
muy rápidos condenándolo y nos alegramos por (3) Por desgracia la experiencia probatoria del
la liberación obrada por el Espíritu de profecía.* panteísmo podría no ser la última. Las repetidas
Pero la lección es preocupante: las advertencias advertencias relativas a la necesidad de aceptar el
dadas repetidamente desde 1888 fracasaron en mensaje de 1888 debían haber capacitado a nues-
despertar a la mayoría de nuestro pueblo. tros hermanos para pilotar el barco por ellos
mismos de forma segura a través de las peligro-
* E. White quiso ayudar a Kellogg en la confianza de que sas aguas del panteísmo. Pero se hizo necesaria la
tal cosa era posible. Lo había calificado como “el médico intervención personal y urgente de E. White. De
del Señor”, y dijo de él que había estado genuinamente no haber sido así, el barco se habría ido a pique.
convertido en el encuentro de Minneapolis (General Con-
ference Bulletin, 1903, p. 86). Kellogg afirmó: “Me habría Por lo tanto, Satanás debe tener permiso para
encantado beneficiarme de la crítica amistosa ejercida de probarnos de nuevo, esta vez sin estar personal-
forma en que hubiera podido entenderla, antes de publicar mente en vida el agente del Espíritu de profecía.
el libro [The Living Temple]” (Carta a W.C. White, 24 di- Ha de ser la prueba final que demuestre si es que
ciembre 1903). La oposición pastoral hacia el mensaje de hemos alcanzado la madurez, o si, como niños,
1888, tanto como hacia el mensaje de la reforma pro-salud, necesitamos aún el tutelaje personal de alguien
lo habían sumido en el desánimo (Carta EGW K-18, 1892; que nos acompañe paso a paso. Es inevitable
K-86a, 1893). Kellogg dijo, refiriéndose a su juventud: concluir que la crisis panteísta no fue más que el
“Cuando comprendí los principios de la reforma pro-salud “alfa”, a la que debe suceder una “omega” en co-
me parecieron tan bellos y consistentes que los acepté de rrespondencia. Ahora mismo puede estar más
inmediato. Después tuve una lucha tal contendiendo en fa- próxima de lo que pensamos:
vor de ellos, que llegué a no amar a nadie que no amara di-
chos principios. Algunos de los peores conflictos que ha “Nuestro pueblo necesita comprender cuá-
conocido la obra de la reforma pro-salud han sido protago- les son las razones de nuestra fe y nuestra
nizados por los pastores de nuestra Asociación. Fue una experiencia pasada. ¡Cuán triste es que mu-
dura prueba para nuestros obreros en el sanatorio –quienes chos de sus miembros coloquen una con-
no habían probado la carne desde hacía mucho tiempo-, el fianza ilimitada en hombres que presentan
ver a los pastores sentarse a nuestras mesas y pedir que les teorías que tienden a desarraigar nuestras
sirvieran pollo estofado o filete de vaca. Llegamos a temer experiencias del pasado y a eliminar los hi-
la visita de parte de la Asociación… finalmente llegué a tos antiguos! Aquellos que con tanta facili-
temer la visita de los pastores. Recelé de ellos, ya que no dad pueden ser conducidos por un espíritu
sabía si podía confiar en ellos o no… Ahora siento que falso demuestran que durante algún tiempo
puedo confiar en usted; confío plenamente” (General Con- han estado siguiendo al capitán equivoca-
140
do, y lo han hecho por tanto tiempo, que ya citados que los que conociera en su virtual aisla-
no disciernen que se están alejando de la fe miento de Inglaterra.
o que ya no están edificando sobre un fun-
damento firme… En la edición del 29 de enero de 1982 de la revis-
Algunos de los sentimientos que ahora se ta The Criterion (Universidad de Loma Linda), el
expresan constituyen el alfa de las ideas Dr. Jack Provonsha afirma lo siguiente sobre Ke-
más fanáticas que podrían presentarse. Al- llogg, cuyo panteísmo era mucho más pronuncia-
gunos que ocupan cargos importantes en la do que el de Waggoner: “Técnicamente hablan-
obra de Dios están impartiendo enseñanzas do, [Kellogg] no era panteísta”. Pero Kellogg es-
similares a las que tuvimos que combatir taba equivocado en su concepción de la naturale-
después de 1844” (Southern Watchman, 5 za de Dios. E. White aparentemente simpatizaba
abril 1904; también en Mensajes selectos, con la motivación evangélica de Waggoner, lo
vol. II, p. 28 y 29). que quizá hizo que se abstuviera de criticarlo. E.
White discernió que el rumbo tomado por Ke-
“Living Temple contiene el alfa de esas teo- llogg iba a destruir el fundamento espiritual de la
rías. Sabía que la omega seguiría poco des- iglesia.
pués, y temblé por nuestro pueblo” (Special
Testimonies, Series B, nº 2, p. 53; también Esa crisis fue permitida para probar nuestra fe, y
en Mensajes selectos, vol. I, p. 237). a modo de lección para una generación futura:

“No os engañéis, muchos se apartarán de la “Dios ha permitido la presentación de una


fe prestando atención a espíritus engañado- combinación del bien y del mal en [el libro]
res y a doctrinas de demonios. Tenemos The Living Temple a fin de hacer manifies-
ahora delante de nosotros el alfa de ese pe- to el peligro que nos amenaza. El Señor ha
ligro. La omega será de una naturaleza permitido esa obra realizada tan ingenio-
asombrosísima” (Mensajes selectos, vol. I, samente, a fin de que ocurrieran ciertas co-
p. 231; 1904). sas, y para que se pudiera apreciar de lo
que es capaz un hombre… Dios ha permiti-
“La omega seguirá y será recibida por los do la crisis actual para abrir los ojos de
que no estén dispuestos a prestar atención a quienes desean conocer la verdad. Él quiere
la amonestación que Dios ha dado” (ibíd., que su pueblo comprenda hasta dónde pue-
p. 200; Special Testimonies, Series B, nº 2, den llevar el engaño y maquinaciones del
p. 50; 1904. También en Mensajes selectos, enemigo” (Special Testimonies, Series B,
vol. I, p. 233). nº 7, p. 36).

Curiosamente no encontramos ninguna adverten- Por lo tanto, la crisis provocada por “The Living
cia de E. White relativa a The Glad Tidings, de Temple” no habría de señalar el fin de los esfuer-
E.J. Waggoner. El 11 de abril de 1901 Waggoner zos de Satanás por engañar, esclavizar, confundir
negó expresamente albergar ideas panteístas y trastornar al pueblo adventista. El peligro de la
(General Conference Bulletin 1901, p. 223). Su sutil apostasía interna sigue presente en nuestro
alegación resiste el escrutinio de la más refinada medio más que nunca antes: “Hay algo que pron-
teología. Sus predicaciones en la asamblea de to va a hacerse evidente: la gran apostasía que se
1901 fueron fervientes y poderosas. Fue después está desarrollando, aumentando y fortaleciendo, y
de esa asamblea cuando E. White recomendó que que continuará así hasta que el Señor descienda
se trajera a Waggoner para enseñar en Berrien del cielo con voz poderosa” (ibíd., p. 56 y 57).
Springs, para su propio beneficio y el de sus es-
tudiantes. Él mismo estaba necesitado de una (4) Las presentaciones populares pretendiendo
comunión más íntima con hermanos mejor capa- que el período que siguió a 1888 fue una gran
victoria, anulan la lección ejemplar derivada de la
141
apostasía de Kellogg. Aquello que Dios permitió sidencia y separación que sustrajo de nues-
que ocurriera “a fin de desvelar el peligro que tra iglesia su más antigua institución de sa-
nos amenaza”, y para que comprendiésemos lud, algo realmente asombrosísimo, que
“hasta dónde pueden llevar el engaño y maquina- pocos podían imaginar. No obstante, a la
ciones del enemigo”, la sabiduría humana lo pre- larga fueron pocos los miembros que nos
senta como una victoria que evidencia el cuidado abandonaron” (L.H. Christian, The Fruita-
e indulgente aprobación de Dios. Al pretender ge of Spiritual Gifts, p. 292).
que la “omega” fue un evento perteneciente al
pasado lejano, queda sepultado el punto principal De ser cierto que la pérdida del sanatorio de
de la experiencia: Battle Creek constituyó la omega, podemos des-
cansar en la seguridad de que las mayores prue-
“Hay dos fases en el conflicto: primera- bas y peligros para el movimiento adventista tu-
mente los errores del panteísmo, y en se- vieron ya lugar hace ochenta años. Puesto que
gundo lugar la cuestión de la propiedad y el Satanás agotó su repertorio de tentaciones seduc-
control. El Espíritu de profecía los denomi- toras en el pasado remoto, no hay mayor motivo
nó el alfa i la omega del asunto. El pan- por el que hubiéramos de prepararnos para algo
teísmo -“doctrinas de demonios”- es la alfa, especial en el futuro.
y de la omega se dijo que serían eventos
‘de una naturaleza asombrosísima’. [Desde 1920 se han venido haciendo intentos de etiquetar
Algunos han pretendido que omega se re- esta o aquella nueva o falsa doctrina como siendo la “ome-
fiere a cierto problema o apostasía impor- ga”. Algunos en nuestros días la han querido ver en el mo-
tantes en el futuro, y en ocasiones han he- vimiento reformacionista de la “nueva teología”. Cada ge-
cho aplicaciones equivocadas a esta o aque- neración sucesiva ha debido hacer frente a una forma más
lla rama de la obra denominacional… En sofisticada de engaño. Nadie puede decir con certeza si
años pasados la comprensión de esos tér- hemos visto ya la “Z”: lo último del alfabeto de engaños de
minos consistía en que alfa significaba los Satanás; pero con toda probabilidad no debemos estar muy
errores antes mencionados, y omega la di- lejos de la X o de la Y].

La verdad sobre la crisis “omega”

En una edición reciente de Spectrum (vol. 12, nº La idea de que omega se refiera a un “evento” del
2) el Dr. Robert Jonhston recupera la idea de pasado, parece contraria a las declaraciones de E.
Christian citando en su apoyo a D.E. Robinson. White:
Sin embargo no encuentra soporte alguno para su
punto de vista en los escritos de E. White. La (1) La profetisa afirmó que en esa experiencia
profetisa jamás dio a entender en la década si- “muchos se apartarán de la fe”. Pero el propio
guiente que la pérdida de la institución de Battle Christian declara que “fueron pocos los miem-
Creek constituyese la omega. Tampoco dijo nun- bros que nos abandonaron” cuando perdimos el
ca que se tratara de “eventos”. Johnston debilita sanatorio de Battle Creek.
su argumentación admitiendo que alfa y omega
son “partes de un continuo simple y directo”. De (2) E. White declaró que la omega sería un “peli-
ser así, la última ha de ser de naturaleza idéntica gro”, el final de un abecedario de herejías mortí-
a la primera, por lo tanto no puede tratarse de feras y doctrinas de demonios. Perteneciendo al
“eventos”, sino de “doctrinas de demonios” su- mismo alfabeto, debe tratarse igualmente de he-
tilmente disfrazadas a modo de verdad. rejías y doctrinas inicuas, sólo que más perspica-
ces, sutiles y especiosas, en la medida en que
omega es posterior a alfa. ¿Cómo podría cumplir
142
esa profecía la pérdida material de una institu- está’, es la prueba que debemos hacer en-
ción? tender a todos” (Review & Herald, 21
enero 1904; El evangelismo, p. 436).
(3) Refiriéndose al tiempo en que aparecería la
omega, E. White escribió: “temblé por nuestro Para este tiempo el enemigo debe haber adquiri-
pueblo”. Pero tras su pérdida, el gran sanatorio do una sagacidad extraordinaria. Es inquietante
fue reconstruido en contra de la expresa desapro- constatar la sinceridad del Dr. Kellogg cuando
bación de E. White. ¿Por qué habría de temblar declaró que creía estar enseñando lo mismo que
“por nuestro pueblo”, ante la perspectiva de per- E. White. Es por ello que muchos de nuestros
der aquello que se había venido a convertir en hermanos resultaron sorprendidos:
una trampa para ellos, y que nunca debiera ha-
berse reconstruido a semejante gran escala? “El sendero de la verdad se halla al lado y
cercano al sendero del error, y ambas sen-
(4) El simbolismo del alfabeto requiere un proce- das pueden parecer ser una para las mentes
so de apostasía y confusión dentro de la iglesia. que no son guiadas por el Espíritu Santo y
Los escritos de E. White identifican el alfa de que, por lo tanto, no están prestas a discer-
forma inequívoca; la omega ha de ser necesaria- nir la diferencia entre la verdad y el error…
mente de la misma naturaleza:
Declararon los que estaban a favor de darle
Las que siguen son expresiones relativas al alfa, [al libro The Living Temple] una amplia
aparecidas de forma literal en Special Testimo- circulación: ‘Contiene las mismas opinio-
nies, Series B, nº 2 y 7: nes que ha estado enseñando la hermana
White’. Ese aserto me hirió directamente en
“Apostasía, principios equivocados, ideas el corazón. Me sentí quebrantada…
deslumbrantes, teorías y engaños que soca- Quizá haya en mis escritos muchas decla-
van los principios fundamentales de la fe, raciones que, tomadas aisladamente e in-
perversión de la verdad, interpretaciones terpretadas de acuerdo con el modo de pen-
fantasiosas y espiritistas de las Escrituras, sar del autor de Living Temple, parecerían
engaño de la injusticia, semillas de disen- estar en armonía con las enseñanzas de ese
sión, incredulidad, infidelidad… sembradas libro. Esto puede dar un apoyo aparente al
por doquier, falacias insidiosas, sentimien- aserto de que las opiniones que hay en Li-
tos del enemigo, falsedad y fábulas agrada- ving Temple están en armonía con mis es-
bles, infidelidad y escepticismo, una multi- critos” (Special Testimonies, Series B, nº 2,
tud de engaños, un yugo de manufactura p. 7, 52 y 53. Testimonies for the Church,
humana, fábulas por arte compuestas, una vol. VIII, p. 255-261 contiene declaracio-
mentira”. nes que “parecerían estar en armonía…”.
No hay allí panteísmo, pero podría parecer
El gran conflicto entre Cristo y Satanás prosigue así al lector falto de discernimiento).
todavía hoy. Hemos llegado ya al “futuro” predi-
cho en esta declaración: Sea cuando sea y como sea que aparezca la ome-
ga, muy probablemente pretenderá estar respal-
“En el futuro la verdad será falsificada por dada por el Espíritu de profecía, y es de esperar
los preceptos de los hombres. Habrá teorías que muchas mentes de escaso discernimiento
erróneas que se presentarán como doctrinas concuerden con esa pretensión. Es también posi-
seguras. La falsa ciencia es uno de los ins- ble que algunos dirigentes destacados e influyen-
trumentos que Satanás utilizó en los atrios tes promuevan el engaño. La verdadera semejan-
celestiales… za de carácter con Cristo hará que protesten quie-
No presentéis teorías ni pruebas que no tie- nes están unidos a él. Tener el yo crucificado con
nen su fundamento en la Biblia… ‘Escrito Cristo permite cierta santa osadía:
143
“Cuando los que ocupan puestos como di- “Se me ha encargado decir a nuestro pueblo
rigentes e instructores obran movidos por que algunos no se dan cuenta de que el dia-
ideas y engaños espiritistas, ¿permanece- blo urde una maquinación tras otra, y las
remos en silencio por temor a perjudicar su pone en acción de formas insospechadas
influencia, mientras las almas resultan en- para ellos. Las agencias de Satanás inventa-
gañadas?... rán maneras de conseguir que los santos se
¿Guardarán silencio los responsables de conviertan en pecadores. Os digo que van a
nuestras instituciones, permitiendo que se venir grandes cambios una vez que yo haya
promulguen falacias insidiosas para ruina pasado al descanso. Ignoro el día de mi par-
de las almas?” (ibíd., p. 9, 13 y 14). tida, pero quiero advertir a todos contra las
maquinaciones del diablo… Debieran estar
E. White vio los peligros del tipo omega como en guardia contra todo pecado concebible
una experiencia que se daría después de su muer- que Satanás trate de inmortalizar” (Carta,
te: Elmshaven, 24 febrero 1915).

Conclusión

La auténtica verdad son siempre buenas nuevas. Por otro lado, Dios confía en la sinceridad de
Según refieren los que solían oírla, E. White ora- nuestro corazón. Él mismo está sometido a juicio
ba en ocasiones así: “Señor, muéstrame lo peor ante el universo, en nosotros. Ha hecho depender
de mi caso”. Esa es también para nosotros una su trono de la sinceridad de su pueblo. En el Bu-
oración saludable: “Señor, haznos ver la verdad lletin de la Asociación General de 1893 encon-
de nuestra historia, la verdad de nuestra condi- tramos este refrescante llamado centrado en Cris-
ción espiritual actual”. La verdad de nuestra his- to:
toria pasada nos brinda esperanza incalculable y
confianza para el futuro, con tal que la reconoz- “’Ha de suceder algo grande y decisivo, y
camos tal cual es. ha de suceder pronto. Cualquier demora
comprometería el carácter de Dios y su
La iglesia remanente, débil y defectuosa como es, trono’.
sigue siendo el objeto supremo de la considera- ¿Pondremos en riesgo el honor del trono de
ción del Señor. Al reconocer nuestra pecaminosi- Dios? Hermanos, por el Señor y por su
dad, ponemos toda nuestra confianza en la mise- trono, despejemos en camino” (A.T. Jones,
ricordia y amor inmutables de Dios. El largo ro- citando a E. White. p. 73. A su vez, E.
deo en el que hemos estado vagando durante White tomó prestado ese pensamiento de
años, ha de llevarnos -en su momento- al Cristo The Great Teacher, escrito por John Harris
que rechazamos en la era de 1888. Lo encontra- en 1836).
remos cuando nos aborrezcamos a nosotros mis-
mos y nos arrepintamos. Ese proceso no va a es- ¿Podría alumbrar toda la tierra con su gloria un
tar contaminado por la autoreivindicación. fuerte pregón diferente del que nuestro arrepen-
timiento ha de hacer posible?

144
Capítulo 13

Predicciones de E. White relativas a la adoración a Baal

En una serie de cuatro artículos, la edición de ju- Según la perspectiva profética de E. White, la ra-
nio de 1986 de Adventist Review aborda con zón es que un falso Cristo ha usurpado el lugar
franqueza un gran problema: Demasiados jóve- del verdadero. La profetisa afirma que la adora-
nes que crecieron en hogares y escuelas adventis- ción a Baal ha cautivado a muchos de nosotros
tas están abandonando la iglesia, y aparece un tan ciertamente como lo hizo cuando sedujo al
elemento nuevo: se están yendo a otras iglesias. antiguo pueblo de Dios en los días de Elías y Je-
remías. Hasta podría incluso existir semejanza en
La serie “To Catch a Star” deplora el hecho ob- términos de proporción.
vio de que muchos jóvenes adventistas carecen
de la perspectiva que motivó a la juventud “mi- Eso no significa que la iglesia haya caído, tal
sionera voluntaria” de generaciones precedentes. como sucedió con “Babilonia”, ni que haya deja-
“No es emocionante, no es positivo, carece de do de ser el objeto supremo del amante cuidado
grandeza y es irrelevante para la vida”. Esas son del Señor. Los disidentes y separatistas que des-
las “carencias específicas” que nuestros jóvenes cartan la iglesia por considerarla caída, no en-
perciben en el adventismo de nuestros días. tienden la realidad de la adoración a Baal. La
plena verdad constituye buenas nuevas, pues el
Si la misión adventista del séptimo día viene de- reconocimiento de la realidad posibilita el arre-
finida por los tres ángeles de Apocalipsis 14, pentimiento, la reforma y la reconciliación con
¿podría ser cierto que no sea emocionante, posi- Cristo, tal como sucedió en los días de Elías.
tiva, que carezca de grandeza y que sea irrelevan-
te para la vida? ¡No, a menos que hayamos ma- Israel, en su día, era todavía la nación escogida
linterpretado la realidad! Pero por alguna extraña del Señor, y Judá lo fue igualmente en el tiempo
razón, eso es lo que ha parecido a muchos jóve- de Jeremías. Según la profecía bíblica, el mensaje
nes. de Apocalipsis 14 sigue estando hoy confiado a
la iglesia adventista del séptimo día. La verdad
El verdadero Dirigente de la iglesia adventista llana es que se impone un arrepentimiento y re-
del séptimo día no es la Asociación General, ni forma genuinos, si es que esta iglesia ha de pro-
tampoco una estructura jerárquica clerical. Es el clamar al mundo “el evangelio eterno” de modo
propio Cristo. El mismo Cristo a quien vieron los que toda la tierra resulte alumbrada con su gloria.
pioneros en la década de 1840 como iniciando su Y es posible una experiencia espiritual como esa.
ministerio en el lugar santísimo del santuario ce-
lestial. ¿Acaso no es Cristo suficientemente emo- De no ser así, a todo cuanto podemos aspirar es a
cionante, positivo, grande y relevante en la vida, debatirnos en busca de un pequeño hueco deno-
como para suscitar la más sincera devoción en la minacional junto a los “bautistas, presbiterianos,
juventud de nuestros días? ¿O está esa perspecti- luteranos, episcopales y católicos”, que lo mismo
va que tuvo nuestra juventud pionera tan irreme- que otras iglesias -afirma la Review- están aco-
diablemente perdida para la generación actual, giendo a un número cada vez mayor de jóvenes
como perdida está la de John y Charles Wesley que van abandonando el adventismo. Esa juven-
para la juventud metodista de hoy? tud exadventista percibe las “diferencias denomi-
nacionales… como de menor importancia que la
Si la iglesia adventista se ha vuelto tan soporífera creencia general en un Ser supremo”. Esa menta-
como la mayoría de nuestros jóvenes perciben, la lidad anularía nuestra historia, retrayéndonos de
razón no puede ser que su Dirigente sea aburrido. nuevo al punto de partida de un mundo que jamás
145
oyó acerca del mensaje adventista. En contraste, singular que define en su capítulo 14, y cierta-
el escenario profético de Apocalipsis no contem- mente tampoco a la supresión de su mensaje es-
pla nada parecido a la extinción de ese pueblo pecial.

La adoración a Baal, consecuencia de rechazar el mensaje de 1888

E. White tuvo pocos meses después de Minnea- nunca se desarraigaron sus raíces, y todavía
polis una de sus visiones más gráficas y escalo- producen su fruto impío para emponzoñar
friantes: “Tenía la impresión de que grandes pe- el juicio, pervertir las percepciones y cegar
ligros estaban delante de nosotros en el corazón el entendimiento con respecto al mensaje y
de la obra” (Testimonios para los ministros, p. los mensajeros…
461-471). La infidelidad se ha estado infiltrando en
nuestras filas, pues está de moda apartarse
Aparentemente nadie más compartía la carga que de Cristo y dar lugar al escepticismo. Para
abrumaba su alma, pero el Señor la animó a que muchos, el clamor de su corazón ha sido:
confiara en que él nunca abandonaría su iglesia. ‘No queremos que éste reine sobre noso-
“Se presentaron ante mí cosas que no podía com- tros’. Baal, Baal: eso han elegido. La reli-
prender, pero se me dio la seguridad de que el gión de muchos entre nosotros será la del
Señor no permitiría que sus hijos fueran rodeados apóstata Israel, porque aman su propio ca-
de la niebla del escepticismo y la incredulidad mino y olvidan el camino del Señor. La
mundanos, atados en manojos con el mundo” (p. verdadera religión, la única religión de la
460). Biblia, que enseña el perdón sólo por los
méritos de un Salvador crucificado y resu-
¿Pudo, quizá, percibir de alguna forma cuántos citado, que propugna la justicia por la fe en
de entre nuestros jóvenes se verían hoy atrapados el Hijo de Dios, ha sido menospreciada, cri-
por esa niebla, atados en manojos con el mundo, ticada, ridiculizada y rechazada… ¿Qué fu-
satisfechos con una mera creencia en “un Ser su- turo nos aguarda si no llegamos a la unidad
premo” y careciendo de una comprensión clara de la fe [de 1888]?” (Testimonios para los
de la obra del Sumo Sacerdote en el día cósmico ministros, p. 467 y 468 –traducción revisada-).
de la expiación?
Su pregunta tiene una respuesta directa e inevita-
Muchos de nuestros jóvenes encuentran el adven- ble: Precisamente el futuro al que hemos llegado.
tismo aburrido y vacío, debido a que perdieron la
visión del santuario que tuvieron los pioneros, así La experiencia posterior a 1888 traumatizó a E.
como el mensaje esperanzador de buenas nuevas White, quien previó casi con horror la fuerza con
dado en 1888. La visión que E. White tuvo en Sa- la que Satanás trataría de destruir la misión sin-
lamanca relacionó ese vacío espiritual con el fra- gular de este pueblo. Varios años después decla-
caso de 1888. Predijo que como consecuencia de ró:
aquella incredulidad nos afligiría una apostasía
comparable a la del antiguo Israel: “Todas las cosas pueden estar avanzando
en medio de una prosperidad aparente; pero
“Los prejuicios y opiniones que prevalecie- Satanás está siempre alerta y estudia y con-
ron en Minneapolis no han desaparecido de sulta con sus ángeles malos otra forma de
ninguna manera; las semillas que se sem- ataque por la cual pueda tener éxito… El
braron allí en algunos corazones están listas conflicto aumentará en intensidad y será
para brotar y producir una cosecha seme- cada vez más decidido. Una mente se
jante. La parte superior fue cortada, pero opondrá a otra mente, unos planes a otros
146
planes, los principios de origen celestial a enviado y recibirá los más irrazonables
los principios de Satanás. La verdad en sus asertos, falsas suposiciones y falsas teo-
diferentes aspectos estará en conflicto con rías…
el error en sus formas siempre cambiantes y Muchos ocuparán nuestros púlpitos soste-
crecientes mediante las que, si fuere posi- niendo en las manos la antorcha de la falsa
ble, se engañará a los mismos escogidos… profecía encendida por la infernal tea satá-
nica…
Ministros no santificados se están alistando El conflicto crecerá en violencia. Satanás
en contra de Dios. Están alabando a Cristo aparecerá en el campo de batalla y se hará
y al dios de este mundo al mismo tiempo. pasar por el Cristo. Tergiversará, aplicará
Mientras profesan recibir a Jesús, abrazan a torcidamente y pervertirá todas las cosas
Barrabás, y por sus acciones dicen: ‘No a que pueda para engañar, si fuera posible,
este, sino a Barrabás’… Albergue al enga- aun a los escogidos” (Testimonios para los
ñador y al testigo falso una iglesia que ha ministros, p. 407-411. Original sin atributo de
tenido gran luz, gran evidencia, y esa igle- cursivas).
sia desechará el mensaje que el Señor ha

¿En qué consiste la adoración a Baal?

¿Son esas predicciones de adoración a Baal una Baal, el dios de los cananeos, significa “el se-
seria preocupación para nosotros hoy? ¿O fue só- ñor”, que es también la forma empleada frecuen-
lo un problema temporal confinado a Battle temente para referirse al verdadero Dios de Is-
Creek y al siglo XIX? Nuestra reacción natural a rael, el SEÑOR, Jehová. El babilonio Adon, he-
esa predicción inspirada, es decir: "¡Imposible! lenizado como Adonis, tiene el mismo significa-
¡Impensable! ¡Quizá seamos “miserables” y todo do. Es una palabra que comparte su origen con la
eso, pero no somos así de “pobres”, espiritual- voz hebraica Adonai, o “el Señor”. Así, cuando
mente hablando! Pero lo cierto es que nuestra los profetas de Baal oraron en el monte Carmelo,
conciencia, silenciosa pero insistentemente, nos clamaban: “¡Señor, Señor, óyenos!”, mientras
dice que algo va mal. Quizá finalmente todo ten- que Elías preservaba una diferencia en su con-
ga sentido. ¿Quién es Baal? cepción de Dios (1 Reyes 18:26).

En el lenguaje del antiguo Israel, Baal era sim- Se suele asumir que entre la apariencia de la ver-
plemente la palabra para referirse al señor o ma- dadera religión de Israel y las religiones paganas
rido: contemporáneas había una diferencia muy evi-
dente. Pero los eruditos afirman que se daban
“Es significativo que en los tiempos pa- semejanzas sorprendentes: el sacrificio diario
triarcales… el esposo es el señor, el ba’al matutino y vespertino, el diezmo pagado a los sa-
de la esposa, la cual depende enteramente cerdotes, el ofrecimiento de animales sin mancha,
de él para su sustento, y sobre la cual tiene la existencia de libros sagrados y salmos peniten-
una autoridad no compartida con otros” ciales, y muchos conceptos e ideas que eran co-
(B.G. Sanders, Christianity after Freud, pia del culto verdadero.
Geoffrey Bles Ltd., London, 1949, p. 88;
cf. Oseas 2:16). Los templos de Babilonia y Asiria tenían mucho
en común con el templo de Salomón. Esas seme-
janzas hacían tropezar frecuentemente al pueblo

147
de Israel, que resultaba seducido en diversas for- más insidiosa y formidable que jamás haya afli-
mas a la adoración apóstata. Para Israel era difícil gido a este mundo”.
percibir que estaba adorando a un falso dios, da-
do que el nombre era el mismo que empleaban Un pequeño ejemplo es el culto del amor a uno
comúnmente para referirse al Dios verdadero. El mismo. Mediante una sutil manipulación de las
lenguaje y la terminología eran semejantes. Sólo Escrituras se ha presentado como virtud el amor
un profeta inspirado, y quienes creían en él, po- pecaminoso dedicado al yo. Durante los últimos
dían discernir hasta qué punto eran diferentes los quince años ha sido inculcado con insistencia a
motivos y concepciones. La predicción de E. nuestros jóvenes a modo de supuesto deber cris-
White suscita la temible posibilidad de que una tiano. La orden divina de amar a nuestro prójimo
apostasía como aquella haya infiltrado silencio- como a nosotros mismos se distorsiona, convir-
samente la iglesia moderna mientras dormíamos. tiéndola en una orden de amar al yo, cuando -
De ser así, la situación es grave pero no desespe- bien al contrario- el Señor enseñó que la motiva-
rada. El arrepentimiento fue posible en tiempo de ción de nuestro amor natural pecaminoso hacia el
Elías, y lo es también en el nuestro. yo resulta re-direccionada mediante la fe genuina
hacia un amor por nuestro prójimo semejante al
La apostasía en los días de Elías se suele enten- de Cristo.
der de modo equivocado como siendo un aparta-
miento burdo de la verdad, tan obvio y llamativo El genuino respeto a uno mismo es ciertamente
como para permitir juzgar a los israelitas de obtu- una virtud, pero su autenticidad se basa en la
sos e inexcusables. Pero lo cierto es que la apos- apreciación del amor abnegado de Cristo revela-
tasía de Israel fue gradual e inconsciente, y tardó do en la cruz. La verdadera autoestima se funda-
casi un siglo en asumir las proporciones que Elías menta, por lo tanto, en la expiación de Cristo. Pe-
debió enfrentar en su día. El profeta tuvo sin du- ro el amor del tipo “primero yo” es la antítesis de
da una mente muy penetrante para discernirla la devoción a Cristo y a su obra. Es comprensible
(ver Testimonies, vol. III, p. 273; Profetas y Re- que el enemigo promueva la adoración al yo, ha-
yes, p. 80, 97 y 100). Conviene aquí recordar que ciéndola pasar como enseñanza de Cristo. Lo que
Elías fue trasladado y vive aún hoy. ¿Se sentiría cuesta de entender es por qué debiera promoverlo
como en casa entre nosotros, reconociendo a Je- el adventismo del séptimo día.
zabel y a sus profetas?
Sin duda alguna es la ignorancia o el desdén ha-
Puesto que Baal es un falso Cristo, es obvio que cia las declaraciones de E. White relativas a la
toda adoración al yo disfrazada de adoración a adoración a Baal lo que ha hecho posible que la
Cristo, y que evade el principio de la cruz, ha de filosofía de la Nueva Era haya sido tan amplia-
ser en realidad adoración a Baal. Las raíces des- mente tolerada entre nosotros. Pero lo fundamen-
cienden hasta lo más hondo, y están frecuente- tal en nuestra actual confusión es haber aceptado
mente ocultas a nuestro conocimiento. a un falso Cristo en lugar del verdadero, como
consecuencia de nuestra tragedia de 1888. Las
El uso verbal del nombre de Cristo y similar ter- raíces se extienden un siglo atrás.
minología cristiana no son determinantes, en lo
que respecta a la auténtica identidad de la verdad. Es de todos conocido el engaño final de Satanás,
El enemigo de Cristo se ha de “hacer pasar por cuando personifique a Cristo imitando su segun-
Cristo”, es decir, ha de asumir su apariencia y da venida:
suplantarlo mediante engaños extremadamente
sutiles. Pero mucho antes de esa suplantación, “El acto capital que coronará el gran drama
vendrá su falsa representación. Frederick A. del engaño será que el mismo Satanás se
Voigt, un no-adventista, reconoció una faceta de dará por el Cristo… como ser majestuoso,
ese engaño supremo: “La ‘Ética Cristiana’ es el de un brillo deslumbrador… superará cuan-
Anticristo del mundo occidental. Es la corrupción to hayan visto los ojos de los mortales. El
148
grito de triunfo repercutirá por los aires: vió Elías. Tal vez no se vean santuarios ma-
‘¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!’ El teriales ni haya imágenes en que se deten-
pueblo se postrará en adoración ante él, gan los ojos… Multitudes tienen un con-
mientras levanta sus manos y pronuncia cepto erróneo de Dios y de sus atributos, y
una bendición sobre ellos… Su voz es sua- están tan ciertamente sirviendo a un dios
ve y apacible, pero a la vez llena de melo- falso como le servían los adoradores de
día… Es el engaño más poderoso y resulta Baal” (Profetas y reyes, p. 132).
casi irresistible” (El conflicto de los siglos,
p. 682). “En esta época aparecerá el anticristo como
si fuera el Cristo verdadero… Pero el ver-
La visión de Salamanca dada en 1890 desentraña dadero director de toda esta rebelión es Sa-
un misterio. A consecuencia de nuestra equivo- tanás vestido como un ángel de luz. Los
cada comprensión en 1888 relativa al verdadero hombres serán engañados y lo exaltarán al
Cristo, ese falso Cristo encontrará una forma de lugar de Dios, y lo deificarán” (Testimonios
infiltrarse entre nosotros a través de falsas doctri- para los ministros, p. 62).
nas y conceptos erróneos, antes que tenga lugar
el paso final de la personificación física de Cris- “Personificará a Cristo; pero en un punto
to. Es así como podrán cumplirse las palabras de habrá una diferencia notable: Satanás apar-
E. White: “La religión de muchos entre nosotros tará a la gente de la ley de Dios” (Review &
será la del apóstata Israel” –la adoración a Baal. Herald, 17 agosto 1897).
Allí donde el yo venga a ser el verdadero objeto
de devoción, mientras que se hace profesión de “Aunque presuman de estar sirviendo a
adorar a Cristo, encontramos la adoración a Cristo, los que no están plenamente consa-
Baal. Allí donde exista afán de escalar posicio- grados a Dios pueden ser inducidos a efec-
nes, allá donde la promoción, el prestigio y el tuar la obra de Satanás” (Testimonies, vol.
poder sean las motivaciones reales del ministerio, V, p. 103).
tendremos a profetas de Baal.
La falsificación de la justicia por la fe resulta
Pero lo anterior no puede darse allí donde el ver- inevitable cuando la propia fe no se define en
dadero mensaje de la justicia por la fe sea com- términos del nuevo pacto. La motivación popular
prendido y creído. La adoración a Baal es el fruto basada en el temor o en la esperanza de recom-
de una clase de enseñanzas corruptas que hacen pensa, no constituye “la fe que obra por el amor
profesión de fe en Cristo, mientras que el yo no (ágape)”. Así, la adoración a Baal encuentra un
es crucificado con él: medio para introducirse mediante teorías tan po-
pulares como incorrectas relativas a la justicia
“La época actual es tiempo de idolatría tan por la fe.
ciertamente como lo fue aquella en que vi-

