Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Del Pozo F J y Pelaez Paz C 2014 Educaci
Del Pozo F J y Pelaez Paz C 2014 Educaci
de riesgo y conflicto en
Iberoamérica.
- 2 -
Edita
Universidad Complutense de Madrid.
ISBN: 978-84-697-0289-5
Depósito Legal: M-14067-2014
Impresión
Universo.
Impreso en Madrid
- 3 -
PRESENTACIÓN
- 4 -
Esperamos poder contribuir con este trabajo a generar un avance significativo
donde mirarnos en el continuo reto iberoamericano en pro de la justicia social, la
inclusión y el desarrollo sostenible y solidario de nuestras comunidades.
Colaboración:
- 5 -
ÍNDICE
Bermúdez, Rey, M.T.: La animación hospitalaria desde el punto de vista del acompañante
del paciente…………………………………………………………………………………. 13-19
García- Pérez, O. y Torío López, S.: Alojamiento con apoyo para personas con trastorno
mental severo: ¿Participan realmente en la
comunidad?.................................................................................................................. 36-48
Vidales Rodríguez, E.; Cabeza Ruíz, R.; Castro Lemus, N. y Melero Aguilar, N.: Prácticas
solidarias en los colegios saharauis de Tinduf: una experiencia de educación
sociocomunitaria en el ámbito de la cooperación al
desarrollo……………………………………………………………………….…..……….. 59-65
Cepeda, Rodriguez, Z.Y.; Jaime, Salas, J.R.; Vera, Cárdenas, V.J.: Las víctimas del
conflicto armado en colombia: normatividad, conceptualización y realidad
actual……………………………………………………………………………..………….. 78-86
- 6 -
Carrillo Gulías, C.: ¿Por qué la música puede ser la base para un programa de
competencia social en los centros penitenciarios?...................................................118-127
Galán Casado, D. y Acosta Benito, M.: Salud mental y prisión: atención educativa y
ocupacional para las personas con enfermedad mental tras la excarcelación. Un medio de
reinserción y autonomía personal………………………………………….………..…128-137
Vázquez García, J.; Botello Valle, L.R.; Bastidas Valdez. B.V. e Hirales Pacheco, M.:
Reinserción posible mediante la educación. La formación de profesionales en espacios
penitenciarios……………………………………………………………………..……….169-178
Lorenzo Moledo, M. y Varela Portela, C.: Estudiar en Teixeiro: una ruta universitaria de
reinserción…………………………………………………………………..……………..179-186
Ruíz Soriano, Mª. A.: Situación de la mujer y sus hijos en los centros penitenciarios.
Unidad externa de madres Padre Jaime Garralda…………………………….………187-195
De Juanas, Oliva, A.; Melendro Estefanía, M.; Rodríguez Bravo, A.E.: Obstáculos,
limitaciones y alternativas en la intervención con adolescentes en riesgo………….209-217
Barrón, M.; Bas-Peña, E.; Barrón, M.: De prácticas competitivas a prácticas solidarias.
juventud cordobesa (Argentina) en tiempos de descolectivización……………….....225-233
Benitez, Sánchez, M.: Los niños y niñas también cuentan en la lucha contra la violencia
de género………………………………………………………………………....………..234-243
Carrasco, Santos, H.; González, González, P.; Gutiérrez, Sánchez, J.D.; Jiménez,
Hernández, A.S.: Un proyecto en origen para la intervención con menores en contextos
de riesgo……………………………………………………….………………….………..244-250
Carrasco, Santos, H.; González, González, P.; Gutiérrez, Sánchez, J.D.; Jiménez,
Hernández, A.S.: Proyecto de inserción socio-laboral con jóvenes en contextos de riesgo
en Tetuán (Marruecos)……………………………………………….…………………..251-255
- 7 -
Bueno, Álvarez, J.A.; González, Uriel, C.; Martín, Palacio, M. E.: Atribuciones causales
académicas de jóvenes en situación de riesgo social……………………..……….....256-258
González, López, B.; Gutiérrez, Sánchez, J. D.: Jóvenes rumanos en contextos de riesgo:
el gallinero……………………………………………………………………………….…268-274
Tarín, Moreno, S.: El programa de responsabilidad personal y social (PRPS): de las calles
de Chicago al gimnasio de mi escuela en valencia………………………………..…..275-281
Frau, Pinto, S.: Intervención desde la educación social con adolescentes escolares con
problemas de comunicación y relación……………………………………………...….282-288
Bas-Peña, E.; López, Aniorte, Mª. C.; Maurandi-López, A.; Rodríguez, Rodríguez, L.:
Formación de profesionales de educación superior para su intervención en diferentes
contextos………………………………………………….………………………………..289-294
Bernedo, Muñoz, I. Mª. ; Urbano, Contreras, A.: Relación y visitas entre los menores
acogidos y sus familias biológicas desde la perspectiva de estudiantes
universitarios…………………………………………………………………..…………..306-313
Cambeiro, Lourido, Mª.C.; Murillo, Casas, A.; Priegue, Caamaño, D.: La atención a la
familia en la comunidad autónoma de galicia: el programa marco de educación
familiar……………………………………………….……………………………….…….314-322
Castellano, Barragán, A.: Evitando la exclusión: seguridad vial desde las potencialidades
de las diferencias…………………………………………………………………….…...323-329
Rebolledo, Gámez, T.; Rodríguez, Casado, Mº. R.: Análisis de la atención a la diversidad
en el contexto escolar. los/as educadores sociales y sus necesidades
formativas……………………………………………………………………………....…337-344
Rebolledo, Gámez, T.; Rodríguez, Casado, Mº. R.: Actuaciones interculturales ante la
diversidad en los ceip. buenas prácticas y propuestas de mejora…………….……..345-351
Hernández, Prados, Mª. A.; Ros, Pérez-Chuecos, R.: No a la exclusión escolar. aprende a
convivir……………………………………………………………….………………….…366-372
- 8 -
Cabezuelo, Segura, F. J.: El crae, un modelo familiar profesional y
terapéutico…………………………………………………………………………..…….373-378
Orbegonzo, U.; Estevez, A.; Matellanes, B. y García, E.; Relación entre estilos de crianza
maternos y estilos de pensamiento desadaptativos en adolescentes y jóvenes
adultos………………………………………………………………………………..……379-387
Pérez Hoyos, J.; Ruiz Narezo, M.; Martínez Rueda, I. Mª y Santibáñez Gruber, R.
Adolescencia en riesgo. Acompañamiento y trabajo en red como herramientas de
intervención……………………………………………………………………..……..…..396-404
Malón, Marco, A.: “The safety (sexual) utopía”. Problema, paradojas y aporías en la
regulación legal, moral y pedagógica de la sexualidad adolescente………….…..…457-464
Bueno, Álvarez, J.A.; González, Uriel, C.; Martín, Palacio, Mª.E.: Atribuciones cusales
académicas de jóvenes en situación de riesgo social……………………..………....472-476
Estévez Gutiérrez, A., Sarabia Gonzalvo I. y García Hernández, E.: Claves para la
prevención e intervención en juego responsable en Jóvenes y adolescentes en el
contexto socioeducativo. ………………………………………………..……..…….…487-493
- 9 -
Bozzo, J. Pedagogía Aladúrica. Incertidumbre, arte, experiencia y narración…..511-518
Gómez, Jarabo, I.; Torres, Barberis, L.: La visibilización positiva de la mujer. Una
propuesta de intervención educativa a través de la tecnología……………….…533-543
Blanco, García, M.; Martínez, Martín, I.; Sánchez, Antolín, P.: Aportaciones desde la
educación y la lógica del cuidado a la actual organización laboral……………...544-550
Alfaro, Fernández, A.; Bas-Peña, E.; Pérez de Gúzman, Puya, Mª. V.; Trujillo, Vargas,
J. L.: A la igualdad de género por la educación. Un camino
inacabado………………………………………………...........................................551-560
Benito, Martínez, J.; Ortiz, Cermeño, E.: Propuesta educativa de las competencias
sociales y ciudadanas en el aula senior de la Universidad de Murcia………..…610-615
Amador, Muñoz, L.V.; Esteban, Ibáñez, M.: La educación social con personas adultas
y mayores. una propuesta para la formación en acción
socioambiental………………………………………………………………….….…616-625
- 10 -
Serdio Sánchez, C.; Díaz Rincón, B. y Cifuentes Vicente, P.: La vejez vulnerable.
claves para la reflexión y la formación desde la educación social………………626-632
Botello, Valle, L.R.; Vázquez, García, J.: Educación sustentable para adultos mayores
(esam) en la facultad de ciencias humanas de la Universidad Autónoma de Baja
California………………………………………………………….....………………...642-652
Checa, Caballero, S.: Educación social con personas mayores en situación de riesgo
de exclusión social: el modelo de las reminiscencias para la mejora de la memoria en
pacientes con insuficiencia renal crónica en la asociación alcer
Cuenca………………………………………………………………………..…...…661- 669
Azevedo, S.; Correia, F.; Martins, T.: O papel do educador social nas respostas
sociais de intervenção socioeducativa com pessoas mais velhas. O exemplo do lar e
do centro de dia…………………………………………………………………..…..670-676
Pérez, Gúzman, V.; Rodríguez-Díez, J.L.; Vargas- Vergara, M.: Marco jurídico de
educación de adultos en España y Andalucía……………………………….….…677-684
Mendoza Pérez, K: Mucha policía, poca diversión: etnografía de un centro de día para
personas en situación de exclusión………………………………………….……..693-703
- 11 -
ANIMACIÓN COMUNITARIA
EN SITUACIONES DE RIESGO Y CONFLICTO
- 12 -
LA ANIMACIÓN HOSPITALARIA DESDE EL PUNTO DE VISTA DEL ACOMPAÑANTE
DEL PACIENTE
Resumen
Los resultados muestran que los pacientes están mayormente acompañados por
mujeres, familiares del enfermo y de mediana edad; los acompañantes perciben que el
paciente pasa la mayor parte del tiempo ocupado en ver la televisión (63.5%); escuchar
música (15.3%); navegar por internet (14.1%); hablar por teléfono (28.2%); realizar
pasatiempos (17.6%); leer (41.2%); pasear (34.1%); charlar (48.2%); realizar otras
actividades ( 5.9%).
Los acompañantes creen que es conveniente ofertar actividades por parte del
hospital en un 95.7%, mientras que no lo considera necesario el 4.3%.
- 13 -
Creen que las consecuencias de su puesta en marcha, podrían ser elevar el
estado de ánimo (62.4%), obteniéndose menores puntuaciones en cuanto a reducir
ansiedad y estrés (el 45.9%).
Se muestra por tanto la existencia de una muy buena predisposición por parte de
los acompañantes para que se oferten actividades de este tipo en el hospital. En relación
a otros trabajos publicados sobre el tema, este estudio viene a avalar la necesidad de
realizar animación hospitalaria no solo con pacientes pediátricos sino también con
pacientes adultos. Así para Martínez y Amayra (2006), y Gonzalo y otros (2008) la
calidad de vida en el hospital está estrechamente relacionada con el ocio, por lo que la
persona necesita tanto de ese tiempo como de su ocupación en actividades que le
reporten descanso y distracción, alejándolo además, de las rutinas dirigidas propias de
las instituciones hospitalarias; el hecho de participar de las actividades de ocio durante
los periodos de hospitalización, incrementa el grado de satisfacción y facilita la adopción
de actitudes positivas en el paciente, posibilitando que el grado de actividad y también la
autoestima, se mantenga alta.
1. El paciente y su acompañante
Para Gallar (2006), dentro de las denominadas redes de apoyo social natural con
las que cuenta el paciente, se encuentran la familia, los amigos y allegados, los
compañeros de trabajo y los vecinos (conocidos).
Estas redes de apoyo prestan una ayuda inmediata, ofrecen apoyo emocional y solidario
que tienen un efecto muy positivo para el paciente, pero son improvisadas, dependen de
la cercanía de sus miembros y del tipo de relación afectiva previa.
Se ha comprobado que este tipo de apoyo mejora la recuperación física y mental del
enfermo y su familia (Navarro Góngora, 2004).
- 14 -
- Fase de desorganización, corresponde al momento en que se declara la
situación de enfermedad de uno de los familiares, la respuesta de éstos suele ser
similar a la del propio paciente, siendo la negación la más frecuente, otras son la
trivialización, la evitación, la dejación.., en esta fase, el estrés familiar se traduce
en sentimientos de ansiedad, que pueden llegar a la angustia y al pánico, también
depresión. Todos estos fenómenos suponen la alteración psíquica de la vida
familiar que puede verse ampliada a otros aspectos, como la falta de apetito, el
insomnio, la fatiga, etc, que deterioran aún más la situación familiar. La
exteriorización de los sentimientos de ira, miedo y angustia que padecen los
familiares del enfermo demostrará el reconocimiento de la realidad, lo que
contribuirá a la resolución óptima de esta primera fase.
Las actividades que puede realizar la familia son las siguientes: mantener la
comunicación del paciente con familiares y amigos, animar al paciente, convertirse en su
soporte emocional y psicológico, representar al paciente e informarle de todos los
asuntos que le conciernen, colaborar durante el proceso terapéutico, participar en el
planteamiento del cuidado del enfermo.
- 15 -
- En cuanto a las necesidades personales: se encuentran focalizadas en la propia
familia y atienden a aspectos de confortabilidad en los centros sanitarios.
En todo caso la falta de apoyo familiar ha demostrado ser perjudicial, así según
un amplio estudio multicéntrico de supervivencia de pacientes ingresados en la UCI por
infarto de miocardio, se observó que no tener familia y un bajo grado de confianza en el
entorno se asociaban con una mayor mortalidad (Latour y cols., 1995).
3. Método
Instrumento:
- 16 -
En cada uno de los ítems el paciente tenía que elegir entre varias opciones.
Durante los primeros meses de 2011, se contactó con la Gerencia del Hospital La
Fe de Valencia, y se tramitaron los permisos pertinentes para acceder a las habitaciones
de los pacientes adultos ingresados en las unidades de Lesionados Medulares,
Medicina Interna, Rehabilitación, Neurología, Neurocirugía, Hematología y
Traumatología.
Análisis de datos
4. Resultados
5. Conclusiones
Afirmación que también corroboran los pacientes al creer que creen que sería
positivo en un 60,70%, y destacan entre ellas la proyección de películas en sala
(50,82%), y en menor medida la creación de grupos de humor (45,90%).
- 18 -
En cuanto a que tales actividades contribuirían a “reducir el estrés que conlleva la
hospitalización”, el 41.9% de los acompañantes subscribe esa afirmación, así como el
45,90% de pacientes y el 70,21% de los sanitarios.
Fernández García, C.M., Torío López S. y Bermúdez Rey, M.T. (2010). Tiempo libre y
Animación Hospitalaria del paciente adulto en el Hospital Universitario Central
de Asturias: un análisis de necesidades. Proyecto de investigación financiado
por la Universidad de Oviedo.
Flores, M.L., Cano-Caballero, M.D., Caracuel, A., Castillo, A. Mezcua, A., Osorio, M.V. y
Vegas, S (2002). La calidad de vida de los acompañantes de pacientes
hospitalizados de media y larga estancia. Index de Enfermería; 38:18-22
Gonzalo Freire, S.; González Varea, J.; Montesinos, S.; De Gracia Balaguer, M. (2008).
Las actividades de ocio en unidades de hospitalización psiquiátrica de agudos
como terapia para el fomento de la salud, reducción del tiempo de ingreso y
preparación al alta. 9º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis, 1-4.
- 19 -
LA PERCEPCIÓN DEL PERSONAL SANITARIO ANTE LA ANIMACIÓN
HOSPITALARIA
Resumen
- 20 -
- Datos sociodemográficos: sexo, edad, profesión de la persona que responde al
cuestionario.
Se resalta la importancia que tiene la labor del voluntariado que realiza animación
hospitalaria con los niños, creyéndose que ésta obtiene repercusiones muy favorables
para el paciente pediátrico hospitalizado, se cree además que los padres acogen con
agrado la actuación de los voluntarios, pero se desconocen los problemas que las
organizaciones tienen para llevar a su cabo su labor (falta de espacio, de tiempo, etc). La
relación que el personal sanitario mantiene con los voluntarios es mayoritariamente
buena, puesto que casi todos manifiestan que el voluntariado no entorpece su trabajo.
1. Introducción
Para Serradas (2007) existe acuerdo entre los especialistas al considerar que el
juego aporta beneficios al paciente pediátrico, y que ante situaciones especiales como la
hospitalización se convierte en un instrumento muy útil para reducir su ansiedad y la de
los padres, al tiempo que facilita el aprendizaje de estrategias de afrontamiento eficaces
(Palomo del Blanco, 1995).
- 21 -
personal sanitario: facilitar la recuperación del paciente y la comprensión de la
enfermedad, promover el desarrollo del paciente, favorecer el afrontamiento de la
hospitalización y la cooperación del enfermo, informar sobre la hospitalización, preparar
a los pacientes para los procedimientos invasivos, facilitar la expresión de sentimientos y
pensamientos, hacer de la hospitalización una experiencia positiva, establecer un
ambiente de confianza con el personal sanitario.
Abundando en esta temática, Serradas (2007) recoge las aportaciones de
algunos autores y menciona como por medio del juego los enfermos expresan
sentimientos, se relacionan con los demás y asimilan información y desarrollan sus
funciones físicas y mentales. El juego en el hospital es una actividad que proporciona al
paciente pediátrico bienestar y autoconfianza (Ferrer, 1990; Costa, 2000), disminuyendo
los miedos derivados de la hospitalización (Rae et al., 1989) y preparando al enfermo
ante una intervención quirúrgica. También el juego ha sido utilizado en el caso de
amputaciones, con resultados satisfactorios (Letts et al., 1983). Se sabe que a través del
juego los niños son capaces de expresar de una forma más positiva y abierta sus
sentimientos (Gillis, 1989).
Los estudios llevados a cabo sobre la percepción del personal sanitario ante la
animación hospitalaria no son frecuentes.
Para ello resulta relevante conocer la valoración que realizan de las actuaciones
de las asociaciones implicadas, qué percepción tienen sobre sus condiciones de trabajo,
si consideran suficientes los espacios y los materiales utilizados, qué opinan sobre la
formación de los voluntarios, cómo valoran los efectos que la animación tienen sobre los
paciente, etc.
- 22 -
2. Metodología de la investigación
3. Resultados
Los cuestionarios declarados útiles fueron 30, siendo cumplimentados por ATS y
auxiliares de enfermería.
- 23 -
En cuanto a la profesión se distribuye de la siguiente forma el 63.3% son ATS, y
el 36.6% son auxiliares de enfermería.
En cuanto a cómo reciben los padres la labor del voluntario, el personal sanitario
percibe que “con agrado” en un 96.6%, y “con indiferencia” el 3.3%.
Por último y en relación a los hermanos del paciente hospitalizado, el 20% cree
que es “necesario” realizar animación con los hermanos del paciente pediátrico; el 16.6%
cree que es “necesaria pero problemática” y el 63.3% cree que es “innecesaria”.
4. Conclusiones
- 24 -
y en una proporción alta se cree que debe dirigirse a toda la población hospitalizada y no
solamente a los niños, aunque se cuestiona la realizada con los hermanos del paciente
hospitalizado por considerarla innecesaria.
Las percepciones del personal sanitario son muy parecidas a las reflejadas por
los padres y madres de los niños hospitalizados (Bermúdez y Torío, 2012), así la
influencia que la labor del voluntariado tiene sobre la hospitalización, se considera
positiva o muy positiva, y de acuerdo con ello, la dedicación temporal del voluntariado
contabilizada en horas, se considera a juicio de los padres y madres, escasa (el 98% de
los encuestados destaca la necesidad de más horas). Concretamente, el cien por cien de
las madres ha considerado la necesidad de más horas de dedicación por parte de los y
las voluntarias.
La relación mantenida entre las familias y el voluntariado se considera, en
general, buena (54,7%) o excelente (26,4%). Ya que la enfermedad afecta al paciente
pediátrico y a su familia, se observa que los efectos que el trabajo del voluntariado tiene
sobre los padres, le permiten a éstos relajarse o descansar (94,3%) e igualmente se
pone de manifiesto que la animación se realiza también con los hermanos (76,6%).
Por último, se constata cómo los padres y las madres consideran necesaria la
animación hospitalaria con los pacientes pediátricos (100% de los encuestados). Los
padres y madres encuestados creen que los voluntarios debieran ampliar su presencia
en el hospital (que desarrollan en la mayoría de los casos una vez a la semana, y casi la
mitad, invierte en ella una hora). Por otra parte los voluntarios también señalan que para
realizar bien su labor necesitarían más formación, más disponibilidad, más espacio y
más tiempo para realizar actividades.
- 25 -
Se puede considerar además que la propia animación podría favorecer el
desempeño de la labor sanitaria, Serradas (2007) menciona como el personal de
enfermería suele pasar mucho tiempo con los pacientes pediátricos y en muchas
ocasiones utiliza el juego para comunicarse con ellos. Su rol profesional les convierte en
una figura idónea para la utilizarlo en la preparación de los enfermos. Por otra parte al
rebajarse la atención (de pacientes y acompañantes) sobre el profesional, su labor
podría verse favorecida, en este sentido López Franco y otros (2005), señalan que el
síndrome de desgaste profesional se encuentra presente en un gran porcentaje en las
personas que atienden a pacientes pediátricos a nivel hospitalario.
5. Referencias bibliográficas
Bermúdez Rey, M.T. (2012). Animación Sociocultural Hospitalaria. Oviedo: KRK Ediciones.
Bermúdez Rey, M.T. y Torío López, S. (2012): “La percepción de las familias ante la
animación hospitalaria: estudio realizado en el hospital Materno-Infantil de
Oviedo” Pedagogía social: revista interuniversitaria, Nº. 20, 223-242.
Ferrer, E. (1990). “El juego como terapia”. Información Médica Profesional, Vol. XXXVIII,
Nº 902.
Gillis, A. (1989). “Hospital Preparation: The Children´s story”. Children´s Health Care 19,
19-27.
Gonzalo Freire, S.; González Varea, J.; Montesinos, S.; De Gracia Balaguer, M. (2008).
Las actividades de ocio en unidades de hospitalización psiquiátrica de agudos
como terapia para el fomento de la salud, reducción del tiempo de ingreso y
preparación al alta. 9º Congreso Virtual de Psiquiatría. Interpsiquis, 1-4.
Letts, M., Stevens, L., Coleman, J. y Kettner, R. (1983). “Puppetry and dolly play as an
adjunct to pediatric orthopaedics”. Journal Pediatric Orthopedic, 3, 605-609.
- 26 -
López Franco, M., A. Rodríguez Núñez, AM. Fernández Sanmartín, Marcos Alonso, S. y
Martinón Torres, F y Martinón, J. M. (2005) “El síndrome de desgaste profesional
en el personal asistencial pediátrico”. Anales de Pediatría, Volume 62, Issue 3,
248–251.
Rae, W., Worchel, F., Upchurch, J., Sanner, J. y Daniel, C. (1989). “The psychosocial
impact of play on hospitalized children”. Journal Pediatric Psychology, 14, 617-
627
Serradas, M. (2007).”Integración de actividades lúdicas en la atención educativa del niño
hospitalizado”. Educere, vol. 11, n. 39, 2007
- 27 -
ISÓSCELES: COMUNIDAD, ARTE Y EDUCACIÓN SOCIAL
PERSPECTIVAS DE LA MÚSICA COMUNITARIA DESDE LA EDUCACIÓN SOCIAL
REVALORIZANDO EL QUEHACER DE LAS PRAXIS IBEROAMERICANAS.
Aragay, Josep Mª
Resumen
1. Introducción e hipótesis
Latinoamérica cada vez tiene más dificultades para crear una clase media y salir
de la pobreza. Sin embargo, es fascinante como los proyectos de ámbito social
relacionados con el arte y la cultura alcanzan dimensiones de excelencia. Seguramente
el caso más paradigmático es el Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de
Venezuela aunque, para mencionar algunos ejemplos, de forma similar en Colombia,
trabaja la o la Fundación Ayara; en Perú el
proyecto estatal Puntos de Cultura o la organización Arte Show Urbano; en Uruguay el
- 28 -
proyecto gigantesco e innovador SACUDE o la política municipal Esquinas de cultura.
El beneficio de éste trabajo quiere ser la definición (no existente) del profesional
social en los proyectos de MC para fomentar la incorporación de la MC en los currículos
de las facultades así como en la práctica profesional del educador social. Y es que la
crisis económica de la sociedad de la información globalizada no justifica la crisis de
valores o las desigualdades pues se necesita repensar constantemente las estrategias
para que los ciudadanos acumulen cultura, sean críticos con los sistemas establecidos y,
en definitiva, mejoren su calidad de vida.
2. Objetivos y propósitos
2.1. Dibujar la figura del educador social en los proyectos de Arte Comunitario.
2.2. Exponer los elementos que podemos valorar del trabajo que se está haciendo en
Latinoamerica en el ámbito del DCC.
- 29 -
- Recoger y analizar metodologías existentes así como su potencial para ser
reproducidas.
3. Metodología
La investigación tiene dos fases definidas: 1) La primera desde abril 2013 hasta
febrero del 2014 cuando se realizan las visitas a los proyectos por todos los países
anteriormente mencionados. Se recoge la información a través de la observación
participante y con entrevistas semiestructuradas a personajes clave. 2) La segunda es
desde marzo 2014 hasta octubre 2014 cuando se analiza la información con la ayuda de
grupos de discusión y se plantean nuevos interrogantes desde lo cualitativo.
Cabe decir que todo el proceso esta acompañado por profesionales (Eva García),
doctorantes (Francesc Garreta, Laia Serra y Héctor Alonso) y doctores (Txus Morata) del
grupo Arte, espacio y público y transformación social del grupo INQUAS (innovación y
calidad en la acción social) de la facultad de Educación social y Trabajo social Pere
Tarrés de la Universidad Ramon Llull.
4. Marco Teórico
1
) de la Universitat de Barcelona.
- 30 -
experiencia puntual.
10) Fraterna: sentimiento de hermandad que sentimos hacia aquellos con los
cuales compartimos la música.
: “El arte fu
- 31 -
incorporar música clásica, jazz, pop y rock, músicas del mundo y formas de música de
improvisación. Puede utilizar tanto instrumentos convencionales como no
convencionales, florece con el uso de tecnologías de la música y se adapta a todas las
situaciones.
- 32 -
medioambiental. La creatividad, el conocimiento, la diversidad, la belleza son
presupuestos imprescindibles para el diálogo por la paz y el progreso, pues están
intrínsecamente relacionados con el desarrollo humano y la libertad. (Hawkes, 2001).
- Es una obviedad que el perfil profesional del educador social encaja perfectamente en
el marco de las AC, de hecho, se encuentran equipos profesionales interdisciplinares
dónde esta figura es indispensable. Aún así, el desarrollo cultural comunitario o las artes
comunitarias son prácticas relativamente recientes que todavía no han materializado
todo su cuerpo específico de conocimiento y, menos aún, definido todas los agentes que
participan en la acción. Aunque solo en Uruguay (de los países visitados) existe la figura
del educador social se han encontrado otros perfiles profesionales que realizan
funciones y tareas que forman parte de las competencias y recursos básicos de la
educación social.
- 33 -
las actividades artísticas/formativas dónde se trabajan valores, habilidades,
dinámicas.
3) En el tercer nivel, se utiliza la disciplina artística como lo hace la arte terapia o la
musicoterapia preventiva; el profesional piensa y hace las actividades para
trabajar elementos que no tienen relación directa con la educación o la
producción artística.
- Parece que hay una carencia general que hace referencia a la sistematización,
evaluación y comunicación de los proyectos; también a la financiación, que parece que
primordialmente está atada a la administración pública (frecuentemente cuando no es así
el voluntariado tiene mucho peso: hasta llegar a encontrar proyectos con estructuras
voluntarias a lo largó de más de una década de historia -el caso de Barrio Comparsa por
ejemplo-).
6. Referencias Bibliográficas
Aragay Borràs, Josep Maria; (2014); Diversitats. Interculturalitat i música per la cohesió
social i participació;en http://quadernsanimacio.net; nº 19, enero de 2014; ISSN:
1698-4404
Hawkes, J. (2001) The Fourth Pillar of sustainability. Culture´s essential role in public
planning.
Victoria. Cultural Development Network
- 34 -
Holden, J. (2008). Cultura democrática, obrir les arts a tothom. Londres. Demos
Moser, Pete & Mckay, George. Community Music: a handbook. Alden (Oxford): Russell
House Publishing Ltd, 2005.
- 35 -
ALOJAMIENTO CON APOYO PARA PERSONAS CON TRASTORNO MENTAL
SEVERO: ¿PARTICIPAN REALMENTE EN LA COMUNIDAD?
García-Pérez, Omar
Universidad de Oviedo
garciaomar@uniovi.es
Resumen
El alojamiento con apoyo para personas con trastorno mental severo supone un
elemento básico para la recuperación del proyecto vital de sus usuarios. El hecho de vivir
de forma normalizada en la comunidad debería fomentar su integración y participación
comunitaria. Sin embargo, los resultados de las viviendas supervisadas en Asturias
muestran una muy baja participación comunitaria, existiendo causas de tipo individual,
social, comunitario y de implementación de las viviendas, siendo fundamental dar poder
de elección y participación en el proceso de recuperación a los usuarios. Se concluye la
necesidad de mejorar la intervención socioeducativa en las viviendas para no caer en el
riesgo de institucionalización, sumado a la posibilidad de la formación verdadera de una
sociedad educadora, con una educación y un desarrollo comunitario que modifique el
estigma y la internalización del estigma que estas personas padecen.
1. Introducción
La integración de las personas con trastorno mental severo (TMS) que viven en la
comunidad es un principio fundamental, el valor y la meta de la política de salud mental
contemporánea (Wong, Matejkowski y Lee, 2009).
En este sentido, los programas alojamiento con apoyo para personas tienen como
objetivo maximizar en la medida de lo posible la integración de la comunidad de sus
usuarios. La integración de la comunidad ha sido conceptualizada desde un punto de
vista multidimensional, involucrando las dimensiones físicas, sociales y psicológicas. Así
definida, la integración comunitaria está relacionada con la percepción de pertenencia,
sentido de comunidad, participación en actividades locales y la integración social
(interacciones con miembros de la comunidad), además de con la participación
ciudadana o la "ciudadanía. (Yanos, Stefanic y Tsemberis, 2012).
Por este motivo, el trabajo que se presenta en estas líneas tiene el propósito de
exponer cuál es el nivel de integración y participación comunitaria de las personas con
TMS que residen en las viviendas supervisadas del Principado de Asturias, para finalizar
analizando cuáles son las causas que determinan su baja participación en la comunidad,
lo que permite abordar diferentes alternativas para su mejora.
2. Metodología
Muestra
Instrumentos
- 38 -
3. Resultados
Integración Comunitaria
Las personas con trastorno mental severo que residen en las viviendas
supervisadas piensan que sus opiniones son bien recibidas en su barrio (52,4%), aunque
el 33,3% de los usuarios desconocen si son bien recibidas o tenidas en cuenta,
matizando que “por lo menos no nos lo dicen a la cara si nuestras opiniones no les
sirven” (U2). Otros, en cambio, comentan que sus “opiniones no valen nada porque
como somos enfermos o creen que estamos locos, pasan de nosotros” (U8). Además,
gran parte de las personas que dicen que sus ideas son bien recibidas por los habitantes
del barrio piensan que “nos escuchan para hacernos un favor, sí nos reciben bien, nos
- 39 -
atienden y hablan con nosotros pero luego nuestras opiniones no las tendrán en cuenta”
(U18).
Así pues, los usuarios de los pisos no están a disgusto en la comunidad en la que
viven, se sienten bien, “normal”, pero no terminan de tener un sentimiento de pertenencia
íntimo con el barrio, no lo consideran como algo suyo, “no es mi barrio, aunque estoy
bien aquí” (U20). En este sentido, un 38,1% de la muestra está muy en desacuerdo con
la afirmación de que siente el barrio como algo suyo, mientras que tampoco está de
acuerdo el 14,3%, por lo que más de la mitad no expresan un sentimiento de pertenencia
con el barrio en el que habitan. Del mismo modo, la mayor parte de los residentes
(71,5%) afirman que muy pocas personas de la comunidad los conocen, saben quién es,
lo que, en buena medida dificulta ese sentimiento de pertenencia con el barrio y refuerza
los pobres resultados obtenidos por los usuarios en materia de sociabilidad y relaciones
sociales, lo que demuestra la importancia de desarrollar las habilidades sociales de los
residentes para conseguir una mayor integración y participación comunitaria (García-
Pérez, en prensa).
Participación comunitaria
En este sentido, se observa en el gráfico anterior que más del 90% de los
residentes no participa en asociaciones u organizaciones de su ámbito territorial, del
mismo modo que el 85,7% tampoco colabora en actividades sociales que se desarrollan
en su barrio, amén de que el 71,4% de los usuarios no participa nunca en actividades
realizadas por grupos sociales, cívicos o asociaciones de la comunidad en la que viven.
- 40 -
Gráfico 2.- Distribución de residentes por ítems que componen la dimensión
ParticipaciónComunitaria (I).
De igual modo ocurre con sus tasas de participación en las reivindicaciones que
se realicen dentro del barrio para defender los intereses del mismo, ya que el 23,8% de
los residentes está de acuerdo con el ítem no participo en las reivindicaciones sociales
del barrio, añadido al 52,4% que está muy de acuerdo con esta misma afirmación.
Por otro lado, el 66,7% no acude, prácticamente nunca, a las llamadas de apoyo
que se hacen dentro del barrio para, por ejemplo, mejorar las condiciones del barrio o la
creación de nuevas infraestructuras que mejoren los servicios del mismo. A este hecho
debemos añadir que casi el 80% de los residentes no se integran en actividades socio-
recreativas de la comunidad.
- 41 -
Gráfico 3.- Distribución de residentes por ítems que componen la dimensión Participación
Comunitaria (II).
Una vez expuestos los resultados de los ítems que componen la integración y la
participación comunitaria, se ofrecen a continuación los estadísticos descriptivos de
ambas dimensiones (tabla 1).
Tabla 1.- Puntuaciones de las dimensiones Integración Comunitaria y Participación
Comunitaria.
- 42 -
En definitiva, a través del programa residencial no se consigue una inclusión social
plena de sus integrantes, ya que no se sienten identificados con el barrio y su
participación en cuestiones comunitarias, en grupos o asociaciones locales, en
actividades de barrio, etc., es nula. La razón de su poca participación comunitaria tiene
dos vertientes, según las propias personas que viven en los pisos:
Por un lado destaca el enorme desinterés respecto a las variables planteadas (“no
me interesa nada que tenga que ver con el barrio (U18); no es mi problema (U15);
no tiene nada que ver conmigo” (U18). Este hecho refleja cierta falta de empatía
respecto a cuestiones que no les incumbe directamente y que beneficie a su
desarrollo y bienestar personal, aunque se observa una gran carencia de motivación
externa y ciertos miedos e inseguridades interiores para afrontar una participación
efectiva en la sociedad ante las carencias de habilidades sociales que padecen.
Por otra parte, hay un porcentaje elevado de personas a quienes les gustaría
participar de una manera más activa en las actividades de su barrio y establecer una
relación más estrecha con el ambiente de su comunidad, pero no saben cómo.
Manifiestan que no saben dónde ir o a quién acudir, por lo que se refugian en el
ambiente interno de la vivienda y, sobre todo, utilizan a los trabajadores de los pisos
para establecer un primer contacto con las referencias principales de la comunidad.
4. Discusión y conclusiones
A tenor de las respuestas que los usuarios de las viviendas nos ofrecen respecto
a las causas de su no participación comunitaria, podemos inducir que tienen problemas
para interaccionar socialmente por varias cuestiones: no saben, no se atreven o no
quieren, y, a menudo, todas al unísono. En este sentido, los primeros meses en las
viviendas en la comunidad son cruciales para el ajuste y la recuperación (Patterson et
al., 2013). De este modo, los primeros contactos de interacción social son muy
importantes, puesto que si la interacción es negativa, se relaciona con una peor calidad
de vida y, en particular, si estas interacciones fueron percibidas como estigmatizantes
por parte del individuo (Hansson, 2006). Esta circunstancia nos deriva a dos conceptos
que pueden determinar la inclusión social y la participación comunitaria de las personas
con trastorno mental severo en el alojamiento. Por un lado, la teoría del intercambio
social (Connell, Brazier, O’Cathain, Lloyd-Jones and Paisley, 2012) y, por otro, el efecto
del estigma social y el autoestigma o internalización del estigma (Conell et al., 2012;
Corrigan, Larson y Rüsch, 2009; El-Badri y Mellsop, 2007; Mashiach-Eizenberg, Hasson-
Ohayon, Yanos, Lysaker y Roe, 2013; Muñoz, Guillén y Pérez-Santos, 2013; Weiner,
Roe, Mashiach-Eizenberg, Baloush-Kleinman, Maoz y Yanos, 2010). Así pues, las
interacciones sociales negativas, el estigma y el autoestigma, se relacionan con una
menor participación comunitaria y con una peor calidad de vida.
Así pues, el alojamiento con apoyo puede ayudar a las personas a manejar su
enfermedad, acceder a los recursos, y aumentar su confianza en sí mismo. Sin embargo,
también podría resultar en sentimientos de dependencia con la consiguiente pérdida de
la sensación de control y autoestima. Por lo tanto, podría haber una disyuntiva entre
querer ayuda y apoyo y al mismo tiempo resistirse a ella. Por ello, encontrar el equilibrio
óptimo entre el apoyo y la independencia, es lo importante para la mejora de la calidad
de vida y la integración comunitaria.
- 44 -
Otro elemento importante es el referido a la posibilidad de elección y preferencias
de los usuarios de los programas residenciales respecto a su vivienda. En este caso, el
abanico es sumamente reducido y las características de acceso están determinadas. En
este sentido, algunos no participan porque puede que sólo vayan a estar de paso, otros
porque están lejos de su barrio o, incluso, de su ciudad de residencia anterior, por lo que
se rompen varios vínculos afectivos y de apoyo. Además, aunque el nivel de restricción
de las viviendas no es elevado (García-Pérez, 2013a), no se le da al usuario un
empoderamiento, un poder de elección y control acerca de los pasos a seguir en su
recuperación, lo que es de vital importancia (García-Pérez, 2013b). Aun cuando los
alojamientos mejoran aspectos clínicos y habilidades de la vida diaria, se concibe la
vivienda como un espacio más de entrenamiento que de hogar, por lo que hay que poner
la atención al posible peligro de institucionalización, puesto que, en gran medida, el
círculo de apoyo social queda reducido al personal del alojamiento y a los compañeros
de piso, creando un microcosmos que reduce su participación comunitaria (García-
Pérez, en prensa).
Por tanto, la finalidad última de los servicios residenciales para personas con
trastorno mental severo es servir como punto de partida para conseguir el cambio de rol
de “cliente” a un papel de ciudadano por medio de la vivienda, así como mediante la
educación y las oportunidades de trabajo (Piat y Sabetti, 2013). Esta es la continuidad de
la recuperación. Desde esta perspectiva, las viviendas supervisadas no promueven la
recuperación, ni la participación o integración social, ni la mejora de sus competencias
por sí mismas, por el hecho de ser el recurso residencial con menor nivel de supervisión
y más independiente, sino que ha de reflejar la elección de los usuarios, y ha de cumplir
con los requisitos específicos de avance de la recuperación para cada individuo. A partir
de tal concepción, la comunidad debe ser el referente fundamental de la acción
educativa (García-Pérez, 2013).
- 45 -
modo que el entorno de convivencia de la personas con TMS en la comunidad se
conciba como una comunidad plural de cultura, lugar para el intercambio humano en rica
convivencia constructora de valores y significados y quizás, sólo quizás, erradique el
estigma que sufren y su participación sea real y constante. Así pues el barrio donde
viven puede ser un ámbito favorable al desarrollo de procesos comunitarios y espacios
reales para la participación e implicación de las personas con TMS. “La comunidad sería
así expresión de sociabilidad, sería una construcción social y, por tanto, fruto de una
elección” (Subirats i Humet, 2002), ayudando a crear sentido de pertenencia.
5. Referencias bibliográficas
- 47 -
Subirats I Humet, J. (2002). Educación y territorio. El factor de proximidad y de
comunidad en las políticas educativas. En Gobierno local y educación (pp.23-50).
Barcelona: Ariel.
Weiner, A., Roe, D., Mashiach-Eizenberg, M., Baloush-Kleinman, V., Maoz, H y Yanos,
P.T. (2010). Housing Model for Persons with Serious Mental Illness Moderates the
Relation Between Loneliness and Quality of Life. Community Ment Health J, 46,
389-397. DOI 10.1007/s10597-009-9279-3
Wong, Y.L.I., Matejkowski, J. y Lee, S. (2009). Social Integration of People with Serious
Mental Illness: Network Transactions and Satisfaction. Journal of Behavioral
Health Services & Research, 38 (1), 51-67.
Yanos, P.T., Stefanic, A. y Tsemberis, S. (2012). Objective Community Integration of
Mental Health Consumers Living in Supported Housing and of Others in the
Community. Psychiatric Services, 63, 438–444. doi: 10.1176/appi.ps.201100397
- 48 -
COMPRENSIÓN DE LOS CONSUMOS ABUSIVOS DE DROGAS DESDE LA
PEDAGOGÍA SOCIAL PARTICIPATIVA
Romera Iruela, María Jesús
Universidad Complutense de Madrid
mjromera@edu.ucm.es
Resumen
Los datos más recientes sobre los consumos de drogas en España, aunque
permiten apreciar un ligero descenso en los de la mayoría de esas sustancias, ponen de
relieve que existen comportamientos de ese tipo de riesgo y que se requieren
intervenciones más eficaces. Se señala la prioridad de la perspectiva de salud pública en
la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016 y en su segundo Plan de Acción 2013-
2016. Si bien consideramos que este abordaje es necesario, no nos parece adecuada la
relevancia excesiva que se le otorga. Por lo tanto, argumentamos que enfoque
pedagógico tiene que prevalecer, pero siendo íntegro, superando la actual educación
para la salud.
1. Objetivo y metodología
- 51 -
pedagógico debe prevalecer, tanto por el gran número y la diversidad de factores de
riesgo que guardan relación con la educación, en sus diferentes escenarios, como por su
carácter procesal y acumulativo en la configuración de los abusos de drogas, los cuales
pueden iniciarse en las primeras etapas del desarrollo de las personas. Al entender,
como va a ponerse de relieve a continuación, que lo que subyace en las
drogodependencias y los abusos de drogas es una inadecuada realización del ser
humano, en su dimensión personal y social, también presente en los comportamientos
de oferta de drogas, se requiere, en orden a la resolución de esta problemática
educativa, un enorme impulso de la acción pedagógico-social, la cual se realizará en
cooperación con las de otros profesionales.
- Baja autoestima
- Baja asertividad
- Elevada búsqueda de sensaciones
- Lugar de control externo
- Falta de conformidad con las normas sociales
- Escasa tolerancia a la frustración.
- Elevada necesidad de aprobación social
- Dificultad para el manejo del estrés
- Asociación del tiempo libre y la diversión con el consumo de drogas
- Muy bajo aprovechamiento, abandono o fracaso escolar
- Falta de habilidades para tomar decisiones o resolver problemas
- Ausencia de habilidades sociales.
- Carencia de conocimientos sobre las drogas
- Confusión en el sistema de valores
- Actitudes favorables hacia el consumo de drogas
Los factores de riego que están más vinculados al ámbito escolar son los siguientes:
- 53 -
intervención sobre el síntoma y abordar la realidad profunda subyacente que lo origina.
El quehacer del profesional de la educación debe llegar hasta la dimensión de sentido de
la acción humana. Algunos aspectos educativos, de esta naturaleza, que han ser
considerados en la persona en tratamiento son, como bien apunta Villarino (2014), los
siguientes: su malestar profundo, su vivencia de los vínculos, la familia como sistema de
vínculos, su grado de integración personal, su sexualidad, sus deseos y proyecciones en
el futuro, su identidad, entre otros (p. 7). Además, dada la naturaleza relacional del ser
humano, la drogodependencia también alcanza y afecta a sus distintos entornos. Por lo
tanto, la intervención educativa ha de englobarlos, actuando en profundidad, desde esa
misma dimensión de sentido vital comunitario. La educación en valores es la tarea
esencial en los todos contextos sociales, ya que aquellos configuran la cultura y los
estilos de vida en común. Sin embargo, en nuestros días, predominan una serie de
valores, de riesgo para el consumo de drogas, como son, el hedonismo, el
individualismo, el consumismo el culto al dinero o a la imagen, la instalación existencial
en disfrutar el momento, entre otros.
- 54 -
intervención en drogodependencias, concretándose, en nuestro campo, en la educación
para la salud.
Sin embargo, una vez que hemos puesto de manifiesto que en el problema del
abuso de drogas, aún sin resolver, subyace otro moral y educativo, consideramos
insuficiente el modelo de educación para la salud, ya que tan sólo pretende el logro del
bienestar físico, mental y social, de acuerdo con el alcance dado por la Organización
Mundial de la Salud a este último término. En orden a la resolución de aquel problema,
se precisa un cambio de orientación en la educación, que abandone el relativismo
ontológico, que está presente en el constructivismo, y restituya la fragmentación del
saber, así como la separación de éste del hacer, sentir y valorar, que posibilite buscar y
realizar la verdad y, desde ella, la asunción y efectuación de otros valores morales.
- 55 -
- La educación ha de realizarse con las personas y no en las personas.
- En los procesos educativos se tienen que integrar todas las formas de conocer:
experiencial, presentativo, proposicional y práctico.
- La educación no sólo debe de promover conocimiento y acción inmediatamente
útil para grupos de personas, sino también, de acuerdo con Freire, capacitarlas
para construir y usar su propio conocimiento.
- La educación debe posibilitar el discernimiento de que somos ya parte del todo, si
bien el ideal de vivir como parte del todo es una aspiración espiritual.
- En los contextos educativos se ha de aprender a vivir, participativamente, en la
comunidad biótica.
La labor del educador social, desde este paradigma propuesto, es, por tanto,
posibilitar que las personas aprendan a ser parte de la comunidad de la vida, con sus
derechos y sus obligaciones. La motivación, con la creación de espacios educativos en
los que se vivan valores, comenzando con el establecimiento de vínculos, es el punto de
partida. En función de las características de las personas en sus propios contextos,
fomentará y posibilitara otros espacios educativos en los que las personas puedan hacer,
pensar, sentir y vivir en conformidad con los valores propios del ser humano. A través de
estas vivencias de sentido, se promoverán mejoras en sus procesos de realización
personal, que conllevan, también, realización social y de los ecosistemas de los que son
parte.
5. A modo de conclusión
Este trabajo aporta un nuevo marco pedagógico social para la acción educativa en los
contextos sociales, en orden a la prevención y al tratamiento de los abusos de drogas,
que posibilita un auténtico proyecto comunitario y que permite avanzar en la resolución
del problema de las drogas. Esta prevención comunitaria está basada en la educación
participativa, la cual aporta a las personas y a las comunidades factores de protección, al
capacitarlas como seres participativos para una vida plena.
5. Referencias bibliográficas
Alemany, E., & Méndez, S. (Dirs.). (2000). Prevención del consumo de drogas en el
ámbito familiar. Madrid: FAD/PMCD
Cortina, A. (2007). Jóvenes, valores y sociedad siglo XXI. Proyecto Hombre, (63), 27-38
- 56 -
Declaración de Cádiz. (2012). http://segib.org/cumbres/files/2012/03/DCLAXXIICUMIB-
ESP.pdf
Delegación del Gobierno para el Plan nacional sobre drogas. (2009). Estrategia Nacional
sobre drogas 2009-2016. Madrid: Autor.
http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/publica/pdf/EstrategiaPNSD2009-2016.pdf
Delegación del Gobierno para el Plan nacional sobre drogas. (2013). Encuesta sobre
alcohol y drogas en población general en España. EDADES 2011-2012.
http://www.pnsd.msc.es/Categoria2/observa/pdf/EDADES2011.pdf
Heron, J., & Reason, P. (1997). A participatory inquiry paradigm. Qualitative Inquiry, 3
(3), 274-294.
Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías. (2013). Informe europeo sobre
las drogas Tendencias y novedades.
http://www.emcdda.europa.eu/publications/edr/trends-developments/2013
Salvador, T., De Silva, A., Puerta, C., Jiménez, J., Alcaraz, A. Villar, A. B., & Cascales, I.
(2010). Guía de buenas prácticas y calidad en la prevención de
- 57 -
drogodependencias en la Comunidad Autónoma de la región de Murcia. Murcia:
Consejería de Sanidad y Consumo.
- 58 -
PRÁCTICAS SOLIDARIAS EN LOS COLEGIOS SAHARAUIS DE TINDUF: UNA
EXPERIENCIA DE EDUCACIÓN SOCIOCOMUNITARIA EN EL ÁMBITO DE LA
COOPERACIÓN AL DESARROLLO.
Resumen
- 59 -
La Universidad se convierte por tanto, en "la Institución a la que, de forma
especializada, la sociedad le encarga la tarea de formar capital humano, de educar,
adiestrar a las personas, de desarrollar el conocimiento, y de mejorar las condiciones en
las que se despliega la dinámica social: ámbitos todos ellos cruciales para una estrategia
de desarrollo exitosa" (Alonso, 2006:31). Partiendo de estas premisas que convierten a
las universidades en protagonistas de la cooperación al desarrollo, el Plan Andaluz de
Cooperación al Desarrollo recoge los principales ejes que debe desarrollar la
cooperación universitaria, entre los cuales cabe destacar, la necesidad de impulsar la
puesta en marcha de programas y convocatorias dirigidas a estudiantes, profesores e
investigadores para potenciar la educación para el desarrollo, el intercambio de
experiencias y de buenas prácticas.
2. Desarrollo de la Experiencia
2.3. Destinatarios
- 61 -
modo, pueden considerarse beneficiarios indirectos a la población saharaui que ha
conocido nuestra actividad y ha tomado contacto con nuestra expedición,
enriqueciéndose de las nuevas relaciones que se establezcan con miembros de la
comunidad universitaria andaluza.
- La quinta y última fase del proyecto tuvo lugar a principios del curso siguiente, a la
estancia llevada a cabo en los campamentos, y consistió en la evaluación, organización
y realización de actividades de difusión de los resultados y de la experiencia de los
participantes en la expedición a la comunidad universitaria, con especial atención a
aquellos alumnos/as susceptibles de querer participar en años posteriores, dándole por
tanto un carácter de continuidad a este segunda experiencia. En esta fase se contó con
la colaboración de todos los participantes en el proyecto.
3. A modo de conclusión
Esta propuesta que ha sido bien recibida por las autoridades políticas de la
Wilaya, se convierte en nuevo reto que alcanza el proyecto, en su segunda edición, en el
marco de sus objetivos y del planteamiento que la Universidad de Sevilla realiza en
materia de cooperación al desarrollo; realizar acciones sostenibles, y trabajar
conjuntamente en el desarrollo de acciones que respondan a las demandas de la
realidad local con la que trabajamos.
4. Referencias bibliográficas
- 64 -
Cooperación al Desarrollo". Madrid. Oficina de Acción Solidaria y
Cooperación.
- 65 -
CINEFÓRUM “LA CRISIS Y SUS CONSECUENCIAS”
Caparrós, Francisco J.
Gelabert, Magdalena
Educadores sociales y componentes del Movimiento Socioeductivo Elauvo.
Palabras clave: cine como instrumento socioeducativo, video/cine fórum, crisis y sus
consecuencias. Empatía. Autoconcepto. Conciencia ciudadana. Supervivencia.
Resumen
Justificación.
Lo que nos llevó a poner en marcha este proyecto fue el deseo de poner en valor un
hecho educativo sustancialmente potente, el aprendizaje activo y el pensamiento crítico,
sabedores de la capacidad del cine para mostrar la realidad socioeconómica y
psicológica de una sociedad en constante cambio.
El cine no es un mero invento, ni sólo un espectáculo, sino una arista importante de la
cultura. Entendiéndolo así, como un elemento básico de nuestra formación (Marías,
2005:27), el movimiento socioeducativo Elauvo decidió emprender una acción
particularmente dirigida a profesionales del ámbito socioeducativo programando,
ejecutando y evaluando un proyecto de cinefórum con el ánimo de fomentar la cultura
cinematográfica como una herramienta eficaz para trabajar con niños, adolescentes y
población en general.
El visionado práctico de una determinada película puede aportar el complemento que
brinde “la oportunidad de entender lo que la experiencia no explica claramente” (García
y García, 2012:71). Ese es el mensaje que deseábamos transmitir, tanto a profesionales
como a otras personas interesadas en el tema. No se trata, pues, de utilizar los
- 66 -
beneficios de una proyección sólo para entretener y/o transmitir una serie de valores, sin
duda necesarios en cualquier caso, sino para ilustrarnos e ilustrar acerca de temas que,
de otra manera, sería difícil (no imposible) abarcar.
Es notable el consenso que existe sobre la idoneidad de una plataforma como el arte
cinematográfico para la formación de la ciudadanía, “se trata de educar en valores
sociales”, inculca ideas e influye en las conductas ( Benavent, 2008).
Nuevamente nos basamos en el análisis que Benavent hace del lenguaje audiovisual
definiéndolo como una herramienta de expresión que a través de una acción de tintes
lúdicos acompaña a los espectadores en su pretensión por comprender los mensajes
que recibe del entorno.
Las películas provocan e incorporan ideologías, Giroux (2003), tal como describen los
estudios, el lenguaje audiovisual permite trabajar una combinación de aptitudes y
acciones, de conocimientos, reflexiones, sensibilidades y procedimientos, entre ellas
Benavent (2008) destaca la posibilidad de aprender a analizar imágenes lo mismo fijas
que en movimiento, la importancia de conocer los elementos que permiten construir
historias, permite conocer la gramática del lenguaje audiovisual, es decir, las normas del
código de transmisión de mensajes, afinar y enriquecer la capacidad de percepción. Por
último, es un instrumento que permite el desarrollo de habilidades sociales básicas como
mirar y escuchar. Aprender a estructurar una historia conlleva aparejada la habilidad de
aprender a comunicar, describir y descifrar imágenes, así como realizar asociaciones
entre imágenes y sonidos (Benavent 2008), siendo sus capacidades como medio de
formación y comunicación genuinamente no formal sobresale su enorme capacidad para
transmitir y cuestionar los conocimientos y transformar el hecho pedagógico en una
acción directa, viva y real de los acontecimientos sociales. El cine hace algo más que
divertir Giroux (2003) moviliza nuestros deseos, nos influye inconscientemente y nos
ayuda a construir un fresco de nuestra cultura. Las historias cinematográficas son
capaces de conectar con las emociones, para generar motivaciones y facilitar el
compromiso hacia el cambio, pues conlleva un considerable potencial para asentar
procesos de identificación sociocultural, artística y, por encima de todo, humana,
acogiendo toda la diversidad de sentimientos, deseos, acontecimientos y percepciones
(Benavent, 2008).
Sin embargo, esta estrategia educativa no nos puede hacer olvidar que sumergir al
espectador, en la proyección de una historia puede ser suficiente para conseguir un
objetivo didáctico tan ambicioso, es necesario cierto intercambio intencional en este
proceso donde el debate y análisis de los contenidos deben ser debidamente
seleccionados (Velasco, 2009).
Desde estas líneas celebramos que no se haya cumplido, al menos por ahora, la
profecía de D. W. Griffith2 vaticinando que llegaría el día en que a los niños se les
enseñaría todo a través de películas. A nuestro juicio, sería un error que el veredicto
apocalíptico de este cineasta de ascendencia irlandesa, que en el año 1915 augura que
los alumnos “nunca se verán más obligados a leer libros” (Cit. Caparrós, 2007: 23-25) se
hubiese cumplido a pies juntillas.
“Nosotros defendemos las potencialidades didácticas, educativas y formativas de la
imagen y los medios audiovisuales (en especial del cine) por lo que se refiere a la
sensibilización, la motivación, el desarrollo de aprendizajes … y la construcción del
conocimiento“ (Solé, Gómez y Gimeno, 2007).
2
David Wark Griffith, director estadounidense considerado como el padre del cine moderno por su excepcional contribución al
séptimo arte.
- 67 -
Metodología
1ª Proyección: El verdugo.
Las peripecias que viven los protagonistas principales de esta película, dan pie para
trabajar el concepto de asertividad, reflexionando sobre él y las formas típicas de
respuestas, de su dualidad, es decir, por qué o por qué no somos asertivos.
Saber expresar sana y libremente todo aquello que deseamos comunicar, es una
habilidad que implica, sobre todo, saber perfectamente lo que se quiere, además de
tener una gran seguridad en uno mismo.
Para Olga Castanyer, la asertividad es una habilidad personal de comportamiento que
nos permite expresar opiniones, pensamientos y sentimientos de forma adecuada y en el
momento oportuno, sin faltar ni negar los derechos de las otras personas.
2ª Proyección: Torrente.
En esta ocasión nos fijaremos en las circunstancias personales de los protagonistas,
reparando en cómo son y de qué forma han llegado a ello. Es el primer aspecto que nos
permitirá pasar a un segundo análisis encaminado a observar cómo actúan y, finalmente,
a destacar el paralelismo entre estos personajes, sus conductas, y la situación actual.
Para analizar debidamente la vulnerabilidad de estos personajes, necesitamos construir
su mundo en función del autoconcepto como la suma de los conocimientos y la
comprensión que tenemos de nosotros mismos. A colación vine el estudio de las
estrategias adaptativas de las personas cuando deben proteger su autoestima y cómo
esta se convierte en la orientación moral de una sociedad que expulsa del sistema a
aquellos que no encajan en la norma socialmente establecida.
3ª Proyección: ENDEUTATS
Entre los objetivos de esta cinta estaba el de reflexionar acerca de dos conceptos
básicos e interrelacionados: el comportamiento moral y la empatía, trabajando sobre las
formas típicas de respuestas empáticas y cómo éstas motivan acciones altruistas.
- 68 -
Según Tomé (2000), la ética y la moral se ocupan de nuestras costumbres, nuestros
hábitos y de nuestras formas de actuar, en la medida en que pueden considerarse
correctas o incorrectas.
Los valores son creencias que impregnan todas y cada una de nuestras actitudes, los
comportamientos humanos, personales y sociales. Los valores tienen la fuerza de que
tomemos unas decisiones o las contrarias.
La empatía es una cualidad innata, base emocional de la conducta moral, la habilidad
para identificar y validar los sentimientos de las personas que nos rodean; la que nos
permite comprender sus circunstancias y cómo éstas influyen en sus formas de actuar.
Fisiológicamente, su adecuada atención es un mecanismo que inhibe la respuesta
agresiva, ya que al percibir el miedo y el dolor en el semblante de los demás, despierta
en nosotros el deseo de apaciguar y reconfortar a las personas que nos rodean.
(Gelabert, 2013)
4ª Proyección: Wall-e.
La película Wall-e nos muestra una Tierra deshabitada a causa del comportamiento
egoístamente antisocial que ha transformado nuestro fértil planeta en un lugar yermo,
inhábil para la vida orgánica. Pero la historia que nos narra Andrew Stanton, no se ciñe a
un único género como es en este caso el de la distopía, también es una fábula
esperanzadora, de segundas oportunidades, paradigma éste que ejemplifica la
posibilidad de cambiar en el modo en que nos conducimos como especie, de mejorar en
suma que tiene el ser humano y del que se ocupa, entre otras profesiones
interdisciplinarmente, la educación social.
Se puede crecer, cómo no, pero tenemos que hacerlo de una manera ordenada y
sostenible. No todo vale, ni en la naturaleza ni en la sociedad. Tenemos el deber de
conocer nuestros límites, para saber hasta dónde podemos llegar con nuestras acciones
y, sobre todo, responsabilizarnos de ellas.
Qué hemos conseguido
Los resultados obtenidos constatan, cómo no podía ser de otra manera, el valor
educativo del cine, si bien los materiales didácticos se presentan como orientativos, la
talla de los ponentes dirigió las reflexiones hacia aspectos contextuales asociadas a la
realidad en el marco de la crisis económica y las consecuencias que ésta ejerce sobre
los individuos.
Pero Elauvo por sí solo, sin el auxilio tanto de personas ajenas a nuestra organización
como de otras entidades, con toda probabilidad no habría podido abarcar con garantías
el desarrollo efectivo de este ambicioso proyecto. Eso quiere decir, en otras palabras,
que nos sentimos enormemente satisfechos del resultado obtenido, así como
infinitamente agradecidos por las ayudas recibidas tanto de la Fundación Natzaret, que
nos apoyó cediéndonos desinteresadamente sus instalaciones, como de los señores
conferenciantes, cuya buena disposición y alta profesionalidad contribuyó al buen
desarrollo de este evento; preludio, no nos cabe la menor duda, de una larga y fructuosa
serie con los que el Movimiento Socioeducativo Elauvo se siente decididamente
comprometido a continuar realizando.
Referencias bibliográficas
- 69 -
Caparrós Lera, J. M. (2007). Enseñar la historia contemporánea a través de la ficción.
Quaderns de cine, 1, 25-35.
García, M. y García, J. (2012). Deontología para profesionales de la educación.
Madrid:UNED
Gelabert, M. (2013). La empatía en la escuela. Diario de Mallorca, Tribuna.
Giroux, H. A. (2003), Cine y entretenimiento. Para una crítica política del filme, Paidós,
Barcelona.
Hurtado, J., Jardón, P (eds.). (2011). Didàctica de la pantalla II. El cinema a l’educació.
Projecte espaiCinema. Valencia: Editorial Germania, S.L.
Marías, J. (2005). Dónde todo ha sucedido. Al salir del cine. Barcelona: Galaxia
gutenberg.
Osvaldo, F. (2011). La representación de la realidad a través Del relato cinematográfico:
el caso de las migraciones de argentinos hacia España En: Hurtado, J., Jardón, P
(eds.). (2011). Didàctica de la pantalla II. El cinema a l’educació. Projecte
espaiCinema. Valencia: Editorial Germania, S.L.
Solé, J., Gómez, M. y Gimeno X. (2007). Tres propuestas formativas a través del cine.
“Sleepers” como estudio de caso. Revista de Ciències de l’Educació, 31(3), 33-58
Tomé, A: (2000). Projecte educatiu de ciutat. Jornades 2000. L’educació en valor per al
segle XXI: la responsabilitat, l’autonomía i el respecte.
Velasco, L. (2009). El cine comercial como estrategia educativa para desarrollar
competencias socio-emocionales. Quaderns de Cine, 4, 71-75.
ANEXOS
UNIDADES DIDÁCTICAS PROPUESTAS.
EL VERDUGO
El hombre y sus circunstancias.
ASERTIVIDAD
- 70 -
ACTIVIDADES POSTERIORES A LA PROYECCIÓN.
Actividades de aprendizaje en distintas áreas:
ACTIVIDADES:
1. Podemos identificar las formas típicas de respuesta no asertivas que utilizan los
protagonistas y sustituirlas por otras más adecuadas3.
2. Podemos identificar las ideas irracionales más frecuentes y transformarlas en
pensamientos positivos que permitan a nuestros protagonistas tomar las riendas
de su vida4.
3. ¿Por qué no es asertivo nuestro protagonista? Reconoce sus derechos asertivos5
Idea irracional
Alternativas
Día / Emoción y
Acontecimiento Pensamiento racionales y
hora (0-100) Derechos
derechos asertivos.
omitidos
05- 09 Mis colegas Mis padres Vergüenza- Es una El derecho de
las pasan de mi me controlan 90 necesidad dar o no
15:30h porque me retiro demasiado. Rabia - 100 extrema, ser explicaciones
de la fiesta muy Me toman amado y sobre mi
pronto. por un crio. aprobado por comportamiento.
personas de su El derecho de
de entorno. no necesitar la
aprobación de
los demás.
3
http://www.xtec.cat/~jcampman/traaser.pdf
4
http://psicologiaenred.wordpress.com/2011/04/29/las-ideas-irracionales-segun-albert-ellis
5
http://www.psicologia-online.com/colaboradores/jc_vicente/derechos.htm
- 71 -
Idea original: http://www.superarladepresion.com/superarladepre/3depre_asertividad.php
- 72 -
ACTIVIDADES POSTERIORES A LA PROYECCIÓN.
Actividades de aprendizaje en distintas áreas:
Como resultado de las experiencias anteriores y las percepciones actuales, las personas
pueden percibirse a sí mismas de manera diferente a la forma que otros los ven.
6
http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/3765/1/PowerPoint%20-%20TEMA4.pdf
http://www.simplypsychology.org/self-concept.html
- 73 -
¿La imagen que proyectas está alejada de la idea que tienes de ti mismo/a?
ACTIVIDADES:
En cinco cartas, introducir las 5 habilidades para desarrollar empatía, las repartimos y al
mismo tiempo mostramos alguna imagen impactante, que suscite rechazo, injusticia,
etc.7:
7
Idea original de: http://www.edutopia.org/
- 74 -
5 habilidades para desarrollar la empatía.
Ver y escuchar: ¿Qué dice la otra persona?¿Qué es lo que dice su cuerpo, su
lenguaje no verbal?
Recordar: ¿Cuándo te sientes de la misma manera?
Imaginar: Imagina cómo nos podemos sentir en una situación igual o similar.
Validar la amplia gama de emociones que surgen. (Hacer una lista de emociones,
sentimientos, explicándolos).
Preguntar: ¿Cómo se siente la persona o las personas que están viviendo la
situación concreta?
Mostrar interés: ¿Cómo hacemos para demostrar interés, que nos preocupa su
estado?.
Viola mi derecho /
Cuando mis padres me deseo de sentirse
llaman inútil. amado, querido
WALL-E
En busca de los brotes verdes8
Ante el dilema de vivir o sobrevivir, nos podemos plantear en qué situación nos
encontramos en estos momentos cada uno de nosotros y qué cualidades son las que
nos hacen ser humanos y dar sentido a nuestra existencia.
La finalidad de esta película no sólo la encontramos en el acercamiento que nos propone
para valorar y proteger el medio ambiente y el entorno natural adoptando unos
comportamientos de consumo responsable, si no que nos acerca a la esencia del ser
humano, al sentimiento de pertenencia y enraizamiento que desarrollamos a lo largo de
nuestras vidas.
8
Esta ficha ha sido elaborada íntegramente por Laura Cladera
- 75 -
Interpretar el presente. Comprender el pasado. Construir el futuro.
ACTIVIDADES:
2. Observa la publicidad que nos rodea a diario e intenta identificar y analizar cómo
influye en el estilo de vida que tiene la sociedad actual. Para ello, puedes utilizar
la televisión, la prensa, las zonas de ocio o alimentación, etc.
3. El Capitán del Axiom desconoce muchos conceptos sobre la vida en la Tierra,
intenta definir los siguientes conceptos: residuos, sobrevivir, comunicación social,
reconstrucción, desarrollo sostenible, huella ecológica, vivir, consumismo.
- 76 -
4. Analiza las nuevas maneras de consumo que se están generando a causa de la
situación actual en la que vivimos e investiga si han cambiado respecto a hace
diez años. Además, haz una interpretación de cómo crees que se desarrollará el
consumo dentro de 10 años.
5. En la película vemos como el “brote verde” representa la esperanza del cambio
hacia otra realidad mejor. Piensa en que cambios serian necesarios para cambiar
la realidad social actual.
- 77 -
LAS VÍCTIMAS DEL CONFLICTO ARMADO EN COLOMBIA: NORMATIVIDAD,
CONCEPTUALIZACIÓN Y REALIDAD ACTUAL.
Resumen
- 78 -
victimización y 3) necesidades y expectativas de reparación. Se pretende que los
principales resultados obtenidos aporten la información necesaria para conocer de cerca
y de manera profunda las víctimas que alberga el municipio de Neiva, sus principales
características sociodemográficas, las características relacionadas con el hecho
victimizante que permita prever el riesgo de nuevos eventos, la perfilación de los
victimarios, las necesidades más apremiantes de las víctimas, además de las
expectativas y necesidades de Reparación que han construido desde la implementación
de la Ley 1448 de 2011.
Posteriormente, en el año 2005 se hizo necesario expedir la Ley 975 de 2005, de justicia
y paz que define a las víctimas como: “la persona que individual o colectivamente haya
sufrido daños directos tales como lesiones transitorias o permanentes que ocasionan
algún tipo de discapacidad física, psíquica y/o sensorial (visual o auditiva), sufrimiento
- 79 -
emocional, pérdida financiera, y menoscabo de sus derechos fundamentales” (Artículo
5).
- 80 -
Posteriormente en el año 2009, se formuló y desarrolló una estrategia actualizada de
Educación y en el 2010 se comenzó a dinamizar el proceso de construcción colectiva y
participativa pero sin definir una estrategia de Planificación, que sin embargo, sirvió de
base para movilizar las instituciones frente al tema. Así mismo se crearon los escenarios
necesarios enfocados en el intercambio de información, construcción y planeación
participativa para la actualización del Plan Integral Único de Neiva articulándolo con la
Política Nacional vigente y tomando como base las estadísticas y la caracterización de la
población desplazada al cierre del año 2010.
- El alto índice de homicidios, muchos de ellos relacionados con violencia política y social
y sobre fenómenos como las campañas de intolerancia, mal llamadas “limpieza social”.
Según un informe del Observatorio Surcolombiano de Derechos Humanos y Violencia
- 81 -
(OBSURDH), entre 2007 y 2010 se registraron 351 homicidios de los cuales 137 casos
se reconocieron como asesinatos por violencia política e intolerancia social, siendo los
municipios más afectados Neiva, Pitalito, Campoalegre, Algeciras y Garzón.
- Las ejecuciones extrajudiciales han sido una de las problemáticas que más preocupa a
las organizaciones sociales. Encontrándose que entre 2007 y 2010 se han registrado en
el departamento del Huila 85 casos que han dejado 145 víctimas de ejecuciones
extrajudiciales. Aunque la tendencia ha disminuido después del año 2008, al igual que
en el resto del país debido a las denuncias realizadas, todavía se siguen presentando
casos de ejecuciones extrajudiciales.
- Las minas antipersonal (MAP) y municiones sin explotar (MUSE): Tal y como lo
muestran las estadísticas oficiales, la tendencia es al incremento de eventos (accidentes
e incidentes) y de víctimas, no solo militares. Se señala a las FARC como los únicos
actores ilegales que siembran las minas en el departamento. A partir de 2008 se
observa un crecimiento importante ya que se duplicó en número de eventos y víctimas
en el Huila, dinámica relacionada principalmente con zonas de fuerte presencia de
operaciones militares.
Estos avances han permitido diagnosticar las diferentes formas de violencia que afectan
el país, plantear hipótesis sobre sus causas y posibles soluciones para su fin, pero
persiste el vacío de conocimiento sobre el marco del conflicto actual y las expectativas
y necesidades que tiene las víctimas al respecto. Es decir aún son escasos los estudios,
salvo el estudio nacional desarrollado por Rettberg (2008) en el marco de la Ley 975 de
2005 de Justicia y Paz, que aborden las voces de las víctimas en el marco de la Ley
1448 de 2011 desde sus necesidades y expectativas sobre la reparación integral en el
departamento del Huila, por lo tanto hace pertinente y abordaje de esta problemática en
este proyecto de investigación.
- 82 -
Objetivos
Objetivo General
Objetivos Específicos
Metodología
Diseño de investigación
Esta investigación utilizará el enfoque cuantitativo, ya que permite según lo expuesto por
Hernández, Fernández y Bautista (2003), que: “Se recolectan datos utilizando uno o más
instrumentos de medición, los cuales se estudian (la mayoría de las veces a través del
análisis estadísticos), y se reportan los resultados”. Esta investigación es no
experimental, como lo señala Kerlinger (2002), “en la investigación no experimental no
es posible manipular las variables o asignar aleatoriamente a los participantes o
tratamientos”, por consiguiente en esta investigación no existe control de las variables.
Propuesta de intervención
Así mismo su propuesta no se focaliza en la atención sino que busca el Buen Vivir
de las personas sobrevivientes a los hechos victimizantes a partir de la construcción de
paz y ciudadanía.
Bibliografía
- 84 -
http://www.javeriana.edu.co/juridicas/menu_lat/documents/RESOLUCION40-
34.pdf
Así viven los desplazados en el Huila (15 de diciembre de 2011). La Nación. Disponible
en http://www.hchr.org.co/afrodescendientes/index.php/noticias/asi-viven-los-
desplazados-en-el-huila.html
Comité Internacional de la Cruz Roja. Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra de 1949 relativo
a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional, 1977.
Ley 387 de 1997. Por la cual se adoptan medidas para la prevención del desplazamiento
forzado; la atención, protección, consolidación y estabilización socioeconómica de
los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia. Diario
Oficial No. 43.091 de 24 de Julio de 1997. Recuperado de:
http://www.minvivienda.gov.co/Vivienda/SubsidioFamiliar/Documents/Ley_387_de
_24-7-1997_Personas_desplazadas_-_Colombia.pdf
Ley 418 de 1997. Por la cual se consagran unos instrumentos para la búsqueda de la
convivencia, la eficacia de la justicia y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial
No. 43.201 de 26 de Diciembre de 1997. Disponible en:
http://www.javeriana.edu.co/pensar/sitio/juridico-
minas/LEY%20418%20DE%20DICIEMBRE%2026%20DE%201997.pdf
Ley 782 de 2002. Por medio de la cual se prorroga la vigencia de la Ley 418 de 1997,
prorrogada y modificada por la Ley 548 de 1999 y se modifican algunas de sus
disposiciones. Diario Oficial No. 45043 del 23 de Diciembre de 2002. Disponible
en: http://www.unicef.org.co/Ley/LN/07.pdf
Ley 1448 de 2011. Por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación
integral a las víctimas del conflicto armado interno y se dictan otras disposiciones.
- 85 -
Diario Oficial No. 48.096 de 10 de Junio de 2011. Recuperado de
https://www.dnp.gov.co/LinkClick.aspx?fileticket=FRW94oAX3Ec%3D&tabid=108
0
- 86 -
Perspectiva comunitaria en la intervención socioeducativa con niños-as y
adolescentes en situación de riesgo de exclusión social
- Programas de educación en medio abierto en Gipuzkoa –
Resumen
Mediante esta comunicación se presenta y reflexiona en torno al modelo de intervención
que se viene desarrollando en el marco de los programas de intervención
socioeducativa en medio abierto con adolescentes en riesgo de exclusión social,
también conocidos como programas de educación de calle.
Su interés radica en la satisfacción por los resultados obtenidos a lo largo de los más de
20 años que este programa viene desarrollándose en el territorio de Gipuzkoa y que es
compartida por los-as educadores-as sociales que intervienen desde estos programas,
así como otros-as que han formado parte activa de este recorrido.
De los numerosos y significativos aspectos de dicho modelo, esta presentación se
centrará en aquél que caracteriza especialmente a la intervención socioeducativa en
medio abierto. Esto es, la perspectiva comunitaria desde la que se realiza dicha
intervención.
Perspectiva que se encuentra en cada uno de los elementos que conforman las bases
de estos programas y que influye considerablemente en la elección y defensa que
realizamos de un determinado modelo de intervención que se considera genuino en
este tipo de intervenciones.
Así, por medio de esta reflexión, se pretende asentar aquello que se con sidere
consolidado como elemento clave de un exitoso modelo que ha logrado ser una
referencia de calidad en la intervención socioeducativa con niños-as y adolescentes en
situación de dificultad desde los servicios sociales municipales.
- 88 -
libertad. Un modelo de intervención en medio abierto (1989) y Educación de calle. Hacia
un modelo de intervención en marginación juvenil (1995).
Ya entonces, de manera más o menos explícita, lo comunitario estaba presente en
estos y otros textos escritos a partir de los años 80, en los que se abordaba la
metodología y su desarrollo en la educación de calle, o intervención socioeducativa en
medio abierto. Así, aparecen referencias a comunidad, enfoque comunitario,
intervención comunitaria, acciones y proyectos comunitarios, etc., tal y como se refleja
aquí:
La intervención socioeducativa que nos planteamos, que trasciende desde el ideario a
la práctica cotidiana se enmarca dentro de un enfoque comunitario, de barrio. Por ello la
implicación de educadores/as es fundamental desde el momento en que se trata de
articular una acción educativa global, dirigida a menores y jóvenes en la que la
comunidad tiene mucho que decir y que aportar (Asociación Cultural La Kalle, 1995:29).
Este es un ámbito de intervención en educación social que no suele ser clasificado
dentro de la intervención comunitaria y, sin embargo, desde su inicio se encuentra en su
propia fundamentación y se traduce en un desarrollo transversal que abarca toda la
intervención.
El medio abierto como espacio genuino de intervención, y que caracteriza esta
metodología, tiene mucho que ver con la presencia y desarrollo de esta perspectiva
comunitaria. Es más, mantener dicha perspectiva fundamenta la necesidad de que la
intervención se lleve a cabo en medio abierto. Esta relación circular da lugar al binomio
perspectiva comunitaria-medio abierto en el que ambos se convierten en requisito
previo y resultado con respecto al otro.
En el caso de Gipuzkoa, además de las referencias bibliográficas mencionadas que no
son sino una selección, se ha contado con dos elementos fundamentales para el
planteamiento de un desarrollo metodológico común en el territorio, la construcción de
un modelo propio de intervención y que éste sea compartido: El programa marco y el
servicio de asesoramiento técnico.
Por una parte, el programa marco ha sido el soporte documental de referencia para el
desarrollo de la metodología y del sistema de planificación; por otra, el servicio de
asesoramiento técnico1 ha sido el elemento clave para la puesta en marcha, ajuste,
desarrollo, evolución y mejora del propio marco metodológico en la medida que ha
contrastado constantemente dicho marco con la práctica.
En este sentido, se ha establecido una manera de hacer y, en el tema que nos ocupa,
se ha favorecido que la perspectiva comunitaria se encuentre de manera transversal en
cualquiera de los niveles de intervención y de manera más específica en el desarrollo
de los proyectos educativos comunitarios.
- 89 -
A lo largo de los siguientes puntos se expondrán algunos de los aspectos principales
más relevantes del Programa donde se explicita esta perspectiva comunitaria
característica del mismo.
2.2. Finalidad
La finalidad del programa de intervención socioeducativa es la “Integración” de menores
y jóvenes en situación de riesgo en recursos normalizados (dirigidos a toda la población,
de menores y jóvenes) de los diversos sistemas de servicios, así como en otros
contextos (familia, grupo de pares) (CECFOG, 2001:49).
Esta formulación supone la necesaria relación entre dos partes: por un lado, unas
necesidades de integración que no están cubiertas para una parte de la población; por
el otro, unas respuestas que no están atendiendo a lo que les corresponde por encargo.
Ambas confluyen ineludiblemente en una comunidad que, precisamente, es el lugar
desde el cual se plantean los objetivos que implican a los protagonistas de dicha
situación: La integración, tal y como se ha definido, debe entenderse como un objetivo
compartido por los-as educadores-as de calle y los recursos y contextos en los que
participa el/la menor o joven (CECFOG, 2001:55).
2.3. Destinatarios-as
Menores y jóvenes en situación de riesgo e inadaptación, preferentemente
preadolescentes y adolescentes de 11 a 17 años; Familias de los/as menores y jóvenes;
Recursos comunitarios de educación no formal y culturales, y en general todos aquellos
susceptibles de desarrollar programas educativos dirigidos a menores o jóvenes;
Sistemas de servicios; Comunidad en general (CECFOG, 2001:14).
90
El hecho de que se sitúen los recursos, servicios y la comunidad como destinatarios de
la intervención implica taxativamente que el trabajo ha de ser orientado en ambas
direcciones que, de por sí, resultan difícilmente separables.
Desde un planteamiento integral es cuando se requiere la implicación de la comunidad y
su responsabilización en que tengan lugar los cambios que se valoren necesarios: El
programa centra su atención en el conjunto de recursos comunitarios, locales, públicos
y privados que tienen un carácter educativo no formal o desarrollan programas
educativos, de manera que se favorezca una intervención educativa integral y
coordinada (CECFOG, 2001:59).
De tal manera que con el adjetivo “comunitario” se diferencian dos acepciones de
comunidad -una como destinataria y la otra como protagonista del proceso a desarrollar-
y cómo, en este caso, pueden confluir e integrarse en el proceso comun itario
(Marchioni, 2001).
Al punto que, puede decirse que la comunidad es la destinataria última de nuestra labor
socioeducativa, con el fin de devolver a la misma su papel protagonista en su propia
dinámica y desarrollo (Otaño, 2006:6).
2.4. Metodología
La metodología de intervención está basada en la presencia e intervención en y desde
el medio abierto y en el desarrollo de proyectos educativos individuales, grupales y
comunitarios (CECFOG 2001).
El planteamiento de la intervención socioeducativa con los-as adolescentes y sus
familias se hace teniendo en cuenta los contextos donde desarrollan sus vidas y
analizando la relación interdependiente que existe entre ambas, individuos y sus
contextos. Se busca, con ello, una comprensión más ajustada a la realidad de sus
situaciones.
Frente al esquema de una intervención basada en casuísticas desde la educación
social, la perspectiva comunitaria -presencia e intervención en y desde el medio abierto-
permite observar situaciones coincidentes y/o similares, logrando identificar
necesidades más generales o comunes en la medida que surgen en un mismo territorio
y tiempo. A partir del conocimiento directo de estas situaciones concretas, se tiende a
lograr tener una visión general que va más allá de la suma de estas circunstancias
individuales.
Por su parte, el conjunto de intervenciones individuales y grupales, y su correspondiente
análisis global, complementa la detección de necesidades generales o comunes,
proporcionando una clara orientación a la intervención comunitaria.
La vinculación y retroalimentación entre los diferentes proyectos desde la perspectiva
comunitaria, se produce cuando las acciones comunitarias pasan a formar parte de los
procesos de intervención individuales y grupales que las originaron. Intervención en la
comunidad que, en clave de circularidad, produce nuevos efectos que alimentan otras
acciones que difícilmente se pueden prever en un inicio.
Los proyectos comunitarios se diseñan cuando resulta factible abordar desde el
programa estas necesidades comunitarias detectadas. Con el planteamiento de estos
proyectos se reflexiona con mayor profundidad en la realidad que se quiere atender, se
identifican de manera concreta las necesidades que un momento dado se están
detectando en una comunidad y se proponen las acciones correspondientes que
puedan conducir a favorecer la respuesta que las satisfaga.
91
Proyectos comunitarios (proyectos de tránsito y de sensibilización)
La intervención comunitaria desarrollada por los-as educadores-as de calle contempla:
a) La adaptación de recursos normalizados ya existentes o la creación de
recursos normalizados y adaptados.
b) El desarrollo de proyectos de sensibilización de la comunidad en general o
de determinados subgrupos en particular.
Un elemento metodológico sustancial para el desarrollo de los diferentes proyectos es la
presencia en medio abierto, que en su sentido amplio, significa la presencia en la
comunidad. Esta presencia es necesaria para el desarrollo de cada uno de los
anteriores proyectos pues posibilita la adecuada y ágil detección de necesidades a
todos los niveles y un mayor ajuste de las respuestas que se plantean.
Desde el conocimiento, la cercanía y la implicación con las personas de un territorio, el-
la educador-a se convierte en una figura de referencia que, desde la confianza lograda,
la comunidad en cuestión le permite proponer y desarrollar acciones en las que dicha
comunidad se ve involucrada.
92
de Servicios Sociales actual se regula y ordena mediante la ley 12/2008, de 5 de
diciembre, de servicios sociales.
Este marco legal define un catálogo de prestaciones y servicios en el que la
intervención socioeducativa se incluye dentro de los servicios sociales de atención
primaria. Esta inclusión es resultado de lo que se viene realizando en la práctica desde
hace tiempo en el ámbito municipal y de la consolidación de la actividad profesional
desarrollada por los-as educadores-as sociales.
Esta realidad, así como la presencia de la perspectiva comunitaria en el sistema vasco
de servicios sociales, se presenta en la exposición de motivos de dicha ley de la
siguiente manera:
De este modo, a las funciones propias del trabajo social de los trabajadores y
trabajadoras sociales deben incorporarse las derivadas de los servicios y prestaciones
de carácter socioeducativo ejercidas por los educadores y educadoras sociales que ya
se vienen desarrollando desde hace tiempo, que, junto con los y las anteriores,
conformarían el cuerpo profesional básico del Sistema de Servicios Sociales.
La intervención socioeducativa debe entenderse, en esencia, como elemento clave de
la intervención social desde el enfoque comunitario propuesto, dado su carácter
procesual, que, por definición, supera la tarea asistencial y de derivación, estableciendo
marcos de trabajo educativos relacionales, con la intención de conseguir la mayor
autonomía en el sujeto, la mejora de las condiciones de vida del mismo, la adaptación a
los diferentes contextos de su desarrollo y la superación de sus dificultades.
La formulación de la ley en estos términos supone un evidente reconocimiento de la
perspectiva comunitaria como orientación más adecuada en la intervención social y, en
cierto modo, supone un reconocimiento y refuerzo a quienes hemos venido incluyendo
esta perspectiva en el modelo de intervención.
En esta línea, la oficina de la infancia y la adolescencia de la defensoría del pueblo del
País Vasco, en su informe anual 2013 al parlamento vasco, hace referencia al desarrollo
de esta ley y al carácter comunitario de sus prestaciones y servicios socioeducativos:
Un segundo elemento en el ámbito de los servicios sociales sobre el que deseamos
llamar la atención tiene que ver con el momento actual de estructuración del Sistema
Vasco de Servicios Sociales. Nunca mejor que ahora se dará la oportunidad de definir
las prestaciones y servicios socioeducativos, sobre todo en el ámbito de la atención
primaria, con el carácter comunitario y preventivo que destila la Ley 12/2008 de
servicios sociales (Ararteko, 2014:75).
3. Conclusiones
La presentación del recorrido de los programas de intervención socioeducativa en
medio abierto en Gipuzkoa y de su modelo de intervención, a partir del análisis de la
perspectiva comunitaria, pretende reforzar ésta como elemento clave para la detección
de necesidades y para el ajuste de las respuestas.
Este planteamiento de intervención garantiza que los programas continúen
desarrollando eficazmente el encargo que, como servicio público y para la población, les
fue asignado. Fundamentalmente porque tienen la capacidad de adaptarse tanto a los
cambios que se van dando en la comunidad como, sobre todo, a los relacionados con la
93
obvio (o precisamente por ello), continuamente se corre el riesgo de desvirtuar dichos
servicios en la medida que se incrementa peligrosamente la distancia entre estos y las
necesidades de la población.
Los-as profesionales de la intervención socioeducativa debemos velar para que estas
distancias sean mínimas, en los límites aceptables propios de la diferencia de ritmos
entre los cambios en las necesidades y el reajuste de los servicios a éstas, y que se
mantengan en coherencia con el motivo de su propia existencia.
Los servicios públicos surgen en, con y para la comunidad y, por tanto, su concepción y
organización son fruto de las necesidades de las personas que habitan el territorio de
esa comunidad que mediante la puesta en marcha de acciones comunitarias buscan la
maneras de satisfacerlas (Ander-Egg, 2007).
Desde aquí se plantea la necesidad de mejora en las respuestas de la administración,
que desde una perspectiva comunitaria se reconozca el potencial de la comunidad, y se
favorezca su desarrollo, fomentado y acompañado por los servicios públicos (Otaño,
2011).
Sirva esta experiencia de intervención socioeducativa en medio abierto como ejemplo
para promover, suscitar e invitar a la reflexión sobre la integración de la perspectiva
comunitaria en la administración púbica, en relación sobre todo a los servicios ofrecidos
desde los servicios sociales y especialmente dentro de estos, los de intervención
socioeducativa.
Bibliografia
Ander-Egg, E. (2007): Acción municipal, desarrollo local y trabajo comunitario.
Venezuela: Universidad Bolivariana de Venezuela.
Ararteko (2014): Informe anual al Parlamento Vasco 2013. Informe de la Oficina de la
Infancia y la Adolescencia. Vitoria-Gasteiz: Ararteko.
ASEDES (2007): Documentos profesionalizadores. Barcelona. ASEDES-CGCEES.
Asociación Cultural La Kalle (1995): Educación de calle. Hacia un modelo de
intervención en marginación juvenil. Madrid: Editorial Popular.
Castillo, M. (2004): Medio abierto como espacio y como intervención socioeducativa con
infancia y adolescencia en situación de riesgo social. Educación social, 27.
Barcelona: Fundación Pere Tarrés.
Castillo, M. (2008): Programas socioeducativos en medio abierto y dinamización
comunitaria. Miquel Castillo. RES, Revista de Educación Social, 7.
Blas De, Y. y otros (1989): Pioneros, educación en libertad. Un modelo de intervención
en medio abierto. Madrid: Editorial Popular.
Boevé De, E. y Giraldi, M. (2009): Guía internacional sobre la metodología de la
educación de calle en el mundo. Bruselas: Dynamo International.
94
Llena, A. y Parcerisa, A. (2008): La acción socioeducativa en medio abierto.
Fundamentos para le reflexión y elementos para la práctica. Barcelona: Editorial
Graó.
Otaño, J. (2010): Comparecencia ante la Comisión especial de estudio sobre las nuevas
formas de exclusión social como consecuencia del fuerte incremento del
desempleo. 12 de abril. Madrid: Senado de España.
Otaño, J. (2011). Nuevas formas de exclusión social consecuencia del fuerte incremento
del desempleo. RES, Revista de Educación Social, 14.
Anexo:
95
- No partir de actitudes independientes y autónomas, sino de una línea de trabajo
común y cooperativo, sin ánimo de protagonismo o liderazgo, con todas las
entidades.
- Entrar a trabajar desde las actividades concretas y no desde el “hablar, hablar”;
desde la implicación o no implicación en las actividades que se les propongan o se nos
propongan.
- Respetar las formas de actuar independientes de cada una de las asociaciones.
- Pensar en el beneficio de ellas (porque es el beneficio de la comunidad), y de todas
por igual, sin favoritismos, sin caer en preferencias o imágenes particularistas.
- Contar con su apoyo (locales, dedicación personal,...) y ofrecerles el mismo tipo de
apoyo.
- No imponer nada, sino extraer ideas comunes entre todos/as en la medida de lo
posible, entre técnicos/as y voluntarios/as.
- Devolverles una imagen positiva de la labor que desarrollan en la comunidad.
- Que nos sientan y nos sintamos como un eslabón más de la cadena que constituye
los esfuerzos de la comunidad por superar sus propios problemas y dificultades.
- Servir de enlace entre las diversas entidades, desde la prudencia y el conocimiento
de la realidad comunitaria.
- Hablar clara y llanamente de cada uno/a, de sus actividades y las nuestras, de
los análisis que realizan y realizamos, del conocimiento que tienen y tenemos de las
realidades comunitarias, a través de las relaciones cordiales que se mantienen con
ellos/as.
- Establecer reuniones fijas durante el año con cada una de las asociaciones
para valorar el curso e informar del nuevo.
- Las asociaciones y entidades normalizadas tienen la característica de ser sistemas
cerrados (a la participación de menores y jóvenes en situación de riesgo), a los que
les cuesta flexibilizar su respuesta social. La labor nuestra va dirigida a ir abriendo
ese sistema a través de dar respuestas más acordes a la realidad cambiante que
existe
- Crear espacios para discutir, analizar, reflexionar sobre la comunidad, que
sirvan para aunar esfuerzos que realicemos desde los diferentes ámbitos y que
se acerquen lo más posible a las necesidades de la comunidad.
- Provocar la relación entre los diferentes organismos, entidades,..., desde
nuestra función de mediadores/as sociales.
- Coordinación con otros sistemas de atención a nivel local: Desarrollar la labor
con todos y cada uno de los sistemas (cultura, educación, sanidad, juventud,...), a
través de los/as técnicos/as, desde el respeto a cada espacio y la confianza, con la
visión de que lo importante es la mejora de la vida de la comunidad.
- Partir de que cada espacio tiene sus objetivos concreto s, que hacen que la
intervención sea más firme desde la aportación de cada uno de ellos.
- Es importante que los diferentes ámbitos que intervienen con el/la menor o joven
se informen y acuerden estrategias coherentes dirigidas a mejorar la
situación-problema con la que se enfrentan. Así mismo, es importante que se creen
espacios para reflexionar sobre la intervención y evaluarla conjuntamente.
- Celebrar las reuniones de coordinación en los diferentes centros (escuelas,
centros de salud, departamentos municipales, locales de las asociaciones,...).
96
Jornada sobre intervención comunitaria en los programas de intervención
socioeducativa en medio abierto. Conclusiones (Otaño, 2012).
DIFICULTADES
Sobre la definición de lo comunitario:
ORIENTACIONES DE MEJORA
- Diferenciar entre la actividad comunitaria y el proyecto comunitario: El proyecto
comunitario requiere de un proceso estable y continuado y con permanencia en el
tiempo, que a su vez tenga un impacto (consecuencias) a nivel de comunidad en
general
- Situar lo comunitario desde la lógica del desarrollo metodológico del Programa:
Es decir, desde el desarrollo de los Proyectos Educativos Individuales, Grupales y
Comunitarios, que le dan sentido a cualquier propuesta comunitaria
- Optimizar el conocimiento del “territorio” de los-as educadores-as de calle: A
partir de nuestro modelo metodológico y nuestra presencia “de oficio, en los
espacios en los que están los y las adolescentes, los recursoso y los
servicios, los-as educadores-as de calle disponemos de un alto grado de
información y de presencia en el territorio como agentes comunitarios
- Superar la dicotomía “ofrecer” (servicios sociales) y “pedir” (otros sistemas de
servicios”: Dar el paso hacia Construir juntos, formulando objetivos comunes y
acciones conjuntas desde la corresponsabilidad y compartiendo una visión
comunitaria, superando costumbres e inercias adquiridas que lo dificultan
- Observar la realidad desde la globalidad: Abogar por el carácter transversal de la
intervención socioeducativa sin sectorizar la información que se refiere e la
comunidad
97
- Planificar todas y a cada una de las intervenciones comunitarias en categoría de
proyecto: Asumir el papel promotor y activador de la dinámica comunitaria y
establecer el Plan de avance a partir de una Planificación seria del desarrollo de
cada Proyecto Educativo Comunitario
- Generar espacios de reflexión: Espacios de reflexión tanto a nivel interno del
equipo de atención directa, en los servicios sociales y con otros agentes de los
diferentes recursos y servicios que permitan “crecer” conjuntamente y dar
contenido a lo Educativo, lo Social y lo Comunitario
98
EXPERIENCIAS DE LOS ENCUENTROS DE ESTUDIANTES DEPEDAGOGIA
SOCIAL EN LA UASD: POR UNA PEDAGOGÍA ANIMADA Y
COMPROMETIDA CON LA EDUCACION SOCIAL
1. A modo de introducción
Al haber materializado 15 Encuentros Nacionales de Estudiantes de
Pedagogía Social, planteándose la necesidad permanente de una Pedagogía
animada y comprometida con las diversas acciones de la vida en relación de los seres
humanos, la Escuela de Teoría y Gestión Educativa siente más que satisfecha de
poder realizar esta primera entrega del acumulado experiencial de esta gran actividad
que lleva ya sus 8 años de realizarse, desafiando vientos y mareas en medio de crisis
internas y externas a la Universidad.
99
mucho lo que se debe hacer para poder romper con prejuicios y hacer que nuestros
estudiantes en formación participen animadamente.
Por eso es la ciencia del trabajo social, sin ella solo quedaría en
asistencialismo usado por ciertos políticos para servirse y la pedagogía social
busca el desarrollo de individuos sociales que sean capaces de asegurar su futuro
en reclamo de sus derechos, no del servilismo político, sino con capacidad de
deliberación como lo planteaba el educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos.
Si bien busca la normalización, solo lo hace para que se respeten los derechos
de todos y todas sin importar clases sociales, busca integrar a ciudadanos pero con
capacidad de discernir y colaborar para realizar los cambios necesarios en la cultura
general y sus prácticas. Ya que socialización no es adaptación, sino integración
consciente de su rol en bienestar individual y colectivo. Para ello la pedagogía social
trabaja todos los aspectos de la vida en sociedad, aspectos marginadores como
aspectos que dan felicidad para que el docente oriente adecuadamente los proyectos
de vida de sus alumnos o como líder comunitario de sus participantes vulnerables o
marginados socialmente.
2.1. Vamos a conocer un poco las ideas del fundador del concepto:
100
Habla de Pedagogía social, cuyo concepto significa para él «el econocimiento
fundado en principios de que la educación del individuo, en toda dirección esencial,
está condicionada socialmente, así como, por otra parte, una confirmación
humana de la vida social está fundamentalmente condicionada por una educación
adecuada de los individuos que han de tomar parte en ella. Conforme a esto tiene
también que determinarse el problema último y más comprensivo de la cultura para los
particulares y para todos los particulares. Las condiciones sociales de la cultura, por
tanto, y las condiciones culturales de la vida social: tal es el tema de esta ciencia» (o. c.
106). Dentro de las prácticas culturales, su análisis y su crítica que se encuentran sus
contenidos reales y su vivencia, por ello desde diversas formas de reflexión se puede
hacer que haya empoderamiento en el futuro docente de una moral real.
101
Hemos concebido desde la Cátedra estos
Encuentros con los estudiantes de la
asignatura de pedagogía social de todos los
centros regionales de la UASD , donde los
docentes se motiven a participar, como un
medio de integrar a nuestros estudiantes ,
futuros docentes que se encuentran de
término para que logren ser los
animadores socioculturales
comprometidos capaces de realizar las acciones necesarias para con la
comunidad, la naturaleza y la profesión que deberá ejercer con responsabilidad
social en cualquier área o carrera que estudie. Este se constituye en una
práctica real de lo que debe hacer un lider sociocultural para una sociedad
educadora.
Propósitos
102
3. Intercambiar experiencias para el trabajo
docente comprometido con la educación.
4. Aplicar técnicas de animación grupal que
incentiven el conocimiento, la alegría y la unidad de
integración, recreación, concientización y
solidaridad grupal. Harán dramas, pantomimas,
canciones, reflexiones, poesías, dinámicas de grupos,
canciones al pedagogo social y sus acciones en
favor de la sociedad y el desarrollo de los talentos
entre los seres humanos.
El programa y su contenido
El programa se elabora a partir de las actividades que cada centro
con sus estudiantes prepara para compartir según el tema elegido por todos
y todas. Es un programa que se ejecuta en un 90% con acciones de los y las
estudiantes de los distintos centros orientados y supervisados por sus
docentes
coordinadores-as.
104
16to. Encuentro de estudiantes de pedagogía social, por una
Pedagogia comprometida con el fomento de valores para la convivencia
social efectiva. Hato Mayor. 2014=1. Coordina Pedro Pablo Santos.
Podemos ver que se han trabajado de forma sistemática todas las áreas y
funciones de la pedagogía social con lo cual hemos amplificado los efectos de
la asignatura y se han motivado tanto los estudiantes que luego de graduarse se
han conformado como estudiantes egresados para seguir colaborando y
participando en el evento.
Por ello se han logrado ya 16 eventos sin mucho trauma, haciendo brillar
a la Escuela sin mucho esfuerzo de su parte. Pero ante la suspicacia creada por
algunos por la forma en que se lograba generar el evento, se elaboró una
propuesta de colaboración entre Universidad y estudiantes.
6. La evaluación de la actividad
Las actividades como parte de las estrategias docentes son evaluadas
porque forman parte del aprovechamiento escolar. La evaluación en los tiempos
actuales podemos distribuirla de manera que permita hacer crecer a los
estudiantes que formamos y mas los nuestros que serán futuros
educadores/as de un sistema que valora esto. Por ello cada profesor -a
coordinador-a decide como evalúa la participación de su grupo en la actividad y eso
es independiente de cada profesor, porque me gusta la democracia y la justicia.
Además de la evaluación personal de cada profesor, también se fomenta la
106
evaluación entre los grupos para recoger sus inquietudes, su apreciación, su
autoevaluación individual y grupal, así como el reconocer los líderes surgidos en
cada sección y sus sugerencias para los otros eventos.
Aquí les muestro los protagonistas de estas actividades que de una manera
entregada se han dedicado a orientar adecuadamente a sus estudiantes al mismo
tiempo que se realiza el semestre en cómo participar con calidad en ese
importante evento educativo que genera tantas vivencias y relaciones. Siempre
respetando la creatividad de sus grupos. Unos son organizadores-as, otros son
colaboradores-as y otros son invitados especiales al evento.
107
8. ¿Có mo ha sido l a pa rti cipa cion estudiantil en el evento?
108
EDUCACIÓN SOCIAL EN EL ÁMBITO PENITENCIARIO
(Coords.)
109
EL TRATAMIENTO PENITENCIARIO DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO.
EL CASO DE LAS EXTRANJERAS
Resumen
1. Introducción
Es este el caso del modelo seguido por los profesionales del Centro
Penitenciario de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), centrado en las características y
peculiaridades de las mujeres que conviven en sus instalaciones. Su modelo de
intervención se define como un proceso a largo plazo de logros consolidables, es
decir, que avanza desde un cierto grado de dependencia hasta la plena autonomía
personal. Lo que tratan es de combinar programas de formación, de intervención
personal y de servicios sociales que permitan a estas mujeres una mejora en sus
capacidades personales, y les ayuden a ejercer plenamente sus derechos de
ciudadanía (Yagüe, 2007).
Claro está que todas estas peculiaridades deben ser tenidas en cuenta de
cara el diseño de una intervención enmarcada en el modelo educativo-comunitario,
pero más aún, como veremos, si añadimos las particularidades de las reclusas
procedentes de países extranjeros.
Así mismo, podemos diferenciar entre las mujeres inmigrantes que residían
en el país antes de ser encarceladas y aquellas que no residían antes de tener
contacto con el sistema policial, penal y penitenciario. Lógicamente, las primeras
113
cuentan con un proyecto migratorio determinado que debemos considerar a la hora
de diseñar la posible intervención.
Trabajo remunerado: El trabajo que desarrollan las internas tanto dentro del
centro como en el exterior, se considera, por parte de la Administración,
como un Programa de Tratamiento específico.
Con este panorama de fondo sólo podemos insistir en que existen razones
más que suficientes para hacer hincapié en la intervención penitenciaria con este
colectivo siguiendo las Reglas Penitenciarias Europeas, las recomendaciones del
Consejo de Europa o el propio Reglamento Penitenciario. Sin embargo, creemos
que ha quedado suficientemente claro que, hasta el momento, las premisas
recogidas en la normativa no se han materializado en iniciativas que consideren las
variables género y procedencia.
4. Conclusiones
115
De todos modos, son muchos los factores a tener en cuenta de cara a
desarrollar determinado tipo de tratamiento; en este caso, además de aquellas
características que puedan coincidir con las mujeres nacionales, debemos
considerar el área de procedencia, el hecho de vivir o no en España con
anterioridad, o su perfil criminológico, entre otros aspectos.
116
Garrido, V. y Martínez, M.D. (1998). Educación Social para Delincuentes.
Valencia:Tirant Lo Blanch.
Lorenzo, M.; Aroca, C.; y Alba, J.L. (2013) La pedagogía penitenciaria en España:
luces y sombras, Revista de Educación, 360, 119-139.
117
¿POR QUÉ LA MÚSICA PUEDE SER LA BASE PARA UN PROGRAMA DE
COMPETENCIA SOCIAL EN LOS CENTROS PENITENCIARIOS?
Resumen
1. Introducción
- Psicoacústica.
119
auditivo, tacto, plexo solar y por los receptores articulares y musculares. Cuando
percibimos un sonido, se ponen en marcha ciertos mecanismos, químicos y
bioeléctricos a lo largo del tímpano, oído medio, cóclea, nervio auditivo, tronco
cerebral, tálamo y diversas regiones corticales que concluyen en el
reconocimiento de los dichos sonidos y su significado emocional (Jauset, 2008).
Las neuroimágenes nos permiten ver cómo se activan las distintas zonas del
cerebro ante la percepción de diversos estímulos. Así, cuando escuchamos una
canción, las zonas del cerebro que rigen la escucha consumen más glucosa,
reciben más oxígeno y la sangre oxigenada provoca una alteración magnética que
es percibida por el detector de resonancia magnética, ofreciendo visualización
de su comportamiento (Pérez, 2006).
120
Para comprender la función que la música tiene en la vida del ser humano
debemos hacer referencia a la diferenciación y relación que establece Willems
(2001) entre cada uno de los elementos que componen la música con los que
componen la vida humana: vida fisiológica y ritmo; vida afectiva y melodía; vida
mental y harmonía. Así, siguiendo a Lecourt (2005) podemos enumerar las
razones por las cuales consideramos la música como una de las experiencias
estéticas más influyentes en la vida del individuo:
Por otra parte debemos tener en cuenta que el objetivo general del
modelo de intervención pedagógica es crear conductas prosociales para evitar la
reincidencia y lograr la integración social del delincuente. Podemos desglosar
este objetivo general en dos objetivos específicos (Aroca, 2010):
121
delincuente es a través de la educación directa y sistemática de habilidades,
actitudes y valores que le permitan tener una vida más eficaz frente al
comportamiento antisocial. Este modelo fue adaptado y traducido para la
población española por Ross, Fabiano, Garrido y Gómez (1996) denominándolo
“Programa de Pensamiento Prosocial. Una guía para la prevención y tratamiento de
la delincuencia y la drogodependencia”. El programa lo conforman un conjunto de
técnicas cognitivas empleadas en programas institucionales eficaces en el
tratamiento con delincuente (ver Redondo et al., 1990; Ross, Fabiano y Garrido,
1990; Ross, 1992) distribuidas en nueve módulos. Cada módulo comprende un
número determinado de sesiones que abarcan una de las subhabilidades
específicas corresponsales al área cognitivo general que se trata en cada uno de
ellos.
123
o Mejora de los valores. La música como parte fundamental de una cultura y
como componente característico de un pueblo logra desarrollar valores que
van más allá de situaciones concretas, ayudando a comprender las normas
sociales establecidas, las leyes, la justicia, etcétera.
4. A modo de resumen.
5. Referencias bibliográficas.
125
Garrido, V., Stangeland, P. y Redondo, S. (2006). Principios de Criminología (3ª ed.).
Valencia: Tirant lo Blanch.
Gold, C. et al. (2013). Music Therapy for Prisoners: Pilot Randomised Controlled Trial
and Implications for Evaluating Psychosocial Interventions. Internal Journal of
offender therapy and comparative criminology, 57(1), 45-60.
Loewy, J. V. (1997). Musictherapy and pediatric pain. New Jersey: Jeffrey Books.
Ross, R. R., Fabiano, E., Garrido, V. y Gómez, A. (1996). Programa “El pensamiento
Prosocial”. Una guía de trabajo para la prevención y el tratamiento de la
delincuencia y la drogodependencia. Valencia: Cristóbal Serrano Villalba.
126
Ross, R., Fabiano, E. y Garrido, V. (1990). El pensamiento prosocial. El modelo
cognitivo para la prevención y tratamiento de la delincuencia. Monográficos de
la revista Delincuencia, 1(3), 63-98.
Tuastad, L. y O´grady, L. (2013). Music therapy inside and outside prison A freedom
–
127
SALUD MENTAL Y PRISIÓN: ATENCIÓN EDUCATIVA Y OCUPACIONAL PARA LAS
PERSONAS CON ENFERMEDAD MENTAL TRAS LA EXCARCELACIÓN. UN MEDIO
DE REINSERCIÓN Y AUTONOMÍA PERSONAL
Resumen
1. Introducción
Cuando una autoridad pública dicta una sentencia que implica el internamiento
penitenciario, el sujeto involucrado no solo perderá su libertad, sino que deberá
adaptarse a un contexto totalmente distinto al imperante en la sociedad normalizada.
Los estudios reciente sobre enfermedad mental y prisión, parecen confirmar que
la prevalencia de esta realidad se está incrementando. Aunque también se ha
demostrado que “la relación entre enfermedad mental y violencia es poco significativa.
Solamente la asociación con abuso de tóxicos, acontecimientos vitales estresantes y
antecedentes violentos, hace que una determinada patología mental supere la
probabilidad media de cometer un delito violento (RESP, 2012, 38)
Falta de control sobre su propia vida que genera la imposibilidad de decidir sobre
la evolución de sus circunstancias
Por otro lado, un estudio realizado por los profesores Runte- Gidel, Girela, López,
Ruíz y Torres-González, sobre salud mental y las medidas coercitivas en entornos
penitenciarios, establecen varios aspectos que resultan importantes para comprender la
realidad penitenciaria de este colectivo (Runte- Gidel, Girela, López, Ruíz y Torres-
González, 2014, 6)
130
prisiones, sean capaces de proporcionar los medios necesarios para asegurar una
atención eficiente y adaptada a las necesidades de un colectivo especialmente
vulnerable. Si el Estado, a través de sus instrumentos legales, se ha encargado de privar
de libertad a un sujeto, tiene la responsabilidad de que su estancia en prisión, no
suponga un problema añadido a la ya difícil situación que implica convivir ajeno a la
sociedad normalizada.
Los internos que presentan un trastorno mental grave y crónico, suelen estar
conviviendo en módulos clínicos como el de enfermería, debido a que su situación
personal y la cantidad de reclusos que conforman nuestras prisiones, hace que sean
considerados “ un peligro” tanto para la institución como para ellos mismos.
No debemos olvidar que la prisión no es el lugar adecuado para que una persona
con discapacidad en general y con enfermedad mental en particular cumpla una sanción
legal. Por ello, cuando sea posible y la gravedad del delito lo permita, se deben poner los
medios adecuados para ofrecer alternativas viables, dirigidas a un colectivo con
necesidades específicas, ya que la privación de libertad puede generar consecuencias
irreparables en su estado psicopatológico.
Además, todo ello solo puede ser conseguido si los encargados de legislar y
aplicar las normas sociales imperantes, cuentan con mayor información que permita una
131
sensibilización generalizada, donde la aplicación de mecanismos de protección
especializados, permitirán asegurar el respeto a los derechos individuales de este
colectivo.
Una vez percibida la influencia que la prisión tiene sobre el bienestar psicológico
del interno y las dificultades que presentan las personas con enfermedad mental que se
encuentran cumpliendo condena en un centro penitenciario, no debemos olvidar que la
excarcelación será el momento donde poder comprobar si la privación de libertad ha
tenido las consecuencias reinsertadoras pretendidas.
132
descanso y sueño, educación, trabajo, juego, ocio y tiempo libre y participación social.
Cuando una persona tiene una enfermedad mental grave y/o duradera puede
necesitar apoyos en muchas de estas áreas para poder llevar una vida independiente y
autónoma. En el caso de las personas con enfermedad mental, cuando recuperan su
estado legal de libertad, esta necesidad de apoyo puede verse incrementada ya que su
dependencia para la realización de las actividades cotidianas puede ser muy alta.
Actividades básicas de la vida diaria. Esta área hace referencia a todas aquellas
actividades que se encuentran relacionadas con el cuidado del propio cuerpo:
bañarse, vestirse, comer....
Cuando la persona sale a la calle, sin ese control externo de los aspectos más
básicos de la vida cotidiana, puede verse desorientada y no conseguir establecer las
rutinas más básicas de alimentación y sueño, importantísimas si, además, queremos
conseguir un buen pronóstico y control de la enfermedad mental.
Por otro lado, desde el entorno penitenciario se ofrecen los productos necesarios
para mantener las actividades básicas de la vida diaria. Ahora, cuando la persona se
encuentra libre, ¿tiene dinero para poder comprar los útiles necesarios para el aseo?;
¿cómo mantiene una alimentación adecuada?...
Quizá esta área, es una de las más presentes dentro de la prisión pues la
posibilidad de realizar acciones formativas suele estar al alcance de la mayoría de los
reclusos. Pero, ¿las personas con enfermedad mental pueden acceder a estas
iniciativas?, ¿existen posibilidades de educación para aquellas personas que necesitan
más apoyos?
Trabajo. Es definido por la AOTA en su último marco de trabajo (2010), como las
actividades necesarias para participar en un empleo remunerado o en
actividades de voluntariado. Es decir hablamos de que la persona pueda conocer
133
sus intereses, tenga oportunidad de buscar y adquirir un empleo o participar en
un voluntariado y además, sin olvidarnos de la posibilidad de tener un buen
rendimiento en el trabajo.
“La relación entre exclusión socioeconómica y población reclusa parece ser una
constante dentro y fuera de nuestro país, en la actualidad y en el pasado” (Pereda, Actis
y Prada, 2001). Esta información contrasta con aquellas investigaciones que afirman que
uno de los pronósticos que aseguran una mejor reinserción de la persona que ha estado
presa en la sociedad es el de que pueda desempeñar el rol de trabajador. Sería
conveniente continuar desarrollando y mejorando aquellas políticas que fomentan y
promueven actividades laborales dentro del entorno penitenciario.
Ocio y tiempo libre. Entendemos como actividad de ocio una actividad “no
obligatoria que está intrínsecamente motivada y en la cual se participa durante un
tiempo discrecional o libre, es decir, un tiempo no comprometido con
ocupaciones obligatorias tales como trabajo, cuidado propio o dormir” (Parman y
Fazio, 1997, 250).
Participación social. Quizá este es uno de las áreas más afectadas al salir de la
prisión Como describen los terapeutas ocupacionales Emeric y Martín “por su
misma naturaleza, el encarcelamiento consiste en una exclusión de la relación y
la vida social que la persona ha conocido hasta entonces” (Emeric y Martín,
2013, 4)
Ya sabemos que todas las minorías están en mayor riesgo de excusión social. A
nivel general el identificarte como “ex-preso” añade un incremento de riesgo de padecer
excusión social al ya existente como persona con enfermedad mental.
134
Para conseguir esta integración en la comunidad, los profesionales hemos de
tener presentes que la vida de las personas no se reduce al tiempo que han
permanecido en prisión ya que cuentan con una historia vital que debería suponer el
desarrollo de un proyecto personal con los suficientes apoyos para no volver a delinquir
así como para conservar su salud a todos los niveles.
4. Conclusiones
Por último, no queremos finalizar este apartado sin hacer unas pequeñas
recomendaciones que pensamos que pueden favorecer el proceso reinsertador de las
personas con enfermedad mental dentro de prisión y donde la voluntad y un mayor
esfuerzo para asegurar su integración, son los únicos requisitos para su puesta en
práctica.
Resulta necesario una mayor coordinación entre los Centros de Salud Mental y
los profesionales psiquiátricos que atienden al recluso. Muchos de los sujetos
que acceden a prisión, ya estaba siendo tratados en el exterior, por ello, un
trabajo reciproco entre ambos entornos puede generar un tratamiento más
adaptado a las necesidades del interno.
Resulta fundamental, asegurar que los internos que sufren alguna alteración
mental, puedan desarrollar su autonomía. Por ello, módulos como el de respeto
basados en la autogestión, donde a su vez, los niveles de estrés y ansiedad son
menores, pueden ser una alternativa viable para los reclusos menos cronificados
y que a su vez, les permitirá mantener un mayor control de su propia vida.
Además, no debemos olvidar que existe una red pública de atención social a
personas con enfermedad metal. Su acceso, es a través de la red pública sanitaria
encargada de su atención médica y pone a disposición del sujeto un conjunto de
recursos ( Centros de Rehabilitación Psicosocial, Centros de Día, Residencias, Centros
de Rehabilitación Laboral) para conseguir atender sus dificultades sociales, mejorando
su autonomía y calidad de vida.
5. Referencias bibliográficas
Arroyo Cobo, J.M. ( 2011). Estrategias asistenciales de los problemas de salud mental
en el medio penitenciario, el caso español en el contexto europeo. Revista
Española de Sanidad Penitenciaria. 13, 100-111.
Ávila Álvarez A., Martínez Piédrola R., Matilla Mora R., Máximo Bocanegra M, Méndez
Méndez B., y Talavera Valverde M.A. (2010). Marco de trabajo para la práctica
de la Terapia Ocupacional: Dominio y proceso. Recuperado de:
http://www.terapia-ocupacional.com/aota2010esp.pdf
Christiansen, C.H. y Townsend, E.A. (2004). Introduction to occupation: The art ans
science of living. Upper Saddle River, NJ: Prentice Hall.
136
Echeverri Vera, J.A. ( 2010). La prisionalización, sus efectos psicológicos y su
evaluación. Revista de la facultad de piscología Universidad Cooperativa de
Colombia. 6 (11), 158-166.
Parman, L.D, y Fazio, L.S. (1997). Play in occupational therapy for children. St. Louis,
MO: Mosby.
Pereda C., Actis W., y Prada M.A. ( 2001). Inserción laboral de la población reclusa en la
Comunidad de Madrid.. Madrid: Colectivo IOE Intervención Sociológica.
Runte-Geidel, A., Girela, E., López, A., Ruiz, A. y Torres-González, F. ( 2014). Estudio
de las medidas coercitivas en centros penitenciarios y hospitales psiquiátricos
penitenciarios: opiniones de internos y profesionales. Revista Española de
Sanidad Penitenciaria. 16, 3-10.
137
¿PUEDE EXISTIR UN CAMBIO DESEABLE EN LAS PERSONAS RECLUSAS?
Resumen
Abstract:
138
forgiveness and personal change. In addition, the most of the sentiments are expressed
directly to the victim´s family, so that explains the importance of programs of
mediation between victims and convicted. Significantly, these feelings are also
directed to the family,friends and religion. Highlighting the significance of protective
factors that take into account the strengths of the inmates. Therefore, the development
and maintenance of external links as elements that minimize the negative
consequences of prolonged detention in prison.
1. Objetivos
2. Contenidos principales
1. Los presos manifiestan sentimientos hacia las víctimas y las familias, siendo
frecuente encontrar el perdón y el arrepentimiento en sus últimas
declaraciones. De esta forma se invalida la visión ontológica del odio del preso.
2. Muchos de los sujetos afirman en sus declaraciones que son otra persona
distinta de cuando cometieron el delito.Para la presente investigación, las
139
conclusiones anteriores han sido tomadas como punto de partida para investigar
el presunto cambio deseable de los sujetos que van a ser ejecutados. Para
comprender el objeto de estudio hay que atender el significado de “cambio
deseable, comprendiéndose como aquellos conocimientos, conductas y actitudes
que, siendo moralmente irreprochables, contribuyen a la mejora del sujeto
(Esteve, 2010).
140
del proyecto de vida, pérdida de vínculos personales, alteraciones de la afectividad y
la sexualidad, en el nivel distorsiones afectivas, emocionales, cognitivas y
perceptivas, entre otras. (Moreno, 2004; Valverde, 1997; De Castro, 2005;).
Ante este panorama de perjuicio del estado biofísico y psicosocial de los internos,
la Educación Social ofrece la posibilidad de favorecer la reeducación, reins erción
sociolaboral y la socialización del individuo a su comunidad. (Del Pozo y Mavrou,
2010. Citado en Del Pozo y Añaños-Bedriñana, 2012), y contribuir desde la
intervención penitenciaria en el desarrollo armónico de los delincuentes para lograr el
cambio deseable.
141
3. Metodología
Podrían existir posturas que, por el contrario, afirmen que estas declaraciones
no tienen valor, puesto que el recluso en sus últimas palabras puede intentar, “limpiar su
imagen” o, representar una imagen externa que sea incoherente con su forma de ser.
Sin embargo, debido a la gran variedad de discursos encontrados y, a las razones
anteriormente mencionadas, se han tomado estos discursos como verdaderos.
STAFF:*sorry|*forgive|*forgave|*forgiven|*apoligize|*apology|*forgiveness|*beg|*forgive
s|*forgiving|*did|*remorse|*victims|*victim|*family|*families|*thanks|*thank|*love|*hope|*
peace|*loved|*regret|*bitter|*bitterness|*crime|*please|*blames
STAFF:*change|*changed|*same|*different|*turn|*convert|*able|*vary|*did|*other|*past|*
fix|*fixed|*was|*kid|*child|*children|*adult|*time|*experience|*learn|*learned|*teach|*teac
hed|*back|*mistake|*sins|*over|*forward|*should|*would
142
4. Resultados
Cambio por
desarrollo
madurativo
Manifestación
explícita
Cambio por
creencias
religiosas A la familia de la
víctima
Manifestación no
Piden perdón
explícita
A todos por sus
ofensas
Arrepentimiento
y culpa
A Dios/Alá
143
Resulta significativo que sea el mismo recluso, el que reconociendo los actos,
afirme ser una persona distinta de la que era en el pasado -465 (Esta cifra
corresponde al número de la ejecución que se puede encontrar en la siguiente página
web junto a la declaración del recluso. El siguiente enlace corresponde al
Departamento de Justicia Criminal de Texas:
https://www.tdcj.state.tx.us/stat/drexecutedoffenders.html): “(...) I am not the same
person that I used to be, that person is dead (...)”-. En este tipo de discursos donde los
reclusos afirman “ser otra persona”, se pueden encontrar distintas causas del cambio.
Algunos discursos argumentan el cambio por el paso del tiempo -204: “(...) I am not
the same person as I was 24 years ago (...)”-. En otros discursos la causa se arguye
por un cambio evolutivo/madurativo en ellos, debido a la idea de aprendizaje continuo
afirmando que la vida se basa en experiencias, -469: “(...) Everyone changes, right?
Life is about experience and people change (...)”-. Las experiencias y las vivencias
como argumentos de cambio se basan en la potencialidad de la educabilidad.
Recordemos que la educabilidad dispone de una ductilidad y plasticidad que nos
permite educarnos durante el proceso vital (Fermoso, 1981), siendo comprensible que
muchos de los sujetos afirmen, por tanto, que ya no son la misma la persona de
cuando cometieron el delito, justificado o por el paso del tiempo, o porque han
aprendido durante el proceso vital debido a la experiencia.
144
decisions affect everybody. (...)”-.
145
las acciones realizadas, comprender el dolor y el sufrimiento causado y orientar una
reinserción exitosa. Aunque no son nuestras intenciones realizar un análisis
cuantitativo en este estudio, podemos afirmar que el perdón dirigido a la familia de la
víctima se encuentra de forma significativamente mayoritaria, en aquellas expresiones
que contienen la palabra “dolor”, sentimientos de perdón dirigidos a las familias de las
víctimas, conectado en algunas ocasiones, aunque de forma minoritaria, con el perdón
por el dolor a su propia familia.
quebrantados”
Figura 2: Cuadro ilustrativo de tipo de culpa y causa que la mueve. Elaboración propia.
to extend to them the same apology for the pain and misery that I have put them
through También se distinguen otros perdones, menos frecuentes, dirigidos a sus
(...) ”.
146
estresantes cumpliendo la familia una función psicosocial de apoyo (Ruiz, 1999).
