La responsabilidad social empresarial, pública e individual…  pp.

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La responsabilidad social empresarial, pública e

individual en la obra de Rousseau
The corporate, public and individual social responsability in
Rousseau’s work
Marisol García Jiménez
Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa
(Fecha de recepción: 25 de noviembre de 2017,  Fecha de aceptación: 18 de enero de 2018)

Núm. 52, Julio / Diciembre, 2017, ISSNe 1606-8459, versión digital

Resumen
La responsabilidad social es un tema recurrente hoy en día, y se le relaciona mayormente con el
ámbito empresarial. Pero ésta no sólo involucra a las empresas sino a organismos gubernamentales
y al sujeto en particular. De esta forma se identifican tres tipos de responsabilidad social: corporativa,
pública e individual. Partiendo de las obras de Rousseau, Emilio o de la educación y El contrato social se
relacionan las ideas de educación, voluntad individual y voluntad general con el concepto de respon-
sabilidad social.
Se recurrió a algunas ideas de Rousseau por considerarse un autor que parece haberse adelantado
al tema de la responsabilidad social que es tan popular en nuestros días, ya que se encuentran insertos
aspectos de este tema en sus escritos. En el presente trabajo, únicamente se retomaron dos de sus obras,
pero con ello se aspira a realizar una tarea de reflexión sobre la responsabilidad social.
Palabras clave: responsabilidad social, voluntad general, voluntad individual, educación.

Abstract
Social responsibility is a recurring theme nowadays, and it is mostly related to the business environment.
But this not only involves companies but government agencies and the subject in particular. In this way,
three types of social responsibility are identified; corporate, public and individual. Starting from the works of
Rousseau; “Emile, or On Education” and “ The Social Contract” relate the ideas of education, individual will
D E A D M I N I ST R AC I Ó N

and general will to the concept of social responsibility.

Some ideas of Rousseau were used as an author who seems to have moved ahead of the issue of social
responsibility that is so popular nowadays, since aspects of this theme are inserted in his writings. In the
present work, only two of his works were retaken, but with this we aspire to carry out a task of reflection on
D E PA R TA M E NTO

social responsibility.
Keywords: Social responsibility, general will, individual will, education.

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 Introducción
H
oy en día, el tema de la responsabilidad so-
cial es recurrente, y no únicamente se hace
presente en el ámbito empresarial. Se habla
de organizaciones preocupadas no sólo por sus
procesos productivos y/o financieros, sino por el
aspecto social, es decir, el efecto que tienen sobre
otros grupos. Cabe mencionar que el auge que ha
tenido este tema, que en un principio se relacio-
naba únicamente con las empresas, ha permeado
a las sociedades y ha sido aplicado en todo tipo de
organizaciones. Podemos encontrar esta expre-
sión tanto en organizaciones empresariales como
en instancias gubernamentales y hasta en el ámbi-
to individual.
De tal manera que la responsabilidad social ya
no recae sólo en ciertos sectores, sino que se ha
creado la conciencia general del impacto que tie-
nen las acciones de cada uno de estos actores so-
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ciales. Aunque parece muy positiva esta idea, se
debe reflexionar sobre ella ya que en algunos ca-
sos se vuelve un discurso para legitimarse frente a
la sociedad y para alcanzar fines lucrativos. Sin em-
bargo, también hay que reconocer que existen in-
dividuos y grupos sociales comprometidos con la
responsabilidad social.
Debido al efecto e importancia que reviste la
responsabilidad social, en el presente trabajo se
propone realizar algunas reflexiones en torno a ella
y partir que la noción de que este tema no sólo le
compete a las empresas o gobiernos, sino a todos
los miembros de la sociedad. Para llevar a cabo es-
ta tarea se propone retomar algunas ideas de Rous-
seau.
Responsabilidad social
La responsabilidad social es un compromiso que
adquieren los miembros de un grupo o sociedad
la cual responde a sus necesidades. El compromi-
so puede ser individual o entre cada uno de los
miembros de una comunidad o entre comunida-
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des. Entre las principales demandas sociales que
sobresalen están; las del medio ambiente, las cor-
porativas y las políticas.
