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CONDICIONES UNIFORMES - Sentencia C-569 de 2004    / PREEXISTENCIA DEL GRUPO -

Sentencia C-569 de 2004 / ACCION DE GRUPO - Sentencia C-569 de 2004

Sea lo primero advertir, que de acuerdo al nuevo enfoque dictado por la Corte Constitucional, en
sentencia C-569 de 2004, las condiciones uniformes se predican del hecho generador del perjuicio,
y no, de los demás elementos que estructuran la responsabilidad. Consideró la Corte, que la
doctrina de la preexistencia del grupo, como requisito de procedibilidad, era inconstitucional y, en
consecuencia, eliminó del ordenamiento la exigencia de uniformidad respecto de todos los
elementos que estructuran la responsabilidad, consagrada en los artículos 3° y 46 de la Ley 472 de
1998 que le servía de fundamento.    En relación a la valoración de los daños y perjuicios sufridos
por los miembros del grupo, señaló que pueden ser disímiles, precisamente porque se trata de la
afectación de intereses individuales y separables. Manifestó a su vez, que nada impide que el juez
de una acción de grupo analice colectivamente la responsabilidad que justifica el deber de
reparación, pero proceda a individualizar y distinguir los daños y perjuicios, en el evento en que
éstos no sean uniformes, individualización que resulta plenamente armónica con el interés
protegido por la acción de grupo y con la naturaleza de la    misma.    En cuanto a la noción de
causalidad o de nexo causal, como elemento estructural de la responsabilidad, dijo la Corte que no
debe ser estudiado como un fenómeno puramente natural, ni únicamente desde un punto de vista
fáctico, sino esencialmente jurídico, atendiendo a la concepción solidarista de la carta y a la
naturaleza de los intereses protegidos. De esta manera, la Corte Constitucional declaró inexequible
la expresión "Las condiciones uniformes deben tener también lugar respecto de los elementos que
configuran la responsabilidad" contenidas en los artículos 3° y 46, de la Ley 472 de 1998, la cual,
como se dijo, servía de sustento normativo a la teoría de preexistencia del grupo desarrollada por
el Consejo de Estado.      Nota de Relatoría:    Ver sentencia C-569 de 2004 de la Corte
Constitucional

ACCION DE GRUPO - Requisitos de procedibilidad. Preexistencia del grupo /    ACCION DE


GRUPO - Impacto o dimensión social / IMPACTO SOCIAL - Acción de grupo

Frente a lo anterior, es preciso aclarar, que el artículo 52 de la Ley 472 de 1998, establece
claramente los presupuestos de procedibilidad de la acción de grupo, sin que pueda el juez de
instancia aducir otros diferentes a los contenidos en dicho ordenamiento. Así las cosas, además de
que ya no es necesario acreditar, para la admisión de la demanda, la existencia de circunstancias o
condiciones uniformes de cada uno de los miembros del grupo previas a la ocurrencia del hecho
generador del daño, tampoco lo es, que éste último, como lo dijo el a quo, tenga un impacto o
dimensión social que justifique la utilización de la presente acción. Si bien, la Corte Constitucional
se refirió ligeramente en la sentencia C- 569 de 2004, a tal situación, ello no fue sustentado ni
desarrollado posteriormente por dicha Corporación, como tampoco, por la jurisprudencia del
Consejo de Estado. Ahora bien, si en gracia de discusión se requiriese acreditar el impacto social
del daño causado, en el sub lite se encuentra plenamente demostrado, en tanto que, se pretende la
indemnización derivada de la construcción de un dique marginal paralelo al Río Magdalena entre el
Puerto del Río Sabanagrande - Puerto del Río Santo Tomás y San Bartolo, lo cual, a juicio del
apoderado de los accionantes, originó un mayor nivel en las aguas de la ciénaga con respecto al
río, desencadenado inundaciones y afectando a los ganaderos, pescado.res y agricultores del
sector.   

