Con la colecistectomía laparoscópica, usted puede regresar al trabajo más
temprano, experimentar menos dolor después de la cirugía y beneficiarse de períodos más cortos de hospitalización y recuperación.
La extirpación de la vesícula biliar con un laparoscopio no requiere cortar
los músculos abdominales, como en la cirugía abierta. La incisión es mucho más pequeña, lo que acelera la recuperación.
Con la colecistectomía laparoscópica, probablemente sólo tendrá que
pasar la noche en el hospital. Con una colecistectomía abierta, usted debe permanecer en el hospital durante unos cinco días. Debido a que las incisiones son más pequeñas con la colecistectomía laparoscópica, no hay tanto dolor después de esta operación como después de una colecistectomía abierta.
Comprender los riesgos
Las complicaciones pueden incluir sangrado, infección y daño al canal (tubo) que transporta la bilis desde la vesícula biliar hasta el estómago.
Además, durante la colecistectomía laparoscópica, la inserción de
instrumentos en el abdomen puede causar lesiones intestinales o daños significativos en los vasos sanguíneos. Todas estas complicaciones son raras.