D E PA R TA M E NTO
Tal como lo plantea Canyeles (2011), la respon-
sabilidad social toma auge en el ámbito empresa-
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rial y se reconoce un compromiso por parte de este
tipo de organizaciones con su entorno. Pero rápi-
damente, debido a su impacto social, es llevada a
todo tipo de organizaciones, tanto privadas como
públicas.
En el caso de la responsabilidad social empre-
sarial, desde los años ochenta, y con el auge del
neoliberalismo, se estipulan parámetros de com-
portamiento de las empresas frente a los grupos
de interés que impacta, y así, atender cuestiones re-
lacionadas con el medio ambiente, los derechos la-
borales, los de las comunidades, etcétera.
Pero aunque este tipo de responsabilidad so-
cial es el más conocido, encontramos también la
responsabilidad social individual y responsabili-
dad pública o gubernamental. La responsabilidad
social individual tiene que ver con el compromiso
que cada miembro de la sociedad asume con res-
pecto a ésta, el cual puede verse desde los hábitos
de consumo, cuestiones medioambientales y de
ciudadanía.
En cuanto a la responsabilidad social pública o
gubernamental, está relacionada con la toma de
decisiones que afectan a toda la ciudadanía, por lo
cual, se relaciona con los diseñadores de políticas
públicas. Este último tipo es derivado de la respon-
sabilidad social empresarial, aplicada al ámbito pú-
blico. De tal manera que la responsabilidad social
gubernamental tiene la obligación de responder
a los desafíos que se presentan en las socieda-
des actuales con respecto a la educación, empleo,
equidad, salud y exclusión por mencionar algunas
problemáticas.
Hoy en día, encontramos en gran parte (si no en
todas) las instancias públicas, un compromiso so-
cial que se proyecta a la sociedades por medio de
conceptos como: la ética pública, transparencia o
rendición de cuentas. Pero lo importante es ana-
lizar si dicho compromiso social se cumple o se
queda en el discurso, volviéndose un tipo de mito
racionalizado, es decir, como un concepto institu-
cionalizado y aceptado pero que operativamente
su relación con la realidad es mínima y en algunos
caso nula.
A continuación se presentan algunas de las
ideas de Rousseau que sirven para reflexionar so-
bre el tema de la responsabilidad social.
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Educación y responsabilidad social
Rousseau en su obra: Emilio o de la educación habla
de una de las tareas más importantes en las socie-
dades, y que involucran tanto a los sujetos de ma-
nera individual como a los gobiernos y empresas,
la educación. Este autor considera que la función
de la educación es generar no sólo ciudadanos si-
no hombres y mujeres integrales: “Se consiguen
las plantas con el cultivo, y los hombres con la edu-
cación” (Rousseau, 2005: 7). Hoy en día, a la educa-
ción se le han asignado diversos quehaceres: desde
formar sujetos que respondan a las necesidades
económicas del entorno global en el cual nos en-
contramos, hasta la formación de sujetos reflexi-
vos y funcionales no sólo en los aspectos laborales.
Rousseau plantea que con una educación correcta
se puede cumplir con dichos retos que en nuestro
país le han asignado a la educación, de tal manera
considera que: “Nacemos débiles, necesitamos ser
fuertes, y al nacer carecemos de todo y se nos de-
be proteger; nacemos torpes y nos es esencial con-
seguir la inteligencia. Todo esto de que carecemos
al nacer, tan imprescindible en la adolescencia, se
nos ha dado por medio de la educación” (Rous-
seau, 2005: 7).
En la actualidad se requiere una formación no
sólo académica, también son importantes las cues-
tiones formativas de la personalidad del sujeto y
como ciudadanos responsables. El autor considera
que formar como sujeto y ciudadano es imposible,
y que formar como sujeto implica generar una uni-
dad, mientras que formar como ciudadano es frag-
mentar al sujeto:
El hombre civilizado es una unidad fraccio-
naria que determina el denominador y cuyo
valor expresa su relación con el entero, que
es el cuerpo social. Las buenas instituciones
sociales son aquellas que poseen el medio de
desnaturalizar al hombre, quitarle su existen-
cia absoluta para reemplazarla por otra rela-
tiva, y transportar el yo dentro de la unidad
común; de tal manera que cada particular
no se crea un entero, sino parte de la unidad, y
sea sensible solamente en el todo (Rousseau,
2005: 9).