CENTRACIÓN
DESCENTRACIÓN
147
la familia de la víctima.
Cuando el sujeto se refiere a perdonar a los verdugos, aunque sea a través del
perdón religioso, entendemos que el sujeto entiende la postura del sistema y
comprende que los trabajadores del corredor de la muerte están haciendo su trabajo.
Por regla general, las declaraciones de los sujetos no sólo hacen mención, a
una sola de las categorías estudiadas. Consideramos que en la medida que
todas las categorías expuestas se acumulan, los reclusos presentarían mayor
nivel de descentración, exceptuando la categoría de “perdón religioso para él”.
Algo característico entre los discursos que han sido estudiados, es la realización
de “discursos hechos” o discursos elaborados de manera propia y personal. En el
primer caso, la totalidad de los “discursos hechos” la componen la utilización de
textos bíblicos. -221: “(...) Give this day your daily bread and forgive us our trespasses
as we forgive those who trespass against us (...).”-. En el segundo caso, los reclusos
utilizan el discurso hablado y elaborado por ellos mismos para manifestar su
arrepentimiento, incluso en el caso del perdón religioso -142: “(...) I would like to ask
the Lord Jesus Christ for forgiveness and say that in spite of my circumstances, I
have been blessed by Him (...)”-.
5. Conclusiones
5. Teniendo en cuenta que los distintos tipos de perdón podrían suponer una
capacidad de centración/descentración más o menos desarrollada, se podría
interpretar que aquellas personas que “acumulan” más de un tipo de perdón (a
excepción del perdón religioso para él) poseen mayor sensibilidad para entender el
dolor ajeno y comprender las consecuencias de sus acciones.
7. Consideramos que a través del análisis del perdón de los delincuentes, sería
positivo establecer proactivamente políticas de mediación con las víctimas, no sólo
en casos de terrorismo y con la finalidad de obtener beneficios penitenciarios (art.
90 C.P.), sino también para tener en cuenta la naturaleza de sus actitudes
relacionadas con el perdón, la culpa y el arrepentimiento, para acometer el
tratamiento educativo de la forma más precisa y coherente.
8. Aunque no han sido analizadas de manera rigurosa las “causas” del perdón,
culpa o arrepentimiento, nos atrevemos a afirmar que no parecen ser siempre las
mismas. Si bien el hecho es siempre “redimir el delito”.
6. Referencias bibliográficas
Echeburúa, E. (2013). El valor psicológico del perdón en las víctimas y los ofensores.
Eguzkilore. (27). 65-72.
Romero, Jesús. Ante el abismo. Análisis de las últimas declaraciones de los presos
ejecutados en Texas. En: XI Congreso Español de Sociología. (2013). GT-14
Sociología Criminal y Jurídica. Universidad Complutense de Madrid. Madrid.
Zimbardo, P. (2007). The Lucifer Effect: Understanding How Good People Turn Evil,
New York: Random House.
150
FORMAÇÃO COMO FORMA DE REEDUCAÇAO EM SISTEMA DE INTERNAMENTO
PENITENCIARIO
Martínez, Joäo
Centrode estudos interdisciplinares em educação e desenvolvimento (CEIED)
martinezjoao@hotmail.com
Resumo
151
aprendizagens efectivas e desta forma o desenvolvimento pessoal e social, provocando
alterações nos comportamentos tendo em vista uma “reeducação” e formação profissional
numa perspectiva de reintegração social e inclusão.
1. Introdução
Este texto pela envolvência problemática institucional que encerra não será totalmente
descrito, remetendo na sua apresentação informações não em profundidade mas de forma
sucinta, garantindo contudo a divulgação da organização da estrutura de processos e de
resultados. Assim será referenciada a metodologia utilizada e a apresentação dos
resultados que sustentam as conclusões, uma vez que estas foram comprovadas tendo em
conta os resultados imediatos e de longo prazo apurados, confirmando desta forma a
concretização das finalidades da investigação ao pretender estudar e determinar as didácticas
que produzem aprendizagens efectivas e neste sentido, apresentar conclusões reais porquanto
se baseiam em resultados com efeitos comportamentais que perduram no tempo, confirmando
a sua adaptação permanente em relação aos efeitos de personalidade e de inclusão na
sociedade.
2. Metodologia
A prática do exercício físico e do desporto permitirá ainda no caso dos mais jovens,
através do exercício e do treino, abrir mais uma oportunidade de concretização profissional em
áreas desportivas como praticante de alto rendimento.
- Planeamento
- Execução
154
- Avaliação
- primeiros socorros
- higiene e saúde
- anatomofisiologia
- portugués
- matemática
- Cognitivo
- Afectivo
- Psicomotor
DOMÍNIOS
afectivo cognitivo psicomotor
atenção conhecimento movimentos reflexos
resposta aplicação movimentos básicos
valorização analise movimentos perceptivos
organização síntese capacidades motoras
caracterização avaliação comunicação não
discursiva
156
As taxonomias dos objectivos pedagógicos assumem uma importância relativamente
ao desenvolvimento do aluno/formando na medida em que englobam as metas e objectivos
propostos no processo de aprendizagem.
Domínio cognitivo
~ Conhecimento
Descrição:
Objectivos gerais:
~ Aplicação
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
157
~ Síntese
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
• Avaliação
Descrição:
Capacidade de julgar (os juízos têm de ser baseados em critérios bem definidos),
podendo estes estar pré-definidos ou internos, sendo o aluno a determinar esses
critérios. As metas de aprendizagem são nesta área as mais altas no domínio
cognitivo.
Objectivos gerais:
Atenção
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos
158
Resposta
Descrição:
Objectivos gerais:
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
Diferencia, explica, inicia, trabalha, não se distrai nem sai fora da tarefa.
• Organização
Descrição:
Objectivos gerais:
159
Caracterização
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
Domínio psico-motor
Movimentos reflexos
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
Reage, agarra,
chuta.
Movimentos básicos
Descrição:
Objectivos gerais:
160
Comportamentos:
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
Executa, esquiva, move-se, pára, carrega, eleva, empurra, aguenta, levanta, corre,
exercita, segura, salta.
~Comunicação não discursiva
Descrição:
Objectivos gerais:
Comportamentos:
161
O planeamento obedecendo a uma previsão racional de todas as actividades a
desenvolver, estrutura o curso de forma que as horas reservadas para a sua
concretização apresentem o máximo aproveitamento, tendo em conta o
enquadramento obrigatório a que está sujeito pela particularidade do contexto em que está
inserido. O planeamento de acordo com o modelo de ecossistema pedagógico prevê o
processo em dois momentos, sendo um relativo a cada unidade curricular e outro
articulando globalmente todas as disciplinas e trabalhos que professores e alunos devem
realizar durante o período lectivo, em função dos objectivos do programa, implicando
efectivamente a cooperação entre os professores das diferentes disciplinas e áreas do saber.
c) Graduação cronológica.
d) Divisão dos conteúdos em unidades didácticas de acordo com o
calendário, tendo em conta:
A prática das actividades físicas e desportivas como uma das poucas variáveis
existentes no grupo, permite através de propostas de tarefas motivantes que os
formandos assumam um sentimento de interesse, concentração e esforço que
possibilite pelo empenhamento a repercussão para outras tarefas que lhes são
propostas, mantendo os mesmos índices de entrega e dessa forma o desenvolvimento pessoal
e profissional no âmbito dos objectivos preconizados.
162
mau mediocr ins/suf suficiente bom mto bom
0a5 6e
a8 9 a 10 11 a 13 14 a 16 17 a 20
Amostra
Processos
típicos)
Entrevistas individuais
tarefa:
formando Domínios
nome psicomotor afectivo cognitivo
refl bas prc cpm disc atc res val org cart con apl anal sint av
p p z h
164
No final atribuiu-se uma avaliação geral em termos qualitativos que permitiu classificar
os desempenhos finais dos formandos em conformidade com as categorias de valoração
estipulada e atribuída a certificação de monitor desportivo de acordo com a aquisição dos
objectivos propostos. A nota de aprovação do curso implicava ter adquirido nota media
positiva em todos os domínios, sendo atribuída a classificação final de Suficiente, Bom ou
Muito Bom.
165
16
15,5
15
14,5
14
13,5
13
amostra formação precaria condicional externa
4. Principais resultados
O gráfico anterior representa a evolução dos resultados que se verificou ao longo do projecto do
curso, constatando-se que dos 16 formandos/reclusos universo da amostra, a totalid ade
alcançou avaliação intermédia positiva, com correspondência idêntica à avaliação interna do
sistema penitenciário, dando origem ao processo externo misto de adequação à liberdade,
verificando-se todos usufruírem da situação de precária. Cont udo e relativamente à avaliação
166
de médio p razo, correspondendo ao final do curso, constata-se que 14 usufruíram do
sistema de liberdade condicional e dois não cumprindo com os requisitos exigidos não foram
reconhecidos como estando em condições de usufruir dessa condição.
No que se refere aos 14 elementos reconhecidos como tendo alcançado os objectivos propostos,
constata- se após efectuada avaliação de longo prazo que mantêm os índices de adapt
ação previstos, apesar de se desconhece a situação actual de 3 desses elementos.
5. Considerações finais
Tendo este texto o objectivo de apresentar algumas das conclusões parciais do estudo,
poderemo s afirmar ter ficado demonstrado que relativamente aos objectivos propostos
especificamente, confirmam que o modelo pedagógico de ecossistema utilizado e a
técnica de didáctica emocional cumpriram a missão efectiva de reeducação e
adaptação dos reclusos à sociedade e à vida em liberdade no cumprimento das
normas estabelecidas. Comprovando-se que o curso abreviou a permanência no sistema de
internato penitenciário de forma consistente, adquirindo os formandos a preparação para voltar à
liberdade de forma definitiva, em resultado das aprendizagens efectuadas de forma efectiva.
6. Referencias bibliográficas
167
Bogdan, R. C. & Biklen, S. K. (1994). Investigação Qualitativa em Educação. Uma
introdução à teoria e aos métodos. Porto: Porto Editora.
Goleman, D. (2006). Inteligência emocional. Sant Vicenç dels Horts: Printer Industria Gráfica
Newco S.L.
LeDoux, J., 1992. Emotion and the Limbic System Concept, concepts in neuroscience 2.
Patton, M. (1990). Qualitative Evaluation and research Methods. Newbury Park, Calif:
Sage.
Piaget, J. (1964). Judgment and Reasoning in the Child. Paterson N. J.: Littlefield
Adams.
Piéron. M., (1992). Pédagogie des activités physiques et du sport. Editions Revue E.P.S.
Paris
168
REINSERCIÓN POSIBLE MEDIANTE LA EDUCACIÓN.
LA FORMACIÓN DE PROFESIONALES EN ESPACIOS PENITENCIARIOS.
Resumen
El convenio suscrito por la UABC, durante la gestión rectoral del Dr. Gabriel
Estrella Valenzuela y el Secretario de Seguridad Pública, Lic. Daniel de la Rosa Anaya,
cristaliza una aspiración formativa en la población de los Centros de Reinserción Social
(CERESO). De acuerdo con Deutsch (2006), la educación en prisiones es un
microcosmos de la educación pública, de ahí la explicación que surge respecto a la
promoción de programas dirigidos a sectores de la población en condiciones diferentes,
que a su vez acogen los programas brindados por organizaciones públicas en el área de
alfabetización, primaria, secundaria y preparatoria para adultos. Sin embargo, las
distancias existentes en cada espacio institucional, donde los objetivos eminentemente
son particulares y distintos, relevan importancia al hecho de estrechar las relaciones
170
para definir posibilidades que favorezcan el acceso a la formación universitaria. En todo
caso, el gobierno de algunas entidades federativas en el país, como el Distrito Federal,
en conjunto con sus instituciones de educación superior públicas autónomas, como la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), reconocen el sentido de
participación social que genera la inclusión en sus acciones de los servicios a personas
privadas de su libertad, como medio para garantizar mejores condiciones de vida una
vez concluidas las sentencias establecidas. Expuesto por Bidault (2006), en la vivencia
dada en la UACM se estima tener una retención del 90 % del alumnado, mientras que en
la educación a distancia convencional puede tenerse un 99 % de deserción. Las causas
se explican debido al carácter ocupacional que tiene el estar sujeto al proceso formativo,
en algunos casos podría además considerarse para compurgar algún tiempo de la
sentencia. En el caso particular, la deserción existente (53.84 %) se dio en apego a la
revisión de los procesos penales de los internos, en los cuales procedió la libertad
anticipada de 14 personas en 2011, contando con la posibilidad de continuar sus
estudios en la UABC. La culminación del proyecto se realiza en septiembre de 2012 y
posteriormente inician las fases de cobertura del idioma extranjero como requisito de
egreso, el cumplimiento del servicio social profesional como parte de la exigibilidad y
candidatura a la obtención del grado, además de los trámites administrativos de
servicios escolares y la presentación del Examen General de Egreso de Licenciatura
aplicado por el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (EGEL-
CENEVAL).
2. Contexto institucional
171
En el marco institucional, se destaca al interior del Modelo Educativo, la
adscripción al Informe de la Comisión Internacional para el Desarrollo de la Educación
(1992) de la UNESCO, que señala los principios de aprender a aprender; aprender a
hacer; aprender a vivir juntos y aprender a ser (ver figura 1).
Uno de los propósitos del modelo educativo indica cerrar brechas entre la
universidad y la sociedad, condición que refleja el sentido de pertenencia del Alma Mater
a todas aquellas demandas de sectores sociales en situaciones de desventaja y a
quienes tradicionalmente la educación superior no contemplaba, como el caso de los
adultos en reclusión. Es fundamental referir los avances que se presentaron durante la
gestión del Dr. Alejandro Mungaray Lagarda relacionados con el acercamiento de las
autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública en el Estado con la finalidad de
convenir la viabilidad de un proyecto susceptible de unir los esfuerzos de dos instancias,
una gubernamental y otra académica, con el objetivo común de sustentar nuevas formas
de atención a personas con el interés de incorporarse a la universidad en condiciones
diferentes al alumnado común.
5. Proceso de selección
Familiar del alumno que recibe el Premio Nacional de CENEVAL. Febrero de 2014.
175
9. Conclusiones
176
UNESCO. Quinta Conferencia Internacional de Educación de las Personas Adultas.
Educación de adultos y reclusos. Hamburgo, 1997. Recuperado el día 25 de
abril de 2008 del sitio
http://www.unesco.org/education/uie/confintea/pdf/8c_span.pdf
11. Anexos
Aprendizaje
centrado
en el
FLEXIBILIDAD alumno INNOVACIÓN
Currículo
Habilidades
Valores
ACADEMIA Servicio GLOBALIZACIÓN
Vinculación
Figura 1. Elementos del modelo educativo de la UABC
PREMIO CENEVAL
177
H SIN TESTIMONIO ANS 975 ANS 982 ANS 903 DS 1147
TDSS – TESTIMONIO DE DESEMPEÑO SOBRESALIENTE: DE LAS CUATRO ÁREAS, AL MENOS DOS CON DSS Y LAS RESTANTES CON DS
178
ESTUDIAR EN TEIXEIRO: UNA RUTA UNIVERSITARIA DE REINSERCIÓN
1. Introducción
Sin embargo, la educación es, o debería ser, la piedra angular sobre la que girara
la vida en los centros penitenciarios. Y así parece derivarse, a priori, de lo legislado. El
artículo 2 del Reglamento Penitenciario10 deja claro que la actividad penitenciaria tiene
como fin primordial la reeducación y reinserción social de los sentenciados a penas y
medidas de seguridad privativas de libertad, así como la retención y custodia de los
detenidos, presos y penados y la asistencia social de los internos, liberados y de sus
familiares. Bien, el medio para alcanzar tamaña empresa no es otro que el tratamiento
(art. 59.1 de la LOGP), que se presenta en la legislación como el eje vertebrador o
principio regulador de la práctica penitenciaria, y no solo incluye, a nuestro juicio, las
actividades terapéutico-asistenciales, sino también las formativas, educativas, laborales,
socioculturales, recreativas y deportivas (Lorenzo y Santos Rego, 1997).
9
En este caso debemos remitirnos al Real Decreto de 8 de mayo de1981. Reformado por Real Decreto
787/1984, de 28 de marzo.
10
El Real Decreto 190/1996, de 9 febrero (BOE 15 febrero 1996) aprueba el Reglamento Penitenciario de
desarrollo y ejecución de la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de septiembre, General Penitenciaria (LOGP), que
opera una reforma completa de la normativa reglamentaria penitenciaria de 1981.
179
para Mapelli Caffarena (1989) esa perspectiva no es muy acertada ya que en la LOGP
se define el tratamiento como “el conjunto de actividades directamente dirigidas a la
consecución de la reeducación y reinserción social de los penados” (art. 59.1), lo que
parece dejar claro que no toda actividad penitenciaria dirigida a dichas metas forma
parte de éste, de forma tal que ni el trabajo ni la formación son tratamiento. Sin embargo,
estos elementos, que el autor califica de auxiliadores del tratamiento, hoy se han
convertido en pilar fundamental del tratamiento penitenciario.
En todo caso, será muy difícil conseguir los fines de la prisión si no partimos de
un modelo de intervención educativo-comunitario, con su base en la consideración de la
prisión como una institución de ayuda educativa como se reclamaba hace casi dos
décadas (ver Garrido, 1988) o al ámbito penitenciario como un proyecto de educación
(Gil, 2010). Atrás quedan modelos de tratamiento que la investigación ha demostrado
poco eficaces (ver Lorenzo, Aroca y Alba, 2013). El modelo educativo-comunitario centra
su atención no ya en el sujeto como individuo sino que es la situación el centro de
referencia. Este modelo se basa en dos estrategias de intervención: de un lado, la
intervención orientada al individuo; y de otro, la intervención sobre los sistemas sociales
a fin de maximizar la adaptación de la persona.
180
funciones, el encargado de gestionar todas las cuestiones administrativas de los
expedientes de los universitarios (gestión de matrícula, traslado de expedientes,
convalidaciones, notas, etc.).
11
Real Decreto 1791/2010, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el Estatuto del Estudiante Universitario (BOE 31/12/2010).
12
Ver http://portal.uned.es/archivos/ALF-01-HERRAMIENTA_PLAN_DE_TRABAJO_PRESENTACION.PDF
181
4. Metodología
- Muestra
- Instrumentos
Los instrumentos que empleamos para realizar este análisis son dos: de un lado,
el cuaderno de campo de la Asesora-UNED y de otro, la entrevista grupal que se realiza
al finalizar cada curso académico para evaluar el trabajo realizado y detectar problemas,
proponer soluciones, pensar en nuevos retos, etc.
5. Resultados
Ser universitario en una prisión no es una cuestión fácil, puesto que se presentan
múltiples dificultades que tienen que ver con el propio alumno (falta de hábitos de
estudio, desmotivación ante das dificultades que se van presentando, ansiedad, déficits
en habilidades cognitivas y sociales...), pero sobre todo con el campus virtual de la
UNED y con el mismo contexto de la acción educativa, un centro penitenciario, o en
palabras de Goffman (2007) una institución total.
Las soluciones a tales problemas pasan por diferentes vías no siempre factibles
en un centro de reclusión, pero que en muchos casos se favorecen gracias al trabajo
colaborativo entre el departamento de formación y la asesoría. También debemos
entender que en este contexto los procesos se dilatan por lo que los objetivos que
debemos marcarnos deben ser claros y factibles para no crear falsas expectativas en
182
nuestro alumnado. Presentaremos cada una de estas dificultades como una oportunidad
pedagógica para el aprendizaje individual y social y la mejora del Programa.
a) Dificultades referidas al entorno virtual de aprendizaje
- El acceso restringido impide a los alumnos y alumnas manejar información vital para el
efectivo seguimiento de la materia (páginas web, vídeos, foros, bibliografía online, etc.).
Esta circunstancia dificulta, en ocasiones, la realización de las PEC (Pruebas de
Evaluación Continua), situando a nuestros alumnos en condiciones de inferioridad en el
proceso de aprendizaje.
- La imposibilidad de interactuar con los profesores, con los tutores del centro asociado o
con otros alumnos con los que poder intercambiar información, aclarar dudas, etc.,
obstaculiza la retroalimentación del estudiante y no contribuye a su socialización y a la
creación de una red de apoyo. Esta dificultad se podría aminorar o superar, al menos en
el caso de los profesores, si nuestro alumnado y la asesoría pudieran establecer una
relación de trabajo educativo con los tutores de las distintas materias adscritos al Centro
Asociado, ya que la información y la retroalimentación alumno-profesor fluiría de forma
más directa y, además, se iría preparando al alumno para su salida del centro
penitenciario y su traslado al Centro Asociado.
- Falta de tiempo para cumplir con las tareas de evaluación continua, que deben
entregarse en una fecha determinada, y aún en ocasiones la actividad debe realizarse
online con una limitación de acceso muy estricta. La UNED ha homogeneizado a todos
sus estudiantes: alumno que tiene acceso a la red, que tiene competencia digital, que
tiene libertad para gestionar su tiempo, su estudio, etc. Este perfil, claramente, no es el
del alumno del GUT.
- Las condiciones ambientales para el estudio no son las más adecuadas desde el punto
de vista espacial, de temperatura, etc. Los alumnos deben estudiar fundamentalmente
en su celda que suelen compartir con algún compañero, con temperaturas poco
adecuadas, sobre todo en invierno, con ruido, con horarios muy marcados por la
administración, con las dificultades para tener un portátil personal para sus tareas, etc.
Tengamos presente que el alumno del PECP no tiene autonomía para decidir sobre la
organización de su tiempo y espacio de estudio (Viedma Rojas, 2003). A ello debemos
añadir que los alumnos universitarios están en distintos módulos convivenciales, lo que
dificulta el intercambio, la comprensión y el apoyo para el estudio, aspectos cruciales
para evitar el abandono y crear una identidad como universitario.
183
de la UNED o de titulaciones que no se ofertan en los campus de la Minerva
compostelana (ejemplo del Grado de Turismo).
- Traslado de alumnos a otros centros o dispositivos que ya non disponen del Programa
de tutorización. Concretamente, queremos llamar la atención sobre los CIS. Una vez que
el alumno está en tercer grado en los CIS, dejan de tener contacto con la asesoría para
ser un alumno más del Centro Asociado, sin una preparación previa, lo que provoca
problemas de adaptación a la nueva situación y aumentan las probabilidades de que el
alumno desista y abandone sus estudios.
- Falta de hábitos y técnicas de estudio que les permitan rentabilizar el tiempo. Esto nos
sitúa sobre la necesidad de articular un programa en el primer cuatrimestre del curso
académico que tenga como objetivo proporcionar al estudiante las herramientas para
mejorar en este sentido.
- Ansiedad ante la situación y los procesos en los que están inmersos a nivel
administrativo-penitenciario (causas pendientes, permisos, salida en tercer grado, etc.),
por su situación familiar y de pareja o por la convivencia en los módulos, que acaba
afectando a su motivación y rendimiento.
Buena prueba de ello, son las propuestas de actividades que surgen del mismo
GUT. Para este curso académico los alumnos universitarios van a poner en marcha un
vídeo-forum abierto a los alumnos de acceso, en el que de forma voluntaria cada uno de
ellos va a responsabilizarse de preparar una de las sesiones de trabajo.
184
Pero quedan muchos retos pedagógicos por delante, que deben irse asumiendo
poco a poco, es el caso de los Trabajos Fin de Grado o del practicum, pero también el
tema del rendimiento o la motivación. Lo que debemos es ir construyendo salidas
pedagógicamente factibles en tan particular contexto educativo.
6. Conclusiones
7. Referencias bibliográficas
Garrido, V. (1988). La prisión como institución de ayuda educativa. Bordón 40 (4), 639-
648.
Lorenzo, M.; Aroca, C. y Alba, J.L. (2013). La Pedagogía Penitenciara en España: luces
y sombras. Revista de Educación, 360, 119-139.
185
Viedma Rojas, A. (2003). La educación a distancia en prisión. Estudios de los alumnos
de la UNED en centros penitenciarios. Revista Iberoamericana de Educación a
Distancia, 6 (2), 97-120.
Zaragoza, J. y Gorjón, F. (2006). El tratamiento penitenciario español. Su aplicación.
Letras Jurídicas. Revista Electrónica de Derecho, 3.
http://letrasjuridicas.cuci.udg.mx/numeros/03/JZH2006.pdf. Consultado el 8 de
mayo de 2012.
186
SITUACIÓN DE LA MUJER Y SUS HIJOS EN LOS CENTROS PENITENCIARIOS.
UNIDAD EXTERNA DE MADRES PADRE JAIME GARRALDA
Resumen
1. Objetivos
187
2. Metodología
3. Descripción y resultados
Son muchas las mujeres internas en los Centros Penitenciarios Españoles,
aunque continúan suponiendo una minoría en comparación con los hombres (5.099
mujeres frente a 61.782 varones, datos de la Secretaría General de Instituciones
Penitenciarias a fecha de 21 de febrero de 2.014). Esta inferioridad numérica ha
supuesto históricamente una desventaja tanto en las infraestructuras construidas
para el alojamiento de las internas, como en la cantidad y calidad de actividades
propuestas para promover su reinserción social. Los Centros Penitenciarios fueron
creados para albergar a los hombres y el espacio para las mujeres tuvo que ser
adaptado a este recinto. Tanto es así que hoy por hoy continúan existiendo Centros
Penitenciarios que no disponen de Módulo de Madres, aunque según lo establecido en
el artículo 38.2 de la LOGP y el artículo 17 del Reglamento Penitenciario el menor puede
convivir con su madre en prisión hasta los tres años de edad, si ésta así lo desea.
Además, las actividades y talleres que se ofertan a las internas son de corte y confección,
cocina o tintorería, reforzando así el papel tradicional de la mujer en la sociedad
(Igareda González, 2006). Por tanto, la disponibilidad de espacios y recursos para llevar
a cabo una respuesta educativa de acuerdo a las necesidades y características de
estas mujeres es inferior a la de hombres que se encuentran en las mismas
condiciones (Galera García, 2007).
188
Instituciones Penitenciarias). Son un recurso socioeducativo al servicio de mujeres
que han de hacer frente a una responsabilidad penal y tienen hijos menores de tres
años a su cargo. Los menores son escolarizados en guarderías en el exterior desde los
primeros meses de vida. La estructura de la Unidad es similar a la de una
comunidad de vecinos, con el fin de normalizar la estancia del menor. Además, las
habitaciones están organizadas en espacios similares a pequeños apartamentos para
asegurar la intimidad familiar, y dispone de espacios de juegos para los niños como un
parque, piscina y ludoteca. Para favorecer la reinserción de las mujeres se han
tomando una serie de iniciativas denominadas “Escuela de Madres”, destinadas a
cubrir las necesidades de formación integral de las mujeres que atienden tanto a su
condición de madres como a la realización de un itinerario formativo destinado a la
inserción laboral. Se permite a las internas acompañar a sus hijos a la guardería y a
las actividades necesarias para su integración en la comunidad. Además, se les
facilitan recursos externos como cursos y talleres formativos y actividades culturales.
1. Historias de vida.
Muchas de las mujeres afirmaron estar satisfechas con sus vidas, tenían trabajo, y
una buena relación con su familia. Debido a la falta de confianza, algunas mujeres
fueron reacias a contestar preguntas privadas. Señalo algunas respuestas textuales de
las internas a la pregunta “¿cómo era tu vida antes de entrar en prisión?”.
“Mi vida antes de entrar a prisión era buena, tenía una buena vida, tengo una buena
familia. Yo vivía en Barcelona bien, me buscaba la vida bien, trabajando en mi oficio.”
“Mi marido tenía un buen trabajo, teníamos dinero pero yo quería más, quería más
para mis hijos, para que tuvieran lo mejor. Estoy aquí por la ambición.”
“Yo era muy joven y estaba con un chico que no me convenía…pero en el momento
no me daba cuenta y mira ahora.”
189
2. Cambios tras el paso por el Centro Penitenciario Cerrado a la Unidad
Externa de Madres.
Todas coinciden en que los cambios han sido positivos tanto a nivel personal,
como en el trato con los funcionarios y en las instalaciones que ofrece la Unidad. Entre
estas últimas destacan las habitaciones individuales y los columpios y piscina para los
niños. Algunas de las madres creen que sus hijos también han notado este cambio, otras
sin embargo opinan son muy pequeños para darse cuenta, pero que repercutirá de forma
positiva en su desarrollo. Cito algunas de las respuestas de las internas:
“Ha habido un cambio notable por de un centro a otro, por las comodidades, por cómo
está todo acondicionado, esto parece más un edificio de vecinas. Los niños antes
vivían en un lugar donde todo son rejas, todo son gente uniformada, donde el
comportamiento de su madre cambia porque te condiciona”.
“No es que aquí hagas lo que te da la gana, es que te dan más de margen para ser
adulta.”
“Estoy feliz de que mi hija esté aquí porque así siento que ella no está pagando el
error que yo cometí.”
“El mayor cambio que he notado es el que mi hijo está más libre, que nosotras
sepamos dónde van y dónde no van, llevarlo de la mano.”
“(…) tenemos que bajar al patio con los niños de tal hora a tal hora, hay mucho control
con eso, igual que en las salidas a la calle.”
4. Beneficios de la Unidad.
Coinciden en que las infraestructuras son mucho más adecuadas para sus
hijos y están mejor adaptadas que en el Centro Penitenciario Cerrado. Los
columpios, juguetes, piscina y la ludoteca mejoran la vida de sus hijos. Destacan un
mejor servicio médico y un trato más cercano de los trabajadores.
“Aquí hay más movimiento, sobre todo para los niños, hay salidas, van al parque con
los voluntarios.”
Reinserción social.
“Hay mujeres que no comprenden que las cosas que te van imponiendo aquí como los
horarios, disciplina, obligaciones, talleres y esas cosas es lo que se van a encontrar
fuera, o peor.”
“Sería necesario que hubiera centros como este sólo para mujeres, hay mujeres que
tienen hijos fuera y sería necesario para que volvieran a acostumbrarse de nuevo a las
rutinas.”
“No vas a comparar la Unidad de Madres con una cárcel, porque tú sabes que en una
prisión bajas del chabolo (allí es un chabolo) bajas y a lo mejor te tiras allí todo el día,
no sales a nada, no haces nada, sólo las cuatro paredes y tus hijos (…) porque una
piscina es para los hombres, un polideportivo es para los hombres, un trabajo es para
ellos.”
“Los niños son conscientes de que su madre está cumpliendo una condena, y en
cuanto a las madres, “de rebote” pueden salir mucho más preparadas porque se les da
una formación a través de cursos formativos, incluso algunas tienen trabajo. También
trabajamos con esas carencias que tienen”.
191
“En este caso los niños notan una diferencia, porque ven que sus compañeros van
acompañados por sus madres y ellos no, ven algo raro (…) en general es eso, que los
niños no notan absolutamente nada raro al estar aquí.”
“Parece una urbanización, lo parece y además lo sienten así, para mí eso es lo más
importante.”
“No están acostumbradas a tener a sus hijos todo el día, y les cuesta mucho trabajo,
porque no están acostumbradas a jugar con ellos, a correr con ellos y a estar de
detrás, entonces tenemos que enseñarlas a eso, a que no pueden tenerlo todo el día
metido en el carro, por eso les cuesta un poco.”
El segundo de los objetivos de este trabajo es conocer cuáles son los motivos
que llevan a una persona a cometer un acto delictivo, centrándonos en la población
femenina que es el objeto de estudio de esta investigación. Hemos realizado una
revisión de diferentes estudios que analizan las causas de la delincuencia femenina,
de los cuales se destacan los siguientes:
- Situación de pobreza, desvalorización de las tareas típicamente femeninas,
desempleo, mayor carga de responsabilidades familiares. Los delitos serían
principalmente económicos por la menor disponibilidad de dinero. (Juliano,
2009).
192
- Exclusión social, convivencia familiar conflictiva, abandono temprano o fracaso
escolar, temprana incidencia en el consumo de drogas, maternidad precoz y
numerosa, prostitución, desigualdad social, desempleo y complicidad o
dependencia de su pareja sentimental. (Yagüe Olmos, 2002).
Las decisiones que tomamos en nuestra vida son fruto del aprendizaje de
nuestras experiencias, y por tanto se trata de un proceso educativo. En palabras de Bruner
“las creaciones de significados según el contexto, el aprendizaje y los pensamientos
están unidos al contexto cultural”. Es por ello que dos personas pueden tener las
mismas experiencias, pero cada una de ellas realizará un aprendizaje diferente de
esa situación. Es en este punto donde surgen varias dudas:
- ¿Qué diferencia a las personas que delinquen de las que no lo hacen, habiendo
experimentado vivencias similares?
- ¿Son efectivas las intervenciones llevadas a cabo en los Centros
Penitenciarios? ¿Se está trabajando sobre las necesidades reales de las
internas?
Planteo estas dudas como reflexión final ya son la base de la Tesis Doctoral que
se encuentra en proceso de investigación, por tanto no es posible determinar unas
conclusiones sólidas. Sin embargo, me gustaría destacar esta carencia en las
intervenciones realizadas en los Centros Penitenciarios y que dicha investigación
contribuya a proponer una nueva línea de trabajo en una dirección pedagógico-
educativa.
4. Conclusiones
Sin embargo, a pesar de estos beneficios creemos que las Unidades Externas
pueden resultar un arma de doble filo en algunos aspectos. Por ejemplo, es posible que
alguna interna pretenda entrar en la Unidad primando sus propios intereses a los de su
hijo. Además, aunque equipararla a una comunidad de vecinos les ayuda a socializarse y
adaptarse, es probable que las expectativas de vida de algunas de las mujeres una
vez finalizada la condena sean peores que dentro de la Unidad, lo que puede
aumentar el deseo de permanecer indefinidamente en ella por miedo a la falta de
recursos en el exterior. Aunque el trabajo realizado en la Unidad Externa de Madres
es considerado un progreso en las intervenciones con esta población, creemos que
se cometen los mismos errores que en los Centros Penitenciarios ordinarios en
cuanto a los programas y la realización de actividades con las internas. Hay indicios
de que las causas de la delincuencia son las carencias educativas de estas personas
en alguna etapa de sus vidas, por tanto la finalidad de los talleres propuestos actualmente
para la reinserción sería paliar las condiciones del encarcelamiento, obviando la
perspectiva pedagógica necesaria.
5. Referencias bibliográficas
Almeda, E., Bodelón, E. (2007). Mujeres y castigo: Un enfoque socio-jurídico y de género.
Madrid. Dykinson.
Constitución Española de 1978.
Galera García, L. (2007). Niños con sus madres en prisión: retos educativos. Documento
disponible en la Biblioteca de REDLECE (Red Latinoamericana de Educación en
Contextos de Encierro).
Igareda, N. (2006). Mujeres, integración y prisión. Barcelona. Aurea Editores. Jabardo.
Juliano, D. (2009). Delito y pecado. La transgresión en femenino. Política y Sociedad, 46:1-2,
79-95.
Ley Orgánica 1/1979 de 26 de septiembre General Penitenciaria.
Martínez Lanz, P., Hernández, A. (2008). Factores de riesgo predisponentes a la
delincuencia en una población penal femenina. Enseñanza e investigación en
psicología, 13:2, 301-318.
Medrano, C. (2007). Las historias de vida: implicaciones educativas. Alfagramas Ediciones.
Buenos Aires.
194
Redondo Illescas, S. (2008). Manual para el tratamiento psicológico de los
delincuentes. Madrid. Pirámide.
Ríos Martín, I. C., Cabrera Cabrera, P. I. (2002). Mil voces presas. Madrid. Universidad Pontifica de
Comillas.
Romero Mendoza, M., Aguilera Guzmán, R.M. (2002). ¿Por qué delinquen las mujeres?
Parte I. Perspectivas teóricas tradicionales. Salud Mental, 25:5, 10-22.
Sansó-Rubert Pascual, D. (2010). Criminalidad organizada y género. ¿Hacia una redefinición
del papel de la mujer en el seno de las organizaciones criminales? Revista de l’Institut
Universitari d’Investigació en Criminologia i Ciències Penals de la UV, 003- 021.
Tójar Hurato, J.C. (2006). Investigación cualitativa. Comprender y actuar. Madrid. Editorial La
Muralla.
Vallés, M. (2000). Técnicas cualitativas de investigación social. Madrid. Editorial Síntesis.
Vinet, E., Alarcón Bañares, P. (2009). Caracterización de personalidad de mujeres
adolescentes infractoras de ley: un estudio comparativo. Paideia, 19: 43, 143-152.
Vizcaíno-Gutiérrez, M. (2010). Mujeres en la criminalidad: más preguntas que respuestas.
Revista Criminalidad, 52: 1, 309-330.
Yagüe Olmos, C. (2002). Mujer: delito y prisión, un enfoque diferencial sobre la
Delincuencia Femenina. Revista de estudios penitenciarios, 249, 9-22.
195
LA REINCORPORACIÓN DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD EN EL
SISTEMA FAMILIAR: PROPUESTA DE INTERVENCIÓN
Resumen
196
1. De la intervención lineal al enfoque sistémico en la educación social con
familias de internos
197
sentido a sus vidas. Se percibe ahora el mundo como una amenaza ante la que
hay que protegerse y ello deriva actualmente en una excesiva vinculación o
también en la expulsión de alguno de sus miembros (separación, huida,
abandono, etc.) (Stierlin, 1997, p. 116-117).
Antoni Vaquer i Chiva propone una definición de sistema familiar, ahora sí,
desde el enfoque sistémico:
“un conjunto de personas que da por resultado mucho más que la suma
de sus partes. Sin caer en el error de personificar la noción de
familia perdiendo de vista la importancia e individualidad de sus
miembros. Hemos de pensar en la familia como un sistema en el cual el
conjunto de la historia común, reglas, roles, expectativas, mitos
desarrollados que existen en su seno proporcionan protección e
identidad a sus miembros pero también les constriñen” (Bouché e
Hidalgo, 2007, p. 102).
199
enfoque multidisciplinar donde se analiza el comportamiento del sujeto dentro
de un contexto determinado. Existe un trabajo coordinado y multidisciplinar por
parte de diferentes profesionales. Por último nombrar el enfoque jurídico o
institucional, caracterizado porque centra su atención en el delito y en aquellas
pautas institucionalizadas que garanticen un cierto orden social y sean aceptadas
por todos y todas (Valverde, 1988).
1. Estructura familiar
Ana Esteve Gimeno afirma que “la familia es un sistema gobernado por
reglas (...) las reglas son acuerdos relacionales que prescriben o limitan los
comportamientos individuales en una amplia gama de áreas
comportamentales, organizando su interacción en un sistema razonablemente
estable” (Bouché y Hidalgo, 2007, p. 105).
201
Además, en muchas ocasiones estas comunicaciones no pueden darse ya que
las cárceles españolas se encuentran diseminadas por todo el territorio nacional.
Esto hace que aquellos internos que cumplen condena en un sitio diferente al
que se encuentra su pareja, familia o hijos pierdan sus lazos, su arraigo, haciendo
mucho más difícil su futura vuelta al hogar y su reinserción.
202
Esquema proceso 1: Ciclo Vital del sistema familiar.
203
4. Propuestas de mejora desde la educación social y el modelo estructural
204
social. Ello solo es posible si el educador esta junto con la familia. Se formula a
partir de ello una “hipótesis”. Se entiende esta hipótesis, tras el diagnóstico
de las diferentes problemáticas, como el guión de acción, el proceso que
llevaremos a cabo para trabajar las dificultades que se deriven del proceso (foco de
la intervención).
5. Conclusiones
205
lugar de cambio y reinserción de la persona. Por ello, hay que cuidarlo y centrar la
intervención en ella como paso previo para la mejora de la sociedad.
6. Referencias bibliográficas
206
Stierlin, H. (1997). El individuo en el sistema. Psicoterapia en una sociedad cambiante.
Barcelona: Herder
207
INFANCIA Y JUVENTUD EN SITUACIÓN DE RIESGO Y
CONFLICTO
(Coords.)
208
OBSTÁCULOS, LIMITACIONES Y ALTERNATIVAS EN LA INTERVENCIÓN CON
ADOLESCENTES EN RIESGOi
Introducción y antecedentes
209
Tampoco la respuesta de los equipos de protección a la infancia se adapta demasiado a
sus necesidades y los resultados no son muy halagadores. Los profesionales plantean el
dilema de qué hacer cuando el adolescente no colabora, o cuando no quiere que nadie
más sepa su situación; no sabiendo si derivar el caso o no, o qué recurso es el más
apropiado para ayudar en esta situación, cuestión que aparece también relacionada con
la segunda categoría sobre la complejidad de la intervención.
Asimismo, está complejidad conlleva el reconocimiento de algunas prácticas profesionales
inadecuadas, es decir, la tercera categoría. Parazelli (2000) profundiza en la necesidad de
políticas integrales de transición refiriéndose a las estrategias de intervención con los
adolescentes y jóvenes “de la calle” y cómo conseguir una mayor accesibilidad de los
jóvenes a los servicios y el empoderamiento voluntario de los jóvenes a través de los
recursos que se les ofrecen, así como el tema de la coordinación interinstitucional. El
autor considera que a menudo se parcelan las prácticas de intervención y se percibe a los
jóvenes como un conjunto de síntomas y problemas. En este sentido, multiplicar los
servicios puede tener un efecto inverso, provocando que los jóvenes desaparezcan antes
de ser etiquetados y perder el control sobre sus vidas. Por el contrario, las prácticas
deben centrarse en el protagonismo de los jóvenes, que diseñen su itinerario personal,
fortaleciendo sus habilidades, y considerándoles ciudadanos y no sólo grupos de riesgo.
Rudduck y Flutter (1998, 2001, 2007) también reclaman cambios en la percepción de los
jóvenes; animan a tomarlos en cuenta sobre lo que dicen sobre sus opiniones.
En este sentido, Hicks y Stein (2010) resaltan la importancia de la ubicación de los
servicios, que tienden a favorecer la coordinación inter-equipos si están físicamente
cercanos entre ellos; manifestando que la descoordinación es un factor altamente
conocido como obstaculizador de las intervenciones eficaces. Asimismo, Biehal (2005,
2008) pone de manifiesto una serie de factores que facilitaban u obstaculizaban que los
jóvenes y sus familias acudieran a los servicios y mejorara su situación. Dificultan el
trabajo y la obtención de resultados positivos las situaciones graves y crónicas donde los
problemas se multiplican y refuerzan entre sí, siendo muy difícil la intervención.
Por su parte, en el trabajo de García Barriocanal, Imaña y De la Herrán (2007) se avanza
en la identificación de “buenas” y “malas” prácticas de la intervención desde los centros de
protección. Entre las “malas prácticas” se incluyen la inestabilidad por el traslado
frecuente de los adolescentes a otros centros o situaciones, la inestabilidad de las
plantillas o la falta de preparación y seguimiento en los procesos de transición de los
jóvenes. Entre las “buenas prácticas, cuestión más relacionada con la cuarta categoría
sobre identificación de buenas prácticas se incluyen la estabilidad de los equipos de
educadores, su disponibilidad y apoyo a los jóvenes y los grupos y espacios reducidos.
El trabajo que se presenta en estas páginas aporta información que consideramos
relevante al respecto los elementos concretos que obstaculizan y limitan la intervención
socioeducativa con adolescentes en riesgo. Lo hacemos desde los planteamientos de la
investigación-acción y con la finalidad de que sea de utilidad para una buena práctica
profesional, reproducible y útil para mejorar la situación de los adolescentes en riesgo.
Ello conlleva un compromiso y una respuesta profesional que puede y debe ser una
importante contribución a la cohesión social de toda la ciudadanía.
Objetivo
El propósito del presente trabajo es indagar sobre los elementos que pueden obstaculizar
y limitar la intervención con adolescentes en riesgo y que, a su vez, obligan a flexibilizarla.
210
En consecuencia, se pretende ayudar a entender y situar los límites de la intervención y
de su eficacia; así como, ofrecer otra perspectiva de la complejidad de la tarea dentro del
escenario de intervención socioeducativa.
Método
El presente trabajo es parte del resultado obtenido de la investigación sobre “Estrategias
eficaces de intervención socioeducativa con adolescentes en riesgo de exclusión social”
que se llevó a cabo durante los años 2011 a 2013 en Madrid, Galicia y Cataluña.
Esta investigación integró un estudio cuantitativo con otro cualitativo. Por un lado, el
estudio cuantitativo puede considerarse no experimental cuyo diseño es de tipo ex post
facto. Los datos se recogieron a partir de la selección de una muestra de sujetos en la que
las variables independientes ya habían acontecido. Asimismo, la tipología de los datos
recogidos mediante un cuestionario fue de dos tipos, en primer lugar hubo preguntas
cerradas que se respondían tomando como referencia una escala valorativa. En segundo
lugar, hubo preguntas abiertas cuyas respuestas fueron categorizadas y codificadas
siguiendo los pasos establecidos para el análisis de contenidos de Pérez Juste (2006).
Estas categorías fueron contrastadas junto con otras variables dentro del análisis de datos
estadístico.
Por otro lado, el estudio cualitativo tiene en consideración los presupuestos de la Teoría
Fundamentada (Grounded theory), desarrollada originalmente por Glaser y Strauss
(1967). Para ello, se realizaron entrevistas semi-estructuradas y grupos de discusión que
fueron grabados, codificados, analizados e interpretados de un modo sistemático y
riguroso por varios miembros del grupo de investigación a través del programa informático
Atlas.ti (versión 6.2).
Participantes
Los participantes en la investigación fueron, por un lado los adolescentes en situación de
riesgos y, por otro los profesionales que trabajan en ellos. El trabajo que se presenta en
esta comunicación concretamente toma como referencia a los profesionales participantes
en la parte cuantitativa del estudio.
Para su identificación, se siguió un muestreo no probabilístico en el que se seleccionó una
muestra de profesionales que participan en programas de intervención con menores en
riesgo desarrollados, en algunos casos por las entidades sociales colaboradoras en la
investigación (Opción 3, Igaxés 3, Fundació Pare Manel) y en otros casos no; con ello se
buscó una mayor diversidad de opiniones, a la vez que una mayor profundidad, en cuanto
a que eran profesionales con experiencia de trabajo con adolescentes en situación de
riesgo. La selección de participantes atendió a criterios de disponibilidad, así como de
participación activa en los programas y representatividad.
La muestra presentó una serie de características sociodemográficas que se describen a
continuación. Sobre un total de 92 participantes, un 68% pertenecían a las entidades que
han participado en el estudio (46,7% de Madrid, 38% de Galicia y 15,3% de Cataluña), y
un 32% fueron profesionales del mismo ámbito de intervención, pero pertenecientes a
otras entidades y/o instituciones públicas. En todos los territorios hubo una mayoría de
mujeres (72,8%) y la edad media fue de 33 años y 5 meses, situándose la franja
mayoritaria de edad entre los 30 y los 40 años y la menos frecuente, la de los mayores de
40 años. Las titulaciones más comunes entre los profesionales participantes fueron la
211
Psicología (25%) y la Educación Social (23%) y la mayoría tenía con una titulación
universitaria. Por lo que se refiere a los años de experiencia, la media se situó en 7 años y
9 meses, encontrando que un poco más de la mitad de los profesionales tenían más de 5
años de experiencia (51,7%).
Instrumento
Se utilizó un cuestionario semi-estructurado elaborado ad hoc y de aplicación on-line. Este
cuestionario constó de 37 ítems, distribuidos del siguiente modo: un apartado de
información personal de cada profesional, con varias preguntas sobre su filiación,
formación y experiencia laboral en este ámbito de intervención (8 ítems); un grupo de
preguntas abiertas, a responder de acuerdo con las prioridades del propio encuestado,
sobre aspectos relacionados con la intervención socioeducativa desarrollada, aspectos
formativos, marco teórico de la intervención y características de los profesionales (8
ítems); y un grupo de preguntas cerradas tipo Likert (con enunciados que se han de
valorar entre 0 y 10 puntos) acerca de la intervención socioeducativa desarrollada, el
trabajo en equipo, la formación, las características de la población adolescente atendida y
de sus familias en relación a la intervención socioeducativa (21 ítems).
Procedimiento
Los/as profesionales participantes fueron informados convenientemente de los propósitos
de la investigación y la participación en la misma fue totalmente voluntaria. Asimismo, la
aplicación del cuestionario se realizó en modalidad on-line.
Análisis de datos
Una vez que los datos fueron recogidos, se construyó una base de datos y se procedió a
la realización de los análisis estadísticos pertinentes mediante el programa informático
SPSS 19.0.
Resultados
En esta apartado se presentan los resultados obtenidos de las respuestas dadas por
los/as profesionales participantes a una de las ocho preguntas abiertas incluidas en el
cuestionario semiestructurado. Pregunta que versaba específicamente sobre los
obstáculos y limitaciones de la intervención socioeducativa con los/as adolescentes en
riesgo.
Las respuestas a la pregunta sobre los obstáculos o limitaciones más frecuentes que se
encuentran en la intervención socioeducativa con los adolescentes fueron agrupadas en
las nueve categorías siguientes:
1. Entorno socio-familiar que obstaculiza la intervención. Familias desestructuradas, con
patrones educativos desajustados, poco implicadas en el cambio, resistencias familiares a
la intervención, familias que sitúan al adolescente como único sujeto de intervención, etc.
2. Déficit de apoyos y recursos institucionales. Lejanía de los recursos, tiempos limitados
o insuficientes para la intervención, excesivo número de casos, sobreprotección
institucional,...
3. Factores externos (en general, no particularizados en familia o amigos). Barreras
culturales, abuso de sustancias nocivas, ausencia de modelos cotidianos positivos,
212
fracaso y absentismo escolar,...
4. Presión del grupo de iguales sobre el/la adolescente y en la propia intervención.
5. Problemas en el vínculo educador-adolescente. Resistencia a la intervención por parte
del/de la adolescente, dificultades en la comunicación, síndrome del “paciente designado”,
intervenciones continuadas con anterioridad sin resultados positivos, dificultad para
contactar, obligatoriedad de la intervención, falta de empatía,...
6. Descoordinación en la intervención a nivel macro y micro. Burocracia, inestabilidad en
la planificación de servicios, cambios de profesionales, solapamiento de recursos, criterios
contradictorios en la intervención, ausencia de trabajo en red, ...
7. Profesionales poco formados/motivados. Educadores/as desmotivados/as, poco
implicados/as, escasa o insuficiente formación y/o experiencia de los/as educadores/as,
ausencia de escucha, bajo nivel profesional.
8. Enfoque educativo inadecuado. Diseño inadecuado de programas, ausencia de feed-
back sobre la intervención, no anticipación a los problemas, unidireccionalidad, falta de
flexibilidad, expectativas de fracaso de la intervención,...
9. Problemas atribuidos al adolescente/adolescencia. Ausencia de motivación del
adolescente, cambios emocionales del adolescente, falta de responsabilidad, de
compromiso, deterioro a la entrada en el dispositivo, ausencia de voluntariedad,
características propias de la edad.
Dada la diversidad de respuestas que se encontraron en este ítem, es importante señalar
cómo se decidió organizar las categorías de acuerdo a un gradiente de responsabilidad,
desde la que se atribuye a elementos macrosistémicos (categorías 2, 3 y 6), a la
organización más cercana de la actuación (categorías 7 y 8), a elementos concretos del
entorno adolescente -como la familia y el grupo de iguales (categorías 1 y 4)- hasta la
atribuida a las características del propio adolescente (categoría 9), con un paso
intermedio que cuestiona el vínculo en sí y el rechazo inicial de los/las adolescentes a la
intervención (categoría 5). Esta estructura, forzada por la organización de las respuestas
recibidas, es en sí un claro ejemplo de cómo los/las profesionales distribuyen las
limitaciones y obstáculos entre los diferentes elementos que constituyen en contexto de la
intervención, y no solo en las características individuales del/de la adolescente, aunque
como se verá más adelante éstas también obtienen una mención importante.
Este ítem fue categorizado por tanto en nueve tipos de respuestas, a partir de 236 (Tabla
1). Las más frecuentes son las de entorno socio-familiar que obstaculiza la intervención
(37) y la descoordinación en la intervención a nivel macro y micro (35) incluyendo ésta
problemas tales como un exceso de burocracia o la inestabilidad en la planificación de
servicios sociales. En tercer lugar, y muy próxima cuantitativa y cualitativamente a esta
última categoría, están los déficits de apoyos y recursos institucionales (34), que incluye
también la lejanía de los recursos o el tiempo limitado e insuficiente para la intervención, y
por último los problemas atribuidos al adolescente/adolescencia (34), con expresiones
como: la ausencia de motivación o los cambios emocionales del adolescente.
213
Tabla 1: Frecuencia y porcentajes sobre los obstáculos o limitaciones más frecuentes en
la intervención socioeducativa con los/las adolescentes
Fc %
Entorno socio-familiar que obstaculiza la intervención 37 15,7
Descoordinación en la intervención a nivel macro y micro 35 14,8
Conclusiones
A partir de los resultados hallados, se puede concluir que entre los aspectos que pueden
definir una intervención inadecuada y/o poco eficaz en el ámbito de la acción
socioeducativa con adolescentes en riesgo, destacan: 1) una relación educador-educando
desequilibrada (20,3%), caracterizada por roles confusos en la relación educativa,
actuaciones sin el conocimiento del/de la adolescente, alianzas frente a terceros o con
terceros, etc., 2) problemas de vinculación (15,9%), 3) una intervención parcelada, no
integrada (15%) y 4) la ausencia de flexibilidad (14,1%).
Es importante destacar que a la luz de las respuestas de los educadores, los
profesionales no parecen anclados en la queja de la falta de recursos y dibujan un
fenómeno más complejo.
A continuación, para la superación de estos obstáculos y limitaciones que lastran la
intervención se presenta un grupo de propuestas para la acción, pues entendemos que
las estrategias de intervención socioeducativa son eficaces en la medida en que son
transformadoras e inciden en las causas, en las fuentes de las problemáticas detectadas,
y no sólo en sus efectos. Entre ellas es posible encontrar tanto propuestas innovadoras y
con un potencial importante de transformación del sistema, como propuestas que inciden
214
en elementos ya conocidos, pero sobre los que es necesario profundizar y seguir
insistiendo.
5. Establecer otras relaciones con el sistema educativo, dado que el fracaso escolar
es uno de los factores que más inciden negativamente sobre las identidades
adolescentes.
13. Reconocer las cualidades de los profesionales, valoradas positivamente por los
adolecentes (respeto, paciencia, comprensión, escucha, ayuda, confianza, claridad
215
en las explicaciones, sentido del humor, buen trato, empatía y apoyo).
18. Mantener una actitud abierta ante las diferentes formas de ser adolescentes y
neutralización de etiquetados.
22. Estimular la coordinación y trabajo en red, con objeto de alejarnos del modelo de
“derivación”.
Referencias bibliográficas:
Barudy, J. y Dantagnan, M. (2005). Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y
resiliencia. Barcelona: Gedisa.
Bautista-Cerro, M.J. y Melendro, M. (2011). Competencias para la intervención
socioeducativa con jóvenes en dificultad social. Educación XX1. 14,179-200.
Madrid: UNED.
Bendit, R. y Stokes, D. (2004). Jóvenes en situación de desventaja social: políticas de
216
transición entre la construcción social y las necesidades de una juventud
vulnerable. Revista de Estudios de Juventud. 65, 11-29.
Biehal, N. (2005). Working with adolescents at risk of out of home care: the effectiveness
of specialist teams. Children and Youth Services Review, 27, 10, 45-59.
? (2008). Preventive services for adolescents; exploring the process of gchange. British
Journal of Social Work, 38, 444-461
Cobacho Casas, F. y Pons García, J. (2006) Jóvenes en desventaja y cohesión social.
Educación y futuro para todos. Revista de Educación. 341, 237-255.
Cyrulnik, Boris (2002). Los patitos feos. La resiliencia: una infancia infeliz no determina la
vida. Barcelona: Gedisa.
Du Bois-Reymond, M. y Lopez Blasco, A. (2004). Transiciones tipo yo-yo y trayectorias
fallidas: hacia las políticas integradas de transición para los jóvenes europeos.
Revista de Estudios de Juventud. 65, 11-29.
García Barriocanal, C.; Imaña, A. y De la Herrán, A. (2007). El Acogimiento Residencial
como Medida de Protección al Menor. Madrid: Defensor del menor en la
Comunidad de Madrid.
Glaser, B. G. & Strauss, A.L. (1967). The discovery of grounded theory: strategies of
qualitatice research. Chicago: Aldine.
Hicks, L & Stein, M (2010). A multi-agency guide for professionals working together on
behalf of teenagers. London: Department for children, schools and families
(DCSF).
Melendro, M. y Rodríguez Bravo, A.E. (2013). (Coord.). Menores y Jóvenes en Dificultad
Social. Madrid: UNED.
Melendro, M., González Olivares, A.L. y Rodríguez Bravo, A.E. (2013). Estrategias
eficaces de intervención socioeducativa con adolescentes en riesgo social.
Pedagogía Social Revista Interuniversitaria. 22, 105-121.
Melendro, M. (Dir.) (2007). Estrategias educativas con adolescentes y jóvenes en
dificultad social. El tránsito a la vida adulta en una sociedad sostenible. Madrid:
UNED.
Pérez Juste, R. (2006). Evaluación de programas educativos. Madrid: La Muralla.
Parazelli, M. (2000). L'imaginaire familialiste et l'intervention sociale auprès des jeunes de
la rue : une piste d'intervention collective à Montréal. Santé mentale au Québec,
25-2, 40- 66.
Rees, G., Gorin, S., Jobe, A., Stein, M., Medforth, R. & Goswami, H. (2010). Safeguarding
Young People: Responding to young people aged 11 to 17 who are maltreated.
The children’s society. Disponible en:
http://www.york.ac.uk/inst/spru/pubs/pdf/safeguarding.pdf.
Rodríguez Bravo, A. E. y Del Pozo Serrano, F. (2013). Infancia y juventud en una
sociedad sostenible y solidaria, en: Melendro, M. y Rodríguez Bravo, A.E.
(Coord.). Menores y Jóvenes en Dificultad Social. Madrid: UNED.
Rudduck, J. y Flutter, J. (2007). Cómo mejorar tu centro escolar dando la voz al
alumnado. Madrid: Morata.
Yergueau, E., Pauze, R. Y Toupin, J. (2007). L’insertion professionnelle et l’adaptation
psychosociale des jeunes adultes ayant reçu des services des centres jeunesse.
Revue Intervention. 127, 58-69.
217
TEMAS DE COMUNICACIÓN ENTRE PADRES Y ADOLESCENTES DE
BUCARAMANGA Y SU ÁREA METROPOLITANA
Resumen
INTRODUCCIÓN
218
acuerdo con el género y los diversos grupos demográficos influidos por factores
geográficos, económicos, religiosos, de comunicación y socioculturales, que rodean a
cada individuo y que sostienen una interacción con éste, desde el inicio de su vida. La
formación sobre sexualidad de los adolescentes, se gesta dentro del proceso amplio de
socialización, entendido éste como “el conjunto de experiencias que tienen lugar a lo largo
de la vida de un individuo y que le permiten su potencial humano y aprender las pautas
culturales de la sociedad en la que va a vivir” (Macionis y Plummer, 1999, p. 132).
La familia es el principal agente de socialización tanto en el caso de las sociedades
modernas y complejas como en el caso de otras sociedades menos avanzadas
tecnológicamente. A través de la familia se transmite una serie de valores, normas o
prejuicios culturales. En el estudio de Van Aken et al. (1997), las relaciones tanto con la
madre como con el padre fueron las más importantes proveedoras de apoyo, no solo de
ayuda instrumental, sino de apoyo emocional y afectivo. Los parientes se ven como
proveedores de apoyo, los amigos proporcionaban intimidad y acompañamiento social;
sin embargo el apoyo de los iguales de diferentes grupos no era intercambiable (Van
Aken y Asendorf, 1997).
La mayor parte de las investigaciones revela que los padres son una fuente importante de
transmisión de valores y de actitudes, y que tienen una influencia sobre las actitudes y la
conducta del adolescente. De esta manera, los padres tienen un papel importante en la
educación sexual, así como el estilo de comunicación y los sentimientos en conjunto entre
los padres y los adolescentes, son importantes factores de influencia en los adolescentes.
De allí la necesidad de profundizar en cómo se dan estos procesos de comunicación
sobre sexualidad, los cuales aún no han sido suficientemente abordados para el trabajo y
diseño de propuestas de intervención que faciliten espacios de reflexión entre padres e
hijos.
MÉTODO
Participantes
Instrumento
219
género en la comunicación sobre sexualidad entre adolescentes afro americanos
urbanos (nuestra traducción), especialmente en lo que atañe a la comunicación sobre
sexualidad; (2) el cuestionario sobre Cómo es su familia de la Organización
Panamericana de la Salud, la W.K Kellog Fundation y Fondecyt (1996), en lo que hace
referencia a características de la familia, actividades y sentimientos familiares, y
relaciones personales, (3) APGAR de Funcionamiento Familiar, que busca explorar el
impacto de la función familiar en la salud de sus miembros. El instrumento será ofrecido
a los participantes en versión impresa y deberá ser auto-diligenciado.
Procedimiento
Tras obtener el permiso de la institución y los horarios para la aplicación del instrumento,
se procedió a las visitas a la institución educativa para explicar a los participantes las
normas de confidencialidad de la investigación y se procedía a solicitarles la firma del
asentimiento y consentimiento informado, previa lectura del mismo. Finalizado este
proceso, se llevó a cabo la sistematización de los resultados en el spss para su respectivo
análisis.
RESULTADOS
Los resultados han sido organizados en dos apartados: el primero de ellos hace
referencia a los datos socio-demográficos de la población evaluada y el segundo
apartado contiene los resultados obtenidos en la escala de comunicación familiar.
Datos Sociodemográficos
De los 132 padres que participaron en la investigación el 79,7% eran de sexo femenino y
el 20,3% de sexo masculino, con respecto a la edad el 9,1% tienen 35 años y el 6,8% 37
años, la distribución de las edades se encuentra desde los 21 años hasta los 69 años, el
76,10% presentaban un grado de responsabilidad de ser madres y el 17,90% padres. El
estrato socioeconómico que presentó mayor puntuación fue el estrato 1 (40,40%) y el
estrato 3 (28,10%).
220
Tabla 1. Identificación de temas de conversación entre padres y adolescentes
221
Respecto a las conversaciones que realizan los padres con los hijos en temas de
prácticas sexuales y relaciones sexuales, estos indican que si hablan con sus hijos de
temas como el embarazo (76,9%), la virginidad (68,0%), relaciones de pareja (79,7) y la
fidelidad (83,2%). Por otra parte existe poca comunicación en lo relacionado a las
diferentes prácticas sexuales como la masturbación, un (72,2%), relaciones sexuales del
pene a la boca o de la vagina a la boca (83,6), relación sexual anal (88,0%) y placer,
erotismo, sensualidad, búsqueda de sensaciones en un (76,6%). Entre los principales
temas abordados en la comunicación padre y adolescente se encuentra la fidelidad, el
embarazo, las relaciones de pareja, entre otras. Existen otros temas sobre los cuales se
puede dialogar y se relaciona con los cambios físicos durante la adolescencia, las
infecciones de transmisión sexual, el deseo de tener hijo o no.
DISCUSIÓN
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Uribe, A.F. (2005). Evaluación de factores psicosociales de riesgo para la infección por
el VIH/sida en adolescentes colombianos. Tesis de Doctorado publicada, Universidad
de granada, España. (ISBN 84-338-3667-6).
Uribe, A.F. Orcasita, L.T. y Vergara, T. (2010). Factores de riesgo para infección por
223
VIH/SDIA en adolescentes y jóvenes colombianos. Acta Colombiana (Documento
enviado para su publicacion).
Van Aken, M.A.G. y Asendorpf, J.B. (1997). Support by parents, classmates, friends, and
siblings in preadolescence: Covariation and compensation across relationships. Journal
of Social and Personal Relationships, 14, 79-95.
224
DE PRÁCTICAS COMPETITIVAS A PRÁCTICAS SOLIDARIAS. JUVENTUD
CORDOBESA (ARGENTINA) EN TIEMPOS DE DESCOLECTIVIZACIÓN.
Barrón, Margarita
margarita@barron.com.ar
Borioli, Gloria
gloria_borioli@hotmail.com
Bas-Peña, Encarna
ebas@um.es
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) y Universidad de Murcia (España).
Resumen
Articulado en torno de prácticas sociocomunitarias juveniles en contextos de
vulnerabilidad, el texto se sustenta en resultados provisionales de dos investigaciones
radicadas en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina). Por una parte, el proyecto
Influencia de la dinámica familiar sobre el desarrollo de los adolescentes –de corte
cualicuantitativo-; y por la otra, un trabajo de Doctorado con abordaje etnográfico que
analiza experiencias territoriales de jóvenes en escenarios urbanos. En otras palabras,
las reflexiones aquí vertidas sistematizan algunos resultados de indagaciones
académicas atinentes a los haceres de jóvenes en movimientos barriales, agrupaciones
solidarias y organizaciones no gubernamentales.
El recorte ofrecido muestrea 42 jóvenes de ambos sexos de entre 17 y 25 años,
selecciona el corte temporal “bienio 2012-2013” y estudia dos unidades de análisis: una
escuela preuniversitaria pública cordobesa y el Taller de Políticas Públicas de Juventud
de la Escuela de Ciencias de la Educación (Facultad de Filosofía y Humanidades,
Universidad Nacional de Córdoba, Argentina). En cuanto a los instrumentos de
recolección de material de campo, se administraron encuestas y entrevistas en
profundidad (individuales y a grupos focales), se realizaron observaciones y se
recogieron trabajos de los alumnos, consistentes en proyectos de intervención
destinados a otros jóvenes, a población en riesgo y a sectores vulnerables de la
sociedad cordobesa. Del análisis de esos documentos surgen las presentes
consideraciones, que si bien -dados los componentes cualitativos etnográficos de uno de
los proyectos base- carecen de carácter conclusivo y de representatividad estadística, sí
sostienen, en cambio, conclusiones provisionales de estudios exploratorios que abordan
la subjetividad y que revisten representatividad tipológica ligada a jóvenes cordobeses
escolarizados de sectores medios.
En cuanto a los aportes teóricos, se han seleccionado tres líneas: en primer lugar, la
Pedagogía Social y la Educación Social (Ortega Esteban, 2005; Núñez, 2007; Sarrate
Capdevilla y Hernando Sanz, 2010; Bas-Peña, Pérez-de-Gúzman, Vargas-Vergara,
2014); en segundo término, la “ecosofía social” de Guattari (1996), quien propone tres
ecologías –la social, la mental y la medioambiental-, y por último, atendiendo sobre todo
a razones sociogeográficas, las consideraciones de Poliak (2004), Redondo (2004),
Tiramonti (2005), Saintout (2009), Svampa (2010) y Chaves (2012), es decir, autores
que analizan recientemente la dimensión política de la pedagogía desde América Latina.
Con esas claves de lectura y en los escenarios de liminaridad y exclusión de la
225
Argentina actual, el artículo analiza algunas acciones de grupos de jóvenes que intentan
resistir la descolectivizacion y resolver provisoriamente las vacancias generadas por
responsabilidades que los gobiernos no asumen: falta de inversión estatal, desigualdad
en el acceso a los bienes culturales, injusticia de género, deficiencias en la atención de
salud primaria y muertes por “gatillo fácil” de jóvenes en manos de la policía. De ahí, la
pertinencia de las reflexiones de Ortega Esteban (2005, p.114) cuando plantea que “la
educación social es (…) dinamización o activación de las condiciones educativas de la
cultura, y de la vida social y sus individuos; y (…) prevención, compensación y
reconducción socioeducativa de la dificultad, la exclusión o el conflicto social”.
A modo de avance de las conclusiones parciales de los dos proyectos que alimentan el
artículo, puede afirmarse que la educación en espacios no formales -en la vereda, en la
plaza, en el barrio- son prácticas juveniles recurrentes en los jóvenes entrevistados y
encuestados, que llevan a cabo no solo cuestionamientos verbales a instrumentos
jurídicos represivos como el Código de Faltas, sino también experiencias de
alfabetización, de tutorías y de animación cultural en diálogo con las “vidas
desperdiciadas” (Bauman, 2005) de los “parias urbanos” (Wacquant, 2001) y los
“condenados de la ciudad” (Wacquant, 2007). Así, en tiempos de “el Otro que no existe”
(Miller y Laurent, 2005), grupos de estudiantes apuestan a cambios pequeños en
comunidades vulneradas; y en ese gesto prosocial de acercarse al otro, actúan en red,
se sostienen mutuamente y se articulan en una “ética civil cordial” (Cortina Orts, 2008).
Introducción
La presentación se sustenta en el cruce de dos investigaciones: por una parte, en el
proyecto titulado “Influencia de la dinámica familiar sobre el desarrollo de los
adolescentes”, de corte cuanticualitativo, cuya finalidad fundamental es “determinar los
elementos de las dinámicas familiares que permiten responder a las crisis que se
presentan en la vida familiar, actuando como factor protector y favoreciendo el desarrollo
de los adolescentes” (proyecto 05/F762 de la Secretaría de Ciencia y Técnica, Facultad
de Filosofía y Humanidades, Universidad Nacional de Córdoba); por otra parte, en la
investigación de Doctorado en Letras correspondiente al proyecto titulado Jóvenes:
experiencias territoriales en escenarios urbanos contemporáneos (Resolución núm.
1088/2012 del 10.08.2012), que con un abordaje sociodiscursivo cruza la cuestión de la
juventud, la gestión del espacio urbano y las geografías de resistencia.
Desde esos marcos institucionales e investigativos, en el presente artículo nos
proponemos abordar algunas prácticas juveniles territoriales que, más allá del
asistencialismo, dan cuenta de una prosocialidad y una politicidad que sortea los
aparatos estatales para desplegar espacios de intervención no formales. A tal fin, hemos
seleccionado aportes de tres procedencias: de la Pedagogía Social y la Educación
Social (Ortega Esteban, 2005; Núñez, 2007; Sarrate Capdevilla y Hernando Sanz, 2010;
Bas-Peña, Pérez-de-Gúzman, Vargas-Vergara, 2014); de la “ecosofía social” de Guattari
(1996); y, sobre todo, de las consideraciones de Poliak (2004), Redondo (2004),
Tiramonti (2005), Saintout (2009), Svampa (2010) y Chaves (2012), es decir, autores
que piensan la cuestión educativa y social y la dimensión política de la pedagogía desde
América Latina. Con esa diversidad disciplinar compartimos en esta oportunidad algunos
resultados de los proyectos aludidos y algunas reflexiones vinculadas con los haceres de
los jóvenes en organizaciones interinstitucionales, no gubernamentales y comunitarias
propiciadas por movimientos barriales y agrupaciones solidarias.
1. Fundamentación
Varios son los referentes conceptuales que permiten analizar las ocurrencias vinculadas
con los haceres juveniles en territorio, en clave de Pedagogía Social y Educación Social.
Resulta pertinente explicitar que pensamos esta disciplina no solo en tanto conjunto de
226
prácticas y discursos, sino también en tanto campo de estudio con un estatuto
académico y científico que posibilita abordar y propiciar aprendizajes emergentes
mediante nuevos dispositivos de producción y análisis en contextos de pobreza, de
liminaridad y de exclusión como los de la Argentina actual (INDEC, 1991, 2001 y 2010),
es, en muchos casos, voluntaria y solidariamente paliada por organizaciones que
procuran atenuar esa vacancia, mediante el compromiso con las “vidas desperdiciadas”
(Bauman, 2005) de los “parias urbanos” (Wacquant, 2001) y “condenados de la ciudad”
(Wacquant, 2007). Suscribimos con Sarrate Capdevilla y Hernando Sanz (2010) cuando
aluden a emprendimientos comunitarios cuya finalidad es –en una línea neofreireana-
propiciar el desarrollo humano y alentar la liberación de la ignorancia, por medio de la
educación popular. Como afirma Núñez (2007, p. 3) la Pedagogía Social es una
disciplina que posibilita no sólo trabajar teórica y prácticamente en las complejas
fronteras de la inclusión y exclusión, sino que se trata de un trabajo de ampliación ⎯en lo
pedagógico y en lo político⎯ de las dimensiones de las responsabilidades públicas en
educación, por lo que] postulamos la Pedagogía Social como un espacio para pensar y
poner en marcha cuestiones relacionados con la igualdad y los derechos humanos.
Para restaurar el lazo social, el respeto por la vida del otro y de la consideración de las
“víctimas colaterales” (Bauman, 2005), la educación tiene que plantearse como
educación a lo largo de la vida y en el ámbito de toda la sociedad. “Ha de volver a lo
social, reinventarse como una educación social en la que los objetivos de integración y
convivencia sean determinantes y en la que la «escuela» –el tipo de escuela que emerja
de todo este proceso de transformación– sea una instancia más de ese continuum
educativo que abarca toda la vida de los hombres en la comunidad y no es algo
separado y segregado de éstas” (Ortega Esteban, 2005, p. 113).
La educación por fuera de las aulas, la educación en la vereda, en la plaza, en la calle y
en el barrio son prácticas juveniles recurrentes en los jóvenes entrevistados y
encuestados, que llevan a cabo experiencias de alfabetización, de tutorías, de animación
cultural en espacios no tradicionales y con poblaciones vulnerables. Más aún, con sus
prácticas invisten de sentido ciertos lugares y construyen identidad desde lo territorial,
obrando sobre los lugares para tornarlos espacios (de Certeau, 1996).
Así, en una explanada o una costanera, los jóvenes arman grupo y desarrollan
intervenciones que, al mismo tiempo, son modos de sobrevivir al sistema y de paliar las
desigualdades; en términos de Ortega Esteban (2005, p. 114) “… la educación social es,
por un lado, dinamización o activación de las condiciones educativas de la cultura, y de
la vida social y sus individuos; y, por otro, prevención, compensación y reconducción
socioeducativa de la dificultad, la exclusión o el conflicto social. En consecuencia, la
cobertura conceptual o teórica de la educación social debería buscarse, a nuestro
entender, en su función promotora y dinamizadora de una sociedad que eduque y de
una educación que socialice e integre, y, a la vez, ayude mediante la educación a evitar,
equilibrar y reparar el riesgo, la dificultad o el conflicto social. Por consiguiente la
Educación Social se tiene que centrar “fundamentalmente en cuestiones vinculadas a las
personas en sus diferentes realidades y contextos sociales. El educador y educadora
social son profesionales que llevan a cabo una acción socioeducativa con personas y / o
grupos, desde una línea normalizada o especializada, con objeto de generar cambios
para la mejora y transformación social. Promueve la educación a lo largo de toda la vida
a través de la participación y el desarrollo del espíritu crítico” (Bas-Peña, Pérez-de-
Gúzman, Vargas-Vergara (2014, p. 104).
Como hemos indicado, la filosofía ofrece un marco teórico para leer estas prácticas
juveniles, Guattari (1996, p. 13) profetizaba: “La instauración a largo plazo de inmensas
zonas de miseria, de hambre y de muerte parece desde ahora formar parte integrante
del monstruoso sistema de “estimulación” del Capitalismo Mundial Integrado.., que hoy
227
se visibiliza en tensiones sociales y paro crónico, en problemas de identidad y
subjetividad, caída de paradigmas antes únicos e inalterables e invención de nuevas
narrativas para hablar, para escribir, para vivir. Asistimos a una crisis de los valores y de
las instituciones que rigieron la modernidad, en un mundo signado por la masmediación
de la vida cotidiana y la despacificación en la vida urbana; asistimos también a
vulnerabilidades, riesgos e incertidumbres que horadan no solo el tejido social sino
también las categorías teóricas con las que pensábamos los vínculos y los sujetos, de
manera tal que nos manejamos con significantes y supuestos borrosos, con
inexactitudes.
En tal paisaje social, Guattari (1996, p. 17) propone tres ecologías –la social, la mental y
la medioambiental- y afirma que “la juventud, aunque esté aplastada en las relaciones
económicas dominantes que le confieren un lugar cada vez más precario y manipulada
mentalmente por la producción de subjetividad colectiva de los medios de comunicación,
no por ello deja de desarrollar sus propias distancias de singularización respecto a la
subjetividad normalizada”. Propone la “ecosofía social” para desarrollar prácticas
especificas que tiendan a modificar y a reinventar formas de ser en el seno de la pareja,
de la familia, del contexto urbano, del trabajo, etc. Defiende paradigmas de inspiración
ético-estética, para reorientar y desenraizar unas prácticas a veces ineficaces apoyadas
en teorías que deberíamos someter a permanente revisión. Son esas nuevas grillas de
intelección de la realidad los enclaves donde se insertan las prácticas solidarias que
constituyen el objeto de esta presentación y respecto de las cuales reflexiona Saintout
(2009, p.111) “los jóvenes piensan que la sociedad donde viven es injusta, que no todos
tienen lugar en ella, pero que –y esto es lo que importa rescatar debería ser de otra
manera”.
2. Objetivo
Analizar las acciones de resistencia de jóvenes que, en tiempos de descolectivización,
despliegan estrategias para sostener al otro vulnerable en escenarios barriales y
organizaciones informales.
3. Metodología
Se estudian dos unidades de análisis: una escuela preuniversitaria pública cordobesa de
reconocida trayectoria considerada como una “elite intelectual” y el espacio curricular y
el Taller de Políticas Públicas de Juventud de la Escuela de Ciencias de la Educación
(Universidad Nacional de Córdoba, Argentina).
Con respecto a la muestra, se desagregaron jóvenes cuyas edades oscilan entre los 17
y los 25 años. Para el trabajo de campo se han establecido como criterios de exclusión
la edad y el curso al que el alumnado asistía, obtuvimos un muestreo de 42 jóvenes.
Respecto a los instrumentos de recolección de material de campo, se administraron
encuestas y entrevistas en profundidad, se realizaron observaciones no participantes y
se recogieron trabajos escritos –en la escuela secundaria, de carácter optativo y en la
Universidad, de carácter obligatorio-, luego evaluados por las investigadoras de los
proyectos. De la articulación entre unos y otros documentos surgen las conclusiones
provisionales que abordan la subjetividad y que revisten representatividad tipológica.
No analizamos los proyectos institucionales, nuestra opción para el presente artículo son
acciones más silenciosas y tangenciales que no cuentan con subsidios ni responden a
partidos políticos: acciones de grupos que escuchan, acompañan y se comprometen con
las necesidades de los sectores más postergados sin aparatos propagandísticos ni
réditos eleccionarios, desarrollando sus tareas en villas de emergencia, asentamientos
provisorios, cárceles, escuelas signadas por la deprivación y centros asistenciales
periféricos. Nos referimos al proyecto Punto de encuentro de la institución de educación
secundaria ya referida, gestado en 2008 con el propósito de establecer entre esa
228
escuela y otra de nivel primario ubicada a pocas cuadras de distancia, unos lazos para
acercar culturas, formar valores y facilitar las interacciones entre el alumnado; es decir,
unos vínculos que permitan pensar, parafraseando a Miller y Laurent (2005), al otro que
sí existe. Con la orientación eventual de algunas cátedras de la Escuela de Ciencias de
la Educación y de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, la
acción se vehiculiza en forma de tutorías por autoselección, llevadas a cabo alumnado
de séptimo y octavo año de la escuela secundaria. Semanalmente, esos jóvenes tutores
–con asesoramiento de especialistas y coordinadores- ofrecen clases de apoyo al
alumnado con dificultades de aprendizaje de la escuela M. M., institución de nivel
primario con un alto porcentaje de población procedente de países limítrofes como
Bolivia y Perú, en situación de desventaja social.
En este Proyecto participaron, en 2011, cuatro coordinadores, dos tesistas, 47 tutores y
55 tutoreados; en 2012, 9 coordinadores, 55 tutores y 55 tutoreados; en 2013, 9
coordinadores, 29 tutores y 34 tutoreados.
4.1. Esas vidas son justamente las que procura impactar el trabajo de intervención
pedagógica de una de las jóvenes muestreadas, que se refiere así a su tarea en un
barrio popular de la ciudad:
“… el proyecto [...] tiene el fin de realizar una articulación entre el grupo de derechos
humanos y educación popular Vivimos en el país del Nunca Más, que depende de la
agrupación H.I.J.O.S. ii Córdoba (en la red nacional) y el taller de Murga de la Biblioteca
Popular de San Vicente, a partir de la recuperación de la memoria sobre la censura
durante los años de dictadura a expresiones artísticas y populares, como por ejemplo El
Carnaval. [Nos proponemos hacer] Educación desde la memoria reciente de nuestro
país. Sí, pero también educación desde la memoria de quienes no han sido invitados a
escribir la historia oficial que figura en los libros. El carnaval, como fiesta ancestral en
229
nuestras tierras, no es incluido en ninguna de las áreas de los formatos curriculares
(mucho menos en la formación docente). Por ello, la pedagogía de la memoria creemos
que tiene que ser entendida como la nueva posibilidad de escribir las formas que
queremos que tengan los procesos de aprendizaje”.
Apuntamos al aprendizaje colectivo, a la posibilidad de ir construyendo en conjunto el
avance y la evaluación de cada uno de los talleres. Poco sirve la educación impuesta de
manera vertical y el sentido iluminista sobre las prácticas comunitarias. En este caso el
punto de partida para el trabajo comunitario es el carnaval como fiesta popular que
posibilita la inversión de roles, la subversión de posiciones de jerarquía, la puesta al
revés del universo del derecho; en suma, como contrauniverso colectivo, anónimo y
antiindividualista, utilizado en el Medioevo (Bajtín, 1987, p. 11)
Invertir, modificar, alterar: ese propósito es el que articula el carnaval –una fiesta
prohibida durante la última dictadura militar argentina- y la acción renovadora de unos
jóvenes que ponen cuerpo en la formación y en la promoción del otro y devuelven a la
pedagogía una dimensión emocional, social y lúdica. Repartiendo lo que tienen, lo que
pueden y lo que saben, obrando en horizontalidad, construyen alternativas de una
educación politizada y comprometida con valores para pensar, a partir del carnaval, los
derechos humanos.
4.2. Otro de los casos seleccionados para esta presentación surge con motivo de la
erradicación de asentamientos provisorios, proceso frecuente en los últimos años en la
ciudad de Córdoba a causa de grandes desarrollos urbanísticos. Además, la violencia de
un sistema que en lugar de generar fuentes de trabajo produce pobres y que –en
complicidad con los medios (Reguillo Cruz, 1998)- abona la sensación de inseguridad,
insta a importantes franjas poblacionales medias y medioaltas a trasladarse a barrios
cerrados en las afueras de la ciudad. Ahora bien, con ese movimiento demográfico
implicado en la relocalización de viviendas, ¿qué ocurre en las vidas de las personas?;
esa política del espacio, ¿cómo impacta los vínculos familiares e interfamiliares? En tal
paisaje de reconfiguración urbanística, dos jóvenes asumidas como parte de la muestra
aquí seleccionada reflexionan en estos términos:
“Tomando como ejemplo a [un asentamiento provisorio llamado] Villa La Maternidad,
ubicada a metros del centro [...], podría decirse que el único obstáculo que impedía el
desarrollo comercial y urbano en aquella zona era la ubicación de la Villa en un punto
estratégico, lo cual desvaloriza las tierras aledañas. Por lo tanto, el traslado recotizaba
esas propiedades. Esta afirmación queda ejemplificada con la construcción de un
hipermercado y un barrio privado luego del traslado. Esta lógica económica es la que
guía el traslado de Villa El Tropezón, que también está ubicada en uno de los centros de
concentración económica de zona norte de la ciudad. Para finalizar la obra de la
Circunvalación se dispuso reubicar el vecindario, garantizando viviendas para todos los
vecinos en las “Ciudades-barrio”. Algunos de los residentes argumentaron que no
quieren mudarse porque no tienen garantizada una actividad laboral en sus nuevas
residencias. Sumado a ello, se hace difícil para estos vecinos trasladarse hacia el centro
debido a la poca disposición de medios de transporte”.
La “lógica económica” que explicita este testimonio barre las necesidades humanas de
los sectores sociales invisibilizados y obliga a mudanzas más o menos intempestivas.
Entonces la habitualidad y la confianza se quiebran y el proceso de desterritorialización y
reterritorialización deja en esas vidas de grupos subalternos saldos de pérdida y de
despojo. Trabajadores y trabajadoras informales que recogen y reciclan cartones,
plásticos y vidrios en circuitos estandarizados, adolescentes que limpian vidrios o
venden pequeñas mercancías en una esquina semaforizada, mujeres que confían sus
hijos a los vecinos para salir a trabajar quedan así sin el recurso humano, sin la facilidad
de acceso a unos circuitos laborales inventados desde la necesidad.
Referencias bibliográficas
233
LOS NIÑOS Y NIÑAS TAMBIÉN CUENTAN EN LA LUCHA CONTRA LA
VIOLENCIA DE GÉNERO
mabesa030588@hotmail.com
Resumen
El presente trabajo analiza cómo afecta la violencia de género a los hijos e hijas de
mujeres maltratadas. A medida que se ha avanzado en el estudio de este tipo de
violencia, se ha llegado a la conclusión de que los menores expuestos a la violencia de
género en su núcleo familiar no son unos actores secundarios de protección sino que
son víctimas directas. La sociedad debería reflexionar sobre si los hijos e hijas de
mujeres maltratadas han pasado desapercibidos, si se les ha proporcionado una
atención adecuada o si la coeducación en los centros docentes debería ser la base de
partida para la intervención y prevención de la violencia de género.
Con el paso del tiempo se ha demostrado que existe una mayor sensibilización social y
un mayor compromiso político de las diferentes administraciones públicas a la hora de
tratar y prevenir la violencia de género. Por un lado, se han puesto en marcha los
Juzgados de Violencia contra la Mujer y las Fiscalías especializadas; y por otro lado, la
información ofrecida por el Observatorio Estatal de Violencia sobre la Mujer y la
Delegación del Gobierno para la Violencia de Género permiten conocer mejor la
problemática derivada de la violencia de género.
234
Todo ello ayudará a visualizar cuales son las consecuencias personales y socio-
familiares que sufren los menores a partir de las situaciones de violencia que han vivido
en su núcleo familiar. Con la finalidad de establecer una intervención y prevención socio
– educativa a través de la coeducación en los centros escolares.
Por último, se expondrán unas conclusiones y reflexiones finales derivadas del análisis
de la investigación llevada a cabo.
Introducción
La falta de datos oficiales, sobre los menores que se encuentran expuestos a la violencia
de género, da lugar a que se conviertan en víctimas invisibles, y que las
administraciones no puedan prever los recursos necesarios para su protección y
atención. Por ello, a los problemas se les debe poner rostro y darles la importancia que
tienen sin dejarlos de lado. Si se identifica el problema se podrá atender y prevenir con
inmediatez y contundencia.
Objetivo
235
Metodología
A medida que han pasado los siglos, se ha conseguido incrementar los derechos de las
mujeres; a pesar de ello estamos muy lejos de alcanzar una igualdad relativa, ya que a
nivel mundial la mujer es infravalorada. La Dra. Clotilde Proveyer Cervantes (2005),
socióloga cubana, considera que las raíces de la infravaloración de las mujeres están en
el patriarcado; donde la mujer posee un estatus inferior al hombre en la vida familiar y
pública. Por este motivo tenemos que trabajar mujeres y hombres conjuntamente en la
elaboración de un sistema educativo que eduque en igualdad a nuestros menores,
proporcionándoles una educación adecuada en valores y las herramientas necesarias
para erradicar la violencia de género.
La Naciones Unidas (2006) define la violencia contra los niños y niñas como “el uso
deliberado de la fuerza o el poder, real o en forma de amenaza que tenga o pueda tener
como resultado lesiones, daño psicológico, un desarrollo deficiente, privaciones o incluso
la muerte”. Carmen Gavarrell Sanfélix (2013) expone, en su tesis doctoral, diferentes
autores que han contribuido a lo largo de los años a definir las consecuencias de la
exposición de los menores a la violencia de género:
236
Cunningham y Baker (2007) defienden que los niños y las niñas víctimas
de violencia de género son aquellos que ven, escuchan o conocen y
perciben el abuso y el control coercitivo ejercido hacia su madre.
Perinatal Intervención
Testificación presencial Escucha
Victimización Participación
Observación de las consecuencias
Experimentación de las secuelas
inmediatas a la agresión
Escucha de lo sucedido Ignoran los acontecimientos
Fuente: Holden, G.W. (2003: 151).
Tipos de exposición a la
Principales consecuencias
violencia de género
Exposición directa
Problemas cognitivos (retraso en el
lenguaje, fracaso escolar),
Los menores sufren los mismos
conductuales (agresividad, falta de
actos violentos que sus madres
habilidades sociales), emocionales
(humillaciones, amenazas,
(baja autoestima, depresión) y físicos
maltrato físico, manipulación
(lesiones, retraso en el crecimiento).
emocional…).
Exposición indirecta
Incapacidad de los agresores y de las
Los menores pueden presenciar la víctimas para atender las necesidades
agresión, o intuir lo que está básicas de los niños y niñas,
pasando aunque no la presencie ocasionando en algunas situaciones
(ven o oyen discusiones, abandono y negligencia.
golpes…).
Fuente: Save the Children (2006).
Antes de ver los efectos propiamente dichos, es importante subrayar que los menores
víctimas de violencia de género desarrollan unas creencias falsas asociadas a este tipo
de violencia, ya que no tienen opción a aprender estrategias más adecuadas de relación
interpersonal, de resolución de conflictos o diálogo y respeto. Algunas de esas falsas
creencias son las siguientes:
A estas falsas creencias se le suma una gran variedad de efectos que pueden
sufrir los hijos e hijas de mujeres víctimas de violencia de género. Según Asensi
(2007) las consecuencias de la violencia de género que experimentan los hijos e
hijas más comunes son las siguientes:
Problemas de socialización.
Síntomas depresivos.
Miedos .
Síntomas regresivos.
A continuación pasaremos a mostrar algunos de los datos obtenidos a partir del análisis
de 207 expedientes; ya que de los 269 menores que acudieron a Deméter, 62 no
aceptaron el tratamiento por lo que no se poseen datos de los mismos. Con estos
resultados se pretende hacer visible la realidad social que viven los menores víctimas de
violencia de género, y cómo afecta esta situación al estado conductual de los menores
en su ámbito escolar y familiar.
De los 207 menores que siguieron el tratamiento 107 son varones y 100 son mujeres. Se
han distribuido en tres franjas de edad: hasta cinco años, de 6 a 11 años y de 12 a 17
años.
El 96,6% de los menores presencia la violencia de género que sus padres ejercen sobre
sus madres y un 94,2 % experimenta secuelas.
239
Tabla 3. Secuelas conductuales.
Secuelas conductuales
El 74,4% de los menores muestra falta de empatía.
El 72% tiene una escasa tolerancia a la frustración.
El 90,8% presenta ansiedad.
El 64,3% es impulsivo.
El 69,6% experimenta un miedo constante.
El 87,9% manifiesta una baja autoestima.
Elaboración propia.
Otros aspectos de los menores que se ven afectados por la violencia de género son el
estilo de relación con la madre, el padre y los iguales, y el comportamiento en casa.
Los porcentajes más significativos de la relación de los menores con sus madres, se
distribuyen de la siguiente manera: el 29% es asertivo, el 24,6% está incómodo, el
19,8% agrede psicológicamente y el 13,5% es dependiente.
Con respecto a los padres: el 30% tiene miedo, el 27,5% está incómodo, el 14% es
asertivo y el 12,6% no tiene relación.
240
ello debe enmarcarse dentro de una normativa autonómica, estatal e internacional sobre
la intervención y prevención educativa de la violencia de género.
Pilar Sarto (2008) defiende que en el momento de intervenir con estos menores es
necesario conocerlos y entenderlos. La negación suele ser una de las defensas que
adoptan los niños y niñas que se encuentran paralizados por el miedo. Los centros
educativos deben plantear a los menores un nuevo modelo de igualdad y cuestionar el
que están viviendo en casa para romper el esquema dominio – sumisión. Es muy
importante que el profesorado los acompañe en su proceso para hacerlos sentir
protegidos y entendidos; valorando sus pequeños éxitos y sus esfuerzos, ya que los
maestros y maestras son una figura afectiva trascendental para los menores.
Conclusiones.
Los niños y niñas que han sufrido violencia de género y no son tratados e
intervenidos adecuadamente pueden sufrir problemas físicos y mentales
tanto en su infancia como de adultos.
Bibliografía.
Holden, G.W. (2003). Children Exposed to Domestic Violence and Child Abuse:
Terminology and Taxonomy. Clinical Child and Family Psychology Review.
September 2003, Vol. 6 Issue 3, p.151.
Junta de Andalucía (2006). Orden de 23 de junio de 2006, por la que se aprueban los
modelos de la Hoja de Detección y Notificación del Maltrato Infantil. Extraído el
28 de septiembre de 2013 desde
http://www.juntadeandalucia.es/boja/2006/130/d4.pdf
Save the Children (2006). Atención a los niños y niñas víctimas de la violencia de
género. Análisis de la atención a los hijos e hijas de mujeres víctimas de
violencia de género en el sistema de protección a la mujer. Madrid: Save the
Children España. Extraído el 18 de mayo de 2013 desde
http://www.savethechildren.es/docs/Ficheros/25/
Informe%20Estatal.pdf
243
UN PROYECTO EN ORIGEN PARA LA INTERVENCIÓN CON MENORES EN
CONTEXTOS DE RIESGO.
1. Introducción
Sabemos que la educación es una cuestión de contextos. Por ello, toda actividad
formativa que se desarrolle en los lugares de procedencia de los menores con los que
intervenimos, potenciará la capacidad de alcanzar el mayor éxito posible en los objetivos
propuestos. Con esta idea, la Asociación Infancia, Cultura y Educación, diseña en el año
2012 un programa de formación dirigido a profesionales y estudiantes vinculados con la
infancia en contextos de riesgo. Dicho programa en formato de encuentros13, ha
alcanzado su quinta edición con un total de 120 participantes. La actividad que ha tenido
lugar en Tetuán (Marruecos) tiene la finalidad de trabajar en proyectos sociales dirigidos
a niños y adolescentes que se encuentran en contextos de riesgo, considerando de
manera interrelacionada las perspectivas educativa, social, legal y emocional que
componen dicha situación.
Algunas de las temáticas más relevantes abordadas en el encuentro han sido las
siguientes:
Este proyecto se complementa con una vía de investigación que desarrolla un estudio
con diseño pretest-posttest con los propios participantes de la formación.
13
Se puede consultar en el sitio: http://www.encuentromarruecos.com
244
La irresponsabilidad de los agentes políticos y sociales convierten, no en pocas
ocasiones, las calles de determinadas zonas del mundo en auténticos escenarios de la
más absoluta precariedad humana. Entonces al cuestionamos cómo la persona es
capaz de subsistir ante unas condiciones de vida tan deplorables, nos sorprende una
sencilla respuesta: a través de sustancias que perjudican gravemente la salud, pero que
evaden la mente humana14. Nos referimos a sustancias como el disolvente o el
pegamento, o incluso otra, de más sencillo acceso ya que no genera desembolso
económico: el gas contaminado que expulsan los tubos de escape de los vehículos y
que es atrapado en una bolsa. Aunque el conocimiento sobre estas prácticas no nos
deje indiferente, quizás el mayor impacto lo recibimos cuando sabemos que son llevadas
a cabo por personas menores de edad.
La cercanía con Ceuta hace que en la ciudad sea otra fuente de ingresos el
contrabando. Los menores se conocen el tema, lo manejan, los que vienen de otras
ciudades no saben cómo entrar y salir. Los menores suelen cruzar la frontera muchas
veces, pasan el tiempo entre Ceuta y Tetuán, un tiempo en cada lugar. Comen en el
centro de menores de Ceuta, pueden volver con algo de dinero.
14
Según Quintanar, Solovieva y Sardá (2000), en las últimas décadas en países
latinoamericanos, se ha incrementado la cantidad de trabajos dedicados al estudio de los efectos
de la inhalación de diversas sustancias sobre los aspectos psicológicos, sociales, educativos y
conductuales. En México, el uso de inhalantes en frecuente, por lo que existe un interés particular
por este problema (Medina-Mora y Zavala, 1986). Los efectos de los inhalantes y los disolventes
tóxicos sobre las funciones psicológicas superiores, han sido estudiados desde diferentes
disciplinas: la fisiología, la farmacología, la toxicología y la neuropsicología (Contreras, 1977). Los
reportes señalan diversos efectos negativos de la inhalación de sustancias sobre el organismo
humano en general (Barroso-Moguel, 1975; Glaser y Massengale, 1962; Garza y Cols., 1978) y el
sistema nervioso en particular (Ayla y Cols., 1981; Barroso-Moguel, 1975; Cohen, 1981; Prockop
y Cols., 1977).
15
No solo inhalan los menores en situación de calle, también lo hacen otros chicos que regresan
a casa o algún sitio protegido para dormir.
16
Asociación para la protección de la infancia y la sensibilización de la familia, ubicada en Tetuán.
245
Por otro lado son menos agresivos, no tienen tanta organización y rivalidad entre
bandas, por lo que no están expuestos a tanta violencia, no se ven obligados a ser
violentos para sobrevivir, aunque con ello no afirmamos que no estén inmersos en un
mundo de lucha y defensa. Según un educador “aquí llevan una vida menos salvaje”.
Por otro lado la sociedad tetuaní es menos agresiva en el trato hacia estos menores.
En Tetuán se ganan la vida limpiando zapatos, algunos mendigan para comer, ayudan
con cargas o venden bolsas y pañuelos de papel. No hay muchos que roban. También
depende de la edad, entre los 6 y los 10 no suelen robar, entre 14 y 18 hay más
frecuencia.
La forma de inhalar también es diferente, en otros sitios afecta más al chaval. La forma
puede variar entre esnifar con una bolsa, donde aspira con la nariz y la boca, a la forma
en que lo hacen en Tetuán, donde sólo esnifan por la nariz, toman aire, lo cual es una
forma menos destructiva.
Una vez expuesto el contexto en el que surge esta experiencia, nos proponemos
como finalidad u objetivo principal de nuestra intervención, facilitar un espacio de
prácticas deportivas donde el menor adicto a determinadas sustancias tóxicas, pueda
abandonar progresivamente la adicción con el acompañamiento de educadores de
referencia.
3. Metodología
Trabajar con menores en contextos de riesgo no es tarea nada fácil. Sobre todo,
si tenemos que intervenir en un espacio público y libre como es la calle. La calle es un
escenario con demasiada ventaja para el menor que la ocupa con frecuencia, pues la
conoce y aunque resulte paradójico, se siente en ella protegido. Por lo tanto, son pocas
las herramientas y recursos con los que cuenta un educador para ganarse la confianza
de un niño o niña que se encuentra en la calle y con el cual se pretenda trabajar. Todo
depende de las habilidades del profesional a la hora de acercarse a los chavales. En la
experiencia que describimos contamos con la ventaja a priori de un educador muy
conocido y respetado por el grupo de chicos, aunque no en todos los sitios es
igualmente conocido. Nuestra intervención la realizamos en dos espacios claramente
diferenciados: las calles de la ciudad de Tetuán y la frontera con Ceuta.
246
primera mano las normas del deporte y contribuyendo incluso al cumplimiento de las
mismas de manera personal y alentando a sus compañeros a hacerlo.
Antes de iniciar la intervención específica con los menores que usaban prácticas
consumistas de disolvente y otras sustancias afines, se hacía necesario considerar los
efectos personales que las mismas podrían derivar. La guía para profesionales sobre el
abuso de sustancias volátiles, señala por orden de importancia, como los principales
efectos problemáticos los siguientes:
1ª. La intervención en el medio abierto (la calle) con seguimiento. El primer contacto que
tomamos con los menores adictos al disolvente y sustancias similares fue en la calle.
Este contacto es necesario seguir manteniéndolo, pues el chico va a permanecer en
dicho lugar durante bastante tiempo. Esta sea quizás la cara y la cruz de nuestro
programa. Lo ventajoso es que el consumo del tipo de droga que tratamos no genera
apenas adicción, por lo tanto, no es una tarea difícil abandonar dicha práctica. El
inconveniente es que el menor continúa expuesto al mismo ambiente y no se produce
una ruptura radical con el contexto de riesgo. Se trata por tanto de una intervención en el
que se debe trabajar seriamente la resiliencia de la persona, es decir, la capacidad del
ser humano para sobreponerse ante situaciones traumáticas. La permanencia en el
contexto de riesgo hace muy dura la terapia, pero ese es uno de los objetivos principales
marcados, que el adolescente se nutra de herramientas educativas y sociales con las
que enfrentarse a su adicción.
2ª. La intervención en el centro de día. Tras un primer contacto con el menor en la calle,
se le invita a participar en las actividades del centro de día. Al principio cuesta trabajo
que el menor asista regularmente a dicho recurso, pero algunas pequeñas estrategias
utilizadas siguen dando éxito y el proporcionar el almuerzo a un chico que vive en la
calle es algo que consigue la llamada y el acercamiento al centro donde se realizan
247
actividades. Quizás las actividades desarrolladas en el centro de día generan al principio
desinterés en este perfil de chavales, pero la motivación por participar paralelamente en
actividades deportivas les mantiene regularmente en el programa.
4. Resultados y discusión
El programa ha tenido mayor éxito entre los chicos de edades inferiores. Los
chavales mayores, por lo general, tienen más clara sus ideas, aunque éstas no sean
siempre factibles. Es importante diferenciar a este respecto que, por un lado existe un
grupo de chavales que utilizan la vida en la calle como medida transitoria, mientras
intentan la difícil misión de cruzar el Estrecho. Estos chicos pueden estar meses e
incluso años intentándolo hasta que lo consiguen. Y por otro lado, existe un grupo de
chavales que viven en la calle porque no tienen otro lugar, ni expectativas de emigrar, ni
nada. Los componentes de este segundo grupo diríamos que son los auténticos niños
de la calle, algunos de los cuales llevan demasiados años viviendo en la misma.
248
violenta del niño.
Este programa para tener verdadero éxito requiere de una recompensa social no
muy lejana en el tiempo. Y sobre todo necesita que esas recompensas ya efectuadas,
sean conocidas por el mayor número de menores en contextos de riesgo, convirtiéndose
en el mejor incentivo posible. Pero facilitar una recompensa social en un contexto donde
son tan complejas las situaciones familiares, escolares y laborales, es una tarea un tanto
delicada. Es el momento de pensar ¿qué le podemos ofrecer al niño que
verdaderamente le sirva y le estimule?
5. Investigación
249
conflicto en un contexto multicultural, con una progresión de 62,5%.
6. Conclusiones
Este proyecto presenta dos líneas de acción claramente separadas pero a la vez
complementarias. El programa de formación obtiene su retroalimentación gracias al
estudio pretest-posttest realizado con los participantes y a su vez, los resultados
obtenidos orientan los contenidos impartidos en cuanto al efecto producido.
Por otro lado, las experiencias prácticas desarrolladas por los participantes dotan
de mayor profesionalidad la propuesta de formación, convirtiéndose los escenarios de
intervención en espacios reales de aprendizaje, muy útiles para los participantes en
general, pero sobre todo para aquellos que están iniciándose en el conocimiento de la
infancia en contextos de riesgo. Además, el hecho de poder compartir la experiencia con
los menores, alojándose en sus propios centros de acogida, genera un espacio de
convivencia que refuerza aún más el proyecto, dotándolo de mayor calidez.
Referencias bibliográficas
Ayla, H.E., Quiroga, H.A., Mata, A.M., & Chism, S.K. (1981). La familia enseñante:
Evaluación del modelo en México, en términos de reincidencia en su aplicación
a una muestra de niños inhaladores de solventes industriales. Salud Mental, 4,
11-15.
Barroso-Moguel, R. (1975). Alteraciones morfológicas producidas por inhalantes.
Cuadernos Científicos CEMEF, 2, 97-106.
Cohen, S. (1981). The intentional inhalation of volatile substances. Advances in
Substance Abuse, 2, 123-143.
Contreras, C. (1977). Inhalación voluntaria de disolventes industriales. México: Trillas.
Glaser, H.H. & Massengale, O.N. (1962). Glue sniffing in childen deliberate inhalation of
vaporized plastic cements. Journal of the American Medical Association, 18,
300-303.
González, P. (2014). La expresión de las emociones a través de la educación física y el
deporte. En A. Jiménez, Infancia, cultura y emoción. Un escenario internacional
de formación. Granada: Grupo Editorial Universitario.
Guía para profesionales sobre el abuso de sustancias volátiles (s.f.). Recuperado el 15
de septiembre de 2013, de http://www.lwl.org/ks-
download/downloads/searchII/Solvents-Guide_span.pdf.
Medina-Mora, M.E. (1986). Inhalant use in Latin America: A review of literatura. México:
Advisory Group Meeting on the Adverse Health Consequences of Volatile
Solvent/Inhalant.
Prockop, L.D. (1977). Daño al sistema nervioso, secundario a la inhalación de
disolventes industriales. En C. Contreras (Comp.) Inhalación voluntaria de
disolventes industriales. (pp.611-621). México: Trillas.
Quintanar, L., Solovieva, Y. y Sardá, N. (2000). Efecto de la inhalación de disolventes
tóxicos sobre el desarrollo de las funciones psicológicas en niños escolares.
Revista Española de Neuropscología, 2, 30-49.
250
PROYECTO DE INSERCIÓN SOCIO-LABORAL CON JÓVENES EN CONTEXTOS DE
RIESGO EN TETUÁN (MARRUECOS)
Introducción
Entendemos por proyecto social, toda acción social, individual o grupal, destinada a
producir cambios en una determinada realidad que involucra o afecta a un grupo social
determinado (Martinic, 1996). Los proyectos sociales tienen la finalidad de producir
cambios sobre la realidad en la que se quiere intervenir. El proyecto social es un plan de
trabajo apoyado en unos principios teóricos, que tiene la misión de resolver la realidad
con necesidad detectada. El proyecto social es un plan de trabajo con carácter de
propuesta que concreta los elementos necesarios para conseguir unos objetivos
deseables, y que tiene la misión de prever, orientar y preparar bien el camino de lo que
se va a hacer, para el desarrollo del mismo (Pérez, 2011).
Un proyecto social trata de comprender aquellos factores que provocan los problemas y
las necesidades en las personas. Se trata de observar cómo están orientados los
problemas, cómo se han desarrollado y cómo podemos llegar a resolverlos y transformar
la realidad de una forma coherente y original, de tal forma que busque soluciones
duraderas y promueva el cambio e integración social de los miembros para los que
vayan destinados nuestros propósitos. El objetivo del proyecto social es organizar un
conjunto de acciones y actividades a realizar, que implican el uso y aplicación de
recursos humanos, financieros y técnicos, en una determinada área o sector con el fin
de lograr ciertas metas u objetivos (Ander-Egg, 1989).
Debemos analizar los problemas que surgen y sobre todo identificar el riesgo donde los
menores se desenvuelven día a día. A su vez debemos de observar las necesidades
251
expresadas y por supuesto saber interpretar éstas. Normalmente las necesidades son
interpretadas como la falta de bienes materiales, pero en nuestra interpretación y en
palabras de Krmpotic (1999) manifestamos lo siguiente; “la necesidad revela el ser de
las personas, haciendo palpable su doble condición existencial: como carencia y como
potencialidad. Se trata de una tensión constante que observada positivamente, se
convierte en motor de crecimiento y superación de la propia naturaleza humana”. En
proyectos sociales el enfoque de la necesidad como potencial de crecimiento de la
persona, nos puede ayudar para fomentar la autonomía del sujeto y para desarrollar
intervenciones más individualizadas. A su vez, a la hora de trabajar con determinados
sujetos, podemos incrementar las cualidades del mismo, ya que nuestra intención es
descubrirle el potencial y energía que hace posible su crecimiento personal, y sobre todo
enseñarle las múltiples herramientas existentes para su mejor desarrollo. En el trabajo
con menores en contextos de riesgo encontramos personas muy diferentes a las otras,
por lo que no debemos caer en el error de considerar que los menores inadaptados
socialmente son siempre aquellos que tienen más probabilidades de estar en riesgo.
Incluso la persona más buena tiene también defectos y la más mala insospechadas
posibilidades y recursos (Martínez, 2001).
El proyecto social tiene que estar orientado a aquello más importante dentro de su
estructura, al sujeto. Una vez analizados los problemas, e interpretadas las necesidades
como potencial, debemos implicar a las personas en su propio desarrollo. Smalley
(1970), en sus estudios dentro del trabajo social, resalta la importancia que significa que
el sujeto participe en el proceso de intervención, y por supuesto en el conocimiento
consciente de aquellos aspectos que hacen posible dicha intervención.
La intervención social debe ser conjunta por todos los agentes educativos (profesores,
mediadores, trabajadores sociales, etc.) para hacer que estos jóvenes tengan la
oportunidad de aprender habilidades de vida o capacidades para la inserción social
como aprender a aprender, a ser, a tomar decisiones, a resolver problemas, a
comportarse y a convivir (Vélaz de Medrano, 2002).
El proyecto social es una buena herramienta de trabajo que nos ayuda a focalizar los
problemas inmersos en contextos de riesgo. Una buena estructura de trabajo, un buen
equipo de profesionales y sobre todo una buena intervención social, son claves para
resolver y cumplir con los objetivos propuestos.
Una vez analizados algunos de los conceptos y aspectos dentro de los proyectos
sociales, vamos a señalar un proyecto que se realiza en Tetuán (Marruecos) con
jóvenes en contextos de riesgo y que desarrolla la Asociación Infancia, Cultura y
Educación (AICE). Hablamos de un proyecto de inserción socio-laboral, el cual por
medio de una formación en diversos campos, los jóvenes puedan optar a una mejor
salida laboral.
Este proyecto es fruto de un largo estudio realizado por los miembros de AICE, referente
a los menores en contextos de riesgo de la ciudad de Tetuán. La elaboración de un
diagnóstico donde se contempla las necesidades y problemas de los jóvenes comienza
a plantear respuestas de intervención, creando el proyecto general denominado
“Complejo Rural Mirador de Tetuán”. Se parte previamente de una formación y el
aprendizaje de un oficio (hostelería, idiomas, turismo, etc.) para continuar con la
253
realización de prácticas profesionales en el lugar donde se asienta el programa. Dicha
intervención comienza en Mayo de 2013, por medio de los diversos Encuentros de
formación que AICE desarrolla desde diciembre de 2012 en Tetuán. Dichos encuentros
de formación con menores en contextos de riesgo y la elaboración de diversos estudios
sobre la situación de los menores en el norte de Marruecos, comienza a gestar la
intervención. El programa de formación contempla tres fases fundamentales:
1) Formación y práctica: AICE así como otras entidades donde viven los jóvenes,
deben analizar en primer lugar el perfil de cada sujeto, como forma de adaptar la
intervención lo mejor posible y encontrar preferencias formativas, es decir,
partimos de un paso previo donde debemos conocer a la persona para
posteriormente saber orientar y trabajar adecuadamente durante la formación.
Partiendo de los centros de acogida donde los jóvenes viven, estos reciben
formación en diversos campos como bien anteriormente hemos citado. Una vez
recibida la formación por parte de los jóvenes, se realizan prácticas que
complementan dicha formación. Las prácticas son simuladas para posteriormente
realizarlas en las instalaciones del Complejo Rural. Los alumnos están becados
por AICE, y estos se comprometen a recibir la formación.
El proyecto pretende ofrecer una alternativa a aquellos jóvenes que no tienen un hogar o
bien, que sus familias no pueden hacerse cargo de ellos. Este proyecto muestra una
alternativa directa para reducir las probabilidades de seguir viviendo en la pobreza.
Ofrecer una formación completa en áreas específicas, ayuda a que estos jóvenes
puedan ser partícipes de la sociedad en la que les ha tocado vivir.
Por último indicamos que el proyecto está orientado a niños y niñas, ampliando aún más
el campo de actuación y sobre todo reflejando que la formación y el trabajo no entiende
de géneros.
Proyectos como el de AICE, muestran el respeto por los jóvenes del proyecto y el
convencimiento de que todo ser humano es capaz de evolucionar y superarse, a pesar
de no comenzar con los medios necesarios.
Conclusiones
Referencias bibliográficas
255
ATRIBUCIONES CAUSALES ACADÉMICAS DE JÓVENES EN SITUACIÓN DE
RIESGO SOCIAL
Resumen
El estudio pretende conocer las percepciones que tienen sujetos en situación de riesgo
social sobre sus fracasos y sus éxitos en tareas académicas. La investigación sigue una
metodología cualitativa-descriptiva, empleando la técnica de la entrevista guiada. La
muestra estudiada está compuesta por 8 mujeres de edades comprendidas entre los 13
y los 15 años, escolarizadas en Educación Secundaria Obligatoria, en situación de
riesgo social. Los resultados revelan que para casi todas ellas el aprobar o suspender es
una cuestión de esfuerzo e interés por la materia a aprender. Consideran que al
esforzarse se hacen más “inteligentes” y que trabajando más pueden sacarlo. No hay
rasgos de indefensión aprendida ni de atribuciones externas e incontrolables (excepto en
una de ellas). La falta de motivación de los sujetos de la muestra no está en un
desajuste atribucional.
Introducción
La importancia que se viene dando a esta teoría reside en que la investigación con
alumnos ha demostrado que las atribuciones o creencias acerca del éxito o el fracaso
son importantes mediadores de la actuación en situaciones de logro y tienen un fuerte
256
efecto sobre cómo la gente reacciona ante sus éxitos y los de los demás (Bueno, 2001).
Objetivo
Metodología
Muestra
Instrumento
La recogida de las opiniones se llevó a cabo mediante una entrevista estructurada. Las
cuestiones se dividían en dos grandes categorías: referidas a los profesores y referidas
directamente a las explicaciones-atribuciones de los resultados académicos propios y
ajenos.
Resultados
Sujeto 2: se percibe inteligente pero vaga, la más vaga del grupo, por qué no trabaja.
Cuando aprueba o suspende, se debe a su trabajo, a sí misma. Lo que más influye en el
rendimiento es el esfuerzo y la preparación, aunque lo que le importa es solo aprobar,
sacar un 5 pelao.
Sujeto 3: se percibe como del montón, ni lista ni tonta, de inteligencia media, pero
trabajadora, aunque solo sea en aquello que quiere. Pregunta al profesor cuando no
sabe algo. Se limita a preparar de los exámenes solo aquello que entra y no amplia nada
más. El esfuerzo es la base del aprobado.
Sujeto 4: se considera inteligente pero vaga. Estudia por obligación, en cuanto pueda lo
deja. Estudia solo si de le dice, sino no. Suspende por falta de esfuerzo, por no
habérselo currado. No descarta el uso de chuletas o creer que suspende por qué no
entiende.
Sujeto 5: trabajadora, hace los deberes todos los días. Si algo no le sale la
257
responsabilidad es suya. Intenta entender aquello que no. El esfuerzo es la clave.
Sujeto 6: ha tenido una importante bajada de rendimiento. Cree ser la más vaga del
grupo, con inteligencia normal pero no muy trabajadora. Con esfuerzo se aprueba,
aunque depende de lo atractivo de la materia. “Si me esfuerzo los saco” y me hago más
inteligente.
Conclusiones
De las entrevistas mantenidas con los sujetos, se puede concluir que: i. aprobar es una
cuestión de esfuerzo personal e interés por la materia, y que trabajando pueden sacar el
curso; ii. al esforzarse se hacen más inteligentes, mejoran su capacidad cognitiva (visión
incrementista de la inteligencia); iii. no hay signos de indefensión aprendida ni de
atribuciones externas e incontrolables; y iv. la falta de motivación de los sujetos no está
en un desajuste atribucional.
Referencias bibliográficas
Hareli, S. & Weiner, B. (2002). Social emotions and personality inferences: a scaffold for
a new direction in the study of achievement motivation. Educational
Psychologist, 37 (3), 183-193.
258
EL DESARROLLO DE LA COMPETENCIA INTERCULTURAL EN EDUCACIÓN
FORMAL: ESTRATEGIAS PARA FAVORECER LA INTEGRACIÓN SOCIAL EN
PRIMARIA Y SECUNDARIA
Resumen
Las culturas de las que se extrajo información para el análisis fueron: japonesa,
marroquí estadounidense, república dominicana, búlgara, peruana, rumana. Como
resultado de esta experiencia, hemos constatado una comprensión más profunda en la
percepción de los alumnos ante el fenómeno de la interculturalidad.
Introducción
Desde esta perspectiva, a día de hoy todos los países pueden ser susceptibles de
convertirse en puntos tanto de origen como de destino de migrantes, y aunque existen
infinidad de estudios en torno al fenómeno migratorio desde disciplinas tan dispares
como la sociología, antropología, economía o historia, son quizá menos numerosos los
estudios realizados en torno al fenómeno que se desprende de la migración, la sociedad
multicultural, a cómo abordar la multiculturalidad y, sobre todo, a cómo abordarla desde
el sistema educativo formal objetivo de este trabajo. Para ello, partimos de tres
asunciones que configuran la naturaleza de las estrategias que proponemos para que el
profesor puede llevarlas a cabo en el aula: la primera es partir de la perspectiva
intercultural, la segunda lengua y cultura como realidades indisociables y la tercera el
necesario apoyo legislativo para ello.
Esta segunda asunción conlleva trabajar la capacidad del alumno para reconocer la
validez de otras formas de expresar la experiencia, de interactuar entre personas más
allá del mero entendimiento lingüístico, que afectan a cómo nos expresamos, qué tiempo
verbal escogemos para describir, qué vocabulario utilizo para el acto de pedir u ofrecer y
cómo uso la cortesía verbal para no afectar la imagen del otro. Se trata, así pues, de
introducir el ingrediente más pragmático de la lengua como parte del trabajo de
intercultura en el aula.
261
Descripción de la experiencia
A continuación describimos la experiencia práctica llevada a cabo por alumnos del último
curso de Grado en Educación Social del CES Don Bosco en las asignaturas de
“educación y mediación intercultural” y “estrategias didácticas para la equidad en las
relaciones humanas”, con el doble objetivo de:
Las culturas de las que se extrajo información mediante entrevista grabada y posterior
transcripción de la misma para el análisis fueron: japonesa, marroquí estadounidense,
república dominicana, búlgara, peruana, rumana.
Para alcanzar el primer objetivo de análisis se tomaron las dimensiones que configuran
una cultura apuntadas por los estudios de Hall, (1966), Hofstede, (1980) y Trompernaars
y Hampden-Turner, (1997):
3. Distancia de poder
6. Comunicación y no verbal
262
Japón
Grecia
España
Italia
UK
Francia
EEUU
Escandinavia
Alemania
3. Distancia de Poder: Hofstede (op cit.) define distancia de poder como el grado en que
los miembros menos poderosos, menos favorecidos de las instituciones y
organizaciones de un país esperan y aceptan que el poder esté distribuido de manera
desigual. De acuerdo con esta definición hay culturas de:
-BAJA DISTANCIA DE PODER: los subordinados esperan que sus superiores los
consideren como iguales. La jerarquía es casi inexistente.
5. El sentido del tiempo: Hall (op cit.) distingue entre culturas monocrónicas y
policrónicas:
263
CULTURAS POLICRÓNICAS donde se acepta hacer cosas distintas al mismo tiempo;
por ejemplo, hablar por teléfono y atender a otra persona al tiempo. Los españoles y
latinos en general son culturas policrónicas.
Una vez que se obtuvo información de cada dimensión de la cultura a la que pertenecía
cada persona inmigrada entrevistada, se pasó a trabajar el segundo objetivo, identificar
cuál ha sido el choque cultural en el proceso de aculturación hacia la cultura española, y
cuáles han sido sus mayores dificultades de integración.
Se pidió a las personas inmigradas que narraran una experiencia de choque cultural con
los españoles; por ejemplo, en una tienda al comprar, en el proceso de búsqueda de un
piso o de alquilar una habitación, al ser invitado a comer con unos amigos, al inscribir al
niño en el colegio, etc. Se les dio un guión orientativo para ayudarle en la narración:
¿En qué medida crees que ese incidente fue causado por tu
carácter como persona o por pertenecer a un a cultura distinta?
Con la información extraída se diseñó una secuenciación de actividades que cubría cada
etapa del proceso de aculturación, proceso de adaptación gradual de un individuo o de
un grupo, de una cultura a otra con la cual está en contacto continuo y directo y así
intentar paliar los posibles factores de exclusión cultural. Las fases en ese proceso han
sido señaladas por Schuman (199-)
264
1. Euforia: período de excitación que nos ofrece el atractivo de lo nuevo.
Conclusiones
265
Un segundo aspecto relevante es la evidencia en las entrevistas es el desconocimiento
de las dimensiones que configuran una cultura. Por ello, el conocer y trabajar desde
ambas perspectivas cada dimensión cultural ayuda a no prejuzgar al otro como negativo,
sino a relativizar, contextualizar y por ende, a comprenderlo.
En este sentido, es necesario la figura del profesor mediador que trabaje desde el
enfoque intercultural (Bryam y Fleming, 2001), que considera la cultura del país meta y
la del alumno, e incluso la relación con otros países y otras culturas. Así, el estudiante
desarrolla una actitud crítica con respecto a la cultura de su propio país. En este sentido,
las dimensiones que configuran una cultura facilitan el diseño de actividades para
analizar desde ambas perspectivas.
En suma, se trata de construir entre todos una pedagogía intercultural (Quintas, 2007),
una pedagogía de los encuentros, de aceptación de los otros sin renunciar a la identidad
propia y donde el dominio de la lengua no es el único factor para la comprensión del otro
cultural.
1. Contar con datos que reflejen el grado de competencia autopercibida del profesor de
primaria y secundaria, para trabajar la diversidad cultural de sus alumnos, que nos
permitan justificar la necesidad de formación específica y que doten de herramientas
pedagógicas al profesorado.
2. Asimismo, sería útil contar con un programa que sea susceptible de incluirlo en la
formación de grados de Magisterio y en el master de profesores de secundaria que
integre estudio académico y experiencias prácticas.
Bibliografía
http://www.un.org/esa/population/migration/hld/Text/Report%20of%20the%20SG%20(Ju
ne%2006)_Spanish.pdf.
266
Consejo de Europa. (2002). Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas.
Madrid: MECD y Anaya.
Kelly, M. (coord.) (2004). European Profile for Language Teacher Education. A Frame of
Reference . University of Southampton y Comisión europea. Documento
disponible en: http://ec.europa.eu/education/policies/lang/doc/profile_en.pdf
Van Ek, J. (1986). Objectives for Foreign Language Learning. Vol. I. Nueva York:
Manhattan Publishing Company.