ACCION DE GRUPO - Finalidad

De manera que la acción de grupo está instituida precisamente para reclamar colectivamente
perjuicios individuales, cuando éstos se derivan de una misma causa o hecho frente a todos y cada
uno de los miembros del grupo, que en el caso de autos lo constituye la construcción del dique
marginal entre el Puerto del Río Sabanagrande, Puerto del Río Santo Timás y San Bartolo, con la
posibilidad de que aquéllos accionen de forma independiente mediante la acción de reparación
directa.
CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION TERCERA

Consejero ponente:    GERMAN RODRIGUEZ VILLAMIZAR

Bogotá, D.C., febrero ocho (8) de dos mil cinco (2006)

Radicación número: 08001-23-31-000-2004-02474-01(AG)

Actor: HENRY MARTINEZ DE AVILA Y OTROS

Demandado: MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE, VIVIENDA Y    DESARROLLO TERRITORIAL


Y OTROS

Referencia: ACCION DE GRUPO

Decide la Sala el recurso de apelación interpuesto por la parte actora


contra el auto proferido el 15 de junio de 2005, por medio del cual el Tribunal Administrativo del
Atlántico, dispuso (fls.267 a 268 cdno 2):

"Primero.- Declarar que la presente acción es improcedente, con fundamento


en lo expuesto en la parte motiva de este proveído.

En consecuencia, se RECHAZA la demanda de la referencia de conformidad


con lo dispuesto en el artículo 143 del C.C.A."

I.    ANTECEDENTES

1.    La demanda

Un grupo conformado por más de 20 personas, quienes manifestaron ser


agricultores, ganaderos y pescadores que derivan su sustento de las ciénagas ubicadas entre el
puerto del Río Sabanagrande, Puerto del Río Santo Timas y San Bartolo, a través de apoderado
judicial, mediante escrito presentado el 14 de octubre de 2004, instauraron demanda de acción de
grupo, en contra de la Nación - Ministerio de Medio Ambiente, Corporación Autónoma Regional del
Río Grande de la Magdalena - Cormagdalena, Gobernación del Altlántico, Corporación Autónoma
Regional del Atlántico - C.R.A., con el fin de que se les declare administrativamente responsables
por los perjuicios causados a los demandantes, con ocasión de la construcción de un dique
marginal en dicho sector para evitar el desbordamiento de las aguas del Río Magdalena.   

2.    La providencia impugnada

Por auto de fecha 15 de junio de 2005, el Tribunal Administrativo del Atlántico,


rechazó la demanda con fundamento en los siguientes argumentos (fl 266 a 268 cdno 2):

"El artículo 88 de la Constitución defiere a la ley la regulación de 'las


acciones originadas en los daños ocasionados a un número plural de
personas, sin perjuicio de las correspondientes acciones particulares'. En
desarrollo de dicha disposición, el artículo 3 de la ley 472 de 1998 define la
acción de grupo como aquélla que puede ser interpuesta 'por un número
plural o un conjunto de personas que reúnen condiciones uniformes para
dichas personas. Las condiciones uniformes deben tener también lugar
respecto de todos los elementos que configuran la responsabilidad".

...
Resulta importante señalar que no frente a todo daño sufrido por un número
plural de personas puede intentarse su reparación a través de la acción de
grupo, pues se reitera, (sic) para tal efecto se requiere que el daño se haya
producido en unas circunstancias y con una dimensión que por su impacto
social justifique la utilización de esta vía procesal específica que busca
garantizar la eficacia en la justicia y evitar la inseguridad jurídica al
favorecer una solución igual para problemas similares.

De otra parte es menester recordar que ya en esta Corporación se


había tramitado una Acción Popular, Magistrado Ponente Dr. Luis
Carlos Martelo Maldonado, sobre los mismos hechos, dentro de la
cual se profirió Sentencia, donde se protegen los derechos
colectivos al demandante, y que sirve de base para la presentación
de esta Acción de Grupo.
..

Teniendo en cuenta lo anterior la Sala considera que la acción que


debió iniciarse es la de Reparación Directa, pues lo que se busca es
la indemnización de los perjuicios causados a los demandantes
derivados de la omisión de las entidades demandantes (sic), de las
cuales los accionantes son meros damnificados, situación esta (sic)
que no los constituyen (sic) como un grupo o clase.."