La pregunta por plantear sería; ¿Si es posible for-
mar sujetos y ciudadanos responsables? Rousseau
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lo resuelve proponiendo una buena educación co-
mo sujeto, si esta es realizada correctamente se
podrá extender hacia otras áreas, como la del ciu-
dadano. Hoy en día se requiere que este tipo de
educación se extienda entre las familias y los cole-
gios, que en estos no se forme únicamente de ma-
nera académica, sino que el sujeto se desenvuelva
con éxito en todas las esferas de la vida, y que di-
cha formación también los dote de conciencia
ética y de responsabilidad frente a su entorno. De
esta manera se contribuirá a una educación social
y responsable, ya que no sólo se le está formando
para ocupar un “puesto” en la sociedad, sino que
se le está formando de manera integral. Este tipo
de formación es de gran importancia, ya que cuan-
do la fortuna no lo favorezca y pierda el “puesto”, su
formación integral como un buen sujeto, capaz de
transitar entre los diversos papeles sociales lo ayu-
dará a superar los obstáculos.
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Nuestro verdadero estudio es el de la condi-
ción humana. Aquel de nosotros que mejor
sabe sobrellevar los bienes y los males de es-
ta vida es, a mi parecer, el más educado, de
donde se deduce que la verdadera educación
consiste menos en preceptos que en ejerci-
cios (Rousseau, 2005: 10).
Desde la perspectiva de Rousseau se requiere
que las organizaciones dedicadas a la educación
se ocupen del tipo de formación completa de los
sujetos. No únicamente formar individuos capaces
de responder a las exigencias del modelo econó-
mico neoliberal, sino que se sepan conducir de ma-
nera responsable frente a su entorno y reconozcan
el efecto que sus acciones tengan en él. En síntesis,
un sujeto que cuente con las habilidades cogniti-
vas, emocionales y éticas que le permitan transitar
con éxito en la sociedad.
Es en este punto que se exige a las organizacio-
nes empresariales dedicadas a la educación, que
sean capaces de cumplir con su responsabilidad
social corporativa, realmente brindando una edu-
cación del tipo que plantea Rousseau. Pero a la luz
D E A D M I N I ST R AC I Ó N
de estas ideas, cabe cuestionarse si realmente las
instituciones privadas dedicadas a la formación
educativa adoptan la responsabilidad social como
D E PA R TA M E NTO
una guía para su comportamiento y conformación
como un tipo de empresa socialmente respon-
 sable, o si se vuelve un mero discurso o una herra-
mienta mercadológica que satisface únicamente
un fin lucrativo y/o de legitimación frente a su cam-
po organizacional. Es decir, si ese compromiso so-
cial se reduce a la búsqueda de acreditaciones que
les otorguen un estatus de cumplimiento, frente a
otras instituciones de su mismo tipo y ante la so-
ciedad; y que al mismo tiempo les sirvan de he-
rramienta para competir con otras empresas de su
mismo rubro.
En una nota informativa del diario El Universal
del 21 de agosto de 2016 se lee: “En los últimos 10
años el número de estudiantes inscritos en cole-
gios privados se incrementó 8.52 puntos porcen-
tuales […]”. Y agrega que los analistas educativos
atribuyen este incremento a la creencia de los pa-
dres que una formación académica en una institu-
ción privada brinda mayores ventajas competitivas
que le servirán en la vida adulta a sus hijos. Lo cual
no siempre es verdad, ya que la calidad educativa
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del 10% de las mejores escuelas privadas del país
resulta estar por debajo del lineamiento de la ocde.
Por un lado, encontramos que el tema de la res-
ponsabilidad social en relación con la educación
que brindan estas organizaciones es limitada, pues
únicamente se enfatiza la formación académica y
el desarrollo de habilidades para competir en un
futuro campo de trabajo. Pero la cuestión de la edu-
cación ética e integral de la cual habla Rousseau se
vuelve un mero discurso. Por otra parte, si se hace
referencia a la educación de calidad y a las ventajas
que ofrece una escuela privada con respecto a una
escuela pública, pareciera que no hay una gran di-
ferencia según la comparativa con los países de la
ocde, lo cual vuelve a ejemplificar la falta de com-
promiso social empresarial de estas instituciones
con sus usuarios. De esta manera, el compromiso
social corporativo de este tipo de escuelas parecie-
ra reducirse a una herramienta de mercado.