Jeremías y la adoración a Baal

En tiempo de Jeremías Judá fue cediendo a la remías es un auténtico manual acerca de cómo
adoración a Baal de forma tan imperceptible para enfrentar la adoración a Baal.
los sacerdotes y el propio pueblo, como lo había
hecho Israel en los días de Elías. El libro de Je-

149
(1) Puesto que se trataba de una apostasía incons- en esta casa que lleva mi nombre, y decís:
ciente, los dirigentes y el pueblo intentaban negar ‘Estamos seguros’. ¿Seguros para seguir en
su existencia: todas esas abominaciones?... los hijos de
Judá… pusieron sus abominaciones en la
“¿Cómo puedes decir: ‘No soy impura, casa que lleva mi nombre, y la mancilla-
nunca anduve tras los Baales’? Mira tu pro- ron” (7:9, 10 y 30).
ceder en el valle, conoce lo que has hecho,
dromedaria ligera que corre de un lado a (3) En la sede central de la nación los dirigentes
otro… religiosos fomentaban y propagaban aquella
Con todo, tú dices: ‘’Soy inocente, de cier- apostasía:
to su ira se apartó de mí’. Pero yo entraré
en juicio contigo, porque dijiste: ‘No he “’Tanto el profeta como el sacerdote son
pecado’” (Jer. 2:23 y 35). impíos. Aun en mi casa hallé su maldad’,
dice el Señor…
“Y cuando anuncies a este pueblo todas es- En los profetas de Samaria he visto desati-
tas palabras, te dirán: ‘¿Por qué el Señor nos. Profetizaban en nombre de Baal, y ha-
pronunció contra nosotros todo este mal tan cían errar a mi pueblo Israel…
grande? ¿Qué maldad es la nuestra, o qué De los profetas de Jerusalén se extendió la
pecado es el nuestro, que cometimos contra impiedad por todo el país…
el Señor, nuestro Dios? …los profetas… procuran que mi pueblo
Entonces les dirás: Porque vuestros padres olvide mi nombre, así como sus padres lo
me dejaron –dice el Señor-, anduvieron en olvidaron por Baal” (23:11, 13, 15, 26 y
pos de otros dioses, los sirvieron y a ellos 27).
se postraron; y me dejaron a mí y no guar-
daron mi ley” (16:10 y 11). Gracias a Dios por haber prometido enviar “al
profeta Elías, antes que venga el grande y terrible
“Cuantas son tus ciudades tantos fueron tus día del Señor” (Mal. 4:5). ¡Lo necesitamos de-
dioses, Judá… sesperadamente! (E. White da a entender que
Conocí la conspiración de ellos contra mí; “Elías” es el mensaje que comenzó en 1888; ver
porque el Señor me la reveló, me mostró lo Review & Herald del 18 de febrero de 1890). Al
que estaban tramando” (11:13 y 18). mismo tiempo debemos tener presente que el
enemigo desea falsificar hasta la propia venida de
(2) En el templo de Jerusalén se combinaban la “Elías”, y animará a cualquier “reformador” au-
adoración apóstata y la verdadera adoración al to-proclamado que se levante en su propia vani-
Señor: dad, a que se adentre en el terreno que hasta los
propios ángeles temen pisar. “La palabra del Se-
“Hurtáis matáis y adulteráis; juráis en falso, ñor vino a Elías; él no buscó ser el mensajero del
incensáis a Baal y andáis tras dioses extra- Señor” (Testimonies, vol. V, p. 299).
ños que no conocisteis. Después venís a mí

La caída de Babilonia, retardada

Privada de la comprensión del mensaje de 1888 y tra juventud es incapaz de ver cómo encaja la
del conocimiento de su historia en relación con el iglesia adventista en el plan de Dios para el mun-
día de la expiación en el santuario celestial, nues- do hoy. Resulta casi irresistible la tentación a ver
150
el adventismo como otra opción religiosa más, rigido a Laodicea afirma que podemos dejar de pro-
como un estilo de vida no necesariamente más ducir náuseas al Señor si nos arrepentimos (vers.
válido que el de cualquier otro grupo religioso 19). El término “Laodicea” no tiene un significado
respetable que reconozca a un “Ser supremo”. peyorativo. Significa “juicio o vindicación del pue-
blo”. El problema de Laodicea es su tibieza, no su
Son incontables los laicos y pastores bondadosos identidad como última de las siete iglesias].
y sinceros pertenecientes a iglesias populares
guardadoras del domingo. Son felices, amantes, ¿Sería exagerada la idea de que personas sinceras
entregados, y tan dedicados a sus familias como que caminan con Jesús puedan sentir también
nosotros a las nuestras. En algunos casos tienen náuseas debido a la egocéntrica adoración a Baal
mentalidad más misionera de la que hemos aca- prevaleciente en el moderno templo del Señor?
bado por tener nosotros. Su éxito en hacer crecer ¿Cómo se siente Cristo ante el espíritu vanidoso,
la iglesia supera con creces el nuestro en muchos las predicaciones vacías, la adulación y lisonja
casos, y sus normas morales parecen ser tan ele- rendidos a hombres y mujeres, la exageración y
vadas como las nuestras. La pregunta del Señor: teatralidad ante los micrófonos, las bromas i
“¿Qué hacéis de más?” (Mat. 5:47), tienen dere- chanzas y el patético legalismo egocéntrico? ¿Y
cho a hacérnosla a nosotros. Precisamente la pre- cómo se sienten los que el Señor describe en
gunta embarazosa que muchos de nuestros jóve- Apocalipsis 18:4 como “mi pueblo”?
nes se están formulando.
Es terrible pensar que la adoración a Baal haya
Desde 1888, “en gran medida ha sido mantenida podido infiltrar al Israel moderno tal como lo hi-
lejos del mundo” la luz plena del mensaje del ter- ciera con el antiguo, pero la sierva del Señor in-
cer ángel en verdad (Mensajes selectos, vol. I, p. siste en que tal es el caso. Siendo que la naturale-
276). Como resultado, el mundo está hoy en una za humana permanece invariable en el tiempo,
relación diferente con Dios de lo que su plan pre- nuestra tendencia ha sido la misma que la del an-
veía. Mientras “Elías” ha tenido que sufrir en el tiguo pueblo del Señor: asimilar la mentalidad de
exilio, algunos “Abadías” han debido alimentar a quienes nos rodean. El rechazo al mensaje de
los sinceros profetas del Señor “en cuevas” (1 1888 estableció el patrón de tal asimilación por
Rey. 18:4), por así decirlo. La caída de Babilonia casi un siglo, comenzando en la asamblea de
ha resultado de alguna forma amortiguada. Toda- 1893 con la introducción de ideas falsas que pre-
vía no ha venido a ser lo que será cuando se pro- tendían ser la genuina justicia por la fe.
clame el fuerte pregón y lo rechace. Todavía no
se ha hecho resonar con poder y claridad la voz [Ver General Conference Bulletin de 1893, p. 358 y
de Apocalipsis 18:4: “¡Salid de ella, pueblo 359. Hannah Whitall Smith obtuvo las ideas básicas
mío!” que presentó en su libro Christian’s Secret of a
Happy Life de Fenelon, un místico católico-romano
El Señor señala claramente el problema: Aún no de la corte de Luis XIV que dedicó su vida entera a
puede obrar por su iglesia remanente con el poder convertir protestantes a Roma. Su “justicia por la
que él quisiera (ver Testimonies, vol. VI, p. 371). fe” es una falsificación sutil, lo mismo que la del te-
La expresión griega que emplea el Señor signifi- le-evangelista católico Fulton Sheen y otros tele-
ca que le producimos náuseas, haciendo que se vangelistas católicos modernos. Su parecido con la
sienta a punto de vomitar (Apoc. 3:16 y 17). genuina justicia por la fe es en ocasiones increíble-
mente sutil].
[El idioma original no implica el propósito firme del
Señor de desechar a Laodicea. La expresión griega Eso fue sólo el comienzo. Vez tras vez nos he-
empleada, mello se emesai, significa literalmente mos vuelto hacia las iglesias populares y su lide-
“estoy a punto de vomitarte”. La misma voz, mello, razgo, en busca de ideas e inspiración que perci-
se emplea en Apocalipsis 10:4, donde la acción an- bimos como siendo el mismo mensaje, sin dis-
ticipada no se materializa finalmente. El mensaje di- cernir las diferencias fundamentales. Ya en la dé-
151
cada de 1890 tendíamos a confundir la justifica- lo mismo que estaba enseñando gran parte de los
ción por la fe católico-romana como siendo la predicadores evangélicos (edición de 1971, p.
genuina (General Conference Bulletin 1893, p. 255-258, 319-321).
244, 261, 262, 265 y 266).
Eso no equivale a afirmar que todas esas ideas
Poco después de la primera guerra mundial to- fueran malas, pero el concepto singular de la pu-
mamos prestado de The Sunday School Times el rificación del santuario estaba estrictamente au-
entusiasmo de la “vida victoriosa”. El libro de sente en todas ellas. Ese vacío ha sido una invita-
Froom Movement of Destiny llega incluso a pre- ción a que la adoración a Baal haga incursión en
sumir que el mensaje de 1888 era esencialmente el campamento.

El mensaje de 1888 y el día de la expiación

Aunque la caída de Babilonia no sea todavía Jesús elevaban su fe hacia él en el lugar


completa, ya han tenido lugar los estadios inicia- santísimo, y rogaban: ‘Padre mío, danos tu
les. Falta algo decididamente esencial en las doc- Espíritu’. Entonces Jesús soplaba sobre
trinas y experiencia de las iglesias que no com- ellos el Espíritu Santo. En ese aliento había
prenden la enseñanza bíblica sobre el Día anti- luz, poder y mucho amor, gozo y paz.
típico de la expiación. Alejadas por varias gene-
raciones de sus antecesores en la era de 1844, no Me di vuelta para mirar la compañía que
se las puede tener por responsables de una verdad seguía postrada delante del trono y no sabía
que desconocen, a menos que también ellos la re- que Jesús la había dejado. Satanás parecía
chacen. Pero aun sin ser responsables, resultan estar al lado del trono, procurando llevar
irremediablemente empobrecidos al no conocer- adelante la obra de Dios. Vi a la compañía
la. alzar las miradas hacia el trono, y orar:
‘Padre, danos tu Espíritu’. Satanás soplaba
E. White describió en una de sus primeras comu- entonces sobre ella una influencia impía; en
nicaciones cómo comenzó esa carencia. Recibió ella había luz y mucho poder, pero nada de
instrucción profética respecto a la causa básica de dulce amor, gozo ni paz” (Primeros escri-
que el cristianismo moderno se haya alejado del tos, p. 55 y 56)
“evangelio eterno” de Apocalipsis 14. En la vi-
sión que se le dio observó la transición del minis- “Por haber rechazado los dos mensajes an-
terio del Sumo Sacerdote celestial, del primer de- teriores, entenebrecieron de tal forma su
partamento al segundo. Multitudes de cristianos entendimiento que no pueden ver luz algu-
rechazaron el conocimiento de ese cambio de na en el mensaje del tercer ángel, que
ministerio. Lo importante no es tanto la culpa o muestra el camino que lleva al lugar santí-
falta de ella por haber rechazado aquella luz en simo. Vi que así como los judíos crucifica-
1844, sino el terrible engaño que se introdujo al ron a Cristo, las iglesias nominales han
estar ausente una verdad vital concerniente a crucificado estos mensajes y por lo tanto no
Cristo y a su obra en el momento actual, en el día tienen conocimiento del camino que lleva
de la expiación final. La declaración que sigue al santísimo, ni pueden ser beneficiados por
tiene profundas implicaciones: la intercesión que Jesús realiza allí. Como
los judíos, que ofrecieron sus sacrificios
“No vi un solo rayo de luz pasar de Jesús a inútiles, ofrecen ellos sus oraciones inútiles
la multitud indiferente después que él se le- al departamento que Jesús abandonó; y Sa-
vantó, y esa multitud fue dejada en perfec- tanás, a quien agrada el engaño, asume un
tas tinieblas… Los que se levantaron con carácter religioso y atrae hacia sí la aten-
152
ción de esos cristianos profesos, obrando mensaje del tercer ángel (la inmensa mayoría de
con su poder, sus señales y prodigios men- los cristianos, así como sus pastores, nada saben
tirosos… También viene como ángel de luz hoy sobre él).
y difunde su influencia sobre la tierra por
medio de falsas reformas. Las iglesias se (2) Evidentemente, Dios es justo. No puede tener
alegran, y consideran que Dios está obran- por culpables a esos descendientes actuales de la
do en su favor de una forma maravillosa, generación que protagonizó el rechazo en 1844, a
cuando se trata de los efectos de otro po- menos que hayan comprendido el mensaje sufi-
der” (ibíd., p. 260 y 261). cientemente como para rechazarlo de modo inte-
ligente. No hay razón para suponer que muchos
¿Es válida esa vislumbre profética? De ser así, de ellos no estén viviendo sinceramente a la altu-
tiene implicaciones de gran alcance. Explica el ra de toda la luz que poseen, siendo por lo tanto
misterio de la confusión que observamos en el aceptados por el Señor de forma individual.
mundo cristiano hoy. Aunque los miembros de
muchas de las iglesias que “no tienen conoci- (3) Sin embargo, la cuestión fundamental no es la
miento del camino que lleva al [lugar] santísimo, mera salvación personal y la preparación para la
ni pueden ser beneficiados por la intercesión que muerte. Puesto que la profecía bíblica indica que
Jesús realiza allí” puedan gozar de cierta prospe- la venida del Señor está próxima, la auténtica
ridad espiritual aparente, los hechos finales rela- cuestión es la preparación para su venida y las
cionados con el asunto de la marca de la bestia pruebas finales que han de preceder. Y no debe-
han de poner a prueba la devoción de cada uno mos olvidar la motivación trascendente que con-
por Cristo. siste en la preocupación por el honor y vindica-
ción del Salvador, de modo que el gran conflicto
Hay miembros adventistas que abandonan la pueda terminar con su victoria.
iglesia porque dicen encontrar “amor”, “calor
humano” y “poder” espiritual en otras iglesias, no Para que eso suceda en una comunidad de cora-
discerniendo la verdadera naturaleza del amor zones y vidas humanas, ha de darse una clara
ágape de Cristo. Son así fácilmente engañados comprensión de la verdad plena de la justicia por
por un sentimentalismo superficial. ¿Es posible la fe. Y los miembros de las iglesias populares no
entender esa situación confusa, de no ser a la luz pueden entender esa verdad por más sinceros que
del conocimiento profético del día de la expia- sean, pues “no tienen conocimiento del camino
ción final? que lleva al [lugar] santísimo, ni pueden ser be-
neficiados por la intercesión que Jesús realiza
¿Podría nuestra propia impotencia espiritual tener allí”.
su origen en la pérdida de contacto con ese singu-
lar Sumo Sacerdote que entró en el segundo de- La genuina justificación por la fe no es simple-
partamento del santuario celestial, al final de los mente una verdad, sino también la experiencia
2300 años proféticos? ¡Su obra final es conmo- que la acompaña, ministrada por el Sumo Sacer-
vedora, positiva, grandiosa, vitalmente conectada dote celestial en su obra de expiación final. Si-
con la vida! ¿Hemos perdido quizá también la glos sucesivos de ignorancia de esa verdad no
comprensión práctica de su obra, de modo que pueden resolver el problema. Es vital la necesi-
nuestra misión resulte “aburrida” en consecuen- dad del mensaje del tercer ángel en verdad. En
cia? Sopesemos las declaraciones precedentes de ausencia de esa verdad, ningún cuerpo de cre-
Primeros Escritos: yentes puede estar preparado para la segunda
venida de Cristo, al margen de cuál sea su filia-
(1) En la era de 1844 una generación concreta de ción religiosa.
cristianos había rechazado la proclamación del
mensaje del primer y segundo ángeles que el Es- (4) E. White describe a Satanás como siendo un
píritu apoyó, y muchos milleritas rechazaron el astuto falsificador. Pero solamente tiene éxito
153
cuando “atrae hacia sí la atención de esos cristia- poner la marca de la bestia. Diversas formas de
nos profesos” y los aleja de la obra singular y es- terrorismo pueden fácilmente “forzar” a que eso
pecífica que Cristo realiza en el lugar santísimo. ocurra en una nación, el mundo, e iglesias entre-
Según la declaración de Primeros Escritos, su gadas al materialismo, la sensualidad y el espiri-
método consiste en aparentar estar llevando ade- tismo “espiritual”. E. White desenmascara ese si-
lante el mismo ministerio que Cristo desempeñó niestro fantasma del falso Cristo entregado a di-
en el primer departamento, desde su ascensión seminar “su influencia sobre la tierra por medio
hasta 1844. Su estrategia consiste en ocultar la de falsas reformas… los efectos de otro espíritu”
existencia de un cambio en dicho ministerio. (ibíd., p. 261).

El ministerio del Sumo Sacerdote tiene que cam- (6) Hay trigo y cizaña creciendo juntos en “Babi-
biar, porque Cristo no puede ministrar indefini- lonia”, como lo hay en la iglesia que profesa lle-
damente su sangre en substitución para cubrir la var el mensaje del tercer ángel. Pero es necesario
perpetua comisión de pecados por parte de su que se resuelva ese estancamiento. La raza hu-
pueblo. En el día de la expiación ha de realizar mana está en proceso de desintegración moral y
algo que nunca se ha dado con anterioridad. Ne- espiritual. Nos enfrentamos a un potencial suici-
cesita tener un pueblo que venza “así como” él dio colectivo por el abuso de drogas, embriaguez,
venció, un pueblo que -por la fe- “condenó el pe- infidelidad, desintegración de la familia, violen-
cado en la carne”. Satanás necesita anular esa cia, polarización entre ricos y pobres, terrorismo,
verdad y eclipsarla hasta donde le sea posible. y la sombra de la omnipresente catástrofe nuclear
Así, el engañador “atrae hacia sí” esas mentes, dibujándose en el horizonte.
desviándolas del interés en la obra singular que el
verdadero Sumo Sacerdote debe realizar. La gran controversia entre Cristo y Satanás pro-
bablemente aparentará resolverse en una lucha
Si ciertos fabricantes en Oriente pueden hacer por preservar la vida en este planeta. “La bestia”
falsificaciones de auténticos relojes suizos hasta se presentará como la salvadora del mundo. Se va
el punto de engañar a compradores bien informa- a promover su marca como único medio de im-
dos, ¿es difícil creer que Satanás haya podido pedir la destrucción de la raza humana. Las “fal-
perfeccionar por este tiempo una imitación ma- sas reformas” introducidas por el falso “sumo sa-
gistral de Cristo y del verdadero mensaje del cerdote” que pretende ministrar en el primer de-
evangelio? Incluye “luz y mucho poder, pero na- partamento del santuario celestial, serán el medio
da de dulce amor [ágape], gozo ni paz”. Sin duda para consumar ese engaño colosal.
ha estudiado diligentemente la obra del verdadero
Espíritu Santo, y ha refinado una suprema imita- (7) Hay verdades inherentes al mensaje de 1888
ción para engañar, si es posible, a los propios es- de la justicia de Cristo que no puede comprender
cogidos. Tiene casi perfectamente preparada su ninguna comunidad de cristianos que ignore el
falsificación de la justicia por la fe a fin de enga- ministerio en dos departamentos del Sumo Sa-
ñar. Por supuesto, carece de una comprensión de cerdote celestial. El “evangelio” que proclama el
la obra de Cristo en el lugar santísimo, ese ingre- poder representado por el “cuerno pequeño” jus-
diente vital del ágape, único que puede purificar tifica virtualmente el pecado, y en consecuencia
el corazón humano de todo temor y motivación sustenta la rebelión de Satanás. Ese es el secreto
egoísta que perpetua el pecado. del desprecio a la ley que caracteriza el mundo
moderno a todos los niveles. Todas las iglesias,
(5) De acuerdo con E. White, multitudes de cris- en todo lugar, necesitan desesperadamente que se
tianos amables y sinceros van a sucumbir ante la les comunique el evangelio del triple mensaje
terrible presión de grupo ejercida para restaurar angélico en verdad.
la intolerancia religiosa de la Edad Media e im-

154
Necesidad del mensaje del tercer ángel en verdad

El mensaje del tercer ángel en verdad proclama a por la fe que únicamente el ministerio en el lugar
un Salvador que “condenó al pecado en la carne”, santísimo puede ministrar.
proveyendo la única refutación válida a las acu-
saciones de Satanás contra Dios. “Condenó” (b) La no-inmortalidad del alma. Sin comprender
efectivamente al pecado, es decir: demostró que claramente la verdad sobre la naturaleza del
incluso en naturaleza humana el pecado es inne- hombre, resulta imposible apreciar lo que ocurrió
cesario, y que de hecho está condenado a la ex- en la cruz del Calvario. La verdadera motivación
tinción. Ralph Larson explica la relación íntima para la santidad en la vida queda así debilitada, y
entre “la naturaleza de Cristo y su obra salvado- la justicia por la fe malograda.
ra”, demostrando que no puede redimir aquello
que no ha asumido (The Word Was Made Flesh, (c) La purificación del santuario celestial consti-
p. 277-283). El mensaje del tercer ángel presenta tuye el ministerio final del día de la expiación.
a un Salvador que fue en todo punto tentado co- Eso asegura la demostración plena de la justicia
mo nosotros, pero sin pecado, y que puede en por la fe en los corazones y vidas de quienes
consecuencia salvar plenamente a los que por él creen en la verdad.
se acercan a Dios (Heb. 7:25). Ese mensaje pre-
parará a un pueblo para el regreso del Señor. Esos tres “pilares” de la verdad sustentan a la
iglesia adventista del séptimo día (CWE, p. 30 y
Los que siguen a Cristo por la fe en su cambio de 31). Contienen un mensaje abarcante capaz de
ministerio sumo sacerdotal, aprecian tres verda- preparar a un pueblo para el retorno de Cristo.
des claras y singulares: Pero sin comprender el mensaje de 1888 es inevi-
table que se nos escape la verdad del mismo. Tan
(a) La perpetuidad de la ley de Dios, incluyendo ciertamente como la noche sigue al día, se oscu-
el santo sábado. El verdadero “cumplimiento de rece la confianza en el inminente retorno de Cris-
la ley” es el ágape (Rom. 13:10), que produce to que caracterizó a los pioneros. Perdimos la vi-
obediencia gozosa y voluntaria mediante la ex- sión que ellos tuvieron, y en consecuencia su es-
piación. Este es un aspecto singular de la justicia trella se apagó.

La adoración a Baal nos roba el mensaje distintivo

No hay verdad que Satanás haya procurado falsi- plos. Pero todos ellos sufren de una carencia nota-
ficar más intensamente, que la del amor presen- ble, al no comprender que el amor que llevó a Cristo
a la cruz es el tipo de amor dispuesto a sufrir el
tado en el Nuevo Testamento. El corazón hu- equivalente a la muerte segunda, tal como vemos
mano ansía por él en todo lugar; pero “por haber- claramente expuesto en El Deseado de todas las
se multiplicado la maldad, el amor de muchos se gentes, p. 700 y 701. En consecuencia, esos sinceros
enfriará” (Mat. 24:12)*. Se trata de ese amor ge- autores son incapaces de apreciar la verdadera “an-
chura, la longitud, la profundidad y la altura” del
nuino que solamente Cristo puede ministrar en su ágape “de Cristo, que excede a todo conocimiento”
obra final de expiación, tal como vio E. White. (Efe. 3:18 y 19). Ninguna comunidad cristiana que
abrace la doctrina de la inmortalidad natural del al-
ma puede apreciarlo, por sincera que sea. Su con-
* Eruditos evangélicos han escrito libros extraordina-
cepto de la fe resulta empequeñecido en la misma
rios sobre el ágape. Agape and Eros, de Anders Ny- proporción en la que lo es su comprensión del ága-
gren; Testaments of Love, de Leon Morris y The
Love Affair, de Michael Harper son buenos ejem-
155
pe. Su idea sobre la justicia por la fe resulta inevita- Fue milagroso que surgiera un pueblo especial
blemente comprometida. durante el último siglo, sostenido por esos tres pi-
lares distintivos de verdades incorporadas al
Un falso Espíritu Santo ministrando una falsifi- mensaje de los tres ángeles. De ningún modo era
cación del amor, es lo que constituye la esencia el plan de Dios que su obra resultara retardada o
del espiritismo. Esto es lo que está sucediendo perjudicada. Pero debido a la incredulidad de
ante nuestros ojos: 1888, la mensajera del Señor predijo en 1889 un
terrible alejamiento de la verdad y pureza:
“Vi con qué rapidez este engaño [el espiri-
tismo] se estaba difundiendo. Me fue mos- “A menos que el poder divino penetre en la
trado un tren de coches de ferrocarril que experiencia del pueblo de Dios, las teorías
iba con la rapidez del rayo. El ángel me in- e ideas falsas cautivarán las mentes; Cristo
vitó a mirar cuidadosamente. Fijé los ojos y su justicia se perderán de la experiencia
en el tren. Parecía que el mundo entero iba de muchos, y su fe quedará sin poder ni vi-
a bordo de él, y que no quedaba nadie sin da” (Review & Herald, 3 septiembre 1889).
subir. Dijo el ángel: ‘Se los está atando en
gavillas listas para ser quemadas’. Luego En la anterior declaración es interesante observar
me mostró al conductor, que parecía una que:
persona de porte noble y hermoso aspecto,
a quien todos los pasajeros admiraban y re- (1) Cristo y su justicia no van a perderse verbal-
verenciaban. Yo estaba perpleja y pregunté mente. Si cualquiera de nosotros lo repudiásemos
a mi ángel acompañante quién era. [¿Por de forma literal y explícita, eso tendría un impac-
qué tendría que hacer E. White esa pregun- to dramático que horrorizaría. El resultado predi-
ta, si fuera tan fácil reconocerlo?] Dijo: ‘Es cho “a menos que…”, ha de tener lugar mientras
Satanás. Es el conductor que asume la for- “muchos” profesan creer en Cristo y su justicia.
ma de un ángel de luz. Ha tomado cautivo
al mundo. Se han entregado a poderosos (2) Cristo y su justicia no “se perderán de la ex-
engaños, para creer una mentira y ser con- periencia de muchos” de forma consciente. Si así
denados’” (Primeros escritos, p. 88). ocurriera, despertaríamos a nuestra necesidad, a
nuestro estado de extrema frialdad. Llevaría a los
“En esta época aparecerá el anticristo como corazones sinceros a confrontar su situación y
si fuera el Cristo verdadero” (Testimonios pondría fin a la tibieza. Por el contrario, a Sata-
para los ministros, p. 62). nás le satisface mantenernos en una situación de
“equilibrio” caracterizada por una temperatura ti-
“Pretenderá personificar a los ángeles de bia y constante. Las palabras, o la ausencia de
luz y a Jesucristo” (Carta 102, 1894). ellas, pueden engañarnos. “Quizá los labios ex-
presen una pobreza de alma que no reconoce el
El enemigo nunca habría tenido poder para debi- corazón” (Palabras de vida del gran Maestro, p.
litar la iglesia adventista, a menos que de algún 123).
modo le hubiéramos abierto la puerta para que
encuentre allí su espacio. “Cuando el Señor tiene (3) Es factible que Cristo y su justicia puedan
un canal genuino de luz, aparecen siempre múlti- perderse “de la experiencia de muchos” incons-
ples falsificaciones. Satanás entrará ciertamente cientemente, gracias al misterioso desconoci-
por toda puerta que se le deje abierta” (Carta miento que tenemos de nuestros propios corazo-
102, 1894). nes. Existe una enemistad natural contra Dios
obrando bajo la superficie. “Engañoso es el cora-
156
zón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién Acompañante celestial. Muchos han dejado
lo conocerá?” (Jer. 17:9). Las neurosis obsesivas a Cristo” (Review & Herald, 18 febrero
pueden desarrollarse a partir de causas ocultas a 1904).
nuestro conocimiento. Después de 1888, E. Whi-
te señaló la posibilidad de que cambiásemos de “Los que tienen esa facilidad para ser diri-
dirigente sin apercibirnos de ello: gidos por un falso espíritu, demuestran ha-
ber estado siguiendo al capitán equivocado
“En los últimos veinte años ha operado una por un tiempo. Tanto tiempo, que no se dan
influencia sutil carente de consagración, cuenta de que están abandonando la fe”
tendente a que los hombres miren a los (Southern Watchman, 5 abril 1904).
hombres, se aten a ellos y descuiden a su

Conclusión

Una apreciación sincera de la cruz de Cristo con- laodicenses se aplica a los adventistas que
duce siempre a la crucifixión del yo con él. Pero han tenido gran luz y no han andado en
“la sabiduría humana desviará de la negación del ella… El mensaje que afirma que la iglesia
yo, de la consagración, e inventará muchas cosas adventista del séptimo día es Babilonia, y
para dejar sin efecto los mensajes de Dios” (Re- que llama a la gente a salir de ella, no pro-
view & Herald, 13 diciembre 1892). cede de ningún mensajero celestial, ni de
ningún instrumento humano inspirado por
Muchos en nuestro propio pueblo, los jóvenes el Espíritu de Dios…
especialmente, están confusos y desorientados Dios… tiene una obra que debe ser hecha
por el letargo e impotencia espiritual que perci- por su iglesia. No debe decirse que sus
ben hoy en la iglesia adventista del séptimo día. miembros son Babilonia, sino que son la
Y los problemas que suscitan los fanáticos, los sal de la tierra y la luz del mundo… han de
disidentes desleales y los dirigentes separatistas proclamar un mensaje vital en estos últimos
dentro de la iglesia, pueden solamente ser com- días…
prendidos y resueltos a la luz de esa realidad. Cómo se regocijaría Satanás si pudiera
conseguir que se proclamase un mensaje
La iglesia adventista del séptimo día no es Babi- según el cual el único pueblo a quien Dios
lonia y Dios nunca previó que se convirtiera en ha hecho depositario de su ley sería aquel a
ella, como tampoco el antiguo Israel de los días quien se aplica ese mensaje [la caída de
de Elías y Jeremías. La adoración a Baal era y es Babilonia]…
una dolencia que resulta extraña para el cuerpo, y Aunque se amontonen las evidencias que
que lo hace enfermar. Pero mediante el arrepen- indican que el mensaje a la iglesia de Lao-
timiento y la reforma es posible la curación. La dicea se aplica a ellos… eso no eliminará a
solución al problema no es la destrucción de la la iglesia” (Mensajes selectos, vol. II, p. 75-
iglesia, sino su recuperación espiritual. Obsér- 78).
vense estas alentadoras palabras:
Cuando el orgullo y el egocentrismo se disfrazan
“Dios está guiando a un pueblo… los re- como siendo devoción a Cristo, ahí tenemos la
prenderá y los corregirá. El mensaje a los adoración a Baal. Y ha afectado a todos los nive-
157
les del cuerpo de la iglesia. “Los que están intere- tente… Tal es la verdadera religión de la
sados en asegurar la promoción y el buen nombre Biblia; lo que no alcance a eso es un enga-
en el mundo, más bien que en mantener los prin- ño” (Testimonies, vol. IV, p. 625).
cipios rectos, traicionarán los legados sagrados”
(Review & Herald, 31 enero 1892). “En el ministerio se ha impuesto un nuevo
orden de cosas. Existe el deseo de copiar
“La sinceridad y la política no operarán los procedimientos de otras iglesias, y la
juntas en una misma mente. Con el tiempo, sencillez y la humildad casi son desconoci-
o bien se expulsará la política y reinarán das… Algunos inician reuniones de reavi-
supremas la verdad y la sinceridad; o bien, vamiento, y en esta forma llevan mucha
si se acaricia la política, se olvidará la sin- gente a la iglesia. Pero cuando pasa la agi-
ceridad. Nunca están de acuerdo. No tienen tación, ¿dónde están los convertidos? No se
nada en común. La una es profeta de Baal; advierten el arrepentimiento y la confesión
la otra el verdadero profeta de Dios” (Tes- del pecado. Se ruega al pecador que crea en
timonies, vol. V, p. 96). Cristo y lo acepte, independientemente de
su vida pasada de pecado y rebelión. El co-
¡Ojalá pudiéramos contemplar el rostro de nues- razón no es quebrantado. No hay contrición
tro verdadero Señor! Si pudiésemos mirar su faz, de espíritu. Los supuestos conversos no han
no veríamos la perpetua sonrisa de la indulgen- caído sobre la Roca, Cristo Jesús” (Mensa-
cia, como pretende Baal. Éste es un ídolo de son- jes selectos, vol. II, p. 20).
risa congelada. El rostro del verdadero Cristo re-
fleja el malestar de la náusea: un divino quebran- ¿Dónde está esa Roca, a fin que podamos caer
to del corazón por nuestra terrible tibieza, nuestro sobre ella y el corazón resulte “quebrantado”?
amor al yo, nuestra profesión de una devoción Las buenas nuevas son mejores de lo que Baal
que en realidad no sentimos. Los párrafos si- quiere que creamos. Caer sobre esa “Roca” no
guientes contraponen la experiencia cristiana ge- destruye la autoestima, ni disminuye en modo al-
nuina, con la falsificación de la misma: guno la verdadera personalidad de cada uno.
Cuando el amor pecaminoso del yo es crucifica-
“Una verdadera comprensión del sacrificio do con Cristo, nuestra personalidad experimenta
e intercesión del querido Salvador quebran- una resurrección con él. Cristo nunca destruye a
tará el corazón que se endureció en el pe- nadie; pero esa experiencia de tomar la cruz es la
cado, y vendrán al alma el amor, el agrade- única manera en que el Sumo Sacerdote celestial
cimiento y la humildad. La entrega del co- nos puede restaurar, ahora y para la eternidad.
razón a Jesús convierte al rebelde en peni-

