El género la construcción cultural de la diferencia sexual

El documento inicia dando la reiteración de que es ser mujer, en la cual expresa que es un
proceso individual y social que no se deriva únicamente de su sexo, por lo tanto el género no
dependen en forma unívoca de los hechos biológicos, sino que es una mezcla de lo biológico,
económico, social, político y religioso aunque inicialmente se consideraba como una
construcción simbólica establecida sobre los datos biológicos, este cambio se ha ido
realizando mediante el sistema sexo-género el cual es el conjunto de arreglos por los cuales la
sociedad transforma la sexualidad biológica en productos de la actividad humana y en los que
estas necesidades sexuales transformadas son satisfechas. Por ende las identidades sexuales
no se basan solamente en la biología sino que siempre hay una búsqueda constante que sólo
resulta posible en un contexto simultáneamente político y personal.

La asignación de género o el concepto de género y cómo se relacionan estos entre sí ha ido

cambiando, primeramente se tienen las ideas parsonianas reforzadas por las teorías sobre
género de los años 30´s establece una teoría funcionalista, ya que los asigna según su
funciones económicas y sexuales, al hombre como el proveedor del trabajo instrumental que
es complementado por la habilidad de la mujer de manejar la vida familiar y los aspectos de
la crianza, por ende las comunidades tales como el clérigo y religiosos acabarían por
desaparecer por no resultar funcionales. Por otro lado Mead planteaba que los conceptos de
género eran culturales y no biológicos y que podían variar ampliamente en entornos
diferentes.

De acuerdo con lo dicho anteriormente había una clara división sexual del trabajo tanto en el
hogar como en los centros de trabajo, de igual forma en el ámbito familiar y crianza de los
hijos, estas determinaciones tuvieron gran influencia en las situaciones económicas y
políticas emergentes, por lo que las fronteras de género al igual que pasa con las fronteras de
clase trazan las funciones políticas, económicas y sociales que pueden llegar a cambiar siendo
moldeables y/o negociables. Lo que puede llegar a explicar porqué las mujeres han sido
excluidas políticamente en occidente y su diferenciación de otros grupos que han tenido
disposición política de las mismas. Esta desigualdad influenciada por occidente pasa
desapercibida en esta sociedad, pero es mejor comprendida cuando esta pasa a otras culturas,
como en África ya que a pesar de que el papel de agricultura recaia principalmente en la
mujer, fue el hombre el que manejo la nueva tecnología correspondiente a este (Tractores)
moldeando así las relaciones de los hombres y las mujeres con la tecnología. Los sistemas de
género sin importar su periodo histórico han sido sistemas binarios que oponen el hombre a la
mujer, lo masculino y lo femenino y esto por lo general no en un plan de igualdad sino en un
orden jerárquico, lo que explica que el mercado laboral definido por el género resulta tan
reacio al cambio.

Otro de los puntos mencionados es la religión y su influencia en las relaciones y comprensión

del género, existen muchas interpretaciones pero la influencia de la religión en este caso la
cristiana inculcada por el occidentalismo fundamentada en el cristianismo patriarcal, reafirma
este sistema binario de jerarquización.
Por lo tanto al estudiar los sistemas de género aprendemos que no representan una asignación
funcional ligada a los papeles sociales biológicamente preinscritos sino una
conceptualización cultural y de organización social, por lo que el estudio del género
comprende a las mujeres como parte integral de ella de la sociedad y no como un elemento
aislado.