267
JÓVENES RUMANOS EN CONTEXTOS DE RIESGO: EL GALLINERO
Introducción
Las condiciones de vida del asentamiento, son bastante duras para el desarrollo de los
jóvenes. Aproximándonos al concepto de riesgo, podemos manifestar que este resulta
complejo de abordar y el cual puede tener diversas connotaciones. El concepto de
riesgo incorpora al ser humano: o como víctima o como agente (Jaeger, 2001). El riesgo
afecta directamente a las condiciones de vida, ya que en el asentamiento se manifiestan
situaciones complejas y que solo a través del trabajo de las entidades sociales, y
agentes locales, es posible combatir. La exclusión social forma parte de la vida diaria de
las personas del poblado. La relación entre pobreza y exclusión social no es una relación
de causa-efecto, pero la pobreza siempre se asocia a un nivel u otro de exclusión social,
y ésta puede ser la causa o el efecto de una situación de pobreza (Estivil, 1997). La
pobreza forma parte normalmente de los grupos que están en exclusión social, por lo
tanto en nuestro caso, es considerado el asentamiento como un lugar de exclusión
268
social, así como aquellos que forman parte de él.
Para hacer frente al problema de la exclusión social y a todos aquellos aspectos que
derivan de dicho problema, existen diversas entidades sociales que trabajan
constantemente en el asentamiento, abordando por ejemplo áreas como la educación,
salud o vivienda. El uso de proyectos sociales a través de instituciones no lucrativas,
palia los efectos devastadores de un contexto de riesgo cada vez más acusado. No solo
el uso de proyectos adaptados a la población significa una buena intervención social,
también el trabajo de los profesionales representa un punto de interés mayor, es decir, la
conexión existente entre la población y aquellos profesionales que trabajan en el
asentamiento, provoca un clima estable, facilitando la intervención social y manteniendo
un equilibrio de respeto (Gutiérrez, 2011). Los profesionales tienen que adaptarse a la
población conociendo sus aspectos, necesidades, limitaciones y oportunidades de
progresar.
El trabajar bajo contextos de riesgo es una tarea ardua que se extiende con el tiempo,
por ello debemos trabajar las necesidades y problemas de la población de estudio de la
forma más responsable posible, de tal modo que podamos solventar aquellos déficits
que no permiten una verdadera integración social en todos los aspectos de la propia vida
de las personas.
Comenzó desarrollando el “Proyecto Nido”, que con los años se ha ido reformulando y
adaptando a las demandas de la población y que en la actualidad se conoce como
“Programa Integr@Rom”.
269
Población Diana:
Por ser menores se trabaja estrechamente con sus familias con el fin, de lograr su
colaboración e implicación en el trabajo que están realizando sus hijos.
Integr@ROM, se configura como una intervención de carácter integral que pretende, por
un lado y mediante el desarrollo de diferentes actividades de educación no formal,
contribuir al proceso educativo de los menores adolescentes en riesgo de exclusión
social residentes en el poblado chabolista de El Gallinero. (Proyecto Educ@ROM)
Y por otro lado, el programa, pretende realizar una importante labor de sensibilización de
la población española a partir, de la capacitación de estos chicos y chicas en el uso de
TICs (como fotografía e internet) y otras vías de comunicación (como exposiciones o
charlar), que abran un espacio de interacción y escucha activa entre la población
residente en El Gallinero y la población general. (Proyecto Imaginari@ROM)
Esta actividad se realiza de forma semanal los lunes con 10 chavales de forma
simultánea, 8 chicos y 8 chicas. Su horario será de 16.00 a 20.00h y comprende desde
la recogida de los menores en el asentamiento hasta su regreso al mismo. La actividad
se ejecuta en el centro Juvenil el Aleph, la cual, nos cede sus instalaciones para poder
llevar a cabo dicha actividad.
En este taller se trabajan diferentes contenidos a través de los temas que interesan y
motivan a los jóvenes participantes. Estos contenidos son: Lectoescritura, educación
moral y cívica, educación para la igualdad de oportunidades de ambos sexos, educación
para la salud, educación ambiental y cultura y conocimientos básicos generales
Visitas a las familias: Una vez a la semana se realizarán visitas a las familias de
los menores integrantes del programa. Estas visitas tienen por finalidad implicar a
los padres en el proceso de aprendizaje de sus hijos. También servirán para
informar de las actividades realizadas durante el curso, de las incidencias
producidas, en su caso, así como resolución de trámites burocráticos. La
comunicación con las familias es crucial para lograr los objetivos del programa.
Salidas de ocio y culturales: Esta actividad tiene por finalidad, trabajar el manejo
de las habilidades sociales en contextos normalizados.
Las salidas de ocio se realizan con una periodicidad bimensual, durante los fines de
semana o festivos siempre fuera del calendario escolar y del horario lectivo, y su
duración depende de cada actividad.
Las distintas acciones se realizarán junto con los chicos y chicas con los que hemos ido
trabajando en los “talleres de alfabetización digital” y en los “talleres de teatro”. Algunas
de las acciones de sensibilización con las que más trabajamos son: Exposiciones de
fotos, charlas-debate, y la elaboración y seguimiento del Blog del programa.
Objetivos:
Objetivo general:
Objetivos específicos:
271
que se encuentran inmersos.
Metodología:
En toda intervención con menores resulta fundamental el trabajo con las familias, por lo
que para que sea efectiva, la comunicación con la familia del menor debe ser constante
y fluida. Para ello, dedicaremos un día semanal a la visita familiar para informales e
implicarles en el proceso de sus hijos. Y por ello, podemos decir que nuestra
intervención también sigue las líneas del modelo sistémico.
Conclusiones
Resulta importante investigar en los procesos que han originado los contextos de riesgo,
así como aquellos que permiten su desarrollo.
El trabajo de las habilidades sociales es fundamental para facilitar las relaciones sociales
con el entorno exterior al asentamiento.
Su nivel de destreza en el manejo del idioma del país al que se han incorporado, facilita
su integración en el mismo.
Su relación con nuevos entornos y contextos les sirve para conocer e incorporar las
normas implícitas de otros ambientes.
Las proyecciones depositadas sobre los menores terminan por convertirse en una
realidad. Efecto Pigmalión
Bibliografía
Bargach, A. (2008): La integración del menor migrante sin referente adulto en el país
receptor: un reto universal para la educación intercultural. I Jornadas
internacionales de educación intercultural y VI Jornadas de Diagnóstico y
Orientación de la educación intercultural.
273
Gutiérrez, J.D. (2011): Cuaderno de Campo. Fundación Imaginario Social. Madrid
Jaeger, C., O. Renn, E. Rosa and T. Webler (2001): Risk, Uncertainty and Rational
Action. London: Earthscan Publications.
274
EL PROGRAMA DE RESPONSABILIDAD PERSONAL Y SOCIAL (PRPS):
DE LAS CALLES DE CHICAGO AL GIMNASIO DE MI ESCUELA EN VALENCIA
La experiencia que aquí expongo está basada en una adaptación del Modelo,
denominada el Programa de Responsabilidad Personal y Social (PRPS), llevada a cabo
275
por un equipo de investigación de la Universidad de Valencia dirigido por la Dra. Amparo
Escartí, del que formo parte desde hace más de una década.
Creo que la mejor manera de dar a conocer mi experiencia con el PRPS es realizando
un recorrido a lo largo de una sesión de Educación Física. Lo haré describiendo paso a
paso lo que ocurre en cada una de las fases de una sesión. En la descripción de cada
fase intercalaré referencias a las Estrategias de Enseñanza de la Responsabilidad (en
adelante EER) que se integran en la práctica docente. Se trata de ejemplos ya que la
forma en que se ponen en práctica las estrategias es muy variada y depende del estilo
de cada docente, así como de las características del grupo y del Nivel de
Responsabilidad que se trabaja. Tal y como expliqué anteriormente, el PRPS estructura
la sesión en cuatro fases o momentos: (a) Reunión inicial; (b) Desarrollo de los
contenidos; (c) Reunión para la reflexión; (d) Autoevaluación. Cada una de ellas
presenta una serie de características diferenciales encaminadas a la consecución de los
objetivos planteados, tanto los relacionados con los contenidos propios de la educación
física, como los relacionados con el PRPS.
La reunión inicial: En función de la edad, recojo a los alumnos en sus clases y bajamos
al patio (o gimnasio) o lo hacen ellos mismos. En cualquier caso, la clase empieza
siempre de la misma forma. Nos sentamos en círculo para recordar los objetivos de
responsabilidad (cada uno de los niveles de responsabilidad tiene unos objetivos
concretos) y para dar información sobre las actividades que realizaremos durante la
sesión (EER: Modelo de respeto; Fijación de expectativas). Les recuerdo que al finalizar
277
la sesión ellos deberán autoevaluarse si han conseguido o no los objetivos propuestos
(EER: Fijación de expectativas, Autoevaluación). En la entrada al gimnasio, en la
cristalera, coloco unos carteles que, mediante un dibujo y un código de color, indican el
contenido que vamos a trabajar ese día (EER: Fijación de expectativas). De esa forma,
muchos al sentarse en el círculo ya saben qué vamos a trabajar. Si no he subido a por
ellos, suelo esperarlos arrodillado en el suelo, en el centro de la pista, o en el centro del
gimnasio, siempre en el mismo sitio. Creo que es importante el lugar porque va a ser
como el interruptor de on/off de la sesión y en este sentido pienso las rutinas favorecen
que los alumnos y alumnas no sientan incertidumbre y genera confianza. Al tiempo,
debe ser un lugar tranquilo que invite a hablar y a escuchar, evitando ser interrumpidos
por otros alumnos que van o vienen. Por lo tanto, la elección del lugar debe ser
meditada. No suelo utilizar más de cinco minutos en esta fase. Los niños y niñas bajan
deseosos de actividad y va contra su naturaleza mantenerlos más tiempo allí sentados.
Me gusta acabar esta pequeña asamblea haciendo que entre ellos recuerden las cuatro
normas básicas de convivencia que entre todos establecemos al inicio del curso (EER:
Concesión de voz, Fijación de expectativas): (1) Nadie puede herir a un compañero o
compañera; (2) Nadie puede molestar el juego o la actividad de otro compañero o
compañera; (3) Cualquiera puede convocar el círculo mágico (es como llamamos a la
asamblea) si necesita ayuda para resolver algún problema; (4) Antes de cambiar de
actividad, debemos guardar el material que estábamos utilizando en la actividad anterior.
Desarrollo de los contenidos: Las actividades las planteo de forma que ayuden a la
consecución de los objetivos de responsabilidad que nos hemos planteado. Por ejemplo:
si estamos trabajando la autonomía, suelo plantear un trabajo por rincones para que
ellos mismos decidan cómo van a trabajar (EER: Oportunidad de éxito), o planteo
sesiones que denomino “autodirigidas”, en las que los alumnos tienen la puerta del
almacén abierta y son ellos los que deciden cómo y con quién van a realizar su actividad
(EER: Fomento de la Interacción Social). Previamente ellos se han planteado algún tipo
de objetivo (EER Concesión de Voz). Por ejemplo: un grupo de niños y niñas toma la
decisión de organizar un partido de beisbol. Deben buscar el lugar adecuado, coger el
material necesario del gimnasio, organizar los equipos, resolver los conflictos que se
deriven del juego, etc. Posiblemente aquellos alumnos o alumnas que más saben,
enseñen a los otros o lideren la organización de la actividad (EER: Liderazgo).
Finalmente deben reflejar su actividad en una hoja que tienen preparada para la ocasión,
valorando también su satisfacción por la práctica que han realizado (EER: Concesión de
voz). Con frecuencia surgen problemas y conflictos que hay que debemos resolver. Mi
primera pauta a la hora de resolverlos consiste en preguntarles si pueden resolverlo
ellos mismos (EER: Concesión de voz). Tengo un lugar que habitualmente es un rincón
de lectura donde pueden ir a hablar y tratar de solucionar el conflicto. Si el rincón está
ocupado ellos o ellas mismas buscan un lugar más tranquilo. Suelo decirles la forma en
que resuelven los conflictos en la escuela pueden utilizarla y enseñarla a otros fuera de
la escuela (EER: Transferencia). Me gusta fantasear con lo que ocurriría si todos los
niños de su edad aprendieran a resolver los problemas como ellos lo hacen, mediante el
diálogo: “acabaríamos con las guerras” me dicen ellos. También es posible que ellos
solos no sean capaces de encontrar esas posiciones comunes que les ayuden a resolver
el problema. Entonces me siento con ellos o ellas y hablamos. Aquí he de reconocer que
tengo mi talón de Aquiles, porque lo que me sale más natural es sermonear, y todos
sabemos que a los dos minutos del sermón ellos han desconectado y me veo hablando
solo con mis alumnos mirando a otro lado y pensando en qué hacer para salir de allí lo
antes posible: “lo que tú digas Salva”, me acaban diciendo en muchas ocasiones. Para
tratar de resolver este problema he ideado la técnica DIA. DIA es el acrónimo para
recordar los tres pasos para afrontar este tipo de situaciones: Describir, Informar y dar
Alternativas. Pondré un ejemplo. Un niño está molestando el juego de dos compañeras
que saltan juntas a la cuerda. La alumna viene a decirme que su compañero las molesta
y entonces les pregunto si pueden solucionarlo ellos mismo. Él dice que sí, pero a ella
278
no la veo muy convencida. Le pregunto si quiere que los acompañe y les eche una
mano. Entonces acceden, pero el niño que, realmente, sabe que ha molestado a las
compañeras comienza a quejarse diciendo que él tenía la cuerda, que siempre se están
chivando de él, que ayer en el recreo ellas le dijeron orejotas.... Trato de evitar el sermón
diciendo: (Describiendo la situación) “Tus compañeras están jugando a la cuerda y tú
estás molestando su actividad”; (dar Información) “Estás incumpliendo con una de las
reglas importantes de convivencia en el gimnasio”; (ofrecer Alternativas) “Si lo que
quieres es saltar a la cuerda, puedes coger otra cuerda del gimnasio o si lo que quieres
es jugar con ellas, puedes preguntarles si quieren jugar contigo”.
Reunión para la reflexión: Cinco minutos antes de que acabe la sesión, me paso por los
grupos o informo en voz alta de que en cinco minutos haremos el círculo mágico para
que vayan finalizando su actividad (Fijación de expectativas). Resulta frustrante que te
corten a mitad de una actividad que te está resultando placentera. Una vez finalizada la
actividad volvemos al círculo mágico para recordar los objetivos que nos habíamos
propuesto, recordar lo que hemos aprendido ese día y expresar sentimientos o
sensaciones si alguien lo cree necesario (EER: Concesión de voz). En esta reunión
necesariamente se debe producir un momento (más o menos largo en función de la
edad) en el que el silencio se apodere de la asamblea y cada uno pueda entrar en sí
mismo. Debemos exigir respeto durante ese tiempo de silencio. No resulta fácil, sobre
todo al principio, cuando los chicos y chicas no están habituados a quedarse en silencio
sin decir nada. Pero no hay que desistir. Confiad en que con la práctica se llega a
interiorizar ese momento como parte de la sesión, como parar el partido cuando alguien
se hace daño o guardar el material después de utilizarlo. La pausa y el silencio son
necesarios para el autoanálisis (EER: Autoevaluación)
EN CONCLUSIÓN
279
alumnas sean autores y protagonistas de su propia vida.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
ESCARTÍ, A., GUTIÉRREZ, M., PASCUAL, C., MARÍN, D., MARTÍNEZ, C. y CHACÓN,
Y. (2006). Enseñando responsabilidad personal y social a un grupo de
adolescentes de riesgo: un estudio “observacional”. Revista de Educación, 341,
373-396.
ESCARTÍ A., PASCUAL, C., GUTIÉRREZ, M., MARÍN, D., MARTÍNEZ, M., TARÍN, S.
(2012). Applying the teaching personal and social responsibility model (tpsr) in
spanish schools context: lesson learned. Ágora para la EF y el deporte, 14 (2),
178-196
HELLISON, D. (1978). Beyond balls and bats: Alienated (and other) youth in the gym.
Washington DC: AAHPER.
HELLISON, D. (1985): Goals and strategies for physical education. Champaign, IL:
Human Kinetics.
280
JIMENEZ, P. y DURÁN, L. (2004). Propuesta de un programa para educar en valores a
través de la actividad física y el deporte. Apunts, 77, 27-29
LERNER, R.M., ALMERIGI, J.B., THEOKAS, C. Y LERNER, J.V. (2005). Positive Youth
Development. A View of the Issues. The Journal of Early Adolescence, 25 (1),
10-16.
MARTIKEK, T., y HELLISON, D. (1998). Values and goal – setting with underserved
youth. Journal of Physical Education, Recreation & Dance. Health Module, 69
(7), 47-53
OSLIN, J., COLLIER, C., y MITCHELL, S. (2001). Living the curriculum. Journal of
Physical Education, Recreation and Dance, 72 (5), 47-51
281
INTERVENCIÓN DESDE LA EDUCACIÓN SOCIAL CON ADOLESCENTES
ESCOLARES CON PROBLEMAS DE COMUNICACIÓN Y RELACIÓN
Resumen
Introducción
Analizado el grupo y su problemática, les hice una propuesta al tutor y al pedagogo del
centro, que consiste en realizar varios talleres, a razón de uno por mes, preparados con
el fin de que el alumnado sea consciente de su conducta, aprendan a escucharse y no
interrumpirse cuando hablan, y al mismo tiempo vean lo que ocurre cuando alguien del
grupo dificulta el aprendizaje de todos. Estamos tratando temas de comunicación verbal
y no verbal, escucha activa, asertividad, empatía y educación emocional, completando
así las habilidades sociales más adecuadas para reeducar en esta clase de conductas y
educar en valores. A partir de estas intervenciones, habiendo realizado algunos talleres,
obtenemos resultados satisfactorios y notorios desde la primera intervención. Con este
punto de partida, podemos incidir nuevamente en la importancia de incluir las
habilidades sociales en el programa educativo reglado. Para ello debemos
concienciarnos del beneficio que aporta a todo el alumnado en general, además de la
gran aportación que puede realizar un educador social en un centro de educación
formal. Resaltaría que en estos tiempos en que la crisis hace que disminuyan las
inversiones económicas oficiales en los centros docentes, no dotándoles de fondos que
permitan realizar otras actividades necesarias para completar el ciclo educativo del
alumnado, se demuestra una vez más que, desde la educación social se puede
conseguir grandes logros sin plantear un gravamen económico adicional.
Los resultados están siendo muy satisfactorios, algunos incluso superan las
expectativas. Pese a la etapa adolescente que están viviendo y ser la primera vez que
se enfrentan a estos temas se están consiguiendo logros. La mayoría ha oído algún
comentario al respecto de educación emocional, habilidades sociales, pero no las han
trabajado personalmente. El alumnado está contento y demanda más clases, se
muestran interesados, lo que nos lleva a cuestionarnos cómo serían estos alumnos
ahora, si hubiesen tenido desde la Educación Infantil (de 3-6 años) estas clases y
hubiesen crecido con la educación emocional como una parte más de su formación;
asumiéndola como otra asignatura, con su parte teórica para leer y aprender, su parte
práctica mucho más amplia para realizar trabajos, talleres y dinámicas. Basándonos en
investigaciones y estudios científicos publicados (algunos están nombrados en la
bibliografía), que avalan la importancia de la Educación Emocional para la formación de
la persona, deducimos que posiblemente su comportamiento y actitud sería otra. Ahora
bien, no estamos discutiendo si la educación emocional es importante, si funciona, si es
necesaria, todo eso ya lo sabemos; es muy importante, necesaria y funciona; lo que aquí
venimos a tratar es por qué no está dentro del sistema educativo por el que se rige los
centros docentes, por qué las Administraciones educativas no ha tenido en cuenta todos
los trabajos que avalan estas teorías pasando de ser una hipótesis a ser una realidad
contrastada y validada. Aún estamos esperando algunos, entre los que me incluyo, a
que el sistema educativo español implante la educación emocional dentro de su plan de
formación reglada, esperemos que no tarden mucho, porque lamentaremos en un futuro
no muy lejano estas deficiencias del sistema educativo formal.
Análisis de la realidad
La escuela es donde más tiempo pasan los niños, es un espacio educativo para el
desarrollo de la educación emocional, es donde aprenden. Una aportación de Perea
respecto a este tema: “el periodo escolar se considera fundamental en la vida del ser
humano, pues las actitudes radicales se adquieren en la infancia mediante la
configuración de las convicciones” (Perea, 2002, p. 32). Durante mucho tiempo se ha
descuidado la vertiente emocional, lo que deja ver las deficiencias del sistema educativo
actual, es por eso que nos encontramos en estos momentos con personas que no son
felices, que no saben resolver sus propios conflictos, que no han madurado
emocionalmente al ritmo que lo hace la vida y no saben adaptarse a los tiempos
cambiantes. Por eso desde la escuela se debe de formar íntegramente a las personas.
284
En estos momentos hay centros que se esfuerzan por desarrollar programas formativos
en educación emocional. Si son voluntarios, se quedan únicamente con la buena
intención. Los profesores, al igual que los alumnos una vez terminada la jornada no
quieren ampliar su horario con más clases de educación emocional, y nos encontramos
de nuevo con el problema de dejar la misma en manos del azar. Necesitamos una
transformación formativa en la cual se tengan en cuenta las emociones del educando y
para que ésta no quede abandonada a su suerte debe incluirse dentro del sistema
reglado con programas que tengan fundamento científico. “Investigaciones recientes
sobre esta temática han demostrado cómo el analfabetismo emocional tiene efectos muy
negativos sobre las personas y sobre la sociedad”. (Goleman, 1995).
285
No podemos dejar pasar más tiempo, esta sociedad no está preparada para formar a
sus hijos en una materia que ellos no han sido formados, en algo de lo que muchos
padres y madres no han oído hablar. De igual forma la mayoría de los profesores que
actualmente están dando clases no han sido formados para la educación cambiante del
siglo XXI. Por todo esto tendremos que hacer un gran esfuerzo entre todos para adquirir
los hábitos necesarios y ser capaces de transmitir a las generaciones futuras la base de
la educación, la educación emocional.
Según Gómez et al., 2000 la obtención de una educación emocional se basa en los
siguientes principios o competencias:
Con estos principios y después de analizar la realidad actual son muy pocas las
instituciones educativas que tienen establecidos programas específicos con estos
contenidos y que fomenten en el profesorado las habilidades necesarias para llevar a
cabo un estilo educativo que enfatice el desarrollo emocional. La educación emocional
también debería estar como estilo educativo del docente que debe transmitir modelos
emocionales adecuados en los momentos en los que profesor y alumno conviven en el
aula. En el momento actual las directrices educativas hacen hincapié en que los
docentes tengan conocimientos básicos de informática y de inglés. El gobierno español
debería plantearse cubrir otras necesidades de la educación y formar al ciudadano del
futuro. Se deberían tomar la decisión que se forme al profesorado en educación
emocional para que pudiera impartir las clases de su materia en base a esas habilidades
adquiridas, que tanto necesitan los alumnos para conseguir que les llegue el contenido
de lo que están impartiendo. Quizás así, desde todos los frentes, con profesores y
familias juntos, los alumnos se formen íntegramente en la educación formal.
Conclusión
Creo que si analizamos cómo está diseñado el sistema educativo español y al igual que
el de otros muchos países, nos daremos cuenta que dentro del plan de estudios formal
no se halla incluida la educación emocional. Siempre queda postergada, quedándose
una y otra vez en la buena intención sin llegar a convertirse en una realidad. Nosotros
los educadores (como agentes del cambio), al igual que los profesores, padres y
madres, no debemos seguir permitiendo que la educación de nuestros hijos quede a
medias. Creo que ha llegado el momento de replantearnos cómo queremos vivir y pasar
a la acción para lograrlo. Hay muchos versados en esta materia que han escrito sobre la
importancia de la educación emocional en la formación de la persona y más aún en la
formación escolar. Por ello, no repetiré lo que los profesionales ya han dicho, sino,
desde aquí, ya que me han brindado esta oportunidad, diré que pasemos a la acción y
diseñemos un plan que integre la educación emocional dentro del sistema educativo de
cualquier país y que comience en la educación infantil, desde los primeros años. Así
será como lograremos entre todos convertirlo en una realidad. Si comparamos qué es
más importante, la música, las matemáticas, la educación física, las ciencias o la
educación emocional, posiblemente tendríamos que abrir una investigación al respecto,
espero poder descubrirlo.
Agradecimientos
"De nada servirán las revoluciones sociales y culturales si primero no hay una revolución
interior", Krishnamurti.
Referencias bibliográficas
Bisquerra, R.; Pérez Escoda, N. (2012). Educación Emocional: Estrategias para su puesta en
práctica. Revista de la Asociación de Inspectores de Educación de España. Revista 16,
Mayo 2012. Documento disponible en:
http://www.adide.org/revista/images/stories/pdf_16/ase16_mono04.pdf
Extremera Pacheco, N.; Fernández Berrocal, P. La inteligencia emocional como una habilidad
esencial en la escuela. OEI-Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653)
Consultado el 25 de Octubre, 2013. Documento disponible en:
http://emotional.intelligence.uma.es/documentos/PDF8habilidad_esencial_en_la_escuel
a.pdf
Segura, M. (2005). Enseñar a convivir no es tan difícil. E. Desclée Brouwer, S.A. Bilbao.
288
FORMACIÓN DE PROFESIONALES DE EDUCACIÓN SUPERIOR PARA SU
INTERVENCIÓN EN DIFERENTES CONTEXTOS
Bas-Peña, E.
ebas@um.es
Rodríguez Rodríguez, L.
lilyrodriguez@utesa.edu
Maurandi-López, A.
amaurandi@um.es
Resumen
El Informe de Seguimiento de la Educación para todos (EPT) en el Mundo 2013-2014.
Enseñanza y aprendizaje: Lograr la calidad para todos (p. 25) manifiesta que “si todos
los alumnos de países de bajos ingresos egresaran de la escuela con competencias
básicas en lectura, 171 millones de personas podrían salir de la pobreza, lo que
correspondería a una disminución del 12% de la pobreza en el mundo”; por
consiguiente, es fundamental la formación del profesorado que imparte docencia en la
Universidad, para promover la investigación sobre las realidades sociales que afectan a
la infancia y a la juventud y contribuir a la mejora de sus condiciones de vida.
Tanto en la Conferencia Mundial sobre Educación Superior (1998), como en los
resultados del seguimiento de cinco años, conocido como CMES+5 (1998-2003), se
insiste en que la necesidad de que las instituciones de educación superior se encarguen
de educar a graduados calificados que sean ciudadanos responsables, y proporcionarles
oportunidades de aprendizaje... pero preservando sus funciones críticas para el interés
de la democracia. Estas funciones fueron defendidas por Ortega y Gasset (1930), en su
texto Misión de la universidad, quien se cuestionaba la enseñanza superior ofrecida en
la misma, que para él consistía en la enseñanza de las profesiones intelectuales; en la
investigación científica y la preparación de futuros investigadores, y, en la enseñanza de
la cultura. Manifestaba que la sociedad necesitaba buenos profesionales, pero capaces
de vivir e influir vitalmente en su época.
Objetivos
1. Objetivo general del proyecto: consiste en contribuir al fortalecimiento
institucional de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), mediante el
estudio de su situación socieconómica, cultural y académica para Diseñar un
Programa de Doctorado en Educación, que responda a las necesidades de los
egresados del país.
2. Objetivos específicos:
1. Analizar las necesidades socioeconómicas, culturales y académicas
relacionadas con la educación.
2. Definir los alcances profesionales del Doctorado en Educación.
3. Contribuir a la sensibilización sobre la importancia de la formación e
investigación educativa como un instrumento para mejorar la calidad de vida
de la población.
4. Diseñar un plan de estudios conforme a la realidad socioeconómica, cultural y
académicas de República Dominicana.
Contenidos principales
• Factores socioeconómicos. Necesidades socioeconómicas, culturales y
académicas relacionadas con la educación.
• Ley General de Educación 66-97 (República Dominicana).
• La educación dominicana. Situación educativa dominicana. Desafíos de la
educación dominicana.
• Educación Superior en Republica Dominicana. Ley Nacional de Educación
Superior. Visión y Objetivos de la Ley 139-01
• El Sistema Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (SEESCYT)
• Los diferentes niveles de la Educación Superior
• Reglamento del Nivel de Postgrado de las Instituciones de Educación Superior.
República Dominicana.
• Informe sobre la situación socioeconómica del país.
• Alcances profesionales del Doctorado en Educación.
290
• Programas de Doctorado en España.
Metodología
En el proyecto se diseñamos distintas actividades distribuidas en cuatro fases:
• Fase 1
Revisión de la bibliografía sobre la situación del país y las necesidades educativas más
acuciantes, de acuerdo con la legislación vigente y los derechos basados en
compromisos internacionales asumidos. Revisión documental sobre Programas de
Doctorado en España.
• Fase 2
Concreción y definición de los alcances profesionales del Doctorado en Educación.
Trabajo en grupos con docentes universitarios, egresados de los cursos de especialistas
y de maestrías, con profesionales y con el alumnado de los últimos cursos, para conocer
sus necesidades y expectativas, así como orientaciones sobre la estructura del mismo,
sus contenidos y líneas de investigación.
Reunión de trabajo entre quienes representen a los dos equipos. Visitas institucionales y
difusión del Proyecto a toda la población a través de entrevistas en los MCS. Reuniones
con representantes políticos, académicos, empresariales y sociales.
Elaboración del Informe de Seguimiento.
• Fase 3
Definición de la estructura del Programa de Doctorado
Determinación del contenido de la formación del Programa, la metodología y la
evaluación a seguir.
Estudio sobre la pertinencia de elaborar unos materiales de apoyo.
Concreción de las líneas prioritarias de investigación educativa.
Identificación del profesorado potencial del Programa de Doctorado
Propuesta de bibliografía relevante y bases de datos.
Intercambio de información entre el equipo de Murcia y el de UTESA.
Reunión de trabajo entre quienes representen a los dos equipos. Visitas institucionales y
difusión del Proyecto a toda la población a través de entrevistas en los MCS. Reuniones
con representantes políticos, académicos, empresariales y sociales.
Evaluación del trabajo realizado y propuesta de continuidad para su implementación.
• Fase 4
Se elaborará el Diseño del Programa de Doctorado en Educación de acuerdo las
necesidades sociales y académicas de República Dominicana.
Continuará el intercambio de información entre el equipo de Murcia y el de UTESA.
Se difundirá el trabajo realizado a través de diferentes eventos científicos (publicaciones
en revistas científicas, presentación de comunicaciones a Congresos, etc.)
Se establecerán sinergias con actores externos (Ministerio de Educación Superior
Ciencia y Tecnología (MESCYT), Ayuntamientos, empresas, etc...).
A los fines de lograr la Validez Nacional del título a otorgarse, se realizará la
presentación al Ministerio de Educación para la aprobación del proyecto. Ambos
equipos- Murcia y UTESA- realizarán también una evaluación del proceso realizado, y la
propuesta de continuar el trabajo iniciado a través de la implementación del Programa de
Doctorado.
• Informe Final
Resultados iniciales
Los resultados obtenidos durante las fases 1 y 2 son los que siguen:
Tras la realización por parte de los equipos de trabajo de la Universidad de Murcia y de
UTESA de las tareas preparatorias previstas en el proyecto –entre las que se incluyen la
visita institucional realizada a la Universidad de Murcia por la Vicerrectora de
Investigación y Posgrados, en el mes de septiembre de 2013-, tres representantes del
equipo español visitaron UTESA en diciembre de 2013, con la finalidad de debatir y
291
consensuar el borrador del Programa de Doctorado en Educación, adecuado a las
necesidades sociales y académicas de República Dominicana.
En el transcurso de esta visita, el 5 de diciembre de 2013, se celebra en UTESA una
reunión de trabajo a la que asisten los tres representantes del equipo español y dos del
equipo de UTESA. En esta reunión se toma, como documento inicial de trabajo, la
propuesta del equipo español -que se transcribe a continuación-, elaborada a la vista de
la situación del país y de sus necesidades educativas más apremiantes -deducidas de la
documentación aportada y examinada en reuniones de trabajo previas- y conforme a las
aportaciones del equipo de UTESA, que selecciona las que considera han de ser las
temáticas prioritarias del programa. Las temáticas elegidas -de entre otras muchas
planteadas por el equipo español- constituyen, de hecho, el eje de la propuesta de
contenidos para la formación específica del programa de doctorado presentado por el
equipo español para su debate en la reunión de 5 de diciembre de 2013.
Índice de contenidos:
Formación específica
Propuesta de contenidos para la formación específica según Temáticas prioritarias
señaladas por UTESA.
1. Políticas Públicas y Educación Superior en R. Dominicana: Espacio
Iberoamericano de Educación Superior. Formación de Profesionales para la
investigación científica. Competencias (Creación de documentos de calidad). La
igualdad de oportunidades en educación, entre hombre y mujeres.
2. El estudio del contexto: Características socioculturales de la comunidad y valores
predominantes: Familias, alumnado, profesorado. Educación y sociedad:
Educación en valores (igualdad, justicia, democracia, solidaridad, tolerancia y
respeto), problemáticas actuales y respuestas educativas. Resolución de
conflictos. La educación como instrumento de transformación social y educativa.
3. Educación y niveles educativos. Gestión y organización de centros: Planes
educativos de R. Dominicana. Perspectiva comparada con otros países.
Planificación educativa en diferentes niveles. Perspectiva comparada.
Coordinación con la comunidad. Participación de los padres y madres en la
educación. Calidad educativa. Elementos: Formación, reconocimiento social y
económico del profesorado, investigación, impacto social y científico...
4. Profesorado: Características del profesorado: Teorías sobre los procesos de
enseñanza. Buenas prácticas docentes, habilidades docentes. Condiciones de
trabajo del profesorado, y su posible relación con los procesos de enseñanza y
292
aprendizaje.
5. Alumnado: El alumnado. Proceso evolutivo y aprendizajes. Teorías. Situaciones
sociales y académicas, programas específicos de educación compensatoria y
Formación Profesional (FP. Reglada y Aulas taller).
6. Fracaso Escolar: Causas. Factores de protección y de riesgo.
7. Educación social. Formación de profesionales: Intervención educativa en
diferentes contextos: Exclusión social y educativa. Familias. Centros sociales,
deportivos, ocio y tiempo libre, juveniles, judiciales, drogodependencias, género,
violencia, pobreza, penitenciarios, personas mayores.. Población destinatarias:
familias, infancia y adolescencia, personas mayores.
8. Innovación educativa en diferentes contextos. Fomento y promoción de la
innovación: Emprendedurismo.
9. Didácticas de las materias curriculares en los distintos niveles del sistema
educativo: Los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula; la interacción de
aula; el diseño curricular; los enfoques y metodologías, recursos, materiales,
evaluación.
10. Investigación científica: Tipos de investigación en educación. Diseños de
investigación. Investigación y metodología cualitativa y cuantitativa en educación.
Fundamentos estadísticos para la investigación. Investigación reproducible.
Recursos abiertos para la investigación en educativa Uso de bases científicas en
la investigación. Redacción de artículos científicos.
Propuesta de distribución de créditos:
Materias Nº de Créditos
Políticas Públicas y Educación Superior en R. Dominicana 2ct +2cp
El estudio del contexto 3ct
Educación y niveles educativos. Gestión y organización de centros 2ct+2cp
Profesorado 2ct +2cp
Alumnado 2ct +2cp
Fracaso Escolar. Causas. Factores de protección y de riesgo 1ct +1cp
Educación social. Formación de profesionales 4ct +2cp
Fomento y promoción de la innovación 2ct
Investigación científica 6ct +6cp
Otras temáticas:
Otras temáticas propuestas por el grupo de investigación que pueden pasarse a líneas
de investigación del programa de doctorado:
1. Mundialización de los estudios superiores: una consecuencia de la globalización.
Posibilidades de desarrollo económico y social. Espacio Iberoamericano de Educación
Superior.
293
2. Género e igualdad. Diseño de políticas de igualdad. Respuestas educativas.
Derechos constitucionales.
Violencia de género y violencia familiar. Programas de prevención de la violencia de
género y familiar.
3. Protección de la infancia, protocolos de detección, intervención socio-educativa
Diagnostico y prevención del abuso sexual infantil. Evaluación del riesgo de menores
infractores. Diseño de programas educativos en el contexto de la ley penal juvenil.
Conclusiones previstas
1. El diseño de un Programa de Doctorado en Educación de acuerdo con los requisitos
establecidos por el Ministerio de Educación de República Dominicana. Lo que tendrá
efectos evaluables y perdurables en el tiempo
2. La constitución de un Grupo de trabajo entre docentes de UTESA y la U. Murcia que
permita la continuidad del trabajo para la implementación del citado Programa de
Doctorado.
3. La difusión del Programa entre la población dominicana en general y, en particular, entre
la universitaria y egresada de diferentes universidades dominicanas.
4. La permanencia en el tiempo de una cultura de investigación educativa, consolidando
líneas de investigación relacionadas con la educación en diferentes contextos y
colectivos.
5. La difusión de los resultados en eventos científicos, así como transferencia del
conocimiento a otras instituciones, empresas, etc.
6. La conformación de redes entre Universidades y organismos gubernamentales y no
gubernamentales.
Bibliografía
Ortega y Gasset, J. (1030). Obras completas, Vol. IV. Misión de la universidad. Madrid: Revista
de Occidente, 531-562.
294
PERCURSOS DE EXCLUSÃO SOCIAL: A MATERNIDADE NA
ADOLESCÊNCIA
Santos Carvalho, Margarida Alice
ULP / CeiED
carvalhomargarida.s@gmail.com
Resumo
Abstract
Despite a complementary look at the data related to the evolution of indicators of birth,
our attention is directed to teenage motherhood and the role that young people have to
take as mothers, focusing on the review of available statistics; on the analysis of some
current theoretical perspectives on this theme; on life stories and groups of young girls
who lived this experience. Our main purpose is to promote a better understanding of the
individual characteristics and family relationships of young women who become pregnant
and have to assume parenting roles prematurely, as well as the social, relational and
cultural contexts in which this phenomenon occurs.
295
Bronfenbrenner & Morris, 1998; Lerner & Steinberg, 2004) of these dimensions and their
interactions, we intend to analyze the evolution of this social issue, scanning the feelings
of the protagonists and the data available, aiming to promote a preventive intervention
that becomes progressively more effective.
1. Introdução
O conhecimento científico dos processos de inadaptação social nas várias fases do ciclo
de vida, construído através de uma análise cuidada das diferenças individuais, tem
atendido, nas últimas décadas e de uma forma mais enfática, aos contextos situacionais
que os propiciam. Nesse sentido, sendo a adolescência uma fase de transição complexa
e multifacetada, o estudo das interações e características ambientais onde o indivíduo
cresce e se desenvolve, mormente a família e instâncias de socialização formais e
informais, ajudam-nos a compreender melhor o que subjaz a um desenvolvimento
pessoal mais equilibrado e socialmente melhor integrado.
Assim sendo, esta temática tem sido alvo de uma atenção especial não só no domínio
científico mas também político na generalidade dos países ocidentais, o que se tem
refletido na diminuição da taxa de nascimentos em adolescentes. Porém, apesar dos
dados estatísticos referentes à Europa revelarem um decréscimo constante, o seu
impacto no processo de desenvolvimento psicossocial e económico das mães e das
crianças continua a justificar uma observação criteriosa deste fenómeno, equacionando
sempre as dimensões pessoais, culturais e éticas.
Os países ocidentais, mormente os que integram a União Europeia, têm registado uma
acentuada recessão no que respeita à taxa bruta de natalidade, colocando a nível
transnacional a necessidade do desenho e implementação de medidas que promovam a
renovação demográfica que propicie e perpetue a manutenção das identidades
nacionais e europeia.
A taxa de fecundidade geral na Europa, embora com algumas oscilações, tem vindo a
diminuir na generalidade dos países. Se tomarmos como referência os marcos
temporais de 1960-2012, o decréscimo assume alguma expressão (Tabela 1).
296
Tabela 1 - Taxa de fecundidade geral na
Europa
1960 2012
Itália 118,1 -
Reino Unido 133,1 -
Bélgica 138,7 -
França 147,6 -
Lituânia - 76,3
Malta - 76,6
Alemanha 111,9 76,8
Hungria 101,1 77,0
Chipre - 78,6
Polónia - 78,8
Áustria 124,5 79,2
Eslováquia 147,5 79,2
Portugal 143,4 80,6
Letónia - 81,3
Dinamarca 113,2 83,2
Croácia - 85,2
Grécia 113,7 87,0
Países Baixos 141,7 87,4
Bulgária 120,9 87,5
Roménia - 87,6
Suíça 118,2 89,2
Estónia 111,7 89,7
Finlândia 124,5 92,0
República Checa 101,2 93,3
Noruega 135,8 93,7
Suécia 100,3 93,9
Luxemburgo 124,6 95,8
Islândia 195,7 98,7
Espanha - 99,4
Eslovénia - 103,0
Irlanda 158,2 133,7
Fonte: Elaboração própria a partir de dados disponibilizados por: PORDATA (última atualização: 2014-01-22).
Simbologia: - valor não disponível
Taxa – ‰
A Islândia, único país da EFTA com uma taxa de fertilidade total superior a 2,0
nascimentos por mulher em 2011 (Eurostat), apresenta juntamente com a Irlanda a taxa
297
de fecundidade mais elevada em 2012. Porém, no conjunto dos países referidos na
Tabela 1, a Islândia foi simultaneamente o local onde se observou a mais representativa
diminuição de nascimentos nas últimas 5 décadas.
Fonte: Elaboração própria a partir de dados disponibilizados por: PORDATA (última atualização: 2014-01-22).
Portugal ocupa o 14.º lugar dos dezoito países europeus dos quais dispomos de dados
comparativos entre 1960-2012, registando uma diminuição da natalidade muito
significativa. O índice sintético de fecundidade situou-se, no ano de 2012, em 1,28 filhos
por mulher e a taxa bruta de reprodução foi de 0,62, sendo que o número de 1 criança
do sexo feminino por mulher é considerado o nível mínimo de substituição de gerações,
nos países mais desenvolvidos (Pordata, Indicadores de fecundidade: índice sintético de
fecundidade e taxa bruta de reprodução, Portugal).
Estes foram os valores mais baixos nos últimos cinquenta anos. Em 1972 o índice
sintético de fecundidade apontava para um número médio de 2,86 filhos por mulher em
idade fértil (15-49 anos), número que tem vindo a diminuir progressivamente (Pordata,
Índice sintético de fecundidade na Europa). Esta tendência demográfica constitui uma
questão inquietante que domina as medidas políticas portuguesas no que diz respeito à
manutenção da população, em termos prospetivos.
298
Gráfico 2 – Índice sintético de fecundidade por décadas em Espanha e Portugal (1972-2012)
Fonte: Elaboração própria a partir de dados disponibilizados por: PORDATA (última atualização: 2014-01-28).
Não há dúvida que a Europa, tal como se verificou a nível mundial, revelou na sua
demografia o impacto de diferentes fatores sociais que vieram a refletir-se numa
diminuição da natalidade, como sejam, a título exemplificativo, a introdução e
generalização do uso de contracetivos na década de 70; a liberalização da interrupção
voluntária da gravidez, ocorrida em muitos países europeus ao longo das últimas
décadas do século XX / início do século XXI, como foi o caso de Portugal; o incentivo ao
planeamento familiar.
299
(1,90) – assim, no mais recente período de referência, nenhum dos Estados-
Membros registou uma taxa de fertilidade igual ou superior à taxa de
substituição. Em 2011, a taxa de fertilidade total foi inferior a 1,50 nascimentos
por mulher em 14 Estados-Membros, tendo a menor taxa sido registada na
Hungria (média de 1,23 por mulher) ”.
Tabela 3 - União Europeia (UE-28) - Nados-vivos por idade da mãe na altura do nascimento
(2002-2012)
Ano 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Idade
(anos)
10/14 2134 2121 2148 2158 2155 2124 2371 2294 2183 2159 2134
15 7027 6944 6946 6999 6739 6651 6842 6823 6162 5925 5858
16 19538 19631 19917 19175 19203 18279 18635 17934 1660 15112 14956
17 40702 40006 40264 39335 38621 38380 37818 35772 32723 29901 28709
18 67174 66599 65302 64177 63557 62518 63847 59231 54450 48902 47199
19 100316 97569 96395 96631 95228 94828 95178 91013 83847 77157 72712
Total 236891 232870 230972 228475 225503 222780 224691 213067 181025 179156 171568
Como verificamos, na última década deste novo milénio que engloba, segundo os dados
já disponíveis, o espaço temporal que medeia os anos de 2002-2012, tem havido um
decréscimo persistente na União Europeia no que respeita à maternidade precoce.
300
Não deixa, no entanto, de ser notório que o número de nados-vivos de mães com idades
compreendidas entre os 10-14 anos se mantenha inalterado em 2012, uma década
depois, apesar de ter havido, no seu decurso, algumas variações, embora pouco
significativas. No total dos 28 países registou-se ainda, ao longo destes dez anos, um
total de 27619 nados-vivos de mães que estão na pré-adolescência, o que embora seja
pouco expressivo em termos percentuais não deixa de ser preocupante por envolver
tantas vidas que acontecem num contexto anunciado de dificuldade social.
Sem embargo, nas idades que medeiam os 10-19 anos, a maternidade na adolescência
tem registado na União Europeia um promissor decréscimo (Gráfico 4), apontando para
percursos de vida que propiciam uma preparação psicossocial e cultural mais cabal, que
possa augurar uma entrada na vida adulta e no mercado de trabalho melhor sucedida.
Especialmente visível num período mais recente, mormente nos anos iniciais da
segunda década deste milénio, o decréscimo mais visível aconteceu entre 2009-2010,
mantendo-se a mesma tendência nos dois anos seguintes, embora de forma mais
moderada. Não terão sido alheios a este fator os programas de educação para a saúde
e, sobretudo, a liberalização da interrupção voluntária da gravidez que ocorreu nalguns
destes países.
Pela voz dessas protagonistas ficamos a saber que, apesar de conhecerem métodos de
prevenção da gravidez, a maioria das adolescentes que se tornam mães não os segue e
a maternidade acontece, na mesma proporção que os curtos e mal sucedidos percursos
académicos ficam interrompidos, muitas vezes, sine die (Carvalho, 2011).
Gráfico 4 – Nados-vivos de mães adolescentes (19 anos) por nível da escolaridade da mãe
Na maioria dos países europeus o perfil das jovens mães é o que se verifica em Portugal
e Espanha onde, conjuntamente, 79% das mães com 19 anos de idade detém apenas
os quatro ou seis primeiros anos de escolaridade, o que remete para percursos
escolares mal sucedidos. São as jovens menos instruídas as que se encontram mais
302
representadas nos diferentes escalões etários no que concerne à maternidade precoce
(15 aos 19 anos).
Também nesta pesquisa, à semelhança de uma outra orientada por nós e conduzida
noutra parte do país (Carvalho, 2010), se confirma esta tendência. No estudo mais
recente apenas uma das adolescentes estava a frequentar o 3.º ciclo mas num curso
alternativo à escolaridade normal e vocacionado para a formação profissional.
Como afirma Estivill (2003, p.1) a exclusão social pode ser “simultaneamente um
fenómeno do passado e do presente e, se não for solucionado, pertencerá também ao
futuro.” Muitas destas jovens aceitam o seu novo papel de mães, sem equacionarem as
responsabilidades adjacentes, vendo-o como algo natural, uma vez que já aconteceu a
outros membros da família e foi assumido como uma trajetória familiar. A sua
sobrevivência familiar não é previsível fora de um quadro de dependência económica,
devido aos fracos recursos escolares e profissionais de que dispõem.
4. Conclusão
Desde o final da década de 60 assiste-se, nos diferentes países da Europa, a um
declínio consistente da natalidade, também visível no que concerne à maternidade
precoce.
O perfil social das jovens mães apresenta indicadores que preconizam a manutenção
303
futura de dificuldades de inclusão social: um baixo nível de escolaridade; a falta de
incentivo e vontade para voltar a investir na sua formação; dificuldades de autonomia
socioeconómica; isolamento familiar e social; dificuldade de acesso ao mercado de
trabalho.
Este facto conduz algumas vezes à repetição de novas gravidezes, sem anteciparem
condições de bem-estar às crianças que geram. A maternidade torna-se assim como
uma “rampa de lançamento” para a pobreza duradoura, longe de projetos de vida
idealizados.
Bibliografia
Arai, L. (2003). “Low expectations, sexual attitudes and knowledge: explaining teenage
pregnancy and fertility in English communities: insights from qualitative
research”. In the Sociological Review. 51: 2, pp.199-217.
Bongaarts, J., (1999), “Fertility decline in the developed world: where will it end?” in the
American Economic Review, May 1999, 89, 2, pp. 256 – 260.
Daguerre, A. & Nativel, C. (2004). Les maternités precoces dans les pays développés:
problèmes, dispositifs, enjeux politiques. Bordeaux: CERVL: Institut d’Études
Politiques de Bordeaux.
Demeny, P. (2003), “Population policy dilemmas in Europe at the dawn of the twenty-first
century”, in Population and Development Review, 29(1), pp. 1-28.
304
1.ª Ed. Genebra: Bureau International do Trabalho, Programa STEP.
Eurostat (2014). Total fertility rate: number of children per woman, disponível em
http://epp.eurostat.ec.europa.eu/tgm/table.do?tab=table&init=1&language=en&p
code=tsdde220&plugin=1, acedido em 2014-02-20.
Hobcraft, J. & Kiernan, K. (1999).Childhood poverty, early motherhood and adult social
exclusion. London: London School of Economics. Centre for Analysis of Social
Exclusion.
Lerner, R.M. & Steinberg, L. (2004). The scientific study of adolescent development –
past, present and future. In R.M. Lerner & Steinberg L. (Eds), Handbook of
adolescent psychology (2nd ed.,pp. 1-14). Hoboken, NJ: John Wiley & Sons.
305
RELACIÓN Y VISITAS ENTRE LOS MENORES ACOGIDOS Y SUS FAMILIAS
BIOLÓGICAS DESDE LA PERSPECTIVA DE ESTUDIANTES
UNIVERSITARIOS
1. Introducción
Según el Instituto Nacional de Estadística, entre los años 2008 y 2011 en España se
constituyeron un total de 15329 acogimientos familiares (9921 por vía administrativa y
5408 por vía judicial). Este dato pone de relieve el papel crucial que desempeña el
acogimiento familiar como medida de protección a la infancia, siendo la opción más
aconsejable cuando un niño tiene que ser separado de su familia y así evitar el
acogimiento residencial (Del Valle, López, Montserrat y Bravo, 2008).
306
A nivel nacional se han llevado a cabo diversos estudios sobre acogimiento familiar
(Amorós et al., 2003; Bernedo, 2004; Del Valle et al., 2008; Jiménez y Palacios, 2008;
López, Montserrat, Del Valle y Bravo, 2010; Palacios y Amorós, 2006), pero han sido
escasos los que han centrado su foco de atención en las familias biológicas, a pesar de
que suponen una pieza clave, sobre todo al considerar que el acogimiento familiar se
constituye como una medida de carácter temporal. En esta línea, existen estudios (León
y Palacios, 2004; Torres, Rivero, Balluerka, Herce y Achúcarro, 2006; Salas, Fuentes,
Bernedo, García y Camacho, 2009) que, tras profundizar en la relación existente entre
las familias biológicas y sus hijos a través de las visitas, ponen de manifiesto cuestiones
tan relevantes como que la frecuencia de las visitas está asociada positivamente a la
reunificación familiar, la relación entre la detección de factores o situaciones conflictivas
durante las visitas y el fracaso en la reunificación familiar, y la detección de peores
puntuaciones en el autoconcepto de los niños que mantienen visitas con sus familiares
no supervisadas por los técnicos.
De entre los estudios que abordan el papel de las familias biológicas en los procesos de
acogimiento familiar, y en especial, la función que desempeñan las visitas en el
mantenimiento y fomento de los vínculos afectivos entre el niño y su familia biológica, en
2004, León y Palacios estudiaron la relación entre las visitas y la reunificación familiar
tras el acogimiento a través de una muestra de 120 niños de nueve Comunidades
Autónomas. Sus resultados mostraron una relación positiva entre la frecuencia de las
visitas y la reincorporación del niño en su familia de origen. Además, se encontró
relación entre la detección de factores o situaciones conflictivas durante las visitas y los
fracasos en las reunificaciones familiares.
Del mismo modo, Salas et al. (2009) realizaron un estudio con 95 menores en
acogimiento con familia ajena de la provincia de Málaga, con una edad media de 8 años.
El 70.5% estaba en acogimiento permanente y el 29.5% en acogimiento simple. En
cuanto a la frecuencia de las visitas, solo el 30% de los progenitores acudió a la totalidad
de las visitas a las que podían asistir. En un estudio más reciente Salas, Fuentes,
Bernedo y García-Martín (en prensa) manifiestan un bajo porcentaje de niños acogidos
que reciben visitas, con baja calidad y bajo cumplimiento por parte de las familias
biológicas.
Desde el punto de vista de los acogedores, las visitas tienen un impacto negativo en los
acogidos, lo cual provoca en ellos tristeza, miedo, agitación y enuresis (Del Valle, López,
Montserrat y Bravo, 2008; Jiménez y Palacios, 2009). Salas et al. (en prensa) también
encuentran una visión más negativa sobre las visitas por parte de los acogedores que de
los niños acogidos y los profesionales que las supervisan.
Teniendo en cuenta la revisión realizada, este trabajo pretende mostrar qué percepción
tiene la población respecto a las familias biológicas, y, en especial, el papel que juegan
las visitas en el proceso de acogimiento familiar y la relación del niño con su familia
biológica.
Método
Participantes
308
Tabla 1
Curso/Año de
Edad Sexo Titulación
finalización
25 Mujer Traducción e Interpretación 4º
24 Hombre Psicología 4º
Procedimiento
Resultados
309
Tabla 2
Principales dificultades percibidas por los estudiantes como posibles familias acogedoras
N Porcentaje
La implicación personal con un niño sabiendo que es una 115 25
situación transitoria.
La inversión y el esfuerzo económico que supone integrar un 12 2.6
nuevo miembro en la familia.
Ayudar al niño a superar las situaciones que han llevado a que 224 48.7
se produzca el acogimiento.
La influencia que pueden ejercer las familias biológicas en el 62 13.5
niño y las actuaciones que puedan llevar a cabo.
La falta de apoyo institucional (económico, material, legislativo, 38 8.2
etc.).
NS/NC 9 2
Total 460 100
Por otro lado, se recoge la conveniencia o no del contacto y la relación entre el niño y su
familia biológica (Tabla 3).
Tabla 3
N Porcentaje
Sí, creo que es algo fundamental para el desarrollo del niño e 267 58
intentaría potenciarlo.
Sí, aunque creo que no sería beneficioso para el niño. 50 10.9
No, aunque puede haber algunas situaciones en las que sea 120 26.1
beneficioso.
No, en ningún caso. 18 3.9
NS/NC 5 1.1
Total 460 100
“Siempre que sea conveniente para el niño me parece bien que no se rompa el vínculo
con su familia biológica, ya que la familia de acogida es temporal” (estudiante de
Traducción e Interpretación).
310
“Salvo casos extremos creo que siempre es positivo que el niño no pierda el contacto
con la familia biológica” (estudiante de Terapia Ocupacional).
“si ha sido por maltrato infantil, por negligencia hacia el niño o por abandono, pienso
que no debería visitar a la familia, ya que todos esos motivos son sinónimos de que la
familia no quiere a su hijo, y normalmente cuando esa es la causa ni la familia biológica
quiere ver a su propio hijo. Si es por otra causa me parece bien que siga manteniendo el
contacto, creo que es positivo para el niño y además estaría dispuesta a aceptar las
visitas” (estudiante de Educación Social).
“Creo que depende del contexto de cada niño, ya que si la familia del niño es un
estímulo positivo sí que intentaría que se visitara; sin embargo, si el niño está en
situación de acogimiento por culpa de su familia, comprendiendo esta situación como
negativa para el niño, intentaría que no se diesen esas visitas por su bien” (estudiante de
Traducción e Interpretación).
“Pienso que es negativo, ya que puede influir negativamente en la adaptación del menor
a su nuevo contexto. A no ser que sean familiares de 2º grado consanguíneo o mayor,
no estaría dispuesto” (estudiante de Psicología).
“el niño debe conocer la realidad y saber en todo momento quienes son sus padres.
Además de esta manera no se generan odios entre las dos familias, y si se lleva bien, el
niño podría aprender a valorar ambas familias en su justa medida, y sacar lo mejor de
cada una” (estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas).
Discusión
La principal dificultad manifestada por los estudiantes es, a la hora de constituirse como
posibles familias de acogida, la ayuda que se debe prestar al niño para superar las
situaciones que podrían llevar a la separación de su familia biológica y se constituya el
acogimiento (48.7%). Del mismo modo, en las entrevistas también se menciona el hecho
de considerar las visitas entre los niños y sus familias biológicas o no en función del
motivo que conlleve a la separación.
A partir de estas afirmaciones surgen dos cuestiones claves que deben estar presentes
en los posibles acogimientos familiares. Por un lado, tener en cuenta la preocupación
311
por la dificultad mencionada, la cual debería ser abordada en profundidad durante el
proceso de formación. Las posibles familias acogedoras necesitan adquirir habilidades y
herramientas para dar respuesta a gran parte de las demandas que conlleva un
acogimiento familiar, en general, y en relación a las familias biológicas y la importancia
del mantenimiento de los vínculos, en particular. El hecho de dotarlas de estas
capacidades les permitiría sentirse más seguras de ellas mismas al conocer más de
cerca las posibles situaciones con las que se podrían encontrar y sentirse capaces de
abordarlas a través de las competencias adquiridas en dicha formación.
Por otro lado, es primordial trabajar con las familias biológicas para que superen las
circunstancias que les llevan a la separación de sus hijos biológicos. Mientras se logra
este objetivo, deben contar con las condiciones necesarias para asegurar el
mantenimiento de los vínculos entre el niño y su familia biológica a través de las visitas,
ya que como ponen de manifiesto León y Palacios (2004) un buen funcionamiento de las
mismas supone un factor esencial cuando se aborda la reunificación familiar. Algunas
investigaciones, tanto nacionales (Del Valle et al., 2008; Jiménez y Palacios, 2009) como
internacionales (Farmer et al., 2004; Haight et al., 2005; Moyers et al., 2006; Triseliotis et
al., 2000) mencionan las consecuencias negativas de los contactos entre los niños y sus
familiares. Por ello, quizás, surge también la preocupación ante la posible influencia y
actuaciones de las familias biológicas en el proceso de acogimiento (13.5%).
Comentarios como “el niño debe conocer la realidad y saber en todo momento quienes
son sus padres... de esta manera no se generan odios entre las dos familias… el niño
podría aprender a valorar ambas familias… y sacar lo mejor de cada una”, sirven para
ejemplificar la utilidad y la función de las visitas, así como la necesidad de trabajar con
las familias acogedoras para incrementar aquellas que ven el fomento y el
mantenimiento de los vínculos entre el niño y su familia biológica como algo
fundamental. Tal y como se recoge en el comentario, el niño debe tener derecho a
conocer y que se respeten sus orígenes, así como se garantice una adecuada relación
con su familia biológica en las mejores condiciones, y para ello es necesario trabajar con
el fin de incrementar la compresión, el respeto y la colaboración entre las familias de
acogida y las familias biológicas en favor del bienestar y el desarrollo de los niños que se
encuentran en acogimiento familiar.
312
Referencias Bibliográficas
313
LA ATENCIÓN A LA FAMILIA EN LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE GALICIA: EL
PROGRAMA MARCO DE EDUCACIÓN FAMILIAR
Resumen
Los numerosos cambios acontecidos en los últimos años en nuestra sociedad han
impulsado la emergencia de estructuras y prácticas familiares diversas y de mayor
complejidad que antaño. Si a ello le sumamos las características del contexto gallego,
como el acusado declive demográfico, el envejecimiento poblacional y un elevado
número de núcleos poblacionales dispersos, el grado de intensidad de tales
transformaciones se agudiza de manera significativa.
Dichas dinámicas deben tenerse en cuenta en la elaboración de las políticas y servicios
públicos de atención a colectivos como la infancia y la adolescencia. Desde la Xunta de
Galicia ofertan una serie de planes y programas dirigidos a la protección de estos
colectivos, entre los que destacamos el Programa de Educación Familiar, integrado en el
primer nivel de atención de los Servicios Sociales en Galicia. No obstante, consideramos
que las políticas y programas sociales actuales no están dando respuesta a la
transformación a la que aludíamos, anclándose en modelos familiares restringidos y
acotando el ámbito de actuación. Por ello, resulta prioritario que se reformulen las
políticas y sistemas de recursos destinados a las familias e infancia gallegas, ya que de
otro modo no podremos optimizar su eficacia y adecuación a la nueva realidad social.
Palabras clave: familias gallegas, políticas familiares y de atención a la infancia,
servicios sociales, programa de educación familiar.
Introducción
La Comunidad Autónoma de Galicia está inmersa en una situación aguda de crisis
demográfica, con un acusado envejecimiento de la población y un descenso notable de
la natalidad, ambas características de la transición demográfica a nivel estatal, pero que
en el caso gallego adquieren un cariz de intensidad mayor. Este aumento del problema
demográfico en nuestra comunidad obedece, entre otros motivos, a la existencia de un
alto grado de dispersión territorial, unido a un número elevado de núcleos de población,
además del desequilibrio actual en ciertas dinámicas demográficas. Todo ello constituye
un agravante para la organización de los servicios y recursos sociales y sanitarios,
multiplicando su coste, a la par que aumenta la demanda de los mismos (Barreiro y
Blanco, 2013).
Naturalmente, la institución familiar también ha sufrido una serie de cambios en su
estructura y funcionamiento debido a la influencia ejercida por distintas variables
demográficas, así como de tipo económico, social y cultural. Se trata de factores en gran
medida extrínsecos a la familia, pero que le afectan en todas sus dimensiones, desde el
número de miembros que la constituyen hasta los roles y funciones de cada uno de
ellos. Y es evidente que el auge de la diversidad familiar no es tan sólo resultado de los
cambios en las estructuras familiares, sino también de aspectos como la proliferación de
314
hogares formados por personas con diferentes orígenes étnicos o la modificación de los
roles de los progenitores (Lorenzo, Santos, Godás y Priegue, 2009).
Al margen de las variables que han tenido una mayor incidencia en las transformaciones
acontecidas en el seno de las familias, una cuestión que no admite discusión es que las
administraciones públicas deben intentar proporcionar el máximo bienestar a todos los
miembros de la sociedad pero, en especial, a aquellos colectivos que pueden ser
particularmente vulnerables, como las familias en situación de riesgo o la infancia y
adolescencia. En este sentido, no podemos pasar por alto que el carácter
descentralizado del Sistema de Servicios Sociales español ha repercutido en que las
Comunidades Autónomas asumieran las competencias en materia de protección social,
derivándose de ello diversas leyes autonómicas de protección a la familia, a la infancia y
a la adolescencia.
De este modo, la Xunta de Galicia, desde los diferentes ámbitos de competencias de las
administraciones públicas, ha dispuesto una serie de recursos y servicios derivados de
las políticas de apoyo a los grupos familiares con la finalidad de mejorar su calidad de
vida así como la de todos sus miembros. La tipología de recursos y actividades que
integran el conjunto de servicios públicos del distema dirigidos a las familias es amplia y
diversa, entre los que se incluye el denominado Programa de Educación Familiar, una
iniciativa de gran incidencia en nuestra comunidad autónoma.
Situándonos en el contexto planteado en las líneas precedentes, el objetivo principal de
este trabajo es profundizar, a través de una reflexión teórico-descriptiva, en la idoneidad
de los servicios gallegos de atención a la familia en general y a la infancia y la
adolescencia en particular, analizando el entorno territorial gallego y las características
de los sistemas familiares, las políticas sociales y los servicios de apoyo que al respecto
se ofrecen desde los diversos organismos gubernamentales, centrándonos
fundamentalmente en el Programa de Educación Familiar de Galicia.
1. La diversificación de los hogares y de las formas de vivir en familia:
aproximación al panorama actual
El siglo XX ha servido de escenario para el debate en torno a las cuestiones más
problemáticas de la temática familiar. Por una parte, hemos asistido a la protección de la
familia como institución reproductora del orden social, con todo lo que esto implica, es
decir, la perdurabilidad de los roles establecidos, y la división de tareas y clases
sociales; y por otra, las reivindicaciones de aquellos que resaltan las auténticas
funciones de la familia, caso de la educación de los hijos y la transmisión de valores. No
obstante, en la actualidad, a pesar de que estas cuestiones siguen siendo de interés,
son cada vez más numerosas las investigaciones (ver Priegue, 2008) que se centran en
el análisis de los modelos de familia y que enfatizan la naturaleza poliforme de una
institución influenciada y retroalimentada a partir del nuevo orden social.
Así, nuestra sociedad global da cabida a patrones y estilos de vida con nuevos sistemas
de valores y creencias familiares producto de una reconceptualización de la identidad,
de las relaciones y, en general, de los modos de organizar la vida en común.
Fenómenos como la mundialización y la globalización, además de cambios en el ámbito
tecnológico y económico, impulsan la emergencia de formas, estructuras y prácticas
familiares que, poco a poco, van ganando terreno y aceptación en la nueva coyuntura
social. Y es que si bien en décadas anteriores podíamos hablar de un modelo “típico” de
familia, la realidad del tiempo presente es tan amplia que son pocos los ámbitos que han
quedado intactos ante la espiral de cambios en la que nos hemos visto involucrados.
Como no podía ser de otro modo, la familia no ha quedado al margen y es por ello que
ha adquirido una complejidad en sus formas y estructuras nunca antes conocida.
Desde el punto de vista de Requena (1993), la estructura de los hogares en un tiempo
determinado depende de variables demográficas, económicas y sociales. En particular,
centrándonos en el caso español, serían tres los factores decisivos: los índices de
315
fecundidad y mortalidad, que darían forma a la distribución de la población y
especialmente a la composición por edad y sexo; determinadas conductas familiares,
como la nupcialidad y el número de divorcios; y las coyunturas económicas que son, en
última instancia, las responsables de determinar el rango de recursos de los que una
persona puede disponer en pos del cumplimiento de sus decisiones.
En relación al primero de los factores, no hay duda de que España en general y Galicia
en particular se enfrentan hoy en día al declive demográfico y al envejecimiento de la
población. Junto con esto, es necesario tener presente que cuando hablamos del
territorio gallego nos referimos a un contexto geográfico caracterizado por una
heterogeneidad y complejidad intrínsecas derivadas del elevado grado de núcleos
poblacionales y, sobre todo, de la dispersión de los mismos (Fernández y Meixide,
2012). Es decir, dinámicas que como veremos deben tenerse en cuenta en la definición
y elaboración de las políticas y servicios públicos de atención a la familia en general y,
particularmente, a colectivos especialmente vulnerables como la infancia y la
adolescencia.
Centrándonos ya en nuestro contexto más cercano, lo que está fuera de toda duda es
que el anterior predominio de la familia nuclear no sólo se ha sustituido por un amplio
abanico de modalidades de convivencia, sino que estamos siendo testigos, por una
parte, de la reducción de los denominados hogares múltiples y extensos, y por otra, del
notable incremento de las familias monoparentales. En otras palabras, si bien
tradicionalmente el panorama familiar de Galicia ha destacado por la elevada proporción
de familias extensas y múltiples, estrechamente vinculadas a los sistemas de herencia y
sucesión, la tendencia actual apunta a la relevancia adquirida por otros modelos
familiares caracterizados por un menor número de miembros. Evidentemente, la
desaparición de redes sociales de apoyo familiar genera una necesidad y demanda cada
vez mayor de bienes y servicios públicos de protección a la familia (Murillo, 2013). Amén
de ello, en la comunidad autónoma gallega tendremos que hacer frente a nuevos retos
de índole económica y social en aras del bienestar ciudadano, para lo que ya se han
puesto en marcha iniciativas como el Plan para a dinamización demográfica de Galicia
2013-2016, Horizonte 2020 (ver Xunta de Galicia, 2013).
Atendiendo ahora a la estructura y composición de los hogares gallegos, los últimos
datos publicados por el Instituto Gallego de Estadística (IGE, 2014) ilustran con claridad
el panorama que venimos de describir. Tal y como se puede ver en la gráfica 1, la
mayoría de los hogares están compuestos por parejas con hijos (32,5%) o sin hijos
(23%). Los siguientes puestos los ocupan los hogares unipersonales (21,7%) y los
monoparentales (9,8%), mientras que aquellos hogares en los que viven un mayor
número de personas son dos de las tipologías que tienen menor representación. No
extraña, por tanto que en los últimos años hayamos asistido a una paulatina reducción
en el número medio de personas en el hogar. En concreto, los datos del IGE informaban
de 2,60 miembros por hogar en el 2012, si bien en el 2007 esta cifra se situaba en el
2,71.
316
Gráfica 1: Hogares según la tipología del hogar en Galicia
3,5 2,2
7,35
Sin núcleo
21,7
Unipersonal
Monoparental
Pareja sin hijos
32,5 Pareja con hijos
9,8
Un núcleo y otros
Varios núcleos
23
317
13/07/2011).
Esta norma legal supuso un avance respecto de la anterior en varias dimensiones. En
primer lugar, ampliando la esfera de personas destinatarias de la ley (artículo 2) al incluir
a:
a) Las personas unidas entre sí por matrimonio, sus ascendientes, las que de ellas
dependan por filiación, adopción, tutela o acogimiento, y las que tengan a su
cargo.
b) Aquellas personas que estén inscritas en el Registro de Parejas de Hecho de
Galicia, sus ascendientes, las que dependan de ellas por filiación, adopción,
tutela o acogimiento, y las que tengan a su cargo.
c) Las personas individuales junto con sus ascendientes, aquéllas que dependan de
ellas por filiación, adopción, tutela o acogimiento, y las que estén a su cargo.
d) La mujer gestante y la mujer u hombre en proceso de adopción en solitario que
hayan formalizado un acogimiento familiar preadoptivo.
e) Los diferentes modelos de familias contemplados en la legislación vigente.
f) Las niñas, niños y adolescentes.
g) Las personas mayores.
En segundo lugar, considera como familias de especial consideración y, por lo tanto,
objeto de protección especial las familias numerosas, las familias monoparentales, las
familias con mayores, discapacitados y dependientes a cargo, y las familias acogedoras.
En base a la normativa vigente, la Consellería de Traballo e Benestar de la Xunta de
Galicia, en su catálogo de servicios y recursos, incluye una serie de programas y planes
dirigidos a la protección de la familia, la infancia y la adolescencia de los que
destacamos los siguientes:
Plan de Dinamización Demográfica de Galicia 2013-2016, horizonte 2020.
Reconoce los diversos modelos de convivencia que caracterizan la sociedad
actual y considera vitales las políticas familiares en la revitalización demográfica,
a fin alcanzar la protección integral de la familia mediante el impulso de medidas
que eviten toda discriminación económica y social de esta o de sus miembros.
IV Plan Integral de Apoyo a las Familias (2008-2011). Se concibe como un
instrumento para el impulso, desarrollo y apoyo a la familia, al tiempo que marco
de referencia a partir del que trabajar y diseñar una política de protección a la
familia.
Plan Estratégico Gallego de la Infancia y de la Adolescencia (2007-2010). Se
fundamenta en la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la
Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 44/25, de 20 de
noviembre de 1989 (Ratificada por España; entrada el vigor: 2 de septiembre de
1990). Sus intervenciones en los ámbitos de la prevención, la protección y la
reeducación se orientan al desarrollo de una cultura del “buen trato” a la infancia
y a la promoción de la calidad de vida de los menores.
Programa de Integración Familiar. Iniciativa surgida a nivel experimental en
1992 y que se desarrolla en todo el territorio de la Comunidad Autónoma desde
1994, en colaboración con la Fundación Meniños. A través de una intervención
educativa, terapéutica y asistencial en los núcleos familiares persigue un doble
objetivo: lograr la integración familiar de los menores separados de sus familias
(reunificación familiar) y evitar la separación familiar y el posible internamiento de
los menores (preservación familiar).
Programa de Acogimiento familiar. Su objetivo es garantizar el derecho de los
menores a vivir en una familia, por considerarse ésta como el medio óptimo para
318
su desarrollo. El acogimiento puede realizarse en la familia extensa del menor o
en una familia ajena, aconsejándose, siempre que sea posible, la primera opción.
Programa de Acogimiento residencial. En los casos en los que no es posible
el acogimiento familiar, la atención a los menores que por distintas circunstancias
deben ser separados de su núcleo familiar se realizará en la red de centros de
protección de menores.
Programa de Adopciones especiales. Está dirigido a proporcionar información
y apoyo a familias interesadas en la adopción de menores con alguna
circunstancia especial (adolescentes, grupos de hermanos, menores con
enfermedades o discapacidades…)
Programa de Atención Ambulatoria. Dirigido a adolescentes de entre 12 y 18
años en situación de desprotección o conflicto social, ofrece atención psicológica
y socioeducativa especializada e individualizada, sin separar al menor de su
núcleo familiar.
Por su parte, en el marco de los servicios Sociales, la Ley 13/2008, de 3 diciembre, de
servicios sociales de Galicia (DOG, 18/12/2008), cuyo objeto es estructurar y regular,
como servicio, público los servicios sociales para construir el sistema gallego de
bienestar, establece dos niveles de actuación: los servicios sociales comunitarios (de
base y específicos) y los servicios sociales especializados. Dentro de los primeros se
sitúan los Programas de Educación Familiar, que analizaremos en las siguientes
páginas.
3. El Programa de Educación Familiar en el contexto de los Servicios Sociales: el
caso de Galicia
Los Servicios Sociales Comunitarios, desde la administración local, constituyen el primer
nivel de atención a la población en la Comunidad Autónoma de Galicia y, en función de
esta estructura, actúan sobre la familia de dos maneras diferentes. Por un lado, de una
forma directa y explícita, convirtiéndola en destinataria de los servicios, instrumentos y
normativa. Y por otro, de manera indirecta o implícita, cuando el grupo familiar es
beneficiario de medidas y servicios, pero no establecidos para prestar apoyo directo a la
familia, sino al conjunto de la población.
Amén de ello, el objetivo general de la intervención con las familias no es otro que el de
posibilitar su integración en la sociedad, capacitando a todos sus miembros para circular
de forma constructiva, crítica y transformadora por las diversas redes y estructuras a las
que tendrán acceso a lo largo de su vida, tanto personal como conjuntamente.
Para tal cometido, desde el año 1994, en Galicia se desarrolla el denominado “Programa
de Educación Familiar” (en adelante PEF), con la intención de ofrecer al conjunto de
familias, particularmente a aquellas que se encuentran en una situación de riesgo o
vulnerabilidad social, herramientas y recursos para el adecuado ejercicio de sus
responsabilidades y funciones, poniendo cierto énfasis en el desempeño de las
funciones parentales y los estilos educativos. Es decir, el PEF es concebido como un
servicio de carácter educativo y psicosocial, dirigido a la prevención, intervención y
apoyo tanto a las familias como a la comunidad en general, de manera que se promueva
su autonomía y desarrollo integral a la vez que se facilita su participación directa (López,
2009).
El conjunto de servicios y recursos que forman parte de este Programa es diverso y
heterogéneo (cuadro 1), y derivan directamente del Catálogo de Servicios del Sistema
de Servicios Sociales recogido en la Ley 13/2008 de servicios sociales de Galicia. En
este sentido, según la citada norma legal, los objetivos que orientan el marco de acción
de la educación familiar y, por ende, constituyen el eje articulador de las intervenciones y
recursos del PEF, son los que a continuación enumeramos:
- Ofrecer apoyo socioeducativo, desde una perspectiva integral, a las familias.
- Fomentar la autonomía y la integración en el entorno de todas las familias,
319
garantizando el respeto a sus derechos.
- Promover el reconocimiento social de las familias como principales agentes
educativos.
- Promover y dinamizar redes comunitarias de apoyo y ayuda mutua a las familias,
favoreciendo la prevención de situaciones de riesgo y dificultad socio-familiar.
Cuadro 1: Acciones propias del ámbito de Educación Familiar
ACCIONES INTEGRADAS EN EL PEF
- Estudio y diagnóstico social de la comunidad.
- Elaboración de un plan de intervención comunitario acorde con
el diagnóstico inicial.
- Identificación de grupos de población vulnerables y detección
precoz de situaciones de riesgo para el desarrollo de acciones de
prevención y promoción social.
- Atención de las situaciones individuales; información en relación
con las demandas presentadas; diagnóstico y valoración técnica
Nivel de Servicios previa y consecuente intervención en el caso.
Sociales Comunitarios - Participación en la gestión de las prestaciones económicas y
seguimiento de los correspondientes proyectos personalizados de
Básicos
intervención.
- Gestión del servicio de ayuda en el hogar, así como la
participación en la gestión de las prestaciones destinadas a
garantizar la autonomía personal y la atención a la dependencia.
- Información, orientación y asesoramiento a la población en
general.
- Fomento de la participación activa de la ciudadanía mediante
estrategias socioeducativas que promuevan y den impulso a la
solidaridad y la cooperación social.
320
El programa nació en el año 2008, gestionado por el Consorcio Galego de Servizos de
Igualdade e Benestar e integrado en el IV Plan de apoio ás familias galegas (2008-
2011), con el triple objetivo de: establecer la línea base de calidad en los PEF; unificar
los criterios de actuación y evaluación entre los responsables de la Educación Familiar; y
servir de guía para la elaboración de los programas municipales de Educación Familiar.
No obstante, a pesar de las innovaciones que introducía, entre las que destacamos la
renovación de la acción profesional y los recursos en base a la adecuación al contexto
gallego y la introducción del trabajo en red y colaborativo, Tecendo Redes no tuvo
oportunidad de ponerse en marcha debido a decisiones políticas motivadas por el
cambio gubernativo que se produjo en sus orígenes. Decisiones que, si bien deberían
orientarse hacia el bienestar de la población, terminaron por afectar a la calidad técnica y
funcional de los servicios destinados a ello.
4. Conclusiones
La familia, como célula básica de la sociedad, debe ser objeto y sujeto prioritario de
atención por parte de los poderes públicos. No obstante, las políticas familiares actuales
parecen no adecuarse a la realidad de los cambios sociales y, como consecuencia, a la
transformación de la estructura y dinámicas de las familias. Por ello sería necesario
revisar su contenido, así como los objetivos que orientan la asignación de recursos y
servicios para los sistemas familiares y la infancia.
Consideramos que el Programa Tecendo Redes suponía un avance importante hacia la
modernización y mejora de la calidad del sistema de servicios de educación familiar en
Galicia, por lo que sería necesario dar un nuevo impulso a la promoción de sus líneas
estratégicas de acción, haciendo especial hincapié en el desarrollo del trabajo en red y la
coordinación con otros sistemas públicos como el sanitario o el educativo. Es de vital
importancia considerar estas premisas en aras del bienestar y calidad de vida de los
grupos familiares, sobre todo cuando nos referimos al colectivo infantil y adolescente de
cara a preservar el interés superior del menor. Todo ello traerá como consecuencia no
sólo beneficios para las familias, sino para el desarrollo social en todos los niveles.
Como es lógico, un objetivo de tal magnitud no puede entenderse al margen de la
autonomía de las entidades locales. Es por ello que, desde nuestro punto de vista, la
reciente aprobación de la Ley 27/2013, de 27 de diciembre, de racionalización y
sostenibilidad de la Administración Local (BOE, 30/12/2013) supone un paso atrás en la
atención a las necesidades de los ciudadanos, puesto que mermará enormemente las
capacidades y recursos que poseen buena parte de las corporaciones locales de Galicia,
poniendo en la cuerda floja tanto la calidad como la eficacia de los Servicios Sociales,
así como el desempeño profesional de los técnicos y equipos de intervención.
5. Bibliografía
Barreiro, X. L. y Blanco, M. (2013). La recesión económica y cultural del rural gallego:
causas, formas y perspectivas. En Rodríguez, R. (Coord.), Galicia, un mundo
rural vivo (pp. 14-37). Madrid: Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Besada, L. y Puñal, Mª E. (2012). Intervención en familias con menores en situación de
riesgo. IPSE-ds. Revista de Intervención Psicosocioeducativa en la
desadaptación social, 5, 47-69.
Consellería de Traballo e Benestar (s.f.). Portal de Benestar. Consultada el 5 de marzo
de 2014 de https://benestar.xunta.es/web/portal/portada.
Esping-Andersen, G. (1993). Changing classes: stratification and mobility in post-
industrial societies. London: Sage.
Fernández, M. y Meixide, A. (2012). Declive demográfico en Galicia y territorio: el diseño
de políticas públicas en un espacio complejo y heterogéneo. En VV. AA., O reto
321
demográfico de Galicia (pp. 59-80). Santiago de Compostela: Xunta de Galicia.
IGE (2014). Censo de poboación e vivendas. Poboación. Consultada 10 de marzo de
2014 de http://www.ige.eu/web/mostrar_actividade_estatistica.jsp?
idioma=gl&codigo=0201001001
López, E. (Dir.) (2009). Programa Marco de Educación Familiar [Documento electrónico].
Recuperado de http://ceesg.org/files/formacion/recursos-
12_programa_marco_educacion_familiar_-borrador-.pdf
Lorenzo, Mª M. et al. (2009). Familias inmigrantes en Galicia. La dimensión socio-
educativa de la integración. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.
Murillo, Á. (2013). La familia en el contexto de los Servicios Sociales: la evaluación de
calidad del Programa de Educación Familiar desde la perspectiva de los
usuarios/as. En VV. AA., Actas do XII Congresso Internacional Galego-
Português de Psicopedagogia. Oporto: Instituto de Educaçao.
Priegue, D. (2008). Familia, educación e inmigración. Un programa de intervención
pedagógica. Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela.
Requena, M. (1993). Formas de familia en la España de hoy. En Garrido, L. y Gil, E.
(Eds.), Estrategias familiares (pp. 249-270). Madrid: Alianza.
Xunta de Galicia (2013). Plan para a dinamización demográfica de Galicia 2013-2016,
Horizonte 2020. Santiago de Compostela: Xunta de Galicia.
322
EVITANDO LA EXCLUSIÓN: SEGURIDAD VIAL DESDE LAS
POTENCIALIDADES DE LAS DIFERENCIAS.
Resumen
Es una propuesta de aprendizaje con una metodología participativa, y atendiendo sobre
todo a un alumnado con dificultades en el aprendizaje, es un acercamiento desde la
pedagogía de la diversidad, para que se derive en conductas de aprendizaje, y estas
personas con dificultades, se sientan integradas, normalizadas, para convivir y transitar
por sus contextos más cercanos, y puedan ejercer sus derechos sin asumir riesgos
innecesarios.
Las personas somos diferentes, pero desde las diferencias podemos aprender y aportar
conocimientos, por ello, desde una pedagogía basada en las potencialidades de las
diferencias, hemos de conseguir la normalización, autonomía, independencia y calidad
de vida a través de unos aprendizajes prácticos y funcionales, y que sirvan para la
reducción de accidentes de Tráfico. La educación vial es entendida y según la LOE
materia transversal curricular, por tanto, es unos contenidos que deben darse en las
aulas, y también fuera de ellas, para que mejoren y den valores como la convivencia, el
respeto, la tolerancia, que deben estar presentes en toda la ciudadanía, con o sin
discapacidad.
INTRODUCCIÓN
El Programa de Educación Vial que planteamos desarrollar, toma a los niños como el
terreno fértil y próspero para generar conductas más seguras y más humanas de
convivencia en el tránsito. Incorporar el concepto de “prevención de accidentes” y el
respeto hacia las normas de tráfico en todos los niños con discapacidad, quienes serán
muy pronto actores principales de la vía pública, colaborará para que en un futuro muy
cercano podamos disfrutar de los beneficios que el progreso nos brinda en materia de
transporte y así evitar los problemas generados por una incorrecta utilización de ellos. La
educación siempre es un instrumento de compensación de las diferencias por lo que se
hace éticamente inexcusable en aquellos miembros de la sociedad que por diferentes
motivos se hallan en situación más desventajosa.
(Streuli, et al. 2006).
Por esta razón, resulta evidente la necesidad de promover, desde la más temprana
infancia, la conciencia que permita identificar las situaciones de riesgo, para poder así
responder del modo más eficaz y menos gravoso para su integridad personal y la de los
demás. Se debe asimismo reforzar los conocimientos según la etapa evolutiva en que se
encuentre el sujeto, pues a medida que crece se produce un cambio de rol, pasando a
desempeñarse activamente en el tránsito. (Navas, 2010)
En virtud de esta realidad consideramos que uno de los tópicos principales a tratar en
las aulas es el referido a la Educación y Seguridad Vial; el cual se ha transformado con
el correr de los años en uno de los ejes transversales fundamentales que puede ser
desarrollado desde diversas disciplinas y áreas del currículo escolar, tal y como plantea
la LOGSE.
Por eso, la internalización de pautas adecuadas para las distintas situaciones que el
tránsito presenta, no se logra mediante una enseñanza basada en la memorización
323
mecánica de lecciones o clases especiales esporádicas, sino merced a un dinámico
proceso de enseñanza–aprendizaje, que implique la aprehensión de una amplia
variedad de vivencias y experiencias estrechamente relaciones con la circulación en la
vía pública; para generar así un aprendizaje significativo para el alumno, permitiéndole
concientizarse sobre el peligro concreto, inminente y enorme que lo rodea en su transitar
por los espacios públicos. (Tabasso, 1998)
Al ocuparnos de este tema pretendemos cubrir una demanda puntual respecto de una
temática que actualmente ocupa un lugar privilegiado en la agenda política y que generó
una serie de acciones trascendentales por parte de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y
de los Municipios.
La escuela, y también la familia y el entorno social, necesariamente debe cumplir un
papel protagónico ya que los niños necesitan recibir una Educación Vial sistemática, que
debe tener la finalidad de orientarlos para que logren estructurar capacidades que les
permita, en su interacción con el medio, tener conciencia de las formas preventivas de
accidentes y dar respuestas eficientes y saludables en base al cumplimiento y el respeto
de las normas.
Si focalizamos en los grupos de niños con capacidades especiales, se piensa que por
sus condiciones constituyen un sector particularmente vulnerable y el manejo de las
herramientas de la Educación Vial, sirven a su autonomía y a su integración social.
(Streuli, et al. 2006).
1. MARCO TEÓRICO
Mediante el diseño de actividades didácticas específicas procuramos adaptarnos a los
procesos de conocimiento y maduración de los alumnos. Si bien no todos aprenden lo
mismo y de la misma manera, indagamos proponiendo una modalidad de enseñanza
constructiva, de acuerdo a la etapa psicoevolutiva y las necesidades del grupo de
alumnos. Trabajamos en conjunto con la Institución educativa, con la familia y el entorno
social más próximo, siendo parte transversal de una educación, formal, no formal e
informal, y así formar ciudadanos con conductas cívicas en cuestión de tráfico, haciendo
especial hincapié en aquellos menores que tienen algún tipo de dificultad en el proceso
de aprendizaje, y adaptando nuestra formación en todo momento a ellos, por tanto con
una adaptación curricular para un logro de competencias en cuestión de seguridad vial.
(Pantano, 1993)
El grupo de alumnos demostró que mayoritariamente reconoce las pautas que se deben
respetar para circular en la vía pública e identifican correctamente los diferentes medios
de transporte. En tanto que para identificar visualmente y reconocer la función que
324
tienen las señales de tránsito de tipo prohibitivas y preventivas, la mayor proporción del
grupo en estudio lo hizo correctamente mientras que para las señales de tipo
informativas el mayor número lo plasmó de modo erróneo, lo que consideramos se
debería reforzar estos aspectos en la propuesta de formación.
Streuli, S. et al (2006)
De todo ello, pensamos, que por tanto, y acercándonos a nuestra realidad social en
España, es importante trabajar teniendo en cuenta estos antecedentes de aprendizaje
significativo y que han positivizado conductas saludables y seguras en niños con
dificultades de aprendizaje, en referente a la Seguridad Vial.
Del mismo estudio se concluye, que los niños aprenden con más facilidad los temas
relacionados con la Seguridad Vial, en situaciones prácticas, y los índices de adquisición
de conductas positivas, crecen considerablemente en las prácticas.
325
2. NUESTRO PROYECTO PARA LA INCLUSIÓN Y LA NORMALIZACIÓN.
Los objetivos que se persiguen son, entre otros, que el alumno/a se relacione y
familiarice con su ambiente inmediato y el funcionamiento del tránsito, pudiendo
distinguir los componentes y características de la vía pública en zonas urbanas y rurales.
Pueda reconocer el modo y los lugares correctos por donde deba circular en la vía
pública, identificando correctamente el significado y finalidad del señalamiento vial
urbano y rural, de manera que logre afianzar su reconocimiento y respeto a las normas y
señales de tráfico. Finalmente, perseguimos que los niños puedan desarrollar una
conciencia vial que permita reconstruir una nueva cultura en el tránsito, para un respeto
de las normas, y una convivencia cívica y respetuosa, primando ante todo la seguridad,
tanto de los propios participantes como mejorando la del entorno.
La enseñanza de la Educación Vial a través de este programa, tiene como propósito
introducir al niño con capacidades especiales en l complejo tema del comportamiento
humano en la vía pública. La educación siempre es un instrumento de compensación de
las diferencias por lo que se hace éticamente inexcusable en aquellos miembros de la
sociedad que por diferentes motivos se hallan en situación más desventajosa.
Según hemos visto en los estudios de investigación realizados hasta ahora, es muy
importante la parte práctica, y se trata de ella donde verdaderamente se da la esencia
del aprendizaje, por ser más participativa, dinámica y por tanto atrayente para este
colectivo de niñas y niños. (Mendicoa, 2003).
A través de una pedagogía del juego, o lúdica, los niños y niñas estarán en contacto con
las normas de tráfico y haremos de ellas algo atrayente, se pretende basarnos en un
acercamiento y conocimiento de las formas de transitar, ya que estos niños y niñas, en
breve serán viandantes al menos, y por tanto deben conocerlas para mejorar sus
condiciones de vida y su propia seguridad. El conocimiento práctico desarrollado a
través de esta pedagogía lúdica, conllevará la participación y por tanto, el desarrollo
relacional de estos niños y niñas, consiguiendo así también su integración y
normalización con los demás niños y personas cercanas a su entorno, generando entre
ellos un conocimiento comunitario, y desarrollando conductas positivas de ayuda y
formando un grupo heterogéneo, donde la diversidad este presente y sea objeto de
unión y de respeto, así como factor fundamental para la socialización de los menores y
sus familias.
(Lucarelli y Correa, 1996)
Algunos objetivos a los que debemos hacer referencia y siguiendo a Navas (20190),
serían:
Es importante que los contenidos de Educación Vial estén incluidos en los
diferentes Programas de Intervención que dirijan su atención a las personas con
necesidades específicas, dando prioridad a la Persona, a la Calidad de Vida,
haciendo que esos aprendizajes sean funcionales y prácticos, como una parte
más de habilidades sociales y de desenvolvimiento en el medio físico y social,
integrada con otros aspectos del desarrollo evolutivo y de hábitos básicos de la
formación de la persona.
Adecuar programas, objetivos y materiales didácticos a las distintas necesidades
que la persona pueda presentar, haciendo que los contenidos sean funcionales y
prácticos y que tengan presente los intereses de la persona.
Desarrollar las capacidades de las personas con discapacidad y/o con
necesidades de apoyo específico, con el fin de proporcionar una mejora en su
Autonomía e Independencia, mejorando los posibles desplazamientos que
puedan llegar a realizar evitando posibles accidentes de tráfico.
Desarrollar programas de educación vial con las familias o tutores, con el fin de
326
que puedan influir y repercutir en la persona afectada.
Desarrollar acciones conjuntas con otras administraciones con el fin de tener
presente la mejora de la Seguridad Vial de las personas con discapacidad,
haciéndoles partícipes en todo momento.
327
Puzzles troquelados con láminas de errores.
Sus características especiales son muy parecidas a las detalladas para el recurso
anterior. El colorido de las imágenes que aparecen en ellos, en donde no aparecen
elementos distractores, los mensajes claros y la fácil manipulación y cumplimentación
del puzzle, ya que las fichas que lo componen son de tamaño grande. En cuanto a las
láminas de errores, el índice de dificultad es bajo puesto que es sencillo el ver las
conductas que en ellas aparecen analizando las que son positivas y las que son
negativas.
3. A MODO DE CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFIA
329
NIÑOS, NIÑAS, ADOLESCENTES,… ¿O SENCILLAMENTE “MENORES”?
UN CAMBIO SEMÁNTICO NECESARIO EN LA EDUCACIÓN SOCIAL
Andrés-Candelas, Mario
mario.andres@ucm.es
Aguilera-García, José Luis
joseluis.aguilera@edu.ucm.es
Resumen
El presente trabajo forma parte de una investigación sobre el carácter educativo de la
intervención con adolescentes y jóvenes que realizan actos tipificados como delitos.
Nuestro propósito consiste en evidenciar la necesidad de situar a este colectivo en la
categoría semántica que le corresponde, rescatando con ello una sintaxis más ajustada
a su realidad. Actualmente, el conjunto de niños, adolescentes y jóvenes, en situación de
riesgo y/o desventaja social, viene siendo categorizado como “menores”, en
contraposición con aquellos otros que, perteneciendo a la misma categoría civil no
presentan dicha situación, algo que conlleva la construcción de una distancia que
interfiere negativamente en su consideración como persona, sujeto de derechos y no
solo de obligaciones, con necesidades de atención educativa y no solo punitivas o de
control social. A través del análisis de los significados que subyacen en los usos de los
términos infancia, niño, adolescente, joven y menor, se ponen de manifiesto las distintas
consideraciones que se hacen del mismo colectivo social, en función de circunstancias
puntuales que no abarcan la totalidad de la persona, pero que incitan a una reducción de
su significación y a una consecuente objetivación. Tras una introducción en la que nos
aproximamos a la construcción convenida de las realidades sociales, y la relevancia que
para ello tiene el uso del lenguaje, nos adentramos en un análisis que permita elaborar
el significado más ajustado para el término infancia y adolescencia, y la consideración
que de ellos se hace en el entorno jurídico español, ámbito que se ha extendido al de la
intervención educativa y social, provocando un reduccionismo en la comprensión de sus
destinatarios. A continuación, un análisis de la procedencia y el significado del término
“menor”, sirven para poner en evidencia las limitaciones que su uso conlleva y la
distorsión de la realidad que provoca en la consideración del colectivo al que pretende
representar. Para ello, se analizan algunos ejemplos de su utilización en los medios de
comunicación, en los reglamentos de aplicación para el colectivo y en situaciones
cotidianas donde comienzan a surgir algunas contradicciones que nos ponen en
situación de pensar que el término no es el más apropiado para enfocar el significado de
estas personas desde la educación social. Finalmente, y a modo de conclusión, se
justifica la propuesta con el objeto de contribuir a generar una perspectiva más
adecuada del trabajo educativo con estos niños, jóvenes y adolescentes.
Bibliografía
Aguinaga, J. y Comas, D. (1991). Infancia y adolescencia: la mirada de los adultos.
Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales.
Alejandro Degano, J. (2006). La ficción jurídica de la minoridad y la subjetividad infantil.
Fundamentos en humanidades, 12, 25-52.
Apple, M. W. (2008). Curriculum e ideología. Madrid: Akal.
Bauman, Z. (2008). Trabajo, consumismo y nuevos pobres. Barcelona: Gedisa.
Berger, P.L. y Luckmann, T. (2001). La construcción social de la realidad. Buenos Aires:
Amorrortu.
Casas, F. (2006). Infancia y representaciones sociales. Política y sociedad, 43(1), 27-42.
Donzelot, J. (2008). La policía de las familias. Buenos Aires: Nueva Visión.
Freire, P. (2004). Pedagogía de la autonomía. Sao Paulo: Paz e terra.
Frones, I. (1994).Dimensions of Childhood. En: Qvortrup, Jens et., al (Eds.). Childhood
Matters: Social Theory, Practice and Politics. (pp. 145-164) Viena: European
Centre for Social Welfare Policy and Research.
Gaitán, L. (2006). Sociología de la infancia. Madrid: Síntesis.
Gaitán, L. (2010). Sociedad, infancia y adolescencia, ¿de quién es la dificultad? SIPS-
Revista Interuniversitaria de Pedagogía Social, 17, 29-42.
Gil Calvo, E. (1991). La emancipación de la infancia. En J. Sánchez Cervantes (Coord.),
I Congreso Internacional Infancia y Sociedad. Bienestar y derechos sociales de
la infancia, vol.1, (pp.139-144). Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales.
Gimeno Sacristán, J. (2003). El alumno como invención. Madrid: Morata.
Giroux, H. A. (2003). La inocencia robada. Juventud, multinacionales y política
cultural. Madrid: Morata.
Gómez Espino, J.M. y Martínez García, M.R. (2006). Riesgo y encantamiento en la
construcción social de la infancia. En E. Bericat Alastuey (Coord.), El cambio
Social en España: Visiones y retos de futuro, (pp. 87-102). Sevilla: Centro de
Estudios Andaluces y Junta de Andalucía.
335
Houdé, O. (2006). La psicología del niño. Piaget revisado y superado. Madrid: Popular.
Ley Orgánica 5/2000, de 12 de Enero, reguladora de la responsabilidad penal de los
menores. (BOE nº 11 13/01/2000)
Oakley, A. (1994). Women and Children First and Last: Parallels and Differences
between Children´s and Women´s Studies. En B. Mayall, Children´s Childhoods
Observed and Experienced, (pp. 13-32). London: Falmer Press.
Pávez Soto, I. (2012). Sociología de la infancia: los niños y las niñas como actores
sociales. Revista de Sociología, 27, 81-102.
Pedreira Massa, J.L. (1992). Historia de la legislación para la infancia en
España: Una revisión crítica. Revista Asociación Española de Neuropsiquiatría,
XII (42), 215-220.
Qvortrup, J. (1993). Nine Theses about Childhood as a Social Phenomenon. En: J.
Qvortrup (Ed.), Childhood as a social phenomenon: Lessons from an
international project: international conference, (pp. 11-19). Vienna: European
Centre for Social Welfare Policy and Research.
Ríos Martín, J.C. y Segovia Bernabé, J.L. (1998). La infancia en conflicto social.
Madrid: Cáritas.
Rochefort, C. (2004). Las niñas y los niños primero. Valencia: Colla Xicalla.
Rodríguez Pascual, I. ¿Sociología de la infancia? Aproximaciones a un campo de
estudio difuso. Revista internacional de sociología, 26, 99-124.
Sarmento, M. (2006). Com o intuito de orientar estudos e favorecer uma visão integrada
das categorias e referenciais com os quais temos trabalhado. Rêvista
electrónica zero a seis, 14, 9:1-9:8. Disponible en: http://goo.gl/agavIK.
Consultado 8/2/2014
Searle, J.R. (1997). La construcción de la realidad social. Barcelona: Paidós.
Searle, J.R. (2006). ¿Qué es una institución? Revista de Derecho Político, 66, 89-120.
Trisciuzzi, L. y Franco C. (1993). La infancia en la sociedad moderna, del descubrimiento
a la desaparición. Documento de trabajo, Centro de Documentación Comexani,
CEFLOR. Roma: Riuniti.
Vigotsky, L.S. (2004). Aprendizaje y desarrollo intelectual en la edad escolar. En A.Luria,
R. Leontiev y L.S. Vigotsky, Psicología y pedagogía. Madrid: Akal.
336
ANÁLISIS DE LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD EN EL CONTEXTO
ESCOLAR. LOS/AS EDUCADORES SOCIALES Y SUS NECESIDADES
FORMATIVAS
Resumen
1. INTRODUCCIÓN.
Los centros escolares son fuentes de una realidad cada vez más diversa y que requiere
de intervenciones especializadas por los agentes socioeducativos. De acuerdo a lo que
expone Jordán (2007, p. 60) “el mito pedagógico de una clase relativamente homogénea
es hoy del todo inaceptable, dada la diversidad cada vez más variopinta”.
En España, es fundamental hacer hincapié, entre otros aspectos, en los procesos
migratorios que desde hace algunos años, han puesto en evidencia un contexto
caracterizado por la pluralidad cultural. Esta situación ha tenido su reflejo en el ámbito
escolar, observándose un aumento del alumnado extranjero matriculado en los
diferentes niveles de enseñanzas obligatorias. A pesar de que en los últimos años esta
evolución se ha estabilizado por causas primordialmente socioeconómicas, la presencia
del alumnado de origen extranjero sigue siendo muy importante en nuestras aulas.
Hasta el curso 2008-2009, se produjo un incremento anual relevante del alumnado
extranjero a nivel estatal, destacando los cursos 2007/08 y 2008/09, en los cuales la cifra
superaba los 700.000 estudiantes. En los cursos posteriores, este crecimiento se
atenuó, aumentando en menor proporción, llegando a contemplar una reducción en unos
30.000 alumnos/as en el curso 2012/13. A pesar de ello, en dicho curso, el alumnado
extranjero matriculado representó el 9,43% con respecto al total del alumnado (Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte, 2013).
337
Gráfica nº 1. Evolución del alumnado extranjero matriculado en enseñanzas no
universitarias (2001-2013)
91.500 91.022
91.000
90.283
90.500
90.000
89.500 89.180
89.000
88.500
88.000
Curso 2009-2010 Curso 2010-2011 Curso 2011-2012
Fuente: Elaboración propia a partir de datos extraídos del Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte.
Este escenario donde la diversidad cultural es un hecho objetivo, exige de las instancias
educativas respuestas que posibiliten un intercambio enriquecedor entre culturas, así
como políticas que apuesten por facilitar la integración y la cohesión social de todos los
grupos y personas.
En este contexto, como exponen Terrón-Caro, Cárdenas-Rodríguez y Rebolledo (2013),
la gestión de la diversidad, las funciones y competencias de los/as profesionales
educativos o su formación, son algunos de los aspectos que se encuentran en el centro
de los discursos académicos y prácticos, conduciendo a replantear un modelo de
escuela que atienda adecuadamente a las necesidades que la situación actual
demanda.
Centrando el análisis de la atención a la diversidad cultural en el contexto andaluz, este
trabajo pretende analizar los principios que definen estas actuaciones, profundizando en
la normativa que constituye el marco para la intervención. Asimismo, destacaremos el
papel asignado que tiene el/la educador/a social en este ámbito y su enfoque desde los
Equipos de Orientación Educativa donde se insertan. Por último, aportaremos algunas
reflexiones en torno a la formación que reciben para llevar a cabo esta tarea.
338
2. LA ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD CULTURAL EN LAS ESCUELAS. PRINCIPIOS
GENERALES.
En cuanto al proyecto educativo que refleje los objetivos del centro (artículo 127), deberá
abordar, entre otras cuestiones, la forma de concreción de los contenidos transversales
(por ejemplo, la educación en valores), la atención a la diversidad del alumnado, el plan
de orientación y el plan de convivencia.
En el apartado dedicado al profesorado y personal de atención complementaria, se
contempla que los centros, en caso necesario, dispondrán de profesorado de apoyo, así
como el reforzamiento de los departamentos de orientación o Equipos de Orientación
Educativa.
Por otro lado, en esta Ley queda plasmado que el alumnado con necesidades
específicas de apoyo educativo, como pueden ser las causadas por motivos culturales,
se atiende, además, por la Ley 9/1999, de 18 de noviembre, de Solidaridad en la
Educación.
Dicha Ley tiene como objetivo principal la garantía de la solidaridad en la educación,
regulando el conjunto de acciones que permitan que el sistema educativo contribuya a
compensar las desigualdades, asegurando la igualdad de oportunidades al alumnado
con necesidades educativas especiales. Asimismo, pretende establecer las condiciones
necesarias para que este alumnado alcance los objetivos enunciados rigiéndose por los
principios de normalización y de integración escolar.
De esta forma, entre sus objetivos se especifica:
1. Mejorar las condiciones de escolarización del alumnado que presente
necesidades educativas especiales.
2. Potenciar el valor de la interculturalidad, integrando la riqueza que supone el
conocimiento y respeto por la cultura propia de los grupos minoritarios.
3. Desarrollar actitudes de comunicación y respeto entre todos los miembros de
la comunidad educativa.
4. Establecer medidas que permitan a la población escolar su continuidad en los
ciclos educativos.
Por su relación con la temática que aquí se viene desarrollando, cabe resaltar dentro de
esta Ley, que dedica el Capítulo V a la población escolar perteneciente a minorías
étnicas y culturales, estableciendo que los centros educativos con alumnado gitano, o
perteneciente a otras minorías étnicas y culturales, deberán incluir en sus Proyectos de
Centro medidas que favorezcan el desarrollo y respeto de la identidad cultural de dicho
alumnado, así como medidas que fomenten la convivencia y faciliten su participación en
el entorno escolar.
Por último, en este apartado aparece que la Consejería correspondiente, favorecerá el
valor de la interculturalidad, corrigiendo, en el ámbito de sus competencias, las actitudes
de discriminación o rechazo que pudieran producirse en el seno de la comunidad
educativa. También será competencia de dicha Consejería, el fomento de la
participación de las asociaciones de padres y madres, organizaciones no
gubernamentales, voluntariado, así como la de otros colectivos sociales sensibilizados
por la promoción escolar y social de este alumnado, en proyectos y experiencias de
compensación educativa.
340
2. LA EDUCACIÓN SOCIAL EN LOS CENTROS ESCOLARES EL CASO DE LOS
EQUIPOS DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA
Como principal apoyo externo para la intervención educativa en los centros escolares,
los Equipos de Orientación Educativa (EOEs) asumen responsabilidades para atender a
las realidades socioculturales que encontramos en las escuelas.
Aunque se reseña en la Ley de Educación, el desarrollo de los EOEs en Andalucía
aparece en el Decreto 213/1995, de 12 de septiembre de 1995, por el que se regulan los
Equipos de Orientación Educativa.
Según esta normativa, los EOEs se caracterizan por la interdisciplinariedad y
especialización de sus acciones, su función de apoyo y complemento de la actividad
educativa, por su perspectiva de zona y su contribución a la dinamización pedagógica y
la innovación educativa.
Este Decreto establece que los EOEs son unidades básicas de orientación pedagógica
que, mediante el desempeño de funciones especializadas en las áreas de orientación
educativa, atención a los alumnos y alumnas con necesidades educativas especiales,
compensación educativa y apoyo a la función tutorial del profesorado, actúan en el
conjunto de los centros de una zona educativa.
Cada zona educativa de Andalucía y la denominación de cada EOE, se encuentra
recogida en la Orden de 17 de octubre de 2006, por la que se determina la red de
Equipos de Orientación Educativa y se establecen las zonas de actuación
correspondientes.
Generalmente, como se expresa en dicha Orden, las zonas educativas son designadas
por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, en función de la ubicación de
los Centros de Profesorado. Esto se produce con la intención de de favorecer la
coordinación y el trabajo conjunto entre todos los profesionales que actúan en el mismo
contexto escolar. Además, según el Decreto 213/1995, dichas zonas educativas también
son agrupadas por criterios tales como el número de alumnado por etapas educativas,
características geográficas del lugar y características sociales y educativas más
relevantes de la población escolar.
Las intervenciones de los EOEs se deben diseñar, según este Decreto, en base a las
necesidades detectadas por el profesorado o por el propio equipo, así como deberán
implementar programas específicos requeridos por la Administración educativa.
De acuerdo a la Orden de 23 de julio de 2003, por la que se regulan determinados
aspectos sobre la organización y el funcionamiento de los Equipos de Orientación
341
Educativa, excepto en casos particulares en que los centros de titulación privada pueden
demandar la actuación de un EOE, estos equipos desarrollan su labor en centros
educativos públicos.
Según esta Orden, los EOEs organizarán su intervención atendiendo a programas, ya
seas éstos realizados por instancia propia del equipo o por profesorado del centro donde
actúan.
Aunque los/as educadores/as sociales venían actuando dentro de los EOEs desde hace
algunos años, es desde la publicación de las Instrucciones de la Dirección General de
Participación e Innovación Educativa por las que se regula la intervención del educador y
educadora social en el ámbito educativo (Consejería de Educación, Junta de Andalucía,
17/09/2010), cuando se regula su incorporación como parte de estos equipos.
Los/as educadores/as sociales asumen funciones y competencias en relación directa
con la atención a la diversidad cultural en las escuelas andaluzas. Siguiendo la
normativa existente, se resaltan como ámbitos de su intervención en este sentido, los
siguientes:
- Educación para la convivencia y resolución de conflictos.
- Dinamización y participación familiar y comunitaria.
- Acompañamiento y tutorización en situaciones de riesgo para el alumnado.
- Educación en valores.
- Intervención educativa con minorías étnicas y educación intercultural.
Por último, podemos destacar que la educación social en los centros escolares
andaluces tiene asignada tareas directamente relacionadas con la intervención en
contextos culturales, como pueden ser:
- Mediar en conflictos entre alumnado y centro, familia y centro y alumnado y
familia.
- Intervenir con el alumnado y las familias en situaciones problemáticas de
convivencia.
- Trabajar como mentor del alumnado en situación de riesgo.
- Organizar y desarrollar actividades de formación para las familias en situaciones
de riesgo.
- Organizar y desarrollar programas socioeducativos.
342
- Desarrollar programas de habilidades sociales, comunicativas y para la relación
con el alumnado en situación de riesgo.
- Desarrollar programas para la integración multicultural.
- Desarrollar programas de educación en valores.
- Colaborar con el profesorado en el funcionamiento del aula de convivencia.
3. CONCLUSIONES.
Coelho, E., Oller, J. y Serra, J.M. (2011). Repensando la formación inicial del
profesorado para abordar el tratamiento a la diversidad cultural y lingüística en el
aula. @tic. Revista d´innovació educativa, 7, pp. 52-61.
Decreto 19/2007, de 23 de enero, por el que se adoptan medidas para la promoción de
la Cultura y la Mejora de la Convivencia en los Centros Educativas sostenidos
con fondos públicos. BOJA nº 25 (2007).
Decreto 213/1995, de 12 de Septiembre de 1995, por el que se regulan los Equipos de
Orientación Educativa. BOJA nº 153 (1995).
García, P., Jiménez J.R., y Moreno, E. (2001). ¡No sé qué hacer con estos niños!
Reflexiones en torno a la formación inicial de maestras y maestros en Atención a
la Diversidad. XXI Revista de Educación, 3, pp. 103-115.
Jordán, J.A. (2007). Formación intercultural del profesorado de secundaria. Estudios
sobre Educación, 12, pp. 59-80.
Junta de Andalucía, Consejería de Educación (2010). Instrucciones de la Dirección
General de Participación e Innovación Educativa por las que se regula la
intervención del educador y educadora social en el ámbito educativo.
Ley 17/2007, de 10 de Diciembre, de Educación de Andalucía. BOJA nº 252 (2007).
Ley 9/1999, de18 de Noviembre, de Solidaridad en la Educación. BOJA nª 140 (1999).
Ley Orgánica 2/2066, de 3 de Mayo, de Educación. BOE nº 106 (2006).
Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa. BOE nº
295 (2013).
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (2013). Enseñanzas no universitarias.
Alumnado matriculado. Curso 2012-2013. Datos avance. Recuperado el 13 de
marzo de 2014 de http://www.mecd.gob.es/servicios-al-ciudadano-
mecd/estadisticas/educacion/no-universitaria/alumnado/matriculado/2012-2013--
Datos-Avances.html
Orden de 17 de octubre de 2006, por la que se determina la red de Equipos de
Orientación Educativa y se establecen las zonas de actuación correspondientes.
BOJA nº 223 (2006).
Orden de 23 de julio de 2003, por la que se regulan determinados aspectos sobre la
organización y el funcionamiento de los Equipos de Orientación Educativa.
BOJA nº 155 (2003).
Rebolledo Gámez, T. y Rodríguez Casado, M.R. (2014). Los centros escolares ante la
diversidad: propuestas de mejora de la formación universitaria del profesorado,
en Colectivo Innovagogía y AFOE, Actas del Congreso. II Congreso
Internacional Virtual Innovagogia 2014. Congreso virtual sobre Innovación
pedagógica y praxis educativa. Sevilla: AFOE.
Sales Ciges, A. (2006). La formación inicial del profesorado ante la diversidad: una
propuesta metodológica para el espacio europeo de educación superior. Revista
interuniversitaria de formación del profesorado, 57, pp. 200-218.
Terrón Caro, T., Cárdenas Rodríguez, R. y Rebolledo Gámez, T. (2013). Diversidad
cultural en el ámbito escolar: Los/as educadores/as sociales como agentes de la
intervención, en Torío López, S., García Pérez, O., Peña Calvo, J.V. y
Fernández García, C.M. (Coord.). La crisis social y el Estado del Bienestar: Las
respuestas de la Pedagogía Social. Oviedo: Servicio de Publicaciones de la
Universidad de Oviedo.
344
ACTUACIONES INTERCULTURALES ANTE LA DIVERSIDAD EN LOS CEIP.
BUENAS PRÁCTICAS Y PROPUESTAS DE MEJORA
Resumen
1. CONSIDERACIONES PREVIAS.
Teniendo presente el momento en el que se encuentran inmersos los diferentes núcleos
sociales, afectados, en alguna medida, por la crisis socio-económica en la que se halla
nuestro país, es preciso atender a los efectos directos que repercuten en la educación
de la ciudadanía. Para ello, es necesario realizar una reflexión sobre el estado actual de
nuestros centros escolares, ya que es el alumnado de estas instituciones el que se
formará como miembros activos y agentes de cambio en nuestra sociedad.
Considerando que la escuela es una de las instituciones que, junto con la familia, posee
un rol fundamental en el proceso de socialización de las personas, y, sobre todo, a la
hora de determinar su identidad cultural y su participación socio-comunitaria a través de
la adquisición de ciertos valores y normas (Llorent y Terrón, 2013), este trabajo se centra
en los Centros de Enseñanza de Infantil y Primaria (CEIP). Son en estas instituciones
donde nos encontramos indicadores que nos sirven de referencia para diagnosticar
cuáles son las principales medidas que se están desarrollando para hacer frente a las
necesidades de intervención con menores culturalmente diferentes dentro de las aulas.
Sin embargo, desde estas líneas queremos resaltar la importancia de crear vías de
intervención socioeducativas, por medio de la educación social, con la finalidad de
descubrir el entorno en el que está inmerso un sistema escolar e identificar qué es lo que
realmente se realiza en dichos centros.
Se debe tener en cuenta de que aún se continúa aludiendo a cuestiones tales como
“educación inclusiva” y “educación intercultural” para referirse a la forma de plantear
diferentes actividades en los CEIP. A la par, con facilidad, se manifiesta y relaciona
estos conceptos con cualquier formación-servicio-ayuda referentes al estado de riesgo,
exclusión, marginalidad o situación de vulnerabilidad, sin pensar realmente lo que
constituye los fines de una verdadera educación (Vega et al., 2012), aún más con el
apellido inclusivo o intercultural. Por ello, apostamos por una transmisión, a través de
diversos medios, de la experiencia de profesionales y expertos que trabajan en esta
materia con el fin último de hacer realidad lo que significa ser intercultural en nuestra
345
sociedad. Pues, en palabras de Vega et al. (2012, p.323) “no hay que olvidarlo, el
sistema educativo mantiene sus estructuras, curriculum, organización de los centros,
prácticas escolares y una formación docente teniendo poco en cuenta la diversidad”.
Nuestra aportación nace en el momento que consideramos la educación intercultural
como un planteamiento y estilo de vida utópico, como dicen multitud de autores/as
(Sáez, 2001; Rappaport, 2005; Martínez et al., 2006; Bailo en Borrero et al. 2011). Para
otras autorías, un “sinónimo de buena pedagogía, la única posible, la que valora la
diferencia como un rasgo de identidad” (Bailo, 2011, p. 562) dentro de una escuela plural
en la que todos somos diferentes, enriqueciéndonos, los unos de los otros, para
refrendar la misma ventaja de aprender a ser persona. Al mismo tiempo, para otros, un
tema de disfrute y transformación de valores desde el ámbito educativo para con la
sociedad. Una idea educativa y social que surge debido al incremento de alumnado
extranjero en nuestras escuelas y a la presencia de discursos estereotipados
negativamente con respecto a la diversidad cultural.
En este sentido, defendemos el rol del educador/a social en los CEIP para atender
necesidades socioculturales que se recogen de manera legal como derechos, pero no
de forma práctica en una realidad cambiante determinada y que, en sí, pueden
considerarse funciones y competencias extras para el profesorado. A su vez,
reconocemos que el educador/a social es el agente socioeducativo que, de acuerdo con
su código deontológico (ASEDES, 2007), por un lado, incorpora al sujeto a la diversidad
de las redes sociales, entendida como el desarrollo de la socialización, la sociabilidad y
la circulación social, y por otro lado, promociona lo cultural y social como apertura de
nuevas posibilidades de adquisición de bienes culturales que amplíen las perspectivas
educativas, laborales, de ocio y participación social.
Nos caracterizamos por ser una sociedad pluricultural, donde la interculturalidad tiene
que ser presentada como instrumento en el que se tome el diálogo en las relaciones
humanas como principio teórico y práctico. En esta misma línea, incidimos en aspectos
sociales de la educación con la finalidad de lograr la calidad y equidad para toda la
comunidad educativa. De esta forma y de acuerdo con Hernández (2012) es necesario
poseer la perspectiva de la educación intercultural para atender a la realidad de las
sociedades multiculturales y construir proyecciones socioeducativas que fomenten la
346
participación en igualdad de oportunidades de toda la comunidad.
Es decir, potenciar una educación basada en el respeto y valoración de la diversidad
cultural, destinada a toda la sociedad y en su conjunto; una educación “que propone un
modelo de intervención formal e informal, holístico, integrado, configurador de todas las
dimensiones del proceso educativo, con orden a lograr la igualdad de
oportunidades/resultados, la superación del racismo en sus diversas manifestaciones, la
comunicación y competencia interculturales” (Aguado, 1996, p.40). De acuerdo con la
idea de esta autora, una educación vinculada por completo con la profesionalización de
la educación social.
A nivel andaluz, a través del CREADE, se pueden localizar los diferentes planes y
medidas de atención a la diversidad cultural por Comunidad Autónoma. Así en
Andalucía, destacamos aquellas prácticas y documentación referente a la
interculturalidad en los centros escolares.
En primer lugar, existe un portal de atención a la diversidad cultural perteneciente a la
Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, junto a la Red Averroes (Red
telemática educativa de Andalucía), destinada al profesorado y con recursos
relacionados con la formación, innovación, investigación, apoyo al currículo, red de
profesorado y recursos educativos. En este sentido, comprobamos que no se recoge el
perfil del educador social como agente socioeducativo activo - interno en los CEIP para
tratar medidas interculturales, sólo aparece, desde el 2006 – 2007, como profesional
incluido en los EOEP (Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica) y DO
(Departamento de Orientación) para cubrir funciones referentes a la integración del
alumnado, a la convivencia y a la mediación de conflictos en los centros educativos.
Ante esta realidad, como señalan Arrikaberri et al. (2013), está presente la necesidad de
añadir nuevos perfiles profesionales del ámbito de lo social con perspectiva educativa en
las escuelas, dada la evolución de la sociedad. Es decir, se apuesta por la incorporación
de educadores/as sociales en los CEIP para que haya una mejora en los ámbitos de
prevención socioeducativa, desarrollo comunitario, intervención socio-familiar,
participación social y comunitaria, ocio y tiempo libre, etc., ya que surgen
preocupaciones, demandas, necesidades y nuevos intereses que exigen a las
instituciones educativas dar respuestas socioeducativas que emergen y afectan a toda
su comunidad.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Aguado, T. (1996). Educación multicultural. Su teoría y su práctica. Madrid: UNED.
Aguado, T. (2011). El enfoque intercultural en la búsqueda de buenas prácticas
escolares. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva, 5 (2), pp. 23-42.
Arrikaberri, M. et al. (2013). Educadoras y educadores sociales en los centros
350
educativos. Hacia una integración orgánica y funcional en la Comunidad Foral
de Navarra. RES. Revista de Educación Social, (16), pp. 1-17.
Caparrós, F. J. (2012). Apostillas al capítulo III del Código Deontológico del Educador
Social. RES - Revista de Educación Social, (15), pp. 1-5.
Colectivo IOÉ (2012). Crisis e inmigración Marroquí en España. 2007 – 2011.
Recuperado el 13 de marzo de 2014 de
http://www.colectivoioe.org/investigaciones_articulos.php?op=articulo&id=120
Federación de Asociaciones de SOS Racismo del estado español (2012). Informe Anual
sobre el Racismo en el estado español. Gakoa, San Sebastián, España.
Recuperado el 13 de marzo de 2014 de
http://www.sosracismomadrid.es/web/Documentos/2013_Informe_Anual.pdf
Galán, D. (2008). Los educadores sociales en los centros de educación secundaria de
Extremadura. Revista Interuniversitaria de Pedagogía Social, (15), pp. 57–71.
Gallego, B. et al. (2012). Buenas prácticas en educación intercultural inclusiva, en López,
B. y Tuts, M. (Coord.). Orientaciones para la práctica de la Educación
Intercultural. Red de Escuelas Interculturales. Wolters Klumer, S.A. España.
Gil-Jaurena, I. (2013). Enfoque intercultural y animación sociocultural: convergencias y
reflexiones. Revista Iberoamericana de Educación, 61 (4), pp. 1-7.
González, I et al. (2012). Medidas educativas para la atención a la diversidad cultural en
la escuela. De la normativa legal a la accesibilidad de información intercultural.
Revista Reid, 2, pp. 101-123.
Hernández, C. (2012). Ciudadanía, diversidad y participación. Educar para la
participación de la diversidad. Revista Educaçao e Políticas em Debate, 1 (1),
pp. 146-157.
INCLUD-ED Project. Strategies for inclusion and social cohesion in Europe from
education (2006 – 2011). 6th Framework Programme. Citizens and Governance
in a Knowledge - based Society. CIT4-CT-2006-028603. Directorate General for
Research, European Commission. Recuperado el 13 de marzo de 2014 de
http://creaub.info/included/
INCLUDE-ED Consortium (2011). Actuaciones de éxito en las escuelas europeas.
Madrid: Instituto de Formación del Profesorado, Investigación e Innovación
Educativa (IFIIE). Ministerio de Educación.
Llorent, V. y Terrón MªT. (2013). La inmigración marroquí en España: Género y
educación. ESE. Estudios sobre Educación, 24, pp. 37-59.
Osuna, C. (2012). En torno a la educación intercultural. Una revisión crítica. Revista de
Educación, 358, pp. 38-58.
Rappaport, J. (2005). Intercultural Utopias. Public Intellecturals, Cultural Experimentation
and Ethnic Pluralism in Colombia. Durham and London: Duke University Press.