158
Capítulo 14

De 1950 a 1971

Este manuscrito se preparó originalmente en prejuicio; pero quienes rehúsan la luz del
1950 para el comité de la Asociación General. cielo serán rechazados por Dios tal como lo
Era un llamado a “alimentar el rebaño de Dios” fue su antiguo pueblo… ¿Por qué tendrían
con los elementos nutritivos del mensaje de 1888. los pastores que despojar a la verdad de su
Desde el tiempo de aquel mensaje la conciencia poder ante el pueblo, debido a que ellos
adventista ha tenido que afrontar la convicción de mismos carecen de vida espiritual y devo-
una extensa hambre espiritual. A pesar de los ción al no estar conectados con Dios?... Os
ambiciosos programas, actividades y promocio- habéis apartado tanto de él, que a duras pe-
nes realizados cada año, la comisión evangélica nas podéis oír su voz”
dista mucho de haberse completado.
Hablando en el contexto de 1888 declaró nueva-
El 23 de noviembre, pocos días después de haber mente:
concluido la asamblea de 1888, E. White habló
en la reunión del estado de Potterville, Michigan “Las vicisitudes de los hijos de Israel y su
(A.L. White, The Lonely Years, p. 148). Review actitud justamente antes de la primera ve-
& Herald registra sus tres predicaciones. En la nida de Cristo me han sido presentadas vez
del 24 de noviembre se refirió en seis ocasiones a tras vez para ilustrar la posición del pueblo
los judíos, comparándonos con nosotros: de Dios en su experiencia antes de la se-
gunda venida de Cristo; cómo el enemigo
“¿Qué haría el Salvador si viniera a noso- se valía de toda oportunidad para cegar las
tros, tal como vino a los judíos? Efectuaría mentes de los siervos de Dios a fin de que
una similar depuración de la escoria de la no pudieran discernir la preciosa verdad”
tradición y el ceremonialismo. A los judíos (ibíd., 18 febrero 1890).
les perturbó profundamente que realizara
esa obra… La ceguera de los fariseos ilus- “En toda línea que trazo a propósito de la
tra cómo los que pretenden poseer gran luz condición del pueblo en los días de Cristo,
y conocimiento pueden comprender mal y y de la actitud que tuvieron hacia la Luz del
tergiversar la obra de Dios. Se han ocultado mundo, veo peligro de que tomemos la
de la vista verdades gloriosas, y mediante misma posición… En el mundo habremos
el error y la superstición se las ha converti- de enfrentarnos a toda forma de increduli-
do en deslustradas y carentes de atractivo” dad, pero nuestras almas resultan heridas
(Review & Herald, 4 junio 1889). cuando la encontramos en quienes debieran
ser líderes el pueblo [de Dios]” (ibíd., 4
En el artículo que se publicó el 11 de junio, una marzo 1890).
semana después, nos comparó de nuevo en cinco
ocasiones con los judíos, y se refirió unas veinte En contraste con la práctica totalidad de sus con-
veces a la incredulidad de los “hermanos en el temporáneos, el discernimiento profético inspira-
ministerio” que le eran contemporáneos: do de E. White percibía que el impacto global de
1888 fue el equivalente a crucificar de nuevo a
“Muchos se colocan en una posición simi- Cristo. Los judíos afirman que nunca crucificaron
lar a la de los judíos del tiempo de Jesús, y al Mesías, y a nosotros nos resulta difícil recono-
no quieren dar oído a la palabra de verdad cer el alcance de lo que hicimos:
debido a que sus mentes están llenas de
159
“Los que resistieron al Espíritu de Dios en En nuestros días ha entrado en escena una nueva
Minneapolis estuvieron esperando una generación, y ningún miembro actual de la iglesia
oportunidad para recorrer de nuevo el mis- puede dar hoy testimonio de su experiencia per-
mo camino, ya que se trataba del mismo sonal por haber asistido a la asamblea de 1888.
espíritu… Todo cuanto podamos aprender sobre ella ha de
Todo el universo celestial fue testigo del proceder de escritos inspirados.
trato afrentoso que se dio a Jesucristo, re-
presentado por el Espíritu Santo. Si Cristo Desde 1950 se ha venido haciendo un esfuerzo
hubiera estado ante ellos, lo habrían tratado concertado para publicar libros que presenten la
de forma similar a como lo hicieron los Ju- idea de que 1888 constituyó una victoria para la
díos” (Serie A, n 6, p. 20, 16 enero 1896). iglesia. Así, varios libros autorizados sumando en
total casi mil quinientas páginas tratan de esta-
La confusión y la perplejidad son el único resul- blecer que el mensaje de 1888 fue aceptado. Dos
tado posible de una declaración como esta que ha de ellos recibieron el respaldo de presidentes de
sido recientemente publicada: “En 1888, la direc- la Asociación General; un tercero lo escribió un
ción de la iglesia adventista dio un giro elevador vice-presidente. Su publicación demuestra el pro-
en la sesión ministerial previa” (Ministry, no- fundo interés que 1888 representa para la con-
viembre 1984). La mensajera del Señor, hablando ciencia adventista del séptimo día.
14 años después de 1888, dijo lo opuesto: “Se me
ha instruido al efecto de que la terrible experien- El Espíritu Santo ha dirigido a la iglesia durante
cia en la asamblea de Minneapolis es uno de los todos estos años, y la verdad acabará por cono-
capítulos más tristes en la historia de los creyen- cerse y prevalecerá, triunfando sobre toda confu-
tes en la verdad presente” (Carta 179, 1902). Es- sión. La solución a nuestros problemas no consis-
ta fue su valoración inspirada: “Crueldad hacia el te en criticar a la dirección de la iglesia ni en de-
Espíritu Santo”, “trato vergonzoso a Jesucristo”, bilitar su organización. Consiste en el arrepenti-
que “algún día será apreciado en su verdadera miento y la reconciliación con Cristo dentro de la
significación, con todo el peso del horror resul- organización de la iglesia. No podemos permitir-
tante” (General Conference Bulletin 1893, p. nos negar o suprimir la verdad. Cuando esta sale
184). Quizá se esté acercando ese “algún día”. a la luz y es comprendida y aceptada por corazo-
nes sinceros, vence al fanatismo, al legalismo y al
La comparación que hizo E. White entre noso- espíritu de crítica del tipo “yo soy más santo que
tros y los judíos no es gratuita. Afecta al corazón tu”. La verdad ha de llevar al humilde arrepenti-
mismo del plan de la salvación. En nuestra “in- miento que es según Cristo, y significará la cura-
subordinación” va implícita la negación de Juan ción definitiva.
3:16, ya que significa resistir a Cristo. Cuando
eso se reconozca, tendrá lugar el arrepentimiento Prestemos breve atención al desarrollo de los
correspondiente a la transgresión. El problema es acontecimientos que siguieron:
que la transgresión no ha sido aún apreciada en
su verdadera naturaleza. Aún no nos hemos visto
tal como el Cielo nos ve.

1950

El manuscrito 1888 Re-examined, de 206 pági- más de 600 citas de E. White-, que en 1888 to-
nas, no llevaba el nombre de sus autores y tam- mamos el camino equivocado; que la causa de
poco incluía título ni fecha. Su propósito era Dios sufrió un revés importante y que el auténti-
simple: demostrar, a partir de fuentes inspiradas – co progreso de la causa requiere que aceptemos
160
ese mensaje y lo proclamemos al mundo, así co- pio de la organización y orden en la iglesia. Pero
mo que a la vista de nuestra historia y en respues- no podíamos en conciencia retractarnos de nues-
ta al llamado de Cristo a Laodicea, lo apropiado tras convicciones básicas, que creíamos basadas
es el arrepentimiento denominacional. en el testimonio inspirado de E. White. Así pues,
encomendamos la cuestión a la siguiente autori-
Nuestro llamado fue objeto del rechazo oficial dad superior: al propio Señor en el juicio investi-
más contundente: “No creemos que [un arrepen- gador y a la “disposición de su providencia”, y
timiento denominacional] esté de acuerdo con el nos reincorporamos a nuestros puestos de trabajo,
plan y propósito de Dios”. “No querrán imprimir prosiguiendo con nuestros deberes misioneros en
sus puntos de vista más bien críticos, ni darles África (Carta a los oficiales de la Asociación
mayor circulación” (General Conference, De- General, 5 febrero 1952).
fense Literature Committee Letter, 4 diciembre
1951). La posición de la Asociación General con- Pero una de las copias del manuscrito que entre-
sistía en que a la vista de nuestros bautismos, que gamos al comité de la Asociación General encon-
eran numerosos hasta el punto de hacer “duplicar tró de algún modo la forma de salir de las ofici-
nuestra membresía” en los años 1950, amén de nas de la sede denominacional. Mientras los auto-
nuestra generalizada prosperidad denominacional res del manuscrito trabajábamos como misione-
e institucional, no era necesario ni apropiado el ros en África, algunos laicos y pastores en Amé-
arrepentimiento denominacional. rica del Norte copiaban laboriosamente el ma-
nuscrito y lo reproducían. Sin que lo supiéramos,
Los autores del manuscrito no nos rebelaríamos resultó ampliamente distribuido en varios conti-
contra la directiva de la Asociación General. nentes.
Siempre hemos sostenido con firmeza el princi-

1952

Entre el 1 y el 13 de septiembre de 1952 tuvo lu- tardado en años. Hace ya tiempo que de-
gar en la iglesia de Sligo (Maryland) una asam- bíamos haber poseído la Tierra Prometida.
blea bíblica memorable. Los estudios allí presen- Pero aquí se ha repetido el mensaje de la
tados “representan el mejor pensar de hombres justicia por la fe dado en la asamblea de
veraces, sinceros, fervientes, entregados y leales” 1888. La práctica totalidad de los oradores
dirigentes de la iglesia, según afirma D.E. Rebok han enfatizado desde el primer día esa doc-
en la introducción del informe en dos volúmenes, trina crucial, sin que hubiera un plan pre-
Our Firm Foundation (Review & Herald, 1953, meditado a tal efecto. Ha sido algo espon-
vol. I, p. 13). táneo por parte de los oradores. Sin duda el
Espíritu Santo los ha impulsado a obrar así.
Hacia el final de la asamblea el presidente de la Este tema ciertamente ha “absorbido a
Asociación General reconoció el revés de 1888, e cualquier otro” en estas asambleas.
hizo una sorprendente declaración: Y esta gran verdad se ha proclamado aquí,
en esta asamblea bíblica de 1952, con mu-
“La iglesia fracasó en gran medida en edi- cho mayor poder del que lo fue en 1888,
ficar sobre el fundamento puesto en la puesto que quienes han predicado aquí han
asamblea de la Asociación General de gozado de mayor luz brillando en cientos
1888. Mucho se ha perdido en consecuen- de declaraciones de los escritos del Espíritu
cia. Nuestro crecimiento espiritual se ha re- de profecía, de la que no disponían quienes

161
predicaron entonces… Al estudiar detenidamente los dos volúmenes en
La cuestión ya no va a ser más: ‘¿Cuál fue que se publicó el informe, se hace patente un
la actitud de nuestros obreros y miembros problema: Ni uno solo de los predicadores reflejó
hacia el mensaje de la justicia por la fe da- los motivos singulares y esenciales del mensaje
do en 1888? ¿Qué hicieron con él?’ A par- de 1888. Los mensajes de Edward Heppenstall
tir de ahora, la gran cuestión ha de ser: sobre los dos pactos estuvieron en refrescante
‘¿Qué hicimos con la luz sobre la justicia armonía con la posición de 1888, y algunos otros
por la fe proclamada en la asamblea bíblica predicadores no dijeron nada en contra. Y no hay
de 1952?’” (W.H. Branson, vol. II, p. 616 y duda alguna de que eran todos “hombres veraces,
617). sinceros, fervientes, entregados y leales”, y todos
ellos hicieron predicaciones positivas.
En sus consideraciones finales volvió a recalcar-
lo: “Hermanos, destaquemos en todas nuestras Pero el problema es que la mayoría, si no todos,
reuniones con los obreros la gran importancia del evidenciaron estar sinceramente desinformados
mensaje que vino en 1888 a la asamblea de Min- sobre el contenido real del mensaje de 1888. Ni
neapolis, el mensaje que todos los predicadores uno solo de ellos dio evidencia de haber estudia-
han repetido aquí en estas asambleas” (p. 737 y do con esmero las fuentes originales de aquel
738). “mensaje preciosísimo”, que por descontado se
hallaban fuera de imprenta. Aparentemente nadie
Aquellas asambleas tuvieron lugar hace ya unas fue capaz de apreciar la clara diferencia entre el
cuantas décadas. Se afirmó que todos los predi- mensaje de 1888 y la doctrina protestante popular
cadores estuvieron en plena armonía sobre “la sobre la “justicia por la fe”.
doctrina de la justicia por la fe”, añadiendo que
predicaron el mensaje más clara y poderosamente Es dolorosamente evidente que los mensajeros de
que los mensajeros de 1888 en el comienzo de la 1888 que E. White apoyó fueron persona non
lluvia tardía y el fuerte pregón. grata en aquella asamblea (ver, por ejemplo, vol.
I, p. 256). Es como si algún plan preconcebido
De ser cierto, se deduce lógicamente que los hubiese prohibido cualquier reconocimiento de
mensajes de 1952 fueron una manifestación “mu- los mensajeros de 1888 o del contenido de su
cho mayor” de la lluvia tardía y el fuerte pregón singular mensaje. Siendo que los nutrientes esen-
de Apocalipsis 18, de lo que lo fue el mensaje de ciales estaban ausentes en gran medida de los
1888. Además, los mensajes de 1952 fueron ple- mensajes dados en 1952, no podían ejercer el po-
namente aceptados sin sufrir oposición, sea de der espiritual del mensaje de 1888 para reavivar y
forma oficial en la Asociación General o en la reformar.
obra mundial.
De aquella asamblea derivó sin duda mucho bien.
Si lo que tan trágicamente faltó en 1888 fue tan Pero la lluvia tardía y el fuerte pregón no tuvie-
abundantemente provisto en 1952, ¿no debiera la ron allí otro “comienzo”.
tierra haber sido alumbrada con la gloria del
mensaje del fuerte pregón en aquella generación? Mientras tanto continuaba la espontánea y amplia
Una aceptación semejante del mensaje de 1888 distribución de 1888 Re-examined. Alrededor de
sesenta años antes –en Minneapolis- habría pre- 1958, demandas relevantes dirigidas a la Asocia-
parado a un pueblo para completar la comisión ción General por parte de miembros de iglesia en
evangélica en aquella generación. ¿Vino la ben- la obra mundial, suscitaron otra reacción.
dición en la generación de 1952?

162
1958

La Asociación General preparó entonces una las fuentes de E. White que habíamos empleado,
nueva respuesta, y la puso a disposición de la así como a buscar otras nuevas.
iglesia en septiembre de 1958. Llevaba por título:
A Further Appraisal of the Manuscript “1888 Re- Como resultado, en septiembre de 1958, estando
examined”. Dicha respuesta se oponía enérgica- aún de vacaciones en América, preparamos una
mente al manuscrito. Esta fue su conclusión: respuesta de 70 páginas: An Answer to “Further
Appraisal”, que abordaba cada uno de los puntos
“Es evidente que los autores han demostra- en cuestión. No habiendo podido realizar una in-
do considerable amateurismo, tanto en su vestigación en Ellen White Vault, logramos ac-
investigación como en el trato dado a los ceder a colecciones privadas de muchos docu-
hechos. A lo largo de todo el manuscrito mentos de E. White no publicados hasta enton-
hay un patrón repetitivo de empleo de citas ces, existentes en bibliotecas de pastores jubila-
fuera de su verdadero contexto*… La tesis dos que habían conocido personalmente a la pro-
de ‘1888 Re-examined’ es un serio descré- fetisa. Nuestra respuesta (An Answer to “Further
dito para la ética literaria de sus autores… Appraisal) incluía esa recién descubierta docu-
Haciéndose culpables de distorsionar los mentación en apoyo de nuestra tesis. El docu-
hechos y de aplicar incorrectamente decla- mento de la Asociación General A Further Ap-
raciones del Espíritu de profecía, los auto- praisal fue retirado y dejó de estar disponible.*
res de ‘1888 Re-examined’ han producido
un manuscrito que es perjudicial para la * Un ejemplo de cómo A Further Appraisal defen-
iglesia, menosprecia a sus dirigentes y a las día la teoría de la aceptación es su uso de una frase
personas desinformadas que pudieran llegar aislada de la Carta 40 de 1893: ‘Estuvimos en el
a leerlo” (p. 47-49). campo de batalla por cerca de tres años, pero por
aquel tiempo tuvieron lugar cambios decididos entre
* El informe del Defense Literature Commit- nuestro pueblo, y por la gracia de Dios ganamos
tee había declarado más bien lo contrario: victorias decididas’ (A Further Appraisal, p. 44).
“El Manuscrito evidencia el mayor fervor, Pero en 1983 Ellen White Trustees publicó la carta
diligencia y meticuloso esfuerzo”. completa, de forma que pudo conocerse su contexto
(Release #996). La frase citada tiene lugar en una
Como es fácil suponer, cuando leímos A Further discusión relativa al consumo de queso. Trata acerca
Appraisal quedamos profundamente consterna- de cómo el Dr. Kellogg compró un lote entero de
dos. ¿Sería cierto que éramos culpables de “em- queso que fue puesto a la venta en el aparador de
plear citas fuera de su verdadero contexto” y de comestibles de una reunión campestre, y de cómo la
“de distorsionar los hechos”, produciendo un reforma pro-salud ganó aceptación entre nuestro
“manuscrito que es perjudicial para la iglesia”? pueblo. El contexto no contiene nada relacionado
Eso nos llevó a orar fervientemente, a examinar con el mensaje de 1888, ni con su eventual acepta-
nuestro corazón y a un estudio más profundo de ción.

1962

Hubo miembros de iglesia que continuaron por to punto final al asunto” (p. 3). Pero se diría que
cuatro años planteando cuestiones importantes. A la providencia no había dispuesto que el interés
Further Appraisal afirmaba en 1958: “se consi- por 1888 tuviera un punto final. El Espíritu Santo
deró que el informe de hace siete años [del De- ha de mantenerlo vivo hasta que se de el arrepen-
fense Literature Committee, en 1951] había pues- timiento.
163
En 1962 N.F. Pease publicó un libro sobre 1888: (c) Eso suscita la siguiente cuestión: Si las igle-
By Faith Alone. El prefacio del presidente de la sias protestantes de los años 1800 poseían la
Asociación General declara: esencia de nuestro mensaje de 1888, ¿cómo podía
este ser “el mensaje del tercer ángel en verdad”?
“La asamblea de la Asociación General de ¿En qué radica la singularidad del evangelio ad-
1888 y la discusión que en aquel encuentro ventista del séptimo día?
tuvo lugar sobre la justificación por la fe ha
merecido comentarios diversos por parte de (d) Se afirma de la iglesia adventista que va ha-
diferentes personalidades, especialmente en ciéndose “más evangélica con el pasar de los
los últimos meses. Incluso unos pocos han años", y que ha experimentado un “énfasis cre-
sugerido -de forma totalmente errónea- que ciente en la justificación por la fe en los últimos
la iglesia adventista del séptimo día se ha cuarenta años” (Pease, p. 227, 239 y 240). Per-
desviado por su fracaso en captar esa gran manece la pregunta: ¿De qué tipo de “justifica-
enseñanza fundamental cristiana. Este libro ción por la fe” se trata? ¿De protestantismo popu-
contiene una exposición fidedigna de lo su- lar? ¿O del mensaje de 1888?
cedido” (p. vii).
(e) El libro no destaca por su congruencia. Decla-
El Dr. Pease es un competente y esmerado erudi- ra que logramos “preservar para la denominación
to, y la Asociación General apreció su obra. Pero el énfasis espiritual del movimiento de reaviva-
su libro es problemático al no manifestar una miento de aquella década [de 1890]”. Sin embar-
comprensión equilibrada de la era de 1888: go, de forma extraña, “el reavivamiento de los
años noventa se extinguió” (p. 164 y 177). La
(a) El libro olvida casi completamente reconocer implicación es desalentadora. Esa postura es una
el mensaje de 1888 por lo que fue: el “comienzo” negación implícita la profecía de Apocalipsis
de la lluvia tardía y el fuerte pregón: un mensaje 18:1-4. Una vez que el liderazgo de la iglesia
enviado para preparar a un pueblo para la trasla- acepte verdaderamente el mensaje del fuerte pre-
ción. gón, es imposible que se extinga, ya que está pro-
féticamente destinado a crecer hasta “alumbrar la
(b) El mensaje de 1888 se presenta repetidamente tierra con su gloria”. Constituye la escena más
como siendo meramente “la doctrina de la justifi- gloriosa en el futuro profético que aguarda al
cación por la fe”, o de “la justicia por la fe”, que mundo. El hecho de que “se extinguió” “el reavi-
son equiparadas con la enseñanza popular protes- vamiento” de los años 1890 es de por sí la evi-
tante. Llega a afirmar que los mensajeros de 1888 dencia más clara de que el liderazgo de la iglesia
obtuvieron su mensaje de las iglesias protestantes no aceptó verdaderamente el mensaje del fuerte
populares de su día (p. 138 y 139). Pero los men- pregón. Eso hay que tenerlo meridianamente cla-
sajeros fueron categóricos en su afirmación de ro. En caso contrario debemos aceptar la terrible
que lo obtuvieron únicamente de la Biblia (cf. perspectiva de que todo reavivamiento genuino
General Conference Bulletin 1893, p. 359). Bus- estará igualmente condenado a “extinguirse” an-
camos en vano los elementos únicos constituyen- tes o después, incluso en el caso de que el mensa-
tes del mensaje de 1888 en los escritos contem- je se acepte. ¿Podrá Apocalipsis 18:1-4 cumplirse
poráneos de los teólogos del protestantismo po- alguna vez?
pular.
Los miembros de iglesia continuaban planteando
preguntas.

164
1966

A.V. Olson, vice-presidente de la Asociación “¿Qué fue lo que rechazaron los hermanos
General, escribió otro libro dedicado a 1888. Su en Minneapolis, en la temible posición que
inesperada muerte, el 5 de abril de 1963, había adoptaron? Rechazaron la lluvia tardía, el
dejado su manuscrito “virtualmente concluido” fuerte pregón del mensaje del tercer ángel”
en manos del consejo de White Estate. Se publicó (p. 183).
su libro, de 320 páginas, bajo el título Through
Crisis to Victory 1888-1901. “Algunos de ellos… se opusieron tan abier-
tamente en aquella ocasión [el encuentro de
Sincero y ferviente por demás, el autor procuró Minneapolis] y votaron en su contra a
rebatir nuevamente “conclusiones engañosas” re- mano alzada” (p. 244).
lativas a 1888. En el prefacio avisa al lector de
que “los trece años que pasaron entre Minneapo- “No hace ninguna diferencia que se impon-
lis -1888- y la asamblea de la Asociación General ga un credo de forma escrita, o que se pre-
de 1901, fueron... un período sobre el que la Pro- tenda imponer la idea de alguien mediante
videncia podría pronunciar la palabra victoria” un voto en la Asociación General… Y aquí
(p. 7). Pero una vez más surgen problemas de hay personas que recuerdan un momento –
importancia: hace cuatro años- y un lugar –Minneapolis-
en el que se hicieron tres esfuerzos directos
(a) Aquellos trece años no se caracterizaron por para que se pusiera el cerrojo al mensaje
la victoria, sino por la más destacada infidelidad del tercer ángel mediante un voto de la
en la administración de la sede central de la igle- Asociación General. Pretendían que se re-
sia. Hubo demandas proféticas por reforma y re- conociera como un hito aquello que alguien
organización, y finalmente juicios de parte del creía, para votar a continuación que nos
Señor, en los incendios devastadores del Sanato- mantuviéramos en los hitos, importando
rio de Battle Creek y de Review & Herald Pu- poco si uno sabe o no lo que son los hitos.
blishing Association. Eso ocurría justo después Lo siguiente sería avanzar, acordando
de la “victoria” de 1901. Las numerosas cartas guardar los mandamientos de Dios así co-
que E. White escribió desde Australia durante ese mo una gran cantidad de otras cosas que
período, no indican otra cosa que “años de paso”, iríamos a hacer. Y todo eso se presentaría
si es que la espiritualidad y la fidelidad son im- como siendo justificación por la fe” (p.
portantes, y si el mensaje y la experiencia de 256).
1888 son el criterio.
La propia E. White menciona un voto de rechazo,
(b) El libro procura establecer una base legal para pero dicha referencia se ha suprimido en la re-
probar que el mensaje de 1888 no se “rechazó ciente edición del Ms. 24, 1888, en Selected Mes-
oficialmente”, puesto que los delegados no toma- sages, vol. III, p. 176. En su Ms. 15, 1888 (Olson,
ron voto alguno para emprender “ninguna acción, p. 294-302) se la ve muy preocupada con la mal-
de la clase que fuera” a fin de aceptarlo o recha- dad de los hermanos al forzar aquel voto.
zarlo (p. 36). Si bien es verdad que no hay regis-
tro “oficial” de un voto negativo en Minneapolis, En claro desafío a la historia, hay al menos seis
lo cierto es que se tomó un voto, y el Bulletin de modernas negaciones de que se tomara aquel vo-
1893 lo comenta. E. White también lo confirma. to: El ‘Marco histórico’ del libro Testimonios pa-
ra los ministros, escrito por la Junta de Fideico-
Obsérvense algunas referencias definidas a la misarios de los Escritos de Elena G. de White, p.
toma de un voto en contra del mensaje: xxiv; Through Crisis to Victory, p. 36; Movement
of Destiny, p. 233 y 370; The Lonely Years, p.
395 y 396 y The Faith that Saves, p. 41.
165
Es razonable preguntarse por qué, después de 41). Sin el apoyo directo de la profetisa a los
“tres esfuerzos directos” para obtener un voto de mensajeros, la asamblea de la Asociación Gene-
rechazo del que quedara constancia, no se logró. ral habría votado de forma oficial condenando el
¿Por qué no se registró? La respuesta es clara en mensaje.
el mismo Bulletin de 1893: E. White, sin que na-
die la secundara, rehusó permitir que aquel voto (c) Olson minimiza la magnitud de la oposición
se incluyera en las actas: en 1888 al referirse a escasamente “treinta y tres
obreros... implicados de una u otra forma... No es
“¿No se nos dijo en aquel tiempo que el correcto suponer que hubo una oposición coordi-
ángel del Señor declaró: ‘No deis ese paso. nada y organizada” (p. 84). Estamos de nuevo an-
No comprendéis lo que eso implica?’ ‘No te un conflicto con lo que la mensajera inspirada
puedo dedicar tiempo a explicaros lo que afirmó en numerosas declaraciones. Por otra par-
está ahí encerrado, pero el ángel ha dicho: te contradice los informes de testigos presencia-
no lo hagáis’. El papado estaba allí impli- les como C.C. McReynolds y R.T. Nash (ver ca-
cado. Eso es lo que el Señor estaba tratando pítulo 15).
de decirnos y hacernos comprender… ¿Hay
alguien en esta casa que estuviera allí en (d) El libro concluye con un dilema penoso y
aquella ocasión, que no pueda ver ahora de desalentador. Es su percepción que los dirigentes
qué se trataba?” (p. 265). y pastores son fieles, mientras que los laicos no
lo son: “Los pastores y evangelistas adventistas
Por lo tanto, lo único que impidió que el voto que han anunciado esa verdad vital desde púlpitos e
se tomó quedara registrado, es que E. White sa- instancias públicas con corazones encendidos por
biamente lo evitó. Es claro que los delegados es- el amor de Cristo”. Pero “para muchos miembros
taban procurando que se diera un voto tal de re- de iglesia el mensaje de la justicia por la fe se ha
chazo. La victoria del voto negativo debió ser convertido en una teoría árida... Han tratado la
abrumadora, ya que E. White declaró en Minnea- luz de forma negligente... Han fallado... Sus po-
polis que “en general, el espíritu y la influencia bres almas están desnudas y destituidas... Pronto
de los pastores que han venido a esta asamblea van a ser rechazados por su Señor” (p. 238 y
consiste en desechar la luz” (Carta B21, 1888); 239). El fin lógico de esa tesis es el concepto ca-
“nuestros hermanos en el ministerio... están aquí tólico-romano de una jerarquía fiel y una mem-
solamente para apartar fuera del pueblo el Espíri- bresía infiel.
tu de Dios” (Ms. 9, 1888, Olson. p. 291); y “en
esta asamblea... la oposición, más bien que la in- Pero es cierto lo contrario: cuando “el ángel de la
vestigación, está a la orden del día” (Ms. 15, iglesia” -su liderazgo- responda al llamamiento
1888, Olson, p. 301). De haberse registrado un final de Cristo, sucederá esto: “Tu pueblo se te
voto como ese, habría significado un virtual sui- ofrecerá voluntariamente… en la hermosura de la
cidio denominacional. ¡Gracias a Dios por sal- santidad” (Salmo 110:3). Un pastorado fiel y una
varnos de nosotros mismos! membresía infiel es una acusación, no sólo al
pueblo de Dios del presente, sino al de toda la
Pease reconoce la fuerza de aquella oposición historia sagrada, y no ofrece ninguna esperanza
virtualmente uniforme: “¡Se puede afirmar sin de futuro que no sea un pueblo infiel resistiendo
temor a errar que de no ser por el apoyo [de E. siempre a un cuerpo ministerial fiel. No fue, no
White], Waggoner y Jones no habrían tenido la es, y no será así.
menor oportunidad!” (The Faith That Saves, p.

166
1969

Norval F. Pease publicó al poco tiempo una con- el 5 de noviembre de 1892, bien posterior a las
tinuación de By Faith Alone, que llevaba por títu- confesiones de los principales dirigentes, decla-
lo The Faith That Saves (1969). 1888 es de nuevo rando que “ni uno” de los que rechazaron ini-
su principal preocupación. Aparecen más proble- cialmente, había “venido a la luz” ni discernido
mas: el mensaje (Carta B2a, 1892). Pease reconoce en
otro lugar que al finalizar la década, ningún “Eli-
(a) Evade nuevamente cualquier reconocimiento seo” estaba predicando el mensaje efectivamente,
del significado escatológico del mensaje de 1888 excepto Jones, Waggoner, y E. White (By Faith
como comienzo del fuerte pregón de Apocalipsis Alone, p. 164). Siendo así, ¿dónde estaba el apo-
18. En lugar de eso, el autor lo presenta como yo del que supuestamente gozaban?
siendo “la herencia común de los grupos protes-
tantes”, “luz antigua en su contexto apropiado”, (c) Procurando rebatir nuestro ruego de que la
un simple “nuevo énfasis en la justificación”, “el iglesia “vuelva a publicar los escritos de Waggo-
mismo evangelio eterno por el cual los cristianos ner y Jones, de modo que podamos beneficiarnos
se han salvado en cualquier época” (p. 25, 39, 45 de su enseñanza”, Pease declara que “no hay na-
y 54). Parece no haber reconocimiento alguno de da que dijeran Waggoner y Jones” que E. White
una verdad singular que constituya el “mensaje no dijera “mejor... E. White fue capaz de presen-
del tercer ángel en verdad”, ninguna considera- tar ese mismo evangelio eterno con una belleza y
ción de su relación especial con la purificación claridad que ninguno de sus contemporáneos pu-
del santuario. do igualar” (p. 53).