1. El recurso de apelación

Inconforme con esa decisión, la parte actora la apeló, señalando para el efecto lo
siguiente (fls. 265 a 274 cdno 2):

Que el a quo, fundamentó su decisión en el artículo 3° de la Ley 472 de 1998, el


cual, fue declarado parcialmente inexequible por la Corte Constitucional mediante sentencia C -
569 del 8 de junio de 1994. Indicó que el tribunal de instancia, no tuvo en cuenta que a partir de
dicho pronunciamiento, sólo es necesario para la admisión de la demanda, que ésta la presente un
grupo plural de personas que reunan condiciones uniformes respecto de una misma causa que
originó los perjuicios individuales a cada una de ellas, y no así, de todos los elementos que
configuran la responsabilidad.

Seguidamente, sostuvo:

"..la suscrita antes de presentar la demanda valoró todos los aspectos de


procedencia y de condiciones uniformes...También tuvo en cuenta que la
causa lo fuera, al igual que las consecuencias individuales que perjudicaron
a las colectividades, pues cada uno de los pescadores o de los agricultores
(Colectivo) vieron menguada su capacidad productiva, y modus vivendus
(sic), conlleva (sic) también a un IMPACTO SOCIAL Y EL DAÑO Y
DETERIORO AMBIENTAL de una gran dimensión ya que por lo menos
2500 familias viven de los cultivos de pan coger y la pesca, donde por
simple vista y cae por su propio peso (sic) se observa el desmejoramiento
en su calidad de vida de esta buena parte de la población mas vulnerable y
pobre de las municipalidades circundantes que constituyen y son un grupo
y clase social dentro de la comunidad. Este grupo social que depende de su
entorno como son las ciénagas (un BIEN PUBLICO y que pertenece al
ESTADO).."

Afirmó, que los demandantes reunen las condiciones uniformes respecto de la


misma causa que originó el perjuicio y que, sí existió un daño que por sus dimensiones y por su
alto grado social justifica la utilización de este mecanismo procesal, pues, según el recurrente, se
vieron afectadas las ciénagas a las que se refiere la demanda y, por ende, todos los campesinos,
agricultores y pescadores que derivan su sustento en torno a las mismas.

CONSIDERACIONES DE LA SALA

Sea lo primero advertir, que de acuerdo al nuevo enfoque dictado por la Corte
Constitucional, en sentencia C-569 de 2004, las condiciones uniformes se predican del hecho
generador del perjuicio, y no, de los demás elementos que estructuran la responsabilidad.
Consideró la Corte, que la doctrina de la preexistencia del grupo, como requisito de procedibilidad,
era inconstitucional y, en consecuencia, eliminó del ordenamiento la exigencia de uniformidad
respecto de todos los elementos que estructuran la responsabilidad, consagrada en los artículos 3°
y 46 de la Ley 472 de 1998 que le servía de fundamento.    En relación a la valoración de los daños
y perjuicios sufridos por los miembros del grupo, señaló que pueden ser disímiles, precisamente
porque se trata de la afectación de intereses individuales y separables. Manifestó a su vez, que
nada impide que el juez de una acción de grupo analice colectivamente la responsabilidad que
justifica el deber de reparación, pero proceda a individualizar y distinguir los daños y perjuicios, en
el evento en que éstos no sean uniformes, individualización que resulta plenamente armónica con
el interés protegido por la acción de grupo y con la naturaleza de la    misma.    En cuanto a la
noción de causalidad o de nexo causal, como elemento estructural de la responsabilidad, dijo la
Corte que no debe ser estudiado como un fenómeno puramente natural, ni únicamente desde un
punto de vista fáctico, sino esencialmente jurídico, atendiendo a la concepción solidarista de la
carta y a la naturaleza de los intereses protegidos.
  