Sáez, R. (2001). Tendencias actuales de la educación intercultural. Aula Intercultural.
Recuperado el 13 de marzo de 2014 de
http://www.aulaintercultural.org/IMG/article_PDF/article_a37.pdf
Vega, A. et al. (2012). Orientaciones para la práctica de la educación intercultural.
Revista Intersticios: Revista Sociológica de Pensamiento Crítico, 6 (2), pp. 323-
325.
351
REFLEXIONES TEÓRICO-PRÁCTICAS EN TORNO A LA EDAD DE INTERVENCIÓN
EN JUSTICIA JUVENIL
Los menores de 14 años que cometen un ilícito penal deben encontrar una respuesta
integral que abarque su contexto personal y familiar desde una perspectiva comunitaria,
cubriendo así sus necesidades y garantizando su desarrollo con el fin de prevenir una
posible “carrera delictiva”. En jóvenes mayores de 18 años deben considerarse las
características evolutivas y sociales propias de esta edad a través de una intervención
educativa global, pues, a parte del carácter sancionador, el sistema debe interesarse por
garantizar su integración y adaptación en un contexto que es desconocido para ellos. No
intervenir en este momento clave puede desembocar en una ruptura social que conlleve
un futuro sin oportunidades al margen de la sociedad.
1. Introducción
Nuestra legislación en materia de justicia juvenil, vigente a partir del año 2000, ha fijado
que aquellos menores entre 14 y 18 años que hayan cometido un ilícito, bien sea delito o
falta, tipificado como tal en el Código Penal deben responder ante la Ley Orgánica
5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores. Dicha
ley, entre otras variables, respecto a su predecesora, modifica el rango de edad para
exigir responsabilidad penal, pasando así el mínimo de los 12 a los 14 años y
estableciendo el máximo en 18, anteriormente en 16 (art. 1.1). De esta forma, a partir de
la mayoría de edad se responderá ante el Código Penal y la Ley Orgánica General
Penitenciaria (art. 19 LO 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal).
Así mismo, para el rango inferior, la ley contempla que no es aplicable la misma,
estableciendo como criterio la remisión del testimonio por parte del Ministerio Fiscal
respecto al menor a la Entidad Pública de Protección competente, que aplicará lo
dispuesto en las normas de protección de menores (LO 1/1996, de 15 de enero)
previstas en el Código Civil (art. 3 LO 5/2000).
La determinación del límite de edad por el cual un sujeto adquiere responsabilidad penal
constituye una decisión político-criminal clave que condiciona todo el sistema de justicia
juvenil (Bernuz, Fernández y Pérez, 2006), por lo que su determinación ha de
cimentarse en un análisis profundo y preciso en base a cuestiones tan fundamentales
como las características y necesidades de intervención concretas de los jóvenes,
alejándonos de la influencia potencial que supone la opinión pública, ya que ésta
responde a intereses y alarmas sociales que en demasiadas ocasiones se alejan de la
realidad social de la justicia juvenil.
Han pasado 14 años desde la entrada en vigor de la LO 5/2000, y cinco han sido las
reformas aplicadas a la misma -L.O. 7/2000, L.O. 9/2000, L.O. 9/2002, L.O. 15/2003 y
L.O.8/2006- encaminadas todas al endurecimiento de la legislación acercando la misma
al Código Penal. En algunas Comunidades Autónomas como Cantabria, Madrid,
Asturias, Castilla la Mancha, Castilla León y Galicia, se han realizado evaluaciones
puntuales a demanda de los recursos y organismos ejecutores de medidas siendo en
353
Cataluña y País Vasco donde se han creado equipos de investigación específicos para
esta finalidad (García García, 2013).
El espacio temporal transcurrido ha sido el suficiente para que, por un lado, la sociedad
se adapte a la legislación, y por otro, se valore la efectividad y se establezca un examen
crítico sobre la necesidad o no de continuar endureciendo el sistema. La alarma social y
la opinión pública apuntan a la necesidad de articular un sistema de justicia juvenil de
carácter punitivo-sancionador, obviando el paradigma educativo con el que nació la
misma y persiguiendo un sistema centrado en la víctima en lugar de hacerlo en el
ofensor, destinatario último del proceso de intervención.
Ante esta situación, la problemática surge cuando se detecta que los sistemas de
atención formal e informal con los que cuentan los menores de 14 años no están
dotados de los recursos e infraestructuras necesarias para dar respuesta a esta realidad
tan concreta. Nos encontramos con un colectivo muy específico -los menores de 14
años que cometen algún ilícito penal- que en demasiadas ocasiones no ven cubiertas
sus necesidades de intervención en el ámbito familiar, pero que de igual modo
encuentran una respuesta demasiado tardía en el sistema de protección, lo que
conlleva, en estos casos, que la única alternativa sea esperar que el menor cumpla los
14 años para poder actuar con él desde el punto de vista punitivo.
Atendiendo a esta realidad, y teniendo siempre presente el interés superior del menor
como eje fundamental de cualquier intervención, es necesario reflexionar desde una
perspectiva pedagógica y social hacia dónde y cómo debe evolucionar la atención a los
menores de 14 años.
354
tempranas puede estigmatizar al menor e incitar a conductas delictivas posteriores.
Ante este planteamiento encontramos dos cuestiones clave a las que habrá que atender
si realmente nos planteamos una intervención integral con el menor y su contexto. Por
un lado, y a nivel de macrosistema, nos encontramos con un sistema de atención a la
familia sobresaturado, de una mano por el aumento de la demanda como consecuencia
de las necesidades derivadas por la situación económica y social actual, y por otra, por
la reducción a nivel de personal y recursos que han sufrido los servicios que atienden a
las familias y a la infancia. Esta situación conlleva necesariamente priorizar aquellos
recursos con los que se cuenta, lo que implica que frente a planteamientos de
intervención integral con menores de 14 años se deba “seleccionar” aquellos casos en
los que una actuación por parte de la institución formal es imprescindible,
encontrándonos por lo tanto, que no todos los casos pueden recibir aquellas
intervenciones que den respuesta a las problemáticas que presenta el menor de 14 años
que ha cometido un delito.
El otro aspecto a considerar en la intervención con este colectivo es la propia familia del
menor. Sobre este tema surgen ciertas variables que siempre están cargadas de
polémica y controversia, pues en muchas ocasiones se debate sobre las consecuencias
a nivel penal o civil que deberían asumir las familias cuando un menor, en general, y
más concretamente cuando cuenta con poca edad, comente un delito. Más allá de estas
reflexiones, y en base a nuestra experiencia, consideramos que se debe apostar por una
intervención desde la familia que implique una actuación integral desde el ámbito
educativo, y más concretamente desde la prevención.
El delito cometido por el menor, o el propio comportamiento de éste, no debe ser el eje
de la intervención. Iniciativas como el Programa-Guía para el Desarrollo de
Competencias Emocionales, Educativas y Parentales (Martínez González, 2009)
ejemplifican la posibilidad de trabajar con las familias con una finalidad
fundamentalmente educativa y comunitaria, de forma que se facilite la prevención de
conflictos tanto en el ámbito familiar como social. Este tipo de actuaciones que trabajan
desde una perspectiva integral, educativa y preventiva, permiten dar respuesta a una
gran diversidad de familias, pues les permitirán adquirir estrategias personales,
emocionales y educativas que les facilite implicarse eficazmente en la construcción de
una dinámica de convivencia familiar positiva y en el desarrollo de modelos parentales
adecuados para los menores (Martínez González, 2009). Al apostar por estas iniciativas
no solo estaremos asegurando la atención de estas familias, sino que se garantiza una
intervención global con la infancia que permitirá a largo plazo ahorrarnos un gran coste a
nivel social y económico como sociedad.
355
su familia y de la sociedad.
A la luz de los datos, consideramos que se hace necesaria una respuesta específica
para jóvenes, anteriormente recogida en la LO 5/2000, ya que la investigación muestra
que los menores que han sido problemáticos acaban convirtiéndose, en un pequeño
porcentaje, en “delincuentes de carrera”. De igual modo, se ha hallado evidencia
científica acerca de que muchos delincuentes juveniles tienden a dejar de delinquir a
finales de la adolescencia y la adultez temprana, estando asociada esta disminución
delictiva, en buena medida, a una reducción de la impulsividad de los jóvenes y a un
aumento de su ca l (Loeber, Farrington y Redonde, 2011).
A nivel de estudios respecto a la franja de edad que nos compete, destaca el llevado a
cabo por Martín Solbes (2008) en España que pone de manifiesto las siguientes
correlaciones asociadas a la actividad delictiva. En él se efectuó el análisis
socioeducativo de una muestra de 206 jóvenes (196 hombres y 10 mujeres) internados
356
en las prisiones de Sevilla, Algeciras, Málaga y Granada. La edad media objeto de
análisis era 19 años y un 70,5% eran españoles. La información recogida se estableció
en cuatro ámbitos: nivel académico y cualificación profesional; relaciones familiares;
contactos con la marginalidad; y vida en prisión. Se constató que en general estos
jóvenes presentaban un bajo nivel formativo y laboral (un 26% había completado
estudios de Educación Secundaria Obligatoria, sólo el 5% estudios de Formación
Profesional, y apenas un 24,8% había trabajado más de un año). Pero el dato
verdaderamente relevante es que un 41,7% de los jóvenes reconoció haber estado
ingresado previamente en centros de menores (Martín Solbes, 2008).
Referencias bibliográficas
357
EDUCACIÓN, FAMILIA Y PRECARIEDAD
Hernández Prados, Mª Ángeles
Ros Pérez – Chuecos, Rita
Universidad de Murcia
Resumen
Desde un enfoque dinámico, se entiende la familia como una institución que evoluciona
y genera cambios que la favorecen o la desfavorecen en determinado momento.
Tratando de cumplir con el principio pedagógico de realidad, este trabajo nos muestra un
breve acercamiento a la realidad de las familias, analizando los cambios experimentados
por ésta en las últimas décadas. Cambios que han afectado a la totalidad de las
funciones familiares, en mayor o menor medida, pero nos centraremos, tal y como
muestra nuestro título, en la educativa, clarificando el concepto de educación familiar y
los rasgos que la definen, para acabar concluyendo con el carácter de vulnerabilidad, la
situación de desamparo y conflicto social en la que viven algunas familias, rescatando el
eco de sus voces desde la precariedad en la que se han visto atrapadas y demandando
de protección y garantía de sus derechos.
No cabe duda de que el panorama familiar ha cambiado mucho, que la familia actual en
poco se parece a la de antaño, lo que nos llevó a preguntarnos en otro lugar (Mínguez,
Jordán, González y Hernández, 2011) ¿Qué aparece y desaparece de la familia? ¿Qué
se hace y qué se deshace en la vida familiar? ¿Es algo nuevo-otro o, al contrario,
siempre es lo mismo cuando reflexionamos a fondo sobre la familia? La familia es
entendida como una compleja institución, delimitada tradicionalmente por la
copresidencia y el parentesco, en la que ciertas prácticas, usos o costumbres
permanecen. Una institución que ha visto como el modelo tradicional y conservador de
familia se hace añicos, dando lugar a un mosaico de formas familiares posibles en una
sociedad democrática y libre. Una institución, que al igual que otros organismos sociales,
ha experimentado diversos y profundos cambios en un período de tiempo relativamente
corto, promoviendo por un lado, un discurso apocalíptico de la realidad familiar, y como
contrapartida, un discurso inclusivo y esperanzador de la misma. Una institución, que
independientemente del discurso en el que nos posicionemos, ha visto su función
educativa cuestionada. La crisis de las estructuras de acogida, la desinstitucionalización
y la pérdida de su capacidad socializadora han sido algunos de los aspectos que han
contribuido a dicho cuestionamiento.
Son numerosos los estudios realizados desde la sociología que nos describen la
realidad familiar, muchos de ellos centrados en las transformaciones que ha
experimentado a consecuencia de los cambios sociales. Sin entrar en un análisis
exhaustivo de los mismos, ya que son numerosos y traspasaríamos los limites de este
358
trabajo, se han recogido algunos de los cambios que la familia ha experimentado. Desde
un punto de vista socio demográfico, se han reducido el número de hijos por unidad
familiar, la fecundidad se inicia cada vez a una edad más avanzada, envejecimiento de
la pirámide poblacional, aumento de hogares unipersonales y monoparentales, entre
otros. Asimismo, la modernización en el trabajo, el aumento de las mujeres en el campo
laboral, las separaciones en corto plazo, y la disminución de los hijos han sido
consecuencia de este proceso de evolución y cambio social (Giraldo y Guiovanna,
2004).
La magnitud de los cambios acontecidos evidencia que nos encontramos ante una
familia que ha debido adaptarse constantemente a los vaivenes de la sociedad.
“Algunos encuentran que los cambios operados dentro de la familia han sido benéficos.
Otros, por el contrario, los hallan perjudiciales, considerando que ellos han puesto en
riesgo la existencia misma de la familia y, tal vez, la viabilidad de la propia sociedad.
Aceptando que el tema es tan controversial como apasionante y decisivo para el futuro
de la sociedad en que vivimos y que tales cambios conllevan un monto nada desdeñable
de sufrimiento personal, la adaptabilidad demostrada por la familia es una prueba de
que, con todas sus limitaciones, ella sigue siendo la mejor apuesta para la supervivencia
y el desarrollo de la especie humana” Mendoza (1993). Algunos efectos colaterales de
los cambios familiares son la pérdida de poder socializador de la familia y la mayor
dependencia de la institución escolar para la educación de la infancia y de la juventud
(Ortega y Mínguez, 2003).
Se ha comenzado este trabajo con el análisis de la realidad del objeto a tratar, en este
caso la familia, siendo conscientes de que no es una cuestión trivial, sino una imperiosa
necesidad si queremos atender al principio pedagógico de la realidad, es a nuestro
parecer un acierto. Pero, siendo respetuosos con la cuestión a analizar, no podemos
obviar una serie de aspectos que condicionan el modo en el que aprehendemos la
realidad. En primer lugar, se trata de un acto intencional que exige, ante todo, respeto
hacia la cuestión a analizar, especialmente si tenemos en cuenta la consideración
platónica que reconoce que nuestra percepción se encuentra mediada por nuestros
esquemas mentales y experiencias vitales, es decir, se lleva a cabo desde una
determinada ideología. En segundo lugar, la descripción de una realidad conlleva el
reduccionismo de la misma, ya que la realidad familiar no es única y extensible a todos,
sino que está llena de matices y experiencias vitales que la diferencia. De ahí que
debamos ser cautelosos en nuestras afirmaciones y adoptar una actitud respetuosa con
la misma, ya que no sólo existe una diversidad de tipologías familiares, sino que además
dentro de la misma tipología existen distintas realidades marcadas en gran parte por su
contexto y su historia familiar. Y por último, se trata de un acto intencional en la que la
descripción demanda actuación.
En definitiva, defendemos que el análisis de la realidad familiar debe iniciarse con el
objeto no sólo de conocer, sino de re-conocer y hacernos cargo de su situación para dar
una respuesta educativa. En este sentido, el análisis realizado nos permite comprobar
que las familias atraviesan por una serie de dificultades que hacen de ella un espacio de
vulnerabilidad, la complejidad del concepto de familia en la actualidad derivado, en parte,
del polimorfismo que ésta ha adquirido, así como el contexto de ambigüedad y
ambivalencia en el que se ve inmersa tras el agrietamiento de la omnipresencia de la
razón instrumental. La familia se encuentra en una etapa de transición y reconstrucción
359
en la que se abren nuevas oportunidades (más derechos y libertades), pero también
ante nuevas incertidumbres, riesgos, malestares y profundas desigualdades económicas
y sociales (más fragmentación social), evidenciando la tensión existente entre
democratización y desigualdad social, entre oportunidades y riesgos sociales (Brullet,
2010).
360
acción educativa se desempeña en la relación interpersonal que se establece entre
padres e hijos. Pero lejos de entenderse la familia como un todo educativo donde lo que
yo soy como padre o madre está condicionado por lo mi hijo es, la labor educativa de la
familia ha sido tradicionalmente desempeñada desde la unidireccionalidad. Como ya
expusimos en otro lugar (Hernández, 2009), sin negar la asimetría inherente en las
relaciones humanas, ya que no existe la semejanza, sino el otro diferente, desde la
asimetría como sinónimo de supremacía, resulta fácil caer en el determinismo e incluso
en un intento de adoctrinamiento del niño. Por eso debemos abrirnos a la
bidireccionalidad, considerando que el clima moral y educativo que se establece en el
contexto familiar es el resultado de las relaciones interpersonales de los miembros
familiares en la que tanto padres como hijos interfieren, o multidireccionalidad,
considerando que la labor educativa de las familias también depende de las relaciones
de colaboración que éstas mantienen con el entorno (vecindario, centros escolares,
asociaciones,…).
Hoy en día, la familia está debilitada. No siempre ofrece a individuos y grupos humanos
un conjunto de criterios, métodos de valores y esquemas de interpretación lo
suficientemente canónicos como para hacer frente a los problemas que surgen en el
devenir cotidiano de las personas (Mínguez ét al, 2011). El papel de los valores, las
pautas ético-morales, costumbres y tradiciones que se transmiten en la familia son
esenciales para que cada sujeto vaya construyendo su propia personalidad, siendo la
trasferencia de valores el contenido fundamental en la educación familiar. Los valores se
aprenden en y desde la experiencia de acogida, de la donación y el acompañamiento de
los adultos como tradición y testimonio. La experiencia de la aceptación se convierte en
cuidado responsable de los padres hacia sus hijos; es la actitud ética fundamental de los
padres para que los hijos puedan aprender valores morales dentro de la vida familiar
(Mínguez, 2012,1).
361
unidad familiar, donde los únicos ingresos temporales percibidos son las prestaciones
sociales que en el mejor de los casos permiten cubrir los gastos adquiridos por las
familias en años de bonanza. Se tratan de familias que viven marcadas por la pérdida
(pérdida del poder adquisitivo económico, pérdida de la estabilidad familiar, pérdida o
dejadez de la responsabilidad educativa, etc.). No se trata de reducir la vulnerabilidad de
las familias a la falta de empleo, ya que sería un error por nuestra parte, especialmente
porque las situaciones de vulnerabilidad, generalmente, son el resultado de la existencia
de déficit en varios aspectos. Algunas de las dimensiones que debemos contemplar para
analizar la vulnerabilidad son, según Perona y Rocchi (2001), el hábitat y las condiciones
vinculadas a la historia familiar, tipos y formas de organización familiar, niveles de
escolaridad alcanzados, trayectoria laboral, así como las redes de relaciones sociales.
Por vulnerabilidad se entiende la condición social de riesgo que dificultad o inhabilita, de
manera inmediata o en el futuro, a los grupos afectados, su bienestar, subsistencia y
calidad de vida, en contextos socio históricos y culturalmente determinados (Perona y
Rocchi, 2001). Se trata de un proceso multidimensional que confluye en el riesgo o
probabilidad del individuo, hogar o comunidad de ser herido, lesionado o dañado ante
cambios o permanencia de situaciones externas y/o internas (Busso, 2001), mientras
que la precariedad es entendida como una situación generada por la exclusión. Aunque
todas las familias pueden atravesar momentos de vulnerabilidad, no todas se encuentran
en situación de precariedad.
Actualmente la precariedad más notable se hace latente en el empleo, ya que la
inseguridad y la incertidumbre en el presente y en el futuro están generando en las
personas situaciones de precariedad laboral. El concepto de precariedad abarca tanto
las condiciones de vida como las condiciones de trabajo y sus mutuas implicaciones
(Gallie y Paugam, 2002, en Bayón, 2010). El concepto de precariedad de las
condiciones de vida se refiere a niveles inadecuados de ingreso y su persistencia en el
tiempo, y a sus efectos en la situación de vivienda, en la erosión de redes sociales,
familiares y conyugales, etc. y el concepto de precariedad de las condiciones de trabajo
se refiere a la naturaleza y calidad del empleo y lo que significan en cuanto a niveles de
satisfacción y perspectivas de movilidad laboral, aprendizaje, desarrollo personal y otras.
La precariedad económica y laboral hace que las familias sean vulnerables hacia
estados de exclusión. La exclusión como sinónimo de marginalidad aparece asociada a
los individuos que no logran participar de forma plena de las actividades típicas del
capitalismo: la producción y el intercambio de bienes (Lidemboim, 2000).
Aclarados los conceptos, es importante determinar que las familias en situación de
precariedad presentan incapacidades que les impide integrarse al conjunto de sociedad.
A pesar de los esfuerzos realizados durante décadas, el trabajo con familias
multiproblematicas sigue siendo una realidad imperiosa puesto que no se mantienen los
resultados positivos en el tiempo. Algunas de los atenuantes son: los conflictos
familiares provienen simultáneamente del sistema escolar en situaciones de ausentismo,
desórdenes conductuales y problemas de integración escolar; del sistema laboral; del
sistema de salud en casos de adicción a drogas y alcohol, psicosis, depresiones, etc.; al
sistema judicial en situaciones de violencia intrafamiliar, abandono, vulneración de
derechos, y así sucesivamente (Muñoz y Haz, 2007). En esta línea Cruz Roja en su
Informe del 2010 sobre vulnerabilidad social recoge “La vulnerabilidad social se
manifiesta principalmente en forma de pobreza material o económica, desempleo y/o
362
precariedad laboral, dificultades educativas y fracaso escolar, problemas de alojamiento
y vivienda, salud insuficiente o mal atendida, fuertes limitaciones para acceder a los
servicios sociales y a la protección social, crisis relacional y de vínculos sociofamiliares,
problemas legales y de relación con la justicia y/o las agencias de control social” p.13.
A la unión de estos conflictos hay que añadir los cambios producidos en la institución
familiar. Los diferentes modelos familiares están poniendo de manifiesto la necesidad
apoyar a nuevos modelos emergentes. Es el caso de las familias monoparentales han
sido consideradas como familias en riesgo o multiproblemáticas, enfrentándose a
dificultades económicos, la conciliación de la vida laboral con el cuidado de sus hijos e
hijas, la sobrecarga de responsabilidades, los laborales y los relacionados con la
vivienda, que tratan de solventar con la red de apoyos, especialmente de familiares y
amigos y vecinos (Giménez, Morgado y González, 2004). En este mismo sentido
Montero ét al (1998) recoge el concepto con la idea de la monoparentalidad como factor
de riesgo de pobreza, de exclusión social y en especial de riesgo para los hijos. A pesar
de que hay tendencias comunes en las dificultades educativas a las que pueden
enfrentarse las familias, no todas las tipologías familiares presentan las mismas
problemáticas. Considerar que todas las familias monoparentales presentan las mismas
dificultades de vulnerabilidad es un error de generalización, ya que la maternidad en
soltería suele ser llevada a cabo por mujeres con un alto poder adquisitivo. Por lo tanto,
la respuesta educativa no debe estar en función de la etiqueta o termino que referencia
el modelo estructural de la familia, sino en función de las dinámicas intrafamiliares y las
necesidades que se desprenden de la misma.
363
vivido. De lo que acontece en un determinado contexto. Por tanto, las circunstancias que
nos envuelven facilitan u obstaculizan el proceso de humanización. Los contextos de
precariedad en la que se encuentren inmersos parte de las familias suponen una
situación de privación y abandono que plaga de precipicios el proceso educativo de las
nuevas generaciones. Los menores se ven presos del círculo de la fatalidad, en la que lo
económico es solo una celda en un entramado de prisiones derivadas del contexto
familiar, escolar y laboral (Linares, Garate, López y González, 2012). Se trata de una
generación joven que no estudia ni trabaja por falta de oportunidades.
Si la educación, desde la pedagogía de la alteridad, despega desde el reconocimiento
del contexto, la familia requiere repensar y reconstruir de su labor educativa. Requiere
de una actitud moral de reconocimiento, aceptación y encuentro con el otro, dejarme
invadir por la demanda del otro, está abierto al diálogo testimonial que no
necesariamente requiere ser verbalizado, estar dispuesto a renunciar a la expresión de
mi verdad por escuchar la del otro (Garate y Ortega, 2013). Requiere renovar y ratificar
un proyecto de vida en común; necesita de tiempo y espacio para dar un sentido valioso
a la vida familiar; necesita recuperar el deseo y la confianza en la tarea de educar,
necesita, en definitiva, aventurarse en la realización de unos valores que sólo son
posibles alcanzarlos en relación. Como ya expusimos en otro lugar, algunos de los
aprendizajes esenciales en el contexto familiar que pueden dotar de contenido la acción
educativa son: aprender a convivir en familia y en sociedad, aprender a dialogar,
aprender a ser, aprender a dar, aprender a perdonar, aprender a respetar a otro,
aprender a acoger (Hernández, 2009).
4. Referencias.
Agudelo, W.F. (2012) La crisis de la familia. Revista Virtual Psicoespacios, 6, 1-24.
Bayón, M.C. (2006) Precariedad social en México y Argentina: tendencias, expresiones y
trayectorias nacionales. Revista de la Cepal, 88, 1-20.
Benítez, Y. y González, E. l (2012) Las familias ante la discapacidad. Revista
Electrónica de Psicología Iztacala, 15, 1-28.
Bronfenbrenner, U. (1979). Contextos de la crianza del niño. Problemas y prospectivas.
Infancia y aprendizaje, 29, 45-55.
Brullet, C. (2010) Cambios familiares y nuevas políticas sociales en España y Cataluña.
El cuidado de la vida cotidiana a lo largo del ciclo de vida. Revista Educar, 45, 1-
49.
Busso, G. (2001) Vulnerabilidad social: nociones e implicaciones de políticas para
Latinoamérica a Inicios del Siglo XXI. Seminario Internacional. Las diferentes
expresiones de la vulnerabilidad social en América Latina y el Caribe: Santiago
de Chile, 20 y 21 de junio de 2001.
http://www.cepal.cl/publicaciones/xml/3/8283/GBusso.pdf.
Felix, T y Ricoy, Mª C (2002) Estrategias de intervención para la escuela de padres y
madres. Revista Científica de laUNED, 5, 1-27.
Gárate, A. y Ortega, P. (2013). Educar desde la precariedad. La otra educación posible.
Mexicali, Ediciones Cetys.
Giraldo, G. y Guiovanna, B. (2004) Proyecto de investigación sobre la familia como
unidad económica de consumo en el barrio villas de Granada. Universidad de la
364
sabana. Proyecto fin de grado.
González, I. (2000) Las crisis familiares. Revista Cubana de Medicina General Integral,
16, 3.
Hernández, M.A. (2009): Orientaciones y pautas para ejercer una adecuada educación
familiar. Revista Science Edition o Social Science Edition, 3, 195-210.
Herrera, P.M (1997) La familia funcional y disfuncional, un indicador de salud. Revista
Cubana de Medicina General Integral, 13,6.
Jiménez, I.; Morgado, B. y González, Mº del M (2004) Familias monoparentales y
exclusión social. Revista Portulari, 4, 249-260.
Iglesias de Usel, J. (1994). “Familia”. En M. Juárez (dir): V Informe sobre la situación
social en España. Madrid: Foessa.
Parada, J.L. (2010) La educación familiar en la familia del pasado, presente y futuro.
Educatio Siglo XXI, 28, 17-40.
Lidemboim, J. ; Serino, L. y González, L. (2000) La precariedad como forma de
exclusión. CEPED e Investigador Independiente del CONICET.
http://www.econ.uba.ar/www/institutos/economia/Ceped/publicaciones/cuaderno
sceped/Cuad%204/5%20Lindenboim%20Serino%20Gonzalez.PDF.
Linares, L.E.; Garate, A.; López, L. Y González, C. (2012) La generación nini. Los hijos
de la precariedad. Mexicali, Centro de Enseñanza Técnica y Superior.
Luengo, T. (2013) Familias monoparentales usuarias de los puntos de encuentro
familiar. El papel del Educador Social. Universidad de Valladolid.
Malgenisi, G. (2010) Informe anual sobre la vulnerabilidad social 2008-2009. Madrid:
Cruz Roja Española.
Mendoza, A (1993) El mundo familiar de los jóvenes en el Perú de hoy. Editoral Cedro,
44.
Mínguez, R. (2011). La escuela hoy en la encrucijada. Hacia otra educación desde la
ética de E. Lévinas. Revista Interuniversitaria, 22, 43-61.
Mínguez, R.; Jordán, J.A.; González, R. Y Hernández, M.A. (2011). Autonomía y
responsabilidad en el contexto de las familias. XXX Seminario Interuniversitario
de Teoría de la Educación. Barcelona.
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/site/docu/30site/ponencia3.pdf.
Mínguez, R. (2012) Ética de la vida familiar y transmisión de valores morale. Revista de
Educación, 363, 1-11.
Montero, J.R.; Gunther, R. y Torcal, M. (1998) Actitudes ante la democracia en España:
legitimidad, descontento y desafección. Revista Española de Investigaciones
Sociológicas, 83, 9-50.
Muñoz, Mº. M; Haz, A.M. y Gómez, E. (2007) Familias multiproblemáticas y en riesgo
social: características e intervención. Revista Psykhe, 2, 43-54.
Ortega, P y Mínguez, R.. (2003) Familia y transmisión de valores. Teoría de la
Educación, 15, 33-56.
Perona, N. y Rocchi, G (2001) Vulnerabilidad y Exclusión social. Una propuesta
metodológica para el estudio de las condiciones
de vida de los hogares. Revista de Temas Sociales, 8.
365
NO A LA EXCLUSIÓN ESCOLAR. APRENDE A CONVIVIR
Resumen
La educación, hoy en los centros educativos requiere de cambios sustanciales para
poder potenciar el aprendizaje de valores democráticos que favorezcan, entre otros, el
respecto, libertad e igualdad como valores esenciales para la convivencia. Profundizar
en la convivencia escolar desde el punto de vista de la exclusión educativa, nos
evidencia una vez más, la necesidad de aprender a convivir en la sociedad. Una
reflexión que se inicia analizando la evolución que ha tenido la escuela respecto al
contexto escolar para adentrarnos en el concepto de exclusión e inclusión, la
vulnerabilidad y el rechazo entre iguales, así como las consecuencias de la exclusión en
el deterioro de la convivencia escolar, y se finaliza con orientaciones para la praxis
educativa centradas en la mejora de la convivencia escolar. Como técnica se ha utilizado
el análisis documental e interpretativo de los diversos documentos relativos a la
exclusión escolar.
Palabras clave: Convivir, exclusión, inclusión, educación, sociedad, evolución
educativa.
366
especialmente en los de secundaria.
A nivel Europeo, a partir de las grandes cifras del fracaso y los riesgos de exclusión
educativa recogidas en el Programa “Educación y Formación 2010", se establecieron
cinco objetivos en materia de educación que deberían haberse alcanzado como muy
tarde en el 2010; entre ellos se encuentran situar la tasa de abandono escolar por
debajo del 10%; reducir a un 17% el porcentaje de alumnos con problemas de
comprensión lectora; lograr que el 85% de los jóvenes (a los 22 años) completen la
Educación Secundaria; aumentar en un 15% el número de diplomados en Matemáticas,
Ciencias y Tecnologías; y lograr que el 12,5% de la población adulta participe en
formación continua. Según la Commission of the European Communities (2009) dichos
datos hoy en Europa y en España no se han logrado.
368
violencia directa. No cabe duda de que cualquier forma de discriminación supone un
deterioro de la convivencia escolar, en el que la libertad, el respecto y la igualdad se ven
seriamente dañadas. Además de los efectos devastadores que tienen sobre la
autoestima y ánimo depresivo de los alumnos objeto del rechazo o agresión, genera
efectos negativos en el desarrollo social del alumnado, concretamente en el estatus
sociométrico en el aula y ajuste escolar percibido por el profesor.
Otro efecto de la exclusión en el deterioro de la convivencia se corresponde con el
absentismo y el abandono escolar. Fenómenos ligados a múltiples factores
personales, sociales y académicos. Difícilmente se podrán paliar estos efectos si se
asimilan exclusivamente a problemas sociales de marginación o conductas pre-delictivas
o la personalidad del niño y se obvian sus extensiones curriculares, pedagógicas y
escolares (González, 2005). Analizar los condicionantes del abandono prematuro así
como el absentismo escolar conlleva implicarse en características tales como el rechazo,
la exclusión, la marginación, o incluso la patologización.
Para finalizar nos gustaría resaltar, que coincidimos con Luzón y Torres (2006), cuando
afirma que la escuela no fomenta la marginación ni la exclusión, más bien vive las
consecuencias de las paradojas y contradicciones propias de la sociedad. Pero también
es cierto, que la realidad difiere dependiendo de la tipología de centro al que nos
refiramos. En el discurso educativo de los centros públicos, este tipo de problemáticas
es una realidad a la que enfrentarse diariamente, mientras que para la mayoría de los
centros privados-concertados se queda anclado en el discurso. La restauración de las
relaciones interpersonales en el contexto escolar debe pasar por planes de mejora de la
convivencia centrada en la promoción de los valores y en las fortalezas del desarrollo
humano.
En cualquier caso, la exclusión y/o el fracaso escolar ofrece una imagen negativa de la
organización educadora, así como de quienes trabajan en ella, los docentes, pudiendo
llegar a cercenar su vivencia positiva de la profesión, reducir sus propósitos y
compromisos con la enseñanza y extinguir el sentido de posibilidad y de transformación
sin el cual la educación pierde su propia razón de ser (Escudero, González y Martínez,
2009).
3. Orientaciones para aprender a convivir
Como venimos reflejando, la educación constituye una de las medidas más acertadas
para prevenir y evitar la exclusión social, fundamentalmente en sectores vulnerables
como es el caso de la niñez y la adolescencia. Aunque los modelos de referencia y
aspiraciones provienen tanto del medio familiar como del barrio, comunidad o el entorno
de socialización de los jóvenes, el núcleo familiar sigue siendo uno de los principales
ejes de lucha contra la exclusión social. Pero dado que en este trabajo nos hemos
centrado en la exclusión escolar, y más específicamente, en aquella que hace referencia
al rechazo entre iguales y el deterioro de las relaciones interpersonales, nos limitamos a
ofrecer las orientaciones concretas para el ámbito escolar.
En primer lugar, es esencial que las instituciones educativas a través de los centros
docentes asuman que deben abordar las situaciones de vulnerabilidad, pobreza y
exclusión desde el punto de vista de la prevención. Ahora bien, la lucha contra dichos
riesgos de exclusión escolar no se podrá afrontar si no se tienen en cuenta tres
cuestiones básicas: la implantación de todo el centro sobre la tendencia a paliar el
369
absentismo, la exploración de la situación en y sobre la realidad organizativa y
pedagógica del centro y el compromiso y dedicación de los profesores frente al
absentismo y abandono (González, 2006). Difícilmente se podrán abordar estos efectos
si no se asimilan exclusivamente a problemas sociales de marginación o conductas pre-
delictivas o la personalidad del niño y se obvian sus extensiones curriculares,
pedagógicas y escolares.
En segundo lugar, algunos de los estudios realizados sobre convivencia resaltan la
importancia de buenas prácticas de atención a la diversidad en contexto de exclusión
social y educativa. Autores como Amores y Ritacco (2012) realizaron un estudio sobre
“Estudiantes en riesgo de exclusión educativa en la ESO. Situación, programas y
buenas prácticas en la Comunidad Autónoma de Andalucía”. Casi la totalidad de los
estudios sobre convivencia escolar se basan en el análisis de la convivencia escolar
desde el punto de vista del contravalor (bulling, acoso, exclusión, maltrato entre
iguales…). Al respecto, López ét al (2013) realizó un estudio sobre el deterioro de la
convivencia en las instituciones educativas, analizando dimensiones como el clima
escolar, las agresiones, los conflictos o el entorno, así como la autoestima, el bienestar o
la funcionalidad. La gran mayoría de los trabajos realizados se dirigen hacía la
implantación de políticas educativas, el trabajo con familias, la formación del profesorado
o la intervención con alumnos y alumnas.
Paralelamente las comunidades autónomas llevan a cabo proyectos o programas en
donde se establecen orientaciones para aprender a convivir. Palencia, lo denomina
"Convivencia y participación" (CONPA), programa para la convivencia educativa en los
centros educativos (Mediana y García, 2002); la Comunidad Valencia (Plan PREVI) se
centra en el aprendizaje de normas (Martínez y Otero, 2001) o el proyecto ANDAVE
(Anti-violencia escolar) con el objetivo de la mejora de la conflictividad y la violencia
escolar (Ortega, 2006).
Pero, la mayor parte de los trabajos en el ámbito de la exclusión o deterioro escolar, se
han centrado en examinar el perfil de los alumnos de la convivencia escolar desde el
punto de vista del contravalor, buylling, acoso, violencia, maltrato entre iguales…(Cava
ét al, 2010; Estévez ét al 2012; Varela, 2012; Rojas, 2011) frente a una gran minoría
que lo aborda desde el ámbito de la psicología positiva y el desarrollo humano (Márquez,
2012; Vázquez, 2006; Contreras, 2006; Benítez ét al 2005).
Desde un enfoque correctivo, los centros educativos deben promover la regulación de la
convivencia mediante normas o disciplinas consensuadas como herramienta para la
lucha contra la exclusión social. En definitiva se trata de que los centros educativos
transmitan a los niños pautas de convivencia. Considerar e identificar estándares
pedagógicos así como pautas de actuación es primordial para la puesta en práctica de
dichas acciones por parte de los agentes responsables del aprendizaje del alumno. La
mejor manera de hacerlo es a través de valores democráticos como el respeto, la
tolerancia, la no-violencia, amor, la paz… Para Díaz-Aguado y Martín (2002), se deben
promover cambios en el acceso a la información, educar en la ciudadanía democrática
en tiempos de incertidumbre, luchar contra la exclusión, el reto de la interculturalidad, la
prevención de la violencia de género o la prevención de la violencia desde la escuela.
Existen pocos trabajos e investigaciones relacionados desde la perspectiva de la
psicología positiva y desarrollo humano. Arguis ét al (2012) realizan el programa “Aulas
felices” en donde se aporta al profesorado un manual que les permite conocer los
370
fundamentos de la Psicología Positiva, facilitándoles estrategias y propuestas de
actividades que puedan utilizar en las aulas. La mediación en las aulas a través de la
Psicología Positiva brinda al alumno la posibilidad de participar junto con todos los
miembros de la comunidad escolar en la mejora de la convivencia y el desarrollo de la
paz del Centro. La solución de problemas a través del diálogo promueve la correcta
inclusión del alumno en el sistema educativo.
4. Referencias bibliográficas:
Amores, F. J. y Ritacco, M. (2012) Prácticas escolares ante la exclusión social: Estudio
en la educación secundaria obligatoria. Revista Contextos Educativos, 15, 41-
60.
Arguis, R.; Bolsas, N; Hernández, S y Salvador, Mª M (2012) Programa aulas felices.
Psicología positiva aplicada a la educación.
Ariel, A. (2013) mejorar la escuela inclusiva: un análisis en torno a la consciencias
explicativas de la diversidad y las posibilidades subjetivas de la cultura escolar.
Revista Iberoamericana de Estudios de Educación, 8, 1-13.
Benítez, J.; Almeida, T. y Justicia, F (2005) Educación para la convivencia en contextos
escolares: una propuesta de intervención contra los malos tratos entre iguales.
Apuntes de Psicología, 23, 27-40.
Berra, J. y Dueñas, R. (2009) Convivencia escolar y habilidades sociales. Revista de
Psicología de Investigación Básica y Aplicada, 7, 1-7.
Bolívar, A. y López, L. (2009) Las grandes cifras del fracaso y los riesgos de exclusión
educativa. Revista de Curriculum y Formación del Profesorado, 13, 1-28.
Cava, M.J.; Buelga, S.; Musitu, G. y Murgui, S (2010) Violencia escolar entre
adolescentes y sus implicaciones en el ajuste psicosocial: un estudio
longitudinal. Revista de Psicodidáctica, 15, 21-34.
Díaz- Aguado, MºJ y (2002) Convivencia escolar, prevención de la violencia. Ministerio
de Educación, Cultura y Deporte. Centro Nacional de Educación y
Comunicación Educativa. Madrid.
Echeita, G. (2008) Inclusión y exclusión educativa. “Voz y quebranto”. Revista
Electrónica Iberoamericana sobre, Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 6,
1-10.
Escudero, J.M. (2005) Buenas prácticas y programas extraordinarios de atención al
alumnado en riesgo de exclusión educativa. Revista de Curriculum y Formación
del Profesorado, 3, 1-35.
Escudero, J. M; González, M.T y Martínez, B (2009) El fracaso escolar como exclusión
educativa: comprensión, políticas y prácticas. Revista Iberoamericana de
Educación, 50, 41-64.
Estévez, E.; Inglés, C; Elmer, N. y Martínez-Monteagudo, M. (2012) Análisis de la
Relación entre la Victimización y la Violencia Escolar: El Rol de la Reputación
Antisocial. Revista de Psychosocial Intervention, 3, 1-13.
García, F-J.; Sureda, I. y Monjas,I. (2010) El rechazo entre iguales en la educación
371
primaria: Una panorámica general. Revista Anales de Psicología, 26, 123-136.
Díaz-Aguado, MªJ. y Marín, G (2011) Convivencia y aprendizaje escolar en la
adolescencia desde una perspectiva de género. Revista Anual de Psicología,
23, 1-8.
González, I. (2000) Las crisis familiares. Revista Cubana de Medicina General Integral,
16, 3.
González, Mª. T. (2006) El absentismo y el abandono: una forma de exclusión escolar.
Revista de Currículum y Formación del Profesorado, 1, 1-12.
Jiménez, M.; Navas, L. y Taberner,J.J. (2011) Exclusión social y exclusión educativa
como fracasos. Conceptos y líneas para su comprensión e investigación.
Revista de Curriculum y Formación del Profesorado, 13, 1-39.
Lira, L.; Barrios, C. y Barbosa, E. (2012) La convivencia escolar, un análisis desde la
exclusión e inclusión. Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva, 7, 115-
134.
López, C; Carbajal-Castillo, C; Soto, M. y Nel, P. (2012) Factores asociados a la
convivencia escolar en adolescentes. Revista educación, 16, 1-28.
Luzón, A. y Torres, M. (2006) Las lógicas de cambio reformista en la escuela
democrática desde el discurso de los docentes. Revista de currículum y
formación del profesorado, 10,1-16.
Márquez, M.J. (2012) Psicología positiva en Educación Secundaria. Tesis final de Grado.
Universidad de Almería.
Martínez, V (2001) Prevención de la violencia y promoción de la convivencia escolar en
la Comunitat Valenciana: Plan PREVI. Revista Complutense de Educación, 12,
295-318.
Medina, M y García, D (2002) Programa "CONPA" (convivencia y participación):
Programa para la mejora de la convivencia en los centros educativos. Revista
electrónica interuniversitaria de formación del profesorado, 5, 5.
Mínguez, R.; Jordán, J.A.; González, R. Y Hernández, M.A. (2011). Autonomía y
responsabilidad en el contexto de las familias. XXX Seminario Interuniversitario
de Teoría de la Educación. Barcelona.
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/site/docu/30site/ponencia3.pdf.
Ortega, R (2006) La convivencia: un modelo de prevención de la violencia. Universidad
de Córdoba.
Rojas, M. (2011) Pobreza y exclusión social: Conceptos y diagnósticos. Universidad de
Madrid.
Sánchez, A. y Jiménez, M. (2013) Exclusión social: Fundamentos Teóricos y de la
intervención social. Revista de Investigaciones en Intervención Social, 3, 133-
156.
Varela, J. (2012) Violencia Escolar y bullying en Chile. «Whole School Approach» para
prevenir la violencia escolar. Edición Psicología Educacional, 72-82.
Vázquez, C. (2006) Psicología positiva en perspectiva. Papeles del Psicólogo, 27, 1-3.
372
EL CRAE, UN MODELO FAMILIAR PROFESIONAL Y TERAPÉUTICO
Resumen: La crítica que se realiza muchas veces a los Centros Residenciales donde se
encuentran ingresados niños/as y adolescentes tutelados por la administración, creo que
no debería estar ligado al ingreso en sí, (entendiendo que han llegado allí porque no se
ha encontrado otra opción y es la mejor decisión en ese momento), sino al
funcionamiento de estos centros, a su profesionalidad y a los resultados que se
obtienen. En planteamiento que se realiza en este artículo tiene que ver con el modelo
que se puede implantar y que nos puede servir como guia para nuestra actuación.
Dándole sentido a nuestro trabajo y por supuesto a una mejora en la calidad de nuestra
intervención.
SITUÉMONOS
La intención con este artículo es abrir un debate. ¿La figura del educador realiza,
puede y debe hacer una intervención terapéutica?
Seguiendo este guión, cualquier familia sea del tipo que sea (profesional o no), tiene la
obligación de proteger y potenciar a los miembros que componen su sistema. Por eso,
si hay un desequilibrio en el sistema individual o grupal se ha de intentar un reequilibrio
sano. O lo que es lo mismo, pasar de modelos disfuncionales a modelos funcionales,
cosa que requiere de un “trabajo terapéutico”.
Se puede solicitar ayuda al exterior o intervenir desde el interior del sistema. O una
fórmula mixta, que incluya agentes externos: CSMIJ, psicólogo privado, supervisión… a
nivel de intervención externa; y, a nivel interno desde CRAE, individualmente o en
equipo, implementando los educadores estrategias, abordajes… “terapéuticos”.
La anterior propuesta podria ser vista desde un continuum que, en un extremo tuviese el
modelo A, y en el otro, el modelo B. El modelo A podría ser descrito como un modelo
familiar sano, que evita de una forma natural las diversas problemáticas que se
presentan, o posibilita que en situaciones de crisis, pueda volver a equilibrar el sistema.
Podríamos decir que aplican un sistema terapéutico natural, que evita que se enquisten
los problemas. Puntualmente, pueden necesitar ayuda externa, convirtiéndose en
agentes terapéuticos. Pero dentro de un “continuum” de modalidad sana a disfuncional,
volveran a ser de nuevo funcionales en la mayoria de los casos, en un periodo
relativamente corto de tiempo. El modelo B, por su parte, respondería a modelos
familiares que provocan la disfuncionalidad de sus miembros (modelos permisivos,
hiperprotectores, delegantes, autoritarios, o cualquiera que incumpla o sea inadecuado a
nivel de protección. Muchos no buscan ayuda, otros la buscan, pero son resistentes al
cambio hacia modelos mas saludables. Aquí, será clave la pericia del profesional para
abordar el caso y promover cambios.
Ante una dicotomia tan clara parece evidente que para intervenir en cualquier contexto
elegiríamos el modelo A. Pero para eso tenemos que tener identificados modelos
familiares que representan una buena praxis y a la vez tener en un horizonte cercano y
no lejano, un trabajo terapéutico con nuestros tutorados.
374
Hemos pasado de modelos autoritarios a en las últimas décadas a un modelo permisivo
y/o hiperprotector, que crea una tipologia de niños y niñas sin límites (con problemas
conductuales), inseguros, con baja autoestima y poco autónomos. En el libro “La
Educación del talento” (Marina, 2010, p.29) aparece en un diálogo lo siguiente: “...Los
tres grandes recursos educativos de los padres son la ternura, la exigencia y la
comunicación. Es evidente que desean el bienestar actual del niño, pero saben que a
veces hay que limitarlo con vistas al bienestar subjetivo posterior...”. Me parece que
resume en una frase perfectamente un modelo familiar sano.
Sea el que sea el modelo que utilicemos, tenemos que perder el miedo a hablar de
“trabajo terapéutico”. Tenemos mucho por aprender y se ha de hacer un esfuerzo por
parte de todos para poder decirlo de forma congruente.
¿Donde está situado un CRAE dentro de este continuum? Si los niños vienen de
modelos familiares disfuncionales, se supone que tendriamos que convertirnos en
agentes terapéuticos del modelo tipo A como sistema relacional…, ¿y podriamos
entonces hablar de una acción terapéutica…? Parto de la idea que los educadores en un
centro van a cumplir un rol familiar (afecto, límites y comunicación), pero evidentemente
desde una perspectiva profesional y terapéutica. De ahí el título “...modelo familiar
profesional y terapéutico”.
Que nuestras acciones tienen unas consecuencias y que pueden ser muy negativas si
375
no conocemos como abordar de forma terapéutica las diferentes problemáticas que
nuestros tutorados nos van a plantear, es tal vez una de las primeras cosas que
debemos afrontar. La realidad es que podemos ser nosotros mismos, quienes
provoquemos o aumentemos reacciones perjudiciales y resistentes en el tiempo.
Cambiarian mucho las cosas que nuestro punto de partida fuera que toda acción ha de
realizarse desde un punto de vista terapéutico. Nos ayudararia a pensar en nuestras
intervenciones, y en sus consecuencias.
(1) Ejemplo. Hay niños que no dan problemas, ya que su único objetivo es tener
la aceptación del adulto. Y asumen responsabilidades excesivas o
simplemente son de un tipo de personalidad más internalizante. Normalmente
pasan más desapercibidos. Y tenemos que intentar llegar hasta ellos.
Posibilitar su expresión, no premiar el excesivo esfuerzo que realizan para
tenernos contentos, normalizar un error....
376
reencuadramos y encontramos que han habido una serie de problemáticas
familiares actuales, y que no las ha expresado, tal vez sea una posible
explicación y un cambio de percepción de dónde y cómo intervenir. Si no
actuamos correctamente, podemos provocar que si nos centramos en la
comida, terminemos por enquistar una situación que pudiera ser resuelta con
una actuación ante la problemática familiar y evitar dedicar una excesiva
dedicación al ámbito alimentario (la técnica en este caso es rebajar la
atención al ámbito alimentario, y dedicar esa atención en otro contexto).
Hay casos que ponen en jaque en muchas ocasiones a equipos. El caso de menores
que presentan problemas conductuales como los que presentan los “negativistas
desafiantes”, (me cuesta poner el nombre, a este tipo de trastornos conductuales,
porque en vez de servir para trabajar a veces sólamente sirve para etiquetar), es un
claro ejemplo. Recuerdo un caso en el que utilizamos un juego para trabajar con un
menor con un trastorno grave de este tipo. Si analizamos como funciona un trastorno de
este tipo encontramos que en esencia consiste en evitar que consigas lo que quieres.
Así que planteamos dos educadores que habíamos trabajado en ganarnos el respeto del
chaval en cuestión (el modelo familiar profesional se ha de aplicar siempre para poder
poner en pràctica las técnicas adecuadas, ¡en definitiva vincularnos¡), el juego siguiente:
cada vez que te niegues a hacer algo que te pidamos contaremos un punto, si llegamos
a 10, ganaremos nosotros y nos iremos a cenar (los dos educadores) para celebrarlo. La
sorpresa fue que comenzó a hacer lo que le pedíamos para evitar que nos fuéramos a
cenar la mayoría de veces que aplicamos el juego.
Evidentemente trabajamos sobre otros factores comunes para conseguir que se
segurizara, y que está dentro del modelo familiar profesional que tenemos que aplicar.
En definitiva hemos de perseguir capturar la vinculación como objetivo general, para
poder promover los cambios necesarios, y sólamente es posible si nos hemos ganado el
afecto y el respeto (los dos son indispensables).
(4) Tenemos que buscar un sistema para poder valorar si estamos en el buen
camino o debemos cambiar el tipo de intervención que realizamos. Si
tenemos claro dónde estamos y que queremos conseguir podremos ir
ajustándonos a las necesidades que se nos presentan.
Los mismos profesionales venimos de modelos familiares, que ante un vacio de marco
de actuación, ponemos en funcionamiento nuestro particular modelo relacional que
percebimos como correcto. O en ocasiones, aplicamos lo que socialmente está de
moda.
Si mi relación con el tutorado en un Centro Residencial no funciona, ¿será que tal vez
estoy haciendo alguna cosa que no es adecuada? O como es habitual, hacemos una
atribución del tipo: se trata de un problema del niño… La necesidad de justificarnos nos
hace crearnos autoengaños para mantener nuestro equilibrio interno. Cuando se
produce una disonancia (Festinger, 1992), tendemos a reducirla y normalmente
acabamos culpabilizando a los niños/as y adolescentes cuando no conseguimos
reequilibrar una situación.
377
En definitiva, creo que nuestra obligación es ofrecer un modelo terapéutico. Que se
puede hacer, pero que queda un largo camino por recorrer. El primer trabajo que se ha
de realizar es identificar los modelos familiares existentes y establecer qué o cuales són
los modelos sanos.
Y finalmente, una anotación que puede ser motivo para profundizar mas en esta
reflexión. ¿Se puede ser terapéutico sin hacer una psicoterapia?. ¡¡¡Creo que sí¡¡¡. Un
ejemplo: cada vez más llegan a los Centros casos graves de trastorno límite de la
personalidad. Sin tener que conocer todas sus características (que seria
extremadamente necesario para saber posicionarnos relacionalmente), podemos
trabajar la autoestima, que es una de les problemátiques básicas en este tipo de
trastornos. Pero no con una simple ficha, sino implementándolo dentro de la relación o
vínculo. Si lo hago correctamente, ¿estoy haciendo una acción terapéutica???? ¡Sigo
pensando que sí¡.
“Se requiere una nueva manera de pensar para resolver los problemas producidos
por la vieja manera de pensar.” Albert Einstein
378
RELACIÓN ENTRE ESTILOS DE CRIANZA MATERNOS Y ESTILOS DE
PENSAMIENTO DESADAPTATIVOS EN ADOLESCENTES Y JÓVENES ADULTOS
Orbegozo, Usue
Estevez, Ana
Matellanes, Begoña
García, Elena
Universidad de Deusto, España **Agintzari, Cooperativa de Iniciativa Social
uorbegozo@deusto.es
Resumen
Introducción
Young (1994), postula que los ETI surgen de la interacción entre las experiencias
tempranas de la infancia y el temperamento innato del niño. Estas experiencias tempranas
hacen referencia a necesidades emocionales básicas que deben satisfacerse en la relación
con los otros significativos. Si alguna de estas necesidades no ha sido satisfecha de
manera adecuada, el niño desarrollará un esquema para poder hacer frente a esa situación
de ausencia. Por lo tanto, en un primer momento, los EIT surgen de manera adaptativa
ante una situación determinada. Su disfuncionalidad, aparecerá más adelante, cuando
ocurra una situación similar que evoque el esquema, y este ya no se ajuste a la realidad.
Será entonces cuando el esquema se vuelva desadaptativo, produciendo distorsiones
cognitivas y pensamientos automáticos negativos, que a su vez generan problemas
emocionales, conductuales y relacionales (Beck, 1979; Young, 1994).
Desde la teoría del apego, se resalta la vital importancia que las relaciones
tempranas y la satisfacción de necesidades básicas, tienen en el desarrollo humano
(Bowlby, 1979). La calidad de estas relaciones, juega un papel fundamental en el origen de
problemas psicológicos, y es de gran relevancia para la prevención de psicopatología
posterior. De acuerdo con la Teoría del Apego de John Bowlby (1979), existe una tendencia
innata en los seres humanos a establecer relaciones íntimas y estables desde los primeros
meses de vida, con aquellas figuras de referencia que aportan cuidado y protección al
menor. Bowlby (1979) asumió hace décadas que la madre era la figura de apego primaría.
Aunque diversos trabajos muestran que tanto el padre como la madre son figuras de apego
importantes para niños y niñas (Bowlby, 1979; Brumariu & Kerns, 2010; Gamble & Roberts,
380
2005; Wilkinson, 2004), y afirman que existe una clara concordancia entre el tipo de apego
que en niño establece con sus progenitores (Brumariu & Kerns, 2010; Wilkinson 2004),
otros autores hablan de las diferentes consecuencias de las relaciones que el niño
mantiene con su madre y con su padre (Kerns, Tomich, Aspelmeier & Contreras, 2000). De
acuerdo con diversos autores, el vínculo madre-hijo se inicia desde la gestación, a través
de las representaciones que la madre va construyendo durante el embarazo, lo que
acentúa la intensidad y la importancia del vínculo madre-hijo (Grimalt & Heresi, 2010;
Muller, 1996; Pajulo, Helenius & Mayes, 2006).
Tanto Young (1994) como Bowlby (1988) afirmaron que la interacciones tempranas
con las personas cuidadoras, contribuían al desarrollo de esquemas cognitivos o modelos
de trabajo interno. En esta línea, otros autores (Kobak & Sceery, 1988) encontraron que
estas interacciones tempranas podían llegar a predecir futuras interacciones así como el
ajuste social. Parker (1979), Rey (1995) y Lizardi et al. (1995) proponen que un estilo
parental caracterizado por bajas muestras de cariño y afecto y una alta sobreprotección
incrementaba la vulnerabilidad a padecer depresión en la edad adulta. Según Lumley y
Harkness (2007) las experiencias negativas en la infancia son internalizadas y continúan
dando forma a cómo el niño responde ante acontecimientos externos a medida que va
creciendo. Krause, Mendelson y Lynch (2003) explican cómo estilos parentales negligentes,
punitivos y poco afectivos pueden ser una de las causas de la inhibición emocional en la
infancia, que perdura en la adolescencia y edad adulta, así como la base para el desarrollo
de patrones de apego evitativos e inseguros. Según Nordahl et al. (2005), un estilo de
crianza sobreprotector o controlador puede impedir el desarrollo de habilidades sociales del
niño, aumentando las probabilidades de aislamiento y miedo a las relaciones sociales.
Varias investigaciones recientes (Cukor & McGinn 2006; Krause et al., 2003; Murris,
2006; Roemmele & Messman-Moore, 2011; Thimm, 2010a,) también hallaron relaciones
significativas entre prácticas de crianza y el posterior desarrollo de EIT, asumiendo que
esquemas del dominio desconexión/rechazo suelen emerger de traumas tempranos o
interacciones desadaptativas con los cuidadores en la infancia temprana, así como de
necesidades básicas no cubiertas.
Cole, Martin y Powers (1997), estudiaron el impacto del feedback parental sobre los
niños, sugiriendo que un feedback negativo por parte de las figuras significativas podía ser
internalizado en forma de pensamientos o esquemas negativos sobre el self, pudiendo influir
así en el desarrollo de EIT. Pero a pesar de los estudios realizados, autores como Gibb et al.
(2011) concluyen que aún no hay evidencia empírica, no estando clara la relación entre malas
prácticas de crianza en la infancia y el posterior desarrollo de estilos cognitivos
desadaptativos.
Hasta ahora, son muy pocos los estudios realizados acerca de los mecanismos
implicados en el desarrollo de EIT, menos aún en población joven y adolescente. El objetivo
del presente estudio fue estudiar la influencia que los estilos de crianza maternos pueden
ejercer en el desarrollo cognitivo, en concreto en el desarrollo de estructuras inadaptadas
tempranas. Para ello se partió de la siguiente hipótesis: las puntuaciones obtenidas en los
cinco dominios de EIT serán diferentes dependiendo del estilo de crianza materno percibido.
Un estilo de crianza óptimo estará relacionado con menores puntuaciones en los cinco
dominios, mientras que estilos donde predominen la ausencia de cuidado y una alta
sobreprotección mostrarán mayores puntuaciones en EIT.
381
Método
Participantes
Instrumentación
Parental Bonding Instrument (Parker, Turpling & Brown, 1979). Está basado en la
Teoría del Vínculo de John Bowlby y analiza el comportamiento parental percibido en los
primeros 16 años de vida, con el objetivo de conocer la contribución parental en el apego y
establecer el tipo de vínculo del sujeto. El PBI consta de 25 afirmaciones para cada figura
paterna/materna y ha mostrado tener una excelente consistencia interna en su adaptación al
castellano con un alfa de Cronbach entre 0,87 y 0,90 (Melis, Dávila, Ormeño, Vera, Greppi &
Gloger, 2001).
1. Vínculo Óptimo: son aquellos padres que obtienen puntajes en el PBI altos en la
escala de cuidado y bajos en la de sobreprotección. Se caracterizan por ser afectuosos,
empáticos y contenedores emocionalmente y, a su vez, favorecen la independencia y la
autonomía.
2. Vínculo Ausente o Débil: son aquellos padres que obtienen puntajes en el PBI
382
bajos en cuidado y bajos en sobreprotección. Se caracterizan por presentar frialdad
emotiva, indiferencia y negligencia; al mismo tiempo son padres que favorecen la
independencia y la autonomía.
3. Constricción Cariñosa: son aquellos padres que puntúan en el PBI con alto
puntaje en cuidado y alto puntaje en sobreprotección. Se caracterizan por presentar
afectuosidad, contención emocional, empatía y cercanía, por un lado, y al mismo tiempo
son controladores, intrusivos, tienen un contacto excesivo, infantilizan y previenen la
conducta autónoma de sus hijos.
4. Control Sin Afecto: son aquellos padres que puntúan con bajo cuidado y alta
sobreprotección. Se caracterizan por presentar frialdad emotiva, indiferencia y negligencia,
al mismo tiempo que son controladores, intrusivos, tienen un contacto excesivo, infantilizan
y previenen la conducta autónoma.
Procedimiento
Diseño
Resultados
Se analizaron las puntuaciones en los cinco dominios de EIT respecto a los diferentes
estilos maternales mediante un análisis múltivariante de la varianza (MANOVA). Tal y como se
muestra en la Tabla 1. Los resultados muestran que existen diferencias estadísticamente
significativas (p<0,05) en los cuatro de los dominios de EIT (desconexión/rechazo, autonomía
dañada, límites inadecuados y tendencia hacia el otro) en relación a los diferentes estilos de
crianza maternos percibidos, mientras que el dominio de sobrevigilancia e inhibición no ofrece
diferencias significativas.
Por otro lado, se puede observar como el vínculo óptimo con la madre es el estilo que
menores puntuaciones en los dominios de EIT muestra, mientras que el vínculo constricción
cariñosa, es el que obtiene mayores puntuaciones (ver Tabla 1).
Discusión
En particular es el vínculo denominado control sin afecto el que más altas puntuaciones
muestra en EIT. Este vínculo se caracteriza por bajas puntuaciones en cuidado y altas en
sobreprotección. Se da cuando los cuidadores principales, en este caso la madre presenta
frialdad emotiva, indiferencia y negligencia, y al mismo tiempo son controladores, intrusivos,
tienen un contacto excesivo, infantilizan y previenen la conducta autónoma. Se puede
corroborar por lo tanto, que el bajo cuidado y la alta sobreprotección se relacionan con una
mayor presencia de EIT, tal y como afirmaba Parker (1979), quién también propuso que los
estilos parentales aumentaban la vulnerabilidad a padecer depresión.
Limitaciones y conclusiones
Hay que tener en cuenta el carácter intencional de la muestra, así como su condición
no clínica. Por otro lado, la naturaleza del estudio es transversal, por lo que no se pueden
sacar conclusiones de causa-efecto entre las variables. Aun así, los datos obtenidos son
coherentes con la teoría de Young (1994) y Bowlby (1988) y sugieren que los estilos
parentales maternos juegan un importante papel en el desarrollo de ETD. Sería muy
interesante profundizar en esta línea de investigación, más aun en adolescentes, para poder
384
ofrecer posibilidades de intervención temprana en problemas emocionales y trastornos
psicopatológicos relacionados con la presencia de EIT como son la depresión o la ansiedad.
Referencias bibliográficas:
Aizpuru, A. (1994). La teoría del apego y su relación con el niño maltratado. Psicología
Iberoamericana, 2, 1, 37-44.
Beck, A. T., Rush, A.J., Shaw, B.F., & Emery, G. (1979) Cognitive therapy of depression.
New York: Guilford.
Bowlby, J. (1998). Loss: Sadness and depression (No. 3). Random House.
Bowlby, J. (1979). On knowing what you are not supposed to know and feeling what you are
not supposed to feel. Canadian Journal of Psychiatry, 24(5), 403-408.
Brumariu, L. E., & Kerns, K. A. (2010). Parent–child attachment and internalizing symptoms
in childhood and adolescence: A review of empirical findings and future
directions. Development and psychopathology, 22(01), 177-203.
Calvete, E., Estévez, A., López de Arroyabe, E. & Ruiz, P. (2005). The Schema Questionnaire-
Short Form. European Journal of Psychological Assessment, 21, 90-99.
Cole, D. A., Martin, J. M., & Powers, B. (1997). A Competency‐based Model of Child
Depression: A Longitudinal Study of Peer, Parent, Teacher, and Self‐
evaluations. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 38, 505-514.
Cukor, D., & McGinn, L. K. (2006). History of child abuse and severity of adult depression: The
mediating role of cognitive schema. Journal of child sexual abuse, 15(3), 19-34.
Gamble, S. A., & Roberts, J. E. (2005). Adolescents’ perceptions of primary caregivers and
cognitive style: The roles of attachment security and gender.Cognitive Therapy and
Research, 29(2), 123-141.
Gibb, B. E., Alloy, L. B., Abramson, L. Y., Rose, D. T., Whitehouse, W. G., Donovan, P. &
Tierney, S. (2001). History of childhood maltreatment, negative cognitive styles, and
episodes of depression in adulthood. Cognitive Therapy and Research, 25, 425-446.
Grimalt, L., & Heresi, E. (2012). Estilos de apego y representaciones maternas durante el
embarazo. Revista chilena de pediatría, 83(3), 239-246.
Kane, P. & Garber, J. (2004). The relations among depression in fathers, children's
385
psychopathology, and father–child conflict: A meta-analysis. Clinical Psychology
Review, 24, 339-360.
Kerns, K. A., Tomich, P. L., Aspelmeier, J. E., & Contreras, J. M. (2000). Attachment-based
assessments of parent–child relationships in middle childhood. Developmental
Psychology, 36(5), 614.
Krause, E. D., Mendelson, T., & Lynch, T. R. (2003). Childhood emotional invalidation and
adult psychological distress: The mediating role of emotional inhibition. Child Abuse
and Neglect, 27(2), 199-213.
Lizardi, H., Klein, D. N., Ouimette, P. C., Riso, L. P., Anderson, R. L., & Donaldson, S. K.
(1995). Reports of the childhood home environment in early-onset dysthymia and
episodic major depression. Journal of abnormal psychology, 104(1), 132.
López, F. (2006). Attachment: Stability and change across the life span. [Apego: Estabilidad
y cambio a lo largo del ciclo vital] Infancia y Aprendizaje, 29(1), 9-23
Lumley, M. N. & Harkness, K. L. (2007). Specificity in the relations among childhood adversity,
early maladaptive schemas, and symptom profiles in adolescent depression. Cognitive
Therapy and Research, 31, 639-657
Melis, F., De Los Ángeles Dávila, M., Ormeño, V., Vera, V., Greppi, C. & Gloger, S. (2001).
Estandarización del P.B.I. (Parental Bonding Instrument), versión adaptada a la
población entre 16 y 64 años del Gran Santiago. Revista Chilena De Neuro-
Psiquiatria, 39, 132-139.
Nordahl, H. M., Holthe, H., & Haugum, J. A. (2005). Early maladaptive schemas in patients
with or without personality disorders: Does schema modification predict symptomatic
relief? Clinical Psychology and Psychotherapy, 12(2), 142-149.
Pajulo, M., Helenius, H., Mayes, L. (2006) Prenatal Views Of Baby And Parenthood:
Association With Sociodemographic And Pregnancy Factors. Infant Mental Health
Journal, 27 (3), 229-50.
Roemmele, M., & Messman-Moore, T. L. (2011). Child abuse, early maladaptive schemas, and
risky sexual behavior in college women. Journal of child sexual abuse, 20(3), 264-283.
Schmidt, N. B., Joiner Jr., T. E., Young, J. E. & Telch, M. J. (1995). The schema questionnaire:
Investigation of psychometric properties and the hierarchical structure of a measure of
maladaptive schemas.Cognitive Therapy and Research, 19, 295-321.
Sochos, A., & Tsalta, A. (2008). Depressiogenic Cognition and Insecure Attachment: A
Motivational Hypothesis. International Journal of Psychology & Psychological
Therapy, 8(2).
387
LAS LONJAS JUVENILES: UN NUEVO ESPACIO DE INTERVENCIÓN
SOCIOEDUCATIVA
Resumen
Para profundizar en el fenómeno que aquí nos ocupa a lo largo de este trabajo
trataremos aspectos que van desde la socialización de las y los jóvenes, pasando por
la revelación de las lonjas juveniles como un nuevo espacio de socialización, una
revisión de aquellos riesgos y oportunidades que estos espacios brindan, el papel que
la Educación Social y sus profesionales pueden tener en el devenir de este fenómeno,
hasta (así como) algunas ideas que hemos podido concluir.
Introducción
En los últimos años se viene observando una tendencia de los jóvenes de reunirse en
locales privados o lonjas en su tiempo libre y de ocio. En numerosas ocasiones han
sido noticia en los medios, por los problemas de ruido con los vecinos
fundamentalmente, pero también por el relevo que suponen al pequeño comercio de
barrios y pueblos cada vez más habitados por grandes superficies comerciales.
Las normativas sobre el uso del espacio público, así como las normas que impiden a
los jóvenes consumir alcohol en la calle, entre otros elementos, ha empujado a este
colectivo a alquilar locales para disfrutar de su tiempo libre y realizar actividades de
ocio con su grupo de amigos.
emancipación o el aumento de años dedicados al estudio. Las nuevas tecnologías
también han sido motivo de cambio en el modo de relacionarse, con las cuales evitan
la necesidad de salir de su propio local o vivienda para tratar con sus amistades.
Las características que definen a la juventud actual han sufrido un profundo cambio.
Las razones hay que buscarlas en diferentes contextos. Por un lado, la prolongación
de la juventud derivada de las largas carreras universitarias y la tardía inclusión de los
jóvenes al mercado laboral. Por otro lado, los notables adelantos en las
tecnologías de la comunicación y de la información han modificado las relaciones y
costumbres de la Sociedad, pero en especial las de las y los jóvenes. Finalmente, y
unido a este último aspecto, apreciamos diferentes intereses de ocio y tiempo libre,
fundamentados en la necesidad de disfrutar con la inmediatez del “aquí y ahora”.
En este contexto se prevé que la socialización de estos jóvenes también haya mutado
en las últimas décadas. Para entender el concepto de socialización podemos utilizar la
definición de Guy Rocher:
133-134)
389
subrayar la importancia del fin de semana y la noche. Estos momentos son los que la
juventud destaca como momentos de ocio y relación, lo que coincide con la
desvinculación del centro escolar con el ocio de los jóvenes, ya que de lunes a viernes
no se entiende como tiempo de disfrute (Laespada, 2001). Las administraciones
públicas han querido ofrecer alternativas a los bares y discotecas, pero no han llegado a
tener fuerza en el ocio de la juventud.
Es necesario, por lo tanto, entender la socialización de los jóvenes desde los nuevos
escenarios que se nos plantean, y actuar en base a las nuevas características y
necesidades de la juventud.
Lo primero que querríamos aclarar en este punto es que por el contexto en el que nos
encontramos haremos mención a lonjas, pero que nos referimos a espacios y a un
fenómeno, que dependiendo de la zona, territorio, adopta diferentes acepciones:
lonjas, bajeras, txokos, txamizos... (Laespada, Arostegi, Martínez y Sarabia, 2008)
Pero también podríamos recoger la definición que le dan las y los propios
protagonistas en torno a este fenómeno, en un reciente estudio realizado en Vitoria –
Gasteiz se recogía lo siguiente:
-en el caso de las familias se tendría una concepción muy similar, pero a esta se
asociaría la posibilidad de control sobre lo que ocurre en las mismas;
-para las personas que arriendan los locales, el fenómeno se entiende como un
espacio de oportunidad económica;
390
- las diversas instituciones públicas hablan de las lonjas como un espacio de
dinamización sociocultural que requiere de una regulación específica.
- y los medios de comunicación, están trasladando una idea de lonja como espacio
opaco y trasgresor (Tejerina, Carbajo y Martínez, 2012).
Parece que el fenómeno de las lonjas juveniles no sólo es numeroso, sino que además
muestra cierta tendencia al alza (Laespada, Arostegi, Martínez y Sarabia, 2008;
Tejerina, Carbajo y Martínez, 2012; Corcuera, Bilbao y Longo, 2013; Lazcano,
Madariaga, Rubio y Pinillos, 2013).
La lonja como fenómeno juvenil ligado al tiempo de ocio ha ido adquiriendo un notable
protagonismo en los últimos años, vemos que se organizan lonjas en nuestras calles,
vemos cómo los medios de comunicación tratan esta realidad, normalmente
presentándola como una problemática social y juvenil (Lazcano, Madariaga, Rubio y
Pinillos, 2013), asistimos a las diferentes ordenanzas que la mayoría de los municipios
ponen en marcha para la regulación de estos espacios...; sin embargo, podríamos
decir que la popularidad alcanzada en la CAPV no tiene su reflejo en el resto del
estado, exceptuando Navarra y alguna otra comunidad del norte (Corcuera, Bilbao y
Longo, 2013).
En un estudio realizado por el Gobierno Vasco en el 2012, estudio sobre una muestra
de 1500 jóvenes, se podían obtener los datos que se recogen en la siguiente figura:
Tomado de: Corcuera, N., Bilbao, M. y Longo, O. (2013). Lonjas y locales juveniles en la CAPV. Vitoria – Gasteiz:
Servicio Central de publicaciones del Gobierno Vasco
Destacable es la diferencia entre chicas y chicos. Otros datos que arroja este estudio
es que si sumamos los porcentajes de jóvenes que han tenido o en la actualidad
tienen lonja, apenas existen diferencias entre los 3 territorios históricos. Araba y
Bizkaia suman el 45 % de las y los encuestados, mientras que Gipuzkoa se queda
sólo un 2% por debajo (Corcuera, Bilbao y Longo, 2013)
391
Entre las razones que arroja este estudio para tener lonja, se encuentran:
El perfil de la persona joven con lonja en la CAPV es un chico de una media de unos
21 años, que accedió por primera vez a una lonja antes de la mayoría de edad,
estudiante y que todavía convive con sus progenitores. Cabe destacar que la mayoría
de las lonjas son mixtas, pero 1/4 de ellas es exclusivamente de chicos.
Los usuarios de estos espacios coinciden en que supone tener un espacio privado, y
ello ofrece la posibilidad de llevar a cabo actividades sin la mediación de otros
agentes (adultos, administración, etc.). En cuanto a la socialización supone un
acercamiento entre los miembros de la propia lonja. Sin embargo, también supone un
aislamiento al tratarse, precisamente, de un espacio privado en el que no intervienen
otros jóvenes. Es por ello que muchos de los usuarios, fundamentalmente las chicas,
dicen que conlleva una limitación de las relaciones sociales (Corcuera, Bilbao, y
Longo, 2013).
En estos locales suele imponerse una organización y unas normas que favorecen la
asunción de responsabilidades de los jóvenes participantes. Las normas suelen
tratar sobre los horarios, los usos, las personas que pueden acceder, la limpieza o la
organización económica, entre otras. Esta organización genera ciertas normas que
392
facilitan la convivencia y la relación entre los miembros del local.
Las últimas tendencias han empezado a considerar estos locales como estructuras
organizadas de jóvenes, las cuales bien podrían participar de forma funcional en otras
estructuras ya establecidas, como las asociaciones antes mencionadas. El propio
hecho de su implicación y organización interna, hace sospechar la facilidad con la que
estos grupos podrían colaborar en actividades sociales de otra índole (Laespada,
Arostegi, Martínez y Sarabia, 2008).
Las lonjas, como hemos visto, suponen un espacio con un enorme potencial
educativo, pero también un espacio que puede originar ciertas prácticas de riesgo
desde el punto de vista del desarrollo personal y social de las y los jóvenes.
Parece por tanto que este sea un campo de actuación claro en su quehacer diario.
Esto supone que educadoras y educadores ya en activo deben acercarse a este
fenómeno, conocerlo de cerca, formarse en cuestiones relacionadas con este ámbito
de intervención...; pero no sólo eso, nuestra Sociedad es cambiante y el currículo
universitario debe adaptarse a esos cambios (Lossada, Quero y Toro, 2012) , es por
ello que desde la Universidad existe la responsabilidad de comprometernos con la
formación de las y los futuros educadores sociales en esta y otras áreas, actuación
que debe ser acompañada por una colaboración en procesos de: seguimiento de
experiencias, recogida sistemática de información..., actuaciones que nos ayuden a
entender qué es lo que ocurre en estos espacios, por qué y cómo podemos intervenir,
si fuera necesario.
393
Conclusiones
Las lonjas, tal y como hemos visto, suponen un espacio con enorme potencial
socializador y de crecimiento personal, sin embargo, no exentos de: riesgos, crítica por
parte de la Sociedad...
Parece claro que este fenómeno de las lonjas es un fenómeno que ha venido para
quedarse, existen no pocas evidencias de que el uso de estos espacios va en
aumento, y parece que la crisis económica que nos azota en la actualidad no va a
hacer que esta tendencia vaya a la baja.
La Educación Social tiene mucho que decir en este contexto. Entendemos que por
ello, desde la misma y desde otras disciplinas afines es más que recomendable iniciar
y/ o continuar trabajos encaminados, entre otras cuestiones, a:
Bibliografía
395
ADOLESCENCIA EN RIESGO. ACOMPAÑAMIENTO Y TRABAJO EN RED
COMO HERRAMIENTAS DE INTERVENCIÓN
Universidad de Deusto
INTRODUCCIÓN
Esta comunicación versa sobre los adolescentes y especialmente sobre aquellos que
se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad o riesgo de exclusión. Para
intervenir socioeducativamente con ellos defendemos la idea de que la tarea
educativa debe basarse en el acompañamiento. Pero no es posible realizar una adecuada
intervención únicamente desde la Educación Social, ni desde otras ciencias de manera
unilateral, si no que será absolutamente necesario, que el trabajo sea realizado “en
red”, en colaboración con los distintos profesionales y agentes comunitarios implicados en
el proceso de la persona. Todo ello tratamos de explicarlo con mayor profundidad a
continuación.
ADOLESCENCIA
396
los que será necesario intervenir a todos los niveles (individual, social,
comunitario, grupo de pares, educativo y familiar). Esta etapa propiciará cambios no
sólo en el propio adolescente sino también en su entorno (Pereira, 2011). Es por ello que
consideramos vital, una intervención educativa, que atienda a todos los agentes
implicados; la familia, la escuela, el grupo de pares y la comunidad (Castillo, 2005).
Las intervenciones deben ser realizadas desde una visión ecosistémica, centrada tanto
en las interacciones como en las competencias y en la capacidad de
transformación de las personas, entendiendo que debe abarcar todo el entorno y a
todos los agentes implicados. Siguiendo la idea de Bronfenbrenner (1987); y las
aportaciones de Heise (1998) y Vilar, Planella y Galcerán, (2003) sobre el modelo
ecológico, apoyamos la idea de que la persona es considerada una entidad creciente y
dinámica que participa en diversos contextos y que, a través de diferentes
interacciones se va construyendo personal y socialmente y que a su vez, transforma
ese mismo medio. Además recordar que la persona tiene una relación bidireccional
con el ambiente dentro del cual existen varios subsistemas tal como indica Cano
Sterling (2012). Estos subsistemas serían los relativos al microsistema (donde se
sitúan el grupo de iguales, la familia, la comunidad y el centro escolar), el mesosistema
(en el que se encuentran las influencias derivadas de la relación entre los diferentes
sistemas que componen el microsistema del menor), el exosistema (relativo a las
influencias derivadas del contexto, entorno y subsistemas con los que convive el
menor) y el macrosistema (donde se encuentra el marco ideológico, cultural, político y
religioso).
3. Sistema de los iguales, siendo éste el sistema que cobra especial relevancia
en la adolescencia, ya que los iguales o pares y la amistad se vuelven
especialmente relevantes y la influencia en el desarrollo de los menores es
notoria. El sentimiento de pertenencia del grupo, junto con los valores morales
que dicho grupo propicie serán, entre otros muchos factores,
determinantes para el desarrollo del menor que se verá influido por ellos.
Rodrigo, Maíquez y Martin (2010) consideran que compartir espacios de trabajo conjuntos
entre todos los agentes implicados, mediante la existencia del trabajo en red, es lo
más adecuado. Se requiere la coordinación entre todos los agentes de los diferentes
399
contextos implicados y el trabajo conjunto, que tenga como fin último la promoción y el
adecuado desarrollo del adolescente. En esta sociedad donde el desarrollo de lo
individual, lo parcial y lo especializado está tan en boga, la propuesta del trabajo en red,
despierta la necesidad de lo colectivo, de la colaboración, del desarrollo como
comunidad, de la colectividad.
CONCLUSIONES
400
Fuente: Elaboración propia
Para todo ello creemos en la necesidad de ahondar en el paso existente entre la mera
401
comunicación hacia la colaboración propiamente dicha, con el fin de garantizar una
buena práctica profesional. Y poder establecer una estructura que vaya más allá de los
encuentros informales o coyunturales, a un trabajo en red, estable, y profesional que se
desprenda de la misión y visión compartida en la atención a las personas o grupos en
contextos de dificultad. Todo ello ha de ser entendido desde una clave de igualdad de
todos los profesionales, al margen del sector y la implicación que se mantenga con el
caso. Estas relaciones podríamos diferenciarlas en función del intercambio
comunicativo.
En definitiva y a modo de conclusión, consideramos que para que tengan lugar unas
buenas prácticas educativas y de intervención con jóvenes en situación o riesgo de
exclusión o conflicto social, los profesionales de la Educación Social han de valerse del
acompañamiento y el trabajo en red, a fin de potenciar los factores de protección y
minimizar los factores de riesgo. Que ello debe generar espacios de relación con los
diferentes agentes implicados, propiciando a su vez espacios para la colaboración
interdisciplinar. Atendiendo y mediando las expectativas tanto de las personas usuarias,
como de los diferentes profesionales, instituciones, y de la propia comunidad en la que
se trata de garantizar la inclusión, atendiendo a todos los subsistemas que le rodean.
Notas
iii
El Informe de la Secretaría General de las Naciones Unidas sobre migración internacional y desarrollo de 2006:28 señala la cifra de
200 millones de personas migrantes y apunta a que esta cifra se duplicará en años próximos 20 años. Dato refrendado por el llevado
a cabo por la misma institución en 2013 en torno al bienestar de los migrantes en el mundo y el desarrollo.
iv
Véase Bennett, J. (1993) así como los materiales proporcionados por el colectivo Amani (1994).
v
Cifra proveniente del informe de la Secretaría General Técnica del Ministerio de Educación para 2010-2011.
vivivi
Trompenaars y Hampden-Turner (1997) preguntan a personas pertenecientes a más de 30 culturas qué harían ellos en una
situación en la que tiene que decidir entre defender la ley o la relación de amistad. En un extremo, se situaban culturas como la
venezolana, china donde de casi dos tercios de la población mentiría por defender a su amigo y en el extremo opuesto, culturas suiza
y norteamericana que no mentirían al considerar que la ley está por encima del individuo.
402
BIBLIOGRAFIA
Barber, C.C., Fonagy, P., Fultz, J., Simulinas, M.A. y Yates, M. (2005). Homeless Near
a Thousand Homes: Outcomes of Homeless Youth in a Crisis Shelter. American
Journal of Orthopsychiatry, 75, 3, 347-355
Hawkins, J.D.; Catalano, R.F.; y Miller, J.Y. (1992). Risk and protective factors for
alcohol and other drug problems in adolescence and early adulthood:
implications for substance abuse prevention. Psychological Bulletin, 112, 64-
105.
Maturana, H. y Varela, F. (1996): El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del
conocimiento humano. Madrid, Debate.
403
Munist, M.; Santos, H.; Kotiliarenco, M.A.; Suarez, E.N.; Infante, F.; Grotberg, E.
(1998). Manual de identificación y promoción de la resiliencia en niños
adolescentes. Organización panamericana de la salud.
Musitu, G.; Martinez, B.; y Varela, R. (2011). El ajuste en la adolescencia: las rutas
transitorias y persistentes. En R. Pereira (comp.). Adolescentes en el siglo XXI.
Entre impotencia, resiliencia y poder (pp. 109-128). Madrid, Morata, S.L.
Rodrigo, M.J.; Maiquez, M.L.; Martin, J.C. (2010). Parentalidad positiva y políticas
locales de apoyo a las familias. Madrid. Ministerio de Sanidad y Política Social
y Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
Sarrado, J.J., Fernández- Díaz, E., (2012) El educador social en centros educativos.
Una propuesta actualizada de sus competencias profesionales en entornos
complejos. Madrid: Dykinson S.L.
404
MENORES INFRACTORES Y DROGAS
Resumen.
El consumo de drogas por parte de los jóvenes ha sido objeto de estudio durante
todas las épocas, ya que se han producido daños irreparables en porcentajes muy
altos de la población por este fenómeno social. Si además, a este fenómenos unimos
la delincuencia, tenemos el binomio perfecto para intentar encontrar razones por las
cuales se producen ambos hechos, la relación entre ellos y con los contextos sociales.
Se plantea la posibilidad de analizar las pautas de consumo de un grupo de menores-
jóvenes que cumplen medidas de internamiento, recogiendo información de primera
mano y en primera persona de los protagonistas.
En este estudio encontramos una breve introducción sobre el objetivo del mismo,
datos sobre la entidad que gestiona el centro de Internamiento en el que se ha llevado
a cabo el estudio y algunas referencias necesarias a la actual Ley Reguladora de la
Responsabilidad Penal de los Menores 5/2000, de 12 de enero, ley muy criticada y
cuestionada por la sociedad española desde su aprobación por tener aspectos
polémicos en cuanto a su principio educador más que sancionador.
Posteriormente se marcan unos objetivos acerca de porqué se llevó a cabo el estudio
y que se quería conseguir con él.
En cuanto a los contenidos que recoge el estudio, encontramos una breve descripción
de las drogas y los diferentes caracteres desde los que se pueden analizar (social y
científico); su clasificación desde una perspectiva social (según sus efectos y según el
nivel de adicción que produce); y dependiendo de su legalidad o ilegalidad.
Se realiza una reflexión acerca de la repercusión de las drogas en los jóvenes.
Se repasa la legislación vigente en cuanto a materia de menores (LORRPM,
Constitución Española) y las características de los centros de internamiento y del
Centro de Internamiento de Menores Infractores El Molino (su día a día, la intervención
integral que llevan a cabo, otros recursos con los que se coordinan...), así como el
objetivo de las sanciones impuestas a los menores-jóvenes.
En la metodología usada se dan las pinceladas de la muestra y la población
seleccionada y el proceso de elaboración de los cuestionarios realizados a los
menores-jóvenes, quedando recogidas características sociales, demográficas, uso de
drogas, percepción del riesgo, motivo del consumo, disponibilidad de drogas, consumo
por parte de familiares y/o amigos, actitud de los progenitores ante el consumo, toma
de medicación psiquiátrica... y otros factores transversales.
En el análisis de los datos se recogen todas las preguntas y respuestas que se
realizaron al total de los menores-jóvenes en porcentajes y con gráficas de forma que
sea más visual y reflexivo. Se unen a estos datos algunos del Instituto Nacional de
Estadística, de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción...
Finalmente, se arrojan las conclusiones sacadas de dicho estudio, en la que cabe
destacar como más importante, la importancia (valga la redundancia) de la educación
hacia nuestro menores-jóvenes y la población en general en todos los ámbitos, pero
sobre todo en la importancia que supone el consumo de drogas en edades tan
tempranas y las consecuencias, incluso judiciales, que se pueden desprender de los
hechos que se realizan con motivo de este consumo y, lo más importante, las
consecuencias sobre la salud física y mental a medio y largo plazo.
Palabras clave.
Drogas, menor-joven infractor, consumo de estupefacientes.
405
El estudio que vamos a presentar se llevó a cabo en el año 2012. Se realizó para la
asignatura de segundo curso del grado de Educación Social “Estructura Social y
Desigualdad”, con el objetivo principal de conocer la relación entre los mejores/jóvenes
infractores y el consumo de drogas y la situación biopsicosocial de los menores
infractores internados con problemas de consumo de drogas, las medidas tomadas
con respecto a este hábito y su relación con los delitos cometidos.
Dicho estudio, se llevó a cabo en el Centro de Internamiento de Menores Infractores El
Molino, sito en la provincia de Almería y gestionado por la Asociación Meridianos:
“entidad sin ánimo de lucro que desarrolla actuaciones para los jóvenes mediantes
programas y servicios de formación educativa, laboral, social, y medidas de empleo
e inserción tanto con colectivos en riesgo de exclusión, de jóvenes en conflicto social
como de jóvenes en general”
Los objetivos que se persiguieron con este estudio de la población infractora eran:
- Conocer cuáles son las principales drogas que consumen los menores
infractores y su clasificación.
- Saber el momento de inicio en el consumo de los menores infractores.
- Discernir acerca de la relación existente entre consumo de drogas y comisión
de delitos.
- Reflexionar acerca de la relación entre el consumo de los menores infractores y
sus relaciones sociofamiliares.
- Descubrir si las características sociales y demográficas influyen en el uso de
drogas por parte de los menores infractores.
- Interpretar, a través de los datos obtenidos, si existe relación entre el consumo
de tóxicos y la prescripción de medicación psiquiátrica en menores infractores.
Los contenidos tratados en dicho estudio fueron diversos, pero todos relacionados con
el tema principal, menores infractores y consumo de drogas.
Los contenidos fueron:
1. Breve descripción de qué son las drogas y una clasificación grosso modo.
Según la Organización Mundial de la salud (OMS):
“Droga (drug) Término de uso variado. En medicina se refiere a toda
sustancia con potencial para prevenir o curar una enfermedad o aumentar
la salud física o mental y en farmacología como toda sustancia química
que modifica los procesos fisiológicos y bioquímicos de los tejidos o los
organismos. De ahí que una droga sea una sustancia que está o pueda
estar incluida en la Farmacopea. En el lenguaje coloquial, el término suele
referirse concretamente a las sustancias psicoactivas y, a menudo,de
forma aún más concreta, a las drogas ilegales. Las teorías profesionales
(p. ej., “alcohol y otras drogas”) intentan normalmente demostrar que la
cafeína, el tabaco, el alcohol y otras sustancias utilizadas a menudo con
fines no médicos son también drogas en el sentido de que se toman, el
menos en parte, por sus efectos psicoactivos.”
Es visto desde dos puntos de vista:
Científico: las drogas se comportan dentro de la medicina como un
fármaco, es decir, droga y fármaco son usados como términos sinónimos.
Social: las drogas son sustancias prohibidas con consecuencias
negativas para la salud, trayendo perjuicio individual y social.
En cuanto a la clasificación, la que interesa en el tema tratado, es desde una
perspectiva social:
Según sus efectos en el sistema nervioso central.
Según su nivel de adicción: legal e ilegal; dura o blanda.
406
Dado que el objeto de estudio es la relación entre delincuencia y consumo de drogas,
en el estudio se distinguen más concretamente las drogas legales e ilegales:
Legales: alcohol, cafeína, tabaco e inhalantes.
Ilegales: marihuana, cocaína, crack y opiáceos.
2. Reflexión acerca de las repercusiones de las drogas en los jóvenes,
apreciándose éstas en todos los ámbitos (familiar, educativo, social, físicas...).
Dentro de las físicas, se señala como la más común el síndrome de abstinencia o
como una de las más dañinas el VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana). En cuanto
a repercusiones sociales, podemos señalar el absentismo y/o fracaso escolar, la
delincuencia y la conducta antisocial, una de las características que presenta más
consistencia en el tiempo.
3. El Centro de Internamiento.
La Ley Reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores es la Ley Orgánica
5/2000, de 12 de enero; modificada por la Ley Orgánica 8/2006, de 4 de diciembre,
especificando en el título preliminar, artículos 1º, que:
“su aplicación será para exigir la responsabilidad de las personas
mayores de 14 años y menores de 18 por la comisión de hechos
tipificados como delitos o faltas en el Código Penal o las leyes penales
especiales”.
Además, la Constitución Española, en su artículo 25, establece que:
407
La metodología utilizada en el estudio fue la siguiente:
Se preparó la población de referencia (menores infractores que cumplen su medida en
Almería capital) y el marco muestral (menores entre 14-20 años con medida judicial en
el CIMI El Molino).
En el Centro disponían de 59 plazas, de las cuales se encontraban cubiertas 53. La
muestra era de 48 sujetos (88,68%). Cuatro de los menores (7,55%) se negaron a
realizar el cuestionario y otros dos no pudieron realizarlos por estar cumpliendo con
una sanción de separación de grupo por la comisión de falta disciplinaria tipificada
como tal en la Ley de Responsabilidad Penal del Menor. Fueron incluidos en la
muestra la totalidad de los menores internados, a excepción de los que se negaron a
participar.
En primer lugar, se elaboró por parte de las estudiantes un borrador con las posibles
preguntas que se plantearían a los menores en el cuestionario. Posteriormente, este
borrador pasó por el filtro de la dirección del centro y el equipo técnico, orientando las
preguntas hacia unos objetivos más concretos acerca de la información que se
pretendía conseguir y que era realmente interesante para el objeto de estudio.
Finalmente, el cuestionario quedó configurado con preguntas sobre características
sociales y demográficas, uso de drogas, percepción del riesgo, motivo del consumo,
disponibilidad de las drogas, consumo por parte de amigos y/o familiares, actitud de
los progenitores ante el consumo, toma de medicación psiquiátrica...
Se aprovechó el taller cognitivo que realizan los menores de manera quincenal para
pasar los cuestionarios de (forma anónima), de forma que entorpeciera lo menos
posible el normal desarrollo de las actividades diarias del Centro.
El grado de participación de los menores/jóvenes fue muy alto, permitiendo esto
obtener datos fiables.
Algunas de las preguntas formuladas no pudieron analizarse debido a la negativa de
algunos menores/jóvenes a contestarla o por no contestarlas de forma precisa.
408
Por provincias de origen, podemos señalar Almería con la tasa más elevada, un
34,04%:
Esto podría explicarlo el hecho de la situación del centro, ya que según la Ley del
Menor 5/2000 en su artículo 46-3º:
“se designará de forma inmediata un profesional que se responsabilizará
de la ejecución de la medida impuesta, y, si fuera esta de internamiento,
designará el centro más adecuado para su ejecución entre los más
cercanos posibles al domicilio del menos en los que existan plazas
disponibles para la ejecución por la entidad pública competente en cada
caso. El traslado a otro centro distinto de los anteriores sólo se podrá
fundamentar en el interés del menor de ser alejado de su entorno familiar
y social y requerirá en todo caso la aprobación del Juzgado de Menores
competente para la ejecución de la medida”
En relación al tipo de régimen que se les ha impuesto encontramos:
- Abierto: 3 menores.
- Semiabierto: 42 menores.
- Cerrado: 2 menores.
El 53,19% está cumpliendo su primera medida y un 46,80% ha reincidido.
9%
Asimismo, un 6,4% afirma que cuando consume drogas lo hace con algún
miembro de su familia, mayoritariamente hermanos.
47%
42%
En cuanto al consumo habitual de estupefacientes, el 63,83% los consume de
forma habitual y un 36,17% afirma no consumirlas en la actualidad (esta pregunta
puede dar pie a error, ya que muchos de ellos lo afirmaron porque estando en
privación de libertad, lógicamente, no consumen ningún tipo de sustancia sin receta
médica).Al ser preguntados por la edad de inicio en el consumo de drogas, los
resultados son:
410
Estos datos son incidentes con los que aporta la Fundación de Ayuda a la
Drogadicción en sus estadísticas, que son que la edad media de inicio en el consumo
en España es a los 13 años.
Cabe señalar la existencia de un entrevistado que afirma haber empezado a consumir
a las 9 años, edad muy precoz.
De la encuesta se arrojan datos acerca de los delitos cometidos por tráfico de drogas,
siendo un 10,63% de los internos condenados en alguna ocasión por ello; y afirmando
el 53,19% haber “trapicheado” con ellas para conseguir dinero, no destinado
necesariamente al consumo.
Pasamos a recoger datos más explícitos del tipo de drogas que son consumidas por
estos menores-jóvenes:
El 100% de los consumidores se inició en el consumo con el tabaco (en este estudio
entendemos y consideramos al tabaco también una droga).
Las drogas más consumidas por estos menores-jóvenes son:
18
16
14
12
10
8
6
4
2
0
Los efectos que afirman sentir los menores-jóvenes cuando consumen los tipos de
drogas son:
- Tabaco: sólo el 2,38% afirma que le produce risas, lo que se asocia por los
encuestadores a la unión del consumo de tabaco con THC.
- Alcohol: el 89% comentan que le producen risas, diversión, desinhibición,
perder la vergüenza.
- THC y marihuana: el 100% confirma que les produce relajación y tranquilidad,
ayudándoles a dormir.
- Heroína: hay un único consumidor de esta droga que afirma no sentir nada,
sólo que “me ayuda a olvidar los problemas”.
- Cocaína: al 89% les produce “un buen rato de fiesta, alegría”.
- Alucinógenos: el 100% reconoce sentir efectos contradictorios, estar muy
contentos o muy nerviosos.
- Tripis: afirman que les hace perder la vergüenza y no saber medir el tiempo,
pero también cambios de humor (74,5%).
- Éxtasis, speed y anfetaminas: el 63,59% dicen sentirse muy bien y aguantar
mucho tiempo en las fiestas.
411
Como conclusiones que extraen ellos del consumo de drogas:
- El 17,02% reconocen haber tenido algún problema, sin especificar cuál.
- Un 63,83% haber tenido lo que ellos llaman un “mal viaje”. Este porcentaje es
bajo comparado con el número tan alto de consumidores.
- El 14,89% toma medicación recetada por el psiquiatra, afirmando todos que
esta medicación ha sido necesaria siempre con posterioridad al consumo de
drogas.
Como reflexión hacia el futuro, el momento en el que vuelvan a recuperar la libertad,
se les preguntó acerca de su intención de seguir consumiendo drogas:
10% NS/NC
45%
45% SI SEGUIRÁN
CONSUMIENDO
NO SEGUIRÁN
CONSUMIENDO
Conclusiones previstas
Después de todo el proceso de formación del cuestionario, pasárselo a los menores,
análisis de datos y búsqueda de información, podríamos concluir que:
La mayoría de los menores internados tienen o han tenido relación directa con el
mundo de las drogas. Muchos de ellos han tenido una relación indirecta (a través de
sus familiares). De los que afirman que sus hermanos consumen drogas hay un alto
índice que dice consumirlas con ellos. No es de extrañar esta “unión”, ya que es algo a
lo que están acostumbrados y para ellos es natural.
No existen muchos chicos que provengan de acogida de menores (sólo uno), dato
curioso teniendo en cuenta que muchos de ellos afirman que sus padres consumen
drogas, que las consumen con ellos, que no viven con sus tutores legales... Así
mismo, resulta llamativo que haya un porcentaje tan alto de familias nucleares, ya que,
normalmente se relaciona delincuencia juvenil y drogas con familia desestructurada,
no estando probado en este caso, ya que no superan siquiera el 50% de la población
encuestada.
Dados los datos de estudios, podríamos afirmar que el absentismo escolar es clave en
todo el proceso de adquirir una conducta delinquiva. Nos hace ver lo importante que
es la educación y la formación para así poder hacer a nuestros jóvenes más fuertes a
la hora de enfrentarse a las drogas. Así mismo, cabría plantearse por qué el paso al
instituto es tan problemático, ya que es a partir de este momento cuando se
comienzan a producir, en la mayoría de los casos, la delincuencia, consumo de
drogas...
412
A la respuesta de que su familia sabe que toma drogas porque se lo ha dicho, para
posteriores estudios sería bueno entrar a valorar hasta qué punto esta información no
la conocen por haberse sabido descubiertos y que este sea el hecho por el cual se lo
han confesado.
En cuanto a la unión delincuencia-consumo de drogas, no podríamos afirmar que
vayan unidos, ya que hay pocos casos de tráfico de drogas sancionados y muchos
menos que afirmen que delinquen por el hecho de haber tomado drogas.
Algo que creemos que está muy en auge y que en el futuro, de seguir con esta
tendencia, seguirá aumentando y marcando a nuestros jóvenes, es la relación
consumo de drogas-trastorno psíquico. La falta de visión de peligro que tienen acerca
del consumo de drogas y las escasas malas experiencias propias y de amigos, los
hacen verse inmunes a cualquier tipo de secuela, mucho menos psíquica, aun
habiendo quedado demostrado que en el 100% de los casos el consumo de
estupefacientes ha sido la causa por la cual sufren algún tipo de trastorno.
Bibliografía
Camejo Lluch, R; Aguilar Peña, L. (2009): Las drogas, El Cid Editor Apuntes. Argentina
Reyes Sigarreta, M. (2009): Drogas: problema de salud, El Cid Editor Apuntes.
Argentina.
Webgrafía
http://www.portalplanetasedna.com.ar/drogas.htm#dro
http://es.wikipedia.org/wiki/Droga#Seg.C3.BAn_su_nivel_de_adicci.C3.B3n
http://www.tododrogas.net/dl/alcohol/index.html
http://platea.pntic.mec.es/~mmotta/web_LJ/que_es_la_marihuana.htm
http://www.easp.es/pepsa/estudios+y+documentos/monografiaopiodes.htm
http://www.definicionabc.com/salud/síndrome-de-abstineencia.php
http://es.wikipedia.org/wiki/Crack_(droga
http://www.ine.es/prensa/np574.pdf
http://noticias.juridicas.com/base_datos/Penal/lo5-2000.t7.html#a46
http://elpais.com/diario/2009/10/05/sociedad/1254693601_850215.html
413
CONSTRUYENDO EL BIENESTAR DE LA INFANCIA-JUVENTUD EN
SITUACIÓN DE RIESGO Y/O EXCLUSIÓN SOCIAL: LOS TIEMPOS DE OCIO
Y SU EDUCACIÓN1
angela.devalenzuela@usc.es
Resumen
El texto que presentamos aporta una breve reflexión sobre distintas circunstancias que
afectan a la infancia y juventud en situación de riesgo y/o exclusión social, con la
finalidad de que se inicien procesos de cambio que posibiliten nuevas oportunidades
de equidad y justicia social.
Entre todas las adversidades a las que debe enfrentarse este colectivo, cabe destacar
dificultad para conciliar sus tiempos sociales, siendo paradójico que vean mermado su
derecho a un ocio de calidad en una sociedad abierta a múltiples oportunidades para
el desarrollo personal y social. Es aquí donde entra en juego la Pedagogía del Ocio
entendida, a grandes rasgos, como un saber que se centra en educar a la sociedad
sobre el significado que tienen los tiempos de ocio en el bienestar de las personas.
Palabras clave
Infancia; juventud; exclusión social; tiempos educativos; Educación Social; Pedagogía
del Ocio; resiliencia.
1 Este trabajo se enmarca en el Proyecto de Investigación “De los tiempos educativos a los tiempos
sociales: la construcción cotidiana de la condición juvenil en una sociedad de redes. Problemáticas
específicas y alternativas pedagógico-sociales” (proyecto coordinado EDU2012-39080-c07-00,
subproyecto EDU2012-39080-c07-01), cofinanciado en el marco del Plan Nacional de I+D+i con cargo a
una ayuda del Ministerio de Economía y Competitividad, y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional
(FEDER, 2007-2013). Proyecto del que es IP-coordinador el Prof. Dr. José Antonio Caride.
414
La juventud en situación de riesgo y/o exclusión social: ¿Quién anda ahí?
En este sentido, coincidimos con Muñoz, Vázquez y Vázquez (2003: 12) cuando
afirman que definir la exclusión social no es sencillo dado que se trata de un fenómeno
complejo que engloba diversas circunstancias que suponen “una acumulación de
barreras que se interponen en la autonomía personal e impiden la participación en la
vida social mayoritaria”. También estos autores comentan que se trata de un proceso
multidimensional y no tanto de una situación puntual en la que se encuentra un
individuo. De ahí, que podamos considerar las actuales realidades de exclusión como
el resultado de una sumatoria de dificultades previas, que surgen a raíz de distintas
formas y diferentes grados de precariedad social.
Esta percepción equívoca, limitada y tan generalizada no tiene en cuenta a los niños y
niñas, chicos y chicas, que dada la situación sociofamiliar que le ha venido impuesta,
ven condicionada la satisfacción de sus necesidades básicas, estando obligados a
caminar a `pasos agigantados´, teniendo que asumir responsabilidades y que transitar
a la vida adulta mucho tiempo antes que otros chicos y chicas de su misma edad que
viven en una situación de `normalidad´.
En ambos casos se trata de menores `exigidos´ a (sobre) vivir en las carencias, pero
en la acepción más amplia de la palabra, es decir, sin limitarnos solamente a aspectos
materiales. Estamos haciendo referencia a ausencias afectivas, privaciones de
disfrute, penurias emocionales, falta de una red social y familiar que les garanta apoyo,
seguridad y protección, insuficiencias relacionales, entre otras.
El hecho de que se haga referencia al ocio como una experiencia positiva, que inciden
significativamente en el desarrollo de las personas, se debe a que el ocio es un tiempo
que nos invita a crecer personalmente, que aumenta la autoestima, que nos da la
oportunidad de disfrutar de la vida y mediante el cual se generan procesos de
enseñanza-aprendizaje. Así mismo, fomenta el encuentro con otras personas,
favoreciendo el sentimiento de identidad y pertenencia a un grupo, la inclusión social y
el establecimiento de relaciones interpersonales, esenciales en el bienestar (Coleman,
1988, citado en Sánchez-Herrero, 2008).
Estos son sólo algunos de los aspectos que inciden en el enriquecimiento personal
que se deriva de la práctica del ocio y que forman parte de la resiliencia, entendida
como la capacidad de hacer frente a las adversidades saliendo fortalecido de las
mismas. En relación a esta capacidad humana, Pepa Horno (2009:100) habla de guías
de resiliencia, acuñándolas como “las personas, acontecimientos o elementos
externos que la persona puede utilizar como punto de apoyo”, en tanto que éstos le
permitan desenvolver los recursos necesarios ante situaciones dolorosas; pero son
también “los recursos internos que el propio desarrollo evolutivo proporcionó a la
persona antes de llegar a la situación extrema, dolorosa, o dañina de los que
igualmente se puede servir para afrontar el sufrimiento y sanar el daño causado”. Es
decir, habla tanto de guías de resiliencia externas como internas (véase cuadro n°1).
Cuadro n° 1. Guías de resiliencia
- Vínculos afectivos seguros
Externas
- Recursos sociales y/o institucionales
416
Se observa que existe una interesante retroalimentación entre las variables `tiempo de
ocio´ y `guías de resiliencia´, ya que la práctica del ocio favorece la construcción o
fortalecimiento tanto de los factores externos provenientes del medio, como de los
comportamientos y aprendizajes internos. Los primeros se promueven, sobre todo, a
través del ocio colectivo y los segundos de las actividades de carácter más individual,
pero teniendo en cuenta que no es posible disgregar el enriquecimiento que se deriva
de ambos.
En este sentido, y siguiendo a Manuel Cuenca (2011: 27), nos estamos refiriendo al
ocio humanista: un “ámbito de desarrollo y derecho humano” que se realiza intencional
y libremente pero sin ningún tipo de finalidad utilitaria, entendiendo que tiene valor en
sí mismo (experiencia humana autotélica). De ahí que lo importante sea el significado
que la actividad realizada tiene para las personas -la diversión, la satisfacción y el
enriquecimiento que subjetivamente produce- y no tanto la acción en sí. El tiempo de
ocio que se vive como una experiencia gratificante y satisfactoria “tiene un efecto
beneficioso que va más allá de su propia vivencia, incidiendo en todo nuestro ser y
proporcionándonos consecuencias que se manifiestan en otros aspectos de nuestra
vida y nuestras relaciones con el entorno” (Cuenca, 2009: 16).
De este modo, es preciso concretar las diversas mejoras que implican los tiempos de
ocio (véase gráfico n°1): desde la adquisición de nuevos aprendizajes cognitivos,
pasando por el área de los afectos hasta llegar a su incidencia en las habilidades
interpersonales y de relación social.
417
Con este enfoque, Driver y Bruns (1999, en Cuenca, 2009) basándose en los
beneficios del ocio hacen referencia a él desde una triple perspectiva:
- Ocio proactivo o generativo,en tanto que mejora la situación de una persona o grupo.
- Ocio preventivo o sostenido, ya que favorece la prevención de una condición no
deseada y/o mantiene una deseada.
- Ocio ajustado, en lo que se refiere a que es una experiencia psicológicamente
satisfactoria.
2 Artículo 24 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho al
descanso, al goce de tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones
periódicas pagadas”.
3 Artículo 27.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho a
tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, gozar de las artes y a participar en el progreso
científico y en los beneficios que de él resulten”.
418
La misión de la Educación Social: el bienestar de la infancia-juventud en
situación de riesgo y/o exclusión social como horizonte
- `Educación en y para el tiempo libre´ (Pedagogía del Ocio), cuyos objetivos se centran
en sensibilizar a la ciudadanía sobre el potencial del ocio y en formar y preparar a los
profesionales que trabajan en esta área sobre la relevancia y el valor que tiene el ocio
en la vida de las personas, de modo que las acciones que se emprendan en este
ámbito no surjan de ideas improvisadas y voluntarias cuya finalidad se limite a
`pasar el rato´.
419
Con la finalidad de favorecer su implicación y participación en las diversas actividades
y de cara a entrenarse en la gestión de sus tiempos de libre disposición.
A modo de conclusión
Concluiremos con unas líneas con las que Martínez Reguera (2007: 39) describe la
realidad de soledad en la que viven inmersos muchos menores; reflejando y poniendo
en valor con ellas el tiempo de ocio:
“Nada les resulta tan difícil como encontrarse con los otros. El aburrimiento es el
origen de casi todos sus excesos y la soledad constituye su peculiar modo de
percibir la existencia. Sus desiertos de sinsentido y mortal aburrimiento apenas
son interrumpidos por sus estallidos de hiperactividad -asocial y desencajada
naturalmente- que les permitan seguir sintiéndose vivos”.
420
Bibliografía
Cuenca, M. (2011). “El ocio como ámbito de Educación Social”. Educación Social.
Revista de Intervención Socioeducativa, 47, 25-40.
Horno, P. (2009). Amor y violencia: la dimensión afectiva del maltrato. Bilbao: Desclée
de Brouwer.
Melendro, M.; Rodríguez Bravo, A.E.; González Olivares, A.L. y De Juanas, A. (2013).
“Intervención-acción socioeducativa y nuevas formas de exclusión social
en la adolescencia”. En Crisis social y el Estado del Bienestar: las
respuestas de la Pedagogía Social. Gijón: Universidad de Oviedo, 136-144.
Muñoz, M.; Vázquez, C. y Vázquez, J.J. (2003). Los límites de la exclusión: estudio
sobre los factores económicos, psicosociales y de salud que afectan a las
personas sin hogar en Madrid. Salamanca: Ediciones Témpora y Obra Social.
Sánchez-Herrero, S. (2008). “La importancia de la perspectiva de género en la
psicología del ocio”. Anales de psicología, vol. 24, 1, 64-76. [Formato
electrónico]. Disponible en:
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2655443 (Consultada el
22/01//2014).
421
PROGRAMAS PARA LA ESTIMULACIÓN TEMPRANA DE LA
LECTOESCRITURA EN CONTEXTOS DE RIESGO
García-Ortega, Verónica
vgarc03@ucm.es
López-Escribano, Carmen
carmenle@edu.ucm.es
Resumen
Objetivos
Ayudar a las personas que tienen dificultades con la lectura es un objetivo de suma
importancia para nosotras ya que tenemos en cuenta que la mayor parte de las
personas que no pueden leer sufren una clara desventaja respecto al resto de la
población, debido a que en esta sociedad la mayor parte de la información que
recibimos nos llega a través del material escrito. Las dificultades de aprendizaje
pueden producirse por dos causas: cau sas biológicas o causas ambientales. Los
contextos de pobreza y exclusión social son un factor de riesgo para la existencia de
dificultades de aprendizaje de causa ambiental. En estos contextos, los planes de
prevención de dificultades de aprendizaje, dond e se incl uyan programas de
estimulación temprana de la lectoescritura como los que aquí se presentan,
pueden ser la alternativa más acertada para mejorar la calidad educativa.
423
llevado a concebirla como una habilidad psicolingüística. En el mercado existen
materiales didácticos para enseñar a leer, a corregir, a apoyar o a reforzar el
aprendizaje en caso de dificultades lectoras. Sin embargo, muchos de
ellos carecen de una fundamentación teórica o están anclado en concepciones
de la lectura ya desfasadas, que ignoran lo que la investigación ha ido aportando a lo
largo de los últimos años. No obstante, existen materiales que evitan estas carencias
y que acerca el mundo de la teoría (investigación educativa) y el de la práctica
(centros escolares). Esos trabajos son los que aquí se describen.
Metodología
CONTENIDO A
ACTIVIDADES PROPUESTAS
TRABAJAR
1. Dividir oraciones simples de 2-3 palabras de
contenido
2.Dividir oraciones simples de 3o más palabras de
contenido y función (por ejemplo, artículo)
SEGMENTACIÓN LÉXICA 3.Dividir oraciones simples de tres o más palabras
de contenido y función (por ejemplo, artículo y
preposición)
4.Dividir oraciones coordinadas de tres o más
palabras de contenido y función (por ejemplo,
artículo y conjunción)
1.Recomponer palabras trisílabas y tetrasílabas a
partir de sílabas directas (CV)
2.Recomponer palabras trisílabas y tetrasílabas a
SÍNTESIS SILÁBICA partir de sus componentes silábicos (estructuras CCV
o CVC)
3.Recomponer palabras multisilábicas a partir de sus
componentes silábicos
1.Aislar sílabas directas que ocupen posición inicial
AISLAR SÍLABAS en las palabras, para después hacerlo con sílabas en
posición final
COMPARACIÓN DE 1.Reconocer si la sílaba inicial (posteriormente final y
SÍLABAS EN PALABRAS medial) coincide con la de otra palabra.
1.Omitir la sílaba final y luego la inicial en las
OMISIÓN DE SÍLABAS EN palabras
PALABRAS 2.Omitir sílabas en las palabras que han sido
previamente especificadas
424
1.Aislar sonidos vocálicos, posteriormente
AISLAR FONEMAS consonánticos, que ocupen posición inicial y
después con posición final
1.Recomponer palabras monosílabas de diferente
SÍNTESIS FONÉMICA
estructura (CVC, CVVC, CCVC)
1.Omitir sonidos vocálicos y/o consonánticos que
OMISIÓN DE FORMAS
ocupen posición final
Fuente: Elaboración Propia
Los requisitos que tiene en cuenta para la enumeración de las actividades son:
APRENDO A LEER
425
1. Une artículo o adverbio con el dibujo o nombre escrito
2.Une sustantivos y adjetivos escritos
3.Une frase a dibujo
MORFOSINTÁCTICA 4. Rodea la frase correspondiente al dibujo
5. Ordena grupos de palabras en oraciones
6. Co mpl et a l a f r as e
1. Relaciona dibujo y palabra o frase
2. Compl eta l as fr ases
SEMÁNTICO 3. Ordena la secuencia de acciones
4. Responder a preguntas sobre un texto
Fuente: Elaboración Propia
Los factores que en este programa se tuvieron en cuenta para elaborar las
tareas fueron: frecuencia léxica de las palabras, longitud de las palabras y de
las frases, complejidad de la estructura silábica, orden de presentación
de las unidades lingüísticas, tipo de letra, grado de dificultad de la tarea, etc.
Algo muy importante es que busca la mayor autonomía posible para que el niño
sea capaz de realizar solo las tareas por lo que cada ficha viene introducida
por un pictograma que indica qué hay que hacer y un ejemplo que muestra
cómo se hace. El material que compone este programa son dos cuadernos
con fichas de ejercicios colocadas por habilidades. En cada ficha se
especifica qué hay que hacer de manera muy sencilla y con un
pictograma,se da un ejemplo, aparece la habilidad que se trabaja y el
resto de ejercicios a realizar. Cada habilidad está relacionada con un color
(habilidades perceptivo-visuales con el azul oscuro, habilidades fonológicas
con el azul claro, habilidades morfosintácticas con el rosa fuerte y las
habilidades semánticas con el rosa claro) para facilitar la localización de las
mismas en el cuaderno de trabajo.
JEL-K
426
Palabras diferentes, mismo sonido final
Encontrando cosas: fonema final
Adivina quién: introducción a los sonidos y a las letras
Nombrando objetos: letra y sonido inicial
Estoy pensando en algo: letra y sonido inicial
Nombrando objetos: letra y sonido final
LETRAS -GRAFEMAS
Buscando un objeto: consonante inicial y final
Introducción al cómo escribir palabras: agregar una letra
Reemplazar una letra
Leer palabras
Palabras de tres sonidos
FONEMAS-LECTURA Estrategia de lectura silábica
SILÁBICA Escritura de sílabas
Lectura por sílabas
Fuente: Elaboración Propia
Este programa cuenta con numeroso material de apoyo muy motivante para el niño.
El juego completo está compuesto por: el manual para el profesor, 4 láminas de
tamaño A3 con diferentes escenas (circo, playa, camping, parque), bolsa amarilla que
contiene tarjetas con dibujos que riman, tarjetas con palabras, tarjetones amarillos
para trabajar la longitud de las palabras, bolsa verde con tarjetas de dibujos que se
organizan por el número de sílaba de cada palabras, bolsa roja con las tarjetas
de dibujos que coinciden en el fonema inicial,
Esta misma autora, Pearson (2005), continuó ampliando este campo mediante la
unión de la investigación y la práctica y teniendo como objetivo el desarrollo de la
intervención en dificultades de aprendizaje en la lectura. Así, creó el “Programa de
entrenamiento cognitivo en habilidades de lectura: Juego de Estrategias Lectoras
(JEL): para el uso de psicopedagogos en el tratamiento de niños con dificultades en
la lectura y dislexia de 6 a 12 años” como un material de continuación del trabajo
de infantil en primaria. Sin embargo, este programa no ha sido incluido en este
estudio ya que está dirigido a niños que ya saben leer.
ENSEÑAR A LEER
427
Tabla 4: Clasificación de actividades de Clemente (2008)
TIPO DE CONCIENCIA ACTIVIDADES PROPUESTAS
Contar el número de palabras de una frase
LÉXICA Identificar una palabra en una frase
Sustituir palabras por otras
Segmentar palabras en sílabas y recuento de éstas
Identificar sílabas
SILÁBICA
Adición de sílabas
Omisión de sílabas
Identificación de fonemas
FONOLÓGICA Adición de fonemas (mejor añadir al final)
Omisión de fonemas (mejor quitar el del final)
Fuente: Elaboración propia
PROLIN
428
Segmentar por sílabas
Reconocer la sílaba tónica
ANÁLISIS DE SÍLABAS Y Identificar diferentes tipos de sílabas
FONEMAS Identificar fonemas
RIMAS, Memorizar rimas, trabalenguas, poemas y canciones
TRABALENGUAS, Crear un libro compartido
POEMAS Y CANCIONES Acompañar trazos gráficos a la memorización
Realizar autodictados con las tarjetas de los cuentos
Crear palabras a partir de sílabas (usando el silabario
FORMAR PALABRAS móvil)
Formar palabras a partir de fonemas (usando el alfabeto
móvil)
Crear un cuento viendo la portada del mismo
Visita de un escritor al centro o llevar a los niños a una feria
FORMAR TEXTOS del libro donde vayan autores
Inventar una historia y confeccionarla como su libro, leerlo
a los compañeros e intercambiarse sus creaciones.
LIBRO COMPARTIDO Elaborar un libro entre todos con lo creado en cada clase
Fuente: Elaboración propia
429
Fuente: Programa de animación a la lectura con base lingüística (Suro et al., 2013)
Conclusiones
En definitiva, una vez conocido el proceso lector, unificar lo mejor de cada programa
existente en uno elaborado por el propio docente y adaptado a las necesidades de
cada alumno sería la opción ideal para crear el mejor programa para la estimulación
temprana de la lectoescritura, no solo en contextos de riesgo sino en cualquier
contexto.
431
Agradecimientos
Referencias bibliográficas
Favila, A.; Seda, I. (2010) La Conciencia Fonológica en niños con retraso lector:
efectos de una intervención.Infancia y Aprendizaje, 33 (3), 399 -411.
Leal, F., Suro, J., López-Escribano, C., Santiuste V., Zarabozo, D. (2011). Un nuevo
programa para el aprendizaje inicial de la lectura. Revista de Psicología y
Educación, 6, 95-106.
Suro, J., Leal, F., López-Escribano, C., Santiuste V., Zarabozo, D. (2013).
Programa de animación a la lectura con base lingüística. Granada: GEU
Editorial.
432
DIDACTICA EMOCIONAL:
PROCESSO DE ENSINO ADAPTADO AO SISTEMA ESCOLAR
martinez, joão
martinezjoao@hotmail.com
Resumo
433
situações que se encontram em desenquadramento legislativo e social educativo.
Neste trabalho apresentam-se as principais medidas estratégicas pedagógicas
desenvolvidas em função da realidade do grupo de alunos e os resultados decorrentes
das acções e tarefas concretizadas.
Utilizando um modelo de análise qualitativo integrado num processo de estudo de
Investigação-acção, este estudo decorreu durante um período de três anos lectivos,
permitindo conhecer, compreender e ensaiar processos que influíssem positivamente
nas atitudes e comportamentos do grupo e individualmente, alterando efectivamente e
de forma consolidada os seus hábitos. Considerando os resultados decorrentes do
estudo realizado, apresentamos neste trabalho as propostas pedagógicas e didácticas
curriculares que obtiveram êxito e que sustentaram a nossa acção e que poderão
servir de exemplo e reflexão para possível replicação e/ou adequação a outras
realidades, vindo a ter impacto noutros contextos.
Conceptualização
Cabendo ao Estado a função de definir a politica educativa e as finalidades para a sociedade
assumindo a responsabilidade de orientar o processo escolar educativo no sentido das
opções definidas e aprovadas para o futuro da sociedade. Pela responsabilidade que a
escola assume neste processo e a necessidade de dar uma resposta positiva, o insucesso e
o abandono escolar apresentam-se como uma situação totalmente inaceitável pelas
repercussões que envolve, sendo consideradas como as piores manifestações que podem
ocorrer no processo educativo (Marques, 2003). Representando uma falta de capacidade do
Estado em fazer cumprir a própria legislação que criou, como pelos deficits que gera no
desenvolvimento pessoal e social com repercussão na qualidade do futuro da sociedade
preconizado.
O presente documento dividido em três partes, reporta ao processo desenvolvido nas diferentes
fases em que se baseou a experiencia descrevendo na primeira parte a metodologia e
justificação das opções. Na segunda parte apresentando os resultados que foram alcançados e
finalmente na terceira parte, expondo em função da análise e reflexões efectuadas as
considerações resultantes de todo o trabalho desenvolvido.