(b) Afirma nuevamente que “los delegados [de Eso suscita una importante pregunta: ¿Por qué
1888] estaban divididos en un sentido triple”, in- envió el Señor a los mensajeros de 1888, si eran
sinuando con ello que la oposición no fue masi- incapaces de presentar adecuadamente el mensa-
va. Rebatiendo a quienes pretenden “que la 'de- je? ¿No habría sido más sabio escogiendo a E.
nominación' rechazó en 1888 la justicia por la fe” White como agente para la lluvia tardía y heraldo
*, el autor se apoya en la suposición de que el del mensaje del fuerte pregón? La historia sagra-
hecho de no existir un voto registrado significa da demuestra que el Señor escoge siempre a sus
que “no se tomó ninguna medida oficial sobre el mensajeros por una razón.
asunto”, y que “la mayor parte de quienes no vie-
ron la luz en 1888, se arrepintieron de su ceguera E. White nunca consideró el mensaje de
y le dieron su apoyo de forma entusiasta” (p. 41). Waggoner y Jones como redundante o superfluo.
Pero no presenta evidencia alguna de dicho apo- Lo apoyó en cerca de 300 ocasiones en lenguaje
yo entusiasta. entusiasta e inconfundible, y los respaldó sin am-
bages como siendo especialmente “escogidos”,
* No queda claro de quiénes se trata. Los autores de “delegados”, poseedores de “credenciales” de
1888 Re-examinado nunca hemos sostenido que “la parte del Señor para realizar una obra que no le
denominación” rechazara el comienzo de la lluvia había sido asignada a ella.*
tardía. Lo que hemos hecho es citar a E. White co-
mo evidencia de que el liderazgo la rechazó, y la * Algunos que dicen aceptar la “justicia por la fe”
mantuvo “en gran medida” alejada de la iglesia, de opinan que no necesitamos el “preciosísimo mensa-
modo que “la denominación” nunca tuvo la oportu- je” que el Señor envió “a su pueblo por medio de los
nidad apropiada de aceptarla (cf. Mensajes selectos, pastores Waggoner y Jones” debido a que dispone-
vol. I, p. 276). mos de los escritos de E. White. Pero hay problemas
en esa posición: (a) La iglesia poseía también sus
No podemos evitar volver a recordar la apesa- escritos en 1888, e incluso más: gozaba de la pre-
dumbrada carta de E. White a su sobrino, fechada sencia personal de la profetisa. (b) Ella misma des-
167
cribió sus escritos como la “luz menor” para llevar a General en 1926 fue lo que 1888 pudo ha-
la “luz mayor”: la Biblia. Por lo tanto, E. White no ber sido, de haberse dado una mayor una-
dijo nada sobre la justicia por la fe que no esté me- nimidad en el significado del evangelio.
jor dicho en la Biblia. (c) La consecuencia de ese Algunos han sugerido que la denominación
razonamiento es que no necesitamos el Nuevo Tes- debiera manifestarse públicamente en cierta
tamento, puesto que tanto Jesús como Pablo funda- forma específica, reconociendo las equivo-
ron su comprensión de la justicia por la fe sólo en el caciones de 1888. No cabe evidencia más
Antiguo Testamento, y nadie puede negar que lo positiva de crecimiento y maduración espi-
comprendieron. (d) Cabría asimismo deducir que ritual que las predicaciones de 1926” (p.
tampoco necesitamos los profetas mayores o meno- 59).
res, dado que Abraham “fue justificado por la fe” y
vino a ser “padre de los creyentes” sin conocer reve- Pero en lógica, ese punto de vista sumergiría a la
lación alguna posterior a Génesis 1-11. iglesia en la confusión. Obsérvese lo que implica:
Por supuesto, eso es absurdo. La única conclusión (1) Los mensajes de 1926 fueron más elevados y
lógica a la que cabe llegar es que necesitamos toda trascendentes que los de 1888; sin embargo, (2) a
la luz que el Señor juzgue oportuno proporcionar- diferencia de 1888, la “mayor unanimidad en el
nos. E. White no pretendió jamás haber sido enviada significado del evangelio” en 1926 implica que
para proclamar la lluvia tardía o el mensaje del fuer- no hubo oposición, tal como había ocurrido en
te pregón, pero los reconoció en las presentaciones 1888. (3) Han pasado muchos años desde 1926,
de Jones y Waggoner. Es imposible aceptar since- pero E. White escribió que de haber sido acepta-
ramente a E. White y no aceptar sus declaraciones do el mensaje de 1888, la comisión evangélica se
de apoyo al mensaje de 1888 tal como lo proclama- podía haber completado en pocos [dos] años
ron Jones y Waggoner en el período de tiempo en (General Conference Bulletin 1893, p. 419). (4)
que hizo tales declaraciones. Esa evaluación de 1926 nos dice, por lo tanto,
que una “mayor unanimidad” y aceptación del
Los libros de los mensajeros de 1888 están basa- mensaje no se traduce en la conclusión de la co-
dos solamente en la Biblia (véase Christ and His misión evangélica. ¿Podría haber algo más des-
Righteousness, The Gospel in Creation, The Glad alentador?
Tidings, The Consecrated Way to Christian Per-
fection, que no incluyen declaraciones de E. Whi- El hecho es que la justicia por la fe enseñada en
te). El mensaje de Jones y Waggoner fue una es- los mensajes de 1926, tal como están registrados
pléndida demostración del poder inherente de la en General Conference Bulletin de aquel año, no
justicia por la fe en su pureza bíblica. Denigrarlo son las verdades esenciales del mensaje de 1888.
conlleva inevitablemente el desprecio al apoyo Lo mismo volvió a suceder en 1952. Aquellos
que le dio E. White. mensajes estaban inspirados por el entusiasmo de
“la vida victoriosa” de Sunday School Times, así
(d) Pease concluye afirmando que los mensajes como otras doctrinas teológicas de destacados lí-
de la Asociación General de Milwaukee, en deres protestantes de la época. Es por eso que ni
1926, fueron más importantes que los de 1888. la asamblea de 1926 ni la de 1952 podían traer
Los de 1926 serían la evidencia de que se había ningún reavivamiento y reforma duraderos.
aceptado el mensaje de 1888:
Prestemos ahora atención a los acontecimientos
“Tengo la firme convicción de que sería más significativos de un siglo entero de interés
bueno enfatizar menos 1888 y más 1926. creciente relativo a 1888.
De hecho, la asamblea de la Asociación

168
Capítulo 15

De 1971 a 1987 y años sucesivos

Hasta 1971 se habían publicado unas 700 páginas honrara a Dios y exaltara la verdad… com-
dedicadas a negar la necesidad de arrepentimien- pleto y franco, bien documentado para el
to denominacional por lo sucedido en 1888. En obrero diligente y estudioso en todo el
1971 se publicaron otras 700 páginas en el libro mundo... Daniells me amonestó a que fuera
Movement of Destiny, de L.E. Froom. A decir del ecuánime y fiel a los hechos, abarcante y de
autor, “en nuestra historia ningún otro volumen juicio imparcial, y a que presentara la esce-
ha contado con un soporte tal amplio previamen- na en su totalidad de forma equilibrada…
te a su publicación” (p. 8). En su primera edición [así como que] evitara cualquier tipo de
se distribuyeron 1.500 ejemplares a modo de ob- abordaje superficial… Era imperativo pre-
sequio, destinado a los dirigentes de la iglesia en sentar un cuadro veraz y ajustado a la reali-
todo el mundo. La extraordinaria acogida lo con- dad. La verdad, insistió, jamás resulta hon-
virtió obviamente en la voz más autorizada sobre rada por el ensombrecimiento o la oculta-
1888: ción… Vaya hasta el fondo… informe con
veracidad” (p. 17 y 18).
“Iniciado y encargado por el ex presidente
de la Asociación General A.G. Daniells ya Otros “dirigentes veteranos” lo instaron
en 1930, a medida que la investigación
avanzaba recibió la aprobación de cinco “a responder ciertas cuestiones inquietan-
presidentes sucesivos de la Asociación Ge- tes… Y por encima de todo a mantenerme
neral, así como de numerosos consulto- fiel a los hechos, e inflexible en el com-
res… Lo revisaron de forma crítica unos promiso con la plena verdad... a que llegara
sesenta de nuestros eruditos más capaces, hasta el fondo de los hechos, a que reporta-
especialistas en historia denominacional y ra los hallazgos resultantes y a que fuera
teología adventista, expertos en Espíritu de sincero y objetivo en mis presentaciones”
profecía, instructores bíblicos, publicado- (p. 22).
res, evangelistas, científicos y médicos” (p.
8). Movement of Destiny representa un trabajo ingen-
te, escrito por el más prestigioso experto en histo-
Es pues evidente que Movement of Destiny repre- ria de nuestra iglesia. Dios bendijo al autor de esa
senta el pronunciamiento summum bonum sobre publicación con los mayores talentos. Sus desta-
1888 de parte de la Asociación General y de cados volúmenes sobre la historia de la interpre-
quienes ocupan puestos de responsabilidad en la tación profética y la condicionalidad son maravi-
denominación. El autor asegura a sus lectores es- llosas contribuciones a la literatura del movi-
tricta fidelidad al encargo hecho por A.G. Danie- miento adventista. Sin embargo, según por lo
lls, menos uno de los que lo han revisado analítica-
mente, su última obra no constituye “historia
“con énfasis especial en los acontecimien- confiable” (Seminary Studies, Andrews Universi-
tos de ‘1888’ y cuanto de ellos derivó. Ur- ty, enero 1972, p. 121).
gió a que presentara los resultados en un in-
forme abarcante: el tipo de informe que Presenta graves problemas:
169
(a) A pesar de que fue Daniells quien lo comisio- y que contradicen su tesis. Así, sobre la base de
nó, Froom adopta en relación con la historia de la autoridad de testigos invisibles se nos asegura
1888 la posición opuesta a la del libro de Danie- que los dirigentes de la iglesia aceptaron el men-
lls Christ Our Righteousness. Obsérvese el con- saje de 1888, siendo que tres testigos presenciales
traste en los dos extractos que siguen: visibles dicen lo contrario (los citaremos más
adelante).
“La memorable asamblea de Minneapolis
destaca como cima majestuosa, dominando Las “declaraciones” fueron proporcionadas por
sobre cualquier otra asamblea en singulari- “unos veintiséis hombres y mujeres capaces y re-
dad e importancia. Fue un marcado punto presentativos que fueron protagonistas reales, ob-
de inflexión… introdujo una nueva era… servadores o registradores durante la crucial
por lo tanto, 1888 significó una nueva me- asamblea de Minneapolis del ‘88’” (p. 239). Del
lodía y marcó el amanecer de un nuevo número total citado, solamente 13 asistieron
día… 1888 no constituyó una derrota, sino realmente, de modo que sólo cabe hablar de 13
un giro hacia la victoria final… La batalla “testigos presenciales”. Un recuento detallado in-
de 1888… se libró con esfuerzo, y se ganó dica que se hacen 64 referencias a esas 26 perso-
la anhelada victoria” (Froom, p. 187 y nas, y a sus cartas o entrevistas. Una de ellas se
191). menciona en 14 ocasiones.

“El mensaje nunca fue aceptado ni anun- Pero es un misterio inescrutable el por qué el au-
ciado, ni le fue dado libre curso en su debi- tor impide hablar a los testigos después de haber
da forma para traer sobre la iglesia las ben- hecho manifestaciones tan impresionantes. Con
diciones sin límite que están contenidas en una sola excepción, no cita frase alguna de las 64
él… Tras esa oposición se revela el astuto referencias, provengan o no de testigos presen-
plan de la mente maestra del mal, el enemi- ciales.
go de toda justicia… para neutralizar el
mensaje… ¡Cuán terribles han de ser los La razón demanda que se presenten los testimo-
resultados de su éxito en conseguirlo!” nios que sustentarían esa conclusión. Froom de-
(Daniells, p. 47, 53 y 54). clara categóricamente, destacándolo en cursivas:
“Esos testigos insistieron en que no hubo rechazo
(b) Nadie ha sido capaz de comprobar una sola de la denominación en su conjunto, ni del lide-
de las “declaraciones juradas” coleccionadas por razgo en su conjunto” (p. 256). Y se nos deja sin
Froom en supuesto apoyo de la aceptación del una sola frase de cualquiera de ellos en apoyo de
mensaje por parte de los dirigentes, pues hasta el tal declaración.
día de hoy no están disponibles para su estudio.
El autor asegura que fueron provistas por los “au- Ningún tribunal o jurado en el mundo libre acep-
ténticos participantes en la asamblea de Minnea- taría ese tipo de conclusión en ausencia de prue-
polis de 1888”, “relatos [que] han estado bajo bas. Y cuando la supuesta prueba contradice de
custodia desde 1930”, “declaraciones firmadas, forma tan evidente el testimonio de E. White, los
escritas en la primavera del año 1930” (p. 8, 237 miembros de la iglesia adventista tienen todo el
y 238). derecho a exigir que se les permita analizar lo
que Froom llama pruebas.*
Pero en los dos capítulos dedicados a dichas “de-
claraciones” (p. 237-268) al lector no se le permi- * El Dr. Froom nos escribió el 4 de diciembre de
te ver ni una sola de ellas. Y omite tres informes 1964 antes de publicar Movement of Destiny, pi-
de “testigos presenciales” que están disponibles, diendo que nos retractáramos de las posiciones que

170
habíamos tomado en 1888 Re-examinado. Se nos puesta “evidencia” documental estaba completa-
pidió que expresáramos “un repudio público y pu- mente ausente.
blicado… de ciertas conclusiones que han avanzado
[nuestra afirmación de que el liderazgo rechazó el Una de las 26 cartas a que hace referencia (p.
comienzo de la lluvia tardía y el fuerte pregón]…
Dentro de poco tiempo se va imprimir el relato 248) ha estado siempre en los archivos de White
pleno y documentado de lo ocurrido en 1888, y a Estate. Esa carta de cinco páginas escrita por
menos que modifiquen su presentación, van a en- C.C. McReynolds (1853-1937), lleva por título:
contrarse en una posición poco envidiable. El con- “Experiences While at the General Conference in
traste va a resultar evidente”. El 16 de abril de 1965 Minneapolis, Minn. in 1888”. Está indexada co-
nos escribió de nuevo: “En mi opinión debieran ha-
ber actuado enseguida y no haberse demorado… Su mo “D File 189” y termina con estas dos frases:
argumentación… desentona con respecto a todas las
demás; está marcadamente sola, y entra en conflicto “Siento pesar por quienquiera no reconozca
con el veredicto virtualmente unánime de nuestros que en la asamblea de Minneapolis de 1888
eruditos… Manifiestan considerable temeridad al hubo oposición y rechazo al mensaje que el
contradecir los hallazgos de todo ese grupo de hom-
bres… No me siento obligado a compartir con uste- Señor envió a su pueblo por entonces. No
des ninguna otra evidencia ulterior… Su desafortu- es todavía demasiado tarde para arrepentir-
nado alegato me hace pensar en la situación de se y recibir una gran bendición”.
Elías… quien estaba en marcado desacuerdo con los
historiadores y expertos en Israel acerca de la situa- Está también disponible el “Informe de testigos
ción. Él creía estar en lo correcto, y todos los demás
equivocados. Era el único que se mantenía fiel, oculares de la asamblea de la Asociación de
siendo difamado y perseguido en razón de sus 1888” de R.T. Nash, que aporta igualmente evi-
reivindicaciones y conclusiones. Por lo tanto, Elías dencia en lenguaje inconfundible:
de hecho calumnió e infamó a Israel, y dio sobre él
un informe engañoso y negativo. Dio falso testimo- “El autor de este folleto, por entonces muy
nio, difamando a Israel y a sus dirigentes [¿Acab y
Jezabel?]… Debieran cesar, retroceder y retractar- joven, estuvo presente en aquel encuentro
se”. Froom afirmó estar hablando bajo la autoridad [de 1888], y vio y oyó muchas de las varias
de la Asociación General, como pronto demostró el cosas que se hicieron y dijeron en oposi-
inusitado apoyo que recibió su libro de parte de la ción al mensaje que se presentó entonces…
institución. Cuando Cristo se elevó como la única espe-
Uno de nosotros le respondió así el 10 de mayo de ranza de la iglesia y de todo hombre, los
1965: “Una retractación basada en el miedo, en au- oradores concertaron una oposición unida
sencia de evidencia inspirada alguna, difícilmente… de parte de prácticamente todos los pasto-
podría ser la conducta correcta… El Señor jamás ha res veteranos. Trataron de detener esta en-
pedido a nadie algo así. De hecho, uno puede muy señanza de los pastores Waggoner y Jones.
bien arruinar su alma al ceder a la presión del miedo
y la ansiedad, retractándose con cobardía y sin Querían que cesara toda discusión acerca
pruebas que lo justifiquen, de aquello que ha soste- de ese tema”.
nido en buena conciencia”. El 10 de noviembre del
mismo año, el mismo autor escribió de nuevo al Dr. Ellen White Vault contiene asimismo un tercer
Froom: “He insistido en mi disposición a retractar-
informe procedente de un “testigo presencial”; el
me si me muestra evidencia clara en el Espíritu de
profecía. Usted ha rehusado categóricamente mos- de A.T. Jones: “Durante todo el tiempo, por parte
trarme tal evidencia… Me parece extraño, a mí y a del comité de la Asociación General y de otros,
otros más, que me pida retractarme al mismo tiempo hubo un secreto antagonismo continuamente en
que me niega la evidencia que afirma poseer en ma- acción que… finalmente prevaleció en la deno-
teriales no publicados de E. White que harían nece-
minación, dando lugar al espíritu y contención de
saria tal retractación en sinceridad de conciencia…
Es mi oración que en el desenlace de este asunto sea Minneapolis, así como a la supremacía del hom-
honrado el nombre [de Dios]”. bre” (Carta a Claude Holmes, 12 mayo, 1921).
Cuando se imprimió Movement of Destiny, la su-
171
Ninguna de estas declaraciones de testigos pre- lector de que hay “declaraciones juradas” invisi-
senciales encontró su sitio en Movement of Des- bles que afirman lo contrario.
tiny. En su lugar, se asegura constantemente al

Un “testigo incomparable”

(c) Froom dedica dos capítulos a argumentar que (f) De los “centenares de valiosos documentos
el testimonio de E. White es de suprema impor- originales” que se afirma fueron recopilados por
tancia en la evaluación de 1888 (p. 443-464). Sus varios destacados colaboradores, no figura ni uno
escritos, “particularmente desde 1888”, deberían solo de ellos en apoyo de la tesis. Y eso en un li-
resolver “para toda mente razonable” las cuestio- bro de 700 páginas.
nes relativas a esa historia (p. 444).
(g) Aun si se dieran a conocer las “declaraciones
Eso es de todo punto cierto. Pero en once páginas juradas” (cosa que no ocurre), citar las opiniones
dedicadas al testimonio de E. White (443-453) no de hermanos sinceros que pensaron que se aceptó
hay una sola cita de su pluma en apoyo de la tesis el mensaje de 1888, no prueba que tal haya sido
que Froom defiende. el caso. Más de un siglo de historia demuestra
que la lluvia tardía no fue aceptada, a pesar de las
(d) En el siguiente capítulo (p. 454-464) figura citadas pretensiones en contra. Froom y los otros
una lista de más de 200 entradas extraídas de los autores colocan a observadores no inspirados por
escritos de E. White entre 1888 y 1901, que se- encima y en contradicción con el testimonio ins-
gún afirma Froom “configuran el núcleo central pirado de alguien que ejerció el don de profecía.
de este volumen” (p. 456). Pero al leer detenida- Ni siquiera mil testimonios no inspirados en fa-
mente los titulares correspondientes a un año tras vor de la “aceptación” pueden negar el testimo-
otro, uno descubre con sorpresa que no tienen re- nio inspirado de la mensajera del Señor.
lación específica con titulares de artículos publi-
cados, sino que son meros comentarios del autor, (h) Como ya hiciera Olson en su libro, Froom
acordes con su tesis. exonera a los pastores y dirigentes en 1888 y
años siguientes, culpabilizando a los laicos por
(e) Comenzando en la página 221 y extendiéndo- retardar la terminación de la comisión evangéli-
se en las siguientes 12 páginas, hay una colección ca: “El Espíritu Santo -deseoso, dispuesto y ca-
de palabras y frases aisladas de E. White, nueva- paz- no pudo efectuar su obra asignada debido a
mente sin indicar su procedencia. Hay más de la falta de disposición de la membresía” (p. 582).
100 palabras o frases fragmentadas y expresiones “Lo que queda ahora pendiente es la entrada de
cortadas por la mitad, que dejan fuera porciones su pueblo en la plena provisión de Dios para la
de significado vital, omitiendo información con- conclusión de su gran comisión” (p. 613).
textual que le daría un sentido bien distinto y
anularía la teoría de la “victoria”. Numerosas in- Pero es cierto lo contrario: la aceptación del men-
terjecciones del autor rodean y asfixian palabras saje por parte de los dirigentes es precisamente lo
y frases de las predicaciones de E. White en que queda pendiente, puesto que fue el rechazo
Minneapolis, logrando que su auténtico mensaje del mensaje del fuerte pregón por parte del lide-
resulte indescifrable. razgo, tal como afirma E. White, la causa inicial

172
del prolongado retardo (Mensajes selectos, vol. I, asuntos debatidos, y aportó un liderazgo
p. 276). calmado pero efectivo para solucionarlo…
Los años de la administración de Olsen co-
(i) Se dice al lector que E. White “se alegró por la nocieron un reavivamiento y reforma
creciente aceptación” del mensaje de 1888 (p. reales… un tiempo de despertar de la auto-
605), y que “los años noventa estuvieron marca- satisfacción laodicense… mediante la cre-
dos por una sucesión de poderosos reavivamien- ciente aceptación del mensaje de la justicia
tos” y “logros extraordinarios” (p. 264). Obser- por la fe…
vemos un ejemplo interesante del contraste entre Por lo tanto, en honor a la verdad no cabe
lo que E. White dijo realmente, y cómo describió decir que Olsen rechazara o silenciara per-
Froom el escenario del liderazgo de la Asocia- sonalmente el mensaje de la justicia por la
ción General tras 1888. fe, ni que influyera, ayudara o se implicara
de alguna forma en tal sentido…
Froom afirma correctamente que “en el Movi- Olsen, claramente, no rechazó el mensaje”
miento [adventista], el molde de los dirigentes (p. 354-358).
tras 1888 vino lógicamente determinado en gran
medida por el nombramiento del nuevo presiden- Froom no ofrece evidencia alguna de parte de E.
te de la Asociación General. Por lo tanto, debe- White en apoyo de tales declaraciones. Se espera
mos referirnos principalmente a él en procura de que el lector simplemente asuma que tales decla-
evidencia determinante”. Dicho de otro modo: la raciones enfáticas están de alguna forma respal-
actitud del Pastor O.A. Olsen como presidente de dadas por la evidencia inspirada. Una evidencia
la Asociación General es la que determinará tal es lo que está totalmente ausente en su libro,
“principalmente” la verdad relativa a si el lide- y eso es debido a que no existe tal evidencia en
razgo de la iglesia aceptó o rechazó el mensaje. los escritos de E. White: algo que no percibieron
Eso es verdad. Froom continúa en estos términos: los “sesenta de nuestros eruditos más capaces”
que apoyaron Movement of Destiny.
“El registro del liderazgo espiritual de
[O.A.] Olsen es claro y leal… Olsen pare-
cía sentir la importancia espiritual de los

Cómo vio E. White el liderazgo posterior a 1888

Consideremos ahora, en contraste, lo que dijo E. Señor le ha estado dando. Todo ello con-
White retrospectivamente, ocho años después que funde su discernimiento espiritual y lo co-
el presidente Olsen ocupara el cargo de presiden- loca en una posición como centinela infiel,
te: en relación con el interés general, prosperi-
dad y avance de la obra. Está siguiendo un
“Me siento muy apenada por el hermano curso de acción que va en detrimento de su
Olsen… No ha actuado de acuerdo con la discernimiento espiritual, y está haciendo
luz dada. Es un caso misterioso… A pesar que otras mentes vean las cosas en una luz
de la luz presentada ante él durante años pervertida. Ha dado inconfundible eviden-
con respecto a este tema, se ha aventurado cia de no apreciar los testimonios que el
a ir directamente en contra de la luz que el Señor ha tenido a bien dar a su pueblo co-
173
mo dignos de respeto, o como teniendo el medida su carácter sagrado, debido a que
suficiente peso como para influir en su cur- algunos relacionados con ella no han cam-
so de acción” (Carta a A.O. Tait, 27 agos- biado sus sentimientos en ningún particular
to, 1896). desde la asamblea que tuvo lugar en Min-
neapolis…
Es alarmante la forma en que Froom contradice a Se me ha mostrado que el pueblo en gene-
E. White, especialmente en vista del apoyo ofi- ral no sabe que el corazón de la obra está
cial del que disfruta su libro. El contexto de E. enfermando y corrompiéndose en Batlle
White es claro e inconfundible: Creek”. *

“Estoy angustiada más allá de lo que puedo * Estos documentos fueron puestos en manos del
expresar con palabras. El pastor Olsen ha Dr. Froom –con acuse de recibo- el 21 de febrero
actuado sin duda como Aarón, en relación del 1965, antes de que publicara su libro. También
con esos hombres que han estado oponién- fueron puestos en manos de los dirigentes de la
dose a la obra de Dios continuamente desde Asociación General en 1973, antes de que volvieran
a publicarlo. Un presidente de la Asociación Gene-
el encuentro de Minneapolis. No se han ral retiró su apoyo a la edición revisada.
arrepentido de su curso de acción en resistir
la luz y la evidencia… E. White escribió posteriormente a I.H. Evans
La enfermedad en el corazón de la obra en- afirmando que su mayor pesar era haber confiado
venena la sangre, de forma que se transmite comunicaciones vitales al presidente Olsen, en
a las instituciones que [los dirigentes de la lugar de enviar aquellos testimonios al campo de
Asociación General] visitan” (ibíd). labor a fin de que las propias personas pudieran
saber lo que estaba sucediendo en Battle Creek.
E. White no actuó a escondidas del pastor Olsen. El pastor Olsen había “rechazado” la confianza
Le había advertido por escrito con anterioridad en él depositada, según se lee en la copia autenti-
en términos parecidos, el 26 de noviembre de cada de la carta que guarda el archivo White Es-
1894. El 31 de mayo de 1896 volvió a escribirle: tate (Carta E51, 1897). En otra copia firmada de
la misma carta, presente en una colección priva-
“Tengo comunicaciones escritas de hace da, E. White tachó la palabra “rechazado”, y en
uno y dos años, pero por su bien he sentido su lugar escribió de su propia letra: “descuidado”.
que debía retenerlas hasta que pueda estar ¿Cuál era la misteriosa razón de ese continuo re-
junto a usted alguien capaz de distinguir chazo / descuido oficial hacia el Espíritu Santo?
claramente entre los principios bíblicos y
los de manufactura humana, y que con Recuérdese que fue el propio Froom quien señaló
agudo discernimiento pueda distinguir las la elevada norma ética a seguir, según encargo de
imaginaciones humanas extrañamente per- Daniells. Su libro había de ser “el tipo de informe
vertidas que han estado obrando por años, que honrara a Dios y exaltara la verdad”. En sus
de las cosas de origen divino… propias palabras (p. 17):
Hermano Olsen, habla usted de mi regreso
a América. Estuve tres años en Battle “Deplorable práctica, la de manipular la
Creek como testigo de la verdad [1888- historia: en ocasiones ha sido tergiversada
1891]. Mi regreso no beneficiaría a quienes con intencionalidad selectiva, usándola fue-
rehusaron recibir el testimonio que Dios me ra de contexto o empleando las citas en
dio para ellos y rechazaron las evidencias procura de demostrar algo pretendido, in-
que acompañaban dichos testimonios… tentando sustentar una suposición o teoría
La asociación General ha perdido en gran particular. Pero una práctica como esa no
174
es ética ni honesta… En aras de la integri- todos podemos aprender en contrición: Innume-
dad, no debemos tener parte alguna en una rables cristianos en las iglesias populares depen-
manipulación tal de los episodios históri- den indebidamente de ideas preconcebidas inca-
cos. Los siervos del Dios de la verdad de- paces de resistir la prueba de la verdad. ¿Cómo
ben manejar siempre las citas, las pruebas y podríamos los adventistas del séptimo día ayu-
líneas argumentales de forma que honren a darles, a menos que nosotros mismos seamos fie-
la Verdad y a su Autor” (p. 364 y 365). les a la verdad, incluso al costo de sacrificar la
reputación personal?
Indiscutiblemente cierto. Nada se gana criticando
la obra del Dr. Froom. Pero hay una lección que

1972

El Dr. Froom emplazó a los autores de este ma- ban con el apoyo específico de los dirigentes de
nuscrito a que nos retractáramos públicamente de la Asociación General. A finales de 1972 prepa-
nuestra insistencia en que el liderazgo rechazó el ramos un documento titulado: “Una confesión
mensaje de 1888. Su demanda estaba dirigida ex- explícita… obligada a la iglesia”. En él reitera-
presamente a nosotros (Seminary Studies, An- mos nuestra convicción de que los hechos de
drews University, enero 1972, p. 121). Dice así: nuestra historia constituyen un toque de trompeta
que llama al arrepentimiento corporativo y de-
“Los que han pronunciado una acusación nominacional. Entregamos personalmente copias
tendenciosa, en primer lugar contra los di- de ese documento a dirigentes de la Asociación
rigentes posteriores a 1888 -todos los cua- General, quienes instaron a que no fuese publica-
les pasaron ya al descanso-, están hoy obli- do, y convocaron una serie de comisiones espe-
gados a una confesión explícita ante la igle- ciales de análisis en Takoma Park, a fin de sope-
sia. Pero no sólo eso: están igualmente sar la evidencia. Esas reuniones tuvieron lugar
obligados ante aquellos que en la iglesia durante un período de varios años. Los dirigentes
han resultado hoy confundidos y engañados y las comisiones consideraron la evidencia de E.
por un alegato como ese. De hecho, consti- White y resultaron impresionados por ella, pero
tuye en última instancia una acusación de insistieron de nuevo en que no se publicara Una
prevaricación hecha en contra de personas confesión explícita… obligada a la iglesia. Tras
fallecidas. Es un asunto de la mayor grave- haber silenciado nuestra respuesta, volvieron a
dad (p. 358)”. publicar Movement of Destiny sin ninguna altera-
ción en su tesis fundamental.
Los autores quedaron, pues, emplazados a res-
ponder a esa demanda oficial procedente de los Ese renovado interés por la historia de 1888 pro-
eruditos adventistas más prominentes, que conta- pició que ocurrieran dos hechos significativos.

175
De 1973 a 1974

Los dos años siguientes a esas comisiones espe- la historia como para cometer nuevamente el
ciales, los Concilios Anuales hicieron varios lla- mismo error.
mamientos solemnes a la iglesia mundial. En
ellos se instaba al reavivamiento, reforma y arre- El “comienzo” del derramamiento de la lluvia
pentimiento. Evidenciaban un fervor y solemni- tardía y del fuerte pregón NO FUE un reaviva-
dad inusuales. Sin embargo, hemos de reconocer miento subjetivo que supuestamente “despertó a
en sinceridad que los resultados han sido decep- la iglesia adventista”: Fue el propio mensaje ob-
cionantes. jetivo. Hasta la propia declaración de E. White ci-
tada en el llamamiento lo afirma:
Raramente el llamamiento de un comité ha tenido
éxito en producir reavivamiento o reforma, sea en “El fuerte pregón del tercer ángel ya ha
el cuerpo ministerial o entre los laicos, ya que las comenzado en la revelación de la justicia
acciones administrativas difícilmente pueden de Cristo, el Redentor que perdona los pe-
efectuar la reconciliación con Cristo. No obstan- cados. Este es el comienzo de la luz del án-
te, esos llamamientos del Concilio Anual incluían gel cuya gloria llenará toda la tierra” (Re-
una interpretación seriamente errada de nuestra view & Herald, 22 noviembre 1892. Original
historia denominacional, que lógicamente malo- sin atributo de cursivas).
graba los fines buscados. El problema aparenta
ser menor, pero es significativo. Citamos el lla- Es fácil ver la importancia que tiene:
mamiento oficial de 1973:
(a) Si el comienzo del fuerte pregón fue el des-
“En los cuatro años siguientes al encuentro pertar de la iglesia, su rápida extinción significa
de la Asociación General de Minneapolis, muy malas nuevas. La implicación es que un ge-
el énfasis refrescante y motivador en la nuino reavivamiento resulta más difícil que la cu-
‘justicia por la fe’ despertó a la iglesia ad- ra del cáncer, y que cuando se le permite obrar al
ventista de tal manera, que E. White pudo Espíritu Santo (como se supone que sucedió en
declarar que el ‘fuerte pregón’ había co- los años 1890), él mismo desiste y abandona el
menzado!” [Original sin atributo de cursivas]. reavivamiento. ¿Por qué habría de fracasar en dar
el fuerte pregón y terminar la comisión del Señor
No hay aquí un mero error de semántica. E. Whi- una iglesia despierta?
te nunca dijo que el mensaje de 1888 “despertó a
la iglesia adventista”. Precisamente declaró lo (b) Pero si se reconoce el “comienzo” del fuerte
opuesto: “Satanás tuvo éxito en impedir que flu- pregón por lo que realmente fue: el propio men-
yera hacia nuestros hermanos, en gran medida, el saje de 1888, entonces surge la esperanza inme-
poder especial del Espíritu Santo” (Mensajes se- diatamente, pues está a nuestro alcance recupe-
lectos, vol. I, p. 276). Nunca se ha permitido que rar y proclamar el mensaje objetivo tal como es-
el mensaje despertara a la iglesia. tá registrado en las fuentes existentes. El poder
del Espíritu Santo se manifiesta en “la verdad del
Pero el anterior no es el fallo lógico más grave en evangelio” (Gál. 2:14; Rom. 1:16).
ese llamamiento. Fracasa en identificar correcta-
mente en qué consistió el “fuerte pregón”. No Los Concilios Anuales de 1973 a 1974 no hicie-
mencionamos esto en un afán de buscar faltas en ron nada práctico y eficaz para recuperar y pro-
los esfuerzos que creemos fueron sinceros y fer- mulgar el propio mensaje de 1888. En lugar de
vientes, sino porque vivimos demasiado tarde en ello se aseguraron –inadvertidamente- de llenar el
176
vacío resultante con una inyección de “reforma- El tiempo demostró muy pronto que esos puntos
cionismo” calvinista. El mensaje de 1888 nunca de vista eran incompatibles con la verdad ad-
se ha proclamado libre y claramente a la iglesia ventista de la purificación del santuario. Si la
mundial con el soporte pleno de la Asociación Asociación General y nuestras instituciones pu-
General. blicadoras hubiesen apreciado el contenido sin-
gular del auténtico mensaje de 1888 y lo hubie-
Lo segundo que cabe destacar entre 1973 y 1974, sen publicado y sustentado fielmente, esos con-
en relación con ese renovado interés por 1888, es ceptos jamás habrían podido enraizar en Norte-
consecuencia de la comprensión errada que aca- américa, Europa, África, Extremo Oriente y Pací-
bamos de señalar. Reconociendo que la iglesia fico Sur. La lectura equivocada de la historia de
estaba necesitada de “justicia por la fe”, la Aso- la década posterior a 1890 dio como resultado
ciación General se reunió en la Asamblea de una repetición de dicha historia, con consecuen-
Palmdale en 1976. Allí, ciertos teólogos domina- cias aún más trágicas. Es posible documentar la
ron las discusiones y demandaron apoyo a sus pérdida de cientos de pastores, y nadie sabe cuán-
puntos de vista calvinista-reformacionistas sobre tos laicos y jóvenes.
la “justificación por la fe”.
Es posible descubrir la raíz en la que tuvo origen
Alegaban que sus puntos de vista eran un verda- la incursión de esos conceptos calvinistas sobre
dero reavivamiento del contenido del mensaje de la justicia por la fe: la insistencia por décadas de
1888, siendo que en realidad eran la estricta ne- la Asociación General y White Estate, en que el
gación de cada uno de los elementos básicos de mensaje de 1888 fue meramente una reenfatiza-
ese “preciosísimo mensaje”. Pero la preeminen- ción de los puntos de vista protestantes popula-
cia de esos teólogos en Australia y Norteamérica res. Nuestros teólogos en la década de los setenta
les dio una amplia influencia en toda la obra estaban simplemente edificando sobre el funda-
mundial. La ignorancia general de los puntos mento que se les había venido proporcionando a
esenciales de 1888, sumada a su antipatía hacia el partir de los años veinte.
“legalismo”, crearon un vacío que ocuparían rá-
pidamente esos conceptos “reformacionistas”.

