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1.

MARCO DE REFERENCIA

4.1 Marco teórico

Para entender el patrimonio cultural es importante comprender teorías que se

pronuncien a este respecto, en una primera instancia se tiene el estudio abordado por

Giacomasso et al, desde esta investigación se advierte la necesidad de que desde la

juventud se implementen mecanismos educativos que propendan la defensa y valoración

del patrimonio cultural, ya sea material o inmaterial (2014). Giacomasso et al trayendo a

Curtuno (2004) avizora lo siguiente:

Se vuelve visible que la noción actual de patrimonio, lejos de presentarse estable

y precisa, se caracteriza por ser vasta y compleja. En este sentido, se advierte la

condición siempre abierta y flexible de los patrimonios que son percibidos y

valorados de múltiples modos por los sujetos, y frente a los cuales se crean

sentimientos de arraigo o pertenencia, tanto en el pasado como en el presente

(p.228).

Esta teoría profundiza en las necesidades del contexto, la importancia de que las

personas desarrollen cierto apego con lo que se consideraría el patrimonio cultural. En

este estudio se puede observar la importancia de que los jóvenes defiendan su

patrimonio cultural, mediante el diálogo, la reflexión y la constante participación

(Giacomasso et al, 2004, p.234).

Por otro lado, Arizpe (2006) observa la cultura como formación y constitución de

filosofías de vida, de la cultura se emana “la política, los imaginarios simbólicos, formas

estéticas, identidades nacionales, y sitios de memoria” (p.14). Debido a ello es tan

importante el patrimonio cultural, porque a través de estas circunstancias y contextos se


encuentra y se configura la identidad. Esta misma autora condensa que en concepto de

patrimonios culturales se adhiere la necesidad consecuente de las herencias

multiculturales existentes. La autora afirma lo consiguiente:

Un importante reto para comprender el patrimonio cultural reside en el hecho de

que un monumento o práctica cultural suele estar asociado a una sola cultura,

pero esto dista de ser una descripción precisa de lo que sucede en realidad. Al

enfocarnos en tal perspectiva se tiene la impresión de que el mundo es un

“mosaico de culturas” (p.17).

En mérito de lo expuesto, se afirma que, en el patrimonio cultural, ya sea material o

inmaterial convergen muchas identidades que realmente le dan forma y concepto a este

término, que no es breve, sino todo lo contrario: sumamente amplio. La teoría de Arizpe

recoge otra importante acepción: la multiculturalidad y su relación con la formación del

patrimonio cultural.

Por otro lado, la teoría de García (1998) advierte que la cultura es en sí misma un

patrimonio. Sin embargo, para él existe una clara paradoja:

la expresión patrimonio cultural—, se diferencia bastante de la cultura como

patrimonio—, a pesar de que, cuando se habla de patrimonio cultural se piensa

en un concepto de cultura que, aunque tiene todas las características con las que

se dota al llamado patrimonio cultural, se aleja bastante de lo que, en un sentido

estricto, es propiamente la cultura como patrimonio (p.1).

No obstante, para el autor realmente la comunicación entre los conceptos es

comprensible dado que en lugar se debe relacionar directamente con la cultura, por otro

lado, se figura la conceptualización de la cultura a través de las personalidades y formas


de ser de los individuos, sin embargo, para su tercer punto el autor acoge el concepto de

que en realidad el patrimonio cultural no tiene mucho que con la cultura, sino más bien

con la historia, y desde allí debe ser explicada, para él el patrimonio cultural es,

entonces, un fenómeno metacultural. Es metacultural porque se tiene la consolidación

de sociedades que depende la una de la otra, además de los intereses que a los

individuos pertenecen (García, 1998).

4.2 Marco conceptual

Para comenzar, cabe destacar que no es casual que actualmente circulen en los

imaginarios sociales ciertas “miradas parciales” respecto de los patrimonios. Para

comprender este tipo de representaciones es necesario hacer un breve recorrido por la

red de conceptos y definiciones que han envuelto y envuelven al patrimonio, por ende,

condicionan las prácticas que a él se vinculan. En primer lugar, se tiene el concepto de

patrimonio traído por Careaga (2015), el cual constituye “un imán semántico que acoge

una diversidad de significados: memoria, identidad, historia, valor, legado, uso y

tradición, entre otros. Quizá la definición más común de patrimonio cultural en los

imaginarios sociales es todo aquello heredado de los padres” (p.2).

Por otro lado, Careaga (2015) respecto del patrimonio cultural asevera lo

siguiente “se advierte una patrimonializarían de la cultura, determinada en cierta forma

por una expansión ilimitada del repertorio patrimonial y una proliferación de sujetos que

lo activan, que convergen en una suerte de “movimiento cívico” y ya no exclusivo de

las élites” (p.2). Ahora bien, se observa una profunda especificidad, comprendiendo que

el patrimonio forma la identidad, y que a su vez el patrimonio cultural lo hace también,

pero con elementos exógenos.

4.2.1 Patrimonio cultural material


En el patrimonio cultural material se encuentran en conjunción varios elementos, uno de

ellos es la herencia, puesto que se comprende el patrimonio como objetos materiales que

pertenecen a una persona, tal y como ha recogido Sentana (2007). Sin embargo y

trayendo al mismo autor, se hace referencia a que el patrimonio cultural material no sólo

tiene valor por su contenido físico y tangible, sino que también se le otorga valor en sí

mismo por su valor intangible, el patrimonio liga a varios sujetos a través del tiempo

(Sentana, 2007).

Así pues, se espera construir un concepto de patrimonio cultural material que recoja una

construcción histórica, esto es; que contenga tres variables importantes, en primer lugar,

debe haber un grupo humano que produce cultura (2007), la cultura definida por Tylor y

citado por Sentana (2007) como el compilado de tradiciones, arte, moral, derecho, etc.,

así pues, se agrega el hecho de que el ser humano adquiere estos elementos a lo largo de

su vida. Una segunda variable sostiene la significación o valoración como el elemento

con el que el grupo humano le otorga poder a objetos materiales, los cuales tendrán

cierto privilegio. La variable final para dar concepto al patrimonio cultural material

responde a la identidad cultural, la cual se da luego de un proceso de identificación, esta

identidad se forja cuando el ser humano puede encontrar similitudes de él respecto de

otros seres humanos (Sentana, 2007, p.23).

4.2.2Patrimonio cultural inmaterial

Al respecto del patrimonio cultural, es necesario hablar del patrimonio inmaterial, que

responde directamente a “las manifestaciones inmateriales vivas”, este tipo de

patrimonio se encuentra protegido por la Unesco, a su vez que son bienes de interés

cultural, lo anterior mencionado por Temiño (2010).


Para adentrarse en el concepto, es imperante comprender qué contiene el patrimonio

cultural inmaterial, es por ello por lo que Cambeiro (2014) expone lo siguiente:

El patrimonio cultural inmaterial está formado por los elementos no físicos de la

cultura, como la música, las fiestas y las tradiciones orales. Su carácter

intangible y dinámico, inmanente en el tiempo, implica una gran complejidad en

lo que respecta a su estudio, conservación, difusión y reconocimiento social, y

por ello el presente libro asume la responsabilidad de aclarar las dudas que

puedan surgir respecto a su definición, las formas de conservación y su

protección jurídica (p1).

Obedeciendo a lo expresado se observa la relación que hay entre ambos tipos de

patrimonio cultural, haciéndose énfasis en el valor que se le da por el contenido

histórico personal que le dan los seres humanos.

4.3 Marco legal

4.4 Marco geográfico

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