Metodologia
Participantes
Participaram neste projecto alunos de três escolas do ensino básico e secundário em situação de
insucesso e abandono escolar, sinalizados pelo Instituto de Reinserção Social, por estarem
identificados como indivíduos em situação de evidente insucesso escolar e/ou abandono, de
famílias disfuncionais, com comportamentos violentos e hábitos de convívio com elementos
residentes no bairro residencial, conotados com situações de roubo, uso e tráfico de armas e
droga.
435
por manter toda a acção numa envolvência escolar que garantisse a objectividade do
estudo. Encontrar respostas relativas a propostas que influenciassem os desempenhos dos
alunos numa primeira fase e que posteriormente fossem internalizadas, obedecendo a uma
estrutura integrada de orientação enquadrada no modelo de Investigação-acção com recurso
a análise qualitativa, assegurando a efectiva da compreensão dos factos (Bogdan e Biklen,
1991), com recurso a uma recolha de informação fiável e capaz de gerar e inter-
relacionar conceitos que permitissem interpretar a realidade (Formosinho et al., 2000) e a
resolução dos problemas (Scriven, 1972).
Nesta perspectiva foram registadas interpretações, com o intuito de perceber “aquilo que eles
experimentam, o modo como eles interpretam as suas experiências e o modo como eles
próprios estruturam o mundo social em que vivem” (Psathas, 1973).
436
DOMÍNIOS
afectivo cognitivo psicomotor
atenção conhecimento movimentos reflexos
resposta aplicação movimentos básicos
valorização analise movimentos perceptivos
organização síntese capacidades motoras
caracterização avaliação comunicação não
discursiva
437
ficha de registo professor
1 2 3 4 5
domínio cognitivo
aplicação (saber utilizar material aprendido)
1 2 3 4 5
avaliação (consciência dos desempenhos, critico, compara)
1 2 3 4 5
domínio afectivo
atenção (atenção concentrado)
1 2 3 4 5
resposta (participação activa, demonstra interesse)
1 2 3 4 5
valorização (comportamento, envolvimento)
1 2 3 4 5
organização (responsabilidade)
1 2 3 4 5
caracterização (confiança, objectivo, hábitos adequados)
1 2 3 4 5
438
ficha de registo de auto- do aluno
avaliação
turma
identificação da classe:
ano_____ disciplina
nome
data / /
numa escala de 1 a 3 responde às
seguintes questões sobre o teu
desempenho na classe
bem assim-assim Mal
3 2 1
1. sabia a matéria que foi falada na aula
3 2 1
2. sei utilizar a matéria em situações diversas
3 2 1
3. estive com atenção durante a aula
3 2 1
4. participei nas tarefas da aula
3 2 1
5. estive bem comportado
3 2 1
6. opinião sobre interesse da aula
3 2 1
Considerando como princípio promotor das aprendizagens a motivação dos alunos, foi
implementado numa primeira fase, um processo de avaliação diagnóstico que
possibilitasse caracterizar objectivamente os sujeitos e permitisse definir com alguma precisão os
interesses individuais e do grupo, de forma a encontrar um ponto de partida e, em
conformidade se proceder à 1ª etapa didáctica de planeamento a desenvolver.
Assim e porque o processo implicava continuidade, sem tempos de interrupção para análise das
acções e posteriores decisões, o processo de avaliação diagnóstico dos elementos
participantes envolveu três formas: análise do contexto sociocultural e historial psicológico;
reacção às propostas de acções e tarefas a realizar, levando-nos em conformidade com as
propostas e os resultados apurados, a reformular ou alterar o plano de proposta; através
da observação da tarefa a recolha de dados com referencia nos objectivos considerados
relativamente ao domínio afectivo e desta forma cumprisse com abrangência o processo
pedagógico e de avaliação.
439
De acordo com este princípio o processo de avaliação diagnóstico envolveu como base as
tarefas seguintes:
- Observação directa e sistemática dos desempenhos dos alunos
- Análise das tarefas realizadas pelo aluno (erros frequentes e típicos) - Realização
de provas analíticas (identificação dificuldade)
- Interrogatórios reflexivos (determinando a compreensão)
- Entrevistas individuais
Tendo-se constatado o interesse destes jovens por actividades físicas e desportivas, e utilização
de computadores “no tempo de lazer”, relativamente a jogos e internet, foram agendadas
nos planeamentos e planos de sessão, actividades relacionadas com actividades físicas,
o mesmo acontecendo em relação ao uso de meios informáticos com ligação à
internet, passando a vigorar nos horários, tempos específicos destinados às práticas de
actividades físicas e desportivas e utilização de espaço de computadores, utilizados este ultimo
da forma que melhor entendessem.
Desta forma num primeiro momento a execução das tarefas utilizadas foram na sua totalidade
no sentido dos resultados expressos na avaliação diagnóstica, evidenciando como proposta,
acções que fossem ao encontro dos interesses que estes referiram. A nossa acção entendendo-
se educativa e promotora de aprendizagens, assumiu como objectivo pedagógico principal, o
desenvolvimento da afectividade entre o sujeito e a escola, e o sujeito com o professor,
incidindo a atenção no papel do professor no que diz respeito à sua acção pedagógica no
âmbito dos processos, e relativamente aos alunos, destacando de entre os domínios
afectivos e cognitivos no âmbito das taxonomias, a atenção, concentração,
empenhamento, cumprimento de regras e comportamentos.
Numa segunda fase e dando seguimento ao modelo previsto, fomos apresentando propostas
mais complexas de tarefas em relação a todos os domínios pedagógicos previstos, que por
serem aceites passaram a fazer parte do horário das actividades integradas no projecto. A
existência de um tempo de apoio às actividades escolares integradas no denominado projecto
(“extra-escolar”) reduzindo os tempos destinados às actividades físicas e ao espaço
informático lúdico, implicando a alteração de conteúdos, passando estes a incorporar na sua
utilização estratégias articuladas com os conteúdos das matérias escolares e
colaborativamente com estes, através de tarefas de apoio à compreensão dos conteúdos e
no âmbito das tarefas denominadas de trabalhos para casa (tpc).
440
Assim e porque o objecto deste trabalho é evidenciar os procedimentos desenvolvidos, importa
referir as alterações e formas como as diferentes tarefas foram propostas e evoluíram,
registando-se uma correlação em relação ao aumento de exigência com o aumento de resposta
e de produtividade.
Etapa de execução
Desta forma as estratégias incluídas nos princípios disciplinares da etapa didáctica de execução,
transversalmente desenvolvidas implicaram programaticamente o envolvimento de
intervenção motivacional e de correlação com a realidade, promovendo o êxito, a
reabilitação do insucesso e a promoção da auto-estima através do desenvolvimento da
autoconfiança resultante da competência reconhecida e da rivalidade com respeito, na
participação activa das tarefas propostas e exigência dos objectivos com acompanhamento de
reuniões de estímulo pessoal.
441
Resultados
A análise de resultados que se apresenta, incide no foco específico deste trabalho e nos
resultados apurados nessa conformidade, omitindo dados que foram apurados mas que em
nada contribuem para a especificidade deste. Considerando o âmbito das medidas reproduzidas
e a opcionalidade da metodologia utilizada, importa neste momento apresentar os resultados
que confirmam ou desmintam sem ambiguidade a qualidade das opções assumidas.
Assim os resultados incidem sobre o processo de avaliação dos alunos decorrente na escola
regular, tendo como referencia os resultados finais atribuídos pelos professores das classes
regulares e a frequência às aulas, através de um processo integrado e desta forma utilizando
os procedimentos do sistema escolar relativamente ao sucesso e inclusão escolar,
avaliação sumativa e presenças nas aulas. Em relação aos resultados do estudo e
resultados escolares, importa referir que exceptuando dois (2) alunos que nunca foi possível
trazer à escola, todos os restantes quarenta e oito (48), se mantiveram na escola,
frequentando regularmente a escola e mantendo-se presentes nas aulas.
442
resultados escolares
1º ano 2º ano 3º ano
T 27 20 10
1º ciclo
R 0 0 0
total 27 20 10
T 10 23 27
2º ciclo
R 6 0 0 1ºano
total 16 23 27
T 5 5 11 8
3º ciclo 1
R 2 2 0
2
total 7 7 11 42
total 50 50 48
final
totais final T 42 48 48
projecto R 8 2 0 2
total 50 50 48
T 84% 96% 100%
total por ano 48
R 6% 4% 0%
T 48 96%
total final
R 2 4%
443
Considerações finais
A tendência de evolução dos resultados permite-nos concluir que se constata uma evolução
positiva dos desempenhos dos alunos no âmbito do processo de inclusão escolar, pela
evidência de uma redução do número de alunos retidos e uma inversão da realidade
existente em relação ao seu inicio, convertendo-se a situação de abandono em
frequência escolar com transição de ano, mesmo quando o modelo não implica a transição
obrigatória. Ficando assim demonstrado uma evolução significante no que se refere ao
sucesso da inclusão escolar.
Referências bibliográficas
Denzin & Lincoln. (1994). Handbook of qualitative research. London: Sage Publications
Davies, D., Marques, R., Silva, P. (1997). Os professores e as famílias, a colaboração
possível. Biblioteca do educador: Livros Horizonte.
444
Stake, R. E. (1998). Investigación con estudio de casos. Ediciones Morata, S. L.
Madrid.
Sérgio, M., (1997). Para uma Teoria Critica do Desporto. Lisboa: EUL.
445
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SOBRE LA EXPLOTACIÓN INFANTIL EN
LAS
MINAS DE POTOSI (BOLIVIA)
Universidad de Burgos
maragr@ubu.es
1. INTRODUCCIÓN
Hace tres años tuve la oportunidad de poder participar en una experiencia que ha
marcado mi trayectoria personal y profesional, al poder disfrutar de una beca de
movilidad en Bolivia subvencionada por el Vicerrectorado de Relaciones
Internacionales y Cooperación de la Universidad de Burgos, con el objetivo de
participar en el diseño, implementación y evaluación de un Proyecto de cooperación
internacional al desarrollo con los NAT`s (Niños, Niñas y Adolescentes
Trabajadores).
Bolivia es el país con máximo índice de pobreza per cápita de América del Sur.
Si bien es cierto que los niños han trabajado a lo largo de la historia ayudando en
tareas domésticas y en la economía familiar, esta no es razón para justificar el trato
abusivo que se le da al trabajo infantil en determinados casos, ni es razón igualmente
para “explotar”. La mano de obra no distingue con las edades, aunque sí con los sexos,
se somete a personas pequeñas que sean capaces de acceder al menor espacio allí
socavado, es decir, niños, varones, cuyos salarios son a su vez igual de reducidos.
446
causas: la economía. La pobreza y la desintegración familiar son dos de las
razones más comunes que llevan a los niños a trabajar en las minas.
A lo largo de los encuentros con estos niños y niñas, te hacen entender que aunque el
trabajo no es algo deseable para ellos, porque son niños, es inevitable para quienes
no tienen otra manera de subsistir. Conde, por ejemplo, con 13 años, nos dice
desde su prematura madurez y responsabilidad que no puede imaginar un futuro sin
la mina: “De mi familia trabajamos todos en la mina, mi hermana es la que no
trabaja, está en la Universidad, y casi no tiene tiempo ya para nada. Mi papá trabaja
en la minería y yo y mi hermano que es pequeño los fines de semana sube arriba
(mina) y también hay veces que estamos en una panadería y ayudamos.”
2. CONCEPTOS Y ENTIDADES
Los niños y niñas trabajadores defienden su capacidad para trabajar desde temprana
edad y no se avergüenzan de su profesión, ellos eligen a qué dedicarse dependiendo
de los ingresos que necesiten obtener, así como de sus preferencias laborales.
Los NAT´s en Bolivia han creado una Asociación que lentamente adquiere forma de
sindicato, donde piden se reconozcan sus derechos como trabajadores y que con ello
dejen de ser víctimas de explotación, pasando a ser tratados como un trabajador
más, pese a ser niños, evitando de este modo la discriminación por ello.
Para esto se reúnen dos días a la semana y profundizan en los diferentes temas que
surgen en el día a día de estos chicos, y se van capacitando y profesionalizando con
ayuda de Trabajadores Sociales con el fin de dejar de sufrir la explotación
mencionada. Si bien se intenta persuadir por todos los medios posibles y por diversas
organizaciones, esta parece no ser una tarea sencilla.
Cada sector o profesión tiene su propio Delegado y en las reuniones regulares suelen
tratar las problemáticas de cada uno de ellos. Así pues los mineros, lustrabotas, los
vendedores de dulces, palliris, vendedores ambulantes, vendedores de verduras,
carretilleros o cargadores, entre una amplia gama de oficios , se ven representados en
dichas reuniones. El fin no es dejar su situación y dedicarse a estudiar y divertirse,
sino todo lo contrario pues desean seguir trabajando y estudiando; exigen dejar de
ser explotados tanto por quienes los contratan como por los clientes.
447
PASOCAP toma partido como entidad financiadora de los NAT´s en Potosí, en convenio
con TDH Alemania (Terre Des Hommes). Esta Asociación sin fines de lucro trabaja en
Centroamérica y Sudamérica apoyando el desarrollo de niños, niñas y adolescentes,
jóvenes y mujeres y sus comunidades. El Proyecto líder de PASOCAP se trata
precisamente del apoyo social, económico, educativo, y material a los NAT´s
pertenecientes al CONNAT´SOP (Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes
Trabajadores Organizados de Potosí).
Una vez que conocemos los organismos que trabajan para las agrupaciones de
niños, es necesario saber qué dicen las organizaciones y la normativa sobre el
trabajo infantil. Según indican las regulaciones del trabajo infantil. Inventio, la
génesis de la cultura universitaria en Morelos, 13, 37-43 citado por la Organización
Internacional del trabajo (OIT) dentro del Programa IPEC:
“Todo trabajo infantil es aquel que priva a los niños de su niñez, su potencial y su
dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Así pues, se
alude al trabajo que:
448
Cabe subrayar que las orientaciones de la normativa internacional relativas al trabajo
infantil y adolescente prevén excepciones a las prohibiciones generales y
contienen cláusulas de flexibilidad para que su aplicación por los países permita
que las definiciones utilizadas para cuantificar el trabajo infantil y adolescente se
apeguen al máximo a las leyes y reglamentos nacionales vigentes.
A los efectos del presente Convenio en su Artículo 3, la expresión "Las peores formas de
trabajo infantil" abarca:
4. El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es
probable que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.”
Como dice el Artículo 11, “Todo Miembro que haya ratificado este Convenio podrá
denunciarlo a la expiración de un período de diez años, a partir de la fecha en que se
haya puesto inicialmente en vigor, mediante un acta comunicada, para su registro,
al Director General de la Oficina Internacional del Trabajo. La denuncia no surtirá
efecto hasta un año después de la fecha en que se haya registrado.”
449
Edad mínima Posibles excepciones
autorizada para que los para algunos países en
niños comiencen a desarrollo
trabajar
Trabajo peligroso
Trabajo ligero
− Complementar o generar
ingresos familiares. − Ayudar a
pagar una deuda familiar.
450
− Ayudar en el negocio familiar.
− Aprender y adquirir experiencia.
− La educación no es útil para el futuro.
− No hay escuela o la escuela queda demasiado lejos.
− No puede pagar sus estudios.
− El niño no tiene interés en la escuela.
− Sustituir temporalmente a alguien de la familia que no puede trabajar.
− Impedir que haga malos amigos y que le lleven por el mal camino.
Por una parte, para los niños y adolescentes trabajadores son los principales
motivos para explicar su participación:
De manera similar se tiene para los padres de los niños y adolescentes trabajadores,
donde estos tres mismos motivos explican la participación de sus hijos:
- Complementar o generar ingresos familiares (con 35%)
- Ayudar en el negocio familiar (con 46%)
- Aprender y adquirir experiencia (con 33,90%)
A los niños trabajadores se les preguntó:
Si dejaras de trabajar, ¿qué sucedería con tu hogar?
Nótese que el 59,91% de los niños piensan que si ellos dejaran de trabajar esto no
tendría ningún efecto en la economía del hogar, esto mismo piensan el 57,01% de
sus padres. A su vez, un 23,57% de los niños trabajadores y 25,40% de sus padres
considera que su participación es imprescindible para que el nivel de vida del hogar
no disminuya.
En particular, se realizó una pregunta a los padres o tutores de los niños trabajadores:
¿A qué problema o problemas se enfrenta (el niño o adolescente) como
consecuencia de su trabajo?
451
Acoso
sexual.
−
Ningún
problem
a.
Nótese que 52,18% de los padres y tutores cree que sus hijos no tienen ningún
problema como consecuencia de su trabajo. Por su parte, 28,44% de los padres y
tutores cree que sus hijos sólo sufren cansancio como consecuencia de su trabajo. Sin
embargo, 17,05% y 16,37% de los padres y tutores consideran que sus hijos enfrentan
accidentes, enfermedades o mala salud y malas notas en la escuela,
respectivamente, como consecuencia de su trabajo.
5. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
5.1. Objetivo
5.3. Muestra
452
Fecha de Edad de
Situación Tipo de
ingreso al ingreso al Lugar de trabajo Sector
Laboral
Otros Turno Horario
trabajo1
trabajo trabajo
Sujeto 01/07/2006 15Mina Coop. San Mina Carrero y Cargador Noche 4:00 a 7:00 Eventual
1 Andres
Sujeto 12Mina Mina Mañana Eventual
2
Sujeto 01/01/2008 15 Limpieza de salón Noche Eventual
3
Sujeto 01/01/2008 10Casa Vendedor Colabora con su Domingos Eventual
4 mama en la venta de
pastillas de jabón
Sujeto 01/01/2010 11 Mercado Uyuni Canillita Canillita Mañana 07:30 a 11:30 Continuo
5
Sujeto 01/01/2005 14Mina Coop. Mayo Mina Contrato hablado, sin Noche 19:00 a 02:00 4 Continuo
6 seguro - Carroñador, días semanales
perforador, carretillero
Sujeto 01/01/2005 10Mina, Rosario y Mina y 19 h al día de trabajo Mañana - 20:00 - 6:00 mina
7 guía turístico, carga Pailaviri otros tarde -
sacos, venta de 8:00 - 17:00
minerales noche venta minerales
Sujeto 01/01/2002 14Mina Encinas Mina Mañana - 8:00 - 16:00 Eventual
8 noche
Sujeto 01/01/2008 13 Domicilio - Bolivar Vendedora Vendedor Ayuda a su hermana Tarde y 16:00 a 18:00
9 a vender comida noche
Sujeto 01/03/2010 11 Supermercado Vendedor Vendedor Tarde 17:00 a 20:00 Eventual
10
Sujeto 01/01/2008 15Mina Mina Noche 20:00 a 3:00 Eventual
11
Sujeto 01/01/2007 10 Albañil y Mañana 8:00 a 10:00 Eventual
12 Mina
Sujeto 01/01/2007 10 Mercado central Canillita Mañana Continuo
13
Sujeto 11 Mina Vendedora Vendedor Vende minerales en el Mañana 07:00 a 09:00 Eventual
14 Cerro Rico
453
Fecha de Edad de Situación Tipo de
ingreso al ingreso al Lugar de trabajo Sector Otros Turno Horario
Laboral trabajo1
trabajo trabajo
Sujeto Mina Vendedora Vendedor Mañana 07:00 a 09:30 Eventual
16 de
minerales
Sujeto 14 Laboratorio químico Otros Laboratorio químico Mañana y Eventual
17 (Suco) Tarde
Sujeto 01/04/2010 12 Escuela Daniel Canillita Canillita Mañana 08:00 a 11:00 Continuo
18 Campos
Sujeto 01/01/2009 15 Otros Lavandera de ropa Tarde Eventual
19
Sujeto 01/01/2009 12 Mercado Central Canillitas Canillita Mañana 08:00 a 12:30 Continuo
20
Sujeto 01/09/2006 20Mina Kerimayo Mina Noche De 4 a 9 horas, 4
21 días a la semana
Sujeto 01/01/2010 16 Colegio, proyecto y Vendedora Vendedor Vendedora de De acuerdo a su Eventual
22 alrededores de casa productos AVON tiempo libre
Sujeto 01/01/2008 12 Rio Pirai Santa Cruz Albañil Ahora no trabaja, solo Tarde 14:00 a 18:30
23 estuvo en 2008 y
2009
Sujeto 01/02/2010 16 Pasarela Otros Atención de internet Noche 15:00 a 19:00 Eventual
24
454
5.5. Resultados de la Investigación
6. CONCLUSIONES
Aunque la Ley defiende los Derechos del menor respecto al trabajo y la educación,
vemos en la investigación realizada que esos derechos no cubren a niños menores
trabajadores.
En relación a la supervisión de las leyes y normas realizadas por la OIT sobre las
peores formas de trabajo infantil, se pone de manifiesto que esas formas aún siguen
existiendo en las minas de Potosí.
Para terminar quiero implicarme amparando la idea del necesario trabajo infantil, como
forma de subsistencia en la vida diaria de las familias bolivianas y defender
objetivamente esa labor, en cuanto a que se hace necesaria una ayuda extra para las
familias numerosas y desestructuradas, a cargo de un solo cónyuge responsable de 6
hijos (media), siempre hablando del cumplimiento de unos derechos que velen por los
niños y poniéndose en práctica unas normas cívicas para protegerlos frente a jornadas
de tiempo laboral excesivo o trabajo no remunerado, hasta el momento en que el
sistema político se haga cargo de la situación real.
Este es uno de los fines principales de los NAT´s, no pedir imposibles al sistema
judicial sobre la abolición laboral, sino la defensa de su integridad como menor que
contribuye al desarrollo de su propio país como mayor.
455
7. BIBLIOGRAFÍA
BASU, K.; VAN, P. H. (1998). The Economics of Child Labor. The American Economic
Review. 88(3), 412-427.
Fuentes electrónicas:
http://padrinos.org/secciones/somos/fundacion.asp
http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev20/gomez.htm
http://www.unicef.org/spanish/protection/index_childlabour.html
http://www.ilo.org/ipec
http:// www.oit.or.cr/ipec
http://www.telefonica.com.pe/fundacion/
http://www.ilo.org/ipec/facts/lang--es/index.htm
456
“THE SAFETY (SEXUAL) UTOPIA”
PROBLEMAS, PARADOJAS Y APORÍAS EN LA REGULACIÓN LEGAL, MORAL Y
PEDAGÓGICA DE LA SEXUALIDAD ADOLESCENTE
Introducción
En el marco de una sociedad liberal y pluralista, donde la moralidad sexual se ha ido
limitando cada vez más a la vida privada de los individuos, se ha hecho crecientemente
complicada la regulación del comportamiento sexual de los adolescentes. Esto se ha
producido además en un momento en que por un lado los instrumentos e instituciones
tradicionales para su gestión y educación han perdido claramente legitimidad y presencia;
y, por otro, uno en que los espacios públicos-mediáticos-tecnológicos transmiten una
ambivalente visión del erotismo humano: por un lado, especialmente para los jóvenes, lo
sexual se asocia a la vitalidad, la aventura, el placer y la libertad; por otro, se multiplican los
discursos sobre los peligros no sólo de la enfermedad y los embarazos, sino ahora también
sobre el peligro pederasta.
De ahí la gran paradoja del manejo actual de la sexualidad adolescente: la búsqueda
imposible de una utopía (sexual) segura que pueda combinar máxima libertad y aventura
con máximo control y seguridad. En la presente comunicación explico brevemente el
surgimiento de esta paradójica situación y el modo en que estamos abordando nuestros
dilemas acudiendo a la retórica del victimismo y al endurecimiento del Código penal sexual
en materia de menores. Sugiero la necesidad de una reflexión crítica y compartida sobre
estas cuestiones desde el ámbito de la reflexión pedagógica que está siendo olvidada por
la omnipresencia de los argumentos del peligro.
De la permisividad a la seguridad
En la segunda mitad del siglo XX asistimos a la expansión de un clima de liberalidad y
permisividad en materia de conducta erótica. La llamada “revolución sexual” supuso una
ruptura radical respecto de la moral sexual tradicional ―heterosexual, matrimonial,
reproductiva, afectiva― que comenzó a percibirse como represiva, culpabilizante y
contraria a una vivencia positiva de nuestra condición erótica. Ésta pasó a ser concebida
como una esfera intrínsecamente bondadosa, benevolente, fuente de satisfacciones sin
límites y parte esencial en la autorrealización personal y el logro de la felicidad. Escindida
de su función reproductiva por los avances en anticoncepción; alejada de la amenaza de la
enfermedad por los avances médicos como la penicilina; desvestida de tabúes y ropajes
morales; convertida finalmente en una cuestión básicamente individual y privada, sin
aparentes implicaciones colectivas, por un momento pareció viable una concepción del
erotismo humano como ámbito de espontaneidad, libertad y juego.
El individualismo moderno con el que encaja esta visión del erotismo,17 partía de una
concepción del ciudadano como ser libre, racional, autónomo y responsable. Toda forma
de paternalismo y restricción que no fuera totalmente justificada fueron considerados como
contrarios a ese ideal liberal. Esto se aplicaba de forma medianamente cómoda en el caso
de los adultos; pero también se pretendió aplicar a los adolescentes, que fueron percibidos
por muchos como sujetos capaces con un derecho legítimo a una vida sexual igualmente
autodeterminada y positiva. La edad en que se asumía esa autonomía y libertad sexual
pasó a resultar enormemente problemática (Luker, 1996).
17
Una visión que por otro lado encajaba a su vez perfectamente con el modelo consumista y el ideal de
satisfacción inmediata de nuestros deseos. El éxito de la mercantilización pornográfica resulta paradigmático.
457
Esta mirada optimista respecto del erotismo en general y de los adolescentes en particular,
pronto se enfrentaría a sus propias contradicciones y dilemas. En nuestro país, la epidemia
del SIDA en los años ochenta fue el primer gran toque de atención, rebajando un tanto los
ánimos sobre las supuestas bondades de toda experiencia sexual. Junto a ella el problema
de los embarazos no deseados en adolescentes fue la otra gran amenaza que parecía
contradecir esa utopía hedónica. Si la fase de la permisividad y del “prohibido prohibir”
había sido posible en buena parte por ciertos avances médicos, la nueva etapa de la
protección de emergencia parecía responder a los fracasos en el uso y alcance de esos
avances.
No obstante la reacción inicial ante estos dos peligros no supuso inicialmente la ruptura
con esa concepción de los adolescentes como sujetos eróticamente activos y
potencialmente responsables. El discurso progresista abanderó la campaña a favor de lo
que se llamó el sexo seguro, consistente básicamente en la divulgación de la información
necesaria para prevenir esas amenazas concebidas así bajo el prisma de la salud y la
higiene sexual, no de la moral. La necesidad de una (cierta) educación sexual vivió una
suerte de revival a modo de ambulancia que venía a salvar vidas. Eslóganes como
“Póntelo, pónselo” o “Es divertido pero no es un juego” permitieron hacer compatible esa
visión moralmente neutra o implícitamente positiva del erotismo junto con el control de los
posibles peligros que la rodeaban. El mensaje pedagógico era claro, sencillo y atractivo: el
sexo, si era seguro ―y consentido―, no tenía límites.
Grosso modo, este era el panorama cuando a mediados de los años noventa una nueva
amenaza comenzaba a llegar a nuestro país procedente del ámbito anglosajón: los abusos
sexuales infantiles (Malón, 2004). Se trataba sin duda de una amenaza de otro orden, de
un peligro más difuso en cuanto a su fuente y en cuanto a su objeto que, bajo el término de
“infancia” o “menores”, podía acoger a niños y jóvenes de todas las edades. Una amenaza
para muchos más inquietante porque además de resultar especialmente destructiva, su
control ya no dependía de la conducta de la víctima sino de la voluntad del agresor. Las
medidas preventivas ya no estaban tan claras, más allá de enseñar a protegerse a los
niños de un enemigo exterior. Esto es, a sospechar de todo adulto y a denunciar cierto tipo
de conductas. Más de dos décadas desde que en España comenzáramos a tener noticia
de este nuevo problema social, el peligro pederasta ha pasado a formar parte de nuestra
cotidianeidad ampliando el número de ámbitos e individuos de los que hay que desconfiar
―i.e. sacerdotes, maestros de escuela, boy-scouts, educadores, etc.―.18 La sensación de
amenaza lejos de reducirse, se intensifica, requiriendo progresivas reformas penales para
su combate, dando lugar a lo que ha sido calificado como derecho penal simbólico (Díez-
Ripollés, 2002).
18
La última propuesta del gobierno español, presentada a finales del mes de abril de 2014, es la de que todos
los profesionales que trabajen con niños deberán presentar un certificado de penales donde se garantice que
no han sido nunca condenados por delitos sexuales contra menores. Esto evidentemente es algo que debería
interesar a los educadores.
458
Inmediatamente este planteamiento comenzó a mostrar sus debilidades en relación a los
menores, siendo omnipresente el argumento de su protección en la mayor parte de las
modificaciones realizadas desde entonces. Algunos de estos cambios fueron criticados con
el argumento de imponer una moral sexual retrógrada por medio de la ley penal. En el caso
de la edad de consentimiento, el Gobierno del Partido Popular intentó en la reforma de
1999 elevar la edad de los 12 a los 15 años, pero la protesta de partidos de la oposición y
de ciertos grupos sociales dejó la edad en los 13 años. Quince años después se propone
elevar esa edad mínima para poder consentir a los 16 cuando la relación tenga lugar con
alguien más mayor o maduro. Habrá que ver en qué queda finalmente, pero es claro que
ahora el clima social y político se muestra mucho más proclive a una elevación de ese
límite y a un endurecimiento del castigo a los adultos que mantengan relaciones sexuales
con adolescentes aunque éstas sean “consentidas”.
Esta tendencia se sostiene gracias a una narrativa, en gran medida creada y sin duda
intensificada por el sensacionalismo de los medios y el discurso experto, con dos
componentes esenciales: por un lado la imagen del adulto como despiadado y taimado
predador sexual; por otro, la del adolescente como ser asexuado, inocente e
inevitablemente victimizado-traumatizado por la experiencia. Esta narrativa,
dogmáticamente maniquea, tendrá sin duda su razón de ser en algunos de estos casos,
pero dudo que se pueda aplicar a todos ellos sin retorcer hasta el absurdo la realidad de lo
sucedido, desnaturalizando los motivos, conductas y vivencias de los implicados. El adulto
―esto es, toda persona mayor de 18 años― que mantiene una experiencia sexual con un
adolescente puede hacerlo sin duda con un interés espurio y por medios reprobables; pero
también puede hacerlo movido por motivos y medios más aceptables. Incluso no es raro
encontrar casos, y resulta llamativo que esto pueda chocar hoy en día, donde es el menor
el que anima al adulto a la relación. Quizá el adulto tenga la obligación moral de saber
resistirse a estas sugerencias, pero no podemos siempre juzgarle ni legal ni moralmente
como un depredador sexual sin escrúpulos. Si hay un reproche moral, habrá que ver cuál
es exactamente.
Aquí, al contrario de lo que sucede con menores prepúberes sobre los que existe un amplio
consenso sobre la imposibilidad e invalidez de todo consentimiento, nos enfrentamos a una
casuística mucho más compleja y problemática. Es absurdo negar que, aunque no sea lo
habitual ni mucho menos, es posible que un adolescente pueda perfectamente implicarse
con sincero deseo e interés en una relación erótica con alguien mucho más mayor ,
participando de la misma activamente y buscando su continuidad. Pasado el tiempo,
llegada la edad adulta y quizá habiéndose terminado la relación, también es posible que
bajo un nuevo prisma y quizá por la influencia de los mensajes sociales, la pasada relación
se reinterprete en forma de abuso, engaño, manipulación, etc., lo cual puede llevar incluso
a la denuncia. Pero ello no impide que la vivencia del adolescente sea inicialmente algo
distinto a la de una víctima inocente, pasiva y asexuada.
Esto es algo quizá si cabe más problemático en el caso de los adolescentes homosexuales
cuya iniciación sexual, a menudo problemática en una sociedad que no acaba de abordar
esta cualidad erótica con la sensatez y claridad que se merece, se produce con más
frecuencia con personas adultas. No es raro encontrarse con chicos en la adolescencia
que han mantenido relaciones sexuales regulares con un hombre adulto que han sido
plenamente satisfactorias y que les han ayudado a aceptar su condición, a vivirla de un
modo agradable, a conocer su cuerpo, sus deseos, etc. No han faltado autores que han
planteado que nos enfrentamos aquí a un problema de derechos humanos en relación a la
orientación sexual y a la dignidad de estas personas, incluyendo su derecho a vivir
experiencias con otros, sean de la misma edad o más mayores (Graupner, 1999). Las
luchas políticas y sociales en algunos países por conseguir que la edad de consentimiento
se equipare para las relaciones homosexuales y heterosexuales dan cuenta de lo difícil
que sigue resultando esta cuestión (Ellis & Kitzinger, 2002).
Quizá nuestro problema es que en el marco moral contemporáneo no queda muy claro por
qué las relaciones sexuales por debajo de los 16 años entre personas de similar edad o
459
madurez no es “abuso” y sí lo es necesariamente cuando una de las partes es más mayor
o más madura que la otra. No pretendo decir que me parezcan bien o mal ese tipo de
relaciones ―no creo que sea esa mi función―, pero sí que el aplicar a todas ellas el
calificativo de “abuso” me parece discutible. Se trata de una generalización injusta,
innecesaria y peligrosa. Si hay un reproche moral en estas relaciones de tal intensidad que
merece también un reproche legal, entonces estamos en la obligación de aclarar en qué
consiste exactamente. Y ello nos obliga también a explicar nuestra insistente y monolítica
referencia al relato del abuso para abordar estos hechos.
19
Son muchos los problemas que en mi opinión suscitan este tipo de cambios legales. Aparte de los que voy a
desarrollar, citar sólo de pasada el problema de cómo la edad de responsabilidad penal se encuentra
actualmente en los 14 años siendo teóricamente posible, si se aprueba el proyecto, que un menor sea
responsable penalmente de un delito sexual, incluso contra un adulto, pero que no pueda tener relaciones
sexuales con alguien más mayor que él. Se tiende a elevar la edad de consentimiento pero no la de
responsabilidad penal, que por el contrario algunos pretenden bajar. Puede darse el caso de que un menor de
14 años y un mayor de 18, si el primero ha seducido, engañado y manipulado al segundo para tener una
relación sexual, y éste por su parte se ha dejado engañar y manipular, puede darse el caso digo de ambos que
estén cometiendo un delito muy grave.
460
emoción ―lanzarse al vacío y rozar el riesgo más extremo― con la máxima seguridad
―hacerlos protegidos por medios que impiden cualquier daño―. Lo característico de las
sociedades actuales es precisamente el hecho de que el deseo de seguridad emerge en el
marco de un intenso deseo de libertad-vitalidad. Paradójicamente, una sociedad que ha
valorado y promovido como ninguna otra la autorrealización de los individuos en libertad
―ocupando la esfera del erotismo un protagonismo indiscutible―, también ha necesitado,
de forma urgente y casi ansiosa, poner muy claros los límites a esa libertad individual y
evitar todo accidente.
¿No es esto acaso lo que pretendemos con la sexualidad adolescente? ¿No se busca
garantizar y legitimar en ellos una vivencia liberada, despreocupada, natural, aventurera,
vital, etc., del erotismo? ¿Y no se pretende compaginarla con un máximo de seguridad y
protección en el terreno de las enfermedades, los embarazos y, ahora, de los abusos por
parte de los adultos? ¿No se da aquí una contradicción? ¿Qué sentido tiene en definitiva
criminalizar todas estas experiencias en el marco de una sociedad permisiva en materia
sexual? (Delgado, 1996) ¿A qué responde esta generalizada e indiscriminada victimización
de todos los menores partícipes en este tipo de experiencias? ¿Y qué implicaciones
educativas tiene?
Con la prolongación de esa etapa indeterminada que es la adolescencia, el logro de un
estatus adulto se hace no sólo más lejano, sino también menos recomendable cuando la
preparación para la vida adulta requiere de una formación cada vez más prolongada. Este
alejamiento de lo adulto implica a su vez una ampliación del periodo de búsqueda,
experimentación y aventura sin compromisos ni ataduras, junto con la consiguiente
multiplicación de la incertidumbre y el riesgo. Por un lado a los adolescentes se les permite
un erotismo intrascendente, marcadamente hedónico siendo incapaces de proyectos a más
largo plazo con otra persona que incluyan el matrimonio y mucho menos la formación de
una familia. Por otro se les considera víctimas inevitables de encuentros sexuales con
cierto tipo de personas, por mucho que los menores consientan a las mismas o incluso las
busquen activamente, quizá porque éstas relaciones pueden amenazar ese estado de
indeterminación.
461
Una moral disimulada
La retórica de la permisividad y de la protección son dos modos extremos de eludir el
problema ético del erotismo humano. Pero el problema moral, por mucho que lo eludamos,
sigue vivo en un segundo plano e impregnando lo que sucede en la superficie. La mayor
parte de las modificaciones del Código Penal no responden a una necesidad real de
proteger mejor a los menores,20 sino de promover una “moral sexual” sin que parezca que
lo hagamos. Del mismo modo, el recurso al maniqueo modelo de víctimas y culpables evita
profundizar en el problema moral de fondo. Es evidente que nos sentimos más cómodos
regulando la conducta sexual de los adolescentes a partir de criterios de consentimiento,
igualdad, poder y daño. Pero esto no significa que tras estos conceptos no estén
funcionando valores morales no explicitados ― amor, compromiso, matrimonio; incluso una
moral sexual diferente para cada sexo.
¿Será que estamos exacerbando la presencia del abuso y el daño en estas experiencias
porque nos sentimos incapaces de reconocer que el problema es que se alejan de lo que
consideramos relaciones sexuales “ideales”? Creo que para abordar, o mejor eludir,
nuestros dilemas hemos recurrido forzadamente a una retórica adversarial (Malón, 2011); a
una narrativa de enemigos enfrentados, que sin duda tiene sentido en muchos casos, pero
no en otros (Wolak, Finkelhor, Mitchell, & Ybarra, 2008). Cuando hay un adulto de por
medio, ya no hay adolescentes desviados, trasgresores, aventureros, sólo víctimas
inocentes y des-erotizadas. La idea de víctima remite a un estado ideal y puro que no
tolera la más mínima desviación; a un estado de santidad que nos aleja de las
complejidades del alma humana y, por supuesto, de su educación.
20
Los juristas se han cansado de decir que la protección de los menores estaba más que garantizada con los
tipos y penas existentes en códigos anteriores, incluido el de 1995 que era el más sencillo de todos.
462
más legítimos y aceptables que otros, pero son motivos genuinos, reales, auténticos. No
tengo claro si podemos, como educadores, prescindir de estos elementos y poner todo el
peso del problema en el lado del adulto y criminalizar, a veces muy duramente, su
conducta. Si prohibimos al adulto que mantenga relaciones sexuales con un adolescente
que consiente a esa relación, deberemos ser también capaces de explicar al joven por qué
existe esa prohibición, por qué es una mala idea tener esa relación, por qué es
considerada moralmente mala, inapropiada e impermisible, por qué está penalmente
castigada (Wolak, Finkelhor, & Mitchell, 2004).
Todo esto nos lleva a preguntas que muchos consideran incómodas, impertinentes e
innecesarias. ¿Pueden tener algunos adolescentes cierta “responsabilidad” en lo sucedido
y que esa responsabilidad tenga implicaciones pedagógicas? ¿O es preferible verles
únicamente como víctimas inocentes de adultos perversos y sin escrúpulos incluso allí
donde el menor ha sido parte activa en lo sucedido? ¿Qué implicaciones pedagógicas
tiene una y otra visión? Mi intención con esta comunicación era plantear este interrogante y
llamar la atención sobre el hecho de que podemos estar entrando en una peligrosa
ignorancia que, con el legítimo afán por proteger a los adolescentes, nos puede llevar a
ocultar una dimensión fundamental de su existencia como es la erótica, impidiéndonos
afrontarla adecuadamente desde un punto de vista pedagógico en las familias, la escuela y
la comunidad.
Referencias
Archard, D. (2004). Children, rights and childhood. New York: Routledge.
Boutellier, H. (2004). The Safety utopia. Contemporary discontent and desire as to crime
and punishment. Dordrecht Boston Kluwer Academic Publishers.
Delgado, R. (1996). Statutory rape laws. Does it make sense to enforce them in an
increasingly permissive society? No: Selective enforcement targets "unpopular"
men. ABA Journal, 82, 87.
Díez-Ripollés, J. L. (2002). El derecho penal simbólico y los efectos de la pena. Boletín
mexicano de derecho comparado, 103(Enero-Abril).
Díez Ripollés, J. L. (2004). El nuevo modelo penal de la seguridad ciudadana. Revista
Electrónica de Ciencia Penal y Criminología, 06(03), 03:01-03:34.
Ellis, S. J., & Kitzinger, C. (2002). Denying Equality: an Analysis of Arguments Against
Lowering the Age of Consent for Sex Between Men. Journal of Community &
Applied Social Psychology, 12(3), 167-180.
Graupner, H. (1999). Love versus Abuse: Crossgenerational Sexual Relations of Minors: A
Gay Rights Issue? Journal of Homosexuality, 37(4), 23-56.
Killias, M. (2000). The emergence of a new taboo: The desexualisation of youth in western
societies since 1800. European journal on criminal policy and research, 8, 459-477.
Luker, K. (1996). Dubious conceptions. The politics of teenage pregnancy. Cambridge:
Harvard University Press.
Malón, A. (2004). Infancia, sexualidad y peligro. El moderno discurso del abuso en las
sociedades contemporáneas. Revista Española de Sexología, 121-122, Monografía.
Malón, A. (2011). The "Participating Victim" in the Study of Erotic Experiences between
Children and Adults: A Historical Analysis. Archives of Sexual Behavior, 40, 169-
188.
Wolak, J., Finkelhor, D., & Mitchell, K. (2004). Internet-initiated Sex Crimes against Minors:
Implications for Prevention Based on Findings from a National Study. Journal of
Adolescent Health, 35(5), 424.e411– 424.e420.
Wolak, J., Finkelhor, D., Mitchell, K., & Ybarra, M. (2008). Online “Predators” and Their
463
Victims. Myths, Realities, and Implications for Prevention and Treatment. American
Psychologist, 63(2), 111–128
464
PROMOVIENDO LA EDUCACIÓN COMUNITARIA / SOCIAL EN EL CUSCO (PERÚ)
loreto@pasalavozcusco.org
RESUMEN
La Asociación Civil Pasa la Voz (PLV), ubicada en la ciudad de Cusco (Perú), trabaja
desde el año 2007 con niños, niñas y adolescentes (NNA) albergados en Centros de
Atención Residencial (CARs), y con los/as educadores/as que los acompañan. A lo largo
de este tiempo, PLV se ha dado cuenta de que estos adultos enfrentan una serie de
dificultades que afectan a la efectividad, la calidad y la continuidad de sus intervenciones
para atender las necesidades socio-educativas con esta población. Estas dificultades están
relacionadas, por un lado, con la falta de formación especializada para realizar este trabajo,
lo que les impide desempeñar con eficacia su tarea y les sitúa en una condición de sobre-
exigencia que suele terminar, entre otras cosas, con la deserción laboral. Y, por otra lado,
con la falta de reconocimiento y valoración de su labor por parte del Estado y la sociedad,
lo que genera unas condiciones laborales que favorecen la migración hacia profesiones
más prometedoras.
En 2013, PLV, inspirándose en los aprendizajes y los logros de estos otros países y
acogiéndose a la normativa nacional existente, decidió comenzar un proceso de incidencia
para formalizar la situación de estos/as profesionales. Para ello estableció dos objetivos: 1)
la implementación de unos estudios especializados; y 2) el establecimiento de una
categoría profesional que, avalada por dichos estudios, favorezca la creación de los
puestos de trabajo que estos/as profesionales pueden ocupar. Dos objetivos que solo se
podrán alcanzar con el trabajo conjunto de todos los actores implicados (Estado,
organizaciones de la Sociedad Civil y colectivo de profesionales que trabajan en este
ámbito, e Instituciones de Formación Superior).
21
Esta autora sólo es una representante de un Equipo Multiprofesional que conforma el plantel de la
Asociación Civil Pasa la Voz y que está compuesto por: Liesbeth Kerstens, Edgard Carpio, Holguer Castillo,
Hibeth Castilla, Vanessa Cuneo, Sandra Ascencio, Anahí Araoz, Eduardo Flores, Willian Canal, Juvenal
Zamalloa y Estefanía Crespo.
465
primera Asociación Profesional de Educadores/as Comunitarios/as del Cusco; c) el
inicio de diferentes procesos de diálogo con instituciones del Estado sobre la
responsabilidad que tienen de formar estos/as profesionales; y, d) el interés de la
Universidad San Antonio Abad del Cusco por implementar estudios especializados de
Educación Comunitaria.
INTRODUCCIÓN
La Asociación Civil Pasa la Voz (PLV) es una organización sin ánimo de lucro ubicada en
la ciudad de Cusco (Perú). Desde el 2006 trabaja con niños, niñas y adolescentes (NNA)
en situación de riesgo social con el objetivo de promover en ellos el desarrollo de
habilidades para la vida (habilidades relacionadas con la comunicación, la gestión de
conflictos, el manejo de emociones, la participación, etc.). Hasta la fecha, PLV ha trabajado
con 985 niños, niñas y adolescentes procedentes de diferentes contextos.
A lo largo de todo este tiempo, PLV ha podido elaborar distintas estrategias para trabajar
con esta población maximizando el impacto de sus intervenciones socio-educativas.
Algunas de ellas son:
466
asistido a los cursos habían abandonado la institución en la que trabajaban a causa
de las condiciones laborales (poca remuneración, mucha dedicación, agotamiento,
estrés…), migrando hacia profesiones más prometedoras. Esta circunstancia
minimizaba los efectos positivos de la formación, impidiendo que lo aprendido
durante los cursos pudiera aplicarse con continuidad en las instituciones. Y,
finalmente, en tercer lugar, PLV detectó que, cuando estos/as educadores/as
dejaban sus puestos de trabajo, los que llegaban presentaban las mismas
carencias de formación que los anteriores, por lo que todo el trabajo formativo debía
comenzarse de nuevo.
En el 2012, y ante esta realidad, PLV empezó a investigar lo que sucedía en otros
países de la Región Latinoamericana en relación al ámbito de la Educación
Comunitaria (que es como se conoce en el Perú a la Educación Social). Así,
descubrió que, habiendo pasado por situaciones parecidas, países como Argentina,
Uruguay o Chile habían apostado por fortalecer la profesión mediante la creación
de los estudios formales y/o del perfil del profesional socio-educativo. Este
panorama Regional sirvió como acicate para que PLV, junto a otras organizaciones
aliadas, decidiera a impulsar, amparándose en la legislación existente sobre
Educación Comunitaria, un proceso de incidencia para formalizar la situación de
los/as educadores/as.
Con todo, el objetivo de esta comunicación no es otro que el de dar a conocer el proceso
que está impulsando PLV, en alianza con otras instituciones, en pro de la formalización de
la Educación Comunitaria, inicialmente en el ámbito de la infancia en riego. Para ello, el
texto se estructura en dos partes. En la primera, se presenta brevemente el marco
normativo de la Educación comunitaria en el Perú para ver a) si la formalización de los/as
profesionales de este tipo de Educación, promovida en este proceso, está respalda por la
legislación peruana; y, b) si el Estado tiene alguna responsabilidad al respecto. Y, en la
segunda, se describen las estrategias que se están llevando a cabo para lograr que el
Estado, la Sociedad Civil y las Instituciones de Formación Superior se impliquen
conjuntamente en la formalización de esta profesión.
Uno de los hallazgos más significativos que ha hecho PLV a lo largo de este tiempo tiene
que ver con el marco legislativo en el que se inscribe la Educación Comunitaria en el Perú.
Y es que el trabajo que realizan los educadores/as de los CARs no solo está previsto por la
Ley General de Educación (Perú, 2003) sino que, además, está regulado por el
Reglamento D.S. Nº 013-2005-ED (Perú 2005). Siendo esto así, es importante conocer los
contenidos de esta normativa con la intención de comprobar si la demanda de
formalización está respaldada por dicho Reglamento y de identificar las funciones previstas
para el Estado en esta materia.
467
Por una parte, en relación a la concepción de la Educación Comunitaria, algunos artículos
del Reglamento incluyen su definición, sus objetivos y sus características. Así, el art. 3 de
dicho texto define la Educación Comunitaria como:
“Toda aquella educación que se realiza desde las organizaciones de la sociedad que no
son instituciones educativas de cualquier etapa, nivel o modalidad, y que tiene como
finalidad: ampliar y enriquecer articuladamente los conocimientos, capacidades, actitudes y
valores de las personas, de todas las edades, con o sin escolaridad. Se orienta al
enriquecimiento y despliegue de las potencialidades y aprendizajes personales, sociales,
ambientales y laborales, para el ejercicio pleno de la ciudadanía y la promoción del
desarrollo humano.”
Del mismo modo, el art. 4 del Reglamento recoge los objetivos generales que deben guiar
las acciones socio-educativas en esta línea. Entre ellos se encuentran aspectos como:
contribuir al desarrollo integral del individuo y de la comunidad, favorecer el fortalecimiento
del tejido social, complementar la educación que se realiza en las Instituciones Educativas
y promover una educación inclusiva y a lo largo de toda la vida.
A partir de aquí, la pregunta fundamental es ¿cuáles son las estrategias más adecuadas
para hacer viable la formalización de los/as profesionales de la Educación Comunitaria?
Para responder a esta pregunta es importante tener en cuenta dos cosas: a) que la
formalización no solo implica la implementación de unos estudios especializados sino
también la aparición de un “puesto laboral” específico para estos/as profesionales, es
decir, la creación de un perfil o categoría profesional que esté avalado por estos estudios; y
b) que es un proceso que necesita llevarse a cabo con el trabajo conjunto de todos los
agentes implicados (Estados, organizaciones de la Sociedad Civil, y el colectivo de
profesionales implicados).
Y los ámbitos en los que PLV trata de incidir al mismo tiempo son el público y el político. En
relación al ámbito público, el objetivo principal es la sensibilización de la Sociedad Civil y
469
el Estado sobre la urgencia de reconocer formalmente a estos/as profesionales, de
visibilizarlos, y de generar en torno a su profesión oportunidades de trabajo, de formación y
de enriquecimiento personal y profesional que les permitan atender consecuentemente las
necesidades de los NNA con los que trabajan.. Esta sensibilización se está llevando a cabo
en diferentes espacios públicos, generalmente conformados por organizaciones de la
Sociedad Civil y, en algunos casos, por representantes del Estado con competencias en
esta materia (por ej. Mesa de trabajo para la construcción del Plan Regional para Infancia y
Adolescencia del departamento de Cusco; Alianza Interinstitucional para la promoción de
Comunidades Educadoras; Red Semilla Nueva conformada por instituciones que trabajan
con infancia y adolescencia en situación de riesgo social en el Departamento de Cusco y
otros grupos “ad hoc” conformados durante el 2013 para impulsar este proceso). Hasta el
momento, los resultados más significativos obtenidos de la incidencia en estos espacios
son:
Sea como fuere, a este nivel se revela imprescindible involucrar a muchos más actores del
470
Estado, especialmente a los Gobiernos Regionales y Locales, de modo que participen en I
Encuentro sobre Educación Comunitaria en el ámbito de la Infancia, la Adolescencia
y la Juventud. Y es que este evento pretende ser un punto de inflexión para medir el
grado de consenso que se va logrando entre la Sociedad Civil y el Estado para dar
respuesta a la formalización de estos profesionales. El mejor escenario posible, a corto-
medio plazo es que, desde una futura Asociación de Educadores/as Comunitarios/as, se
impulsen la definición y la aprobación del perfil profesional del Educador/a Comunitario/a, y
que este pueda ser reconocido como categoría profesional por parte del Ministerio de
Trabajo y avalado por unos estudios oficiales de Educación Comunitaria que puedan surgir
desde la UNSAAC.
CONCLUSIONES
A lo largo de todo este proceso, una de las cosas que PLV ha podido comprender es que,
si bien la Educación Comunitaria está claramente definida y reglamentada sobre papel, la
realidad demuestra que se trata de una forma de educación muy desatendida e
invisibilizada en el Perú. La responsabilidad de llevar a cabo una labor socio-educativa en
esta línea recae casi por completo en la iniciativa y los recursos de la Sociedad Civil; un
conjunto de organizaciones sociales que no está suficientemente articulado ni dispone de
los medios (profesionales, materiales, económicos…) para poder mejorar
significativamente la situación y las oportunidades de los colectivos más vulnerados, entre
los que se encuentran los NNA.
PLV, junto con otras instituciones, ha identificado esta estrategia orientada a favorecer el
fortalecimiento y el empoderamiento de los/as profesionales de la Educación Comunitaria
en el ámbito de infancia como una forma de impulsar la introducción de mejoras en la
atención y en la intervención con los NNA, y de demostrar, a su vez, que los procesos
colectivos, que aúnan a todos los actores implicados, tienen mayores posibilidades de
provocar cambios. Más allá del tiempo que nos pueda llevar promover este proceso, e
incluso respetando que las propuestas que se puedan formular en el camino no pasen
necesariamente por la formalización de estos profesionales, PLV y las organizaciones
aliadas están convencidas de que visibilizar la Educación Comunitaria y evidenciar su
potencial para transformar la realidad de los NNA, así como la de otros colectivos, ayudará
a convencer al Estado y a la Sociedad de la importancia de apoyar el desarrollo de este
tipo de educación.
PLV no puede terminar este texto sin antes agradecer la ayuda y el asesoramiento de
profesionales de distintos países, especialmente de España, Uruguay y Argentina.
Personas que, compartiendo la experiencia de la evolución que han experimentado la
Educación y la Pedagogía Social en sus regiones, han ido orientado los pasos seguidos
por PLV en el diseño y el desarrollo de este proceso de incidencia que se está llevando a
cabo desde la ciudad de Cusco, en Perú.
Referencias
471
ATRIBUCIONES CAUSALES ACADÉMICAS DE JÓVENES EN SITUACIÓN DE
RIESGO SOCIAL
RESUMEN
El estudio pretende conocer las percepciones que tienen sujetos en situación de riesgo
social sobre sus fracasos y sus éxitos en tareas académicas. La investigación sigue una
metodología cualitativa-descriptiva, empleando la técnica de la entrevista guiada. La
muestra estudiada está compuesta por 8 mujeres de edades comprendidas entre los 13 y
los 15 años, escolarizadas en Educación Secundaria Obligatoria, en situación de riesgo
social. Los resultados revelan que para casi todas ellas el aprobar o suspender es una
cuestión de esfuerzo e interés por la materia a aprender. Consideran que al esforzarse se
hacen más “inteligentes” y que trabajando más pueden sacarlo. No hay rasgos de
indefensión aprendida ni de atribuciones externas e incontrolables (excepto en una de
ellas). La falta de motivación de los sujetos de la muestra no está en un desajuste
atribucional.
Esta teoría, más conocida como "de las atribuciones causales", fue desarrollada por
B. Weiner (1979). En un intento de integrar los principios de la motivación de logro de
McClelland y Atkinson (McClelland, 1961, 1965); el locus de control de Rotter (1954) y las
atribuciones sociales/interpersonales de Heider (1958), se creaba la teoría atribucional (o
cognitiva) de la motivación de logro que mayor desarrollo y peso ha tenido en el campo
educativo.
Ya en un primer momento las investigaciones llevadas a cabo por Weiner y sus colegas
(Weiner y Kukla, 1970; Weiner y Potepan, 1970; Weiner et al., 1971), aún relacionadas con
la motivación de logro, confirmaban la existencia de cuatro atribuciones fundamentales, por
haber sido elegidas con mayor frecuencia por los sujetos encuestados (habilidad, esfuerzo,
dificultad de la tarea y la suerte), encuadradas todavía en un sistema de clasificación de
dos ejes, estabilidad y locus de control (que posteriormente evolucionaría a locus de
causalidad y controlabilidad). Los resultados indicaban que los sujetos con alta motivación
de logro atribuían internamente sus éxitos a la habilidad y al esfuerzo y sus fracasos nunca
a la falta de habilidad, sino a la falta de esfuerzo o la mala suerte, lo cual mantenía su
subjetiva probabilidad de éxito en la tarea y les hacía más persistentes en ella. Al contrario,
los sujetos con baja motivación de logro, en caso de fracaso, lo atribuían a una falta de
472
habilidad y desistían de la tarea más rápidamente.
Pero es en 1979, con la aparición del artículo A theory of motivation for some
classroom experiences, cuando se sientan las bases de la teoría atribucional que
permanecen hasta nuestros días (Weiner, 1986).
La premisa central de esta teoría es que la búsqueda del porqué de las cosas, de
los hechos, es el resorte básico de la acción; de esta manera el conocimiento actúa como
forma básica de motivación. Esta búsqueda de explicaciones, causas, se hace más
frecuente ante un resultado inesperado (fracaso) que esperado (éxito) (Weiner, 1979).
Pero el análisis lógico de la estructura causal tiene una limitación inherente: las
dimensiones causales han sido derivadas de las mentes de los teóricos, más que de los
sujetos investigados; por eso es concebible que cada teoría tuviera su propio esquema
lógico de organizar las causas y que cada una de las estructuras postuladas no se
identificara ni con los distintos teóricos ni con las personas encuestadas (Weiner, 1986).
La importancia que se viene dando a esta teoría reside en que la investigación con
alumnos ha demostrado que las atribuciones o creencias acerca del éxito o el fracaso son
importantes mediadores de la actuación en situaciones de logro y tienen un fuerte efecto
sobre cómo la gente reacciona ante sus éxitos y los de los demás (Bueno, 1995, 2001).
473
podrían inducir a confusión y error.
Las atribuciones que eligieron para justificar los logros fueron, en siete casos, de
carácter interno y, en ocho, correspondieron a causas externas (“he tenido ayuda” o “he
tenido suerte”). Las razones que alegaron para justificar sus errores fueron, en doce
respuestas, de carácter interno (“falta de esfuerzo”, “no soy capaz”, “no he puesto
atención”) y, en tan solo un caso, atribuible a factores externos.
Objetivo
Metodología
Muestra
Instrumento
La recogida de las opiniones se llevó a cabo mediante una entrevista estructurada. Las
cuestiones se dividían en dos grandes categorías: referidas a los profesores y referidas
directamente a las explicaciones-atribuciones de los resultados académicos propios y
ajenos.
Resultados
Sujeto 2: se percibe inteligente pero vaga, la más vaga del grupo, por qué no trabaja.
474
Cuando aprueba o suspende, se debe a su trabajo, a sí misma. Lo que más influye en el
rendimiento es el esfuerzo y la preparación, aunque lo que le importa es solo aprobar,
sacar un 5 pelao.
Sujeto 3: se percibe como del montón, ni lista ni tonta, de inteligencia media, pero
trabajadora, aunque solo sea en aquello que quiere. Pregunta al profesor cuando no sabe
algo. Se limita a preparar de los exámenes solo aquello que entra y no amplia nada más.
El esfuerzo es la base del aprobado.
Sujeto 4: se considera inteligente pero vaga. Estudia por obligación, en cuanto pueda lo
deja. Estudia solo si de le dice, sino no. Suspende por falta de esfuerzo, por no habérselo
currado. No descarta el uso de chuletas o creer que suspende por qué no entiende.
Sujeto 5: trabajadora, hace los deberes todos los días. Si algo no le sale la responsabilidad
es suya. Intenta entender aquello que no. El esfuerzo es la clave.
Sujeto 6: ha tenido una importante bajada de rendimiento. Cree ser la más vaga del grupo,
con inteligencia normal pero no muy trabajadora. Con esfuerzo se aprueba, aunque
depende de lo atractivo de la materia. “Si me esfuerzo los saco” y me hago más inteligente.
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Brehm, J.W. (Ed.) (1966). A theory of psychological reactance. New York: Academic Press.
475
DeCharms, R. (1968). Personal causation. New York: Academic Press.
Elig, T.W. y Frieze, I.H. (1979). Measuring causal attributions for success and failure.
Journal of Personality and Social Psychology, 37 (4), 621-634.
Hareli, S. & Weiner, B. (2002). Social emotions and personality inferences: a scaffold for a
new direction in the study of achievement motivation. Educational Psychologist, 37
(3), 183-193.
Rotter, J.B. (1954). Social learning in clinical psychology. Englewoods Cliffs, NJ: Prentice
Hall.
Rotter, J.B. (1966). Generalized expectancies for internal versus external control of
reinforcement. Psychological Monographs, 80 (1).
Russell, D. (1982). The causal dimension scale: a measure of how individuals perceive
causes. Journal of Personality and Social Psychology, 42 (6), 1137-1145.
Russell, D.; McAuley, E. y Tarico, V. (1987). Measuring causal attributions and failure: a
comparison of methodologies for assessing causal dimensions. Journal of
Personality and Social Psychology, 52 (6), 1248-1257.
Weiner, B. (1984). Principles for a theory of student motivation and their application within
an attributional framework. En R. Ames y C. Ames (Eds.), Research on motivation
in education: student motivation (v. 1). Orlando, FL: Academic Press.
Weiner, B. (1986). An attributional theory of motivation and emotion. New York: Springer
Verlag.
Weiner, B. et al. (1971). Perceiving causes of success and failure. Morristown, NJ: General-
Learning Press.
476
SITUACIONES DE RIESGO Y DESAMPARO DE LA INFANCIA: UNA MIRADA DESDE
EL CINE
Resumen:
Introducción
Los poderes públicos deberán aplicar las medidas de tipo preventivo para la protección del
menor con el establecimiento de los servicios adecuados para tal fin, y además, velarán
para que los padres, tutores o guardadores cumplan adecuadamente sus
responsabilidades y faciliten servicios accesibles en todas las áreas que afectan al
desarrollo del menor (Art. 12 de la LEC).
Numerosos estudios realizados han tratado de determinar cuáles pueden ser los factores
de riesgo social que interfieren en el crecimiento normalizado del niño siendo, por lo
general, la conjunción de varios de ellos (individuales, familiares y sociales) mantenidos en
el tiempo, los desencadenantes de situaciones de dificultad. Consideraremos la taxonomía
477
de necesidades infantiles establecida por López (1995a) clasificadas en tres tipos:
Niños que no han convivido con sus padres, sobre todo en los primeros años de su
vida.
478
Falta de competencia y habilidades sociales de los padres para la crianza y
educación de sus hijos.
Familias con ausencia de recursos económicos y culturales para hacer frente a las
necesidades básicas.
C) Factores de riesgo del contexto: contingencias desfavorables del medio social en el que
vive la familia.
Ausencia de vivienda.
Sobre las condiciones insanas en que viven las familias de una zona desatendida se puede
observar en la película Hoy empieza todo (Tavernier, 1999).
- “Hace más de tres meses que Leticia duerme con gorro y bufanda” (28´07). (Comenta
una profesora del centro).
-“La casa de Leticia es insalubre” (3´10´´). (Comentario hecho desde los servicios sociales).
Los servicios sociales comunitarios ante la crisis actual, protagonista de nuevos espacios
de pobreza desconocidos en nuestro país y sumados a los existentes anteriormente, deben
reconducirse, reciclarse hacia la atención de este nuevo horizonte que está afectando
seriamente el desarrollo psicosocial de la infancia.
479
como efecto de la crisis económica de los últimos años. La desigualdad, la pobreza y la
exclusión son un problema estructural anterior a la crisis (Renes, 2012: 111). En nuestro
país se está desarrollando un modelo social basado en criterios de asistencialismo y
prestación privada de los servicios (Laparra y Pérez, 2012: 141). Un Informe de UNICEF de
la infancia en España (González, Bello, y Arias, 2012) indica que la pobreza infantil, se
incrementó de 2009 a 2010 del 23,7% al 26,2%. Los resultados provisionales del INE para
2011 ofrecen un dato de riesgo de pobreza para los menores de 16 años del 26,5%, lo que
hace prever que la tasa para menores de 18 años supere el 27% cuando se disponga de
los datos definitivos.
Ante estas cifras de pobreza que actualmente se ofrecen en España nos valemos de las
siguientes afirmaciones sobre, alimentación y falta de trabajo, el paro y el subsidio, cogidas
del filme de Tavernier (1999), Hoy empieza todo:
-“Compro con esos 30 francos galletas cuadradas secas y leche para una semana” (20´49).
(Dice una madre angustiada).
- “La pequeña no se alimenta como es debido” (25´25). (Expone el director a un miembro
del Consejo).
-“Si trabajo más de cuatro días me quitan el paro” (37´15´´). (Justifica un padre de un niño).
La mejor medida de protección que se puede adoptar con la infancia es la consideración
efectiva a la familia a través de distintos programas y ayudas que permitan el desarrollo y
bienestar de todos sus miembros (Bueno, 2010; Camps, 2011; Torío et al., 2013;
Santibáñez y Martínez, 2013).
- “Es un niño con problemas y no pienso seguir jodiéndole la vida” (39’22”). (Responde su
madre adoptiva).
-“Tres nombres, se dice pronto” (40’29”). “Pedisteis la adopción, ¿verdad?” (51’42”). “La
historia de Manu es la historia de un fracaso de las instituciones y de las familias con las
que ha tenido la mala suerte de vivir. Esto no puede volver a suceder” (52’26”).
-“En estos momentos… tenemos dudas de que seáis aptos para la adopción de Manu”
(52’53”). “Hay que emitir una especie de certificado de idoneidad” (51’53”). (Les comenta la
asistenta social a la pareja).
Estos Servicios realizan una primera evaluación porque constituyen la puerta de entrada de
los recursos del sistema, garantizando la información, orientación y valoración para
conocer el entorno social donde se origina el conflicto. El proceso de valoración consiste en
recoger documentación sobre el caso, valorarlo y tomar una decisión sobre el mismo
identificando si debe ser atendido desde los propios programas de los Servicios Sociales
Comunitarios, si debe ser derivado al Servicio Especializado de Menores, o bien si debe
ser enfocado desde otros servicios y recursos. Los casos de riesgo son competencia de los
Servicios Sociales Comunitarios y los casos de Desamparo de los Servicios Sociales
480
Especializados (Escobar, Sánchez y Andrés, 2006; Ochotorena, 2009; Varela, 2013).
-“Es aberrante que alguien de un servicio social no me pase una información y que me
cuelgue cuando me han dejado una niña de cuatro años...” (26´39´´).
-“Hay una ley ¿por qué no la aplican?” (27´03´´). (Le dice el director del centro indignado a
la responsable de asuntos sociales).
- La asistente social intenta que éste la comprenda: “Ya sé que le colgaron el teléfono y
eso es un error inadmisible…..(39´11´´). “Somos cuatro para atender a cuatro mil personas.
Hay 300 familias con problemas. No damos abasto” (39´43´´).
En variedad de ocasiones, el cine nos aporta momentos idóneos para la reflexión personal
y el debate. Por ello, nos parece oportuno exponer los diálogos de algunas secuencias de
la película Precious (Daniels, 2009) sobre la actuación de los Servicios Sociales con la
protagonista y su familia. Complementan pensamientos ya escritos. Analicemos las
siguientes intervenciones de la asistente social y la trabajadora social:
481
Maltrato infantil físico: no se define por el acto en sí, sino por los resultados del acto
(por ejemplo, golpes, quemaduras y fracturas de huesos). El daño físico puede ser
el resultado de diferentes actos de violencia. El hecho ocurrido no es accidental.
(Gómez, 2002).
También en el filme, Hoy empieza todo se muestran escenas sobre el maltrato y abuso de
los menores:
Su madre la agrede y Precious cae al suelo, mientras permanece tirada recuerda la última
vez que su padre la violó y su madre contemplaba la escena (6’ 24’’). (Fernández y Pereira,
2010: 1-4; Pereira, Solé y Fernández, 2012: 177-195).
Abuso sexual infantil (ASI): es cualquier forma de actividad sexual con un niño o
adolescente sin su consentimiento. Algunos casos de abuso sexual incluyen:
tocamientos, penetración, pornografía, exhibicionismo, prostitución de menores y
observación forzada de actos sexuales (López, 1995b).
De nuevo, nos parecen relevantes las siguientes escenas de Precious como testimonio de
un crudo maltrato físico y psicológico hacia su propia hija (Fernández y Pereira, 2010: 1-4;
Pereira, Solé y Fernández, 2012: 177-195).
482
las correcciones recomendadas o los procedimientos terapéuticos en caso
de trastornos de conducta o emocionales serios. Esta forma de abandono
no es ampliamente considerada ni investigada como tal.
5) Abandono educativo: es el incumplimiento con los requerimientos de
asistencia escolar del sistema educativo estatal.
Una vez más, en Hoy empieza todo, contemplamos el modo en que las familias alimentan
y cuidan a sus hijos: desayuno con café, galletas mojadas en leche día tras día. Otras
madres justifican el desayuno dándoles café en vez de chocolate, porque lo prefieren.
Además de reflejarse la falta de higiene (piojos, suciedad) y desatención médica hacia sus
hijos.
Como consecuencia, los servicios sociales deben reconocer que no es de recibo que haya
niños que asistan al colegio sin desayunar o de la actuación discriminatoria de centros
educativos ante niños que comen y niños que carecen de alimentos, siendo esta una
cuestión clave en el desarrollo psicosocial de la infancia.
En cuanto al abandono de un padre hacia su hijo vemos otro ejemplo en la película, El niño
de la bicicleta (Dardenne y Dardenne, 2011), cuando Cyril, el protagonista, busca
incansablemente a su padre que se ha marchado y sigue sin querer saber de él
(Fernández y Pereira, 2012: 1-4).
- Cyril sólo desea estar con su padre, nada le convence y quiere saber por él mismo
dónde se encuentra y por qué lo ha abandonado. Samantha (su madre adoptiva) le
facilita el teléfono de quien le vendió la bicicleta y el niño sigue buscando a su
progenitor, pregunta por él: en la pastelería, en el bar, en el taller. Descubre el
anuncio de venta de la moto y la bicicleta puesto por su padre y se desmorona.
- Están poco tiempo juntos y el niño le pregunta: “¿Cuándo irás a recogerme? Dijiste
que estarías sólo un mes…” (27’59’’). El padre le comenta que tiene problemas de
dinero. “Aquí no puedes llamarme. Mi jefa no quiere. Te llamaré yo” (30’57’’).
“Venga tienes que irte, tengo trabajo” (31’05’’).
En la actual crisis económica, una vez más se intensifican las críticas en torno al déficit del
Estado de bienestar y la necesidad de reducir el gasto social, como consecuencia, este
hecho entra en contradicción con el aumento de la pobreza infantil.
483
Conclusiones
Bibliografía
Bueno, A. (Coord.) (2010). Infancia y juventud en riesgo social: programas de intervención.
Alicante: Universidad de Alicante.
Colectivo IOE (2008). Barómetro social de España. Análisis del periodo 1994-2006 a partir
de un sistema de indicadores.
(http://www.colectivoioe.org/uploads/062f667f00a4a7e4efd130288baa279c1a0f82aa.pdf.
Consultado 11/3/2014).
Escobar, C.; Sánchez, G.; Andrés, T. (2006). Trabajo social, familia y mediación:
necesidades sociales en la infancia y derechos del niño. Editorial Universidad de
Salamanca.
Fernández, C.I. (2014). El cine como recurso metodológico de enseñanza-aprendizaje en
las titulaciones universitarias del ámbito de las ciencias sociales. Aularia, 2, 67 – 72.
484
Fernández, C.I. y Pereira, C. (2010). Filmoteca PyM. Precious. Padres y Maestros, 334, 1-
4.
Fernández, C.I. y Pereira, C. (2012). Filmoteca PyM. El niño de la bicicleta. Padres y
Maestros, 346, 1-4.
Fundación de Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR). (http://www.anar.org/
Consultado 11/3/2014).
Gabarino, J.; Guttmann, E. y Seeley, J. (1986). The psychologically battered child:
Strategies for identification, assessement and intervention. San Francisco: Jossey -
Bass.
García, E. (2002). El maltrato infantil en el contexto de la conducta parental: Percepciones
de padres e hijos. Psicothema, 14, 2, 274-279.
Gómez, E. (2002). Guía para la atención al maltrato Infantil: Desde las Asociaciones y la
ciudadanía. Santander:Ediciones Universidad de Cantabria.
González, G. Bello, A. y Arias, M. (2012). La infancia en España 2012-2013. El impacto de
la crisis en los niños. UNICEF Comité español. Extraído de
(http://www.unicef.es/sites/www.unicef.es/files/Infancia_2012_2013_final.pdf.
Consultado 11/3/2014).
Gutiérrez, Mª C. y Pereira, C. (2011). Filmoteca PyM. La vergüenza. Padres y Maestros,
339, 1-4.
Jiménez, M. (1995) (Coord.). Psicopatología Infantil. Málaga: Ediciones Aljibe.
Laparra, M. y Pérez, B. (Coords.) (2012). Crisis y fractura social en Europa. Causas y
efectos en España. Colección Estudios Sociales, 35, Obra Social “La Caixa”.
Extraído de:
(http://www.researchgate.net/publication/259399078_Crisis_y_fractura_social_en_E
uropa._Causas_y_efectos_en_Espaa. Consultado 11/3/2014).
485
Ramírez, C. (2006). El impacto del maltrato en los niños y en las niñas en Colombia.
Revista infancia, adolescencia y familia, 1, 2, 287-301.
Ramírez, C. y Navarrete, G. (2004). Maltrato infantil y representaciones sociales. Bogotá.
Universidad de Colombia. Diálogos.
Renes, V. (2012). Ponencia marco. ¿Un nuevo modelo social emergente? Una reflexión
obligada. Nuevas propuestas nuevos tiempos. Madrid: CEET-Fundación Tomillo, 110-
128.
Rodríguez, J.J. (2013). Infancia, adolescencia y juventud en dificultad social. En Mª. P.
Quicios, J.L. González, J.J. Rodríguez y R. Moreno (2013). Infancia, adolescencia y
juventud en dificultad social. Madrid: Mc Graw Hill. UNED.
Santibáñez, R. y Martínez, A. (Coords.) (2013). Intervención comunitaria con adolescentes
y familias en riesgo. Barcelona: Graó.
Torío, S., Peña, J.V., Rodríguez, Mª C., Fernández, C. Mª, Hernández, J. e Inda, Mª M.
(2013). Construir lo cotidiano: un programa de educación parental. Barcelona:
Octaedro.
Varela, L. (2013). Modelos de intervención socioeducativa en los servicios sociales
comunitarios: de la asistencia al cambio en una sociedad en crisis. En S. Torío, O.
García, J.J. Peña y C. Mª García (Coords.). La crisis social y el Estado del Bienestar:
Las respuestas de la Pedagogía Social, 715-721.
Referencias filmográficas
Daniels, L. (2009). Precious. USA, 105´
486
CLAVES PARA LA PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN EN JUEGO
RESPONSABLE EN JÓVENES Y ADOLESCENTES EN EL CONTEXTO
SOCIOEDUCATIVO
aestevez@deusto.es,
izas.sarabia@gmail.com
, elenagarcia@agintzari.com
Resumen
Introducción
El juego con apuesta forma parte de nuestra cultura. Su acceso cada vez más fácil a través
de internet y de las nuevas tecnologías ha provocado un aumento en los últimos años.
En ocasiones, el juego puede convertirse en problemático y dar lugar al trastorno del juego.
En la actualidad el trastorno de juego, según el DSM-V forma parte de los trastornos
comportamentales (APA, 2013). Las personas que sufren esta problemática tienen un
487
comportamiento de juego desadaptativo, persistente y recurrente, que altera de una
manera muy fuerte la vida personal, familiar y profesional. Las consecuencias pueden
llegar a ser devastadoras e incapacitantes.
Los datos sobre la prevalencia, según Gupta y Derevensky (1998) y Jacobs (2000), han
mostrado que es más alta en jóvenes-adolescentes que en adultos, oscilando la cifra entre
un 0,8% y un 4,6%. Estudios más recientes, como el meta-análisis realizado por Nowak y
Aloe (2013) han encontrado cifras sobre la prevalencia en jóvenes-adolescentes bastante
más elevadas que las encontrada por estudios anteriores, llegando a alcanzar un 10,23%.
Los problemas de juego patológico entre adolescentes se han asociado con numerosos
problemas psicológicos tales como altos niveles de sintomatología depresiva (Molde,
Pallesen, Bartone, Hystad, & Johnsen, 2009), ansiosa (Ste-Marie, Gupta, & Derevensky,
2006); mala salud en general (Potenza et al., 2002) o bajo rendimiento académico (Wynne‚
Smith‚ & Jacobs‚ 1996). También se han asociado con el aumento del riesgo de alcohol y
del abuso de sustancias (Hardoon, Gupta & Derevensky, 2002). En este sentido, algunos
estudios consideran que el inicio temprano en el juego está asociado en mayor medida al
consumo de drogas (Lynch, Maciejewski, & Potenza, 2004).
A pesar de estos datos, el juego patológico en los adolescentes ha sido poco estudiado
(Volberg, Gupta, Griffiths, Olason, & Delfabbro, 2010). Las nuevas tecnologías han
cambiado la manera de jugar afectando, especialmente, a la disponibilidad y la
accesibilidad al juego durante las 24 horas. En este sentido, autores como Abbott, Volberg,
y Ronnberg (2004) o Welte, Barnes, Tidwell, y Hoffman (2009) también han alertado del
crecimiento del número de personas con juego patológico on line. Unido a esto, la
privacidad también ayudaría a aumentar los problemas con el juego, ya que las personas
podrían jugar delante del ordenador de su casa o desde aplicaciones en el móvil, sin la
preocupación sobre qué pensarán las personas que están alrededor, al contrario de lo que
ocurre en un bar o en un casino (Estévez, Herrero & Sarabia, 2013).
Estos nuevos escenarios de juego con dinero, donde el colectivo joven y adolescente es
uno de los principales invitados a participar, alerta sobre la necesidad de trabajar en aras
de la prevención para evitar el desarrollo de problemas de juego en edades tempranas. Por
un lado, se ha realizar prevención para que las y los menores de edad no accedan a este
tipo de juego, y por otro lado, trabajar con quienes si tienen la edad para apostar, la
concienciación sobre los posibles riesgos que se derivan del juego patológico y entrenar
habilidades que les permitan tener un control interno sobre su modo de juego.
Objetivo
488
Metodología
Este estudio utiliza metodología cualitativa que ayuda a profundizar en las reflexiones y
razones que esgrimen el colectivo adolescente y juvenil. Es el propio objetivo el que indica
la adecuación de emplear una metodología cualitativa.
Muestra
Procedimiento
Medidas
Para la elaboración del guión de los grupos de discusión se buscaron preguntas que
contestaran a los objetivos planteados por la presente investigación. La batería final de
preguntas se supervisó y aprobó por el equipo investigador de este trabajo y se comprobó
su idoneidad en la primera sesión grupal realizada. El guión resultante son 18 preguntas,
semiabiertas, que fomentan respuestas desarrolladas (explicativas y narrativas) de los y las
jóvenes participantes.
489
Resultados
Los resultados mostraron algunos de los elementos que podrían ser útiles en el diseño de
programas de prevención e intervención en estas edades con esta problemática en el
contexto educativo. A continuación se muestran una extracción de algunos de los
resultados obtenidos en el estudio.
En cada grupo de discusión, se preguntó, tanto a las personas jugadoras como a las que
no lo son, qué elementos consideran esenciales para una prevención eficaz del trastorno
de juego.
“Al final, da igual lo que hagas, si se inventa una cosa, se inventará otra después
para evitar esa cosa que han inventado”.
“Eso de la identificación por DNI es una chorrada, porque es como cuando ibas a
las discotecas y te decían, tienes que tener 17 ó 18, y luego vas y le pedías el
DNI al vecino y te lo dejaba el vecino…”
“Quitar las máquinas, porque si no, ya te digo, yo te lo digo así, yo tampoco veo a
críos de 16 años, pero de 18 hay bastantes”.
“Yo trabajo en un bar y al final hemos quitado la máquina porque era una rallada,
estás con mucha gente y es imposible controlar quién juega…”
“Mira, al sitio que voy yo, (…) tú si quieres apostar tienes que ir a la barra y
decirle al tío “oye, me puedes encender la máquina”
“Los padres también tienen que estar presentes. Es difícil saber si tu hijo apuesta
o no, pero que sean conscientes de que lo está haciendo igual…a ver, a veces
son tonterías de igual una vez o dos veces al mes o así. Pero que sean
conscientes de lo que está haciendo y de dónde se está gastando el dinero,
porque luego van a más y a más y no se van a dar cuenta y les van a acabar
quitando el dinero”.
“Es culpa de los padres…ellos también tienen responsabilidad que con 8 años les
compran un móvil de última generación, una consola… Si desde los 8 años
pueden acceder a Internet pueden acceder a páginas de apuestas, etc.”
“Yo creo que empezando por los medios de comunicación. Deberían…están todo
el rato vendiendo máquinas, vendiendo juegos…al final los niños quieren lo que
ven, entonces…”
“Si están todas las partes implicadas: familia, publicidad, locales de juego…”
“En Internet se podrían prohibir los spots publicitarios (banners). Que si alguien
490
quiere apostar que se tenga que meter directamente”.
“La publicidad está dirigida a la gente que quiere ganar dinero fácil, porque te lo
venden como si fuera lo más fácil del mundo, como si ganaras fijo. Hay un
anuncio en el que sale Nadal y ese es para nosotros, porque hay mucha gente
que le sigue en el anuncio y esa gente que está detrás de él, siguiéndole, es
gente joven.”
“Las leyes están siempre a favor de que los beneficiaros económicos mantengan
sus beneficios. La leyes de modifican a favor de los beneficios de las empresas,
no de las personas”.
Conclusiones
En primer lugar, se detecta una necesidad de realizar una labor preventiva sobre el juego
con dinero, tanto por los datos arrojados por otros estudios, como por las nuevas acogidas
de población joven en centros de tratamiento, como por las informaciones ofrecidas en la
investigación que se ha llevado a cabo y de la que se deriva este capítulo.
Al igual que sucede con otras conductas de riesgo, la prevención debe de comenzar a
trabajarse desde las primeras etapas de educación: la Educación Infantil, encuadrándola
dentro de la línea Transversal de Educación para la Salud. El entrenamiento en habilidades
sociales y personales que permitan a la joven o al joven, afrontar de manera exitosa
momentos en los que el juego con dinero puede ocasionar problemas es la base de esta
prevención. Ser capaz de tomar decisiones después de realizar una reflexión crítica, poder
decir no quiero jugar (ser aseritvo/a) y ser capaz de gestionar la presión de grupo, controlar
la impulsividad, podrían considerarse las principales habilidades a trabajar.
491
apuestas u otro tipo de juegos con dinero.
El mayor problema que surge a la hora de tratar este tema, es que el juego es un producto
que genera mucho dinero al cabo del año, y el objetivo de la publicidad es seguir captando
a personas que jueguen y sigan produciendo beneficios. La cuestión ética queda relegada
en ciertas ocasiones, obviando la población destinataria (joven) a favor del mantenimiento
de la Industria del juego.
Referencias
Abbott, M. W., Volberg, R. A., & Rönnberg, S. (2004). Comparing the New Zealand and
Swedish national surveys of gambling and problem gambling. Journal of gambling
studies, 20(3), 237-258.
Estévez, A.; Herrero, D. & Sarabia, I. (2013). Factores facilitadores de conductas adictivas
de juego patológico en jóvenes y adolescentes. ONCE: Documento técnico no
publicado.
Griffiths, M. D. & Wood, R. (2000). Risk factors in adolescence: The case of gambling,
video-game playing and the internet. Journal of Gambling Studies, 16, 199-225.
Hardoon, K, Gupta, R., & Derevensky, J. (2004). Psychosocial variables associated with
adolescent gambling: A model for problem gambling. Psychology of Addictive
Behaviors, 18(2).
Molde, H., Pallesen, S, Bartone, P., Hystad, S., & Johnsn, B. (2009). Prevalence and
correlates of gambling among 16 to 19 years old adolescents in Norway.
Scandinavian Journal of Psychology, 50: 55 -64.
Nowak, D. E., & Aloe, A. M. (2013). The Prevalence of pathological gambling among
college students: A meta-analytic synthesis, 2005–2013. Journal of Gambling
Studies, 1-25.
Ste-Marie, C., Gupta, R., & Derevensky, J. (2006). Anxiety and social stress related to
adolescent gambling behavior and substance use. Journal of Child & Adolescent
Substance Use, 16(4), 55-74.
Volberg, R., Gupta, R., Griffiths, M. D., Olason, D., & Delfabbro, P. (2010). An international
perspective on youth gambling prevalence studies. International Journal of
Adolescent Medicine and Health, 22(1), 3-38.
492
Welte, J. W., Wieczorek, W. F., Barnes, G. M., Tidwell, M. C., & Hoffman, J. H. (2004). The
relationship of ecological and geographic factors to gambling behavior and
pathology. Journal of Gambling Studies, 20(4), 405-423.
Wynne‚ H. J.‚ Smith‚ G‚ J.‚ & Jacobs‚ D. F. (1996). Adolescent gambling and problem
gambling in Alberta. Prepared for the Alberta Alcohol and Drug Abuse Commission.
Edmonton‚ AB: Wynne Resources Ltd.
493
TALLERES, EXPERIENCIAS Y REFLEXIONES
coordequiptecnic@intress.org
Resumen:
La crítica que se realiza muchas veces a los Centros Residenciales donde se encuentran
ingresados niños/as y adolescentes tutelados por la administración, creo que no debería
estar ligado al ingreso en sí, (entendiendo que han llegado allí porque no se ha encontrado
otra opción y es la mejor decisión en ese momento), sino al funcionamiento de estos
centros, a su profesionalidad y a los resultados que se obtienen. En planteamiento que se
realiza en este artículo tiene que ver con el modelo que se puede implantar y que nos
puede servir como guia para nuestra actuación. Dándole sentido a nuestro trabajo y por
supuesto a una mejora en la calidad de nuestra intervención.
494
SITUÉMONOS
La intención con este artículo es abrir un debate. ¿La figura del educador realiza, puede
y debe hacer una intervención terapéutica?.
Seguiendo este guión, cualquier familia sea del tipo que sea (profesional o no), tiene la
obligación de proteger y potenciar a los miembros que componen su sistema. Por eso, si
hay un desequilibrio en el sistema individual o grupal se ha de intentar un reequilibrio
sano. O lo que es lo mismo, pasar de modelos disfuncionales a modelos funcionales, cosa
que requiere de un “trabajo terapéutico”.
Se puede solicitar ayuda al exterior o intervenir desde el interior del sistema. O una fórmula
mixta, que incluya agentes externos: CSMIJ, psicólogo privado, supervisión… a nivel de
intervención externa; y, a nivel interno desde CRAE, individualmente o en equipo,
implementando los educadores estrategias, abordajes… “terapéuticos”.
La anterior propuesta podria ser vista desde un continuum que, en un extremo tuviese el
modelo A, y en el otro, el modelo B. El modelo A podría ser descrito como un modelo
familiar sano, que evita de una forma natural las diversas problemáticas que se presentan,
o posibilita que en situaciones de crisis, pueda volver a equilibrar el sistema. Podríamos
decir que aplican un sistema terapéutico natural, que evita que se enquisten los problemas.
Puntualmente, pueden necesitar ayuda externa, convirtiéndose en agentes terapéuticos.
Pero dentro de un “continuum” de modalidad sana a disfuncional, volveran a ser de nuevo
funcionales en la mayoria de los casos, en un periodo relativamente corto de tiempo. El
modelo B, por su parte, respondería a modelos familiares que provocan la disfuncionalidad
de sus miembros (modelos permisivos, hiperprotectores, delegantes, autoritarios, o
cualquiera que incumpla o sea inadecuado a nivel de protección. Muchos no buscan
ayuda, otros la buscan, pero son resistentes al cambio hacia modelos mas saludables.
Aquí, será clave la pericia del profesional para abordar el caso y promover cambios.
Ante una dicotomia tan clara parece evidente que para intervenir en cualquier contexto
elegiríamos el modelo A. Pero para eso tenemos que tener identificados modelos familiares
que representan una buena praxis y a la vez tener en un horizonte cercano y no lejano, un
trabajo terapéutico con nuestros tutorados.
495
nos planteamos que seamos el origen de muchas de las problemáticas que presentan. Por
lo tanto el foco de atención parental va en dos direcciones concretas cuando buscan
ayuda: el problema es del hijo/a, y/o de agentes externos (colegio, amigos, sociedad etc).
Hemos pasado de modelos autoritarios a en las últimas décadas a un modelo permisivo y/o
hiperprotector, que crea una tipologia de niños y niñas sin límites (con problemas
conductuales), inseguros, con baja autoestima y poco autónomos. En el libro “La
Educación del talento” (Marina, 2010, p.29) aparece en un diálogo lo siguiente: “...Los tres
grandes recursos educativos de los padres son la ternura, la exigencia y la comunicación.
Es evidente que desean el bienestar actual del niño, pero saben que a veces hay que
limitarlo con vistas al bienestar subjetivo posterior...”. Me parece que resume en una frase
perfectamente un modelo familiar sano.
Sea el que sea el modelo que utilicemos, tenemos que perder el miedo a hablar de
“trabajo terapéutico”. Tenemos mucho por aprender y se ha de hacer un esfuerzo por
parte de todos para poder decirlo de forma congruente.
¿Donde está situado un CRAE dentro de este continuum? Si los niños vienen de modelos
familiares disfuncionales, se supone que tendriamos que convertirnos en agentes
terapéuticos del modelo tipo A como sistema relacional…, ¿y podriamos entonces hablar
de una acción terapéutica…? Parto de la idea que los educadores en un centro van a
cumplir un rol familiar (afecto, límites y comunicación), pero evidentemente desde una
perspectiva profesional y terapéutica. De ahí el título “...modelo familiar profesional y
terapéutico”.
Que nuestras acciones tienen unas consecuencias y que pueden ser muy negativas si no
conocemos como abordar de forma terapéutica las diferentes problemáticas que nuestros
tutorados nos van a plantear, es tal vez una de las primeras cosas que debemos afrontar.
La realidad es que podemos ser nosotros mismos, quienes provoquemos o aumentemos
reacciones perjudiciales y resistentes en el tiempo.
Cambiarian mucho las cosas que nuestro punto de partida fuera que toda acción ha de
realizarse desde un punto de vista terapéutico. Nos ayudararia a pensar en nuestras
intervenciones, y en sus consecuencias.
(5) Ejemplo. Hay niños que no dan problemas, ya que su único objetivo es tener la
aceptación del adulto. Y asumen responsabilidades excesivas o simplemente
son de un tipo de personalidad más internalizante. Normalmente pasan más
desapercibidos. Y tenemos que intentar llegar hasta ellos. Posibilitar su
expresión, no premiar el excesivo esfuerzo que realizan para tenernos
contentos, normalizar un error....
Tenemos que conocer que dependiendo de factores de maltrato, vinculación o
simplemente modelos familiares podemos tener menores con características
más externalizantes o internalizantes. Y nosotros tenemos que aplicar un
modelo general en cuanto a la consecución de seguridad y funcionalidad con
sus particularidades respecto al tipo de maltrato, vinculación y modelos
familiares.
(6) Es necesario conocer el momento en el que se encuentran nuestros tutorados.
497
Inicialmente hay un período de adaptación, posteriormente una fase de
transferencia y repetición de los conflictos, y finalmente si todo ha ido bien una
fase de regresión y construcción de la relación.
(7) Como ya apuntaba en el punto (1), tendremos que aplicar justo lo que necesita
cada individuo. Imaginémonos que tenemos una chica que comienza a tener
problemáticas con la comida, si intentamos analizar la situación, la
reencuadramos y encontramos que han habido una serie de problemáticas
familiares actuales, y que no las ha expresado, tal vez sea una posible
explicación y un cambio de percepción de dónde y cómo intervenir. Si no
actuamos correctamente, podemos provocar que si nos centramos en la
comida, terminemos por enquistar una situación que pudiera ser resuelta con
una actuación ante la problemática familiar y evitar dedicar una excesiva
dedicación al ámbito alimentario (la técnica en este caso es rebajar la atención
al ámbito alimentario, y dedicar esa atención en otro contexto).
Hay casos que ponen en jaque en muchas ocasiones a equipos. El caso de
menores que presentan problemas conductuales como los que presentan los
“negativistas desafiantes”, (me cuesta poner el nombre, a este tipo de trastornos
conductuales, porque en vez de servir para trabajar a veces sólamente sirve
para etiquetar), es un claro ejemplo. Recuerdo un caso en el que utilizamos un
juego para trabajar con un menor con un trastorno grave de este tipo. Si
analizamos como funciona un trastorno de este tipo encontramos que en
esencia consiste en evitar que consigas lo que quieres. Así que planteamos dos
educadores que habíamos trabajado en ganarnos el respeto del chaval en
cuestión (el modelo familiar profesional se ha de aplicar siempre para poder
poner en pràctica las técnicas adecuadas, ¡en definitiva vincularnos¡), el juego
siguiente: cada vez que te niegues a hacer algo que te pidamos contaremos un
punto, si llegamos a 10, ganaremos nosotros y nos iremos a cenar (los dos
educadores) para celebrarlo. La sorpresa fue que comenzó a hacer lo que le
pedíamos para evitar que nos fuéramos a cenar la mayoría de veces que
aplicamos el juego.
Evidentemente trabajamos sobre otros factores comunes para conseguir que se
segurizara, y que está dentro del modelo familiar profesional que tenemos que
aplicar. En definitiva hemos de perseguir capturar la vinculación como objetivo
general, para poder promover los cambios necesarios, y sólamente es posible si
nos hemos ganado el afecto y el respeto (los dos son indispensables).
(8) Tenemos que buscar un sistema para poder valorar si estamos en el buen
camino o debemos cambiar el tipo de intervención que realizamos. Si tenemos
claro dónde estamos y que queremos conseguir podremos ir ajustándonos a las
necesidades que se nos presentan.
Los mismos profesionales venimos de modelos familiares, que ante un vacio de marco de
actuación, ponemos en funcionamiento nuestro particular modelo relacional que
percebimos como correcto. O en ocasiones, aplicamos lo que socialmente está de moda.
Si mi relación con el tutorado en un Centro Residencial no funciona, ¿será que tal vez
estoy haciendo alguna cosa que no es adecuada? O como es habitual, hacemos una
498
atribución del tipo: se trata de un problema del niño… La necesidad de justificarnos nos
hace crearnos autoengaños para mantener nuestro equilibrio interno. Cuando se produce
una disonancia (Festinger, 1992), tendemos a reducirla y normalmente acabamos
culpabilizando a los niños/as y adolescentes cuando no conseguimos reequilibrar una
situación.
En definitiva, creo que nuestra obligación es ofrecer un modelo terapéutico. Que se puede
hacer, pero que queda un largo camino por recorrer. El primer trabajo que se ha de realizar
es identificar los modelos familiares existentes y establecer qué o cuales són los modelos
sanos.
Y finalmente, una anotación que puede ser motivo para profundizar mas en esta reflexión.
¿Se puede ser terapéutico sin hacer una psicoterapia?. ¡¡¡Creo que sí¡¡¡. Un ejemplo: cada
vez más llegan a los Centros casos graves de trastorno límite de la personalidad. Sin tener
que conocer todas sus características (que seria extremadamente necesario para saber
posicionarnos relacionalmente), podemos trabajar la autoestima, que es una de les
problemátiques básicas en este tipo de trastornos. Pero no con una simple ficha, sino
implementándolo dentro de la relación o vínculo. Si lo hago correctamente, ¿estoy
haciendo una acción terapéutica???? ¡Sigo pensando que sí¡.
“Se requiere una nueva manera de pensar para resolver los problemas producidos
por la vieja manera de pensar.” Albert Einstein
499
ACOMPAÑAMIENTO ESPECIALIZADO A JÓVENES EN EXCLUSIÓN EN
DEBABARRENA: Una experiencia de investigación-acción socioeducativa.
INTRODUCCIÓN
E st ud i o d e J ó ven es m a yor es de ed ad no em a nc i p ad os d e 1 8 - 25 añ os
d e l a CA P V.
503
2. Textos de carácter legal como Leyes, Órdenes, Decretos,
EMPLEO
SERVICIOS SOCIALES
ED U CACI ON
MARCO SOCIAL Y CULTURAL EN LA
NECESIDADES
TRANSICIOÓN A LA VIDA ADULTA VIVIENDA
DE LOS-AS JOVENES DE LA CAPV.
ORIENTACIONES
MARCO LEGAL
SANIDAD
KALEXKA ELKARTEA
www.kalexka.com – kalexkalekartea@kalexka.com
Idiazabal 41 Local 3 Urnieta 20130 – Aptdo. de correos nº40
Los bloques son una especie de cajones que ordenan las diferentes ideas en
función de una serie de criterios que nos ayudan a comprender con mayor
precisión la realidad de los-as jóvenes y poder extraer conclusiones del estudio
que midan: el nivel de vulnerabilidad de éstos -as, la necesidad de
intervenciones, que aspectos habría que trabajar, cuales son las carencias y
déficits, etc.
Síntesis de las conclusiones del estudio.
Poder acceder a profesionales que les nutran de recursos, habilidades y
herramientas para poder desarrollar ciertas competencias, actitudes y
aptitudes que refuercen aspectos como el aumento de la autoestima, la
madurez personal, la motivación y el empoderamiento.
Tener figuras de referencia adulta en sus contextos cotidianos de
relación como la calle, locales, recursos o servicios, etc. que acompañen a
los jóvenes en la confección de proyectos de vida personalizados;
estructurando modelos e intervenciones proactivos.
504
Confianza de la comunidad en los procesos creados y desarrollados por
ellos-as mismos-as: Se tiende a criminalizar los procesos generados
autónomamente por jóvenes: locales, actividades en la calle, etc.
Estructurar modelos e intervenciones proactivas.
A nivel escolar se aboga por una revisión de la formación general y
específica; mientras que en el plano ocupacional se solicitan procesos de
Empleo-Formación así como potenciar experiencias laborales.
En cuanto a las políticas destinadas a los-as jóvenes de la CAPV, a pesar de
que toman más cuerpo dentro de la Administración, sigue habiendo
déficits: vivienda, empleo, trasversalidad de las políticas juveniles al
resto de departamentos, análisis de la juventud actual que necesita de una
reinterpretación y un reconocimiento nuevo, aplicación de un enfoque
comunitario y un desarrollo sistémico, inter venciones basadas en la
relación educativa y en la generación de procesos desarrollados dentro
de la propia comunidad y en la vida cotidiana.
Reforzar las políticas de Servicios Sociales y Promoción Juvenil a efectos
de cobertura de situaciones de riesgo c omo de participación de los-as
jóvenes.
Ajustar los recursos y servicios dirigidos a la población juvenil.
Necesidad de integrar la perspectiva de género y la interculturalidad.
Fundamentación.
Recogiendo la última de las orientaciones del estudio, desde la entidad se
plantea el desarrollo de un Programa de Intervención Socioeducativa en Medio
Abierto con jóvenes en exclusión de 18 a 30 años en la comarca de
Debabarrena. Para ello se pone en marcha un programa piloto con la
505
financiación de la Diputación Foral de Gipuzkoa (Área de Inclusión) y el
Ayuntamiento de Elgoibar (Departamento de Servicios Sociales), mediante la
contratación de dos educadores sociales a tres cuartos de jornada.
La comarca de Debabarrena se encuentra en el extremo noroeste de la
provincia de Gipuzkoa y cuenta con unos 60.000 habitantes. Esta
conformada por los municipios de Deba, Eibar, Elgoibar, Mendaro, Mutriku y
Soraluze, siendo una comarca predominantemente de carácter industrial. Se
estipula una duración del programa piloto de seis meses para iniciar
procesos inclusivos con jóvenes siendo la ubicación dentro de los Servicios
Sociales de Elgoibar aunque se atienden a jóvenes de toda la comarca.
Este piloto pasa a ser la puesta en marcha de una interven ción ajustada en
torno a las conclusiones del e s t u d i o q u e c o n l a e v a l u a c i ó n f i n a l t e n d r á
q u e d e r i v a r e n l a c r e a c i ó n d e u n S e r v i c i o d e Acompañamiento
Especializado a Jóvenes totalmente ajustado a las necesidades de los -as
jóvenes para el establecimiento de itinerarios inclusivos.
Objetivos.
El programa se planifica en torno a tres líneas estratégicas de intervención,
marcadas en este caso tras desarrollar un pequeño estudio de la comarca para
adaptar las conclusiones obtenidas en el anterior a las especificidades de los-
as jóvenes de esta zona.
Línea estratégica 1: Dar respuesta a las necesidades socioeducativas de
los-as jóvenes con dificultades de inclusión mediante la detección en sus
espacios cotidianos de relación, el desarrollo de procesos educativos
individuales y la generación de marcos grupales para el desarrollo de éstos
abordando dif erentes temáticas (inserción socio -laboral, motivación,
habilidades sociales, conocimiento de recursos, elaboración de
itinerarios personales, etc.)
Metodología.
Algunas acciones.
:
FASE DE EVALUACIÓN: Orientaciones a futuro.
1
FACTORES
HUMANOS
PROMOCIÓN
INTEGRACIÓN
COMUNITARIA
PERSONA
2 3
FACTORES FACTORES
RESIDENCIALES FORMATIVOS O
O DE PARTICIPACIÓN LABO RALES
EMANCIPACIÓN
509
• FACTORES LABORALES O FORMATIVOS: Desarrollo de proyectos de
intervención socioeducativa en contextos laborales y-o de capacitación
o formativos
BIBLIOGRAFIA
510
PEDAGOGÍA ALADÚRICA.
INCERTIDUMBRE, ARTE, EXPERIENCIA Y NARRACIÓN
Julián R. Bozzo
info@danzapalabra.org
www.danzapalabra.org
0034 686 490 381
“Colocamos una palabra allí donde comienza nuestra ignorancia- donde no conseguimos
ver más allá, por ejemplo, la palabra yo, la palabra hacer, la palabra sufrir, esto tal vea
sean líneas de horizonte de nuestro conocimiento, pero no son verdades.”
F. NIETZSCHE
Más allá de hablar sobre la naturaleza esférica de una pelota, más allá de discutir
acerca de la textura bibliográfica o cognoscitiva acerca de la realidad que vivimos, este
propuesta no hunde su motor en “saber qué sucede en la vida” sino más bien “sentir
qué nos sucede frente a la vida”. Esta pedagogía no trata de bosquejar un futuro ni un
camino a seguir, tan sólo trata de poner un espejo frente al sujeto.
22 NIET)CHE, F. 979 Así hablo Zaratustra” Alianza Editorial, Madrid. Pág. 272
23 ADORNO, THEODOR 99 “o e sujeto y o jeto Consignas, Buenos Aires, Amorrortu, pág. 144.
511
decir que no hay camino cuando negarlo establece otro? Encuentro la siguiente
respuesta: No preguntando al camino, sino al caminante.
Lo que los maestros quieren cuando les preguntas acerca de qué necesitan sus
alumnos es : Motivación, esfuerzo, espontaneidad, creatividad y convivencia. Esto que
los maestros ven en los alumnos, es lo que ellos propiamente necesitan. Es como
cuando describimos a un amigo y decimos las cosas que vemos de nosotros mismos; Es
inteligente, creativo, muy atento, etc. Esto nos recuerdo a la cita de Protágoras “El
hombre es la medida de todas las cosas”. Cuando esta observación va acompañada de
una emoción determinada en Gestalt se le llama proyección27; “ver en el otro lo que yo
Esta claro que ya no hay horizonte con sentido. La fórmula estudia + carrera+
pareja+ perro+ casa en el campo= felicidad se ha desmoronado. Entonces:
la perso alidad de las fu io es del ego de o ta to, ide tifi a ió y espo sa ilidad E PERL“, F,. Yo,
ha e y ag esió . Fondo de Cultura Económica. México 1975. pág. 206.
28 UL“AMER, B., “i aí es o hay alas Ed. Luciérnaga. (2004)
513
proyecto es: ¿Cómo enseñar algo que los profesores no son? ¿Cómo enseñar a ser
creativos, si nunca nos enseñaron? ¿Cómo ser espontáneos si cuando un niño llora le
calmamos y no le dejamos explorar su emoción? ¿Cómo enseñar a amar si nos han
prohibido amarnos? ¿Si cuando dices cualquier aspecto positivo de tu personalidad la
gente te responde diciendo eres un egocéntrico? ¿Cómo dar si no tienes?29 No puedo
dar dinero, si no lo tengo, no puedo dar amor si no me amo.
EL PROYECTO ALETHEIA
Este proyecto es una experiencia llevada a cabo desde el año 2007 en varios
centro escolares de la Comunidad de Madrid. Es una propuesta desarrollo personal
dirigida a maestros y alumnos de primaria y secundaria. Su temporalización se basa en
ocho horas de trabajo con alumnos y maestros.
La escuela de como espacio donde ser quien eres. No un espacio donde parecer o
estar, sino solo SER. Como un lugar donde no haya un conflicto de intereses por la
personalidad dominante que la cultura establece. Un espacio donde el maestro no le
diga al tímido que tiene que ser más extrovertido y al extrovertido que tiene que
controlarse. Quizás tengan que serlo porque esa es se esencia. Quizás al alumno hay
que mostrarle “qué consecuencias tiene en su vida alejarse el grupo y preguntarle
cómo se siente ahí”. Igual que al maestro preguntarle ¿Cómo te sientes siendo el padre
de tus alumnos, preocupándote por ellos constantemente? Seguro que de entrada
responde “bien”. Obvio. Quizás si le preguntas ¿Qué relación tienes contigo? ¿Te
cuidas? ¿Te miras? ¿Necesitas algo de ti? Su voz se muestras más grave y muestra
como dedicarse de los demás hace que sea una forma de no dedicarse a él mismo y
que lo hace para posponer su relación con sus impulsos y lo que quiere hacer. Si
después le mostramos que cada vez que hace algo por un alumno o le busca
incesantemente para que le cuente como está y qué necesita de él, le preguntamos
¿Crees que le debilitas o le fortaleces? La reflexión del maestro será inquietante: Estoy
viviendo la vida de los otros.
Objetivos:
Localizar los mecanismos de huida frente a experiencias de dar y recibir.
Identificar la relación con el grupo de trabajo y las semejanzas con mi posición en
la familia.
Fortalecer la conexión con lo espontaneo en detrimento a lo medido y calculado.
Ampliar la mirada del maestro a través de la pedagogía sistémica y narrativa.
Mostrar la importancia de un trabajo personal en el maestro paralelo a su
profesión.
Sentir la diferencia entre el “Debo ser” y el “Quiero ser”.
Localizar los momentos en los que pospongo conectar con mis deseos en
detrimento a lo que necesita el otro.
Contenidos:
Objetivos:
El Pedagogo y su Metodología.
Pedagogía Aladúrica del Arte.
Tampoco les diremos lo que tienen que hacer para que la clase esté ordenada.
Ellos tienen su orden que responde a la situación interna (emocional) del grupo, puede
ser tímida, alborotada, ágil, conflictiva.¡, etc. Nosotros solos nos entrometemos cuando
haya una situación en la que podamos ofrecernos como espejos y ayudarles a
desarrollar su pensamiento. En el caso que este sucediendo algún problema y existe un
516
excesivo miedo a decir lo que piensan delante de la clase, por ejemplo muy común que
hagan un círculo entre todos y algunos alumnos hayan quedado excluidos fuera, le
preguntamos al grupo “Qué puedes hacer para que todos estemos mejor” Y se les pide
que lo hagan, no que lo digan. Así evitamos la excesiva elaboración mental de
respuestas de bienestar. Es muy común saber qué es lo que tenemos que hacer y no
hacerlo. Nos han educado para comprender el mecanismo del cerrojo de una
puerta, pero no para girar la llave.
Todo esto que escribo es increíble pero no suele pasar en los centros que trabajo.
Pero bueno, es normal, como antes decía “nadie da lo que no tiene”. Tampoco pasa en
la adultez. Nosotros a menudo no decimos lo que nos queremos y lo hacemos por la
fuerza o directamente nos callamos y postergamos nuestros deseos. En estos casos de
clase los maestros suelen decir “Ya estás como siempre” o “deja de molestar”. Es
importante permitir tiempo y que los niños sientan que hay un espacio y un ritmo para
poder expresarse.
La experiencia del arte como encuentro, como proceso. Como espejo en la acción,
como posibilitad de alejarnos la imagen que tenemos nosotros mismos. Un espacio
donde nuestras concepciones y nuestro ego de evapora y da paso a una mundo de
realidades posibles porque el lenguaje desde el que hablamos no encuentra referente en
nuestro lenguaje asociado a la lógico de construir pensamiento. La gramática de la
emoción y su “desorden” embelesa a la lógica y permite re inventarnos, re decirnos... la
poesía y su ausencia de referente categórico... es simplemente... hermoso.
Es muy importante que el pedagogo sea las palabras que por su boca nazcan. Sea
consciente de su lenguaje no verbal, de su intención. Tiene que haber pasado por un
proceso de desarrollo personal hasta haber conocido la imagen que muestra en los
demás, hasta haberse dado cuanta de los mecanismos que le invitan a ser cómo es. En
ningún caso se entienda esto como que sea un persona “totalmente trabajada”. Quiero
decir que sólo con la humildad correspondiente nacida tras lograr ver lo que esconde
tras su ego, puede empezar a caminar esta mirada con humildad, vulnerabilidad,
fortaleza y la energía proyectada en la vida como apertura y libertad.
En la educación social, ¿Cuáles son los colectivos de riesgo? ¿Los que no tienen
nada? Entiendo y no quiero parece frío en mis palabras. Solo siento que esta humanidad
esta desabrigada desde Lima hasta Nueva York. Que el rico puede ayudar al pobre
cuando sienta agradecimiento en su enseñanza. Quizás sea el momento de también
comprender que el rico es un excluido, que el totalitario es presa de una tradición y unas
517
cadenas a las que nadie acude a mostrarles lo diferente. Todos queremos amigos, todos
queremos que papa y mama nos quieran y nos reconozcan. Todos queremos ser libres,
espontáneo y felices. Esta propuesta no pretende trabajar con un colectivo que no sea la
humanidad.
518
PROYECTO “YO EN EL MUNDO”
Infancia y juventud.
Partiendo de estas inquietudes, nos surgió la idea de crear una metodología más activa,
en la que los alumnos y alumnas fuesen los protagonistas de su propio aprendizaje.
Así fue como pusimos en marcha nuestro proyecto “Yo en el mundo”. Se trata de un
proyecto educativo que parte de la individualidad de cada alumno y alumna, y que lo
hace único e irrepetible y; cómo a través de ésta conciencia, va configurando su realidad
de manera progresiva; desde su contexto más cercano a una realidad compleja, llamada
mundo.
Para conseguir aplicar ésta metodología y crear una verdadera conciencia cómo
individuo, inmerso en una realidad social, en la que vive y convive de manera activa, nos
apoyamos en las grandes teorías de la educación, seleccionando aquellas que se
adaptaban a las necesidades educativas, evolutivas, psicológicas y sociales de nuestro
alumnado.
Los ritmos de aprendizaje eran muy diversos. Se trataba de un grupo muy heterogéneo,
presentaban claros problemas de autoconcepto, autoestima y un escaso talante
dialogante. Ese era el motivo de que surgiesen muchos conflictos, esa carencia de
pautas reguladas y límites, que garantizarían un clima de aula de calidad.
Para ello iniciamos un plan de actuación, basándonos en una metodología que partía
519
desde la base, la autoestima.
Creamos redes de apoyo entre pares de iguales, una metodología integradora, tolerante,
multicultural.
Una metodología con base democrática e igualitaria, pero que tiene en cuenta al
individuo y lo considera único e irrepetible. Que promueve la escucha activa, que otorga
a la palabra el don de ser el motor del cambio; porque con ella, expresan lo que sienten,
lo que piensan, opinan, lo que rechazan, lo que les gusta, lo que no.
Conseguimos una igualdad educativa, porque nos adaptamos a los diferentes niveles
que presentaban nuestros alumnos, a sus inquietudes, sus dudas y sobre todo porque
aunque procurábamos la igualdad educativa, nos centramos en que cada uno de ellos
era únicos e irrepetibles y por tanto, tenían que ser tratados como tales.
Con nuestro proyecto abrimos un mundo de posibilidades, porque cada uno de ellos es
especial, porque el único límite del papel que asumirán el día de mañana, como
ciudadanos de pleno derecho, será el que ellos se marquen, porque gracias a la
metodología que desarrollamos, a las dinámicas, talleres, rincones y haciéndoles
partícipes en todo momento de su propio proceso de construcción, les ayudamos a ser
libres.
Una interacción en constante evolución, donde no hay límites, no hay barreras, no hay
fronteras; sólo puentes de unión. Y es la base del motor de cambio de las futuras
sociedades: tolerantes, hermanadas y conscientes de la grandiosidad del ser humano,
donde todos y todas tengan oportunidad de desarrollarse de manera integral y no se
vean condicionadas por un contexto determinado.
Y esto debe fraguarse desde la escuela, desde los primeros cursos de infantil, hasta la
educación universitaria.
Bibliografía.
521
CAMBIOS DE LA DELINCUENCIA JUVENIL DE ESPAÑA Y CANARIAS:
ANÁLISIS DE TENDENCIAS EN EL PERIODO 2005-2011
mdearmas@dedu.ulpgc.es
Resumen
Introducción
El trabajo que presentamos toma la línea de Tracy, Kempf y Abramoske (2009) que
llevan a cabo el análisis de tendencias del periodo 2003-2007, para analizar los tipos de
arrestos en los delincuentes juveniles teniendo en cuenta la variable sexo y llevando a
cabo a nivel metodológico el análisis de variación porcentual. Por otro lado, Montero
Hernanz (2011) de su análisis de la variación porcentual del 2008 frente al 2001 para las
edades de los varones de 14-17 años aparece un incremento de variación porcentual del
13,09%.
Según Serrano Tárrega (2009) del estudio de la delincuencia juvenil en nuestro país
realizado del periodo 2000-2007 nos indica que existe un pequeño incremento de la
delincuencia juvenil femenina. Por otro lado, Cámara Arroyo (2011) destaca que la
criminalidad infantil y juvenil entre las mujeres es muy baja en proporción con la de los
varones. Aunque, Tracy (2009) en su trabajo nos dice que las mujeres delincuentes
juveniles tienen más similitudes que diferencias relativas a la detención, datos
estadísticos de arrestos, y datos en los tribunales.
Para Fernández, Bartolomé, Rechea y Megías (2009) en relación con la cuestión edad,
los resultados de los últimos años siguen documentando el contrastadísimo dato sobre
522
el aumento de delincuentes que se produce entre los 16 y, especialmente, los 17 años
(Farrington, 1986 y Rutter, Giller y Hagell, 2000).
Díez Ripollés (2006) del análisis 2000-2004 ha puesto de relieve, en primer lugar, que
nuestro país posee unas bajas tasas de criminalidad, en comparación con el conjunto de
Europa y que el tramo de edad más alto, los 16 y 17 años, concentra en gran medida la
criminalidad juvenil, hasta el punto de que duplica o triplica, según los casos, las cifras
del tramo inferior, 14 y 15 años.
Método
El cálculo de las tasas se realizó en una hoja de cálculo (Microsoft® Excel). Los análisis
joinpoint se llevaron a cabo con el programa informático Joinpoint versión 3.5.4 del
Surveillance Research Program of the US National Cancer Institute33.
31
Instituto Nacional de Estadística [consultado 15/10/2013]. Disponible en:
http://www.ine.es/inebmenu/indice.htm Fuente: Explotación del INE del Registro Central de Sentencias de
Responsabilidad Penal de los Menores.
32
Para el cómputo de las tasas específicas, se ha utilizado la población según el Padrón municipal a
1/1/2005, hasta 2011. [consultado 16/10/2013]. Fuente: Instituto Nacional de Estadística.
33
Joinpoint Regression Program, Versión 3.5.4. Bethesda: National Cancer Institute [consultado
17/10/2013]. Disponible en: http://srab.cancer.gov/joinpoint/
523
significación estadística por medio de método de permutaciones Monte Carlo, siendo la
significación estadística fijada en 0,05.
Resultados
524
Tabla 3.- Tasas de delincuencia juvenil varones y mujeres (delincuente juvenil/10.000
habitantes) y variación porcentual de la delincuencia juvenil en España y en la
Comunidad Autónoma de Canarias por categoría de edad.
525
Tabla 4.- Análisis joinpoint de las tasas específicas de delincuencia juvenil en España
(2005-2011).
Varones
Años
Total
Mujeres
Años
Total
Para la Comunidad Autónoma de Canarias según nos refleja la Tabla 4 en los resultados
del análisis de regresión sobre delincuencia juvenil en varones de 15 años en el periodo
2005-2011 se obtiene un descenso significativo (PCA:-13,10%; p<0,05). Por otro lado, la
Tendencia 1 y periodo 2005-2009 refleja un descenso significativo en los varones de 14
años (PCA:-26,01%; p<0,05) y en los de 15 años (PCA:-22,84%; p<0,05), en el periodo
2005-2008 en los de 16 años (PCA:-34,19%; p<0,05) y en los de 17 años durante el
periodo 2005-2007 (PCA: -46,66; p<0,05). En la Tendencia 2 y periodo 2007-2011
aparece un incremento significativo en los varones de 17 años (PCA: 10,46%; p<0,05). Y
por último, en las mujeres de 15 años aparece la Tendencia 1 y periodo 2005-2008 un
descenso significativo (PCA:-21,60%; p<0,05) y en la Tendencia 2 y periodo 2007-2011,
en las mujeres de 17 años un incremento significativo (PCA: 55,95%; p<0,05).
526
Tabla 5.- Análisis joinpoint de las tasas específicas de delincuencia juvenil en la
Comunidad Autónoma de Canarias (2005-2011).
Varones
Años
Total
Mujeres
Años
Total
En la Tabla 5 observamos que entre los extremos del periodo estudiado según el
porcentaje de cambio anual estimado (PCA global) mediante análisis joinpoint en
Cantabria un incremento (PCA: 12,11%; p<0,05). También el análisis jointpoint refleja un
descenso significativo del PCA global del -11,85% anual; p<0,05 en la Comunidad de
Madrid y en Catalunya (PCA: -7,36%; p<0,05). En la Tendencia 1, tenemos un aumento
significativo en Cantabria (PCA: 23,48%; p<0,05) y un descenso estadísticamente
significativo en Baleares (PCA: -28,34%; p<0,05) y en la Comunidad de Madrid (PCA: -
34,21%, p<0,05). Por otro lado, en la Tendencia 2, periodo 2007-2011, aparece un
incremento del 12,66% anual; p<0,05 en Baleares y en Cantabria para el mismo periodo
(PCA: 7,86%, p<0,05).
527
Tabla 6.- Análisis joinpoint de las tasas específicas de delincuencia juvenil varones de 14
a 17 años en las Comunidades Autónomas de España (2005-2011).
CC.AA. Tasa Tasa *PCA Tendencia 1 Tendencia 2
2005 2011 global Periodo 1 Periodo 2 *PCA
*PCA
Andalucía 194,10 179,63 -1,53 2005-2007 -10.03 2007-2011 2,10
Aragón 171,66 128,68 -2,74 2005-2007 -14,02 2007-2011 2,18
Asturias 165,43 142,45 -0,20 2005-2007 -20,69 2007-2011 9,41
Baleares 319,32 281,07 -1,00 2005-2007 -28,34* 2007-2011 12,66*
Canarias 292,26 147,77 -12,75 2005-2008 -31,66 2008-2011 11,39
Cantabria 211,55 92,58 12,11* 2005-2007 23,48* 2007-2011 7,86*
Castilla- León 209,79 187,66 0,28 2005-2007 -10,39 2007-2011 4,89
C. Mancha 155,71 134,98 -3,54 2005-2008 -17,11 2008-2001 12,26
Cataluña 198,65 123,75 -7,36* 2005-2007 -20,43 2007-2011 -1,55
Ceuta 819,02 760,29 1.32 2005-2007 -24,88 2007-2011 14,20
C. Valenciana 273,32 212,06 -2,23 2005-2007 -31,40 2007-2011 12,66
Extremadura 150,56 152,10 1,33 2005-2007 -15,36 2007-2011 8,89
Galicia 120,18 132,41 1,95 2005-2007 -14,70 2007-2011 9,49
Madrid 230,13 96,59 -11,85* 2005-2007 -34,21* 2007-2011 -0,90
Melilla 316,76 396,96 -5,68 2005-2009 -14,75 2009-2011 21,45
Murcia 121,96 203,30 7,04 2005-2008 4,91 2008-2011 9,21
Navarra 139,90 97,37 -4,53 2005-2009 -1,58 2009-2011 -11,54
País Vasco 250,55 165,01 -5,09 2005-2007 -26,78 2007-2011 5,29
Rioja (La) 221,87 213,24 0,10 2005-2009 2,80 2009-2011 -6,33
España 207,38 159,28 -3,54 2005-2007 -21,73 2007-2011 4,83*
*PCA: porcentaje de cambio anual estimado mediante análisis joinpoint
*PCA global: PCA periodo 2005-2011
* El PCA es significativamente distinto de 0 (p<0,05)
En la Tabla 6 observamos que las tasas específicas globales (14-17 años) en Andalucía
ascienden de 19,40 a 33,96 delincuentes juveniles por 10.000 mujeres–año entre los
extremos del periodo estudiado (PCA: 10,20%; p<0,05). También el análisis joinpoint
refleja un incremento significativo anual global del PCA: 11,46%; p<0,05 en Castilla La
Mancha, en la Comunidad Valenciana (PCA: 7,50%; p<0,05), en Extremadura (PCA:
13,21%; p<0,05), en Galicia (PCA: 13,13%; p<0,05) y en Murcia (PCA: 12,55%; p<0,05).
Siendo el descenso significativo en el PCA global de Catalunya (PCA: -8,22%; p<0,05).
Por otro lado, en la Tendencia 2, periodo 2007-2011, aparece un incremento anual del
PCA: 15,98%; p<0,05 en Murcia.
528
Tabla 7.- Análisis joinpoint de las tasas específicas de delincuencia juvenil mujeres de 14
a 17 años en las Comunidades Autónomas de España (2005-2011).
Tabla 8.- Percentiles del porcentaje de cambio anual global estimado mediante análisis
joinpoint del periodo 2005-2011 en delincuentes juveniles varones de 14-17 años por
Comunidades Autónomas.
De la tabla anterior se desprende que los delincuentes juveniles varones utilizando como
medida de posición el percentil para el porcentaje de cambio anual global estimado del
periodo 2005-2011 mediante análisis joinpoint por Comunidades Autónomas, hemos
obtenido que Canarias, Madrid, Catalunya, Melilla y País Vasco se encuentran por
debajo de la posición del percentil 25 y que por arriba del percentil 75 tenemos a Ceuta,
Extremadura, Galicia, Murcia y Cantabria.
