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Potestad sancionadora

POTESTAD SANCIONADORA Y POTESTAD DISCIPLINARIA EN LA ADMINISTRACIÓN

La POTESTAD SANCIONADORA de la Administración actualmente viene regulada en las Leyes


39/2015 y 40/2015. La Ley 40/2015, de Régimen Jurídico del Sector Público, se limita a establecer
los principios generales de la potestad sancionadora, mientras que la Ley 39/2015, de
Procedimiento Administrativo común de las Administraciones públicas, es la que se ocupa de
regular toda la potestad sancionadora. Esta Ley 39/2015 regula las especialidades del
procedimiento sancionador dentro del procedimiento administrativo común. De ello pueden
deducirse:
• Al ser una infracción administrativa, puede ser cometida por cualquier persona física o jurídica,
luego este procedimiento sancionador va dirigido a todas las personas físicas o jurídicas con
carácter en general, es decir, a todos los ciudadanos.
• Este procedimiento sancionador forma parte del “ius puniendi”, junto con el procedimiento penal.
La Ley 40/2015, en su artículo 25, establece que “La potestad sancionadora de las
Administraciones Públicas se ejercerá cuando haya sido expresamente reconocida por una norma
con rango de Ley, con aplicación del procedimiento previsto para su ejercicio y de acuerdo con lo
establecido en esta Ley y en la Ley de Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas. El ejercicio de la potestad sancionadora corresponde a los órganos
administrativos que la tengan expresamente atribuida, por disposición de rango legal o
reglamentario. Las disposiciones de este Capítulo serán extensivas al ejercicio por las
Administraciones Públicas de su potestad disciplinaria respecto del personal a su servicio,
cualquiera que sea la naturaleza jurídica de la relación de empleo, salvo a la potestad sancionadora
respecto de quienes estén vinculados a ellas por relaciones reguladas por la legislación de
contratos del sector público o por la legislación patrimonial de las Administraciones Públicas
De ello podemos deducir que las Administraciones públicas podrán dictar su propias normas de
Régimen disciplinario para sus empleados, POTESTAD DISCIPLINARIA, con sus propios normas,
pero con sujeción a los principios generales establecidos en la Ley 40/2015 (salvo en los contratos y
la legislación patrimonial). Luego el régimen disciplinario, a diferencia del procedimiento
sancionador, solamente puede ir dirigido a los empleados o personal vinculado a las
Administraciones por alguna relación legal.
Por ello, en las Administraciones existen distintos regímenes disciplinarios, como son el Régimen
disciplinario del personal al servicio de la administración General del Estado que se contempla en el
TREBEP y en el Real Decreto 33/1986 para los Funcionarios y el III Convenio Único para el
personal laboral; El régimen disciplinario de los reclusos, que especialmente viene regulado de en el
Reglamento penitenciario y otros regímenes disciplinarios.
La potestad disciplinaria obedece a la necesidad de un correcto funcionamiento interno de los entes
públicos que lleva a ejercer un control y garantizar una disciplina dentro de ella.
Por lo tanto podemos afirmar que:
• Potestad sancionadora es la facultad que tiene la Administración para imponer sanciones a sus
administrados por determinadas conductas
• Potestad Disciplinaria es la facultad que tiene la administración para corregir, mediante sanciones,
las infracciones en el ejercicio de su trabajo de sus trabajadores (funcionarios, laborales, etc)

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