En cuanto a las escuelas públicas, su compro-
miso es aún mayor que el de instituciones educa-
tivas privadas, debido a que hasta el nivel medio
superior deben otorgar, obligatoriamente, forma-
D E A D M I N I ST R AC I Ó N
ción educativa equitativa y de calidad. En lo que
respecta a la educación equitativa, las instancias
encargadas de la educación pública en el país se
D E PA R TA M E NTO
han dado a la tarea se hacer llegar la educación a
todos los rincones del país y brindar apoyos a es-
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ta por medio del sistema de becas. Por otra parte,
se ha optado por resolver el problema de la cali-
dad educativa mediante la formación docente. Pe-
ro aunque estos aspectos de la educación pública
parecen relacionarse con el tema de la responsabi-
lidad social, su alcance es restringido.
Primeramente, a pesar de que se ha incremen-
tado el número de escuelas públicas en el país y
que durante el ciclo escolar 2013-2014 el total de
escuelas pública de nivel básico era de 179 505, lo
cual representaba el 86.4%, mientras las escuelas
privadas representaban 13.6% con 28 177, esto no
significa que la cuestión de equidad se encuentre
cubierta. Pues si bien se ha dedicado gran esfuer-
zo a la creación de más espacios educativos, no
todos tienen la infraestructura necesaria. De tal
forma que un cierto número de alumnos se en-
cuentra en situación de desventaja frente a otros.
Por otra parte, la cuestión de la calidad educativa
que debe recibir la sociedad se vuelve algo subjeti-
va. Pues la pregunta es ¿Quién determina lo que es
educación de calidad? En la actualidad, los linea-
mientos de calidad son dictados por el entorno
neoliberal, pues la educación se encuentra rela-
cionada e influenciada por distintos organismos
internacionales. Por mencionar algunos ejemplos;
la ocde, que en varias ocasiones se ha dado a la
tarea de analizar la situación de la educación en
nuestro país, ha encontrado graves problemáticas
y realizado, por lo mismo, diversas recomendacio-
nes en la materia. Por su parte, el Banco Mundial,
que funge como un organismo de financiamiento
a diversos sectores sociales, como la educación,
también tiene injerencia en temas educativos en
distintas latitudes:
El interés del Banco por temas sociales se ba-
sa en suponer que “la inversión en favor de
los pobres no es sólo correcta por razones hu-
manitarias, sino que es una función bancaria
excelente” [...]. Es decir: “la inversión en capital
humano da rendimientos por lo menos tan
favorables como los que se obtienen de in-
versiones no destinadas a la pobreza”, pues-
to que, asegurando educación y salud a los
pobres se “ofrecen mejores perspectivas de
inversión” (Maldonado, 2000: 4).
En cuanto a la parte de formar sujetos y ciuda-
danos responsables con su entorno, pareciera que
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la educación pública olvida este compromiso y se
centra en cubrir las características de responsabili-
dad social pública frente a ciertas instancias que le
brindan legalidad.
También el aspecto académico de la educación
deja mucho que desear con respecto de lo que sig-
nifica una práctica educativa que se oriente a la
responsabilidad social. Pareciera que en la mayo-
ría de los casos de escuelas privadas la justificación
como empresa socialmente responsable se refie-
re a las prácticas con respecto a sus miembros, ya
sea adoptando una ética de trabajo que beneficie a
sus trabajadores o fomentando un comportamien-
to comunitario entre ellos. Pero con respecto a sus
usuarios, aparentemente el compromiso social pa-
reciera limitarse al aspecto de brindar educación
de “calidad” únicamente. Donde esta característi-
ca de la educación resultaría cuestionable, calidad
con respecto a qué y de qué manera esta beneficia
realmente al alumnado.
Por último, en el sector público, la etiqueta de
socialmente responsable aparenta apuntar única-
mente a cumplir con la obligación de asegurar el
acceso a la educación a la población en edad de
cursarla, aspecto que parece se ha cumplido:
En México, la cobertura educativa entre la po-
blación de 5 a 14 años es universal, como casi
en todos los países de la ocde. No obstante,
el país tiene una de las menores proporciones
de jóvenes de 15 a 19 años matriculados en
educación (53%), a pesar de tener la pobla-
ción más grande de este rango de edad de su
historia (ocde, 2014).