529
Tabla 9.- Percentiles del porcentaje de cambio anual global estimado mediante análisis
joinpoint del periodo 2005-2011 en delincuentes juveniles mujeres de 14-17 años por
Comunidades Autónomas.
Ilustración 1.- Representación de los percentiles del porcentaje de cambio anual global
en el periodo 2005-2011 para las diferentes Comunidades Autónomas en varones
delincuentes de 14-17 años.
De la ilustración anterior, podemos observar que por debajo del percentil 25 del
porcentaje de cambio anual global para los varones de 14 a 17 años se encuentra entre
otras, la Comunidad Autónoma de Canarias, la Comunidad de Madrid, Catalunya, Melilla
y País Vasco. Entre el percentil 25 y 50 tenemos Navarra, Castilla La Mancha, Aragón y
530
la Comunidad Valenciana. Entre el percentil 50 y 75 aparecen Andalucía, Baleares,
Asturias y Castilla León. Por encima del percentil 75 están Ceuta, Extremadura, Galicia,
Murcia y Cantabria.
Ilustración 2.- Representación de los percentiles del porcentaje de cambio anual global
en el periodo 2005-2011 para las diferentes Comunidades Autónomas en mujeres
delincuentes de 14-17 años.
Discusión y Conclusiones
531
También, llama la atención el crecimiento del PCA en la tendencia 2007-2011 en
varones y mujeres de 17 años en España y Canarias, datos que van en la misma línea
de Fernández, Bartolomé, Rechea, y Megías, (2009); Farrington, (1986) y Rutter, Giller,
y Hagel, (2000). Junto al aumento del PCA del total de varones en el mismo periodo. En
la Comunidad Autónoma de Canarias aparece una bajada del PCA en los varones de 15
años y una subida en varones y mujeres de 17 años en la tendencia 2007-2011,
aportación que coincide con Diéz Ripollés (2006).
Teniendo en cuenta los percentiles para el PCA global del periodo 2005-2001 en
varones de 14-17 años; se sitúan por debajo del percentil 25 las Comunidades
Autónomas de Canarias, Madrid, Catalunya, Melilla y País Vasco y para las mujeres la
Comunidades por debajo de dicho percentil son: Melilla, Catalunya, Asturias, Madrid y
Canarias; con ello hemos intentado comparar la criminalidad juvenil de mujeres y
varones en la línea de Cámara Arroyo (2011).
REFERENCIAS
532
PERSPECTIVA DE GÉNERO Y MUJERES
533
LA VISIBILIZACIÓN POSITIVA DE LA MUJER. UNA PROPUESTA DE
INTERVENCIÓN EDUCATIVA A TRAVÉS DE LA TECNOLOGÍA
Resumen
Durante muchos años, podíamos hablar de una relación jerárquica de los sexos, que
hacía que la mujer no tuviera acceso a determinadas parcelas consideradas masculinas
y que, por tanto, estuviera en una situación de extrema dependencia del hombre.
Afortunadamente, con el paso de los años, han sido muchos los avances que se han
conseguido en el terreno social, familiar y laboral, pero todavía no se ha logrado una
igualdad plena entre hombres y mujeres. Podría parecer que quizá el problema se
encuentra en las generaciones más mayores, al haber crecido éstas con unas ideas muy
diferentes a lo que socialmente es aceptado hoy en día, pero las investigaciones nos
demuestran que un porcentaje muy significativo de jóvenes todavía cree en la existencia
de un sexo superior a otro y todavía tienen una visión altamente estereotipada de lo que
son las relaciones entre hombres y mujeres. De esta forma, coincidiendo con otros
autores, podemos afirmar que los comportamientos violentos ligados a la intolerancia y
el sexismo en la infancia y la adolescencia han pasado de ser preocupantes a ser
alarmantes. Por ese motivo, es preciso perfeccionar las medidas que contribuyan a
mejorar la convivencia entre hombres y mujeres y a prevenir las conductas indeseables
y los comportamientos violentos.
1. Introducción
Hoy en día, la mujer ha logrado muchos avances en el terreno social, familiar y laboral,
pero a pesar de ello, todavía nos encontramos con ciertas diferencias entre hombres y
mujeres, no sólo en el acceso a determinados estudios, sino también en los salarios
percibidos por ambos. Podemos afirmar que la escuela mixta ha ayudado a eliminar
ciertas formas discriminatorias y excluyentes, tal y como nos muestran las altas tasas de
mujeres con estudios superiores y la cada vez mayor cifra de mujeres que ocupan
puestos directivos. No obstante queda mucho por hacer, puesto que hoy en día, por
ejemplo, podemos encontrar segregación en aquellos aspectos como los deportes,
siendo una gran mayoría de varones los que practican el fútbol en las escuelas, dejando
los temas considerados tradicionalmente más femeninos (como la comba y los juegos de
menos esfuerzo físico) para las chicas. De la misma manera, todavía en nuestras aulas
sigue siendo frecuente la realización de tareas escolares donde los chicos se agrupan
con los chicos y las chicas con las chicas, a no ser que sea el propio profesorado el que
decida que los grupos deben ser mixtos.
Antes de avanzar más, queremos partir de una delimitación conceptual, pues creemos
que muchos de los problemas que nos encontramos hoy en día se deben a que en
ocasiones partimos de ideas erróneas, como por ejemplo el confundir sexo con género.
536
Otro término con el cual trabajaremos y que frecuentemente es confundido con otros es
el de estereotipo. Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), podemos
definirlo como la “imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con
carácter inmutable”. Desde pequeños, asignamos a los distintos grupos culturales
diferentes características en función de los comentarios que oímos en la familia, los
amigos, los vecinos, los medios de comunicación… De esta forma, en relación a la
temática que nos ocupa en este escrito, socialmente tienden a asumirse ideas como que
los hombres son fuertes físicamente o las mujeres son sensibles, entendiendo que por
regla general no tienen cabida las mujeres fuertes físicamente o los hombres sensibles.
De esta forma, cuando nos encontramos con una situación que no es acorde con la
regla que hemos aprendido, tendemos a rechazarla. Quizá alguien podría preguntarse
por qué abordamos aquí la temática de los estereotipos... la respuesta es muy sencilla:
creemos que detrás de muchas agresiones, ofensas o discriminaciones se ocultan
visiones estereotipadas, encontrándose en muchos casos las siguientes justificaciones
para la violencia: “no se comporta como debe”, “por su situación me debe respeto y
obediencia”...
Por último, pero no por ello menos importante, queremos hacer una breve mención a
otro término que utilizaremos: convivencia. De nuevo, acudiendo a la RAE, podemos
definir este concepto como “vivir en compañía de otro u otros”. Por todos es sabido que
la convivencia es más sencilla cuanto más semejantes a nosotros/as son aquellos/as
con los que nos relacionamos. No obstante, en nuestra propuesta, vamos a abogar por
la complejidad, por considerar que lo diferente es aquello que más nos enriquece y que
más nos prepara para adaptarnos (y respetar) diferentes situaciones.
Vivimos en un mundo marcado por la violencia y eso no podemos negarlo. Las familias y
el profesorado sabemos que la violencia se convierte cada vez más en un recurso fácil e
inmediato, que se utiliza para imponer criterios, valores, ideas y voluntades. También
sabemos que, lamentablemente, se convierte en un instrumento cotidiano que regula las
relaciones entre las personas y que atenta contra su integridad física, psíquica,
económica y sexual.
La violencia hacia las mujeres no se limita a los insultos o los golpes, sino que incluye
todas las situaciones de desigualdad que sufren las mujeres, en su día a día,
simplemente por el hecho de ser mujeres. Cada vez con más frecuencia encontramos
noticias de mujeres muertas a manos de sus novios o maridos. Detrás de estas noticias
se intuyen ideas de dominación masculina, en las cuales los hombres muestran su
virilidad haciendo uso de la fuerza para imponer sus deseos. Uno de los problemas es
que, en ocasiones, en los primeros momentos se piensa que tras esas ideas de
dominación no hay una mala intención o que es algo normal, con lo que se permiten
aquellas conductas dañinas hasta tal punto que llega un momento que no es posible dar
marcha atrás. Se justifican determinadas conductas escudándonos en “no volverá a
537
ocurrir nunca más”, “existen los celos porque hay amor” o “¿quién no comete errores?”.
Quizá todo esto pueda sonar a tópico, pero son ese tipo de ideas interiorizadas las que
hacen que se mantenga e incremente la violencia.
En la investigación llevada a cabo por Díaz Aguado y Carvajal Gómez (2011) se ponen
de manifiesto datos como poco inquietantes. Sirvan de ejemplo los siguientes:
● Un 24.7% de los y las adolescentes participantes en la investigación se muestra
algo de acuerdo con que “el hombre que parece agresivo es más atractivo” y un
7.1% y un 2%, bastante y muy de acuerdo.
● Un 30.7%, 6.5% y un 2.8% de los y las adolescentes participantes en la
investigación están algo de acuerdo, bastante de acuerdo y muy de acuerdo
respectivamente con que “es correcto pegar a alguien que te ha ofendido”.
● Un 29.7% de los y las adolescentes participantes en la investigación se
encuentran algo de acuerdo, bastante de acuerdo y muy de acuerdo con que
“para tener una buena relación de pareja es deseable que la mujer evite llevar la
contraria al hombre”.
● Al preguntar a los y las adolescentes si sus parejas “han intentado aislarles de
sus amistades” un 15.1%, un 3.3% y un 2.8% respectivamente responden que “a
veces”, “a menudo” y “muchas veces”.
● Un 2.7% de los y las adolescentes participantes en la investigación afirmaron que
sus parejas les habían pegado “a veces”, seguido de un 0.4% que respondieron
que “a menudo” y otro 0.4% que respondió “muchas veces”.
Los anteriores son simplemente algunos ejemplos de cómo nos encontramos muy
próximos a la justificación de la violencia o a la valoración de la visión androcéntrica,
basada en la mentalidad machista. Quizá podríamos pensar que no son porcentajes muy
elevados, pero el simple hecho de que exista un mínimo porcentaje de respuestas en
ese sentido debe inquietarnos, pues quiere decir que hay un porcentaje de adolescentes
en situación de riesgo y que, por tanto, los malos tratos en la pareja no se restringen a la
vida adulta, por lo que el cambio generacional detectado en los y las adolescentes no es
suficiente para erradicar la violencia de género. Ante esta situación nos preguntamos:
¿hay un fracaso en las relaciones interpersonales? ¿Se han perdido los valores en la
sociedad del siglo XXI? ¿Es el estilo de vida apresurado el que no nos deja tiempo para
dialogar? y por último, ¿Cómo se pueden prevenir esas situaciones?
Dado el gran impacto que las tecnologías y los medios de comunicación producen en la
población (y especialmente en las generaciones más jóvenes) creemos fundamental
aprovecharnos de ellos para fomentar la conformación de modelos masculinos y
femeninos más saludables que los que tradicionalmente se vienen transmitiendo. En
nuestra opinión, esto es especialmente interesante, no sólo por su alto impacto, sino
porque en muchas ocasiones son los propios medios los que nos transmiten los
estereotipos de género y los que nos muestran situaciones discriminatorias o violentas
hacia la mujer.
En esta línea nos parecen muy interesantes las palabras de Hernández Morales y
Jaramillo Guijarro (2008:18-19):
Desde el punto de vista educativo, es preciso profundizar en las razones por las que las
niñas y los niños, aún siendo socializados y educados en contextos familiares, escolares y
sociales comunes, tienen actitudes y comportamientos significativamente diferentes con
respecto a las relaciones personales. Aunque los espacios de socialización son comunes
para las niñas y los niños, algunos de los mensajes que reciben siguen siendo diferentes.
A los niños se les enseña todavía a no llorar, a ocultar sus sentimientos, su miedo o la
propia vulnerabilidad y como consecuencia de ello, aprenden a utilizar la fuerza como
medio para resolver frustraciones o conflictos y a poner en un segundo plano los
sentimientos, las necesidades ajenas y las relaciones con otras personas.
La socialización y la educación de los niños aún no ha superado un modelo de
masculinidad que, a lo largo de la historia, ha incluido como uno de sus referentes
principales el culto y la fascinación por la fuerza y la pretensión de omnipotencia.
Ante esta situación, se hace necesario que en los centros educativos se cree un clima
que elimine los estereotipos de género y que facilite las relaciones en las que predomine
la comunicación y se eviten las jerarquizaciones. Para ello, es preciso “despertar” la
actitud crítica y reflexiva hacia los modelos que se nos presentan como ideales y/o
mayoritarios. Nos consta que en muchos centros educativos ya se trabaja en este
sentido. No obstante, a la luz de los datos aportados en investigaciones y de las noticias
que aparecen con frecuencia en los medios de comunicación, creemos que las acciones
realizadas no son suficientes. Por ejemplo, en el estudio de Díaz Aguado y Carvajal
Gómez (2011: 394) se pone de manifiesto que el 40.9% del alumnado de Secundaria ha
recibido formación sobre la violencia del hombre a la mujer. Sin duda es un porcentaje
interesante, pero como decimos, insuficiente, pues este tipo de formación debería estar
presente en el 100% de los casos.
Por razones obvias de espacio no podemos realizar una propuesta en su sentido más
amplio, pero sí proponer en términos generales algunas actividades que consideramos
que podrían realizarse:
● Videojuegos:
○ Se puede pedir al alumnado que piense en los videojuegos que utilizan y
que reflexione (primero de forma individual y después en grupos
heterogéneos) acerca de si aparecen igualmente representados los
hombres y las mujeres en los videojuegos, qué tipo de vestimenta llevan
unos y otros, si es esa vestimenta necesaria para el objetivo del juego o si
ésta se usa para otros motivos, ¿pueden los hombres y las mujeres
sentirse identificados/as con la imagen que se transmite de ellos y ellas,
¿influye esa imagen en la forma de vestir y de pensar de los chicos y las
chicas?, ¿qué rol desempeñan los hombres y las mujeres en el juego?,
¿qué valores se encuentran en el juego?, ¿existen actitudes sexistas y
violentas?, ¿el juego va dirigido a chicos, a chicas o a ambos?. Puede
culminarse el debate con la elaboración de un mural con conclusiones.
540
puede solicitar al alumnado que localice en los diversos medios noticias
sobre los mismos, para reflexionar sobre la frecuencia de esos
fenómenos, las posibles causas y las consecuencias, además de debatir
si conocen casos relacionados con las búsquedas realizadas. Así mismo,
el debate se puede centrar en cómo se produce el sexting y en qué
medida son más “agresores” los chicos que las chicas.
○ Elaboración de un decálogo de situaciones que les sirva para protegerse
de ese acoso; ejemplificar supuestos que les ayuden a protegerse de los
elementos dañinos, así como consejos por parte de ellos mismos para
evitar conductas negativas o erradicar comportamientos inadecuados,
reflexionando a su vez en cómo se sentirían si estuvieran en esa
situación.
● Publicidad:
○ Se puede proponer al alumnado que reflexione sobre la imagen de la
mujer y del hombre que se da en los diferentes tipos de publicidad. Para
que la actividad sea más enriquecedora, puede pedirse primero una
reflexión individual, seguida de una reflexión en pequeños grupos o en
gran grupo. Algunas preguntas que pueden guiar la reflexión pueden ser:
■ ¿La publicidad nos muestra a hombres y mujeres realizando las
mismas tareas?
■ ¿Qué ideal de belleza se transmite en la publicidad? ¿Es igual
para hombres y mujeres?
■ ¿A quiénes suelen ir dirigidos los anuncios de coches? ¿y los de
cremas? ¿y los de productos de limpieza?
○ Otra propuesta es que individualmente o en parejas (a ser posible chico y
chica) busquen algún anuncio que les parezca ofensivo para uno u otro
sexo y que lo lleven a clase con el objetivo de fomentar el debate en el
grupo: ¿por qué se considera ofensivo?, ¿nos ofende a todos/as?, ¿cómo
podría mejorarse el anuncio para que cumpliera el objetivo de los
anunciantes (incrementar las ventas) sin ofendernos?
○ Basándonos en la anterior actividad, sería interesante proponer al
alumnado la realización de contra-anuncios, guionizados, grabados... por
ellos/as, en los que se respete la imagen de los hombres y las mujeres.
Esos contra-anuncios se visionarían en clase y se crearía un debate
acerca de qué ha llevado al grupo a la realización del anuncio y qué
transmite al resto de compañeros/as.
Los anteriores son sólo algunos ejemplos de las actividades que podrían realizarse en
los centros educativos y que cada profesor o profesora debería adaptar en función de la
edad y las características del grupo con el que se vaya a trabajar, pues a pesar de que
la convivencia entre hombres y mujeres debe abordarse desde la más tierna infancia, es
evidente, que no puede trabajarse de la misma forma en todos los niveles educativos.
Para adaptar las actividades, en muchos casos, bastaría con realizar preguntas más o
541
menos concretas o decidir si proporcionamos nosotros los materiales o los debe buscar
el alumnado de forma autónoma.
5. Reflexiones finales
El hecho de que la violencia no tenga que ver con las personas concretas y sus vidas
(tal y como indica Ortega Cañavate, 2011), sino con los valores con los que somos
educados, nos muestra la necesidad de reflexionar sobre qué estamos haciendo mal en
la sociedad en general y en la escuela en particular. Precisamente fruto de nuestra
reflexión surge nuestra inquietud de trabajar para fomentar la convivencia entre sexos y
fomentar una ruptura con los valores que tradicionalmente han conformado la
femineidad (comprensión, sensibilidad, sumisión...) y la masculinidad (fuerza, autoridad,
dominio..). Creemos que de esta forma estaremos trabajando para “equilibrar la balanza
entre los sexos” y, por tanto, poniendo nuestro granito de arena para prevenir la
violencia hacia las mujeres.
Del mismo modo, es preciso revisar la metodología empleada en las aulas para
aumentar la participación y la cooperación, no siendo suficiente con el trabajo en grupos
en general, sino necesitándose del trabajo en grupos heterogéneos. De esta forma,
estaremos sentando las bases para que el alumnado se relacione más y sea consciente
de que en colaboración es más fácil lograr los objetivos que se propone, pues cada
persona puede aportar aspectos diferentes, que sin duda enriquecerán la tarea que
estén realizando.
No podemos concluir este escrito sin hacer mención a la necesidad de que todo el
personal del centro trabaje “codo con codo” en el logro de los objetivos propuestos. En
este sentido, nos encontramos de acuerdo con Barrigüete Garrido y Gómez Jarabo
(2011) cuando afirman que si se pretende crear una comunidad educativa más pacífica,
542
todos los componentes de esa comunidad deberán estar coordinados a la hora de
prevenir y atajar los conflictos, pues de nada sirven los esfuerzos aislados o poco
apoyados por el resto de sectores implicados.
6. Referencias bibliográficas
Barrigüete Garrido, L.M. y Gómez Jarabo, I. (2011). Una propuesta holística de acción
liderada por el profesorado para mejorar la convivencia en el contexto
multicultural de la escuela en la ESO. En Castilla, M.T., Solbes Martín, V.M. y
Sánchez Sánchez, A.M. (Coords.). Buenas prácticas en educación intercultural y
mejora de la convivencia. Madrid: Wolters Kluwer.
Díaz Aguado, M.J. y Carvajal Gómez, M.I. (2011). Igualdad y prevención de la violencia
de género en la adolescencia. Madrid: Ministerio de Sanidad, Política Social e
Igualdad.
543
APORTACIONES DESDE LA EDUCACIÓN Y LA LÓGICA DEL CUIDADO A LA
ACTUAL ORGANIZACIÓN LABORAL
Resumen
Introducción
La vinculación entre género y educación tiene un largo recorrido desde los movimientos
feministas, englobando una diversidad de enfoques, aportaciones y reflexiones. Desde
esta comunicación nos centramos en aquellas voces tendentes hacia la transformación
de las estructuras patriarcales hegemónicas, llamadas feminismos postcoloniales, de la
diferencia, etc.
Este enfoque parte del cuestionamiento de las lógicas basadas en jerarquías de poder
desiguales, raciales, sexuales, por género, lingüísticas, espaciales… Este
cuestionamiento desemboca en la construcción de enfoques alternativos de
investigación y acción, entre los que cabe destacar el feminismo y la construcción de un
enfoque de género para su inclusión en la intervención socio-educativa. Es en este
último punto donde nos centraremos a continuación.
Partir de una perspectiva de género como base de acción va a configurar una particular
forma de hacer y de pensar las estrategias educativas, donde cabe destacar el
empoderamiento y la emancipación social como claves de las mismas.
En esta comunicación nos hemos centrado en el entendimiento del género como un
concepto que hace referencia a las relaciones de poder desigual entre hombres y
mujeres, causa de grandes desigualdades y consecuencia del aprendizaje y la cultura.
En este sentido Marcela Lagarde (1996) entiende el género como aquello que está
545
presente en el mundo, en las sociedades, en los sujetos sociales, en sus relaciones, en
la política y en la cultura: cada mujer y cada hombre sintetizan y concretan en la
experiencia de sus vidas el proceso sociocultural e histórico que los hace ser hombre y
ser mujer. A partir de ser nombrado, el cuerpo recibe una significación sexual que lo
define como referencia normativa inmediata para la construcción en cada sujeto de su
feminidad o masculinidad y perdura como norma permanente en el desarrollo de su
historia personal y social.
Relacionado con la idea de cultura, nos referimos a los intereses estratégicos de género,
basados en la posición de género (desigual ubicación social, política, económica y
cultural de las mujeres respecto de los hombres en un contexto determinado). Estos
intereses son entendidos como aquellos comunes a todas las mujeres, desarrollados en
virtud de su ubicación social de acuerdo a sus atributos de género. Derivan, no de los
esfuerzos de las mujeres por cumplir sus obligaciones tradicionales, sino de su creciente
toma de conciencia de que las estructuras de dominio y privilegio masculino son
imposiciones sociales y, por ello, susceptibles de cambio, como por ejemplo la
discriminación institucionalizada en diferentes áreas (trabajo, propiedad, educación,
toma de decisiones…).
Tener en cuenta los intereses estratégicos de género será un elemento definitorio de la
inclusión del enfoque de género en la educación, como base para la trasformación de las
estructuras sociales desiguales. Hablar de intereses estratégicos supone una
concepción de la educación más allá de un enfoque de necesidades limitado a atender
demandas puntuales (alfabetización, aumento de matriculaciones…), para pasar a un
plano más complejo de acción encaminado a la emancipación y la libertad.
Siguiendo con esta línea de análisis entendemos como necesaria la toma de conciencia
sobre aquello que aportan las mujeres como propio, desde su experiencia. Anna Maria
Piussi (2006) propone una reflexión pedagógica promotora de análisis y perspectivas
que comprenda la diversidad del mundo y también la diversidad de mujeres y hombres, y
para ello propone reconocer la autoridad de las mujeres, dando espacio para la
construcción de un pensamiento contra-hegemónico desde la experiencia de las propias
mujeres.
1.1 Organización actual del trabajo con enfoque de género: lógica del
cuidado
En los últimos años, incluso últimas décadas, la realidad social y laboral de las mujeres
ha cambiado y mejorado notablemente. Se han producido numerosos avances en las
políticas que promueven la igualdad entre mujeres y hombres, lo que unido a la lucha de
las propias mujeres va produciendo mejoras importantes. No obstante aún necesitamos
promover cambios que beneficien a toda la ciudadanía, a la sociedad en general; pues,
a pesar de los cambios, las mujeres continúan recibiendo un trato desigual y
desfavorable en el terreno laboral: mayores tasas de paro y menores de actividad, la
segregación tanto horizontal como vertical…
La organización del mercado laboral está pensada por y para los hombres (Borderías,
2003), dificultando la incorporación y plena participación de la mujer. Asimismo, el
mantenimiento social de roles diferenciados para unos y otras contribuye, de manera
fundamental, a esta desigualdad laboral; y propicia al mismo tiempo que se menosprecia
el trabajo que las mujeres han venido, y vienen, realizando en el ámbito doméstico, de la
familia. Entre otras cuestiones, como señala Cristina Carrasco (2011) por la
conceptualización del término trabajo para referirse a las actividades asociadas a lo
masculino. Asimismo, la esencia del conflicto es la existencia de una contradicción
básica entre la lógica del cuidado y la lógica del beneficio
Ante esta situación, la única alternativa real es un cambio de paradigma que implique
546
mirar, entender e interpretar el mundo desde la perspectiva de la reproducción y la
sostenibilidad de la vida, al contrario de lo que en la actualidad sucede. Aceptar que el
interés debe situarse en el cuidado de las personas, es decir, desplazar el centro de
atención desde lo público-mercantil hacia la vida humana. Lo cual supone el
reconocimiento de la actividad de cuidados, que es realizada fundamentalmente por
mujeres, mayoritariamente de manera solidaria aunque también remunerada.
Este cambio supone variar el centro de nuestros objetivos como sociedad, modificar la
manera de mirar el mundo; entrañaría que la lógica de la cultura del beneficio quedaría
entonces bajo la lógica de la cultura del cuidado. Estamos viendo que estas dos lógicas
son contradictorias, por lo que resulta tan complicado “conciliar”, estableciendo la
complementariedad que se pretende. En consecuencia, es necesario establecer
prioridades. En este sentido las sociedades tendrán que decidir si se organizan tomando
como referencia las exigencias de los tiempos de cuidado, o bien se organizan bajo las
exigencias de los tiempos de producción.
Si optamos por la vida humana, hay que organizar la sociedad siguiendo el modelo
femenino de trabajo de cuidados, es decir, entendiendo el tiempo no de una forma lineal
sino en función del ciclo vital de cada persona, hombre o mujer. Los horarios y jornadas
laborales tendrían que adaptarse a las jornadas domésticas, y no al revés como sucede
en la actualidad. Los tiempos de trabajo tendrían que flexibilizarse para adaptarse a las
necesidades humanas; el tiempo cronos debiera supeditarse al tiempo kairós (Varela,
2007). El resultado sería una creciente valoración del tiempo no mercantilizado, lo cual
contribuiría a que el sector masculino de la población disminuyera sus horas dedicadas
al mercado y fuera asumiendo su parte de responsabilidad en las tareas de cuidados
directos. De esta manera podríamos lograr la igualdad efectiva entre mujeres y hombres
porque éstos participarían de forma similar en las actividades básicas de la vida.
Paralelamente, la participación laboral de ellas y ellos se iría equilibrando. Y, por último,
las políticas públicas tendrían que crear las condiciones necesarias para posibilitar que
este cambio de paradigma se desarrollase.
En cuanto al ámbito geográfico del estudio, tanto las mujeres como los y las
responsables de personal que han participado en el trabajo de campo pertenecen a
547
Alcalá de Henares, municipio de la Comunidad de Madrid.
Fieles a la idea de acceder directamente a lo que piensan las mujeres españolas sobre
el tema de este trabajo, considerando los planteamientos teóricos y la opinión de las
personas expertas consultadas, concluimos que las características que marcan
diferencias entre los contenidos y significados de este pensamiento son la edad y la
formación. Por ello decidimos establecer grupos, dentro de la edad laboral, que se
correspondiesen con distintas etapas de la vida de la mujer, asimismo, tales grupos se
corresponden con los documentos y estadísticas existentes, y con el conjunto de datos
analizados procedentes de fuentes secundarias.
Según datos del INE, en el curso 2010/2011, un 58,6% del alumnado que completó sus
estudios universitarios, eran mujeres; la matriculación en estudios de tercer ciclo las
mujeres representaban el 51,0%. Pero, si nos fijamos en los datos referidos a áreas de
conocimiento, podemos apreciar el claro sesgo de género, por ejemplo, en el caso de
tesis aprobadas, en ciencias experimentales y de la salud la participación femenina fue
del 56,7% frente al 43,3% de varones; mientras que, en ingeniería y tecnología fue la
participación masculina (69,1%) fue mayor que la femenina (30,9%).
En el diálogo con las mujeres encontramos que existe disparidad en la formación de
éstas relacionada con su edad, unida a un claro sesgo de género en la elección
formativa y profesional. Quienes no han podido estudiar señalan que han sido por
circunstancias familiares y socioeconómicas. La motivación para la formación está más
ligada al desarrollo personal que al profesional y, en lo que a la formación permanente
se refiere, ésta se realiza a pesar de que les supone un alto coste personal. En general,
tienen una opinión positiva de sí mismas respecto a los logros alcanzados en lo
formativo y de los esfuerzos realizados para conseguirlo.
Una cuestión destacable es que, los roles de género asignados en la socialización son
asumidos como algo natural, lo que dificulta su superación. A esta situación se refiere
Alicia Puleo (2006) cuando habla de patriarcado consentido, donde la persona busca
cumplir con el papel que la sociedad le asigna; frente al patriarcado coercitivo, donde el
cumplimiento de los papeles asignados tanto a hombres como a mujeres es mucho más
rígido.
En cuanto a la situación de las mujeres en el mercado laboral encontramos que las
mujeres han trabajado siempre pero, debido al concepto de trabajo utilizado, las tareas
que realizaban no eran consideradas como tal (Birriel, 2005). Y, en la actualidad, los
datos sobre actividad, desempleo y ocupación nos indican que la incorporación se está
produciendo en condiciones de desigualdad. Vemos que, la incorporación de las mujeres
al mercado laboral, implica una transformación social que, hasta ahora, no ha tenido
reflejo en la organización laboral, persistiendo la organización pensada por y para los
hombres, donde no se tiene en cuenta las tareas de cuidado que, en su caso, están
supeditadas al mercado. Éste es uno de los cambios indispensables; una nueva visión
de la organización donde se incorporen los saberes femeninos y se prime el cuidado de
la vida humana.
548
Si atendemos a los datos de la Encuesta de Población Activa del 4º trimestre de 2013, el
desempleo masculino desciende en 51.600 hombres mientras que el femenino aumenta
en 43.200 mujeres. La tasa de paro femenina aumenta y se sitúa en el 26,87%, mientras
que la masculina baja situándose en el 25,31%.
4. Bibliografía
MESSING, Karen (Dir.) (2002). El trabajo de las mujeres. Comprender para transformar.
Madrid: Catarata.
550
A LA IGUALDAD DE GÉNERO POR LA EDUCACIÓN.
UN CAMINO INACABADO
El objetivo de este trabajo es analizar los datos referidos a la situación del sistema
educativo español en función del género y plantear una reflexión sobre el tema. A pesar
de los esfuerzos normativos y educacionales realizados durante décadas, en pleno siglo
XXI en una sociedad desarrollada como la española la igualdad de género sigue siendo
una asignatura pendiente. Por qué se discrimina, se maltrata y se mata a mujeres por
cuestiones relacionadas con el género. Qué falla en nuestra sociedad para que la
igualdad de género no sea una realidad.
No cabe duda que en el pasado siglo XX se lograron importantes avances en los países
occidentales hacia la igualdad de género, por ejemplo: igual derecho a la educación,
igual derecho al voto e igual derecho al trabajo. La meta a alcanzar en los comienzos de
este siglo XXI es la igualdad social y cultural. Los salarios femeninos siguen siendo
inferiores a los masculinos, los porcentajes de mujeres en puestos de responsabilidad y
alta remuneración son muy bajos, y vivimos en una sociedad en la que en torno a una
media de 60 mujeres son asesinadas cada año por sus parejas en España y varios miles
están refugiadas en casas de acogida, y sin embargo la violencia doméstica no figura,
según el último barómetro publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas en
enero de 2014, entre los problemas que más preocupan a los españoles. Esto es así
porque los prejuicios culturales de género siguen pesando en nuestra sociedad (Lara,
2007).
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua, denomina género al “conjunto de
seres que tienen uno o varios caracteres comunes”. Este término se comienza a utilizar
en los estudios realizados desde el feminismo, como reivindicación de derechos, desde
mediados de los años cincuenta del pasado siglo. Su empleo es hoy usual y ha
sustituido al vocablo sexo cuando la variable hace referencia a diferencias culturales y
configuración de patrones establecidos para hombres y mujeres a lo largo del tiempo
(Buendía y Olmedo, 2002).
Las personas se convierten en hombres y mujeres en función del aprendizaje de
representaciones culturales de género que rigen, no solo su constitución genérica, sino
también el carácter de las relaciones que, unos y otras, mantienen en diferentes esferas
sociales (en ámbitos como la familia, la escuela, el grupo de iguales, etc.). Así, el
género, como sistema cultural, provee de referentes culturales que son reconocidos y
asumidos por las personas (Colás y Villaciervos, 2007).
La igualdad entre hombres y mujeres es un derecho fundamental recogido en la
551
Declaración de Derechos Humanos en 1948, pero en pleno siglo XXI podemos afirmar
que a pesar de las múltiples iniciativas propuestas, es preciso seguir realizando
esfuerzos para alcanzar una verdadera igualdad entre los hombres y las mujeres tanto a
nivel profesional como social.
En este trabajo realizaremos un recorrido por la legislación sobre igualdad de género, se
analizará el sistema educativo español y se presentarán datos sobre la situación de
mujeres y hombres tanto a nivel académico como profesional en el ámbito educativo y
social.
Posteriormente se presentarán las conclusiones alcanzadas y las propuestas elaboradas
para intentar alcanzar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.
552
Hay que destacar en este apartado las acciones propuestas por el I Plan de Igualdad
entre Hombres y Mujeres en Educación elaborado por la Consejería de Educación de la
Junta de Andalucía. Mediante este plan se crean, impulsan y coordinan medidas y
actuaciones de diversa índole que refuerzan, en el contexto escolar, las condiciones
para desarrollar prácticas que promuevan la igualdad entre los sexos de forma
sistemática y normalizada. A partir de este documento se han desarrollado distintos
programas de intervención a través de programas coeducativos.
TOTAL % MUJERES
TOTAL 7.923.293 48,57
Educación Infantil 1.917.236 48,39
Educación Primaria 2.797.804 48,51
Educación Especial 32.233 37,53
Educación Secundaria Obligatoria 1.792.548 48,74
Bachilleratos 684.176 52,60
Ciclos Formativos Grado Medio de F.P. 313.016 44,51
Ciclos Formativos Grado Superior de F.P. 303.063 50,23
Programas Cualificación Profesional Inicial 84.217 31,04
Tabla 1. Distribución del alumnado en función del sexo y etapa educativa (2011-12).
En las siguientes tablas se detalla la distribución del alumnado en las Universidades
españolas en función del género. Los datos referidos al sistema universitario se han
obtenido del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (Datos Básicos del sistema
universitario español 2013-14).
TOTAL % MUJERES
Total estudiantes 1.561.123 54,3%
Estudiantes de Grado 1.046.570 55,5%
Estudiantes de 1er y 2º ciclo 403.466 51,2%
Estudiantes de Máster Oficial 111.087 54,1%
% HOMBRES % MUJERES
Ciencias Sociales y Jurídicas 39,1 60,9
Ingeniería y Arquitectura 73,9 26,1
Artes y Humanidades 38,4 61,6
Ciencias de la Salud 29,9 70,1
Ciencias 47,4 52,6
553
Tabla 3. Distribución del alumnado universitario en función del sexo y área de
conocimiento.
Se puede observar que la distribución de hombres y mujeres es proporcional en las
distintas etapas de la educación obligatoria, pero empieza a desequilibrarse a favor de
las mujeres a partir de bachillerato. Esta tendencia se incrementa en los estudios
universitarios, a excepción de los estudios de ingeniería y Arquitectura.
Las repercusiones educativas y sociales que se derivan de las creencias estereotipadas
de género mantenidas y transmitidas, entre otras, en las instituciones escolares, y
asumidas por el alumnado adolescente, las indica Simón (2005). Esta autora pone de
manifiesto que las niñas perciben alrededor de la pubertad que su éxito va a ir unido
sobre todo a su belleza y en el mejor de los casos a su simpatía, pero raramente se verá
asociado a sus capacidades intelectuales, a sus habilidades artísticas, a sus destrezas
deportivas o a su espíritu emprendedor y creador. Por eso suelen escoger estudios y
carreras de menor prestigio, dirigidas al trabajo con personas y en sectores peor
remunerados social y económicamente. Aunque hayan tenido excelentes notas en las
áreas científicas, a lo largo de la Educación Secundaria se produce un escoramiento de
las chicas hacia las ramas de letras, humanidades y ciencias sociales y en los tramos de
formación profesional, hacia las especialidades no tecnológicas, relacionadas con
cuidados personales y servicios (Colás y Villaciervos, 2007).
TOTAL % MUJERES
ENSEÑANZAS RÉGIMEN GENERAL 673.505 69,65
Infantil/Primaria 273.851 81,41
ESO/Bachillerato/F.P. 239.275 55,18
Educación Especial 7.410 81,55
ENSEÑANZAS RÉGIMEN ESPECIAL 35.650 49,12
EDUCACIÓN DE ADULTOS/AS 12.905 63,51
UNIVERSIDAD 115.332 39,3
TOTAL % MUJERES
Catedráticas/os de Universidad (CU) 10.906 20,3
Catedráticas/os de Escuelas Universitarias
1.157 29,2
(CEU)
Titulares de Universidad (TU) 30.015 39,7
Titulares de Escuelas Universitarias (TEU) 6.182 40,9
Eméritas/os 684 25,0
Personal contratado 46.840 42,1
554
que esta decisión conlleva.
Tal y como afirman Rodríguez y Freixa (2008), la realidad nos muestra que la promoción
formativa de las mujeres en la Universidad es un proceso imparable que se puede
comprobar en las estadísticas de los estudios superiores de todo tipo. Globalmente, en
la generación actual de jóvenes, las mujeres han llegado más alto en su formación que
los hombres y están más preparadas y motivadas que en cualquier otra etapa histórica.
Sin embargo, la promoción profesional de estas mujeres sigue siendo obstaculizada por
distintas barreras, tanto externas como internas. Estas últimas barreras de género son
más difíciles de describir y por lo tanto de cambiar, al actuar como un filtro selectivo en
las decisiones, elecciones, expectativas y asunciones personales que se entrecruzan en
la construcción de una misma y en su desarrollo profesional, que puede llegar a una
autoexclusión.
Exponemos a continuación dos conceptos que vienen a avalar esta realidad, “techo de
cristal” y “suelo pegajoso”. La mujer se encuentra ante un “techo de cristal”, expresión
que, siguiendo a Guil (2007) “se utiliza para nombrar de forma precisa a las barreras a la
promoción profesional de las mujeres, pues define de forma clara la sutileza e
invisibilidad del proceso del que la mayoría de las personas son ajenas”. El denominado
“suelo pegajoso” ata e inmoviliza a las mujeres a tareas repetitivas y continuas, que no
siempre desean hacer y que frecuentemente enmascaran con cariño, deseo o gusto
propio haciendo de la necesidad virtud (Simón, 2010). Estos términos se utilizan como
sinónimos de obstáculos invisibles, estereotipos de género, políticas de selección y
desarrollo de la carrera, responsabilidades familiares, etc., que inciden directamente en
la elección de un proyecto profesional y en las actitudes y comportamientos
profesionales.
Tabla 6. Tasa de población activa, empleo y paro por sexo, año 2013 (Instituto de la
Mujer).
555
Total 19.767,59
Mujeres
Duración indefinida 20.854,66
Varones
Duración indefinida 27.683,85
Tabla 7. Salario anual en euros por tipo de contrato y sexo, año 2011 (Instituto de la
Mujer).
% Mujeres 85,67
En la siguiente tabla se recogen los datos referidos al tiempo dedicado por hombres y
mujeres al trabajo doméstico. Se puede comprobar que, a excepción del tiempo
dedicado al mantenimiento, las tareas del hogar recaen de forma clara en la mujer. Ello
significa que no existe un reparto proporcional de las tareas domésticas, las mismas
recaen de forma sistemática en la mujer aún en el caso de que trabaje también fuera del
hogar.
TOTAL MUJERES 4h 7'
Actividades no especificadas 0h 15'
Actividades culinarias 1h 24'
Mantenimiento del hogar 0h 49'
Confección y cuidado de ropa 0h 23'
Jardinería y cuidado de
animales 0h 7'
Construcción y reparaciones 0h 1'
Compras y servicios 0h 31'
556
Gestiones del hogar 0h 1'
Cuidado de niños 0h 32'
Ayudas a adultos miembros del
hogar 0h 4'
TOTAL HOMBRES 1h 54'
Actividades no especificadas 0h 4'
Actividades culinarias 0h 26'
Mantenimiento del hogar 0h 17'
Confección y cuidado de ropa 0h 1'
Jardinería y cuidado de
animales 0h 18'
Construcción y reparaciones 0h 6'
Compras y servicios 0h 20'
Gestiones del hogar 0h 1'
Cuidado de niños 0h 18'
Ayudas a adultos miembros del
hogar 0h 2'
Tabla 9. Tiempo dedicado al trabajo doméstico, según tipo de actividad, periodo 2009-10
(Instituto de la Mujer).
Para finalizar este apartado se presenta el dato que deja de manifiesto que el cuidado de
las hijas e hijos sigue siendo abrumadoramente cuestión de la mujer.
Total 29.651
%Madres 94,98
Tabla 10. Excedencias por cuidado de hijas/os, año 2011 (Instituto de la Mujer).
5. Conclusiones y propuestas
Como se ha podido comprobar el esfuerzo legislativo y normativo ha sido importante en
las últimas décadas, en las sociedades desarrolladas se han alcanzado resultados pero
todavía estamos lejos de alcanzar el objetivo de una igualdad real entre mujeres y
hombres.
Los datos sobre empleo, retribuciones, cuidado de personas dependientes, etc., revelan
una evidente discriminación hacia la mujer. Más graves e intolerables son las cifras
sobre violencia de género que anualmente se producen en nuestro país. Sin duda, no
podemos afirmar que la igualdad de género es una realidad. Qué decir de las
sociedades del denominado tercer mundo o gobernadas por regímenes absolutistas, con
convicciones religiosas o culturales en las que la mujer es por tradición y legalmente
considerada inferior al hombre.
557
universidad.
Está claro que queda un camino largo y duro por recorrer, pero es indudable que hay
que conseguir el compromiso y el esfuerzo de todos los agentes políticos y sociales para
lograrlo. Desde nuestra perspectiva de profesionales de la educación pensamos que
para conseguir una sociedad justa e igualitaria, tanto para hombres como para mujeres,
la educación en igualdad es el eje sobre el que se debe vertebrar este camino. Una
educación que debe extenderse a padres y madres, trabajadores y trabajadoras,
empresarios y empresarias, en definitiva, a toda la sociedad.
Esta afirmación se justifica porque la escuela participa, muchas veces sin tener
conciencia, en la producción de modelos en los que existe una relación de dominio del
hombre sobre la mujer a través del currículo oculto, mediante la transmisión de
costumbres, creencias, valores y roles sesgados en relación al género.
Desde las instituciones educativas se debe fomentar la plena igualdad, que significa que
las niñas y los niños tengan las mismas oportunidades para ir a la escuela, que los
métodos pedagógicos se adapten a sus necesidades y condiciones de partida. Sobre
todo, una educación en igualdad debe estar libre de estereotipos y permitir el desarrollo
de personas libres, que tengan las mismas posibilidades de empleo, ingresos y tiempo
de ocio.
Una vez analizados los datos presentados en este trabajo de investigación planteamos
unas serie de propuestas que consideramos necesarias para conseguir una sociedad
donde la igualdad de género deje de ser un deseo y se convierta en una realidad. Las
propuestas tienen fundamentalmente una orientación educativa pues consideramos que
la educación es el camino que puede llevarnos a conseguir este objetivo.
558
cualquier tipo de discriminación.
Para finalizar nos gustaría apuntar que la igualdad no es un asunto exclusivo de las
mujeres, debe ser un objetivo de hombres y mujeres, así como de todas las instancias e
instituciones sociales, culturales y políticas.
BIBLIOGRAFÍA
Buendía Eisman, Leonor y Olmedo Moreno, Eva María (2002): El género: ¿Constructo
mediador en los enfoques de aprendizaje universitario? Revista de Investigación
Educativa, 2002, Vol. 20, n.º 2, págs. 511-524
Centro de Estudios Sociológicos. Barómetro de enero de 2014.
http://www.cis.es/cis/export/sites/default/-
Archivos/Marginales/3000_3019/3011/es3011mar.pdf (consultado en marzo de
2014).
Colás Bravo, Pilar y Villaciervos Moreno, Patricia (2007): La interiorización de los
estereotipos de género en jóvenes y adolescentes. Revista de Investigación
Educativa, 2007, Vol. 25, n.º 1, págs. 35-58
Constitución Española (1978): Aprobada por Las Cortes en sesiones plenarias del
Congreso de los Diputados y del Senado celebradas el 31 de octubre de 1978.
Publicado en: BOE número 311 de 29/12/1978, páginas 29313 a 29424.
Datos Básicos del sistema universitario español, curso 2013-14. Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte
Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948): Asamblea General de las
Naciones Unidas.
Guil, a. (2007): Docentes e investigadoras en las universidades españolas: visibilizando
techos de cristal. Revista de Investigación Educativa, 2007, Vol.25, nº 1, p. 111-
131.
559
I Plan de Igualdad entre Hombres y Mujeres en Educación, Acuerdo de 2 de noviembre
de 2005, del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía. Publicado en el
Boletín Oficial de la Junta de Andalucía número 227 de 21/11/2005.
Instituto de la Mujer: http://www.inmujer.gob.es/ (consultado en marzo de 2014).
Jiménez Cortés, R. (2007): Discurso de género y práctica docente. Revista de
Investigación Educativa, 2007, Vol. 25, n.º 1, págs. 59-76.
Lara, Catalina (2007): La perspectiva de género en los sistemas de evaluación de la
producción científica. Revista de Investigación Educativa, 2007, Vol. 25, n.º 1,
págs. 133-148.
Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Publicado en: BOE número 106 de
4/5/2006, páginas 17158 a 17207.
Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Publicado en: BOE número 71 de 23 de marzo de 2007, p. 12611 a 12645.
Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril, por la que se modifica la Ley Orgánica 6/2001, de
21 de diciembre, de Universidades. Publicado en BOE número 89, de 13 abril de
2007, p. 16241-16260.
Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, para la mejora de la calidad educativa.
Publicado en BOE número 295 de 10 de diciembre de 2013, p. 97858-97921.
Rodríguez Lajo, M.; Vila Baños, R.; Freixa Niella, M. (2008): Barreras de género y
actitudes hacia las redes sociales en alumnado universitario de las facultades de
educación. Revista de Investigación Educativa, 2008, Vol. 26, n.º 1, p. 45-72.
560
ROLES Y ESTEREOTIPOS DE GÉNERO EN LA LITERATURA PARA NIÑOS Y
JÓVENES: UNA PROPUESTA DE EDUCACIÓN PARA LA IGUALDAD
Yubero, Santiago
santiago.yubero@uclm.es
Larrañaga, Elisa
elisa.larranaga@uclm.es
Sánchez-García, Sandra
sandra.sanchez@uclm.es
Resumen
El género tiene un marcado carácter social, porque se construye a partir de los procesos
de socialización. De este modo, los esquemas de género son construidos a través de las
experiencias vitales que tienen lugar en las relaciones con las personas que forman
parte de nuestro entorno cultural. Entender el género como una construcción social
conlleva analizar las normas sociales interiorizadas que guían las conductas de hombres
y mujeres y que condicionan la percepción que las personas tienen de lo masculino y lo
femenino. Estas prácticas de socialización de las que participamos desde que nacemos
formarán nuestra identidad de género, proporcionándonos y mostrándonos ya desde
niños realidades diferentes e, incluso, oportunidades distintas. Estos estereotipos, que
son la base de prejuicios relacionados con el género, pueden desarrollar actitudes
sexistas que establecen roles y responsabilidades sobre lo que es adecuado o no para
hombres y mujeres, y también las posibles relaciones que se han de mantener entre
ambos (Moya, 2003). El sexismo es una actitud negativa hacia las mujeres, que las
discrimina en función de unos estereotipos de rol y de rasgo que las obligan a
relacionarse en un plano de desigualdad en relación con los hombres.
La narración y la lectura de historias también participan en la construcción y el desarrollo
del género. Podríamos decir que los cuentos que nos contaban de pequeños, los que
nos leyeron posteriormente y los que hemos ido leyendo nosotros mismos a lo largo de
nuestra vida han sido, en gran medida, protagonistas de nuestro desarrollo como
personas. Las obras literarias son reflejo de la sociedad o la cultura que figura
representada en su argumento. Cada autor, influido por su contexto social, nos hace
participes de su mundo, al tiempo que nos transmite sus propias creencias y valores
(Sánchez y Yubero, 2004). Las narraciones infantiles ayudan al lector a construir su
identidad de género y le permiten reconocerse y reconocer a los otros. Además, la
influencia de la literatura infantil puede ser especialmente significativa por ejercerse en
edades tempranas. Del mismo modo, en la literatura para niños y jóvenes encontramos
patrones y modelos culturales que mantienen y legitiman las formas de actuar que son
aceptadas por la sociedad en función del género. En los libros dirigidos a niños y
jóvenes siempre han existido roles y estereotipos de género que han mostrado cuál es el
ideal masculino y femenino. Estos roles condicionan el proceso socializador de los niños
y niñas y les hacen ir asumiendo actitudes, sentimientos y conductas “propias” de su
género, que van a ir interiorizando, y que terminan condicionando su comportamiento.
En este trabajo se presentan los resultados de una investigación en la que se analiza
una selección de obras publicadas en España en los últimos años dirigidas a niños y
jóvenes. Los criterios utilizados para la selección de los títulos han sido, por un lado, que
se tratase de libros premiados a nivel nacional e internacional por la calidad de sus
561
textos e ilustraciones; y, por otro, que apareciesen en las selecciones de lecturas
recomendadas elaboradas por centros de documentación especializados en el área. Los
resultados evidencian que ha aumentado el número de personajes femeninos, que estos
han ido adquiriendo mayor protagonismo en las historias, incluso que sus roles han ido
evolucionando hasta ofrecer una imagen más igualitaria. Pero también es cierto, que
sigue habiendo obras que siguen presentando una realidad diferente en función del sexo
de sus protagonistas.
Este trabajo presenta, además, una propuesta socioeducativa para educar actitudes
para la igualdad a partir del proyecto: “¿Somos princesas?”. Se trata de una guía de
lectura que contiene una selección de distintos libros infantiles y juveniles con los que
trabajar la igualdad a partir de la reflexión sobre distintos roles y estereotipos de género.
La sociedad actual plantea nuevas realidades sociales, que suponen un desafío para la
educación y todos los que nos dedicamos a ella. Se han modificado algunos espacios
educativos y se han añadido otros, que deben dar respuesta a las necesidades y
problemas no resueltos y ajustarse a las nuevas realidades de nuestro contexto. Una de
estas realidades es la intervención para la igualdad de género, en la que los educadores
tenemos la responsabilidad de desarrollar programas educativos eficaces dirigidos a
formar actitudes para la igualdad y la convivencia de género.
La construcción del género tiene un marcado carácter social, ya que desde que
nacemos vamos aprendiendo las conductas sociales que caracterizan a hombres y
mujeres. Así vamos construyendo nuestra identidad de género y, por extensión, las
actitudes y conductas asociadas a los respectivos roles. Este proceso de socialización
implica interiorizar un conjunto de normas sociales que van a guiar la conducta de
hombres y mujeres. Desde esta perspectiva, la educación y las interacciones sociales se
convierten en la base de la construcción del género. Los esquemas de género se van a
formar a través de las experiencias vitales derivadas de las relaciones con otras
personas, pero también a través de los modelos dominantes, que muestran los roles que
hombres y mujeres deben cumplir en la sociedad.
Los prejuicios basados en el género nos llevan a desarrollar actitudes sexistas, desde
las que vamos a establecer roles y rasgos que se consideran “adecuados” para hombres
y mujeres, incluyendo también el modelo de relaciones que deben establecer entre
ellos. El sexismo supone una actitud negativa hacia las mujeres, que obliga todavía a la
mujer a representar roles subordinados que no desea.
Los cambios más significativos en el desarrollo del conocimiento del género se producen
desde la infancia hasta la adolescencia. A partir de los 3 años, niños y niñas demuestran
un conocimiento de su propio género y se perciben como pertenecientes a uno u otro
sexo. A partir de los 6 años es cuando los niños comienzan a estereotipar cualidades y
comportamientos de forma más abstracta. Desde este momento empiezan a mostrar
mayor flexibilidad en las actitudes hacia el género, siendo la adolescencia un momento
importante para la adquisición de las pautas de comportamiento y de los valores de
género (Yubero y Larrañaga, 2013). Leaper y Friedman (2007) consideran que es hacia
los 10 años cuando los niños y niñas pueden manifestar un conocimiento de la
discriminación de género que, al estar basada en pautas culturales y sociales, puede
reducirse con medidas preventivas orientadas a la sensibilización y la educación, desde
los primeros niveles educativos.
562
La narración y la lectura de historias también participan en la construcción y el desarrollo
del género. Los cuentos que nos contaban de pequeños, los que nos leyeron
posteriormente y los que hemos ido leyendo nosotros mismos a lo largo de nuestro
proceso madurativo, han ayudado a nuestra construcción como personas. Podríamos
decir que la mayoría de lecturas que forman parte de nuestro intertexto lector han sido,
en gran medida, protagonistas de nuestro desarrollo como personas, estando
estrechamente vinculadas al propio proceso de aprendizaje de los valores sociales de
nuestra cultura, necesarios para formar parte del engranaje social.
El texto literario posee una serie de elementos denotativos y connotativos a través de
los que los autores nos muestran el mundo al tiempo que buscan motivar nuestra
capacidad reflexiva e interpretativa. Si no explícitamente, por lo menos de forma
implícita, las obras literarias son reflejo de la sociedad o la cultura que figura
representada en su argumento. La literatura nos sumerge en la fantasía pero también
nos presenta distintas realidades, por ello leer es apropiarse de la cultura y los modelos
de una sociedad.
Las narraciones infantiles ayudan al lector a construir su identidad de género, les
permiten reconocerse y reconocer a los otros. Además, la influencia de la literatura
infantil puede ser especialmente significativa por ejercerse en edades tempranas. La
literatura amplía el diálogo entre los niños y la sociedad. Desde los cuentos populares a
las más modernas colecciones, todas las creaciones literarias contribuyen en mayor o
menor medida al proceso de socialización. No debemos olvidar que, desgraciadamente,
los inicios de la literatura para niños tuvieron una clara finalidad moralizante, siendo
considerada durante muchos años objeto de contenidos doctrinales orientados de
acuerdo a los preceptos éticos e ideológicos dominantes en cada época.
En la Literatura Infantil y Juvenil encontramos patrones o modelos culturales que de
alguna manera mantienen y legitiman determinadas formas de actuar en sociedad. Los
contextos sociales representados en las obras literarias las convierten en un instrumento
privilegiado para analizar de qué forma aparecen representados los distintos roles y
estereotipos de género. Por este motivo, “es necesaria la visibilización del concepto de
género que ofrece la LIJ, como instrumento de indagación cultural y como un elemento
relevante en la formación de identidades” (Aguilar, 2008:116).
a) Modo de presentación
Teniendo en cuenta el grado de protagonismo de los personajes que aparecen en los
relatos, podemos clasificarlos como personajes centrales o secundarios.
El hecho de que el protagonista pertenezca a un sexo u otro “ejerce una notable
influencia en el niño y la niña, ya que en esta etapa infantil se desarrolla un proceso de
identificación con roles y características que se asignan a los personajes principales, a
través de lo cual el lector va edificando su propia personalidad” (Cañellas y otros, 1975:
25). El héroe, el protagonista por excelencia, será quien ejemplifique los
34
Fundación Germán Sánchez Ruipérez (Salamanca) y CEPLI: Centro de Estudios de Promoción
de la Lectura y la Literatura Infantil (Cuenca).
564
comportamientos socialmente aceptados. Por ello ha de resaltarse la importancia de
contabilizar el sexo de los personajes de las narraciones y su posición en el relato.
En cuanto a la presentación de los personajes, observamos una clara, aunque lenta,
evolución del protagonismo de los personajes femeninos. En los libros publicados hasta
1980, aparece un claro dominio masculino, no sólo en los personajes protagonistas (el
71’42% de los personajes centrales son hombres o niños), sino también en los
secundarios (el 68’51 de los personajes secundarios son masculinos frente al 31’48% de
personajes femeninos). Esto va evolucionando a partir de los años 80, apareciendo en
los libros publicados entre 1981 a 1990 un 57’73% de personajes masculinos frente a un
42’26% personajes femeninos y entre 1991 a 2000 un 55’88% personajes masculinos y
un 44’11% femeninos. Los porcentajes se igualan en los libros publicados a partir de
2001 (56% masculinos y 54% femeninos) y hay mayor tendencia a la personificación de
animales y objetos, ya que este recurso permite al autor obviar información sobre el sexo
de los personajes.
Una característica común a todos los periodos es el predominio de los personajes
infantiles como protagonistas de las historias, frente a los personajes adultos que
aparecen generalmente como personajes secundarios.
b) Escenario
La localización de los personajes también varía atendiendo a su sexo y a la fecha de
publicación de los libros. Observamos cómo hasta los años 80 se da una clara
predilección por presentar a los personajes de ambos sexos en escenarios literarios
(castillos, bosques, mares, barcos, etc.).
Esto evoluciona notablemente a partir de los años 80, donde pierden protagonismo
los escenarios literarios y adquieren mayor importancia escenarios próximos a la
cotidianeidad del lector. En estos casos, los personajes femeninos aparecen
mayoritariamente representados dentro del hogar, mientras que los personajes
masculinos aparecen indistintamente en el hogar, la calle, comercios y lugares de
trabajo35.
Los escenarios en los que se desarrollan las acciones en los libros infantiles
publicados a partir de 1990 son muy similares, aunque observamos cómo, aunque
ambos géneros se reflejan de forma indistinta en el hogar, todavía la mujer no aparece
representada en el marco laboral de forma tan significativa como aparecen los
personajes masculinos36.
Es importante observar como a partir de 2001, los libros analizados tienden a
recuperar el uso de escenarios literarios y fantásticos, frente a escenarios cotidianos.
c) Rasgos psicológicos
Otro aspecto fundamental en cuanto a la caracterización de los personajes, ha sido
determinar los rasgos psicológicos que predominaban en un género y en otro,
basándonos en la forma de actuar y de relacionarse con el resto de personajes. En este
sentido, los personajes femeninos que aparecen en los libros publicados antes de 1980
destacan por su bondad y su conformismo, frente a la rebeldía y la valentía que
aparecen como rasgos más frecuentes en los personajes masculinos. Curiosamente son
los personajes masculinos los que aparecen en más ocasiones como personajes
negativos, teniendo el papel de agresor o antihéroe en la historia.
En los libros analizados publicados entre 1981-1990 los personajes femeninos van
apareciendo descritos con mayor variedad de rasgos psicológicos, especialmente los
personajes infantiles. Además, los personajes masculinos, aunque siguen destacando
35
El 52% de las mujeres que aparecen en los cuentos analizados las sitúan en el hogar frente al
26% de los hombres.
36
Tan sólo el 20% de las mujeres aparece en su lugar de trabajo, frente al 48% de los personajes
masculinos adultos.
565
por su valentía, aparecen caracterizados, cada vez más como personajes sensibles,
afectuosos y preocupados por los demás.
En los libros infantiles analizados a partir de 1991, y muy especialmente a partir del siglo
XXI, se observa una evolución continua de los personajes femeninos infantiles, no
apreciándose en su caracterización diferencias significativas con los personajes
infantiles masculinos, representados ambos como niños valientes, imaginativos,
inteligentes y, sobre todo, decididos. Aunque es cierto que en la caracterización de los
personajes adultos se mantiene todavía una imagen estereotipada de la mujer,
apareciendo el 91’3% de los personajes analizados representadas como mujeres
bondadosas, entregadas al cuidado y auxilio de los demás.
d) Roles ocupacionales
Nos referimos aquí al desarrollo de un trabajo, básicamente, por parte de los personajes
adultos. Saber las características profesionales de los personajes ayuda a “saber qué
expectativas pueden formarse los niños y niñas de su papel en la sociedad a partir de su
imaginario literario” (Colomer, 1994: 9).
Esta categoría es la que presenta habitualmente una imagen más estereotipada de los
personajes; imagen que, en cierta medida, en algunos periodos corresponde a la
realidad social que muchas de estas obras pretenden reflejar. Para un autor que escribe
sobre escenas cotidianas y problemas que preocupan a la sociedad es muy importante
mantener la verosimilitud de la descripción social, respetando los modelos sociales que
los niños han interiorizado a través de su experiencia vivida.
En los libros analizados observamos cómo hasta 1980 predominan las ocupaciones de
tradición literaria para ambos sexos: reyes, príncipes, magos, brujas, hadas, feriantes,
vagabundos y cazadores.
Es a partir de la década de los ochenta cuando encontramos diferentes roles
ocupacionales. Los personajes femeninos desarrollan básicamente tareas domésticas y
cuidan de los hijos (50%), mientras que los masculinos se dedican principalmente a
oficios tradicionales (18%) o bien ocupan altos cargos (46%).
En los libros publicados a partir de 1990, observamos una pequeña evolución con
respecto al período anterior. Por un lado, aumenta, aunque de forma discreta, el
porcentaje de personajes masculinos que realizan tareas domésticas o cuidan de sus
hijos (12%). Por otro, podemos observar cómo los personajes femeninos comienzan a
desarrollar ocupaciones relacionadas con la educación (20%), oficios tradicionales (9%)
y artísticos (6%). Los personajes masculinos continúan desempeñando básicamente
oficios tradicionales (47%) y ocupando los altos cargos (24%). La mujer continúa
apareciendo básicamente en su rol de madre o bien en el de ama de casa, mientras que
los hombres, generalmente, desempeñan trabajos fuera del hogar. Se da así una clara
diferenciación entre el mundo doméstico, asociado a los personajes femeninos, y mundo
exterior asociado al género masculino; es lo que algunos autores han denominado
“dicotomía doméstica-pública” (Kottak, 1999: 168). Aunque en este periodo ya podemos
encontrar ejemplos significativos de hombres vinculados a la esfera doméstica,
destacando títulos como La historia de Ernesto (1986), El deseo de Sofía (1986), ¿Quién
ayuda en casa? (1990), Ven, petirrojo, ven (1999) o ¡¡¡Papááá...!!! (1999), reflejo de una
sociedad cambiante en este sentido.
En los resultados obtenidos en los libros analizados publicados desde 2001, aunque
mejora significativamente la situación, observamos cómo los personajes femeninos
siguen ocupándose preferentemente de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos
(45%), anclados en el desarrollo de ciertas profesiones (maestras en el 16’6% de las
ocasiones, tenderas 8’3%, escritoras y pintoras 5’5%, o doctoras 5’5%) y ocupaciones
como las relacionadas con el deporte, los medios de transporte y, especialmente, los
altos cargos les están totalmente vetadas. Si bien, cada vez son más las propuesta que
invitan a reflexionar a favor de una sociedad igualitaria. Los príncipes azules destiñen
(2008), ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? (2010), Las niñas del mundo
(2006), Las cosas que le gustan a Fran (2007), La niña de la luna (2007), Una letra
566
prometida (2006) o Las Chicas somos guerreras (2009), son solo una muestra de títulos
que evidencian que algo ha cambiado.
Finalmente, destacar que aunque ciertos roles y comportamientos estereotipados se van
superando con el paso de los años, especialmente en el planteamiento de las historias y
la caracterización de las personajes; en muchas ocasiones son las ilustraciones las que
contienen mayor carga de estereotipos sexistas. Encontramos multitud de ejemplos en
los que en el texto no se menciona a la madre o no se especifica la actividad que
desarrolla, pero esta aparece representada en la ilustración llevando un delantal y
realizando alguna tarea doméstica. En cambio la figura del padre, aunque aparezca en
el hogar, aparece con traje y corbata, leyendo el periódico o viendo la televisión. Ni
siquiera personajes literarios como las brujas se libran de aparecer ataviadas con
delantal y realizando las “tareas propias de su sexo”. Es importante señalar que en el
siglo XXI la introducción de nuevas corrientes artísticas y plásticas en la ilustración de
libros infantiles ha favorecido representaciones de la realidad más sugerentes y
metafóricas. Las imágenes no buscan representar de forma lineal el texto, sino que
intentan captar la atención el lector con escenas que juegan con simplicidad de los
escenarios y nuevas formas de representar y caracterizar a los personajes. Esta nueva
representación de la cotidianeidad ha favorecido la desaparición en la ilustración de
ciertos roles y estereotipos tradicionales.
Este análisis es una muestra de cómo han evolucionado las representaciones del
género en los últimos años en los libros dirigidos a niños y jóvenes. Pero no debemos
olvidar que, como defiende Lurie (1998), en todas las épocas las grandes obras de
literatura subversiva nos sugieren que existen otras formas de vida, que nos hacen
preguntarnos cosas, apelando a la imaginación, al cambio, a la rebeldía contra la
corriente cultural imperante. La entrañable Celia de Elena Fortún, Caperucita en
Manhattan de Carmen Martín Gaite, Las lavanderas locas de John Yeoman, Annie
Bonny la pirata de Mercedes Franco, La evolución de Calpurnia Tate de Jaqueline Kelly
y Los 7 durmientes de oro de Sebastiano Ruiz Mignone, son sólo algunos ejemplos de
obras que pretenden mostrar al lector otra realidad, con personajes femeninos que
cuestionan los modelos imperantes en la sociedad que les ha tocado vivir.
A partir de algunas de estas lecturas hemos elaborado la guía de lectura: “¿Somos
princesas?: Mujeres en la literatura infantil y juvenil”. Un recurso para el aprendizaje de
la convivencia de género, a partir de la reflexión sobre distintas lecturas literarias en las
que sus protagonistas nos invitan a pensar en la socialización de género.
Como procedimiento para potenciar la interacción y la cooperación del lector con el
texto, esta guía ofrece una selección de resúmenes y fragmentos de libros infantiles y
juveniles para distintas edades, desde la perspectiva de la mujer como protagonista. Con
ello se intenta establecer una relación personal de los lectores con las protagonistas de
las historias y potenciar la percepción del relato desde el punto de vista de la mujer.
Estas historias muestran cómo se enfrentan las mujeres a distintas situaciones, cómo
resuelven los conflictos y cómo se vive el día a día de una mujer, dejando al descubierto
algunos comportamientos que no favorecen la igualdad. El objetivo primordial de este
proyecto es motivar actividades de reflexión sobre el significado de la igualdad a partir
de la lectura (Yubero y Larrañaga, 2013).
Referencias bibliográficas:
Lecturas citadas
Alcantará, R. (1990): ¿Quién ayuda en casa? Zaragoza: Edelvives
Cano, C. (1999). ¡¡¡Papááá...!!! Madrid: Anaya.
Company, M. (1986). La historia de Ernesto. Madrid: SM.
Del Río, F. (2006). Una letra prometida. Barcelona: Sieteleguas.
Díaz, R. (2010). ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? Barcelona: Thule.
Fortún, E. (1981-1987). Colección Celia y su mundo. Madrid: Aguilar.
Franco, M. (2005). Annie Bonny la pirata. Barcelona: Thule
Gallego, L. (2009). Las chicas somos guerreras. Barcelona: Planeta.
Giménez, T. (2008). Los príncipes azules destiñen. Barcelona: Beascoa.
Kelly, J. (2010). La evolución de Calpurnia Tate. Barcelona: Roca.
Martín Gaite, C. (1992). Caperucita en Manhatta. Madrid: Siruela.
568
Piñán, B. (2007). Las cosas que le gustan a Fran. Madrid: Hotelpapel.
Ramón, E. (1986). El deseo de Sofía. Madrid: Espasa-Calpe.
Rovira, F. (1999). Ven, petirrojo, ven. Barcelona: La Galera.
Ruano, S. (2006). Las niñas del mundo. León: Everest.
Ruiz Mignone, S. (2008). Los 7 durmientes de oro. Madrid: SM
Santolaya, D. (2007). La niña de la luna. Madrid: Hotelpapel.
Yeoman, J. (2009). Las lavanderas locas. Barcelona: Océano Travesía.
569
O CUIDADO NA PERSPECTIVA DE MULHERES EM SITUAÇÃO
VULNERABILIDADE E RISCO SOCIAL
Falcade-Pereira, Ires A.
Sistema Prisional, Núcleo de Pedagogia Social da Universidade Federal do Paraná
iresfalcade@hotmail.com
D’Aroz, Marlene Schüssler
Núcleo de Pedagogia Social da Universidade Federal do Paraná
darozmarlene@gmail.com
Asinelli-Luz, Araci
Universidade Federal do Paraná, Núcleo de Estudos de Pedagogia Social
asinelli@ufpr.br
Stoltz, Tania
Tânia.stoltz795@googlemail.com
Universidade Federal do Paraná
Introdução
A imensa responsabilidade que pesa sobre uma mulher com filhos tem dupla
consequência, a exaltação e a condenação. A mãe que cuida, amamenta, educa, instrui
é entendida como uma boa mãe. Na falta desses cuidados, recai sobre elas a
condenação.
Não existe uma figura única de mãe (assim como de mulher). Essas mulheres vão,
pouco a pouco, construindo uma memória comum, uma comunidade de interesses que
se articula num grupo que hoje se relaciona com grupos do mundo inteiro, formando
uma rede de interesses comuns a todos os movimentos sociais. Pelos filhos, muitas
mulheres-mães se modificaram e o mundo à sua volta, tornando-o, talvez, um pouco
melhor. Acredita-se que a construção de uma nova identidade de gênero se dá a partir
de uma vivência política, social e coletiva. É da experiência vivida que pode surgir a
possibilidade de transformação, que inclui uma visão diferenciada da maternidade, mas
para uma maternidade social. O fato de participar de movimentos pode levar as
mulheres a (re)definições e transformações em suas identidades de gênero. Nós
vivemos uma divisão de tarefas que determina para as mulheres a responsabilidade de
cuidar de seus filhos. Assim, a noção de maternidade social incorpora os elementos de
cuidado para com o outro, que faz parte da maternidade tradicional de forma mais
ampla. (FREITAS, 2002).
Ao se referir à maternidade, Badinter (1985) observou os comportamentos das
mulheres-mães e concluiu que os recursos econômicos, mas também as ambições das
mulheres condicionam amplamente seu comportamento de mãe. Problema e
necessidade para umas, imposição ou opção para outras, a chegada do filho à família é
diferentemente vivida pelas mulheres.
A humanidade já responsabiliza a mulher pelo cuidado da prole. A esse respeito, Gilligan
(1990, p. 17), enfatiza o “fato de que as mulheres, universalmente, são grandemente
responsáveis pelo cuidado inicial dos filhos”. Compreensível entender o lugar das
mulheres na vida dos homens como alimentadora, cuidadora, companheira e
tecelã dos relacionamentos, embora esse cuidado não seja valorizado e respeitado
culturalmente pelos homens. Miller (1976) se refere a este aspecto de forma incisiva,
quando o foco na individuação e realização individual se estende à idade adulta e a
maturidade é igualada com autonomia pessoal; porém, a preocupação com os
relacionamentos surge como fraqueza das mulheres em vez de uma força humana
ligada ao cuidado.
Gilligan (1990) teve um papel marcante na compreensão da ética do cuidado. Apontou
de forma original e desbravadora as diferenças entre os comportamentos éticos dos
570
homens e das mulheres. Defendeu a ideia de que a eticidade feminina está baseada no
cuidado, ao passo que o sentido ético masculino baseia-se no princípio da justiça.
A par da vulnerabilidade social a que estão expostas, muitas mulheres apresentam alto
grau de vulnerabilidade emocional, seja pelo sentimento de abandono, seja pela
violência e exploração a que foram submetidas, seja pela fragilização a que estão
expostas cotidianamente na busca de estratégias para a sobrevivência de seu núcleo
familiar. O cuidado na vida das pessoas se torna essencial, principalmente na infância e
adolescência, quando ainda necessita de apoio e oportunidades para se desenvolver
integralmente.
Para Juliano in Añaños (2012) a sociedade criminaliza em maior grau as classes sociais
mais vulneráveis, assim recai sobre as mulheres um maior castigo e responsabilidade,
pois elas são socialmente as mais pobres com menor escolaridade e menor qualificação
profissional.
Estudos de Sousa (2005, p. 8) sobre a família e seus múltiplos problemas têm procurado
destacar suas características, suas competências e recursos. Para entender quais
elementos presentes na dinâmica familiar e comunitária são potenciadores de
vulnerabilidade, essa temática vem ganhando espaço. De acordo com Abramoway,
Castro, Pinheiro, Lima, e Martinelli (2002); Rocha, (2011), vulnerabilidade social é o
resultado negativo da relação entre a disponibilidade dos recursos materiais ou
simbólicos das pessoas, sejam elas indivíduos ou grupos, e o acesso à estrutura de
oportunidades sociais, econômicas e culturais que provêm do Estado, do mercado e da
sociedade. Esse resultado se traduz em debilidades ou desvantagens para o
desempenho e mobilidade social e está relacionado com o maior ou menor grau de
qualidade de vida das pessoas. Partindo dessa ótica, a vulnerabilidade refere-se a todos
os elementos que agravam a situação de risco ou impedem respostas satisfatórias ao
estresse. Entre os diferentes fatores, a vulnerabilidade familiar está também aliada à
sobrecarga de papéis assumidos pelas mulheres frente às dificuldades sociais,
econômicas e de violência experimentadas por elas; isso expõe uma face perversa da
condição feminina, sobressaindo, por um lado, a baixa autoestima, as frustrações, os
medos e anseios e, por outro, a coragem e a perseverança na luta pela sobrevivência.
Com base na pirâmide das necessidades, Maslow (1943) buscou compreender o
homem dentro de uma percepção multidimensional, considerando a existência de
diversas necessidades, desde as mais básicas, às mais complexas. Sendo assim, os
seus estudos concluem que, estando a família vulnerável nas necessidades mais
básicas, certamente estará vulnerável nas mais complexas. Uma vez vulnerável, a
família e seus membros encontram menos motivação para a mudança, sendo a
motivação entendida como algo que impulsiona a pessoa a querer ir em direção à ação.
No entanto, as díades/tríades pais/mães e filhos/as vão muito além da simples
manifestação de amor e alimentação elas perpassam todas as necessidades, abrangem
tudo o que envolve o seu bem-estar físico, psíquico e emocional. Não basta aos
pais/mães serem fisicamente presentes e afetuosos, é preciso que estejam cientes das
tarefas de educar, impor limites, indicar o que é certo e errado, orientar para que possam
seguir um caminho (D’AROZ, 2008).
Esse artigo busca refletir as múltiplas faces do cuidado na vida de mulheres em
condição de vulnerabilidade e risco social a partir da aproximação de dados oriundos de
duas pesquisas de campo, uma dissertação de mestrado e uma tese de doutoramento
em educação, em espaços distintos, que emergem e apontam para resultados similares.
Têm-se como participantes 10 mulheres em situação de privação de liberdade em
cárcere privado, com idade entre 23 a 43 anos, e 10 mulheres-mães/avós, com idade
entre 26 e 75 anos, com filhos/netos institucionalizados, no Estado do Paraná, Brasil.
Para a coleta de dados foram utilizadas entrevistas, grupo focal, narrativas e
observações. A análise dos dados, com enfoque qualitativo e exploratório, utilizando o
método baseado em Vygotsky (1984, 1991), proposto por Aguiar e Ozella (2006) e que
permite a identificação de núcleos de significação, com a finalidade central de apreensão
de sentidos.
571
Resultados e discussões
“- Cuidar significa cuidar dos filhos, amar, dar carinho, dar atenção, dar bons
sentimentos, dar boa família”.
“- Cuidar pra mim significa ter companheirismo, cuidar da gente, ajudar a cuidar dos
outros”.
“- Desde pequeno a gente precisa de cuidado, então eu acho que cuidar é proteger. Às
vezes a gente pode descuidar de muita coisa, o cuidar é muito importante, porque se
você não cuida pode levar a perdição de uma pessoa”.
“- Cuidar significa dar carinho pros filhos, o mundo tá muito perigoso hoje em dia”.
“- Tive uma infância boa, mas depois dos sete anos, eu sofri assédio do meu cunhado”.
“- Tive uma infância boa e não tive, minha mãe saía de casa sempre [...] nisso meu tio
tentava abusar sexualmente de mim [...] Eu tenho um trauma muito grande porque eu
sofri vários abusos sexuais. [...] E meu irmão de primeiro abusou de mim”.
“- Minha família foi muito humilde, a minha infância foi muito sofrida, não pude estudar
na idade certa”.
“- Eu tive uma infância bem complicada, muito difícil, muita pobreza, meu pai trabalhava,
mas era um sem vergonha, vagabundo, alcoólatra [...] ele ia aos botecos e chegava
dentro de casa batendo em todo mundo [...] Primeiro minha mãe, depois meu irmão mais
velho, depois eu e aí o outro irmão mais novo e todo mundo caía na pancada”.
“- A gente só não passou fome porque Deus não permitiu e a minha mãe sempre
ensinando o caminho do bem. Eu me lembro muito bem que quando era criança, eu e
meu irmão mais velho, a gente fazia jardim pro vizinho, minha mãe fazia pães pra
vender. Eu aprendi fazer unha bem novinha e foi complicado. Eu também tenho alguma
revolta dentro de mim. Porque na minha cabeça eu creio que se o meu pai tivesse tido
um outro comportamento com minha mãe, de repente não tinha acontecido tanta coisa
na minha vida. Muita coisa aconteceu na minha vida antes da hora, eu amadureci rápido
demais por causa da vida”.
“Foi ruim porque eu não tive infância, tive que trabalhar, estudar, carpir roça desde
pequena. Meu pai era cego das duas vistas e a minha mãe tinha 5 filhos Eu, ai tive que
arrumar serviço em Curitiba de babá, depois trabalhei de doméstica no bairro alto,
trabalhei em vários lugares, todos sem registro, eu era de menor, tinha 12 anos e vim
para cá com uma família de crentes, daí trabalhava na casa dessa mulher e todo o
dinheiro que eu recebia eu dava para minha mãe para ajudar meus irmãos. Éramos em
5 filhos, mais meu pai e minha mãe, tinha remédio para comprar para o meu pai e
gastavamos muito....trabalhei em vários lugares, todos sem registro, eu era de menor.
Eu tinha que ajudar minha mãe. Estudei até a 4ª série, mas tive que parar para ajudar na
roça. A adolescencia foi pior, sozinha, rodando por ai passando as necessidades, todas
elas.”
“(...) Foi a mulher do meu irmão que me bateu. Ela (cunhada) ficava boazinha perto dele
(marido e irmão), eu não falava porque achava que era só aquela vez e passava. (...) daí
o juiz disse: então, deixa ela aqui que a gente vai arrumar um colégio de freira para ela,
daí arrumou um ali em frente ao hospital Cajurú, aquele colégio que tem janelinha
marrom, ali tinha 400 meninas órfãs de pai e mãe, abandonadas, achadas na rua, de
tudo o que era jeito, aí fui para lá Né, estava muito feliz. Ah...eu morei até 28 anos ali.”
“Daí naquela época, eu fui para um abrigo e foi lá que eu, as mulheres de lá me
ajudaram, o conselho, a assistente tutelar do abrigo me ajudou também. Esta professora
me levou para um abrigo de meninas lá em SJP, me deixou lá, meus pais, meu pai,
nunca foram me buscar, me pedir de volta. Fiquei no abrigo toda capenga, mal
conseguia andar, com as penas com defeito, finas, eu não crescia, fiquei pequena, tinha
7 anos e parecia que eu tinha 4 anos.”
“Porque é muito triste demais ficar onde não querem você. Ela (mãe) mora na mesma
rua que eu, só que assim, mãe entre “”, ela nunca me criou, não me quis, não lutou para
me pegar de volta com a minha avó. Tanta gente é pobre, sofrida, mas cuida dos filhos,
se precisar dar, dá porque não tem o que comer, mas não porque não quer cuidar.
Minha mãe não queria. Quem me criou foi minha avó.”
“Minha mãe me largou quando eu nasci, largou eu lá no hospital, ela anda pelo mundo,
por aí, sei lá onde anda.....ela não me queria, eu e minha irmã, nós nascemos gêmeas,
com problemas, doente, acho que tipo...desnutridas, fraquinhas, magras.... eu fui para
um lugar e ela no outro. Daí meu pai ficou com outra mulher, esta madrasta que também
não me queria.”
No caso das mulheres pesquisadas para este estudo, além de diversos fatores
desencadeadores de violência intra e extrafamiliar, outros problemas graves e presentes
em suas histórias de vida são o uso de álcool, drogas e o envolvimento com o tráfico. De
forma combinada, o alcoolismo e os outros tipos de drogas têm uma influência destrutiva
no funcionamento familiar e essa disfunção desempenha um papel mediador na
transmissão intergeracional de comportamentos. A relação que os indivíduos
estabelecem com ela influencia e é influenciada fortemente pelo universo de interações
dentro e fora da família (KODJO; KLEIN, 2002).
Assim, é possível afirmar que a relação com a pobreza, a vulnerabilidade, as drogas, a
ausência e ineficiência das políticas públicas são marcas presentes nas mulheres deste
574
estudo e as demais gerações de suas famílias. Esses e outros fenômenos têm
repercussão nas histórias familiares, provocando reações e formas singulares de
enfrentamento das dificuldades. Nessas circunstâncias podem acontecer as primeiras
experiências de violência que levam a outras, marcando a vida das mulheres e dos filhos
em relação ao cuidado. É uma cadeia de fatores que envolve a família em todos os tipos
de riscos físicos, levando a outros riscos consequentes dos aspectos econômicos,
sociais e psicológicos.
Com base nos resultados da pesquisa, percebemos coerência entre a situação de
vulnerabilidade, conflito e risco a que as mulheres estiveram submetidas e seu
“desenvolvimento humano como resultado das interações das características
constitucionais da pessoa e do ambiente na qual está” (KOLLER, 2011, p.106). No caso
específico das mulheres em privação de liberdade, o contexto social em que estiveram
imersas representou fator de risco (conflito, violência e vulnerabilidade social),
apresentando-as ao crime como oportunidade única ou fator ‘comum’ em seu contexto
familiar e social. Entretanto, suas histórias de cuidado das mulheres em privação de
liberdade são permeadas por sofrimentos, ausências, violações, mas também de afetos,
sonhos e idealizações, e nelas, as figuras materna e paterna apresentam-se como
presenças e ausências carregadas de significados.
Para Koller (2011), os fatores de proteção e os fatores de risco melhoram, pioram,
interagindo entre si “[...] alteram a trajetória da pessoa, seja para produzir uma
experiência estressora ou protetora em seus efeitos (p.105)”. Assim, percebemos que a
autoestima, a sociabilidade e a autonomia, bem como as relações de afetividade e
amizade do contexto familiar e demais onde a criança ou pessoa em desenvolvimento
interage, funcionam como proteção ou risco para seu desenvolvimento integral, seja na
sua trajetória infantil, seja ao longo de sua adolescência e idade adulta. São vivências
como estas que ajudam a desenvolver resiliência, presente nas histórias de vida
relatadas pelas mulheres participantes da pesquisa.
A negligência e a ausência de cuidados básicos pelos adultos às crianças e
adolescentes, marcaram gravemente a dinâmica familiar que acompanhou a história de
vida das participantes. A situação de abandono e o “viver por si” as obrigou desde a
mais tenra idade a assumir responsabilidades como preparar seu próprio alimento, se
preparar para ir à escola, fazer as tarefas domésticas, cuidar de irmãos e irmãs
menores, contribuir no sustento da família. Algumas mulheres relatam situações de
maus tratos na infância, inclusive casos de abuso sexual familiar. Evidencia-se que
aqueles que deveriam cuidar, ao contrário, as maltrataram e colaboraram para que a
exclusão e dificuldades aumentassem em suas vidas. Na adolescência, a presença de
diversos parceiros afetivo-sexuais, a precocidade e o despreparo para a maternidade
frente às adversidades enfrentadas pelas mulheres, afetaram os filhos e as novas
gerações, levando muitas vezes ao abandono ou à ida dos filhos às ruas, reforçando o
ciclo de pobreza, situação de risco social, vulnerabilidades e contribuindo para a
privação de liberdade em sistema carcerário de si própria ou de um dos familiares.
Ainda, as pesquisas revelam a falta e/ou a ineficiência de políticas públicas de
atendimento às famílias empobrecidas e em situação de risco e vulnerabilidade social e
evidenciam o vácuo social de ausência de cuidados por parte da família e da sociedade,
com destaque à situação da mulher.
Mais do que pensar na criação de novas políticas públicas e educacionais promotoras
de bem estar, saúde física, mental/emocional, resiliência, oportunidades de trabalho e
qualificação profissional, é fundamental voltar-se à efetiva concretização do que já existe
no papel e no discurso voltado para a promoção de mulheres em situação de
vulnerabilidades. Ouvi-las mais, identificar as suas reais necessidades, integrando-as
efetivamente nas políticas públicas existentes. Estabelecer um caminho de intervenção,
prevenção e superação assegurando, acima de tudo, a dignidade da mulher e de sua
família frente à liberdade de exercer sua própria voz. Dar voz e vez às mulheres permite
afirmar que, em lugar de discursos, se fazem necessárias práticas efetivas no campo da
pedagogia social, enaltecendo o cuidado como condição imprescindível para a dignidade
575
humana e qualidade de vida.
Referências
KODJO, C. M.; KLEIN, J. D. (2002), Prevention and risk of adolescent substance abuse.
The role of adolescents, families and communities. The Pediatric Clinics of North
America, 49:257-268.
576
SOUSA, L. (2005) Famílias Multiproblemáticas. Coimbra: Quarteto.
VYGOTSK, l. (1984, 1991) Formação social da mente. São Paulo: Martins Fontes.
577
GÉNERO Y MIGRACIÓN: ACCIÓN SOCIOEDUCATIVA Y
EMPODERAMIENTO DE MUJERES INMIGRANTES: MUJERES
MEDIADORAS Y FORMAS DE AYUDA EN LA EDUCACIÓN PARA ADULTAS .
Resumen:
Como una posibilidad de cambio ante esta situación ,se propone una actuación a nivel
socioeducativo de empoderamiento de la población femenina inmigrante a través de la
alfabetización con el objetivo de crear espacios propios en los que desarrollar
estrategias comunes de actuación frente a posibles situaciones de desprotección, una
revalorización de las funciones que desempeñan a nivel social y un crecimiento
colectivo e individual a partir de sus capacidades y potencialidades que las permita
visibilizarse en el espacio público.
578
1. Introducción
.
En este trabajo, tratamos de abordar la responsabilidad de la comunidad socioeducativa
en contextos de vulnerabilidad y/o riesgo de exclusión social, influidos por el fenómeno de
feminización de las migraciones y la cadena global de cuidados.
579
La observación participante se ha desarrollado en las clases de español para mujeres marroquíes de
Leganés, en los barrios de San Nicasio y La Fortuna, durante los meses de Noviembre hasta
Febrero. El registro de esta observación se ha realizado a través de la elaboración de un diario de
campo.
Por último, las entrevistas se han realizado a tres mujeres, estudiantes en las clases de
castellano del barrio de San Nicasio. La información buscada, se ha basado principalmente en
recabar datos sobre tres aspectos fundamentales: la trayectoria migratoria hasta el presente, el
trabajo desempeñado, la utilización de servicios públicos por parte de estas mujeres y las
motivaciones presentes y proyecciones con respecto a su futuro en España.
La selección de la muestra se basó en el nivel de castellano. Se eligió plantear la posibilidad de
realizar entrevistas en un grupo con nivel B1-B2, de manera que entendiesen las preguntas y
pudieran explicarse en español. Una vez en la clase, se propuso la entrevista de manera voluntaria,
se comentaron los temas sobre los que se intentaba obtener información y ellas se presentaron
voluntarias.En relación al perfil de las entrevistadas; el espectro de edad, ha sido amplio, entre
los 25 y 40 años.
En cuanto a su ocupación, dos de ellas eran empleadas domésticas mientras que la otra
desempeña labores familiares no remuneradas.Los referencias a las entrevistas o la observación
participante se hace a través de nombres ficticios para proteger la privacidad de las estudiantes.
3. Cadena Global de Cuidados: Feminización de las migraciones y etnificación del
trabajo doméstico
Hochschild (2000) al usar el término, “cadena global de cuidados”, habla del
“establecimiento de una serie de vínculos personales entre población de todo el mundo,
basados en una labor remunerada o no remunerada de asistencia”.Estas las labores de cuidado
de las que habla Hochschild , debido a la estructura social de género existente en la
actualidad, siguen identificándose como funciones que han de desempeñar las mujeres
(Harding, 1996).
Debido a los roles de género asociados a cada sexo, la mujer sigue identificándose como la
responsable del espacio doméstico y el desempeño de los cuidados. Sumado a este proceso
de feminización del trabajo doméstico, autoras como Pérez Orozco (2007) relacionan la cadena
global de cuidados con el proceso de feminización de las migraciones en el contexto de la
globalización y la transformación de los Estados del Bienestar, ya que la etnificación, es decir, el
desempeño de estas labores por parte de un determinado grupo étnico, es un rasgo propio de
este proceso.
En España, tanto la cadena global de cuidados como la feminización de las
migraciones son f enómenos sociales signif icativos. A raíz de diversas
transformaciones sociales, como por ejemplo la incorporación de la mujer al mercado laboral, las
necesidades de cuidados se han cubierto mayoritariamente por mujeres trabajadoras e
inmigrantes solucionando la demanda del país en relación a cubrir estas funciones (Durán,
580
2004). Sin embargo, no se han desarrollado medidas que visibilicen y cubran la totalidad de
las necesidades de la población femenina inmigrante.
Como veremos a continuación, los factores de exclusión social como la etnia, el género y la
clase social están interrelacionados y dibujan un escenario en el que la discriminación es múltiple
hacia esta población (Lister, 1997).En primer lugar, encontramos una desvalorización de las
personas por el hecho de ser migrantes y una ruptura en el concepto de universalidad de
derechos ya que están ligados a la contratación laboral y si no estás presente en el espacio social
productivo como trabajador/a no existe un acceso real a ellos.
Podemos observar cómo existe una interrelación entre etnia y género ya que el acceso a
trabajos en la esfera doméstica, espacio mayoritariamente ocupado por mujeres, se ve
afectado negativamente por esta medida. El contrato y las condiciones de cotización
establecidas dependen del resultado de la negociación entre empleadora- empleada y al
garantizar la regularización en el país, las inmigrantes están desde un principio en una situación
de dependencia a la hora de aceptar las condiciones y salario del mismo.
Según Cruz Roja de Castilla y León (2006), más de un 65% de las mujeres inmigrantes
que trabajan más de 5 días a la semana percibían un salario inferior a 300 euros al mes. La
precariedad laboral, las sitúa de nuevo, en una situación de mayor vulnerabilidad al afectar la
clase social baja como otro de los mecanismos de exclusión social pues corren el riesgo de
no contar con la seguridad económica que asegure las necesidades materiales básicas.
Tanto el proceso de feminización como el de etnificación son resultado de un entramado
social en el que las relaciones se basan en las ideas y valores de una cultura dominante
heteropatriarcal, con un modelo binario jerarquizado a partir del que se construyen de manera
diferenciada los roles y derechos para ciudadanos y ciudadanas (Malena Costa, 2006) y una
visión de desarrollo teolológica, en el que el progreso científico es totalizante y contrario a las
posibilidades de igualdad para toda la población.( McLaren, 1997).
Las necesidades principales ante las que nos encontramos son entre otras; cuestionar los valores
y las prácticas sociales de esta cultura dominante y realizar una lectura crítica que permita
construir la igualdad de derechos y autonomía para todas las personas en esta sociedad. En
este proceso de cambio la comunidad socioeducativa debe ser protagonista y para ello, es
fundamental introducir, como diría Freire (1969), el diálogo como práctica política en los distintos
espacios en los que se construyen y refuerzan estos valores y prácticas.
Estos espacios se encuentran presentes en la vida cotidiana (la familia, el trabajo, el barrio, el
vecindario, los centros de educación formal y no formal), por ello la comunidad
socioeducativa tiene la oportunidad de desarrollar una tarea fundamental en la facilitación de
procesos en los que se intercambien los aprendizajes y se construya una ideología
inclusiva, un “saber” común que no responda a diferenciaciones de género, etnia o clase
social.
581
En las siguientes páginas, observamos la puesta en práctica de experiencias educativas
centradas en las potencialidades de la mujer inmigrante como motor de cambio de su propia
situación y del escenario social.
4. Estrategias socio-educativas de empoderamiento y transformación social
A partir de la realidad descrita, existe la posibilidad de conseguir un cambio a través de la acción
socio-educativa si esta se centra en las posibilidades transformadoras del saber popular. El
cambio debe desarrollarse a partir de la raíz en la que se encuentran los problemas y buscar
soluciones a través de las experiencias de vida, cotidianidad y el aprendizaje presente en
éstas (Cerveira, Ribeiro, 2009).
Solo a partir de experiencias propias que faciliten la concientización de la población
podrán transformarse las relaciones de poder y el marco estructural en el que vivimos.
Siguiendo la línea de investigación-acción elaborada por la REPEM (2009), pensamos que un
diseño, planificación e intervención socioeducativa orientada hacia el empoderamiento debe
centrar a la mujer como sujeto activo – participativo del proceso en el que reciba el apoyo y
confianza suficientes para reflexionar con una visión crítica las situaciones injustas que le rodean y
se sepa capaz de transformarlas (Cerveira et al, 2009).
De esta manera, se pretende fortalecer tanto las características individuales, el
autoconcepto o la toma de decisiones como facilitar la creación y/o fortalecimiento de
redes de apoyo y espacios colectivos de ayuda mutua a través de los que sea posible su
participación en la organización social, acabando con la
invisibilización(Gómez,2009).
En este texto, nos gustaría centrarnos en una de las motivaciones y acciones expresadas
por la población femenina como comienzo del proceso empoderador, el aprendizaje de
castellano. Gracias a este interés se pueden implementar las estrategias socioeducativas de
educación- formación y transversalmente trabajar la inclusión social y la promoción cultural (Sáez
Carreras, 1988).
Desde nuestro punto de vista, las iniciativas de alfabetización creadas en torno al interés y
motivación de la mujer por formarse y mejorar su conocimiento en relación con la sociedad en la
que se encuentra, son uno de los puntos principales sobre los que puede comenzarse el
empoderamiento.
En el caso de la población marroquí, por razones culturales, las clases han de ser únicamente
para mujeres. La creación de clases de castellano exclusivas a mujeres posibilita que un
582
porcentaje amplio de ellas se forme y se integre en la sociedad. (García Roca, 2007). Si bien
consideramos la necesidad de esta acción positiva, pensamos que debería desarrollarse
dentro de un enfoque dual, integrado, con acciones a ambos sexos (Serrano, Peláez 2013),
incorporando la perspectiva de género y la visión intercultural.
En las entrevistas realizadas, la razón principal que lleva a optar a estas mujeres por las clases
de español para extranjeras es evitar la confusión y desenvolverse correctamente en su
entorno. Poder hablar con los vecinos y vecinas del barrio, ir solas a hacer la compra o entender
al profesor de sus hijos e hijas son algunas de las explicaciones ofrecidas por las estudiantes.
La barrera del lenguaje dificulta su vida diaria en gran medida puesto que les impide el ejercicio real
de ciertos derechos como puede ser el de salud universal pues aún teniendo el permiso de
residencia, la falta de traductores en los hospitales y centros de salud, impide que estas mujeres
comuniquen sus malestares al personal médico. A la barrera idiomática en el caso de las mujeres
magrebíes hay que sumar el choque cultural que supone ir a una consulta médica en la que puede
que estén solas ante un hombre por lo que el derecho a la salud queda obstaculizado de
manera doble. ( Gurrutxaga, 2013).
En otra de las clases, Zaida afirmó sangrar cada vez que iba al baño. No había ido al médico: “Ni mi
marido ni yo podemos entenderle”.
Durante las clases, la monitora se perfila como el agente facilitador de su formación. Es la
persona responsable de propiciar un espacio en el que la experiencia del aprendizaje se base
en intercambio de saberes cotidianos de manera respetuosa y con confianza. A partir de ahí, la
introducción del diálogo y la aceptación incondicional de todas las estudiantes en la clase, podrá
desarrollarse la visión de la realidad desde
una perspectiva crítica y transformadora, haciendo de las clases de castellano espacios de
reflexión y acción a partir de los que desarrollar relaciones humanas nuevas basadas en la
equidad (El Achkar, Rodríguez, Paz, Rojas, 2010).
La existencia de espacios de confianza como este supone una oportunidad para desarticular
falsas creencias y transmitir dudas al grupo clase que no se transmitirían a otras personas o se
comunicarían en otros espacios por miedo o vergüenza. A partir de ahí, la respuesta del grupo es
en forma de ayuda y apoyo.
Continuando con el ejemplo de Zaida, una vez expuso su problema, todo el grupo clase
colaboró para que se transmitiera el mensaje a la monitora y en conjunto se elaboraron
estrategias para solucionar el problema: “Puedes ir con una de mis hijas, ellas sí saben
castellano”, expuso como solución otra de las mujeres de la clase.
El espacio-clase facilita que la mujer sitúe sus acciones más allá de los ámbitos en los que
acostumbra moverse, ya que traslada la confianza y la solidaridad del grupo más allá de los
límites visibles. La puesta en común de alternativas, las dinámicas de resolución de conflictos
583
comentadas en clase así como la solidaridad garantizada por el grupo “respacializan” a la mujer
inmigrante en ámbitos sociales dónde antes no había estado o lo había hecho de manera pasiva.
El aprendizaje basado en las experiencias cotidianas propias a partir de las que son conscientes de
la necesidad de aprender la lengua facilita la reflexión sobre sus experiencias de vida diarias y
el intercambio de las mismas con el grupo (El Achkar et al, 2010) . Durante otra de las clases una
de las estudiantes expresó su frustración al no poder ir a hacer la compra sola y depender de su
marido e hijo constantemente: “Quiero aprender a hacer la compra y pagar bien”, ante este
comentario el grupo asintió de manera generalizada, mostrando como necesidad el aprendizaje
de los números y el manejo del dinero. Un claro ejemplo de cómo a través de la
alfabetización crece la independencia de estas mujeres que podrán actuar sin necesidad de
intermediarios, por sí mismas.
La reflexión sobre qué palabras quieren aprender facilita también que se pongan en común las
necesidades y se propicie un espacio de aprendizaje en el que la dinámica de estudio es
colectiva. Además el diferente perfil ofrecido por las estudiantes, alfabetizadas en su país de
origen o sin ningún contacto previo con la cultura escrita, en el caso de las mujeres rifeñas de
Marruecos, genera una dinámica de aprendizaje en la que cada estudiante aporta sus
capacidades, orales o escritas y ayuda a las otras en el avance de conocimiento.
El desarrollo o fortalecimiento de una red de apoyo como esta puede trascender a los muros de la
clase y trasladar estas relaciones de solidaridad desarrolladas a partir del estudio de la lengua
castellana al exterior y solventar otras necesidades. Un ejemplo de ello, son las mujeres que
alcanzando un nivel más avanzado de castellano realizan
las labores de traductora, acompañando a sus compañeras a realizar trámites
administrativos o citas médicas.
La reflexión sobre qué necesitan y la transmisión de éstas a otra persona supone el primer paso
para establecer una relación de ayuda y confianza a partir de las que las mujeres inmigrantes
puedan concientizarse sobre su propia situación en la sociedad y realizar una lectura crítica (El
Achkar et al , 2010). Durante la entrevista realizada, las mujeres empleadas domésticas pusieron
en común sus salarios y compararon las tarifas. Ante el bajo salario de una, su compañera
exclamó: “Te pagan poco, el precio por hora lo debes negociar con tu jefa”.
La comunicación y las relaciones de igualdad y apoyo establecidas en clase, facilitan que las
propias compañeras ofrezcan alternativas a las situaciones de dificultad que atraviesan otras
compañeras. La experiencia de vida a menudo parecida y compartida en el caso de estas
mujeres, propicia el conocimiento necesario sobre ciertos temas y la empatía adecuada para
584
afrontar cada situación. Negativas ante el requerimiento de ser contratadas, problemas a la hora
de afrontar los pagos del alquiler, problemas familiares como la imposibilidad de reunificación
familiar con hijos e hijas que aún siguen en los países de origen son algunas de las situaciones
que han de afrontar estas mujeres en su día a día.
La clase facilita en primer lugar, el espacio para contarlo y sentirse escuchadas con el apoyo
emocional que merecen. El sentimiento de comprensión y acompañamiento a lo largo de estos
procesos es fundamental para el desarrollo de un proceso de empoderamiento personal
(Niño, 2013).
Además las barreras lingüísticas se ven solventadas a través del conocimiento colectivo. Las
expresiones que no sepan unas las conocerán otras, y entre todas se construirá un discurso
efectivo en cada situación.
La mujer es una pieza clave en el desarrollo de una sociedad intercultural en la que se fortalezcan las
relaciones humanas basadas en la equidad y el respeto y existan espacios de intercambio de
experiencias con el objetivo de construir un “saber” colectivo y compartido por todas las
personas.
El conocimiento sobre el castellano que reciben las mujeres en las clases de español para
extranjeras las faculta como mediadoras culturales. Su presencia en multitud de ámbitos, por
ejemplo el sanitario o el educativo, debido a su responsabilidad como cuidadoras, facilita que
actúe como vínculo y transmita las necesidades de la comunidad inmigrante a las
instituciones. De esta manera, se podría lograr tanto la
incorporación de las necesidades de la población inmigrante como la potenciación de sus
fortalezas a la sociedad española.
585
desarticulan las barreras culturales que se percibían como un requisito excluyente a la hora de
acceder a determinados derechos.
A partir de su función podrían realizarse importantes avances en materia de igualdad ya que ello
supondría la ampliación de las posibilidades laborales de la mujer inmigrante ( Llevot Calvet,
Garreta Bochaca, 2007). Es una herramienta a partir de la que pueden revalorizarse y
reconocerse socialmente como colectivo y a nivel individual. Esta revalorización supone la
presencia activa de la mujer inmigrante en espacios en los que se construye la organización
ciudadana (Massolo, 2003). Por lo tanto, es una oportunidad para generar procesos de participación
nuevos, inclusivos y representativos de toda la población.
5. Conclusiones
Gracias al proceso planteado se desarrolla una devolución de poder a las mujeres inmigrantes,
actrices presentes en la organización social y posibilita la creación de nuevas identidades y tramas
culturales que propiciarán el cambio en las relaciones y la organización social.
Por último, pensamos que este proceso de empoderamiento, personal y colectivo, supone una
mejora a nivel social, ya que transforma los escenarios cotidianos, incluyendo prácticas sociales
basadas en valores e ideas más justas que permiten una convivencia sana y propician los beneficios
de una comunidad intercultural.
6. Bibliografia
Arriagada Irma ; Todaro Rosalba (2012 )Cadenas globales de cuidados: El papel de las
migrantes peruanas en la provisión de cuidados en Chile. ONU Mujeres.
Bel Adell, Carmen (1996) La mujer inmigrantes, agente de desarrollo y factor de integración
intercultural. Boletín de la A.G.E N°23 (93-109)
586
Cerveira, Carolina y Ribeiro, Clair (2009) Los activos de las mujeres en Brasil: Trayectorias y
Aprendizajes. Gloobalhoy n°20; REPEM - Aprendiendo en Red.
Costa, Malena (2006) Distintas consideraciones sobre el binarismo Sexo/ Género. Aparte Rei .
Revista de Filosofía. Nº 46 .
Cruz roja española (2006): La mujer Inmigrante en Castilla y León. Relaciones sociales, vida y
trabajo de la mujer inmigrante en los servicios de proximidad. Cruz Roja España.Durán, María
Ángeles (5 de Septiembre de 2004) Un desafío colosal. ¿ Cómo conciliar trabajo y vida
familiar? .El País.
García Roca (2007) Inmigración, integración social de los extranjeros y concurrencia de
competencias territoriales. (Jornadas de estudio, derecho, inmigración e integración).
Ministerio de Justicia
Freire, Paulo (1969) Educación como práctica de la libertad, España: Siglo XXI,
Gómez Gómez, Elba Noemí (2009) Empobrecimiento. La lucha por las representaciones
legítimas. Question, Vol 1, No 22 (2009)
Hochschild, A. R. (2000) "Global Care Chains and Emotional Surplus Value" in Hutton, W. and
Giddens, A. (eds) On The Edge: Living with Global Capitalism, London: Jonathan Cape, p. 131
Harding, S. (1996) Ciencia y Feminismo , Madrid, España. Editorial: Morata.
Llevot Calvet, Nuria & Garreta Bochaca, Jordi (2013) La mediación intercultural en las
asociaciones de inmigrantes de origen africano. Revista internacional de sociología.
Monográfico sobre asociacionismo e inmigración Vol. 71, extra 1, 167-188.
Lister, Ruth 1997 Citizenship. Feminist perspective. Nueva York: New York University Press.
Massolo, Alejandra (2003) El espacio local y las mujeres: pobreza, participaci6n y
empoderamiento. Mexico (Universidad Autónoma Metropolitana.
McLaren, Peter (1997) Pedagogía crítica y cultura depredadora. Políticas de oposición en la era
posmoderna. Barcelona: Paidós
Niño Contreras, Ly a (2013) Hacia una mayor comprensión del empoderamiento: Las
vendedoras ambulantes mixtecas en Tijuana y la participación del Estado. Estudios
Fronterizos, nueva época, vol. 14, núm. 27, enero-junio de 2013
del Pozo Serrano, Francisco José ;Peláez, Carlos; ( 2010) La educación para la igualdad: Una
necesidad académica y profesional para la acción socioeducativa. En M. Jiménez y
F.J del Pozo (Ed.), Propuestas didácticas de educación para la igualdad. ( 245-271). Andalucía,
España: Natívola
Pérez Grande, María Dolores (2008) Mujeres inmigrantes: realidades, estereotipos y
perspectivas educativas. Revista Española de Educación Comparada, 14 (2008), 137-175
Pérez Orozco, Amaia (2009), Miradas globales a la organización social de los cuidados en tiempos de
crisis I: ¿qué está ocurriendo? INSTRAW, ONU Mujeres, Documento de trabajo N.5, Serie
Género, Migración y Desarrollo.
Sáez Carreras, Juan (1988) La profesionalización de los educadores sociales: construcción de un
modelo teórico para su estudio Revista de Educación, núm. 336 , pp. 129-139
587
Ugarte Gurrutxaga, María Idoia (2013) La atención a la salud reproductiva de las mujeres
marroquíes: análisis cualitativo desde la perspectiva de género. Universidad de Castilla La
Mancha, España.
588
PROYECTO GENDERCIT. GÉNERO Y CIUDADANÍA
Resumen
El proyecto que se presenta está dentro del Programa People de la Unión Europea,
concretamente como una de las acciones de la Marie Curie, dentro del séptimo programa marco
(FP7/2007-2013/under gran agreement 318960).Su objetivo es crear una red científica
internacional para impulsar estudios de género. Desde el proyecto se estudia y analizan las
diferentes facetas en las que se presentan las relaciones de género en distintos escenarios, en
diversos países.
Partimos de que el núcleo que unifica las diversas aspiraciones de las mujeres hacia la igualdad
es la “ciudadanía”, que a su vez se vincula con los derechos humanos. La consecución de los
derechos de ciudadanía ha ocupado a las mujeres desde hace más de dos siglos pero aun
estamos lejos de conseguir la ansiada igualdad en las relaciones entre hombres y mujeres y
aunque cada vez son más los países que plasman en su legislación la igualdad de derechos
políticos, civiles, económicos, etc., no dejamos de comprobar cómo la realidad se manifiesta con
una cara diferente a la legal.
Las Universidades participantes son desde Europa: Pablo de Olavide (Sevilla, España),
Universidad de Florencia (Italia), Paris 8 (Francia), Universidad de Lisboa (Portugal). Desde
Latinoamérica: Uncuyo (Mendoza, Argentina), Salta (Argentina) y El Colef Frontera Norte (Méjico).
Desde el comienzo consideramos importante incorporar a la red, el Centro UNESCO de Ceuta,
cuyos miembros son investigadores/as de la Universidad de Granada. La participación del centro
UNESCO supone una garantía institucional de que se están velando y respetando los derechos
humanos en las investigaciones y estudios que se van a realizar.
589
Introducción
Hoy en día, los estudios interdisciplinares de género, constituyen una parte esencial de los
programas académicos de muchos países del mundo: Europa del Norte, Estados Unidos, Canadá y
Australia, pero todavía se está luchando por su reconocimiento - tanto desde el punto de vista
institucional como desde el punto de vista científico en las Universidades del Sur de Europa y
América Latina. Las diferentes investigadoras/es, miembros del proyecto, cuyo primer conocimiento
procede de su encuentro y coincidencia en programas de estudios de género, Master o Doctorados
de Género, poseen una larga experiencia en estudios de género, han realizado investigaciones
sobre el tema y han trabajado en intervenciones y estudios de Género (Maestrías, Escuelas de
Doctorado, etc.) en sus respectivas Instituciones.
El campo de los estudios de género es amplio, no sólo en términos de disciplinas, sino también de
temáticas. Además, los problemas pueden ser analizados desde diferentes perspectivas de
acuerdo con los países y los continentes la Ley Orgánica 1/2004, de Medidas de Protección Integral
contra la Violencia de Género, establece, en el artículo 7: “Las Universidades incluirán y fomentarán
en todos los ámbitos académicos la formación, docencia e investigación en igualdad de género y no
discriminación…”.
La importante dimensión política de los estudios de género -se trata necesariamente de las
asimetrías y la igualdad - ha encontrado un marco común en los documentos de los organismos
internacionales, pero el compromiso universal de la igualdad de género tiene que reconocer las
diferencias dentro de los grupos y las trayectorias diferenciadas de acuerdo con los contextos.
Con el fin de afrontar el reto de un " universalismo diferenciado" en el tema de las teorías de género
y de las políticas de género a través de un enfoque comparativo entre Europa y América Latina, se
generó esta propuesta centrada en temas de género, combinados con los de ciudadanía, que
representa el concepto crucial en torno al cual giran tanto los "derechos" como los procesos de "
participación".
590
toma de decisiones o la "acción" en la vida social, económica, cultural y política constituye una
forma dinámica y activa de conseguir los derechos, medio por el que las personas trabajan juntas
para mejorar su condición.
Iniciado por el análisis feminista, el concepto de género se ha incorporado en las estrategias de las
organizaciones internacionales para definir políticas globales para la defensa de los derechos
humanos y el desarrollo. En un contexto de creciente globalización, durante la década de 1990, la
discusión general de los derechos humanos en las Naciones Unidas y otras organizaciones se ha
intensificado y ha producido nuevos resultados, es decir, en lo que concierne a los derechos de las
mujeres, ya la segunda Conferencia Mundial de Derechos Humanos ( Viena, 1993 ) ha respaldado
firmemente que " los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e
indivisible de los derechos humanos universales " y que " deben formar los derechos humanos de
las mujeres una parte integral de las actividades de derechos humanos de las Naciones Unidas ".
A pesar del activismo de la ONU, y el hecho de que la ONU y las estructuras globales de la
sociedad civil estén dispuestas a ayudar a los estados a cumplir con tales normas de la sociedad
mundial, aparece un modelo mundial de ciudadanía y los derechos de las mujeres están lejos de
ser implementados en todas los lugares del mundo, tanto en las sociedades industriales
democráticos, en las que existen categorías de no ciudadanos/as (principalmente inmigrantes)
como en los menos desarrollados. Nos encontramos con que las barreras culturales y políticas
están en todos los lugares.
Por otra parte, las diferencias culturales siguen desempeñando un papel importante en la
conformación de las relaciones de género de ahí que los movimientos sociales pueden ser un
agente fundamental en el cambio de mentalidades. La comparación Unión Europea-América Latina
puede clarificar la articulación necesaria de abajo a arriba, a los que habría que sumar los factores
de arriba hacia abajo. El progreso en la igualdad de género se puede medir a través de la
legislación y la intervención de las instituciones de igualdad de oportunidades, en su aplicación y se
puede comparar con las áreas donde el papel preponderante en la promoción de la igualdad de
género proviene de movimientos sociales.
591
En consecuencia, pensamos que el enfoque de género y ciudadanía en una perspectiva comparada
europea - latinoamericana cumplirá dos objetivos específicos de la propuesta:
Estos dos objetivos son extremadamente relevantes, tanto para el ERA- el Espacio Europeo de
Investigación, dado que el campo de los estudios de género en muchos países europeos está
todavía poco desarrollado en comparación con Estados Unidos y Canadá, como para la política de
la UE que considera la igualdad de género como un objetivo fundamental a alcanzar.
El objetivo primordial del proyecto Gendercit, situado en el Programa People de la Unión Europea,
como una de las acciones Marie Curie, dentro del séptimo programa marco (FP7/2007-2013/
318960) es crear una red de investigación y formación interdisciplinaria permanente para promover
una transferencia constante y mutua de conocimientos entre las Universidades Europeas (España,
Portugal, Italia y Francia) y Latino Americanas (Argentina y México) en el campo de Estudios de
Género, con el fin de enriquecer el marco teórico del que partimos con la creación de nuevos
proyectos de investigación y así lograr la consolidación de la dimensión institucional de los
programas de investigación y de formación existentes en materia de Género (Máster, doctorado,
cursos específicos, de verano o durante todo el año); creando titulaciones conjuntas entre los
países, co-doctorados, master conjuntos etc.. o bien la participación conjunta de investigadoras de
diversos países en investigaciones conjuntas.
Como ya hemos anticipado nuestras relaciones comenzaron a partir de: intercambios en docencia
en Master y Doctorados, desarrollando colaboraciones de investigación y publicando conjuntamente
libros y artículos en diferentes idiomas pero fuimos conscientes de la insuficiencia de estos
contactos para una mayor internacionalización en el desarrollo de los estudios de Género, por lo
que con el fin de consolidar estas actividades iniciales y, por otra parte, para producir nuevos
conocimientos en un campo atravesado por diversos enfoques y perspectivas, pensamos en la
necesidad de estructurar una red internacional permanente para intercambiar estudios específicos
entre las investigadoras y desarrollar estudios conjuntos para poder realizar comparaciones entre
las situaciones, con el objetivo del beneficio mutuo, de la transferencia de conocimientos entre
Europa y América Latina. En consecuencia, los resultados esperados serán la definición de nuevos
programas de investigación y la elaboración de productos científicos originales
Este objetivo hemos planificado que se logrará a través del intercambio de información entre
Europa y Argentina y Méjico mediante el intercambio de un conjunto de investigadoras/es con
experiencia y otro grupo de investigadoras/es que estén en fase inicial, realizando sus tesis
doctorales. En consecuencia las funciones de uno y otro grupo serán distintas. El primer grupo
organizará y diseñara los eventos, participaran en conferencias y mesas redondas en donde
informen de la investigaciones que tienen en curso, se entrevistaran con investigadoras/es del país
que estén hincando su proceso de investigación, etc.; y el segundo grupo introducirá en su
investigación los nuevos conocimientos adquiridos en las estancias en los países del otro
592
continente o bien realizará estudios comparados entre los grupos poblacionales con los que entre
en contacto.
Por otro lado, un elemento importante para el intercambio y difusión de los nuevos conocimientos
obtenidos de forma conjunta y generada en este intercambio, será la organización de congresos,
seminarios, talleres, escuelas de verano y la impartición de conferencias e intervención en
programas de radio.
Las Universidades participantes desde Europa son: Universidad Pablo de Olavide de Sevilla
(España), que es la universidad coordinadora (el proyecto está dirigido por la Dra. Mª Carmen
Monreal Gimeno, Profesora Titular de esta institución), Universidad de Florencia (Italia),
Universidad Paris 8 (Francia), Universidad de Lisboa (Portugal). Desde América Latina:
Universidad de Cuyo (Argentina), Universidad de Salta (Argentina) y El Colef Frontera Norte
(Méjico), que es un centro de investigación. Además, desde el comienzo consideramos importante
incorporar a la red, el Centro UNESCO de Ceuta, cuyos miembros son investigadores/as de la
Universidad de Granada. La participación del centro UNESCO supone una garantía institucional
de que se está velando y respetando los derechos humanos en las investigaciones y estudios que
se van a realizar. Además este Centro está inmerso en problemas de migración dada su ubicación
en África.
Como ya hemos indicado, existían una serie de aspectos en los que estábamos trabajando las
investigadoras del proyecto y creímos que podríamos mantenerlos como temas clave sobre los
que estructurar las investigaciones futuras. Por lo tanto, pretendemos, sobre una base de
intercambio de conocimientos ya existente, estructurar nuevos conocimientos basados en nuevas
relaciones sobre unos ejes comunes. En total han son cuatro, cada uno de ellos coordinado por
una investigadora de Europa y otra de LatinoAmérica.
Los temas escogidos por las integrantes del proyecto como ejes para trabajar en sus diversas
facetas y actuaciones: investigaciones, análisis, realización de cursos, etc., son: (1) Ciudadanía:
Igualdad de derechos sociales y políticos, (2) violencias, (3) educación y género y (4) emigración.
En la primera reunión mantenida por las investigadoras se ha acordado que cada eje comenzaría
con un debate teórico sobre los conceptos clave del mismo. En las siguientes figuras se presentan
los temas a debatir de cada uno de los ejes.
593
CIUDADANÍA: IGUALDAD DE DERECHOS SOCIALES Y POLÍTICOS
Universidades
- Análisis del feminismo postcolonial, género institucional. coordinadoras
- Derechos formales y garantías reales: derechos de salud, derechos
:
sexuales y reproductivos.
- Educación popular de las mujeres: articulación con los feminismos.
- Ciudadanía y participación política: asociaciones, masculinidad.
- Experiencias y saberes de las mujeres: estrategias de supervivencia
en un mundo patriarcal. U. Florencia y
VIOLENCIAS
Universidades
- Debate teórico: políticas públicas, marco jurídico de las diversas coordinadoras
violencias, incluido el tráfico y la trata de personas.
- Intervención con mujeres que sufren violencia: salud, jurídica. :
- Prevención y educación en violencia de género.
- Violencia mediática.
U. Pablo de
Olavide y U.
EDUCACIÓN Y GÉNERO
Universidades
- Interculturalidad, pueblo indígena (originario)
- educación intercultural y mujer coordinadoras
- Vivir entre culturas: mediación intercultural, docentes interculturales :
bilingües
- Abandono escolar de las mujeres. La permanencia de la mujer en la
escuela, mediación familiar.
- Formación del profesorado: la formación docente en la universidad, U. Pablo de
institutos de formación docente. Olavide y U.
- Experiencias de educación en ambientes escolares y no escolares. Salta
594
MIGRACIÓN/MOVIMIENTOS POBLACIONALES
Universidades
- Vulnerabilidad, recursos, resiliencia, salud reproductiva,
coordinadoras
contrucción del sentido de los derechos: experiencias de
maternidad, migración interna. :
- Transversalidad de género e instituciones públicas.
- Construcción de identidades entre dos culturas.
- Vulnerabiliad de la mujer en la migración.
- Recuersos, educación y resiliencia. Colef Frontera
- Mujer migrante y transformación de la familia. Norte y U.
El primer tema cruza la dimensión institucional y legal del "sistema de igualdad de oportunidades "
(es decir, el debate de cuotas en la política, el mundo académico, cargos directivos etc.) y la acción
de abajo hacia arriba de los movimientos de mujeres. Resulta de especial interés realizar una
comparación entre las políticas de la UE destinadas a promover la participación política (a través de
directrices y recomendaciones) y los movimientos sociales de América Latina. Esta comparación
puede resultar particularmente rica en resultados de investigación. De hecho, los estudios de
América Latina han desarrollado enfoques interesantes de investigación en materia de participación
política de la mujer, la participación de la comunidad (la jefatura de las mujeres locales, la jefatura
de la mujer en los grupos indígenas), participación en conflictos militares, el liderazgo político, de
género y el populismo. Todas estas cuestiones, que han sido más desarrolladas en investigaciones
en América Latina, resultan también muy relevantes para la investigación europea.
La migración es un tema central tanto en Europa como en América Latina que será analizado con el
enfoque cruzado: género - clase - etnia. Una característica de los movimientos migratorios de los
últimos años es su feminización, lo que no supone una mejor situación de la mujer en el proceso
aunque sea ahora ella la que toma la iniciativa. Su vulnerabilidad y desigualdad se suma a la que
posee el hombre por ser emigrante. Sufre una doble desigualdad por su condición de mujer.
595
3. Plan de difusión del proyecto
En GENDERCIT las actividades de difusión se integran en el plan de trabajo del proyecto como un
paquete de trabajo independiente. Las actividades de difusión desempeñan un papel clave para
impulsar y consolidar la red y llevar la investigación a la atención de la comunidad científica, la
ciudadanía y los responsables políticos. Este documento proporciona el marco y las directrices para
la aplicación de la estrategia de difusión eficiente del proyecto. El Plan de Difusión se actualizará
durante los cuatro años del proyecto.
El proyecto se ha elaborado para difundir las actividades del proyecto y los resultados de la
investigación a la comunidad científica, la ciudadanía y los responsables políticos.
Los objetivos específicos de este plan son:
Sensibilizar y la visibilidad de la pertinencia de los temas del proyecto y de género.
Proporcionar a la comunidad científica, los responsables políticos y de la comunidad con el
conocimiento novedoso y de gran relevancia.
Promover la participación de otras instituciones de investigación y las partes interesadas en
el proyecto.
Difundir las actividades del proyecto, resultados de investigaciones y logros a una amplia
audiencia a nivel internacional.
Los métodos de difusión específicos desarrollados en el marco de este proyecto son: Página web
(http://www.gendercit.eu), Red PIRTNetGS (red internacional de investigación y formación en
estudios de género), boletín Gendercit (de carácter anual), folletos y cartelería (para publicidad de
las actividades que se realicen), comunicados de prensa y publicaciones (artículos, libros,
documentos escuela de verano…).
Una tarea central para las investigadoras/es del proyecto será la de producir una nueva
investigación valiosa a partir del aprendizaje transnacional que la propuesta GENDERCIT pueda
producir y así contribuir a mejorar la calidad científica de la UE.
También se preveen actividades de divulgación fuera del mundo académico: entidades políticas,
asociaciones de mujeres y público en general con el fin de sugerir estrategias y proponer
recomendaciones para la promoción de la igualdad de género.
Como ya hemos anticipado esperamos como resultado final la estructuración de una red
permanente y sostenible entre la Unión Europea y América Latina en Estudios de Género, que
596
ofrezca una plataforma web para la discusión, la promoción de proyectos de investigación conjuntos
con regularidad y el apoyo a los programas internacionales de capacitación multilateral.