De esta manera, la Corte Constitucional declaró inexequible la expresión "Las
condiciones uniformes deben tener también lugar respecto de los elementos que configuran la
responsabilidad" contenidas en los artículos 3° y 46, de la Ley 472 de 1998, la cual, como se dijo,
servía de sustento normativo a la teoría de preexistencia del grupo desarrollada por el Consejo de
Estado.

Descendiendo al caso en concreto, observa la Sala que el tribunal de instancia, se


refiere al artículo 3° de la Ley 472 de 1998, sin advertir la existencia del    pronunciamiento de
inexequibilidad parcial proferido por la Corte Constitucional ya reseñado. De suerte que, tal como
se dijo anteriormente, el requisito de procedibilidad relativo a la existencia de condiciones
uniformes respecto de todos los elementos de la responsabilidad, fundamento de la teoría de la
preexistencia del grupo entonces expuesta por esta Corporación, fue retirado del ordenamiento
jurídico y, por tanto, no es aplicable para negar la procedencia de la acción de grupo instaurada.

De otra parte, el a quo argumentó que "no frente a todo daño por un número plural
de personas puede intentarse su reparación a través de la acción de grupo, pues se reitera, para
tal efecto se requiere que el daño se haya producido en unas circunstancias y con una dimensión
que por su impacto social justifique la utilización de esta vía procesal específica ."(subrayado de la
Sala).

Frente a lo anterior, es preciso aclarar, que el artículo 52 de la Ley 472 de 199 8**]

* *
"Art 獳 ulo.- 52. La demanda mediante la cual se ejerza una acci 鏮 de grupo deber�reunir los requisitos
**]
(subraya la Sala).

De manera que la acción de grupo está instituida precisamente para reclamar


colectivamente perjuicios individuales, cuando éstos se derivan de una misma causa o hecho
frente a todos y cada uno de los miembros del grupo, que en el caso de autos lo constituye la
construcción del dique marginal entre el Puerto del Río Sabanagrande, Puerto del Río Santo Timás
y San Bartolo, con la posibilidad de que aquéllos accionen de forma independiente mediante la
acción de reparación directa.

Precisado lo anterior, corresponde a la Sala verificar si en el caso sub judice se


cumplen con los demás requisitos exigidos por la ley 472 de 1998 para la    procedencia de la
acción:

1. Caducidad de la acción.

En primer término, debe revisarse lo relativo a la caducidad de la acción formulada.


Para ello, es necesario acudir al artículo 47 de la ley 472 de 1998 que establece:

"Artículo 47.- Caducidad.    Sin perjuicio de la acción individual que corresponda


por la indemnización de perjuicios, la Acción de Grupo deberá promoverse dentro
de los dos (2) años siguientes a la fecha en que se causó el daño o cesó la acción
vulnerante causante del mismo."

En el caso de autos, no ha operado la caducidad de la acción, por cuanto la


construcción del dique marginal que constituye el hecho vulnerante causante de los perjuicios
reclamados, finalizó el mes de agosto del año 2004, en tanto que, la demanda se presentó el 14 de
octubre de 2004 (fl. 72 cdno ppal).

2. Que el grupo esté conformado, al menos por veinte personas: Se encuentra


plenamente acreditado este requisito de procedibilidad; en el presente caso, el grupo está
conformado por más de 100 personas, todas aquéllas que derivan su sustento de las ciénagas
damnificadas y que se encuentran relacionadas en el libelo demandatorio (fl. 1 cdno ppal).

3. Que la acción sea ejercida por intermedio de abogado: La acción se


interpuso por la abogada Lizbeth Karina Navarro, T.P. No. 106.555 del CSJ, en nombre y
representación de las personas afectadas (fl. 1 y 2 cdno ppal).

