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LA VÍA FRANCESA HACIA EL CAPITALISMO AGRARIO

Capítulo 8: La defensa y consolidación de la propiedad campesina fue una de las


diferencias entre las vías inglesas y francesas hacia el capitalismo agrario. La preservación
de las comunidades rurales y su capacidad de reproducción económica tuvo especial
relevancia para la monarquía francesa. A diferencia de la monarquía inglesa, la propiedad
campesina se convirtió en garantía de paz social, así como también una pieza clave para el
sistema fiscal estatal. Esta política permitió el debilitamiento de las justicias señoriales y el
fortalecimiento de la jurisdicción soberana. El avance hacia el capitalismo agrario francés
debió liquidar los señoríos y los regímenes feudales para librar a las comunidades
campesinas de las constricciones a las que estuvieron sometidas durante un milenio.
Felipe IV, a principios del siglo XIV intentó imponer un impuesto sobre la fortuna de la
población jurídicamente libre en el campo, el cobro quedaba a cargo de las elites de los
principales banales, quedándose con la mitad del impuesto percibido. Ante el fracaso de la
medida se impone un impuesto directo -fauage- en base a los ingresos percibido, la
nobleza queda exenta y retiene parte del impuesto de base campesina; lo que transformaría
al Estado Francés en una estructura con fundamentos agrarios.
El pago del rescate impuesto por Inglaterra por la captura de Juan II impone impuestos
indirectos al consumo sobre el gravamen de algunos productos básicos, que afectan
también a los habitantes de las ciudades s suma el impuesto directo.
Carlos V seguirá con la política de pretender asociar a la nobleza y las principales ciudades
autorizándoles a quedarse con 1/3 de lo que percibían. Carlos VI, su sucesor, continúa con
la implementación de la taille. El Estado feudal (con Carlos VII) no necesitará la
aprobación de las asambleas estamentales para su cobro a los campesinos; por otra parte los
barones feudales ya no podrían imponer impuestos generales sin autorización del Estado
central. Desde fines del siglo XIV, los nobles ya no pudieron recuperar por sí mismos los
dominios útiles alguna vez enajenados.
En el siglo XV, la imposición de re-encensar las parcelas enfitéuticas abandonadas,
impidiendo su integración a las reservas, supuso el mantenimiento del área de tierra bajo
propiedad campesina. Para mediados del siglo XVII, Luis XIV se preocupó por proteger los
bienes comunales, como estrategia fundamental para garantizar los ingresos de la corona; a
tal fin se crea la figura del intendente para la verificación y control de endeudamiento de las
comunidades campesinas, con injerencia absoluta sobre las finanzas campesinas. El Estado
asume el carácter tutelar de la asamblea de vecinos, declarando que los derechos y bienes
de las comunidades eran derechos y facultades públicas.

Capítulo 9: El proceso de abolición del feudalismo, en Francia, se caracterizó por el


carácter de conflictos por el poder y el vértigo impuesto por la Revolución de 1789; esto
contrasta con Inglaterra donde la combinación de estrategias políticas y mecanismos de
mercados se vinculan a un carácter progresivo de la modernización capitalista en el campo.
Luego de la Revolución Francesa, la Asamblea Constituyente expresó la voluntad de abolir
el régimen feudal,. Los derechos señoriales que se desprenden de forma ilegítima y los
basados en la servidumbre fueron los primeros en ser suprimidos, pero los derechos de
calidad legítima que implican los tributos originados en la propiedad de la tierra bajo el
régimen enfitéutico llevaron a una ficción legal que consistió en asimilar este régimen a la
modalidad del censo consignativo, que convierte el dominio útil de los enfiteutas en una
propiedad plena y absoluta pero hipotecada a través de una renta.
No basta la reforma agraria con la supresión de los señoríos y la abolición de las tenencias a
censo, las asambleas revolucionarias deben resolver otros problemas complejos: la venta
de bienes nacionales solo benefició a los grandes arrendatarios y burgueses acaudalados,
los pequeños y medianos productores quedaron excluidos del beneficio producido por la
liquidación de una parte importante de la antigua propiedad privilegiada. Durante el siglo
XX se aceleró el proceso de concentración territorial iniciado a partir de la revolución.
En Francia no fueron los enclosures o la liquidación de los open fields, como en Inglaterra,
lo que facilitó la modernización capitalista. Los tres componentes del capitalismo agrario
fueron el cultivo intensivo, la mecanización agrícola y el proletariado rural. Fue una
peculiar estrategia elegida por la revolución burguesa para redistribuir la tierra hasta
entonces en manos de las antiguas clases privilegiadas. Fue la gran explotación, nacida de
aquel proceso, la que favoreció el paso a un sistema productivo cualitativamente distinto, e
hizo posible la revolución agraria.

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