Bibliografía
Archer, J. (2006). The importance of theory for evaluating evidence on sex differences. American
Psychologist, 61(6), 638-639.
Bas Peña, E. (2014). Educación Social y género, en Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria,
23, 13-20.
Byrne, C. (1999). Inclusion and exclusion. En L. Barton y F. Armstrong (Eds.), Difference and
difficulty: insights, issues and dilemmas. University of Sheffield. Department of Educational
Studies.
Dreifus, C. (2005). Declaring with clarity, when gender is ambiguous. New York Times, May 31.
León, M. (1995). “La Familia Nuclear: Origen de identidades Hegemónicas Femenina y Masculina”.
En. L. Arango, M. León y M Viveros (Comp.), Género e Identidad. Ensayo sobre lo
femenino y lo masculino. Bogotá: Tercer Mundo Editores, 56-75.
Lippa, R. A. (2006). “The gender reality hypothesis”. In American Psychologist, 61 (6), 639-640.
Maquieira. V. y Vara, M. J. (1997). Género, clase y etnia en los nuevos procesos de globalización.
XI Jornadas de investigación interdisciplinaria sobre la mujer. Madrid: Instituto Universitario
de Estudios de la Mujer. Universidad Autónoma de Madrid.
597
Masser, B. M. y Abrams, D. (2004). “Reinforcing the glass ceiling: The consequences of hostile
sexism for female managerial candidates”. In Sex Roles, 51, 609-615.
Rubin, G. (1975). “The Traffic in Women: Notes on the ‘Political Economy’ of Sex”. In Toward an
Anthropology of Women, R. Reiter (ed.), New York: Monthly Review Press, 13-27.
Scott, J. (1988). Gender and the Politics of History. Columbia: University Press.
Scott, J. W. (1996). “Historia de las Mujeres”. En P. Burke (Ed.): Formas de hacer Historia. Madrid:
Alianza, 59-88.
Yuval-Davis, N. (1997). “Women, Citizenship and Differenc”’, In Feminist Review 57, 4−27.
Recuperado de http://www.siyanda.org/docs/davis_citizendifference.pdf.
Lister, R. (1997). “Citizenship: Towards a Feminist Synthesis”. In Feminist Review 57, 28−48.
Recuperado de http://www.siyanda.org/docs/lister_citizensynthesis.pdf.
598
PERSONAS ADULTAS Y MAYORES EN SITUACIÓN DE RIESGO Y
CONFLICTO SOCIAL
599
LAS TIC COMO HERRAMIENTAS DE ACCIÓN SOCIAL PARA LA INCLUSIÓN DE FAMILIAS EN
SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
mrlimonm@edu.ucm.es
marchalblanc@live.com
Introducción:
La familia es una institución social sensible y adaptativa a los cambios de cada época, sean éstos de
tipo económico, político, social o tecnológico que la sitúan como reflejo de cada etapa de la
sociedad. “La institución familiar tiene una doble fuerza de resistencia y adaptación. Ha atravesado
los cambios económicos y sociales que han hecho pasar a las sociedades occidentales del estadio
de una economía campesina al de una economía industrial” (Segalen, 1992:20). La crisis económica
que están atravesando los países desarrollados y el avance tecnológico hacen que esta institución
se vea especialmente afectada.
Desde Naciones Unidas se ha establecido el año 2014 como el del XX Aniversario del Año
Internacional de la Familia. Con esta decisión se busca hacer un llamamiento a los países para que
adopten la perspectiva de la familia en todas sus leyes. Incitar a los gobiernos de todos los países
que valoren a las familias como la unidad social básica e imprescindible que proporcionan a sus
miembros los cuidados materiales e inmateriales de forma personalizada constituyendo, además, el
pilar de la solidaridad intergeneracional y de la cohesión social. Es una llamada de atención a los
gobiernos a que tomen las medidas pertinentes para que la situación de crisis económica no siga
afectando gravemente a las familias y que las medidas políticas, económicas y sociales tomen en
consideración la importancia de esta institución.
600
Los epidemiólogos Richard Wilkinson y Kate Pickett realizaron un estudio estadístico (2009) sobre
cómo las desigualdades influyen en el incremento de los problemas sociales tales como aumento de
las enfermedades, tanto físicas como mentales, drogadicción, alcoholismo, fracaso escolar, violencia
doméstica, etc.
La familia, considerada como agente natural socializador, educativo y preventivo, está siendo
especialmente perjudicada por las decisiones tanto legislativas como políticas de algunos estados
miembros, que la sitúan en un estado de vulnerabilidad. Las teorías sobre la evolución
antropológica y social de la familia establecen a la familia de tipo nuclear, como representante de la
sociedad postindustrial y como reflejo del estado del bienestar. Ahora bien, la evolución del grupo
familiar se ha visto seriamente alterada. La teoría del ciclo de la vida familiar que partía desde la
fundación de la pareja, la escolarización de los hijos menores, la etapa de los hijos adolescentes, el
periodo "postparenteral" (que se extiende desde la salida del último de los hijos hasta el momento
de la jubilación del padre) y hasta el envejecimiento de los padres (que incluye el estado de
viudedad) ya no es la visión más representativa de la familia europea actual.
En este panorama social de crisis económica que afecta a países desarrollados en la actualidad, se
está fomentando la vuelta al modelo de la denominada Familia troncal o múltiple que reviste una
estructura más tradicional y ligada al ámbito rural y agrario. Debido al incremento del paro, la
precariedad económica, los desahucios por hipotecas impagadas, etc. las familias, que en su origen
eran nucleares y/o monoparentales, se han visto avocadas a regresar al domicilio de los abuelos
donde conviven varias generaciones bajo el mismo techo (padres y madres, hijos/as y abuelos/as).
Esta nueva configuración de grupo familiar multigeneracional, puede degenerar en más de un tipo de
situaciones conflictivas. Hay que tener en cuenta que esta nueva estructura nace de una situación
de precariedad económica, donde los roles se ven alterados y donde surgen casos de
enfrentamiento intergeneracional, ansiedad generalizada, falta de motivación, estados depresivos,
violencia doméstica, etc. que afectan no solo a un miembro de la familia sino a todos los integrantes
de la misma. Son situaciones nuevas que requieren una profunda reflexión de cómo aplicar la acción
socioeducativa, y estudiar qué herramientas existentes en esta la sociedad actual pueden minimizar
los efectos de la exclusión ya no solo de los individuos sino de todo el grupo familiar. Se convierte
en materia de estudio y de investigación tanto de educadores como de trabajadores sociales
desarrollando programas de competencia familiar en familias vulnerables. (Orte; Ballester; March.
2013).
La inclusión social y la lucha contra la pobreza son objetivos prioritarios de la Unión Europea, tal
como reflejan los documentos emanados de la Comisión Europea desde el año 2000. De éstos se
deduce que los niños menores de 16 años junto a los mayores de 65 años son los sectores más
vulnerables ante la pobreza. Pero las últimas estadísticas presentadas por EUROSTAT demuestran
que la población de la mayoría de los estados miembros manifiesta un incremento de personas en
riesgo de pobreza o exclusión social. Así, en España, los datos desde el año 2008 son de 24.5%
progresando al 28.2% en el 2012 y la tendencia va aumentando. Y que esta exclusión afecta cada
vez más a todo tipo de personas, sin tener en cuenta su clase social, edad o su nivel de estudios. El
incremento de la precariedad laboral, del paro laboral, el envejecimiento de la población, la falta de
oportunidades de emancipación de los jóvenes, el aumento de los impuestos y las tasas
601
universitarias unido a otros factores como el recorte presupuestario de las políticas sociales agravan
de forma alarmante la situación y pintan un panorama desolador.
Así, la familia, considerada como agente natural preventivo de la exclusión, como espacio vital que
ofrece la capacidad de intervenir cuando se precisa ofreciendo los medios para superar las
dificultades, se ve avocada a una situación de vulnerabilidad y crisis donde los conflictos se
multiplican. Ya no son sólo los niños y/o los adolescentes los grupos de riesgo, sino los abuelos, que
ya superada la edad de jubilación y con las limitaciones físicas y psíquicas derivadas del
envejecimiento se ven ante la problemática de dar acogida a las familias de sus propios hijos, en su
momento ya emancipados, pero que debido al desempleo, la precariedad económica y la pérdida de
su vivienda deben regresar al hogar paterno para sobrevivir junto con sus propios hijos.
Se debe ayudar a las familias a volver a recuperar su papel de espacio integrador donde cada uno
de sus miembros pueda desarrollar los medios para luchar contra la exclusión social y vivir en un
ambiente más esperanzador.
La mayoría de adultos jóvenes (de entre 25 a 49), que aún habiéndose formado en una carrera
universitaria y habiendo accedido al mercado laboral formando su propio núcleo familiar, ha visto su
situación alterada debido a un despido laboral y por una progresiva precariedad económica que le
impide afrontar los gastos ordinarios del mantenimiento de su familia. La convivencia familiar se
vuelve conflictiva y se establece un clima emocional inestable pudiéndose dar situaciones de
maltrato físico y/o emocional. Ante el agotamiento de recursos y para afrontar las deudas, los hijos
se ven obligados a acudir a sus padres pensionistas en busca de acogida.
602
Fuente: Elaboración propia
Tradicionalmente y hasta hace poco el grupo de edad representado por “los abuelos” eran
considerados como grupo de riesgo de sufrir exclusión por tres factores: tras la jubilación los niveles
de renta disminuyen, un aumento del aislamiento debido a la emancipación de los hijos y a la ruptura
de sus relaciones sociales que por lo general se desarrollaban en el entorno laboral, y por último por
los efectos reales que el envejecimiento tiene en el estado general de la salud de las personas.
Paradójicamente, y debido a los factores mencionados con anterioridad, muchos abuelos se están
constituyendo en el salvavidas de sus propios hijos y nietos compartiendo gastos y vivienda.
Comparten sus escasas pensiones y los ahorros reunidos tras muchos años de esfuerzo tras haber
vivido en una “economía doméstica de guerra”. Los resultados de la edición del Barómetro TFW
(The Family Watch) correspondiente a 2014 reflejan que 2/3 de las personas encuestadas opinan
que su calidad de vida y poder adquisitivo han disminuido durante el último año y que tienen más
dificultades para atender las necesidades básicas como alimentación, transporte, ropa o salud.
Reflejan además, que en el 65,2% de los casos en que los abuelos viven en casa de sus hijos, éstos
aportan ingresos económicos y que además realizan tareas del hogar como recoger a los niños,
cuidarles mientras sus padres trabajan o atender a los enfermos de la casa. Más aún, las encuestas
del estudio indican que 68,7% de los hogares preguntados reconoce que, en el último año, ha
603
disminuido su poder adquisitivo, y que “el esfuerzo que supone cubrir las necesidades básicas es
mayor” que el año anterior, lo que repercute en que la calidad de vida del 62 % de las familias haya
disminuido desde entonces.
Pero, si la situación de precariedad se prolonga, los recursos escasean debido a los recortes de
pensiones, subida de impuestos, paro prolongado, etc. las perspectivas de mejora son escasas y se
puede derivar en el conflicto dentro del grupo familiar. Dicha situación plantea un nuevo reto para los
educadores y a los trabajadores sociales.
Poco ha durado el Estado del Bienestar, época dorada que se inició en Europa después de 1945
gracias a un crecimiento ininterrumpido del PIB y al pleno empleo, y que se asentaba en la imagen
de Estado paternalista que garantizaba los seguros ante la enfermedad, invalidez, desempleo y
donde no peligraban las pensiones de los mayores. En la actualidad, debido a las tendencias
demográficas, a los bajos índices de natalidad, a una crisis financiera que parece no acabar nunca, a
unos índices de desempleo altísimos y a unas políticas que en vez de mejorar la situación parece
que están llevando cada vez a más personas a los umbrales de la exclusión social, hacen peligrar la
continuidad del denominado Estado Social.
Desde Europa hay una gran preocupación por la prospectiva creciente de los europeos AROPE (At
Risk of Poverty and/or Exclusión). Según la Estrategia Europa 2020 se consideran personas en
604
riesgo de pobreza o exclusión social a la población que se encuentra en alguna de las tres
situaciones:
- Personas que viven con bajos ingresos (60% de la mediana del ingreso equivalente o por unidad
de consumo).
- Personas que sufren privación material severa (son indicadores de riesgo el presentar cuatro de
las siguientes carencias: tener retrasos en el pago del alquiler, hipoteca, recibos relacionados con la
vivienda o compras a plazos; no mantener la vivienda con una temperatura adecuada durante los
meses fríos; no poder hacer frente a gastos imprevistos; no poder hacer una comida de carne, pollo
o pescado cada dos días; no poder ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año; no
tener coche; no tener lavadora; no tener televisión a color; no tener teléfono).
- Personas que viven en hogares con una intensidad de empleo muy bajo (por debajo del 20%).
Desde la Estrategia Europa 2020 y entre las recomendaciones dirigidas, específicamente, a España
figura la de mejorar la eficacia tanto de las políticas del mercado de trabajo como las de protección
social con el fin de reducir los índices de exclusión. Europa insta a seguir luchando por el Estado
social ligado al Estado democrático y formado por ciudadanos europeos conocedores de sus
derechos y deberes, siendo participativos y activos. En sus recomendaciones, la Comisión Europea,
llama la atención a aquellos países miembros que están aplicando políticas ineficaces y que están
dando lugar a la quiebra de la cohesión social y al deterioro del capital humano. Son necesarias
acciones transversales en las que se proteja a la familia como institución social mediante nuevas
estrategias que impidan que caigan en la vulnerabilidad por la exclusión social de los integrantes de
la misma. Sólo así se lograría mejorar las perspectivas para asegurar una Europa solidaria,
responsable y productiva. (Comisión Europea, 2014).
Si tenemos en consideración que la tecnología también está presente en las familias nos podríamos
plantear en cómo emplearlas como herramienta educativa que mejore la situación de los grupos
familiares en riesgo de exclusión.
Las nuevas tecnologías, bien empleadas, ofrecen oportunidades para mejorar la comunicación
dentro del ámbito familiar, pues permiten reforzar los lazos intergeneracionales a través de la cultura
digital. Además, las redes sociales e Internet han establecido nuevos canales de comunicación.
Indudablemente hay que conocer sus múltiples aplicaciones y su uso para que sea posible aprender
nuevas estrategias, generando espacios de transformación social, personal y colectiva. El acceso al
conocimiento, a la información, a la búsqueda activa de empleo, al teletrabajo, a cursos formativos
gratuitos de código abierto, a nuevos empleos derivados del avance tecnológico, a nuevas formas de
comercio, a la teleasistencia, a la telemedicina, a la compra on line, al acceso a la administración
pública, etc. ofrecen nuevos horizontes que ayudan a reducir gastos tanto desde la perspectiva del
ciudadano como de la perspectiva de la administración de los poderes públicos y del sector privado.
605
El uso de las Tic dentro del ámbito familiar ofrece múltiples beneficios entre los cuales destacamos:
- Es el lugar idóneo del inicio de los menores en el uso de las TIC para asegurar que aprenden el
uso seguro de las mismas. Muchos educadores recomiendan situar el ordenador en un espacio
común, accesible a todos los miembros de la familia donde los padres puedan enseñar a los
pequeños a cómo navegar, donde los abuelos puedan jugar a videojuegos con los nietos, etc. Las
videoconsolas están ocupando en el papel de los juegos tradicionales de mesa.
- Además se convierte así en instrumento de ocio compartido entre varios miembros de la familia.
Juntos pueden buscar información para realizar viajes o actividades de todo tipo, estimular sus
aficiones e inquietudes, y esto será sin duda un motivo de debate y comunicación entre sus
miembros.
- Como recurso didáctico. Es una herramienta sin igual para buscar información de todo tipo y de
forma inmediata y actualizada. Si se enseña a los niños adecuadamente, pueden utilizar sus
recursos enriquecidos - con imágenes, simulaciones, animaciones, vídeos, etc. - a la hora de hacer
los deberes, lo que aumenta su motivación al estudio y al aprendizaje.
- Permite la comunicación fuera del hogar con otros familiares, amigos o compañeros de trabajo, sin
moverse de casa mediante un sistema diverso de mensajería instantánea: e-mail, SMS, chats etc.
Las redes sociales de Internet son en la actualidad uno de los medios dinamizadores de las
relaciones interpersonales.
- El consumo y compras por internet están teniendo un gran auge debido a la recesión económica.
Las ventajas son muchas tanto del punto de vista del usuario-vendedor como del usuario-
consumidor. Las tiendas online pueden ofrecer grandes descuentos (al ahorrar en personal,
distribución y gestiones administrativas y comerciales) lo que beneficia al consumidor digital al
ahorrar y a no tenerse que desplazar. Internet se convierte en el gran escaparate teniendo acceso a
información en tiempo real sobre precios y mercados.
- Promueve la participación de los individuos integrantes del grupo familiar. Cada generación
comprenderá sus derechos y obligaciones: los adolescentes, jóvenes adultos y mayores se
integrarán al ámbito de una ciudadanía activa. Las TIC les permiten encontrar espacios de
606
reconocimiento familiar donde intercambiar y comunicar sus experiencias y encontrar empatías y
solidaridades en busca de soluciones a sus problemas cotidianos.
Los ámbitos de intervención social en grupos familiares mediante el uso de las TIC como
herramienta educativa quedan reflejados en el siguiente cuadro:
Enseñar el uso racional de las TIC, conocer las oportunidades que ofrecen, es cada vez más
competencia del educador social pues son herramientas que ayudan a la tarea de reducir y
minimizar los riesgos y factores de exclusión social, pobreza y marginación, permitiendo desarrollar
el crecimiento personal y social de cada miembro de la familia.
Conclusiones
Aprovechar las oportunidades que ofrecen las TIC en la reducción de la pobreza y la exclusión se ha
convertido en uno de los objetivos de los agentes sociales. La educación social y el trabajo social
con familias, utilizando como herramienta educativa las TIC, permiten que cada individuo dentro del
grupo se implique de forma efectiva en mantenerse dentro de los límites de integración social.
Mediante el acceso a la información ofrecida en Internet se aproxima a las familias más
desfavorecidas a los servicios mínimos en asuntos de salud, educación, negocios y administración.
Además, permiten la participación activa de individuos y colectivos tradicionalmente aislados o
607
marginados a tomar parte en los procesos decisorios y la creación de nuevas oportunidades
profesionales, económicas y sociales.
El avance tecnológico aporta al ser humano nuevas y mayores posibilidades de desarrollar un modo
de vida más completo y, a su vez, ofrecerle horizontes más amplios. La incorporación cotidiana del
uso de la tecnología dentro del grupo familiar abre nuevas oportunidades para luchar contra la
exclusión social y por ello contribuye al progreso de una sociedad más justa, equitativa y sostenible.
Hay que ayudar a las familias a desarrollar una actitud de empoderamiento: pensar que se puede
salir adelante a pesar de las dificultades pues la Sociedad del Conocimiento nos brinda unas
herramientas que permiten ayudar a los ciudadanos a integrarse y a participar a pesar de sus
condiciones personales, de salud, económicas etc. Las TIC invitan a establecer infinidad de redes
sociales en las que se comparten recursos y ayudas en un ambiente colaborativo.
Permite tener una actitud activa ante el aprendizaje pues ahora es más accesible: la actitud de
aprender durante toda la vida es esencial para mantener la esperanza, la vitalidad, la juventud y
mantener un envejecimiento activo.
BIBLIOGRAFÍA
- Comisión Europea. (2013). Draft joint employment report-accompanying the Communication from
the Commission on Annual Growth Survey 2014.
http://ec.europa.eu/europe2020/pdf/2014/jer2014_en.pdf (consultado 22/02/2014)-
- Comisión Europea. People at risk of poverty or social exclusion by age and sex.
http://appsso.eurostat.ec.europa.eu/nui/show.do?dataset=ilc_peps01&lang=en (consultado
22/02/2014)
- Comisión Europea. (2013). Smarter, greener, more inclusive? Indicators to support the Europe
2020 strategy.
http://epp.eurostat.ec.europa.eu/cache/ITY_OFFPUB/KS-02-13-238/EN/KS-02-13-238-
EN.PDF(consultado 22/02/2014)
- Chalfoun Blanco, Mª E. (2011). Bases para una ciudadanía activa en la Unión Europea: aprendizaje
permanente y nuevas tecnologías. (1992 - 2010). Tesis Doctoral dirigida por Mª Rosario
Limón. Madrid: Servicio de Publicaciones UCM.
608
- De Juanas, A.; Limón, Mª R. y Navarro, E. (2013). Análisis del bienestar psicológico, estado de
salud percibido y calidad de vida en personas adultas mayores. Pedagogía social. Revista
Interuniversitaria, 22, p. 153-168.
- Family Watch, the. “La edición del Barómetro TFW correspondiente a 2014. Situación y
perspectiva”. Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia. Febrero 2014. (Consultado
20/02/2014)
http://www.mashumano.org/wp-content/uploads/2014/02/BarometroTFW2014RE.pdf
- Fresno García, M. (2011). Retos para la intervención social con familias en el siglo XXI. UNED.
Editorial TROTTA.
- Limón, Mª R.; Chalfoun Blanco, Mª E. (2012). Educar en salud en la era digital.. X Congreso
Internacional de Medicina Escolar. III Congreso Andaluz de Medicina Escolar: “Los
servicios de salud escolar en el siglo XXI: hacia una mayor equidad”. Cádiz, 9 y 10 de
noviembre de 2012.
- Limón, Mª R.; Chalfoun Blanco, Mª E. (2012). La Sociedad del Conocimiento: una sociedad para
todas las edades. I Simposium Internacional sobre Envejecimiento Activo y Solidaridad
Intergeneracional. Pérez Serrano, M.C. (coord.). UNED.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4266501
-Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (2011). Libro Blanco de Envejecimiento Activo.
Madrid: IMSERSO
- Naciones Unidas (2007). Informe sobre la economía de la información 2007-2008: “Ciencia y tecnología
para el desarrollo: El nuevo paradigma de las TIC”.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
http://es.scribd.com/doc/204096044/Ciencia-y-tecnologia-para-el-desarrollo-EL-NUEVO-
PARADIGMA-DE-LAS-tic-UNCTAD
(Consultado 20/02/2014).
- Orte, C.; Ballester, L. y March, M. X. (2013) “El enfoque de la competencia familiar, una
experiencia de trabajo socioeducativo con familias”. SIPS - Pedagogía Social. Revista
Interuniversitaria [1139-1723 (2013) 21, 13-37] tercera época
http://www.upo.es/revistas/index.php/pedagogia_social/article/view/729/513 (Consultado el
8/03/2014)
- Tezanos, J. F. (1999). Tendencias en desigualdad y exclusión social: III Foro sobre Tendencias
Sociales. Madrid: Sistema.
- Wilkinson R., Pickett K. (2009). The Spirit Level: Why More Equal Societies Always do Better.
(Consultado 20/02/2014)
https://www.dur.ac.uk/resources/wolfson.institute/events/Wilkinson372010.pdf
609
PROPUESTA EDUCATIVA DE LAS COMPETENCIAS SOCIALES Y CIUDADANAS EN EL AULA
SENIOR DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA
Resumen
Este trabajo quiere dar a conocer la experiencia que se lleva a cabo con el Aula Senior para
personas mayores de cincuenta años de la Universidad de Murcia. Con esta contribución
pretendemos ofrecer un modelo de atención multidisciplinar orientado a adecuar su proceso de
enseñanza-aprendizaje en relación con las competencias sociales y ciudadanas a partir de una
metodología activa y participativa, con la finalidad de fomentar el pensamiento crítico y desarrollar
los valores cívicos en este nivel educativo. ¿Valen las mismas competencias sociales y ciudadanas
para cualquier edad, deben ser diferentes o quizás adaptadas? El aprendizaje a lo largo de la vida
considera todos los contextos en los que se encuentra inmersa la persona (la comunidad, la familia,
el trabajo, el ocio y el tiempo libre, etc.). Una educación permanente vinculada a los valores cívicos
democráticos como la emancipación, la libertad, la responsabilidad, la participación o la inclusión. La
educación de personas adultas debe preparar a las personas para participar activamente en la vida
social y cultural para seguir avanzando en el conocimiento y adquieran éstas una mayor integración
en la sociedad en la que vivimos mediante la adquisición de diferentes destrezas y habilidades
cognitivas, afectivas, humanas y sociales teniendo muy en cuenta las competencias sociales y
ciudadanas. De acuerdo con Heredia (2009), hay que crear un ambiente y clima distendido en las
relaciones personales favoreciendo la comunicación interpersonal y la aceptación de las diferencias
mediante situaciones que permitan el diálogo y la puesta en práctica del saber aprendido.
Palabras Clave
DIA DE AUTONOMIA
Autoras: Vanessa D. Sánchez Calvo Educadora Social y Mar Segovia Cifuentes. Terapeuta
Ocupacional y Directora de la Mini Residencia Getafe. Gestión técnica: INTRESS.
Contacto: Vanessa D. Sánchez Calvo margaritasvane@yahoo.es .
610
La Desinstitucionalización (reforma psiquiátrica) se desarrolló después de la
Segunda Guerra Mundial, es cuando se formó un movimiento más sólido para transformar la
situación de la atención psiquiátrica. Fue un intento de reconvertir e incluso suprimir el hospital
psiquiátrico y la búsqueda de un nuevo contexto en donde situar a las personas con enfermedad
mental y atender sus problemas en la comunidad.
En España no fue hasta los años 1980 cuando se incorporó la corriente de la psiquiatría
comunitaria, adquiriendo carta de naturaleza en 19852 con el “Informe de la Comisión Ministerial de
Reforma Psiquiátrica” (Ministerio de Sanidad y Consumo), que delimitó los principios generales y la
filosofía a seguir para el proceso de transformación de la atención psiquiátrica, también propuso
una serie de directrices y recomendaciones para la implantación de un nuevo modelo de atención a
la Salud mental.4
Para poner en marcha este modelo de rehabilitación se definieron toda una red de
recursos que se desplegaron a través de Plan de Atención a Personas con Enfermedad Mental
Grave y Duradera y que se explicitan en el Decreto 122/1997:
611
“La Comunidad de Madrid desde 1988 está desarrollando el Programa de Servicios Sociales
Alternativos a la Institucionalización Psiquiátrica, dependiente actualmente de la Dirección General
de Servicios Sociales de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Dicho Programa tiene como
objetivo atender las necesidades sociales específicas de las personas con enfermedades mentales
crónicas. Para ello, ha venido poniendo en marcha un conjunto de equipamientos de servicios
sociales especializados de rehabilitación psicosocial, rehabilitación laboral, atención residencial y
soporte comunitario orientados a favorecer y apoyar la integración social de dichas personas,
trabajando de un modo complementario y coordinado con la red de servicios sanitarios de salud
mental. El citado Programa viene pues a concretar en la Comunidad de Madrid la necesaria
implicación y participación del sistema de Servicios Sociales, desde su nivel de Servicios Sociales
Especializados, en la atención comunitaria a la población enferma mental crónica”
Los ámbitos de intervención psicosocial y social que conforman estos servicios son los
siguientes:
e) Apoyo social, asesoramiento y psicoeducación a las familias así como promoción y apoyo
al asociacionismo o entre familiares y enfermos mentales crónicos.
Se incluyen como centros o recursos integrados en la red pública, los siguientes:
1. Centros de Rehabilitación Psicosocial (CRPS).
Son un tipo de Centros de Día dirigidos a ayudar a las personas enfermas mentales crónicas
a que alcancen el máximo desarrollo de su autonomía personal y social y el mayor grado posible de
integración social en la comunidad. Así como a sus familias para mejorar sus recursos y hacerles
más competentes en el manejo de la convivencia con su familiar afectado de enfermedad mental
grave y crónica y en el apoyo a su rehabilitación.
612
Son Centros dirigidos a las personas afectadas de enfermedades mentales crónicas que
tienen dificultades especiales para su acceso al mundo laboral. Dichos Centros tienen como misión
preparar a dichas personas para su inserción laboral y apoyarles en la búsqueda y mantenimiento de
un puesto de trabajo en el mercado laboral.
4. Otros equipamientos.
Aquellos otros centros, recursos o proyectos dentro del ámbito de los servicios sociales
especializados, no incluidos en los apartados anteriores y que se puedan desarrollar para atender
necesidades sociales específicas y favorecer la rehabilitación e integración social de personas
afectadas de enfermedades mentales graves y crónicas, con dificultades de funcionamiento
psicosocial y de integración social.
La Mini-residencia tiene como misión atender de forma integral a las personas con
enfermedad mental grave y duradera y a sus familiares, llevando a cabo el conjunto de actuaciones
enmarcadas dentro de la Rehabilitación para favorecer la integración a fin de que puedan vivir y
mantenerse en la comunidad en unas condiciones de vida lo más autónoma y normalizada posible.
613
capacidades y competencias, se refuerza su resilencia y se aumentan los factores externos de
protección para mantenerse en el medio.
Objetivos generales
Objetivos específicos
Los objetivos operativos los dividimos en dos bloques: los referidos a mejorar la calidad de
vida de las personas afectadas y sus familias, y los referidos a la sociedad a fin de disminuir el
estigma que sufren las personas con trastorno mental.
Los referidos a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por un trastorno mental
son:
1. Ofrecer una cobertura residencial a aquellos usuarios que por su escaso nivel
de autonomía y/o para evitar el riesgo de marginación necesitan un apoyo constante e
indefinido.
5. Servir de plataforma para conectar a los residentes con los recursos relevantes
para su integración.
614
Dentro de este marco residencial surge la intervención y la puesta en marcha del Día de
Autonomía, donde se valora y se evalúa el funcionamiento autónomo de la persona con trastorno
mental grave y duradero, sin la supervisión de un educador, en su funcionamiento diario.
BIBLIOGRAFÍA
o Decreto 122/1997, 2 de Octubre, por el que se establece el Régimen Jurídico Básico del
Servicio Público de Atención Social, Rehabilitación Psicosocial y Soporte Comunitario de
Personas afectadas de enfermedades mentales graves y crónicas, en diferentes centros
de servicios sociales especializados.
o Liberman R. “Psichiatric Rehabilitatión of chronic mental patients”. American Psychiatric
Press. Washington DC 20005. 1988.
o Rodríguez González A. (coord.) “Rehabilitación Psicosocial de Personas con Trastornos
Mentales Crónicos”. Ediciones Pirámide.1997.
o Florit Robles A.,Cañamares Yelmo JM., Collantes Olmeda B. y Rodríguez González A.
Cuadernos Técnicos de Servicios Sociales: “Atención Residencial Comunitaria y Apoyo
al Alojamiento de Personas con Enfermedad Mental Grave y Crónica: Recursos
Residenciales y Programas Básicos de Intervención”. Consejería de Familia y Asuntos
Sociales. Comunidad de Madrid. 2007
615
LA EDUCACIÓN SOCIAL CON PERSONAS ADULTAS Y MAYORES. UNA PROPUESTA PARA
LA FORMACIÓN EN ACCIÓN SOCIOAMBIENTAL
Resumen
El aumento de la esperanza de vida de la población no sólo es un dato demográfico, la
mayoría de los mayores, actualmente, presentan un nivel de bienestar equiparable e incluso mejor
que el de muchos jóvenes, y por supuesto inimaginable hace tan sólo cuatro décadas (Pérez Díaz,
2003).
Las mejores condiciones físicas, sociales y psicológicas en que las personas acceden
a esta etapa vital favorecen que entendamos la vejez como el periodo del desarrollo al que llegamos,
en el que estamos; no sintiéndonos viejos sino sabiéndonos viejos (Aranguren, 1992). Sólo de esta
forma es entendible que la jubilación venga a ser sinónima de su valor etimológico jubilatio
haciéndolo coincidir con tiempo libre y ocio.
Algunos de los conceptos que aprendimos ayer no nos resultan útiles para el quehacer
diario, por tanto tenemos que desarrollar nuevas habilidades, poner en juego otras estrategias que
nos ayuden a una mejor integración y a una actuación adecuada en el Medio en el que nos
desenvolvemos.
La oferta sociocultural, de participación social, de actividad para las personas mayores es
variada, pero nos centraremos principalmente en aquellas que hacen hincapié en el aspecto
formativo en aspectos medioambientales, ya que la persona mayor tiene derecho a la educación y al
pleno desarrollo de su personalidad, de igual modo, tiene derecho a participar en la vida cultural,
social e intelectual de su comunidad como actor y receptor de la acción.
Palabras claves: Educación Social, Personas Adultas, Personas Mayores, Educación
Ambiental, Participación Social, Voluntariado Ambiental y Formación.
.Los tiempos actuales nos exigen que tomemos decididamente el camino de una educación
destinada a satisfacer las necesidades formativas y situaciones problemáticas que tendrán que
resolver en el futuro los ciudadanos. Muestra de ese cambio son las finalidades educativas escolares
postuladas por la UNESCO (1.997) para el próximo milenio: Aprender a aprender, Aprender a hacer,
Aprender a convivir y Aprender a ser, bien diferente de la aspiración en la alfabetización, que
anteriormente expresaba este organismo internacional. Debemos abandonar los planteamientos
mecanicistas, dejar de ser meros transmisores de saberes anquilosados y formar a las nuevas
generaciones en aquello que realmente necesitan. Al mismo tiempo hay una urgente necesidad de
un cambio de comportamiento con relación a la Naturaleza y al Medio Ambiente, haciéndose patente
la necesidad de una adquisición de conocimientos sobre las actuaciones que conducen a los
problemas ambientales. Necesitamos saber cómo reparar los daños que ya han sido causados, y
cómo evitar que se repitan en el futuro, aspecto que puede ser cubierto por la Educación Ambiental.
El tema debe ser estudiado principalmente en la escuela porque si deseamos cambiar nuestra
actitud frente al Medio Ambiente y la Naturaleza, debemos hacer partícipe al sector educativo.
La Educación Ambiental debe contribuir así a una concienciación más realista de nuestra
situación en el planeta. La formación ambiental ha de hacernos capaces de interpretar el mundo de
forma menos parcial o sesgada y dando importancia a los derechos de otros seres humanos y de la
Naturaleza. Es una condición para capacitar a los ciudadanos y colectivos para contribuir a cambiar
políticas desacertadas basadas exclusivamente en intereses económicos. Probablemente la
616
transformación más urgente y necesaria sea el paso del antropocentrismo, sentimiento humano de
ser el rey de la Creación, recogido por la tradición judeocristiana y expresado en la Biblia: «... poblad
la tierra sometedla y dominad sobre los peces, las aves del cielo, sobre los ganados y todo lo que
vive y se mueve sobre la tierra» al Biocentrismo. Hay que recuperar parte del sentimiento de
conexión con la Tierra que tenían nuestros antepasados a quien este mismo autor califica con la
bella expresión de «ecologistas animistas por obligación y vocación evolutiva».
La Educación Ambiental podría constituirse en uno de los agentes en la transición a una nueva
fase ecológica. Ello se integrará en un proceso en el que las nuevas formas de participación,
actuación social y ambiental (como pueden ser las ONGs) van a ir surgiendo y desarrollándose.
Identificar y apoyar estas nuevas iniciativas es nuestra tarea y responsabilidad. Comprender la
necesidad del cambio y adquirir motivación son requisitos necesarios para actuar ya que por sí
misma la comprensión de la realidad no implica forzosamente el dar los pasos para transformarla.
617
La Educación Ambiental para o a favor del Medio Ambiente persigue el desarrollo de
la responsabilidad y la participación activa de las personas en la resolución de problemas
ambientales y la buena gestión de los recursos, resaltando la idea de compromiso y preocupación
por la defensa y la utilización del Medio. Por todo ello, los autores de esta corriente consideran que
no sólo se aprende del Medio para la formación de la propia persona, sino que también se aprende
para la colectividad y la preservación del planeta.
Analizando estas tres concepciones, consideramos de importancia resaltar que lo esencial
para la EA es la aceptación implícita de que existen individuos a los que hay que educar; y que
existe un medio físico y cultural que permite al sujeto adquirir la información suficiente para
desenvolverse en él con éxito. En consecuencia, la EA se plantea como el instrumento, la vía
educativa que facilita la transmisión de los conceptos culturales necesarios para que el sujeto se
adapte de forma responsable al Medio en el que vive y se desarrolla.
618
entre la participación social y el desarrollo sostenible. Merece la pena citar esas recomendaciones
en su totalidad, porque recogen, con exhaustividad, ese giro tan necesario para renovar una acción
educativa, en general poco rigurosa, que se ha recluido en la actividad extraescolar de la enseñanza
reglada y en la animación sociocultural de la infancia (Calvo Sastre, 199), o se ha diluido en el
mercado del ocio y en la oferta sensibilizadora de los medios de comunicación; y tan necesario, al
mismo tiempo, para reconvertirle en un destino propicio para la intervención socioeducativa en
espacios comunitarios, en directa conexión con la cuestión de desarrollo. Estas recomendaciones
sobre la “nueva” Educación Ambiental, son entre otras (Faraco, 2001):
Mayor atención a los programas educativos a los factores sociales
Incidencia en el cambio de valores y de comportamientos
Progresiva extensión de la Educación Ambiental al conjunto de la comunidad
Integración de la Educación Ambiental en todos los niveles de la política ambiental y en los
programas de desarrollo
Fomento de la participación ciudadana en las iniciativas ambientales.
619
socio-cultural que nos ha tocado vivir, está apostando cada vez más por el fomento de valores
sociales y el cambio de actitudes en los mayores.
Lo expuesto vendría a determinar la importancia de mantener una vida y envejecimiento
activo, no como la suma reiterativa de actividades, sino como una filosofía y praxis de vida para
afrontar la etapa del ciclo vital, con nuevas y renovadas energías. Esto va a permitir no pensar, más
que en sus dificultades e insuficiencias, pensar ante todo en la igualdad como ciudadanos y en sus
derechos. Todos los mayores pueden y deben contribuir activamente a la mejora de la calidad de
vida y los de la colectividad, de ahí que se convierta en significativa la actividad en las personas
mayores debido a que repercute en la satisfacción y el buen ánimo durante la vejez, situación que
prolonga la vida e incide en el estado de salud.
La oferta sociocultural, de participación social, de actividad para las personas mayores es
variada, pero nos centraremos principalmente en aquellas que hacen hincapié en el aspecto
formativo, ya que la persona mayor tiene derecho a la educación y al pleno desarrollo de su
personalidad, de igual modo, tiene derecho a participar en la vida cultural, social e intelectual de su
comunidad como actor y receptor de la acción.
La participación está unida a la potenciación de procesos igualdad social, sin olvidarnos de
las desigualdades. La recíproca implicación entre el individuo que simpatiza y propende a la
participación y a la sociedad a la que se refiere, entre la “subjetividad personal y la objetividad
colectiva”, siempre se ha definido postulando la integración o el conflicto entre el sujeto y la
colectividad.
A pesar de la importancia de la participación, esta es pequeña. Una explicación de la misma
podría encontrarse en que el incremento de las oportunidades vitales y de movilidad social no están
asociadas a la pertenencia a una asociación política o cívica.
Por ello, se habla más de participación ciudadana que de participación política. La
participación puede ser información, debate, negociación. Pudiendo derivar hacia procedimientos
de cooperación, de gestión por medio de la sociedad civil (asociaciones o colectivos, empresarios,
ciudadanos, organismos sindicales o profesionales, etc.) (Borja, 2000: 34). Para que la participación
social influya en las políticas de Estado, los ciudadanos deben estar atentos y activos en los
asuntos públicos, informados de los acontecimientos, a fin de ser capaces de elegir dentro de las
diferentes alternativas y están comprometidos.
Para que la participación sea efectiva debe responder a los siguientes requisitos:
a) Acceso a la información. Esta es indispensable y debe ser transparente, accesible,
adecuado, oportuno y descentralizado para que la ciudadanía pueda participar en la toma de
decisiones y en el control de la gestión.
b) La toma de decisiones. Es imprescindible la participación ciudadana en todas las etapas
de la planeación de la acción u obra pública y de aquella privada que afecta el entorno.
c) La evaluación y el seguimiento. Es fundamental e imprescindible el conocimiento de los
resultados y de los procesos. Si esta no se realiza de forma adecuada, siempre estaríamos
sujetos a evaluadores que en ocasiones podrían ser jueces y parte.
d) La impugnación. Al reconocérsele a la sociedad solamente un interés jurídico difuso, su
participación real se ve limitada y coartada.
620
1. Propiciar el compromiso comunitario solidario y crítico en los asuntos sociales: en
la idea de que es el derecho el que debe primar en la búsqueda de la solución de los
problemas, aunque se den acciones solidarias ayudan a su situación.
En esta línea, consideramos que una de las mejores vías de participación de este colectivo
es el del voluntariado y, más concretamente, relacionados con la temática que nos atañe: el
Voluntariado Ambiental.
621
Ventajas sociales, al concienciar a la población de la importancia de las personas mayores,
logrando una mejora de su papel e imagen social, difundiendo al mismo tiempo los valores de
solidaridad y de voluntariado.
Ventajas para las organizaciones, al aumentar el número de voluntarios con una gran
experiencia y dedicación, pudiendo realizar más y mejores programas de intervención.
Ventajas para los voluntarios, al favorecer el intercambio generacional y estar en contacto
con voluntarios de gran experiencia.
Ventajas para los propios voluntarios mayores, ya que con su participación en tareas
voluntarias de carácter humanitario e interés social, se romperá con las ideas de inactividad e
inutilidad que a menudo surgen en estas personas, logrando que se sientan útiles e
integrados en el medio, previniendo riesgos de marginación social y de deterioro fisiológico.
Sin embargo, no es nada fácil implicar a las personas mayores en las organizaciones. Para
ellos, la jubilación está asociada a pasividad, ha haber realizado ya suficientes cosas en la vida, en
definitiva a ser receptor de servicios, más que prestador. Sin embargo, esta pasividad de las
personas mayores, mal vista por ellos mismos, puede ser en parte superada si la iniciativa social
utiliza las técnicas adecuadas.
Las personas mayores no tienen entre su experiencia de vida el voluntariado, y entre sus
alternativas de ocio, el voluntariado, para la mayoría es algo lejano e impensable. La participación
social es, en principio, algo que se plantea sólo una minoría, aunque si se orienta como una forma
de ser útil, o de sentir que no se está acabado, y de poder aportar la experiencia, la base de
potenciales voluntarios aumenta considerablemente.
Por otra parte, consideramos que el colectivo de mayores es un grupo muy adecuado para
transmitir una educación en valores ambientales a partir del ejercicio de éstos: a través de sus
relaciones personales, de sus actitudes, de sus modelos de conducta, de los medios de
comunicación e información, de las relaciones sociales, del entorno social, familiar, cultural...
La promoción de una ética ambiental positiva, fundamentada en los problemas actuales de
exceso de población, superconsumo, alta tecnología y escasez de recursos asociada, así como la
alteración del Medio Ambiente hacen muy difícil poder trazar un rumbo moral ideal. Lo que se
pretende, es que este colectivo, a medida que se gana conciencia de la íntima relación existente
entre el hombre y el Medio Ambiente, y del hecho de que dependemos de él, nos vamos dando
cuenta de que cualquier ataque al Medio Ambiente supone con frecuencia una violación a nuestra
salud o al bienestar de otra persona o país.
La decisión para participar en la mejora de la calidad ambiental no puede ser estimulada sólo
desde la esfera cognitiva, depende sobre todo de la motivación personal y de un sentido de
responsabilidad que resulta del desarrollo de una ética ambiental personal. Así, la formación de
personas autónomas y moralmente capacitadas en el desarrollo de valores sociales y ambientales
debe contemplarse como parte fundamental de las acciones de la Educación Ambiental, estrategias
que contribuyen a un cambio del sujeto y ayudan a la formación de personas «ecocéntricas».
Sosa (1.994) parte de que el objetivo principal de la EA deber ser la «generación de
actitudes» en favor del Medio Ambiente. La EA ha de empeñarse, pues, en la formación de una
«conciencia ecológica» que ha de entenderse como «conciencia moral», por lo que se constituirá en
Educación Moral. Por este motivo considera que los Programas de Educación Ambiental deben
construirse con una visión global, holística y que incluya:
Las actitudes de las personas hacia los demás.
Las actitudes de las personas hacia la sociedad.
Las actitudes de las personas hacia el medio natural.
Para conseguir el cambio de comportamiento personal en relación al Medio Ambiente no sólo
es necesaria la sustitución de una conducta por otra, sino la consecución de una acción continuada
a través del manejo de estrategias personales. Cuando se actúa de forma consciente y motivada en
pro de la mejora del Medio Ambiente, una conducta puede llevar a la práctica de otra parecida.
Como se ha podido observar, la Educación Ambiental puede dirigirse a multitud de
destinatarios diferentes con perfiles de comportamiento ambiental diversos, en un amplio conjunto
622
de escenarios y situaciones sociales, económicas, culturales y ambientales, en relación a un amplio
catálogo de problemas del entorno y con la posibilidad de incidir en variados objetivos específicos.
Esta situación compleja e indeterminada nos obliga a los profesionales que trabajamos desde esta
perspectiva a mantener una actitud abierta y flexible a la integración de diversas metodologías y
estrategias de intervención para mejorar la relación de las personas con su entorno.
623
Educación Ambiental.
Prevención, información y sensibilización.
Mejora Ambiental.
Calidad Ambiental.
Investigación e Innovación.
Para garantizar el buen desarrollo de los cursos, tendremos en cuenta que en la transmisión
de los conocimientos sobre medio ambiente, tendremos en cuenta los perfiles y características del
colectivo de personas adultas y mayores. Es por esto, que tanto los contenidos como el desarrollo
de las actividades, serán adaptados de acuerdo a las necesidades detectadas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
.
AMADOR, L, ESTEBAN, M; CARDENAS, R y TERRÓN, T (2014) .Ámbitos de profesionalización del
educador/a social: perspectivas y complejidad. Revista Humanidades, 21
AMADOR, L. y ESTEBAN, M PEREZ, V (2012). La educación ambiental y la educación de
personas adultas y mayores. Participación social y voluntariado ambiental.
CONAMA. Madrid.
AMADOR, L. y ESTEBAN, M y CÁRDENAS, R (2012). La Educación Medioambiental en
Personas Adultas y Mayores en el contexto de la Educación Social. En Sonia
Morales Calvo, Juan Lirio Castro, Rosa María María Ytarte, La Pedagogía Social en
la Universidad. Investigación, Formación y Compromiso, pp. 673-686.
AMADOR, L. y ESTEBAN, M. (2011).Desde la educación social a la educación
ambiental: hacia una intervención educativa socioambiental. Revista Humanidades,
18.
AMORÓS, P. y otros (2006). Construyendo futuro. Las personas mayores: una fuerza social
emergente. Madrid. Alianza.
ASEDES (2004). Código deontológico del educador y la educadora social. Barcelona. Asociación
Estatal de Educación Social.
ASEDES (2007). Documentos Profesionalizadores. Barcelona. Asociación Estatal de Educación
Social.
BENAYAS, J. (1992). Paisaje y Educación Ambiental. Evaluación de cambios de actitudes hacia el
entorno. Madrid. Servicio de Publicaciones del MODT.
CALVO y CORRALIZA, J.A. (1994). Educación Ambiental. Conceptos y propuestas. Madrid. Edit.
CCS.
CARIDE, J. A. (2003). "Las identidades de la Educación Social". Cuadernos de Pedagogía, n° 32 1,
pp. 48-51.
CARIDE, J. A.; Meira, P. A. (2001). Educación Ambiental y desarrollo humano. Barcelona. Ariel
Educación.
CASTRO, R. (1.996). «Modelos y estrategias para el cambio de actitudes y comportamientos
ambientales». II Congreso Andaluz de Educación Ambiental: La Educación Ambiental en
Andalucía. Sevilla. Junta de Andalucía.
COLOM, A.J y ORTE, C. (2001). Gerontología educativa y social: Pedagogía social y
personas mayores. Palma de Mallorca: Universidad de las Islas Baleares.
COOMBS, P. H. (1.971). La crisis mundial de la educación. Nuevas perspectivas. Madrid.
Santillana, ESTEBAN, M (2001). Introducción a la Educación Ambiental en el
ámbito internacional. Sevilla. Edición Digital @tres S.L.L.
ESTEBAN, M, MORENO, O y AMADOR, L., (2012). Educación ambiental y diversidad cultural como
ejes para la transmisión de valores socioambientales en un contexto educativo en
GONZALEZ, J.C. Coord. Identidades culturales y educación en la sociedad mundial.
624
FAURE, E. (1.982). Aprender a ser. Madrid. Alianza/UNESCO,
FERICGLA, J.M. (2002) .Envejecer. Una antropología de la ancianidad. Barcelona. Anthropos.
GIORDAN, A. Y SOUCHON, C. (1.995). La Educación Ambiental: Guía práctica. Sevilla. Díada
GONZÁLEZ FARACO J.C. (1.993): «El profesor ante la reforma del currículum: Educación Ambiental
y formación del profesorado». En De la Rosa Acosta, B.: La función docente. Aspectos
socio-pedagógicos. GIPDA. Sevilla, pp. 141-169
GONZÁLEZ GAUDIANO, E. (2001). Educación Ambiental: historia y conceptos a veinte años de
Tbilisi. México. Sitesa en CARIDE, J. A. y MEIRA, P. Á. (2001): Educación ambiental y
desarrollo humano. Barcelona. Ariel.
INSTITUTO NACIONAL DE SERVICIOS SOCIALES (1993). Plan Gerontológico. Madrid. Ministerio
de Asuntos Sociales.
MARTÍN, S. (1.991). «La Educación Ambiental, origen, situación y futuro». En García Hoz, V.:
Tratado de Educación Personalizada. Iniciativas Sociales en Educación Informal. Madrid.
Rialp,
MORENO, O. (2014). Educación Ambiental y Educación para la Ciudadanía desde la Perspectiva
Planetaria. Estudio de Experiencias Educativas en Andalucía. Pedagogía Social. Revista
Interuniversitaria, 23, 278-279.
NOVO, M. (1995): La Educación Ambiental. Bases éticas, conceptuales y metodológicas.
Universitas. Madrid.
ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD "Envejecimiento activo: un marco político". Revista
Española de Geriatría y Gerontología. Nº 37. pp.74-105. Doyma:
PUYOL, R.; CANO, L. (Coord. 2007). Nuevas tendencias en investigaciones en Educación
Ambiental. Madrid. Organismo Autónomo de Parques Naturales Ministerio de Medio
Ambiente.
RIVAS, F. (1.997). El proceso de Enseñanza/Aprendizaje en la situación educativa. Barcelona: Ariel.
RODRÍGUEZ, M. (2006): Integración de la Educación Social y la Educación Ambiental. Artículo
publicado en la Revista Global Hoy, Nº 8 en la página
http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/hoy/index.php?id=1984&canal=Articulos&secciontxt=1
&ghoy=0008. Consultada el 28/4/2014.
SÁEZ, J. (2007). Pedagogía Social y Educación Social. Historia, Profesión y Competencias. Madrid.
Pearson.
SUREDA, J. (1.992). «Programas socioeducativos de Educación Ambiental no formal». En Colom, J.
y otros: Modelos de intervención socieducativa. Madrid: Narcea.
UNESCO (1.997): Una educación para el segundo milenio. UNESCO, París.
VV.AA. (1998). Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria. “Educación Ambiental, desarrollo y
cambio social” Madrid: SIPSS.
625
LA VEJEZ VULNERABLE. CLAVES PARA LA REFLEXIÓN Y LA FORMACIÓN DESDE LA
EDUCACIÓN SOCIAL
Resumen:
El incremento creciente del número de personas mayores de 80-85 años constituye una importante
preocupación social, familiar y sanitaria especialmente si tenemos en cuenta la existencia en estas
edades de una mayor probabilidad de que aparezcan en la vida de la persona situaciones diversas
que la puedan colocar en una situación de vulnerabilidad y fragilidad. El objetivo de este trabajo es
reflexionar acerca de la importancia que tiene el papel del educador/a social en este ámbito de
actuación con personas mayores desde su condición de promotor de calidad de vida, desarrollando
estrategias de prevención de la dependencia, minimizando situaciones de riesgo y colaborando con
otros profesionales para dar una respuesta social y comunitaria a esta realidad, que aunque no sea
mayoritaria, sí exige de una intervención profesional y efectiva. Nuestra reflexión se estructura en dos
partes. En primer lugar intentamos ofrecer algunos apuntes que pueden orientarnos en la construcción
de un retrato de la vulnerabilidad en las edades tardías. En segundo lugar, planteamos las
coordenadas generales en que consideramos puede situarse una propuesta formativa desde la
educación social que contribuya a remarcar y profundizar en la figura del educador/a como agentes de
calidad de vida para las personas mayores.
626
serán menores los recursos familiares disponibles para apoyar a una cifra tan alta de mayores”
(Abellán, Vilches y Pujol, 2013, p. 3).
Este fenómeno del envejecimiento del envejecimiento, también llamado de vejez prolongada,
constituye en principio la gran noticia de una mayor longevidad pero también conlleva la necesidad
urgente de articular medidas y estrategias que permitan a las personas que alcanzan estas edades el
vivir la prolongación de su vida en las mejores condiciones físicas, psicológicas y sociales.
Sabemos que el incremento de la edad no conlleva necesariamente la aparición de la enfermedad, la
dependencia o el riesgo de experimentar situaciones adversas que mermen significativamente la
calidad de vida y el bienestar de la persona. En absoluto. De hecho quienes sostienen esta asociación
entre vejez y dependencia o enfermedad no ven nada más que una pequeña parcela de la realidad de
la vejez muchas veces sesgada por estereotipos negativos y creencias erróneas acerca del proceso
de envejecimiento. Aunque la edad covaríe con la enfermedad, no parece que la relación entre ambas
sea de naturaleza causal; la edad es importante pero “no tiene un valor explicativo para la salud o el
funcionamiento psicológico” (Fernández-Ballesteros, Reig y Zamarrón, 2009, p. 36).
Sin embargo sí es cierto y no podemos obviarlo, que a medida que avanzamos en edad y entramos
en edades tardías que superan la barrera de los 80-85 años aumenta la probabilidad de padecer
situaciones físicas, psicológicas y/o sociales que colocan a las personas mayores en una situación de
vulnerabilidad. Situaciones como la pobreza, la soledad o la dependencia, pueden aparecer en la vida
de las personas más mayores y convertirse en factores de riesgo psicosocial que se ceban con los
más frágiles de la sociedad especialmente si se trata de mujeres, puesto que el sexo predominante en
la vejez es el femenino con una mayor esperanza de vida que se sitúa en los 85,21 años frente a los
79,3 de los varones (Abellán, Vilches y Pujol, 2013).
627
(Rodríguez, 2010). Debemos caminar hacia un enfoque de atención integral centrada en la persona
que tal y como apunta Martínez (2013, p. 5):
Pretende que cada persona (incluyendo también a quienes tienen mermada su autonomía)
tome un papel de agente central y, en la medida de lo posible, activo. El objetivo no es solo
individualizar la atención sino empoderar a la persona desde la relación social para que ella
misma pueda seguir, en la medida de sus capacidades y deseos, gestionando su vida y
tomando sus decisiones.
Se trata pues de un modelo que busca ante todo el propiciar un trato digno a la persona mayor en
todos los ámbitos de su vida (personal, familiar, social) facilitando su autonomía e incorporación activa
a la vida de la comunidad. Todo ello desde el convencimiento de que es posible prevenir o ralentizar la
aparición de la dependencia, de que es posible pensar en una vejez competente, productiva,
saludable, satisfactoria y activa y de que, más allá de la limitación y el declive, también tienen cabida
en ella la oportunidad y la posibilidad.
Las situaciones que pueden generar mayor vulnerabilidad en las personas mayores son muy diversas
y en la mayor parte de los casos obedecen a un proceso multidimensional en el que confluyen e
interaccionan factores internos y externos que colocan a la persona mayor en una situación de
intemperie que la paraliza, incapacita y desmotiva para pensar estrategias y actuar para lograr
mejores niveles de bienestar (Busso, 2001, citado por Sáez Carreras, Pinazo y Sánchez, 2008).
En un intento por sistematizar la diversidad de situaciones que podemos considerar de riesgo en la
vida de una persona mayor hemos tomado como referencia el Plan de Acción Internacional sobre el
Envejecimiento aprobado en la celebración de la II Asamblea Mundial sobre Envejecimiento (Madrid,
2002). Este plan retoma, amplía y profundiza en los contenidos de otros encuentros y conferencias
internacionales y en él se establecen diversas recomendaciones para mejorar la calidad de vida de la
población de personas mayores propiciando el que puedan envejecer con seguridad y pudiendo
participar activamente en sus comunidades. Estas recomendaciones se articulan en torno a tres áreas
prioritarias:
La seguridad económica y desarrollo
El fomento de la salud y el bienestar en la vejez
Los entornos propicios y favorables para las personas mayores.
Estas tres áreas constituyen tres líneas de reflexión que nos pueden ayudar a dibujar y perfilar el
panorama de la fragilidad en la vejez. Explicamos a continuación brevemente cada una de ellas.
Seguridad económica y desarrollo
Una aproximación al área prioritaria centrada en la seguridad económica y el desarrollo supone, entre
otras cosas, acercarnos a la realidad de la vejez en su contexto económico, es decir la elaboración de
un perfil económico de las personas más mayores en relación a aspectos tales como su percepción de
lo que significa tener bienestar económico, su nivel de renta y consumo, sus hábitos de ahorro e
inversión y la importante influencia de las modalidades de convivencia y la solidaridad familiar en la
caracterización de su vida económica.
En este acercamiento a la posición económica de los ancianos españoles es obligada la referencia a
aquellos ancianos que por motivos diversos (y en un contexto de crisis económica como el actual)
viven por debajo del umbral de la pobreza o tienen enormes dificultades para llegar a fin de mes,
siendo los protagonistas involuntarios de conceptos y términos de reciente aparición como por ejemplo
el de pobreza energética. Pese a los avances detectados en la situación económica de las personas
mayores a comienzos de los años noventa recientemente la mayoría de los estudios que se han
ocupado del riesgo de pobreza de las personas mayores coinciden en advertir un repunte de su
vulnerabilidad (Rodríguez Cabrero, 2011) y además la consideración de que la vejez más pobre tiene
rostro femenino.
Fomento de la salud y el bienestar en la vejez
628
La segunda área prioritaria dedicada al fomento de la salud y el bienestar en la vejez recoge en
términos generales la necesidad de garantizar el acceso de la población mayor a una salud integral
así como la adaptación de los sistemas sociales y sanitarios a las nuevas necesidades que emergen
como consecuencia de nuestro nuevo panorama demográfico.
Es sabido que en la vida de una persona mayor la salud es un elemento especialmente relevante para
su calidad de vida y que cualquier situación o acontecimiento que la ponga en riesgo determina una
merma profunda en su bienestar. Es el caso de la aparición de situaciones de dependencia en sus
diversos grados que sin duda colocan a la persona mayor en un evidente escenario de fragilidad.
Una aproximación a estas situaciones que sitúan a la persona mayor en situación de gran
vulnerabilidad nos conduce a un análisis de la respuesta familiar y social y del escenario de recursos
disponibles para conjurar este fantasma y paliar sus efectos en la vida de la persona mayor y sus
familiares; por un lado conlleva una reflexión acerca del ejercicio del cuidado informal de personas
mayores dependientes, el perfil del cuidador, sus tareas, sus exigencias, consecuencias, dificultades y
apoyos así como una reflexión acerca de los puntos fuertes, áreas de mejora y perspectivas de futuro
de los cuidados informales, especialmente si tenemos en cuenta que se trata de una tarea
fuertemente generificada y de un enorme compromiso y exigencia personal para las personas,
mayoritariamente mujeres, que la ejercen (Abellán y Esparza, 2009; Tobío, Agulló, Gómez y Martín,
2010; Rogero, 2010).
Por otro lado conlleva también un acercamiento a la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción
de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, conocida como la
Ley de Dependencia. Ello implica conocer sus aspectos esenciales en lo referente a su justificación,
definición, conceptos, solicitud, tramitación, valoración, catálogo de recursos, y todo aquello que
pueda conformar una visión global del alcance e impacto social y sanitario de esta iniciativa legislativa
así como su difícil aplicación a la realidad especialmente en un contexto socioeconómico marcado por
una política de ajustes y recortes sociales.
Entornos propicios y favorables
Finalmente la tercera área prioritaria referente a los entornos propicios y favorables para las personas
mayores, nos remite básicamente a considerar a la persona mayor como alguien que está
permanentemente en interacción con los entornos en los que participa: físico, familiar, interpersonal,
comunitario, sociocultural, etc. y que además es un agente activo que actúa y modifica esos
ambientes ejerciendo un mayor o menor control sobre ellos y que asimismo facilitan o dificultan su
calidad de vida y su bienestar personal y social.
En este sentido un mejor conocimiento del potencial de vulnerabilidad de estos entornos integra
diferentes aspectos relacionados no solo con el entorno físico y las condiciones ambientales en las
que transcurre la vida diaria de la persona mayor, sino también en la cantidad y calidad de sus
interacciones en los ámbitos familiar, social y cultural.
Las personas mayores son especialmente sensibles a las características de estos entornos y de su
calidad depende la existencia o no de ciertos grados de vulnerabilidad. Les afecta cómo es su
vivienda, cómo son las condiciones de accesibilidad que presenta su barrio o cómo es la red de
transporte o la infraestructura urbana. Pero también les afecta su relación con sus familiares, el grado
de satisfacción de su contacto con ellos, el conjunto de redes de apoyo social de las que pueden
beneficiarse en su comunidad, la relación interpersonal con los agentes de desarrollo, con los
profesionales de su centro de salud, el grado de protección de la violencia y el abuso, así como la
imagen de la vejez que predomina en su entorno cultural, el fantasma de la invisibilidad y la existencia
o no de oportunidades de educación y aprendizaje permanente a las que pueden acceder si lo
desean.
En este sentido esta línea de reflexión integra el acercamiento a algunas situaciones específicas que
son especialmente problemáticas para la persona mayor. Nos referimos, por un lado, a la soledad en
629
que viven algunas personas mayores y que en muchos casos viene acompañada de sentimientos de
vacío y de tristeza, de inutilidad, de aislamiento social, de abandono y desesperanza. Y por otro lado a
la influencia que en mayor o menor medida pueden tener ciertas creencias e ideas propias de lo que
se conoce como edadismo entendido como el mantenimiento de estereotipos o actitudes prejuiciosas
hacia una persona por el hecho de ser mayor (Losada, 2004). Las consecuencias de este tipo de
actitudes edadistas conducen en muchos casos a que la persona mayor perciba con una mayor
intensidad su propia fragilidad ante la discriminación, la indiferencia y la invisibilidad social.
No podríamos dar por concluidos estos apuntes sobre los escenarios de vulnerabilidad asociados a
los entornos de la persona mayor sin hacer una referencia a una situación definitivamente grave para
algunas personas mayores: las situaciones de abuso y maltrato bien se den en el contexto familiar o
en contextos institucionalizados. Estamos ante un tema que despierta un enorme interés desde las
más variadas perspectivas de estudio y que ha dejado de ser una cuestión privada, silenciada y oculta
para convertirse en un verdadero foco de interés y objeto de investigación (Gracia, 2012; Iborra, 2008;
Leturia y Etxaniz, 2009; Martínez, 2005; Touza, 2009)
Su mayor presencia en los medios de comunicación y en las reivindicaciones de las asociaciones de
personas mayores hace necesario fundamentar una reflexión sobre esta realidad que nos permita
conocerla en profundidad, delimitar diferentes formas de maltrato, buscar modelos teóricos
explicativos, identificar factores e indicadores de riesgo, elaborar instrumentos fiables para su
detección y diseñar e implementar programas de intervención, prevención y promoción de los buenos
tratos a personas mayores.
El papel de la educación social ante la una vejez prolongada en riesgo: una propuesta formativa
La actuación del educador/a social se dirige a diversos colectivos sociales incluyendo aquellos que se
encuentran en una situación de riesgo, vulnerabilidad y exclusión social desde el convencimiento de
que la educación siempre ha sido una herramienta útil y eficaz para la prevención y reorientación de
tales situaciones.
Nuestra reflexión acerca de las personas mayores más vulnerables y de las posibilidades de
intervención en la mejora de sus condiciones de vida es fruto de la tradicional preocupación de la
Facultad de Educación de la UPSA por la realidad del envejecimiento y su proyección educativa.
Efectivamente, desde que se iniciaron los estudios de Diplomado en Educación Social nos hemos
interesado por ofrecer a nuestros estudiantes una buena preparación teórica y práctica en todo lo
relacionado con la comprensión y conocimiento del proceso de envejecimiento y la vejez y sus
posibilidades de actuación socioeducativa.
Con la llegada del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y la implantación reciente de los
estudios de grado, el Grado de Educación Social en nuestra facultad ha querido recoger la
preocupación por aquellas personas mayores que con edades avanzadas no tienen la oportunidad de
vivenciar ese regalo de años de una forma positiva y satisfactoria.
La realidad de unas personas mayores que en su experiencia del envejecer experimentan situaciones,
vivencias, circunstancias, etc. que limitan considerablemente su calidad de vida y les exigen un
esfuerzo titánico para adaptarse mínimamente bien a las condiciones cotidianas. De este modo
situaciones esbozadas más arriba como las dificultades económicas, la pérdida de salud, la soledad,
el aislamiento social, la discapacidad, la dependencia, un entorno físico hostil y poco favorable e
incluso situaciones de extrema vulnerabilidad como son el abuso y el maltrato, constituyen núcleos de
reflexión que abordamos en una nueva asignatura denominada “Atención y protección a personas
mayores en situación de riesgo”.
Consideramos que es importante que el futuro educador/a social tenga unos conocimientos y nociones
generales acerca de esta otra cara de la vejez y tome conciencia del importante trabajo de acción
social que demandan algunas personas mayores que se encuentran en una situación de riesgo.
630
Pretendemos dirigir la mirada del estudiante de Educación Social no solo a la problemática que afecta
a estas personas ancianas, sino también a las respuestas sociales que, de forma interdisciplinar en
colaboración con otros profesionales de la acción y protección social pueden articularse para paliar
situaciones de riesgo y vulnerabilidad.
En este sentido en algunas situaciones el papel de la educación y la formación es esencial y una
valiosa herramienta de prevención, generadora de mayores niveles de calidad de vida: desde el
diseño e implementación de programas de prevención de la dependencia, de promoción de la salud y
la actividad física, de prevención de accidentes domésticos o de seguridad vial, hasta programas
orientados al bienestar socioafectivo (desarrollo emocional, control de la depresión y la tristeza,
afrontamiento de situaciones de pérdida y duelo), el desarrollo y la estimulación cognitiva (procesos de
memoria, percepción, atención, lenguaje, razonamiento) y programas de mejora de la comunicación,
la relación interpersonal y las habilidades sociales. Es importante tener en cuenta el reciente
desarrollo de los llamados programas intergeneracionales que, entre otras cosas, favorecen una
interacción e intercambio entre personas mayores y generaciones más jóvenes que aportan
innumerables beneficios mutuos y una enorme satisfacción a las personas mayores que participan en
ellos (Macías, Orte y March, 2011; Sánchez, Kaplan y Sáez, 2010). Asimismo también la necesidad
de programas e iniciativas de formación y apoyo dirigidas a personas cuidadoras que ante el actual
contexto de atención a la dependencia se hacen especialmente necesarios para ayudar y apoyar a los
cuidadores informales de personas mayores (Pinazo, 2010).
En definitiva con el desarrollo y dinámica de esta propuesta formativa pretendemos contribuir a que
nuestros estudiantes puedan:
Adquirir una visión general de los factores psicosociales y personales asociados al proceso
de envejecimiento que conducen a una situación de vulnerabilidad y riesgo conforme avanza
la edad.
Conocer y analizar conceptos básicos que subyacen en una reflexión sobre las personas
mayores en situación de riesgo desde la perspectiva de un modelo de atención integral
centrada en la persona.
Analizar la respuesta social y familiar a las situaciones de riesgo en que viven algunas
personas mayores profundizando en iniciativas sociales y comunitarias de diversa índole
Consideramos que una reflexión profunda acerca de esta realidad es una condición imprescindible
para diagnosticar situaciones complejas que fundamenten el desarrollo de acciones socioeducativas
en este campo, diseñar planes, programas, proyectos y actividades de intervención socioeducativa,
asesorar en la elaboración y aplicación de actuaciones y acompañar desde la educación a personas
y grupos afectados por una realidad que les desborda y les hace frágiles y vulnerables.
Referencias bibliográficas
Abellán, A. y Esparza, C. (2009). Solidaridad familiar y dependencia entre las personas mayores.
Informes Portal Mayores, 99. Recuperado de
http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/pm-solidaridad-familiar.pdf
Abellán, A., Vilches, J. y Pujol, R. (2013). Un perfil de las personas mayores en España, 2014.
Informes Envejecimiento en Red, 6. Recuperado de
http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/enred-indicadoresbasicos14.pdf
631
Amorós, P., Bartolomé, M., Sabariego, M. y de Santos, J. (2006). Construyendo futuro. Las personas
mayores: una fuerza social emergente. Madrid: Alianza Editorial.
Fernández-Ballesteros, R., Reig, A., Zamarrón, M. J. (2009). Evaluación en Psicogerontología. En R.
Fernández Ballesteros (Dir.), Psicología de la vejez. Una Psicogerontología aplicada (pp.35-
96). Madrid: Pirámide.
Gracia Ibañez, J. (2012). El maltrato familiar hacia las personas mayores. Zaragoza: Universidad de
Zaragoza.
Iborra Marmolejo, I. (2008). Maltrato de personas mayores en la familia en España. Valencia: Centro
Reina Sofía
Leturia, F. J. y Etxaniz, N. (2009). Los derechos de las personas mayores y la prevención del mal
trato. Vitoria: Ararteko.
Losada, A. (2004). Edadismo: consecuencias de los estereotipos, del prejuicio y la discriminación en
la atención a las personas mayores. Algunas pautas para la intervención. Informes Portal
Mayores, 14. Recuperado de
http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/losada-edadismo-01.pdf
Macías, L., Orte, C. y March, M. X. (2011). Programas universitarios para mayores y relaciones
intergeneracionales. La experiencia de un programa. Revista de Ciencias de la Educación,
225-226, 227-250.
Martínez Maroto, A. (2005). El maltrato a personas mayores y su regulación en la legislación
española. Informes Portal Mayores, 40. Recuperado de
http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/martinez-maltrato-01.pdf
Martínez Rodríguez, T. (2013). La atención centrada en la persona. Algunas claves para avanzar en
los servicios gerontológicos. Actas de la Dependencia, 8, 25-47.
Rodríguez, P. (2010). La atención integral centrada en la persona. Principios y criterios que
fundamentan un modelo de intervención en discapacidad, envejecimiento y dependencia.
Informes Portal Mayores, 106. Recuperado de
http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/pilar-atencion-01.pdf
Rodríguez Cabrero, G. (2011). Economía del envejecimiento. En P. Causapié, A. Balbontín, M. Porras
y A. Mateo (coords.), Libro Blanco del Envejecimiento Activo. Madrid: IMSERSO.
Rogero García, J. (2010). Los tiempos del cuidado. El impacto de la dependencia de los mayores en
la vida cotidiana de sus cuidadores. Madrid: IMSERSO.
Sáez Carreras, J., Pinazo, S. y Sánchez, M. (2008). La construcción de los conceptos y su uso en las
políticas sociales orientadas a la vejez: la noción de exclusión y vulnerabilidad en marco del
envejecimiento. Revista del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, 75, 75-93.
Sánchez, M., Kaplan, M. y Sáez, J. (2010). Programas intergeneracionales. Guía introductoria.
Madrid: IMSERSO
Tobío, C., Agullló, S., Gómez, V. y Martín, T. (2010). El cuidado de las personas. Un reto para el siglo
XXI. Barcelona: Fundación La Caixa.
Touza, C. (2009). Personas mayores en riesgo. Madrid: Pirámide.
632
ENVEJECIMIENTO ACTIVO:
EXPERIENCIAS ALTERNATIVAS DE VEJEZ VITAL
Resumen
El objetivo de este trabajo es realizar una reflexión sobre la situación actual de las personas
mayores, eliminando la visión de la vejez más arraigada en el imaginario social, al considerar a la
persona adulta mayor como un individuo inactivo, dependiente y vulnerable. Nos encontramos con el
reto de la política social a favor de un colectivo cada vez mayor y al que es preciso erradicar los
estereotipos de un modelo de ancianidad basado en un concepto deficitario. En la evolución
experimentada en los últimos años referido al establecimiento de iniciativas en la vejez, en concreto
en el ámbito de la educación, nos encontramos con nuevas perspectivas en el trabajo
socioeducativo que implican a los mayores en sus contextos sociales próximos y les reivindican
como ciudadanos activos y capaces de vivir plenamente integrados. Es nuestro propósito resaltar un
nuevo modelo de gestión del envejecimiento donde se revalorice el concepto de vejez y sean
reconocidos los adultos mayores como un recurso humano esencial de participación y colaboración
en los acontecimientos que ocurren en la sociedad. Con esta intención presentan algunas
experiencias alternativas de vejez activa que, en los últimos años, están teniendo un eco en los
medios de comunicación e Internet, inspirados en un modelo de envejecimiento activo y cuya
finalidad última es mejorar de la calidad de vida de las personas, así como favorecer una mejor
vivencia de esta etapa y una mayor preocupación por la cultura, la participación ciudadana y el
aprendizaje.
En el proceso de saber vivir la vejez mucho cuentan las actitudes y acciones de la sociedad en la
que el individuo envejece, de ahí la importancia de la intervención social desde el campo de la
educación.
La vejez debe ser una construcción social de las personas mayores en interacción con su entorno y
debe ser un proyecto vital como el de la juventud. Es preciso considerar que el envejecimiento es
“un proceso dinámico que se presenta de manera diferenciada según el género, el nivel
socioeconómico y educativo, el contexto social, el estilo de vida y el impacto de los acontecimientos
históricos sociales que afectan el curso de la biografía personal, haciendo de la vejez una
633
experiencia diversa que dista mucho de ser una realidad homogénea” (Miralles, 2010, p.6). En los
adultos mayores, por tanto, “… debe predominar una actitud contemplativa y reflexiva,
reconciliándose con sus logros, fracasos y defectos, aprendiendo a disfrutar de los placeres que esta
etapa brinda” (Moreno, 2004, p. 188).
La vejez ya no es patrimonio de unos pocos y, con unos mínimos cuidados, es fácil ser mayor. Uno
de los aspectos que marcan el mundo de los mayores en la sociedad actual es que es un colectivo
amplio caracterizado por su heterogeneidad y que asume los matices que aparecen en los distintos
términos con los que se les nombra: “tercera edad”, “cuarta edad”, personas mayores, viejos,
ancianos, jubilados, entre otros.
De igual modo, otro rasgo significativo de las personas mayores hoy, es su mayor grado de
autonomía personal. Cordero del Castillo (2006) señala que ocho de cada diez mayores reside de
forma autónoma, es decir, en su propia casa en compañía de su cónyuge, con otros familiares o
solo. De igual modo, constata que la mayor parte de la población (75%) aspira a vivir en su casa
siempre, un 12% espera poder vivir con sus hijos, un 8,7 % espera vivir en una ciudad residencial
para mayores y sólo un 4,4% dice que cuando sea mayor vivirá en una residencia de ancianos.
Podemos decir que las relaciones familiares en la vejez muestran aspectos nuevos en comparación
con los elementos tradicionalmente definitorios de las relaciones entre abuelos, abuelas, nietas y
nietos, aún cuando se advierte que dicho proceso de modificación de roles es lento y dificultoso. Es
importante señalar que, actualmente y en forma complementaria a los tradicionales papeles de
abuela y suegra, están surgiendo otros roles y espacios que otorgan a las mujeres mayores la
posibilidad de disfrutar de mayor independencia, desenvolvimiento y realización personal a través de
la incursión en nuevas áreas ocupacionales y laborales (Miralles, 2010). Así es constatado por Rald
Philipp (2003) al señalar que se perciben transformaciones de los roles de género en la vejez,
convirtiéndose este período en una posibilidad de compensación de carencias en la experiencia en
función del género de hombres y mujeres y sus relaciones con los nietos y nietas. Dicha autora parte
de la hipótesis de que las abuelas y abuelos actuales siguen cumpliendo una función básica en
cuanto al cuidado de nietos y nietas se refiere, pero que incorporan elementos de género nuevos en
su contacto con los nietos y nietas y en su vida familiar: “… los abuelos asumen tareas del cuidado
en relación con sus nietos –tarea que no habían ejercido realmente antes en relación con sus hijos-
y las abuelas rechazan en parte las funciones clásicas del cuidado insistiendo en la importancia de
un espacio propio y de autonomía personal” (Rald Phillipp, 2003, p. 121).
Este aspecto, en palabras de Limón y Berzosa (2006): “está marcando nuevas tendencias en los
modelos de ser mayor porque muchos han hecho realidad el eslogan “envejecer en casa”, que es
uno de los ejes de las políticas dirigidas a mayores, continuando con la dinámica cotidiana, visitando
a los hijos, saliendo con amigos y teniendo un amplio programa de actividades” (p. 353). En todo
caso, deben los mayores gestionar su tiempo libre y de ocio de modo que no se sobrecarguen de
634
más actividades de las que racionalmente puedan realizar para evitar el riesgo de saturación (Rald
Philip, 2003; Hernández, 2009).
Por todo ello, el modelo tradicional de vejez, instalado aún en el imaginario social, basado en un
concepto deficitario que sólo contabiliza pérdidas, deterioro, improductividad, inactividad,
dependencia y declinación, ya no es viable. Este conjunto de “viejismos” –término acuñado por
Butler referido al conjunto de prejuicios y denominaciones que se aplican a los adultos mayores por
su edad- configuran el estereotipo de la persona mayor en la cultura occidental (Miralles, 2010).
Necesitamos elaborar un nuevo modelo de ancianidad que no esté relacionado con la enfermedad,
deterioro social, la jubilación, etc… sino con una manera inteligente de aprovechar el modo vital. Es
necesario reelaborar las categorías que hasta ahora definían la vejez y posicionarse en un modelo
de desarrollo, posibilitando el desarrollo de todas las potencialidades que todo ser humano tiene y no
se pierden porque envejece (Moreno, 2004; Cabrera et al., 2006; Miralles, 2010; Fuentes y Solé,
2012; De-Juanas, Limón y Navarro, 2013); un tiempo de visionar, de asumir las ganancias del
conocimiento, la experiencia, el humor, de integrarse, de conocer… Personas que, habiendo llegado
a los 60-65 años (Miralles, 2010), han señalado la posibilidad de continuar o desear continuar
realizando una variedad de actividades productivas y contribuyendo significativamente al desarrollo y
bienestar de la familia y la sociedad.
Nos encontramos ante el reto de la política social a favor de un colectivo cada vez mayor: ¿Qué
atenciones prestamos a esta población? ¿Qué servicios y recursos tienen a su disposición?.... Son
variados los servicios, recursos y programas ofertados en las políticas de atención a la gente mayor
desde hace varias décadas: servicio de atención domiciliaria y teleasistencia, establecimientos
residenciales, (residencias, apartamentos tutelados,…), centros de día, programas universitarios,
universidades populares, dispositivos de animación sociocultural, entre otros. Podemos decir que, en
la evolución experimentada en los últimos años referido al establecimiento de iniciativas en la vejez,
nos encontramos con nuevas perspectivas en el trabajo socioeducativo tales como la creación de
nuevos servicios de atención a la dependencia, la generación de espacios participativos, el
urbanismo y el diseño de nuevos espacios, etc. Se están produciendo muchas iniciativas que
implican a los mayores en sus contextos sociales próximos y les reivindican como ciudadanos
activos y capaces de vivir plenamente integrados (cuidados físicos, recursos sociosanitarios,
desarrollo de aptitudes positivas hacia sí mismos y su entorno,…). Así, las primeras acciones, de
carácter marcadamente asistencial, han ido abriendo paso a propuestas más formativas y de
carácter eminentemente educativo (Serdio, 2008).
635
que, desde la gerontología educativa –marco disciplinar de la intervención educativa en la vejez- se
han ido implementando: la educación para la salud, el trabajo con la memoria personal y colectiva,
programas universitarios con contenidos y temáticas diversas, el apoyo a las familias que cuidan de
personas mayores con alta dependencia, la preparación para la jubilación, etc. Para Froufe (1995)
“educar y aprender en la vejez es una de las grandes metas de la gerontología socio-educativa,
porque en esta edad, como en otras del ciclo vital, el hombre necesita orientaciones, estrategias de
aprendizaje, conocimientos y nuevas fórmulas comunitarias para disfrutar dentro de los parámetros
de una sociedad en continuas transformaciones “ (pp. 39-40). El concepto de educarse en la vejez
(Bermejo, 2006) busca dar a todas las personas, independientemente de su edad, una oportunidad
formativa que le permita optimizar sus capacidades, favorecedoras éstas de su desarrollo individual
y social.
La actividad en la vejez, por tanto, significa estar en tareas que produzcan placer y desarrollo tanto
intelectual como social. Es un elemento preventivo de primer orden y evita algunos fantasmas del
envejecer: “el aburrimiento, la rutina, el aislamiento, la terrible soledad. Si la actividad elegida es
grupal, agrega elementos de mucho interés para acrecentar una mejor calidad de vida: el grupo
actúa emocionalmente de sostén, de red, aporta interlocutores que escuchan y a los que se aprende
a escuchar, con pares que comparten similares condiciones o a veces estilos de vida” (Moreno,
2004, p. 194). Así, actividades de desarrollo físico, deportivas, turísticas, formativo-culturales, de
dinámica ocupacional, de memoria colectiva, recreativas, al aire libre, sociales y convivenciales, de
participación ciudadana, de voluntariado social y asociativas (de ayuda mutua) pueden ser
desarrolladas en centros para mayores, centros de día, centros culturales, aulas de la tercera edad,
centros-residencias, universidades populares, asociaciones… y proporcionan un gran
enriquecimiento a la persona mayor (Limón y Berzosa, 2006).
En cada una de las cosas que hacemos, hay un componente de relaciones con los demás, ya sea
en nuestros ratos de ocio o dentro de nuestra propia familia, en nuestro lugar de trabajo,… no
podemos escapar de los efectos de las relaciones sociales y nos van a ser de utilidad en multitud de
ocasiones. Así: “una relación placentera en cualquiera de estos ámbitos nos hace sentirnos felices,
desarrollando nuestras tareas con mayor eficacia” (Hinojo Lucena y Fernández Martín, 2002, p.
310).
En los últimos años, diferentes medios de comunicación social (prensa, televisión, internet,…) se
hacen eco de novedosas alternativas a los establecimientos residenciales o centros gerontológicos
tradicionales o a la vivienda tradicional, prácticamente desconocidos en la sociedad y que están
cobrando notoriedad. A continuación, detallaremos algunos de estos proyectos y/o servicios que, a
modo de ejemplo, aportan una experiencia de vejez alternativa y apuestan por la mejora de las
condiciones de vida de las personas mayores.
636
apartamentos individuales y una serie de espacios comunes para todos los miembros de la
comunidad.
Se caracteriza por la existencia de casas privadas (con su cocina propia, salón comedor, etc…) junto
con amplios espacios y facilidades comunes (salas multiusos, biblioteca, lavandería, gimnasio,
talleres, zonas verdes,…. Normalmente estas comunidades suelen estar diseñadas y gobernadas
por los propios residentes y funcionan como “vecindario intencional”, son conscientes y se
comprometen a vivir en comunidad. Como aspectos más destacados señalamos: a) proceso en el
que participan todos, los habitantes se implican desde el principio en el diseño en su conjunto y son
responsables de las decisiones finales; b) el diseño de cada vivienda y el conjunto está pensado
para facilitar estrechas relaciones de vecindad donde sea posible la ayuda mutua y la comunicación.;
c) existen servicios comunes que complementan los de la vivienda privada; d) la gestión está en
manos de los propios residentes; e) la estructura social no es jerárquica siendo adaptadas las
decisiones democráticamente y por consenso y, f) economías separadas, cada cual mantiene su
independencia económica, participando en los gastos comunes según se haya pactado.
En las experiencias de Cohousing con personas mayores todas tienen un objetivo común: envejecer
entre amigos, en un espacio de libertad donde no estén aburridos, aislados y arrinconados y que
resulta más atractivo que el casi clínico de una residencia de ancianos. Algunos ejemplos de
proyectos, en el ámbito internacional, son los siguientes: Silver Sage (Colorado), Glaciar Circle y
Wolf Creek Lodge (California), La Maison des Babayagás (Francia). En la web
http://www.cohousing.org/
se recogen proyectos de “cohousing” en Estados Unidos, con mucha información legal y actualizada
sobre estos proyectos.
Aun cuando los ejemplos no son muy numerosos, podemos destacar algunas experiencias en
nuestro país que, en los últimos años, han visto hecho realidad su proyecto e iniciada la experiencia
de convivencia conjunta. Destacamos, entre otros, los siguientes:
- El Centro social de convivencia para mayores “Trabensol” en Torremocha del Jarama (Madrid),
proyecto pionero en nuestro país e impulsor de la iniciativa “ecohousing” (http://trabensol.org/).
Se trata de una vivienda colaborativa, diseñada para tal fin. La construcción protege la intimidad
individual con espacios propios y, al mismo tiempo, desarrolla espacios comunes que promueven
la integración de todos los vecinos en proyectos conjuntos. Se basan en sólidos principios
sociales y sus líneas básicas son: convivencia e independencia, atención adecuada,
sostenibilidad, vida satisfactoria, caminos abiertos y jardín saludable. Cuenta con 54
apartamentos y una generosa dotación de servicios comunes (piscina terapéutica, gimnasio,
huerto, lavandería, restaurante, etc…).
- La Sociedad Profuturo Valladolid (http://www.profuturovalladolid.com), presentada como una
alternativa a la residencia convencional. Compuesto por 127 socios y tiene paramentos de uno
(37) y dos dormitorios (90), además de múltiples servicios comunes de tipo básico y optativo. La
gestión de los distintos servicios la llevan a cabo empresas especializadas.
637
- Housekide (País Vasco): cuentan con 27 unidades de lo que denominan apartamentos
“autosuficientes” donde se puede vivir solos o en pareja. Además de las casas equipadas para
personas mayores, cuentan con espacios comunes (sala de estar, videoteca, comedor o
lavandería, entre otros) donde transcurrirá la convivencia y vida social (http://www.housekide.org
/, donde se incluye un foro donde la los creadores del proyecto debaten y llegan a acuerdos
sobre su futura casa común).
- Residencial Santa Clara. Sociedad cooperativa andaluza Los milagros
(http://masqueunacasa.org/es/experiencias/cooperativa-los-milagros-residencial-santa-clara ).
Grupo pionero que en los años 70 idea y pone en marcha un proyecto bajo la máxima
“Autogestiona tu futuro”. Tiene 76 viviendas, seis habitaciones para enfermos o personas que
necesiten atención continuada y múltiples espacios y servicios comunes.
- ServiMayor (Losar de la vega, Cáceres): cooperativa de consumidores y usuarios con 150
socios. Rodeada por una garganta natural y un arroyo dentro de un bosque autóctono, tiene 50
paramentos, cuatro apartamentos para situaciones especiales y un pabellón para asistidos con
22 camas. En total viven 124 personas con diversos niveles de asistencia como en cualquier
familia o comunidad de vecinos (http://www.residencia-servimayor.es/home-residencia-
servimayor/index.htm ).
En segundo lugar, otro proyecto novedoso y destacable es el Plan Etxean Ondo (Sancho, 2012) que
contempla la diversificación de servicios de atención domiciliaria en personas mayores o
discapacitadas en su propio domicilio y puesto en marcha en cinco municipios guipuzcoanos y
engloba a más de 500 domicilios. Se promueve el acercamiento de nuevos servicios de proximidad
al domicilio tales como comida, lavandería, biblioteca móvil, podología, fisioterapia, etc.. así como
apoyos a las familias cuidadoras a través de una asistencia profesional que les asesore y resuelva
dudas sobre los cuidados. Mediante la metodología de gestión de casos, un mismo profesional
acompaña a las familias en todo el proceso de atención. En esta línea, destacar el Centro
Gerontológico “Lamourous” con tres centros en San Sebastián, Zumárraga y Zumaia, modelo de
atención centrado en la persona y con especial atención a la familia para que esté involucrada y
participe activamente en el centro (http://www.lamourous.es/ ).
638
Centros de Valencia, Cataluña o Madrid ya han incorporado a sus instalaciones salas
multisensoriales en donde la aromatorapia tiene un gran peso. No cabe duda que trabajar los
aspectos sensoriales es clave en la tercera y cuarta edad, por ejemplo para mantener unas buenas
capacidades motrices o recuperarlas parcialmente (gracias a la combinación de sonidos, luz, los
aromas, la música,..) y como inversión en la calidad de vida de las personas que pasan por estos
centros. A modo de ejemplo, un centro gerontológico catalán “Les Gavines”, integra entre sus
actividades diarias la aromaterapia, trabajada en una sala multisensorial, con el objetivo de
garantizar la comodidad, el bienestar y la calidad de vida del residente, asegurando de esta manera,
la tranquilidad de sus familias. Esta sala está a disposición de los residentes, diagnosticados de
enfermedad o no y abre las puertas a los familiares para que compartan esta experiencia.
4. Conclusión
En estas breves páginas hemos querido señalar las posibilidades de los mayores para dirigir sus
vidas y de contribuir en su comunidad. Es prioritario establecer un cambio de actitudes,
sensibilidades y valores acerca del proceso del envejecimiento y del aprendizaje adulto; contribuir al
cambio de la imagen social de la vejez y de las actitudes hacia las personas mayores. En este
sentido, “la insistencia en la presentación de imágenes sociales negativas de la vejez dificulta la
visión de imágenes positivas, que son menos habituales pero que representan más acertadamente a
las personas del siglo XXI” (Belando, 2007, p. 89).
Por otro lado, una mejora en la calidad de vida de las personas mayores evitaría el uso excesivo de
algunos servicios siendo necesario, para ello, la elaboración de programas educativos y la ejecución
de los mismos en distintas instituciones y servicios desde una óptica preventiva. “Las habilidades
básicas se mantienen en la vejez si los programas educativos y los recursos son accesibles”
(Requejo, 2003, p. 269).
Sin duda, este es el reto en el que estamos inmersos, y objetivo principal de la Declaración
Ministerial de Viena (2012) entre cuyas prioridades y actuaciones a seguir hasta el 2017, en materia
de envejecimiento activo, es el área temática de la creación de un entorno favorable para la salud, la
independencia y el envejecimiento digno y para ello, se indican estrategias como: “facilitar el acceso
a servicios y productos adecuados a la edad, asequibles y de alta calidad y mejorando la movilidad a
través de entornos amigables” (10.III.f).
Referencias bibliográficas
639
Causapié, P., Balbontín, A., Porras, M. y Mateo, A. (Dir.) (2011). Libro Blanco Envejecimiento activo.
Madrid, Ministerio de Salud, Política Social e Igualdad.
Centro social de convivencia para mayores “Trabensol” (s.f.). http://trabensol.org/ Recuperado el 10
de febrero de 2014.
Centro Gerontológico “Lamourous” (2009). http://www.lamourous.es/ Recuperado el 3 de marzo de
2014.
CEPE (Comisión Económica para Europa de Naciones Unidas). Declaración Ministerial de Viena
2012. Adoptada por unanimidad por los Estados Miembros de la CEPE durante la
Conferencia sobre Envejecimiento celebrada en Viena los días 19 y 20 de septiembre de
2012. Cuadernos, nº 3/4.
Cohousing Association of the United States (2013). http://www.cohousing.org/ Recuperado el 10 de
marzo de 2014.
Cordero del Castillo, P. (2006). Situación social de las personas mayores en España. Humanismo y
Trabajo social, 5, pp. 161-195.
De-Juanas, A., Limón Mendizabal, R. y Navarro Asencio, E. (2013). Análisis del bienestar
psicológico, estado de salud percibido y calidad de vida en personas adultas mayores.
Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, 22, pp. 153-168.
Delors, J. (Dir.). (1996). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión
Internacional sobre la educación para el siglo XXI. Madrid, Santillana- Ediciones UNESCO.
Faure, E., Herrera, F., Kaddoura, A., Lopes, H., Petrovski, A.V., Rahnema, M. y Champion Ward, F.
(1987). Aprender a ser. La educación del futuro. Madrid, Alianza/UNESCO (Edición original
de 1972).
Froufe, S. (1995). La animación sociocultural en la tercera edad: una experiencia. Pedagogía Social.
Revista Interuniversitaria, 12, pp. 39-54.
Fuentes Goyanes, E. y Solé Blanch, J. (2012). Las condiciones de vida de las personas mayores y
los servicios sociales municipales. Pedagogía Social. Revista Interuniversitaria, 19, pp. 83-
98.
García Garrido, J.L. y Egido, Gálvez, I. (Coord.) (2006). Aprendizaje permanente. Pamplona,
EUNSA.
Gelpi, E. (1994). La Educación Permanente: principio revolucionario y practicas conservadoras. En
A. Sánchez Román (Comp.), La Educación Permanente como proceso de transformación
(pp. 25-36). Sevilla, M.C.E.P.
Hernández Rodríguez, G. (2009). Cese de la actividad profesional y preparación para la jubilación.
Cuadernos de relaciones laborales, 27 (2), pp. 63-81.
Hinojo Lucena, F.J. y Fernández Martín, F.D. (2002). Diseño de un programa formativo para lña
mejora de las habilidades sociales en personas mayores. Pedagogía Social. Revista
Interuniversitaria, 9, pp. 309-319.
Housekide (s.f.).http://www.housekide.org/ Recuperado el 18 de febrero de 2014.
Limón Mendizábal, R. y Berzosa Zaballos, G. (2006). Siglo XXI, envejecimiento y solidaridad.
Revista Galega do Ensino, 48, pp.351-375.
Miralles, I. (2010). Vejez productiva. El reconocimiento de las personas mayores como un recurso
indispensable en la sociedad. Kairos. Revista de Temas Sociales, 14 /26).1-14.
Moreno Moreno, J. (2004). Mayores y calidad de vida. Portularia, 4, 187-198.
Pérez Serrano, G. (2002). Aprender a lo largo de la vida. Educación para la ciudadanía. En Mª T.
Martín González (Dir.), Educación Permanente para todos. Congreso Internacional “La
Educación permanente ante el siglo XXI” (pp. 261-287). Madrid, UNED.
640
Rald Phillipp, R. (2003).Transformaciones en el comportamiento en función del género en la vejez: el
caso de las relaciones familiares actuales entre abuelas, abuelos y nietas y nietos. Papers,
70, pp. 117-134.
Requejo Osorio, A. (2003). Educación Permanente y Educación de Adultos. Intervención
socioeducativa en la edad adulta. Barcelona, Ariel.
Residencial Santa Clara. Sociedad cooperativa andaluza Los Milagros (s.f).
(http://masqueunacasa.org/es/experiencias/cooperativa-los-milagros-residencial-santa-clara
Recuperado el 8 de febrero de 2014.
Sancho, M. (2012). Proyecto Etxean Ondo. Unidades de convicencia y centros de día. Recuperado
el 9 de febrero de 2014 de
http://www.gizartelan.ejgv.euskadi.net/r45contss/es/contenidos/informacion/estadisticas_ss/
es_estadist/adjuntos/ETXEAN%20ONDO%20CENTROS.pdf
Serdio Sánchez, C. (2008). La educación en la vejez: fundamentos y retos de futuro. Revista de
Educación, 346, pp. 467-483.
ServiMayor. Centros Residenciales para Mayores (s.f.). http://www.residencia-servimayor.es/home-
residencia-servimayor/index.htm. Recuperado del 8 de febrero de 2014.
Sociedad Cooperativa Profuturo Valladolid (2008). http://www.profuturovalladolid.com Recuperado el
26 de enero de 2014.
641
EDUCACION SUSTENTABLE PARA ADULTOS MAYORES (ESAM) EN LA FACULTAD DE
CIENCIAS HUMANAS DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA.
Resumen
Las instituciones de educación superior incursionan en la atención educativa de la comunidad a
partir de programas dirigidos a incluir personas que hasta hace poco tiempo no se veían favorecidas
con acciones relacionadas con la formación personal, la actividad física, recreativa, artística y
ocupacional. El Plan de Desarrollo Institucional 2011-2015 de la Universidad Autónoma de Baja
California (UABC) establece en la Iniciativa 3.1 Reforzamiento y articulación de la presencia de la
universidad en la comunidad (p. 69) como estrategia Fomentar la educación continua de los
egresados y de la sociedad en general, que reconoce la oportunidad de proponer espacios de
desarrollo comunitario hacia población vulnerable o que hasta el momento no accede a las
actividades no formales que una facultad universitaria ofrece. En tal perspectiva, en 2005 se crea en
la Facultad de Ciencias Humanas de la UABC el programa denominado Educación Sustentable para
Adultos Mayores (ESAM), que a través de la organización de cursos y experiencias formativas de la
facultad, además de aportes de otras unidades académicas, permite la incorporación de personas
mayores con la finalidad de fomentar la formación al tenor del reconocimiento de los intereses
individuales, nuevas oportunidades de aprendizaje e inclusión socioeducativa en el programa.
Presentación
El envejecimiento demográfico es un fenómeno presente en la mayoría de los países y constituye
una transición durante el actual siglo XXI, esta transición se refiere a que la población de adultos y
ancianos aumenta mientras que, la de niños y jóvenes disminuye; de acuerdo con Vallin, 1994
(citado en Del Popolo, 2001) los aumentos de la esperanza de vida provienen cada vez más del
éxito creciente de la lucha contra las enfermedades degenerativas, y de que la biología del
envejecimiento evoluciona rápidamente ... Desde este punto de partida, el envejecimiento
demográfico representa un logro, una conquista humana; sin embargo, en general, las sociedades
hacen énfasis en la problemática generada por el envejecimiento de la población dadas las nuevas
demandas sociales que esta situación presenta tales como salud, seguridad social, o empleo.
A partir de diferentes reuniones internacionales, que van desde la Primera Asamblea Mundial sobre
el Envejecimiento, convocada por la Organización de las Naciones Unidas el 14 de diciembre de
1978, ha sido evidente la preocupación por proteger a este segmento de la población mundial. Una
sociedad para todas las edades, ha sido la preocupación central de la ONU expresada en la
Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento celebrada en Madrid en 2002. (OMS, 2002)
La ONU ha establecido como criterios para medir el envejecimiento poblacional que, una población
puede considerarse envejecida si más del 5% de su población tienen 65 años; o si la población de
60 años representa más del 10% del total.
642
El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés), señala que “la
población de 60 años y más será el grupo que más crecerá entre 2011 y 2050 (2.44%) … en los
latinoamericanos (2.89%) mantendrán un crecimiento por encima de este nivel; en tanto que la
población de 0 a 14 años será el segmento de la población que menos crecerá (0.08 por ciento)”.
(INEGI, 2012).
Es importante destacar que la transición demográfica presenta un cambio en la necesidad de
satisfactores para la sociedad, pues las demandas principales para cada segmento poblacional son
diferentes, por lo que no se puede ignorar que habrá que ofertar en menor cuantía ciertos servicios
(como educación básica a la población joven) y aumentar la oferta de otros para los segmentos de
edad que concentren la mayor población (salud, educación no formal, capacitación, etc.); por lo que
es el momento indicado para generar acciones que permitan afrontar el nuevo panorama
demográfico.
La vejez y el envejecimiento se puede apreciar desde dos planos: en el microeconómico-social,
focalizándose en las personas que envejecen y sus familias; y en el macroeconómico-social con los
grupos poblacionales que envejecen y por lo tanto, la sociedad en su conjunto. En este sentido, las
consecuencias de este fenómeno y las respuestas que una sociedad sea capaz de emitir ante ello,
representan un desafío que incide en la formulación de políticas públicas pertinentes.
En el caso particular de México, los datos arrojados por INEGI a partir del Censo de Población y
Vivienda 2010 refieren que, de una población total de 112 336 538 habitantes, la cantidad de
habitantes en el rango de 60 a 64 años de edad es de 6 212 630; sumando los rangos de edad de
60 años hasta 85 y más, se tiene un total de 10 834 278 adultos mayores en México, lo que
equivale al 9.3% de la población total. En base a indicadores de CONAPO (2010), se predice que
en cinco años serán 12 millones de adultos mayores y para el 2020 serán 20 millones pues la
población envejece muy rápido.
Según proyecciones de la misma fuente, la pirámide poblacional en México perderá paulatinamente
su forma triangular, característica de una sociedad joven, para adquirir un perfil rectangular
abultado en la cúspide, propio de las poblaciones envejecidas. Se estima que el porcentaje de
adultos mayores se incremente a 12.5 por ciento en 2020 y a 28.0 por ciento en 2050.
643
PIRAMIDES POBLACIONALES DE MEXICO 1974, 2009, 2030 y 2050
Contrariamente a lo que sucede en los países desarrollados por citar el más cercano Estados
Unidos, donde una mínima proporción de la población mayor de 65 años, se mantiene activa
económicamente en el caso de México, el 26.4% de la población de 65 años y más continúa
laborando (CONAPO, 2010).
Por otra parte, la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México arroja que la dependencia
económica de las personas adultas mayores se observa en más de la mitad de esa población
(61.8%). Esto es, a seis de cada diez personas adultas mayores las sostiene un familiar u otra
persona, y sólo 2.7 personas de cada diez reciben pensión por su trabajo. (ENADIS, 2010).
Indudablemente para alcanzar el ideal de una “sociedad para todas las edades” se requiere de la
armonización de todas las instituciones sociales desde sus respectivos ámbitos de acción e
influencia, pues se trata de enfrentar los retos del envejecimiento demográfico en el corto y
mediano plazo, promoviendo la integración social y el respeto a los derechos humanos de los que
hoy son adultos mayores así como sensibilizando al resto de la población que, en el mejor de los
casos se encamina hacia la vejez, por ello se aprueba en 2002 la Ley de los Derechos de las
Personas Adultas Mayores”. (INAPAM, 2010, p. 13)
Dicha ley tiene como objetivo
"... garantizar el ejercicio de los derechos de esas personas, y establecer las bases y
disposiciones para su cumplimiento mediante la regulación de la política pública nacional en
la materia, de los principios, los objetivos, los programas, las responsabilidades y los
644
instrumentos de la Administración Pública Federal, de las entidades federativas y
municipios, así como del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, organismo
público rector de esa política nacional". (ENADIS, 2010).
En Baja California la población total en el mismo año y según la misma fuente era de 3 155 070 de
los cuales 75 229 habitantes tienen de 60 a 64 años de edad, y se encuentran en el rango de 65
años y más 132 675, lo que da un total de 207 904 adultos mayores en la entidad, lo cual equivale
al 6.5% de la población. Esta entidad también se caracteriza por tener un alto promedio de
esperanza de vida, que asciende a 76.2 años. (INEGI, 2010).
La intervención de las instituciones públicas es fundamental para terminar con barreras físicas y
sociales que coartan la autonomía de las personas adultas mayores para su inclusión y
participación social, para localizar y asegurar accesibilidad a servicios públicos relevantes que
permitan la mayor inclusión social.
La OMS (2002) define el envejecimiento activo "como el proceso de optimización de oportunidades
para luchar por la salud, por la participación activa en la vida y por la seguridad de alcanzar calidad
de vida cuando el ser humano envejece". Se trata, pues, de poner al alcance de las personas
mayores las herramientas y programas necesarios para que la vejez no sea una enfermedad en sí
misma, y las personas mayores afronten la edad como algo natural, que puede ser incluso positiva
si se siguen ciertos hábitos de vida saludables, acordes con el envejecimiento. Para afrontar los
nuevos desafíos que supone la transición demográfica tendiente al envejecimiento de la población y
con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores en México, el
Instituto Nacional de Atención a Personas Adultas Mayores (INAPAM) ha definido cinco ejes
rectores estratégicos en materia de políticas públicas:
I. Cultura del Envejecimiento
II. Envejecimiento Activo y Saludable
III. Seguridad Económica
IV. Protección Social
V. Derechos de las Personas Adultas Mayores (INAPAM, 2010)
http://www.inapam.gob.mx/work/models/INAPAM/Resource/Documentos_Inicio/Libro_ejes_rectores
.pdf
Por lo anterior, es necesario reconocer que a este grupo poblacional se le presentan hoy una serie
de necesidades nuevas, entre las cuales están las educativas que surgen a partir del hecho de que,
en la hoy denominada “sociedad del conocimiento” la velocidad de los cambios en ciencia y
tecnología, así como el uso difundido de las denominadas nuevas tecnologías coloca a la población
adulta mayor de México en seria desventaja, pues experimentaron su fase de acumulación de
activos educacionales en el pasado; tal circunstancia genera una nueva forma de exclusión social,
pues aunado al problema de la menor escolaridad de este sector poblacional, se suma el
analfabetismo tecnológico que les impide acceder al mundo tecnoburocrático de la economía, la
comunicación, de la salud, e incluso de la recreación, provocando una nueva forma de dependencia
social.
645
En algunos países, instituciones de educación han podido reconocer la necesidad de coadyuvar a
la integración social de la población adulta mayor a partir de programas de educación formales y
no formales que actualicen los saberes y les permita mejorar su calidad de vida posibilitando un
envejecimiento activo y digno, evitando el aislamiento de las nuevas formas de interacción social y
funcionamiento de las estructuras sociales.
En Francia durante 1973, el profesor Pierre Vellas creó la Universidad de Adultos Mayores como
una experiencia de investigación de colaboración intergeneracional (Osorio, 2009), a partir de ello
se han reproducido en diferentes países aulas universitarias de mayores los casos dignos de
mención son Perú, Brasil, Costa Rica, Argentina, España, entre otros.
En Cuba la atención educativa a los adultos mayores se denomina Cátedras Universitarias del
Adulto Mayor y constituye un programa de alcance nacional que tiene como objetivo “…ofrecer
superación cultural y actualización científico-técnica a los mayores cubanos. El programa se
organiza en un curso básico con duración de un año escolar, así como numerosos cursos de
continuidad para sus graduados. No se requiere de un nivel educacional específico. Sus cursantes
provienen de todos los sectores laborales e historias de vida… Los módulos del curso básico son:
Propedéutico, Desarrollo humano, Salud, Cultura, Seguridad social y Tiempo libre. Los cursos de
continuidad son organizados por los especialistas de cada municipio y por las instituciones
universitarias”. http://tariacuri.crefal.edu.mx/decisio/d15/sab4-2.php#inicio
La propuesta educativa para ese segmento poblacional en Medellín y sus alrededores, tiene como
objetivo ofrecer un programa que integre las necesidades de capacitación de la población adulta
mayor, fortaleciendo niveles intelectuales, propiciando espacios de inclusión social y participación
ciudadana en mejora de su calidad de vida.
En lo que respecta a Chile muestra cursos universitarios para adultos mayores de alta demanda,
dinámica y creciente, donde el adulto mayor se desenvuelve y reinventa con las herramientas, las
cuales le permite retomar y actualizarse, donde se integra a las actividades en el conocimiento,
entorno social, ejemplo de ello se encuentran la Universidad Mayor, Pontificia Universidad Católica
de Chile, el Centro de Estudios Universitarios para tercera edad, con cursos de especialización en
cuidado de adultos mayores, todo esto con la finalidad y provocando calidad de vida a esta
población.
En México ya existen desde años atrás Instituciones de Educación Superior que atienden
solidariamente a la población adulta mayor con una oferta educativa pertinente y adecuada a sus
necesidades, incidiendo de este modo en el mejoramiento de su calidad de vida personal, familiar y
comunitaria, entre éstas está la Universidad de Guadalajara, la Universidad Mesoamericana de San
Agustín en Mérida, Yucatán; vale la pena señalar entre estas instituciones a la Universidad para los
Mayores es de la Universidad Autónoma de Nuevo León, y la Universidad para los Adultos Mayores
en el Distrito Federal. Por su parte, el INAPAM ha creado 22 escuelas en el Distrito Federal, e
impulsado la creación de otras en el Estado de México.
En Baja California, la Universidad Autónoma de Baja California expresa su Misión en los términos
siguientes:
646
sustentabilidad; y con ello contribuir al logro de una sociedad más justa, democrática y
respetuosa de su medio ambiente...”
Impacto social
647
aspirantes.
Entre los producto más destacados de ESAM está la formación de 2 Asociaciones Civiles
“DAMORC, A.C.”, “Adultos en Plenitud, A.C.”; por lo que se considera que incorporando unidades
de aprendizaje con abordaje específicamente hacia la generación o promoción de proyectos
sociales, el impacto social será mayor.
Perfil de Ingreso
Toda persona adulta mayor con disposición a aprender y trabajar en equipo, sin especificidad de
antecedentes escolares previos, que cubra la cuota mínima de ingreso.
Metodología
Enseñanza activa y centrada en el estudiante, a través de grupos de discusión, dinámicas grupales,
ejercicios vivenciales, experimentación y prácticas académicas.
Operación
El programa depende de una Coordinación específica con un docente de tiempo completo,
colaboran también 4 maestros titulares; 3 maestros para talleres obligatorios de cada uno de los
semestres. 6 maestros para talleres y clases de egresados, y 4 estudiantes de etapa profesional
para talleres optativos. Colaboran en calidad de prestadores de servicio social 7 estudiantes, 4 en
prácticas profesionales y 4 adjunto en investigación.
648
Es un programa autofinanciable pues los honorarios docentes se obtienen del total de inscripciones
de los alumnos inscritos por semestre, el 15% es para la UABC, por uso de instalaciones y el resto
es para gastos generados por pago a maestros.
ESTRUCTURA CURRICULAR
Curso propedéutico Mi relación con los Mi relación con el Mi relación con la
“Mi relación demás ambiente sociedad
conmigo mismo
1.1. Cómo soy 2.1. Mi familia nuclear 3.1 Mi casa 4.1.Elaboración de
1.2. Cómo funciono 2.2. Mi pareja e hijos 3.2.Mi barrio proyectos sociales
2.3. Mis vecinos y 3.3.Mi ciudad
otras relaciones 3.4.Mi país
3.5.Mi mundo
Asignaturas Optativas
Formativas Ejercitando el Ejercicios manual-
cuerpo: artísticos:
EVALUACIÓN Y PROPUESTA
Al hacer una primera evaluación del programa desde la perspectiva de los alumnos se tiene que el
77.8% manifiesta que su necesidad de aprender e integrarse a un grupo se ha visto satisfecha;
de las unidades de aprendizaje que más utilidad han encontrado es la de Desarrollo Humano; el
100% de los estudiantes han declarado haber experimentado cambios positivos en su persona y
haber mejorado su estado de ánimo, a raíz ser estudiante de ESAM además de haber modificado
su conducta experimentando mayor seguridad en su persona y una mayor tolerancia hacia las
diferencias individuales.
649
apoyo de otras unidades académicas que aporten al mejoramiento de la calidad de vida de los
estudiantes beneficiarios de ESAM, de sus familias y por ende, se promueva un mayor impacto
social hacia la comunidad.
650
Taller de intervención
en crisis
La presente propuesta implica que se pudiese convertir este programa en un Centro de Educación
de Adultos Mayores dentro de la Facultad de Ciencias Humanas y con la |colaboración de las otras
tres unidades académicas mencionadas, lo que representaría un espacio formativo para los
estudiantes de las tres unidades académicas, al mismo tiempo que brindaría servicio a un
segmento poblacional que requiere de atención, y que a su vez, puede continuar una vez
capacitado, aportando su experiencia y saberes en beneficio de otros adultos mayores en
comunidades que no pueden acceder a las aulas universitarias y generar proyectos de apoyo a
otros grupos vulnerables, con ello se ofertaría un programa que favorece el envejecimiento activo
incidiendo en la calidad y esperanza de vida a edades avanzadas, no se debe olvidar que el lema
“Hacia una sociedad para todas las edades” implica el beneficio para la población en general.
Bibliografía
CONAPO. (2010). Geriatría.salud. gob.mex. Recuperado el 10 de diciembre de 2012, de
www.geriatria.salud.gob.mx/descargas/01_sit_dem_env.pdf
INAPAM. (2010). Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas
mayores. México: SEDESOL.
http://www.inapam.gob.mx/work/models/INAPAM/Resource/Documentos_Inicio/Libro_ejes_r
ectores.pdf
INEGI. (12 de julio de 2012). Estadísticas a propósito del día mundial de la población.
Recuperado el 10 de diciembre de 2012, de
http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/.../poblacion0.do...
INAPAM. (2010). Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas
mayores. México: SEDESOL.
INEGI. (12 de julio de 2012). Estadísticas a propósito del día mundial de la población.
Recuperado el 10 de diciembre de 2012, de
651
http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/.../poblacion0.do...
http://tariacuri.crefal.edu.mx/decisio/d15/sab4-2.php#inicio
652
EL ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y SALUDABLE DE LAS PERSONAS MAYORES: LA
SOLIDARIDAD INTERGENERACIONAL
Resumen:
653
a factores como los estilos de vida saludables: hábitos alimentarios, ejercicio físico, manejo de las
emociones, de las situaciones de estrés y los factores medioambientales, etc.
También, abordaremos cómo las relaciones intergeneracionales contribuyen a que el
envejecimiento activo y saludable sea una realidad. Así, destacaremos como una de las claves para
lograr una buena convivencia intergeneracional es el aprender a valorar y respetar las actividades
realizadas por nuestros mayores en el ámbito familiar, laboral y comunitario. Además, señalaremos
cómo las relaciones intergeneracionales pueden ser, precisamente, una de las fuentes de
satisfacción que contribuyan a un envejecimiento más saludable de las personas mayores.
Introducción
Mucho se ha debatido y se sigue debatiendo sobre el envejecimiento. Es de todos conocido que los
estudios demográficos nos relevan y predicen, no hay más que comprobarlo por las estadísticas
publicadas por distintos organismos nacionales e internacionales: Organización Mundial de la Salud
(OMS), Instituto Nacional de estadística (INE), Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO),
Fondo de Población de las Naciones Unidas (FUNAP), Oficina Estadística de las Comunidades
Europeas (EUROSTAT) Banco Mundial, entre otros, un rápido y fuerte incremento de la población
de personas mayores.
En cualquier caso, las estadísticas coinciden en que las expectativas de más años de vida de la
población han ido aumentando progresivamente, en las últimas décadas, debido a las mejores
condiciones de vida, la mejora de la sanidad, y los avances de la tecnología médica, fruto del
progreso y avance social.
Al comienzo del siglo XX en el año 1900 las personas tenían una esperanza de vida de 34,8 años,
edad que ya se duplica en los años 60 en los que la esperanza de vida se sitúa en los 69,9 años.
En la siguiente figura se muestran datos de la esperanza de vida al nacer en nuestro país.
654
Fuente: 1992-2011: Tablas de mortalidad de la población de España. INE,
2012-2051: Proyecciones de población a largo plazo: 2012-2051. Parámetros de evolución demográfica. INE
Fruto de esa evolución se constata que la proporción de personas mayores, sigue aumentando de
forma continuada a lo largo del siglo XX, alcanzando una esperanza de vida al nacer en el año 2010
de casi 85 años en el caso de las mujeres y de 79 años en el caso de los hombres, y que está
tendencia sigue al alza, lo que hace de nuestro país uno de los más envejecidos de la Unión
Europea. De hecho, la proporción de personas de edad, es decir, los mayores de 65 años, que en la
actualidad representa alrededor del 10% de la población mundial, aumentará, previsiblemente, a
22% en el año 2050 y en palabras del Fondo de Población de las Naciones Unidas se estima que
más de un tercio de la población española, un 38,3%, tendrá más de 60 años en 2050, siendo el
séptimo Estado más envejecido del mundo por detrás de Japón (41,5%), Bosnia-Herzegovina
(40,4%), Portugal (40,4%), Cuba (39,2%), Corea del Sur (38,9%) e Italia (38,4%).
En la figura 2 se presenta una comparativa de la esperanza de vida al nacimiento en España en la
Unión Europea y resto del mundo que confirman, precisamente, que el envejecimiento de la
población en España es superior a Europa y al resto del mundo.
Figura 2: Esperanza de vida al nacimiento en España/ Unión Europea/ Resto del mundo
Además, según datos del IMSERSO (2010) en España se calcula que en el año 2050 seremos trece
millones de personas mayores. Eso viene a confirmar la hipótesis de que la sociedad, efectivamente,
está y estará cada vez más envejecida, y bastantes personas llegarán a edades que eran
impensables en siglos pasados.
Numerosas investigaciones señalan que unas de las prioridades se centran en favorecer un
envejecimiento activo y saludable (Walker, 2008; Fernández-Ballesteros, 2009; Zunzunegui y
Beland, 2010; Rodríguez Artalejo, 2011; entre otras).
El envejecimiento de forma activa “ ha emergido como paradigma […] El organismo responsable de
responsable de reforzar la salud, la participación social y la seguridad como pilares de la calidad de
vida de las personas es la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002)” (Avramov y Maskova,
2003, p.7)
Por otra parte, en las últimas décadas, se enfatiza la importancia de las relaciones
intergeneracionales y las consecuencias positivas de éstas. Por lo que, se hace preciso que las
655
personas mayores y la sociedad en su conjunto sean conscientes de la importancia que tiene su
participación en las actividades familiares y sociales, para favorecer un mejor envejecimiento en
términos de salud y bienestar. De hecho, alguno de los objetivos del año 2012 que fue declarado
como Año del Envejecimiento y Solidaridad Intergeneracional, son: a) promover la creación en
Europa de un envejecimiento activo y saludable en el marco de una sociedad para todas las edades
b) establecer la idea de que las personas mayores no son una carga para la sociedad, al contrario,
constituyen un soporte económico en muchas familias, ayudan con las cargas domésticas y
transmiten cultura, tradiciones y valores a las nuevas generaciones, lo cual repercute en una mejora
de su propia percepción.
Los conceptos sobre envejecimiento son múltiples y diversos. En la literatura científica se habla y se
usan indistintamente conceptos, que no significan necesariamente lo mismo: envejecimiento activo,
envejecimiento saludable, envejecimiento productivo, envejecimiento óptimo y envejecimiento
satisfactorio.
En esta ocasión, el objeto de nuestro análisis se centrará en los conceptos de envejecimiento activo
que pone el énfasis en la acción de la propia persona en la mejora de su proceso de envejecimiento
y en el envejecimiento saludable que versa sobre la buena salud de la persona.
El envejecimiento activo es un concepto ampliamente discutido. Según el documento Envejecimiento
Activo: un marco político (OMS, 2002, p. 79) éste se define como “el proceso de optimización de las
oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida
que las personas envejecen”. Este permite a las personas realizar su potencial de bienestar físico,
mental y social a lo largo de su curso vital y participar en la sociedad (voluntariado, por ejemplo
como cuidadores familiares) de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras que
les proporciona protección, seguridad y cuidados adecuados.
Por envejecimiento saludable, se entiende aquel que contribuye a una buena salud y que conlleva
un matiz de envejecimiento activo. Facilita el desarrollo del mantenimiento de conductas de hábitos
saludables y al mantenimiento de relaciones interpersonales (familiares y sociales) para una mejora
de la calidad de vida.
En este sentido existen numerosas investigaciones que señalan, tal y como se recoge de forma muy
amplia en la bibliografía sobre envejecimiento activo, que para la prevención o retraso del
envejecimiento y prolongar la independencia de las personas mayores es necesario desarrollar
estilos de vida saludables (Bowling y Dieppe, 2005; Bunce y Murden, 2006; Fernández-Ballesteros,
2009; Limón, M.R, 2009; Cotiello, 2010; Pérez Díaz, 2010; Blasco y Pérez, 2011; Ortega Navas,
2011; Limón y Ortega, 2011, entre otras).
Por otra parte, cabe destacar que a nivel europeo, la Comisión Europea (2012a) en el documento
Una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador – EUROPA 2020, pone de
manifiesto la importancia del envejecimiento activo como elemento clave para el porvenir. Además,
apoya la igualdad de oportunidades para toda la ciudadanía y garantizar el acceso a todo tipo de
actividades a las personas independientemente de su edad.
Cabe destacar que estudios empíricos longitudinales sobre el envejecimiento activo, han establecido
que los factores determinantes del mismo demuestran que, envejecer es un proceso que el individuo
realiza a lo largo de su vida y que éstos contribuyen a que el envejecimiento pueda ser más o menos
saludable. No sólo tiene que ver con condiciones genéticas y biológicas, sino también con
habilidades de afrontamiento, autoeficacia, control interno, comportamiento prosocial y psicosocial
que aparecen asociados a la longevidad y el envejecimiento activo (OMS, 2002).
656
Teniendo en cuenta los tres pilares del envejecimiento activo (salud, participación y seguridad)
propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que exige un enfoque multidimensional
debemos adoptar estilos de vida saludables en los siguientes niveles:
Físico: llevar una dieta saludable, realizar ejercicio físico adecuado a la edad, evitar el
consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias nocivas y del abuso de medicamentos.
Mental: descansar, tener aficiones y nuevos intereses, detección precoz de depresión y
ansiedad, aprender a controlar las emociones negativas y el estrés, reducir la ansiedad y
potenciar las emociones positivas.
Social: no aislarse, aceptar el nuevo rol familiar-social, mantener contactos y activo en la vida
social, sentirse útil y necesario a los demás, no sintiéndose excluido de la educación y la
participación en la toma de decisiones, mejorar la autonomía.
La sociedad está experimentado cambios debido a los efectos del envejecimiento de la población
(Soldevila, 2003). Los cambios demográficos y sociales están afectando a la estructura y las
relaciones familiares. Además, los progresos en el estado de salud de las generaciones contribuyen
a pensar que las personas mayores gozarán de una mayor autonomía durante más tiempo.
Tal y como queda reflejado, en el documento: El futuro demográfico de Europa: transformar un reto
en una oportunidad (Comisión Europea, 2006, p.14): El envejecimiento de la población europea es
“la consecuencia inevitable de unos cambios fundamentalmente positivos: el alargamiento de la
esperanza de vida, en muchos casos en buen estado de salud (…) No obstante, esos profundos
cambios demográficos y socioeconómicos obligan a reformar las instituciones actuales, tanto por
razones de eficacia económica como de equidad social”.