4. Que en la demanda se identifiquen al demandado y a todos los individuos


perjudicados. Si la identificación de todos los afectados no es posible, se deben expresar
los criterios objetivos para identificarlos así definir al grupo: La sala encuentra en la demanda

establecidos en el C 鏚 igo de Procedimiento Civil o en el C 鏚 igo Contencioso Administrativo, seg el caso, y


adem 嫳 expresar en ella:El nombre del apoderado o apoderados, anexando el poder legalmente conferido.La
identificaci 鏮 de los poderdantes, identificando sus nombres, documentos de identidad y domicilio.El estimativo
del valor de los perjuicios que se hubieren ocasionado por la eventual vulneraci 鏮.Si no fuere posible proporcionar
el nombre de todos los individuos de un mismo grupo, expresar los criterios para identificarlos y definir el grupo.La
identificaci 鏮 del demandado.La justificaci 鏮 sobre la procedencia de la acci 鏮 de grupo en los t 廨 minos de
los art 獳 ulos 3�y 49 de la presente ley.Los hechos de la demanda y las pruebas que se pretendan hacer valer
dentro del proceso. .."
* *
Corte Constitucional Sentencia C-1062 de 2000
plenamente identificados los demandados, estos son, el Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y
Desarrollo Social, la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena -
CORMAGDALENA, la Gobernación del Atlántico y, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico
- C.R.A.. A su vez, en el libelo demandatorio se identificó a las personas perjudicadas por la
construcción del dique marginal paralelo al río magdalena, quienes además se adujo, son
agricultores y pescadores que derivan su sustento de las ciénagas circundantes damnificadas (fl. 1
y 2 cdno ppal).

Entonces, encuentra la Sala acreditado el cumplimiento de los demás requisitos de


procedibilidad de la acción señalados en el artículo 52 de la Ley 472 de 1998, al estar el grupo de
afectados conformado por más de veinte personas naturales plenamente identificadas, están son,
todas aquéllas que derivan su sustento de las ciénagas damnificadas y que se encuentran
relacionadas en el libelo (fl. 1 cdno ppal), quienes han accionado a través de apoderado judicial
dentro del término legal, con la finalidad exclusiva de obtener el reconocimiento y pago de
perjuicios individuales por la construcción del dique en la zona a que se refiere la presente
demanda.

De acuerdo con lo anterior, procederá la Sala a revocar el auto impugnado, y en su


lugar, a admitir la demanda, como en efecto se dispondrá.

Por las razones expuestas, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Tercera,

RESUELVE:

PRIMERO: REVOCASE el auto apelado, esto es, el proferido el 15 de junio de


2005 por el Tribunal Administrativo del Atlántico, mediante el cual    rechazó la demanda y, en su
lugar, se dispone:

1. Admítese la demanda instaurada por la parte actora el 14 de octubre de 2004


contra la Nación, Ministerio de Medio Ambiente, Corporación Autónoma Regional del Río Grande
de la Magdalena - Cormagdalena, Gobernación del Atlántico y la Corporación Regional Autónoma
del Atlántico - C.R.A.
2. Notifíquese personalmente a las siguientes personas: al representante legal del
Ministerio de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, de la Corporación Autónoma
Regional del Río Grande de la Madalena -Cormagdalena, de la Gobernación del Atlántico y de la
Corporación Regional Autónoma del Atlántico - C.R.A; en el evento en que no fuere posible
practicar la notificación personal, notifíqueseles en la forma prevista en el artículo 54 de la Ley 472
de 1998.

3. Notifíquese    personalmente al Ministerio Público (inc. 2, art. 53, Ley 472 de


1998).

4. En cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 80 de la Ley 472 de 1998,


remítase copia auténtica de esta decisión a la Defensoría del Pueblo.

5. Córrase traslado de la demanda a la parte demandada por el término de diez (10)


días, para que si a bien lo tiene, la conteste (art. 53 de la Ley 472 de 1998).

SEGUNDO: Ejecutoriada esta providencia, DEVUELVASE el expediente al tribunal


de origen para el cumplimiento de lo aquí dispuesto.

                COPIESE, NOTIFIQUESE Y CUMPLASE

       
MARIA ELENA GIRALDO GÓMEZ
presidenta   

RUTH STELLA CORREA PALACIO                      RAMIRO SAAVEDRA BECERRA                     


                                                                                
                       

ALIER E. HERNANDEZ ENRIQUEZ                      GERMAN RODRIGUEZ VILLAMIZAR

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