1984

Una publicación más habría de abordar 1888: Tres capítulos de su volumen están dedicados a la
The Lonely Years, 1876-1891, que es la biografía historia de 1888. Pero primeramente “deben con-
de E. White escrita por Arthur L. White. La con- siderarse ciertos acontecimientos y circunstancias
tribución del pastor White a la iglesia adventista contextuales” (p. 394). Siguen a continuación 14
es inestimable, y su valía está fuera de toda duda. puntos, algunos de los cuales exploran los fun-
En su prolongada y notable carrera ha sido un damentos de nuestra misión denominacional (p.
agente del Señor, fomentando la confianza de la 394-397). Destacamos brevemente algunos de los
iglesia mundial en el Espíritu de profecía. Como puntos -entre paréntesis- de esa sección del libro:
nieto de E. White, goza de una distinción singular
como autoridad destacada en los escritos de ella, (1) “El asunto de la justicia por la fe... no fue más
y cuenta con el reconocimiento general. que una de las muchas cuestiones apremiantes
que llamaron la atención de los delegados”. El
177
punto (10) prosigue así: “Parece haberse dado un Reproducimos íntegramente la siguiente declara-
énfasis desproporcionado a la experiencia de la ción:
asamblea de la Asociación General en Minneapo-
lis”. (8) “El concepto de que la Asociación General -y
por lo tanto la denominación- rechazó el mensaje
No podemos por menos que preguntar: ¿Cuál es de la justicia por la fe en 1888, carece de funda-
el verdadero significado escatológico del mensaje mento y no se lanzó sino hasta cuarenta años
de 1888? ¿Acaso es posible exagerar la impor- después del encuentro de Minneapolis, y treinta
tancia del comienzo de la lluvia tardía y el fuerte después de la muerte de Ellen White. Los regis-
pregón? tros contemporáneos no sugieren un rechazo de-
nominacional. No existe declaración alguna de
(4) “Si bien la labor de la asamblea... fue signifi- E.G. White que afirme que así fuera. El concepto
cativa y abarcante, los sentimientos y actitudes de de un rechazo como ese ha sido avanzado por
los presentes resultaron amoldados por las discu- personas que no estuvieron presentes en Minnea-
siones teológicas”. polis, y contradice el testimonio de hombres res-
ponsables que estuvieron allí” (p. 396).
¿Hace falta señalar que eso es precisamente lo
que dio significado a la sesión entonces, así como La evidencia objetiva indica que:
importancia permanente para la iglesia hoy? A
menos que nuestras “discusiones teológicas” es- (a) La cuestión importante es la aceptación o re-
tén bien fundadas, nuestra administración buro- chazo de la lluvia tardía y el fuerte pregón, no de
crática no podrá resultar bendecida, y será inca- la “doctrina” protestante que profesaban creer
paz de cumplir la comisión evangélica. quienes protagonizaron el rechazo en 1888.

(6) “La información relativa a lo que sucedió en (b) La propia E. White declaró en Minneapolis
Minneapolis... se ha obtenido principalmente a que el mensaje estaba siendo rechazado por “los
partir de documentos de E.G. White y de declara- pastores en general que han venido a esta asam-
ciones de memorias de unos pocos que estuvie- blea”. Dijo de ellos que “han venido a este en-
ron presentes”. cuentro para descartar la luz”. “La oposición...
está a la orden del día” (Carta B21, 1888; Mss. 9
Nuestro actual dilema como pueblo radica en no y 15, 1888).
dar la debida importancia a la perspectiva inspi-
rada comunicada mediante el ministerio de la (c) El Bulletin de 1893 contiene una colección de
profetisa, sumada a un apego desproporcionado declaraciones de “contemporáneos”, confesando
hacia las opiniones no inspiradas de otros. que el mensaje había sido rechazado y que la di-
rección responsable de la iglesia seguía todavía
(7) “No se tomó ninguna acción oficial con res- resistiéndolo. Eso fue sólo cuatro años después.
pecto a las cuestiones teológicas debatidas”. En la asamblea de 1893 nadie levantó su voz en
protesta, por creer que el mensaje hubiera sido
Esa declaración, frecuentemente repetida, impli- aceptado o lo estuviera siendo por entonces. El
caría que no tuvo lugar ningún rechazo responsa- Bulletin de 1901 contiene declaraciones simila-
ble. Como ya hemos documentado anteriormente, res.
hubo una votación en contra “a mano alzada”
(General Conference Bulletin 1893, p. 244 y Pero eso no es todo. La última edición de Testi-
265) que no quedó registrada tras haber sido ve- monios para los ministros trae un añadido que no
tada por E. White. constaba en ediciones anteriores: un “Marco his-
178
tórico” y un “Apéndice” orientados a que el lec- los términos exactos en que está redactada. El
tor evada la clara convicción que sería inevitable contexto descarta más allá de toda duda una su-
a partir de la lectura del texto de E. White. “Estas puesta redacción deficiente. Siempre, los “algu-
notas ayudarán al lector a comprender correcta- nos” que aceptaron fueron unos pocos de escasa
mente la intención de la autora en los mensajes influencia, mientras que los que lo rechazaron
aquí presentados”. fueron los “muchos” e influyentes.

Un ejemplo ilustrará la forma en que opera esa Pero la cuestión no termina ahí. En 1980 se pu-
“ayuda”. En la página 468 se lee esta inequívoca blicó el tercer volumen de Mensajes selectos, in-
declaración escrita por E. White en 1890: “Está cluyendo un capítulo de 32 páginas titulado:
de moda apartarse de Cristo… Para muchos, el “Elena G. de White informa acerca del congreso
clamor de su corazón ha sido: ‘No queremos que de Minneapolis”. De nuevo se añaden siete pági-
éste reine sobre nosotros’… La verdadera reli- nas bajo el encabezado: “Una declaración que
gión… que propugna la justicia por la fe en el Hi- presenta el fondo histórico”. Se afirma que a pe-
jo de Dios, ha sido menospreciada, criticada, ri- sar de haber habido “un trágico retroceso”, es po-
diculizada y rechazada”. Pero el Apéndice ad- sible documentar “un cambio gradual hacia lo
vierte al lector a ser cuidadoso. Aparentemente mejor que ocurrió en los cinco o seis años des-
no debe creer sin más lo que dice el texto: pués de Minneapolis” (p. 183). Sin embargo, la
“…Mientras algunos asumían esa actitud, otros realidad es otra: los testimonios de reprobación
recibían el mensaje y obtenían una gran bendi- más enérgicos de parte de E. White, debido a la
ción” (p. 531 y 532). Eso contradice llanamente incredulidad posterior a 1888, están fechados sie-
muchas declaraciones en el texto. te u ocho años después de Minneapolis. (La clara
referencia de E. White a un “voto” negativo to-
Cosas como esas no pueden generar más que mado en Minneapolis se ha omitido en el Ms. 24
desánimo entre los miembros sinceros de la igle- de 1888 que forma el cuerpo principal del capítu-
sia, quienes tienen todo el derecho a esperar ho- lo; cf. p. 199).
nestidad literaria, ya que está ante sus ojos la evi-
dencia de la contradicción, a la luz de las pala- Se nos vuelve a recordar que todos debemos pro-
bras de E. White en su contexto. curar la dirección del Señor en nuestra búsqueda
de la verdad vital. 1888 parece presentar un pro-
Hay otra negación de una declaración llana de E. blema único en la larga historia de las confronta-
White relativa a la historia de 1888: El 16 de ciones de Dios con su pueblo. Encierra una pre-
marzo de 1890 afirmó: “Cristo… tiene una ben- ciosa verdad que parece más esquiva que cual-
dición para nosotros. La tenía en Minneapolis, y quier otra en la historia del pasado. De otra for-
la tenía para nosotros en el tiempo de la Asocia- ma, ¿cómo es posible que eruditos y dirigentes
ción General aquí [en 1889]. Pero no hubo recep- con las más extraordinarias oportunidades para el
ción”. Esa declaración está disponible en Release conocimiento que hayan podido existir en cual-
nº 253, pero una nota a pie de página la contradi- quier época, fallen en reconocer la más obvia
ce: “La redacción de esa frase es claramente defi- evidencia? El arrepentimiento es lo que nos in-
ciente, ya que aisladamente no armoniza con lo cumbe a todos. Cada uno debiera preguntar:
que sigue, así como con otras declaraciones de “¿Soy yo, Señor?” (Mat. 26:22).
ella a propósito de la Asociación General de
1889”. Por cierto, quienes se sienten confundidos por las
acusaciones de préstamo literario ocasional por
Lo cierto es que el documento en su integridad y parte de E. White, encontrarán en la verdadera
contexto confirma claramente su declaración en historia de 1888 un argumento para disipar sus
179
dudas. Su integridad y cualificación como agente ella, habría podido predicar diez sermones sin un
del don de profecía quedan demostrados singu- guión, en medio del rojo vivo emocional de aque-
larmente en su papel en aquel tiempo. Desprovis- lla batalla teológica –habiendo quedado registra-
ta de cualquier tipo de soporte humano, marcó su das cada una de sus palabras-, además de escribir
inerrante camino en medio de las trampas teoló- un sinnúmero de cartas y temas de diario, y per-
gicas inherentes a aquella difícil controversia. Es manecer libre de toda crítica un siglo más tarde?
sorprendente su valor al permanecer sola en una No hay una sola palabra desafortunada en nin-
asamblea de la Asociación General, en contra de guno de sus escritos. Su apoyo entusiasta al men-
“casi todos los pastores veteranos”. saje, en contra de todo y de casi todos, está en
milagrosa armonía con la más refinada y compe-
Sus sermones improvisados fueron anotados y tente teología actual. Jamás aquella pequeña da-
transcritos para nosotros hoy. ¿Quién, de no ser ma fue tan grande como en esa historia de 1888.

1888: un test para el tiempo del fin

¿Cómo podemos explicar los esfuerzos oficiales Considerar la “justicia por la fe” meramente co-
casi sobre-humanos, desde 1950, para contradecir mo la doctrina protestante, es haber perdido el
la evidencia inspirada proporcionada por E. Whi- rumbo. Sin embargo, ese ha sido el constante
te relativa a 1888? ¿Podría deberse a que el abordaje oficial de 1888. Obsérvese un ejemplo
enemigo del plan de la salvación tiene un espe- de ceguera espiritual en una cita de A.W. Spal-
cial interés en ocultar esa verdad significativa? ding (Origin and History, vol. II, p. 281). Véase
¿Pudiera ser que el conocimiento de esa verdad cómo contradice el corazón mismo del mensaje
genuina tenga una influencia decisiva en nuestra de 1888:
relación personal y corporativa con Jesucristo, y
que Satanás lo sepa? “La justificación por la fe, la verdad fun-
damental de la salvación mediante Cristo,
Nuestro mal uso de las pruebas / evidencias es es, entre todas las verdades, la más difícil
más serio que los reveses financieros. Si a nues- de mantener en la experiencia del cristiano.
tros enemigos se les ocurre investigar en esa his- Es fácil profesarla, pero difícil en su apli-
toria, nos va a resultar muy embarazoso. Nuestra cación” (citada en The Lonely Years, p.
relación problemática con la verdad nos mantiene 415).
en una condición tibia y falta de arrepentimiento
propia de Laodicea. La solución es simple: una fe Nadie que entienda el mensaje de 1888 podría al-
sincera que incluye creer la verdad y reconocerla bergar un pensamiento tal, pues contradice al Se-
con franqueza y contrición. La hora es avanzada, ñor, quien aseguró: “Mi yugo es fácil, y ligera mi
pero gracias a Dios aún no es demasiado tarde carga” (Mat. 11:30). Si la declaración de Spal-
para que reviva un espíritu de fidelidad. ding es en alguna medida verdadera, tenemos un
terrible problema: El mensaje de la “justificación
Se nos ha dicho que el universo no caído está ob- por la fe... es el mensaje del tercer ángel en ver-
servando. Está en juego el honor del propio Se- dad” (Review & Herald, 1 abril 1890). Tendría-
ñor. Sabemos que ha de llegar el día en que pue- mos, pues, la abrumadora tarea de proclamar al
da decirse de nuestro pueblo que “en sus bocas mundo “la más difícil de todas las verdades”, la
no fue hallada mentira” (Apoc. 14:5). más “difícil en su aplicación”. ¡Malas nuevas!
180
Sin embargo, el mensaje del tercer ángel es antes Es esa comprensión distorsionada del mensaje de
que todo “el evangelio eterno”, buenas nuevas 1888 la que nos define como el “moderno anti-
que son “poder de Dios para salvación” (Rom. guo Israel”.
1:16).

“Para amonestarnos a nosotros”

Nuestra historia forma parte del gran registro sa- Jehová" (Isa. 55:8). El comienzo de la lluvia tar-
grado de la lucha entre la verdad y el error, tanto día y del fuerte pregón no fue una estrategia pu-
como el cruce del Mar Rojo por parte de Israel, o blicitaria de manufactura humana; se trató de una
el apedreamiento de Esteban protagonizado por exposición diáfana de las buenas nuevas, de un
sus descendientes muchos siglos después. Los mensaje en sí mismo, algo que está al alcance de
hechos de nuestra historia del último siglo consti- la experiencia de cualquier creyente por humilde
tuyen la causa primordial, y están ahora comen- que sea.
zando a manifestar su fruto en toda la iglesia
mundial. La cuestión es: ¿Aceptaremos nuestra La experiencia de la expiación final está conteni-
historia, o volveremos a apedrear a “Esteban”? da en ese precioso mensaje de “buenas nuevas”
que transforma el corazón. La sangre de Cristo ha
Tras un siglo de retraso, es tiempo de que veamos de purificar de obras muertas nuestra conciencia
cómo peligra la causa de Dios. Contemplamos ya (Heb. 9:14). El mensaje no tiene meramente por
los primeros frutos del rechazo de 1888 en la cri- objeto la preparación de un pueblo para la muer-
sis panteísta “alfa” de comienzos de la década de te, sino para la traslación, y el poder es inherente
1900. La “omega” no puede tardar. El “alfa” fue al propio mensaje. Ninguna suma millonaria in-
“recibido incluso por hombres que... tenían una vertida en los últimos medios electrónicos de
dilatada experiencia en la verdad,... aquellos que comunicación audiovisual conseguirá jamás
creíamos firmes en la fe” (Special Testimonies, alumbrar la tierra con la gloria de Dios, a menos
Serie B, nº 7, p. 37). “Seguirá la omega, y la que se aprecie y reciba humildemente y de forma
aceptarán los que no están dispuestos a prestar plena la luz de ese cuarto ángel.
atención a la advertencia que Dios ha dado” (nº
2, p. 50). El gran conflicto continúa y el dragón El método del Señor para hacer crecer la iglesia
está airado contra la “mujer”. No va a escatimar de forma sólida y duradera es la sencillez misma.
esfuerzos para vencer. Obsérvese cómo el verdadero mensaje de la jus-
ticia por la fe será la “luz” que efectúe la obra:
En los días del “alfa” se nos advirtió que la ver-
dad sería repudiada. Se escribirían libros de un “Todos alcanzaremos la unidad de la fe y el
nuevo orden. Se introduciría un sistema de filoso- conocimiento del Hijo de Dios; llegaremos
fía intelectual. Se consideraría el sábado liviana- a ser gente madura según la estatura de la
mente. Los dirigentes estarían de acuerdo en que plenitud de Cristo. Entonces ya no seremos
es mejor la virtud que el vicio, pero pondrían su niños llevados por las olas y mecidos por
dependencia en el poder humano (cf. Serie B, nº los vientos de las enseñanzas de hombres
2, p. 54 y 55). engañosos que arrastran a otros al error
mediante las estratagemas que inventan. En
Vemos el cumplimiento de estas palabras: “Si lugar de eso, hablando la verdad en un espí-
Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los ritu de amor [agape], debemos crecer en
que la edifican” (Sal. 127:1). Dios nos dice: todo sentido hacia Cristo, quien es la cabe-
“Porque mis pensamientos no son vuestros pen- za. Controladas por ella, cada una de las
samientos ni vuestros caminos mis caminos, dice partes del cuerpo encajan entre sí, y todo el
181
cuerpo mantiene su integridad mediante las necerá el “pluralismo” discordante. Desaparecerá
articulaciones que posee. De esa forma, toda especie de legalismo. El fanatismo se des-
cuando cada una de las partes actúa como acreditará a sí mismo, dejando de existir.
debe, el cuerpo entero crece y resulta edifi-
cado mediante el amor [agape]” (Efe. 4:13- La última experiencia que aguarda a la iglesia es
16. Traducción personal de Today’s English Ver- similar a la que Jesús experimentó en Getsemaní.
sion). Solamente los que son auténticamente suyos esta-
rán dispuestos a someterse a ella, pero él ha apos-
Mientras tanto se comisiona a ángeles santos para tado el honor de su trono sabiendo que triunfarán.
que retengan los temibles vientos de la contienda
que algún día no lejano van a soltarse. Están re- Pedro se negaba a aceptar la cruz antes de su
teniendo las fuerzas para impedir la ruina que se conversión. Estando en esa situación negó a su
avecina con el abuso de las drogas, el alcoholis- Señor. En la actualidad, una negación semejante
mo, la inmoralidad e infidelidad sexual, el cri- de Cristo es la ineludible consecuencia de la mo-
men, el materialismo idólatra, la corrupción y las tivación centrada en el yo que se expresa conti-
temibles pestilencias. La obra más importante en nuamente en nuestra preocupación por “ir al cie-
el mundo es la del ángel que sella a los siervos de lo”. Fue el cielo lo que Cristo dejó -sin garantía
Dios en preparación para la venida de Cristo alguna de regresar jamás- a fin de que el pecado
(Apoc. 7:1-4). El poco tiempo de paz y prosperi- y la muerte se pudieran erradicar del universo. La
dad de que podamos aún disfrutar es tiempo pres- verdadera fe en él no se centra en la recompensa
tado, que se nos concede solamente para la fina- que esperamos recibir.
lización de su obra. Y la estabilidad mundial de-
pende de la fidelidad del pueblo de Dios a la ver- La séptima y última iglesia acapara ahora la es-
dad, a su mensaje y a su misión. cena. Seguramente estamos asistiendo hoy a los
últimos momentos que le han sido asignados. No
Al final del tiempo ha de suceder algo que nunca hay una octava.
antes ha ocurrido. Se ha de revertir la derrota de
milenios. Sólo así puede completarse la purifica- Cuando su pueblo acepte de corazón toda la ver-
ción del santuario. La profecía de Daniel declara dad que el Señor tiene para él, cumplirá un papel
que, efectivamente, el santuario “será purificado” semejante al de Cristo cuando estuvo en esta tie-
(8:14). El Señor purificará su iglesia, permitiendo rra. “Sólo durante ese corto período de tres años
que proclame el último mensaje que alumbrará pudo el mundo soportar la presencia de su Re-
toda la tierra. dentor” (El Deseado, p. 500).

La obra de Dios puede terminarse en un período Cuando el poder de Satanás sea quebrantado en
de tiempo increíblemente breve. Pero requerirá el el pueblo de Dios, el mundo incrédulo no será
arrepentimiento de los siglos y la comprensión de capaz de soportar su presencia por mucho tiem-
una verdad por la que no hemos sentido hambre y po. La iglesia va a demostrar la verdadera justicia
sed, en nuestro imaginado éxito y prosperidad. por la fe, esa cercana intimidad con el Salvador
Requerirá resolver la confusión teológica y humi- del mundo que sigue aún ofreciendo mientras
llar los corazones. Requerirá el abandono de polí- llama a nuestra puerta.
ticas mundanas, junto a sus estratagemas de ma-
nufactura humana. Traerá a los creyentes la uni- ¿Por cuánto tiempo seguirá llamando?
dad, la armonía auténtica y duradera. Se desva-

182
Apéndice A

¿Enseñó A.T. Jones la herejía de la “carne santa”?

Algunos han acusado al mensaje de la justicia por pués de la asamblea de 1888, enseñando a partir
la fe predicado por A.T. Jones, de llevar a la he- de entonces la posición católico-romana. El Dr.
rejía de la “carne santa”. Se acusa al mensajero Leroy Moore, en el Apéndice B de su Theology
de enseñar esa falsa doctrina ya en los primeros in Crisis (1979), expuso la falsedad de tales acu-
meses tras la asamblea de 1888. He aquí un saciones. Cualquiera que lea los escritos de Jones
ejemplo, sin duda basado en documentos de la o Waggoner lo puede comprobar fácilmente por
Asociación General: sí mismo.

“Hay evidentes y llamativos paralelismos (2) Si “en fecha tan temprana como 1889 las pre-
entre la experiencia del pueblo de Dios al- dicaciones de Jones comenzaron a mostrar cierta
rededor de 1888 y nuestro tiempo. Por deriva en dirección al error de la ‘carne santa’”,
ejemplo, el Señor empleó a Waggoner y E. White queda igualmente desacreditada por in-
Jones en 1888; pero en fecha tan temprana genuidad y fanatismo. Durante su larga y desta-
como 1889 las predicaciones de Jones co- cada carrera, nunca jamás apoyó explícitamente a
menzaron a mostrar cierta deriva en la di- alguien de forma tan entusiasta y repetida como
rección del error de la ‘carne santa’” (Ad- lo hizo con el mensaje y labores de Jones, desde
ventist Review, 6 agosto 1981). 1888 hasta 1896.

La acusación merece el examen más atento. De Si bien es cierto que Jones fue un ser humano tan
ser cierta, toda mente lógica puede vislumbrar las sujeto a la debilidad como cualquiera de noso-
consecuencias: tros, E. White nunca lo habría apoyado de esa
forma si hubiera albergado la más leve sospecha
(1) En primer lugar significaría el descrédito del de que su enseñanza estaba derivando hacia un
mensaje de 1888. Si su puede colocar a Jones o a fanatismo tan horrendo como el que afligió a la
Waggoner en la lista negra por su supuesta ense- Asociación de Indiana en el cambio de siglo. De
ñanza herética o fanática durante la era de 1888, nada valdría suponer que E. White apoyara a Jo-
la iglesia sería por demás insensata dedicando se- nes debido a estar sinceramente engañada por él.
ria atención a su mensaje. David P. McMahon y E. White ejercía el don profético y afirmaba tener
Desmond Ford han procurado desacreditar a inspiración celestial. No hay forma de preservar
Waggoner en ese sentido, a pesar de las conti- su integridad profética si es que estuvo realmente
nuas declaraciones de apoyo por parte de E. Whi- equivocada respecto a Jones.
te. En sus Documents nº 32, Ford afirma que en
1892 Waggoner había dejado ya de ser adventista (3) El mensaje traído por los mensajeros de 1888
del séptimo día. McMahon, en su Ellet Joseph es el único que E. White identificó siempre como
Waggoner: The Myth and the Man (Verdict Pu- genuino comienzo del don del Espíritu Santo en
blications, Fallbrook, CA, 1979), afirma que la lluvia tardía y el fuerte pregón. Si derivó casi
Waggoner se alejó de la posición protestante so- inmediatamente hacia el fanatismo de la “carne
bre la justificación por la fe pocas semanas des- santa”, ¿qué confianza podemos tener en cual-
183
quier mensaje semejante que el Espíritu Santo sia a fin de que no vuelva a recibir ninguna otra
pueda inspirar en el futuro? Podemos estar segu- verdadera bendición espiritual enviada desde el
ros de que Satanás intentará desanimar a la igle- cielo.

La prueba acusatoria contra Jones

La supuesta evidencia resulta encontrarse en co- el arco, de forma que podáis alcanzar el
mentarios atribuidos a A.T. Jones en sus predica- blanco…
ciones en la reunión campestre de Ottawa, Kan- La esperanza de la raza humana radica en
sas, la primavera de 1889. El diario local Topeka el hecho de que la ley exige perfección,
Daily Capital informó sobre el encuentro y re- porque en el caso de que pudiera pasar por
produjo notas acerca de los sermones, que no alto un pecado en la medida que fuese, na-
fueron registrados palabra por palabra, sino con- die podría jamás estar libre del pecado,
densados en gran medida, y que estaban salpica- puesto que la ley no haría que se conociera
das por un gran número de errores tipográficos. ese pecado, impidiendo que fuera perdona-
Esa información incompleta lleva en ocasiones a do, única forma en la que el hombre puede
un fraseo inconsistente. Es significativo ese re- ser salvo. Llegará el día en el que la ley ha-
curso a un diario no adventista obviamente aque- brá revelado el último pecado y permanece-
jado por un periodismo deficiente, a fin de en- remos perfectos ante él, y seremos salvos
contrar algo para desacreditar al hombre de quien con salvación eterna… Por lo tanto, cada
E. White dijo que tenía “credenciales celestiales” vez que se os da a conocer un pecado, sig-
en un sentido único, y que nos trajo el “preciosí- nifica una evidencia del amor de Dios por
simo mensaje”. Y todo ese argumento se elabora vosotros, puesto que el Salvador está presto
un siglo más tarde, siendo que ni siquiera los más a quitarlo” (14 mayo, 1889).
radicales opositores a Jones hicieron algo pareci-
do en su generación. “Es sólo por la fe en Cristo por lo que po-
demos afirmar que somos cristianos. Es so-
Los comentarios supuestamente heréticos no re- lamente siendo uno con él como podemos
velan traza alguna de fanatismo del tipo “carne ser cristianos, y es sólo mediante Cristo en
santa”, sino que afirman simplemente la posibili- nosotros como guardamos los mandamien-
dad de vencer el pecado y alcanzar la perfección tos, siendo por la fe en Cristo por lo que
del carácter por medio de la fe. Estas son las de- hacemos y decimos estas cosas. Cuando
claraciones que registra el diario de Topeka, tal llegue el día en el que guardemos realmente
como allí aparecen: los mandamientos de Dios, nunca morire-
mos, ya que guardar los mandamientos es
“Es la obediencia de Cristo la que cuenta, y justicia, y la justicia y la vida son insepara-
no la nuestra la que nos trae justicia. Bien, bles, de forma que ‘aquí están los que
dejemos de procurar cumplir la voluntad de guardan los mandamientos de Dios y la fe
Dios en nuestra propia fuerza. Dejémoslo de Jesús’, y ¿cuál es el resultado? Que ese
del todo. Desechadlo por siempre. Permitid pueblo será trasladado. Así pues, la vida y
que la obediencia de Cristo lo haga todo la observancia de los mandamientos van de
por vosotros y obtened la fuerza para tensar la mano. Si morimos ahora, nos será impu-
184
tada la justicia de Cristo y seremos resuci- quien la predicara, la enseñanza es verdadera y
tados, pero aquellos que vivan hasta el final armoniza con el concepto adventista de la purifi-
y sean hechos libres de pecado antes de que cación del santuario.
él regrese, teniendo en ellos tanto de Cristo
que “alcancen el blanco” continuamente y (d) Tanto Jones como Waggoner rebatieron enér-
permanezcan intachables sin intercesor, gicamente el fanatismo de la “carne santa” que
puesto que Cristo abandona el santuario al- floreció en el cambio de siglo. En Review and
gún tiempo antes de regresar a la tierra” (18 Herald de 18 de abril de 1899, Jones publicó un
mayo, 1889; el periódico atribuye este ser- artículo demostrando la falacia de esa enseñanza.
món a W.C. White. Deficiencias en la redacción Desde el 11 de diciembre de 1900 hasta el 29 de
tal como figuran en el informe ). enero de 1901, publicó una serie de artículos que
abundaban en la refutación de la herejía. R.S.
Destacamos lo siguiente: Donnell, el líder del fanatismo de Indiana, publi-
có un artículo en Indiana Reporter oponiéndose a
(a) Un estudio detenido muestra la total ausencia Jones, indicando que entendía que los artículos
de "carne santa" en las predicaciones de Jones, de Jones eran una refutación de su enseñanza.
según el registro de aquel diario. Las declaracio- También Waggoner se opuso a la doctrina de la
nes que algunos interpretan como estando afecta- “carne santa” en sermones pronunciados en la
das por esa “deriva” se refieren solamente al asamblea de la Asociación General de 1901 (cf.
desarrollo del carácter por medio de la fe, en General Conference Bulletin 1901, pp. 403-422.
preparación para la segunda venida de Cristo. Agradecemos la colaboración de Jeff Reich en la investiga-
ción de ese material).
(b) En ninguna ocasión, en los años siguientes a
1889, hay registro alguno en el que Jones haya Nos encontramos, por lo tanto, ante otro ejemplo
hecho declaraciones que quepa interpretar como de continua oposición por más de un siglo al
favoreciendo esa herejía. Si la hubiera enseñado “preciosísimo mensaje” que el Cielo dispuso que
en 1889, ciertamente habría vuelto a hacer apari- recibiéramos como el “comienzo” de la lluvia
ción en algún momento posterior. Proclamar que tardía y fuerte pregón. Se trata de una misteriosa
Cristo “condenó al pecado en la carne”, como es- corriente subterránea de incredulidad, tal vez la
cribió Pablo, no es enseñar la “carne santa”. más extraña y persistente que haya fluido a lo
largo de los milenios en que Dios ha procurado
(c) La declaración del 18 de mayo reproducida ayudar a su pueblo. E. White dijo afligida: “Ten-
anteriormente es la que se ha considerado prima- go una profunda pena en el corazón, porque he
riamente como evidencia de que A.T. Jones tomó visto con qué rapidez se critica una palabra o ac-
esa fatal “deriva”. Pero el periódico que la regis- ción de los pastores Jones o Waggoner” (Carta
tra no atribuye la predicación a Jones, sino a O19, 1892). En esta ocasión no se trata de “una
W.C. White. De cualquier modo, sea quien fuera palabra o acción”, sino de una pura imaginación.

185
(página dejada intencionadamente en blanco)

186
Apéndice B

Ideas contrastadas sobre la justicia por la fe

Concepto popular Concepto de 1888

1. Comienza con la necesidad del hombre por la 1. Comienza en la revelación del amor de Dios
seguridad eterna. La motivación está, pues, cen- en la cruz. Obedece a una motivación más ele-
trada en el yo. Nunca trasciende ese perímetro vada: la fe, el aprecio y la gratitud. No es ego-
de inseguridad humana. céntrica.

2. La fe se define como una mera “confianza”, 2. La fe es un aprecio sincero del amor de Dios
en el sentido de la búsqueda de seguridad per- demostrado en su sacrificio, al margen de la es-
sonal para evitar perderse. La fe se define en peranza de recompensa o de temor a perderse.
términos de solucionar la inseguridad personal. Se sobrepone al egocentrismo y la tibieza.

3. Jesús enseñó que el amor a uno mismo es una 3. Jesús enseñó que cuando uno se convierte,
virtud, una condición previa necesaria para po- ama a su prójimo de la forma en que antes de su
der amar a otros. Se confunde el amor al yo con conversión le resultaba natural amarse a sí
la sana autoestima. mismo. Cuando el yo está crucificado con Cris-
to, encontramos en él la verdadera autoestima.
La fe expulsa el amor al yo, cuya paternidad co-
rresponde a Satanás.

4. El sacrificio de Cristo en la cruz es sólo una 4. El sacrificio de Cristo en la cruz es más que
provisión condicional que no hace nada por el una “provisión” condicional. Ha hecho algo por
pecador hasta -y a menos que- éste tome la ini- “todo hombre”. La vida física de todo ser hu-
ciativa de “aceptar a Cristo”. Prevalece así la mano es la compra de la sangre de Cristo. La
idea de que si uno se salva es gracias a haber cruz del Calvario está estampada en cada pan.
tomado la buena iniciativa, y si se pierde es Así, su sacrificio ha justificado a “todo hombre”
Dios quien tomó la iniciativa de castigarlo. desde el punto de vista legal. Es a él a quien co-
rresponde la amante iniciativa.

5. El evangelio son las “buenas nuevas” de lo 5. El evangelio son las “buenas nuevas” de lo
que Dios va a hacer por ti, siempre que hagas que Dios ha hecho y está haciendo ya por ti. Te
primeramente tu parte. Dios espera hasta que ha estado atrayendo durante toda tu vida (Jer.
tomas la iniciativa y das ese primer paso. La 31:3; Juan 12:32). No lo resistas y serás salvo.
maquinaria celestial salvadora permanece inac- El evangelio en su pureza, motiva a una res-

187
tiva hasta que el pecador pulsa el botón que la puesta duradera de fe sentida de corazón.
pone en acción.

6. Dios te considera “fuera de su familia” hasta 6. Dios ya te ha aceptado en Cristo. Para él,
que aceptas a Cristo. De esa forma tu acepta- aquel que nunca comprendió el evangelio es
ción por parte de Dios depende de que hayas una oveja perdida, no un lobo; una moneda per-
dado el primer paso. Una interpretación errónea dida, no basura; un hijo pródigo, no un foraste-
de la Escritura lleva a esa conclusión. ro.

7. Dios torturará y destruirá a los perdidos en el 7. Es el pecado el que paga su salario: la muer-
lago de fuego. Se enfatiza su iniciativa vindica- te. La muerte segunda pone misericordiosamen-
tiva y punitiva. te fin a la miseria de los perdidos. Hasta en el
destino de estos se manifiesta el amor de Dios.

8. El perdón consiste en que Dios excusa el pe- 8. El perdón quita realmente el pecado -pecado
cado, disculpándolo por ser inevitable (“somos que Dios sigue aborreciendo y que jamás puede
humanos”). Muchos carecen de un concepto excusar. Quien ha sido perdonado, aborrecerá
claro de la diferencia entre el perdón y el bo- también el pecado. La “expiación final” trae el
rramiento de los pecados. “borramiento de los pecados” en la purificación
del santuario celestial.

9. Es difícil salvarse y fácil perderse. Puesto 9. Si uno comprende y aprecia el evangelio puro
que pocos lograrán ir al cielo, seguir a Cristo y verdadero como buenas nuevas, resulta fácil
debe ser difícil. Se pone el énfasis en las difi- ser salvo, y difícil perderse. Su yugo es fácil, y
cultades del camino. su carga ligera.

10. Se debe presionar al pecador para que acep- 10. Todo recurso a la compulsión, toda manio-
te a Cristo, normalmente recurriendo a motiva- bra de marketing o motivación del temor revela
ciones egocéntricas tales como la esperanza de una carencia de contenido evangélico en el
recompensa o el temor al castigo. Como dicta el mensaje. Cuando se presenta la verdad en amor,
marketing: “¿En qué me puede beneficiar?” nada detendrá la respuesta de quien busca la
verdad.

11. El creyente no resulta legalmente justificado 11. Todos los hombres fueron legalmente justi-
hasta que “acepta a Cristo” y es obediente. Se ficados cuando Cristo murió por “todos”. El
malinterpretan los escritos de E. White. creyente resulta justificado por la fe cuando
cree.

12. La justificación por la fe es el acto judicial 12. Cuando Dios “declara” justo a alguien, no
“contable” mediante el cual Dios declara legal- puede mentir. La justificación por la fe va más
mente justo a quien es todavía inconverso, de- allá de una mera declaración legal. Hace al cre-
bido a que acepta a Cristo. Ese acto legal no se yente obediente a todos los mandamientos de
corresponde con cambio alguno en el corazón. Dios.

13. Uno puede estar justificado por la fe y se- 13. La fe madura pone fin a la tibieza y prepara
guir a Cristo con tibieza. para la traslación.

188
14. El objetivo supremo de nuestra vida es la 14. El objetivo supremo de nuestra vida es el
salvación de nuestras propias almas, hacer lo honor y vindicación de Cristo. Es él, y no noso-
que sea “necesario para nuestra salvación”. tros, quien merece la recompensa.

15. Se define el pecado como transgresión de la 15. El pecado es más que la simple desobedien-
ley, pero se lo comprende de forma superficial cia a un código; es la negativa a apreciar el ver-
como el quebrantamiento de un código moral. dadero carácter de amor de Dios manifestado en
Se pone el énfasis en los actos “conocidos” de la cruz. En el día de la expiación, el Espíritu
pecado, sin prestar atención al concepto de pe- Santo va a revelar todos nuestros pecados des-
cado del que aún no se es consciente. conocidos.