De hecho, la tendencia al envejecimiento fruto del cambio demográfico irá acompañado de cambios
que promuevan las relaciones dados los importantes cambios de estructura familiares (más
personas de 65 años, menos niños y jóvenes y personas activas) y en consecuencia la solidaridad
intergeneracional. Por lo que se hace preciso que “todos los agentes contribuyan a gestionar estos
cambios: deben desarrollar nuevas formas de solidaridad entre las generaciones, hechas de apoyo
mutuo y transferencia de competencias y experiencias (Libro Verde de la Comisión Europea: Frente
a los cambios demográficos, una nueva solidaridad entre generaciones (2005, p.7)
La promoción del envejecimiento activo y saludable contribuye a fomentar una mayor cohesión
social. Las personas mayores, según numerosas encuestas, son las que ayudan a las generaciones
jóvenes, destacando entre otras aportaciones las siguientes:
* proporcionar un apoyo dentro de las familias, como cuidadores de otros miembros, por ejemplo, la
ayuda con los nietos y facilitan su acompañamiento de la casa a la escuela.
* aumentar la solidaridad dentro de las familias al transmitir valores de respeto y tolerancia de los
más pequeños a las personas mayores.
* sostener al estado de bienestar (ayudas informales, voluntariado, aportación económica, etc.)
Por otra parte, el término de relaciones intergeneracionales hace referencia a las interacciones, entre
los miembros de distintas generaciones que conviven. Un ejemplo son las relaciones entre padres e
hijos o entre abuelos. Según Villar (2007) el término intergeneracional hace alusión a la implicación
de miembros de dos o más generaciones en actividades que potencialmente pueden hacerles
conscientes de sus diferentes perspectivas generacionales y que implican cambios de mejora y
búsqueda de metas comunes.
La solidaridad intergeneracional hace referencia a la ayuda recíproca y al intercambio de recursos
de índole material o inmaterial entre las generaciones.Según Ramiro (2012, p.37) la solidaridad
intergeneracional significa “apoyo mutuo y cooperación de los diferentes grupos de edad con el fin
657
de crear una sociedad que permita que todas las personas, independientemente de su edad,
contribuyan y se beneficien del progreso económico y social de su comunidad”.
Los vínculos entre las generaciones son un requisito indispensable para la sostenibilidad en
sociedades desarrolladas, contribuyendo a promover la responsabilidad compartida, la cohesión
social, la cooperación, la interacción y el entendimiento entre las generaciones.
La bibliografía científica aborda desde diferentes disciplinas y perspectivas las relaciones
intergeneracionales: social, económica, educativa, cultural, política y psicológica, entre otros (Duque
y Mateo, 2008; Lehr, 2008; Zaidi, Gasior, y Sidorenko, 2010; Luscher et al., 2010; Fernández-
Ballesteros, et al., 2011).
Walker (2006) señala que dos formas para el logro de un envejecimiento activo son, precisamente,
la equidad intergeneracional y las actividades intergeneracionales.
Kalache, Barreto y Keller (2005) aluden a cómo es necesario, cada vez más, la implantación de una
estrategia global de envejecimiento activo desde una perspectiva intergeneracional. Además, estos
autores siguen insistiendo en que la solidaridad intergeneracional es la forma clave en la
implantación del envejecimiento activo.
Los programas y políticas que promueven la solidaridad intergeneracional, han tenido en cuenta los
nuevos roles y demandas de todas las generaciones en la sociedad actual. Desde la Cumbre
Mundial de Desarrollo Social (1995) las necesidades de integración social y solidaridad
intergeneracional se han centrado en particular en las personas mayores.
Destacamos que en las dos Asambleas Mundiales sobre el envejecimiento se habla de la solidaridad
intergeneracional. En la I Asamblea Mundial sobre envejecimiento (Plan de Acción Internacional de
Viena, Naciones Unidas 1982) se alude a que un importante objetivo del desarrollo social y
económico es “el logro de una sociedad integrada desde el punto de vista de la edad, en la que se
haya eliminado la discriminación y la segregación por motivos de edad y se aliente la solidaridad y el
apoyo mutuo entre las generaciones”.
En la II Asamblea Mundial sobre Envejecimiento que fue aprobado en la Asamblea Mundial de
Naciones Unidas en Madrid (International Plan of Action on Ageing, (MIPAA) en abril de 2002 se
alude a la solidaridad entre generaciones y afirma que reconocen “la necesidad de fortalecer la
solidaridad entre las generaciones y las asociaciones intergeneracionales, teniendo presentes las
necesidades particulares de los más mayores y los más jóvenes y de alentar las relaciones
solidarias entre generaciones”. Por otra parte, señalan dentro de una sección dedicada por
completo a la salud y en concreto en el párrafo 59 que señala que la familia es “el apoyo a los
individuos para que mantengan un modo de vida saludable” y continúan afirmando que la
intervención de la familia es necesaria a medida que las personas van envejeciendo. También,
añaden que la solidaridad entre las generaciones es fundamental para el logro de una sociedad para
todas las edades, constituye un requisito esencial para la cohesión social, contribuye a mantener y
fortalecer las relaciones generacionales, de manera que las personas mayores aporten sus
conocimientos y vivencias y los jóvenes su apertura y energía.
Por su parte, el compromiso 9 de la Estrategia de Implementación Regional del MIPPA para la
región UNECE (2002) identifica el papel esencial de la familia y señala la importancia de apoyar a
las familias “que cuidan de las personas mayores y promueven la solidaridad intergeneracional e
intrageneracional entre sus miembros”.
En la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo y al Consejo (2008), se insta a los
Estados miembros a que promuevan los proyectos intergeneracionales en los que las personas
mayores trabajan junto con los jóvenes para compartir capacidades y adquirir nuevos conocimientos.
De acuerdo con el documento de las Naciones Unidas (2012), Ageing in the Twenty-first Century. A
celebration and a challenge, los sistemas de apoyo intergeneracionales están cambiando, habiendo
un número significativo de hogares generación saltada que consta de niños y personas mayores en
las que las familias están sobrecargadas de responsabilidades, por lo que se hace preciso potenciar
cambios de actitudes hacia las prestaciones de cuidados para las personas mayores.
En el ámbito de la educación, los programas intergeneracionales van encaminados a la promoción
de actividades de voluntariado de las personas mayores en las escuelas. Prestan servicios a la
comunidad destinados a fomentar la interacción entre diferentes generaciones.
658
3. Conclusiones
Avramov, D., Maskova, M. (2003). Active ageing in Europe. Strasbourg: Council of Europe.
Blasco, M.A., Pérez Díaz, J. (2011). Envejecimiento. Madrid: Los libros de la Catarata.
Bowling, A., Dieppe, P. (2005). What is successful ageing and who should define it. British Medical
Journal, 331, 1548-1551.
Bunce, D. y Murgen, F. (2006). Age, aerobic, executive function, and episodic memory.
European Journal of Cognitive Psychology, 18, 221-233.
Comisión Europea (2005). Libro Verde de la Comisión Europea: Frente a los cambios demográficos,
una nueva solidaridad entre generaciones. Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de las
Comunidades Europeas.
- (2006). El futuro demográfico de Europa: transformar un reto en una oportunidad. Bruselas.
- (2008). Quinto informe de situación sobre la cohesión económica y social.- Las regiones crecen y
Europa crece. Bruselas.
- (2012a). Una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador – EUROPA 2020.
Bruselas.
- (2012b). La aportación de la UE al envejecimiento activo y a la solidaridad entre las generaciones.
Luxemburgo: Oficina de Publicaciones de la Unión Europea.
Cotiello, Y. (2010). Programas para la promoción de la salud: la alimentación y la medicación. En L.
Bermejo, Envejecimiento Activo y Actividades Socioeducativas con personas mayores (pp.
95-106). Madrid: Médica panamericana.
Duque, J. M. y Mateo, A. (Coords.). (2008). La participación social de las personas mayores.
Colección Estudios, Serie Personas Mayores, nº 11005. Madrid. Instituto de Mayores y
Servicios Sociales (IMSERSO).
Fernández-Ballesteros, R. (2009). Envejecimiento activo. Contribuciones de la Psicología. Madrid:
Pirámide.
Fernández-Ballesteros, R., et al.,(2011).The productivity in old age. Research on Ageing, 33, 205-
223.
IMSERSO (2010). Las Personas Mayores en España. Madrid: Imserso.
- (2011). Envejecimiento Activo. Libro Blanco. Madrid: Imserso.
Kalache, A. Barreto, S.M. y Keller, I. (2005). Global Ageing: The demographic revolution in all
cultures and societies. En M.L. Johnson (Ed.). The Cambridge handbook of Age and Ageing
(pp.30-40). Cambridge: Cambrigdge University Press.
Lehr, U. (2008). La longevidad un reto para el individuo y la sociedad. En Foro de la Sociedad Civil
sobre Envejecimiento celebrado en León, noviembre 2007 (pp.245- 247). Madrid:
IMSERSO.
Limón, M.R. (2009). Necesidades e intervenciones en promoción y educación para la salud, 61- 105.
Estrategias educativas en la salud de las personas mayores. En R. Perea, (Dir.). Promoción
y educación para la salud. Tendencias innovadoras (pp.169-206). Madrid: Díaz de Santos.
659
Limón, M.R. y Ortega Navas, M. C. (2011). Envejecimiento activo y mejora de la calidad de vida en
adultos mayores, Revista de Psicología y Educación, 1 (6), 225-238.
Luscher, K., et.al. (2010). Generations, intergenerational relationships, generational policy. A
trilingual compendium. Bern: Swiss Academy of Humanities and Social Sciences.
Naciones Unidas (1982). Plan de Acción Internacional de Viena. Nueva York: Naciones Unidas.
- (1995). Informe de la cumbre mundial sobre desarrollo social: Copenhague.
- (2002). Madrid International Plan of Action on Ageing. New York: United Nations Population Fund
(UNFPA).
- (2012). Ageing in the Twenty-first Century. A celebration and a challenge. New York: United Nations
Population Fund (UNFPA).
OMS (2002). Envejecimiento activo: un marco político. Ginebra: Organización Mundial de la salud.
Ortega Navas, Mª C. (2011). La salud y su perspectiva holística. En R. Perea, Educación para la
salud y calidad de vida (pp. 25-46). Madrid: Díaz de Santos.
Pérez Díaz, J. (2010). El envejecimiento de la población española, Investigación y Ciencia, 410, 34-
42.
Ramiro, D. (2012). Una vejez activa en España. Madrid: EDIMSA Editores Médicos.
Rodríguez Artalejo, F. (2011). Envejecer satisfactoriamente. Revista Española de Geriatría y
Gerontología, 46 (1), 1-2.
Soldevila, A. (2003). Los centros de día para personas mayores. Lleida: Publicaciones de la
Universidad de Lleida.
UNECE (2002) Regional implementation strategy for the Madrid International Plan of Action on
Ageing 2002. UNECE Ministerial Conference on Ageing, Berlin, 11-13 September 2002,
ECE/AC.23/2002/2/Rev.6.
Villar, F. (2007). Intergenerational or multigenerational? A question of nuance, Journal of
Intergenerational Relationships, 5 (1), 115-117.
Walker, A. (2006). Active ageing in employment. Its meaning and potential. Asia-Pacific Review, 13
(1), 78-93.
- (2008). Commentary: The Emergence and Application of Active Aging in Europe. Journal of Aging &
Social Policy, 21,(1), 75-93.
Zaidi, A., Gasior, K. y Sidorenko, A. (2010). Intergenerational Solidarity: Policy Challenges and
Societal Responses. Recuperado el 27 de febrero de 2014 en
www.imserso.es/InterPresent2/groups/imserso/documents/binario/asgharzaidi.pdf
Zunzunegui, M. V.; Beland, F. (2010). Políticas intersectoriales para abordar el reto del
envejecimiento activo. Informe SESPAS 2010. Gaceta Sanitaria, 24 (Supl.1): 68-73.
660
EDUCACIÓN SOCIAL CON PERSONAS MAYORES EN SITUACIÓN
DE RIESGO DE EXCLUSIÓN SOCIAL: EL MODELO DE LAS REMINISCENCIAS PARA LA
MEJORA DE LA MEMORIA EN PACIENTES CON INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA EN LA
ASOCIACIÓN ALCER CUENCA
Resumen:
La Insuficiencia Renal Crónica aqueja en mayor medida a personas mayores, lo que las convierte
más si cabe en una población en situación de riesgo de exclusión. Además de sus síntomas
fisiológicos, esta enfermedad afecta negativamente a las capacidades cognitivas de los pacientes,
especialmente a la memoria. Es por esto que desde la Asociación ALCER CUENCA se ha
planificado la realización de un Taller de Reminiscencias, como herramienta para paliar y mejorar el
detrimento de esta capacidad en sus pacientes. A continuación se concreta un ejemplo de Taller de
Reminiscencias, a través de su metodología y actividades.
La Insuficiencia Renal Crónica (IRC) es una enfermedad con gran incidencia en personas mayores.
Tal y como señala la Fundación Renal ALCER (2011), esta enfermedad afecta sobre todo a la
población más envejecida. En cuanto a su prevalencia, y según datos de dicha Fundación, “la IRC
afecta a un 3,3% de los pacientes de 40-64 años, a un 21,4% del rango de pacientes mayores de 64
años y sólo al 0,10% de los del rango 20-39 años” (Fundación Renal ALCER, 2011: 36)
Gracias a estos datos significativos, podemos comprobar cómo la afección renal aumenta con la
edad, sin menoscabo de verse afectada por otras causas, ya sean genéticas, accidentales o de
hábitos y vida y salud.
En cuanto a la prevalencia de acuerdo al sexo, “la ERC afecta más a las mujeres que a los hombres.
La media de pacientes españoles afectados con ERC es del 6,8%. Si se analizan los resultados del
estudio EPIRCE de acuerdo al sexo, se ve que afecta a un 5,8% de los hombres y a un 7,7% de las
mujeres” (Fundación Renal ALCER, 2011:37)
661
Estos datos contrastan (en cuanto al sexo, no así con la edad) con los facilitados por la Asociación
para la Lucha Contra las Enfermedades Renales (ALCER) de Cuenca. Según Contreras (2014), la
edad media del paciente renal en Cuenca es de 67 años, edad que se eleva a 75 en los pacientes
de hemodiálisis; el 59% de los pacientes conquenses son hombres, y el 41% mujeres.
La citada Insuficiencia Renal Crónica en personas mayores puede especificarse como una
inmovilidad con síntomas en el sistema renal, la cual, además de generar el consiguiente detrimento
en las funciones orgánicas, puede llegar a desarrollar lo que se conoce como Encefalopatía
Urémica, el cual es uno de los causantes del deterioro cognitivo y mental de los y las pacientes
renales.
“El estudio de las repercusiones en el sistema nervioso central a través de sus manifestaciones
conductuales es un área a la que debe ponerse más atención, pues el deterioro de las funciones
cognoscitivas se asocia con una menor calidad de vida y con dificultades para lograr un adecuado
desempeño en el área laboral, educativa o en los problemas de la vida diaria” (Sánchez-Román et
al., 2008: 98)
Así, tal y como señala el Hospital General de México (2014), la IRC puede afectar a funciones
cognitivas como el esfuerzo intelectual prolongado o la concentración, sin embargo, “los trastornos
cognoscitivos que se presentan en mayor medida son específicamente en áreas de atención,
memoria y velocidad de procesamiento y también se ven afectadas las funciones motoras”
(Sánchez-Román et al., 2008: 109)
“Las causas del deterioro cognoscitivo en el paciente con IRC son multifactoriales y se asocian tanto
con la uremia como con el tratamiento sustitutivo” (Ibíd., 2008: 109), de igual manera, Pereira,
Weiner, Scout, y Sarnak (2005), establecen distintos factores de riesgo que pueden estar asociados
al deterioro cognitivo de los y las pacientes renales, entre los que destaca la avanzada edad.
1. Memoria sensorial. Dentro de esta memoria encontramos la memoria icónica o memoria del
sentido de la vista, y la memoria ecoica o memoria sensorial para los sonidos. “Estas memorias
amplían la disponibilidad de la información tomada del ambiente” (Ibíd., 2005: 210)
2. Memoria a corto plazo (MCP-1ª fase) o de trabajo (2ª fase). La MCP “es un mecanismo integrado
para concentrar los recursos cognoscitivos en un conjunto pequeño de representaciones
mentales (…) pero los recursos de la MCP son efímeros” (Ibíd., 2005: 213). Es entonces cuando
toma el control su segunda fase: la memoria de trabajo, la cual da “la base de la continuidad
permanente de los pensamientos y las acciones (…) la memoria de trabajo es el recurso de
memoria que usamos para cumplir tareas como el razonamiento y la comprensión lingüística”
(Ibíd., 2005: 213)
662
3. Memoria a largo plazo (MLP). “Es el almacén de todas las experiencias, acontecimientos,
información, emociones, habilidades, palabras, categorías, reglas y juicios que se han adquirido a
partir de la memoria sensorial y de corto plazo. La MLP constituye el conjunto total de
conocimientos que posee una persona en el mundo del yo” (Ibíd., 2005: 218). Por su parte, Morris
y Maisto (2005), indican que dentro de la MLP podemos encontrar distintas clasificaciones:
semántica (recuerdos de hechos y conceptos), episódica (recuerdos de eventos experimentados
personalmente), procedimental (habilidades motoras y hábitos) y emocional (reacciones
emocionales aprendidas) Teniendo en cuenta Stuart-Hamilton (2002), estos tipos de memoria a
largo plazo se englobarían en lo que él define como memoria retrospectiva. Por otro lado, el
mismo autor añade otro tipo de memoria opuesta a la retrospectiva: la memoria prospectiva, que
permite que recordemos planes para el futuro.
Atendiendo a los anteriores datos y características de los y las pacientes renales, desde la
Asociación ALCER CUENCA se diagnostica la necesidad de entrenar y mejorar la memoria de estas
personas que, por sus patologías y la edad avanzada asociada a las mismas, puede verse
mermada.
Además del objetivo primordial de mejora de la capacidad memorística de los y las pacientes
renales, dicho Taller persigue el fin de promover su envejecimiento activo, el cual es definido como
el “proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de
mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen (…) Permite a las personas realizar
su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo vital y participar en la
sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras que les proporciona
protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia” (OMS, 2002: 79)
2.2. Fundamentación:
Dicho Taller está fundamentado en distintas ideas y documentos, entre los que se destacan:
- La Asociación para Lucha Contra las Enfermedades Renales ALCER CUENCA (2004), que señala
en sus Estatutos, concretamente en sus artículos 3.a. y 4, que será función de su Junta Directiva la
realización de actividades que busquen el cumplimiento del objetivo de informar y asistir a sus socios
en los aspectos médico y social.
663
- Dos de los Objetivos Socioeducativos con Personas Mayores, establecidos por Lirio (2005), que
son su desarrollo cognitivo y su desarrollo social y personal.
- Los tipos de acción desde la educación social con personas mayores, en concreto las
“intervenciones en actividades formativo-culturales, que posibiliten elevar los niveles educativos y
culturales, ejercitando las facultades mentales” (Martín, 2008)
3.1. Metodología:
La metodología del Taller de Memoria será de carácter activo y participativo, a través de actividades
eminentemente grupales, que fomenten la comunicación real y efectiva entre los y las participantes,
su cooperación, la creación de un clima de complicidad y convivencia, y el desarrollo social y
personal de estos/as, así como su empoderamiento.
Se pretende que las actividades sean motivadoras y enriquecedoras, por lo que la dificultad de las
mismas irá gradualmente en aumento. Esto servirá para que en un primer momento los y las
participantes comprueben que son capaces de afrontar y resolver las actividades que se proponen,
evitando su desánimo, desmotivación, frustración y el posible abandono de la actividad o el Taller.
Así, es precisa la utilización de actividades variadas y que sean capaces de despertar su interés.
Sería interesante preguntar en una sesión conjunta previa y/o en entrevistas individuales con los y
las participantes, qué es lo que esperan del Taller, qué les gustaría que se hiciera en él y cómo, qué
tipo de dificultades presentan… Esto nos dará pistas sobre la intención de los y las participantes con
respecto al Taller y pisar sobre seguro a la hora de diseñar las actividades, las cuales deben partir
de sus capacidades y habilidades previas. De igual manera, comprobarán que se tienen en cuenta
sus gustos, ideas y deseos, fomentando su implicación desde un primer momento y su participación
activa en la toma de decisiones relativas al Taller.
Asimismo, es fundamental tener en cuenta cualquier tipo de dificultad o impedimento de los y las
participantes a la hora de realizar alguna de las actividades, lo que ayudará a planificar aquellas que
permitan la participación de la totalidad de participantes o, en su caso, adaptar las que sea necesario
por distintas razones (dificultades en la movilidad, deficiencias visuales o auditivas, problemas como
alergias o intolerancias, etc.)
En la primera sesión del Taller es importante hacer una introducción sobre qué es la memoria, sus
funciones, su clasificación, su relación con la IRC… y la importancia de entrenarla. De igual manera,
664
se pedirá a los y las participantes que se presenten al resto y pongan en común qué esperan del
Taller, a través de alguna dinámica grupal de presentación. También pueden compartir sus trucos
para memorizar y mejorar esta capacidad, o que el/la profesional indique técnicas para ello, que
podrán ser entrenadas a lo largo del Taller (hacer listados, seguir rutinas, hacer cosas que
mantengan la mente y el cuerpo ocupado-ejercicio físico, aficiones, vida social activa…-, llevar un
calendario o una agenda, asociar lo familiar con lo que se quiera memorizar, dividir la información,
repetir…)
En esta sesión inicial también se indicará la distribución del resto de sesiones y cuál va a ser la
metodología de trabajo, además del horario o el material a utilizar. Todo lo anterior puede ser
facilitado por escrito para que puedan guardar esta información y acceder a ella cuando lo deseen.
Se comenzará con pocas imágenes, pero poco a poco se irá aumentando la dificultad añadiendo
cada vez mayor número de imágenes, alternando imágenes de distintas categorías en la misma
serie o disminuyendo el tiempo de proyección de cada una de las series. Si se considera necesario,
es posible repetir la serie para fijar su recuerdo.
Otra actividad es proyectar secuencias de imágenes o fotografías, entre las que hay una que se
repite. Los y las participantes deberán señalar cuál es la imagen repetida. Se comenzará utilizando
pocas imágenes y de la misma categoría (animales, medios de transporte, frutas, …), para
posteriormente acrecentar la dificultad añadiendo mayor número de ellas, alternando imágenes de
categorías distintas en la misma secuencia, incluyendo más de una imagen repetida o haciendo
preguntas extra sobre las imágenes proyectadas en cada secuencia.
También se pueden utilizar imágenes individuales, que tras ser proyectadas durante unos 30/40
segundos tendrán que recordar para poder responder a una serie de preguntas sobre dicha imagen.
Para el entrenamiento de la memoria visual también son muy útiles juegos como “encuentra las 7
diferencias” y “memory”. En estos juegos se comenzará buscando pocas diferencias o consiguiendo
pocas parejas, aumentando su número para incrementar la dificultad. También pueden utilizarse
otros juegos de mesa, como el famoso “Pictionary”, que permitirá ejercitar la memoria visual tanto de
la persona que dibuja como de la persona que adivina.
Para motivar el trabajo de todos se pedirá que en un primer momento estos ejercicios se hagan de
manera individual, para pasar posteriormente a comentarlos en grupo y comprobar aciertos y
errores. También se pedirá que no anoten las respuestas mientras se contemplan las imágenes,
puesto que el propósito es activar la mente y ejercitar la memoria. También es recomendable
alternar las distintas actividades para evitar que los y las participantes se aburran o se cansen.
Asimismo, el/la profesional deberá estar atento la presencia de personas con problemas tales como
el daltonismo, para adaptar y modificar las actividades que ocasionen dificultades (todos estas
recomendaciones deben ser tenidas en cuenta en las demás sesiones y con el resto de tipos de
memoria a trabajar)
665
Tras la memoria visual se comenzará con el entrenamiento de la memoria auditiva o ecoica. Para
ello también podemos recurrir a las series, esta vez de sonidos. En las primeras series podemos
pedir a los y las participantes que reconozcan los sonidos que se reproducen. Para ello podemos
empezar con sonidos de la misma categoría (sonidos humanos, de animales, de aparatos o
máquinas…) Posteriormente pueden mezclarse sonidos de distintas categorías, se les puede pedir
que señalen el sonido repetido de una serie, que imiten los sonidos que se escuchan…
También podemos hacer lo mismo con canciones: reconocerlas a través de algunos fragmentos, de
los primeros acordes, del tarareo de otro/a compañero/a, cantarlas… En esta actividad es
recomendable utilizar canciones populares o de su juventud, las cuales nos servirán para que los y
las participantes evoquen situaciones o acontecimientos con algún tipo de carga emotiva o
sentimental (propio del Modelo de las Reminiscencias)
Al igual que con el resto de actividades, es necesario atender a las posibles dificultades de los y las
participantes, que en este caso pueden ser las deficiencias auditivas. El/la profesional podrá adaptar
las actividades o utilizar otros recursos como subir el volumen del reproductor o utilizar auriculares
para evitar que otros ruidos ambientales entorpezcan la correcta audición.
Los autores anteriormente señalados sólo contemplan como tipos de memoria sensorial la visual y la
auditiva, no obstante, en este Taller se han sumado nuevos conceptos: memoria olfativa, memoria
gustativa y memoria táctil.
Para su ejercicio se darán a probar distintos olores (limón, menta, canela, tabaco…) y sabores
(chocolate, vinagre, mostaza, sal…), y acariciar varias texturas diferentes (algodón, lija, terciopelo,
estropajo…) a los y las participantes, para que puedan reconocerlos y diferenciarlos. Es
recomendable que estas actividades se realicen con los ojos vendados, para esquivar pistar y
despertar los sentidos del olfato, gusto y tacto, eclipsados normalmente por la vista y el oído.
La totalidad de participantes pueden probar cada uno de los olores, sabores y texturas, o se les
puede dar a probar sólo un par de ellos, para evitar su sobrecarga y/o la confusión. No obstante,
para no llegar a esto también se puede alternar el reconocimiento de olores y sabores con el de
texturas.
Respecto a estas actividades, es imprescindible que el/la profesional conozca posibles intolerancias
y alergias de los y las participantes, para no dar lugar a problemas.
666
Para el ejercicio de la memoria a largo plazo se emplearán varias sesiones, dedicadas a cada uno
de sus tipos: semántica, episódica, procedimental, emocional y prospectiva. No obstante, la sesión
previa a la MLP puede utilizarse para introducir este tipo de memoria, solicitando a los participantes
que lean y/o escuchen un breve relato, y que intenten recordar todos los detalles posibles, pues en
la siguiente sesión se les hará una serie de preguntas sobre él. No es necesario que estas preguntas
se realicen en la siguiente sesión; pueden hacerse por sorpresa, sin avisar a los y las participantes
de cuándo se les preguntará. También pueden utilizarse varios relatos a lo largo de las sesiones
sobre MLP.
Las sesiones de memoria semántica admiten multitud de actividades para su entrenamiento. Una
de ellas puede ser reconocer y nombrar los objetos, animales, nombres de personajes… que se
presenten. Al igual que en las actividades de memoria visual, estas imágenes pueden dividirse por
categorías, ya que su asociación hace más fácil su reconocimiento y su retentiva. Esto también
puede tenerse en cuenta al plantear otra actividad: elaborar listados; el/la profesional señalará
distintas categorías (animales de granja, electrodomésticos, material escolar, ciudades o países…) y
los y las participantes escribirán un listado con palabras que se engloben en cada una de ellas.
Estos/as últimas también pueden proponer otras categorías nuevas. Otro recurso son los refranes o
las canciones, que podrán ser comenzados por el/la profesional o un/a participante, y terminado por
otro/a y/u otros/as.
También se les puede pedir que denominen aquello que el/la profesional o el resto de
compañeros/as describen mediante indicios o pistas, buscar sinónimos y antónimos de diversas
palabras, o señalar las diferencias y las similitudes entre dos palabras o conceptos. De igual manera,
puede facilitarse a los y las participantes párrafos o fragmentos de textos a los que se les han
suprimido algunas palabras, para que los completen; se les puede señalar las palabras que se han
eliminado para que las encajen, u omitirlas y pedir que coloquen en los huecos aquellas palabras
que consideren adecuadas según el contexto y que den sentido a lo que se lee.
Estos ejercicios podrán repartirse en papel, en un dossier individual, donde los y las participantes
puedan reflejar sus respuestas para después compararlas y corregirlas con el resto del grupo, así
como recopilarlas.
También puede recurrirse en este tipo de memoria a juegos populares en grupo (“los múltiplos”,
“palabras encadenadas” o “veo veo”) o a juegos de mesa, tales como “Scattergories”, “Scrable” o
“Trivial Pursuit”.
Para el entrenamiento de la memoria episódica se pedirá a los y las participantes que hablen sobre
experiencias pasadas; se planteará como una conversación grupal con la que compartir
acontecimientos pasados (escuela, familia y amigos, juegos de la infancia, viajes…), lo que además
permitirá evocar recuerdos y emociones en el resto de participantes. Para motivar y dinamizar esta
actividad podemos pedirles que traigan fotografías antiguas o que les despierten recuerdos, y en las
que nos apoyaremos para el desarrollo de esta actividad.
La memoria procedimental puede tratarse a través del recuerdo de instrucciones. Por ejemplo,
puede pedirse a cada participante que explique cómo realizar una actividad (hacer una tortilla de
patata, atarse los cordones, coser un botón, cambiar una rueda del coche…) o que coloquen en
orden secuencial o temporal una serie de imágenes.
667
En cuanto a la memoria emocional, el profesional requerirá que los y las participantes recuerden
situaciones, recuerdos, personas, objetos…que les evocan distintas emociones, tales como alegría,
miedo, tristeza, ansiedad, vergüenza, etc., que las pongan en común y comparen cómo reaccionan
física y emocionalmente a esos estímulos.
Para el tratamiento de la memoria prospectiva se animará a cada participante que comparta con el
resto los planes a realizar, por ejemplo, durante el fin de semana. También se puede hacer
referencia a fiestas o periodos vacacionales más o menos cercanos en el tiempo (Navidades,
puentes, Semana Santa, verano, fechas señaladas…)
Finalmente, las últimas sesiones pueden ser dedicadas a presentar ejercicios que mejoren la
atención y la concentración, características elementales para un buen funcionamiento de la
memoria: crucigramas, sopas de letras, sudokus, buscar las diferencias, laberintos, puzzles colorear
dibujos,… Se puede facilitar a los y las participantes un dossier con estos ejercicios para que puedan
empezar a entrenar la memoria también en casa.
4. Conclusiones:
- La enfermedad renal afecta en su mayoría a personas mayores.
- Estas personas, por su patología renal y la edad avanzada a la misma, son muy susceptibles de
sufrir un deterioro en sus capacidades cognitivas, entre ellas la memoria.
- Para la mejora y el ejercicio de esta capacidad la Asociación ALCER CUENCA propone llevar a
cabo un Taller de Reminiscencias, a través del entrenamiento de los distintos tipos de memoria.
- Bibliografía:
- ALCER CUENCA, (2004). Estatutos de la Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades
Renales-ALCER CUENCA.
- BEDMAR, M., FRESNEDA, M.D. Y MUÑOZ, J., (2005). Gerontagogía: educación en personas
mayores. España: Universidad de Granada.
- FUNDACIÓN RENAL ALCER, (2011). Situación de la Enfermedad Renal Crónica en España. En:
http://www.observatoriodelasaludcardiorenal.es/descargas/Desk_Research_ERC_v6_3_OS
SCAR.pdf (Consultado el 30 de enero de 2014)
- GERRIG, R.J. y ZIMBARDO, P.G., (2005), Psicología y Vida. México: Pearson Educación.
668
- LIMÓN, M.R Y BERZOSA, G., (2006). Siglo XXI, envejecimiento y solidaridad. Revista galega do
ensino, 48, 59-88.
- LIRIO, J., (2005). Claves para comprender el aprendizaje de las personas mayores. Revista
Electrónica de Psicogerontología Tiempo, 17. En: http://www.psiconet.com/tiempo
(Consultado el 7 de febrero de 2014)
- MARTÍN, V.M., (2008). Posibilidades de desarrollo socioeducativo de personas mayores. Revista
de Educación Social, 8. En http://www.eduso.net/res/?b=11&c=98&n=301 (Consultado el 7
de febrero de 2014)
- MORRIS, C.G. y MAISTO, A.A., (2001). Introducción a la Psicología. México: Pearson Educación.
- PEREIRA, A. A, WEINER, D. E., SCOUT, T. Y SARNAK, M.J., (2005). Cognitive function in dialysis
patients. American Journal of Kidney Diseases, 45(3), 448-462.
669
O PAPEL DO EDUCADOR SOCIAL NAS RESPOSTAS SOCIAIS DE INTERVENÇÃO
SOCIOEDUCATIVA COM PESSOAS MAIS VELHAS. O EXEMPLO DO LAR E DO
CENTRO DE DIA
Martins, Teresa
Educadora Social.
Docente no curso de Educação Social na Escola Superior de Educação do Instituto Politécnico do
Porto.
teresamartins@ese.ipp.pt.
Correia, Fátima
Educadora Social.
Membro executivo da APTSES – Associação dos Profissionais Técnicos Superiores de Educação
Social.
geral@aptses.pt.
Azevedo, Sílvia
Educadora Social.
Docente no curso de Educação Social na Universidade Portucalense Infante D. Henrique.
Docente no curso de Educação Social Gerontológica na Escola Superior de Educação de Fafe.
Presidente da APTSES – Associação dos Profissionais Técnicos Superiores de Educação Social.
sazevedo@uportu.pt.
Resumo
O envelhecimento demográfico é uma realidade incontornável nas sociedades ocidentais,
potenciando novos desafios para profissionais e investigadores/as de várias áreas científicas.
Sendo o envelhecimento um fenómeno multidimensional, o estudo e a intervenção neste
domínio implicam uma abordagem que compreenda variados fatores, que vão desde fatores mais
individuais - biológicos, psicológicos e sociais -, até às implicações que o aumento do
envelhecimento demográfico tem nas sociedades, podendo-se destacar o impacto nos sistemas de
proteção social e nas políticas sociais.
Por tudo isto, o aumento da população idosa, mais concretamente da população muito idosa,
tem exigido que se repensem as respostas existentes para cuidar de pessoas que ficam em
situações de maior dependência, tanto por causa de fatores físicos, como cognitivos e/ ou sociais.
Os/ as profissionais que se dedicam de uma forma mais objetiva a trabalhar com pessoas mais
velhas nestas circunstâncias são também confrontados com novos desafios, com novas exigências
pessoais e profissionais para as quais precisam de encontrar respostas.
Pelo seu perfil profissional, o/a educador/a social poderá desempenhar um papel de
destaque nesta nova abordagem ao trabalho desenvolvido com pessoas mais velhas que a
atualidade exige.
Neste artigo procuraremos evidenciar encontros entre o perfil do Educador Social e as
exigências que a intervenção socioeducativa em gerontologia tem subjacentes. Pretendemos
destacar formas de estar e agir capazes de contribuir para a melhoria da qualidade de vida das
pessoas que, numa fase mais avançada das suas vidas, são confrontadas com situações de
670
dependência e/ou falta de autonomia. Tomaremos como exemplo duas respostas sociais que, em
Portugal, são preponderantes no que respeita ao cuidado dos idosos: o Lar e o Centro de Dia.
Humanizar estas e outras respostas sociais existentes e a forma como se prestam cuidados será a
chave para uma intervenção que dignifica, de facto, a pessoa humana.
O aumento da população mais velha, não sendo um fenómeno recente, tem vindo a
acentuar-se nas últimas décadas. Há hoje mais pessoas idosas do que no passado. Mais pessoas
com mais de 85 anos e, por isso, com grande probabilidade de se encontrarem em situações de
dependência (Paschoal, 2007), não só devido à incapacidade física, mas também à escassez de
apoios familiares e sociais, insegurança económica, isolamento e solidão. Por outro lado, sabemos
que a incidência e a prevalência das doenças crónicas aumentam com a idade (Rafart, 2001) e, por
isso, os grupos etários mais velhos são proporcionalmente mais dependentes que os mais jovens
(Paschoal, 2007).
Portugal também reflete o envelhecimento demográfico característico de muitos países
ocidentais. A população portuguesa era, em 2012, a 5.ª mais envelhecida da União Europeia
(PORDATA, consultado em março 2014). Este facto evidencia-se pelo aumento exponencial dos
grupos etários mais velhos, mas também porque, em quarenta anos, Portugal passou de país com a
maior taxa de natalidade da Europa para o detentor da taxa de natalidade mais baixa.
O envelhecimento é um processo inevitável e irreversível, universal (todas as pessoas
envelhecem), diferencial e heterogéneo (desenvolve-se a um ritmo diferente de pessoa para
pessoa), multifatorial (depende de fatores de ordem interna – inerentes à genética de cada pessoa –
mas também de nível externo – relacionados com os estilos de vida e ambiente social),
multidimensional (com alterações a nível biofisiológico, psicológico/cognitivo e social). Esta
complexidade faz com que cada indivíduo envelheça de um modo particular e único, conforme os
seus modos de vida.
O envelhecimento tem vindo a ser evidenciado como um processo que ocorre ao longo do
tempo, sob os pontos de vista biológicos, psicológicos e sociais (Fonseca, 2006: 51). Schroots e
Birren (1980) evidenciam estas três dimensões do envelhecimento, clarificando que este processo
tem uma componente biológica (senescência), que se relaciona com o envelhecimento celular, que
se vai traduzir numa maior vulnerabilidade, que evidencia uma maior probabilidade de morrer; uma
componente psicológica, que se prende com a forma como cada pessoa gere o próprio processo de
senescência, e uma componente social, relacionada com os papéis sociais que a sociedade espera
para as pessoas mais velhas. Na verdade, a velhice caracteriza-se, essencialmente, por
transformações nestes três níveis. Estas alterações relacionam-se, assim, com a mudança de
papéis e até mesmo a perda de alguns deles, nomeadamente com a perda do estatuto profissional,
mudança nas relações familiares e redes sociais, perdas afetivas (como os filhos que saem de casa,
a reforma, a viuvez) (Figueiredo, 2007), que vão exigir um esforço de adaptação a estas (novas)
situações. Um dos acontecimentos mais significativos do envelhecimento prende-se, precisamente,
com a diminuição ou extinção da atividade profissional e entrada na reforma, o que pode ser
encarado de forma negativa para a pessoa, uma vez que exige uma alteração de rotinas de uma
vida. A reforma marca, na verdade, a perda de papéis sociais enquadrados no mercado de trabalho
e implica, não raras vezes, a diminuição dos recursos económicos, a diminuição da oportunidade de
671
contactos sociais e um maior tempo livre, o que acaba por exigir uma reformulação de valores,
rotinas e objetivos. (Figueiredo, 2007).
Tendencialmente, ao longo do processo de envelhecimento, as relações sociais e as redes
de apoio social diminuem, o que pode contribuir para um maior centramento no contexto familiar. A
este propósito, Leme e Silva (2002) referem que o declínio da capacidade de adaptação social pode
manifestar-se pela dificuldade de aceitação e mudança de ambientes, o que, por si só, pode levar a
um aumento da dependência do ambiente familiar, entendido como um local de estabilidade e
proteção.
Sendo crescente e cada vez mais significativo o grupo das pessoas mais velhas na
população portuguesa, torna-se ainda mais evidente a urgência de se manter um olhar atento e
crítico em relação às respostas sociais, para se potenciar a sua compatibilidade com os perfis,
características, interesses, capacidades e potencialidades das pessoas mais velhas. Importa que as
pessoas que vão usufruir destas respostas as possam encarar como uma mais-valia e como um
suporte securizante, que contribua para uma vivência da velhice assente no princípio do direito a
envelhecer com qualidade de vida. A qualidade de vida e o bem-estar estão diretamente
relacionadas com a atividade social, o sentir-se útil.
Em Portugal, os lares e os centros de dia são respostas sociais privilegiadas no que diz
respeito ao cuidado das pessoas mais velhas.
Em Portugal, a resposta Lar foi durante décadas a única resposta social dirigida à população
mais velha. Os lares caracterizam-se essencialmente por serem estabelecimentos onde são
desenvolvidos atividades de apoio social a pessoas mais velhas, através de um alojamento coletivo,
temporário ou permanente, e nas quais são garantidos cuidados de alimentação, saúde, higiene. De
facto, estudos mostram que Portugal desenvolveu as suas políticas sociais a um nível macro,
assente em modelos assistencialistas (Martín e Lopes, 2008). No entanto, progressivamente e
atendendo a recomendações europeias, verificou-se que a entrada no lar implicava a
institucionalização da pessoa, que ali se mantinha, normalmente, até ao fim da sua vida, o que tem
levado a uma mudança relativamente aos serviços que se entendem como basilares quando se
perspetiva o Lar como resposta de apoio social, até porque, a institucionalização,
independentemente da qualidade do lar, implica sempre um afastamento da vida normal (Walker,
2006).
Atualmente, os Lares, são designados pela Segurança Social por Estrutura Residencial para
Idosos, e são entendidos como uma “resposta social, desenvolvida em equipamento, destinada ao
alojamento colectivo, de utilização temporária ou permanente, para pessoas idosas ou outras em
situação de maior risco de perda de independência e/ou de autonomia” (CARTA SOCIAL,
consultado em março 2014).
As pessoas admitidas em lar tornam-se membros de uma nova comunidade, com novas
rotinas, convivendo quotidianamente com pessoas com as quais poderiam não ter qualquer vínculo
afetivo prévio. Não obstante os esforços que se têm verificado na melhoria da prestação de serviços
pela parte dos Lares que acolhem pessoas mais velhas, surgem ainda alertas relativamente a
situações a ter em conta nos quotidianos institucionais, como por exemplo a tendência para um
tratamento super-protector, por parte dos/ as profissionais, o que acaba por dificultar o processo e
autonomia e independência da pessoa mais velha (Pavarini e Neri, 2000). Isto torna-se
particularmente importante se atendermos a que a relação de dependência implica uma nova
perceção de si e do outro (Figueiredo, 2007).
672
Embora em Portugal a institucionalização seja ainda uma realidade muito significativa
(Baixinho, 2009), verifica-se um aumento dos Centros de Dia, que são definidos como
“equipamentos que se destinam à prestação de um conjunto de serviços que contribuem para a
manutenção das pessoas mais velhas no seu meio sócio-familiar” (CARTA SOCIAL, consultada em
Março de 2014).
Dados de 2012 demonstram que estão registados na Carta Social 2093 Lares para pessoas
mais velhas (estão atualmente registados 79 997 utentes de lar e/ou Estruturas Residenciais para
Idosos) e 2013 Centros de Dia (nos quais estão inscritas 63 444 pessoas), o que demonstra que
prevalecem ainda as respostas de Lar, mas que, sendo mais recentes, os Centros de Dia são já
significativos enquanto resposta social para as pessoas mais velhas.
Aquando o seu surgimento, os centros de dia foram uma resposta inovadora, pois trata-se de
um serviço comunitário de proximidade, não afastando as pessoas do seu meio natural de vida. O
centro de dia enquadra-se numa política social mais descentralizada, sustentando-se a um nível
meso ou micro (Martín e Lopes, 2008). Este tipo de resposta social é caracterizada por uma maior
flexibilidade, por se desenvolverem a um nível mais local. De facto, os centros de dia acabaram por
se fortalecer como uma política que, não evitando a institucionalização, contribuem para que a
institucionalização possa acontecer mais tardiamente. O facto de não funcionarem todos os dias da
semana pode ser entendido como um entrave, contudo, há que ter em conta que este modelo não
pretendia ser uma alternativa à resposta Lar, apenas ser um complemento do mesmo (Martín e
Lopes, 2008).
Convergências entre o perfil do/a Educador Social e os desafios aos profissionais nestas
respostas – Lar e Centro de Dia
Nusberg (cit in Caride Gómez, 2002) afirma que os direitos educativos das pessoas mais
velhas devem ser promovidos ativamente, de modo a que estas possam participar numa formação
continuada. Este é um dos primeiros argumentos que entendemos como fundamental para a
compreensão do papel do Educador/a Social numa instituição como o Lar ou o Centro de Dia, já que
a génese desta profissão remete para uma articulação harmoniosa entre as dimensões educativa e
do trabalho social, considerando-se que “o específico do perfil do educador social é o carácter
educativo da sua atuação, orientada por uma perspetiva transformadora.” (Veiga e Correia, 2009:
58).
As instituições como as que aqui discutimos não estão imunes a estereótipos e preconceitos
relativamente às pessoas mais velhas, denominados por “ageism” ou idadismo (Fonseca, 2006).
Conscientes dos impactos destes preconceitos, autores/as como Hoffman, Paris e Hall (1994)
alertam para a tendência da sociedade para discriminá-las, ignorá-las, ou não (as) levar a sério
(Hoffman, Paris & Hall, 1994: 509).
É ainda necessário alertar, nos quotidianos institucionais, que a pessoa, apenas pelo facto de
ser mais velha, não está dispensada de pensar, de tomar decisões e de participar ativamente nos
quotidianos institucionais. Muitas vezes é ainda atribuído um estatuto social desfavorável às pessoas
mais velhas, considerando-se que o envelhecimento é um fenómeno que implica ausência de
projetos de vida e horizontes de futuro.
Neste contexto, um dos desafios diários dos profissionais passa por contribuir para a garantia
de condições para que o cidadão idoso se possa manter um ser político e a exercer os seus direitos
de cidadania plena. Os/as educadores/as sociais desempenham um papel fundamental neste
contexto, devido ao seu perfil profissional polivalente, plural e espontâneo. De facto, os educadores
sociais podem facilitar a consciencialização dos direitos sociais das pessoas mais velhas (Petrus,
673
1997: 32), tanto em relação aos próprios como em relação à comunidade e sociedade envolvente,
visto que só assim poderá de facto contribuir para que se reúnam as condições necessárias para
que a participação dos idosos seja possível, e para que se possam tornar sujeitos e protagonistas
das mudanças que ocorrem nos seus contextos sociais (Veiga e Correia, 2009: 62).
A educação social é uma educação que consciencializa e capacita as pessoas para serem
autoras dos seus projetos de vida, não desvalorizando as diferenças entre elas, mas, pelo contrário,
resignificando estas mesmas singularidades.
A diversidade de saberes que constituem a sua formação académica, tornam o educador
social capaz de uma intervenção multidimensional e interdisciplinar, que abranja não só a pessoa
mas também a família e a própria comunidade e ainda outros serviços de apoio. Na verdade, pelas
suas competências de comunicação, relacionamento, rentabilização de tempo e trabalho
interdisciplinar, os educadores sociais deverão ser capazes de desenvolver um trabalho sócio-
educativo que contribua para que as pessoas criem formas de viver com sentido para si mesmas
(Hesbeen, 2003).
A promoção da autonomia é, assim, uma vertente central de um envelhecimento saudável,
digno e íntegro. Se a educação e o desenvolvimento são processos dinâmicos que ocorrem desde o
nascimento até à morte, não faz sentido que se continue a atribuir às pessoas mais velhas um lugar
de passividade. O empowerment das pessoas idosas e a promoção da sua participação são
elementos essenciais para um envelhecimento ativo (Cruz, 2008).
O educador social, ao atribuir centralidade aos protagonistas, possibilitará uma intervenção
que salvaguarde a diferença e o direito à opção no quadro de um envelhecimento cada vez mais
heterogéneo. Pelo seu duplo carácter social e educativo, o educador social deve contribuir para que
a pessoa se mantenha ativa e participativa, respeitando os seus gostos, interesses e desinteresses,
entendendo que a participação remete para múltiplas formas e configurações. Fomentar uma
cidadania implica, de facto, reconhecer o idoso enquanto autor do seu projeto de vida, salvaguardo
os seus direitos e respondendo às suas necessidades e expetativas.
Os cuidados prestados às pessoas idosas devem ser individualizados, programados à
medida de cada pessoa, baseado na sua história de vida e circunstâncias atuais específicas. Uma
vez que mobiliza privilegiadamente uma metodologia de investigação-ação participativa, o educador
social deverá considerar o contributo da pessoa idosa e o seu envolvimento na decisão das
atividades desenvolvidas. Pelo seu perfil profissional flexível e pelas suas características de empatia
e capacidades de relacionamento interpessoal, o educador social deverá ser capaz de perceber e
analisar os pedidos (implícitos e explícitos) das pessoas com as quais está a trabalhar (Veiga e
Correia, 2009).
Nestas respostas sociais, é importante garantir que as pessoas tenham controlo do seu
espaço pessoal e, por isso, o educador social deve agir como um parceiro em exercício com o
utente e com a família. É esta relação de proximidade que facilitará o desenvolvimento de
cumplicidades e criará um espaço para que as pessoas manifestem as suas emoções,
necessidades, expectativas e, em consequência, criará as condições para um cuidado colaborativo.
O ato de cuidar torna-se, assim, um processo interativo, que tem por base a relação interpessoal.
Assim, é indispensável ao educador social um entendimento empático, escutando as
pessoas, compreendendo-as e respeitando-as, não dando ordens, nem infantilizando, tudo
enquadrado numa relação ética baseado no código deontológico. É tarefa do educador social
conhecer as crenças, valores, hábitos e formas e vida dos idosos, para melhor poder trabalhar com
estas pessoas, dando significado aos seus percursos de vida, valorizando o seu saber, saber ser,
saber estar e saber fazer.
As respostas sociais, das quais selecionamos o lar e o centro de dia, devem assentar no
estabelecimento de redes de apoio interdisciplinar. De facto, quanto mais diversificados forem os
674
saberes e a gama de serviços disponibilizados a cada pessoa, maior adequabilidade terão os
cuidados prestados, proporcionando um maior equilíbrio físico, emocional e social. A
intersectoralidade é, de facto, primordial no que respeita às intervenções gerontológicas, não só pela
promoção de sinergias potencializadoras de diferentes saberes, mas também pela existência de
diferentes recursos, contribuindo para que aumentem as possibilidades de responder às
necessidades específicas de casa pessoa. Este trabalho interdisciplinar permite partir de uma
perspetiva holística, integrada, multidimensional do envelhecimento, adequando os serviços às
diferentes expectativas das pessoas mais velhas e das famílias.
Importa aqui ressalvar também o papel do educador social com a retaguarda familiar do
idoso, tanto em contexto de lar como centro de dia. Adotar uma prática profissional centrada na
família implica considerar o idoso no quadro familiar e social que o rodeia e a participação de todos
nos planos de cuidados.
Em suma, torna-se fundamental uma ação gerontológica educativo-social orientada para
modificar os mitos e estereótipos que impregnam as perceções sociais que existem acerca das
pessoas mais velhas, favorecendo a coresponsabilidade das pessoas mais velhas na tomada de
decisões e facilitando a sua integração nas dinâmicas institucionais e comunitárias (Ballesteros,
2000).
As respostas sociais existentes devem ser melhoradas com vista a uma maior dignidade dos
cuidados prestados, deve-se privilegiar a excelência e a inovação, preparando continuamente os
serviços para dar resposta às necessidades dos idosos, até porque, apesar da oferta de
equipamentos sociais para idosos ter vindo a aumentar (sobretudo no âmbito do terceiro sector), a
procura continua a exceder a oferta (José, Wall e Correia, 2002).
Cuidar das pessoas mais velhas é cuidar de uma população não homogénea, com um
passado que se reflete na sua maneira de estar na vida, já que cada indivíduo tem uma história de
vida e é condicionando por um conjunto de fatores que tornam a sua existência única.
António Nóvoa reflete que “a partir de certa idade, a aprendizagem não se faz numa projeção
para o futuro, numa lógica linear de desenvolvimento, mas sim num processo de reflexão
retrospetiva, numa procura de sentidos sobre a nossa própria vida.” (Nóvoa, 2013: 83) Assim sendo,
entendemos que é responsabilidade de profissionais como os/ as educadores/as sociais contribuir
para que as pessoas com as quais trabalham, qualquer que seja o contexto, tenham condições para
esta procura de sentidos, para este encontro com tudo o que entenderem que lhes é importante
procurar.
Bibliografia:
Caride Gómez, J. (2002). La Pedagogía Social como suporte para una intervención educativa en la
vejez. In Encontro Ibero-Americano, 1, Anais. 31-47. Caxias do Sul.
675
Fonseca. A. (2006). O envelhecimento – Uma abordagem psicológica. 2ª edição. Lisboa:
Universidade Católica Portuguesa.
Hoffman, L., PARIS, S., HALL, E. (1994). Development psychology today. 6th edition. New York:
McGraw-Hill.
José, J.; Wall, K. & Correia, S. (2002). Trabalhar e Cuidar de um Idoso Dependente: Problemas e
Soluções. Working Papers. Instituto de Ciências Sociais da Universidade de Lisboa.
Martín, I. & Lopes, E. (2008). Políticas Sociais Gerontológicas. Rediteia. 41: 44-46.
Ministérios da Saúde e do Trabalho e da Solidariedade (2006). Decreto- Lei nº 101/06 - D.R., I Série
A, nº 109 de 06/06/2006- Rede Nacional de Cuidados Continuados Integrados.
Petrus, A. (1997). Concepto de Educación Social. Revísta de Pedagogía Social. 9-39. Barcelona.
Schroots, J & Birren, J. (1980). A psychological point of view toward human aging and adaptability. In
Proceedings of the 9th International Conference of Social Gerontology. Quebec: Canada.
Veiga, S. & Correia, F. (2009). O Perfil do Educador Social. Espaço S – Revista de Investigação e
Intervenção Social. 55-64. Pedago.
Walker, A. (2006). Aging and Politics: an International Perspetive. In R. Binstock & L. George (eds.).
Handbook of Aging and Social Sciences. 6.ª ed. San Diego: El Servier.
WHOQOL Group (1994). Development of the WHOQOL: Rationale and current status. International
Journal of Mental Health, 23(3), 24-56.
676
MARCO JURÍDICO DE EDUCACIÓN DE ADULTOS EN ESPAÑA Y ANDALUCÍA
Victoria Pérez-de-Guzmán
Universidad Pablo de Olavide
mvperpuy@upo.es
Montserrat Vargas-Vergara
Universidad de Cádiz
montse.vargas@uca.es
Resumen
Palabras clave: educación de adultos; legislación sobre educación de adultos; aprendizaje a lo largo
de la vida
Introducción
677
analfabetismo mediante una educación tan completa y continua como sea posible (Monclús y
Sabán, 1997). El concepto “aprendizaje permanente” surge en el año 2000 en el seno de la Unión
Europea al formular que éste es la base fundamental para una ciudadanía activa y para la
empleabilidad en la Europa del siglo XXI (UE, 2000).
El aprendizaje a lo largo de la vida es una necesidad que viene determinada por factores tales
como: exigencias democráticas, grandes cambios sociales, crisis de las ideologías y de los modelos
de vida, democratización de la educación y de la cultura, aumento del tiempo libre y del ocio y
envejecimiento de la población (Limón, 2007).
Además hace tan sólo 40 años la vida del conocimiento se medía en décadas; sin embargo, en la
sociedad de la información y la comunicación en la que vivimos, el conocimiento ha crecido
exponencialmente y en muchos campos éste, se mide en meses y años (Siemens, 2010). Según la
Sociedad Americana de Entretenimiento y Documentación (ASTD, por sus siglas en inglés) la
cantidad de conocimiento se ha duplicado en la última década y se duplica cada 18 meses.
En la presente comunicación realizamos una revisión histórica sobre la legislación española y
andaluza en materia de educación de adultos, desde la detección de la necesidad de alfabetización
de la población adulta hasta el actual concepto de aprendizaje a la largo de la vida.
1. La Educación de Adultos en la Legislación Española
Con la Ley Moyano 1857, primera Ley General del sistema educativo español que establece
la obligatoriedad de la enseñanza de 6 a 9 años aunque no su gratuidad, se reconoce la Educación
de Adultos. El artículo 106, hace referencia al tema y señala que para aquellos adultos, cuya
instrucción haya sido descuidada, se establece por parte del gobierno una enseñanza en pueblos
de más de 10.000 habitantes. Ésta tenía que ser en domingo, aprovechando los espacios de otros
locales o escuelas y centros. La medida era insuficiente en aquel entonces por el gran número de
individuos analfabetos existentes.
La aportación a la formación permanente de adultos, la realiza la Ley de 1970 en el capítulo IV
que trata sobre la Educación Permanente de Adultos y la forma de organizarse. En ella, se propone
la actualización y la reconversión profesional que debe promover el Ministerio de Educación y
Ciencia a través de los departamentos correspondientes, la creación de centros para seguir estudios
equivalentes a la Educación General Básica, Bachillerato y Formación Profesional a quiénes, por
cualquier razón, no pudieron cursarla en su momento; también expone que dentro de la Educación
Permanente las Universidades deben por sí solas o con otras entidades promover cursos de
perfeccionamiento.
En otro artículo del mismo capítulo IV, se indica que las actividades de Educación de
Personas Adultas se deben basar en investigaciones sobre las distintas necesidades que los grupos
sociales demanden, sobre el contenido del método, técnicas de investigación, psicología de los
adultos y los valores e ideales básicos de la sociedad. En este capítulo, concretamente en la página
5, se expone también la funciones que debe tener la administración, como son la de impulsar,
planificar y supervisar la Educación de Adultos. Así mismo, mantiene que incumbe a la
administración aprobar los programas de Educación de Adultos, formulado por las corporaciones,
asociaciones y entidades, y establecer los planes y programas para la supervisión de los educadores
en la educación de adultos.
La coyuntura sociocultural educativa de España en 1970 reclamaba un cambio en formación
y preparación de las personas adultas; era una exigencia social que España necesitaba ante el
avance tecnológico rápido y presente en otros países. En el artículo 44, la Ley aclara que esta
enseñanza de Educación de Adultos se debería impartir en centros creados con este fin ó bien en
centros ordinarios.
Con ello, la educación de adultos, pasa de considerarse dentro de la educación no formal
para entrar en la educación formal; es decir, su inclusión en el sistema educativo. La Administración
678
será quien se ocupe de toda la gestión; es decir, el Ministerio de Educación y Ciencia, es quien
aprueba los Programas de Educación de Adultos formulados para las Corporaciones, Asociaciones y
Entidades.
La Ley de 1970 explicita por primera vez la planificación, supervisión e impulso de la
educación de adultos y podemos leer: “Mediante centros creados con este fin o a través de sectores
o grupos específicos en los Centros Ordinarios se ofrecerá la posibilidad:
a) De seguir estudios equivalentes a la Educación General Básica, bachillerato y Formación
Profesional a quien por cualquiera razón no pudieron cursarlos oportunamente.
b) De perfeccionamiento y promoción, actualización y readaptación profesional, así como la
promoción y extensión cultural a distintos niveles”.
Estas orientaciones primeras fueron sólo una declaración de intenciones sin embargo
pretendían mejorar las condiciones de alfabetización y dar una respuesta positiva las organizaciones
a las recomendaciones que hacía la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura (UNESCO) para que las naciones resolvieran el problema de la educación de
adultos.
A partir de la Ley General de Educación de 1970 se produce un movimiento a favor de la
atención de las personas adultas en lo que es propiamente el ámbito educativo. Unos años más
tarde, al aprobarse la Constitución de 1978 y con ella el desarrollo autonómico, se produce un
fenómeno de carácter legislativo que tiende a favorecer la formación de las personas adultas.
La normativa posterior a la Ley de 1970 se centraba exclusivamente en la regulación de los
mecanismos de promoción académica de los adultos que no habían tenido la oportunidad de cursar
la EGB.
Hablar de alfabetización de adultos es hacer referencia al resultado de la acción educativa,
encaminada a desarrollar en los individuos el dominio de las técnicas elementales de la cultura; es
decir el aprendizaje de las técnicas más elementales para aprender a leer y escribir. Se trata de una
educación continua y popular para actualizar la cultura formativa e informativa en función de las
exigencias de un mundo en continua transformación.
En la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2006), se otorga como finalidad a la educación de
adultos ofrecer a todos los mayores de dieciocho años la posibilidad de adquirir, actualizar,
completar o ampliar sus conocimientos y aptitudes para su desarrollo personal y profesional.
Para su consecución se otorga a las administraciones educativas la posibilidad de colaborar
con otras administraciones públicas como la administración laboral, corporaciones locales y diversos
agentes sociales.
Los objetivos fijados para la educación de personas adultas son:
a) Adquirir una formación básica, ampliar y renovar sus conocimientos, habilidades y destrezas de
modo permanente y facilitar el acceso a las distintas enseñanzas del sistema educativo.
b) Mejorar su cualificación profesional o adquirir una preparación para el ejercicio de otras
profesiones.
c) Desarrollar sus capacidades personales, en los ámbitos expresivos, comunicativo, de relación
interpersonal y de construcción del conocimiento.
d) Desarrollar su capacidad de participación en la vida social, cultural, política y económica y hacer
efectivo su derecho a la ciudadanía democrática.
e) Desarrollar programas que corrijan los riesgos de exclusión social, especialmente de los sectores
más desfavorecidos.
f) Responder adecuadamente a los desafíos que supone el envejecimiento progresivo de la
población asegurando a las personas de mayor edad la oportunidad de incrementar y actualizar sus
competencias.
679
g) Prever y resolver pacíficamente los conflictos personales, familiares y sociales. Fomentar la
igualdad efectiva de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, así como analizar y valorar
críticamente las desigualdades entre ellos.
El artículo 5 de la LOE, se refiere exclusivamente al aprendizaje a lo largo de la vida. En el mismo
se define que “todas las personas deben tener la posibilidad de formarse a lo largo de la vida, dentro
y fuera del sistema educativo, con el fin de adquirir, actualizar, completar y ampliar sus capacidades,
conocimientos, habilidades, aptitudes y competencias para su desarrollo personal y profesional”.
De esta manera, recoge que el sistema educativo tiene como principio básico favorecer la
educación permanente. Con lo que debe asumir la competencia de preparar a estudiantes capaces
de aprender por sí mismos y facilitar las personas adultas que lo deseen, su incorporación a las
distintas enseñanzas.
Se refleja en la propuesta de la LOE, que tiene como finalidad estructurar el ámbito de la
educación de adultos, los siguientes objetivos:
Facilitar el acceso a los distintos niveles del sistema educativo y adquirir y actualizar la formación
básica.
Perfeccionar la cualificación profesional o adquirir formación profesional para el ejercicio de otras
profesiones.
Desarrollar la capacidad de participación en la vida social, cultural, política y económica.
Otro aspecto a resaltar es que se puede llevar a cabo los aprendizajes de personas adultas a
través de actividades de enseñanza ya sean regladas o no, como a través de la experiencia laboral o
en actividades sociales. Esto conlleva el establecimiento de conexiones entre ambas vías y la
creación de medidas para la validación de estos aprendizajes.
La metodología que legalmente se estipula para las enseñanzas en las personas adultas se
basa en el autoaprendizaje. Ésta debe ser flexible y abierta. Se sigue incidiendo en la importancia de
tener en cuenta las experiencias, necesidades e intereses de los mismos; así se presta vital
importancia además a la modalidad a distancia de la educación de adultos.
Corresponde además a las administraciones educativas la obligatoriedad de promover
programas específicos de aprendizaje de la lengua castellana, así como de elementos básicos de la
cultura para facilitar la integración de las personas inmigrantes.
Por otro lado, se insiste en la importancia de las administraciones educativas como
estimuladoras de la realización de investigación y difusión de las diferentes prácticas innovadoras,
con objeto de desarrollar nuevos modelos educativos y la mejora continua de los que están en
marcha.
En Andalucía, lo mismo que en otras regiones de España, desde la aprobación de Ley de
Educación de 1970, se ha venido trabajando en educación permanente de adultos en una reflexión
crítica y pedagógica. Desde la práctica se reconoce el aprendizaje como proceso que debe hacer el
adulto de acuerdo con sus peculiaridades psicológicas. Se reconocía, así mismo, al adulto como
protagonista activo.
La enseñanza de los adultos se centraba en los años setenta en los mecanismos de
promoción académica, destinadas a las personas que no tuvieron la oportunidad de cursar o
terminar la EGB. Para ello se prolongaba a los profesores la jornada en los mismos centros.
Resultando que, lo que parecía iba a ser un ambicioso proyecto de promoción, se redujo a muy
poco.
Con el paso de las competencias a la administración autonómica, surgió una nueva etapa
institucional para la educación de adultos que marca como objetivo la elevación cultural y el
desarrollo. Desde el momento que la Junta recibió el traspaso de competencias en educación, la
administración autonómica creó el Programa Educación de Adultos, con el fin de fomentar los
680
principios de democracia, autonomía y libertad. Este Programa de Educación de Adultos tenía como
objetivo general mejorar la calidad de vida de los andaluces.
El Programa de Educación de Adultos en esta primera fase se parece más a la propuesta
inglesa de la educación de adultos radical, puesto que ambos estaban condicionados por las
estructuras y demandas sociales de igualdad y libertad. El cambio social que Andalucía necesitaba
debía implicar a todos los sectores sociales.
A partir de 1987, se puso más énfasis en la educación de adultos con matices de tipo liberal,
centrándose en la capacidad de educar para la libertad y la igualdad. Era más humanística y cuidaba
más las relaciones.
Por lo tanto, insistimos en que el Programa de Educación de Adultos en Andalucía parte de
los objetivos de la UNESCO y las Orientaciones Pedagógicas del Ministerio de Educación y Ciencia
reflejadas en el Libro Blanco que se publica en 1986.
El Programa de Educación de Adultos ha llevado un recorrido de profundización, reflexión y
análisis desde la Administración hasta todas las entidades que han participado en su puesta en
marcha.
681
En el Reglamento Orgánico, concretamente en el artículo 2, de los Centros de Educación
Permanente se especifican las enseñanzas que podían impartir los Planes Educativos y Acciones
Comunitarias. Estas enseñanzas, tal y como se indica en el preámbulo de dicho Decreto, se van
adaptando a las nuevas demandas de la sociedad. Además se crean las Redes de aprendizaje
permanente, formadas por todos los Centros docentes públicos de una determinada zona geográfica
que impartan los planes educativos y acciones comunitarias reguladas en la Ley 3/1990, de 27 de
marzo, y las enseñanzas de Educación Secundaria Obligatoria para Adultos, pudiendo realizar los
diferentes Centros que conforman la red proyectos conjuntos.
Posteriormente, en la orden de 19 de julio de 2006, publicada en el BOJA el 11 de agosto de
2006, se regulan determinados aspectos sobre la organización y el funcionamiento de los Centros de
Educación Permanente
Es en el Decreto 36/2007, de 6 de febrero donde se definen los puestos de trabajo Docentes
de los Centros de Educación Permanente y se establecen las correspondientes plantillas orgánicas.
Las siguientes Órdenes, que enunciaremos a continuación, las consideramos como
fundamentales en lo que respecta a la regulación de los Centros de Educación Permanente. En
concreto:
- La Orden de 10-8-2007, por la que se regula la Educación Secundaria Obligatoria para
Personas Adultas. (BOJA 31-8-2007). El propósito de dicha Orden es la ordenación académica de
esta etapa, de las normas de evaluación, promoción y titulación del alumnado, el reconocimiento de
estudios y conocimientos o experiencias previas y las modalidades de enseñanza, con objeto
nuevamente de adecuarse a las condiciones y necesidades de las personas adultas.
- Días después se aprueba la Orden de 10-8-2007, por la que se regula el Plan Educativo de
Formación Básica para Personas Adultas (BOJA 3-9-2007). Se pone de manifiesto la necesidad de
establecer un proceso de educación para las personas adultas abierto y flexible y durante toda la
vida. Hace constar también que los aprendizajes tanto por medio de actividades de enseñanza,
reglada o no reglada, como a través de la experiencia laboral o en actividades sociales, por lo que es
necesario establecer conexiones entre ambas vías (…) la administración educativa podrá colaborar
con otras administraciones públicas con competencias en la formación de personas adultas, y en
especial, con la administración laboral, así como con las corporaciones locales y los diversos
agentes sociales. Que se regula por los mismos aspectos que el anterior.
- Posterior a esto, la Orden de 1-8-2007, por la que se adscriben al código de la especialidad
de Educación Primaria el de los puestos de los centros de educación permanente (BOJA 25-9-2007).
Suprimiéndose así el carácter singular de los puestos de trabajo de educación de adultos.
- En la misma línea, la Orden de 24 de septiembre de 2007, por la que se regulan los planes
educativos de carácter no formal para personas adultas (BOJA 15-10-2007). Disponiéndose así los
tipos de planes educativos de carácter no formal que podrán contemplar los centros de educación
permanente en Andalucía, que van centrados a la obtención de la titulación básica y a la
colaboración con otras instituciones para conseguir una mayor calidad y un óptimo funcionamiento
de los planes educativos. Éste queda regido también por el currículo previamente establecido en la
ESPA.
Destacar también que dentro de los planes educativos no formal se contempla el fomento de
la ciudadanía activa quedando englobado dentro de las distintas enseñanzas no formales.
Dentro de la autonomía pedagógica y organizativa, los centros podrán ofertar otros planes
educativos atendiendo a la posible detección de necesidades dentro de su entorno más inmediato,
según indica el Artículo 8 del orden de 24 de septiembre de 2007. Se regula de manera detallada la
programación, el calendario, los horarios de la comunidad educativa.
- La última de las órdenes que consideramos fundamentales, es la orden 24 de septiembre de
2007, por la que se regulan las Redes de Aprendizaje Permanente de la Comunidad Autónoma de
682
Andalucía (BOJA 15-10-2007). Mediante esta se pretende regular su organización y funcionamiento
con objeto de favorecer el intercambio de experiencias y un mayor aprovechamiento de los recursos,
que posibiliten una mejor y más efectiva transmisión de conocimientos, estableciendo coordinación
con otros Centros de Educación Permanente. A través de esta Red de Centros, se pretende
responder a las necesidades actuales de formación.
Se muestra la importancia que requiere la unificación de esfuerzos para dar respuesta a las
necesidades específicas del aprendizaje de las personas adultas.
Las pruebas para la obtención del título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria,
para personas mayores de dieciocho años, queda regulada en la Orden 8 de enero de 2009 (BOJA
22-01-2009: 9). Con la intención de promover ofertas de aprendizajes flexibles que permitan la
adquisición de competencias básicas, así como las enseñanzas y pruebas que permitan la obtención
de las correspondientes titulaciones a quiénes abandonaron el sistema educativo sin ninguna
titulación.
Tal y como se indica en las Instrucciones de 14 de mayo de 2009, de la Dirección General de
Formación Profesional y Educación Permanente, sobre actuaciones para el curso académico
2009/2010 en los centro y secciones de educación permanente; algunos documentos normativos
han sido derogados o modificados tras la publicación de la Ley Orgánica de Educación (LOE) y la
Ley de Educación de Adultos (LEA). Por lo que se crea la necesidad de coordinar las actuaciones
que se llevan, adecuándolas a la legislación vigente y que hemos ido desarrollando en párrafos
anteriores.
A través de las Instrucciones de la Dirección General de Formación Profesional y Educación
Permanente, de 15 de mayo de 2009, sobre actuaciones para el curso académico 2009/2010 en los
Institutos Provinciales de Educación Permanente y sus Secciones, se encarga de mostrar la
necesidad de la redacción de un nuevo Reglamento Orgánico de Organización y Funcionamiento
para estos centros, adaptado a lo estipulado por la Ley 17/2007, de 10 de diciembre.
Para llevar a cabo una adecuada organización de las pruebas a realizar y con objeto de informar
y coordinar las actuaciones a llevar a cabo en las distintas Delegaciones Provinciales de Consejería
de Educación. Se crea las Instrucciones de 25 de enero de 2010 de la Dirección General de
Formación Profesional y Educación Permanente sobre la realización de las pruebas para la
obtención del título en Educación Secundaria Obligatoria, para personas adultas mayores de 18
años, en las convocatorias de Abril y Junio de 2010. Especificando para cada uno de los aspectos
relevantes la orden que la regula.
Posteriormente, en la Resolución de 16 de marzo de 2010, de la Dirección General de
Formación Profesional y Educación Permanente, por la que se fijan los días y lugares de
celebración, el desarrollo, la estructura y calificación de las pruebas para la obtención del título de
Graduado en Educación Secundaria Obligatoria para personas mayores de dieciocho años y se
nombran los Tribunales correspondientes (BOJA 30-03-2010). Quedando de manera muy detallada
cada uno de los aspectos indicados.
Así, para cubrir las “lagunas” que aún quedan por adaptar a la nueva normativa, vuelve a salir
una nueva orden, en concreto, la Orden de 26 de agosto de 2010, por la que se regulan las pruebas
para la obtención del título de Bachiller para personas mayores de veinte años y el Decreto (BOJA
09-09-2010) y la Resolución de 16 de septiembre de 2010 de la Dirección General de Formación
Profesional y Educación Permanente, por la que se convocan las pruebas de obtención del título de
Bachiller para personas mayores de veinte años (BOJA 01-10-2010).
Quedando de esta manera cubiertos, hasta el momento, los distintos niveles de Educación
Permanente de personas adultas.
683
Bibliografía
Limón, Mª R. (2007). La educación transformadora, como recurso básico para vivir la vejez. En
CONFEMAC: Mayores activos, sociedad creativa. Madrid: Arjé Servicios Comunitarios.
Sabán, C. (2010) " Educación permanente" y" aprendizaje permanente": dos modelos teórico-
aplicativos diferentes. Revista Iberoamericana de educación, 52, 203-230.
Siemens, G. (2010) Conectivismo: una teoría de aprendizaje para la era digital. En APARICI, R.
Conectados en el ciberespacio. Madrid: UNED
684
LA FORMACIÓN COMO HERRAMIENTA PARA ELIMINAR LOS ESTEREOTIPOS NEGATIVOS
QUE INFLUYEN EN LOS CUIDADOS DE LAS PERSONAS MAYORES.
RESUMEN
La vejez es actualmente una de las etapas de la vida que más cambios está sufriendo en los
últimos años. Cada vez hay más personas mayores y los recursos destinados a estos son,
paulatinamente, cada vez más. Además, la imagen que se tiene de estas personas en la sociedad
está sufriendo un cambio, el cuál se da paralelamente a la actualización de la cultura, costumbres y
valores de los ancianos. A pesar de que esta imagen de los mayores ha cambiado a lo largo de la
historia, son los estereotipos un condicionante importante para el bienestar de las personas
mayores. Por ello, en esta reflexión teórica se pretende poner de manifiesto estos cambios y
además, cómo las imágenes o estereotipos de los cuidadores, tanto formales como informales,
pueden condicionar los cuidados que se prestan a los residentes institucionalizados. Actualmente
es necesario prestar unos servicios socio-sanitarios de mayor calidad, lo que implica que la
formación de los cuidadores formales debe estar mejor adaptada a las necesidades de los
mayores. Con este estudio se pretende hacer una aproximación a este tema para plantear una
formación acorde a la imagen real y actualizada de las personas mayores en nuestro país.
Old age is actually one of life stages that more changes is having during the past years. Each time,
there are more elder people and the resources directed to them are also each time more. Besides,
the image that society has towards elder people is also changing in parallel with elder people
education, behavior and values. Although this image of elder people has changed along history,
stereotypes are an important condition for elder people wellness. Therefore, this theoretical reflection
intends to highlight those changes and how the image and stereotypes of formal and informal
caretakers can condition the kind of care provided to institutionalized residents. Actually, it is
necessary to provide a higher quality care and health services. This implies that the formal caretakers
training shall be better adapted to elder people needs. This research intends to do an approach to
this subject, in order to raise an adequate and actualized training, in accordance to the real needs of
our country elder people.
KEY WORDS: Stereotypes, elder people, formal caretakers, training.
INTRODUCCIÓN
En España la esperanza de vida al nacer se ha incrementado de manera importante, al mismo
tiempo que está decreciendo de forma drástica la fertilidad. Esta combinación de variables es una
de las principales causas del envejecimiento de la población y que exista un alto porcentaje de
personas mayores.
El estudio de los estereotipos en torno al envejecimiento así como los prejuicios y la discriminación
en función de la edad, han recibido en España escasa atención por parte de los estudios científicos
685
y teóricos. Basta observar los resultados a la hora de buscar sobre el tema en las bases de datos.
Por ejemplo, en la base de datos MEDES, con el término “estereotipos, vejez” aparecen 3
referencias. Por otro lado, en ISOC, introduciendo los mismos términos encontramos 35
referencias, 5 en la base de datos IME- Biomedicina y 30 en ISOC-Ciencias Sociales y
Humanidades.
La OMS (1989, 2002) destaca la importancia de eliminar las imágenes edadistas entre los
profesionales sanitarios y los cuidadores informales de nuestras personas mayores. Defiende que
los estereotipos podrían ir en contra de la calidad de vida de estos.
686
Además de este claro envejecimiento de la población es necesario contar con el estado de dichas
personas. En la actualidad se prolonga el número de años que se vive, pero esto modifica a su vez
la calidad de vida de las personas que llevar a edades tan avanzadas. Son cada vez más los
sujetos que tienen alguna enfermedad, y en la mayoría de las ocasiones, esta patología provoca un
grado de dependencia importante para el desarrollo de las habilidades y actividades cotidianas de
la persona mayor.
En el siguiente gráfico se muestra la distribución de personas con algún grado de dependencia:
GRÁFICO 2. ESTRUCTURA POR EDAD Y GÉNERO DE LA POBLACIÓN CON DISCAPACIDAD
EN ESPAÑA, 2006
687
FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA A PARTIR DE ENVEJECIMIENTO EN RED, 2013.
El número de residencias de mayores es cada vez mayor, situándose en 2012 en 5474 residencias
en España, de las cuales el 9% se encuentra en la Comunidad de Madrid (492). Centrándonos en
esta Comunidad y clasificando las residencias en función de su titularidad encontramos que el 85%
de las residencias son de titularidad privada, representando así la mayoría de las residencias de la
Comunidad de Madrid.
Esto nos muestra el mercado emergente de residencias privadas, las cuales están en aumento
cada vez más.
La disponibilidad de plazas asistidas es inferior al 40% de las necesarias y un tercio de estas
pertenecen al sector público. Por lo tanto, el índice de cobertura está todavía muy por debajo del de
la mayoría de los países europeos (Pacolet, J., Bouten, R. y Lanoye, K.,1999), donde disponen
entre un 5% y un 7% de plazas residenciales. Se debe reconocer la importante mejora en cantidad
y en calidad de los recursos disponibles, aunque es necesario seguir aumentando el número de
residentes y de la calidad de estas.
El sector de los servicios socio-sanitarios, en concreto de las residencias, se encuentra en un
momento de grandes cambios causado por todo lo que hemos comentado hasta ahora. Los
cambios laborales y sociales acontecidas son ahora abundantes en las residencias debidos a las
últimas reformas laborales y el perfil de los cuidadores, el cual deja de ser parte de la familia para
ser profesionales externos al entorno más cercano del mayor. Además, la formación exigida para
los auxiliares de geriatría hasta hace un tiempo no estaba regulada, sin embargo, actualmente la
legislación ha iniciado un proceso de capacitación de dichos trabajadores.
La cuestión de los estereotipos se remonta a comienzos de Siglo XX, donde Lippmann (1922)
define este término como una percepción incorrecta, producida por razonamientos ilógicos y rígidos
que deben tener, necesariamente un sentido negativo y positivo. Este autor indica además, que los
estereotipos son creencias u opiniones que no tienen dirección implícita. Estas tipificaciones, a
pesar de su inconsistencia, ayudan a estructurar situaciones cotidianas para los individuos de todas
las culturas, siendo una herramienta eficaz de protección en situaciones o contextos extraños.
Estas situaciones cotidianas son a su vez, situaciones muy diversas tal y como afirma Hillton y Von
Hippel (1996). Para estos autores los estereotipos aparecen en contextos ambientales muy
diversos y se ponen de manifiesto en una diversidad de procesos cognitivos y motivacionales del
ser humano.
Las investigaciones sobre los estereotipos están dirigidas tanto a obtener información sobre las
atribuciones que contienen, como al grado en que estas atribuciones son compartidas por el grupo
social de referencia, sin embargo, en algunos de los estudios(Levy, 1999; Cuddy y Fiske, 2002) se
indica como hacen referencia a los estereotipos positivos y negativos que soportan, de forma
simultánea, los miembros de un grupo social.
Levy, (2003) en su estudio más destacado, reconoce que los estereotipos que los grupos sociales
tienen hacia un grupo particular de la sociedad por motivos de raza, género, religión u orientación
sexual influyen en la conducta de las personas a quienes se dirigen dicho estereotipos y que
terminan por suponer una aceptación pasiva de las supuestas consecuencias, en este caso supone
la aceptación de los roles que la sociedad impone a las personas mayores.
A pesar de que el concepto estereotipo, como hemos visto hasta ahora, no está relacionado en su
origen con las personas mayores, sino que se refiere a todas las personas que conforman la
sociedad, en la actualidad está intrínsecamente relacionado con las personas mayores. Dicha
relación se ve en dos perspectivas diferentes, por un lado la imagen que los jóvenes y adultos
688
tienen frente a los mayores y que condiciona las relaciones que se generan; y por otro lado, el
autoconcepto que la persona mayor genera de si mismo debido a dichas imágenes edadistas.
De Miguel (2003) señala que los estereotipos de la vejez están compuestos por una serie de
características homogéneas de un grupo conformado por las personas mayores. Estas
características caracterizan a los mayores como sujetos depositarios del conocimiento y la
sabiduría, generalmente están solos o aislados, están enfermos, son frágiles, dependen de los
otros para continuar con sus tareas cotidianas, tienen graves deterioros cognitivos, están
deprimidas y con la edad llegan a ser más difíciles y rígidos. Además, apenas afrontan los
deterioros inevitables que están asociados al envejecimiento.
Las imágenes sociales y estereotipos, son innatos de la cultura donde surgen y son asumidos por
los individuos de dicha cultura. A esto se ha de sumar el autoconcepto que cada sujeto realiza de
los roles sociales de la comunidad generan la determinación de los estereotipos negativos o
positivos (Sáez, et al., 1994).
Los estudios que recogen la imagen social de las personas mayores en concreto, aparecen a
mediados del siglo pasado, en una serie de trabajos realizados por profesionales de la medicina y
la psiquiatría con personas que fueron seleccionadas generalmente a partir de las consultas
médicas, de los hospitales y de los centros psiquiátricos (Lehr, 1980).
Por lo tanto, estos casos no representaban a la generalidad de la población de personas mayores,
sino que eran, más bien, exponentes de la vejez patológica. No obstante, de los resultados de estos
trabajos, se infirieron unas conclusiones para el conjunto de la población mayor, lo que ha
favorecido un patrón generalizado de rasgos considerados normativos en la vejez. Éstos obedecen
a los estereotipos negativos hacia la vejez y coinciden con los de enfermedad, deterioro mental,
rigidez de pensamiento, falta de compromiso, dependencia y problemas sociales y económicos
(Thornton, 2002). Es decir, podría considerarse que la mayor parte de los estereotipos sociales de
la vejez abarcan áreas como el deterioro de la salud física y mental, la pérdida de la motivación y la
de los intereses vitales. Así lo afirma también Lourdes Bermejo:
Los estereotipos sobre la vejez (que no solo afectan a la sociedad en general, sino también
a nosotros los profesionales, a los propios usuarios y a sus familiar), hacen que la mayoría
de intervenciones, al igual que la literatura científica, estén teñidas de una visión patogénica,
que incide en los déficits y limitaciones de la vejez (Bermejo, 2006).
Si bien es cierto que los estudios que se ha realizado sobre los estereotipos en los últimos años va
más allá, y tratan de determinan los efectos que estos pueden tener en la persona mayor. “El
carácter del estereotipo de anciano, en cualquier caso, afecta no sólo a la forma en que los jóvenes
perciben e interactúan con los ancianos, sino que también influye en la autodefinición y
comportamiento de los sujetos mayores” (Narro et al, 1994).
Mena Blanca (2005) realiza un trabajo donde plantea que las creencias contenidas en los
estereotipos negativos de la vejez pueden influir en la conducta, salud física y psicológica de las
personas mayores.
En el estudio Enreve (IMSERSO, 2006) se ha comprobado que la información, tanto positiva como
negativa que se le proporciona a una persona mayor respecto a un rendimiento deseado influye
significativamente en la forma de actuación de estos, de forma que si reciben una información
positiva realizarán la tarea mejor.
Todo este cambio en la literatura de los estereotipos de las personas mayores, se produce en
paralelo al desarrollo del nuevo paradigma de envejecimiento activo. La Organización de Naciones
Unidas es la propulsora de dicho concepto desde hace varias décadas a través de una serie de
resoluciones europeas que van desde el Año Internacional y Asamblea Mundial sobre Vejez,
689
celebrado en 1977. Unos años más tarde se cambia el término persona de edad por envejecimiento
y en 1982 y 2002 se realizan las dos primeras asambleas sobre envejecimiento.
Por lo tanto, es palpable la preocupación que la ONU tiene sobre el desarrollo del envejecimiento
en la población mundial. Este movimiento social genera que los estereotipos hacia la vejez se
visualicen cada vez más como un componente esencialmente negativo en contra de las personas
mayores, y esto ocurre en todas las sociedades humanas (Zandi, T., Mirle, J. y Jarvis, P., 1990).
Actualmente nos enfrentamos a un cambio en la percepción de las personas mayores, pasando de
ser sujetos dependientes del paso del tiempo a ser personas que pasan el tiempo trabajando, en
una constante acción. La jubilación a dejado de ser sinónimo de pasividad, y ahora esta, da paso a
otras actividades más ociosas pero igualmente gratificantes para los seres humanos.
En general, se ha constatado que las personas mayores, desde los estereotipos negativos, son
valoradas como inútiles o bien seles ha ido asociando su comportamiento a estereotipos negativos
(Rosales, R. C., García, R. y Quinones, E, 2010). Sin embargo, la visión más positiva de los
estereotipos referidos a las personas mayores los considera como una fuente de sabiduría, riqueza
de experiencias y merecedores de gran respeto, y además en situación de influencia sobre los
demás (Magalhaes, 2008).
Además, es necesario por el énfasis en los cuidadores, donde debemos poner una alarma frente a
los estereotipos que tienen los cuidadores de mayores, las personas más cercanas a estos durante
los últimos años de su vida. Uno de los estudios más recientes que existe sobre este tema que
trabaja la imagen de cuidadores y trabajadores de residencias extremeñas, concluye que la mayor
parte de las personas adultas que están en contacto con mayores perciben consideran que las
personas mayores sufren más soledad que las jóvenes, son incapaces de pensar con claridad, no
aceptan la opinión de otros, sin embargo puede ser buenos cuidadores de niños. Además,
consideran que la vejez es sinónimo de decadencia psíquica (Casanueva, et al. 2013).
Con los resultados de este estudio podemos ver la importancia que tienen los estereotipos dentro de
los contextos laborales con relación a los cuidados que se prestan. Son varias las iniciativas que en
las instituciones se están llevando a cabo actualmente tales como: buenas prácticas, participación
activa del mayor, etc. Todas ellas relacionadas con el empoderamiento de la persona mayor y que
llevan implícitas un cambio en el pensamiento de los cuidadores, tanto formales como informales. En
este punto es donde vemos como la formación puede dar una respuesta adecuada a ese cambio de
las imágenes que los cuidadores tienen de las personas mayores. Se considera de interés realizar
grupos de discusión entre los profesionales y usuarios, porque el encuentro intergeneracional
permitirá la erradicación de falsos estereotipos relacionados con las personas mayores, que
contribuyen a actitudes no adecuadas por parte de los profesionales (Gómez, 2009).
Medir los cambios es los estereotipos de la sociedad es una tarea compleja debido a que estos
están instalados en el ser humano como un aspecto indiscutible, fruto de los hábitos y costumbres
culturales. Sin embargo, son cada vez más los estudios que tratar en medir de una manera fiable los
cambios que se generan en los estereotipos debidos a diferentes programas de sensibilización y
formación. El caso del siguiente estudio se sitúa en el estudio de los estereotipos de estudiantes de
psicología respecto a las personas mayores antes y después de realizar un curso de “Desarrollo del
Ser Humano” que iba acompañado de unas prácticas en un centro de día de personas mayores. Los
resultados muestran un cambio en los estereotipos que los alumnos tenían frente a los mayores,
siendo la imagen de estos después del curso más positiva que la inicial (Campos et al., 2013).
Esto nos hace ver que la formación respecto a las personas mayores puede mejorar el cuidado que
se proporciona en las instituciones residenciales. Por ello a partir de esta reflexión teórica se buscará
la posibilidad de realizar un estudio más amplio con sujetos que realizar su labor profesional en
residencias.
690
CONCLUSIONES
En definitiva, podemos hacernos una idea de la situación de las personas mayores en nuestro país,
y de las necesidades cada vez mayores y más diversas que generan. Es necesario que la sociedad
conozca a las personas mayores y trasformar este grupo social desde la perspectiva de pasividad y
cercana a la muerte y perdida de utilidad para la sociedad, a una forma de ver a las personas
mayores como un sector de grandes posibilidades para la sociedad y para ellos mismos. La vejez
es la etapa de la jubilación, término que deriva de iubilaeus, es decir, alegría.
Para que este cambio pueda ser real, es necesario un cambio de toda la sociedad, en especial de
las personas más cercanas a las personas mayores. Por lo que una de las herramientas
fundamentales para que suceda este desarrollo de la imagen edadista de las personas mayores es
la formación de cuidadores formales e informales que puedan adquirir competencias adecuadas
para poder ofrecer una mejor calidad de vida y bienestar social a nuestros mayores. Esta formación
pasa por eliminar los estereotipos que pueden dañar los cuidados que se ofrecen en un centro
residencial y acercar a los trabajadores a una mejor integración del paradigma de envejecimiento
activo presente en nuestros días.
BIBLIOGRAFÍA
Bermejo García, L. (2006). Promoción del envejecimiento active. Programas de preparación a la
jubilación. En J. Giró Miranda, J. Envejecimiento activo, envejecimiento en positivo.(pp. 65-68).
España: Universidad de la Rioja.
Bustillos, A., Fernández-Ballesteros, R., y Huici, C. (2012). Efectos de la activación de etiquetas
referidas a la vejez. Psicothema, 24(3), 352-357.
Casanueva, N. y Fajardo, M.I. (2013). Estereotipos presentes en cuidadores y trabajadores de
residencias de mayores extremeñas sobre las personas de la tercera edad. INFAD, 2(1), 131-
142.
Castellano Fuentes, C. L., y Miguel Negredo, A. (2010). Estereotipos viejistas en ancianos:
Actualización de la estructura factorial y propiedades psicométricas de dos cuestionarios
pioneros. Revista Internacional De Psicología y Terapia Psicológica = International Journal of
Psychology and Psychological Therapy, 10(2), 259-278.
Carbajo Vélez, M.C., (2009). Mitos y estereotipos sobre la vejez. Propuesta de una concepción
realista y tolerante. ENSAYOS, Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº 24, 2009.
Recuperado de http://www.uclm.es/ab/educacion/ensayos
Cuddy, A. y Fiske, S. (2002). Doddedring but dear: Process, Content and Function in
Stereotyping of Older Personas. En T. Nelson. (Ed.), Ageism, stereotyping and prejudice against
older persons. London: A Bradford Book, pp. 3-26.
Fermoso, P. (2003). ¿Pedagogía Social o Ciencia de la Educación Social? Revista de Pedagogía
Social, 10, pp. 61-84.
Gómez Carroza, T., & León, d. B. (2010). Estereotipo de los ancianos: Percepción de los
ancianos sobre sí mismos y sobre su grupo. Apuntes De Psicología, 28(1), 5-18.
IMSERSO. (2006). Las personas mayores en España. Informe Madrid: Imserso.
IMSERSO. (2011). Libro blanco del envejecimiento activo. Consejería para la Igualdad y
Bienestar Social.
Lasagni, V.X., Rodríguez, M. S., Bernal, R., et al. (2010).Estereotipos hacia la vejez en adultos
mayores y en estudiantes universitarios en diez países de América Latina. Madrid, España:
691
RIICOTEC. Recuperado de http://www.gerontologia.org
Lippmann, W. (1997). Public opinion. New York [etc.]: Free Press Paperbacks.
Magalhaes, C., (2008) Estereotipos sobre las personas mayores en estudiantes de enseñanza
superior, en el distrito de Braganza. (Tesis doctoral, Universidad de Extremadura. Departamento
de Psicología y Antropología). Recuperado de
https://bibliotecadigital.ipb.pt/bitstream/10198/4237/3/Tese%20de%20Doutoramento%20de%20C
arlos%20Magalh C3%A3es%20-%20resumo.pdf
Narro, N., Meléndez, J.C. y Aleixandre, M. (1994). Los estereotipos en los ancianos: un estudio
empírico y sus resultados. Revista de psicología de la educación, 14, 75-98.
Pacolet, J., Bouten, R. y Lanoye, K. (1999). La protection social des personnes âgées
dépéndantes dans les 15 pays de L´UE et en Norvege. Commission europeenne.
Pavot, W., Diener, E. (1993). Review of the Satisfaction with Life Scale. Psychological
Assessment, 5(2), 164-172
Rosales, R. C.; García, R. y Quinones, E. (2014) Estilo de vida y autopercepción sobre salud
mental en el adulto mayor. MEDISAN [online], 18(1), 61-67. Recuperado de http://scielo.sld.cu
Zandi, T., Mirle, J. y Jarvis, P. (1990).Children´s attitudes toward elderly individuals: A
comparison of tow ethnic groups. International Journal of Aging and Human Development, 30(3),
161-174
692
MUCHA POLICÍA, POCA DIVERSIÓN:ETNOGRAFÍA DE UN CENTRO DE DÍA PARA
PERSONAS EN SITUACIÓN DE EXCLUSIÓN
karmele.mendoza.perez@gmail.com
A través del análisis de las relaciones entre institución, agentes sociales y beneficiarios del centro
de día de una ONG de Bilbao exploraremos cómo los usuarios vivían su propia institucionalización
y el sentido que le otorgaban. Recogiendo a su vez las tensiones, contradicciones, legitimaciones
y/o acciones de oposición. Gracias al análisis de estos datos veremos cómo los trabajadores y los
beneficiarios se presentan como figuras antagónicas que paradójicamente luchan por conseguir el
mismo fin: acabar con la exclusión social. Este posicionamiento encontrado repercute en la mala
gestión del centro donde más que caminar hacia el ascenso social, se cae otra vez en la
reproducción de la exclusión.
Finalmente, planteo hasta qué punto es posible y necesario entender estas figuras, tanto de los
agentes sociales de una institución como la de los beneficiarios, como afines. Para así conseguir
instituciones democráticas que nos permitan educar a pesar de la institución y de la
institucionalización de los beneficiarios.
Resumen (500-1000):
Este trabajo es una invitación a la reflexión en torno a la realidad de los centros de día de carácter
educativo y formador para personas en situación de exclusión social. Reflexión en la que se
pretende problematizar la intervención socioeducativa y repensar nuestra práctica cotidiana como
agentes sociales. De ahí la elección de este título Mucha policía, poca diversióni, con el que se
693
pretende llamar la atención respecto a que el fin último de nuestra práctica e intervención
profesional es la educación y no el control de las personas. Pero además, se pretende recapacitar
sobre cómo, con el objetivo de sacar a estas personas de la exclusión social, hacemos que su día
a día sea un tránsito continuo y preestablecido de establecimiento-institución a establecimiento-
institución donde apenas hay margen ni lugar para la voluntad del propio individuo.
De esta forma, en este texto narraré cómo esta metodología me permitió explorar las relaciones
institucionales que se daban dentro del centro, atendiendo sobre todo a cómo los usuarios vivían
su propia institucionalización y el sentido que le otorgaban. Recogiendo a su vez las tensiones,
contradicciones, legitimaciones y/o acciones de oposición que se daban entre los usuarios, la
asociación como institución y actores que trabajan en ella.
Mi estancia en Senidetasun me permitió comprender qué se escondía tras la mala gestión del
Centro de Día. Así como entender la razón sobre por qué unos chavales se mostraban
desmotivamos o ausentes, mientras otros cumplían fehacientemente con las tareas. Asimismo, he
logrado dibujar cómo estos y otros comportamientos se agrupaban bajo diversas tácticas de
oposición vinculadas a factores individuales y estructurales.
Así, centrándome en cómo todos ellos -institución, sujetos y trabajadores- se relacionan entre sí,
comprendí que la mala gestión impregnaba todo el funcionamiento del centro y deriva en
694
aburrimiento e imposición de la autoridad. Donde los usuarios percibían e interpretaban las
acciones de los trabajadores con desmotivación y desconfiaban del valor sus acciones y de la
capacidad de la institución para ayudarles a salir de la exclusión. De igual modo, son conscientes
de la falta de recursos del centro, de la brecha entre las normas institucionales que se les exigen y
la forma en la que los trabajadores se comportan. Estos aspectos revierten en la cotidianidad del
centro y hacen que cada usuario comprenda el centro de forma distinta buscando, a su vez,
distintas tácticas -chivato, responsable, rebelde o silencioso- con las que hacer más llevadera su
estancia en el centro y ganar poder y/o privilegios.
Gracias al análisis de estos datos veremos cómo los trabajadores y los beneficiarios se presentan
como figuras antagónicas que, paradójicamente, luchan por conseguir el mismo fin: salir de la
exclusión social. Este posicionamiento encontrado repercute en la mala gestión del centro donde,
al final, más que caminar hacia el ascenso social, se cae otra vez en la reproducción de la
exclusión.
Finalmente, con estos datos planteo hasta qué punto es posible y necesario entender las figuras
tanto de los agentes sociales de una institución como la de los beneficiarios como afines. Con el
objetivo de conseguir instituciones democráticas que nos permitan educar a pesar de la institución
y de la institucionalización de los beneficiarios. Por último, me gustaría reflexionar sobre cómo los
propios agentes sociales e instituciones hacemos que la cotidianidad de las personas en
situaciones de exclusión social sea un tránsito continuo de establecimiento -institución a
establecimiento-institución donde se hace difícil su participación social fuera de las redes
asistenciales.
695
Antecedentes:
Así, este texto pretende ser una invitación a la reflexión en torno a la realidad de los centros de día
de carácter educativo y formador para personas en situación de exclusión social. Reflexión en la
que se pretende problematizar la intervención socioeducativa y repensar nuestra práctica
cotidiana como agentes sociales. De ahí la elección de este título Mucha policía poca diversióniii
con el que se pretende llamar la atención respecto a que el fin último de nuestra práctica e
intervención profesional es la educación y no el control de las personas. Pero además, se
pretende recapacitar sobre cómo, con el objetivo de sacar a estas personas de la exclusión social,
hacemos que su día a día sea un tránsito continuo y preestablecido de establecimiento-institución
a establecimiento-institución donde apenas hay margen ni lugar para la voluntad del propio
individuo.
Actualidad:
En pocas palabras, podríamos decir que actualmente en el Estado Español prevalece para
muchos colectivos un “modelo mixto” a medio camino entre las instituciones totales y la
desinstitucionalización (Setién y Barcelo, 2007; Belarra, 2013). Donde conviven centros grandes
junto a pisos tutelados, centros de día y otros servicios comunitarios. En Bilbao, ciudad en la que
se sitúa esta investigación, la atención a la población en situación exclusión social y vulnerabilidad
se encontraría también dentro de ese “modelo mixto”. Así, esta investigación se inscribe en una
asociación, Senidetasuniv, que representa perfectamente dicho modelo, ya que esta regenta: un
albergue mediano, 13 viviendas tuteladas y un Centro de Día. El Centro de Acogida Senidetasun
abrió sus puertas en Bilbao hace 30 años para “acompañar los procesos de incorporación social
de las personas en situación de grave exclusión social y de riesgo de gran exclusión”. Hoy en día
la mayoría de usuarios son varones migrantes, tanto norteafricanos como subsaharianos, con
distintas problemáticas. No obstante, actualmente está aumentando la población autóctona y
joven que acude a este centro, así como el porcentaje de mujeres.
696
2013. Aunque mi presencia se centró en observar el Centro de Día de Senidetasun, también
observé en menor medida distintos contextos como el Centro de Noche a la hora del café y los
alrededores tanto del Centro de Acogida, como del Centro de Día. Con vistas a la triangulación,
también realicé entrevistas informales y en profundidad, un taller de tres sesiones en octubre y
análisis de documentación y estadísticas.
Para comprender este trabajo considero que es tarea ineludible describir el contexto de la ONG
Senidetasun, para luego poder observar cómo este influye en lo que pasa tanto dentro como fuera
del centro. El sobrenombre Senidetasun, que en euskera significa fraternidad, tiene que ver con la
identidad cristiana de la ONG.
Esta ONG cuenta con 105 plazas residenciales que se subdividen en tres bloques claros: el
Centro de Noche o Albergue (32 plazas), las Viviendas Tuteladas (65 plazas) y los Pisos de
Mediación (8 plazas). En cuanto a los programas no residenciales esta asociación cuenta con un
Centro de Día a escasos metros del Centro de Noche. Este tiene capacidad para atender
simultáneamente hasta 20 personas estando 15 de estas plazas financiadas por la Diputación
Foral de Bizkaia donde se realizan una serie de talleres programados tanto por la mañana como
por la tarde. Depende de los trabajadores de dicho centro la asignación a cada usuario de un
determinado horario de actividades. En cuanto a los talleres que se recogen en las memorias,
podemos decir que estos se centran en “talleres de castellano”, “talleres de preparación para la
E.S.O”, “talleres de informática”, etc. y se imparten por las mañanas de 10:00 a 11:30 horas y por
las tardes de 16:00 a 18:30 horas. No obstante, durante los meses que comprendieron mi
observación, de junio a octubre del 2013, los talleres se redujeron a clases de castellano y
preparación para el graduado escolar, siendo estas impartidas en muchas ocasiones por los
propios usuarios. Asimismo, los horarios de apertura del centro no fueron respetados en muchas
ocasiones.
Respecto a los recursos humanos el Centro de Día cuenta con un psicólogo a jornada completa,
una trabajadora social a media jornada y un equipo de 24 voluntarios. Sin embargo, como
consecuencia del periodo estival durante mi observación el número de voluntarios se vio reducido
a dos, siendo yo uno de ellos.
Datos:
Durante el verano, entre las situaciones cotidianas del centro se incluía decidir qué clases se
impartiría, qué actividad se haría poco antes de comenzarla y quién asistiría a cada una. Algunos
de los usuarios eran asignados como los responsables de dar la clase y estos organizaban la
clase como buenamente podían. En mi segundo día en el centro acompañe a Jon a dar la clase
de castellano, este me confiesa “traigo el primer libro que he pillado y no sé muy bien qué hacer”.
Esta falta de desorganización en cuanto al contenido de la clase y sentido educativo es habitual,
no sólo por parte de los usuarios que son asignados a dar las clases, sino también por parte de
los voluntarios que a veces no saben que clase tendrán que impartir o de que recursos dispondrán
para llevarla a cabo. De este modo, muchos usuarios tienen la percepción de no estar haciendo
nada.
Aunque el objetivo del Centro de Día como institución es “acompañar los procesos de
incorporación social” con el objetivo de dotar a estas personas de las habilidades que implica vivir
en esta nuestra sociedad, esa desorganización y sensación de estar haciendo nada eran un caldo
de cultivo ideal para el aburrimiento. De esta forma, nos encontramos nos encontramos en un
697
contexto con dos grupos de actores claros: los trabajadores del centro y los beneficiarios de la
labor de dichos trabajadores. Los primeros tienen el objetivo de encaminar a estar personas hacia
ese codiciado ascenso social, mientras que los segundos deben hacer aquello que estos les pidan
con el objetivo de salir adelante. Esto se suele cumplir cuando los usuarios están recién llegados
en la ONG, puesto que confían en el Centro de Día como instrumento de acceso y movilidad
social (D'Amato, 1996). Sin embargo, a medida que pasa el tiempo y comienzan a percibir la
desorganización, la falta de equidad del centro, la incapacidad de decidir como miembros activos
en su propio proceso de inclusión, etc. algunos usuarios comienzan a desmotivarse dejando de
hacer esfuerzo personal para conseguir las metas que se proponían y mostrándose ausentes en
las actividades.
Esta trayectoria la intuimos claramente en el paso de Youssef [25 años, Marruecos. 10 años en
Como consecuencia de la falta de un itinerario educativo sólido y una equidad en las normas que
contrarresten la incertidumbre de sus trayectorias vitales, los usuarios comienzan a dejar de
confiar en Senidetasun empiezan a ver y comprender el centro de forma muy distinta: la
asociación es ante todo un lugar encaminado a cubrir sus necesidades básicas y donde
desarrollar una vida social. Respecto a las necesidades básicas Youssef le plantea en agosto a
José Miguel [28 años] “pero a ti si te darían la cama y no tendrías que venir aquí [Centro de Día],
¿qué harías? Yo no vendría”. El factor de las necesidades básicas también tuvo mucho peso y
visibilidad en el taller realizado donde Samir [30 años. Argelia. 3 años en España] plasmó en su
Tumblr el recuerdo de su primer día en el centro: “muy contento porque en la calle frio, hay de
todo comeda, ducha etc.”
La razón situacional del centro (D’Amato, 1993), entendiendo este como lugar de encuentro e
institución socializadora, también era muy valorada por los usuarios (véase Figura 2 y Figura 3).
Por otro lado, si tenemos en cuenta al otro grupo de actores de esta narración: los trabajadores
del centro, vemos que estos interpretan de forma distinta lo que aquí recogemos como falta de
inversión en el centro (Patiño, 2007). Así, el director del Centro de Día lo etiqueta como “vaguería”
y/o “una falta de esfuerzo personal” siendo esta la principal causa de la falta de éxito de mayoría
de los usuarios en su camino hacia la salvación.
De esta forma, tenemos un escenario muy dinámico y complejo donde los usuarios van mostrando
Todas esas tácticas no respondían ni mucho menos a un plan organizado cuyo objetivo fuera la
distintas estrategias a medida que pasa el tiempo y muta la forma de entender la institución, así
como su propio proceso de institucionalización. Estos son conscientes de la falta de recursos del
centro y de la brecha entre las normas institucionales que se les exigen y la forma en la que los
trabajadores se comportan. Estos aspectos revierten en la cotidianidad del centro y hace que cada
usuario busque distintas tácticas de oposición -chivato, responsable, rebelde o silencioso- con las
que hacer más llevadera su estancia en el centro (De Certeau, 1984).
Aunque la agencia de oposición más clara de identificar es aquella que se opone a la figura de
autoridad siendo a veces es tachada de violenta (Foucault, 1988; Freire, 1969; Patiño, 2007). No
obstante, entender la resistencia exclusivamente como movimientos alternativos de oposición al
Figura 2: Imagen extraída del Tumblr de Lahcen. Figura 3: Figura extraída del Tumblr de Samir.
“Esas son unos compañeros del centro, el chico a la izquierda coger la puta policía en su país [le
deportaron]”.
Todas esas tácticas no respondían ni mucho menos a un plan organizado cuyo objetivo fuera la
poder supone, a su vez, sobresimplificar el concepto ya que la resistencia no
funciona ni se expresa de la misma forma en todos los contextos y circunstancias
(Batallán, 1998). Es más, podríamos decir que hay tantas formas de resistencia
como formas de subjetivización y así se refleja en los datos que se presentan a
continuación. De este modo, en un mismo contexto distintas personas, en situación
estructural de subordinación, muestran distintas para adquirir más poder de decisión,
ganar privilegios, recursos valorados y hacer su estancia en la institución más llevadera.
Como veremos cada usuario, desde su propia subjetividad y de acuerdo a lograr sus
propios objetivos, manifiesta distintas estrategias. En este trabajo presentaremos
cuatro estrategias que identificaremos con cuatro papeles representados por los
usuarios. En cualquier caso, los limites de estos roles son permeables y
dinámicos, pudiendo un mismo usuario interpretar un papel al principio de su
estancia en el centro y adoptar otro a medida que para el tiempo.
1. El chivato:
Este papel era interpretado por muchos usuarios del centro, instaurándose de esta
forma los chivatos en los márgenes de la ley y las normas de la institución (Foucault,
1975). Cabe destacar que unos sacaban más beneficio y conseguían ascender
en la posición social gracias a aprovechar el encuadramiento jerárquico de la
institución.
Durante mi estancia en el centro, fue Luis el chivato que más privilegios consiguió por
parte de los trabajadores y de manera muy visible para el resto de usuarios. Luis
controlaba las tarjetas Barikv usándolas y repartiéndolas en función de sus intereses.
Cuando el 12 de agosto abandona Luis el centro Julián [37 años] dice: “no tardará en
haber otro chivato que vaya a contarle todo a Antonio [Director del Centro de Día]”. Luis
era el líder o como algunos usuarios decían el “jefe del centro”. Antes de aparecer
Luis, Endika era quien era considerado como el “jefe del centro” y tras la marcha
de Luis, Julián y Mohammed [33 años. Marruecos. 5 años en España] se hicieron con
el poder de forma compartida. Menos Mohammed, el resto, habían estado en
instituciones penitenciarias antes de venir al centro y como Luis decía “sabemos
movernos”.
2. El responsable:
El responsable, estuviera de acuerdo o no con las normas, se acoplan a ellas, las
respetan, las cumplen (De Certeau, 1984). Ademas estos hacen todo lo posible para
no ser catalogados e identificados como lo que Antonio consideraba: “usuarios que no
se esfuerzan por salir adelante” (Goffman, 1969). Es más, en escasez de voluntarios
ellos eras escogidos por Antonio para dar las clases. Ese esfuerzo por ser un usuario
modelo a la larga les recompensaba puesto que las normas para ellos no eran tan
estrictas, se respetaba su palabra, se les trataba con la dignidad que a otros se les
negaba y además conseguían ganar recursos valorados como el poder decidir a qué
cursos ir fuera de la asociación. El ejemplo modelo sería Mohammed [33 años.
Marruecos. 5 años en España] al que Antonio consideraba como “el único que
buscaba trabajo de verdad”, así como una “persona sensata”.
3. El rebelde:
Este papel era interpretado por aquellos personajes que se oponían claramente al
funcionamiento del centro y no invertían en este porque consideraban que no tenía los
700
recursos suficientes como para ayudarles a salir adelante. De esta forma, Youssef [25
años. Marruecos. 11 años en España] me decía “hay que hacer una huelga. Aquí no
se puede estudiar”. A los ojos de Antonio estos usuarios “no hacen nada por salir
adelante” o “no les daba” como decía de Julián.
4. El silencioso:
En general este rol suele ser adoptado por aquellas personas que llevan poco tiempo
en el país. Algunos que incluso ya no están en plazas residenciales de Senidetasun,
pero siguen acudiendo al Centro de Día para mantener el padrón y poder optar a
distintas ayudas. Es por ello, que prefieren pasar desapercibidos.
Usuarios que nunca saben cuánto tiempo permanecerán en el centro. Aun así
empujaban a Antonio en más de una ocasión a reconstruir la soberanía que su figura
representa dentro de la institución (Foucault, 1975). Ya sea porque no se respetan
las normas o bien porque en ocasiones los rebeldes y/o los chivatos acumulan
demasiado poder eclipsan y desdibujan su figura de autoridad. Así, en ocasiones
presencié como Antonio tenía que volver a restablecer un equilibrio, hasta el punto
extremo donde la disimetría entre el súbdito que ha osado violar la ley, y el soberano
sea algo tangible y a la vez aterrador para el resto de usuarios (Foucualt, 1975).
Esto puede ser ilustrado en esta situación que viví en el campo:
Tras la vuelta de vacaciones Antonio hace una sesión para saber cómo
han ido las cosas. En un momento dice que es normal que se sientan
apenados porque Luis se haya ido y que entiende que esto afecte en la
convivencia. Julián dice que eso es lo de menos, que Luis se estaba
portando muy mal y que hacía negocio con los vales de la ropa. Luego
cuenta que también utilizaba mucho la Barik. Antonio responde que hay
gente a la que se le da confianza y que luego se aprovecha. Después
pregunta que por qué creen que se ha ideo antes de que él vuelva. Julián
dice: “porque al palo le ibas a poner chinchetas”. [...] Julián dice que está
habiendo muchos robos en el centro. Mohammed y el resto de usuarios
lo ratifican. Antonio dice “hombre ha acabado Ramadán”. [...]Se vuelve
al tema de los robos y alguien dice que al final habrá que poner una
cámara. Antonio dice “como pille a la persona que está robando en lo que
sería su casa y a quienes serían sus hermanos...Voy a hablar con mi amigo
Ertzaina para que le caigan unas buenas hostias”.
Conclusiones y discusión:
701
a la larga y aún sin desearlo, alimentan la reproducción de esa mala gestión. De esta
forma, mis preocupaciones sobre las consecuencias de esa desorganización fueron
creciendo al observar cómo repercutía directamente sobre la posición social y
personal de los beneficiarios. Puesto que ese caos, al final, no hacía más que dificultar
la integración de esas personas en nuestro sistema socio-político. Además de tener
distintos impactos negativos que agravaban su situación.
Desde mi punto de vista esta reflexiones y lo que estas implican no debe ser tomado
como una nueva carga para los distintos agentes sociales, los cuales dentro de unas
condiciones de trabajo cada vez más complejas y saturadas por los recortes ven
limitado el impacto su intervención. Sino que más bien deberían ser intrínsecas e
inseparables a la figura del educador social, el psicólogo, el técnico, etc. Para que en
condiciones adversas la lógica institucional y su reglamento no acaben justificándolo
todo. Para no volver a convertir las institucionalización en castigo y nosotros en
verdugos más que en psicólogos, educadores, etc. Para hacer primar el la educación
por encima
del control. Así, estas reflexiones me llevan a plantear que los distintos trabajadores
de una institución -como Senidetasun- y sus beneficiarios son actores obligados a
entenderse. Donde los primeros acaben con prácticas que fomenten el “etiquetaje” y
olviden que siempre saben “lo que es bueno” para sus usuarios. Asumiendo así que
los beneficiarios son capaces de decidir por sí mismo puesto que ellos sí saben “lo
que es bueno” y además albergan en ellas las herramientas que les sacaran de la
exclusión que en esos momentos les encierra y les institucionaliza.
702
educadores, acompañantes en la configuración y construcción de dichas
subjetividades.
Bibliografía:
'
Eskorbuto. (1985). Mucha policía, poca libertad. Álbum: Eskizofrenia.
''
Los nombres de las ONG y personas que aparezcan en el texto son seudónimos para
proteger el anonimato de los informantes
'''
Eskorbuto. (1985). Mucha policía poca diversión. Álbum: Eskizofrenia.
'v
Los nombres de las ONG y personas que aparezcan en el texto son seudónimos para
proteger el anonimato de los informantes.
v
Barik es la tarjeta del Consorcio de Transportes de Bizkaia y que permite viajar en todos los
transportes públicos vizcaínos.
v'
Servicio Vasco de Empleo que además gestiona la Renta de Garantía de Ingresos (RGI).
703
EXPERIENCIAS
35 AÑOS DE EDUCACIÓN POPULAR EN LOS BARRIOS DE MADRID
(FEDERACIÓN DE ESCUELAS POPULARES DE PERSONAS ADULTAS DE
MADRID)
Desde hace 35 años más de 42.000 personas han pasado por las escuelas de la
FEPAM, personas que además de aprender a utilizar los instrumentos educativos
básicos, de obtener la titulación escolar según el nivel impartido, o aprender el idioma
español en el caso de inmigrantes, ha desarrollado capacidades individuales y
sociales para continuar una formación permanente a lo largo de la vida.
La mejora del nivel cultural (sobre todo en mujeres y colectivos más desfavorecidos)
que las Escuelas Populares han promovido ha incidido en la autoestima de estas
personas, en el estímulo para seguir formándose, en la adquisición de competencias
704
clave para la vida, repercutiendo favorablemente en el entorno familiar y social y
desarrollando capacidades de participación y resolución en la vida diaria.
Cabe destacar, también, el trabajo editorial que varias de estas Escuelas han realizado
con la publicación de libros y materiales pedagógicos, algunos por su 11ª edición
(Editados por: Editorial Popular, Editorial Aljibe, Comunidad de Madrid).
Por otra parte, hay que señalar la participación de algunas de estas Escuelas
federadas en Proyectos educativos internacionales auspiciados por la Unión Europea.
705
Aprender a consolidar la personalidad en una sociedad en permanente cambio,
para estar en condiciones de resolver las diversas y complejas situaciones que
se presentan a lo largo de la vida.
Fomentar la sensibilidad y el compromiso ante los Derechos Humanos, la Paz,
Mujer e igualdad, la Ecología, la Salud y el Consumo.
Facilitar el proceso de comprensión e interpretación del entorno.
Elevar el nivel de autoestima y autonomía.
Potenciar la formación permanente en los equipos de personas monitoras de
manera que repercuta en la mejora de la práctica docente.
Fomentar el desarrollo de proyectos de innovación pedagógica, así como la
elaboración y difusión de materiales didácticos.
Educación básica:
- Alfabetización para personas adultas.
- Iniciación a la Informática.
- Educación secundaria para adultos-jóvenes.
- Aulas interculturales.
Cualificación laboral:
- Inserción socio-laboral.
Desarrollo personal y participación.
706
Los objetivos específicos pretenden:
Estos grupos presentan distintos niveles, lo que obliga a trabajar distintas situaciones,
procurando que cada grupo tenga actividades adecuadas a cada nivel, para lo cual se
presentan actividades diversas para reforzar los aprendizajes. Se utilizan fichas
polivalentes para que los educadores elijan cual es la más adecuada para
determinadas personas. Hay personas que no necesitan trabajarlas todas, y otras que
necesitarán, además, apoyos específicos diseñados por el educador.
Iniciación a la Informática
La Informática es una herramienta que tenemos que aprender a usar como parte de un
aprendizaje. Debemos obtener los conocimientos básicos de cómo utilizar un
ordenador y sus elementos periféricos, y como desarrollar diferentes actividades para
adquirir conocimientos, habilidades y actitudes para identificar lo que necesitamos
saber en un momento dado y convertirlo en conocimiento útil y aplicable en nuestra
vida.
707
Las personas beneficiarias de esta experiencia suelen ser, mayoritariamente, de una
edad media superior a 50 años, con escasa formación en general, pero que a lo largo
del curso logran mejor comprensión lectora, superar el temor al empleo de nuevas
tecnologías, mayor destreza entre los dedos de las manos y los ojos, y descubren
nuevas posibilidades de información y comunicación.
Esta actuación constituye una opción orientada a la juventud adulta más desfavorecida
socialmente en los entornos populares donde la FEPAM desarrolla su Programa.
Fracaso escolar, conflictos familiares, falta de equipamientos y recursos, desempleo,
drogodependencias, condiciones de riesgo de exclusión…, conforman un panorama
social donde la intervención educativa se convierte en asunto de primera necesidad.
- Motivar el interés por el estudio y la titulación básica como medio para encontrar
empleo.
- Despertar la curiosidad y el interés por los contenidos educativos.
- Desarrollar habilidades y competencias que posibiliten un aprendizaje posterior.
- Desarrollar capacidades de razonamiento, comunicación y participación (escuchar
expresar).
- Estimular la valoración y el reconocimiento de las capacidades que cada uno va
descubriendo.
- Valorar la utilidad del esfuerzo aportado (asistencia, participación, trabajo), y
visualizar las posibilidades que ello comporta.
Aulas interculturales
Tenemos que prepararnos para vivir en un mundo cada vez más diverso; en
sociedades cada vez más interculturales e interraciales. No se puede negar, ni cerrar
708
los ojos a la realidad de que esto genera dificultades. Por ello nos parece
imprescindible trabajar la interculturalidad para aprender a convivir desde la diferencia,
y que ésta no suponga motivo para el prejuicio y la confrontación. El conocimiento
mutuo, el entender las razones del otro, el ser capaces de pactar en la diferencia
supone un encuentro que se puede hacer desde varios enfoques. El nuestro no
pretende ser asistencialista, ni dirigista por bien intencionados que sean. Nuestro
concepto de interculturalidad parte de una visión horizontal de las relaciones, de la
aceptación, en igualdad, de la diversidad.
Los objetivos, la metodología y los recursos son los ejes a través de los cuales esta
actuación se materializa:
Inserción socio-laboral
Los destinatarios de esta actuación somos todas las personas relacionadas con las
Escuelas Populares, tanto alumnado como profesorado. Todas tenemos en común el
ser adultas, el tener conciencia de carencias culturales y el creer en una educación a
lo largo de la vida que favorezca el desarrollo personal y facilite la participación activa
en la sociedad. La finalidad, los objetivos y los contenidos de esta actuación se
inscriben en el ámbito de la educación no formal, y se desarrolla a través de tres ejes:
la ampliación cultural, el desarrollo personal y la participación social.
709
La FEPAM entiende la escuela como foco de difusión cultural, siendo a su vez
creadora de cultura. Las personas adultas tenemos todas un bagaje cultural que
hemos ido adquiriendo experimentalmente en el vivir cotidiano, incluyendo a las que
no fueron a la escuela en su niñez. Entendemos, además, que todo lo que acontece a
nuestro alrededor es fuente de aprendizaje. Las actividades con las que desarrollamos
esta actuación no se realizan solo dentro de las paredes del aula.
Nuestras escuelas son espacios de encuentro entre personas adultas que les permite
relacionarse, conocerse y estrechar relaciones. Significa también, un espacio formativo
y de intercambio que posibilita crecer en autoestima y desarrollo de cualidades
personales y habilidades sociales.
Entidades Asociadas
Sigue a continuación una breve descripción de las principales organizaciones con las
que seguimos tejiendo nuestra red asociativa:
710
Asociaciones de Vecinos: Cada escuela popular miembro de la FEPAM mantiene
relaciones estrechas y cotidianas con las asociaciones de vecinos de su distrito,
debido a la cercanía de trayectorias, objetivos e intereses. En efecto, para cualquier
escuela popular, el ámbito natural de actuación cotidiana es el local, es decir, el barrio,
y ahí es donde nos encontramos a menudo con otras iniciativas locales como el tejido
asociativo vecinal, cuya labor coincide en muchos aspectos con la nuestra. Debido a la
diversidad de contextos barriales de cada escuela, las colaboraciones con este tipo de
asociaciones varían de un espacio a otro y según el momento.
711
Pero los recortes sociales sufridos de forma creciente en los últimos años, así como el
pujante proceso de desmantelamiento y privatización de lo público, han ido mermando
paulatinamente los fondos públicos destinados a nuestra actividad, hasta el punto de
que desde el curso 2009-2010 han desaparecido por completo.
Pero, a pesar de todo, esta vía de la autogestión económica como único mecanismo
de financiación sigue resultando compleja y precaria, por lo que mantenemos un
debate abierto al respecto, buscando nuevas vías de captación de recursos. La
presentación a concursos, premios y otras subvenciones públicas es un ejemplo de
nuevas fuentes de financiación que estamos explorando, teniendo siempre bastante
claro que queremos evitar el recurso a vías de financiación privada empresarial, por
los condicionantes que estas supondrían para nuestra independencia y para nuestra
visión crítica de la realidad.
4. BIBLIOGRAFÍA
712
Las escuelas de la FEPAM en Madrid:
713
714