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Sanidad Divina

 Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en


adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos
lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que
procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave
y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios.

1 Pedro 3:3-4

 Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y


abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo,
perdonaré su pecado y restauraré su tierra.
2 Crónicas 7:14

 ¡Ya se te ha declarado lo que es bueno!


Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor:
Practicar la justicia,
amar la misericordia,
y humillarte ante tu Dios.

Miqueas 6:8

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