16. Nacido “bajo la ley”, en Gálatas 4:4, signi- 16. Nacido “bajo la ley” significa bajo la ley
fica que Cristo estuvo bajo la ley ceremonial moral. Cristo no estuvo “exento” de nuestra he-
judía (Comentario bíblico adventista, vol. VI, p. rencia genética; sin embargo, no pecó. Tenía
964). que negar su propia voluntad a fin de cumplir la
voluntad de su Padre. Se negó a sí mismo.

17. La naturaleza y carne de Cristo en la encar- 17. Cristo “tomó” la naturaleza caída y pecami-
nación eran diferentes de las nuestras. Él estuvo nosa del hombre después que Adán cayó en pe-
“exento” de nuestra herencia genética, tomando cado; vino “en semejanza [no en diferencia] de
solamente la naturaleza impecable de Adán tal carne de pecado”. No estuvo “exento” de nada.
como era antes de la caída (Questions on Doc- La razón por la que no pecó es porque eligió no
trine, p. 383, y encabezado de p. 650). pecar. Fue la encarnación del amor. Es tanto
nuestro Sustituto como nuestro Ejemplo.

18. Cristo llevó nuestra culpabilidad sólo vica- 18. Cristo llevó nuestra culpabilidad realmente.
riamente. Se identificó verdaderamente con nosotros, y
condenó al pecado “en la carne”, es decir, en
nuestra carne.

19. Era “imposible”, “sin provecho” e “innece- 19. Negar las tentaciones plenas de Cristo es
sario” que Cristo fuera tentado verdaderamente negar su verdadera encarnación. A diferencia
en todo como nosotros (Ministry Magazine, del Adán inmaculado, Cristo fue tentado tam-
enero 1961). bién del interior, tal como lo somos nosotros,
pero sin pecado. No hay pecador a quien no
pueda socorrer.

20. Apartado así de nuestra herencia genética, 20. Cristo fue justo por la fe. Dijo: “no busco
Cristo era bueno de forma “natural”. Su propia mi voluntad”. Durante toda su vida llevó la
voluntad era idéntica a la voluntad de su Padre. cruz, algo que el Adán impecable no tuvo que
No hubo lucha interior. Por lo tanto, su justicia hacer. Cristo negó constantemente el yo.
no pudo ser por la fe.

21. Puesto que Cristo no tomó nuestra naturale- 21. La Escritura no nos da derecho a eximir a
za caída y pecaminosa, nunca debió enfrentar ni Cristo de ninguna tentación humana. Hebreos
vencer tentaciones sexuales. 4:15 es muy claro al respecto.

189
22. Por tanto tiempo como el hombre posea na- 22. Mediante Cristo, el pecar continuamente re-
turaleza pecaminosa, es inevitable que continúe sulta “condenado en a carne”. El pecado es in-
pecando. El pueblo de Dios continuará pecando necesario a la luz del evangelio de Cristo. La
hasta el momento de la traslación. Lógicamente, justicia viene por la fe, pues ésta obra por el
eso requiere que Cristo nunca cese en su minis- amor. Nuestra dificultad estriba en la ignoran-
terio sumo sacerdotal como sustituto. Mantén tu cia, o bien en la incredulidad respecto al evan-
póliza de seguro al corriente del pago (mediante gelio. Cristo no puede venir por segunda vez, a
tu “relación”), y todo riesgo quedará cubierto. menos que cese antes de ser nuestro sustituto.

23. Muchos en nuestro pueblo no tienen un 23. El mensaje de 1888 encierra una compren-
concepto claro de la purificación del santuario sión que ni Lutero, Calvino ni Wesley captaron
celestial en su relación única con la justicia por jamás. Relaciona el evangelio con la purifica-
la fe. ción del santuario celestial.

24. Casi no hay predicaciones sobre la obra ac- 24. La verdadera justificación por la fe está aho-
tual de Cristo purificando el santuario, en rela- ra relacionada con la obra que Cristo realiza en
ción con la experiencia cristiana personal. el lugar santísimo (Primeros escritos, p. 254).
Es una verdad única confiada a esta iglesia.

25. La “gracia barata” es el único resultado po- 25. La justicia por la fe impone una norma ele-
sible de la confusión relativa a la naturaleza de vadísima: la del propio Cristo. Él es el Ejemplo
Cristo, el prejuicio contra la perfección del ca- que ministra plenamente esa gracia a los cre-
rácter cristiano, la ocultación de la cruz y el yentes. Regresará cuando vea su carácter per-
descuido de la verdad de la purificación del san- fectamente reflejado en su pueblo. Eso tendrá
tuario. lugar por la fe, no por las obras.

26. 1 Juan 2:1 nos dice que no pequemos, de la 26. 1 Juan 2:1 nos dice que el propósito de su
misma forma en que la compañía de seguros sacrificio en la cruz es que su pueblo deje de
nos dice que no tengamos un accidente. Pero pecar; no que resulte excusada la perpetuación
tarde o temprano vas a pecar; por lo tanto, ase- del pecado. Eso se efectúa al comprender el
gúrate de estar “cubierto” por el Abogado, concepto de la culpabilidad corporativa: nuestra
quien convencerá al Padre de que te excuse. Só- relación con “los pecados del mundo entero”. El
lo podemos esperar la victoria referida a los pe- Cielo ayudará a los creyentes a vencer “como”
cados conocidos. Se acepta que hasta la venida Cristo venció.
de Cristo es inevitable nuestra participación en
pecados desconocidos.

27. La salvación personal de uno mismo eclipsa 27. El arrepentimiento y bautismo de Cristo in-
cualquier otra consideración. El interés egocén- troducen un interés de orden superior: nos ve-
trico prevalente hace difícil imaginar un arre- mos como potencialmente culpables de “los pe-
pentimiento por cualquier pecado que no sea el cados de todo el mundo”, de no ser por su gra-
de uno mismo. No puede darse verdadera sim- cia. La fe posibilita la identificación con Cristo
patía con Cristo, por tanto tiempo como la espe- en su obra final, comparable a la de la novia por
ranza de recompensa o el temor al castigo sean su esposo. Un arrepentimiento corporativo co-
la motivación dominante. mo el de Cristo hace eso posible.

190
28. Mantener una “relación” con Cristo es un 28. Todo depende de tu fe en que Dios te está
proceso arduo y difícil. Todo depende de lo tomando de la mano. Lo que hace que parezca
fuerte que te tengas de la mano de Dios. “Man- tan difícil la vida cristiana es el eclipse del
tén la velocidad”, o la fuerza de la gravedad ha- evangelio de la justicia de Cristo. “El amor de
rá que te estrelles contra el suelo. Se trata de un Cristo nos constriñe”.
asunto de “hágalo usted mismo”.

29. Las diferencias doctrinales en la iglesia son 29. La unidad perfecta es la norma para una
inevitables hasta que Cristo venga. Es imposible iglesia en posesión de la verdadera fe. Por
la unidad verdadera y completa. ejemplo: no hay necesidad alguna de ideas pro-
féticas confusas y contrapuestas.

30. Podemos creer, ejemplificar y predicar la 30. Creer y enseñar claramente la justicia por la
justicia por la fe durante muchas décadas (tal fe en relación con la purificación del santuario
como hemos estado haciendo por más de un si- ha de catalizar la iglesia y el mundo en una sola
glo), sin que culmine la obra de Dios. generación y finalizar la comisión evangélica
(lo que aún está pendiente de suceder).

31. El tiempo de la segunda venida de Cristo es- 31. Cristo está deseoso de regresar, como lo es-
tá irrevocablemente predeterminado por la so- tá el esposo ante su boda. Vendrá en cuanto su
berana voluntad de Dios, y su pueblo no puede esposa esté preparada. La demora es responsa-
apresurarlo ni demorarlo. bilidad de ella.

32. La segunda venida de Cristo la desean sobre 32. Las razones auténticas para procurar adelan-
todo los ancianos, enfermos, pobres, o los que tar su venida son la simpatía por Cristo, el de-
sufren. Nuestra necesidad es nuestra suprema seo de que él reciba su recompensa y sea vindi-
preocupación. Queremos que venga para poder cado, y el anhelo de que llegue a su fin la ago-
ir todos al hogar glorioso. nía del mundo. Esa nueva motivación viene
producida por la fe verdadera.

33. Es más importante el consenso que la ver- 33. La verdadera fe infunde un valor que no te-
dad. Si tus convicciones difieren de las de la me a las mayorías ni al poder que puedan ejer-
mayoría, guárdatelas. cer. Te permite llevar la cruz.

34. Los dos pactos se comprenden tal como pre- 34. El viejo pacto es la promesa de obedecer
senta el Comentario bíblico adventista y el Dic- (carente de fe) que hizo el pueblo de Israel. Di-
cionario bíblico adventista. Es la misma com- cha promesa lleva a la “esclavitud” mediante
prensión que defendieron quienes se opusieron “el conocimiento de [nuestras] promesas no
desde el principio al mensaje de 1888. cumplidas”. El nuevo pacto es la fe en la pro-
mesa que Dios nos hace a nosotros.

35. El mensaje de 1888 tuvo su origen en “los 35. El mensaje es singularmente distinto al de
credos de las iglesias protestantes de su tiempo” las iglesias populares. El “mensaje del tercer
(Pease, By Faith Alone, p. 138 y 139). No te- ángel en verdad” es bíblico: “Cristo, y este cru-
nemos un evangelio distintivo. cificado”.

36. Como pueblo, y especialmente como pasto- 36. Especialmente en ese respecto somos “des-
191
res, comprendemos correctamente la justicia graciados, miserables, pobres, ciegos y desnu-
por la fe. Lo que necesitamos son más obras. dos”. Ningún esquema de obras puede terminar
“Olvidemos 1888 y pongámonos a la obra con la obra de Dios. “Esta es la obra de Dios, que
mayor empeño”. creáis en aquel que él ha enviado”. ¡Necesita-
mos el mensaje de 1888 que él nos envió!

192
Apéndice C

Rastreando el mito de la aceptación

La opinión tan popular de que el mensaje de historia. Nuestros hermanos rechazaron “en gran
1888 fue aceptado hace un siglo, tiene su origen medida” el mensaje que era el comienzo de la
en personas fervientes, sinceras y bien intencio- lluvia tardía y el fuerte pregón. Ese hecho obvio
nadas. Es encomiable su lealtad para con la igle- explica la prolongada demora, y ninguna otra co-
sia y el liderazgo del pasado, así como su entu- sa puede explicarla.
siasta espíritu de equipo.
¿Cuál es el origen de esa confusión y compren-
No obstante, esa posición choca frontalmente con sión errónea tan extendida y persistente? Sin du-
la historia, con numerosas declaraciones de E. da es el juicio humano de hombres bondadosos
White, y lo que es aún más grave, con el testimo- con mentalidad básicamente laodicense. Por na-
nio del Testigo Fiel y Verdadero que dio su san- turaleza todos compartimos esa misma mentali-
gre por esta iglesia. El mito de la aceptación in- dad. A cualquiera de nosotros nos resulta doloro-
siste, incluso con un siglo de retraso, en que “soy so creer lo que dice el Testigo Fiel: que la verdad
rico, me he enriquecido y de nada tengo necesi- de nuestra historia demuestra nuestra condición
dad” en cuanto a aceptar y comprender la justicia de “desventurados y miserables”, siendo nuestra
por la fe. Pero el Señor afirma que somos “po- historia de 1888 una repetición de la historia del
bres”. El conflicto resultante es grave, ya que pueblo judío en el Calvario. Esa historia señala
afecta a la condición espiritual y al honor de la cuál es nuestra gran necesidad: el arrepentimiento
iglesia mundial. denominacional.

Dado que es tan claro el testimonio de E. White a Hemos de reprimir esa convicción molesta al
propósito de que se rechazó “en gran medida” el costo que sea; si es necesario mediante afirma-
comienzo de la lluvia tardía y el fuerte pregón, ciones de que “soy rico, me he enriquecido y de
¿cómo es posible que la inmensa mayoría de nada tengo necesidad”. De ahí el mito de la acep-
nuestros pastores, educadores y miembros en to- tación. Una de las fuentes primarias de ese mito
do el mundo crea que los dirigentes lo aceptaron goza de una credibilidad tan singular que parece
en aquella generación? imposible que alguien se atreva a cuestionarla.

Parte del problema es una confusión persistente En su libro The Lonely Years 1876-1891, Arthur
en las ideas, que se diría casi intencionada. Como L. White afirma que “el concepto de que la Aso-
pueblo aceptamos la “doctrina” popular protes- ciación General -y por lo tanto la denominación-
tante de la justicia por la fe, precisamente tal co- rechazó el mensaje de la justicia por la fe en
mo las iglesias protestantes profesan creerla. En 1888, carece de fundamento y no apareció hasta
consecuencia nuestros apologistas insisten en cuarenta años después de la asamblea de Min-
que, ni en 1888 ni posteriormente rechazamos esa neapolis, y trece después de la muerte de Ellen
“doctrina”. Pero esa no es la verdad de nuestra White” (p. 396). El autor es nieto de E. White.
193
Hemos documentado ya la forma en que E. Whi- rección profética.
te y sus contemporáneos de 1893 hasta 1901 re-
conocieron claramente al rechazo al mensaje (ver Una declaración hecha por W.C. White en una
capítulo cuatro de este libro). predicación en Lincoln, Nebraska, el 25 de no-
viembre de 1905, da una idea de cómo obtuvo
“Cuarenta años después de la asamblea de Min- crédito oficial la teoría de la aceptación. En su
neapolis” nos lleva alrededor del año 1928. Fue predicación, el hijo de E. White estaba descri-
por ese tiempo cuando Taylor G. Bunch, de Paci- biendo un incidente ocurrido una década antes en
fic Union College, relacionó públicamente nues- Avondale, Australia, estando W.W. Prescott de
tra historia de 1888 con la de Israel en Cades- visita. De América había llegado cierta corres-
Barnea, cuando rechazaron el informe de Caleb y pondencia, y él y Prescott estaban leyendo para
Josué. E. White cartas de un dirigente de la Asociación
General en la distante Battle Creek. Las cartas se
W.C. White, hijo de E. White, protestó contra referían a un supuesto gran progreso de la causa
Bunch asegurando que en 1888 no había tenido en América, y a las maravillosas victorias espiri-
lugar tal rechazo. Afirmaba haber estado presente tuales respecto a asuntos relacionados con 1888.
en aquella asamblea y saber del tema. Nada tiene W.C. White recuerda así el incidente:
de extraño que transmitiese esa misma teoría de
la aceptación a su hijo, Arthur L. White, quien ha “Durante años he sentido que era mi privi-
servido por tantos años como secretario de Ellen legio hacer todo lo posible para llamar la
G. White Estate, y bajo cuya supervisión y sopor- atención de mi madre a los aspectos más
te se han escrito desde 1950 cerca de 1.500 pági- animadores de nuestra obra… Razonaba
nas de libros relativos a 1888. que, puesto que el Señor había elegido a mi
madre como su mensajera para corregir los
Tanto el hijo como el nieto de E. White han go- errores en la iglesia,… y dado que aquellas
zado de justificada estima en la iglesia adventista. revelaciones apenaban su corazón casi has-
Han sido totalmente sinceros en sus esfuerzos por ta la muerte, no podía estar equivocado al
educar a varias generaciones de nuestro pueblo recoger todas las palabras de ánimo y toda
en la convicción de que el mensaje de 1888 no buena noticia que pudiera consolar su cora-
fue rechazado. Profesamos el mayor respeto a zón, así como todo incidente que demostra-
ambos, en razón del puesto singular que han ocu- ra el poder de Cristo obrando en la iglesia.
pado en nuestra historia. Pero al mismo tiempo Eso pondría de relieve el lado más positivo
hemos de reconocer que E. White ejerció un mi- de quienes estaban llevando pesadas res-
nisterio aún más singular: el de una mensajera ponsabilidades en la obra del Señor; por lo
inspirada del Señor, cuyo ministerio es expresión tanto, me esforzaba por llamar su atención
del testimonio de Jesús: el Espíritu de profecía. al aspecto positivo de las cosas…
Su don profético la dotó de discernimiento capaz Pues bien; un día, mientras vivíamos en
de penetrar bajo la superficie. Aunque mil testi- Cooranbong, New South Wales, recibimos
gos oculares con juicio no inspirado contradije- cartas del presidente de la Asociación Ge-
sen la palabra de una profetisa inspirada, debe- neral llenas de informes animadores, ha-
mos confiar en esa palabra inspirada, ya que en blándonos de las buenas reuniones campes-
ella va implícito un “así dice el Señor”. El testi- tres, y acerca de cómo algunos de los hom-
monio de E. White es tan claro y directo como bres de negocios que habían sido objeto de
para ser inmediatamente comprensible para cual- reproches en los Testimonios1 estaban visi-
quiera. El futuro de esta iglesia depende de que tando varios estados y predicando en las
se establezca sin ambigüedad ese respeto a la di- reuniones campestres, y que estaban obte-
194
niendo una nueva experiencia espiritual, Creek:
siendo de gran ayuda en las reuniones…
Nos alegramos [él y Prescott] mucho al leer “Querido hermano Olsen:
aquellas cartas. No cabíamos de gozo, y El pasado mes de octubre le envié una larga
nos unimos en alabanza al Señor por el in- carta… Era muy pesada la carga que sentía
forme positivo. Imaginad mi sorpresa en relación con usted y la obra en Battle
cuando al siguiente día por la tarde mi ma- Creek. Sentí que se lo estaba atando de pies
dre me dijo que había estado escribiendo a y manos, a lo que usted se sometía dócil-
esos hombres de quienes había recibido el mente. Eso me perturbó tanto que expresé
informe positivo, y entonces me leyó la crí- mis sentimientos al hermano Prescott en
tica más contundente, el más profundo re- una conversación. Tanto él como W.C.W
proche que jamás se dirigiera a ese grupo se esforzaron por disipar mis temores; lo
de hombres, por introducir planes y princi- presentaron todo en la luz más favorable
pios equivocados en su labor2. Eso fue para posible. Pero sus palabras, en lugar de re-
mí una gran lección” (Spalding-Magan Co- confortarme, me alarmaron. Si esos hom-
llection, p. 470). bres son incapaces de ver la consecuencia
de lo que está sucediendo, pensé, cuán de-
1
Harmon Lindsay y A.R. Henry “a partir de la sesperada la pretensión de hacerles ver en
asamblea de Minneapolis se opusieron siempre a la Battle Creek. El pensamiento se clavó co-
obra del Señor” (E. White, Carta 27 agosto 1896). mo cuchillo en mi corazón. Me dije: no en-
2
viaré la comunicación escrita al hermano
Ejemplos de reproches como los citados se en- Olsen…
cuentran en Testimonios para los ministros, p. 63-
Durante unas dos semanas permanecí en la
77, y 89- 98.
más debilidad más extrema. Estaba como
una caña quebrada. No podía abandonar mi
E. White dejó registro escrito de su congoja, arro-
habitación ni conversar con el hermano y
jando luz sobre el incidente. No es en detrimento
hermana Prescott. Creí no recuperarme…
del respeto debido a la memoria de ellos que ha-
pero… gradualmente recobré las fuerzas”
cemos notar que ni W.C. White ni W.W. Prescott
(Carta, 25 mayo 1896).
gozaban del más amplio discernimiento que im-
parte divinamente el don de profecía. El don no
Dada la importancia de la lluvia tardía y el fuerte
es hereditario. Es perfectamente natural que hi-
pregón, resulta imperativo que la iglesia y sus di-
cieran como habríamos hecho cualquiera de no-
rigentes depositen hoy una confianza plena en el
sotros: creer sin más los informes positivos que
testimonio inspirado del Espíritu de profecía.
traían aquellas cartas del presidente de la Asocia-
Cuando el juicio humano entra en conflicto con
ción General. El espíritu que dominaba la iglesia
el testimonio inspirado, no importa de cuántos
era ya de por sí optimista, de congratulación por
honores gocen los agentes humanos, el Espíritu
la percepción de progreso y victoria.
de profecía ha de tener la preponderancia más ab-
soluta.
Pero la actitud del corazón de todo ser humano
está por naturaleza en conflicto con “el testimo-
Durante la mayor parte del siglo hemos sido, co-
nio de Jesús”, a menos que el Espíritu Santo lo
mo pueblo, presa fácil de ese prevalente opti-
ilumine de forma específica. Escribiendo al pre-
mismo infundado. La trágica consecuencia cola-
sidente de la Asociación General, E. White des-
teral es una extensa desconfianza en el consejo
cribe cómo se sintió cuando Prescott y su propio
del Testigo fiel y verdadero. ¿Acaso el pleno re-
hijo trataron de asegurarle que eran ciertos aque-
conocimiento de la verdad no resultaría en gran-
llos informes optimistas procedentes de Battle
195
des bendiciones espirituales? Correctamente Quien tiene dominio del pasado, lo tiene también
comprendida, nuestra historia denominacional es del futuro. La consecuencia de interpretar equi-
un continuo cumplimiento de las palabras de vocadamente la historia, es la tibieza y debilidad
Cristo en Apocalipsis 3:14-21, y un llamado al espiritual.
arrepentimiento apropiado.

196
Apéndice D

¿Qué futuro aguarda a la iglesia adventista?

Es cierto que la iglesia adventista ha retardado la Si comparamos la iglesia con un barco, ¿es su
proclamación al mundo del evangelio eterno en destino hundirse como el Titanic? ¿O va quizá a
su pureza (El evangelismo, p. 503-505). Todos tomarla por asalto una tripulación amotinada?
compartimos la responsabilidad por ese fracaso. ¿Debieran las “almas fieles” abandonar el barco
Hay una implicación corporativa. E. White com- y arrojarse por propia iniciativa a las frías aguas?
paró frecuentemente nuestros fracasos con los del ¿Pudiera ser que no haya en los días finales “bar-
antiguo Israel, donde cada generación sucesiva co” alguno, de forma que cada pasajero deba na-
compartía la culpabilidad de sus padres debido dar individualmente aferrado a restos de la em-
no sólo a que participaba de la misma naturaleza barcación que naufragó? ¿O bien va a suceder
humana caída, sino a que además ejercía la mis- que los pasajeros habrán venido a ser miembros
ma incredulidad (ver capítulo 4 de este libro). de la tripulación, y bajo la dirección de Cristo
Hay numerosas evidencias de nuestras trágicas como Capitán navegarán unidos hasta llegar al
reincidencias, de nuestra desobediencia al Espíri- puerto?
tu de profecía e incluso de nuestra apostasía.
Nuestra historia del siglo pasado a partir de 1888 E. White comparó la iglesia adventista a un “no-
es por demás reveladora. ble barco que lleva al pueblo de Dios” (Mensajes
selectos, vol. II, p. 449; 1892), y afirmó que él lo
¿Significa eso que el Señor ha rechazado a esta conduciría “con seguridad hasta el puerto”. ¿Cuál
iglesia o a sus dirigentes? O, en el caso de que no es la iglesia verdadera? ¿Sigue la iglesia orga-
lo haya hecho en el pasado, ¿va a hacerlo en el nizada siendo el cumplimiento de la profecía de
futuro? ¿Está la iglesia adventista abocada al fra- Apocalipsis 12, “el resto de la descendencia [de
caso? la mujer]… los que guardan los mandamientos de
Dios y tienen el testimonio de la profecía”, tal
Cuando los que deciden seguir a Cristo protestan como expresa el versículo 17? ¿O será quizá el
contra lo que perciben como apostasía o acciones verdadero “resto” más bien una suma de “almas
incorrectas en la iglesia y sufren bajo la oposi- fieles” no cohesionada, desorganizada y disper-
ción, ¿han de concluir que la situación es deses- sa? Esas cuestiones conciernen a nuestra razón
perada? ¿Deben retirar su apoyo y membresía de misma de existir como pueblo por más de 150
la iglesia? años.

En el libro Los hechos de los apóstoles, p. 10, Nadie inteligente se atreverá a defender que la
leemos que las “almas fieles” han constituido simple filiación nominal en la iglesia organizada
siempre la iglesia verdadera. ¿Podría una nueva haya de garantizar a alguien su salvación perso-
agrupación o federación libre constituida por nal. Ciertamente no es así, y no es esa la cues-
“almas fieles” completar la comisión evangélica, tión. La cuestión importante es si la pertenencia a
y dejar atrás a la iglesia adventista organizada de- la membresía de la iglesia y el apoyo a la misma
sintegrándose en la apostasía final? son deberes válidos que el Señor requiere de las
“almas fieles”. ¿Cuál es la “mente de Cristo” con
197
respecto a la iglesia adventista del séptimo día? Dios siempre habían de constituirse en un pueblo
Si pudiéramos determinar la respuesta a esa pre- denominado, identificable, de forma que pudie-
gunta, podríamos saber cuál debe ser nuestra ran obrar eficazmente en la evangelización del
“mente” al respecto. mundo. Hasta la sierva de la esposa de Naamán
en su esclavitud preservó esa relación leal, y ga-
Encontramos directrices útiles, tanto en las Escri- nó almas (2 Reyes 5).
turas como en numerosas declaraciones de E.
White: (4) La iglesia cristiana primitiva apostólica no
fue un apéndice o ramificación de Israel. Era el
(1) Siempre ha sido el propósito de Dios que su verdadero Israel. Era así, puesto que sus miem-
pueblo en la tierra sea una “familia” visible, iden- bros tenían la fe de Abraham (Gál. 3:7-9 y 29).
tificada de forma reconocible, organizada. Es así Desde el mismo principio, cuando Jesús llamó a
a fin de que puedan ser sus testigos, sus agentes los primeros discípulos, su iglesia fue un cuerpo
ganadores de almas en el mundo. La “simiente” organizado, una denominación (Los hechos de
de Abraham fue el antiguo equivalente a la igle- los apóstoles, p. 15 y 16; El Deseado, p. 18). Du-
sia. El Señor dijo a Abraham: “Serán benditas en rante los años de su ministerio en esta tierra, la
ti todas las familias de la tierra… A tu descen- iglesia de Cristo estuvo organizada con él como
dencia daré esta tierra”. “Estableceré un pacto Cabeza.
contigo y con tu descendencia después de ti…
Estableceré mi pacto con Isaac” (Gén. 12:3 y 7; El Nuevo Testamento indica que en los tiempos
17:7 y 21). apostólicos la iglesia también estuvo altamente
organizada e identificada, con sus apóstoles, an-
(2) Dios nunca cambió ese pacto, y no puede cianos, evangelistas, maestros, diáconos, diaconi-
cambiarlo. Durante todos los siglos de apostasías sas y otros con diversos dones, operando todos
del antiguo Israel y Judá, el Señor permaneció ellos coordinadamente bajo la dirección del Espí-
fiel a su promesa. En los días de Elías, del após- ritu Santo (1 Cor. 12:1-28; Efe. 4:8-16; 1 Tim.
tata rey Acab y de su impía esposa Jezabel, Israel 3:1-15; Tito 1:5-11). Cuando Saulo de Tarso se
siguió siendo Israel. En el peor momento de la convirtió, el Señor lo puso inmediatamente en
historia de Judá, en los días de Jeremías, cuando comunión con su iglesia organizada (Hech. 9:10-
el Señor lo entregó en cautiverio a Babilonia, era 19; Los hechos de los apóstoles, p. 99, 100 y
todavía el pueblo denominado del Señor. Nunca 132). Eran ciertamente “almas fieles” las que
se convirtió en Babilonia, si bien estuvo cautivo constituían la iglesia primitiva, pero esta no esta-
en Babilonia. Sólo perdieron su lugar en la histo- ba de modo alguno desorganizada. Hay innume-
ria los que se negaron a regresar al final del cau- rables ejemplos de su estructura definida. Sólo
tiverio. El pacto alcanzaba aún a quienes retuvie- distorsionando el contexto de la declaración de
ron su identidad denominacional, y finalmente el Los hechos de los apóstoles, p. 10 referente a las
Mesías vino mediante ellos. “almas fieles”, se ha podido sugerir la implica-
ción de que la iglesia, para ser verdadera, no deba
(3) Lo anterior no significa que la descendencia estar organizada.
física de Abraham convirtiera a cualquiera de
ellos en un heredero del pacto. La promesa siem- (5) El registro bíblico de los cuidados de Dios
pre consistió en que “en Isaac te será llamada hacia “la mujer… para que volara… al desierto...
descendencia”. “Los que tienen fe, estos son hijos por un tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo”
de Abraham” (Rom. 9:7; Gál. 3:7). El verdadero indica que aquella perseguida iglesia continuó si-
Israel siempre estuvo constituido por los que te- guiendo durante la Edad Media el patrón neotes-
nían la fe de Abraham. Pero según el plan de tamentario de organización y disciplina (El con-
198
flicto, 67, 68 y 72-75). Aunque variando en los cupa más la honra y vindicación de Cristo que su
detalles precisos de sus métodos de organización, propia recompensa personal. Piensan primaria-
los verdaderos creyentes siempre actuaron como mente en términos de cumplir la comisión evan-
un cuerpo. gélica del Señor para el mundo, más bien que en
su propia seguridad. La experiencia de ser cru-
(6) En los días tempranos del adventismo del sép- cificados con Cristo tomó en ellos el lugar del
timo día se debatió ampliamente la forma de or- amor a uno mismo. Están “bajo la gracia”, lo que
ganizarse, no faltando partidarios fanáticos de la significa una nueva motivación impuesta por la
anarquía que se rebelaban contra la necesaria dis- apreciación del sacrificio de Cristo, en contraste
ciplina en el cuerpo de la iglesia (Testimonios pa- con estar “bajo la ley”, que fue su anterior moti-
ra los ministros, p. 26-29). El Espíritu Santo puso vación centrada en el yo.
su claro sello de aprobación sobre la necesidad de
que existiera un orden. Nuestros pioneros vieron Se enfrentan a la misma prueba a la que se en-
el cumplimiento de Apocalipsis 12:17 y 14:12 en frentó Moisés. Cuando Dios le propuso abando-
la iglesia adventista del séptimo día como deno- nar a su pueblo organizado, para hacerlo prospe-
minación organizada. La vieron como divina- rar como dirigente de los que serían sus sucesores
mente señalada para proclamar el mensaje al separados, Moisés prefirió que su nombre fuera
mundo con eficacia, y para preparar un pueblo borrado del libro de la vida antes que ver la honra
para la venida del Señor (Fundamentals of Chris- de Dios comprometida de ese modo (Éxodo 32).
tian Education, p. 254; Testimonies, vol. I, p. 271 El “zarandeo” separará del pueblo de Dios en los
y 413; vol. III, p. 501). últimos días a todos aquellos cuya motivación
más profunda sea su propia seguridad.
Todo movimiento que el Espíritu Santo dirija se-
rá organizado y disciplinado, “pues Dios no es (7) Una motivación del tipo “bajo la ley”, carac-
Dios de confusión” (1 Cor. 14:33). El estableci- terizada por la preocupación centrada en uno
miento de la iglesia mundial adventista en el seno mismo, tiene como consecuencia el fracaso en
de tantas culturas diferentes desde hace más de apreciar la justicia por la fe. Eso ha envenenado
un siglo, es claramente obra del Espíritu Santo. la aplicación de nuestros principios de organiza-
No existe ningún otro movimiento de alcance ción eclesiástica. James y E. White instaron al re-
mundial, o cuerpo de creyentes que pueda identi- conocimiento de Cristo como verdadero Dirigen-
ficarse, ni siquiera remotamente, como el cum- te de la iglesia:
plimiento de Apocalipsis 14:6-12. E. White ja-
más dudó de nuestra identificación histórica (ver, “Nunca, durante su ministerio público, dio
por ejemplo, Testimonies, vol. IX, p. 19; vol. I, p. Cristo a entender que se debiera designar
186 y 187; Mensajes selectos, vol. I, p. 107-109; como dirigente a cualquiera de sus discípu-
Comentario bíblico adventista, vol. VII, p. 970- los… Y no hay evidencia alguna de que los
973). apóstoles de Cristo designaran a uno de
ellos por encima de los demás como diri-
Contamos con un cuerpo ya establecido, sober- gente… Por consiguiente, Cristo es el diri-
biamente moldeado por el Señor para cumplir la gente de su pueblo en todas las edades… Él
tarea de proclamar el “evangelio eterno”. Ningún dirigirá a su pueblo, si este así lo quiere”
movimiento independiente o derivado puede (James White, Review & Herald, 1 diciem-
desarrollarse suficientemente en el período de bre 1874).
una vida, como para venir a ser un instrumento
eficaz con potencialidad para ganar almas. A los “No era el plan de Dios que en la iglesia
verdaderos adventistas del séptimo día les preo- cristiana existiera ningún sistema de orga-
199
nización que relevara a Cristo de la direc- mediante los que creían en su palabra: “Todos
ción. sois hermanos”. Pero no tuvo lugar el esperado
El pastor que busca dirección en cualquier reavivamiento espiritual. Fue sólo un sueño: “lo
comité de la Asociación, se está retirando que podría haber sido”. No se revirtió el patrón
de las manos de Cristo. Dios preserve entre de incredulidad de 1888 (Testimonies, vol. VIII;
nosotros una organización y forma de dis- p. 104-106; Carta al juez Jesse Arthur, 15 enero
ciplina eclesiástica como la original” (ibíd., 1903).
4 enero 1881).
Algunos vieron la asamblea de la Asociación
Pero reconocer a Cristo como Cabeza de la igle- General de 1903 como un paso atrás. En el capí-
sia, como quien dirige su organización, requiere tulo 10 de este libro hemos analizado ya la acti-
que se le someta el corazón, lo que resulta impo- tud de Jones y Waggoner hacia la revisada cons-
sible si no se comprende claramente el evangelio titución que allí se instituyó. Unos pocos se unie-
de la justicia por la fe. La motivación del tipo ron a ellos en sus convicciones:
“bajo la ley” suplanta a la motivación del tipo
“bajo la gracia”, con el consiguiente sufrimiento “Cualquiera que haya leído alguna vez es-
de dirigentes y laicos. Se ejerce un “poder con- tas historias [Neander, Mosheim] es inevi-
trolador”, y pastores y laicos aprenden a buscar table que llegue a la conclusión de que los
dirección en hombres falibles, siguiendo sus dic- principios contenidos en la constitución
tados y alabándolos. La profesa devoción por propuesta [de 1903]… son los mismos
Cristo esconde una motivación de amor al yo principios, y presentados justamente de la
promovida por una forma sutil de adoración a misma forma en que regían cientos de años
Baal (la práctica común entre los empleados de la atrás, cuando se estableció el papado… En
Asociación de referirse a su presidente como “el el momento en que los votéis, estaréis vo-
jefe”, es un ejemplo de violación directa del con- tando que volvamos allí donde estábamos
sejo de Cristo en Mateo 20:25-28). La motiva- hace dos años, y anteriormente” (P.T. Ma-
ción del tipo “bajo la ley” puede impregnar la gan, General Conference Bulletin 1903, p.
iglesia tan profundamente, que para muchos 150).
miembros sinceros resulta inconcebible cualquier
otro tipo efectivo de liderazgo” (Testimonios pa- “Hermanos, lo que procede es que regre-
ra los ministros, p. 359-364). semos allí donde estábamos hace dos años
en materia de reorganización, que la asu-
(8) Nuestra historia relativa a 1888 encierra una mamos y la pongamos en práctica dándole
importante verdad que nos permite entender cuál una justa oportunidad, puesto que quienes
es la mente de Cristo para con la iglesia adventis- ocuparon puestos de responsabilidad han
ta. A pesar de décadas de tibieza, el Señor envió reconocido que no la llevaron a la práctica
el “comienzo” de la lluvia tardía mediante dele- por no creer que tal cosa fuera posible. Yo
gados reunidos en una asamblea de la Asociación creo que sí lo es” (E.A. Sutherland, ibíd., p.
General. El Señor honró a este pueblo con la “re- 168 y 169).
velación de la justicia de Cristo” en aquel “men-
saje preciosísimo” destinado a alumbrar la tierra (10) Si es que creyó que la revisión de 1903 era
con su gloria. una equivocación, E. White no se opuso públi-
camente a ella, aun cuando algunas de sus decla-
(9) La reorganización de 1901 tenía el propósito raciones posteriores puedan ser interpretadas co-
de fomentar el reavivamiento y la reforma, así mo expresando desaprobación. No obstante, el
como un retorno a la dirección de Cristo obrando hecho importante es que E. White no retiró su
200
apoyo a la iglesia organizada después de 1903, mundo que está contaminado y corrompido
sino que permaneció fiel y leal hasta su muerte por el pecado. La iglesia, debilitada y defi-
en 1915. Eso a pesar de estar profundamente ciente, que necesita ser reprendida, amo-
chasqueada con los resultados espirituales de la nestada y aconsejada, es el único objeto de
asamblea de 1901 (Testimonies, vol. VIII; p. 104- esta tierra al cual Cristo concede su consi-
106; Carta al juez Jesse Arthur, 15 enero 1903). deración suprema…
El Señor continuó honrando esta iglesia con el
ministerio de su mensajera a lo largo de todos Tengan todos cuidado de no hacer declara-
aquellos años. ciones contra el único pueblo que está
cumpliendo la descripción que se da del
La solución a nuestro problema no consiste en pueblo remanente que guarda los manda-
destruir o cambiar el sistema de procedimientos mientos de Dios, tiene la fe de Jesús, y
de nuestra ordenación eclesiástica, sino en buscar exalta la norma de la justicia en estos pos-
el arrepentimiento y la reconciliación con Cristo treros días” (Testimonios para los minis-
dentro de ella. Todo será inútil, a menos que se tros, p, 49 y 58; 1893).
ponga el hacha a la raíz del árbol. Las posibles
debilidades o errores en la organización no serán “Cuando alguien se está apartando del
difíciles de corregir una vez que el Espíritu Santo cuerpo organizado del pueblo que guarda
logre llevarnos al arrepentimiento. los mandamientos de Dios, cuando co-
mienza a pesar la iglesia en sus balanzas
(11) Literalmente millones de personas pueden humanas y a pronunciar juicios contra ella,
testificar de que la única agencia que los ha lle- podéis saber que Dios no lo está dirigien-
vado al conocimiento del evangelio eterno de do” (Mensajes selectos, vol. III, p. 19).
Apocalipsis 14 es la iglesia adventista del sépti-
mo día, a pesar de sus defectos. La mejor espe- “La victoria acompañará al mensaje del
ranza para la exitosa proclamación final del últi- tercer ángel. Así como el Capitán de la
mo mensaje al mundo, es una iglesia adventista hueste del Señor derribó los muros de Jeri-
arrepentida que no solamente proclama el mensa- có, el pueblo que guarda los mandamientos
je en perfecta claridad, sino que demuestra su va- del Señor triunfará y todos los elementos
lidez práctica más allá de toda duda. Tal fue la opositores serán derrotados” (Testimonios
convicción de E. White. Incluso en medio de la para los ministros, p. 410; 1898).
incredulidad reinante en la era de 1888, mantuvo
su esperanza de reforma: “Jamás en toda mi vida me había sentido
tan atónita como ahora, debido al giro que
“Dios encabeza la obra y él pondrá en or- han tomado las cosas en esta reunión [la
den todas las cosas. Si hay que realizar asamblea de 1901]. No se trata de nuestra
ajustes en la plana directiva de la obra, obra. Dios lo ha dispuesto… Quiero que
Dios se ocupará de eso y enderezará todo lo cada uno de vosotros lo recuerde; quiero
que esté torcido. Tengamos fe en que Dios que recordéis también que Dios ha dicho
conducirá con seguridad hasta el puerto el que él sanará las heridas de su pueblo (Ge-
noble barco que lleva al pueblo de Dios” neral Conference Bulletin 1901, p. 463 y
(Mensajes selectos, vol. II, p. 449; 1892). 464).