Asimismo, el compromiso social educativo
puede verse reflejado en la adopción de mode-
los y herramientas académicas que aseguren una
educación de “calidad”, entre los que destacan la
profesionalización docente y la evaluación de com-
petencias directivas, así como las evaluaciones al
alumnado para medir el nivel educativo, cuyos re-
sultados no han sido muy alentadores.
Por estas razones, consideramos que el tema del
compromiso social en las organizaciones educati-
vas, tanto privadas como públicas, queda acotado
a ciertos aspectos de ella, dejando de lado la par-
te más importante, la formación integral de verda-
deros individuos comprometidos con su entorno y
33
no únicamente la creación de cuadros laborales. Se
requiere insertar la idea no sólo de competencias
académicas, sino realmente constituir personas ca-
paces de tener una formación ética, profesional y
emocional que le brinde las herramientas nece-
sarias para relacionarse con éxito a su ambiente y
contexto, y tomar conciencia de efecto que tienen
sus acciones a nivel individual y social para respon-
der de manera positiva a ello.
Siguiendo con las ideas de Rousseau, con res-
pecto a la educación, este autor enfatiza la necesi-
dad de educar desde la familia y no sólo delegar en
instituciones o en otros actores algo que es de vital
importancia para la formación del sujeto.
En su obra El contrato social plantea que la edu-
cación familiar debe ser la base para crear socieda-
des políticas sanas: “La familia es pues, si se quiere,
el primer modelo de las sociedades políticas: el je-
fe es la imagen del padre, el pueblo la de los hijos
[…]” (Rousseau, 2004: 5). Es decir, la educación es
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un deber social e individual, le compete tanto a las
instituciones encargadas de la educación formal
como al entorno social, familiar y al mismo indivi-
duo. Por parte de la familia se requiere la obliga-
ción de brindar los cimientos éticos y emocionales
que le permitan apropiarse de todo conocimiento
formal e informal, lo cual le capacite para conver-
tirse en un sujeto reflexivo y comprometido con él
mismo y con su entorno. Por otra parte, el com-
promiso particular de cada sujeto nos lleva a la res-
ponsabilidad social individual, la cual indica que
cada individuo debe buscar ese crecimiento y for-
mación integral. Para ello debiera concientizarse
del grado de interacciones que tiene con otros su-
jetos y grupos sociales, así como del peso de sus
acciones, tanto positiva como negativamente, y ac-
tuar en consecuencia. Como el individuo es un ser
eminentemente social, se encuentra interactuan-
do todo el tiempo con otros individuos, grupos y
organizaciones. En ese ir y venir entre estos acto-
res, el sujeto los modifica, construye y/o reproduce,
lo cual altera su entorno y su realidad y la de otras
personas. Estas preocupaciones han sido plantea-
D E A D M I N I ST R AC I Ó N
das por autoridades educativas en diversos pla-
nes, donde se establece la necesidad de contar con
ciudadanos responsables y reflexivos, pero que a
D E PA R TA M E NTO
pesar de brindar líneas de acción, reformas y pro-
gramas, aún no logra alcanzarse la responsabilidad
social. De esta manera damos cuenta que, según lo
 planteado por Rousseau, nos encontramos en una
sociedad moderna, egoísta, donde se debe apelar
a la razón para alcanzar una verdadera libertad al
hacer lo que es correcto para la sociedad y no sólo
para el individuo.
Ciudadanía y responsabilidad social
Rousseau en El contrato social centra su preocupa-
ción en la identificación de la voluntad individual
o libre albedrío, con la voluntad general o del pue-
blo. La cuestión de la libertad es otro de los temas
que apasiona a este autor.
Retomando el tema de la responsabilidad so-
cial, sería pertinente analizar de qué manera se
relaciona este concepto con la idea de voluntad
general e individual.
El término voluntad popular lo explica Rousseau
como el que atiende el interés particular del sujeto,
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mientras que la voluntad general se inclina hacia el
bienestar común. Por tanto, al vivir dentro del Esta-
do, sus miembros obedecen a ambos tipos de vo-
luntad; sin embargo, cuando la voluntad individual
se contrapone a la general se debe optar por la se-
gunda ya que esta sólo busca el bienestar común,
por tanto, es justa. Es decir, en algunos momentos
los sujetos deben ceder en su voluntad individual
y adherirse a la del pueblo. “El pueblo quiere siem-
pre el bien, pero no siempre lo ve. La voluntad ge-
neral es siempre recta” (Rousseau; 2004: 35).