“Aunque hay males en la iglesia, y los ha- Sea que en 1901 o en algún tiempo posterior cu-
brá hasta el fin del mundo, la iglesia ha de raran o no aquellas “heridas”, podemos cobrar
ser en estos postreros días luz para un ánimo en la seguridad de que el Señor las “sana-
201
rá”. Pasados ya 1901 y 1903, E. White hizo algu- ciación General de 1913; LS 437 y 438).
nas de sus declaraciones más contundentes iden-
tificando esta iglesia organizada como la verda- E. White se refirió claramente al “pueblo de
dera, y dando seguridad de su triunfo final en el Dios” como “esta denominación”. Pocas semanas
ministerio, cuando el arrepentimiento impere en antes de la muerte de su madre, W.C. White es-
el cuerpo de la iglesia: cribió lo siguiente:

“Hablé [a Lida Scott] sobre cómo percibía


mi madre la experiencia de la iglesia rema-
“No podemos ahora abandonar el funda- nente, y acerca de su seguridad en que Dios
mento que Dios ha establecido. No pode- no permitiría que esta denominación apos-
mos entrar ahora en una nueva organiza- tatara tan plenamente como para que hubie-
ción, pues eso significaría apostatar de la ra de sucederle otra iglesia” (Carta, 23 ma-
verdad” (Ms 129, 1905). yo 1915).

“Se me ha instruido que diga a los adven- El hospital es un lugar donde los enfermos pue-
tistas de todo el mundo que Dios nos ha den recibir tratamiento médico orientado a la res-
llamado como un pueblo que ha de consti- tauración de su salud. La vida del paciente tiene
tuir un tesoro especial para él. Él ha dis- importancia suprema. La iglesia llamada a ser es-
puesto que su iglesia en la tierra permanez- posa de Cristo, está enferma y en necesidad de
ca perfectamente unida en el Espíritu y el restauración. Ser leales a Cristo implica también
consejo del Señor de los ejércitos hasta el la fidelidad a su futura esposa: se trata de una
fin del tiempo” (Mensajes selectos, vol. II, cooperación estrecha que es necesaria para su cu-
p. 458; 1908). ración.

“El temor a Dios, el sentido de su bondad y Tras haber servido como misioneros en África
su santidad, circulará por cada institución. hemos comprobado cómo opera en el corazón
Una atmósfera de amor y paz permeará ca- humano la lealtad a Cristo, o la falta de ella. Al-
da departamento. Toda palabra que se diga, gunos empleados cristianos “asalariados” de-
toda labor que se realice, tendrá una in- muestran inconscientemente su verdadero espíri-
fluencia que corresponda a la influencia del tu al referirse a la iglesia en términos de “voso-
cielo… tros” o “ellos”. No podrían revelar un menor inte-
rés por su honra o prosperidad. Pero los verdade-
Entonces la obra avanzará con solidez y ros creyentes en Cristo manifiestan una unidad
fortaleza duplicadas. Se impartirá una nue- corporativa con la iglesia, y se refieren de forma
va eficiencia a los obreros de toda rama [de instintiva a ella en términos de “nosotros”. Les
la obra]… La tierra será iluminada con la preocupa más el honor de la iglesia como repre-
gloria de Dios, y nuestra tarea será dar tes- sentante de Cristo, que su propia recompensa
timonio de la pronta venida, en poder y glo- personal.
ria, de nuestro Señor y Salvador” (El minis-
terio médico, p. 242). (12) ¿Qué significa que las promesas de Dios
sean condicionales? ¿Debiéramos tomar la acti-
“Me siento animada y bendecida sabiendo tud de esperar y ver, reteniendo nuestra lealtad y
que el Dios de Israel continua guiando a su apoyo hasta estar seguros de que la iglesia ha
pueblo, y que va a seguir con él hasta el fi- cumplido con las condiciones? La siguiente de-
nal” (Comentarios a la asamblea de la Aso- claración señala cuáles son las condiciones:
202
“Distamos mucho de ser lo que seríamos si nombre de Dios será reivindicado en la medida
nuestra vida cristiana hubiese estado en en que su pueblo demuestre que su plan de salva-
armonía con la luz y las ocasiones que se ción triunfa. El sacrificio de Cristo será “enton-
nos depararon… Si hubiésemos andado en ces” reivindicado. La actitud dubitativa que cues-
la luz que se nos dio… nuestra senda se ha- tiona así: “Supongamos que la iglesia fracase y
bría visto cada vez más iluminada… que no cumpla las condiciones”, es equivalente a
La iglesia adventista del séptimo día debe esta otra: “Supongamos que el santuario no sea
ser pesada en la balanza del santuario. Será purificado”. El honor de Dios requiere que así
juzgada conforme a las ventajas que haya sea, ¡y así será!
recibido. Si su experiencia espiritual no co-
rresponde a los privilegios que el sacrificio Esa es la cuestión final en el gran conflicto. Te-
de Cristo le tiene asegurados; si las bendi- nemos el privilegio de alistarnos en absoluta leal-
ciones concedidas no la capacitaron para tad a Cristo y a su futura esposa.
cumplir la obra que se le confió, se pronun-
ciará contra ella la sentencia: ‘Hallada fal- El testimonio citado con anterioridad lleva por tí-
ta’” (Joyas de los testimonios, vol. III, p. tulo: “¿Seremos hallados faltos?” Hacia el final
251). del capítulo, E. White respondió a su propia pre-
gunta en estos términos:
No fueron menos condicionales todas las prome-
sas que Dios había hecho al antiguo Israel. Fue “Cuando la purificación se efectúe en nues-
“hallada falta” generación tras generación, pere- tras filas, no permaneceremos más tiempo
ciendo en el fracaso. Se repitió una y otra vez la ociosos...
historia de Cades-Barnea, cuando una generación A menos que la iglesia contaminada por la
entera -con excepción de dos personas- tuvo que apostasía se arrepienta y se convierta, co-
perecer en el desierto. No obstante, el Dios guar- merá del fruto de sus propias obras hasta
dador del pacto permaneció fiel a Israel aun que se aborrezca a sí misma. Si resiste el
cuando este le fue desleal. Lo intentó siempre mal y busca el bien; si busca a Dios con to-
otra vez con cada nueva generación. Nunca dis- da humildad y responde a su vocación ce-
puso que otro pueblo tomase el lugar de la “si- lestial en Jesucristo; si permanece sobre la
miente de Abraham”. plataforma de la verdad eterna, y si por fe
realiza los planes que han sido trazados a
Que el antiguo Israel fallara tantas veces, tal co- su respecto, será sanada. Aparecerá en la
mo ha hecho la iglesia en tiempos modernos, no sencillez y pureza que provienen de Dios,
significa necesariamente que la secuencia de re- exenta de todo compromiso terrenal, de-
caída y apostasía haya de continuar indefinida- mostrando que la verdad la ha hecho real-
mente. Los fracasos del pueblo de Dios como mente libre. Entonces sus miembros serán
cuerpo han significado siempre la contaminación verdaderamente elegidos de Dios para ser
del santuario celestial, y Satanás ha tenido la oca- sus representantes.
sión de atribuir a Dios la responsabilidad del fra-
caso de su pueblo. Ha llegado la hora de hacer una reforma
completa. Cuando principie, el espíritu de
El fundamento de la iglesia adventista es la oración animará a cada creyente, y el espí-
creencia en las buenas nuevas de Daniel 8:14: ritu de discordia y de revolución será deste-
“entonces… el santuario será purificado”. “En- rrado de la iglesia… No habrá confusión,
tonces” esa constante nube de fracaso que ha flo- porque todos estarán en armonía con el
tado sobre el Israel de Dios será disipada y el pensamiento del Espíritu… Todos pronun-
203
ciarán de una manera inteligente la oración Nuestro deber ahora es quitar los obstáculos que
que Cristo les ha enseñado: ‘Venga tu en la iglesia han impedido que se produzca “una
reino. Sea hecha tu voluntad, como en el reforma completa”, y aprender a elevar la oración
cielo, así también en la tierra’ (Mat. 6:10)” del Señor.
(ibíd., p. 254 y 255).

204
Apéndice E

Breve análisis de las publicaciones entre 1987 y 1988

En la providencia de Dios, el año 1988 fue desig- comienzo de la lluvia tardía y fuerte pregón,
nado como el del centenario conmemorativo de mientras hacía profesión expresa de aceptar la
la asamblea de la Asociación General que tuvo “justicia por la fe”. Queda claro además que las
lugar en Minneapolis. Lo que hasta entonces ha- “confesiones” posteriores a Minneapolis no revir-
bía sido un asunto casi totalmente desconocido -o tieron de modo alguno la tragedia. Y las declara-
bien prohibido-, vino a ser ahora un tema habi- ciones de apoyo ilimitado al contenido doctrinal
tual de conversación a nivel mundial. Gracias a del mensaje por parte de E. White, resultan ser
Dios por ese renovado interés. Hay muchos en más numerosas y enfáticas de lo que aparente-
nuestro pueblo que no se darán por satisfechos mente nadie haya percibido con anterioridad. Es
hasta no haber descubierto la plena verdad. posible encontrar en esas 1.812 páginas declara-
ciones de ese tipo, en número cercano al millar.
Desde la primera impresión de este libro, en
agosto de 1987, han visto la luz diversas publica- Leer esos documentos en su pureza, fotocopiados
ciones significativas formando parte de la “cele- a menudo de originales en imperfecta dactilogra-
bración” del centenario de 1988: fía, con enmiendas de la propia pluma de E. Whi-
te, es una experiencia sobrecogedora. ¿Cómo pu-
(1) The Ellen G. White 1888 Materials (Ellen G. do aquella pequeña gran dama mantenerse vir-
White Estate, 1987). Es digno de todo elogio que tualmente sola, enfrentada a casi todo el lideraz-
los Fideicomisarios del patrimonio White hayan go de esta iglesia, escribiendo esa ingente canti-
publicado esa vasta colección de 1.812 páginas dad de correspondencia sin expresar en el calor
en su contexto. Es evidente su intención de no re- de la controversia ni una sola frase que resulte
tener nada significativo. E. White tiene permiso embarazosa un siglo después? La mensajera del
por fin para hablar sin impedimento sobre esas Señor emerge como gigante en la escena de
cuestiones. De haberse publicado décadas atrás, 1888, vindicada tanto en sus posicionamientos
hoy podría estar resuelta gran parte de la confu- como en el espíritu que demostró. Nada que ha-
sión relativa a 1888. Puesto que el Espíritu Santo yan publicado los Fideicomisarios de E. White
ha confirmado siempre el “testimonio” de E. con anterioridad la acredita de la forma en que lo
White, esa publicación debe significar en la pro- hace esa imaginativa efusión de fervor brotado
videncia del Señor un paso de gigante hacia el del corazón.
reavivamiento y reforma finales.
E. White no expresó nunca una palabra de crítica
La lectura de esos documentos produce una satis- hacia la teología que predicaron Jones y
facción comparable a la que deja una comida nu- Waggoner sobre la justicia por la fe, desde 1888
tritiva. Uno no queda con dudas recurrentes ni hasta 1895 y 1896. Quienes denigran el mensaje
con interrogantes insatisfechos respecto a lo que de 1888 en el centenario, se basan exclusivamen-
podría estar oculto bajo las sombras, ya que di- te en una frase que parece contener una expresión
chas sombras desaparecen. crítica, pero es posible que la estén sacando de su
contexto, e incluso que la citen de forma inco-
Se expone claramente la verdad de que el lide- rrecta. En esa frase aislada, registrada estenográ-
razgo de esta iglesia rechazó “en gran medida” el ficamente en 1888, declara: “Algunas interpreta-
205
ciones de la Escritura hechas por el Dr. Aunque los mensajeros de 1888 eran humanos
Waggoner yo no las veo correctas" (Ms 15, como lo somos todos, no hay el menor vestigio
1888). por parte de E. White de que en aquellos años
tempranos manifestaran una falta de espíritu cris-
El estenógrafo pudo no haber recogido el énfasis tiano respecto a sus hermanos; ninguna evidencia
que E. White le dio a ese “yo”, pero en su con- de que la rudeza o el espíritu abrasivo por su par-
texto inmediato está claro que no encontró falta te proporcionara justa causa a sus hermanos para
en el contenido doctrinal del mensajero. Al con- oponérseles de aquel modo. Esos cuatro volúme-
trario, quiso poner de manifiesto que estaba dis- nes parecen dejar claro que las críticas contra Jo-
puesta a renunciar a sus opiniones personales a nes y Waggoner publicadas en el centenario per-
fin de recibir mayor luz por medio de Waggoner: petúan la incredulidad de 1888. Eso resulta sor-
“Quiero tener una mente humilde y disponerme a prendente tras un siglo de historia adventista. No
recibir instrucción como lo hace un niño. Ha pla- menos que el continuo rechazo a Cristo y sus
cido al Señor proporcionarme gran luz; sin em- apóstoles de parte de los judíos por dos mil años.
bargo sé que él guía a otras mentes y les abre los
misterios de su Palabra, y quiero recibir cada ra- Pero la “exposición” de la verdad “alumbra” (Sal.
yo de luz que Dios me envíe, aunque venga del 119:130). Con la publicación de esos cuatro vo-
más humilde de sus siervos [una obvia referencia lúmenes hemos recuperado por fin el buen rum-
a Waggoner]… Algunas interpretaciones de la bo, y a partir de ahí podemos esperar que el Se-
Escritura hechas por el Dr. Waggoner yo no las ñor obre. El erudito lo pensará ahora dos veces
veo correctas. Pero… veo la belleza de la verdad antes de publicar interpretaciones incorrectas del
en la presentación de la justicia de Cristo en rela- testimonio de E. White sobre 1888, pues hasta el
ción con la ley, tal como el doctor ha expuesto laico más humilde puede consultar por sí mismo
ante nosotros… Lo presentado armoniza perfec- las fuentes originales.
tamente con la luz que al Señor ha placido darme
durante todos los años de mi experiencia. Si (2) Manuscripts and Memories of Minneapolis
nuestros hermanos en el ministerio aceptaran la 1888 (Pacific Press, 1988). Esa colección com-
doctrina que ha sido presentada con tanta clari- plementaria de 591 páginas consiste en diversos
dad… sus prejuicios no tendrían un poder contro- documentos escritos por otros personajes con-
lador… Elevemos la plegaria de David: ‘Abre temporáneos de Jones y Waggoner. Revelan có-
mis ojos’” (Ms 15, 1888. Original sin atributo de cur- mo muchos de los hermanos dejaron un registro
sivas). de ceguera espiritual y resistencia al Espíritu
Santo en un tiempo de oportunidad escatológica
Durante toda una década E. White no expresó sin precedentes. Eran todos hombres esforzados y
otra cosa que no fuera el reconocimiento consis- diligentes, consagrados a la causa de la iglesia, y
tente, frecuentemente entusiasta, de que el Espíri- hacían profesión de creer el evangelio; pero al
tu Santo estaba apoyando el mensaje doctrinal de mismo tiempo, con pocas excepciones, demostra-
Waggoner y Jones, mientras la oposición irrazo- ron una insensibilidad hacia la actual dirección y
nable que sufrían los aislaba y a veces les provo- enseñanza del Espíritu Santo según “la verdad
caba al uso de expresiones desafortunadas, de del evangelio”. Y los más prominentes de entre
igual forma en que el antiguo Israel provocó a ellos habían dispuesto sus corazones en decidida
Moisés a hablar y actuar apresuradamente. La oposición hacia E. White.
famosa carta que escribió a Jones el 9 de abril de
1893 elogia inequívocamente su teología, a la vez Es significativo que según esos documentos, nin-
que lo previene contra el recurso a expresiones guno de los que confesaron haberse opuesto al
extremadas para defenderla. mensaje de 1888 aduce como excusa que la per-
206
sonalidad de Jones o Waggoner lo motivara al re- (3) From 1888 to Apostasy - The Case of A.T.
chazo. Teniendo en cuenta la facilidad que tiene Jones, George R. Knight (Review & Herald,
la naturaleza humana a auto-justificarse, de haber 1987). Ese volumen especial de la serie "Cente-
existido cualquier debilidad en la personalidad nario de 1888" es un esfuerzo transparente por
los mensajeros, habría sido ávidamente explotada desacreditar tanto a Jones como al mensaje que el
por sus oponentes. Señor le dio para esta iglesia. El libro reconoce
abiertamente que el mensaje fue rechazado en
Dos hermanos que criticaron la personalidad que Minneapolis y posteriormente, lo que constituye
Jones tenía en 1888, esperaron 42 años para ha- un paso hacia la realidad; pero presenta un cua-
cerlo, pero uno de ellos (W.C. White), en una de- dro confuso al presentar un Dios poco sabio, que
claración de cálida recomendación hecha en eligió mal a su mensajero y a su ingenua profeti-
1889, contradecía extrañamente su posterior tes- sa, erróneamente entusiasmada por el mensaje y
timonio despectivo escrito en 1930. En 1931 A.T. por el mensajero.
Robinson recuerda los comentarios incisivos de
Jones a Uriah Smith en Minneapolis a propósito Sacando provecho de todo posible defecto –real o
de los “diez cuernos”, pero por aquel tiempo pa- imaginario– en la personalidad y ministerio de
rece que el episodio no impresionó a E. White lo Jones, e imputándole a menudo motivos perver-
suficiente como para mencionarlo en sus diarios sos de forma gratuita, el autor lo presenta como
o en sus exhaustivos informes sobre Minneapolis. un hombre de “lengua descuidada y expresión
Tampoco lo recogió ninguno de los demás auto- ruda”, que empleaba “lenguaje sensacionalista”,
res en sus colecciones respectivas. con “actitudes pomposas”, “confiado de sí mis-
mo”, “egoísta”, un hombre que “nunca dominó el
Ese incidente aislado tuvo aparentemente un im- arte de… la cortesía cristiana”, que tenía “una
pacto menor en 1888, ante la evidencia del firme personalidad abrasiva y engreída”. Desde su
e inequívoco apoyo del Espíritu Santo. O bien el mismo bautismo en Walla Walla, el joven Jones
paso del tiempo sobreimpuso la imagen del Jones es estigmatizado con ese “persistente problema
de después del 1903 en las memorias tempranas del extremismo”.
de Robinson, o bien el espíritu de Jones en aquel
comentario no era como había supuesto Robin- ¿Por qué elegiría el Señor a un hombre así?
son.1
El libro rechaza el mensaje del evangelio que Jo-
1 [J.S. Washburn nos habló sobre ese incidente en nes presentó, por contener “mezcla de error”. La
1950, pero su contexto es también muy favorable a implicación es clara: es peligroso aceptarlo. Se
Jones, como demuestra el hecho de poseer “creden-
ciales del cielo” por aquel tiempo (ver transcrito de
culpabiliza específicamente a Jones por la grave
la entrevista del 4 de junio del 1950, publicada en responsabilidad de apadrinar la herejía panteísta,
1888 Message Study Committee Neswletter, 2934 así como la de la “carne santa”, aparecidas hacia
Sherbrook Drive, Uniontown, Ohio, 1988)] final de siglo.

Resulta patético leer hoy esa vasta corresponden- Muchos lectores que no tienen posibilidad de
cia de los dirigentes de la iglesia, comprobando comprobar las fuentes originales concluirán, a la
cómo manejaban los asuntos de la forma acos- luz de eso, que nada de lo que la quijotesca figura
tumbrada como si nada pasara, en un tiempo en de Jones dijese es hoy digno de seria considera-
que hoy sabemos que fue de oportunidad escato- ción. Tal parece ser la tesis del libro.
lógica sin precedentes.
Pero si uno investiga lo que escribió por aquel
tiempo E. White sobre el carácter y el mensaje de
207
Jones, surge un problema: La profetisa lo descri- 9 enero 1893). Es realmente difícil armonizar
be como quien “lleva la palabra del Señor”, como esas palabras con la “engreída” y “abrasiva” per-
siendo “el mensajero delegado de Cristo”, un sonalidad que nuestros escritores del centenario
“hombre a quien Dios ha comisionado… [con] la le atribuyen. ¿No se habría sentido E. White
demostración del Espíritu Santo”, un “siervo es- consternada estando al “lado” de un hombre co-
cogido… a quien Dios está empleando”. Jones es mo el que describe Knight?
uno de los dos únicos pastores adventistas en la
historia, de quienes E. White haya declarado que Pero el libro no fundamenta el descrédito a Jones
“tenían credenciales del cielo”.2 ¿No resulta ex- en la imaginación de nuestros contemporáneos.
traño que se publique y promocione en nuestra Hay ciertamente fuentes históricas que son críti-
celebración del centenario de 1888 una represen- cas hacia el mensajero. A.T. Jones tuvo en su día
tación tan envilecida de Jones? ¿Es natural que enemigos que lo tacharon de “fanático, extremis-
las naciones o las iglesias denigren a las figuras ta, y maniático”, que “criticaron y despreciaron, y
objeto de la celebración, en los centenarios que hasta se detuvieron a ridiculizar a los mensajeros
pretenden conmemorarlas? mediante los cuales el Señor ha traído poder”
(Testimonios para los ministros, p. 97; The Ellen
2 [Para consultar las citas de Knight y de E. White, G. White 1888 Materials, p. 904). Pero se trata-
ver A.T. Jones: The Man and the Message (1888 ba de opositores incrédulos que estaban resis-
Message Study Committee, 2934 Sherbrook Drive,
Uniontown, Ohio, 1988)].
tiendo la dirección del Espíritu Santo. ¿Por qué
se les concede más crédito que a la propia E.
Knight se adhiere al concepto erróneo de que el White?
mensaje de 1888 se perdió. Pero las entusiastas
declaraciones de apoyo de E. White hacia el Las manifestaciones de apoyo del Señor hacia
mensaje de Jones y su forma de presentarlo con- Jones son dignas de la más seria consideración,
tinuaron durante casi una década después de ya que E. White afirmó que “acusar y criticar a
1888, indicando que “el mensaje” es mucho más los que Dios está empleando, es acusar y criticar
que las supuestamente perdidas presentaciones de al Señor que los ha enviado”. A los que se opo-
Minneapolis. Años después dijo, expresándose en nen “se les preguntará en el juicio: ‘¿Quién requi-
tiempo verbal presente: “El mensaje dado por rió esto de vuestra mano, que os levantaseis con-
A.T. Jones… es un mensaje de Dios a la iglesia tra el mensaje y los mensajeros que yo envié a mi
de Laodicea”. “Dios [lo] ha sostenido… [le] ha pueblo con luz, con gracia y con poder?’” (Tes-
dado luz preciosa” (Carta S24, 1892; Carta 51a, timonios para los ministros, p. 466; Carta, 9
1895). enero 1893, reproducida en The Ellen G. White
1888 Materials, p. 1126).
Durante esa década E. White se expresó de forma
entusiasta, incluso en referencia a la personalidad La acusación de que Jones apadrinó virtualmente
y forma de predicar de Jones, en contradicción el fanatismo de la “carne santa” descansa literal-
con la citada acusación de lenguaje torpe y abra- mente en una palabra que él empleó en un artícu-
sivo: “presentó [el mensaje] con belleza y hermo- lo editorial de 1898, y que resulta ser una citación
sura”, “con luz, gracia y poder”. Oyéndole, nues- directa del apóstol Pablo. El contexto de ese ar-
tro pueblo “vio la verdad, la bondad, la gracia y tículo del 22 de noviembre es la reforma pro-
el amor de Dios como nunca antes las habían vis- salud, para nada relacionada con la carne santa.
to”. E. White consideró “un privilegio estar a su De igual forma, la acusación de que Jones creyó
lado [de Jones] y dar mi testimonio junto al men- o predicó el panteísmo, se basa exclusivamente
saje para este tiempo” (Review & Herald, 27 ma- en las asunciones o prejuicios de terceros. No se
yo 1890; 12 febrero 1889; 18 marzo 1890; Carta,
208
presenta ni una sola frase procedente de Jones, tregó a la amarga crítica de sus antiguos herma-
que evidencie que creyó o enseñó tal cosa. nos. Pero tal cosa sucedió más de una década
después de Minneapolis. Hay “dos” Jones: (a) el
Ese puede parecer un detalle sin importancia, pe- “siervo de Dios”, desde 1888 a 1903, que en ge-
ro la integridad del “preciosísimo mensaje” que neral honró su cometido y justificó sus “creden-
el Señor envió a su pueblo es el verdadero asunto ciales del cielo”, si bien revelando en ocasiones
en tela de juicio. Si ese mensaje induce al pan- debilidades humanas; y (b) el Jones de después
teísmo a quienes creen en él, E. White debió estar de 1903, quien extravió trágicamente su camino.
tremendamente equivocada, porque entonces el Los que modernamente se oponen a Jones, con-
mensaje habría sido peligrosísimo, no “preciosí- funden a los dos. Los años realmente álgidos fue-
simo”. Pero en el caso de Jones no le condujo al ron los comprendidos entre 1888 y 1893, ya que
panteísmo, demostrando así que no fue ese el fac- la oposición se había empedernido de tal forma
tor que llevó a Waggoner a aquel error. Lo que en aquel período, que nuestro subsiguiente largo
condujo al problema del panteísmo (en realidad vagar por el desierto se hizo inevitable tras 1893.
pan-enteísmo) fue el clima de rechazo de su men- El registro de Jones durante esos años tempranos
saje de 1888; no la aceptación del mismo. es inconfundible.

Pero Knight justifica su acusación proponiendo La literatura del centenario no presta atención a
una nueva definición de panteísmo. La auténtica un ingrediente fundamental olvidado en la fasci-
definición es la de un “Dios” impersonal presente nante historia: Durante esos años tempranos ca-
en la hierba, en los árboles, etc. En contraste, pa- racterizados por su fidelidad, Jones padeció grave
ra Knight la peligrosa fuente del panteísmo es el “persecución” “anticristiana”, por tomar presta-
concepto de 1888 de un Dios personal en estre- das las palabras de E. White (General Conferen-
cha comunión con nosotros, relacionando la ex- ce Bulletin 1893, p. 184). El impacto acumulativo
periencia de la justificación por la fe en el cora- de esa persecución acabó por desintegrar y tras-
zón del creyente con “la doctrina del santuario tornar sus facultades espirituales. El Señor no
celestial y su purificación”. “El concepto del po- pudo equivocarse al elegirlo a él para aquel sin-
der de Cristo morando [en el creyente]… inhe- gular papel de ser heraldo del “comienzo” del
rente al mensaje de 1888… cuando se lo lleva mensaje del fuerte pregón. Tampoco se equivocó
demasiado lejos… atraviesa fácilmente la barrera E. White al darle apoyo. El fracaso tardío de Jo-
del panteísmo”, según su libro. nes fue consecuencia “en gran medida” de nues-
tro severo rechazo al mensaje. Eso lo comparó E.
Pero esa definición gratuita del panteísmo lleva a White en repetidas ocasiones con el espíritu de
problemas insuperables, ya que lógicamente im- los antiguos judíos al rechazar a Cristo.
plica que el autor de Hebreos también era pan-
teísta, lo mismo que E. White. Tampoco se libra El fracaso de Jones tiene, pues, algo que ver con
el propio Jesús, quien llevó muy “lejos” el “con- lo que E. White calificó de insulto al Espíritu
cepto” al asegurar a sus seguidores que el Espíri- Santo por parte de nuestros hermanos. Cuando
tu Santo, su vicario, no solamente estaría “con comenzó a venir el Espíritu Santo en forma de la
vosotros para siempre” (Juan 14:16), sino que bendición de la lluvia tardía y fue “insultado”,
“será en vosotros” (vers. 17). Y es que probar debió retirarse. La bendición de la lluvia tardía
demasiado equivale a no probar nada. tuvo que retirarse en el momento en el que era
más desesperadamente necesaria. Pero el tiempo
Hay en verdad evidencia de que Jones se volvió no se puede parar. La historia continuó y se desa-
rudo y abrasivo en un período de su vida. Dejó de rrollaron toda clase de males. Así fue quedando
aferrarse a la gracia de la mansedumbre y se en- conformada nuestra historia denominacional.
209
Knight insiste en que E. White no estaba preocu- sentados por los diversos autores. Escribimos a
pada por los aspectos doctrinales o teológicos del continuación nuestros comentarios (párrafos des-
mensaje de Jones o Waggoner. Pero los propios plazados a la derecha) sin intención de crítica ni
escritos de ella demuestran un profundo interés de buscar faltas. Consideramos una bendición
por esos aspectos. Knight urge a la iglesia a “em- que se haya publicado esta revista, pues ha lleva-
pezar a vivir la solícita vida cristiana, ahora”, pe- do a muchas mentes investigadoras al estudio de
ro sin prestar atención al “preciosísimo mensaje” esos temas. Añadimos esos comentarios teniendo
enviado por el Señor, que es lo único que puede siempre presente la brevedad del tiempo, mien-
hacer realidad una reforma tal. De esa manera, su tras el Señor comisiona a los cuatro ángeles a que
posición revierte el avance del reloj de la reforma retengan los cuatro vientos todavía por un poco
y desvirtúa cien años de historia. más de tiempo:

En tiempos anteriores a Minneapolis E. White (a) “La Asamblea de 1888 estuvo señalada por la
urgió frecuentemente a la iglesia a que empezara abierta rebelión contra E. White por parte de
a “vivir la solícita vida cristiana, ahora”. Pero se gran número de nuestros pastores. En cierto
lamentó de que sus exhortaciones habían resulta- momento E. White llegó a preguntarse si Dios no
do poco eficaces. Se alegró sobremanera cuando tendría que suscitar otro movimiento; sin embar-
llegó el mensaje de Jones y Waggoner, ya que go se restauró su confianza en que Dios dirigía a
comprendió que habría de transformar los impe- su iglesia. La mayoría de los delegados, ‘los pas-
rativos adventistas en gozosas habilitaciones. La tores en general’, ‘casi todos’, se opusieron al
posición de Knight significa la reiteración del re- comienzo del glorioso mensaje del fuerte pregón”
chazo de 1888 en adhesión a los imperativos le- (cf. p. 4 y 6).
galistas populares, mientras denigra las capacita-
ciones evangélicas implícitas en el mensaje de Este primer artículo significa un cambio
1888 que Dios envió. radical de postura, tras décadas de insisten-
cia en el punto de vista opuesto por parte
(4) La “Edición del centenario” de Adventist Re- del liderazgo (consistente en que casi todos
view del 7 de enero de 1988 pretende honrar el los delegados de 1888 aceptaron el mensa-
mensaje de 1888, mientras que en realidad lo je). Es reconfortante que se reconozca aho-
desprecia al afirmar que “el mensaje de Jones y ra la verdad de la historia de 1888, y el Se-
Waggoner contenía mezcla de error”. Equivale a ñor, en su momento, puede añadir a eso sus
decir: ¡Huyamos de su mensaje! Es significativo bendiciones. Coincidimos de todo corazón
que en toda esa colección de publicaciones no se en la confianza que expresa el artículo de
permite a los mensajeros decir ni una sola pala- que la verdad triunfará por fin, y de que la
bra, declarándolos virtualmente persona non gra- iglesia responderá a la dirección del Señor.
ta de forma aún más contundente que el editor de El conocimiento de la verdad de nuestra
la Review de hace un siglo. Los puntos esenciales historia ha de preparar a la iglesia para el
característicos del mensaje no hallan cabida en arrepentimiento y reconciliación con el Es-
esa edición. En contraste, Lutero, Paul Tournier, píritu Santo.
y hasta Uriah Smith, el más destacado antagonis-
ta al mensaje, tienen permiso para hablar.

(5) Ministry, International Journal for Clergy, (b) “No sabemos realmente en qué consistió el
febrero de 1988, edición especial dedicada a la mensaje de 1888, ya que en Minneapolis no se
justicia por la fe. Presentamos en cursivas nues- registraron taquigráficamente las presentaciones
tro breve resumen de los puntos principales pre- de Jones y Waggoner. Hemos de confiar en las
210
predicaciones y escritos de Ellen White, y en lo Los que acusan al mensaje de contener
que asumen los autores modernos que fue el error, lo hacen basándose en esta frase ex-
mensaje” (cf. p. 15 y 16, 23-33). cepcional y aislada de E. White: “Algunas
interpretaciones de la Escritura hechas por
El mensaje de Jones y Waggoner no se re- el Dr. Waggoner yo no las veo correctas”
duce a las presentaciones supuestamente (Ms. 15, 1888). Aislar esa frase de su con-
perdidas de Minneapolis. Las declaraciones texto y darle ese significado equivale a ha-
de apoyo de E. White a las predicaciones cer que la profetisa contradiga literalmente
de los mensajeros continuaron hasta 1896 e cientos de otras declaraciones suyas que
incluso después. Por ejemplo, su famosa expresan el apoyo más categórico que cabe
declaración referida al mensaje como sien- imaginar. Sólo una metodología defectuosa
do “preciosísimo” no menciona Minneapo- puede interpretar esa frase como una crítica
lis ni 1888, sino que está fechada en 1896. a la teología de Waggoner, habida cuenta
(L.E. Froom declaró que la viuda de de que en la misma página E. White sigue
Waggoner le manifestó haber registrado escribiendo: “Lo presentado armoniza per-
taquigráficamente las presentaciones de su fectamente con la luz que al Señor ha pla-
marido en 1888, y que aquel fue el material cido darme”. Unos días después añadió:
que adaptó y expandió para sus artículos “Cuando… oí por vez primera los puntos
editoriales de 1889 en Signs, su libro Christ de vista del pastor E.J. Waggoner… declaré
and His Righteousness de 1890, y The Glad que estaba oyendo pronunciar preciosas
Tidings). verdades a las que podía responder de todo
corazón”. “Cada fibra de mi corazón decía
E. White escribió libros maravillosos, tales Amén” (Ms. 24, 1888; Ms. 5, 1889). Po-
como El camino a Cristo y El Deseado de niendo el “yo” en cursivas, como bien pudo
todas las gentes. Pero la profetisa nunca haber hecho E. White en aquella frase del
dio a entender algo parecido a que sus es- Ms. 15 de 1888, desaparece toda contradic-
critos dejasen obsoleto el mensaje de Jones ción. Lo que está afirmando es su pronta
y Waggoner. Tampoco sugirió jamás que disposición a abandonar opiniones perso-
sus libros presentasen el mensaje de la llu- nales preconcebidas, en favor de una mayor
via tardía o el fuerte pregón, como afirmó luz.
en relación con el mensaje de 1888. Se han
distribuido millones de ejemplares de El La prueba definitiva del mensaje singular
camino a Cristo sin que se haya derramado de Jones y Waggoner es el testimonio de
todavía la lluvia tardía. ¿Por qué? Otro mi- las Escrituras. Y también aquí es sólida la
lenio de recepción de la lluvia temprana no evidencia.
va a producir la maduración del grano para
la cosecha, ya que es esencial la lluvia tar- (d) “Entre 1888 y 1896, la culpa del rechazo de
día. ¿Es sabio depreciar el mensaje que E. los dirigentes al mensaje recae en buena parte
White declaró que marcó su comienzo? sobre Jones y Waggoner, quienes por aquel
tiempo eran básicamente personas sin convertir,
(c) “El mensaje de la justicia por la fe, tal como ‘orgullosos, tercos’. Al presentar su mensaje de
lo presentaron Jones y Waggoner, contenía justicia por la fe, manifestaron un espíritu caren-
error. Condujo a las herejías de la “carne san- te de santidad” (cf. p. 11, 13 y 61).
ta” y al panteísmo. E. White criticó el mensaje
que predicaron y lo encontró defectuoso” (cf. p. Ninguna evidencia de parte de E. White
13 y 61). sustenta esas oscuras acusaciones. Tampo-
211
co encontramos evidencia alguna en la re- (f) “No hay diferencia entre la ‘fe de la trasla-
cientemente publicada correspondencia de ción’ y la ‘fe de la resurrección’. Los que perma-
sus contemporáneos entre 1888 y 1896. Es nezcan en pie en el tiempo de angustia final no
difícil entender cómo el Señor habría podi- vencerán ni reflejarán el carácter de Cristo de
do escoger dos mensajeros para una obra forma más significativa que los que han vivido en
especial en 1888, de haber sido cierto que tiempos precedentes” (cf. p. 42).
en aquel tiempo eran personas faltas de
conversión, rudos, odiosos, arrogantes, or- Ese enunciado parece contradecir esto:
gullosos, tercos, malhumorados o ásperos.3
“Los que vivan en la tierra cuando cese la
3 [En una carta escrita a Jones mucho tiempo des- intercesión de Cristo en el santuario celes-
pués de haber “apostatado”, E. White dijo que “to- tial deberán estar de pie en la presencia del
davía no se había convertido cabalmente” (19 no-
viembre 1911). Si el “todavía” se refería al tiempo
Dios santo sin mediador… debe llevarse a
en que el Señor lo sostuvo en sus labores, se nos cabo una obra especial de purificación, de
plantea un serio problema con las declaraciones de liberación del pecado, entre el pueblo de
apoyo de E. White y con su experiencia de obvia Dios en la tierra” (El conflicto de los siglos,
contrición en aquel tiempo. La expresión “todavía p. 478). “En aquel tiempo de tribulación,
no”, se refiere con toda probabilidad al tiempo en
que E. White le estaba haciendo llamados en el pe-
cada alma deberá sostenerse por sí sola ante
ríodo posterior a 1900, cuando Jones se descaminó, Dios… Ahora, mientras que nuestro gran
perdiendo por tanto su conversión]. Sumo Sacerdote está haciendo propiciación
por nosotros, debemos tratar de llegar a la
(e) “Diversos autores sugieren que la experiencia perfección en Cristo. Nuestro Salvador no
y la gracia personal son más importantes que la pudo ser inducido a ceder a la tentación ni
verdad. Otros lo contradicen, afirmando que la siquiera en pensamiento… Cristo guardó
experiencia genuina no puede darse sin com- los mandamientos de su Padre y no hubo en
prender la verdadera doctrina. Pero el énfasis de él ningún pecado de que Satanás pudiese
este número de Ministry consiste en que no nece- sacar ventaja. Esta es la condición en que
sitamos la doctrina ni las enseñanzas teológicas deben encontrarse los que han de poder
del propio mensaje de 1888, y que prestarle seria subsistir en el tiempo de angustia” (Id., p.
atención demuestra una mente obstinada” (cf. p. 680 y 681).
16 y 61).
Desde los inicios del movimiento adventis-
La justicia por la fe expuesta en la Biblia ta nuestro pueblo ha reconocido la natura-
afirma que el “evangelio… es poder de leza singular de la fe madura que ha de ca-
Dios para salvación” (Rom. 1:16). Consiste racterizar a quienes estén preparados para
en una “verdad del evangelio” cuya doctri- recibir a Cristo cuando regrese. Si eso no
na es antagonista con la falsedad de cual- estuviese claramente sustentado en nume-
quier “otro evangelio” (Gál. 2:5 y 14; 1:8 y rosas declaraciones bíblicas y del Espíritu
9). “La verdad os hará libres” (Juan 8:32). de profecía, se debería repudiar tal como
Incluso si se lo introduce en pequeñas do- recomienda Ministry. Pero el soporte inspi-
sis, el error doctrinal corrompe y anula el rado es inequívoco y consistente.
evangelio. En la hora de la prueba final será
imposible tener la “experiencia” correcta (g) “Lo que decimos es menos importante que la
estando desprovistos de la plena verdad del forma en que lo decimos. En otras palabras: pa-
evangelio, que comunica el conocimiento rece menos importante la verdadera doctrina que
salvador que le es intrínseco. una personalidad agradable" (cf. p. 61).
212
Llevada a su conclusión lógica, esa posi- Eso puede muy bien ser cierto, pero hare-
ción podría significar la recepción de la mos bien en depender del juicio de Cristo,
marca de la bestia en lugar del sello de más bien que del nuestro. ¿Ya no es aplica-
Dios, con tal que el proponente despliegue ble su mensaje de Apocalipsis 3:14-17?
un espíritu más agradable y complaciente. Los elementos esenciales del mensaje de
“Muchas personas cultas y de modales afa- 1888 siguen siendo objeto de oposición e
bles… son brillantes instrumentos de Sata- incluso silenciamiento cien años después, y
nás” (El conflicto de los siglos, p. 563). El abundan la mundanalidad y la tibieza. Tal
Nuevo Testamento enseña que si bien la no sería el caso si se estuviera proclamando
verdad tal como es en Jesús hará siempre al con claridad el evangelio en su pureza, ya
creyente semejante a Cristo en espíritu, lo que es “poder de Dios para salvación”.
llevará igualmente a contender eficazmente
por la verdad en un sentido santificado; y Un análisis cuidadoso de las motivaciones
los mensajeros de 1888 lo demostraron de puede revelar la existencia de mucho más
forma notable. legalismo implícito en nuestra enseñanza,
del que hubiéramos llegado a sospechar.
(h) “La apostasía de Jones y Waggoner es una
advertencia a no confiar en su mensaje. Dicho de (k) “El mensaje de 1888 fue bien aceptado en la
otro modo: no puede ser ‘preciosísimo’ si les década siguiente a Minneapolis, y el nuevo pre-
condujo a la caída” (cf. p. 13 y 61). sidente de la Asociación General, O.A. Olsen (no
A.V. Olson) lo apoyó 'de forma entusiasta'” (cf.
Eso no armoniza con las diversas declara- p. 62).
ciones de E. White a propósito de que el
fracaso o apostasía de los mensajeros no Eso resulta completamente refutado por los
invalidaría de modo alguno el mensaje que testimonios de E. White de 1896, que pre-
trajeron. Lo que manifiesta el enunciado es sentan a Olsen actuando “como Aarón”,
indicativo de haber caído en un “engaño fa- sometiéndose en su debilidad a la influen-
tal” (Carta S24, 1892). cia dominante de manifiestos opositores al
mensaje. Ver las claras declaraciones de E.
(i) “Ser un reformador es una mala idea por el White al propósito, reproducidas en el capí-
peligro que encierra. Generalmente se tiene en tulo 15.
baja estima a los reformadores” (cf. p. 62).
(l) “La oración de Daniel en el capítulo 9 no ex-
Ser un “reformador” fanático y autopro- presa arrepentimiento corporativo sino interce-
clamado es indiscutiblemente peligroso, pe- sión. Tampoco apoya la idea de que una genera-
ro cooperar con el Espíritu Santo en la obra ción pueda arrepentirse por los pecados de otra
de reforma no puede ser peligroso. La igle- precedente.
sia necesita desesperadamente un reaviva-
miento y reforma genuinos, y hay peligro La revista confunde el concepto de arrepen-
en esperar que sea otra generación quien la timiento corporativo, asumiendo que signi-
efectúe. fica una acción formal por parte de la Aso-
ciación General reunida en asamblea, reco-
(j) “La teología y predicación adventistas son nociendo el error de hace un siglo y lamen-
hoy más Cristocéntricas que antes de 1888. Eso tándolo de forma 'oficial' mediante un vo-
es indicativo de un saludable progreso espiritual to” (cf. p. 34-36; 7 y 8).
desde 1888” (cf. p. 62).
213
Pero hay algo más que demanda estudio: cientemente reconocido como digno de se-
La realidad de la culpabilidad que el mundo rio estudio.
entero comparte por el asesinato del Hijo
de Dios (Testimonios para los ministros, p. (m) “Dios ha predeterminado el momento de la
38; El Deseado, p. 694; Rom. 3:19). ¿Son segunda venida de Cristo. De ese modo, para
sólo los judíos y romanos de antaño quie- evitar una ‘imagen distorsionada’ debemos des-
nes debieran arrepentirse por ese pecado? cartar declaraciones inspiradas que dicen que la
El Calvario resume la culpabilidad corpora- hemos retardado por nuestra incredulidad, o que
tiva del mundo: culpabilidad por pecados podemos apresurarla mediante el arrepentimien-
que podemos no haber cometido personal- to y la fe verdadera. Se acepta que Cristo ha re-
mente, pero que cometeríamos de no ser tardado su venida, pero lógicamente es ‘malva-
por la gracia de Dios, debido a nuestra na- do’ sugerir que nosotros la hemos retardado”
tural enemistad humana contra él (Rom. (cf. p. 41-45).
8:7). Todo ser humano comparte esa culpa,
a menos que se arrepienta específicamente Eso es lo opuesto a lo que Cristo declara en
de ella. La revista Ministry ha de tener su parábola. Esa tesis se “basa” en dos de-
también en cuenta la experiencia de Cristo claraciones aisladas de E. White: una real-
al arrepentirse corporativamente en favor mente mal citada, y ambas aplicadas equi-
del mundo, como demuestra su bautismo vocadamente. Si bien es cierto que se ha
(En los lugares celestiales, p. 252; Review demorado el retorno de Cristo, no es él
& Herald, 21 enero 1873; General Confe- quien lo ha retardado, sino nosotros:
rence Bulletin 1901, p. 36).
(i) “Como las estrellas en la vasta órbita de
El arrepentimiento corporativo bíblico es su derrotero señalado, los propósitos de
personal: es el arrepentimiento individual Dios no conocen premura ni demora” (El
por los pecados de otros, como si fuesen los Deseado, p. 23). E. White se está refiriendo
nuestros, reconociendo que habríamos caí- aquí a la primera venida de Cristo, no a su
do igualmente en ellos de no haberlo evita- segunda venida. Obsérvese el contexto:
do la gracia de Cristo. Todos necesitamos “Fue determinada en el concilio celestial la
al 100% la justicia imputada de Cristo. La hora en que Cristo había de venir; y cuando
confusión en reconocer la verdadera pro- el gran reloj del tiempo marcó aquella hora,
fundidad del arrepentimiento corporativo Jesús nació en Belén”. El autor presupone
frustra el mensaje de la justicia de Cristo, que, puesto que hubo un tiempo predeter-
permitiendo la pretensión de no necesitar la minado para la primera venida de nuestro
plenitud de su justicia imputada. Señor, debe suceder lo mismo para la se-
gunda.
No sabemos de ningún pastor o teólogo
responsable que haya sido tan ingenuo co- Pero el momento de la primera venida lo
mo para pedir un voto formal en la asam- señalaban las profecías de tiempo de Da-
blea de la Asociación General, o siquiera niel, mientras que el segundo cae en una
en una comisión, como método de corregir categoría diferente: “En los días de la voz
el error de 1888. “Confesión corporativa” del séptimo ángel, cuando él comience a
ha sido siempre un término inapropiado tocar la trompeta”, “el tiempo no sería
que confunde la idea. “Arrepentimiento más” (Apoc. 10:7 y 6). Dicho de otro mo-
corporativo” es lo apropiado a un pecado do: a partir de 1844 no hay más tiempo
corporativo, y gracias a Dios ha sido re- predeterminado.
214
(ii) “La demora aparente no lo es en reali- de esperar la venida del día de Dios, sino
dad, pues en el tiempo señalado vendrá apresurarla. Si la iglesia de Cristo hubiese
nuestro Señor” (Carta 38, 1888). El autor hecho su obra como el Señor le ordenaba,
del artículo cita esto posteriormente de todo el mundo habría sido ya amonestado,
forma errada, como siendo “su 'tiempo se- y el Señor Jesús habría venido a nuestra tie-
ñalado'", pero el propio Señor explica en rra con poder y grande gloria” (El Deseado,
qué consiste el “tiempo señalado” (no pre- p. 587 y 588; ver también El evangelismo,
determinado): “Cuando el fruto está madu- p. 503-505).
ro, en seguida se mete la hoz, porque la
siega ha llegado”. “¡Mete tu hoz y siega, (n) “Se recomienda ‘The Dynamics of Salvation’
porque la hora de segar ha llegado, pues la por ser una exposición de la justicia por la fe tan
mies de la tierra está madura!” (Mar. 4:29; completa y efectiva, que virtualmente hace inne-
Apoc. 14:15). El autor del artículo no hace cesaria la publicación del propio mensaje de
referencia alguna a esos dos pasajes bíbli- 1888. Hay aquí evidencia de que el liderazgo en-
cos clave, sino que pretende que E. White tiende, cree y predica el mensaje. El prefacio de-
virtualmente los contradiga. Más adelante plora el hecho de que algunos acusen hoy a la
comenta que “E. White dijo efectivamente dirección de la iglesia por sostener posiciones
que Cristo había retardado su venida”, pero sobre la justicia por la fe similares a las de quie-
lo hace forzándola a emplear el lenguaje nes se opusieron al mensaje de 1888 hace un si-
del siervo infiel de la parábola. En realidad glo” (cf. p. 22-28).
somos nosotros quienes la hemos retar-
dado. (i) Es evidente que eso se ha convertido en
una cuestión sensible y con considerable
Esa tesis significa la introducción de un carga emocional. Es cierto que los autores
elemento de calvinismo en el pensamiento de este libro hemos mantenido durante años
adventista, despreciando la realidad del que la “justicia por la fe” que es hoy popu-
evento de 1888 en relación con el tiempo lar entre nosotros, es en gran medida una
de la segunda venida. El conocimiento infi- combinación de la propia de las iglesias
nito del Padre no incluye un solo hilo de guardadoras del domingo, junto con la en-
predeterminismo calvinista (de igual forma señanza de los que hace un siglo se oponían
en que su perfecto conocimiento de ante- al mensaje de 1888.
mano sobre quién se va a salvar o perder
finalmente, no determina la salvación o la (ii) Confesamos interpretar nuestro prolon-
perdición de cada uno). gado vagar por el desierto durante un siglo,
así como la tibieza de la iglesia a escala
“Cuando el carácter de Cristo sea perfec- mundial, como evidencia indicadora de ha-
tamente reproducido en su pueblo, entonces ber rechazado el mensaje de 1888 y de ha-
vendrá él para reclamarlos como suyos. ber privado de él a nuestro pueblo. No es
Todo cristiano tiene la oportunidad no sólo nuestra intención mantener posturas anta-
de esperar, sino de apresurar la venida de gónicas con nuestros hermanos; queremos
nuestro Señor Jesucristo” (Palabras de vida simplemente ser sinceros en declarar nues-
del gran Maestro, p. 47). tras convicciones tal como demanda la
conciencia, y queremos hacerlo en un espí-
“Mediante la proclamación del Evangelio ritu cristiano de amor y lealtad.
al mundo, está a nuestro alcance apresurar
la venida de nuestro Señor. No sólo hemos
215
(iii) Esa cuestión tiene una importancia vi- eficacia de la justicia por la fe; las gloriosas
tal; creemos que la iglesia mundial debiera buenas nuevas que derivan de la compren-
considerarla con franqueza. Si nuestra po- sión de los dos pactos; el portentoso poder
sición es errónea, la iglesia mundial debe de Cristo para salvar del pecado continua-
rechazarla decididamente. Si estamos en lo do; su proximidad al tomar nuestra natura-
correcto, nada podría ser más importante leza humana pecaminosa; la iniciativa del
para ponerse del lado de la verdad. Necesi- Espíritu Santo en salvar a los perdidos; la
tamos analizar con sinceridad el mensaje iniciativa del buen Pastor en buscar sus
de 1888 en sus escritos originales, com- ovejas perdidas; la posibilidad de vencer
parándolo con nuestras presentaciones todo pecado tal como Cristo venció en
contemporáneas del evangelio. Es posible nuestro favor; la certeza de una generación
analizar las motivaciones de las posturas final que refleje la perfección del carácter
predominantes de la iglesia en las publica- de Cristo; la relación práctica de la purifi-
ciones denominacionales. Descubriremos cación del santuario celestial con la purifi-
que los mensajeros de 1888 dieron un cación de los corazones humanos; la moti-
avance a la comprensión doctrinal y prácti- vación centrada en el honor de Cristo, que
ca, que va más allá del calvinismo y el ar- trasciende el afán egocéntrico de recom-
minianismo, superando ampliamente a am- pensa o de escapar al castigo; la realidad de
bos. Esa fue la razón para el entusiasmo de que son los perdidos quienes toman la ini-
E. White por el mensaje durante una déca- ciativa de perderse, y la verdad de que el
da, un mensaje que recupera la plenitud de sacrificio de Cristo realizó mucho más que
las verdades del evangelio con mayor clari- disponer una mera provisión que no hace
dad que lo hicieron los reformadores del si- nada a menos que hagamos primeramente
glo XVI o que nuestros exégetas de hoy alguna cosa: Cristo dio su sangre por el
día, y que ha de alumbrar la tierra con la mundo, por lo tanto el mundo le debe su
gloria del Señor. vida presente. El mensaje de 1888 exploró
las profundidades de la expiación de una
(iv) Lo que ese documento quiere reivindi- manera en que la iglesia y el mundo están
car, recuerda la pretensión del presidente de todavía en necesidad de comprender y
la Asociación General de 1952 en la Confe- apreciar.
rencia Bíblica de Sligo. Su alegación con-
sistió en que el mensaje presentado allí su- Con excepción de unos pocos extractos cortos de
peraba al mensaje de 1888. Es vano el in- Waggoner citados por uno de los autores, a nin-
tento de Ministry por reivindicar que nues- guno de los mensajeros de 1888 que E. White
tros eruditos han logrado hoy una hazaña apoyó se le permite hablar en Ministry. Esa revis-
similar (superar el mensaje de 1888), y es ta de 64 páginas pretende estar dedicada a 1888,
igualmente vano que tratemos de demostrar sin embargo el lector no puede encontrar en ella
que no lo han hecho. Permítase a la iglesia el menor indicio del auténtico mensaje, tal como
mundial considerar la evidencia objetiva “en su gran misericordia el Señor envió a su pue-
comparando los dos, uno al lado del otro [el blo por medio de los pastores Waggoner y Jones”
mensaje de 1888 en sus escritos originales, (Testimonios para los ministros, p. 91). La razón
y nuestras presentaciones actuales del es sin duda que los redactores saben que cada
evangelio]. uno de los elementos singulares de ese mensaje
es hoy causa de controversia, de modo que el
(v) Estos son algunos de los conceptos sin- propio mensaje de 1888 se ha convertido en
gulares de 1888: la justificación legal y la nuestros días en la piedra de tropiezo y la roca
216
de ofensa para la iglesia adventista, lo mismo 5:18; 2 Cor. 5:19; 1 Juan 2:2; Juan 1:29, etc.), pe-
que vino a ser Cristo para los judíos de anta- ro aquellos que responden a las buenas nuevas,
ño. los que creen, experimentan la justificación por
la fe, y son hechos así verdaderamente obedientes
(6) La Adventist Review del 7 de enero de 1988 a todos los mandamientos de Dios. El instrumen-
recomienda en su página 21 el libro Perfect in to que opera ese milagro es “la fe que obra por el
Christ (Helmut Ott, Review & Herald, 1987), que amor”. De esa forma, el pueblo de Dios demos-
se centra “en dos temas de la asamblea de 1888: trará “en el registro personal de sus vidas” una
la obra que Cristo desempeña actualmente para obediencia genuina.
asegurar la salvación de quienes lo aceptan, y la
perfectamente suficiente justicia de Cristo, impu- White Estate publicó a principios del año 1988
tada a los hombres mediante la fe”. un “Análisis” del libro de Ott, concluyendo que
es incomprensible que ese libro se hubiera podi-
Pero la tesis básica del libro está en directa con- do imprimir en una casa publicadora adventista.
tradicción con el mensaje de la justicia de Cristo El análisis demuestra que el libro “deja sin efecto
de 1888. El autor manipuló tan hábilmente las el testimonio del Espíritu de Dios” tal como lo
Escrituras y las declaraciones de E. White, que presentan los escritos de E. White, y que los ar-
los redactores de la Review asumieron que el ma- gumentos empleados están caracterizados por la
nuscrito enseñaba una justicia por la fe válida. misma tergiversación e interpretación fraudulenta
que hace Desmond Ford de los escritos de E.
La idea básica consiste en que nuestro poderoso White (20 enero 1988).
Salvador es en realidad tan débil, que nunca llega
a capacitar a los “creyentes para desarrollar una (7) Grace on Trial, de Robert J. Wieland, es el
justicia perfecta, o para alcanzar la plenitud espi- manuscrito de un libro solicitado en 1987 por el
ritual”, como tampoco para demostrar su justicia equipo editorial de Pacific Press, con la intención
“en el registro personal de sus vidas”. El pecado de ponerlo en circulación para las reuniones
continuado y la injusticia en la vida práctica, re- campestres de 1988. Fue debidamente sometido
sultan convenientemente cubiertos por la sustitu- al consejo editorial, de acuerdo con los protoco-
ción legal de la perfecta justicia de Cristo. El au- los habituales en la denominación. Tras examinar
tor exagera y distorsiona la posición auténtica, el manuscrito, los editores votaron su publicación
para poder ridiculizarla a continuación despecti- y pusieron en marcha el proceso de producción.
vamente: Los “creyentes” “de hecho, no logran” Cuando dicho proceso se encontraba en sus eta-
“la perfecta justicia… en el registro personal de pas iniciales, la Asociación General intervino y
sus vidas”. los forzó a rechazarlo.

Pero lo realmente decisivo no es si los creyentes Si Pacific Press lo hubiera publicado, se habría
van a lograr un carácter semejante al de Cristo, tratado del primer libro de la serie del centenario
sino si mediante la fe en él van a demostrar ese que permitiera a los mensajeros de 1888 presen-
carácter “en el registro personal de sus vidas”. tar el mensaje en sus propias palabras.
Las Escrituras declaran de toda forma posible
que sí lo van a hacer. (8) What Every Adventist Should Know about
1888 (Arnold V. Wallenkampf, Review & He-
El libro pierde de vista el concepto de 1888 de la rald, 1988) es un hito en nuestra historia denomi-
justificación por la fe: La declaración legal de nacional. Es una versión expandida de cuatro ar-
justificación resultante del sacrificio de Cristo se tículos no publicados que el Dr. Wallenkampf es-
aplica a “todos los hombres”, “al mundo” (Rom. cribió en 1979. El libro contradice de forma con-
217
tundente la tesis de “soy rico, me he enriquecido “creía que la iglesia adventista seguía todavía en
y de nada tengo necesidad” característica de las espera de la experiencia que Dios había deseado
principales obras publicadas con respaldo oficial otorgar en Minneapolis”.
sobre 1888 en los pasados cuarenta años.
Según Wallenkampf, nuestra pretensión de que el
El autor deja sobradamente claro que “la mayoría rechazo inicial vino a convertirse después en
de pastores en la asamblea [de 1888]” resistieron “aceptación entusiasta” ha sido la causante de la
y rechazaron el precioso mensaje, y que la resis- trágica incredulidad que existe hoy. “Si no pre-
tencia continuó “con el paso de los años”. El au- sentamos una exposición veraz de la historia de
tor declara que el nuestro ha venido siendo un la asamblea de la Asociación General de 1888 y
“estado de rebelión contra Dios”. Los dirigentes lo que siguió después, estamos perpetuando co-
adventistas “trataron cruelmente” al Espíritu San- mo denominación el pecado cometido en Min-
to, con “palabras duras... dirigidas contra el pro- neapolis en 1888. Actuando así, nos unimos a
pio Cristo”. Nuestra verdadera historia es una nuestros antepasados espirituales y virtualmente
“psicosis de grupo”, una “traición y crucifixión crucificamos de nuevo a Cristo en la persona del
de Jesús” que “deja anonadada la imaginación”. Espíritu Santo”.
Estamos en necesidad de aprender a “no seguir
ciegamente a los dirigentes”. “Si la mayoría de Por fin se expresa con franqueza un dirigente de
los delegados en la asamblea de Minneapolis no la Asociación General: “Corresponde a nosotros
hubiesen seguido a sus dirigentes en el rechazo al como pueblo el confesar que por largos años he-
mensaje de 1888, Ellen White no habría dejado mos venido intentando encubrir el virtual rechazo
implícito que en aquella asamblea Cristo fue cru- al mensaje de 1888… Dios quiere que todos sus
cificado de forma figurada”. seguidores sean honestos y sinceros”. “Nuestra
responsabilidad actual es decir la verdad sobre la
Wallenkampf señala que el arrepentimiento de asamblea de Minneapolis en 1888 y lo que vino
los opositores más influyentes al mensaje “no fue en consecuencia. No hay virtud alguna en preten-
de todo corazón, ni completo”. En la década que der que todo ha estado bien, siendo que tal no es
siguió a Minneapolis “se fue consolidando de el caso”.
forma casi imperceptible una oleada silenciosa de
oposición”. “Hacia 1899, la justicia de la iglesia Son sus palabras, no las nuestras, y decimos
había llegado a resultar nauseabunda para nuestro ¡Amén!
Salvador". El exilio de E. White a Australia esta-
ba relacionado con la incredulidad de 1888: “El ¡Ojalá que en su gran misericordia el Espíritu
malestar de ciertos dirigentes influyentes hacia Santo nos capacite a todos en este año del cente-
ella y sus mensajes, fue en gran medida el caldo nario para ser sinceros! Él puede otorgar reavi-
de cultivo donde se fraguó el plan para llevarla a vamiento, reforma y arrepentimiento si simple-
Australia en 1891”. La situación no mejoró gran mente aceptamos la plena verdad, y dejamos de
cosa tras 1901: “Por toda apariencia, en el perío- reprimirla o negarla. Eso traerá reconciliación
do comprendido entre los años 1902 y 1904 la con Cristo y curará nuestras luchas internas. 100
iglesia corría serio peligro de caer de nuevo en el años es ciertamente tiempo suficiente para afron-
mismo estado previo a la asamblea de Minneapo- tar la realidad del llamado al arrepentimiento que
lis”. E. White no creía “antes de su muerte en hace Cristo al “ángel de la iglesia en Laodicea”.
1915 que la mayoría de los adventistas del sépti- (Wallenkampf reconoce que ese “ángel” es el li-
mo día hubiera aceptado el mensaje de 1888 co- derazgo de la iglesia adventista del séptimo día, y
mo una experiencia personal”. En 1926 A.G. Da- que nuestra negación durante décadas ha produ-
niels (ex presidente de la Asociación General) cido tibieza y letargo en la iglesia a escala mun-
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dial). Ahora es evidente que Cristo ha estado es- cional no va a ser obstáculo para que el Espíritu
perando por demasiado tiempo. No podrá sopor- Santo despierte a muchas mentes nobles, lleván-
tar sus nauseas por siempre. dolas a ponderar más profundamente el llamado
de Cristo en Apocalipsis 3:19. Sería lamentable
Se está dando un progreso definido en el año del que dirigentes adventistas se dedicaran a acumu-
centenario de 1988. El que se centre la atención lar desprecio sobre el llamado del Testigo fiel).
denominacional en 1888, su historia y su mensa-
je, incluso mediante información equivocada, Confiemos en que esta generación llegue a reco-
puede ser bendecido por el Señor haciendo que nocer nuestra verdadera necesidad espiritual co-
despierten muchas mentes. La juventud confun- mo pueblo, y experimente hambre y sed de la jus-
dida por el adventismo contemporáneo se sentirá ticia (por la fe) que el Señor intentó darnos en su
especialmente atraída por ese interés renovado. Y gran misericordia. El arrepentimiento no pode-
el Espíritu Santo permite incluso la publicación mos producirlo nosotros mismos, y aún menos
de falsedades, a fin de que sean superadas por de- forzarlo mediante la publicación de evidencia do-
lineaciones más precisas y profundas de la ver- cumental abrumadora. Sigue siendo el precioso
dad. (Wallenkampf se opone a la idea del arre- don de Dios.
pentimiento corporativo, pero da sincera eviden-
cia de no comprenderlo. La ridiculización am- Confiamos y oramos para que en su gracia lo
pliamente difundida en 1988 sobre la necesidad otorgue a esta generación.
de un arrepentimiento corporativo y denomina-

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La modesta reunión de delegados en la asamblea de 1888 de la Asociación General Adven-
tista en Minneapolis se ha convertido en el punto crucial de interés para la iglesia mundial.
La Asociación General está afrontando cuestiones trascendentales relativas a 1888, como
por ejemplo:

 ¿Qué sucedió realmente en 1888?


 ¿Cuáles fueron las cuestiones doctrinales objeto de consideración?
 ¿Qué personalidades estuvieron implicadas?
 ¿Cuáles fueron los resultados?

Este libro aborda esas y otras cuestiones vitales. Escrito originalmente como un documento
confidencial destinado a la Asociación General, se ha actualizado y publicado posterior-
mente en respuesta a numerosas peticiones procedentes de todo el mundo. E. White tiene
por fin la ocasión de expresarse libre y llanamente en declaraciones nunca antes publica-
das, sobre temas de importancia capital en relación con 1888. El contenido de esas declara-
ciones era desconocido para la mayoría de sus contemporáneos, y será para muchos una
sorpresa en la presente generación.

Donald K. Short y Robert J. Wieland son pastores ordenados, sumando entre los dos casi
100 años de servicio a la iglesia adventista, de los cuales, 62 lo fueron como misioneros en
África. La publicación de este libro fue iniciada por la comisión de estudio del mensaje de
1888, compuesta por laicos y pastores deseosos de revivir aquel “preciosísimo mensaje”.

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