En El contrato social, Rousseau plantea que el
hombre vive entre cadenas, en alusión a las nor-
mas y leyes que se tienen que seguir al entrar en la
sociedad civil. Pero aclara que esto no implica que
verdaderamente el hombre pierda su libertad, sino
que precisamente para asegurarla debe renunciar
a una parte de ella que podría considerarse como
“libertinaje”, el cual implica no obedecer norma al-
guna. Pero si se quiere vivir en una sociedad, una
de las condiciones que deben cumplirse es el res-
petar leyes que aseguran precisamente la libertad
de todos sus miembros: “el hombre pierde su liber-
D E A D M I N I ST R AC I Ó N
tad natural y el derecho ilimitado a todo cuanto
desea y puede alcanzar, ganando en cambio la li-
bertad civil y la propiedad de lo que posee” (Rous-
seau, 2004: 21).
D E PA R TA M E NTO
Ahora, con respecto a este tema, cabe pregun-
tarse si son conscientes los sujetos cuando están
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ejerciendo su libertad. Si respetan dichas normas
de manera reflexiva, pensando en la implicación
que no sólo tiene sobre su propia libertad sino so-
bre la de otros, es decir, asumen su responsabili-
dad sobre el destino de la libertad de otros. Con
respecto a este aspecto, pareciera que actualmen-
te en nuestro país este compromiso social, tanto
por parte del individuo como por organizaciones
públicas y privadas, es inexistente, lo que aprecia-
mos en los altos índices de delincuencia, donde se
transgrede la libertad y otros derechos de terceros.
Acorde con las cifras de sesnsp, contrario a lo
que sucedía hace un año en el Estado de Mé-
xico cuando no se registraban denuncias por
extorsión, en enero de 2014, en esta entidad
se cometió con mayor frecuencia este delito.
Por otro lado, Morelos fue la entidad federati-
va con mayor cantidad de extorsiones denun-
ciadas por cada 100 mil habitantes durante el
primer mes de 2014 (Observatorio Nacional
Ciudadano, 2014: 58).
En cuanto a las organizaciones ocurre algo pa-
recido. Pues estas también infringen la ley, ya sea
por omisión o cumplimiento parcial de las nor-
mas. Lo mismo ocurre en las instituciones gu-
bernamentales, ya que estas, en ocasiones, no
cumplen la función para la cual fueron creadas o
lo hacen de manera fragmentada. Un ejemplo de
ello puede ser el acceso a la información a la cual
tenemos derecho todos los ciudadanos, pero que
en algunas dependencias de gobierno, el públi-
co en general no puede conocer ciertos datos. O
también la situación de funcionarios públicos im-
plicados en casos de corrupción o fraude. En se-
mejantes circunstancias damos cuenta que ese
compromiso con la sociedad y atender el bien co-
mún que menciona Rousseau se desvanece. Esto
lleva a la ciudadanía a desconfiar de esas figuras
que deben ver por el bienestar de la población.
Esta falta de credibilidad en la responsabilidad
pública debe modificarse, y para ello es necesa-
rio “aumentar la transparencia en la gestión, fo-
mentar la cultura de ética pública, gestionar los
impactos sociales, ambientales y económicos que
se produjeran, y transmitir a la ciudadanía el com-
promiso de la Administración con los valores éti-
cos, son algunos de los principales inductores del
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fomento del buen gobierno en el sector público”
(Canyeles, 2011: 83).
En lo que respecta a las empresas privadas, es-
tas suelen adoptar una postura de aceptación de
responsabilidad con la sociedad, pero también in-
fringen la ley, ya sea incumpliendo normas am-
bientales, laborales o con sus consumidores.
Ejemplo de ello es lo ocurrido en la empresa Bio-
parques de Occidente: “Bioparques de Occidente,
empresa en la que trabajaban los 275 jornaleros
bajo condiciones de esclavitud, aparentaba ser un
organismo socialmente responsable, incluso había
recibido reconocimientos de esa índole, además
de haberse beneficiado con apoyos gubernamen-
tales” (Excelsior, 2017).
En este caso, los responsables de tomar deci-
siones en las empresas dejan ver su desinterés por
el bienestar y rumbo de la sociedad, pero al mis-
mo tiempo las instancias de gobierno encargadas
de asegurar el bienestar y libertad de sus ciudada-
nos no ha cumplido con estas tareas al permitir que
esas organizaciones actúen de manera irresponsa-
ble dañando a la sociedad.
En el tema correspondiente al gobierno, Rous-
seau considera que el Estado existe por un contra-
to estipulado entre el Estado, Ley y Ciudadanía, en
donde se debe velar por el bienestar común y para
ello las instancias pertinentes deben administrar y
ejecutar las leyes. En esta aseveración de Rousseau
se encuentra implícito un compromiso social por
parte de todos los actores que aspiran a ser par-
te de la configuración del Estado. Pero pareciera
que a estos funcionarios que van desde el nivel
ejecutivo hasta los trabajadores de oficinas guber-
namentales olvidan dicho compromiso, que es de
donde emana su puesto, jerarquía y/o autoridad.
Encontramos en diversas latitudes ejemplos de
funcionarios públicos que no sólo no cumplen
con las demandas que implica su cargo, sino que
son acusados de actos que van en contra de lo que su
puesto demanda, velando por intereses propios y
no por los de la población.
Rousseau plantea que: “En una legislación per-
fecta, la voluntad particular o individual debe ser
nula; la voluntad del cuerpo, propia del gobierno,
muy subordinada, y por consiguiente, la voluntad
general, o soberana, siempre dominante y pauta
única de todas las demás” (Rousseau, 2004: 58). Es
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decir, se debe anteponer el bienestar social a inte-
reses particulares o de grupo. Pero hoy en día en-
contramos que la figura del legislador, quien debe
velar por el bien común o hacer valer la voluntad
general, se encarga de ver por intereses propios o
de partido, dejando de lado la voluntad general;
Rousseau menciona que cuando esto ocurre, la fi-
nalidad del Estado se ha desvanecido, no hay razón
de su existencia. Esto nos lleva a reflexionar sobre
la tarea que debe realizar el ciudadano frente a tal
situación, pues este autor menciona que el suje-
to no debe ser apático ni apartarse de la situación
que vive la nación; es aquí donde reaparece la res-
ponsabilidad individual, ya que dicho “Estado” en
tales condiciones debe reconfigurarse, y el pueblo
debe contribuir a ese cambio. Considero que esta
idea que nos hereda Rousseau es una de las más
importantes de su pensamiento y de gran impacto
en nuestro tiempo, pues nos encontramos en un
momento crítico a nivel político, económico y so-
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cial, en donde el trabajo de reflexión del individuo
y la responsabilidad individual deben estar presen-
tes para buscar soluciones, alternativas y poner en
marcha acciones que hagan frente a estos retos.
Conclusiones
Para finalizar este breve ejercicio de reflexión, se
debe considerar que el tema de la responsabilidad
social es de suma importancia, puesto que el entra-
mado de relaciones entre sujetos, organizaciones y
grupos implica que las acciones de unos influyan
sobre el resto de ellos y en su entorno. Y de la po-
sición que tomen frente a dichas acciones depen-
derá el grado de compromiso que tienen con la
sociedad.
La ausencia de una educación integral que invo-
lucre una formación civil y ética tiene como resulta-
do la creación de sujetos indolentes con su entorno
y sus semejantes, así como el nacimiento de organi-
zaciones públicas y privadas desvinculadas del des-
tino de la sociedad. Lo más preocupantes es que
un gran número de estos individuos desinteresa-
D E A D M I N I ST R AC I Ó N
dos en el tema de la responsabilidad social son los
encargados de gobernar y asegurar el bienestar
social y cumplimiento de leyes.
D E PA R TA M E NTO
En cuanto a la responsabilidad individual, la
falta de compromiso con la sociedad por parte de
 los sujetos puede relacionarse con lo que al ini-
cio de este trabajo se mencionó, la falta de una
educación integral que arraigue en las personas
ese sentido de comunidad y respeto que parece
inexistente hoy en día. Por otra parte, también
puede ser el resultado del contexto económico,
espacio donde la falta de oportunidades empuja
a la población a transgredir las leyes. Estas son só-
lo algunas de las muchas ideas que podemos en-
contrar en los escritos de Rousseau, pero que se
deja como incipiente aproximación a un tema tan
relevante y complejo.
Fuentes bibliográficas
Rousseau, J. J. (2004), El Contrato Social. (trad.), Ma-
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